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Clase Gastronómica 4

El consumo de calabacín puede ayudar a bajar el colesterol gracias a su contenido en fibra.


Además, las vitaminas A y C también contribuyen a reducir el riesgo de aterosclerosis. El
potasio ayuda a reducir el exceso de sodio del organismo, favoreciendo la eliminación de
líquidos y la disminución de la presión arterial. Esto lo hace especialmente beneficioso para
personas que sufren hipertensión. El poder antioxidante de las vitaminas C y A nos ayuda a
prevenir el envejecimiento y mantener una piel sana. Su alto contenido en agua contribuye a
la hidratación de la piel. El calabacín también aporta luteína y zeaxantina, carotenoides que
ayudan en la salud ocular.

El calabacín es una planta que se cultiva en todas las regiones cálidas del planeta. Su forma
es alargada y esférica, y dependiendo de la subvariedad el color es amarillo, verde oscuro o
claro…, su carne siempre es blanquecina y su sabor más o menos dulce.
Composición nutricional
El calabacín destaca, como todas las hortalizas, por su gran contenido en agua, seguido de
hidratos de carbono y fibra. Su aporte de fibra es moderado, en comparación con otras
verduras, y de tipo soluble. Es rica en vitaminas antioxidantes como la vitamina C, y en
vitaminas del complejo B, entre las que destacan especialmente los folatos. Respecto a los
minerales que presenta el calabacín destacan el potasio y fósforo. Tiene un contenido de
hierro importante, pero apenas se absorbe. También pequeñas cantidades de magnesio y
fósforo.
Nutrientes destacados
Fibra soluble
El calabacín aporta principalmente mucilagos, una fibra soluble que ayuda a captar el agua
formando una sustancia voluminosa tipo gel que favorece la digestión, suaviza y ayuda a
eliminar las heces.
Vitamina C
La vitamina C es un antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres que se producen
en el organismo por diferentes motivos, y que son dañinos para el organismo. Además, es
necesaria para el crecimiento y reparación de tejidos, formando proteínas que componen la
piel, los tendones, los ligamentos… Ayuda en la cicatrización de las heridas y participa en la
absorción del hierro.
Vitaminas del complejo B
Las vitaminas del complejo B que encontramos en el calabacín son principalmente la B1, B2 y
B6, vitaminas relevantes por su implicación en los procesos del metabolismo energético y del
sistema nervioso.
Folatos
Mención aparte, también del complejo B, destacan los folatos también llamado ácido fólico o
vitamina B9, interviene en la producción de los glóbulos rojos, en el desarrollo del sistema
nervioso, participa en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos.
Además, es importantísimo a la hora de prevenir anemias y la espina bífida del feto en el
embarazo.
Potasio
Este mineral es indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso,
participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico tanto en el interior
como en el exterior de la célula. Una dieta rica en alimentos ricos en potasio puede prevenir
los calambres.
Fósforo
La función principal del fósforo es la participación en la formación de huesos y dientes.
Interviene en el metabolismo de lípidos y carbohidratos y ayuda en la formación,
conservación y reparación proteica de tejidos y células. Y está implicado en la producción de
ATP (molécula que ayuda a almacenar energía), en el funcionamiento renal, contracción
muscular, impulso nervioso…
Magnesio
El calabacín contiene cantidades destacables de este mineral. El magnesio se encarga, entre
otras funciones, de mantener un funcionamiento adecuado de los intestinos, músculos y
nervios, también participa en la regulación de la contracción cardíaca, mejora el sistema
inmunitario, y forma parte de huesos y dientes.
Beneficios para la salud
● Reducción y mantenimiento de peso. Gracias a su bajo contenido calórico, es un
alimento ideal en dietas hipocalóricas y en dietas de mantenimiento de peso. Además,

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