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8. EL SIGLO XVII: LA CRISIS DE LA MONARQUÍA DE LOS AUSTRIAS.

Con Felipe III se inicia el reinado de los Austrias menores, un siglo destacado por las crisis de
diferente índole y los validos. Estos personajes se ganaban la confianza del rey, siendo criticados
por nobles que le alejaban de los cargos y por el pueblo que lo identificaban con el desgobierno. La
política exterior se centró en defender a ultranza el patrimonio. Desde el punto de vista cultural fue
el Siglo de Oro español.

1. LA CRISIS DEL SIGLO XVII


El siglo XVII estuvo marcado por graves dificultades. Crisis demográfica debido a las guerras, la
expulsión de los moriscos y las epidemias (peste bubónica). Crisis económica, visible en los últimos
años de Felipe II pero que se agravó debido a malas cosechas, caída de metales preciosos
procedentes de América, inflación y aumento de impuestos para mantener la costosa política
internacional. Por último, en cuanto las repercusiones sociales, los grupos estamentales
privilegiados se consolidaron, mientras que los no privilegiados sufrieron la crisis cayendo en la
delincuencia o la mendicidad, bien reflejado en la novela picaresca de la época. En el último tercio
se inició un proceso de recuperación.

2. LOS REINADOS DE LOS ÚLTIMOS AUSTRIAS ESPAÑOLES.

Felipe III (1598-1621)


Felipe III delegó su poder en el primer valido Francisco de Gómez Sandoval y Rojas, duque de
Lerma.
 Política Interior
El duque de Lerma se dedicó a enriquecerse. Su principal medida fue la expulsión de los moriscos
(1609). Una medida tomada para apaciguar a una sociedad descontenta y reforzar la autoridad de
la monarquía. Afectó a la economía, sobre todo en Valencia, y demográficamente a Aragón.
 Política exterior.
El duque de Lerma adoptó una política de pacificación, necesaria para enriquecerse. Se firmó con
Inglaterra la paz, Tratado de Londres (1609), y con los Países Bajos la Tregua de Amberes, que duró
doce años. La Guerra de los Treinta Años en 1618 rompió la paz. Felipe III apoyó a los Austrias y
este conflicto pasó a convertirse en una lucha por la hegemonía en Europa entre Francia y los
Austrias.

Felipe IV (1621-1665).
Delegó en Gaspar de Guzmán y Pimentel, conde-duque de Olivares.
 Política Interior.
El conde-duque de Olivares abordó ambiciosos proyectos para mantener en Europa la hegemonía
de la corona. Sin duda, destacó su proyecto de la Unión de Armas (1625). Crearía un ejército
mantenido por cada reino en función de sus recursos. Cataluña se negó, iniciándose una revuelta.
Dentro del contexto de la Guerra de los Treinta Años, en 1640 el conde-duque de Olivares envió los
tercios a Cataluña para hacer frente a Francia. Este hecho levantó las protestas catalanas y el 7 de
junio de 1640 en Barcelona, el día del Corpus Christi, fueron pasados a cuchillo los representantes
del rey. Temerosos de las represalias, Cataluña se ofreció a la Francia de Luis XIII. Doce años más
tarde, las tropas de Felipe IV sofocaron la situación.
En diciembre de 1640 Portugal se rebeló, debido a sentirse desprotegidos en ultramar y al ser
exigido a participar en la sublevación de Cataluña. Ante esta situación, Portugal proclamó rey a
Juan IV. Hasta 1668 no se reconoció la independencia.
Durante esos años también estallaron sublevaciones en Andalucía, Aragón y Sicilia, relativamente
más fáciles de dominar y con otros motivos.
 La política internacional: la pérdida de la hegemonía.
El intento de restaurar el prestigio en Europa de la corona hispánica pasó por reanudar las
hostilidades con los Países Bajos en 1621. Al mismo tiempo, el conde-duque de Olivares intentó
obtener el favor de los Habsburgo para defender sus posesiones en Italia y Flandes, sin éxito. A esto
hay que añadir la intervención de Francia en 1635 en el conflicto europeo y las sublevaciones en
Cataluña y Portugal en 1640. La derrota de los tercios españoles en la batalla de Rocroi (1643) fue
reflejo del agotamiento. En 1648 acabó firmando la Paz de Westfalia, reconociendo la
independencia de las Provincias Unidas. No obstante, Olivares, que seguía enfrentado con Francia e
Inglaterra, ocupó Jamaica (1655) para apoyar a Portugal y Francia. Felipe IV se vio obligado a firmar
la Paz de los Pirineos (1659) con Francia por la cual:
 Francia conseguía Artois y diversas plazas de Flandes y Luxemburgo, Rosellón y Cerdaña.
 Se acordó el matrimonio entre Luis XIV y la infanta María Teresa.
Francia pasó a ser la potencia hegemónica en Europa.
Carlos II (1665-1700)
Carlos II, el Hechizado, tuvo evidentes limitaciones para gobernar.
 Política Interior
Durante su reinado, diferentes validos se pusieron al frente, destacando el duque de Medinaceli y
el conde de Oropesa. Ambos tomaron medidas para controlar el desorden monetario. A finales de
siglo se notaron positivamente esas medidas, pero habrá que esperar a los Borbones para ver una
etapa de crecimiento.
 Política exterior
La política exterior estuvo marcada por la expansión de Luis XIV. Tras varias guerras contra Francia,
Carlos II perdió el Franco Condado y varias plazas en Flandes.
Carlos II sin descendencia dejó la corona a Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV) intentando asegurar
la unidad de la monarquía y desatando la Guerra de Sucesión (1701-1713).
3. LAS INDIAS EN EL SIGLO XVII
La estructura política y administrativa en América siguió siendo la misma del siglo XVI: Consejo de
Indias, Casa de Contratación, virreinatos… En cuanto a la sociedad toma envergadura el mestizaje y
se recupera la población indígena, también continuó la importación de esclavos ante la necesidad
de mano de obra. Económicamente, desaparecieron prácticamente las encomiendas, en cambio
aumentan las haciendas y aparecen las reducciones: poblaciones creadas por los jesuitas donde se
agrupaban a los indios. Los enemigos de la monarquía hispánica, Holanda, Francia e Inglaterra,
intentaron romper el monopolio de la monarquía en América y beneficiarse del lucrativo comercio
colonial.

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