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Elementos de la inferencia
Para que exista una inferencia deben estar presentes ciertos elementos y,
además, procesos lógicos que no son más que razonamientos mentales.
Vamos a ver cada uno de ellos.
Reglas de la inferencia
Como toda situación que proviene de un proceso mental, tiene sus propias
reglas.
Tipos de inferencia
Inferencia inductiva
La inferencia inductiva es aquella conclusión que se basa en información o
argumento que, si bien está disponible, el resultado final no funciona como
una verdad en sí misma o absoluta. Por ejemplo, decir que todos los perros
tienen cuatro patas y, por ello, decir que Juan tiene un perro como mascota.
Si bien podemos afirmar que Juan tiene un perro como mascota, eso es solo
una probabilidad, pues si solo digo que posee cuatro patas, podría ser también
un gato.
Inferencia deductiva
La inferencia deductiva se caracteriza por ser una conclusión que tiene
como bases premisas verdaderas y, por lo tanto, comprobables. Por ejemplo:
los cítricos son ricos en vitamina C, entonces la naranja es un cítrico. Aquí
podemos ver que los resultados, es decir, la conclusión, es certera, pues la
naranja posee altos índices de vitamina C.
Inferencia deductiva
La inferencia abductiva es vista como una hipótesis, una sospecha. Su
objetivo es explicar una o varias premisas. Por ejemplo, la hija de Pedro tiene
5 años y aún no habla. La hija de Pedro es sordomuda.
Validez de la inferencia
La validez de la inferencia es uno de los puntos más importantes de este
vocablo, pues no siempre se apoya en la verdad o en la falsedad de las
premisas. Más bien, su base está en el razonamiento capaz de conectar
dichas premisas y hacer nuevas conclusiones.
Es por ello que se dice que se pueden obtener resultados (o conclusiones)
tanto verdaderas como falsas.
La inferencia sirve para interpretar el mundo que nos rodea. Se basa en los
conocimientos previos que posee un individuo, lo que le permite deducir algo
nuevo, es decir, hacer conclusiones que, dependiendo de las premisas, podrán
ser verdaderas o falsas.
Asimismo, brinda la posibilidad de interpretar datos. Por lo tanto, es
un alimento para el cerebro y los procesos mentales que realizamos a diario,
ya que inferir es algo que hacemos constantemente. Es por ello que muchos
psicólogos afirman que la mente del hombre es una máquina perfecta que
realiza inferencias sin descanso.
Llegamos a la inferencia a través de la lectura, el estudio y las vivencias
personales. Esto nos permite cargar de información a nuestra enciclopedia
mental, la misma que se activa a la hora de «leer» las señales o las premisas
que se presentan en el contexto. Asimismo, posibilita realizar predicciones o
poder anticipar causas y efectos. Lo que se traduce como un anticipo a
situaciones no deseadas.
Nuestro cerebro funciona como si fuera Sherlock Holmes, pues desde que
abrimos los ojos hasta que los cerramos, todo el tiempo estamos construyendo
conclusiones a partir de los datos que nos brinda la experiencia. Estimular
este tipo de razonamiento lógico permite a la persona saber leer las
realidades que se presentan y así establecer las acciones a seguir.
METODO DEDUCTIVO
Por ejemplo: