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TEMA 4. DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA.

• FALSEDADES PERSONALES: A) USURPACIÓN DEL ESTADO CIVIL; B)


USURPACIÓN DE FUNCIONES PÚBLICAS Y DEL INTRUSISMO
• FALSIFICACIÓN DE MONEDA Y EFECTOS TIMBRADOS.
• FALSEDADES DOCUMENTALES.

1. Falsificación de moneda y efectos timbrados


2. Falsedades Documentales
3. Usurpación del Estado Civil
4. Usurpación de Funciones Públicas. Intrusismo.

** INTRODUCCIÓN: BIEN JURÍDICO PROTEGIDO Y DISTINCIONES


CONCEPTUALES.

El Título XVIII Libro II CP lleva por rúbrica “DE LAS FALSEDADES”, bajo la cual se
incluyen una serie de figuras delictivas agrupadas, no tanto por el bien jurídico protegido como
ocurre en la mayoría de los capítulos del Código Penal (delitos contra…) sino por la forma de su
comisión (a través del falseamiento de distintos objetos). La doctrina es constante a la hora de
afirmar que el bien jurídico protegido no es “la verdad”, pues no existe como tal el “derecho a la
verdad”. Se trata de proteger la confianza que tienen los individuos dentro del tráfico jurídico como
consecuencia de la apariencia de conformidad a la realidad que pueden provocar determinados
documentos, signos, etc. Es decir, se trata de proteger la fe pública (la confianza social en la
veracidad de ciertos objetos), el tráfico fiduciario.

Si bien el Código Penal no nos ofrece un concepto sobre qué debe entenderse por falsedad, la
doctrina entiende que para poder hablar de falsedad desde una perspectiva jurídico-penal es necesario
la concurrencia de una serie de elementos o requisitos:
1. Una alteración de la verdad realizada conscientemente, creando una apariencia de la
misma.
2. Que tal alteración sea apta para producir un daño o perjuicio, esto es, que sea capaz de
lesionar intereses ajenos.
3. Que la alteración este destinada a entrar en el tráfico jurídico.
4. Que la alteración de la verdad recaiga sobre extremos esenciales o sustanciales y no sobre
meros puntos intranscendentes.
Por consiguiente, por no reunir estos requisitos elementos, resultan impunes dos tipos de
falsedades: a) las falsedades groseras.- aquéllas tan evidentes que no son apatas para producir
engaño ni generar una apariencia de realidad (ej.- billete del monopoy); b) las falsedades
inocuas.- aquéllas que afectan a extremos que carecen de transcendencia jurídica; de modo que
cuando la falsedad no es susceptible de dañar a nadie desaparece el interés penal en su punición,
porque, en tal caso no hay falsedad jurídicamente estimable.

Por otra parte, en relación a estas figuras delictivas, es importante hacer una doble distinción
conceptual: en primer lugar, entre los conceptos de falsedad y falsificación y, en segundo lugar,
entre los conceptos de genuidad y veracidad:
 La falsedad es faltar a la verdad mediante la ejecución de un acto o la manifestación de una
expresión; mientras que la falsificación implica la manipulación de un objeto (crear o formar
un objeto, imitar uno cierto o existente o alterar uno auténtico).
 Por su parte la genuidad es la correspondencia entre el autor aparente y el real; mientras que
la veracidad es la correspondencia entre el contenido del objeto y la realidad que documenta.
Alterar la genuidad de un documento siempre es un delito contra la fe pública siempre que se
den los presupuestos antes señalados. Por el contrario, los ataques contra la veracidad sólo
serán delictivos cuando exista el deber de dar fe de ella.
 Al lado de los delitos que castigan las alteraciones de la genuidad o de la veracidad, nos
encontramos con un tercer grupo que castiga el uso, por parte de quienes no hayan
intervenido en su falsificación de objetos falsos o falsificados o el traficar con ellos.

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La clasificación más común de estos delitos es la que distingue entre:
• FALSEDADES PERSONALES: A) USURPACIÓN DEL ESTADO CIVIL; B)
USURPACIÓN DE FUNCIONES PÚBLICAS Y DEL INTRUSISMO
• FALSIFICACIÓN DE MONEDA Y EFECTOS TIMBRADOS.
• FALSEDADES DOCUMENTALES.

En cuanto a su naturaleza jurídica, se trata de delitos de mera actividad que se consuman con la
simple realización de la actividad falsaria.

En cuanto al elemento subjetivo, todos los delitos comprendidos en este Título se caracterizan por el
dolo falsario, conciencia y voluntad de faltar a la verdad.

En la exposición del Tema y análisis de las correspondientes figuras delictivas seguiremos la


sistemática y estructura del propio Código Penal:

I.-CAPITULO I: DE LA FALSIFICACIÓN DE MONEDA Y EFECTOS


TIMBRADOS.

Bien jurídico protegido.- En general, se protege la seguridad del tráfico monetario y del sistema de
pagos realizado a través de monedas de curso legal, así como las personas que resultan perjudicadas
por la recepción de moneda falsa. En particular, los delitos de falsificación de moneda se puede
hablar de hasta tres bienes jurídicos objeto de tutela penal:
 En primer lugar, tendríamos el propio derecho de propiedad de la víctima de uso de moneda
falsa que se ve perjudicada en su patrimonio.
 En segundo lugar, el tráfico fiduciario como consecuencia de la confianza que tiene
depositada la sociedad en el valor económico representado por la moneda. Por ello, tal como
señalábamos al inicio no serán constitutivas de delito las acciones que por su inidoneidad no
son aptas para conseguir la entrada de la moneda en el tráfico monetario.
 Por último el propio Estado al ostentar éste el monopolio del control de la moneda y ser el
único que puede crearla y regularla.

El delito de falsificación de moneda es un delito con importantes connotaciones internacionales.


Por ello la legislación penal española constituye en gran parte un reflejo de los acuerdos
internacionales en los que España forma parte destacando el Convenio de Ginebra de 20 de abril
de 1929 (reformado en 1947) para la represión de la falsificación de moneda, o los Reglamentos y
Directivas de la UE dictadas con objeto de amparar el euro y demás monedas de la UE y perseguir su
falsificación.

Podríamos distinguir las siguientes figuras delictivas:

1º) Falsificación de moneda, tenencia, y expedición de la adquirida de buena fe: posible


perpetración por persona jurídica.

A) Tipos básicos y cualificados.- Art.º 386. 1. Será castigado con la pena de prisión de ocho a doce
años y multa del tanto al décuplo del valor aparente de la moneda:

1.º El que altere la moneda o fabrique moneda falsa.


2.º El que introduzca en el país o exporte moneda falsa o alterada.
3.º El que transporte, expenda o distribuya moneda falsa o alterada con conocimiento de su
falsedad.
2. Si la moneda falsa fuera puesta en circulación se impondrá la pena en su mitad superior.
La tenencia, recepción u obtención de moneda falsa para su expedición o distribución o puesta en
circulación será castigada con la pena inferior en uno o dos grados, atendiendo al valor de aquélla
y al grado de connivencia con el falsificador, alterador, introductor o exportador.
3. El que habiendo recibido de buena fe moneda falsa la expenda o distribuya después de constarle
su falsedad será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a veinticuatro
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meses. No obstante, si el valor aparente de la moneda no excediera de 400 euros, se impondrá la
pena de multa de uno a tres meses [delito leve, ex art. 13.3 CP].
4. Si el culpable perteneciere a una sociedad, organización o asociación, incluso de carácter
transitorio, que se dedicare a la realización de estas actividades, el Juez o Tribunal podrá imponer
alguna o algunas de las consecuencias previstas en el artículo 129 de este Código [suspensión
temporal de actividades, clausura temporal de locales y establecimientos, prohibición temporal o
definitiva de actividades, inhabilitación para obtener ayudas públicas, intervención judicial, etc.].
5. Cuando, de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis, una persona jurídica sea responsable
de los anteriores delitos, se le impondrá la pena de multa del triple al décuplo del valor aparente de
la moneda.

Así, al respecto, habremos de tener en cuenta los siguientes aspectos:

 ALTERACIÓN.- Como consecuencia de la reforma operada por la LO 15/2003 de 25


Noviembre, se modifica el art. 386 Cp para introducir como elementos del tipo la alteración de
moneda (también su exportación y transporte), y ello pese a que se considera por la doctrina que
hoy es difícil pensar en supuestos de alteración de moneda al no estar hechas con metales
preciosos, sin perjuicio de otras formas de alteración que podrían incluirse en la alteración
(PREGO DE OLIVER).

 FABRICACIÓN: Por fabricar ha de entenderse la acción de elaborar la moneda, imitando a la


genuina hasta conseguir una apariencia de legítima para el no especialista o lego en la materia;
asimilándose a esta conducta la de actuar sobre moneda legítima modificando el “anulado”
estampado en la Fábrica Nacional de Moneda de que se trate. Así, tal como señalábamos, la
creación de la moneda falsa debe ser apta para dar lugar a error y haberse hecho con fines de ser
introducida en el tráfico jurídico; por ello quedan fuera de castigo las meras fotocopias en color,
las hechas con fines publicitarios, etc… . La consumación se produce en el momento en que la
moneda falsa esta en condiciones de ser puesta en circulación, sin que se precise la efectividad de
ésta, ni perjuicio de un sujeto concreto; si llegara a ponerse en circulación, se cualifica el tipo,
imponiéndose la pena en su mitad superior.

 INTRODUCCIÓN: Se trata de un acto posterior a la modificación o a la fabricación,


consumándose el hecho delictivo con la introducción en el país, sin que sea preciso -al igual que
en el supuesto anterior- que lleve a circular efectivamente la moneda (si llega a circular, pena
superior). Si los sujetos que introducen la moneda son los mismos que la falsificaron, entonces el
hecho de la introducción posterior se consume con la falsificación. Teniendo en cuenta que por
“país” debe entenderse todo el territorio nacional, no sólo el terrestre sino también el marítimo y
aéreo.

 EXPEDICIÓN o DISTRIBUCIÓN: Son las dos formas de lanzar a la circulación las monedas
falsas para quienes, no siendo falsificadores ni introductores actúan en connivencia con éstos
(“con conocimiento de su falsedad”).

 BUENA FE: La recepción de buena fe significa que se ha conseguido ignorando su falsedad,


aunque la adquisición se haya realizado por medios ilícitos, pudiendo así concurrir con delitos
patrimoniales como robo, hurto, apropiación indebida, etc. ... .

 Redacción anterior a la reforma operada por LO 1/2015.- Art.º 386. Será castigado con la
pena de prisión de ocho a 12 años y multa del tanto al décuplo del valor aparente de la moneda:
1º El que altere la moneda o fabrique moneda falsa.
2º El que introduzca en el país o exporte moneda falsa o alterada.
3º El que transporte, expenda o distribuya, en connivencia con el falsificador,
alterador, introductor o exportador, moneda falsa o alterada.
La tenencia de moneda falsa para su expendición o distribución será castigada con
la pena inferior en uno o dos grados, atendiendo al valor de aquélla y al grado de
connivencia con los autores mencionados en los números anteriores. La misma pena
se impondrá al que, sabiéndola falsa, adquiera moneda con el fin de ponerla en
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circulación. El que habiendo recibido de buena fe moneda falsa la expenda o
distribuya después de constarle su falsedad será castigado con la pena de prisión de
tres a seis meses o multa de seis a 24 meses, si el valor aparente de la moneda fuera
superior a 400 euros. (Si no excediese de dicha cantidad la conducta se sancionará
como falta al amparo del art. 629 CP). Si el culpable perteneciere a una sociedad,
organización o asociación, incluso de carácter transitorio, que se dedicare a la
realización de estas actividades, el juez o tribunal podrá imponer alguna o algunas
de las consecuencias previstas en el artículo 129 de este Código.

B) Concepto de moneda.- Art.º 387. A los efectos del artículo anterior, se entiende por moneda la
metálica y el papel moneda de curso legal y aquella que previsiblemente será puesta en curso
legal. Se equipararán a la moneda nacional las de otros países de la Unión Europea y las
extranjeras.
Se tendrá igualmente por moneda falsa aquella que, pese a ser realizada en las instalaciones y con
los materiales legales, se realiza incumpliendo, a sabiendas, las condiciones de emisión que hubiere
puesto la autoridad competente o cuando se emita no existiendo orden de emisión alguna.

 El párrafo segundo de este artículo 387 del CP recoge en puridad una nueva modalidad de
actuación falsaria, más que ofrecer un concepto auténtico de lo que debe entenderse por
moneda: se castiga así a) el incumplimiento deliberado de las condiciones de emisión de
moneda que hubiere puesto la autoridad competente; o b) cuando se emita sin existir orden
de emisión alguna: previsión propia para las personas y autoridades encargadas de la
fabricación de moneda.
 Redacción anterior a la reforma operada por LO 5/2010- Art. 387 del CP.- A los efectos
del artículo anterior se entiende por moneda la metálica y papel moneda de curso legal. A
los mismos efectos se considerarán moneda las tarjetas de crédito, las de débito y las demás
tarjetas que puedan utilizarse como medios de pago, así como los cheques de viaje.
Igualmente, se equipararán a la moneda nacional, la de otros países de la Unión Europea y
las extranjeras. La L.O. 5/2010, de 22 de junio, suprimió la equiparación a la moneda de las
tarjetas de crédito/débito, las cuales fueron excluidas como documento mercantil por el Pleno
no jurisdiccional de la Sala Segunda del Tribunal Supremo en fecha 28 de junio de 2002, al
ser equiparadas al dinero de plástico, por lo que antiguamente su falsificación conllevaría a
una falsificación de moneda (elaboración o fabricación), al amparo de la redacción anterior de
este precepto; a partir de la reforma de 2010 es objeto de punción autónoma en el artículo 399
bis del CP como una modalidad de falsedad documental.
 El EURO se considera moneda de curso legal en España durante el periodo transitorio de 1-1-
1999 a 31-12-2001 conforme a la Ley de Introducción del Euro de 17 de Diciembre de 1998.

C) Reincidencia Internacional.- Art.º 388.- La condena de un Tribunal extranjero, impuesta por


delito de la misma naturaleza de los comprendidos en este Capítulo, será equiparada a las
sentencias de los Jueces o Tribunales españoles a los efectos de reincidencia, salvo que el
antecedente penal haya sido cancelado o pudiese serlo con arreglo al Derecho español.

2º) Falsificación de sellos de correos y efectos timbrados:

Art.º 389. El que [a] falsificare o expendiere, en connivencia con el falsificador, sellos de correos
o efectos timbrados, o [b] los introdujera en España conociendo su falsedad, será castigado con la
pena de prisión de seis meses a tres años.
El adquirente de buena fe de sellos de correos o efectos timbrados que, conociendo su falsedad, los
distribuyera o utilizara será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a
veinticuatro meses. No obstante, si el valor aparente de los sellos o efectos timbrados no excediera
de 400 euros, se impondrá la pena de multa de uno a tres meses.

Así, procede tener en cuenta:

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 CARACTERES GENERALES.- Las consideraciones que hemos hecho en relación con la
falsificación así como su idoneidad para inducir a error y ser introducidos en el tráfico jurídico
son también aplicables a este delito.

 Respecto a los SELLOS DE CORREOS son los signos que reflejan el pago de la cantidad
cobrada por el servicio de correos para su circulación. El tipo ha de entenderse limitado a los que
tengan valor postal, tanto españoles como los de los países que suscribieron el Convenio
Internacional de la Unión Postal de 1981.

 En cuanto a los EFECTOS TIMBRADOS, se trata de impresos en los que figura el sello del
Estado y que se venden por éste directamente o a través de una concesionaria en régimen de
monopolio y que normalmente sirven como medio de pago de servicios públicos, exacciones o
para hacer efectivas responsabilidades pecuniarias. Al respecto conviene delimitar el objeto
material de la falsificación del efecto timbrado, como soporte material (el impreso con el sello), y
falsificación de este soporte en lo que concierne al contenido del mismo, ya que el primer caso es
sancionable conforme al art. 389 CP, en tanto que en el segundo estaremos ante una posible
falsedad documental del capítulo siguiente.

 CASUISMO.- Se ha condenado por ejemplo por este delito a quien introdujo cajetillas de tabaco
con sellos falsos en España, además de por el delito de contrabando.

2.- CAPITULO II: DE LAS FALSEDADES DOCUMENTALES.

 Las falsedades documentales se encuentran REGULADAS en el Capítulo II, dividido en


cuatro secciones, dedicadas, respectivamente, a la falsificación de documentos públicos,
oficiales y mercantiles y de los despachos transmitidos por servicios de telecomunicación, la
falsificación de documentos privados, de certificados, y de tarjetas de crédito y débito y
cheques de viaje.

 BIEN JURÍDICO PROTEGIDO.- Constituye el bien jurídico de las conductas delictivas


constitutivas de falsedad documental la fe y la seguridad en el tráfico jurídico, evitando que
tengan acceso a la vida civil o mercantil elementos probatorios falsos que puedan alterar la
realidad jurídica de forma perjudicial para las partes afectadas, (STS 514/2002, de 29 de
mayo).

SECCION 1ª: De la falsificación de documentos públicos, oficiales y mercantiles y de los


despachos transmitidos por servicios de telecomunicación:

Así, para analizar este tipo de delitos hemos de tener claros algunos CONCEPTOS:

 Documento.- Art. 26 CP: A los efectos de este código se considera documento todo
soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia
probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.

 Documento Público.- Concepto que debe deducirse de las normas adjetivas del
Código civil (art. 1216) y LEC (art. 317). Según el primero “Son documentos públicos
los autorizados por Notario o empleado público competente, con las solemnidades
requeridas por la ley”; la consecuencia de ello es la fehacencia, esto es, hacer prueba
de su otorgamiento y de su fecha frente a terceros (arts. 1218 Cc. y 319 de la LEC). El
artículo 317 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), delimita aún más qué debe
entenderse por documento público al considerar como tal:
a) Las resoluciones y diligencias de actuaciones judiciales de toda especie y los
testimonios que de las mismas expidan los Secretarios Judiciales.
b) Los autorizados por notario con arreglo a derecho
c) Los intervenidos por Corredores de Comercio Colegiados y las certificaciones de
las operaciones en que hubiesen intervenido, expedidas por ellos con referencia al
Libro Registro que deben llevar conforme a Derecho

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d) Las certificaciones que expidan los Registradores de la Propiedad y Mercantiles de
los asientos registrados
e) Los expedidos por funcionarios públicos legalmente facultados para dar fe en lo
que se refiere al ejercicio de sus funciones.
f) Los que, con referencia a archivos y registros de órganos del Estado, de las
Administraciones públicas o de otras entidades de Derecho público, sea expedidos
por funcionarios facultados para dar fe de disposiciones y actuaciones de aquellos
órganos, Administraciones o entidades".

 Documento Oficial.- Se entiende por tal, el expedido por los funcionarios públicos que
estén autorizados para ello en lo que se refiera al ejercicio de sus funciones, y excluidos
por ello de la relación que de los documentos públicos contiene el art. 317 de la LEC.
Dentro de los documentos oficiales la jurisprudencia incluye los documentos de identidad
y las placas de matrícula de vehículos (SsTS 23 y 26 Septiembre de 2000). Las guías de
origen y sanidad pecuaria (GOSP), carcaterísticas de las explotaciones ganaderas, tienen
la consideración de documento oficial en cuanto han de ser rubricadas por funcionario
público (normalmente veterinario habilitado) autorizante (en este sentido, STS Sala
Segunda, de lo Penal, de 12 de Enero de 2004).
En todo caso, la distinción entre documentos públicos y oficiales tiene escasa, por no
decir nula, relevancia penológica, habida cuenta de la punición conjunta e inseparable
que el Código Penal hace de las falsedades respectivas.

 Documento mercantil.- son aquellos que acreditan, manifiestan y proyectan las


actividades que se producen en el círculo o ámbito propio de una empresa mercantil.
Concretamente, a partir de la STS de 6 de marzo de 2001 (doctrina reiterada en STS
111/2009 de 10 de febrero), se establecen tres categorías:
a) Los que se encuentran regulados en el Código de Comercio o en las leyes
especiales, tales como letras de cambio, cheques, pagarés, cartas-órdenes de crédito,
acciones y obligaciones emitidas por sociedades, libretas de ahorro, pólizas bancarias de
crédito, cartas de porte, pólizas de fletamento, conocimientos de embarque o pólizas de
seguro.
b) Todas las representaciones gráficas del pensamiento, generalmente por escrito, y su
papel, que, con fines de preconstitución probatoria, plasmen o acrediten la celebración de
contratos o la asunción de obligaciones de naturaleza mercantil o comercial, aunque
carezcan de denominación conocida en Derecho.
c) Aquellos que se refieren a la fase de ejecución o de consumación de contratos u
operaciones mercantiles, tales como albaranes de entrega, facturas o recibos, o libros de
contabilidad.
d) Finalmente, la nota de mercantilidad se extiende también a los libros u hojas
auxiliares que sirven para proporcionar los datos que han de pasar a los libros oficiales,
siempre y cuando no se traten de notas o apuntes que sólo sirven para control privado o
uso particular de empresarios o administradores; careciendo asimismo de tal carácter
mercantil la mera correspondencia, aunque sea entre comerciantes.
Así, por ejemplo, tendrán la consideración de documentos mercantiles: las hojas para la
apertura de cuentas corrientes, las facturas de los hoteles, los registros informáticos de un
banco o empresa, los billetes de transporte, las actas de las Juntas Generales de las
sociedades mercantiles, los contratos de trabajo, las hojas de pedido, y los partes de
accidentes emitidos por las compañías aseguradoras, entre otros. Las autorizaciones falsas
de rebusca en explotaciones agrícolas o las autorizaciones falsas de transporte de
mercancías podrían considerarse como documento mercantil al amparo de esta doctrina
(sobre todo cuando se documentan en formularios administrativos elaborados para realizar
dichas autorizaciones), pues no hacen sino preconstituir la acreditación, en el primer caso,
de un contrato de donación y, en el segundo, de un contrato de transporte.
Por tanto, en resumen, por “documento mercantil” podemos considerar tres tipos:
a) Los expresamente previstos y regulados en el Código de Comercio y leyes
mercantiles.

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b) Los innominados destinados a constatar la estipulación de negocios jurídicos y
contratos de naturaleza mercantil.
c) Los destinados a constatar la ejecución y cumplimiento de tales negocios y
contratos (facturas, albaranes, pedidos,....) (- STS 3 Diciembre 1998).

 Documento privado.- Es el otorgado por particulares, caracterizándose por tener entre las
partes el mismo valor que un documento público, pero no ser fehacientes frente a terceros.
Penalmente hablando tienen carácter residual, en cuento constituyan tales aquellos no
comprendidos en alguna de las otras clases singularizadas en el Código. Así, esta clase de
documentos constituye una categoría residual que engloba a todos aquellos documentos
que han sido confeccionados por los particulares sin el propósito de producir efectos en el
orden oficial o público, y siempre que no sean reflejo o manifestación de operaciones o
actividades mercantiles.

Dentro de esta sección podríamos distinguir los siguientes tipos delictivos:

1º) Falsificación de documento por parte de autoridad o funcionario público/responsable de


confesión religiosa:

Art.º 390. 1. Será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa de seis a veinticuatro
meses e inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años, la autoridad o funcionario público
que, en el ejercicio de sus funciones, cometa falsedad:
1.º Alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos de carácter esencial.
2.º Simulando un documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su
autenticidad.
3.º Suponiendo en un acto la intervención de personas que no la han tenido, o atribuyendo a
las que han intervenido en él declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieran hecho.
4.º Faltando a la verdad en la narración de los hechos.
2. Será castigado con las mismas penas a las señaladas en el apartado anterior el responsable de
cualquier confesión religiosa que incurra en alguna de las conductas descritas en los números
anteriores, respecto de actos y documentos que puedan producir efecto en el estado de las personas
o en el orden civil.

1. SUJETO ACTIVO de estos delitos es siempre la “Autoridad o Funcionario Público” conforme


al concepto que del mismo ofrece el art. 24 del CP cuando señala que “A los efectos penales se
reputará autoridad al que por sí solo o como miembro de alguna corporación, tribunal u órgano
colegiado tenga mando o ejerza jurisdicción propia. En todo caso, tendrán la consideración de
autoridad los miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de las Asambleas
Legislativas de las Comunidades Autónomas y del Parlamento Europeo. Se reputará también
autoridad a los funcionarios del Ministerio Fiscal. 2. Se considerará funcionario público todo el
que por disposición inmediata de la Ley o por elección o por nombramiento de autoridad
competente participe en el ejercicio de funciones públicas.”
 Debiendo obrar el mismo en el ejercicio de sus funciones, de modo que de no hacerlo así,
quedará equiparado al particular, sustanciándose la responsabilidad penal de su conducta
a través del art. 392 del CP. De tal modo que, aun tratándose de una autoridad o
funcionario público, si su actuación falsaria no se refiere específicamente a tales
funciones y únicamente se ha aprovechado de su condición de autoridad o funcionario,
“para acceder en forma irregular al documento en cuestión”, el hecho deberá ser
calificado con arreglo al art. 392 del mismo Código (falsedad cometida en documento
oficial por particular), concurriendo la agravante del prevalimiento del carácter público
del culpable ex art. 22.7.ª Código Penal (en este sentido, STS Sala Segunda, de lo Penal,
de 12 Ene. 2004).

2. En relación a las CONDUCTAS TÍPICAS hay que tener en cuenta (BENÉYTEZ MERINO):

 La alteración de documento en alguno de sus elementos o requisitos esenciales.- Este


supuesto se refiere a la propia manipulación del documento preexistente, de modo que ee
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exige un "previo" contenido que, a consecuencia de la acción falsaria, se ve modificado
(añadir cláusulas antes no existentes, interlinear contenidos inexistentes antes, borrar
materialmente expresiones, etc.). Esta modalidad de actuación falsaria parece comprender
todos los supuestos de falsificación material, incluida la autofalsificación, en la que el agente
desfigura sus propios rasgos caligráficos con la idea preconcebida de negar más tarde su
realización o aparentar que el documento ha sido escrito por otro.

 En cuanto a la simulación de documento “en todo o en parte, de manera que induzca a error
sobre su autenticidad”, se identifica con la confección completa de un documento mendaz
que induzca a error sobre su autenticidad e incorpore toda una secuencia simulada e inveraz
de afirmaciones con trascendencia jurídica, a modo de completa simulación del documento,
que no tiene, ni puede, tener sustrato alguno en la realidad (por ejemplo, crear facturas para
justificar el pago de unos servicios no prestados en realidad) elaborado con dolo falsario; de
modo que constituye falsedad, la simulación consistente en la completa creación "ex novo" de
un documento con datos inveraces y relativos a un negocio o a una realidad cuya existencia se
pretende simular pues, verdaderamente, no existe en modo alguno; exigiéndose, eso sí, que el
documento mendaz sea apto para entrar en el tráfico jurídico.
Ahora bien,  la diferenciación entre los párrafos 2º y 4º del artículo 390.1 CP debe
efectuarse incardinando en el artículo 390.1.2º aquellos supuestos en que la falsedad no se
refiera exclusivamente a alteraciones de la verdad en algunos de los extremos consignados en
el documento, que constituirían la modalidad despenalizada para los particulares de “faltar a
la verdad en la narración de los hechos”, sino al documento en sí mismo en el sentido de que
se confeccione deliberadamente con la finalidad de acreditar en el tráfico jurídico una
relación jurídica absolutamente inexistente (en este sentido, con cita de otras muchas, STS
núm. 373/2014 de 30 abril).

 Respecto a la suposición o atribución de intervenciones o declaraciones.- los casos más


notables y evidentes deben situarse en el ámbito de la actuación de aquellos funcionarios
públicos que como depositarios de la fe pública judicial o extrajudicial tienen la función de
documentar las declaraciones realizadas ante ellos. Incluye en principio, los supuestos en que
se simula la intervención en el documento de personas que realmente no la han tenido, es
decir, la utilización de identidades de otras personas sin su consentimiento o conocimiento;
las personas cuya intervención se supone es indiferente que vivan, hayan fallecido o sean
imaginarias. Ej.- Endoso de pagarés falsos, rellenados y firmados por el acusado simulando la
firma del librador (Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia de 4 Abr. 2012,
rec. 1255/2011).

 La falta a la verdad en la narración de los hechos se refiere al supuesto en el que el fedatario


(autoridad o funcionario público) recoge inverazmente las manifestaciones que le son hechas,
teniendo en cuenta que la dación de fe se refiere al hecho de que se están realizando tales
manifestaciones, con independencia de que las mismas se correspondan o no con la verdad.
Esta conducta es atípica e impune como en el supuesto de que sea cometida por un particular
(artículos 392 y 395 del Código Penal).

* UTILIZACIÓN DE FOTOCOPIAS.- Hay que distinguir dos supuestos (en este sentido,
(Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia de 29 de Enero de 2015, rec. 1329/2014):
A) Cuando la falsedad se lleva a efecto alterando el documento en alguno de sus elementos o
requisitos de carácter esencial (art. 390.1.1 CP), alteración realizada sobre una fotocopia no
autenticada de un documento público, oficial o mercantil, no puede homologarse analógicamente a la
falsedad de un documento de la naturaleza que tenga el original, por lo que sólo podrá considerarse
como una falsedad en un documento privado.
B) En el caso de que la falsedad consista en simular un documento en todo o en parte, de
manera que induzca a error sobre su autenticidad (art. 390.1.2° CP), lo relevante a efectos de
tipificación es la naturaleza del documento que se pretende simular, no la del medio utilizado para
ello; así cuando se utiliza una fotocopia o reproducción fotográfica para simular la autenticidad de un
documento y disimular la falsedad, la naturaleza -a efectos de la tipificación- es la del documento que

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se pretende simular –documento público, mercantil u oficial- no la del medio empleado, pues lo que
se falsifica no es la fotocopia -mero instrumento- sino el propio documento que se pretende simular.

COMISIÓN IMPRUDENTE.- Artículo 391. La autoridad o funcionario público que por


imprudencia grave incurriere en alguna de las falsedades previstas en el artículo anterior o diere
lugar a que otro las cometa, será castigado con la pena de multa de seis a doce meses y suspensión
de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a un año.

2º) Falsificación de documento por un particular y tráfico de DNI falso:

Artículo 392. 1. El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil , alguna de
las falsedades descritas en los tres primeros números del apartado 1 del artículo 390, será castigado
con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses.
2. Las mismas penas se impondrán al que, sin haber intervenido en la falsificación, traficare de
cualquier modo con un documento de identidad falso. Se impondrá la pena de prisión de seis meses
a un año y multa de tres a seis meses al que hiciere uso, a sabiendas, de un documento de identidad
falso.
Esta disposición es aplicable aun [a] cuando el documento de identidad falso aparezca como
perteneciente a otro Estado de la Unión Europea o a un tercer Estado o [b] haya sido falsificado o
adquirido en otro Estado de la Unión Europea o en un tercer Estado si es utilizado o se trafica con
él en España.

3º) Presentación en juicio y uso de documento falso:

Art.º 393. El que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o, para perjudicar a otro, hiciere
uso de un documento falso de los comprendidos en los artículos precedentes, será castigado con la
pena inferior en grado a la señalada a los falsificadores.

4º) Suposición o falsificación de despacho telegráfico y uso del mismo:

Art.º 394. 1. La autoridad o funcionario público encargado de los servicios de telecomunicación que
supusiere o falsificare un despacho telegráfico u otro propio de dichos servicios, incurrirá en la
pena de prisión de seis meses a tres años e inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años.
2. El que, a sabiendas de su falsedad, hiciere uso del despacho falso para perjudicar a otro, será
castigado con la pena inferior en grado a la señalada a los falsificadores.

SECCION 2ª: De la falsificación de documentos privados

A) FALSIFICACIÓN.- Art.º 395. El que, para perjudicar a otro, cometiere en documento privado
alguna de las falsedades previstas en los tres primeros números del apartado 1 del artículo 390, será
castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.

En relación a la falsedad de documento privado hemos de tener en cuenta que el tipo contenido en el
artículo 395 CP requiere que la falsedad haya sido realizada "para perjudicar a otro"; respecto a este
perjuicio ha de tenerse en cuenta lo siguiente:
 El perjuicio asumido subjetivamente por el autor de la falsedad suele ser la consecuencia
natural del correlativo beneficio pretendido con la falsedad ejecutada;
 No es preciso que este perjuicio buscado llegue a producirse pues se trata de un “delito de
intención” o “de tendencia interna trascendente” (en este sentido, v.g. Audiencia
Provincial de Asturias, Sección 8ª, Sentencia 10/2015 de 20 Ene. 2015, Rec. 226/2014).
 En la mayoría de los casos, el perjuicio a que se refiere el artículo 395 CP será de
naturaleza patrimonial, pero no puede excluirse un perjuicio de otra clase, de modo que
"el perjuicio puede consistir en la lesión de cualquier bien, incluidos los de índole no
económica y especialmente los morales". En tal sentido, el TS (Tribunal Supremo, Sala
Segunda, de lo Penal, Sentencia 11/2015 de 29 Ene. 2015, Rec. 1329/2014) ha estimado
la posibilidad de apreciar el perjuicio –potencial- en el caso de confección de un
documento falsario que de cobertura a una apropiación ilícita, si bien el documento
9
mendaz no está dirigido a actuar como medio para que la apropiación tenga lugar, pues ya
se ha producido, sino que se orienta a facilitar al autor la posibilidad de ofrecer una
resistencia documentada, apoyada en documentos falsos, para el caso de que tenga lugar
una reclamación de la perjudicada. “No se trata, pues propiamente del perjuicio
patrimonial, que ya se ha consumado, sino de dificultar el ejercicio de las acciones que
pudieran ser procedentes, lo cual no puede dejar de valorarse como un perjuicio ”. En
estas condiciones, la falsedad en documento privado resulta independiente de la
apropiación ilícita cometida y no puede quedar absorbida por ésta; de modo que la
falsedad se habría cometido con posterioridad al acto apropiativo, pero no como
instrumento del mismo.

 PRESENTACIÓN EN JUICIO Y USO DEL DOCUMENTO PRIVADO FALSO.- Art.º


396.- El que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o, para perjudicar a otro, hiciere
uso de un documento falso de los comprendidos en el artículo anterior, incurrirá en la pena
inferior en grado a la señalada a los falsificadores.

SECCION 3ª: De la falsificación de certificados

A) Concepto de certificado: es un documento a través del cual su autor constata o acredita méritos,
servicios, buena conducta, pobreza u otras circunstancias análogas. En definitiva, certificar es
declarar cierta una cosa por un funcionario con autoridad para ello, en un documento oficial. En
realidad, el certificado no es un documento distinto a los analizados anteriormente. Al contrario, se
trata de una especie dentro del género de documentos públicos u oficiales. La única consecuencia
relevante que se deriva de la regulación penal de la falsedad de certificados es que la confección de
los mismos constituye un tipo penal privilegiado, toda vez que su pena es notoriamente inferior a la
que el Código Penal reserva para la falsificación de documentos públicos y oficiales. En definitiva y
ante la falta de una definición concreta por parte del Código Penal, la Jurisprudencia ha considerado
como certificado aquel documento que reúna los siguientes requisitos:
- que el documento declare cierta una cosa o un hecho.
- que dicho documento haya sido elaborado, precisamente, por el funcionario público que
tiene competencia para afirmar esa certeza o para autenticarla.
- que la falsedad sea de escasa gravedad y trascendencia.
La no concurrencia de cualquiera de estos tres requisitos da lugar a que el documento falso en
cuestión deje de ser un “certificado” para convertirse en un documento público u oficial falsificado.
Así, en la STS 417/2010, de 7 de mayo se declara que de la jurisprudencia transcrita, y de la
con ella concordante, puede concluirse que el criterio de distinción entre la falsificación documental
y los tipos atenuados de libramiento de certificación falsa, se encuentra en que en los últimos, lo
librado sólo cumple la función de adverar o acreditar hechos, sin otras finalidades; y, en cambio, en
la falsedad documental, se da la transcendencia de la alteración del instrumento documental, atendida
la afectación de bienes jurídicos de particular relevancia, lo cual permite calificar de especial
gravedad la falsificación.

B) Agentes de la falsedad:

a) Por facultativo.- Art.º 397. El facultativo que librare certificado falso será castigado con la pena
de multa de tres a doce meses.
 Por facultativo se entienden los médicos, psicólogos, las personas que estén en
posesión de título sanitario, los veterinarios, los farmacéuticos y sus
dependientes (así lo establece el artículo 372 CP en relación a los delitos
contra la salud pública)

b) Por autoridad o funcionario público.- Art.º 398. La autoridad o funcionario público que librare
certificación falsa con escasa trascendencia en el tráfico jurídico será castigado con la pena de
suspensión de seis meses a dos años. Este precepto no será aplicable a los certificados relativos
a la Seguridad Social y a la Hacienda Pública.
 Artículo 398 redactado por el apartado once del artículo único de la L.O. 7/2012,
de 27 de diciembre, por la que se modifica la L.O. 10/1995, de 23 de noviembre,
1
del Código Penal en materia de transparencia y lucha contra el fraude fiscal y en
la Seguridad Social ("B.O.E." 28 diciembre).Vigencia: 17 enero 2013.
REDACCIÓN ANTERIOR.- La autoridad o funcionario público que librare
certificación falsa será castigado con la pena de suspensión de seis meses a dos
años. A consecuencia de esta reforma, se excluyen expresamente los certificados
relativos a la SS y de la Hacienda Pública, de modo que estos certificados tendrán
la consideración de documento oficial; se persigue así fundamentalmente la
actuación de las subcontratas que presentan a las empresas contratistas certificados
falsos, acreditativos de estar al día en sus obligaciones con Hacienda y la
Seguridad Social.

c) Por particular.- Art.º 399. 1. El particular que falsificare una certificación de las designadas en
los artículos anteriores será castigado con la pena de multa de tres a seis meses.
2. La misma pena se impondrá al que hiciere uso, a sabiendas, de la certificación, así como al
que, sin haber intervenido en su falsificación, traficare con ella de cualquier modo.
3. Esta disposición es aplicable aun cuando [a] el certificado aparezca como perteneciente a
otro Estado de la Unión Europea o a un tercer Estado o [b] haya sido falsificado o adquirido en
otro Estado de la Unión Europea o en un tercer Estado si es utilizado en España. (Artículo 399
redactado por el apartado centésimo decimoquinto del artículo único de la L.O. 5/2010, de 22 de junio, por la que
se modifica la L.O. 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal ("B.O.E." 23 junio).Vigencia: 23 diciembre
2010. REDACCIÓN ANTERIOR: 1. El particular que falsificare una certificación de las designadas en los
artículos anteriores será castigado con la pena de multa de tres a seis meses. 2. La misma pena se aplicará al que
hiciere uso, a sabiendas, de la certificación falsa.)

Sección 4.- De la falsificación de tarjetas de crédito y débito y cheques de viaje: Artículo 399 bis.

 Tipo básico y cualificación por delito masa y organización criminal.- Artículo 399 bis. 1.-
El que altere, copie, reproduzca o de cualquier otro modo falsifique tarjetas de crédito o
débito o cheques de viaje, será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años. Se
impondrá la pena en su mitad superior cuando los efectos falsificados afecten a una
generalidad de personas o cuando los hechos se cometan en el marco de una organización
criminal dedicada a estas actividades.

 Posible perpetración por personas jurídicas.- Artículo 399 bis. 1.II.- Cuando de acuerdo
con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica sea responsable de los
anteriores delitos, se le impondrá la pena de multa de dos a cinco años.
Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán
asimismo imponer las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33.

 Tenencia de tarjetas/cheques de viaje falsos con vocación al tráfico.- Artículo 399 bis. 2.-
La tenencia de tarjetas de crédito o débito o cheques de viaje falsificados destinados a la
distribución o tráfico será castigada con la pena señalada a la falsificación.

 Uso de tarjetas falsas.- Artículo 399 bis. 3.- El que sin haber intervenido en la falsificación
usare, en perjuicio de otro y a sabiendas de la falsedad, tarjetas de crédito o débito o
cheques de viaje falsificados será castigado con la pena de prisión de dos a cinco años.

** CAPITULO III: DISPOSICIONES GENERALES:

* Artículo 400. La fabricación o tenencia de útiles, materiales, instrumentos, sustancias, máquinas,


programas de ordenador o aparatos, específicamente destinados a la comisión de los delitos
descritos en los Capítulos anteriores, se castigarán con la pena señalada en cada caso para los
autores.

* Artículo 400 bis.- En los supuestos descritos en los artículos 392, 393, 394, 396 y 399 de este
Código también se entenderá por uso de documento, despacho, certificación o documento de

1
identidad falsos el uso de los correspondientes documentos, despachos, certificaciones o documentos
de identidad auténticos realizado por quien no esté legitimado para ello.

ADENDA:
LA AUTORÍA EN LOS DELITOS DE FALSEDAD DOCUMENTAL:

Resume La doctrina jurisprudencial existente sobre la materia el Tribunal Supremo,


Sala Segunda, de lo Penal, en Sentencia de 26 de Julio de 2011 (rec. 2497/2010):
“En lo que atañe a la autoría en los delitos de falsedad, como es sabido, la jurisprudencia
tiene establecida como doctrina arraigada que deben reputarse autores no solamente aquellos que
ejecutan personal y físicamente la acción falsaria, sino también quienes, sin realizarla
materialmente, intervienen en su realización con un acto que permita atribuirles el codominio del
hecho o, en su caso, la condición de partícipes en la modalidad de inductores o de cooperadores
necesarios. Por lo cual, no es preciso para atribuir la autoría del referido delito que se acredite
quién es el autor material de la falsificación material del documento. Hipótesis, por lo demás, difícil
de probar en gran parte de los casos debido a que se opera mediante imitaciones de firmas o de
escrituras auténticas que difuminan la posibilidad de acreditar quién es el copista que las realiza. Es
suficiente, por lo tanto, con probar que el imputado ha intervenido con actos decisivos para que se
lleve a cabo la falsedad documental por un tercero, máxime teniendo en cuenta el concepto amplio
de autor que acoge el art. 28 del C. Penal (SSTS 704/2002, de 22-4; 661/2002, de 27-5; 1531/2003,
de 19-11; 200/2004, de 16-2;368/2004, de 11-3; 474/2006, de 28-4; 702/2006, de 3-7; y 1090/2010,
de 27-11, entre otras). Con arreglo a lo anterior, resulta indiferente que fuera el propio acusado el
autor material de la falsedado que se lo encargara a un tercero, pues en ambos casos respondería
con la pena correspondiente al autor de la falsificación. De lo que no cabe duda alguna es que él fue
la persona que se benefició directamente de la falsificación , dato que permite colegir que o fue él
quien extendió las firmas o que indujo a un tercero para que suscribiera los documentos.”

3.- CAPITULO IV: DE LA USURPACIÓN DEL ESTADO CIVIL.

Las falsedades personales presentan como mayor peculiaridad el hecho de que no recaen sobre un
objeto determinado, sino que su autor lleva a cabo acciones de atribución de cualidades o
condiciones de las que carece o bien lleva a cabo actividades sin que concurran en él los requisitos
necesarios para su ejercicio. Así distinguimos entre la usurpación del estado civil y la usurpaciones
de funciones públicas y el intrusismo.

Art.º 401. El que usurpare el estado civil de otro será castigado con la pena de prisión de seis meses
a tres años.

- Elementos objetivos:
1.- Usurpar: arrogarse las prerrogativas del estado civil de un tercero.
2.- Es condición precisa que, la suplantación, se materialice mediante el uso y ejercicio de los
derechos y acciones de que es titular la persona sustituida; no comete el delito quien se limita a una
ficción esporádica, como quien, en un momento determinado, se hace pasar por otro; de modo que
que la SUPLANTACIÓN habrá de manifestarse con un carácter de cierta continuidad y permanencia.
3.- La persona sustituida, ha de ser real (de modo que usar un nombre inventado no integra el
delito), siendo indiferente que dicha persona haya o no fallecido según la Jurisprudencia (en este
sentido, STS de 1 de junio de 2009); por contra algunos autores entienden que la persona ha de
existir, ya que los muertos carecen de estado civil y, por tanto, no podría darse la situación
pretendidamente usurpada (CONDE-PUMPIDO FERREIRO).

- Elemento subjetivo: doloso.

- Ejemplos: A) sujeto que se arrogó la identidad de otra persona, careciendo de autorización


de residencia en España, a fin de hacer uso de los derechos y obligaciones que, para esa persona
1
ajena, se derivaban de una tarjeta acreditativa del permiso de residencia y de trabajo. B) Se ha
castigado por este delito quien se hace pasar por su hermano durante varios años para eludir
sanciones administrativas.

4.- CAPITULO V: DE LA USURPACIÓN DE FUNCIONES PÚBLICAS Y DEL


INTRUSISMO

A) Tipo Básico de Usurpación de funciones públicas.- Art.º 402. El que ilegítimamente ejerciere
actos propios de una autoridad o funcionario público atribuyéndose carácter oficial, será castigado
con la pena de prisión de uno a tres años.

* SUJETO ACTIVO de este delito puede ser tanto un particular como un funcionario público que
se atribuya un carácter oficial distinto al que ostenta, ejerciendo actos impropios a la función que le
corresponde; teniendo en cuenta el concepto de autoridad o funcionario público que nos ofrece el art
24 CP: A los efectos penales se reputará autoridad al que por si sólo o como miembro de alguna
corporación, tribunal, u órgano colegiado tenga mando o ejerza jurisdicción propia. En todo caso,
tendrán la consideración de autoridad los miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de
las Asambleas Legislativas de las CCAA y del Parlamento Europeo. Se reputará también autoridad
a los funcionarios del Ministerio Fiscal.Se considerará funcionario público todo el que por
disposición inmediata de la Ley o por elección o por nombramiento de autoridad competente
participe en el ejercicio de funciones públicas.

* ELEMENTOS DEL TIPO.- tienen un doble carácter:


a) objetivo: implica el ejercicio de actos propios de una autoridad o funcionario público ya sean los
atribuidos por una disposición legal o reglamentaria, o aquellos que estén en el contexto de las
atribuciones cuyo carácter oficial se atribuye el sujeto activo del delito; en relación a ello hay que
tener en cuenta dos cuestiones: 1ª) basta con que se trate de cualquier acto susceptible de afectar a la
relación de una función pública con los ciudadanos, sin que deba tratarse de un "acto administrativo"
en el sentido técnico del término, sino que basta con que suponga la manifestación del ejercicio de
una potestad pública; 2ª) los actos realizados han de ser propios, esto es, deben estar atribuidos a
autoridad o funcionario en razón a su cargo o función, y ser exclusivos de ella; si, por el contrario, se
trata de actos que puede realizar cualquier otra persona, aparte de la autoridad o funcionario cuyas
funciones son usurpadas (p.ej. la detención de un delincuente in fraganti - art. 490.2º L.E.Cr.-) no
existirá delito de usurpación.
b) subjetivo: implica la asunción por el agente de esa función pública, ya sea manifestándolo
oralmente o bien dándolo a conocer por actos con capacidad bastante para engañar a una persona o a
una colectividad.

* CONSUMACIÓN.- No resulta necesario que el autor ejerza alguna de las funciones


específicamente atribuidas a la autoridad o funcionario público, sino que es suficiente el invocar la
condición de funcionario y realizar un acto de los comúnmente ejecutados por ellos y que estén en el
contexto de las atribuciones cuyo carácter oficial se atribuye el sujeto activo del delito. Se trata así de
un característico delito de simple actividad, de modo que no requiere para su consumación un
resultado concreto y, por consiguiente, no se exige que la persona o personas sobre la que se proyecta
la acción típica tome al autor como auténtico funcionario o autoridad. (en este sentido, Sentencia
Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, núm. 685/2012, de 20 de Septiembre).

B) Uso indebido de uniforme, traje o insignia oficiales.- Artículo 402 bis.- El que sin estar
autorizado usare pública e indebidamente uniforme, traje o insignia que le atribuyan carácter oficial
será castigado con la pena de multa de uno a tres meses.

C) Intrusismo.- Art.º 403. 1. El que ejerciere actos propios de una profesión sin poseer el
correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación
vigente, incurrirá en la pena de multa de doce a veinticuatro meses. Si la actividad profesional
desarrollada exigiere un título oficial que acredite la capacitación necesaria y habilite legalmente
1
para su ejercicio, y no se estuviere en posesión de dicho título, se impondrá la pena de multa de seis
a doce meses.

2. Se impondrá una pena de prisión de seis meses a dos años si concurriese alguna de las siguientes
circunstancias:
a) Si el culpable, además, se atribuyese públicamente la cualidad de profesional amparada
por el título referido.
b) Si el culpable ejerciere los actos a los que se refiere el apartado anterior en un local o
establecimiento abierto al público en el que se anunciare la prestación de servicios propios de
aquella profesión.

- Bien jurídico protegido.- Se trata de proteger dos bienes jurídicos más allá del propio tráfico
fiduciario:
 Primero, el del público en general a quien van dirigidos los actos a realizar por el agente
sin título, protegiendo a la colectividad de los eventuales daños de una praxis inhábil o
ignorante (STS de 20 de julio de 1993)
 Segundo, protege también el interés corporativo de un determinado grupo de
profesionales, tanto en defensa de sus competencias y derechos morales sobre el prestigio
y buen hacer de la profesión, como en los patrimoniales que pudieran quedar afectados
por una competencia desleal y la invasión en su esfera económica por terceros no
pertenecientes al colectivo profesional afectado.
En todo caso, el TC entiende que la tutela penal que se efectúa a través de este precepto sólo debe
alcanzar a las injerencias en actividades profesionales que afecten a bienes jurídicos de máxima
relevancia constitucional, como pueden ser la vida, la integridad corporal o la libertad y seguridad,
siendo suficiente en otro caso la imposición de sanciones administrativas (STC núm. 111/1993).

- Conducta típica.- El intrusismo implica el ejercicio de una actividad profesional sin cumplir los
requisitos legales para ello. El núcleo de la actividad típica es el ejercicio de "actos propios" de esas
funciones públicas o profesiones privadas que por voluntad del Derecho están reservados a precisos
colectivos de personas legalmente autorizadas en clave de exclusividad para su ejercicio, dado el
contenido de tales actos y la necesidad de velar porque los mismos sólo puedan ser ejercidos por las
personas habilitadas para ello; en tal sentido, es preciso que se trate de actos propios de tales
profesiones (por ejemplo, es atípico el “curanderismo” por cuanto no son actos propios de la
profesión médica). La indebida realización de los actos puede deberse a que:
 Se carece de título académico.
 Se carece de título oficial: tipo atenuado.
Además, se establecen dos supuestos agravados:
 Casos en que el autor se atribuya públicamente la cualidad de profesional.
 Casos en que se ejercieran tales actividades profesionales en establecimiento abierto al
público en el que se anunciara su pretensión.

- Elementos objetivos.- Respecto a lo que debe entenderse por TÍTULO ACADÉMICO, la doctrina
mantiene una postura restrictiva equiparándolo a título universitario, tanto de Facultades y Escuelas
Técnicas Superiores, como de las Escuelas Universitarias (las antiguas las diplomaturas), posición
que mantiene el T.C. (STC núm. 111/1993) al considerar no incluido en el tipo el ejercicio sin título
académico de la profesión de Agente de la Propiedad Inmobiliaria, que actualmente se sanciona
conforme al segundo supuesto (LUZÓN PEÑA).

FIN TEMA 5

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