UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE

DEPARTAMENTO DE IDIOMAS

ENSAYO
ROL DEL MAESTRO

CÁTEDRA:
DIDÁCTICA GENETAL I
Grupo Teórico II

CATEDRÁTICO:
LIC. CARLOS MAURICIO LÓPEZ GAVARRETE

PRESENTADO POR:
LÓPEZ HERNÁNDEZ, JACQUELINNE TATIANA LH16025

SANTA ANA, JUEVES 30 DE ABRIL DE 2020

Para desempeñar un buen rol al ser maestro hay que conocer primero a los alumnos y a
los padres de ellos para que haya buena comunicación para que se entiendan bien y lo
más importante es para que los alumnos se sientan confiados delante de lo que
comúnmente le tienen miedo que es un adulto.

Los alumnos susceptibles a las emociones y acciones del maestro por eso no se tienen que
hacer cosas o decir cosas frente a los alumnos que los puedan dañar como hablarles o
mirarlos de manera despectiva o burlarse de lo que han hecho, hay que evitar
comentarios hirientes que parecen ser críticas constructivas pero que son sarcasmos y en
lugar de construir, destruyen. Hay que impedir que esto suceda porque si no el alumno
tendrá miedo a la hora de consultar con su maestro alguna duda que tenga y no habrá
confianza ni respeto. He aquí la importancia del ejemplo que da el maestro al alumno, por
ende la actitud del docente debe ser igual tanto dentro como fuera del aula de clases
porque en dado caso que los alumnos se den cuenta que su maestro no es como dice ser,
la confianza y la relación que se había formado entre ellos acabará olvidada.

El docente no está para ser como un “dios” ante sus alumnos, está para guiarlos de forma
creativa para que desarrollen interés en los diferentes temas y materias que se imparten y
no solo eso, sino también en que se interesen en desarrollar valores morales y cívicos en
su vida cotidiana. El afecto entre maestro y alumno es un factor importante para la vida
escolar, este afecto no se puede imponer a los alumnos sino que florece cuando al
docente le gusta lo que hace y le ayuda al alumno a divertirse con él en ese mundo de
aprendizaje y enseñanza que el maestro debe crear.

El docente debe adaptarse a las necesidades del alumno y a las condiciones de la escuela
y la comunidad. Por lo tanto debe ser capaz de manejar los retos que día a día se puedan
presentar, por eso hay medios que el maestro puede ocupar para conducir un ambiente
sano en el aula. La cantidad de palabras, el tono y la intensidad de la voz al hablarle a los
alumnos son canales para influir en el comportamiento del alumno; el docente debe
realizarlos de manera eficaz para que los alumnos se sientan motivados. Otros medios que
el docente debe ocupar son técnicas para ayudar a aprender, guiar, demostrar, pasar por
alto o castigar para que haya un ambiente adecuado en el aula pero lo más significativo es
hacer que el alumno se sienta querido e importante por el maestro, que sienta que más
que un facilitador o alguien superior, tiene a un amigo con quien pueda contar y confiar.
La disciplina es algo que no se puede tomar a la ligera. El docente se debe informar sobre
las diferentes prácticas disciplinarias a las que pueda recurrir si en dado caso las normas y
reglas acordadas al inicio de la relación entre él y el alumno no se hayan cumplido.

Para esto son importante las opiniones de los alumnos. El docente no debe imponer
normas de convivencia, él debe convidar a los alumnos a que las creen ellos mismos
siempre que el docente este supervisando y guiándolos, esto crea un sentido propio de
responsabilidad por cumplir lo que uno mismo ha dicho. Si no se cumplen las normas
como deberían cumplirse, es entonces cuando la comunicación entre alumno y maestro se
debe efectuar. Es importante que ante situaciones así se mantenga una mente serena,
tranquila y con afecto preguntarle al alumno el porqué de sus acciones. Para dar
soluciones a hechos problemáticos o a incumplimientos de las normas, se deben dar
opciones para inculcar al alumno que en el futuro él debe tomar sus propias decisiones y
que siempre habrán consecuencias por sus acciones.

Es importante crear un ambiente seguro y confiable, cómodo y con cierto control para que
los alumnos se sientan de la misma forma y creen en ellos mismos cierta independencia y
buena autoestima. El docente debe lograr lo anterior conociendo las habilidades,
debilidades, capacidades y limitaciones de sus alumnos, para ello se deben crear lazos
fuertes y reglas firmes.

El rol del maestro va más allá de solo dar clases a los estudiantes. El rol de un maestro es
de guiarlos en los diferentes aspectos de sus vidas, a reconocer sus esfuerzos más que
sus errores, a corregirlos con afecto y no a criticarlos, a darles la atención individual
necesaria para conocer cada personalidad que tiene en su cuidado y a estar atento en
cada momento del grupo de personas que está guiando para que se puedan evitar
situaciones problemáticas y para que no se pierda el control.

Con paciencia, comunicación, flexibilidad, empatía, cooperativismo, y una actitud

constante de mejora y motivación se puede llegar a desempañar un excelente rol como
maestro y así hacer la diferencia para ya no quedarnos con anticuadas aptitudes de
enseñanza. Hay que seguir aprendiendo a ser buenos docentes. Las herramientas están
dadas, está en nosotros saber cómo ocuparlas creativamente.