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MODELOS EPÍGRAFES 3.6 – 3.

3.6. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII: EL GOBIERNO DE VALIDOS. LA CRISIS DE 1640.

El siglo XVII se caracteriza por la pérdida de la hegemonía hispana en Europa y por una grave
crisis económica y demográfica. Los úl mos Austrias delegaron además sus labores de gobierno
en la figura de los validos, personas de total confianza del monarca.

El válido de Felipe III fue el Duque de Lerma, des tuido en favor de su hijo el Duque de Uceda.
Internacionalmente se vivió un periodo de paz (Tregua de los Doce Años con Holanda y paz de
Vervins con Francia). Interiormente destacó la expulsión de los moriscos (1609‐1614), de graves
consecuencias económicas y demográficas.

El principal valido de Felipe IV fue el Conde‐Duque de Olivares. Desarrolló un proyecto de


centralización a nivel interior expandiendo las ins tuciones castellanas y una contribución
común al ejército (Unión de Armas, 1626).

Sus polí cas favorecieron la crisis de 1640. Afectó a la mayoría de los territorios reales, pero fue
especialmente grave en Cataluña donde el descontento social llevo a violentas revueltas (Corpus
de Sangre), a la ocupación francesa del territorio y al inicio de una guerra que finalizará en 1652
con la rendición catalana. En Portugal, una conjura nobiliaria proclamó al duque de Braganza rey.
En 1668 España tuvo que reconocer su independencia.

Carlos II (1665‐1700) contó como regente con su madre, Mariana de Austria, y posteriormente
contaría con validos como Don Juan José de Austria, el Duque de Medinaceli o el Conde de
Oropesa.

3.7. LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA ESPAÑOLA EN EUROPA.

Durante el siglo XVII se asis rá a la progresiva pérdida de la hegemonía hispana en Europa. Hasta
1618 (Felipe III), se desarrolló una polí ca exterior pacifista. Se paralizaron los conflictos con
Francia, Inglaterra y los rebeldes holandeses (Tregua de los Doce Años, 1609).

Pero con Felipe IV (1621‐1665), España se involucra en Guerra de los Treinta Años para prestar
ayuda a los Habsburgo austriacos frente a algunos príncipes protestantes sublevados y apoyados
por Dinamarca, Suecia y las Provincias Unidas (fin de la Tregua de los Doce Años en 1621). Las
victorias iniciales se complicaron cuando Francia entró en el conflicto en 1635 en el bando
protestante. Las derrotas hispanas (Rocroi, 1643) llevarán a la firma de la Paz de Wes alia, en
1648, que supuso la independencia defini va de las Provincias Unidas (Holanda), aunque los
Países Bajos Católicos siguieron perteneciendo a España. La guerra con Francia con nuó hasta la
firma de La Paz de los Pirineos (1659) con la entrega del Rosellón y la Cerdaña, y la pérdida de su
hegemonía frente a Francia.

Las pérdidas de dominios españoles en Europa con núan durante el reinado de Carlos II (Franco
Condado y plazas de Flandes), confirmándose además la pérdida de Portugal en 1668.

3.8. PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL SIGLO XVII Y SUS
CONSECUENCIAS.

El siglo XVII fue una época de crisis económica y demográfica en casi la totalidad de Europa. En
España el descenso de población fue aún más grave ya que a las graves epidemias se añadirán
las consecuencias de la expulsión de los moriscos, las pérdidas en las guerras y la emigración a
América.
Económicamente, los gastos de las guerras y la disminución de ingresos y metales preciosos
americanos llevarán a la bancarrota de la Hacienda, agudizándose una crisis marcada por la caída
de la producción agrícola y ganadera; un declive comercial que aumentó por el contrabando y la
piratería; y una crisis artesanal debida a la falta de compe vidad de las manufacturas
españolas, especialmente el tex l.

El fracaso de las medidas económicas de Olivares mo vó la búsqueda de nuevas fuentes de


ingresos (devaluación de monedas y nuevos impuestos) o venta de tulos y cargos públicos,
aumentando con ello la corrupción administra va. La Hacienda Real empezará a recuperarse en
la época de Carlos II con las reformas de los ministros Oropesa y Medinaceli.

Socialmente el sector más afectado será el campesinado y clases populares quienes tuvieron que
soportar condiciones cada vez más duras tanto por la crisis como por la voracidad fiscal de la
Corona. El número de pobres y mendigos aumentó de forma considerable y con ellos el
bandolerismo.

3.9. CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE CARLOS II Y EL


PROBLEMA SUCESORIO.

Carlos II (1661‐1700), fue proclamado rey con 4 años. Su minoría de edad e incapacidad
posterior, determinaron la sucesión en el poder de validos (Nithard, Juan José de Austria o el
duque de Medinaceli). Durante su reinado se intensificó la crisis polí ca y social, aunque a final
de siglo se observa una mejoría económica (medidas de Oropesa). En el plano internacional
con nuaron las guerras contra Francia, que supusieron más perdidas territoriales en Europa
(Franco Condado, Artois, plazas flamencas y Luxemburgo) y hubo que reconocer la
independencia de Portugal (1668).

El final de su reinado se verá marcado por el problema sucesorio al no tener descendencia. Tras
el fallecimiento del candidato elegido por los reyes europeos, José Fernando de Baviera (Primer
Tratado de Par ción), se fueron perfilando dos pretendientes al trono: el archiduque de Austria,
Carlos de Habsburgo (par dario de un modelo foralista, con mayor apoyo en Aragón) y Felipe de
Anjou, nieto de Luis XIV (representante del centralismo borbónico y con un mayor apoyo en
Cas lla). Carlos dejó como heredero al francés, esperando que supiera conservar mejor el
patrimonio territorial de la monarquía hispánica, pero a su muerte, en 1700, se iniciará un gran
conflicto europeo, la Guerra de Sucesión (1700‐1713), que marcó el fin defini vo de la
hegemonía de los Habsburgo en Europa y la llegada de los borbones al trono español.

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