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LA FAMILIA BÉLIER

La serie es muy interesante trata de la familia Belier, compuesta por cuatro miembros
(papá, mamá, hijo e hija). En donde tres de ellos sufren de discapacidad auditiva
solamente la hija no sufre esta discapacidad.

La ventaja de esta familia es que son unidos en todo y trabajan en equipo siempre con
el apoyo y dirección de la hija, siendo ella el soporte ante las discapacidades auditivas
de su familia, porque sabe comunicarse con su familia mediante la lengua de señas
coordinando, organizando y ejecutando con su familia los trabajos en la granja y el
mercado.

La desventaja o dificultad se origina a partir de la Beca que le otorgan a la hija para


que estudie canto en Paris, la cual ella acepta después de un triste y fuerte dialogo. En
donde la madre fue la más reacia en aceptar dicha decisión argumentando que ellos
se quedarían solos y abandonados sin la ayuda de ella, puesto que ella sabia la
manera de comunicarse y no había otra persona para hacerlo.

Según Pedrosa, B. y Esther Cobo (2017), “Inclusión del alumno con


discapacidad auditiva en el aula de educación especial”. Voces de la Educación,
2 (2), pp. 112-121. , podemos comprobar cómo a partir del año 2007 se produce el
reconocimiento de la Lengua de Signos Española (LSE), a partir de la aprobación de la
Ley 27/2007, de 23 de octubre, lo que permite reconocer y regular la Lengua de
Signos Española como lengua de las personas sordas, hipoacúsicas o sordociegas en
España. (Jefatura del Estado, 2007).

Esta ley aprobada ampara a todas las personas con discapacidad auditiva,
sordoceguera porque tienen derecho a poder optar a la libre elección del uso de la
LSE y medios visuales en cualquier ámbito, sea este público o privado. Lo dicho hasta
este momento, nos permite entender que las Administraciones Educativas deben
facilitar y poner al alcance de este colectivo, todos los recursos personales y
materiales para conseguir que la persona con pérdida auditiva pueda comunicarse de
manera efectiva favoreciendo su desarrollo personal y académico. Además de
promover el máximo desarrollo de sus capacidades personales y conseguir los
objetivos generales fijados por la presente Ley.

Según esta lectura en la mayoría de los casos los centros de educación especial,
inicial y primaria no cuentan con profesores expertos en lengua de señas (interpretes)
para dictar las sesiones de aprendizajes, lo cual no sucede en los centros de
educación secundaria y superior.

Todo lo señalado anteriormente, nos obliga a los docentes a promover un cambio


metodológico, que permita atender las necesidades de todos los alumnos/as que
encontramos en el aula, con el objetivo de conseguir, una comunicación fluida y eficaz
entre el alumnado oyente y el alumnado sordo, teniendo como lengua vehicular tanto
la Lengua Española como la LSE. En este sentido, el presente artículo pretende
abordar la inclusión del alumnado sordo en la etapa de Educación Primaria, mediante
la introducción de los grupos interactivos y la aplicación de planes lingüísticos basados
en la implantación de una segunda lengua en el centro educativo.
Texto: “Entender y atender las necesidades especiales en la escuela integrada:
Guía para los docentes” Autor: UNESCO (2003). Este texto se centra en los niños
con sordera de nacimiento, brindándonos las señales de alarma para tener en cuenta
y evitar una sordera total y además las medidas que pueden tomar los maestros frente
a este caso.

SEÑALES DE ALARMA:

 Falta de atención: si un alumno no presta atención en clase, es posible que no


oiga lo que está usted diciendo o que oiga los sonidos distorsionados. Por este
motivo, el niño se despreocupa de lo que el maestro dice o no hace ningún
esfuerzo para escuchar o atender. Es muy infrecuente que un alumno que no
oye este excepcionalmente atento o prestando mucha atención para descubrir
lo que se está diciendo.
 El niño puede responder mejor a las tareas encomendadas cuando el maestro
está relativamente cerca de él o cuando se trata de tareas escritas.
 El alumno mueve o ladea la cabeza para oír mejor.
 Los problemas de oído pueden hacer que el niño este atento a lo que hacen los
demás antes de empezar su trabajo o mire a sus compañeros o al maestro en
busca de pistas.
 El niño puede mostrarse tímido o retraído o parecer testaruda y desobediente
como consecuencia de su falta de oído.

MEDIDAS QUE PUEDEN TOMAR LOS MAESTROS:

 El niño se debe sentar lo más cerca posible del maestro (no más lejos de tres
metros)
 Los maestros deben asegurarse de que, tanto de pie como sentados, están
frente al alumno. No tape su cara con el libro mientras lee; ni hable cunado
esté escribiendo en la pizarra.
 Trate de reducir el ruido de la clase. Emplee un aula que esté en la zona más
tranquila de la escuela.

COMUNICACIÓN DEL ALUMNADO SORDO: LENGUAJE DE SIGNOS.

Con esto nos referimos a sistemas alternativos de comunicación. Estos métodos


pueden ser orales y gestuales. Sin olvidar el desarrollo de los aspectos visuales tan
esenciales en estos niños.

Dentro de los métodos orales se encuentra el método verbo-tonal y la lectura labial.


Los métodos orales están basados en el lenguaje hablado y la expresión oral.

Por otro lado, los métodos gestuales incluyen los lenguajes de signos y los sistemas
de comunicación de signos.

Estos proponen la integración del alumnado sordo tanto en la sociedad oyente como
en la comunidad sorda.

Dentro de ellos se encuentra la palabra complementada, la lengua de signos y el


método bimodal. En este apartado nos vamos a centrar en la lengua de signos.
El lenguaje de signos es un sistema alternativo de comunicación con una estructura,
gramática y sintaxis diferente al lenguaje oral. Es importante que los niños con
discapacidad auditiva manejen el lenguaje de signos como nos indica la UNESCO
(citada por Vesga & Vesga, 2015) que nos dice que debe tenerse en cuenta la
importancia de la lengua de signos como medio de comunicación para los sordos.

La calidad de vida se relaciona con la posibilidad de escuchar y un factor protector


para esta población podría ser el aprendizaje del lenguaje de señas, ya que esto les
permitiría mejorar sus relaciones sociales, tanto con aquellas que tienen la misma
discapacidad como con las que no la tienen. Al mismo tiempo esto permitiría disminuir
la ansiedad que genera en ellos el no poder comunicarse y establecer relaciones y
vínculos interpersonales. (p.8).

Ambos autores comparten la idea de que el lenguaje de signos puede considerarse


como un factor protector ante la exclusión social y educativa del alumnado sordo.

Respecto a esto, Casas et al. (2009) afirman que: “Igualmente es necesario generar
una cultura del uso de este lenguaje en la población oyente, para facilitar la interacción
con las personas con deficiencia auditiva y fortalecer los procesos de socialización,
necesarios para una buena salud mental” (p.13).

Las personas con deficiencia auditiva que no utilizan el lenguaje de señas tienen
mayores dificultades en las relaciones sociales que aquellas que si lo utilizan, y ambos
grupos están en desventaja en relación con la población oyente en todos los ámbitos
(físico, psicológico, social, ambiental). (p.8).

En cuanto al desarrollo social, existe un menor grado de independencia, autonomía e


interacción social que los oyentes normales. Berger & Luckmann (citados por Vega &
Vesga, 2015) dicen que los sordos en sus interacciones sociales, forman una identidad
débil respecto a su propia cultura, pues no se asumen como sordos y tampoco se
sienten identificados con la comunidad mayoritaria oyente, aspecto que les crea una
crisis personal y social que les impide hacer su propia construcción de realidad.

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