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Dicho lo anterior cobra relevancia la aplicación las Jurisprudencias siguientes, cuyo rubro y texto

son los siguientes:

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. SU DISTINCIÓN ENTRE SU FALTA Y CUANDO ES


INDEBIDA.

Debe distinguirse entre la falta y la indebida fundamentación y motivación; toda vez que por
lo primero se entiende la ausencia total de la cita de la norma en que se apoya una resolución
y de las circunstancias especiales o razones particulares que se tuvieron en cuenta para su
emisión; mientras que la diversa hipótesis se actualiza cuando en la sentencia o acto se citan
preceptos legales, pero no son aplicables al caso concreto y se exponen las razones que la
autoridad tuvo para dictar la resolución, pero no corresponden al caso específico, objeto de
decisión, o bien, cuando no existe adecuación entre los motivos invocados en el acto de
autoridad y las normas aplicables a éste.

Registro digital; 173565; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Novena Época;


Materia(s): Común; Tesis: I.6o.C. J/52; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta; Tomo XXV, Enero de 2007, página 2127; Tipo: Jurisprudencia.

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISDICCIONALES, DEBEN


ANALIZARSE A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE.

Entre las diversas garantías contenidas en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, sustento de la garantía de audiencia, está la relativa
al respeto de las formalidades esenciales del procedimiento, también conocida como de
debido proceso legal, la cual se refiere al cumplimiento de las condiciones fundamentales que
deben satisfacerse en el procedimiento jurisdiccional que concluye con el dictado de una
resolución que dirime las cuestiones debatidas. Esta garantía obliga al juzgador a decidir las
controversias sometidas a su conocimiento, considerando todos y cada uno de los argumentos
aducidos en la demanda, en su contestación, así como las demás pretensiones deducidas
oportunamente en el pleito, de tal forma que se condene o absuelva al demandado,
resolviendo sobre todos los puntos litigiosos materia del debate. Sin embargo, esta
determinación del juzgador no debe desvincularse de lo dispuesto por el primer párrafo del
artículo 16 constitucional, que impone a las autoridades la obligación de fundar y motivar
debidamente los actos que emitan, esto es, que se expresen las razones de derecho y los
motivos de hecho considerados para su dictado, los cuales deberán ser reales, ciertos e
investidos de la fuerza legal suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora bien, como a
las garantías individuales previstas en la Carta Magna les son aplicables las consideraciones
sobre la supremacía constitucional en términos de su artículo 133, es indudable que las
resoluciones que emitan deben cumplir con las garantías de debido proceso legal y de
legalidad contenidas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Así, la fundamentación y motivación de una resolución jurisdiccional se encuentra
en el análisis exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las
acciones y excepciones del debate, apoyándose en el o los preceptos jurídicos que permiten
expedirla y que establezcan la hipótesis que genere su emisión, así como en la exposición
concreta de las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas tomadas
en consideración para la emisión del acto, siendo necesario, además, que exista adecuación
entre los motivos aducidos y las normas aplicables al caso.

Registro digital: 1011560; Instancia: Suprema Corte de Justicia de la Nación; Novena Época;
Materia(s): Común; Tesis:268; Fuente: Apéndice de 2011; Tipo: Tesis de Jurisprudencia.

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.


De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto de autoridad debe estar
suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con
precisión el precepto legal aplicable al caso y por lo segundo, que también deben señalarse
con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se
hayan tenido en consideración para la emisión del acto, siendo necesario además, que exista
adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso
concreto se configure la hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento
previene que nadie puede ser molestado en su persona, propiedades o derechos sino en
virtud de mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del
procedimiento, está exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la ley,
expresando de que ley se trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al mandamiento
relativo. En materia administrativa, específicamente, para poder considerar un acto
autoritario como correctamente fundado, es necesario que en él se citen: a).- Los cuerpos
legales y preceptos que se estén aplicando al caso concreto, es decir, los supuestos
normativos en que se encuadra la conducta del gobernado para que esté obligado al pago,
que serán señalados con toda exactitud, precisándose los incisos, subincisos, fracciones y
preceptos aplicables, y b).- Los cuerpos legales, y preceptos que otorgan competencia o
facultades a las autoridades para emitir el acto en agravio del gobernado.

Registro digital: 216534; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Octava Época;


Materia(s): Administrativa; Tesis: VI. 2o. J/248; Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación; página 43; Tipo: Jurisprudencia

RECURSOS ORDINARIOS EN MATERIA CIVIL. SU NATURALEZA Y CLASIFICACIÓN.


El derecho de impugnar las resoluciones judiciales tiene un primer sustento en el artículo 17
de la Constitución General que consagra el derecho de acceso a la justicia; sin embargo, este
derecho fundamental aparece más claro en el artículo 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, que consagra los principios del recurso judicial. De esa forma, los
recursos regulados en la legislación procesal civil son los instrumentos a través de los cuales el
particular podrá impugnar la legalidad de las resoluciones judiciales de toda índole; tienen por
objeto confirmar, revocar, modificar o nulificar la resolución combatida. Así, a través de los
recursos ordinarios, podrá impugnar tanto aspectos de forma de la resolución que se recurra
–como la carencia de fundamentación y motivación, falta de exhaustividad por no analizar los
argumentos propuestos o la integridad de las pruebas ofrecidas, incongruencia entre lo
pedido y lo resuelto, o la ausencia de los requisitos legalmente previstos para la validez de la
resolución respectiva–, como el fondo de lo decidido u ordenado por estimarse que el
juzgador recurrido incurrió, entre otras hipótesis, en indebida o incorrecta: I.
Fundamentación, motivación o ambas; II. Valoración de las pruebas; III. Interpretación de la
ley o la jurisprudencia; IV. Apreciación de la litis; y, V. Análisis de las constancias de autos.
Dado que los recursos son medios de impugnación ordinaria, las únicas resoluciones que se
podrán recurrir a través de ellos son aquellas que no hubieren adquirido firmeza o alcanzado
la calidad de cosa juzgada, pues estas últimas sólo podrán combatirse con el empleo de
medios extraordinarios de defensa y, específicamente, a través del juicio de amparo. Los
recursos ordinarios se dividen o clasifican en horizontales y verticales: son horizontales
aquellos de los que corresponde resolver al mismo juzgador que emitió la resolución recurrida
en la misma instancia en que se sustancia el asunto; ejemplo de éstos en los juicios civiles y
familiares son el de revocación y el de reposición; los verticales son aquellos de los que
conoce un tribunal superior de instancia de aquel que emitió la resolución recurrida; ejemplo
de éstos en los juicios civiles y familiares son el de apelación y el de queja.

Esta tesis se publicó el viernes 24 de septiembre de 2021 a las 10:33 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes
27 de septiembre de 2021, para los efectos previstos en el punto noveno del Acuerdo General
Plenario 1/2021.

Registro digital: 2023596; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Undécima Época


Materia(s): Civil; Tesis: I.11o.C. J/10 C (10a.); Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación; Libro 5, Septiembre de 2021, Tomo II, página 2967; Tipo: Jurisprudencia.

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL ASPECTO FORMAL DE LA GARANTÍA Y SU FINALIDAD


SE TRADUCEN EN EXPLICAR, JUSTIFICAR, POSIBILITAR LA DEFENSA Y COMUNICAR LA
DECISIÓN.
El contenido formal de la garantía de legalidad prevista en el artículo 16
constitucional relativa a la fundamentación y motivación tiene como propósito primordial y
ratio que el justiciable conozca el "para qué" de la conducta de la autoridad, lo que se traduce
en darle a conocer en detalle y de manera completa la esencia de todas las circunstancias y
condiciones que determinaron el acto de voluntad, de manera que sea evidente y muy claro
para el afectado poder cuestionar y controvertir el mérito de la decisión, permitiéndole una
real y auténtica defensa. Por tanto, no basta que el acto de autoridad apenas observe una
motivación pro forma pero de una manera incongruente, insuficiente o imprecisa, que impida
la finalidad del conocimiento, comprobación y defensa pertinente, ni es válido exigirle una
amplitud o abundancia superflua, pues es suficiente la expresión de lo estrictamente
necesario para explicar, justificar y posibilitar la defensa, así como para comunicar la decisión
a efecto de que se considere debidamente fundado y motivado, exponiendo los hechos
relevantes para decidir, citando la norma habilitante y un argumento mínimo pero suficiente
para acreditar el razonamiento del que se deduzca la relación de pertenencia lógica de los
hechos al derecho invocado, que es la subsunción.

Registro digital: 175082; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Novena Época;


Materia(s): Común; Tesis: I.4o.A. J/43; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta; Tomo XXIII, Mayo de 2006, página 1531; Tipo: Jurisprudencia

FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. LA DIFERENCIA ENTRE LA FALTA Y LA INDEBIDA


SATISFACCIÓN DE AMBOS REQUISITOS CONSTITUCIONALES TRASCIENDE AL ORDEN EN QUE
DEBEN ESTUDIARSE LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN Y A LOS EFECTOS DEL FALLO
PROTECTOR.

La falta de fundamentación y motivación es una violación formal diversa a la indebida o


incorrecta fundamentación y motivación, que es una violación material o de fondo, siendo
distintos los efectos que genera la existencia de una u otra, por lo que el estudio de aquella
omisión debe hacerse de manera previa. En efecto, el artículo 16 constitucional establece, en
su primer párrafo, el imperativo para las autoridades de fundar y motivar sus actos que
incidan en la esfera de los gobernados, pero la contravención al mandato constitucional que
exige la expresión de ambas en los actos de autoridad puede revestir dos formas distintas, a
saber: la derivada de su falta, y la correspondiente a su incorrección. Se produce la falta de
fundamentación y motivación, cuando se omite expresar el dispositivo legal aplicable al
asunto y las razones que se hayan considerado para estimar que el caso puede subsumirse en
la hipótesis prevista en esa norma jurídica. En cambio, hay una indebida fundamentación
cuando en el acto de autoridad sí se invoca el precepto legal, sin embargo, resulta inaplicable
al asunto por las características específicas de éste que impiden su adecuación o encuadre en
la hipótesis normativa; y una incorrecta motivación, en el supuesto en que sí se indican las
razones que tiene en consideración la autoridad para emitir el acto, pero aquéllas están en
disonancia con el contenido de la norma legal que se aplica en el caso. De manera que la falta
de fundamentación y motivación significa la carencia o ausencia de tales requisitos, mientras
que la indebida o incorrecta fundamentación y motivación entraña la presencia de ambos
requisitos constitucionales, pero con un desajuste entre la aplicación de normas y los
razonamientos formulados por la autoridad con el caso concreto. La diferencia apuntada
permite advertir que en el primer supuesto se trata de una violación formal dado que el acto
de autoridad carece de elementos ínsitos, connaturales, al mismo por virtud de un imperativo
constitucional, por lo que, advertida su ausencia mediante la simple lectura del acto
reclamado, procederá conceder el amparo solicitado; y en el segundo caso consiste en una
violación material o de fondo porque se ha cumplido con la forma mediante la expresión de
fundamentos y motivos, pero unos y otros son incorrectos, lo cual, por regla general, también
dará lugar a un fallo protector, sin embargo, será menester un previo análisis del contenido
del asunto para llegar a concluir la mencionada incorrección. Por virtud de esa nota distintiva,
los efectos de la concesión del amparo, tratándose de una resolución jurisdiccional, son
igualmente diversos en uno y otro caso, pues aunque existe un elemento común, o sea, que la
autoridad deje insubsistente el acto inconstitucional, en el primer supuesto será para que
subsane la irregularidad expresando la fundamentación y motivación antes ausente, y en el
segundo para que aporte fundamentos y motivos diferentes a los que formuló previamente.
La apuntada diferencia trasciende, igualmente, al orden en que se deberán estudiar los
argumentos que hagan valer los quejosos, ya que si en un caso se advierte la carencia de los
requisitos constitucionales de que se trata, es decir, una violación formal, se concederá el
amparo para los efectos indicados, con exclusión del análisis de los motivos de disenso que,
concurriendo con los atinentes al defecto, versen sobre la incorrección de ambos elementos
inherentes al acto de autoridad; empero, si han sido satisfechos aquéllos, será factible el
estudio de la indebida fundamentación y motivación, esto es, de la violación material o de
fondo.

Registro digital: 170307; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Novena Época;


Materia(s): Común; Tesis: I.3o.C. J/47; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta; Tomo XXVII, febrero de 2008, página 1964; Tipo: Jurisprudencia

INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN. LOS JUZGADORES DEL SISTEMA PENAL MIXTO


DEBEN FUNDAR Y MOTIVAR LA SENTENCIA CUANDO FIJAN UN GRADO DE CULPABILIDAD
EQUIDISTANTE ENTRE LA MÍNIMA Y LA MEDIA, MÁS CERCANA A LA PRIMERA.

Hechos: Dos Tribunales Colegiados de Circuito contendientes llegaron a conclusiones


divergentes al determinar si en el proceso penal mixto, las autoridades jurisdiccionales
penales al individualizar la pena tienen o no la obligación de fundar y motivar su
determinación cuando fijen un grado de culpabilidad equidistante entre la mínima y la media,
más cercana a la primera.

Criterio jurídico: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determina que
en el proceso penal mixto, las autoridades jurisdiccionales al individualizar la pena de prisión
tienen la obligación de fundar y motivar la sentencia definitiva cuando determinen un grado
de culpabilidad equidistante entre la mínima y la media, más cercana a la primera.

Justificación: Acorde con el principio de legalidad, el deber de fundar y motivar las


determinaciones es inherente a todas las autoridades, de conformidad con lo establecido en
el primer párrafo del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En el caso de las resoluciones judiciales, éstas deben cumplir con los principios de debido
proceso y de legalidad establecidos en los artículos 14 y 16 de la Constitución General. Ello es
así, pues, por un lado, los juzgadores tienen la obligación de decidir las controversias
sometidas a su conocimiento, tomando en consideración todos y cada uno de los puntos
materia del debate; y, por otro, porque todo acto de autoridad debe estar debidamente
fundado y motivado. Ahora bien, la individualización de la sanción es un razonamiento jurídico
que realiza el Juez penal para establecer el grado de culpabilidad del procesado. De acuerdo
con ese grado, se determina el tiempo de la pena de prisión a imponer, a través de una
operación aritmética que toma como base la pena de prisión que, bajo un parámetro mínimo
y un máximo, el legislador establece por la comisión de un delito. Es por ello, que debe existir
congruencia entre el grado de culpabilidad fijado y lo que finalmente se impone como pena de
prisión. Es cierto que los juzgadores cuentan con el arbitrio judicial para individualizar las
penas, no obstante, éste se encuentra limitado conforme a las pautas normativas para regular
su criterio, evitando de este modo que impongan alguna pena por analogía o mayoría de
razón. En el sistema penal mexicano, estas reglas quedan determinadas en las diversas
legislaciones penales para cada entidad y a nivel federal. La relevancia de la motivación y
fundamentación de las resoluciones judiciales involucra la posibilidad de recurrir el fallo.
Cualquier transgresión a ese deber de fundar y motivar a cargo del Juez debe ser analizada
con todo rigor. Lo anterior, es acorde con lo establecido por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, en el sentido de que las decisiones que puedan afectar derechos
humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones
arbitrarias. En materia penal, el deber de motivación es una de las debidas garantías incluidas
en el artículo 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, para salvaguardar el
derecho a un debido proceso, no sólo del inculpado, sino de las víctimas en relación con sus
derechos de acceso a la justicia y a conocer la verdad, en relación con el artículo 25 de dicha
Convención.

Contradicción de criterios 417/2022. Entre los sustentados por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materias Penal y Administrativa del Octavo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del
Trigésimo Circuito. 14 de junio de 2023. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, y Jorge Mario
Pardo Rebolledo, y de la Ministra Ana Margarita Ríos Farjat. Ponente: Ministro Juan Luis
González Alcántara Carrancá. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.

Tesis y/o criterios contendientes:

El emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Octavo
Circuito, al resolver el amparo directo 480/2017, el cual dio origen a la tesis aislada
VIII.2o.P.A.8 P (10a.), de título y subtítulo: "INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. LA IMPOSICIÓN
DE LA PRISIÓN AL SENTENCIADO EN UN GRADO INFERIOR A LA EQUIDISTANTE ENTRE LA
MÍNIMA Y LA MEDIA, NO REQUIERE DE MAYOR FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.",
publicada en el Semanario Judicial de la Federación el viernes 17 de agosto de 2018 a las
10:25 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 57,
agosto de 2018, Tomo III, página 2859, con número de registro digital: 2017624; y,

El sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del Trigésimo Circuito, al resolver el amparo
directo 230/2022, en el que sostuvo que la autoridad sí está obligada a señalar y fundar las
razones por las cuales estima que el grado de punibilidad se establece por debajo de la
equidistante entre la mínima y la media, esto es, cercano al mínimo, ya que la discrecionalidad
de las Juezas y Jueces para determinar las penas se encuentra demarcada por el legislador.
Por tanto, para demostrar que el quántum de la pena resulta congruente con el grado de
reproche del inculpado, los juzgadores deben fundar y motivar su determinación, a fin de
respetar el artículo 16 constitucional, así como el principio de exacta aplicación de la ley penal
y el derecho a la reinserción social. Al respecto, señaló que no pasaba por alto la
jurisprudencia 246 de la Primera Sala de rubro: "PENA MÍNIMA NO OBLIGATORIA."; sin
embargo, sólo cuando se fija el grado de culpabilidad en el punto mínimo, no se obliga a su
razonamiento, siendo éste el único supuesto de excepción.

Tesis de jurisprudencia 102/2023 (11a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal,
en sesión privada de nueve de agosto de dos mil veintitrés.

Nota: La tesis de jurisprudencia 246 citada, aparece publicada en el Apéndice del Semanario
Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo II, Materia Penal, página 182, con número de
registro digital: 904227.

Esta tesis se publicó el viernes 01 de septiembre de 2023 a las 10:10 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes
04 de septiembre de 2023, para los efectos previstos en el punto noveno del Acuerdo General
Plenario 1/2021.

Registro digital: 2027092; Instancia: Primera Sala; Undécima Época; Materia(s): Penal;
Tesis: 1a./J. 102/2023 (11a.); Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; Libro 29,
septiembre de 2023, Tomo II, página 2084; Tipo: Jurisprudencia

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