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EPÍGRAFE 8: EL SIGLO XVII: LA CRISIS DE LA MONARQUÍA DE LOS AUSTRIAS

Los reyes del siglo XVII no asumen directamente el poder sino que lo delegan en validos, que
son nobles que gozan de la confianza del rey. Dirigen la política y el gobierno.
En el reinado de Felipe III (1598-1621) es nombrado valido el duque de Lerma. Abusa del
poder y confianza del rey. Cambia la capital a Valladolid y amasa una enorme fortuna. Logra
ser nombrado cardenal, lo cual impide que se le pueda condenar a muerte.
Destaca el problema del bandolerismo y la expulsión de los moriscos, y que perjudicará a la
economía-agricultura de Valencia.
En el reinado de Felipe IV es nombrado valido el conde duque de Olivares. Es más honrado que
Lerma y tiene un plan de unificación de España recogido en el “Gran Memorial”. Pretende
mejorar el gobierno, prestigio y economía de Castilla con Juntas.
En 1626 hace manifiesta la “Unión de Armas”. Se insiste en que todos los reinos (no sólo
Castilla) deben contribuir a los impuestos y la guerra.
La periferia se resistirá al proyecto (crisis de 1640). Distintos territorios se sublevan (motivos
económicos y políticos): Andalucía, Aragón, Cataluña, Navarra, Nápoles-Sicilia y Portugal (el
único que se independiza).
LA CRISIS DE 1640
El año 1640 es decisivo para la monarquía hispana porque marca un antes y un después. Tras
esa fecha se derrumba España en Europa en todos los campos (en el político destacan las
secesiones internas y el reconocimiento de la hegemonía de otra potencia: Francia).
La crisis de 1640 se gesta en las décadas anteriores (p.ej. está el descontento por los altos
impuestos que llevan a revueltas urbanas en Portugal protagonizadas por nobleza, clero y
burguesía).
La revuelta catalana se produce por el rechazo a la Unión de Armas y por los sucesos derivados
de la guerra en la frontera de Cataluña contra Francia (roces entre soldados y campesinos).
Además la burguesía está preocupada porque con la guerra disminuye el comercio en el
Mediterráneo.
En el “Corpus de Sangre” se produce la sublevación. La guerra se alarga 12 años porque Francia
interviene a favor de los independentistas. Finalmente la rebelión es sofocada pero se debe
ceder el Rosellón a Francia.
La rebelión de Portugal: se rechaza la Unión de Armas pero a ello se une la inconveniencia de
la unidad con España que produce que piratas ingleses, franceses y holandeses ataquen el
imperio colonial portugués en Brasil, Asia y África.
En 1640 estalla la rebelión. Se nombra al duque de Braganza nuevo rey: Juan IV. Poco a poco,
los rebeldes van recibiendo apoyos en el exterior y tras varias derrotas españolas logran su
independencia.
La crisis de 1640 es no sólo política (se extiende a varios territorios que quieren romper la
unidad de la monarquía por diversas razones) sino también económica y social, porque
demuestra el agotamiento del Imperio Español.
EL OCASO DEL IMPERIO ESPAÑOL EN EUROPA
Con Felipe III (1598-1621) se apuesta por la paz (“pax Hispanica”), en parte impuesta por la
crisis económica.
Se celebra paces con Francia y con la Inglaterra de Jacobo I. En 1609 se acuerda la Tregua de
los Doce años con los rebeldes holandeses (no se les puede vencer).
Al final del reinado y con Felipe IV se vuelve a la guerra. España se involucra en la Guerra de los
30 años (1618-1648) que enfrentaba a los protestantes alemanes con los Habsburgo católicos
de Austria. Al principio hay éxitos como la ocupación del Palatinado y la victoria de Nordlingen.
Sin embargo el desastre llega cuando se debe combatir a nuevos enemigos:
a) Holanda en 1621 (a la que se había conquistado Breda en 1625).
b) Los ingleses reanudan las hostilidades pero son contenidos.
c) Todo se complica cuando la Francia de Richelieu entra en guerra en 1635. Al principio hay
victorias pero desde la crisis de 1640 se suceden las derrotas: Rocroi, Las Dunas… lo cual lleva
a retroceder en todos los frentes:
-En 1648 se firma la paz de Westfalia por la que se reconoce la independencia de Holanda.
-En 1659 se firma la paz de los Pirineos por la que se ceden varios territorios a Francia y a
Inglaterra. Las posesiones americanas son amenazadas por piratas.
En el reinado de Carlos II la decadencia es total y evidente, aunque se hacen notables
esfuerzos y de hecho se mantienen la mayoría de las posesiones españolas. Ciertos territorios
como Luxemburgo, Franco Condado y parte de los Países Bajos pasan a Francia.
En los últimos años del reinado de Carlos II, al no tener descendencia, varios países
europeos empezaron a hacer planes de reparto del Imperio español. Carlos II toma la decisión
de dejar todos sus territorios al candidato más potente: Felipe de Anjou. Los demás países no
lo respetarán y empezará la Guerra de Sucesión.
EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL
El S-XVII es el de la decadencia económica. Las causas se remontan al reinado de Felipe II:
1-Llega menos plata y eso afecta a la economía. A ello se unen las devaluaciones monetarias y
el uso abusivo de deuda pública que lleva al déficit, la inflación y la bancarrota.
2-La guerra continua (76 años) consume los ingresos (la deuda del estado no para de crecer).
3-La agricultura se ve afectada: malas cosechas y roturaciones excesivas llevan al hambre y
epidemias. Se producen crisis demográficas (pestes, revueltas…).
Hay también un proceso de desindustrialización por el colapso de la artesanía-comercio ante la
competencia de productos extranjeros.
4-Todo ello se ve agravado por la mentalidad de la época que rechaza la inversión productiva y
busca vivir de las rentas (cargos o títulos).
La situación mejorará a partir de las medidas mercantilistas de 1680 con Carlos II aunque es en
la periferia donde más se notará la recuperación a fines de siglo.
En realidad hay 3 situaciones distintas:
1 .La Meseta y Andalucía: crisis generalizada, sobre todo en lo agrícola y demográfico.
2. España Mediterránea: logra superar la crisis de inicios del siglo XVII.
3. Zona del Cantábrico: cierta expansión económica (por la expansión del maíz y de la
población).
En cuanto a la sociedad, es conflictiva y desigual (se producen enfrentamientos entre grupos
sociales).
1-Con la crisis económica aumenta la señorialización. Mucha gente se refugia en el clero
(menos hambre y miseria).
2-Aumenta la brecha entre privilegiados y pueblo llano: suben los impuestos y las
incautaciones lo cual lleva a revueltas antifiscales. El campesinado pasa hambre y miseria y
aumenta el número de marginados.
3-Crece la violencia por la inoperancia de la autoridad.
4-Hay discriminaciones según la religión de los antepasados: los cristianos viejos frente a los
“nuevos” (descendientes de judíos o mudéjares). Éstos últimos son discriminados, se les
reconocen menos derechos y la Inquisición actúa contra ellos.

ESPLENDOR CULTURAL. EL SIGLO DE ORO.


El siglo XVII marca la decadencia política de España, pero coincide con un momento de
expansión cultural: es el siglo de oro:
1. Los mecenas del artista son la Iglesia y la monarquía.
2. Hay una relación entre la decadencia político-económica y la “teatralidad del arte” los
pobres materiales se ocultan con una decoración fastuosa.
3. El arte gusta del movimiento, la exageración, las curvas y la decoración (en el siglo de la
Contrarreforma se va al sentimiento).
4. Se busca cercanía con el espectador lo cual lleva a un arte realista.
La literatura se interesa por la vida cotidiana (temas religiosos y profanos), el honor y el amor.
Destacan en la novela: Cervantes, en el teatro, comedia y drama: Lope de Vega, Tirso de
Molina y Calderón. En poesía Quevedo y Góngora.
En arquitectura: destacan los edificios religiosos y palacios, con materiales pobres y
recubiertos de estuco, con gran ornamentación y movimiento (columnas salomónicas).
Podemos mencionar el Ayuntamiento y plaza Mayor de Madrid (que tienen elementos
renacentistas) y a Churriguera: el Barroco más recargado.
En la escultura: la mayor parte de las obras son religiosas (Contrarreforma): los 7 Sacramentos,
virginidad de María, vida y muerte de Jesús… El material preferido es la madera polícroma.
Suelen ser obras llenas de patetismo y realismo.
Destacan 2 corrientes: la escuela castellana (de gran dramatismo): Gregorio Fernández (“el
Cristo yacente”) y la escuela andaluza (de mayor equilibrio): Montañés (“el Cristo de la
Clemencia”).
En la pintura hay una gran variedad de estilos: Ribera recibe influencias del tenebrismo de
Caravaggio. Murillo está caracterizado por la dulzura de sus niños e inmaculadas. Valdés Leal
representa el gusto por lo macabro.
Finalmente tenemos a Velázquez: es el más completo e importante. Es un maestro del
realismo, la luz y el colorido, de la perspectiva aérea y la improvisación. Entre sus obras
destacan retratos de corte como “Las Meninas”, “la rendición de Breda”, “la Venus del
espejo”…

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