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TEMA 2: LA EDAD MEDIA: AL-ÁNDALUS Y LOS REINOS CRISTIANOS

I. AL-ÁNDALUS
1. Una conquista rápida y fácil (711-714)
En el año 711, un pequeño ejército musulmán dirigido por Tariq, llegó a la Península
como aliado de una de las fracciones visigodas que luchaban por el control del reino
tras la muerte del rey visigodo Wi�za. En la batalla de Guadalete (711) fue derrotado
don Rodrigo, un noble visigodo al que sus par�darios habían proclamado rey. En los
tres años siguientes los musulmanes acabaron dominando la Península, excepto la
cornisa cantábrica.
La rápida expansión se debió a varias causas:

• La debilidad del reino visigodo.


• La mayoría de la nobleza y de los altos cargos del Estado visigodo prefirieron
pactar con el nuevo poder con el fin de conservar sus privilegios.
• La conquista de la Península forma parte de la dinámica expansiva del Islam.
• La indiferencia de la población hispanorromana, les llevó a ofrecer una escasa
resistencia.
• La tolerancia y respeto inicial de los musulmanes hacia la población autóctona
(judíos y cris�anos), a cambio del pago de tributos.
2. Evolución política: los emiratos y el califato de Córdoba
2.1. Emirato dependiente de Damasco (714-756)
Los nuevos territorios conquistados se convir�eron en un emirato, es decir, una
provincia dependiente del Califato Omeya de Damasco, gobernada por un emir y
bau�zada como Al-Ándalus, con capital en Córdoba.
2.2. Emirato independiente (756-929)
En el año 750 se produjo el derrocamiento de la dinas�a Omeya en Damasco. Se inició
así el Califato Abasí que traslada la capital a Bagdad, y emprende una persecución de
los Omeya de la que solo Abd-Al-Rahman I logró escapar. Se refugió en la Península y se
proclamó emir independiente. Esta proclamación significa que se independiza
polí�camente del Califa de Bagdad, aunque sigue reconociendo su autoridad religiosa.
Se realizaron aceifas o razias, campañas militares contra los reinos cris�anos con el
obje�vo de lograr un bo�n de guerra.
2.3. El Califato de Córdoba (929-1031)

En el año 912 accedió al emirato Abd-Al-Rahman III, quien en el 929 se autoproclama


califa, rompiendo sus lazos con Bagdad. El Califato de Córdoba, período de mayor
esplendor económico, polí�co, militar y cultural de Al-Ándalus. Córdoba era la mayor
ciudad de Occidente y Al-Ándalus, la civilización más brillante y avanzada del
momento.
El califa Hixam II (976-1009), debido a su minoría de edad, dejó las riendas del Estado a
su hachib o primer ministro, Almanzor, quién realizó expediciones de cas�go o razias
contra los reinos cris�anos del norte. Almanzor garan�zaba el orden, pero a su muerte
(1002) comienza la decadencia económica, polí�ca y militar. El Califato desapareció en
1031 y Al-Ándalus se fragmentó en numerosos reinos de taifas.
2.4. La crisis del siglo XI: reinos de taifas o imperios africanos
En el año 1031 el Califato de Córdoba quedó fragmentado en pequeños reinos
independientes, reinos de taifas o taifas. Favoreció el avance de los reinos cris�anos y
la imposición de parias (tributos con los que los reinos de taifas compraban la paz y la
protección). Tras la conquista de Toledo (1085) por parte de Alfonso VI, los reinos de
taifas pidieron ayuda a los almorávides, tribus bereberes del norte de África.
La entrada de los Almohades a la Península se inició en 1146. Consiguieron algunos
éxitos iniciales, hasta que una coalición de los reinos cris�anos dirigida por Alfonso VIII
los derrotó en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). En muy pocos años, los
cris�anos fueron recuperando territorios, la excepción del Reino Nazarí de Granada
que permaneció hasta 1492, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos.
3. La sociedad andalusí
La sociedad era muy heterogénea desde el punto de vista étnico y religioso, urbana y la
más desarrollada y avanzada de Europa.
Desde el punto de vista étnico, los conquistadores musulmanes no cons�tuían un
grupo homogéneo, a pesar de que el Islam predica la igualdad entre los creyentes,
dentro de ellos había una importante jerarquía que se traducía en costas de poder.

• Musulmanes.
- En lo más alto estaban los árabes que por proceder a la �erra del Profeta
ocupaban altos cargos de la administración y el ejército.
- Los bereberes, el grupo más numeroso, tenían una posición inferior. Se les
dejó para asentarse las �erras áridas y montañosas donde prac�caban el
pastoreo. Estas diferencias generarían importantes problemas de luchas
sociales.
- Población hispanogoda acabó convir�éndose al Islam y recibieron el nombre
de muladíes. Nobles visigodos que se convir�eron al Islam para mantener sus
propiedades y privilegios.
• No musulmanes o Dimníes. El respeto de los musulmanes por las otras
“religiones de Libro” monoteístas les llevó a prac�car cierta tolerancia religiosa
y permi�eron la existencia de minorías religiosas de cris�anos y judíos.
- Mozárabes: Comunidades cris�anas que mantenían sus Iglesias. Eran muy
numerosos, pero se fueron reduciendo por conversiones al Islam o por la
emigración a los reinos cris�anos.
- Judíos. Muy ac�vos económicamente, vivían en barrios separados, las
juderías. Algunos alcanzaron relevancia polí�ca o social y despuntaron en
ac�vidades comerciales, el préstamo y en algunas profesiones como médicos,
orfebres…
• Esclavos africanos y eslavos, de origen europeo y muy apreciados, una vez
conver�dos al Islam llegarán a ocupar puestos importantes dentro de los
ejércitos de Al-Ándalus.
4. La economía
En Al-Ándalus se desarrolló una economía urbana y de mercado. A diferencia del resto
de Europa donde predominaba una economía cerrada, ruralizada y con un escaso
comercio.
En la agricultura, los grandes la�fundios de origen romano o visigodo siguieron
subsis�endo y se dedicaron fundamentalmente a la producción de cereales, el olivo y
la vid, que experimenta un gran desarrollo a pesar de la prohibición islámica de
consumir vino. Desarrollaron una agricultura irrigada a par�r de la creación de una red
de acequias y la introducción de la noria. Destacan los árboles frutales, el arroz, el
algodón, la caña de azúcar y algunas especies. También destacó la cría de gusanos de
seda.
En las ciudades surgió un importante artesanado. Se desarrolló la artesanía tex�l para
el consumo interno y sobre todo productos de talleres de orfebrería, el trabajo del
cuero, papel, pergamino, armas…
El comercio exterior se realizaba por rutas marí�mas mediterráneas. Los puertos del
sur, Almería, Algeciras y Cádiz se convir�eron en una zona de contacto entre el mundo
islámico, África y la Europa cris�ana.
Una parte del auge de la economía fue gracias al control de las rutas del oro de Sudán.
Los califas centralizaron la emisión de moneda en las cecas: el dinar de oro y el dírhem
de plata.

5. El legado cultural de Al-Ándalus


Al-Ándalus alcanzó un elevado desarrollo cultural y cien�fico, especialmente durante el
período califal. Algunos califas reunieron importantes bibliotecas, crearon una
importante red de escuelas y universidades y fomentaron la inves�gación. Córdoba se
convir�ó en uno de los referentes culturales y cien�ficos del siglo X.
Cul�varon la filoso�a (Averroes), la historia y la geogra�a, la música y la literatura,
donde destacó la poesía. La lengua árabe dejó su impronta en la lengua castellana, que
con�ene un gran número de palabras de esa precedencia.
En el campo cien�fico, islámicos recogieron los conocimientos de autores clásicos y los
trasladaron hasta las bibliotecas andalusíes, impulsando los estudios sobre astronomía,
matemá�cas y medicina.
En cuanto a arte, es en la arquitectura donde el Islam ha dejado sus ejemplos más
caracterís�cos, como la Mezquita de Córdoba, la Giralda o la Alhambra de Granada.
Surgió así un arte hispanoárabe que añadió una serie de elementos específicos.

II. LOS REINOS CRISTIANOS


1. Primeros núcleos cristianos

1.1. Reino astur


Surge en torno a un núcleo de población que, refugiados en las montañas de la cornisa
Cantábrica, ofrecen resistencia a los musulmanes. Dirigidos por un noble, Pelayo,
vencen a los musulmanes en Covadonga (722).
El primer rey fue Alfonso I, considerado por algunos como el fundador del Reino Astur.
Consiguió la unión de cántabros y astures y amplió las fronteras del reino con la
incorporación de Galicia.
El rey Alfonso II estableció la capital del Reino Astur en Oviedo.
Alfonso III inició la repoblación del valle del Duero y trasladó la capital del reino de
León, con lo que éste pasó a denominarse Reino de León.
1.2. Cas�lla
En sus orígenes Cas�lla, era la frontera oriental del reino Astur-Leonés, zona
escasamente poblada y expuesta a los ataques musulmanes por el sur y por el este. La
necesidad de proteger este territorio-frontera obligó a levantar construcciones
defensivas y cas�llos para protegerse de los ataques islámicos. Por eso, a esta zona se
la llamó Cas�ella o “�erra de cas�llos”. Estaba gobernada por condes nombrados por el
rey leonés, pero las distancias que lo separaban de León y la necesidad de defender y
proteger el territorio con sus propios recursos fue aumentando la autonomía de los
condes, hasta que uno de ellos, Fernán González, llegó a proclamar su independencia
(segunda mitad del siglo X).
1.3. Los núcleos pirenaicos
En la región oriental, al sur de los Pirineos, surgen una serie de reinos que forman parte
de la Marca Hispánica, zona fronteriza de carácter defensivo creada por Carlomagno
para proteger su imperio (Imperio Carolingio). Los reinos que surgen aquí �enen en
común sus ansias de autonomía, tanto frente al poder carolingio (norte) como frente a
los musulmanes (sur), luchando, por tanto, en un doble frente. Todos ellos están
gobernados por condes que rinden vasallaje al emperador carolingio. Surgen el reino
de Pamplona, reino de Aragón y Condados Catalanes.
1.3.1. Reino de Pamplona
A principios del siglo XI, Sancho III el Mayor se convierte en el monarca hegemónico de
los reinos cris�anos al dominar el Condado de Aragón y el Condado de Cas�lla. A su
muerte, dividió el reino entre sus hijos.
1.3.2. Aragón
Está integrado por una serie de condados (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) vinculados al
Imperio Carolingio hasta el siglo IX, cuando un conde, consigue su independencia.

1.3.3. Los Condados Catalanes


Vifredo el Velloso, conde de Barcelona, consigue la unificación de casi todos los
condados bajo su mando y los declara hereditarios. Borrell II, aprovechando el fin de la
dinas�a carolingia, deja de prestar homenaje a la nueva dinas�a de reyes francos, los
Capetos, iniciando la independencia de los condados catalanes.
2. Evolución de los Reinos Peninsulares

• A la muerte de Sancho III, Cas�lla y Aragón se convierten en reinos.


• Aragón y Cataluña se unirán en 1137, al contraer matrimonio el conde catalán
con la princesa de Aragón. Surge así la Corona de Aragón.
• En 1143 surge el reino independiente de Portugal, al proclamarse rey el conde
Alfonso Enríquez.
• Cas�lla y León se unirán defini�vamente en 1230, con Fernando III. Es ahora
cuando nace la Corona de Cas�lla.
Al finalizar el siglo XIII, los reinos cris�anos abarcaban ya todo el territorio peninsular,
con la excepción del Reino Nazarí de Granada, con una división polí�ca que se
mantendrá hasta el principio de la Edad Moderna: Corona de Cas�lla, Corona de
Aragón, Portugal y Navarra.
3. La Reconquista
3.1. Definición
Se en�ende por Reconquista el proceso de ocupación militar de los territorios
musulmanes de la Península Ibérica, por parte de los cris�anos, entre los siglos VIII y
XV.
Sobre el comienzo de la Reconquista, también hay discrepancias. Para algunos autores,
se inicia en el siglo VIII, cuando empiezan a construirse los primeros núcleos cris�anos,
si bien en estos primeros momentos, el valle del Duero, que estaban prác�camente
desiertos. Es por ello que otros muchos autores prefieren considerar el inicio de la
Reconquista en el siglo XI, cuando el declive militar a los cris�anos les permite avanzar
hacia el sur, ocupando territorios que habían pertenecido a Al-Ándalus.
3.2. Fases de la Reconquista
3.2.1. Siglos VIII al X
Hasta el siglo X, los cris�anos sólo ocuparon territorios vacíos en la cuenca del Duero y
la hegemonía de Al-Ándalus fue incues�onable. Los Reinos Cris�ano sufrieron aceifas,
viéndose obligados a pagar tributos.
3.2.2. Siglos XI al XII
El avance reconquistador de los cris�anos está mo�vado por el debilitamiento del
califato cordobés (1031) y la fragmentación de Al-Ándalus en pequeños reinos de
taifas. En 1085, Alfonso VI, reconquistó la an�gua capital del reino visigodo, Toledo. Fue
la primera gran ciudad que los cris�anos arrebataban a los musulmanes. La alarma que
suscitó entre los reinos de taifas llevó a la llamada a los almorávides. Su presencia
frenó el avance reconquistador de Cas�lla tras una victoria en la batalla de Sagrajas.
Los reyes de Aragón llegaban hasta el valle medio del Ebro, con la conquista de
Zaragoza, que concluiría con el valle bajo del Ebro (Tortosa).
En la segunda mitad del siglo XII hacen su aparición las Órdenes Militares de Calatrava,
San�ago y Alcántara y Montesa. Los monarcas les encomendaban la defensa de las
regiones fronterizas, más vulnerables.
3.2.3. Siglo XIII
En la primera mitad del siglo XIII asis�mos al hundimiento defini�vo del poder
musulmán y una espectacular expansión cris�ana. Un numeroso ejército, dirigido por
los reyes de Cas�lla, Aragón y Navarra, con la par�cipación de las Órdenes Militares,
derrotó a los almohades en la decisiva batalla de Las Navas de Tolosa (1212). A par�r
de aquí, el avance cris�ano fue imparable. Fernando III “El Santo”, llevará a cabo una
expansión extraordinaria reconquistando Córdoba, Jaén y Sevilla en 1248. Su hijo
Alfonso incorporó el reino de Murcia y la conquista de la Baja Andalucía.
En la Corona de Aragón, Jaime I ocupó las islas Baleares y el reino de Valencia.
Como resultado, desde finales del siglo XIII, el único territorio musulmán que pervivirá
en la zona de expansión castellana será el Reino Nazarí de Granada.
4. La Repoblación
4.1. Definición
La repoblación es un proceso estrechamente unido a la Reconquista, mediante la cual
los reinos cris�anos de la Península Ibérica asientan a pobladores en las �erras ganadas
a los musulmanes para ponerlas en explotación y garan�zar la defensa de los territorios
conquistados.
4.2. Modelos de repoblación
4.2.1. La “presura” o “aprisio”
Entre los siglos VIII y X, al principio de la reconquista. Consis�a en la simple ocupación
de un lote de �erra, ya que según el derecho romano, quien cul�vaba un terreno
despoblado se conver�a en su propietario. En el norte peninsular, valle del Duero y
zonas próximas a los Pirineos, despoblados, y configuró un modelo de pequeña y
mediana propiedad.

4.2.2. La Repoblación concejil


Entre los siglos XI y XII se llevó a cabo la llamada repoblación concejil en las zonas
comprendidas entre el Duero y los Montes de Toledo en Cas�lla y León, y el valle del
Ebro en el este peninsular. Consis�a en dividir el territorio en concejos integrados por
�erras y una ciudad o villa en la que se asentaban los pobladores y los representantes
del poder real. El rey otorgaba a la cuidad un “fuero” o carta puebla, un documento en
el que se recogían una serie de privilegios y libertades para atraer a pobladores.
A los nuevos pobladores se les concedía �erras de cul�vo que, al cabo de unos años,
pasaban a ser de su propiedad. Se fue configurando, así, una mediana propiedad libre.
4.2.3. Las órdenes militares
En la primera mitad del siglo XIII los protagonistas de la repoblación serán las Órdenes
Militares, ins�tuciones de monjes-guerreros que surgen en Tierra Santa para luchar
contra el Islam y que se instalaron también en España, par�cipando en la reconquista
de �erras entre el valle del Tajo y el Guadiana, altos valles del Turia y Júcar, y Teruel.
Por todo ello recibieron extensas propiedades a cambio de la defensa del territorio,
con lo que se van configurando grandes la�fundios.
4.2.4. Los repar�mientos
En la segunda mitad del siglo XIII se repuebla el valle del Guadalquivir y el litoral
levan�no, aquí la forma �pica fue el repar�miento: tres la conquista de las ciudades se
hacía inventario y se repar�a entre los que habían par�cipado en la conquista en lotes
cuyo valor y tamaño estaba en función del rango social de quien los recibía. El
resultado fue la creación de grandes la�fundios en poder de la nobleza, las Órdenes
Militares y la Iglesia.
5. Organización política de los reinos cristianos

5.1. El nacimiento de las Cortes


El organismo más importante era la Curia Regia, un consejo integrado por miembros de
la nobleza y el clero, que ayudaba al rey en las tareas del gobierno. A par�r del siglo XII
surgieron las Cortes, cuando en las reuniones extraordinarias de la Curia Regia se
integró también a los burgueses, en representación de las ciudades. En estas
convocatorias sus par�cipantes se agrupaban en función de los tres estamentos
medievales o brazos: la nobleza, el clero y el estado llano o ciudades. Cada uno de ellos
deliberaba por separado.
Las Cortes eran convocadas por el rey; su principal come�do era atender a las
consultas del monarca en asuntos de especial importancia y votar los subsidios o
impuestos extraordinarios que solicitaba el rey. A cambio, éste se comprome�a a tener
en cuenta las pe�ciones de los estamentos.
Las primeras Cortes se celebraron en el reino de León en 1188. Las Cortes de Cas�lla y
León se fusionaron tras la unión de ambos reinos en 1230, pero en la Corona de
Aragón se mantuvieron separadas las Cortes de Aragón, Cataluña y Valencia, lo que
daba al conjunto un carácter confederal.
5.2. Autoritarismo frente a pac�smo
5.2.1. El modelo autoritario
En la Corona de Cas�lla, la autoridad de la monarquía se fortaleció de modo
considerable. A ello contribuyó la difusión de teorías que, defendían la supremacía
absoluta del rey, cuyo poder se consideraba de origen divino y solo era responsable de
sus actos nate Dios. Por ello, el rey ejercía su poder sin limitaciones y sin contar con las
Cortes, que vieron reducidas sus funciones a tareas puramente consul�vas.
5.2.2. El modelo pac�sta
En la Corona de Aragón se implantó un modelo polí�co diferente al castellano;
conocido como modelo pac�sta. El rey se comprome�a a respetar las leyes (fueros),
ins�tuciones y costumbres de cada uno de estos reinos antes de ser inves�do.
Las Cortes tuvieron un protagonismo importante a la hora de proponer y aprobar leyes,
ya que tuvieron siempre presente la defensa de sus intereses y el rey no podía legislar
sin ellas: las Cortes hacían propuestas legisla�vas y pe�ciones al rey y a cambio
aprobaban los subsidios económicos que solicitaba la monarquía. Además, el rey se
comprome�a a convocarlas regularmente. Se habla de pac�smo porque es forma de
gobierno provenía supuestamente de un pacto o acuerdo tác�co del rey con sus
súbditos.
6. El régimen señorial y la sociedad estamental
6.1. El régimen señorial
Como en el resto de Europa, entre los siglos VIII y XIII se va configurando una sociedad
feudo-vasallá�ca, basada en la existencia de unos vínculos de dependencia de un noble
-vasallo- hacia otro noble de categoría superior o el rey -señor- a cambio de un
beneficio económico.
La debilidad económica de los reyes en esta época, les llevó a solicitar servicios
económicos y militares a nobles y eclesiás�cos, a cambio de otorgarles señoríos
territoriales para su explotación económica; cuando estos señoríos llevaban aparejados
unos derechos, poder o autoridad sobre la población allí asentada se conver�an en
señoríos jurisdiccionales y los nobles ejercían un control del territorio en nombre del
rey. Así, el señor podía recaudar impuestos o impar�r jus�cia, funciones hasta ahora
propias del monarca (por el llamado privilegio de inmunidad, los señores obtenían la
garan�a de que los agentes del rey no intervendrían en el territorio).
Por otra parte, con el avance de la reconquista, los campesinos vieron la necesidad de
ponerse bajo la protección de los señores a cambio de entregarles sus �erras. En otras
ocasiones, eran las deudas contraídas las que obligaban a los campesinos a ceder sus
�erras a los señores.
6.2. La sociedad estamental
La sociedad feudal era una sociedad fuertemente jerarquizada, dividida en tres
estamentos (nobleza, clero y estado llano). La nobleza y el clero disponían de
privilegios fiscales, sociales y jurídicos y el pueblo llano abarcaba la mayor parte de la
población carente de privilegios.

• Los estamentos privilegiados, nobleza y clero, eran los propietarios de la mayor


parte de las �erras, estaban exentos del pago de impuestos y eran juzgados por
leyes y tribunales especiales.
- Dentro de la nobleza había que dis�nguir entre la alta nobleza, o aristocracia,
con grandes riquezas patrimoniales, y la baja nobleza. Con el �empo, la nobleza
consiguió consolidar su posición social al ins�tuirse el mayorazgo, que impedía
la división del patrimonio, obligando a su transmisión integra a uno de los
herederos, generalmente el primogénito.
• En la base se encontraba el llamado estado llano:
- Campesinos, que cons�tuían la mayoría de la población.
- Artesanos, comerciantes y trabajadores urbanos.
- La burguesía se va cons�tuyendo a par�r del desarrollo urbano del siglo XII.
Enriquecida por la prác�ca del comercio, ostentará el poder económico, polí�co
y social de las ciudades y cons�tuirá el patriarcado urbano. Todos estos grupos
tenían en común la obligación de pagar impuestos.
• Los judíos y los mudéjares:
- Los judíos vivían en unos barrios específicos (juderías o aljamas) y se
dedicaban a la artesanía y al comercio. Gozaron de la protección de los
numerosos monarcas a cambio de sus servicios administra�vos y financieros,
además de ser, en algunos casos, médicos de reconocido pres�gio. La hos�lidad
popular hacia los judíos fue creciendo a par�r del siglo XIII por la posición de la
Iglesia contra ellos, también por la envidia que suscitaba su enriquecimiento y
por su papel de recaudadores de impuestos.
- Los mudéjares, musulmanes en territorio cris�ano, se dedicaron a la
agricultura y a la artesanía, cons�tuían una mano de obra cualificada y se
localizaban principalmente en Valencia, Murcia y sur del Tajo.

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