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LA EMPRESA Y EL EMPRESARIO

INTRODUCCIÓN
La empresa es una institución fundamental de la economía de mercado, sistema económico
imperante en la mayoría de los países y, en concreto, en los más desarrollados
económicamente.
La principal función de la empresa es la de producir los bienes y servicios necesarios para
satisfacer las necesidades humanas, pero además de ésta cumple otras funciones de gran
importancia para el funcionamiento del sistema económico.La función de dirigir y hacer
funcionar la empresa corresponde al empresario. Los conceptos de empresa y empresario se
encuentran, así, profundamente interrelacionados y se hace difícil analizar uno sin tener en
cuenta el otro.
La noción de empresa y de empresario ha ido variando a lo largo del tiempo. El estudio de
todos los temas relacionados con la actividad empresarial ha adquirido una especial relevancia
en los últimos años. Sin embargo, la empresa representa una realidad económica y social muy
compleja y rica en matices, por lo que es difícil acercarse a ella desde una sola perspectiva.

1. LA EMPRESA COMO REALIDAD ECONÓMICA


La empresa es una realidad económica que constituye uno de los pilares fundamentales del
sistema económico en la actualidad. Tanto es así, que en muchas ocasiones al sistema de
economía de mercado, dominante en los países más desarrollados, se le conoce también como
sistema de libre empresa.
Al considerar las funciones que realiza, se pone de manifiesto la importancia de la empresa
como unidad económica de producción de bienes y servicios, de forma que la actividad
productiva de un país está compuesta por la suma de las actividades productivas de todas las
empresas integradas en él. De esta manera, la satisfacción de las necesidades materiales de la
sociedad se consigue gracias a la oferta de bienes y servicios que se producen a través de las
empresas.
La empresa tiene, además, una importante dimensión social pues crea empleo, abastece a la
población y genera riqueza. En la empresa pasan los hombres y las mujeres una gran parte de
su vida y de ella obtienen los recursos necesarios para su subsistencia. La gran mayoría de la
población ocupada desarrolla su actividad por cuenta ajena, en empresas o en la
Administración Pública.
Esta relación de dependencia también tiene sus costes sociales. En épocas de crisis económica,
como la actual, cuando se reduce la actividad empresarial y disminuyen los puestos de trabajo
en las empresas, se disparan los niveles de desempleo con las secuelas sociales y personales
correspondientes.
La empresa es, así mismo, una institución transcendental de la vida moderna, al ser la
impulsora de las grandes innovaciones que posibilitan el desarrollo económico. La empresa
representa, por ello, el motor del sistema económico.

Mediante la utilización de medios técnicos cada vez más sofisticados y la aplicación de un


sinfín de innovaciones, incrementa constantemente la productividad, multiplicando el número
de productos puestos a disposición de los consumidores y elevando, de esta forma, su nivel de
vida. Hay que destacar que también esta faceta puede generar unos costes sociales de tipo
ecológico y cultural.

Explicar una realidad tan diversa, cambiante y compleja como la empresa presenta grandes
dificultades. En ella se plantean problemas tecnológicos, sociales, psicológicos, económicos y

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de la más diversa índole. Desde cada aspecto que se la considere, dará lugar a una definición
diferente.
De hecho, al ser la empresa una realidad social, evidente para todo el mundo, cualquier
persona tiene su idea de lo que es la empresa. Sin embargo, si se les preguntara por una
definición, es muy posible que las respuestas fueran en cierta manera diferentes.
Normalmente aparecerían los distintos aspectos que componen la naturaleza de esta
institución. Unos destacarían el aspecto productivo, otros el financiero, otros el jurídico, otros
el social y así sucesivamente.

2. CONCEPTO DE EMPRESA
El término empresa tiene varías acepciones en el Diccionario de la Lengua Española. En primer
lugar:
"Acción ardua y dificultosa que valerosamente se comienza."
Se destaca el carácter de aventura con riesgo que conlleva iniciar una empresa y resalta la
personalidad emprendedora de quien la lleva a cabo.

Adoptando una óptica más económica, aparece:


''Entidad integrada por el capital y el trabajo, como factores de producción y dedicada a
actividades industriales, mercantiles y de prestación de servicios, con fines lucrativos y con la
consiguiente responsabilidad."
Esta definición ya presenta algunos de los principales elementos que integran el concepto de
empresa. Sin embargo, al ser ésta el objeto material de varias disciplinas, cada una de ellas va
a ofrecer definiciones diferentes haciendo especial hincapié en alguna faceta determinada.

Desde nuestra perspectiva vamos a definir la empresa como:


Sistema en el que se coordinan factores de producción, financiación y marketing para obtener
sus fines.

De esta definición se deducen las principales características de toda empresa:


• La empresa es un conjunto de factores de producción, entendiendo como tales los
elementos necesarios para producir (bienes naturales o semielaborados, factor trabajo,
maquinaria y otros bienes de capital). Factores mercadotécnicos o comerciales, pues los
productos no se venden por sí mismos. Factores financieros, pues, para realizar las otras
tareas, es preciso efectuar inversiones y éstas han de ser financiadas de algún modo.

• Toda empresa tiene fines u objetivos que constituyen la propia razón de su existencia. Estos
fines, en la economía de mercado, se han asociado tradicionalmente a la obtención del
máximo beneficio. En la actualidad, como consecuencia del incremento de la complejidad del
entorno económico y de la propia empresa, se puede decir que ésta persigue un abanico más
amplío de objetivos.

• Los distintos factores que integran la empresa se encuentran coordinados para alcanzar sus
fines. Sin esta coordinación la empresa no existiría; se trataría de un mero grupo de elementos
sin conexión entre sí y, por tanto, incapaces de lograr objetivo alguno.

• Esta coordinación hacía un fin la realiza otro factor empresarial que es la administración o
dirección de la empresa. El factor directivo planifica la consecución de los objetivos, organiza
los factores, se encarga de que las decisiones se ejecuten y controla las posibles desviaciones
entre los resultados obtenidos y los deseados. En definitiva este factor se encarga de unir los
esfuerzos para conseguir los objetivos globales del sistema empresarial.

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• La empresa es un sistema. Un sistema es un conjunto de elementos o subsistemas.
interrelacionados entre sí y con el sistema global, que trata de alcanzar ciertos objetivos.
Evidentemente de lo reseñado anteriormente se deduce que la empresa es un sistema.

3. FUNCIONAMIENTO DE LA EMPRESA
Desde el punto de vista descriptivo del funcionamiento de la empresa, la definición
anteriormente expresada la podemos concretar en el conjunto de actividades realizadas por el
empresario para la producción y distribución de bienes o servicios para obtener un cierto
beneficio.

Para llevar a cabo las actividades de producción y distribución la empresa ha de disponer de


los factores productivos, humanos y financieros, citados anteriormente. Se necesita adquirir
las materias primas o materiales necesarios, disponer de unas instalaciones en las que realizar
la actividad, contar con la maquinaria adecuada para que pueda ser utilizada por personal
cualificado.
Los materiales tienen que estar disponibles para su utilización en el proceso productivo y los
productos terminados a disposición de los clientes, para ello se necesitan almacenes, que
corrijan los posibles desajustes entre los flujos de entrada y salida.
El proceso productivo requiere una determinada tecnología que permita realizar las
transformaciones necesarias. Esta tecnología en algunos casos se puede adquirir o viene
incorporada a los equipos productivos, en otros, tiene que ser desarrollada por la propia
empresa. La venta de los productos terminados, requiere, a su vez. la promoción y distribución
física de los productos.
Las distintas operaciones son realizadas a través de las distintas áreas funcionales de:
producción, marketing, recursos humanos, investigación y desarrollo, financiación...
Todas estas actividades originan los flujos reales de bienes y servicios que se producen en la
empresa. Básicamente se corresponden con el siguiente esquema:

EMPRESA Mercado
Mercado Aprovisionamiento Distribución de
de de Factores de productos
Transformación productos
factores
(Tecnología y (bienes y
(N,T,K) Pagos Cobros
recursos humanos) servicios)

Los flujos reales originan a su vez flujos financieros de dinero. La empresa adquiere los
factores productivos, humanos y de mercadotecnia en el mercado de factores. Estas
adquisiciones pueden adoptar distintas formas como compra, alquiler, leasing o contratación
de personal que requieren una salida de dinero en forma de pagos. La venta de los productos
genera una corriente de entradas de dinero en forma de cobros.

Se necesita disponer, por lo tanto, de unos recursos financieros iniciales que permitan hacer
frente a los pagos de los factores hasta que se reciban los cobros e incluso, dentro de las
actividades normales, para hacer frente a los posibles desajustes que se produzcan entre
cobros y pagos.

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Una parte de los recursos financieros suele ser aportada por los propietarios y se les denomina
recursos propios porque no tienen que ser devueltos por la empresa. su remuneración se
produce vía beneficios.

La otra parte, denominada recursos ajenos, se obtiene en el mercado financiero en forma de


créditos o prestamos y supone una deuda para la empresa, que la tiene que ir devolviendo en
los plazos estipulados, con los ingresos que genere a través de la venta de sus productos.

La venta de los productos debe generar, por consecuencia, ingresos suficientes para hacer
frente a los gastos originados por la producción y distribución, tanto los corrientes como los de
inversión (se incluyen aquí los intereses y amortización de deudas), y originar un excedente
que permita remunerar al empresario y al capital aportado por los propietarios.

Organización
Los diferentes factores y actividades o funciones de la empresa necesitan ser coordinados a
través de una estructura organizativa, en la que se establezcan las diversas áreas o niveles
jerárquicos de la organización.
A través de esta estructura, que puede adoptar distintas configuraciones, se organizan las
funciones a realizar, se establecen las relaciones entre los diversos elementos de la
organización y se formalizan los flujos de autoridad, determinando los distintos niveles de
decisiones.
Mediante la organización se busca lograr la coordinación que permita encaminar todas las
actividades en la misma dirección en busca de los objetivos comunes definidos en la empresa.

Dirección
Esta coordinación se consigue a través de la función de dirección, representada por el
estamento superior de la cadena jerárquica que se encarga de tomar las decisiones
estratégicas de la empresa mediante la planificación, organización, gestión y control de las
actividades.

Sistema de información
Para tomar decisiones se necesita disponer de una información lo más completa y elaborada
posible. Habrá que diseñar y establecer, por lo tanto, un sistema de información que facilite la
toma de decisiones de la dirección.
Cuanto más grande y compleja sea la organización, tanto más se necesita preparar y hacer
circular la información.
En una pequeña empresa dirigida por su propietario, éste podrá centralizar y tener acceso
directo a una gran parte de la información, pero en una gran empresa con una estructura
organizativa descentralizada, la información debe circular en sentido ascendente y
descendente para que la alta dirección pueda realizar sus funciones de planificación y control y
las unidades operativas puedan desarrollar sus actividades en sus diferentes áreas funcionales.
En los diferentes bloques temáticos se van a desarrollar en profundidad las cuestiones
relacionadas con la dirección y toma de decisiones, la organización, las áreas funcionales y el
sistema de información contable.

4. LOS ELEMENTOS DE LA EMPRESA


Para realizar sus funciones la empresa requiere de una serie de factores. Estos factores pueden
ser muy numerosos pero se pueden agrupar en:
 Elemento material
 Elemento humano
 La organización
 El entorno

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Elemento material (capital instrumental)
Está constituido por los denominados factores pasivos de la producción, el conjunto de bienes
y derechos que constituye el patrimonio de la empresa. Desde este punto de vista, le supone a
la empresa realizar una acumulación de capital para la producción y esto le implica establecer
una relación con el mercado de capitales. Se compone de:

 Capital fijo. Integrado por aquellos elementos que van a permanecer largo tiempo en la
empresa y que son necesarios para que ésta desarrolle sus actividades como, por ejemplo,
las instalaciones, los bienes de equipo, la maquinaria o los ordenadores entre otros.
También se incluyen los derechos relativos a las patentes, aplicaciones informáticas o
marcas. En general, activos intangibles de larga duración. Hay que destacar aquí la
importancia de la tecnología. El rápido cambio tecnológico obliga a las empresas a
incorporar las innovaciones con suma rapidez para evitar quedarse obsoletas.
 Capital circulante: Es todo el capital que se renueva cada ejercicio y que depende del ciclo
de explotación o de producción: las materias primas y los productos terminados y en
curso.
 Capital financiero. Recursos financieros líquidos que componen la tesorería de la empresa.

El elemento humano
Es el elemento activo de la producción. Está formado por las personas que aportan su trabajo a
la empresa. Se pueden establecer tres grupos:
 Los trabajadores o empleados. Personas que ofrecen su fuerza laboral y sus conocimientos
a la empresa y reciben a cambio un salario, pactado contractualmente con la empresa.
Dentro de este grupo se podrían considerar multitud de categorías diferentes.
 El empresario. Persona o conjunto de personas que asumen la responsabilidad y dirección
del proceso productivo y. por consiguiente la gestión empresarial.
 Los propietarios. En el caso de que no coincidan con la figura del empresario,
normalmente en las grandes empresas. Pueden ser propietarios con ánimo de control de
la empresa o simples inversores financieros.

La organización
Cada vez cobra mayor importancia en la empresa los elementos inmateriales que no tienen
soporte físico, como es la buena organización en la empresa, la imagen pública (es decir, la que
tienen los consumidores y la sociedad sobre la empresa ),...
La organización es la combinación de los factores pasivos y de los factores activos para la
consecución de un fin., según una estructura determinada. La estructura organizativa la define
el empresario y le permite coordinar todos los factores y dirigir la producción.

Como se ha visto en el epígrafe anterior, se establecen unas relaciones de autoridad, jerarquía


y comunicación. Los distintos elementos que hacen de una empresa una organización serian
los siguientes:
 Un fin común, que permita integrar los objetivos individuales de los participantes.
Evidentemente cada participante tiene sus intereses que pueden ser distintos e incluso
opuestos a los de otros participantes, sin embargo, la organización como tal debe tener su
propio objetivo, que además permita satisfacer los de sus miembros.
 Combinación de hombres y medios, que permitan la realización de un esfuerzo conjunto
para la consecución del objetivo propuesto.
 Sistema de relaciones. Para alcanzar el objetivo es necesario dividir las funciones o tareas a
realizar entre las distintas personas.

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El entorno
La empresa desarrolla su actividad en el entorno que le rodea, este contexto es para algunos
autores un elemento más de la empresa, pero realmente está en el exterior de la misma.

En principio, el entorno es todo aquello que le es ajeno a la empresa como organización. Pero
la empresa no vive aislada, sino que por el contrario vive inmersa en un conjunto de normas y
relaciones que condicionan el desarrollo de su actividad, esta estrecha relación se establece
con los clientes, los proveedores o las autoridades económicas.

5. LOS OBJETIVOS EN LA EMPRESA.


Toda empresa tiene un objeto o finalidad, es decir, nace para hacer aquello que pretenden sus
promotores.
Definimos objetivo como el fin definido y perseguido intencionadamente al que se espera
llegar en un futuro.

Tiene una doble función:


- Guiar las acciones a emprender.
- Medir el grado en que la empresa se acerca a lo que pretendía.

Cada uno de los colectivos que constituyen la empresa tiene diferentes objetivos, que pueden
o no ser compartidos por el resto de los miembros de la empresa. Como éstos objetivos
normalmente son incompatibles entre si, es necesario fijar un objetivo general de la empresa.

La teoría clásica señala como el principal objetivo el obtener el máximo beneficio, pero el
pensamiento actual propone como objetivos finales de la empresa: la supervivencia de la
misma, el crecimiento ( aumentar la cuota de mercado o el volumen de ventas), la
productividad ( mayor rendimiento del trabajador o de la máquina, aumento de la
producción), objetivos financieros ( disminuir el nivel de endeudamiento, aumentar el
rendimiento de los capitales invertidos, aumentar o disminuir la tesorería), el beneficio
suficiente, obtener una rentabilidad....., o incluso objetivos sociales.
Otro de los objetivos de la empresa que se plantea con la finalidad de ser más competitiva, es
optimizar al máximo la cadena de valor. La cadena de valor es un análisis de la empresa que
desagrega su actividad global en diferentes partes, con el objetivo de identificar fuentes de
ventajas competitivas en actividades que generan valor y posteriormente rentabilizarlas lo
máximo posible reduciendo lo superfluo.

Existen varios niveles de objetivos en la empresa, entre los que existe una estrecha conexión:
1- Objetivos estratégicos: Son los objetivos generales de la organización, fundamentales o
básicos a los que la empresa quiere tender en un futuro, son por lo tanto definidos a largo
plazo.

2- Objetivos estructurales: Son aquellos que van a realizarse para la consecución de los
objetivos estratégicos. Tratan sobre los factores estructurales, productivos, políticas de
financiación.... Persiguen modificar los soportes permanentes o naturaleza fija de la
organización. Se establecen en el medio y largo plazo.

3- Objetivos operativos: Se toman a corto plazo y se relacionan con las tareas específicas que
tienen lugar en el desarrollo diario y normal de la actividad, y encaminadas a conseguir que el
proceso productivo se lleve a cabo de manera efectiva y eficiente, para asegurar el
cumplimiento de los objetivos estructurales y estratégicos.

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6. FUNCIONES DE LAS EMPRESAS
Para conseguir sus fines y alcanzar los objetivos marcados, las empresas deben realizar
diferentes actividades que permanecen a lo largo del tiempo; estas actividades son el producto
de una serie de funciones que realizan distintas áreas de la empresa, susceptibles de
organizarse de formas diversas. Entre las funciones más comunes de las empresas podemos
distinguir:

 Función de compras o de aprovisionamiento de materias primas, de productos


semiterminados o de productos terminados, según se trate de una empresa de fabricación
o de distribución.
 Función de producción. Consiste en transformar las materias primas o los productos
semiterminados en aquellos bienes que comercializa la empresa.
 Función comercial o de distribución. Toda empresa está dirigida al mercado que adquiere
sus productos o servicios y proporciona las rentas que la hacen viable económicamente.
 Función de recursos humanos o de personal. Abarca todo lo relativo a la selección,
gestión y administración del personal que presta sus servicios en la empresa. Esta función
es imprescindible cualquiera que sea la actividad, ya que es inconcebible una empresa sin
los recursos humanos que la hagan posible.
 Función financiera. Toda empresa necesita fondos para pagar los gastos corrientes de su
actividad y para adquirir los bienes que componen su activo, desde las mercancías con que
comercia hasta los inmuebles donde desarrolla su actividad. La obtención y la
diversificación de dichos fondos, a un coste que permita la rentabilidad de la organización,
constituye la función financiera de la empresa.
 Función de investigación y desarrollo. A medida que aumenta la competencia entre las
empresas, se otorga mayor importancia a la investigación, tanto tecnológica como
comercial. No obstante, todavía existen numerosas empresas que conceden poca
importancia a esta función, clave para el desarrollo futuro de estas organizaciones.
 Función de dirección: consiste en realizar funciones de gobierno, dar instrucciones y
establecer los criterios convenientes para la consecución de los objetivos marcados. Toma
decisiones sobre la empresa, mediante la planificación, organización, gestión y control de
las actividades.
 Función contable: Se orienta hacia el apoyo de la gestión o dirección, mediante la creación
de un sistema que suministre datos fiables para la toma de decisiones por la dirección de
la empresa.
 Función de administración: recibe, registra, ordena, emite y archiva documentación
relacionada con el interior y el exterior de la empresa.
No todas las empresas tienen que tener estas funciones, las funciones y las áreas de actividad
que necesite la empresa dependen de varios factores como el tamaño, ubicación, actividad
que desarrolla (empresas industriales o comerciales), plantilla....

7. CLASES DE EMPRESAS
La variedad de empresas es ingente y se pueden utilizar otra gran cantidad de criterios para
clasificarlas. Existen ciertos principios, leyes, o criterios que son aplicables a todas las
empresas. Junto a ellos, evidentemente aparecen peculiaridades para cada tipo de empresa e
incluso para cada empresa, según la situación en que se encuentre y la contingencia que se le
presente. De entre ellos destacaremos los siguientes criterios:

a) Según su tamaño. Se distingue entre empresas de pequeño tamaño, empresas medianas y


grandes empresas. Además de estas categorías se suele hablar de las PYMES (pequeñas y
medianas empresas) y de las empresas multinacionales.
No existe un acuerdo generalizado sobre los criterios para medir el tamaño de las empresas, ni
sobre las dimensiones que han de tener las empresas para pertenecer a una u otra clase,

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depende de muchas circunstancias. Así por ejemplo, una pequeña empresa estadounidense
podría ser una empresa mediana o grande en España. Los principales indicadores que se
utilizan son:

• Volumen de ventas o facturación (ingresos obtenidos por ventas).


• Tamaño del capital propio.
• Nivel tecnológico.
• Número de trabajadores

b) Según el sector económico o actividad en el que ejercen su actividad: primario, secundario.


terciario. Dentro de cada uno de ellos pueden establecerse distintas clasificaciones
dependiendo del nivel de desagregación que se utilice.
• Empresas primarias. Aquéllas cuya materia prima principal es una parte de la naturaleza y
cuyo proceso de producción consiste en fomentar el desarrollo natural de ese elemento para
comercializarlo. Pertenecen a este sector las empresas agrícolas y ganaderas.
• Empresas secundarias. Realizan procesos técnicos de transformación a las materias primas
para obtener los productos. Dependiendo de la materia prima a transformar se clasifican en
distintas ramas o subsectores de actividad.
• Empresas terciarias. Aquéllas cuya función fundamental es la prestación de un servicio. Se
caracterizan porque no realizan labores técnicas de transformación.
c) Según el ámbito de su actuación se distingue entre empresas locales, provinciales,
regionales, nacionales y multinacionales.

d) Según su función básica pueden ser:


• Empresas productoras. Aquéllas que su función de producción implica la transformación de
materias primas en productos.
• Empresas comerciales. Su tarea fundamental es la de favorecer las relaciones de
intercambio, sin dedicarse a la transformación.

e) Según la forma jurídica


Una de las grandes interrogantes de empresarios nacionales e internacionales, además de
emprendedores peruanos es qué tipo de empresa o negocio es conveniente abrir en el Perú,
esto si tomamos en cuenta factores como la oferta, demanda y la economía actual. Antes de
formar una empresa del rubro gastronómico, textil, informático o de cualquier otra área, es
necesario tomar en cuenta una consideración trascendente al momento de su constitución:
tener en claro el tipo de compañía a desarrollar. A continuación, presentamos 6 tipos de
empresas que puedes abrir en el Perú.

Empresa Unipersonal
Mayormente utilizada en pequeños proyectos empresariales cuyas principales fuentes de
ingresos son el trabajo y el capital invertido. El titular es una persona natural encargada del
desarrollo de toda la actividad comercial y financiera, es decir, una persona que, con sus
ingresos personales, deberá responder a las deudas que pueda tener la empresa. Con respecto
a los tributos, las empresas unipersonales se registran en el Régimen Único Simplificado (RUS).
Ejemplos: pequeñas empresas, bodegas, cabinas de internet, etc.

Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.)


Tipo de sociedad que permite que una empresa pueda iniciar actividades de forma individual,
utilizando un RUC y un patrimonio distinto al propio. En una E.I.R.L. la responsabilidad queda
limitada al capital que el dueño haya incorporado a la sociedad, quedando totalmente
separado el patrimonio de la empresa, del patrimonio personal del titular. Después de creada
una Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, solo podrán ser incorporados nuevos

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socios si esta se transforma en una Sociedad por Acciones o una Sociedad de Responsabilidad
Limitada.

Sociedad Anónima (S.A.)


Corresponde a una persona jurídica de derecho privado con naturaleza comercial o mercantil.
Se constituye en un solo acto por sus socios fundadores, posee responsabilidad limitada, es
decir ninguno de los socios tiene la obligación de responder con su patrimonio a posibles
deudas de la empresa. Su capital está representado por acciones nominativas, las cuales se
constituyen por el aporte de los socios, que pueden ser bienes monetarios o no monetarios. La
sociedad puede ser abierta o cerrada.

Sociedad Anónima Abierta (S.A.A.)


Como su nombre lo indica, sus acciones permanecen abiertas y pueden ser adquiridas por
personas que vean pertinente invertir y así convertirse en socios accionistas. Una Sociedad
Anónima es abierta cuando tiene más de 750 accionistas, cuando más del 35% de sus acciones
pertenecen a 175 socios o más y cuando todos sus socios con derecho a voto deciden tomar
dicha denominación.

Sociedad Anónima Cerrada (S.A.C.)


Este tipo de empresa se da cuando el número de sus accionistas no supera las 20 personas y
sus acciones no están inscritas en el Registro Público del Mercado de Valores. Las acciones
permanecerán con los socios de forma permanente.

Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada (S.R.L.)


En la Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada el capital se divide en participaciones
iguales, acumulables e indivisibles, que no pueden ser incorporadas en forma de título valores,
ni llamarse “acciones”. Los socios no pueden ser más de 20 y no responden con su patrimonio
personal por posibles deudas de la empresa.

f) Por la propiedad o titularidad del capital social pueden ser:


• Empresa privada, cuyo capital es propiedad de particulares. Es el tipo de empresa más
común en el sistema de economía de mercado y a la que nos referimos en general cuando se
habla de la empresa.
• Empresa pública, cuyo capital es propiedad del Estado o de cualquier otro
Organismo Público. Se caracteriza por la existencia de fines u objetivos distintos de los
objetivos normales de mercado (la búsqueda del beneficio), entre esos objetivos se incluye la
búsqueda de una rentabilidad social, el desarrollo regional, la creación de puestos de trabajo,
la protección de recursos naturales, la actuación sobre sectores estratégicos, la independencia
de suministros extranjeros en algún sector (como la defensa nacional). Ejemplos: correos,
Renfe,... En la actualidad se está procediendo a importantes procesos de privatización de
empresas públicas.
• Empresas mixtas, cuando una parte del capital pertenece a Entidades Públicas y otra parte
del capital pertenece a los particulares. Ej: Endesa, Telefónica, Iberia, Repsol, Retevisión, Minas
Almagrera...

8. LA CONCEPCIÓN CLÁSICA DEL EMPRESARIO


Los economistas clásicos prestaron escasa atención a los conceptos de empresa y empresario,
de forma que no se puede afirmar que exista una teoría clásica del empresario. A. Smith,
David Ricardo y J. Stuart Mill identificaron al empresario con el capitalista o el propietario
único del negocio, que lo dirige y controla personalmente asumiendo el riesgo inherente a la

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propiedad. Esta influencia clásica se observa también en K. Marx.
J. B. Say. casi un siglo más tarde, comprendió que el empresario tiene funciones diferentes que
el capitalista, conceptuándole como aglutinador de todos los factores, que logra, con el valor
de la producción, remunerar a esos factores y generar un beneficio.
El economista neoclásico A. Marshall otorga al empresario el papel de cuarto factor de la
producción, como factor organizativo y le atribuye una especial importancia en la creación de
las grandes empresas que entonces estaban naciendo. Intuye, de esta forma. La separación
entre dirección y propiedad de la empresa, aunque en parte de su obra siguió confundiendo al
capitalista con el empresario.
En definitiva, no va a ser hasta casi entrado el siglo XX, cuando la mayoría de los economistas
asuman de una forma rigurosa que el empresario cumple una función diferente de la del
capitalista o propietario de la empresa.
9. TEORÍAS DEL EMPRESARIO:
A) LA TEORÍA DEL EMPRESARIO RIESGO DE KNIGHT
El economista Frank H. Knight: en su libro titulado "Riesgo, incertidumbre y beneficio",
publicado en 1921. Presenta una teoría del empresario en la que su principal papel reside en
asegurar las rentas de los factores productivos soportando el riesgo de la actividad
económica de la empresa y define el beneficio empresarial como la recompensa por asumir
dicho riesgo.
El empresario contrata los factores productivos a unos precios determinados, que representan
los costes de la empresa y de esta forma genera las rentas monetarias. que anticipa a los
factores que participan en la producción antes de conocer los resultados de la actividad
económica emprendida, para buscar un beneficio residual, siempre de carácter incierto.

Organización Predicción
Aprovisionamiento

Sector Empresario Sector


Producción (Riesgo) Consum
o
Remuneración Remuneración
(Renta cierta) (Renta incierta)
Productos

La aportación fundamental de este autor estriba en la consideración de la incertidumbre


como elemento esencial de la actividad empresarial. Esta incertidumbre implica la ausencia
de un conocimiento cierto de las consecuencias que se van a derivar de la actuación
empresarial.
De tal forma que, por una parte, incurre en unos costes determinados, derivados de la
remuneración de los factores y, por otra, los ingresos que espera obtener son inciertos. Si
acierta en sus previsiones, y los ingresos son mayores que los precios (costes) pagados a los
factores, conseguirá un beneficio, pero, por el contrario, si su cálculo económico es erróneo,
tendrá que soportar las pérdidas que se originen. El empresario tiene que realizar las
siguientes previsiones:

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• Conocer las necesidades de los consumidores y estimar la demanda para sus productos.
• Determinar sus precios de venta o adecuar sus costes a los precios previstos en el mercado
en el momento de la venta de los productos.
B) LA TEORÍA DEL EMPRESARIO INNOVADOR DE SCHUMPETER
Para el economista alemán J. A. Schumpeter el empresario es el promotor fundamental del
desarrollo económico capitalista. La principal función del empresario consiste en innovar, es
decir, aplicar las invenciones tecnológicas a usos comerciales o industriales.
El empresario trata de detectar y poner en marcha una nueva oportunidad de negocio,
aprovechando una invención o una idea todavía no explotada. Esta capacidad para ser el
primero es recompensada con unos beneficios extraordinarios, que se logran porque durante
cierto tiempo el empresario innovador es un monopolista en el mercado. Posteriormente
surgen una serie de imitadores, con productos similares, que eliminan la posición inicial de
privilegio del innovador.
C) LA TEORÍA DEL EMPRESARIO COMO TECNOESTRUCTURA DE GALBRAITH
John K. Galbraith en su libro "El nuevo Estado Industrial", publicado en 1967, describe las
características de la configuración industrial de los países occidentales más desarrollados. La
actividad económica de estos países está dominada por las grandes corporaciones
empresariales, que tienen el suficiente poder para influir sobre los precios y los costes, de
manera que pueden modelar el mercado según su conveniencia.
Dada su gran complejidad, las grandes organizaciones empresariales no pueden ya ser dirigidas
por una sola persona, sino que requieren un conjunto de técnicos profesionales (economistas,
ingenieros, especialistas, científicos, juristas, especialistas en marketing, etc.) que actúan de
forma colegiada y a los que Galbraith denomina tecno estructura.

La tecno estructura es el nombre con que se designa al grupo de aquellos que aportan
conocimiento especializado, talento o experiencia a la elaboración de decisiones de grupo que
rebasan la capacidad de conocimiento de cada uno de ellos y ejercen de forma colegiada la
función de empresario tomando decisiones.
De esta manera la función empresarial no tiene por qué ser ejercida por una persona física,
sino que en las grandes empresas es realizada por un grupo de personas. que son los que
disponen de los datos pertinentes para decidir. Así al hablar del empresario no se refiere
Galbraith a una sola persona, sino al grupo dirigente definido como tecno estructura.
Este planteamiento tiene su origen en la evidencia empírica de que en las grandes sociedades
anónimas se ha producido una ruptura entre la propiedad y el control de la empresa. La
propiedad de la sociedad está dividida entre un gran número de pequeños accionistas que en
teoría deberían ser quienes controlaran la gestión, pero en la realidad los que realmente
gobiernan las grandes empresas son los directivos profesionales, que en la mayoría de los
casos ni siquiera son accionistas.

Esta separación entre la propiedad y el control de la gran empresa se produce porque los
accionistas al estar muy divididos mantienen una actitud pasiva y ceden sus derechos a los
administradores o estructura directiva, de los que esperan recibir una remuneración adecuada
por sus aportaciones de capital en forma de dividendos.

Es esta estructura organizativa o tecno estructura, la que tiene el verdadero poder


empresarial, al impulsar y marcar los objetivos de al organización.

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12. VISIÓN ACTUAL DE LA FIGURA DEL EMPRESARIO
El fuerte aumento de la complejidad asociada a la actividad empresarial, con un entorno
cambiante, está impulsando un desarrollo constante de las técnicas aplicadas a la gestión de la
empresa, de forma que la función del empresario tiende, cada vez en mayor medida, a un
proceso de "profesionalización”.
Así, en la actualidad, se considera al empresario como un profesional de la dirección, que
realiza la planificación y gestión de la empresa con independencia de que sea o no el
propietario.
Es más, dado que, actualmente, en las medianas y grandes empresas, esa función es realizada
por un grupo de personas, y no sólo por una, puede decirse que hoy existe una
despersonalización y atomización de la figura del empresario.

Especialmente en las grandes empresas en las que el capital está fraccionado entre un gran
número de pequeños accionistas el empresario se elige en función de su capacitación y no por
su carácter de propietario. En estas condiciones, el empresario no asume un riesgo
patrimonial, sino un riesgo profesional, derivado de la posibilidad de perder el puesto en el
caso de que la empresa no obtenga buenos resultados para los accionistas.
La separación entre la propiedad y la dirección efectiva de la empresa afecta a los objetivos
empresariales. Para el empresario profesional lo importante es garantizar su continuidad y
acrecentar su poder e influencia. Para ello, su objetivo se centra en la búsqueda del
crecimiento de la empresa y la generación de unos beneficios que permitan una remuneración
suficiente a los accionistas.
En las pequeñas empresas (PYMES) y. especialmente, en las empresas de tipo familiar la
propiedad y la dirección de la empresa suele coincidir en la misma persona. En este caso. si
se podría identificar al empresario con el propietario al concurrir las dos funciones en el mismo
sujeto.

Sin embargo, la utilización de términos como "beneficio del empresario" manifiesta que
continúa existiendo confusión entre los conceptos de capitalista y de empresario. El beneficio
no pertenece al empresario, sino al propietario de la empresa. Cuando el empresario es,
además, propietario de la empresa, puede percibir todo el beneficio o parte de él (que seria en
forma de dividendos en el caso de que se tratase de una sociedad anónima), pero no por su
condición de empresario, sino por la de propietario, o socio, de la empresa.

13. LA CONSIDERACIÓN LEGAL DEL EMPRESARIO.


La concepción del empresario como directivo de la empresa no se corresponde con la visión
que en nuestro ordenamiento jurídico se tiene de esta figura. Para el ilustre jurista R. Uria el
empresario es:
"Aquella persona física o jurídica que, por sí o por medios delegados, ejercita y desarrolla en
nombre propio una actividad constitutiva de empresa, adquiriendo la titularidad de las
obligaciones y derechos nacidos de esa actividad".

Del contenido de este artículo se puede interpretar que el empresario es la persona física o
jurídica que se dedica, de forma profesional y en su propio nombre a realizar actividades
dirigidas a la producción de bienes y servicios para el mercado.

La legislación sobre sociedades mercantiles establece que el poder de dirigir la empresa está
en manos de los propietarios de su capital. De esta forma pueden elegir entre designar
administradores externos o realizar ellos mismos las funciones de dirección.

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14. LA FUNCIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL EMPRESARIO

La tarea fundamental del empresario ha sido tradicionalmente la toma de decisiones. A


medida que ha ido aumentando la complejidad de la gestión de la empresa, esta tarea se ha
ido delegando en distintos niveles de la organización, de forma que la figura del empresario
aparece difuminada en un grupo de personas.

El empresario es la persona o personas que adoptan las decisiones generales en la empresa,


que planifican los objetivos a conseguir y diseña los medios para alcanzarlos, actuando en
condiciones de riesgo, aunque después pueden delegar las decisiones operativas en niveles
inferiores de autoridad.
El empresario es, por tanto, el que realiza las siguientes funciones:
• Planifica.
• Organiza y coordina.
• Dirige o gestiona.
• Controla la actividad empresarial.
Es decir, quien coordina los factores para conducir a la organización hacia la consecución de
sus objetivos. Estas funciones recogen la actividad directiva para cualquier tipo de
organización, no exclusivamente para aquellas que tienen ánimo de lucro. Así, la dirección está
orientada principalmente a la productividad, lo que implica eficacia en la consecución de los
objetivos y eficiencia en la utilización de los factores.
Las características principales o aptitudes que debe poseer el empresario profesional
no se reducen, sin embargo a sus cualidades como gestor, sino que deben basarse en el
liderazgo, la innovación y su capacidad estratégica para "visionar" el futuro de la
organización.

• Papel de líder. El empresario debe concebir la "misión" de la empresa y diseñar las


estrategias para alcanzarla. Su actitud debe influir en los componentes de la organización
para que se identifiquen con ella y se empeñen voluntariamente en la consecución de los
objetivos propuestos.
• Espíritu emprendedor. El empresario debe ser alguien que busca una oportunidad de
mercado para poder obtener beneficios y que diseña un plan y una organización para
conseguir sus objetivos. Algunos empresarios crean nuevas empresas. otros revitalizan o
impulsan empresas ya existentes.
• Necesidad de realización. Investigaciones efectuadas sobre la personalidad del
empresario muestran que la motivación de realización es un elemento fundamental del
espíritu de empresa económica y de la mentalidad del empresario.

La mayoría de los empresarios son personas con capacidad para aceptar


responsabilidades y con tendencia a asumir riesgos "calculados". Entre sus rasgos
destacan la voluntad, esfuerzo y capacidad de intuición para llevar adelante las
innovaciones, venciendo todas las dificultades y resistencias asociadas a cualquier
proceso de cambio.

Una vez definidas las aptitudes que caracterizan al empresario, se nos plantea la
cuestión de si el espíritu empresarial es un rasgo del carácter, reservado a un cierto
número de personas, o es una conducta que se puede aprender. Expresado con otras
palabras el dilema se puede plantear ¿La gestión empresarial es un arte o una ciencia?

Distintos autores opinan de diferentes maneras, sin embargo hay una serie de aspectos
comunes, como es el hecho de que, evidentemente, personas que tengan aversión al

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riesgo difícilmente se pueden embarcar en aventuras empresariales. Por otra parte,
empíricamente se comprueba que muchos empresarios de éxito no tienen formación
académica en temas de empresa.

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