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Claudia González Torres 2ºBach A

La Alhambra de Granada

Se trata concretamente de la Alhambra de Granada, cuyo autor es desconocido pero fue


mandada a construir por Yusuf I y Muhammad V. Se encuentra en Granada (Andalucía,
España) y fue realizada entre los siglos XIII al XV.

En cuanto a su análisis sociológico, durante los siglos XIII al XV, la península ibérica fue
testigo de la coexistencia de tres culturas principales: la musulmana, la judía y la cristiana.
Tras la Reconquista cristiana, las dinastías islámicas, como los nazaríes en el Reino de
Granada, se consolidaron en el sur de la península. A pesar de las tensiones y conflictos,
esta época vio períodos de paz y cooperación cultural, especialmente en regiones donde las
comunidades musulmanas, judías y cristianas interactuaban.
La tolerancia religiosa fue una característica distintiva de esta sociedad multicultural. En
algunos momentos y lugares, se permitió la práctica de diferentes religiones, y se produjo
un intercambio de conocimientos entre las comunidades. La ciudad de Granada, donde se
encuentra la Alhambra, fue un ejemplo de esta tolerancia, con la coexistencia de mezquitas,
sinagogas e iglesias.
Bajo el dominio nazarí, la Alhambra se convirtió en un epicentro de florecimiento cultural y
artístico. Se fomentó el estudio de la poesía, las ciencias y las artes. Los nazaríes fueron
mecenas de la cultura, promoviendo la creación de bibliotecas y centros de aprendizaje.
Este ambiente propicio influyó en el diseño y la ornamentación de la Alhambra, que refleja la
sofisticación y la elegancia de la época.
La economía de la región estaba centrada en la agricultura, con un énfasis en la producción
de alimentos y bienes. La Alhambra, estratégicamente ubicada en una colina, controlaba
importantes rutas comerciales y estaba rodeada de tierras fértiles que contribuían a su
sostenimiento económico.
La sociedad nazarí introdujo avances significativos en la agricultura. Implementaron
sistemas avanzados de riego, como el famoso sistema de acequias, que permitía una
gestión eficiente del agua para el cultivo. Estas innovaciones tecnológicas contribuyeron a
un aumento en la producción agrícola, mejorando la calidad de vida y la prosperidad
económica de la región.
En la época de la construcción de la Alhambra, la sociedad en la región de Granada era
extraordinariamente diversa, conformada por una amplia gama de grupos étnicos y
religiosos. La población mayoritaria estaba compuesta por árabes, andalusíes (muladíes
desde hace siglos) y bereberes, a los que se unían mudéjares refugiados, conversos
"elches" y africanos negros islamizados, así como extranjeros procedentes de países
islámicos. Así era cada grupo: Los árabes eran un grupo formado por familias y linajes con
raíces antiguas en Yemen, Siria o la Península Arábiga, que llegaron a España con la
conquista de Al-Ándalus. En la Granada nazarí, los árabes mantenían un alto componente
tribal, destacando los Xerifes o Chorfas, descendientes de la familia del Profeta Mahoma.
Constituían una parte significativa de la aristocracia y la élite cultural, política y militar del
Reino nazarí, no siendo una aristocracia señorial sino más bien social. Los Bereberes
llegaron desde el norte de África en diversas oleadas, los bereberes estaban unidos por
lazos tribales y de linaje. Eran principalmente tribus nómadas dedicadas al pastoreo o la
agricultura. Se distinguían entre bereberes "viejos", presentes desde la Conquista de
Al-Andalus, y bereberes "nuevos", llegados en los siglos XIII, XIV y XV, asociados a las
tropas de los Banû Marîn (Benimerines) y a grupos de colonos en busca de tierras fértiles.
Los muladíes eran españoles convertidos al islam, arabizados e islamizados desde hace
varios siglos. Eran una parte importante de la población nazarí y se componían de diversas
capas sociales, habitando en ciudades y pequeñas aldeas. Los mudéjares eran
musulmanes llegados como refugiados desde los reinos cristianos, principalmente después
de las sublevaciones en Andalucía, Murcia y Valencia en el siglo XIII. Se dedicaban a
diversas profesiones, como la artesanía de la seda, la agricultura y el comercio, y vivían
tanto en ciudades como en alquerías. Los "elches" eran musulmanes nuevos de origen
cristiano, de reciente conversión o descendientes de conversos. Eran especialmente activos
en los siglos XIV y XV, dedicándose a la administración, la cancillería y el servicio militar.
Algunos "elches" alcanzaron altas cotas de poder dentro del Estado nazarí. Los negros eran
esclavos o libertos de origen subsahariano o de Guinea, dedicados a tareas de servidumbre
o al ejército. Desempeñaban roles importantes, como el Mizwar, un pregonero real y jefe de
una guardia real. Por otra parte, había una población flotante de viajeros y habitantes
extranjeros de origen magrebí, árabe-oriental, turcos y egipcios en Granada, llegados por
motivos comerciales, de viaje o por estudios. Por último, en el ámbito de las minorías no
musulmanas, había comunidades judías y cristianas con sus propias dinámicas, ya fueran
residentes desde hacía siglos o llegados como refugiados. Los cautivos de origen cristiano
o judío eran capturados en diversas circunstancias y sometidos a esclavitud. Las minorías
cristianas vivían en el reino nazarí bajo el estatus de dhimmíes, permitiéndoles practicar su
religión a cambio del pago de un impuesto.

Respecto al análisis simbólico, la palabra "Alhambra" proviene del árabe "Al-Hamra", que
significa "La Roja". El color rojo simboliza la tierra y el poder en la cultura islámica. Además,
la Alhambra era un lugar de retiro y contemplación para los monarcas nazaríes, sirviendo
como un símbolo de poder y estatus. Los intrincados detalles ornamentales, como los
azulejos y las inscripciones, reflejan la riqueza y el refinamiento cultural. La Alhambra se
concibió como un lugar de refugio y esparcimiento para los gobernantes, lejos del bullicio de
la ciudad. Sus jardines, patios y fuentes simbolizan el paraíso en la tierra, un lugar de
belleza y armonía. Además, los intrincados diseños geométricos y las inscripciones
caligráficas en sus muros reflejan la perfección divina y sirven como recordatorios de la
grandeza de Alá.

Analizando técnica y formalmente esta obra arquitectónica, se le daba gran importancia a


la decoración. Se emplea el yeso, la cerámica de colores y la pintura. Como motivos
decorativos tenemos las lacerías (decoración con motivos geométricos), los atauriques
(decoración con motivos vegetales) y la decoración con cúfica o epigráfica (inscripciones).
En la decoración islámica estaba prohibida la representación de figuras humanas. Se
cubrían los edificios con madera y con estructuras abovedadas. Los edificios más
importantes eran la mezquita o aljama (lugar de oración) y las madrazas (escuelas) donde
se enseñaba el Corán. Presenta abundante decoración (paredes cubiertas de yesería y
cerámica vidriada), el uso de arcos falsos (mera función decorativa, no sostienen nada), el
empleo de arcos exteriores que sostienen la estructura y suelen ser de herradura
apuntados. Las columnas son de fuste cilíndrico muy fino decorado en la parte superior con
anillas y capiteles de mocárabes y vegetales (atauriques), uso de falsas cúpulas de
mocárabes y cubiertas de madera con lacería (esto es más propio de la Alhambra de
Granada).

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