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Siglo XVII El Barroco

Los reyes que gobernaron el siglo XVII:

El siglo XVI, terminó con el reinado del gran Emperador Felipe II El Rey
Prudente (1556-1598), época, durante la cual, España conoció su mayor
esplendor, en todos los aspectos de la vida, pues, fue la primera potencia
europea, sin embargo, ya al final de su época ya se inicia un proceso lento de
descomposición interna, que no hace sino acelerarse vertiginosamente, sobre
todo, en los reinados de Felipe IV y Carlos II.

El siglo XVII es un siglo de crisis, España de forma paulatina pierde su


supremacía en el continente. La crisis se produce en muchos terrenos:
economía, demografía, disturbios interiores, guerras exteriores, clima adverso
y como consecuencia malas cosechas, hambre, epidemias, etc.

Felipe III (1598-1619):

Es el primer rey de los Austrias Menores (linaje germano de casas reales


europeas).

En 1609, por un decreto suyo se produjo la Expulsión de los Moriscos. Esto va a


tener repercusiones nefastas para la economía española. Valencia pierde más
de la cuarte parte de su población, y Aragón el 20%, esto agravará sobre todo
la situación de la agricultura, los moriscos proporcionaban una mano de obra
barata, eran reconocidos expertos en las labores agrícola y sus técnicas
(irrigación) aparte de su fama y habilidad en artesanía y trabajos manuales..

Felipe III fue el primero en delegar sus poderes en manos de un Valido (una
especie de Primer Ministro que regía todos los asuntos del Estado). Fue
aficionado a la cultura, pintura y caza. España alcanzó en sus años altos niveles
de esplendor cultural.

Logró mantener los Acuerdos de Paz Internacional que firmó su padre: Tregua
de los 12 años con Holanda, La Paz de Londres 1604.

Felipe IV (1621-1665):
España intentará recobrar el perdido protagonismo internacional en la escena
europea.

El Valido de este rey, el Conde-Duque Olivares, le involucrará en guerras


europeas y en préstamos bancarios. Su periodo se vio envuelto en una grave
recesión, subió los impuestos (lo hizo con los Nobles, pero rechazaron), vendió
cargos públicos, títulos señoriales.

En 1627 se produce una suspensión de pagos estatales. La inflación es


tremenda, suben los precios, las monedas de plata y oro se ven sustituidas por
el cobre, se devalúa la moneda. El mercado se inunda de productos
extranjeros más baratos. La mayoría de las industrias españolas cierran y el
comercio presencia un declive.

Entre 1618 y 1648 (la Guerra de los 30 años) España pierde la mayor parte de
su dominio en los territorios del Norte, Francia le Declaró la guerra, también
Inglaterra, que en 1625 atacó Cádiz, se cortaron las vía de comercio, Portugal
se separó del Imperio en 1640, En Cataluña, Andalucía y Aragón, liderados por
los Nobles, se produjeron revueltas.

En resumidas cuentas, era un periodo de mucha agitación.

Carlos II, El Hechizado (1665-1700):

Sobrenombre que se le atribuyeron por su lamentable estado físico y mental


(enfermedad genética). Puso punto final a la total decadencia del Imperio que
se calificó con la famosa frase “El esqueleto de un gigante”. Este rey débil e
incapaz de tener descendencia marcó el final de dinastía de los Hasburgo y
empieza la de los Borbones.

Organización política y social:

La sociedad Española va a presencias una vuelta a la vieja rivalidad entre


Nobleza y Monarquía. Esto se manifiesta en un nuevo fenómeno político que
consiste en nombrar a un Valido, término que se concede a un noble que
ejerce realmente el poder total en nombre del rey, que su soberanía queda
muy aminorada. La influencia de los Validos en la Corte creció demasiado,
hasta el punto de que ellos y otros cortesanos y nobles aliados arrebataron el
poder a los reyes y se hicieron con el poder rigiendo todos los asuntos del
Estado. Esto pasó con el Conde –Duque de Olivares.

Existen otras tensiones entre Nobleza y Burguesía, y se inicia el llamado


proceso de Refeudalización. Los Nobles aumentan en números, incrementan
posesión de tierra y acumulan riquezas y privilegios, al debilitarse la posición
del Rey.

La Nobleza refuerza su poder (contrariamente a lo que ocurre en otros países


como Inglaterra y Holanda que la clase que crece es la Burguesa y la que se
hace gradualmente más fuerte, y como consecuencia más extensa Clase Media,
nacen nuevas formas de organización política, en las que los Parlamentos
empiezan a cumplir la importancia función de control político).

Son particularmente llamativas las revueltas campesinas que se extienden por


toda Europa, como consecuencia de las difíciles circunstancias de vida, pues
empeoran sus condiciones. Aparece una nueva clase marginada, formada por
delincuentes, vagabundos, mendigos, desfavorecidos y parados, esta clase
crece alarmantemente, producida por las guerras, la crisis económica, y la
indiferencia del Gobierno e incapacidad de las autoridades de imponer un
orden. Fue un vasto sector de la sociedad y como repercusión aparece el
fenómeno urbano del Bandolerismo, buscando la supervivencia en las
ciudades, aumentando la violencia callejera, la delincuencia, y la inseguridad
social.

Organización económica:

Los rendimientos e ingresos económicos traídos de las Colonias Españolas en


las Américas van siendo cada vez menores. Esto obedece a las siguientes
razones:
• La corrupción financiera y administrativa de los gobernaron: mala
administración y gestión de recursos, el lujo y el despilfarro de la
Corte y las Instituciones Estatales (caso común a España también).

• El saqueo de las flotas españolas que regresaban cargadas de riquezas


por la debilidad de las fuerzas armadas marítimas españolas.

• La falta de mano de obra para utilizarla en las minas y en la


agricultura. Los europeos además transmitieron a los indígenas
enfermedades para las que carecían de defensas naturales y por las
duras condiciones de vida y de trabajo (explotación), y finalmente por
las numerosas guerras, que obligan a cuantiosos gastos y contribuyen
a la crisis financiera. Las guerras provocaron la proliferación de
enfermedades (peste, epidemias, que a su vez devoran gran parte de
la población, causando una crisis demográfica muy aguda, que afecta
principalmente a la agricultura, a la que también, el clima adverso
(duras sequías y fuertes nevadas, las enormes inundaciones)
arruinaron las cosechas. (caso común a España también).

• Los impuestos abusivos que destruyeron la floreciente economía


renacentista.

• La ineficacia de los políticos, y la ausencia de una burguesía


emprendedora (por la extendida mentalidad feudal que desprecia la
actividad comercial e industrial), el exceso de Nobles (eximidos de
cargos fiscales, como en la Edad Media) y que son improductivos han
hecho que la crisis se precipitara velozmente. (caso común a España
también).

La novela picaresca es un género que siempre ha reflejado el espíritu de


su época. El optimismo de la novela picaresca del s. XVI, responde al auge de
del Renacimiento, a la plenitud de la gloria del Imperio Español, en tiempos de
Felipe II(1556-1598), llamado EL Prudente, que valora el hombre y su razón, y
tiene fe en la vida. Todo esto cambia con la crisis que domina a la sociedad
española en el siglo siguiente.

El marco general de la picaresca, que se refiere a las característica más


peculiares no cambian, continúan, aunque otras se modifican, como: el
autobiografísmo, visión crítica, humor, orientación realista, episodios que
corresponde cada uno a un amo, y las aventura o experiencias que vive el
pícaro, tampoco varía mucho la personalidad del pícaro aparentemente: origen
innoble, e ingenio, y la dudosa moralidad.

Como consecuencia del cambio de mentalidad, circunstancias y gustos de un


siglo a otro cambian también el tratamiento de la novela. La Contrrareforma se
hace más feroz, y la Inquisición no permite una literatura crítica. En el periodo
de los tres reyes que gobernaron el siglo XVII, y por la crisis, han cambiado los
fundamentos sobre los cuales se basaba el pensamiento del Humanismo, se
empieza a apoderar la desvaloración del hombre, la desconfianza en la bondad
del ser humano (la tolerancia, el respeto y la compasión se cambian por
intransigencia, y violencia). El optimismo es reemplazado por el pesimismo y la
indiferencia, el extremismo y la exaltación sustituyen al equilibrio y la mesura.
Se vincula a este rasgo todos los símbolos relacionados con la contradicción (la
angustiosa confusión e incertidumbre por el engaño de las apariencias y la
incapacidad de distinguir entre lo exterior y lo interior, por la desconfianza en
la razón y su juicio).

Comparación entre novela picaresca del s. XVI y s.


XVII.
El protagonista: Lázaro era humano y compasivo, toleraba defectos y se
justificaba a sí mismo y a los demás, los pícaros del s. XVII, son seres
insensibles, egoístas, violentos, vengativos, resentidos, y rencorosos (la novela
a veces contienen escenas sangrientas). El pícaro del XVI era, más bien un
pordiosero o mendigo, así sobrevivía o se ganaba la vida, no era especialmente
delincuente, en cambio el del XVII quebranta la ley con actos ilícitos o ilegales,
actos delictivos (estafas, robos, hurtos o raterías). El pícaro del XVI, busaca
trabajo y quiere estabilidad, ascender socialmente, el del XVII no quiere
trabajar, se complace en la vida ociosa, aunque tenga esta oportunidad elige la
delincuencia voluntariamente.

El Humor: era blando, y suave, después cambia, es agrio, cruel y pesimista, se


convierte más bien en una caricaturización despiadada de personajes para
hacer reír y no para criticar, cada vez se separa más el objetivo humanista de
unir crítica a humor, para convertirse el humor en un objetivo independiente.

La crítica: era dirigida antes a las clases poderosas, ahora, la cobardía del pícaro
la dirige a sus semejantes (pobres, vagabundos, marginados y mendigos, como
él). Exime el poder de responsabilidades.

El lenguaje: el leguaje del Lazarillo, sencillo, espontáneo y natural, se va a


complicar y se vuelve retorcido, y rebuscado, se tiende a buscar un estilo con
pretensiones (hacer alarde de cultísimo y retórica). La delicadeza que se
reflejaba en la lenguaje, es reemplazada por un afán de mostrar lo feo y sacar
lo peor de esa sociedad, el lenguaje se llena de palabrotas mal sonantes,
insultos, que muestran la tendencia a la violenta y agresiva, que puede herir la
sensibilidad del lector y escandalizar, y hace que la novela se impregne de
vulgaridad y obscenidad.

Orientación realista: las descripciones de las escenas fidedignas de la realidad


es sustituidas por la tendencia a deformar la realidad caricaturizándola (por
ejemplo insistir en detalles repugnantes exagerados), la moderación en
presentar y juzgar a los personajes y sus actitudes se cambia por la desfachatez
y el descaro, lo vemos en los retratos de los personajes.

Ejemplo de dos novelas picarescas del s. XVII:


Guzmán de Alfarache (1599) de Mateo Alemán:

Novela larga en dos partes, narra las andanzas del protagonista, en España,
hasta que comete un robo y sale huyendo a Italia, sirve allí a amos de alto
rango (cardenal. Embajador), pero aunque tenía trabajo, sigue ejerciendo la
delincuencia, vuelve a Madrid, por un asunto de estafa.

Frente al optimismo y la alegre ironía del Lazarillo, nos encontramos con el


pesimismo y una amarga visión del mundo, la novela concibe la vida como una
lucha “la vida del hombre es milicia en la tierra” (Teocentrismo medieval). El
determinismo es un rasgo fundamental en la picaresca barroca, la conducta
humana es condicionada por la herencia (Pecado Original), y el ambiente “la
sangre se hereda y el vicio se apega”. La idea de la predisposición es contraía a
la libertad del hombre de ser el dueño de su destino y decisión, y como
consecuencia de esta idea se produce el sentimiento de desesperación y
resignación.

La confianza en el hombre y en su bondad natural renacentista cambia “El


hombre es malo, todos vivimos en asechanza los unos de los otros”, “ todo es
malo, nada juzgo por bueno” (autoculpabilidad y remordimiento exaltado) .Se
vuelve otra vez a la idea de las falsas apariencias y al engaño “todo es fingido y
vano” , “todo es mentira”.

El Buscón (1626) de Quevedo, la misma figura del pícaro es repulsiva, se ve


claramente el odio y el desprecio que le tiene su autor. En toda la novela no
hay ningún respeto a la condición humana.

Domina la moralidad medieval, principalmente, se pretende demostrar la


imposibilidad de ascenso social por la parte de los que no dejan de tener una
moralidad defectuosa, todos sus intentos fracasan. Cuando el protagonista u
otro trata de hacerse pasar por caballero o por rico, aparece inmediatamente
el castigo. El autor habla desde una mentalidad nobiliaria ante el afán de las
clases bajas de ascender. Quevedo nunca se pone en el lugar de su
protagonista, cuyo deseo de ascenso social rechaza. Tiene, en definitiva, una
perspectiva brutalmente clasista (Edad Media).

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