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Los docentes tóxicos son desgastantes y

contagian su negatividad
El artículo que publica la redacción de UNIVERSIA (México) nos plantea la dificultad en una
comunidad educativa donde existen “personas tóxicas”, que nos es fácil reconocerle “ya que los
sentimientos nos juegan una mala pasada. Sin embargo, compartir nuestro día a día con una persona
así puede llegar a ser muy desgastante y, a la larga, terminará por contagiarnos su negatividad. Por
eso, el primer paso para ponerle fin a ese tipo de relación, consiste en ser conscientes de que se trata
de una persona tóxica”: “personas que nos roban nuestra energía y entusiasmo, afectando
profundamente nuestro equilibrio emocional” (RINCÓN DE LA PSICOLOGÍA).

El tener un conocimiento mínimo sobre las características y/o la presencia de las personas
llamadas “tóxicas” el ambiente educativo, es una obligación de todos y un deber funcional de
los jefes. No para “sentenciar” o señalar a nadie, sino para buscar la prevención y cura, antes
que sea demasiado tarde. En este corto artículo que compartimos con fines únicamente
educativos – pastorales, se describe las características de un “docente tóxico”, y que serían
(entre otras): es el que repite los mismos contenidos, se resiste al cambio, no se preocupa si
sus alumnos entienden, culpar a los estudiantes o a la institución de los malos resultados y
sólo le importa marcar la asistencia. Sería muy conveniente, para quienes deseen profundizar
hacer un corto recorrido por internet, que tiene enlaces serios y de investigación.

¿Considera importante conocer y dialogar sobre las “personas tóxicas” en la comunidad


educativa? ¿Qué tan “ligeros” somos para etiquetar a los colegas?

Cómo identificar a un docente tóxico

En la vida académica, como en la vida cotidiana, hay personas tóxicas. Descubre en esta nota
cómo identificar a un docente tóxico.
La relación entre docentes y estudiantes es uno de los pilares del proceso de aprendizaje. Los
profesores pueden marcar una gran diferencia en la vida de los jóvenes, no solo desde el
punto de vista académico, sino también personal, ya que pueden llegar a ser toda una fuente
de inspiración. Sin embargo, hay docentes que terminan convirtiéndose en una influencia
negativa. Entérate cómo identificarlos y qué hacer con ellos.

Si bien no es un fenómeno que ocurra con mucha frecuencia, algunos estudiantes han tenido
la mala suerte de tener que tratar con un docente tóxico. Cuando esto sucede, es importante
saber detectarlos para tratarlos con precaución y no dejar que sean una mala influencia en
nuestra vida, y, de ser posible, intentar encontrar la mejor manera de relacionarnos con ellos
sin salir afectados.

Lamentablemente, hay docentes que en vez de ser un valor agregado a la formación, terminan
siendo una molestia, y hacen tanto daño a los estudiantes, como a la institución para la que
trabajan. A continuación, te compartimos una lista de las caracteristicas de un docente tóxico,
para que sepas identificarlo a tiempo y saber cómo tratarlo.
 No trabaja contenido original: un docente tóxico es el que repite los mismos
contenidos, de un curso a otro, sin preocuparse por adaptarlos. Es muy común entre
sus actitudes, que trabaje siempre mirando el trabajo de sus colegas y robándoles
algunas ideas.

 No está abierto al cambio: si tienes un profesor que explica su metodología diciendo


que “siempre se hizo así” es problable que estés ante un profesor tóxico. Estos se
resisten al cambio porque requiere compromiso y voluntad. Prefieren hacer todo por
costumbre, aunque no dé buenos resultados.

 Explica sin enseñar: te enfrentas a un docente tóxico si en el aula este explica los
contenidos, pero no se preocupa porque sus alumnos entiendan. Se preocupa más por
cómo sale la clase, y no se fija en si todos los estudiantes comprendieron de qué trata
el tema.

 No es responsable por su curso: si los resultados del curso son malos, el docente
tóxico tiende a culpar a los estudiantes o a la institución, pero jamás asumirá que él
puede tener la culpa y que tiene que cambiar algo para obtener mejores resultados.

 La vocación en segundo plano: el docente tóxico primero se preocupará de cumplir


con los temas del programa y cumplir con su horario, lo que termina transformándolo
en un funcionario. Si los estudiantes aprenden algo, esto será para el profesor un valor
agregado a su trabajo, y no su labor.

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