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LOS HECHOS SECUNDARIOS DEL PROCESO CIVIL Por JORGE W.

PEYRANO
1.Introducción
Con afán docente, un ordenamiento procesal civil ha establecido que los hechos constitutivos de la litis son los
que proceden jurìdicamente de la demanda y su contestación y de las peticiones formuladas en ellas, sea cual
fuere la calificación que se les hubiera dado (1). De tal guisa, el citado dispositivo (que no hace otra cosa que
recoger en una fórmula afortunada, el criterio expresa o implícitamente aceptado por la totalidad de los códigos
procesales argentinos) fija de modo indudable tres principios: el primero, que en nuestro medio rige el
principio de sustanciación (en lo atinente a las formalidades que debe reunir el escrito de demanda) que se
contrapone al de la individualización de origen germano. Ello determina que la relación circunstanciada y
detallada de los hechos constitutivos, sea más importante que su calificación jurídica (2); el segundo, que –
como regla- sólo la demanda y la contestación aportan el material fáctico que será tema de prueba: resultando
improcedente la “integración” ulterior de aportes de hechos relacionados con la litis(3). Aunque para ser más
precisos correspondería consignar que el tema probatorio se conforma con los hechos controvertidos y de
demostración necesaria, habida cuenta de que los hechos admitidos quedan fuera del contradictorio y por lo
tanto están –en homenaje a la economía procesal- fuera del tema probatorio (4)
Es de destacar que cualesquiera fueren los hechos invocados en la demanda y en el responde, la doctrina
tradicional opinaba que siempre eran reducibles a algunas de estas categorías: hechos constitutivos, hechos
modificativos, hechos impeditivos y hechos extintivos. Sobre el particular, Díaz, recordando a Chiovenda,
señala que “en tema de clasificación, los hechos en su referencia con el proceso pueden ser: a) constitutivos,
los que establecen una situación jurídica determinada dando al titular de la situación jurídica la facultad de
ejercitar una pretensión ante el órgano jurisdiccional. Generalmente, el hecho constitutivo es complejo en el
sentido de estar formado por varios elementos (capacidad del sujeto, modalidad de la situación jurídica, etc), la
ausencia de uno o más de esos elementos se articula en forma negativa, en la categoría de hecho impeditivo.
b)Extintivos, los que, supuesta la existencia del hecho constitutivo, hacen desaparecer la eficacia de éste: v.gr,
la prescripción” (5). A ello deben sumarse: los hechos modificativos (la concesión de una espera respecto del
plazo de pago primigeniamente acordado) que son los que alteran los efectos normales del hecho constitutivo
alegado por el actor, y los hechos impeditivos (la nulidad del contrato alegado como hecho constitutivo) que
son los que obstan a que el hecho constitutivo invocado surta sus efectos normales.
Profundizando un poco más en la fórmula recordada, decimos que contribuye a destacar dos verdades “de a
puño” del proceso civil: el magistrado es soberano en materia normativa, merced a su facultad de obrar “iura
novit curia” (6), hasta el punto de que puede apartarse o contradecir el planteo normativo efectuado por las
partes; mientras que los litigantes son amos y señores del material fáctico al cual no puede colocar ni quitar
nada el órgano jurisdiccional; estándole vedado a éste, de modo absoluto, decidir en mérito de hechos
introducidos por mano propia. Esto último debe interpretarse en su justa medida porque, claro está, no impide,
v.gr., que el magistrado pueda valorar hechos notorios (7) o evidentes (8) pese a que no hubieran sido
invocados por los contradictores .
En esta sección introductoria, conviene traer a cuento que Chiovenda denominaba a los hechos integrantes de
la clásica clasificación que propone (constitutivos, modificativos, impeditivos y extintivos) como “hechos
jurídicos” (9) para distinguirlos de los hechos simples, que otros autores (y nosotros) prefieren llamar hechos
secundarios del proceso civil.

2.Qué son los hechos secundarios o simples?


A diferencia de los hechos principales o “hechos jurídicos”- en el decir de Chiovenda- que son los
constitutivos, modificativos, impeditivos y extintivos y que forman la trama fáctica sustancial del proceso civil
y comercial- los hechos secundarios o simples “tienen importancia para el Derecho sólo en cuanto pueden
servir para probar la existencia de un hecho jurídico” (10).Mientras que los hechos principales o “hechos
jurídicos, identifican la acción, la causa petendi y el objeto litigioso (11), los hechos simples o secundarios”
“no tienen importancia en juicio sino en cuanto con ellos pueda argumentarse la existencia de hechos
jurídicos” (12).
Lo trascendente del análisis de la existencia de los referidos hechos secundarios del proceso civil reside en que
posibilita superar la enseñanza de grado –casi escolar- conforme a la cual el tribunal, al momento de resolver,
sólo puede ponderar los hechos introducidos en los escritos de demanda y contestación, con las únicas
excepciones mencionadas “ut supra”. Enseña bien Devis Echandía, cuando puntualiza lo siguiente: “Es
necesario distinguir, si de hechos de la demanda se trata, entre los principales, y los accesorios o secundarios,
porque solamente aquellos (es decir, los indispensables para identificar la pretensión incoada) constituyen los
límites de la causa petendi para determinar la congruencia de la decisión y los últimos pueden ser atendidos, si
se prueban, a pesar de no haber sido alegados en aquélla” (13). Por nuestra parte, hemos señalado que “puede,
válidamente, el órgano jurisdiccional –en oportunidad de dictar la sentencia de mérito- ponderar material
fáctico consistente en hechos secundarios o accesorios probados durante la secuela de la causa, por más que los
mismos no hubieran sido invocados en los escritos constitutivos de la litis (demanda y contestación).Tal
ponderación no viola el principio de congruencia (14)”. Los hechos secundarios “o simples” en estudio poseen,
según nuestro modo de ver, varias aptitudes: contribuyen a reforzar la verosimilitud fáctica proporcionada por
alguna de las partes y/o a mejorar la posición de alguna de ellas en cuanto a la expectativa que pueda tener
respecto de un desenlace judicial favorable.
Buen ejemplo de hecho secundario está constituído por los indicios. Es que ellos (que configurarán hechos
simples, en la mayoría de los casos) una vez que han sido probados durante la sustanciación de la causa,
pueden ser valorados oficiosamente por el tribunal. Algún código procesal civil ha consignado expresamente
tal posibilidad (15).
Por supuesto que los hechos simples o secundarios también pueden ser alegados en las exposiciones de hechos
realizadas en la demanda y en la contestación, quedando la carga de probarlos sujeta a las reglas ordinarias del
“onus probandi”. Sobre el particular, apunta Alsina: “la exposición de los hechos debe limitarse a los
necesarios para la calificación de la acción, excluyéndose todos aquellos que no tuvieran vinculación con ella,
pero cuidando de no omitir los que tuvieran alguna relación aunque sea indirecta o que de cualquier manera
pudieran influir en la resolución final” (16). Aunque, en verdad, debemos confesar que los escritos de demanda
y contestación son de ordinario más bien descarnados, es decir que las versiones fácticas aportadas por las
partes suelen ser escuetas, no siendo, muchas veces, sencillo que con su solo auxilio pueda reconstruirse
adecuadamente lo que sucedió y lo que no ocurrió.
3. Algunas precisiones
Se deben diferenciar, a cabalidad, los hechos secundarios en análisis, de los hechos que consolidan, modifican
o extinguen la litis . Los susodichos hechos sobrevinientes (que consolidan, modifican o extinguen la litis)
forman parte del “ius superveniens”, categoría más amplia que abarca también el supuesto del cambio
normativo que viene a influír de manera decisiva sobre una litis en curso (17). Por lo común, el “ius
superviens” ha sido objeto de especial atención en materia de imposición de costas porque posibilita una
especial distribución de ellas.
Cabe poner de resalto que los aludidos hechos sobrevinientes son verdaderos hechos principales o hechos
jurídicos según el decir de Chiovenda; es decir que serán hechos constituivos, modificativos, impeditivos o
extintivos. Así Díaz, expresa lo que sigue: “la jurisprudencia, fundándose en razones de economía procesal,
admitió, como excepción al principio secundum allegata, que la sentencia podía fundarse en hechos que no
fueron invocados por las partes, porque se produjeron durante la sustanciación del proceso, pero resultaron
probados durante el mismo, siempre que se tratara de hechos constitutivos, modificativos, impeditivos y
extintivos”.(18)
En mérito de lo anterior, es que deben distinguirse los hechos sobrevinientes de los hechos nuevos. Los
primeros encuentran regulación legal, por ejemplo, en el artículo 163 inciso 6º C.P.N. (19), como bien lo
subraya Díaz (20). Dicha regulación no contempla una preclusión rígida sino más bien elástica respecto de la
eventual alegación de dichos hechos sobrevinientes.
Los hechos nuevos y los no conocidos (21), en cambio, están regulados por los artículos 365 C.P.N.(22) y 260
inciso 5º C.P.N. (23) y están sometidos a un más rígido sistema preclusivo para su introducción al juicio.
Ahora bien: cuál debe ser la calidad de los hechos nuevos o no conocidos para ser tenidos por tales?. En primer
término debemos recordar que: “alegar un hecho nuevo significa incorporar al proceso nuevos datos fácticos
sin alterar ninguno de los elementos constitutivos de la pretensión, pues dichos hechos tienden a conformar,
completar o desvirtuar la causa. De allí que el hecho o hechos nuevos incoables en la Alzada, aparte de que
deben relacionarse con la cuestión controvertida y ser conducentes, en ningún caso pueden constituír la
transformación de la pretensión, ni mucho menos la interposición de una pretensión nueva”(24). Pero hay algo
más que debe ser dilucidado: los hechos nuevos o hechos no conocidos deben ser, necesariamente, hechos
principales (constitutivos, modificativos, impeditivos o extintivos)?. La amplitud de los términos del artículo
365 C.P.N. (algún hecho que tuviera relación con la cuestión que se ventila) hace que, según nuestro modo de
ver , deban considerarse incluídos tanto los hechos principales como los hechos secundarios.
4. Fundamentación del por qué el tribunal interviniente debe tener en cuenta, aún oficiosamente, el
hecho simple o secundario no invocado en los escritos constitutivos del debate pero probado durante la
sustanciación del proceso.
El principio de adquisición procesal, es uno de los más técnicos y de los menos considerados por la doctrina
autoral (25). Si bien no es unánime, resulta dominante la posición que le asigna un campo de acción muy
amplio al susodicho principio, y no estrictamente restringido al área probatoria (a la prueba testifical, por
ejemplo). Tan extendida visión comprende tanto las actividades alegatorias y probatorias de las partes
cumplidas durante la tramitación del proceso (26). Guasp, no parece distar mucho de dicha corriente (27).
Si todo ello es así, y lo es, cualquier actividad desarrollada en el proceso civil por las partes (alegatoria o
probatoria) puede dar pie a la demostración de un hecho simple o secundario que, a su turno, podrá ser
valorado por el juez en el momento de sentenciar.
5. Colofón
Fundamentalmente, el juez del proceso civil valorará, al sentenciar, los hechos jurídicos principales alegados
por las partes durante la traba de la litis (constitutivos, modificativos, impeditivos o extintivos) , pero también,
podrá ponderar otros hechos que puedan influír sobre la suerte del litigio (hechos notorios, hechos evidentes,
hechos sobrevinientes y hechos nuevos o no conocidos).
Al lado de todos ellos, reclama autonomía científica la categoría de los hechos secundarios o simples que
tienen la aptitud (cuando han sido demostrados) de asignarle mayor verosimilitud a las versiones fácticas
proporcionadas por las partes y/o a mejorar sus expectativas respecto de una sentencia favorable.
Una adecuada identificación de una categoría jurídica no muy trillada (en el caso, la de los hechos secundarios)
contribuye a su mejor comprensión y a una aplicación más difundida. Ojalá el presente sirva para llegar a tales
metas.
J.W.P.

- N O T A S-
(1)Art,243 del Cód Procesal santafesino (ley 5531): “Los hechos constitutivos de litis son los que proceden
jurídicamente de la demanda y su contestación y de las peticiones formuladas en ella, sea cual fuere la
calificación que se les hubiese dado.
(2)PEYRANO, Jorge W., “Compendio de reglas procesales en lo civil y
Comercial”, Ed.Zeus, Rosario, 1983, página 89.
(3)DIAZ, Clemente, “La exposición de los hechos en la demanda”, en Rev.
LA LEY, t.83, p.839.
(4)COUTURE, Eduardo “Fundamentos del Derecho Procesal civil·”,Edito-
rial Depalma Buenos Aires,1974, p.223.
(5)DIAZ, op.cit.p.837.
(6)PEYRANO, Jorge W.,”El proceso civil.Principios y fundamentos”, Edi
torial Astrea, Buenos Aires, 1978 página 95 y siguientes.
(7)CHIOVENDA, José, “Principios de Derecho Procesal Civil”, Editorial
Reus, traducción de José Casais y Santaló, Madrid 1925, tomo II, página 187: los hechos notorios...el juez
puede tener en consideración estos hechos independientemente de la afirmación que se haga de ellos o de la
prueba que de ellos haga una parte”.
(8)ARAZI, Roland “La prueba en el proceso civil”. Buenos Aires 1991,
Editorial La Rocca, página 55: “Evidente es aquello claro, patente, que no ofrece la menor duda.Couture pone
como ejemplo de hechos evidentes que los efectos de la luz llegan primero a los sentidos que los efectos del
sonido, o que la luz del día favorece la visión de las cosas y la oscuridad la dificulta..Al igual que los hechos
notorios, los evidentes están exentos de prueba”.
(9)CHIOVENDA, ob.cit. tomo I, página 309.
(10)Ibídem, tomo I, página 309.
(11)CARLI, Carlo (es decir, Clemente DIAZ), Ed. Lex, Buenos Aires 1973, página 76 y siguientes.
(12)CHIOVENDA,ob.cit. tomo II, página 246.
(13)DEVIS ECHANDIA, Hernando, “Estudios de Derecho Procesal”, Editorial ABC, Bogotá 1979, tomo 1,
página 287.
(14)PEYRANO, Jorge W, “Compendio de Reglas Procesales en lo Civil y Comercial”, Rosario 1997, 2da
edición, Editorial Zeus, página 20.
(15)Aludimos al de la Provincia de La Rioja.
(16)ALSINA, Hugo, “Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal civil y comercial”, Bs.As.1961, Ediar,
tomo III, página 37.
(17)MORELLO, Augusto , “Hechos que consolidan o extinguen los derechos litigiosos durante el desarrollo
del proceso: sus efectos en la sentencia”, en J.A. 1960, VI.
(18)CARLI, ob.cit., página 85.
(19)Art.163 inciso 6º C.P.N.: “Sentencia definitiva de primera instancia. La sentencia definitiva de primera
instancia deberá contener:...“la sentencia podrá hacer mérito de los hechos constitutivos, modificativos o
extintivos, producidos durante la sustanciación del juicio y debidamente probados, aunque no hubiesen sido
invocados oportunamente como hechos nuevos”
(20)CARLI, ob.cit.página 86.
(21)Ibídem, página 309: “Hechos nuevos y hechos no conocidos El art.365 contempla los hechos nuevos, que
son los ocurridos con posterioridad a la presentación de la demanda o a la interposición de la reconvención, y
los hechos no conocidos, que son aquellos que, ocurridos con anterioridad, llegan a conocimiento del litigante
después de presentada la demanda o de interpuesta la reconvención”
(22)Artículo 365 C.P.N.: “Hechos nuevos. Cuando con posterioridad a la contestación de la demanda o
reconvención, ocurriese o llegase a conocimiento de las partes algún hecho que tuviese relación con la cuestión
que se ventila, podrán alegarlo hasta cinco días después de notificada la audiencia prevista en el art. 360 del
presente Código, acompañando la prueba documental y ofreciendo las demás de las que intenten valerse. Del
escrito en que se alegue; si lo considerare pertinente, se dará traslado a la otra parte, quien dentro del plazo
para contestarlo, podrá también alegar otros hechos en contraposición a los nuevos alegados. El Juez decidirá
en la audiencia del art.360 la admisión o el rechazo de los hechos nuevos.
(23)Art 260 inciso 5º CPN: Dentro de quinto día de notificada la providencia a que se refiere el artículo
anterior y en un solo escrito, las partes deberán...5) Pedir que se abra la causa a prueba cuando...a) se alegare
un hecho nuevo posterior a la oportunidad prevista en el art.365 o se tratare del caso a que se refiere el segundo
párrafo del art.366”
(24)FALCÓN, Enrique, “Procesos de conocimiento”, Santa Fe 2000, Editorial Rubinzal Culzoni, tomo II,
página 209.
(25)PEYRANO, Jorge W. “El proceso civil.Principios y fundamentos”, página 338, al pie.
(26)Ibídem, página 340.
(27)GUASP, Jaime, “Derecho Procesal Civil” 3ª edición, Madrid 1968, Editorial Instituto de Estudios
Políticos, tomo 1, página 320.

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