ALTO RIESGO DE CONTRATAR ESTRELLAS

Es notorio que las empresas han optado siempre por contratar a los talentos más
destacados, considerándolos la clave para sobresalir en el ámbito empresarial. Sin
embargo, esta práctica conlleva riesgos, ya que estos individuos tienden a migrar
hacia entornos que les ofrezcan mayores incentivos económicos u oportunidades, y
su desempeño puede menguar al acostumbrarse a las dinámicas, éxitos y demás
factores de la organización donde trabajan, necesitando tiempo para adaptarse a
un nuevo entorno laboral. Una opción más recomendable y provechosa sería la
preparación y valorización del talento interno, reclutando individuos nuevos
comprometidos con la empresa, capacitados para alcanzar sus metas personales y,
por consiguiente, contribuir al logro de los objetivos corporativos.

Contratar estrellas puede impulsar un proyecto de manera significativa, pero los

riesgos asociados son notables. En primer lugar, el costo puede ser exorbitante, y
si el proyecto no cumple con las expectativas, la inversión puede convertirse en una
montaña de pérdidas.

La dependencia excesiva en una única figura representativa es otro riesgo clave. Si

la empresa se apoya en exceso en una sola personalidad, se expone a un riesgo
considerable si esa estrella se retira, enferma o decide abandonar la organización.
Esto podría dejar a la empresa vulnerable, sufriendo una pérdida significativa de
talento y potencialmente afectando la moral y el ánimo del resto del equipo.

La estrategia más efectiva para las empresas sería desarrollar y retener sus
propios talentos, en lugar de intentar atraer constantemente figuras destacadas
de otras organizaciones. Las estrellas suelen brillar más en ambientes familiares,
adaptados a su estilo de trabajo y compañeros, y cambiarlas con frecuencia puede
acarrear pérdidas considerables para la empresa. Por ende, es más beneficioso
buscar personas competentes, adecuadas al entorno laboral específico de la
empresa y cultivar el talento que se necesita, ofreciendo incentivos y condiciones
que fomenten su permanencia.

DAYANNA ZAMBRANO MORALES