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2. El hecho de que el solicitado esté siendo objeto de investigación criminal en el país por
conductas totalmente diferentes a las que motivaron la solicitud de extradición, no se erige en
motivo impediente para emitir concepto. Tal circunstancia deberá ser sopesada por el Gobierno
Nacional al momento de decidir si la concede o no, para, de darse la primera hipótesis diferir la
entrega hasta cuando le sea definida la situación jurídica, puesto que al estamento gubernamental
va dirigida la normativa del artículo 522 del Código de Procedimiento Penal.
5. Habida cuenta que de acuerdo con las normas punitivas de los Estados Unidos aplicables a los
delitos por los que solicitó la extradición prevén como sanción hasta cadena perpetua, la cual está
prohibida en Colombia (artículo 34 de la Constitución Política), le corresponde al Gobierno
Nacional, en caso de que conceda la entrega requerida, condicionar la extradición a la
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
conmutación de la misma, así como imponer las exigencias que considere oportunas para que se
observe ese precepto constitucional, y a fin de que (...) no vaya a ser juzgado por un hecho
anterior al que motiva la extradición (artículo 512 del Código de Procedimiento Penal), ni sometido
a tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Concepto Extradición
FECHA : 17/01/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : REYES DE LA PAVA, JAVIER MAURICIO
DELITOS : Concierto para delinquir-narcotráfico
PROCESO : 24070
PUBLICADA : Si
De este modo, al obrar en la actuación el concepto por parte del Ministerio de Relaciones
Exteriores a que hace referencia el artículo 514 de la Ley 600 de 2000 sobre "si es del caso
proceder con sujeción a convenciones o usos internacionales o si se debe obrar de acuerdo con
las normas de este Código", en el que se indica que "por no existir Convenio aplicable al caso es
procedente obrar de conformidad con el ordenamiento procesal colombiano", no puede la Corte
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
integrar a los requisitos formales de la actuación o a los fundamentos del concepto, principios no
contemplados expresamente en la fuente formal (Código de Procedimiento Penal) conforme a la
cual debe resolverse este específico trámite de extradición dentro del que es requerido el
ciudadano colombiano (...).
...
Los usos internacionales y los principios del derecho internacional no son elementos del trámite
judicial de la extradición en cuanto no estén contemplados expresamente en el Tratado Público o
en la Ley que en su defecto rija la extradición específica que se adelante en la Corte. La
aplicabilidad, operatividad o exigencia, de tales usos y principios, corresponde exclusivamente a
quien la propia Carta le ha deferido la dirección de las relaciones internacionales, esto es al
Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad
Administrativa (artículo 189-2).
3. Si lo que la ley procesal colombiana exige es allegar copia de las disposiciones penales
aplicables para el caso, ha de entenderse que se refiere es a aquellas que definen como ilícita la
conducta por la que se solicita la extradición y establecen la sanción privativa de la libertad, a
efectos de permitir el análisis del cumplimiento del principio de la doble incriminación, y no de
aquellas que a pesar de estar llamadas a aplicarse por las correspondientes autoridades judiciales
del Estado requirente en el caso concreto, para las del Estado requerido no resultan necesarias
para los fines del concepto en cuanto sólo podrían ofrecer información accesoria.
4. Dado que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 514 del Código de Procedimiento
Penal, compete al Gobierno Nacional conceptuar sobre el marco jurídico que ha de regular la
extradición, al obrar en el presente trámite el concepto oficialmente emitido por el Ministerio de
Relaciones Exteriores en el sentido de que ante la ausencia e convenio aplicable entre las partes
procede acudir a las disposiciones del Código de Procedimiento Penal, y de este criterio participa
la Corte, será éste y no otro el ordenamiento que ha de gobernar el trámite de la presente
actuación, en el cual, sobra decirlo, se establece la necesidad de respetar las garantías del debido
proceso y el derecho de defensa.
A este respecto no puede perderse de vista que es el Presidente de la República, como supremo
director de las relaciones internacionales, la autoridad que tiene a su cargo la decisión final frente
al pedido de extradición, definir si la concede o la niega, o eventualmente concederla difiriendo la
entrega del solicitado, ya que se halla facultado por la ley para obrar según las conveniencias
nacionales y, en tal medida, de acuerdo con la órbita de su competencia, de la cual carece la
Corte, si lo considera necesario, establecer los aspectos a que alude la defensa, y su
correspondencia con el caso.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
6. Es por tanto el Presidente, quien tiene la facultad de decidir si extradita, si difiere la entrega o se
abstiene de hacerlo, para lo cual previamente requiere del concepto de la Corte que sólo lo vincula
si fuere negativo, pues de ser favorable, queda en libertad para obrar según las conveniencias
nacionales.
_________________________________
* Cfr. Auto Extradición de 16 de diciembre de 1999. Rad. 15862.
Auto Extradición
FECHA : 17/01/2006
DECISION : Niega devolución de exp., niega pruebas pedidas, corre
traslado para alegatos ..
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : VENGOECHEA MOLA, EDUARDO ENRIQUE
PROCESO : 24188
PUBLICADA : Si
1. Del mandato superior, entonces, dimana una primera consecuencia en relación con la familia,
cuya integridad constituye el bien jurídico tutelado por el tipo penal de inasistencia alimentaria: los
integrantes de la pareja que deciden conformar una familia tienen los mismos derechos y
obligaciones y ambos deben sostener y educar a los hijos que libremente decidan procrear.
De conformidad con los artículos 411 y siguientes del Código Civil, los descendientes (los hijos)
son titulares del derecho de alimentos congruos, definidos como los que habilitan "para subsistir
modestamente de un modo correspondiente a su posición social" (por oposición a los necesarios,
"que le dan lo que basta para sustentar la vida") y que comprenden, además, "la obligación de
proporcionar al alimentario, menor de 21 años, la enseñanza primaria y la de alguna profesión u
oficio".
2. La inclusión de ese elemento dentro de la definición del comportamiento hace que los motivos
conocidos tradicionalmente como causales de justificación y de inculpabilidad - ahora causas de no
responsabilidad-, y que al lado de otros pueden constituir la "justa causa", sean desplazados desde
sus sedes al ámbito de la tipicidad.
De la Constitución Política y de las normas que rigen las legislaciones penal y procesal penal, se
desprende que una persona solamente puede ser juzgada y sancionada después de un juicio
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
plenamente respetuoso del debido proceso, dentro del cual se demuestre que cometió una
conducta punible, esto es, típica, antijurídica y culpable.
Frente al delito que ocupa la atención de la Sala, entonces, el funcionario judicial debe comprobar,
con base en las pruebas legalmente practicadas, si el agente se ha sustraído "a la prestación de
alimentos legalmente debidos", "sin justa causa".
La razón lícita debe ser encontrada, o excluida, a partir de los aspectos ya tratados, que apuntan a
que los alimentos deben ser prestados, en forma equitativa, por el padre y la madre, pues se trata,
sin duda, de una obligación solidaria.
...
Admitir, como hicieron las sentencias, que no hay lugar a excusa alguna, pues en todos los casos
el obligado debe atender una "cuota fija mensual", equivaldría al desconocimiento de un
ingrediente normativo del tipo objetivo que, por tal, compele a un juicio de valor mesurado frente a
la prueba que conforma el expediente.
Por supuesto, demostrado que la conducta obedeció a un factor válido, se imponía la absolución
por atipicidad.
Sentencia Casación
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Si casa, absuelve
PROCEDENCIA : Juzgado 50 P.C.
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : LEAÑO CASTELBANCO, CARLOS JOSE
DELITOS : Inasistencia alimentaria
PROCESO : 21023
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
ACCION DE REVISION-Debe ser promovida por quien tenga interés jurídico/ SUJETO
PROCESAL-Actos por los cuales los intervinientes adquieren dicha calidad/
MINISTERIO PUBLICO-Sujeto procesal/ FISCAL-Sujeto procesal/ FISCAL-Cambio: Es
un acto administrativo y no judicial/ FISCAL-Titularidad para promover la acción de
revisión
1. Tanto en vigencia del decreto 2700 de 1991 cuando ocurrieron los hechos como bajo el imperio
de la ley 600 de 2000, era y es imperativo que la acción de revisión sea promovida por los que
tengan la titularidad para ejercerla, o dicho en otras palabras a quienes les asista interés jurídico
conforme lo dice expresamente el artículo 221 de la última disposición citada.
El artículo 233 del citado decreto relacionaba los sujetos que podían intentarla, entre los cuales
señalaba al defensor, a los titulares de la acción civil dentro del proceso penal, al ministerio público
y al Fiscal. La discusión resuelta sobre la supuesta imposibilidad que le asistía al procesado de
incoar la acción por la redacción de la norma, ha sido superada por la legislación vigente al
legitimar a cualquiera de los sujetos procesales reconocidos dentro de la actuación para acudir a la
revisión.
3. El Ministerio Público por mandato constitucional -numeral 7 artículo 277- y legal -artículo 122 ley
600 de 2000- interviene en el proceso penal en todas las etapas de la actuación con plenas
facultades de sujeto procesal a través del Procurador General de la Nación o por medio de sus
delegados o agentes.
4. Conforme al numeral 1 del artículo 114 de la ley 600 de 2000 es función de la Fiscalía General
de la Nación investigar los delitos y acusar a los presuntos infractores ante los juzgados y
tribunales competentes. Asimismo según el inciso primero del artículo 400 de la misma ley, el
Fiscal General de la Nación o su delegado adquiere la calidad de sujeto procesal con la ejecutoria
de la resolución de acusación.
5. Aun cuando para la instrucción el Fiscal General de la Nación y sus delegados tienen
competencia en todo el territorio nacional -artículo 113-, la misma ha sido delimitada conforme al
órgano judicial que le está atribuido el juzgamiento de los infractores de la ley y de las conductas
punibles que son objeto de la acusación, lo cual no impide cuando sea necesario para asegurar la
eficiencia de la investigación -numeral 4 artículo 115- o su intervención en el juicio que un fiscal
delegado sea desplazado por otro mediante resolución motivada, tal como lo prevé el estatuto
orgánico de la Fiscalía General de la Nación.
El acto administrativo mediante el cual dicha entidad comunica el desplazamiento de uno de sus
delegados por otro o la asunción directa de la instrucción o su participación en el juicio, implica que
el nuevo funcionario designado es el legitimado para continuarla y para actuar como sujeto
procesal en la etapa del juzgamiento, en tanto no se produzca su reemplazo a través de una
decisión de la misma naturaleza de aquél.
6. Si ese encargo recayó en el Fiscal que finalmente designó el Director Seccional conforme a la
facultad entregada por la Dirección Nacional de Fiscalías, sin duda es él el sujeto procesal que
tiene la titularidad para promover la acción de revisión por ser quien se encuentra legalmente
reconocido dentro de la actuación conforme al acto administrativo que lo habilitó para intervenir
dentro del proceso adelantado a (...).
Como en el proceso no se encuentra que posteriormente haya sido desplazado por otro delegado
o que se hubiera dispuesto por acto de la Dirección Nacional de Fiscalías -órgano competente
para hacerlo- que quien promueve la acción y presentó la demanda fuera designado con este
propósito, la notificación de la sentencia -innecesaria por lo demás- no le restablecía o restituía la
condición de sujeto procesal legalmente reconocido en el juicio y por ende con interés jurídico para
obrar en ese sentido.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Acción de Revisión
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Repone auto que admitió demanda, en su lugar la rechaza
NO RECURRENTE : CASTRO, JOSE VICENTE
PROCESO : 24181
PUBLICADA : Si
1. Si bien es cierto en este proceso se encuentra una consignación por razón del reintegro de lo
supuestamente apropiado y por lo que habría de aplicarse una disminución punitiva al momento de
concretarse e individualizarse la pena en caso de que hipotéticamente se llegue a ello, por ese sólo
hecho no puede entenderse que los extremos punitivos de la infracción por la que se profirió
resolución de acusación se hayan modificado como para concluir en la posibilidad de que se
revoque la detención preventiva, como única medida de aseguramiento contemplada en la Ley 600
de 2000, que la impone cuando "... el delito tenga prevista pena cuyo mínimo sea o exceda de
cuatro (4) años.".
"c. Agréguese que según la jurisprudencia de la Corte, los fenómenos postdelictuales como la
confesión, la reparación en los delitos contra el patrimonio, el reintegro en el peculado, la
retractación en el falso testimonio, la presentación voluntaria después de la fuga de presos, etc.,
operan exclusivamente con posterioridad a la concreta individualización de la sanción y, por ende,
no son aspectos que permitan modificar las fronteras punitivas mínimas y máximas plasmadas en
los respectivos tipos penales. Basta recordar, por ejemplo, las sentencias de casación del 23 de
noviembre de 1998, radicación 9657; 8 de abril del 2003, radicación 16778; y del 27 de mayo del
2004, radicación 20642.
d. El artículo 60 del Código Penal del 2000 es aún más nítido, cuando alude a los parámetros para
la determinación de los mínimos y máximos aplicables: el primer paso es la fijación de esos
mínimos y máximos dentro del cuales se debe mover, teniendo en cuenta las circunstancias
modificadoras de dichos límites. Mientras tanto, como se dijo, la restitución de lo apropiado en el
peculado no es circunstancia modificadora. Es, solamente, un comportamiento que permite rebajar
la pena imponible una vez esta sea individualizada."
2. Los casos en que la pena mínima prevista en la ley sea igual a cuatro (4) años de prisión, no es
posible imponer detención preventiva como lo refiere el artículo 313.2 de la Ley 906 de 2004, dada
la antinomia normativa existente entre esa disposición y el artículo 315 de la misma normatividad,
llevando a concluir que lo procedente es aplicar una medida de aseguramiento no privativa de la
libertad.
"... debe interpretarse que en la interrelación de los artículos 313-2 y 315 de la Ley 906 de 2004,
cuando ambas disposiciones coinciden en el límite punitivo de 4 años, debe entenderse que
prevalece lo normado en la segunda de las disposiciones, como quiera que comporta una menor
limitación y restricción que la primera a un derecho fundamental, pues permite que se imponga
medida de aseguramiento no privativa de libertad a una pena cuyo mínimo es de 4 años.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En estas condiciones, contrario sensu, en esta labor de interpretación, es posible concluir que la
detención preventiva, en el evento del artículo 313-2, sólo procede, entonces, para cuando el delito
tiene una pena mínima que excede de 4 años de prisión."
____________________________________
* Corte Suprema de Justicia. Sentencia del 29 de Junio de 2005.Rad. 19.093
1. El recurso de reposición tiene como finalidad permitir al funcionario que profiere la providencia
que por este mecanismo se impugna, corregir aquellos errores de orden fáctico o jurídico en que
hubiere podido incurrir en la decisión impugnada, otorgando la posibilidad de examinarla y, si a ello
hubiere lugar, proceder a revocarla, reformarla, aclararla o adicionarla en los aspectos sobre los
que el recurso pueda prosperar.
...
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Acción de Revisión
FECHA : 19/01/2006
DECISION : No repone auto que inadmitió la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : FONTIBON VANEGAS, ALEX OSWALDO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de defensa
personal, Tentativa de hurto calificado y agravado
PROCESO : 24117
PUBLICADA : Si
1. La demanda de sustentación del recurso de casación por la vía discrecional, debe justificar la
solicitud en la necesidad del desarrollo de la jurisprudencia, ya para su unificación, dada sus
variaciones o la diversidad de criterios sostenidos por la Corte, ora porque existan vacíos que
exijan precisiones o ampliaciones para señalarle sentido y alcance a la ley, o bien porque con
ocasión al tránsito de leyes o por la concurrencia de nuevas realidades fácticas o jurídicas, la Sala
no haya tenido oportunidad de referirse a un tema sustancial específico, ante el cual la sentencia
acusada yerra o infiere agravio al impugnante, como también para propiciar la ampliación de los
mecanismos protectores de las garantías de los derechos fundamentales*.
En segundo lugar, la demanda debe reunir los requisitos exigidos por la ley para su admisibilidad,
al tenor de lo dispuesto por los artículos 212 y 213 del Código de Procedimiento Penal; sin
embargo, es claro que el examen del cumplimiento de tales condiciones procede sólo cuando se
verifique y valore la fundamentación atinente al desarrollo de la jurisprudencia o a la garantía de la
vigencia de los derechos fundamentales, de tal manera que si ésta no se ha contemplado o lo ha
sido de manera insatisfactoria o deficiente no será preciso considerar el resto de la demanda.
Si, como podría ser de recibo, la motivación de la casación excepcional se realiza con la
formulación de los cargos respectivos, para los efectos señalados en el párrafo inmediatamente
anterior, será indispensable escindir de la explicación con que se sustenta el cargo o censura, la
justificación de la discrecionalidad del recurso**.
2. Para que pueda declararse la nulidad del proceso es requisito imprescindible, que el
demandante determine con claridad y precisión los motivos de invalidación, esto es, si se deriva
de la falta de competencia, del menoscabo del debido proceso o del derecho de defensa. A la vez
debe concretar de manera lógica sus fundamentos, indicar la fase procesal a partir de la cual se
presenta el yerro invalidante y las causales descritas en el artículo 306 del Código de
Procedimiento Penal en que apoya la postulación de la censura. También debe acreditar, además
de la trascendencia, que la conducta del censor no contribuyó a la producción del acto irregular
(salvo que se trate de la ausencia de defensa técnica), ni que por una actuación posterior se
convalidó aquel de conformidad con la preceptiva del artículo 310 ibídem.
_________________________________
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencias, mayo 22 de 2000, junio 19 de 2003 y Rad. 23088 junio 22
de 2005.
** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Autos noviembre 14 de 2002 y octubre 22 de 2003.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Casación Discrecional
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : PINTO AFANADOR, ERNESTO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal
PROCESO : 20216
PUBLICADA : Si
NON BIS IN IDEM-Prohibición de aplicar doble sanción por una misma conducta/ NON
BIS IN IDEM-Frente al principio de la legalidad de los delitos y las penas/
DOSIFICACION PUNITIVA-Non bis in ídem/ PENA-Dosificación o individualización de la
sanción
1. De conformidad con lo previsto en el artículo 29 de la Carta Política, quien sea sindicado tiene
derecho, entre otras garantías, "a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho", prohibición que
impide a los jueces aplicar doble sanción por una misma conducta.
2. El non bis in ídem como principio fundamental está inmerso en la garantía constitucional de la
legalidad de los delitos y de las penas, porque su efectividad está ligada a la previa existencia de
preceptos jurídicos de rango legal que determinen con certeza los comportamientos punibles. De
esta forma, dicho postulado se constituye en un límite al ejercicio desproporcionado e irrazonable
de la potestad sancionadora del Estado* .
"no es lícito al juzgador fraccionar el hecho para convertirlo en varios delitos o traducirlo en varias
penas. Tampoco le es permitido valorar un mismo factor como elemento integrante del tipo penal y,
a la vez, como circunstancia agravante del delito o de la punibilidad. El principio non bis in ídem
actúa así como una protección al acusado o condenado contra una posible doble incriminación
total o parcial.** "
3. El ad quem transgredió el principio del non bis in ídem pues la circunstancia agravante de que
trata el numeral 7° del artículo 104 del Código Penal vigente fue objeto de doble valoración: una,
como aspecto configurante de la conducta punible de homicidio agravado, y la otra, como
fundamento para la individualización de la pena que en esas condiciones se llevó al extremo
máximo (40 años de prisión).
4. El inciso 3° del artículo 61 del Código Penal vigente señala que establecido el cuarto o cuartos
dentro de los cuales deberá determinarse la pena, el juzgador la impondrá ponderando aspectos
como la mayor o menor gravedad de la conducta, el daño real o potencial creado, la naturaleza de
las causales que agraven o atenúan la punibilidad, la intensidad del dolo, la preterintención o la
culpa concurrentes, la necesidad de la pena y la función que ella ha de cumplir en el caso
concreto, y si se trata de tentativa se tendrá en cuenta el mayor o menor grado de aproximación al
momento consumativo y en la complicidad el mayor o menor grado de eficacia de la contribución o
ayuda.
_____________________________________________
* CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. C-554, mayo 30 de 2001, M. P., Dra. CLARA INÉS VARGAS
HERNÁNDEZ.
** CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. T-575, dic. 10 de 1993, M.P., Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Casa parcialmente, reajusta pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : GAVIRIA JIMENEZ, GABRIEL ANGEL
PROCESADO : VILLA CALVETE, GERMAN
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 19814
PUBLICADA : Si
I) 1. El artículo 222 del Código de Procedimiento Penal prevé como exigencias que debe cumplir
la demanda de revisión señalar la actuación cuya revisión se solicita, identificar los Despachos
que intervinieron, los delitos que motivaron la actuación y las decisiones, la causal que se invoca,
los fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya la solicitud, así como la relación de
pruebas que se aportan para demostrar los hechos básicos en que se soporta la petición.
De igual manera, establece que la demanda debe estar acompañada de las copias de la sentencia
de primera y segunda instancia con la respectiva constancia de ejecutoria, de las pruebas
con las cuales se pretenda demostrar los hechos en que se fundamenta la solicitud, es decir, que
deben acreditarse los supuestos básicos sobre los cuales se hace la petición de carácter
extraordinario para cuestionar la firmeza de los fallos de instancia.
2. En el caso que es objeto de estudio, la Sala advierte que la demanda no cumple las exigencias
legales mencionadas, como quiera que los fallos carecen de la respectiva constancia de su
ejecutoria, no se efectúa un adecuado planteamiento de la causal que se invoca, ya que el
demandante se limita a enunciarla, sin presentar ningún razonamiento de orden fáctico y jurídico
orientado a su demostración en el caso concreto.
II) La solicitud de revisión se sustenta en la causal 2ª del artículo 220 del Código de Procedimiento
Penal, que establece su procedencia cuando los fallos cuestionados hubiesen sido proferidos en
un proceso que no podía iniciarse o proseguirse por falta de querella, pretensión que carece
claramente de sustento fáctico y jurídico, pues como se ha reseñado, la sentencia que puso fin al
proceso fue proferida por los delitos de falsedad en documento público, fraude procesal y estafa,
para cuya investigación la ley no exigía la previa formulación de querella.
Por lo tanto, formulada la respectiva denuncia penal por la presunta víctima resultaba del todo
irrelevante que ésta se ratificara o no de su contenido, por cuanto, las decisiones que son objeto
de cuestionamiento se soportan en otros elementos de juicio.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Acción de Revisión
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
CONDENADO : SALINAS ROJAS, EFRAIN
DELITOS : Estafa, Fraude procesal, Falsedad ideológica en documento
privado
PROCESO : 21948
PUBLICADA : Si
1. La acción de revisión, orientada como se halla a desvirtuar los efectos de cosa juzgada de
decisiones judiciales que ponen fin al proceso penal, tiene por titulares a los sujetos procesales
que además de tener interés jurídico han sido reconocidos en la actuación, siendo uno de ellos, en
efecto, el condenado quien por su condición se encuentra legitimado para intervenir en aquella
mas no habilitado para adelantar actos que siendo propios del derecho de postulación han de ser
ejercidos por quien acredite la calidad de abogado, sin que se excluya obviamente la posibilidad de
que ésta concurra en el enjuiciado caso en el cual, con las excepciones legales, es factible que
actúe por sí mismo.
Acción de Revisión
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
CONDENADO : VASQUEZ CHARRA, IVAN
DELITOS : Acceso carnal abusivo con menor de 14 años
PROCESO : 24615
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
..., es evidente que los motivos que aduce el recurrente para persuadir a la Corte sobre la
necesidad de admitir la demanda, deben guardar plena correspondencia con los cargos que
formule contra la sentencia. De lo contrario no podría entenderse cumplido el requisito de
sustentación, pues si se reclama el pronunciamiento de la Corporación sobre un específico tema o
se busca la protección de los derechos fundamentales, es apenas obvio que la censura le permita
a la Sala examinar en concreto ese preciso punto. Dicho de otra forma, debe haber perfecta ilación
entre el fundamento de la casación excepcional -búsqueda de evolución de la jurisprudencia y/o
protección de las garantías-, el cargo o los cargos que se hacen al fallo y, desde luego, el
desarrollo de los mismos. (Auto del 4 de abril del 2003, radicado 20.575).
Tan cierto es ello, que no obstante referirse el adverbio efectivamente a la expresión ponga en
peligro, del hecho de que igual vocablo no preceda a la expresión lesione contenida en el mismo
artículo 11 no podría derivarse que mientras la puesta en peligro debe ser verdadera, real, efectiva,
el daño pueda ser formal o aparente.
Esta conclusión también tendría soporte en los antecedentes inmediatos de los dos estatutos que,
se reitera, son iguales porque precisan como norma rectora de la ley penal colombiana el principio
de "antijuridicidad", entendido, desde luego, como antijuridicidad material, es decir, como aquel
comportamiento que, en verdad, causa un daño o un riesgo para el bien jurídico.
3. Si el bien jurídico que se pretende proteger tipificando como delito el falso testimonio es la
administración de justicia, que se vería afectada en cuanto a su eficacia, credibilidad y
confiabilidad por las decisiones que eventualmente pudieran basarse en las declaraciones
contrarias a la verdad que en el curso de los procesos y actuaciones judiciales y administrativas
rindieran los testigos, la conducta no sólo sería antijurídica cuando la declaración falsa cumpla su
cometido de engañar al juez sino también cuando ha tenido la potencialidad de hacerlo. O, dicho
con las expresiones del artículo 11 del Código Penal, la conducta será antijurídica tanto cuando
lesione la eficaz y recta impartición de justicia -como reza el Título XVI del Código Penal- como
cuando la ponga efectivamente en peligro.
Una vez rendida la declaración que desconoció la verdad -o que la ocultó total o parcialmente- con
el lleno de los requisitos de validez que la hacen apta para ser valorada por el juez, en ella se
encuentra implícita su aptitud de dañar, sin que sea preciso que en efecto produzca en el
funcionario que habrá de apreciarla el error que pretendía crear.
...
En este sentido, nada importa para determinar la antijuridicidad del comportamiento que la
declaración falsa sea o no apreciada en la providencia en que debía valorarse.
Cuestión diferente es que sea tan manifiestamente increíble, tan palmariamente contraria a los
principios de la lógica o a las leyes de la ciencia, que su ineptitud para generar el error se aprecie
de bulto, sin necesidad de realizar ninguna valoración, porque en tal caso ni siquiera
potencialmente era apta para afectar la eficaz y recta impartición de justicia, no llevaba en sí
misma la aptitud de dañar y, por lo tanto, ni por lesión ni por puesta en peligro podía vulnerar el
bien jurídico tutelado.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 19/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : REYES RODRIGUEZ, MARIA DIVA
PROCESADO : MENDOZA SABOGAL, LEONOR
PROCESADO : CRUZ PRADA, EDGAR
DELITOS : Falso testimonio
PROCESO : 23483
PUBLICADA : Si
1. Cuando el demandante invoca la causal tercera de revisión, esto es, por la aparición de hechos
nuevos o el surgimiento de pruebas de igual naturaleza no conocidas al tiempo de los debates con
virtualidad para acreditar la inocencia del condenado o su inimputabilidad, los novedosos
elementos demostrativos deben ser idóneos para acreditar cualquiera de las finalidades antes
precisadas a fin de enervar el soporte probatorio que sustenta la atribución de responsabilidad que
se considera injusta.
El tema del hecho y la prueba nueva ha sido puntualizado por esta Sala desde tiempos pretéritos
en los siguientes términos:
"...es aquel acaecimiento fáctico vinculado al delito que fue objeto de la investigación procesal,
pero que no se conoció en ninguna de las etapas de la actuación judicial de manera que no pudo
ser controvertido; no se trata, pues, de algo que haya ocurrido después de la sentencia, pero ni
siquiera con posterioridad al delito que se le imputó al procesado y por el cual se le condenó, sino
de un suceso ligado al hecho punible materia de la investigación del que, sin embargo, no tuvo
conocimiento el juzgador en el desarrollo del itinerario procesal porque no penetró al expediente.
Prueba nueva es, en cambio, aquel mecanismo probatorio (documental, pericial, testimonial) que
por cualquier causa no se incorporó al proceso, pero cuyo aporte ex novo tiene tal valor que podría
modificar sustancialmente el juicio positivo de responsabilidad penal que se concretó en la
condena del procesado. Dicha prueba puede versar sobre el evento hasta entonces desconocido
(se demuestra que fue otro el autor del delito) o sobre hecho conocido ya en el proceso (muerte de
la víctima, cuando la prueba ex novo demuestra que el agente actuó en legítima defensa), por
manera que puede haber prueba nueva sobre hecho nuevo o respecto de variantes sustanciales
de un hecho procesalmente conocido que conduzca a la inocencia o irresponsabilidad del
procesado"* .
2. Actividad cuyo debido despliegue es de fundamental importancia cuando el Estado ejerce el ius
puniendi, única manera de asegurar el condigno castigo al verdadero responsable y de evitar la
afectación de derechos fundamentales de terceras personas ajenas a la conducta punible
sancionada, tales como, el buen nombre, la honra, la personalidad jurídica, la libertad de
locomoción -nótese cómo el accionante estuvo privado indebidamente de este derecho durante 36
horas, según manifestación fundada de su apoderada- y el hábeas data, deficiencias investigativas
con inequívoca capacidad para conculcar derechos fundamentales, de repetición lamentable en el
territorio patrio según informan varios fallos de tutela emitidos al respecto por la Corte
Constitucional **.
14
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
_______________________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto del 18 de febrero de 1998, radicación N° 9.901, M. P., Dr. CARLOS
EDUARDO MEJÍA ESCOBAR. También en decisiones del 1º de diciembre de 1983, radicación N° 1.983, M.
P., Dr. ALFONSO REYES ECHANDÍA y del 22 de abril de 1997, radicación N° 12. 460. M. P., Dr.
FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL, entre otras.
**CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. T¾749 del 7 de octubre de 1999, M. P. Dr. ALFREDO BELTRÁN
SIERRA. Así se expreso dicha Corporación: "En relación con este punto, la Sala recuerda que es de la
esencia misma del proceso penal, la certeza sobre la identidad del imputado. Este principio, de rango
constitucional (arts. 28, 29 y 30), está desarrollado en el C. de P. P., en las distintas normas que consagran lo
que deben contener las providencias emanadas de las autoridades judiciales. Para los efectos de la
sentencia controvertida en esta acción, la del Tribunal Nacional, conviene recordar el artículo 180 del Código
de Procedimiento Penal, que dice:
"Redacción de la sentencia. Toda sentencia contendrá:
..."2. La identidad o individualización del procesado"" (Énfasis original).
En el mismo sentido se pronunció la CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. T¾171 del 24 de febrero de 2000,
M. P., Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ.
***CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Revisión del 15 de junio de 2005, radicación No. 18.769, M. P., Dr.
ÁLVARO ORLANDO PÉREZ PINZÓN; y, del 22 de junio de 2005, radicación No. 14.198, M. P. Dr., JORGE
LUIS QUINTERO MILANÉS.
Acción de Revisión
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Declara fundada la causal, declara la nulidad de las
sentencias......
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
CONDENADO : MUÑOZ DURAN, OSCAR EVERALDO - SOLDADO
DELITOS : Deserción
PROCESO : 19537
PUBLICADA : Si
En la parte considerativa de dicho fallo el Tribunal Militar fue insistente en precisar que la conducta
del procesado fue descuidada, y que a raíz de su actuar negligente se produjo la pérdida o extravío
del arma de dotación , con afectación del bien jurídico de la administración pública, dando lugar a
la estructuración del delito de peculado culposo, tipificado en la norma ya mencionada (fls.23-
32/1).
15
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Acción de Revisión
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : CORTES SALAZAR, JACINTO ARMANDO
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 24446
PUBLICADA : Si
De tal modo, por haber reformado el Código Penal, el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 produce
efectos a partir de la fecha de su promulgación (25 de julio. Diario Oficial No. 45.980) y, en los
aspectos sustanciales, debe aplicarse a hechos anteriores para salvaguardar el principio de
favorabilidad.
La Ley 975 de 2005 reconoce como delincuentes políticos a los miembros de los grupos de
autodefensa, y en tal sentido adiciona al Código Penal respecto de los nuevos sujetos activos del
ilícito de sedición; sin que ello signifique que se hubiese derogado el artículo 340 de dicho
Estatuto, que consagra el delito de concierto para delinquir, que era la norma en la cual se
adecuaba la conducta consistente en conformar o hacer parte de esas organizaciones al margen
de la ley.
Por manea que, el artículo 340 del Código Penal (Ley 599 de 2000) continúa vigente y puede
aplicarse a miembros de grupos guerrilleros o de autodefensa cuando, pese a su pertenencia a los
mismos, las acciones delictivas acordadas no están dirigidas a la realización de los objetivos
perseguidos por la agrupación ilegal en desarrollo de la confrontación armada que sostienen con
otras organizaciones al margen de la ley y con las autoridades, sino a la comisión de delitos
desvinculados de los propósitos y causas de la organización.
En el anterior sentido decidió la Sala, mediante auto del 24 de noviembre de 2005, al dirimir la
colisión de competencias radicada bajo el número 24361.
3. Se debatió en Sala si la ley 975 de 2005 podría contrariar principios de justicia y del derecho
penal con incidencia negativa en la constitucionalidad de sus disposiciones, pero mayoritariamente
se desechó tal hipótesis con fundamento en los siguientes planteamientos:
16
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
No obstante que el artículo 4° de la Carta Política permite inaplicar aquellas disposiciones que se
ofrezcan incompatibles con el Estatuto Superior, para ello se requiere de la abierta y ostensible
contradicción de sus reglas con las superiores , de modo que la presunción de constitucionalidad
que las ampara quede desvirtuada, pudiendo el funcionario judicial, cuando eso ocurre, preferir las
normas constitucionales sobre las de inferior jerarquía, con efectos inter partes y en relación con
las personas involucradas en un conflicto específico, sin que pueda exceder ese preciso marco
jurídico , pues lo contrario implicaría invadir la esfera de competencia de la Corte Constitucional
encargada de definir por vía general y con efectos erga omnes el ajuste de un precepto a la
Constitución.
Ahora, tratándose de una ley sui generis, que regula un tema muy puntual en materia de penas en
el contexto de una justicia trancisional, la Corte no encuentra establecida esa abierta y evidente
contradicción entre los preceptos en ella contenidos y el Orden Superior, como condición
indispensable para realizar el juicio de constitucionalidad que un mecanismo excepcional como el
control difuso requiere, lo cual además en modo alguno la puede autorizar para hacerlo acudiendo
a criterios de conveniencia.
En vigencia del Decreto 100 de 1980, la pena accesoria de interdicción de derechos y funciones
públicas estaba sujeta en cuanto a su duración máxima, en cualquier caso, al límite de diez (10)
años, y en el caso concreto, al quantum punitivo definido para la pena principal de prisión de ser
éste inferior a diez (10) años.
Si bien es cierto para el momento en que se dictó el fallo de segunda instancia, 1º de marzo de
2002, regía el tema en cuestión el artículo 51 de la ley 599 de 2000 que señala que "la
inhabilitación para el ejercicio de los derechos y funciones públicas tendrá una duración de cinco
(5) a veinte (20) años, salvo en el caso del inciso 3º del artículo 52", norma que prevé, además,
que "En todo caso, la pena de prisión conllevará la accesoria de interdicción de derechos y
funciones pública, por un tiempo igual al de la pena que accede y hasta por una tercera parte mas,
sin exceder el máximo fijado en la ley", esto es que el límite máximo se extendió a veinte (20)
años.
Límite para el cual se previó la excepción contemplada en el inciso 2º del artículo 51, que se remite
al mandato contenido en el inciso 5º del artículo 122 de la Constitución Nacional, cuando dispone
que "el servidor público que sea condenado por delitos contra el patrimonio del Estado, quedará
inhabilitado para el desempeño de funciones públicas", en cuyo caso, la prohibición pasa a ser
indefinida.
17
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Casa parcial y de oficio respecto a pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : ESCARPETA RODRIGUEZ, CARLOS
DELITOS : Acceso carnal violento
PROCESO : 19914
PUBLICADA : Si
1. El interés jurídico para recurrir, en tratándose del instituto de sentencia anticipada, se encuentra
limitado para los procesados y defensores a los temas de la dosificación de la pena, el mecanismo
sustitutivo de la pena privativa de la libertad y la extinción de dominio sobre bienes, de acuerdo
con lo que prevé el artículo 40 de la Ley 600 de 2000, de modo que resulta inadmisible por falta de
interés toda impugnación que tenga el definido propósito de plantear una retractación del acuerdo,
salvo que se advierta una violación de derechos fundamentales.
Por consiguiente, la sentencia anticipada forma parte de los mecanismos político - criminales
tendientes a que principios como los de celeridad, economía procesal y eficacia tengan cabal
operancia, a cambio de hacer menos gravosa la pena.
Empero, como quedó visto, esta facultad del Estado a favor del acusado no es gratuita, sino que
se exige de parte de éste una contraprestación consistente en que debe reconocer la comisión de
los hechos imputados y su responsabilidad penal con relación a los cargos que se le imputaban en
el acta de presentación de los mismos y renunciar a parte del trámite procesal, optando por uno
abreviado, previsto en la ley, y una sentencia inmediata, que sólo podrá impugnar en los casos
taxativamente señalados en ella. Por lo mismo, se extingue para él cualquier posibilidad de
retractación o negación de su responsabilidad, libremente aceptada.
18
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
"- La rebaja de pena no es facultativa del juez. Cumplido el supuesto fáctico, se aplica la
consecuencia jurídica correspondiente sin que interese determinar el motivo que indujo a la
restitución o indemnización, valoraciones subjetivas que no hacen parte de los requisitos
consagrados en la ley.
"Si el objeto material del delito desaparece, se destruye o el imputado no está en condiciones de
recuperarlo, la exigencia legal se cumple si paga el valor o indemniza el perjuicio causado.
"-Si no se logra el apoderamiento del objeto material -como ocurre en la tentativa- o éste es
recuperado por las autoridades, la rebaja opera si el responsable resarce los perjuicios causados
con el hecho punible.
"La estimación de perjuicios hecha por el ofendido sólo puede ser objetada por los demás sujetos
procesales, de manera que si aquél no reclama por daño moral es porque lo consideró inexistente.
Sin embargo, aunque el funcionario judicial no puede cuestionar la pretensión indemnizatoria, debe
verificar que recoja el querer de la ley para que sea integral y se estime de manera razonada, no
como consecuencia de una intervención rutinaria y superficial de la víctima del delito.
No sucede lo mismo con el aspecto subjetivo, es decir, que los antecedentes personales,
familiares y sociales de los sentenciados, así como la modalidad y naturaleza de la conducta
punible, permitan al juzgador suponer que no requieren tratamiento penitenciario, ya que
analizados los hechos y las circunstancias en que ocurrieron los mismos se puede llegar a concluir
que al aprovecharse de las particulares condiciones de la víctima, es decir, tratándose de una
anciana, que vivía sola y que fue amenazada de causarle la muerte con un arma de fuego, denotó
la presencia del irrespeto completo por los mínimos valores de convivencia social y civilidad, que
permiten concluir la necesidad de la ejecución de la pena.
En otras palabras, con la manifestación hecha por la víctima en el sentido de que acepta el dinero
consignado por los procesados y de esa manera da por reparado los perjuicios ocasionados con la
comisión de la conducta punible, pone en evidencia que consideró como inexistente los perjuicios
morales, no siendo del resorte del funcionario judicial entrar a cuestionar esa pretensión
indemnizatoria.
-----------------------
* Rad. 15613. (13-02-03)
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Si casa, reajusta pena, no condena en perjuicios
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
PROCESADO : GUTIERREZ AGUIRRE, ROBERTO ANTONIO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal
PROCESO : 20785
PUBLICADA : Si
Con ocasión a la sentencia C-252 de 2001, mediante la cual la Corte Constitucional declaró
inexequibles, entre otros, los artículos 6° de la ley 553 de 2000 y 210 de la ley 600 de 2000,
atinentes a la oportunidad para la interposición de la casación, esta Sala de la Corte adoptó el
criterio de la reviviscencia de las normas derogadas por aquellas que fueron declaradas
inexequibles por la Corte Constitucional, particularmente los artículos 223 y 224 del Decreto 2700
de 1991 y 210 de la Ley 600 de 2000.
Ahora, en reciente pronunciamiento con ocasión a un recurso semejante al que ocupa la atención
de la Sala, la Corporación de manera metodológica replanteó la tesis expuesta en los precedentes
jurisprudenciales anteriormente mencionados, atendiendo la estructura lógica del proceso
casacional de conformidad con las normas que lo soportan, en los siguientes términos:
"Sintetizando, puede decirse que en tratándose de casación común, que no deba regirse por la ley
906 de 2004 (sistema acusatorio), el trámite a seguir comprende los siguientes pasos. (1) El de
interposición, que debe cumplirse dentro de los 15 días siguientes a la última notificación de la
sentencia (artículo 223 del Decreto 2700 de 1991). (2) El acto de concesión, que corresponde al
Tribunal, e implica el análisis de todos los requisitos de procedencia del recurso, con excepción de
los que solamente pueden establecerse a partir del contenido de la demanda. Debe adoptarse
mediante auto de sustanciación (artículo 224 ejusdem), y es susceptible del recurso de queja en
los términos previstos en el artículo 207 y siguientes del referido estatuto cuando es denegado. (3)
El de sustentación y presentación de alegatos apreciatorios, en la forma y plazos previstos en el
artículo 224. Si el recurrente no presenta demanda, el Tribunal debe declarar desierto el recurso.
Si es presentada por fuera de término, debe declararla extemporánea mediante auto contra el cual
procede el recurso de reposición (artículo 210 de la ley 600 de 2000). (4) El de calificación de la
demanda y traslado al Ministerio Público, de competencia privativa de la Corte, y (5) el de
decisión."
20
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Es claro que en la interposición del recurso, el profesional del derecho omitió indicar si la
promoción del recurso extraordinario de casación lo hacía por vía ordinaria o utilizaría el sendero
de la casación discrecional, omisión que, no obstante ser de suma importancia para determinar el
sentido de la impugnación, como lo señaló la Sala en el pronunciamiento anterior, no constituye
presupuesto procesal, ni tiene el carácter de imprescindible con la entidad suficiente para enervar
el propósito de la impugnación extraordinaria, pues en términos del artículo 205 del Código de
Procedimiento Penal, la casación procede contra la sentencias proferidas en segunda instancia por
los Tribunales Superiores de Distrito Judicial y el Tribunal Penal Militar, en los procesos que se
hubieren adelantado por los delitos que tengan señalada pena privativa de la libertad cuyo máximo
exceda de 8 años, aún cuando la sanción impuesta sea una medida de seguridad, y, de manera
excepcional la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, discrecionalmente, puede admitir la
demanda de casación contra sentencias de segunda instancia distintas a las arriba mencionadas,
para los fines establecidos en el inciso 2° de dicha norma (desarrollo de la jurisprudencia o la
garantía de los derechos fundamentales).
Recurso de Queja
FECHA : 19/01/2006
DECISION : Concede el recurso de casación, devuelve al Tribunal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Marta
PROCESADO : DIAZGRANADOS CAMPO, PEDRO JUAN
DELITOS : Falsedad en documento privado, Fraude procesal
PROCESO : 24141
PUBLICADA : Si
De tal modo, por haber reformado el Código Penal, el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 produce
efectos a partir de la fecha de su promulgación (25 de julio. Diario Oficial No. 45.980) y, en los
aspectos sustanciales, debe aplicarse a hechos anteriores para salvaguardar el principio de
favorabilidad.
La Ley 975 de 2005 reconoce como delincuentes políticos a los miembros de los grupos de
autodefensa, y en tal sentido adiciona al Código Penal respecto de los nuevos sujetos activos del
ilícito de sedición; sin que ello signifique que se hubiese derogado el artículo 340 de dicho
Estatuto, que consagra el delito de concierto para delinquir, que era la norma en la cual se
adecuaba la conducta consistente en conformar o hacer parte de esas organizaciones al margen
de la ley.
21
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Por manea que, el artículo 340 del Código Penal (Ley 599 de 2000) continúa vigente y puede
aplicarse a miembros de grupos guerrilleros o de autodefensa cuando, pese a su pertenencia a los
mismos, las acciones delictivas acordadas no están dirigidas a la realización de los objetivos
perseguidos por la agrupación ilegal en desarrollo de la confrontación armada que sostienen con
otras organizaciones al margen de la ley y con las autoridades, sino a la comisión de delitos
desvinculados de los propósitos y causas de la organización*.
En ese orden de ideas, cualquiera fuere la denominación de los ilícitos en que incurran los
miembros de las autodefensas, si el implicado actúa movido por aquellas finalidades y cumple la
labor asignada dentro del colectivo criminal, con sujeción a las órdenes y directrices del mando
responsable, será sedición y no concierto para delinquir el delito imputable por el solo hecho de la
pertenencia a la agrupación, por supuesto en concurso con los delitos específicos que haya podido
cometer, que serán catalogados como comunes**.
En todo caso, el Juez competente efectuará el análisis de favorabilidad, con relación al monto de la
pena imponible si a ello hubiere lugar, toda vez que el tipo especial de sedición introducido por la
Ley 975 de 2005 para hechos anteriores a su vigencia, tiene prevista la misma sanción que el
delito de rebelión consagrado en el artículo 467 del Código Penal (de 6 a 9 años de prisión); la
cual, en algunos casos podría resultar más elevada que la pena prevista para el concierto para
delinquir en el artículo 340 ibídem, específicamente si la conducta endilgada se adecúa en el
primer inciso de esta norma, sancionada con prisión de 3 a 6 años.
_______________________________
*Cfr. Sala de Casación Penal Auto del 22 de noviembre de 2005. (Colisión de competencias, radicación
24441).
**Ibídem
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Con la entrada en vigencia de la ley 600 de 2.000, la situación varió ya que su artículo 92-1
ordena no conservar la unidad procesal cuando en el delito intervenga una persona para cuyo
juzgamiento exista fuero constitucional o legal que implique cambio de competencia o que esté
atribuido a una jurisdicción especial.
Es decir, la nueva normatividad adicionó al fuero constitucional el legal para la ruptura de la unidad
procesal, de donde se infiere, como lo viene reiterando la Sala interpretando adicionalmente los
artículos 76 y 91 ibídem, que cuando concurren en la comisión del delito una persona con fuero
legal para ser juzgado y otra carente de él, es imperativo romper la unidad procesal.
Ahora bien, comoquiera que la ley 600 de 2.000 entró a regir el 24 de julio de 2.000 y que las
normas relativas a la competencia son de orden público y por ende de aplicación inmediata, el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Yopal carecía de competencia para dictar sentencia en
relación con (....) por no tener fuero para su juzgamiento, es decir, que debió romper la unidad
procesal, pero como no lo hizo se configuró la cuasal 1 de del artículo 306 la ley 600, esto es falta
de competencia del funcionario judicial, la cual se decretará en este proveído cubriendo tan solo
parcialmente el fallo, disponiendo el envío de fotocopias de lo actuado al Juez Promiscuo del
Circuito de Monterrey, para que dicte la sentencia correspondiente.
2. Tipo penal que exige la presencia de un sujeto activo cualificado comoquiera que tiene que
ostentar la condición de empleado oficial (hoy servidor público); quien con su conducta ha de
ocasionar el extravió, pérdida o daño de los bienes que están bajo su administración, tenencia o
custodia por razón (o con ocasión) de sus funciones; resultado que debe surgir como la
consecuencia de su actuar culposo o imprudente, y mediar relación de determinación o causalidad
entre la conducta imprudente y el extravío, pérdida o daño de los bienes.
3. El artículo 23 de la ley 599 de 2.000 define la culpa como una modalidad de conducta punible
que se configura cuando el resultado típico es producto de la infracción al deber objetivo de
cuidado, y el agente debió haberlo previsto por ser previsible, o habiéndolo previsto confió en
poder evitarlo.
23
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
4. Regulación con la cual la legislación se puso a tono con la jurisprudencia de esta Sala que venía
afirmando que la infracción al deber objetivo de cuidado era el criterio fundamental de imputación
en los delitos imprudentes.
4.1. Así entonces, el tipo objetivo del delito culposo estará compuesto por los elementos que
integran el supuesto de hecho bien sean descriptivos o normativos.
4.1.1. El sujeto puede ser indeterminado o calificado como sucede con el peculado culposo que
exige la condición de servidor público.
4.1.3. Requiere la presencia de un resultado físico no conocido y querido por al autor, que sirve de
punto de partida para identificar el cuidado objetivo. Ello significa que será excepcional la
presencia de un tipo de esta clase sin resultado material.
4.1.4. La violación al deber objetivo de cuidado. El autor debe realizar la conducta como lo haría
una persona razonable y prudente puesta en el lugar del agente, de manera que si no obra con
arreglo a esas exigencias infringirá el deber objetivo de cuidado.
Elemento con el que se aspira a que con la observancia de las exigencias de cuidado disminuya al
máximo los riesgos para los bienes jurídicos con el ejercicio de las actividades peligrosas, que es
conocido como el riesgo permitido (en ámbitos como el tráfico, la medicina y el trabajo).
En razón a que no existe una lista de deberes de cuidado, el funcionario judicial tiene que acudir a
las distintas fuentes que indican la configuración de la infracción al deber de cuidado, en cada
caso. Entre ellas:
4.1.4.1. Las normas de orden legal o reglamentaria atinentes al tráfico terrestre, marítimo,
aéreo y fluvial, y a los reglamentos del trabajo, dirigidas a disciplinar la buena marcha de las
fuentes de riesgos.
Apotegma que se extiende a los ámbitos del trabajo en donde opera la división de funciones, y a
las esferas de la vida cotidiana, en las que el actuar de los sujetos depende del comportamiento
asumido por los demás.
4.1.4.3. El criterio del hombre medio, en razón del cual el funcionario judicial puede valorar la
conducta comparándola con la que hubiese observado un hombre prudente y diligente situado en
la posición del autor. Si el proceder del sujeto agente permanece dentro de esos parámetros no
habrá violación al deber de cuidado, pero si los rebasa procederá la imprudencia siempre que
converjan los demás presupuestos típicos.
4.2. Aspecto subjetivo. Es clara la presencia de contenidos subjetivos en el delito imprudente, ellos
son:
4.2.1. Aspecto volitivo. El resultado típico no debe estar comprendido por la voluntad, o
abarcándolo debe hacerlo con una causalidad distinta de la que el agente programó.
4.2.2. Aspecto cognoscitivo. Exige la posibilidad de conocer el peligro que la conducta representa
para los bienes jurídicos y de prever el resultado con arreglo a esa cognición.
5. Con el propósito de evitar la pérdida, extravío o daño de las armas que hagan parte de
investigaciones penales, el legislador expidió el Decreto 2535 de 1.993, cuyo artículo 95 reza:
"Material vinculado a un proceso penal. Las armas y municiones de cualquier clase que son
puestas a disposición de las autoridades judiciales y que hicieren parte de proceso, se pondrán por
el respectivo juez o funcionario bajo control y custodia de las autoridades Militares o de la Policía
24
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Nacional, según el caso, en un término no mayor a 30 días y allí quedarán a disposición del
funcionario competente para los efectos de la investigación. Las inspecciones judiciales y los
dictámenes a que hubiere lugar, deberán practicarse dentro de las dependencias donde queden
dichas armas y municiones y solamente cuando se requiera la experticia del laboratorio, podrá
disponerse su traslado, bajo el control y custodia de las autoridades militares o de la Policía.".
El memorando No. 01 expedido por el Fiscal General de la Nación el 14 de enero de 1.994, en los
incisos 2 y 3 del numeral 7º, estipula:
"Los instrumentos con los que se haya cometido un delito doloso que provengan de su ejecución y
que no tengan libre comercio, excepto las armas, y lo dispuesto en normas especiales deben
pasar a poder de la Fiscalía General de la Nación desde el mismo momento en que sean
incautado o aprehendidos. Para tal efecto los Fiscales Delegados deberán poner a disposición el
bien para efectos de la Asignación provisional".
"En caso de decomiso de armas, éstas deberán ser puestas a disposición del Comando General
de las Fuerzas Militares.
6. Reiteradamente la Sala ha dejado en claro que los objetivos de la acción penal difieren de los de
la disciplinaria, de modo que estando frente a la comisión del delito de peculado, la obligación de la
jurisdicción es juzgarlo y condenar a sus responsables.
25
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1.1. Sobre este último aspecto, debe observarse que de acuerdo con la sentencia del 4 de
diciembre de 2003 proferida por la Corte de Primera Instancia de las Antillas Neerlandesas Sede
Curazao, CARLOS ALBERTO BONILLA MEDINA fue condenado a quince años de prisión por el
delito de asesinato, cometido en la isla de Curazao el 28 de abril de 2002, al disparar un arma de
fuego, varias veces y con premeditación contra I.F.R. Hassell, quien falleció como resultado de esa
conducta.
2. Lo que activa el mecanismo de cooperación internacional es que la persona sea requerida bien
para ser juzgado o para cumplir una pena, siempre y cuando se acaten por el país requirente las
condiciones fijadas en un instrumento internacional o en las leyes internas del Estado requerido;
(iii) no hay viso alguno del quebranto al non bis in ídem, en la medida que es absolutamente claro
que la condena que BONILLA MEDINA ya cumplió fue dictada por unos hechos totalmente
diferentes a los que sirvieron de base al segundo fallo emitido en su contra y que son fundamento
de la petición de extradición; (iv) que así esté documentado que BONILLA MEDINA ingresó al país
deportado de Curazao por permanencia ilegal, tal circunstancia no es aspecto determinante al
objeto del concepto que debe emitir la Corte.
Concepto Extradición
FECHA : 31/01/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Antillas Holandesas
REQUERIDO : BONILLA MEDINA, CARLOS ALBERTO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 24280
PUBLICADA : Si
26
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Concepto Extradición
FECHA : 31/01/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : SALAZAR ESPINOSA, MANUEL FELIPE
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf., Concierto para
delinquir-narcotráfico, Concierto para delinquir-Lavado de
activos
PROCESO : 24048
PUBLICADA : Si
1. La Ley 975 de 2005 fue expedida con el propósito de regular todo lo concerniente a "la
investigación, procesamiento, sanción y beneficios judiciales de las personas vinculadas a grupos
armados organizados al margen de la ley, como autores o participes de hechos delictivos
cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a esos grupos, que hubieren decidido
desmovilizarse y contribuir decisivamente a la reconciliación nacional" -artículo 2°-, lo que de
entrada plantea un primer problema a resolver, consistente en determinar si su artículo 71 quedó
condicionado a ése específico ámbito de aplicación.
Con tal propósito habrá de mencionarse que la norma en cita fue incluida en el capítulo XII relativo
a "vigencia y disposiciones complementarias" evento que permite concluir razonablemente que fue
voluntad del legislador que los efectos de la especial modalidad sediciosa introducida en la Ley 975
de 2005, no se reserven de manera exclusiva para quienes opten por desmovilizarse, sino que se
aplique a todos aquellos que hagan parte de los denominados "grupos armados organizados al
margen de la ley".
A su vez, mediante esta norma el legislador reformó directamente el Código Penal en el sentido de
tipificar bajo el nomen juris de "sedición" la conducta de "quienes conformen o hagan parte de
grupos guerrilleros o de autodefensa cuyo accionar interfiera con el normal funcionamiento del
orden constitucional y legal", de donde deviene indudable que no empece las precisiones sobre el
ámbito de aplicación de la codificación en cita, su artículo 71 está llamado a producir efectos
generales, de suerte que a partir de su vigencia todas las hipótesis en que la imputación fáctica
contra un sindicado se haga consistir en "pertenecer o conformar" uno de los mencionados grupos
armados con las consecuencias allí señaladas -interferir en el funcionamiento del orden
constitucional y legal vigente-, resulta inequívocamente típica de esta especial modalidad de
sedición.
2. A este respecto, bien está recordar que el inciso 2° del artículo 340 del Código Penal, tienen
antecedente en los Decretos 180 de 1988 y 1194 de 1989, codificaciones que contemplaron una
especial modalidad de asociación delictiva para quienes promovieran, financiaran, organizaran,
dirigieran, fomentaran o ejecutaran actos tendientes a obtener la formación o ingreso de personas
a grupos armados de los denominados comúnmente escuadrones de la muerte, bandas de
sicarios o de justicia privada, equivocadamente denominados paramilitares, así como para quienes
formaran parte de tales grupos, sin perjuicio de la sanción que les correspondiera por los demás
delitos que cometa en ejercicio de esa finalidad, incorporadas como legislación permanente a
través del Decreto 2266 de 1991 y, luego, por la Ley 365 del 21 de febrero de 1997.
27
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
privada, se reputó típica del delito de concierto para delinquir recogido en las disposiciones antes
referidas.
3. Por voluntad del legislador se creó una nueva categoría delictiva para sancionar la
"pertenencia" a los grupos de "autodefensa", extrayéndose así esa conducta como atentado contra
el bien jurídico de la Seguridad Pública, para erigirla como atentatoria del Régimen Constitucional y
Legal, de suerte que conformar o hacer parte de aquéllas específicas agrupaciones es ahora delito
de sedición, en los precisos términos del artículo 71 de la Ley 975 de 2005.
Con todo, no comporta lo anterior que a través del artículo 71 de la Ley 975 de 2005 se hayan
derogado los incisos 2° y 3° del artículo 340 del Código Penal, ni que todo actuar de una persona
que conforma o hace parte de uno de los denominados grupos de "autodefensa" constituya
automáticamente delito de sedición: para que esa pertenencia pueda catalogarse de tal es preciso
que las acciones al margen de la ley que se haya acordado realizar sean manifestaciones dirigidas
a realizar los objetivos perseguidos por la agrupación, en el marco de la confrontación armada que
sostiene con las autoridades legítimamente constituidas o con los grupos guerrilleros.
4. El principio de congruencia que debe mediar entre la acusación y el fallo está instituido para
garantizar, además del derecho de defensa y la lealtad procesal, la estructura lógica y jurídica del
proceso, pues por regla general, quien es acusado por determinada conducta delictiva, debe ser
absuelto o condenado por la misma.
Tal principio, como ya lo ha expuesto la Sala, no debe ser entendido como "una exigencia de
perfecta armonía e identidad entre los juicios de acusación y el fallo, sino como una garantía de
que el proceso transita alrededor de un eje conceptual fáctico - jurídico que le sirve como marco y
límite de desenvolvimiento y no como atadura irreductible" y por ello, el fallador en la sentencia
puede dentro de ciertos límites degradar la responsabilidad, sin que se altere el referido principio.
6. Puede concluirse que si se procede por el delito de sedición, cuyo conocimiento corresponde a
los jueces penales del circuito en razón de la cláusula general de competencia establecida en el
numeral 1º del artículo 77 de la Ley 600 de 2000, la decisión que se impone adoptar no es otra que
la de dirimir la presente colisión negativa de competencia, asignando el conocimiento de este
asunto al Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas.
Es necesario destacar que no procede en este asunto la prórroga de competencia en cabeza del
juzgado penal del circuito especializado, en atención al estado en el que se encuentra actualmente
el proceso, esto es, porque apenas habrá de celebrarse la audiencia pública de juzgamiento y por
tanto, la citada prórroga conllevaría modificaciones sustanciales en el trámite, como por ejemplo, la
duplicación del término para que los procesados tuvieran derecho a su libertad provisional de
acuerdo con lo establecido en el numeral 5º del artículo 365 de la Ley 600 de 2000 en
concordancia con el artículo 15 transitorio del mismo ordenamiento.
7. Se debatió en Sala si la ley 975 de 2005 podría contrariar principios de justicia y del derecho
penal con incidencia negativa en la constitucionalidad de sus disposiciones, pero mayoritariamente
se desechó tal hipótesis con fundamento en los siguientes planteamientos:
No obstante que el artículo 4° de la Carta Política permite inaplicar aquellas disposiciones que se
ofrezcan incompatibles con el Estatuto Superior, para ello se requiere de la abierta y ostensible
contradicción de sus reglas con las superiores , de modo que la presunción de constitucionalidad
que las ampara quede desvirtuada, pudiendo el funcionario judicial, cuando eso ocurre, preferir las
normas constitucionales sobre las de inferior jerarquía, con efectos inter partes y en relación con
las personas involucradas en un conflicto específico, sin que pueda exceder ese preciso marco
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Ahora, tratándose de una ley sui generis, que regula un tema muy puntual en materia de penas en
el contexto de una justicia transicional, la Corte no encuentra establecida esa abierta y evidente
contradicción entre los preceptos en ella contenidos y el Orden Superior, como condición
indispensable para realizar el juicio de constitucionalidad que un mecanismo excepcional como el
control difuso requiere, lo cual además en modo alguno la puede autorizar para hacerlo acudiendo
a criterios de conveniencia.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
2. Por cuanto la documentación que echa de menos fue aportada por la Embajada de Italia, en
copias que de acuerdo con lo señalado corresponden a su original, manifestación que desde
ningún punto de vista puede ser cuestionada por autoridad alguna de nuestro país, y menos aún
las referidas a las formalidades que deben cumplir los documentos, ya que se trata de la
manifestación realizada por el órgano competente para representar al Gobierno Italiano, pues tales
consideraciones hacen parte de su soberanía.
3. De acuerdo con lo enunciado, la solicitud inicial fue tramitada y adelantada conforme las normas
del Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000 atendiendo el concepto emitido por el
Ministerio de Relaciones Exteriores, habiendo quedado superado el término de traslado para
solicitar pruebas, por lo tanto, la nueva petición de extradición no puede ser tramitada de manera
conjunta, como quiera que no ha cumplido el trámite respectivo, lo que conllevaría, además, la
vulneración del derecho fundamental al debido proceso del capturado con fines de extradición, al
no dársele las garantías establecidas por la ley para conocer su contenido y solicitar las pruebas
del caso.
En consecuencia, se devolverá la citada nota verbal y sus anexos al Ministerio del Interior y de
Justicia para que le de el trámite pertinente a la petición de extradición que contiene.
Auto Extradición
FECHA : 24/01/2006
DECISION : Niega pruebas pedidas, niega solicitud, devuelve doc. a
embajada, comunica
PAIS REQUIRENTE : Italia
REQUERIDO : CUELLAR GARCIA, VICTOR BAUDILIO
PROCESO : 24189
PUBLICADA : Si
1. El artículo 212 de la Ley 600 de 2000 exige que la demanda de casación debe contener los
siguientes presupuestos:
Así mismo, recuérdese que la sentencia impugnada llega revestida de la presunción de acierto y
legalidad, siendo del resorte del censor entrar a desvirtuarla y, por lo mismo, enervar la estructura
del fallo, mediante la proposición clara y precisa de la causal y de los fundamentos, de manera que
guíe y enseñe a la Corte dónde y de qué clase son las fisuras que ostenta, bien de trámite, ora de
juicio, porque según el artículo 216 de la Corporación sólo se puede atener, en principio, a los
motivos de casación expresamente alegados, preceptiva por la que se entiende el carácter rogado
y de la que emana del principio de limitación.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
2. En tratándose del error de derecho por falso juicio de convicción, propio del sistema de tarifa
legal de pruebas, consiste cuando el juzgador le otorga al medio de prueba un valor distinto del
que le asigna la ley o le impone uno que no está reglado también en la ley.
3. Dentro del método de apreciación que nos rige el sentenciador goza de libertad para
justipreciarlos, sólo limitado por los postulados de la sana crítica, cuya transgresión se debe
postular a través del error de hecho por falso raciocinio.
4. "Cuando el ataque en casación tiene que ver con la vulneración del principio contenido en el
artículo 31 de la Carta Política, desarrollado por el artículo 204 de la Ley 600 de 2000, esto es, el
de la no reforma en perjuicio cuando se trate de apelante único, se impone acudir a la causal
primera, vía directa de violación del derecho sustancial, y no la tercera o de nulidad, pues se trata
de un error in iudicando que nada tiene que ver con el procedimiento, ni con la valoración de los
hechos o de las pruebas, y que afectaría únicamente la legalidad de la sentencia en lo que tienen
que ver con todos aquellos aspectos que implican pena "*.
____________________________________
* Sentencia del 2 de mayo de 2002, Rad. 15262.
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : LORA ESCORCIA, JOSE RAFAEL
DELITOS : Tentativa de homicidio
PROCESO : 21613
PUBLICADA : Si
3. El término máximo de prescripción de la acción penal en el juicio es de diez (10) años conforme
a lo dispuesto en el artículo 86 de la ley 599 de 2000, al igual que lo previsto en el artículo 84 del
Decreto 100 de 1980 que disponía que una vez interrumpida la prescripción por el auto de
proceder o su equivalente -resolución de acusación- debidamente ejecutoriado, corría por un
tiempo igual a la mitad del señalado en su artículo 80, sin que en ningún caso prescriba en un
lapso menor a cinco (5) años.
que conforme al artículo 83 para determinar la prescripción se tienen en cuenta las causales
sustanciales modificadoras de la punibilidad.
5. Conforme a los datos del proceso(...) carece de antecedentes penales, siempre se desempeñó
como notificador del Tribunal Contencioso Administrativo de Barranquilla y mantuvo un núcleo
familiar, circunstancias éstas que frente a la levedad de la pena fijada, los catorce (14) meses y
siete (7) días que permaneció privado de su libertad por cuenta de este proceso -15 de marzo de
2000 al 22 de mayo de 2001-, la modalidad y a la naturaleza de la conducta punible, son
indicativas de que por el momento no existe la necesidad de la ejecución del resto de la pena,
debiendo eso sí ser sometido a un período de prueba de dos (2) años como consecuencia de la
suspensión condicional de la ejecución de la pena que se le otorga, lo cual comporta el
cumplimiento de las obligaciones previstas en el artículo 65 de la ley 599 de 2000 previa
constitución de caución en cuantía igual a un salario mínimo legal mensual vigente.
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite, declara prescripción, reajusta pena, concede
subrogado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : LECHUGA ZAMBRANO, JIMMY
PROCESADO : FIORILLO GAMERO, GISELLA
1. Por la dinámica misma del proceso de investigación en el trámite del sistema mixto que rige éste
asunto (Ley 600 de 2000), la no práctica de pruebas que en su oportunidad se peticionaron como
pertinentes, no implica necesariamente la violación al derecho de defensa del procesado, pues una
tal irregularidad no depende de esa simple omisión, sino de la naturaleza misma de la prueba y la
trascendencia que pueda tener en el fallo impugnado.
En tal evento, es necesario poner de presente los posibles resultados que aportaría la prueba, a
partir de criterios racionales, relaciones lógicas y expectativas concretas y verosímiles, y la forma
como tales efectos pueden influir en el resto del material probatorio, al punto que se pueda
modificar sustancialmente la decisión impugnada.
También es necesario examinar si la prueba omitida pudo ser suplida por otra u otras que
condujeron a similar comprobación, pues en tales eventos hay que concluir que la prueba
resultaba superflua, en relación con las demás legalmente recopiladas.
2. En el proceso penal, la búsqueda de la verdad a través de los medios de prueba que se estimen
idóneos, lleva a reconocer que la suficiencia de los mismos no se encuentra regulada de manera
predeterminada y que el legislador, a través de los criterios señalados en el artículo 235 del Código
de Procedimiento Penal, ha establecido límites en función de los cuales cada caso concreto
permitirá evaluar la necesidad de determinadas pruebas.
allí que al estudiar su viabilidad es necesario que el juez establezca si ellas cumplen con los
requisitos de oportunidad, eficacia y eficiencia, rechazando aquellos elementos de juicio que
resultan superfluos, esto es innecesarios para el fin de la investigación, como lo ha entendido la
Corte desde antaño al sostener que:
"La prueba que busque abundar sobre lo que ya está suficientemente esclarecido, es superflua, es
decir, no necesaria, inútil, está de más. Y si lo que se persigue es ir contra lo que ya está asaz
probado, también es superflua, porque lo que está cabalmente demostrado, niega, destruye la
presunta eficacia de lo que vaya en su contra, haciéndolo igualmente innecesario"* .
4. Frente al falso juicio de identidad, ha afirmado la Sala en repetidas ocasiones que su alegación
en sede de casación es relativamente simple, pues al elegir tal vía de ataque, el censor sólo debe
señalar, por una parte, qué es lo que la prueba objetivamente acredita; y, por otra, qué es lo que el
juzgador acreditó de ella, para que mediante tan simple ejercicio de contrastación, la Corte advierta
que efectivamente ese error, así evidenciado, está contenido en el atacado.
5. en la valoración de la prueba testimonial, resulta apenas obvio aceptar que las versiones de las
personas que tuvieron conocimiento de los hechos no siempre resulten coincidentes en todos los
detalles, bien porque percibieron los hechos en distintos momentos o desde diferentes ángulos, o
porque como ocurrió en este caso con el testimonio de la víctima, cuando rinden una segunda
exposición pueden más explícitos en los detalles que por razones completamente atendibles no
concretaron en una primera oportunidad.
Por ello es completamente aceptable que en ese ejercicio, el juez tome sólo una porción del
testimonio y deseche lo demás, sin que de allí se deriven errores de apreciación probatoria, salvo
que se demuestre que las conclusiones a las que llegó no son acordes a la sana crítica.
La incongruencia entre una y otra pieza procesal se configura entonces cuando en la condena se
incluyen circunstancias de agravación no deducidas en el pliego de cargos o en la oportunidad
debida del juicio; se desconocen atenuantes que allí se reconocieron; se varían los hechos que
constituyen la imputación mutándolos en su esencia o añadiendo conductas o cambia, para
agravar, sus modalidades de participación o las formas de culpabilidad.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Matar por vindicar la contestación, en los mismos términos, de un insulto que no provocó la
víctima, es un acto acompañado de un motivo fútil, por lo insignificante.
_________________________________
*Auto de junio 17 de 1.987.
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : ARGOTI RIASCOS, MIGUEL ALEXANDER - MIEMBRO DAS
PROCESADO : FONTALBO BOLAÑOS, JORGE RAFAEL - MIEMBRO DAS
DELITOS : Homicidio agravado, Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 22106
PUBLICADA : Si
Cuando se denuncia la vulneración del debido proceso, corresponde al censor determinar en cuál
de los diferentes eslabones concatenados y subsiguientes que estructuran el debido proceso se
presenta el irremediable defecto; por ejemplo, en la apertura de investigación, en la indagatoria, en
la definición de situación jurídica si a ello hay lugar, en la clausura del ciclo instructivo, en la
calificación, en las audiencias preparatoria o pública, o en los fallos de instancia.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : PANEZZO PEREZ, LUIS ARTURO ,O,
PROCESADO : PEREZ, JUAN CARLOS ,O;
PROCESADO : ZARAZA GONZALEZ, ROSENDO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio agravado,
Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 18051
PUBLICADA : Si
Precisamente a partir de esa comprensión, en ese marco teórico que permite materializar las
garantías constitucionales en el proceso penal, debe entenderse que la infracción de los derechos
fundamentales de los sujetos procesales son en todo o en parte insubsanables si no resisten el
test de proporcionalidad (el análisis a partir de la tensión entre los derechos del procesado y la
justicia), que se debe formular teniendo en cuenta los principios de convalidación, trascendencia y
protección (numerales 1, 3, 4 y 5 inciso 2 del artículo 310 de la ley 600 de 2000).
Aproximarse a la verdad y aplicar la ley sustancial, en el lenguaje del proceso penal, no es nada
distinto a la búsqueda por confirmar o desvirtuar la presunción de inocencia, a lo que se puede
llegar por dos vías: (i) a través de un proceso ordinario con todas sus etapas, o (ii) mediante un
proceso abreviado en donde el sindicado acepta voluntaria y libremente su responsabilidad. En
uno y otro caso, pero para lo que ahora importa, en éste último evento, "el juez no puede fallar
basado exclusivamente en el dicho o aceptación de los hechos por parte del procesado, sino en
las pruebas que ineludiblemente lo lleven al convencimiento de que éste es culpable. La
aceptación por parte del implicado de ser el autor o partícipe de los hechos investigados
penalmente, aunada a la existencia de prueba suficiente e idónea que demuestre tal afirmación,
permite desvirtuar la presunción de inocencia."***
35
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
___________________________________________
* Maier, Julio B. Derecho procesal penal. Tomo I. Fundamentos, Editorial Del Puerto, Buenos Aires, 2002.
** Corte Suprema de Justicia, radicado 20763, mayo 11 de 2005.
*** Corte Constitucional, sentencia C 425 de 1996.
**** Corte Suprema de Justicia, Sala de casación penal, sentencia del 29 de junio de 2005, radicado 18401
***** Cfr., artículo 2344 del código civil, según el cual: "Si un delito o culpa ha sido cometido por dos o mas
personas, cada una de ellas será solidariamente responsable de todo perjuicio procedente del mismo delito o
culpa..."
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GUTIERREZ DE ALBA, LUIS BELTRAN
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb., Fraude
procesal, Concierto para delinquir, Falsedad de sellos
oficiales, Falsedad por destrucción de documento público,
Estafa agravada
PROCESO : 20647
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Quien solicita la práctica de una prueba en materia penal debe probar que su recaudo es
conducente, pertinente y útil, es decir, que está permitida por la ley, que guarda relación con los
hechos investigados y que reviste importancia para la investigación. Si estas condiciones no se
cumplen, o lo que es igual, si la prueba está prohibida por el ordenamiento jurídico, o no conduce a
la demostración de los hechos, o es superflua, el funcionario judicial debe rechazarla, de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 235 del estatuto procesa penal.
1. El soporte de la pretensión es la tercera de las causales previstas en el artículo 220 del Código
de Procedimiento Penal, esto es, por aparecer una prueba que apunta a demostrar la inocencia del
incriminado, corresponde al actor demostrar no sólo el aparecimiento de aquélla, sino, lo más
importante, que el fallador no tuvo oportunidad de pronunciarse y que de haber ingresado al
expediente la solución del caso habría sido sustancialmente distinta y opuesta a la adoptada.
Cabe advertir que en virtud del fallo de constitucionalidad contenido en la sentencia C - 004 de
2003, procede la revisión en las circunstancias allí señaladas, en los procesos en los que se
profiera preclusión de la investigación, cesación de procedimiento o absolución, si esta decisión se
adoptó en actuación en la que se vulneraron los derechos humanos o se incurrió en graves
infracciones al DIH.
2. La Sala, tiene establecido que la causal tercera de revisión, exige que en la demanda se
acrediten los siguientes presupuestos: "a) surgimiento de hechos o de pruebas no conocidas al
tiempo de los debates en las instancias ordinarias del trámite; b) que el acontecer fáctico esté
ligado a la conducta punible materia de investigación y juzgamiento; y c) que las pruebas aducidas
sean aptas para establecer en grado de certeza la inocencia del procesado o su inimputabilidad, o
de tornar cuando menos discutible la verdad declarada en el fallo, haciendo que no pueda
probatoriamente mantenerse".
37
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Acción de Revisión
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
CONDENADO : BALCAZAR, JAIRO JOSE
NO RECURRENTE : RUIZ ERAZO, MARLY
DELITOS : Acceso carnal violento, Acto sexual violento, Acto sexual
con menor de 14 años
PROCESO : 21675
PUBLICADA : Si
1. Los vicios en cuya virtud las irritualidades pueden llegar a afectar el proceso penal son
predicables de aquellas actuaciones irregulares lesivas de la estructura misma del debido trámite o
del derecho de defensa, resultando por ende incompatible con tales fundamentos afirmar como
motivo de eventuales nulidades la aducción o práctica de una prueba con desmedro de los ritos
que le son propios en su formación -salvedad hecha de aquellas hipótesis en que la irregularidad
compromete determinaciones posteriores más allá de su contenido estrictamente probatorio, como
sucede v.g. con la indagatoria ineficaz-, toda vez que en casos semejantes los vicios del elemento
de convicción no trascienden al debido proceso ni a las garantías de los sujetos que intervienen en
su desarrollo, de manera que frente a casos semejantes pretermitir las exigencias de ley que
corresponden a la prueba y que afectan su validez, conlleva error de derecho por falso juicio de
legalidad, dentro del ámbito propio de la primera causal de casación y no de la tercera, esto es, a
la vía de nulidad.
2. La aceptación de los cargos, entre otros aspectos, implica para el actor -más aún dentro de la
preceptiva contenida en la Ley 600 de 2.000 aplicable en este caso-, que le está vedado
descalificar aquellos elementos de comprobación con fundamento en los cuales se ha consolidado
la prueba de responsabilidad, bien sea desde el punto de vista de su contenido y alcance
eminentemente demostrativo o de persuasión, o respecto de la legalidad formal del medio,
cuestionamientos de análisis o de validez, que escapan al ámbito de lo que le es factible
controvertir, como que este es, precisamente, uno de los múltiples efectos que emergen de la
consolidación anticipada de la sentencia.
3. Abstenerse de juramentar al menor de doce años, como lo dispone el artículo 266 de la Ley 600
de 2.000, comporta un doble sentido en la preceptiva legal: de un lado libera al infante de un
compromiso interior de contenido moral que no está en capacidad de asumir y al propio tiempo
excluye cualquier posibilidad de que penalmente pueda ser contrastada su conducta en el orden
de la tipificación en los delitos contra la administración de justicia.
Pretermitir dicha exclusión legal en nada afecta por supuesto el contenido probatorio de su versión
y menos aún la validez de la misma frente a la eventualidad de que, como sucede en este caso, no
se le haya advertido a la infanta la posibilidad de expresar lo ocurrido sin la gravedad del
juramento, pues según ha quedado reseñado, esta circunstancia prevenida en la ley no introduce
ingredientes de orden sustancial cuya imprevisión conculque en lo esencial la prueba y mucho
menos la circunstancia de no haberse hecho firmar el documento por su progenitora, pese a estar
presente, según se dejó anotado al inicio de la diligencia (fol.3), como que la propia ley no previó la
presencia de un "representante legal" o de un "pariente mayor de edad", como presupuesto de la
diligencia, sólo que de asistir al menor debía firmar el acta pero asumiendo, de esta manera, las
obligaciones inherentes a la reserva del acto, sin que, desde luego, su falta o la no firma del texto
de la diligencia, pueda soslayar la legalidad de la deposición, por cuanto, tampoco es de la esencia
de la misma la intervención o rúbrica suya.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
4. " En relación con el testigo menor de 12 años, al igual que cualquier persona requerida por el
órgano competente, está en la obligación de testificar, sólo que no se le recibirá juramento y, en lo
posible, deberá estar asistido por su representante legal o por un pariente suyo mayor de edad, a
quien se le tomará juramento acerca de la reserva de la diligencia. Así lo dispone claramente el
inciso primero del artículo 282 del Código de Procedimiento Penal.
De modo que, si la legislación procesal penal autoriza la convocatoria del menor de 12 años como
testigo dentro del proceso, no son posibles de lege ferenda aquellos juicios anticipados que
sugiere el demandante y expone también el Procurador Delegado, en el sentido de que una
persona de esa edad no puede ser fiel a las impresiones que recibe durante el desarrollo de un
acontecimiento cualquiera, dado que su capacidad de concentración es dispersa y también es
limitada su comprensión de lo que ocurre en el mundo exterior. Si esto fuera tan fatal y categórico
como se insinúa, de una vez el legislador hubiera descartado como testigos a los menores de 12
años, pero, por el contrario, la psicología experimental enseña que la minoría de edad, la vejez o la
imbecilidad no impiden que en determinado caso se haya podido ver u oír bien.
Por ello, cualquier persona, sin importar su condición, de la cual se pueda pregonar que de alguna
manera estuvo en contacto con los hechos pasados, debe ser admitida como testigo dentro del
proceso, obviamente sin perjuicio del valor probatorio que los funcionarios judiciales en su
oportunidad le puedan adjudicar al testimonio, en relación con las características personales de
aquellos de quienes proviene y otros criterios legalmente dispuestos (C. P. P., arts. 254 y 294).
El juramento del testigo es apenas una facultad de compulsión que la ley autoriza para procurar su
vinculación con la verdad de lo percibido, lo cual permite amonestarlo sobre la importancia moral y
legal del acto, al igual que de las sanciones penales a que se haría acreedor si declarare
falsamente o incumple lo prometido (art. 285 C. P. P.). En el caso del menor de 12 años,
precisamente por su corta edad, la ley optó por no compelerlo con una formalidad por la cual aún
no está en capacidad de responder, porque, en últimas, jurídicamente no interesa tanto que el
testigo haya faltado al compromiso moral sino que haya violado un vínculo legal para ocultar o
desdibujar la verdad que conoce, conducta que es la que lo podría conducir a una sanción penal.
Así pues, aunque el juramento apunta a garantizar la verdad en la declaración del testigo, la
ausencia del mismo no significa que el deponente voluntariamente no pueda ser fiel a la misma,
como evidentemente puede ocurrir en el caso del menor de 12 años. De igual manera, si la
importancia del juramento es más funcional que de regularidad de la diligencia (de hecho en otras
legislaciones no existe y sólo se acude a las advertencias previas de las consecuencias legales),
imponerlo artificiosa o equivocadamente al menor, siempre y cuando no se le trate de obligar a
declarar en contra de las personas incluidas en el círculo de protección legal, no tiene repercusión
en la validez del testimonio, pues lo que sigue, se repite, es la evaluación crítica del testimonio por
los funcionarios judiciales, ya que las conminaciones penales están excluidas de antemano por la
excepción que hace el artículo 282 del C. de P. P. y no por voluntad judicial.
Igualmente, como la exoneración que la ley hace del juramento al menor de 12 años tiene que ver
con el riesgo asumido para que el testigo diga espontáneamente la verdad, si lo quiere, también
con toda relatividad se prevé que aquél pueda estar asistido para garantía de un trato libre y no
compulsivo, en lo posible, por el representante legal o un pariente cercano. Aunque en este caso
estuvieron presentes otras personas no tan próximas familiarmente a la testigo menor, lo cierto es
que la ley abre esa posibilidad ante la ausencia de su parentela, pero además se trataba de
ciudadanos responsables y no ha sido objeto de discusión la libertad de la testigo en su
declaración.
De otro lado, si bien es cierto que a los asistentes de la menor no se les recibió juramento sobre el
deber de guardar la reserva sumarial, tal omisión tendría que ver con las dificultades posteriores
para imponer legítimamente consecuencias en esta materia, si eventualmente se violare el secreto
de la investigación por los intervinientes, pero para nada afecta la regularidad de la diligencia.
Este criterio ya había sido acordado por la Corte en las sentencias de casación del 19 de junio de
1991 (M. P. Guillermo Duque Ruiz) y el 27 de septiembre de 1994 (M. P. Gustavo Gómez
Velásquez).
"Si bien es cierto "el testigo de oídas, lo único que puede acreditar es la existencia de un relato que
otra persona le hace sobre unos hechos (…) y que generalmente ese concreto elemento de
39
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
convicción no responde al ideal de que en el proceso se pueda contar con pruebas caracterizadas
por su originalidad, que son las inmediatas", tampoco "implica lo anterior que dicho mecanismo de
verificación deba ser rechazado; lo que ocurre es que frente a las especiales características en
precedencia señaladas, es necesario estudiar cada caso particular, analizando de manera
razonable su credibilidad de acuerdo con las circunstancias personales y sociales del deponente,
así como las de la fuente de su conocimiento, si se ha de tener en cuenta que el testigo de oídas
no fue el que presenció el desarrollo de los sucesos y que por ende no existe un real acercamiento
al hecho que se pretende verificar" (Sentencia de segunda instancia, 29 de abril de 1999. M. P.
Carlos E. Mejía Escobar)" (M.P.: Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego Cas. 10615).
6. La falta de aplicación del precepto que regula la confesión como atenuante de la sanción
privativa de la libertad en la sentencia, es atacable pero por la causal primera de casación, dado
que su no reconocimiento en modo alguno puede asumirse vulnerador de las formas propias del
juicio o del derecho de defensa y así, entonces, como causal de nulidad.
7. En efecto, véase cómo el a quo, en términos integrados inescindiblemente al fallo del Tribunal
por ser materia de su ratificación y retomando el contenido de los preceptos que regulan la
confesión en la Ley 600, señaló con la jurisprudencia que no toda confesión reduce la pena sino
aquella fundante de la responsabilidad
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : BERON FLOREZ, VICTOR MANUEL
DELITOS : Acceso carnal abusivo con menor de 14 años, Acto sexual
con menor de 14 años
PROCESO : 21791
PUBLICADA : Si
1. El recurso de apelación constituye un medio otorgado por la ley a los sujetos procesales, para
que provoquen por parte del superior funcional de quien profirió la decisión atacada, un nuevo
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
examen de esta a partir de los argumentos expuestos en la sustentación, con el propósito de que
la judicatura tenga la oportunidad de corregir los errores en que se haya podido incurrir.
2. En punto del traslado dispuesto en el artículo 400 de la Ley 600 de 2000 para que los sujetos
procesales preparen la audiencia, invoquen nulidades originadas en la etapa de instrucción que no
se hayan resuelto, y soliciten la práctica de pruebas, es claro que ese es el instante oportuno para
deprecar una nulidad puntualmente hablando, lo que convierte en extemporáneo el reclamo
cuando se hace con posterioridad.
1. La Corte lo ha afirmado en muchísimas ocasiones. Así, por ejemplo, en decisión del 13 de junio
del 2002, dijo lo siguiente dentro del proceso radicado con el número 16.662:
El interés jurídico para recurrir tiene relación directa con las pretensiones que el sujeto procesal
que se dice afectado haya formulado ante los jueces de instancia. Si lo que se pretende en sede
de casación no fue planteado al funcionario de primer nivel, como tampoco al de segunda instancia
a través del recurso de apelación, para, luego de dejar vencer esas oportunidades que la ley
concede, acudir a esta vía extraordinaria, deviene en ilegítima su causa, porque mal puede
pretenderse perjudicado por algo que si no se decidió por el tribunal, obedeció única y
exclusivamente a que no se le solicitó a través de la oportuna alzada.
...
Debe advertirse, además, que el interés para recurrir estará ausente en aquellos casos en los
cuales la demanda de nulidad es simplemente una excusa para la discusión de determinaciones
de la primera instancia frente a las cuales se guardó silencio y que en realidad no corresponden a
hipótesis de violación de garantías fundamentales que deban remediarse a través del mecanismo
extremo de la nulidad procesal. (Sentencia de casación del 21 de febrero del 2002, radicación
número 14.872).
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Desestima la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En esas condiciones, la obligación era una: decidir el asunto con fundamento en los elementos de
juicio oportuna y legalmente incorporados al expediente.
3. Por otra parte, la lectura desprevenida de los dos conceptos técnicos muestra que el que
coincide con lo realmente ocurrido es aquel que señala a Jorge Enrique Rojas Quiceno como autor
de las grafías. En efecto, basta mencionar que quien elaboró este estudio es un "perito en
documentos cuestionados", esto es, especializado en la específica materia tratada, en tanto que
quien negó tal autoría es un "investigador judicial", o, lo que es lo mismo, con conocimientos
genéricos sobre esa y otras materias de investigación.
4. La estimación conjunta de los medios de prueba, así realizada, conduce a una sola conclusión:
quien contrató con el municipio la confección de las camisetas, con irrespeto total del régimen de
inhabilidades e incompatibilidades, fue Olga Inés Rojas Quiceno, hermana del entonces alcalde,
Jorge Enrique Rojas Quiceno, y éste tuvo conocimiento nítido y concreto de esa situación, la que
avaló en todas sus fases y presionó a quienes debían pagar las prendas compradas para su pago
pronto a favor de su familiar. Súmese otro aspecto: en el evento de que hubieran negociado los
dos -Olga Inés y Osorno- con la alcaldía, o, como dice el Tribunal, Olga a través de Osorno, la
situación sería exactamente igual.
5. Olvidó que la norma original -que fijaba arresto de 1 a 5 años y multa de hasta cinco millones de
pesos- fue modificada por el artículo 57 de la Ley 80 de 1993 que dispuso:
"El servidor público que realice alguna de las conductas tipificadas en los artículos 144, 145 y 146
del Código Penal, incurrirá en prisión de cuatro (4) a doce (12) años y en multa de veinte (20) a
ciento cincuenta (150) salarios mínimos legales mensuales".
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En estas condiciones habría asistido la razón al juez, pero con posterioridad el artículo 32 de la Ley
190 de 1995, norma en vigor cuando el procesado cometió la conducta, modificó la anterior, pues
dispuso:
"Para los delitos contra la administración pública no contemplados en esta ley que tengan penas
de multa, ésta será siempre entre diez (10) a cincuenta (50) salarios mínimos legales mensuales
vigentes de acuerdo con la dosificación que haga el juez".
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Casa parcial, confirma sentencia condenatoria de primera
instancia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
NO RECURRENTE : ROJAS QUINCENO, OLGA INES
NO RECURRENTE : ROJAS QUINCENO, JORGE ENRIQUE
NO RECURRENTE : OSORNO NARANJO, JOHN FABER
DELITOS : Violación al R. de incompa. e inhab.
PROCESO : 22044
PUBLICADA : Si
2. Se puede incurrir en violación indirecta de la ley sustancial por error de hecho. Así por ejemplo,
lo es por falso juicio de existencia cuando el fallador ignora o desconoce la presencia de la prueba,
o da por establecido un hecho que carece de demostración; será falso juicio de identidad, si se
relaciona con el contenido material, el yerro se gesta en la contemplación de la prueba, por
tergiversación o distorsión de su expresión literal, haciéndosele decir lo que en realidad no dice; o
el error corresponde a un falso raciocinio, si el desacierto se vincula con el mérito asignado a las
pruebas, es de orden axiológico, se presenta en el proceso de evaluación de la prueba, pues se
vulneran las reglas del método de la persuasión racional (lógica, ciencia y experiencia).
No obstante que el falso juicio de existencia, el falso juicio de identidad y el falso raciocinio,
pertenecen a la modalidad del error de hecho, dentro de la violación indirecta, sin embargo, no es
posible aducir su ocurrencia simultánea en un mismo cargo respecto de una misma prueba, dada
su autonomía, naturaleza y alcance. Por esta misma razón, no es dable sustentar el
quebrantamiento indirecto de la ley sustancial al amparo de un motivo con argumentos propios de
los otros.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : GOEZ VASQUEZ, ESNEYDER
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal
PROCESO : 22078
PUBLICADA : Si
1. Esta clase de yerros se pueden presentar cuando: (i) el juzgador ignora una prueba legal y
oportunamente allegada al proceso, o su expresión material y objetiva, o (ii) se supone un medio
de comprobación inexistente en la actuación para declarar acreditado algún aspecto objeto del
proceso.
En uno y otro caso, tiene establecido la jurisprudencia de la Sala es necesario que el demandante
señale cuál fue la prueba dejada al margen de valoración o la que se inventó el juzgador. Luego, si
se trata de exclusión del medio probatorio, debe confrontar el contenido material de éste con las
restantes estimaciones probatorias fijadas en el fallo, para demostrar que éstas no pueden
sostenerse en virtud del poder demostrativo del elemento de convicción ignorado.
...
Igualmente tiene definido la Corte que no debe entenderse que las pruebas han dejado de ser
consideradas cuando en el texto de la providencia no se encuentran referidas por su denominación
los medios echados de menos en el cargo, lo esencial es que el juzgador aborde objetiva y
explícitamente su contenido en lo que corresponde al tema examinado**.
2. Estos últimos aspectos eran considerados en la legislación vigente al momento de las conductas
punibles investigadas como una circunstancia de atenuación punitiva (art. 64-1 dto. 100 de 1980),
y en la actual codificación como circunstancia de menor punibilidad (art. 55-1), temas propios de
ser tenidos en cuenta para efectos de la individualización y tasación de la pena, pero ajenos para
efectos de demeritar la circunstancia de agravación punitiva del homicidio cuando se cometiere
"por motivo abyecto o fútil" como lo pretende el censor.
Y, la regla de la experiencia enseña que quien atenta contra la vida de otra persona lo hace por un
motivo que guarda proporcionalidad ilícita con el bien jurídico protegido, pero se sale del común
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
actuar el que se realice el homicidio por uno de los motivos atrás indicados, excepción que
precisamente explica el mayor rigor punitivo.
3. Estos últimos aspectos eran considerados en la legislación vigente al momento de las conductas
punibles investigadas como una circunstancia de atenuación punitiva (art. 64-1 dto. 100 de 1980),
y en la actual codificación como circunstancia de menor punibilidad (art. 55-1), temas propios de
ser tenidos en cuenta para efectos de la individualización y tasación de la pena, pero ajenos para
efectos de demeritar la circunstancia de agravación punitiva del homicidio cuando se cometiere
"por motivo abyecto o fútil" como lo pretende el censor.
Y, la regla de la experiencia enseña que quien atenta contra la vida de otra persona lo hace por un
motivo que guarda proporcionalidad ilícita con el bien jurídico protegido, pero se sale del común
actuar el que se realice el homicidio por uno de los motivos atrás indicados, excepción que
precisamente explica el mayor rigor punitivo.
5. De conformidad con la Carta Política (art. 2°-2) las autoridades de la República están instituidas
para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y
demás derechos y libertades y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y
de los particulares.
A su vez el artículo 11 señala como pilar fundamental la inviolabilidad del derecho a la vida.
Con mayor razón cuando las autoridades de tránsito de conformidad con lo previsto en el artículo
8° de la ley 105 de 1993 -como con acierto lo expresa el Procurador Delegado- han sido instituidas
para velar por el cumplimiento del régimen normativo del tránsito y transporte, por la seguridad de
las personas y las cosas en las vías públicas, con énfasis en que sus funciones deber ser de
carácter preventivo, de asistencia técnica y humana a los usuarios de las carreteras y de carácter
sancionatorio para quienes transgredan esas disposiciones.
Ninguna discusión puede admitirse en cuanto a que los agentes de tránsito al imponer los
correctivos pertinentes deben hacerlo dentro del respeto de los derechos y las garantías
fundamentales de las personas.
----------------------------------------
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. Marzo 16 de 2005, rad. 18816.
** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. enero 13 de 2003, rad. 14938.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : GOMEZ RIVERA, JOSE ANGEL
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 20263
PUBLICADA : Si
1. En la extorsión la conducta del sujeto activo debe constreñir a otro a hacer, tolerar, u omitir
alguna cosa, con el propósito de obtener provecho ilícito para sí o para un tercero, acción que será
punible a título de tentativa a partir de actos ejecutivos idóneos e inequívocamente dirigidos a
cumplir la acción prohibida por el tipo penal, si el resultado no se logra por causas ajenas a la
voluntad del sujeto activo.
Para establecer el comienzo de los actos ejecutivos de la conducta extorsiva, debe precisarse, con
base en los hechos registrados en el proceso, el momento en el que la conducta de C. A. A. G.
afectó la voluntad del sujeto pasivo, J. F. A. Z.
2. El recurrente acusa las sentencias de instancia de faltar a la congruencia con los cargos
aceptados por el inculpado para la terminación anticipada del proceso, lo que incidió en la
dosificación excesiva de la pena al tasar el mínimo a imponer y en la condena por perjuicios
morales, los cuales no fueron atribuidos en la acusación.
El legislador ha exigido, atendiendo la estructura del proceso penal, que la sentencia responda al
núcleo básico de la conducta imputada en la resolución de acusación y en su caso, a la variación
introducida con sujeción al ordenamiento jurídico durante el juzgamiento , de tal suerte que el
desconocimiento de este requisito y que implique grave y trascendente efecto nocivo a la situación
jurídica y a las garantías del procesado, impone al juzgador inexcusablemente entrar a corregirlo.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa, aclara pena de perjuicios
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ALVAREZ GIRALDO, CESAR AUGUSTO
DELITOS : Tentativa de extorsión
PROCESO : 21409
PUBLICADA : Si
1. Como la requisa que habría permitido los reprochables tocamientos a las féminas estaría
comprendida dentro del mismo núcleo comportamental, sobre cuya existencia se declaró la duda,
es claro que el abuso de autoridad que significaría realizarla quedó cobijado por la decisión
preclusiva. Esto obedece, como lo señaló el tribunal, al carácter subsidiario del delito de abuso de
autoridad por acto arbitrario o injusto, pues incurre en esa conducta punible el servidor público
"que fuera de los casos especialmente previstos como delito, con ocasión de sus funciones o
excediéndose en el ejercicio de ellas, cometa acto arbitrario o injusto" (artículos 152 Decreto 100
de 1980, 416 de la Ley 599 de 2000). Por eso, como la imputación por el acto sexual violento
comprendía la causal de agravación prevista en el artículo 306-2 del Código Penal derogado -el
carácter, la posición o el cargo del actor que le dé particular autoridad sobre la víctima o la
impulse a depositar en él su confianza-, recogía un supuesto de abuso de autoridad, la preclusión
prodigada respecto de la conducta que hasta ese momento se tenía como posible acto sexual
violento, agravado, cobijó también el abuso de autoridad implícito.
2. Expresado de otro modo, si la instrucción por el abuso de autoridad desplegado para lograr el
acto sexual violento fue precluida en cuanto no se probó si se realizó la conducta, no era posible
acusar por el mismo acto constitutivo de ese posible abuso de autoridad en virtud del carácter
subsidiario del tipo penal que lo define, debido a que sólo se puede imputar si la conducta no
constituye otro comportamiento punible y en este caso configuraba la circunstancia de agravación
del acto sexual violento.
3. Como la irregularidad radica en que la mencionada acusación recayó sobre conductas que no
fueron investigadas, no era posible corregirla mediante la preclusión de instrucción, sino a través
de la declaratoria de nulidad parcial de la providencia calificatoria de conformidad con el artículo
306-2 de la Ley 600 de 2000, para dejar sin efecto la mentada acusación con el fin de que se
compulsen las copias pertinentes ante la fiscalía para que esa entidad, si considera que hay lugar,
adelante la debida investigación destinada a esclarecer los presuntos comportamientos irregulares
de (...) durante el desarrollo de la diligencia de allanamiento y registro llevada a cabo el 19 de
febrero de 2000 en las instalaciones del Hotel Monterrey del Municipio de Itagüí.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
De acuerdo con ello, no por culto a la forma, sino a los principios que rigen el recurso
extraordinario, quien concurre a esta sede no lo puede hacer con un discurso similar al que se
utiliza en las instancias, sino con argumentos que respeten el sentido de la causal que sirve de
apoyo a los cargos, modulados en un lenguaje coherente, claro y preciso como expresión del
principio de autosuficiencia (artículo 212 de la ley 600 de 2000), en orden a que la Corte estudie el
tema dentro del principio de limitación que al recurso le es inherente.
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : TAPIAS CARDENAS, LUIS MIGUEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 24569
PUBLICADA : Si
CONCUSION-Se consuma
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
"El delito de concusión, que es de mera conducta en tanto basta con que se constriña, induzca o
solicite al particular el dinero o cualquier utilidad indebida, quedó consumado en el mismo instante
en que a través de la violencia moral, como fue la amenaza de privar de la libertad a las señoras
(...) y con la sugerencia que su demora sería de quince años, las indujo para que tácitamente
complacieran en el apoderamiento por parte de la Fiscal de los dólares y los pesos colombianos
que hallaron en su residencia, permaneciendo impávidas ante tal proceder"* .
...
En forma reiterada que el delito de concusión es de mera conducta, lo cual significa que se
consuma al constreñir, inducir o solicitar el dinero o la utilidad indebidos en provecho del servidor o
de un tercero, con independencia de que el dinero o la utilidad que se exigen hayan penetrado o
no a la esfera de disponibilidad del actor, según se concluye tanto del alcance y significación de los
verbos rectores contenidos en el tipo, como de la circunstancia de que el bien jurídico tutelado,
esto es, la administración pública, resulta lesionado con la conducta misma de constreñir, inducir o
solicitar indebidamente, pues ello quebranta la legislación que la organiza y estructura y contraría
los principios de lealtad, probidad y transparencia que la caracterizan.
Si ello es así lo que importa establecer para el juicio de adecuación típica, es que el agente de la
conducta haya ostentado el cargo de servidor público para el momento en que se llevó a cabo el
acto de inducción o de solicitud (concusión implícita) o el de constreñimiento (concusión explícita)
sobre la víctima y no que necesariamente conserve esa categoría para momentos ulteriores en los
que simplemente se materializa el agotamiento de la figura delictiva analizada.
____________________________________________
* Sentencia de fecha abril 13 de 2005. Rad. 21447.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. No es acertado imponer una veda o tarifa probatoria que margine de toda credibilidad el
testimonio de los menores, así como el de ninguna otra persona por su mera condición, como
suele ocurrir con los testimonios rendidos por los ancianos y algunos discapacitados mentales, con
fundamento en que o bien no han desarrollado (en el caso de los niños o personas con problemas
mentales) o han perdido algunas facultades sico-perceptivas (como ocurre con los ancianos). Sin
embargo, tales limitaciones per se no se ofrecen suficientes para restarles total credibilidad cuando
se advierte que han efectuado un relato objetivo de los acontecimientos.
La exclusión del mérito que ofrece el testimonio del menor desatiende estudios elaborados por la
sicología experimental y forense, por lo que se puede concluir que una tal postura contraviene las
reglas de la sana crítica, en cuanto el juicio del funcionario debe mostrarse acorde con los
postulados científicos. Estudios recientes realizados por profesionales de esas áreas, indican que
no es cierto que el menor, a pesar de sus limitaciones, no tiene la capacidad de ofrecer un relato
objetivo de unos hechos y muy especialmente cuando lo hace como víctima de abusos sexuales* .
...
A partir de investigaciones científicas como la anterior, se infiere que el dicho del menor, por la
naturaleza del acto y el impacto que genera en su memoria, adquiere gran credibilidad cuando es
la víctima de abusos sexuales.
Por otro lado, la tendencia actual en relación con la apreciación del testimonio del infante víctima
de vejámenes sexuales es contraria a la que se propugna en el fallo impugnado, atendido el hecho
de que el sujeto activo de la conducta, por lo general, busca condiciones propicias para evitar ser
descubierto y, en esa medida, es lo más frecuente que sólo se cuente con la versión del ofendido,
por lo que no se puede despreciar tan ligeramente.
Pero, además, desconocer la fuerza conclusiva que merece el testimonio del menor víctima de un
atentado sexual, implica perder de vista que dada su inferior condición -por encontrarse en un
proceso formativo físico y mental- requiere de una especial protección, hasta el punto de que,
como lo indica expresamente el artículo 44 de la Carta Política, sus derechos prevalecen sobre los
demás y, por lo tanto, su interés es superior en la vida jurídica.
2. En las actuaciones de esta naturaleza en donde se vea involucrado un menor, bien como
acusado o como víctima, es necesario brindarle una protección especial que impida su
discriminación. Precisamente cuando sean sujetos pasivos de conductas punibles sexuales, ello
se traduce, como también lo resalta la Corte Constitucional, en que:
"Las autoridades judiciales que intervengan en las etapas de investigación y juzgamiento de delitos
sexuales cometidos contra menores deben abstenerse de actuar de manera discriminatoria contra
las víctimas, estando en la obligación de tomar en consideración la situación de indefensión en la
cual se encuentra cualquier niño que ha sido sujeto pasivo de esta clase de ilícitos.
En efecto, en la mayoría de estos casos, los responsables del abuso sexual son personas
allegadas al menor, aún con vínculos de parentesco, lo cual dificulta enormemente la investigación
del ilícito. Es usual asimismo que la víctima se encuentre bajo enormes presiones psicológicas y
familiares al momento de rendir testimonio contra el agresor.
De tal suerte que constituiría acto de discriminación cualquier comportamiento del funcionario
judicial que no tome en consideración la situación de indefensión en la que se encuentra el menor
abusado sexualmente, y por lo tanto dispense a la víctima el mismo trato que regularmente se le
acuerda a un adulto, omita realizar las actividades necesarias para su protección, asuma una
actitud pasiva en materia probatoria, profiera frases o expresiones lesivas a la dignidad del menor
o lo intimide o coaccione de cualquier manera para que declare en algún u otro sentido o para que
no lo haga. Tales prácticas vulneran gravemente la Constitución y comprometen la responsabilidad
penal y disciplinaria del funcionario que las cometa.
3. Con el fin de establecer la responsabilidad penal en los delitos sexuales, ninguna incidencia
tiene ahondar en la conducta de la víctima, como así lo indicó la Corte Constitucional en reciente
fallo, que bien está traer a colación en lo pertinente:
50
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
"Cuando las pruebas solicitadas relativas a la vida íntima de la víctima no cumplen con estos
requisitos, y se ordena su práctica, se violan tanto el derecho a la intimidad como el debido
proceso de las víctimas, pues la investigación penal no se orienta a la búsqueda de la verdad y al
logro de la justicia, sino que se transforma en un juicio de la conducta de la víctima, que
desconoce su dignidad y hace prevalecer un prejuicio implícito sobre las condiciones morales y
personales de la víctima como justificación para la violación. Cuando la investigación penal
adquiere estas características, la búsqueda de la verdad se cumple de manera puramente formal,
totalmente ajena a la realización de las finalidades del proceso penal, y por lo tanto violatoria de los
derechos de la víctima y, por consecuencia, del debido proceso.
De lo anterior se concluye, que las víctimas de delitos sexuales, tienen un derecho constitucional a
que se proteja su derecho a la intimidad contra la práctica de pruebas que impliquen una
intromisión irrazonable, innecesaria y desproporcionada en su vida íntima, como ocurre, en
principio, cuando se indaga genéricamente sobre el comportamiento sexual o social de la víctima
previo o posterior a los hechos que se investigan. Tal circunstancia, transforma las pruebas
solicitadas o recaudadas en pruebas constitucionalmente inadmisibles, frente a las cuales tanto la
Carta como el legislador ordenan su exclusión".*
5. Es altamente improbable que frente al dicho de una misma persona y con más razón frente a lo
expuesto por otra, no haya contradicciones, pues lo que en verdad se debe sopesar, como atrás
se señaló, es la entidad de tales inconsistencias con relación al aspecto medular que en ellas se
relata.
6. La Corte Constitucional, en la referida sentencia T-554/03, en relación con los medios de prueba
que normalmente se presentan en este tipo de delitos adujo:
_____________________________________
* Corte Constitucional, entre otras, sentencias SU-159 de 2002 y SU-1159 de 2003.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Si casa, confirma fallo condenatorio de primera instancia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
NO RECURRENTE : ECHEVERRI HERRERA, NOEL ARCANGEL
DELITOS : Incesto, Acto sexual con menor de 14 años
PROCESO : 23706
PUBLICADA : Si
2. Los supuestos dieron lugar a la imputación por el delito de falsedad ideológica en documento
público en la resolución de acusación y en los fallos de instancia, encuadran jurídicamente en el
punible de falsedad material de servidor público en documento público porque a la postre, lo que
se le reprocha al sindicado es la elaboración de los documentos, los cuales, son materialmente
falsos.
Esto, tiene su razón de ser en el hecho que la falsedad ideológica en documento público,
necesariamente supone su autenticidad, porque el atentado a la fe pública se remite a su
contenido.
3. Por lo anterior, sin embargo, no acudirá la Sala a la declaratoria oficiosa de nulidad por errada
calificación, no sólo porque el ilícito en mención también se encuentra en el mismo título y capítulo
de los atentados a la fe pública, sino porque materialmente el resultado sería inane, dado que la
pena que corresponde a esa infracción es igual en sus extremos mínimo y máximo que la fijada en
el Código anterior para la falsedad ideológica en documento público.
En este sentido, concurren a favor del sentenciado su actitud procesal, en tanto que estuvo atento
de los llamados de la justicia por cuenta de este proceso, y además, las cirucunstancias que
52
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
rodearon los hechos, pues finalmente la administración no sufrió mayor detrimento patrimonial
como quiera que lo apropiado finalmente se reintegró en su totalidad.
_______________________________
* En ese sentido, ver auto No. 24.066 del 22 de noviembre de 2005.
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Casa parcialmente, absuelve por un delito, casa de oficio
reajustando pena, ...
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Quibdó
PROCESADO : IBARGUEN OSPINA, BIBIANO
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica en
documento público, Peculado por aplicación diferente
PROCESO : 21283
PUBLICADA : Si
Cumplido lo anterior, también constituye una carga para el casacionista evidenciar la trascendencia
del yerro. En otras palabras, se debe enseñar a la Corte cómo de no haber sido apreciado el
medio de prueba catalogado como ilegal, necesariamente el fallo habría sido favorable a los
intereses que representa.
53
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Quibdó
PROCESADO : MURILLO CORDOBA, FRANCISCO ANTONIO
DELITOS : Rebelión, Secuestro extorsivo
PROCESO : 21832
PUBLICADA : Si
De acuerdo con las reglas de la sana crítica era lógico que en el transporte del secuestrado
intervendrían cuando menos dos personas, resultando increíble que una persona que adelantaba
la comisión de un delito de secuestro recogiera a un extraño por el camino, pruebas que al igual
que la desestimación de las explicaciones del acusado mantienen incólume la decisión, en tanto
que en este reparo no fueron cuestionadas por el censor.
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : HERNANDEZ HERNANDEZ, HUGO RAMIRO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Secuestro extorsivo
PROCESO : 20106
PUBLICADA : Si
54
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
3. Los actos de rebelión no se agotan solamente en el enfrentamiento armado con los miembros
de la fuerza pública, al punto que el tipo delictivo también encuentra realización en la sola
pertenencia del sujeto agente al grupo subversivo y que por dicha razón le sean encomendadas
labores de cualquier naturaleza, tales como financiamiento, ideológicas, planeación, reclutamiento,
publicidad, relaciones internacionales, instrucción, adoctrinamiento, comunicaciones, inteligencia,
infiltración, suministros, asistencia médica, o cualquier otra actividad que no se relacione
directamente con el uso de las armas, pero que se constituyan en instrumento idóneo para el
mantenimiento, fortalecimiento o funcionamiento del grupo subversivo. Por esto resulta de obvio
entendimiento que se puede dar el calificativo de rebelde a quien tales actividades realiza, así
materialmente no porte armas de fuego ni haga uso de ellas, porque la exigencia típica relativa al
empleo de las armas se da con las que, en orden a lograr sus finalidades, utiliza el grupo rebelde
al que se pertenece *** .
Del mismo modo, si bien el tipo penal exige para su configuración que el propósito perseguido con
el empleo de las armas sea derrocar al Gobierno Nacional, o suprimir o modificar el régimen
constitucional o legal vigente, ello en modo alguno significa que en todos los casos los objetivos de
la acción armada deban ser servidores públicos o más específicamente miembros de las fuerzas
militares o de policía, como al parecer es entendido por el censor.
El casacionista supone equivocadamente, que la acción armada de los grupos rebeldes debe,
necesariamente, recaer sobre miembros de la fuerza pública, o servidores públicos en general y
que por dicho motivo los actos realizados en contra de éstos no pueden verse agravados pues ello
implicaría desconocer la prohibición de non bis in idem. Un tal entendimiento no se colige del tipo
penal, toda vez que en la definición comportamental no aparecen incluidas unas tales exigencias,
no corresponde a la manera como de ordinario se busca alcanzar el propósito de derrocar las
instituciones legítimamente constituidas, ni se aviene a la interpretación constitucional del precepto
que define la rebelión.
Deja de considerar el censor que doctrina y jurisprudencia se han orientado por reconocer que la
acción rebelde adquiere variedad de manifestaciones asimismo delictivas, y que en su desarrollo
puede verse afectado cualquiera de los bienes jurídicos protegidos por el derecho penal, radicados
en cabeza de autoridades o de particulares, cuya lesión o puesta en peligro no escapa a los
efectos punitivos establecidos por el ordenamiento, ni siquiera so pretexto de tratarse de delitos
conexos en combate o fuera de él, o que lleguen a denotar o no, actos de ferocidad, barbarie o
terrorismo.
...
Si los efectos nocivos de la acción armada pueden aparecer evidenciados respecto de cualquier
persona natural o jurídica, incluidas las que actúan a nombre del Estado, resulta legítima la
manifestación de política criminal expresada en la previsión legal de agravar punitivamente los
comportamientos realizados sobre la vida y la integridad personal de quienes tienen por deber
defender sus instituciones, pues al momento de tomar posesión de los cargos juraron cumplir y
hacer cumplir la constitución y las leyes de la República, lo que de suyo debe traer aparejado no
sólo un mayor grado de compromiso sino de protección para el caso de que por dicho motivo los
deberes oficiales pongan en riesgo o lesionen bienes jurídicos personalísimos como la vida, la
libertad, o la integridad personal, para sólo mencionar algunos de ellos.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
A efecto entonces de denotar la sin razón en el planteamiento del censor, la Sala no tiene más
alternativa que reiterar el entendimiento dado por el Juez Constitucional sobre dicho particular, al
indicar que "los miembros de la Fuerza Pública, no sobra recordarlo, no agotan como servidores
públicos su dimensión existencial. Ante todo, se trata de personas y, como tales, salvo los
derechos que la Constitución expresamente no les otorga, gozan de los restantes. El aparato
estatal requiere del esfuerzo y concurso de los militares y policías, con el objeto de cumplir
misiones como las referidas a la defensa del territorio, la independencia nacional, la democracia y
los derechos fundamentales. No obstante, el miembro de la fuerza pública no termina absorbido
por el aparato estatal, como lo pretende una visión deshumanizadora y contraria a la dignidad de la
persona humana. En este orden de ideas, atentar contra la vida de un miembro de la Fuerza
Pública, no se concreta en la simple lesión de un valor institucional. Los militares y policías no son
entelequias y, por tanto, el más elemental entendimiento de la dignidad humana, no puede
negarles el carácter de sujetos pasivos autónomos de los agravios que desconozcan su
personalidad y su vida" (se resalta).
Por razón de lo expuesto, la Corte, acogiendo el criterio sentado por el Tribunal Constitucional al
juzgar la constitucionalidad del artículo 127 del Decreto 100 de 1980, precisó que "en la
actualidad, ante la declaratoria de inexequibilidad de la referida disposición penal, y el contenido de
la decisión del órgano de control constitucional, los comportamientos delictivos que no sean
elemento o circunstancia integrante de la configuración típica del delito de rebelión, deben, sin
excepción, recibir tratamiento de hechos punibles concursales" .
Siendo ello así, si lo que se presenta como resultado de la acción armada por parte de los
rebeldes es un concurso de delitos conexos al de rebelión, cada uno debe imputarse con todos los
elementos que dan autonomía a dichos comportamientos, como en este caso de manera acertada
procedieron la fiscalía y los juzgadores.
______________________________
* Cfr. Cas. de 12 de noviembre de 2003. Rad. 13952.
** Cfr. Cas. de 2 de diciembre de 1998. Rad. 11346.
*** Cfr. Cas. de 12 de agosto de 1993. Rad. 7504.
Sentencia Casación
FECHA : 26/01/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Villavicencio
PROCESADO : MARTINEZ AGATON, JAIRO HUMBERTO
PROCESADO : WILCHEZ CHAVARRO, VICTOR
PROCESADO : LOPEZ AVILA, SILVINO
PROCESADO : QUINTO PALACIOS, ADALBERTO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Homicidio agravado, Rebelión
PROCESO : 23893
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. La rehabilitación de derechos y funciones públicas a tono con la preceptiva 490 de la Ley 600 de
2000 le corresponde a los juzgadores encargados de la ejecución de penas y medidas de
seguridad, cuyas providencias en segunda instancia serán revisadas, en caso de apelación, por la
Sala Penal de los tribunales del distrito al que éstos pertenezcan, según mandato del artículo 80
ibídem.
A su vez el artículo 79, numeral 8º, inciso 2º de la citada ley, asigna la vigilancia y control de las
penas y medidas de seguridad a la autoridad judicial de conocimiento cuando se trate de
procesados o condenados que gocen de fuero constitucional o legal, por tanto, excluyó de la
posibilidad de apelación las providencias dictadas por la Corte cuando actuando en única instancia
cumple dicha función.
La Ley 906 de 2004 en el artículo 480 mantuvo en los jueces de ejecución de penas y medidas de
seguridad la competencia para la rehabilitación de los derechos y funciones públicas pero introdujo
una modificación en el Parágrafo del artículo 38 ibídem, al extender a dichos funcionarios la
competencia, en primera instancia, cuando se trate de condenados aforados y asignó la segunda
al respectivo juez de conocimiento.
___________________________________________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto del 28 de julio de 2005, rad. N° 19.093.
**CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto del 3 de agosto de 2005, rad. N° 22.099.
***CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto del 31 de agosto de 2005, rad. N° 16.519.
CAMBIO DE RADICACION-Requisitos
La jurisprudencia de la Corte ha señalado que para decidir sobre la procedencia del cambio de
radicación de un proceso, por tratarse de una medida excepcional a los postulados que rigen la
cláusula general de competencia que se deriva del factor territorial, es necesario que esté
comprobado que en el lugar en el que se adelanta el proceso se configure alguno o varios de los
motivos previstos por el Código de Procedimiento Penal, hoy artículo 85, es decir, la existencia de
circunstancias que afecten: el orden público, la imparcialidad o independencia de la administración
de justicia, las garantías procesales, la publicidad del juzgamiento, la seguridad del sindicado o su
integridad personal, circunstancia ésta que la ley hizo extensiva a los sujetos procesales y a los
funcionarios judiciales.
57
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En consecuencia, la petición que se eleve en tal sentido debe tener como sustento una de las
causas previstas por la ley, expresar las razones en que se fundamenta y aportar las pruebas que
demuestren la existencia de la causal invocada, elementos de juicio de los cuales se colija que la
rectitud y la eficacia de la administración de justicia se verían seriamente afectadas de manera
grave, en el caso concreto, impidiendo que se realicen sus fines de no autorizarse el cambio de
radicación.
En el presente caso, el procesado pese a transcribir la norma que prevé el cambio de radicación
no aduce en concreto ninguna de las causales allí señaladas, tampoco pone de presente hechos
que permitan deducir alguna de ellas; se limita a aducir como causa que da origen al cambio de
radicación, la circunstancia de que las peticiones que ha elevado ante la Fiscalía no han sido
acogidas. Pero sin señalar, en concreto en qué forma se estaría afectando en su caso, por
circunstancias externas, la transparencia y eficacia de la administración de justicia.
Cambio de Radicación
FECHA : 31/01/2006
DECISION : Niega el cambio solicitado
PROCEDENCIA : Fiscalía 32 del. ante J.P.C
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MORALES TELLO, MILTON AUGUSTO
DELITOS : Estafa
PROCESO : 24936
PUBLICADA : Si
Auto Recusación
FECHA : 07/02/2006
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Cuando la casación se intenta por vía excepcional, requiere no sólo que se trate de una
sentencia de segundo grado y que la conducta punible sea sancionada con privación de la libertad
inferior a la pena exigida a la casación ordinaria, esto es, cuyo máximo exceda de 8 años, sino que
también es preciso que el actor cumpla con la carga de fundamentar los motivos por los cuales
considera se ha violado una garantía fundamental o porque se hace necesario el desarrollo de la
jurisprudencia, pues sólo a esos eventos se restringe la admisibilidad de esta modalidad de
casación.
Respecto del desarrollo de la jurisprudencia, resulta también imperioso que se diga en el escrito, si
lo que se pide es la unificación de posiciones encontradas sobre el particular, la actualización de la
doctrina hasta el momento imperante o el pronunciamiento sobre un tema aún no desarrollado,
debiéndose señalar, además, de qué manera la decisión que va a adoptar la Corte presta el doble
servicio de solucionar adecuadamente el caso y de servir de guía como criterio auxiliar de la
actividad judicial.
3. La nulidad como motivo para atacar, por vía de casación, el fallo de segunda instancia, en orden
a la técnica propia de esta medio extraordinario de confrontación de la legalidad de las sentencias,
comporta los mismos niveles de exigencia que son inherentes a las demás causales dada su
especial naturaleza, lo cual significa que de modo insoslayable debe especificarse la causal o
motivo de nulidad concurrente, demostrando el carácter sustancial del vicio o la irregularidad
acusados y particularmente la etapa o el momento procesal a partir de la cual se hace imperativa
la anulación, explicando justificativamente las razones por las cuales no media alternativa diversa
que la de invalidar lo actuado.
En virtud del principio de trascendencia que gobierna la declaratoria de nulidad, según la cual, no
basta con denunciar irregularidades o que éstas efectivamente se presenten en el proceso, sino
que se hace indispensable demostrar que aquellas inciden de manera concreta en el quebranto de
los derechos de los sujetos procesales, se hace necesario que el actor evidencie un perjuicio en el
yerro in procedendo denunciado, pues, caso contrario, la Corte, por razón del principio de
limitación, no puede entrar a complementar al censor.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 07/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MONROY PALACIOS, BENIGNO
DELITOS : Lesiones personales, Porte de armas de defensa personal
PROCESO : 21644
PUBLICADA : Si
1. Al tenor de lo normado por el artículo 513 del Código Procesal Penal, para conceder u ofrecer la
extradición de una persona la solicitud debe ser presentada por vía diplomática o en casos
excepcionales por la consular o de gobierno a gobierno, anexando copia o transcripción auténtica
de la sentencia, de la resolución de acusación o su equivalente, indicar con exactitud los actos que
fundamentan la reclamación y el lugar y la fecha de su ejecución; aportar, adicionalmente, la
información que posea y que sirva para acreditar la plena identidad de la persona requerida, y
copia auténtica de las disposiciones penales aplicables al caso.
2. No sucede lo mismo y, en ello comparte la Sala los argumentos del defensor, con la última
conducta atribuida a (...), atinente a que con el propósito de evitar los requisitos de presentar un
informe sobre una operación financiera según la Sección 5313(a) del Título 31 del Código de los
Estados Unidos, y las reglas promulgadas según dicha sección, estructuró, ayudó en la
estructuración, intentó estructurar e intentó ayudar en la estructuración de una operación, es decir:
la compra en el mismo día hábil de aproximadamente US$146.628.oo de giros postales y cheques
de cajero con una o más entidades financieras y que lo hizo como una parte de un patrón de
actividades ilícitas que involucraba más de US$100.00 durante un plazo de 12 meses; como quiera
que dicha conducta no es considerada delictiva en nuestro país.
Concepto Extradición
FECHA : 07/02/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : MAZUERA MARTINEZ, HUGO
DELITOS : Lavado de activos, Concierto para delinquir-narcotráfico
PROCESO : 24050
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
diciembre de 1.997 y en consecuencia el concepto en relación con los mismos no puede ser sino
desfavorable.
Favorable lo será en cambio frente a los hechos cometidos con posterioridad a esa fecha pues la
acusación los abarca inclusive hasta la data en que ella fue emitida pues en su respecto se
encuentran en los términos indicados satisfechos los requisitos exigidos por el Código de
Procedimiento Penal; importa sí advertir que la pena prevista en el país solicitante para los delitos
por los cuales se reclama en extradición al ciudadano colombiano (...) podrían comportar la cadena
perpetua, prohibida en nuestra Constitución en el artículo 34, por ello, de acogerse el presente
concepto, el Gobierno Colombiano deberá tener en cuenta esta situación a fin de imponer los
condicionamientos que estime pertinentes, especialmente los referidos a la prohibición de infligir
penas o tratos crueles inhumanos o degradantes y de juzgar a la persona por conductas punibles
anteriores a las que motivaron la presente solicitud o al 17 de diciembre de 1.997.
Concepto Extradición
FECHA : 07/02/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : GASCA LEGARDA, JUAN CARLOS
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf., Concierto para
delinquir-narcotráfico
PROCESO : 24289
PUBLICADA : Si
La Sala de Casación Penal ha reiterado pluralidad de veces la tesis según la cual la expresión del
artículo 271 del Código del Menor, "residencia del titular del derecho", debe entenderse como el
lugar donde residía el menor con derecho a percibir alimentos, para la fecha en que se instauró la
denuncia o se inició la investigación, por la inasistencia alimentaria.
"El tema propuesto en el conflicto que ahora se resuelve torna imperativo para la Sala referirse a
dos cuestiones distintas pero inherentes a la competencia.
La primera, atinente a la competencia por el factor funcional, a la luz del nuevo Código de
Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000).
61
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En ese orden de ideas, el juez competente para juzgar el delito de inasistencia alimentaria cuando
el sujeto pasivo es un menor de edad continúa siendo el Juez Penal Municipal, como lo dispone el
artículo 78 del Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000), en precisa armonía con el
artículo 271 del Código del Menor (Decreto 2737 de 1989), norma de carácter especial que
continúa vigente y no fue derogada por el nuevo régimen de procedimiento, toda vez que no le es
contraria.
...
Se impone a continuación dilucidar, para efectos del artículo 271 del Código del Menor, el
contenido y alcance de la frase "residencia del titular del derecho", y en cuanto hace a este tópico
desde ya se advierte que el Juez Penal Municipal de Popayán, ha interpretado adecuadamente el
derecho que a este caso corresponde.
Con frecuencia ocurre que después de instaurar la denuncia, o después de que se inicia de oficio
en el caso de los menores, el titular del derecho cambia el lugar geográfico de su residencia.
La fijación de la competencia para el juzgamiento por el factor territorial es un tema procesal que
atañe exclusivamente a la ley, y se determina con las pautas que ella misma establece, entre las
cuales no se encuentra el arbitrio o el destino del sujeto pasivo de la infracción penal.
Así lo ha reiterado la jurisprudencia de la Sala de Casación Penal al dirimir otras colisiones con
idéntico problema jurídico, tema sobre el cual podrían confrontarse, entre otros, los autos de 24 de
febrero de 1998, 31 de agosto de 1998 y 11 de mayo de 1999, ...respectivamente."
1. Cuando la respectiva solicitud se formula por sujeto procesal ante el funcionario que esté
conociendo del juicio -como sucede en el asunto que se analiza- corresponde a éste, para efectos
de concretar tal facultad y definir a dónde la remite, si al Tribunal de Distrito o a la Corte, con
independencia de que el petente especifique o no su pretensión sobre el destino del traslado,
"examinar su fundamentación previamente en aras de establecer, si la circunstancia o
circunstancias aducidas son neutralizables en la propia región o distrito o en uno diferente (y) si lo
primero, la remitirá al Tribunal respectivo y, en caso contrario, a la Corte Suprema de Justicia, sin
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
2. Las causas que hacen procedente el cambio de radicación sólo pueden ser externas al
funcionario u objetivas, de ahí que si el fundamento de la afectación del principio de imparcialidad
se asocia a la subjetividad del Juez -que es lo que sucede en el caso propuesto- a la institución
procesal que debe acudirse es a la de los impedimentos y recusaciones la que por igual se halla
establecida para preservar las garantías de autonomía, independencia e imparcialidad en la
administración de justicia y cuestionar en forma racional y fundada la imparcialidad y probidad del
juzgador que exhiba un interés en el proceso, o que sus actuaciones no estén rodeadas de la
rectitud con la que debe obrar todo funcionario judicial. Tanto el cambio de radicación como el
mecanismo de los impedimentos y recusaciones coinciden en la finalidad en cuanto tienden a
preservar, entre otras garantías, la independencia e imparcialidad de la administración de justicia,
pero tienen como fundamento causas de diferente origen, pues las circunstancias establecidas
para ordenar aquél hacen relación al territorio donde se lleva a cabo el juzgamiento, y no a
situaciones particulares que se predican del juez de modo que allá inciden, entonces, factores
externos o exógenos atinentes al territorio y acá situaciones objetivas o subjetivas que conciernen
al juzgador mismo.
Cambio de Radicación
FECHA : 07/02/2006
DECISION : Niega el cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado P.C.
CIUDAD : Saravena
PROCESADO : MORALES FLOREZ, SAMUEL
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 24730
PUBLICADA : Si
1. Realizado el proceso de adecuación típica conforme se reseñó con antelación, los extremos
punitivos del tipo básico de lesiones personales que producen deformidad física permanente
oscilan entre 2 y 7 años de prisión y multa de 26 a 36 salarios mínimos legales mensuales vigentes
-Art. 113, inciso 2° del C. Penal-, en tanto que si dicho comportamiento se ejecuta en persona
unida por relación de parentesco, como la de hermano en este caso, los anteriores límites
punitivos se modifican "de una tercera parte a la mitad" -Arts. 119 y 104, ord. 1° ibidem-, quedando
los nuevos extremos punitivos, de acuerdo con lo reglado en el Art. 60-4 del Estatuto Represor, en
32 y 126 meses de prisión, y la multa en 34,66 y 54 s.m.l.m.v.
Ahora, si esa conducta punible de lesiones personales agravadas se comete en estado de ira o de
intenso dolor, como aquí se reconoció, la correcta intelección de las preceptivas contenidas en el
Art. 57 del C. Penal indica que el infractor incurrirá en pena "no menor de la sexta parte del mínimo
ni mayor de la mitad del máximo", lo que en el asunto a examen significa que el correspondiente
ámbito punitivo quedaría fijado, el mínimo en 5 meses y 10 días de prisión, y el máximo en 63
meses, mientras que la multa oscilaría entre 5.77 y 27 s.m.l.m.v.
2. "(...) Tal es lo que ocurre en materia penal cuando el delito se comete bajo el estado de ira, por
cuanto como se desprende de los elementos estructurantes de esta aminorante punitiva, el hecho
delictuoso es motivado por una grave, ajena e injusta provocación de quien es sujeto pasivo del
hecho punible, pues en tales condiciones, es indudable que siendo el comportamiento de la víctima
el que desencadena la reacción delictual la reparación del daño sufrido a causa de su propio
actuar no puede hacerse en forma plena, sino parcial (...)"
63
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En esta oportunidad, la Corte retoma dicha tesis, pues si bien con posterioridad a las sentencias
de las que se ha hecho mérito, en proveído del 18 de noviembre de 2004, Rdo. 20.889, la Sala al
reconocer que el procesado desplegó el comportamiento punible en estado de ira resolvió reducir
"en la misma proporción" que corresponde a dicha atenuante la indemnización por perjuicios
morales, es lo cierto que en el mismo no se explicaron los motivos para variar la jurisprudencia en
relación con el tema, y menos se hizo mención de los precedentes que sobre la materia existen.
Expresado de otro modo, el juez no puede desbordar en la sentencia los límites que le impone la
acusación y en consecuencia está obligado a dictar el fallo en consonancia con los cargos allí
formulados, lo cual implica que no puede condenar o absolver por imputaciones diversas a las
señaladas en el procesatorio.
Esta doctrina en torno a la congruencia ha sido reiterada y sostenida por la Corte, como en
reciente pronunciamiento se expuso de la siguiente manera:
"En materia penal este principio se define como la adecuada relación de conformidad personal,
fáctica y jurídica que debe existir entre la resolución de acusación y la sentencia, siendo la
acusación el marco referente, y el fallo el marco referido.
El proceso tiene una estructura formal y una estructura conceptual. La formal guarda relación con
el conjunto de actos que lo integran como unidad dentro del marco de una secuencia lógico
jurídica, y la conceptual con la definición progresiva y vinculante de su objeto. El principio de
congruencia es expresión de esta última, y el acto por antonomasia definidor del mismo en sus
ámbitos personal, material y jurídico, es la resolución de acusación.
64
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Este acto procesal fija las reglas de juego para el juicio y delimita el terreno dentro del cual debe
desarrollarse el debate: Concreta las personas contra las cuales se dirigen los cargos, precisa los
hechos y circunstancias constitutivos de la imputación fáctica, y señala los delitos y normas que
integran la imputación jurídica. Las precisiones e imputaciones que aquí se hagan constituyen ley
del proceso y se erigen en frontera inquebrantable para todos los sujetos procesales, y también
para el Juez. Esta es la regla. Cualquier variación o modificación, requiere el cumplimiento de un
procedimiento especial, en los términos señalados en la ley y la jurisprudencia." (Sentencia
segunda instancia, 29 de septiembre de 2005, radicación n.° 23.914).
2. En su inciso primero señala tal norma (art.404 de la Ley 600 de 2000) que procede la variación
de la calificación jurídica provisional en dos eventos: (i) por error en la calificación; (ii) por prueba
sobreviniente respecto de un elemento básico estructural del tipo, forma de coparticipación o
imputación subjetiva, desconocimiento de una circunstancia atenuante o reconocimiento de una
agravante que modifiquen los límites punitivos.
3. Cuando una eventualidad como la mencionada es la que se presenta en el decurso del proceso,
no hay lugar a la variación de la calificación jurídica provisional, en cuanto no obedece a un factor
generado al interior de la actuación, como error en la calificación o prueba sobreviniente, sino a
uno externo materializado en la voluntad legislativa de mutar la especie delictiva estimada con
anterioridad como una forma de afectar un interés jurídico especifico para establecerla como
manera de lesión a otro diferente.
De allí que la Corte haya sostenido en punto de la incidencia de la sucesión de leyes en el ámbito
de la modificación de la calificación jurídica, que "Frente al fenómeno de la sucesión de leyes en el
tiempo, si la conducta sigue siendo delito en la nueva legislación, pero cambia el nomen iuris, no
es necesario variar la calificación, pues ésta sólo puede serlo cuando se incurrió en error al proferir
el pliego de cargos, o por prueba sobreviniente, y aquí la calificación dada fue correcta, al tenor de
la ley entonces vigente, sino que, simplemente, la adecuación típica del comportamiento se
modificó en la nueva ley.
Por lo tanto, ninguna afectación habría al principio de congruencia, a la estructura del proceso o al
derecho de defensa, si la conducta se calificó, en la resolución de acusación, con la denominación
jurídica de la anterior legislación y la sentencia se dicta con la de la nueva normatividad, desde
luego que respetando el principio de favorabilidad." (Auto de colisión de competencia, 14 de
febrero de 2002, radicación n.° 18.457).
4. "Si el juez advierte la necesidad de cambiar la calificación, se deben tener en cuenta los
siguientes aspectos:
Debe manifestarlo en el momento de la intervención del fiscal en la audiencia, ya que la mutación
sólo se puede hacer en esta precisa oportunidad procesal y por una vez, como se verá adelante.
Debe expresar los motivos por los que estima que debe ser modificada.
Si el fiscal admite que hay necesidad de reformarla, procederá a hacerlo. Si no, deberá expresar
las razones para oponerse. Pero, de todos modos, expuesto el criterio del juez, éste será
considerado como materia del debate y de la sentencia, para efectos de la consonancia entre ésta
y la acusación, debiendo el juez instruir a los sujetos procesales al respecto." (Negrillas
agregadas). (Colisión de competencia 18457/14-02-02)
5. Elemento esencial y común de las dos figuras delictivas, de la extinta fórmula de peculado del
artículo 135 del Código Penal de 1980 y de la especie de defraudación tipificada en el artículo 252
de la Ley 599, es que el bien ajeno del cual se apropia lo haya recibido el sujeto agente o entrado
en su posesión merced a un error ajeno
6. La permanencia de una especie de pena como la multa por conductas punibles respecto de las
cuales el estado perdió su potestad punitiva o se declaró que el procesado no era responsable,
vulnera el principio de legalidad y hace imperioso que la Corte haga uso de su facultad oficiosa
prevista en el artículo 216 de la Ley 600 de 2000
7. Adicionalmente, como en la sentencia de segunda instancia nada se dijo acerca del sustituto
penal de la suspensión condicional de la sentencia, negada en la de primera por no satisfacerse el
requisito objetivo, debe señalarse que habida cuenta que la pena de prisión que finalmente se le
impuso no es superior a 3 años y que sus antecedentes personales, sociales y familiares, lo
mismo que la modalidad y gravedad de la conducta punible, son elementos indicativos de que no
hay necesidad de ejecución de la pena, circunstancias que llevan a concluir que Leguizamón
65
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Vacca se hace merecedor a que, de conformidad con el artículo 63 de la Ley 599 de 2000, se le
suspenda de modo condicional la ejecución de la pena por un término de 2 años, período dentro
del cual deberá cumplir las obligaciones a que se refiere el artículo 65 ídem,..... La suspensión no
comprenderá la accesoria de interdicción de derechos y funciones públicas, cuya duración será
igual a la de la pena privativa de la libertad impuesta por el delito de falsedad ideológica en
documento público, es decir, 3 años.
Sentencia Casación
FECHA : 07/02/2006
DECISION : Casa parcial, condena, redosifica pena, revoca multa....
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : BULLA DUEÑAS, BENJAMIN
DELITOS : Peculado culposo, Peculado por apropiación, Falsedad
ideológica en documento público, Prevaricato por omisión,
Peculado por aplicación diferente, Contrato sin cump. de
requisitos legales
PROCESO : 23892
PUBLICADA : Si
1. Aunque la Ley 906 de 2004, por la que se rige esta actuación, no señala de manera explícita el
trámite a seguir en aquellos eventos donde no se presenta demanda de casación a pesar de que
el sujeto procesal interesado manifestó, en su oportunidad, la voluntad de acudir a ese
extraordinario mecanismo de impugnación, para la Sala resulta claro que en tales eventos las
diligencias no deben ser enviadas a la Corte, pues lo que prevé la ley es la remisión de "la
demanda" junto con "los antecedentes necesarios", como lo preceptúa el artículo 184.
Por lo tanto, es al respectivo Tribunal al que le corresponde verificar en forma previa a la remisión
del proceso, si la demanda de casación se presentó dentro del término legal por quien estaba
legitimado para ello, pues de lo contrario ningún sentido tiene la remisión de la actuación a la
Corporación.
Por lo tanto, de acuerdo con la normatividad penal del nuevo sistema oral, la interposición del
recurso de casación a través de la presentación de la correspondiente demanda, está reservado a
un profesional del derecho, por ser el sujeto procesal a quien la ley faculta de manera exclusiva
para la sustentación del recurso de casación a través de la presentación de la demanda
respectiva.
Auto Casación
FECHA : 07/02/2006
DECISION : Devuelve actuación y documentos al tribunal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GUZMAN MUÑETON, HECTOR ALIRIO
PROCESADO : GUZMAN MUÑETON, JOSELIN
PROCESADO : MOYANO MOLINA, JOSE HERNANDO
PROCESADO : GARCIA SALAZAR, JOSE REINEL
66
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
DELITOS : Receptación
PROCESO : 24855
PUBLICADA : Si
Cuando la fiscalía séptima seccional, dentro de la primera investigación que se inició contra el
alcalde, acusó al burgomaestre, lo hizo desde una perspectiva normativa que realzaba una
situación fáctica (el uso), por lo cual no le concedió mayor importancia a la apropiación de los
bienes, como igual lo hizo la fiscalía delegada ante el Tribunal al precluir la investigación por la
conducta investigada.
Creyeron -en el primer caso- que era de mayor interés averiguar el uso indebido de los bienes del
estado, que establecer si los bienes que se llevaban constituían el objeto material de una conducta
de apropiación. No dedicaron su atención a establecer si el alcalde se apropió de ladrillos y
cemento destinados al mejoramiento de las viviendas rurales del municipio de Salento, sino a si
era ilícito ocupar los vehículos del municipio para su traslado. En otras palabras, desgajaron la
conducta en estancos y la fraccionaron para ocuparse de la parte y no del todo.
2. Si no es la adecuación típica la que fundamenta el principio de cosa juzgada, sino los hechos
que se juzgan, el cargo no puede prosperar al no existir identidad temática en lo fáctico, pues allá
se investigó el uso de los vehículos y acá la apropiación de los bienes.
Además, claro que de acuerdo con los artículos 29 de la Constitución Política y 19 del código de
procedimiento penal, nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho, pero para que ello
sea posible se requiere que la situación jurídica haya sido definida por sentencia ejecutoriada o
providencia que tenga la misma fuerza vinculante.
De acuerdo con ese axioma, la providencia que define la situación jurídica, en la cual se hizo
alusión tangencial al tema de la apropiación de los bienes, no impide un nuevo juzgamiento, pues
es esencialmente transitoria y cautelar y por lo tanto carece de la fuerza vinculante de una
sentencia, en tanto no dirime definitivamente el conflicto, sino temporalmente la situación jurídica
de la persona sometida a proceso penal, en los casos en que sea procedente la detención
preventiva como medida de aseguramiento (artículo 354 del código de procedimiento penal).
De modo que, como las investigaciones mencionadas tienen supuestos fácticos diferentes, era
jurídicamente viable investigar la apropiación de los bienes por parte del alcalde, pues aquella
conducta -pese a haber sido denunciada-, no fue investigada ni juzgada en el primer proceso, tal y
como se ha indicado.
3. Las providencias no son un ejemplo de lo que debe ser una decisión judicial y a veces los
conceptos dogmáticos no son lo suficientemente claros. Así, con base en las cláusulas especiales
de sujeción (artículo 6 de la Carta Política) parece construirse, para resolver el caso, una teoría del
hecho punible en que acción y omisión se identifican desde una perspectiva normativa, haciendo
énfasis en el incumplimiento de los deberes, para luego destacar la apropiación de los bienes
como un dato óntico, en el giro de una perspectiva fenomenológica.
67
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
5. De acuerdo con el artículo 38 del código penal, la pena de prisión domiciliaria procede, por el
factor objetivo, cuando la sentencia se impone por conducta punible cuya pena mínima prevista en
la ley sea de cinco año de prisión o menos. Como la primera parte del artículo 133 del código
penal de 1980, establecía una pena mínima de 6 años de prisión, la prisión domiciliaria es
improcedente, pese y no obstante a que el sindicado reintegró lo apropiado.
" De acuerdo con el artículo 38.1 del Código Penal del 2000, para que sea viable es menester que
la "pena mínima prevista en la ley sea de cinco (5) años de prisión o menos". Mientras tanto, la
referencia obvia, el artículo 133 del Código Penal de 1980, prevé pena mínima de seis (6) años."
"Aun cuando podría pensarse que tras la reducción punitiva en razón de la devolución de lo
apropiado la pena estaría por debajo de aquél mínimo, es claro que el artículo 68 (sic) apunta al
mínimo que establece la ley y no a la pena impuesta."
" Agréguese que según la jurisprudencia de la Corte, los fenómenos postdelictuales como la
confesión, la reparación en los delitos contra el patrimonio, el reintegro en el peculado, la
retractación en el falso testimonio, la presentación voluntaria después de la fuga de presos, etc.,
operan exclusivamente con posterioridad a la concreta individualización de la sanción y, por ende,
no son aspectos que permitan modificar las fronteras punitivas mínimas y máximas plasmadas en
los respectivos tipos penales. Basta recordar, por ejemplo, las sentencias de casación del 23 de
noviembre de 1998, radicación 9657; 8 de abril del 2003, radicación 16778; y del 27 de mayo del
2004, radicación 20642.**"
También porque los antecedentes sociales del sindicado lo impiden. En efecto, se suele pensar
que solo a la llamada delincuencia común se le puede censurar sus antecedentes sociales para
impedirles la concesión de beneficios punitivos, mas no a quienes ocupan una posición distinguida
en sociedad. Esa visión, por supuesto, corresponde a un claro proceso de "selección positiva" de
los eventuales infractores de la ley penal.
Mas los antecedentes sociales del alcalde, que se traducen en su preparación académica,
condiciones económicas y destacada posición política no permiten esta clase de privilegios, pues
reflejan mejores opciones de elección a la hora de ejecutar la conducta, que indican que si de esas
condiciones se abusó, el peligro para la comunidad es latente.
______________________________________
*"Preguntado: Se dice igualmente dentro de estas diligencias que en la obra de la finca que usted comprara
al señor Evaristo Sánchez se utilizó ladrillo y cemento, que fueron movidos en las volquetas de propiedad del
municipio, y de una de las bodegas del municipio, y que ello se quedó en la construcción que usted realizó en
la finca. Contestó: Como ya se dijo antes, sobre la pregunta de materiales de construcción, cemento, ladrillo,
hierro, éste fue descargado en el patio de la finca de la Floresta y de allí, esa finca es de mi padre, fue
repartido a las diferentes fincas donde iban a hacer los mejoramientos o saneamientos básicos."
**Corte Suprema de Justicia, sentencia del 29 de junio de 2005, radicado 19093. Cfr, en el mismo sentido,
sentencia del 31 de agosto de 2005, radicado 21720.
68
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Casa parcialmente reajustando la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Armenia
PROCESADO : MARTINEZ GONZALEZ, AGUSTIN
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 21620
PUBLICADA : Si
1. Por disposición del artículo 9° del Código Penal, Ley 599 de 2000, para que la conducta sea
punible se requiere que sea típica, antijurídica y culpable; lo cual implica que si llegare a
descartarse cualquiera de los elementos objetivos o subjetivos, la conducta deja de ser punible, sin
que sea necesario avanzar en la verificación de los otros componentes estructurales del ilícito.
Para la acreditación de cada uno de aquellos elementos sólo es válido sopesar pruebas legal,
regular y oportunamente allegadas al proceso, en acatamiento del principio de necesidad de la
prueba, que consagraba el artículo 246 del Código de Procedimiento Penal (Decreto 2700 de
2001), vigente al tiempo de los hechos; que reprodujo el artículo 232 del subsiguiente Código de
Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000), todo como una manifestación trascendente del debido
proceso previsto en el artículo 29 superior.
"-. El artículo 29 de la Constitución Política consagra la regla general de exclusión al disponer que:
"Es nula de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso".
- Se entiende por prueba ilícita la que se obtiene con vulneración de los derechos fundamentales
de las personas, entre ellos la dignidad, el debido proceso, la intimidad, la no autoincriminación, la
solidaridad íntima* ; y aquellas en cuya producción, práctica o aducción se somete a las personas
a torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes, sea cual fuere el género o la especie de la
prueba así obtenida.
La prueba ilícita debe ser indefectiblemente excluida y no podrá formar parte de los elementos de
convicción que el juez sopese para adoptar la decisión en el asunto sometido a su conocimiento,
sin que pueda anteponer su discrecionalidad ni la prevalencia de los intereses sociales.
...
69
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En ese orden de ideas, de llegar a demostrarse que alguna prueba fue ilícita o ilegal, y pese a ello
fue valorada, sería imprescindible excluirla, y analizar el mérito de los restantes medios de
convicción para dilucidar la responsabilidad penal del implicado.
3. La naturaleza de las funciones de investigación que la ley atribuye a los organismos de policía
judicial, en muchas ocasiones exige el despliegue de labores de verificación de la información
obtenida con la noticia críminis, antes de judicializar tal información, como ocurrió en el presente
asunto.
4. Por vía excepcional, con relación al específico tópico de la necesidad de esclarecer o evitar un
delito, la jurisprudencia de la Sala de Casación Penal ha reiterado que es legítima la grabación de
las conversaciones privadas de la víctima, cuando a través de esa operación técnica se puede
preconstituir prueba con la finalidad de denunciar o enervar un hecho que se presume delictivo.
"Desde hace años, la jurisprudencia de la Sala ha sido nítida sobre el punto. Así, por ejemplo, en
sentencia del 16 de marzo de 1988 radicado 1634) explicó:
"nadie puede sustraer, ocultar, extraviar, o destruir una cinta magnetofónica o interceptar o impedir
una comunicación telefónica, sin autorización de autoridad competente. Pero, cuando una persona,
como en el caso concreto, es víctima de un hecho punible y valiéndose de los adelantos
científicos, procede a preconstituir la prueba del delito, para ello de modo alguno necesita de
autorización de autoridad competente, precisamente porque con base en ese documento puede
promover las acciones pertinentes. Esto por cuanto quien graba es el destinatario de la llamada".
Recientemente, el 6 de agosto de 2003 (radicado 21.216), reiteró esa postura, con estas palabras:
"En efecto, aunque en ese ámbito se cuestiona, también infundadamente por el defensor, la
legalidad de la prueba documental constituida por las grabaciones de audio que hizo en primer
término la denunciante… de una comunicación telefónica que sostuvo con el… procesado, y por
las de la misma naturaleza y de vídeo que se efectuaron con la colaboración del Cuerpo Técnico
de Investigación al momento del operativo que concluyó con la captura del funcionario, las cuales,
así lo señaló el a quo, legalmente resultan válidas y con vocación probatoria porque, como desde
antaño lo ha venido sosteniendo la Sala, su práctica no requiere previa orden judicial de autoridad
competente en la medida en que se han realizado, respecto de su propia voz e imagen, por
persona que es víctima de un hecho punible, o con su aquiescencia y con el propósito de
preconstituir la prueba del delito, por manera que no entraña intromisión o violación alguna del
derecho a la intimidad de terceros o personas ajenas".
La misma doctrina fue ratificada por la Sala de Casación Penal,, en la Sentencia del 29 de junio de
2005, radicación 19227.
Y no se trata de sentar ese postulado por vía de autoridad o de mera conveniencia, sino que, la
tesis de la Sala de Casación Penal se finca en pilares jurídicos.
Es que no existe reparo de constitucionalidad alguno, sobre el hecho consistente en que la víctima
de un posible delito grabe o filme sus conversaciones con los presuntos implicados, o permita su
registro en medios técnicos de su voz o de su imagen. Por el contrario, por mandato expreso del
numeral 7° del artículo 95 de la Carta, es deber de toda persona "colaborar para el buen
funcionamiento de la administración de justicia"; y una de aquellas formas de contribuir es
aportando elementos de convicción fundados y verosímiles sobre el asunto sometido a
conocimiento de las autoridades, entre ellos el registro de su propia voz en los medios técnicos
disponibles, como evidencia orientada hacia el logro de la verdad.
70
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Cuando está de por medio un delito, y se precisa preconstituir prueba, ante la urgencia de
asegurar la evidencia, la conversación "privada" entre la víctima y el implicado en la actividad
delictiva, bien puede dejar de ser "privada" en términos jurídicos, cuando la víctima accede a que
su conversación sea grabada, filmada o registrada en medios técnicos, con fines investigativos y
procesales.
Se precisa entonces ponderar tales derechos desde la perspectiva del mejor efecto constitucional
posible.
Se dice en tal contexto que la tensión es solo aparente o muy leve, toda vez que no se requiere
confeccionar intrincados argumentos para encontrar la solución adecuada, sino que la axiología
constitucional ofrece la respuesta de manera obvia y evidente.
Es claro que el de la intimidad es un derecho fundamental no absoluto y que puede ser objeto de
limitaciones, con fines constitucionales o con arreglo a la ley; en cambio, la búsqueda de la justicia
material dentro de un marco jurídico es un principio superior fundante del Estado de derecho, una
meta, un horizonte de llegada, que no admite excepciones y que irradia todo el espectro jurídico
desde el Preámbulo de la Constitución Política.
5. Se trató de un delito descubierto en flagrancia, como antes se explicó, caso en el cual la policía
judicial estaba autorizada para actuar por iniciativa propia.
No sobra recordar que existe la posibilidad legítima de que la policía judicial realice un
allanamiento, sin orden de autoridad judicial, en caso de flagrancia. Al respecto la Corte
Constitucional señaló:
"La flagrancia corresponde a una situación actual que torna imperiosa la actuación inmediata de
las autoridades, cuya respuesta pronta y urgente impide la obtención previa de la orden judicial
para allanar y la concurrencia del fiscal a quien, en las circunstancias anotadas, no podría
exigírsele que esté presente, ya que de tenerse su presencia por obligatoria el aviso que debería
cursársele impediría actuar con la celeridad e inmediatez que las situaciones de flagrancia
requieren, permitiendo, de ese modo, la reprochable culminación de una conducta delictiva que
pudo haber sido suspendida merced a la penetración oportuna de la autoridad al lugar en donde se
desarrollaba, o la evasión del responsable, situaciones éstas que se revelan contrarias a la
Constitución Política que autoriza a las autoridades policiales y sólo a ellas, para allanar un
domicilio sin orden judicial." (Sentencia Cdno.-657 de 1996)
------------------------------
* Constitución Política, artículo 33. Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo o contra su cónyuge,
compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o
primero civil.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
De acuerdo con el principio de favorabilidad que opera en materia penal y procesal penal con
efectos sustanciales por mandato de los artículos 29 de la Carta Política y 6º de las leyes 600 de
2.000 y 609 de 2.004, la Sala viene reiterando la procedencia de la aplicación retroactiva de la ley
906 de 2.004 a procesos disciplinados por la ley 600 de 2.000 por ocurrir los hechos en su
vigencia, fundada en que no solo opera en casos de sucesión de leyes sino además en la
coexistencia de normas, en tanto que los preceptos llamados a regular el asunto jurídico prevean
el mismo supuesto de hecho y no hagan parte de la esencia o de la naturaleza jurídica del sistema
procesal penal acusatorio recientemente implementado, y el seleccionado le ofrezca ventajas al
procesado o condenado.
...
Es palmar que las normas comparadas que señalan al funcionario sobre cuya cabeza recae la
ejecución de las penas tienen efectos sustanciales, ya que el primer ordenamiento procesal penal
al atribuirle la competencia a la Sala le otorga a sus decisiones el carácter de única instancia por
no permitir su impugnación por ser la Corte Suprema de Justicia el máximo tribunal de la
jurisdicción ordinaria en el país; en tanto que al asignarla al Juez de Ejecución de Penas y Medidas
de Seguridad el nuevo Código de Procedimiento Penal y la segunda instancia al respectivo juez de
conocimiento, materializa las garantías fundamentales de impugnación y segunda instancia a
través del recurso ordinario de apelación, las cuales hacen parte del derecho al debido proceso
consagrado en el artículo 29 de la Carta Política.
72
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Al tenor de lo dispuesto por el artículo 84 del referido estatuto, el cómputo de ese término
extintivo de la acción se inicia desde el día en que se consuma la conducta punible, si es de
ejecución instantánea o desde la perpetración del último acto, si es de ejecución permanente. Sin
embargo, el término se interrumpe con la resolución acusatoria debidamente ejecutoriada para
comenzar a correr de nuevo por la mitad del lapso inicial, sin que pueda ser inferior a cinco (5) ni
superior a diez (10) años, conforme lo ordena el artículo 86 de la citada legislación.
3. Como ya lo ha sostenido la Sala, no consulta con los parámetros que guían nuestra sistemática
procesal, en donde no es admisible la denominada ejecutoria fraccionada de las decisiones, en
cuanto las conductas se tramitan bajo el criterio de unidad procesal. Precisamente en relación con
la ejecutoria de la resolución de acusación se llegó a esa misma conclusión, en el siguiente
sentido:
73
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
situación con efectos generales, aplicable para todos los sujetos procesales, de cuyo contexto no
es viable inferir algún distingo en atención a la condición de no recurrente.
...
La providencia que decide el recurso de apelación queda ejecutoriada el día en que sea suscrita
por el funcionario correspondiente.
5. Este incremento, además, como lo tiene sentado la Sala, opera de manera independiente para
la etapa del sumario y del juicio, motivo por el cual en ningún caso puede ser a inferior a seis (6)
año y ocho (8) meses,
...
"3.1 Los artículos 83 y 86 del Código Penal reglamentan de manera diferente y autónoma la
prescripción de la acción penal cuando ocurre en la etapa de instrucción (antes de la ejecutoria de
la resolución de acusación), y cuando acaece en la etapa del juicio (después de ejecutoriada la
resolución de acusación).
3.2 Con fundamento constitucional y por razones de política criminal, los artículos 83 y 86 del
Código de Procedimiento Penal reglamentan de manera diferente y autónoma la prescripción de la
acción penal cuando el delito es cometido por un particular, y cuando el delito es cometido por un
servidor público en ejercicio de sus funciones, de su cargo o con ocasión de ellos.
3.3 En ningún caso la acción penal por el delito cometido por un particular prescribe en un término
inferior a cinco (5) años, sea que el fenómeno ocurra en la etapa de instrucción o en la etapa del
juzgamiento.
La tesis anterior dimana sencillamente de los artículos 83 y 86 del Código Penal, pues su texto
estipula que en las conductas punibles que tengan señalada pena no privativa de la libertad la
acción penal prescribirá en cinco (5) años; y que si la pena de prisión es inferior a cinco (5) años,
para efectos de la prescripción se extenderá a ese término.
3.4 En ningún caso la acción penal por el delito donde sea autor, partícipe o interviniente un
servidor público en ejercicio de sus funciones, de su cargo o con ocasión de ellos prescribe en un
término inferior a seis (6) años y ocho (8) meses, sea que la prescripción se presente antes de
ejecutoriarse la resolución acusatoria (en la instrucción), o sea que la prescripción se produzca
después de quedar en firme la acusación (en la etapa del juzgamiento).
Lo anterior, se aplica en todos los casos, aunque el delito sea sancionado con pena no privativa de
la libertad, y aunque la pena máxima de prisión del delito concreto -si la tiene- sea inferior a cinco
(5) años (...).
Ahora, en el caso de los servidores públicos se habilita la regla que opera por igual tanto en
instrucción como en el juzgamiento, según la cual el término de prescripción se aumenta en una
tercera parte; por lo cual si efectuada la operación inicial (dividir la pena máxima entre dos) el
resultado supera los cinco años, a esa cifra se aumenta la tercera parte y se obtiene así el tiempo
de prescripción; y si el resultado de la operación inicial es inferior a cinco años, se prolonga hasta
ese lapso y a continuación se incrementa en la tercera parte, con lo cual, para el servidor público
que realiza un delito en ejercicio de sus funciones, de su cargo o con ocasión de ellos, la
prescripción mínima después de ejecutoriada la resolución acusatoria en ningún caso será inferior
a seis (6) años y ocho (8) meses"*** .
______________________________________________
* Providencia de 4 de octubre de 2000., entre otras.
** Auto de fecha 30 de septiembre de 2005. Rad 24180.
*** Sentencia de fecha agosto 25 de 2004. rad. 20673.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Acción de Revisión
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Declara infundada la revisión, devuelve documentos
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
CONDENADO : OSORIO MURCIA, ALFREDO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 23279
PUBLICADA : Si
1. Cuando el ataque se postula a través de la causal tercera de casación por violación del
postulado de investigación integral, no resulta suficiente con afirmar que se omitió la practica de
determinadas pruebas y señalar su fuente, sino que es necesario demostrar su pertinencia,
conducencia y utilidad y, particularmente, su incidencia frente a las conclusiones adoptadas en la
sentencia, la cual no surge del medio de convicción en sí mismo considerado sino de su
confrontación lógica con las probanzas que sustentaron el fallo, de modo que aparezca que de
haberse llevado a cabo, éste hubiera sido distinto y favorable al procesado.
Si embargo, la jurisprudencia de la Sala también ha sido clara en sostener que la simple omisión
de cualquier diligencia no constituye de por sí transgresión automática de la garantía de
investigación integral debido a que el funcionario judicial en sana crítica, debe seleccionar, de oficio
o a petición de los sujetos procesales, únicamente los medios de prueba conducentes para con el
objeto del proceso. En consecuencia, la omisión de diligencias inútiles o superfluas, no constituyen
menoscabo de los derechos a la defensa o al debido proceso.
2. . De acuerdo con la legislación vigente para la época en que se surtió el proceso, el artículo 438
del Decreto 2700 de 1991, reformado por el artículo 56 de la Ley 81 de 1993, estatuía claramente
que contra la providencia que ordenaba clausurar el ciclo investigativo procedía el recurso de
reposición.
3. El artículo 179 del citado estatuto contemplaba en los numerales 1° y 4°, respecto a la
clasificación de las providencias, que: "Autos Interlocutorios, si resuelven algún incidente o aspecto
sustancial" y "Resoluciones, si las profiere el fiscal. Éstas podrán ser interlocutorias o de
sustanciación".
Dicho de otra manera, se debe resolver a través de auto interlocutorio los incidentes o aspectos
sustanciales del trámite.
...
Resulta evidente que el fiscal se equivocó al resolver el recurso de reposición por auto de
sustanciación, pues estaba resolviendo un aspecto sustancial como era el de cerrar el ciclo
investigativo y, consecuentemente, proferir la correspondiente providencia calificatoria.
75
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
No obstante, tal irregularidad no constituye un vicio suficiente para declarar la nulidad de todo lo
actuado, toda vez que contra la providencia que resuelve el recurso de reposición contra la
resolución que ordena cerrar la investigación no procede ningún tipo de recurso.
4. Teniendo en cuenta la legislación vigente para la época en que se tramitó el proceso, el artículo
201 del Decreto 2700 de 1991, contemplaba: "Inimpugnabilidad. La providencia que decide la
reposición no es susceptible de recurso alguno, salvo que contenga puntos que no hayan sido
decididos en la anterior, caso en el cual podrá interponerse respecto de los puntos nuevos, o
cuando alguno de los puntos nuevos, o cuando alguno de los sujetos procesales, a consecuencia
de la reposición, adquiera interés jurídico para recurrir".
5. La indagatoria se erige no solo en una diligencia "de formulación de cargos, como lo entendió el
demandante, sino como una forma de vinculación al proceso y un medio de defensa a través del
cual el sindicado puede suministrar las explicaciones que a bien tenga sobre las circunstancias en
que se desarrolló el acontecimiento objeto de imputación. No se precisaba entonces de fórmulas
sacramentales, ni de pautas concretas para el desarrollo del respectivo interrogatorio, o de
etiquetamientos específicos para realizar preguntas y procurar respuestas en determinado sentido,
y menos sujetar a esos inexistentes catálogos la validez o eficacia de las decisiones que tengan
por sustento la indagatoria del implicado, por cuanto, como ya se advirtió, el referido articulo 360
simplemente exigía que el imputado fuera interrogado con la finalidad de que explicara su
conducta, con lo cual se le garantizaba el ejercicio de derecho de defensa y el de contradicción"*
En otras palabras, la indagatoria, tal como fue concebida en el sistema mixto, tiene doble finalidad,
es decir, como medio de defensa del procesado, razón por la cual el interrogatorio debe estar
dirigido para que éste puede conocer los hechos que se le imputan, y como medio de prueba,
sujeta a la critica y valoración de acuerdo con los postulados que informan la sana critica.
6. La calificación jurídica de los comportamientos imputados que se dan en las providencias que
resuelven la situación jurídica y se acusa, son de manera provisional, en tanto pueden sufrir
modificaciones conforme a las apreciaciones jurídicas que puedan presentarse con posterioridad.
7. En punto del concurso material entre los delitos de hurto calificado por la violencia y secuestro,
ha tenido la Sala la oportunidad de señalar que una es la conducta de apoderarse de un bien
mueble mediante violencia, y otra, la de privar de su libertad de locomoción a quienes mantienen
respecto del bien apropiado posesión, tenencia o contacto físico, habida cuenta que tales actos
resultan separables.
Del mismo modo, la jurisprudencia de la Corte también precisó que "El legislador no previó como
elemento estructurante de la conducta punible de secuestro simple el factor de la "temporalidad"
de la acción, sino la efectiva limitación de la libertad de locomoción y de las posibilidades de
autodeterminación de los afectados. Por lo tanto, el hecho que en el presente caso sólo se hubiese
retenido a los afectados por un breve lapso -40 minutos según el dicho del ciudadano irlandés -tal
circunstancia, por sí sola, no es óbice para descalificar el secuestro imputado en el acta de
formulación de cargos, pues, se reitera, la vigilancia ejercida sobre las personas no fue
circunstancial, sino que se prolongó a la que habría sido suficiente o necesaria para el despojo de
sus haberes, tiempo en el que las víctimas no tuvieron oportunidad de obrar con libre albedrío".**
Recordemos que la conducta punible de secuestro extorsivo contiene verbos rectores alternativos,
que en este evento serían arrebatar, sustraer, retener u ocultar a una persona con el propósito de
exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad o para que se haga u omita algo.
...
Tampoco se puede predicar que la única finalidad del procesado fue la de cometer un atentado
contra el patrimonio económico, para que ahora se alegue la no existencia del punible de
secuestro extorsivo, habida cuenta, como lo ha dicho la jurisprudencia de la Sala, "Oportunas en
este contexto resultan las glosas del señor agente del Ministerio Público cuando señala que para
las diferentes concepciones dogmáticas del delito la finalidad perseguida por el agente no agota el
ámbito de responsabilidad, y porque en todo caso difícil resulta suponer que los coautores no se
representaron mentalmente que el comportamiento de conducir a un individuo hasta a un lugar
despoblado amarrándole por un determinado tiempo, no constituye una vulneración de su derecho
a la libertad de locomoción que se sanciona de acuerdo con la pena prevista para el delito de
secuestro.
"Además de lo expuesto, se impone precisar que respecto del criterio de conclusión como solución
del concurso aparente de delitos, y más especialmente en cuanto se refiere al denominado hecho
típico acompañante, de lo que se trata es que el juicio de desvalor de uno de los comportamientos
en aparente concurso, consume el juicio de desvalor del otro delito, dado que la entidad de este
76
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
De igual manera, se advierte que este evento concurre la circunstancia punitiva determinada por
la buena conducta anterior o la ausencia de antecedentes penales de los procesados (artículo 64,
numeral 1°, del Decreto 100 de 1980 o, artículo 55, numeral 1°, de la Ley 599 de 2000). Por
consiguiente, de acuerdo con la normatividad vigente el ámbito de movilidad estará determinado
por el primer cuarto, esto es, entre 18 años a 20 años y 6 meses.
De otro lado, analizado el tópico de dosificación punitiva de conformidad con los criterios
establecidos en el artículo 61 del Código Penal, se tiene que el procedimiento es más simple, por
cuanto el marco punitivo no está afectado por factores reales, puede partirse del mínimo de la
pena, es decir, 18 años de prisión, porque no concurren circunstancias genéricas de mayor
punibilidad y resultaría también necesario ponderar cuantitativamente la referida circunstancia de
menor punibilidad, ello evidencia un tratamiento similar al correspondiente para el primer cuarto de
movilidad establecido en el Código Penal vigente.
_________________________________
* Sentencia del 22 de agosto del 2002. Radicación 14719
** Sentencia del 30 de abril del 2002. Radicación 19394
*** Sentencia del 26 de enero del 2005. Radicación 21474
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Desestima, declara prescripción, casa parcial y de oficio,
reajusta la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : PARADA ALVAREZ, JOSE EDUARDO
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb., Hurto
calificado y agravado, Secuestro extorsivo
PROCESO : 20676
PUBLICADA : Si
77
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. El hecho nuevo o la prueba nueva deben estar encaminadas a desvirtuar de manera razonable
la responsabilidad penal declarada en la sentencia y correlativamente a demostrar que si hubieran
sido conocidas oportunamente se imponía la absolución del condenado cuando lo que se pretende
probar con ellos es su inocencia, o en su lugar que las mismas daban lugar a establecer que el
condenado por alguno de los eventos previstos en el artículo 33 de la ley 599 de 2000 carecía de
la capacidad de comprender su ilicitud o de determinarse de acuerdo a esa comprensión, en cuyo
caso era sujeto del régimen de las medidas de seguridad y no de las penas comunes, si lo
discutido es su inimputabilidad.
2. En el código penal se acoge el sistema binario de sanciones al prever que las penas
principales, sustitutivas y accesorias como consecuencias jurídicas de la realización de la conducta
punible son imponibles a los imputables y que las medidas de seguridad lo serán solo para los
inimputables por alguna de las razones previstas en su artículo 33.
Acción de Revisión
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : LOPEZ GIL, LUCKE JULIAN
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal
PROCESO : 24846
PUBLICADA : Si
1. Al actor le correspondía acreditar, y a la Sala verificar, si la argumentación del juez y del Tribunal
(las dos instancias, en el punto concreto, conforman unidad inescindible) fue presentada de
manera absurda, subjetiva o caprichosa, esto es, que hubiera desatendido los postulados de la
lógica, los principios científicos o las reglas de la experiencia, o, lo que es lo mismo, el mandato
legal que le imponía el respeto de la sana crítica.
Solamente ante una demostración de esa magnitud procede la casación por la vía escogida.
3. Sobre la mentira y la mala justificación, lo primero que debe ser precisado es que no asiste la
razón al recurrente cuando afirma que el derecho constitucional a la no autoincriminación autoriza
al imputado a mentir, con el claro propósito de desviar la investigación, y que de ese
comportamiento no puede ser deducido un indicio de responsabilidad.
...
aquél le compete verificar o desvirtuar las manifestaciones que en ese escenario llegue a dar,
cuando esto último ocurre, en tanto que la indagatoria no es solo medio de defensa sino de
prueba, se consolidan efectos que el funcionario judicial puede extraer por medio del tamiz de la
crítica probatoria, aunque resulten perjudiciales a los intereses del procesado, luego nada se
opone a que cuando se comprueba que sus manifestaciones fueron contrarias a la verdad, se
edifique a partir de las mismas las correspondientes inferencias, cuya fiabilidad e incidencia en la
respectiva situación jurídica estará determinada por el grado de armonía y convergencia que
tengan en relación con los restantes medios probatorios, incluso los de naturaleza indirecta.
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : No casa, decreta nulidad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : PINZON AVELLANEDA, LEONIDAS
PROCESADO : LEGUIZAMON AREVALO, ALBINO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 22682
PUBLICADA : Si
1. Respecto de la vigencia de las Leyes 600 de 2000 y 906 de 2004, la regla es que ésta última se
aplica respecto de ilícitos cometidos a partir de su vigencia, admitiéndose su retroactividad por
favorabilidad, cuando sus contenidos en relación con la legislación anterior, por sus efectos
sustanciales benéficos a la situación jurídica del incriminado así lo ameriten.
En el presente caso, el actor aduce que por favorabilidad, acude a las causales primera y sexta
del artículo 192 de la Ley 906 de 2004, que hacen referencia a la condena de dos o más personas
por un mismo delito que no hubiese podido ser cometido sino por una o por un número menor de
las sentenciadas, y cuando se demuestre que el fallo demandado en revisión se sustentó en
prueba falsa fundante para las conclusiones.
La única diferencia que se advierte entre las Leyes 600 de 2000 y 906 de 2004, con relación a las
causales de revisión invocadas por el demandante, hace relación al numeral quinto, en el que
antes se aludía expresamente a la demostración de la falsedad de la prueba mediante "sentencia
en firme", referencia ésta que no trae el artículo 192 de la Ley 906 ídem, pero que no por ello
significa que no es deber del demandante demostrar tal situación, comprobación que
necesariamente ha de hacerse a través de una decisión judicial que así lo declare, pues ha de
tenerse en cuenta que la acción de revisión pretende enervar los efectos de una sentencia que ha
hecho tránsito a cosa juzgada, de la que se predica firmeza en cuanto a su contenido y
disposiciones.
La ley procesal penal establece para la demanda el cumplimiento de unos requisitos mínimos,
entre ellos, el señalamiento de la casual invocada y sus fundamentos de hecho y de derecho, por
tanto no es un escrito de libre formulación para reabrir las fases del proceso que han sido
superadas, a través de este medio extraordinario no se permite la continuación del debate con los
mismos argumentos probatorios y jurídicos que sirvieron de apoyo a la decisión demandada.
"no cobija casos en los cuales el actor ,a partir de una particular valoración de las normas y de los
hechos, en contra posición a lo resuelto en el fallo objeto de acción, considera que el sentenciado
no es coautor o participe de una determinada conducta ilícita, ya que este tipo de discrepancias
sólo resulta predicable de las instancias, o la casación, no de la revisión en cuya sede no es
plausible revivir controversias fácticas o jurídicas ya definidas"
4. Por esta razón, para la admisibilidad de la demanda de revisión, se exige que el desarrollo y
demostración de la hipótesis jurídica invocada no corresponda a una simple disparidad de criterio
del demandante con el fallador respecto de la apreciación de las pruebas incorporadas al proceso,
pues de ser éste último el propósito, ha de entenderse que lo pretendido es continuar un debate
estéril de hechos, pruebas y argumentos ya considerados y definidos procesalmente, lo cual está
proscrito del objeto de la revisión.
________________________
*C.S. de J., Sala Penal, Sent. de Rev. del 6 de marzo de 2001, Rdo. 10.685.
Acción de Revisión
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Rechaza la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
CONDENADO : CARDENAS AVILA, JOSE RAUL
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir
PROCESO : 24317
PUBLICADA : Si
80
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Para acudir a los mecanismos legales de impugnación, entre ellos al recurso extraordinario de
casación, es indispensable que quien los promueva, a más de tener la condición de parte
reconocida dentro de la actuación, le asista legitimación en la causa por la que aboga, esto es,
interés jurídico para impugnar, el cual deriva del agravio o perjuicio que la decisión cuestionada le
causa.
2. No cabe duda que el reclamo del actor encaminado a que se declare la nulidad de lo actuado
desde el acto procesal a través del cual el juez de primera instancia varió la calificación jurídica de
la conducta, a fin de que se profiera sentencia de condena pero por el delito de peculado, no
puede interpretarse sino como una petición que desfavorecería los intereses del sujeto procesal a
cuyo nombre eleva tal pedimentento, resultando entonces evidente la ausencia de interés para
recurrir.
3. En esa dirección, expresamente señaló el ad quem en la sentencia que es objeto del recurso
extraordinario, que "El error advertido, sin embargo, no es susceptible de corrección por parte del
Tribunal, porque hacerlo significaría agravar la situación de los sentenciados que son recurrentes
únicos y con ello resultaría conculcada la garantía constitucional de reformatio in pejus", tesis que,
por lo demás, se aviene a recientes pronunciamientos de esta Sala , conforme los cuales ante las
posibles tensiones que puedan presentarse entre el principio de legalidad de los delitos o las penas
y la prohibición de reforma en peor, se debe dar prioridad a esta segunda garantía.
4. En ese contexto, frente a una decisión que se aparta del contenido de la ley, no es posible
sostener la prevalecía de la prohibición de la reformatio in pejus, pues la legalidad no se agota en
la recortada perspectiva de la protección del procesado en un determinado caso, sino que ella
81
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
trasciende en general a todos los destinatarios de la ley a fin de que el Estado, a través de sus
operadores de justicia no pueda sustraerse de los marcos señalados por el legislador para regular
las distintas situaciones jurídicas.
1. En fín: concedo que quien recurre una providencia, busca un alivio a su situación. Ese es su
interés, del que si carece, frustra la aspiración. Pero no es una garantía absoluta (como podría
suceder en el viejo Estado Liberal de Derecho) sino relativa (I) porque tiene que hacerlo en
solitario, es decir, no concurrentemente con otros sujetos o intervinientes procesales con
intereses cruzados.
2. debe haberse respetado la legalidad de los delitos y de las penas, el fair play o debido proceso,
tan en la base de cualquiera de las formas de Estado de Derecho, en cuyo contexto o "estructura
axiológica", nada valen el "error judicial", el "descuido", "la negligencia", ni el dolo, ni la violencia, ni
violaciones a los derechos humanos, ni infracciones graves al DIH, casos últimos en los que hasta
la cosa juzgada cede (artículos 21, 192-4 cpp-2004), porque sobre estos anti-valores no se pueden
construir democracia ni Estado de Derecho alguno, criterio que no es posible descalificar como
"interpretación odiosa" o "bastante injusta" (pág. 30), mucho más si la legalidad ha sido rota por
exceso (v. gr., el juez impuso más pena que la permitida por los límites máximos)
__________________________________
*Sentencia de casación del 15 de mayo de 2003, radicado 12879
**CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. C-591 de 2005.
***Además, presente se ha de tener que "Las menciones generales sobre el nuevo sistema procesal penal,
citadas anteriormente, permiten advertir que se trata de un nuevo modelo que presenta características
fundamentales especiales y propias, que no permiten adscribirlo o asimilarlo, prima facie, a otros sistemas
acusatorios como el americano o el continental europeo". CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. C-591 de 2005.
Por eso, con arraigo en los derechos fundamentales de tercera generación al desarrollo y a la independencia
y autonomía de los Pueblos, derivados de la Declaración de Argel, se le llama Sistema Acusatorio
Colombiano o "sistemática procesal con olor a café" (URBANO).
82
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : PEREIRA CASTILLO, CARLOS MANUEL
DELITOS : Abuso de confianza, Falsedad en documento público,
Falsedad en documento privado
PROCESO : 24697
PUBLICADA : Si
2. En el marco del Decreto 2700 de 1991 y de la Ley 600 de 2000, exceptúa la anterior regla, la
postulación de algún motivo de nulidad, por afectación sustancial del debido proceso o de las
garantías fundamentales. Así que, cuando de nulidad se trate es factible recurrir la sentencia
anticipada, y en particular, podría interponerse el recurso extraordinario debido a que la casación
"debe tener por fines la efectividad del derecho material y de las garantías de las personas que
intervienen en la actuación penal, la unificación de la jurisprudencia nacional y además la
reparación de los agravios inferidos a las partes con la sentencia demandada" (Artículo 207,
Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000).
83
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
4. Al margen de lo anterior, y sin que ello implique la emisión de una respuesta de fondo, se hace
propicia esta oportunidad para rememorar la doctrina según la cual es factible vincular al tercero
civilmente responsable, cuando precede demanda en forma oportunamente presentada por la
parte civil, donde expresamente solicite su vinculación.
La Sala de Casación Penal, en Auto del 12 de noviembre de 2003 (radicación 19044) expresó:
"1.3.7. La vinculación del tercero civilmente responsable - artículos 69, 140 y 141 del mismo
Estatuto* -, es posible jurídicamente siempre que la parte civil pretenda el resarcimiento
económico, más no cuando persiga únicamente la verdad y la justicia.
1.3.8. Igual que con la anterior interpretación, el Código de Procedimiento Penal consagra el
carácter preponderantemente inquisitivo de la investigación de los daños y perjuicios ocasionados
con la conducta punible cuando la víctima o el perjudicado no se han constituido en parte civil, al
prever como uno de los fines de la instrucción determinar los daños y perjuicios de orden moral y
material causados con la conducta punible, y obligar al juez en caso de demostración de la
existencia de perjuicios provenientes del hecho investigado, a liquidarlos de acuerdo a lo
acreditado y a condenar en la sentencia al responsable de los daños (artículos 331 y 56 del Código
de Procedimiento Penal).
Y, su naturaleza dispositiva cuando existe parte civil constituida, a la que le corresponde delimitar
el ámbito del debate y de la actuación del funcionario judicial determinando en el libelo de
demanda con precisión las pretensiones, los hechos en que se basan y los fundamentos jurídicos.
Es decir, la controversia se circunscribirá al marco fáctico fijado en la demanda, sin que ello
signifique que el funcionario judicial no puede ordenar de oficio la práctica de pruebas tendientes a
verificar si en efecto los daños y perjuicios señalados en la demanda efectivamente sucedieron y si
los mismos fueron ocasionados con la conducta punible, al igual que el monto de los perjuicios.
Consecuencialmente, la sentencia condenatoria deberá estar en concordancia con los hechos y
pretensiones de la demanda."
______________________________________
* Se refiere al Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000.
Auto Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : MOLINA SAAVEDRA, GUILLERMO
DELITOS : Homicidio culposo agravado, Lesiones personales
culposas agravada
PROCESO : 20201
PUBLICADA : Si
84
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
generalizaciones que se hacen a partir del cumplimiento estable e histórico de ciertas conductas
similares, (que) no funciona por sí sola sino que lo hace como un enlace lógico o como parte del
razonamiento que vincula datos indicadores que conducen a hechos desconocidos*
2. La máxima de la experiencia que postula, puede ser admisible, pero no es una regla construida
con criterio absoluto e inmutable, porque como con acierto lo destaca la Procuradora Delegada,
dadas las particulares circunstancias en que se desarrollaron las conductas punibles investigadas
el miedo y la situación de desamparo en que se vio comprometida la víctima, la hicieron razonar en
ese momento, que si ya había sido agredida como lo fue en un paraje solitario y alrededor de la
una de la mañana, no le quedaba más alternativa que continuar con sus agresores con la
esperanza que la trasladaran a un escenario que al menos atemperara la situación de peligro a
que fue expuesta.
3. Ese principio es una prerrogativa para el procesado y también para la sociedad en el sentido de
que el Estado impondrá las que hayan sido estatuidas previamente a la realización de la conducta
punible, dentro de los límites cuantitativos y cualitativos consagrados en el ordenamiento jurídico,
sin que se puedan imponer penas por arbitrio o imaginación del juez, que no respeten los
parámetros legales, con quebranto de la igualdad y de la seguridad jurídica.
En relación con este tópico, recientemente la Corte precisó que cuando la pena privativa de la
libertad excede los diez años de prisión, no resulta aplicable el artículo 52 del Decreto 100 de
1980. Indicó, además, que, en dicha hipótesis, el artículo 44 ejusdem (modificado por el 28 de la
ley 40 de 1993 y luego por el 3° de la ley 365 de 1997), no faculta al juzgador para imponer la
interdicción de derechos y funciones públicas por tiempo menor de diez años, prevalido de la
expresión "hasta" allí utilizada.
La genuina interpretación judicial, dijo la Sala, "conduce a entender que si la pena principal es
menor de diez años, la accesoria en cuestión será también menor, pero que si la pena principal es
de diez años, por ejemplo, también en ese rango será la accesoria, por contera, si la pena principal
supera los diez años, por mandato del artículo 44 precitado, la interdicción será de 10 años, límite
máximo, porque, la aplicación de las normas (52 y 44 del Código anterior) en cuestión obedece a
un criterio sistemático, en virtud del cual, las normas no pueden obrar aisladamente, sino de
manera complementaria, en función de un todo, que, por lo mismo, impide aislarlas para su cabal
aplicación" (Cfr. sent. cas. julio 31/03, ... Rad. 15063)"**.
___________________________
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sents. Cas. Nov.19/2003, rad. 18.787 y agosto25/2004, rad. 21.829,
entre otras.
** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. Cas. agost.6/2003, rad. 16.680.
85
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Desestima, casa parcial y de oficio
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : MANRIQUE MOSQUERA, JOHN JAIRO
DELITOS : Acto sexual violento
PROCESO : 21548
PUBLICADA : Si
1. Para el momento en que sucedieron los hechos estaba en vigor el artículo 218 del Decreto 2700
de 1991, modificado por el artículo 35 de la Ley 81 de 1993, se impone su aplicación ultractiva,
toda vez que resulta favorable a los intereses del acusado, porque hace viable la casación cuando
el tope máximo es igual o superior a 6 años.
Por tanto, el demandante no tiene interés jurídico en la causa por la que aboga
Auto Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : RIVERA MONTAÑA, ALVARO
PROCESADO : IZQUIERDO GARCIA, LUZ ESPERANZA
PROCESADO : PRECIADO GRILLO, MAURICIO
PROCESADO : CUFIÑO VELASQUEZ, DILTON
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.
PROCESO : 24197
PUBLICADA : Si
86
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Esta acción procede únicamente contra providencias que hayan cobrado ejecutoria (fallos,
resoluciones de preclusión de la investigación o autos de cesación de procedimiento), es
obligación del demandante anexar al libelo copia de las decisiones de primero y segundo grados,
según el caso, cuya rescisión pretende, junto con la respectiva constancia de su ejecutoria.
2. Cuando se invoca la causal contenida en el numeral 3º del artículo 220 del estatuto procesal
penal, esto es, por la aparición de hechos nuevos o el surgimiento de pruebas de igual naturaleza
no conocidas al tiempo de los debates con virtud para demostrar la inocencia del condenado o su
inimputabilidad, resulta imprescindible que junto con la demanda se aporten tales medios
probatorios novedosos, los cuales deben ser idóneos para acreditar cualquiera de las finalidades
anotadas en precedencia.
3. Cuando se postula la causal establecida en el numeral quinto, según la cual, procede la acción
de revisión "cuando se demuestre, en sentencia en firme, que el fallo objeto de pedimento de
revisión se fundamento en prueba falsa", ineludible resulta para el actor allegar copia del fallo que
se pronuncia acerca de la falsedad del medio probatorio que sirvió de fundamento a la sentencia
cuya revisión depreca.
Acción de Revisión
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Juzgado 1 P.C.
CIUDAD : Líbano - Tolima
PROCESADO : ALARCON PEÑA, MARCO AURELIO
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 24564
PUBLICADA : Si
1. El derecho a controvertir una providencia judicial a través de los recursos, bien los ordinarios
(reposición y/o apelación) ora el extraordinario de casación, únicamente puede ser ejercido por el
sujeto procesal que ostenta legitimidad en el proceso y además ha sufrido agravio con la
determinación, siendo este el aspecto que determina la existencia o no del interés jurídico para
recurrir.
Es así como se ha entendido que el interés en impugnar depende de que la decisión sea de algún
modo desfavorable a los intereses que se representan, y que se carece de él cuando la
determinación no le reporta agravio alguno, o en otras palabras, cuando las pretensiones a que se
aspira han encontrado respuesta en el sentido buscado.
2. La defensa de (...) carece de interés jurídico para recurrir en casación la sentencia proferida por
el Tribunal que bajo tales circunstancias ningún agravio le causó, porque precisamente accedió a
las pretensiones formuladas por tal sujeto procesal, esto es, que la condena debía ser por el delito
de acceso carnal abusivo con menor de catorce años agravado y no por acceso carnal violento
como lo había considerado el a quo.
87
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : RENTERIA CORDOBA, JOSE VITELIO - AGENTE POLINAL
DELITOS : Acceso carnal abusivo con menor de 14 años
PROCESO : 20560
PUBLICADA : Si
1. El censor se dedica a cuestionar lo que llama la construcción indiciaria, bajo el entendido de que
allí en donde existe un argumento existe un indicio, cuando lo cierto es que un indicio siempre
contiene una inferencia, pero no toda inferencia es un indicio.
Además, en la construcción de la inferencia que une el hecho indicador con el indicado, imperan
las reglas de la sana crítica, cuya infracción conduce a un error de hecho por falso raciocinio, para
lo cual es necesario reconocer que:
".. el falso raciocinio se caracteriza por ser un problema de argumentación que tiene por objeto
demostrar que en la apreciación de las pruebas el juez infringió las reglas de la sana crítica, las
cuales está en el deber de exponer razonadamente a la hora de indicar el mérito que se le asigna
a cada prueba (artículo 238 idem). Por lo mismo, el error no se demuestra resaltando la disparidad
de criterios entre el juez y los sujetos procesales, o entre los jueces, acerca del valor probatorio de
determinada prueba, sino mostrando "la transgresión grosera y manifiesta por parte del juzgador
de las reglas de la sana critica en su valoración.**"
"Ese plus que se exige de la argumentación ligada con el error de raciocinio, distingue a la
casación de las instancias, muy ceñidas a garantizar la confrontación de opiniones acerca de la
apreciación de las pruebas, las cuales si bien son importantes, no pueden trasladarse al recurso
extraordinario."
Desde su perspectiva el demandante trata de indicar que la inferencia no logra demostrar el núcleo
de la conducta del tipo penal (arrebatar, retener, sustraer, ocultar), sin demostrar desde luego la
infracción de las reglas de la sana crítica, pero también pasando por alto que la imputación por
complicidad indica que el eje central de la conducta del partícipe no radica en la realización de la
conducta descrita en el tipo penal, sino en la ayuda que presta a la consecución de la misma,
como lo indica el artículo 30 del código penal, de lo cual por supuesto la demanda nada dice.
88
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
4. El principio de congruencia debe respetar la conexión que existe entre el derecho penal
sustancial (que define las conductas) y el procesal (que señala el método para su sanción), en el
sentido de que las conductas que constituyen un injusto merecedor de pena son las que deben
precisarse en la resolución acusatoria, indicando las circunstancias fácticas y valorativas que las
acompañan, y de allí la necesidad de que todas las que las integran queden inequívocamente
plasmadas en la acusación que da inicio al juicio.
No por otra razón, en una elaboración que se reitera, la Corte ha precisado lo siguiente:
"En síntesis, se tiene que la Corte, en la actualidad, es del criterio que todas las circunstancias
que impliquen incremento punitivo, específicas o genéricas, valorativas o no valorativas, en
cualquiera de sus modalidades, deben hacer parte de la imputación fáctica de la acusación para
que puedan ser deducidas en la sentencia….***"
"Cuando menos - y esa es la lectura que debe hacerse de los textos jurisprudenciales -, las
circunstancias de mayor punibilidad reclaman una fundamentación acorde con su naturaleza, de
manera que por mas objetivas que ellas sean no están exentas de juicios de valor, aun cuando
ciertamente unas requieran, por su configuración subjetiva, de un plus adicional, sin que en todo
caso, en unas y otras no sea, hoy por hoy, necesario la imputación fáctica y jurídica, en atención al
marcado perfil normativo de la imputación.****"
Desde esta perspectiva, debe tenerse en cuenta que se debe aislar los criterios meramente éticos
o cláusulas relacionadas con la impresión que el comportamiento puede causar en la sociedad,
pues éstas han de tenerse en cuenta solo en la medida que en concreto expresen la forma de
lesión al bien jurídico que el tipo penal protege o el juicio de exigibilidad personal y social que le es
inherente a la culpabilidad con que se actúa.
____________________________________
*Sentencia del 27 de febrero de 2001, radicación 15042. En el mismo sentido, sentencia del 8 de julio de
2004, radicado 15372.
**Corte Suprema de Justicia, Sala de casación penal, sentencia del 18 de febrero de 2004, radicado 20597.
***Corte Suprema de Justicia, Sala de casación penal, sentencia del 4 de abril de 2001.
****Corte Suprema de Justicia, Sala de casación penal, sentencia del 21 de abril de 2005, Radicado 21356;
Cfr., en este sentido, sentencia del 25 de febrero de 2004, Sala de casación penal, radicado 16170.
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Desestima, casa parcial y de oficio, reajusta pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
PROCESADO : GUERRA ORTEGA, BENJAMIN
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 23750
PUBLICADA : Si
89
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En vigencia del Decreto 100 de 1980, la pena accesoria de interdicción de derechos y funciones
públicas estaba sujeta en cuanto a su duración máxima, en cualquier caso, al límite de diez (10)
años, y en el caso concreto, al quantum punitivo definido para la pena principal de prisión de ser
éste inferior a diez (10) años.
No obstante, que para el momento en que se dictó el fallo de segunda instancia, 2 de febrero de
2004, regía el tema en cuestión el artículo 51 de la ley 599 de 2000 que señala que "la
inhabilitación para el ejercicio de los derechos y funciones públicas tendrá una duración de cinco
(5) a veinte (20) años, salvo en el caso del inciso 3º del artículo 52", norma que prevé, además,
que "En todo caso, la pena de prisión conllevará la accesoria de interdicción de derechos y
funciones pública, por un tiempo igual al de la pena que accede y hasta por una tercera parte mas,
sin exceder el máximo fijado en la ley", esto es que el límite máximo se extendió a veinte (20)
años* .
Límite para el cual, el legislador previó la excepción contemplada en el inciso 2º del artículo 51,
que se remite al mandato contenido en el inciso 5º del artículo 122 de la Constitución Nacional,
cuando dispone que "el servidor público que sea condenado por delitos contra el patrimonio del
Estado, quedará inhabilitado para el desempeño de funciones públicas", en cuyo caso, la
prohibición pasa a ser indefinida.
_____________________
*Casación 19914 del 19 de enero de 2006
Sentencia Casacion
FECHA : 09/02/2006
DECISION : Casa parcial y de oficiosamente respecto a pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Villavicencio
PROCESADO : VELASQUEZ, FREDDY GIOVANNY
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 23308
PUBLICADA : Si
En todo caso, el veto de la reforma en peor no es una simple regla que se subordine al principio de
legalidad, sino "un principio constitucional que hace parte del debido proceso" ***,
...
Definidos así los conceptos en un mismo plano de igualdad, la prevalencia de uno sobre otro no es
de grado sino de relación de axioma a excepción, de manera que cuando el juez de segunda
instancia o de casación deba asumir la revisión de una sentencia impugnada por un recurrente
único que contenga una pena inferior al límite legal, el principio de legalidad debe ceder ante el
principio de no reformatio in pejus simplemente porque éste es una excepción a aquél. Dicho en
90
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
otros términos, el principio de legalidad se aplica siempre que no implique incrementar la condena
del impugnante único.
Aún si se admitiera que no se trata de una relación axioma-excepción sino de una verdadera
contradicción entre principios, el de no reformatio in peius, para casos como el analizado, se
impone al de legalidad en virtud del principio del favor rei, según el cual en caso de pugna entre los
intereses concretos y particulares del imputado y los abstractos y generales del Estado y/o de la
sociedad, siempre prevalecerán los de aquél.
...
La disposición significa que al juez de 2ª instancia y al de casación les está prohibido empeorar la
posición jurídica del procesado, cuando él, sólo él -u otro sujeto procesal en búsqueda de su
beneficio-, impugne la sentencia de primera y/o de segunda instancia. Si lo hace otro interesado,
por ejemplo, la parte civil, la fiscalía o el ministerio público, en contra suya, entonces aquellos sí
pueden agravar su situación.
Pero además, de esa misma literalidad surge la aplicación indiscutible de otro apotegma: como el
inciso 2º ampliamente dice que el superior no puede agravar la pena si el condenado es apelante
único, resulta obvio que si el constituyente no hace distinciones ni concreta expresamente
excepciones, es contrario a su propio mandato el comportamiento del intérprete que establece
diferenciaciones y extrae del postulado constitucional uno o varios eventos, como, por ejemplo,
cuando se afirma que el principio de legalidad es superior al de prohibición de la reformatio in
peius. Si quien legisla no diversifica ni exceptúa, menos puede hacerlo quien aplica la ley.
...
Desde este punto de vista, sistemáticamente hablando, es indiscutible que dentro del debido
proceso, como garantía del procesado, se entiende incorporado el rechazo al empeoramiento de la
pena impuesta en la sentencia.
Dos. La prohibición de la reformatio in peius es una verdadera garantía del procesado. Por
consiguiente, forma parte del debido proceso.
Cuatro. Como quien apela coloca límites al juez de segunda instancia, si lo hace el procesado, el
funcionario no puede desmejorar su posición pues aquél impugna en búsqueda de su beneficio y
no de su perjuicio.
Cinco. La consulta es concebida en pro del procesado, con el propósito de que el juez de segunda
instancia revise la sentencia condenatoria, debido a que, dada la situación del país, la mayoría de
los condenados no cuentan con defensa real y se hallan restringidos en sus conocimientos. Por
eso, en esta materia -consulta- también se impone la prohibición de la reformatio in peius.
Seis. Si se permitiera que ante apelación interpuesta exclusivamente por el sindicado, el juez de
segunda instancia pudiera agravar su situación, en el fondo se estaría restringiendo el derecho a la
91
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
doble instancia pues tal circunstancia, por temor, por miedo, inhibiría al procesado y a su
apoderado de acudir al recurso.
Desde hace muchos años se viene hablando en Colombia de la necesidad de laborar el derecho
penal con base en el denominado sistema procesal penal "acusatorio". Con independencia de que
tal sistema sea óptimo, y del nombre que se quiera dar al tipo de proceso, lo cierto es que el
legislador hace esfuerzos por llegar a él y ha avanzado bastante con ese propósito.
Sería paradójico, entonces, que la justicia desconociera derechos y garantías del sindicado,
acudiendo a una potestad que no le han otorgado la Constitución ni la ley.
...
Por su origen y por su desarrollo, el principio de legalidad está constituido, mínimo, por lo
siguiente, como emana de los artículos 6º, 28 y 29 -incorporados otros artículos, entre ellos el 30 y
el 31- de la Constitución:
* Nullum crimen sine lege, es decir, ninguna conducta puede ser concebida como delictiva, a
menos que así lo haya establecido la ley. Es el principio de legalidad criminal.
* Nulla poena sine lege, o sea, sólo se pueden imponer las penas establecidas por el legislador
para cada caso concreto. Es el principio de legalidad penal.
* Nemo damnetur nisi per legale iudicium, es decir, nadie puede ser castigado sino en virtud de un
juicio formal ante sus jueces naturales, con el respeto pleno de las garantías fijadas en la ley. Es el
principio de legalidad procesal o garantía jurisdiccional.
Si histórica y actualmente el mínimo del principio de legalidad está conformado como se acaba de
decir, no hay motivo para afirmar que el tercer componente queda por fuera de la legalidad y
que ésta resulta compuesta exclusivamente por los dos primeros cuando se trata de sentencia
condenatoria impugnada solamente por el procesado.
Desmembrar el principio para dar paso a la defensa social, a la protección del conglomerado o al
interés general, es, por lo menos, bastante injusto.
Pero, además, importa tener en cuenta que la legalidad del delito y de la pena es el aspecto formal
del principio de legalidad. El material va más allá: comprende los dos mencionados e igualmente el
total de garantías que deben ser cumplidas dentro del rito penal. Por eso, principio de legalidad
significa que no hay pena sin crimen, sin ley, sin necesidad, sin injuria, sin acción, sin culpa, sin
juicio, sin acusación, sin prueba y sin defensa. Es decir, no puede haber pena sin delito, sin ley y
sin el cumplimiento total de todas las garantías legales y constitucionales.
De lo anterior resulta claro que, entre otras cosas, cuando se impone pena sin el respeto total de
los derechos y garantías del procesado, esa pena -y su incremento- viola el principio de legalidad
material.
...
92
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
____________________________________
*Entresacamos esta jurisprudencia: "Como puede observarse en su redacción [la del art. 26 de la Carta], el
texto consagra una garantía de tipo individual, ampliamente protectora de los intereses de la persona frente
al poder del Estado, y, en especial, del llamado derecho de defensa". Luego habla también del interés social,
pero para recalcar en que lo primigenio es el derecho del individuo (cas. pen., diciembre 18 de 1958, "G. J.",
t. LXXXIX, p. 642).
**GUSTAVO RADBRUCH, Introducción a la ciencia del derecho, Madrid, Librería General de Victoriano
Suárez, 1930, p. 174. Y agrega: "Si tenemos en cuenta el carácter subjetivo e impugnable de todas las
valoraciones, veremos que la justicia de los tribunales no es, en definitiva, más que la confianza que estos
inspiren".
***Corte Constitucional, sentencia SU-1.722 del 12 de diciembre del 2000.
Sentencia Casación
FECHA : 09/02/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : BOLAÑOS BOLAÑOS, ALVARO
NO RECURRENTE : SANTOS TORRES, LUIS
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica en
documento público
PROCESO : 23496
PUBLICADA : Si
2. Para que se considere afectado el precepto de la investigación integral, es necesario que exista
un alto grado de probabilidad de que, si se hubieran practicado las pruebas omitidas, el sentido de
la decisión hubiera sido otro muy distinto al que finalmente quedó plasmado en el fallo.
No basta, pues, que no se haya practicado una prueba, ni que ésta fuera conducente. Se precisa
además que la nueva valoración que se haga, incluidos los medios omitidos, permita considerar
como probable que el fallo habría sido más favorable a los intereses del procesado. Sólo así
podría determinarse la trascendencia del medio omitido.
93
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Juzgado 5 P.C.
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : HERRERA CUENCA, EMPERATRIZ
DELITOS : Abuso de confianza, Estafa
PROCESO : 22952
PUBLICADA : Si
El mismo está limitado a los posibles errores que se pueden cometer en un proceso y ellos se
encuentran sintetizados en los motivos legales que lo hacen procedente, para el presente caso los
previstos en el artículo 207 del Código de Procedimiento Penal de 2000 que fue con sujeción al
cual la defensa presentó la demanda.
2. Es importante que el sujeto procesal que decide demandar la intervención de la Corte entienda
la lógica del proceso, reflejada toda ella en las causales legales que permiten la utilización del
medio de impugnación extraordinaria y que, a diferencia de como se piensa, no sugieren la idea de
un recurso "técnico" y hostil a la realización de sus propias finalidades sino de uno que en
atención a su naturaleza rogada exige un mínimo de claridad y de coherencia en la manera de la
presentación del caso al Tribunal de Casación, ante el cual no puede venirse con vaguedades o a
buscar que analice las pruebas como juez de instancia sino que se le debe expresar con toda
naturalidad qué error trascendente cometió el juzgador y acompañar los argumentos que
persuadan sobre su ocurrencia.
Auto Casación
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : SICUARIZA NOMESQUE, CARLOS ALBERTO
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 23639
PUBLICADA : Si
Si el interés del censor era denunciar la violación del principio in dubio pro reo, no le bastaba con
señalar el supuesto yerro y acreditar de qué manera fue cometido por el juzgador, sino que
también debía
94
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
[e]nsayar una nueva valoración probatoria con superación de los defectos que en esa materia se le
atribuyen a la decisión, con el objetivo de relevar la indebida adjudicación de la ley sustancial en la
declaración de justicia final*.
_______________________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 25 de agosto del 2004, radicado 21.554.
Auto Casación
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : SALAZAR VILLALBA, WILLIAM
DELITOS : Tentativa de homicidio
PROCESO : 24251
PUBLICADA : Si
1. Las causales de casación previstas en el artículo 181 de la Ley 906 de 2004, coinciden en lo
fundamental con las consagradas en el artículo 207 de la Ley 600 de 2000 (con vigencia
condicionada al proceso de implementación gradual y sucesivo del sistema acusatorio), aunque en
éste régimen:
"...existe una causal de casación autónoma para la incongruencia entre la acusación y la sentencia
(art. 207, numeral 2°), mientras que en el nuevo artículo 448, el acusado no podrá ser declarado
culpable por hechos que no consten en la acusación, ni por delitos por los cuales no se ha
solicitado condena, yerro que debe postularse en sede casacional con arreglo a la causal segunda
aquí tratada (nulidad)."
...
"En el sistema adoptado en la nueva sistemática procesal, por excepción será posible incurrir en
errores de adecuación de la conducta a la norma jurídica tomada como base para el juzgamiento,
figura que antaño se conocía como "error en la calificación jurídica", porque la imputación de
cargos que se hace en la acusación es fundamentalmente fáctica aunque con trascendencia
jurídica ("hechos jurídicamente relevantes", art. 337.2)."*
"Ahora: si el yerro es de hecho, corresponde indicar la modalidad y especie del mismo, es decir,
esta clase de yerros se pueden presentar cuando el juzgador se equivoca al contemplar
materialmente el medio bien porque omite apreciar una prueba que obra en el proceso, ora porque
la supone existente sin estarlo o se la inventa (falso juicio de existencia); o cuando no obstante
considerarla oportuna y legalmente recaudada, al fijar su contenido la distorsiona, cercena o
adiciona en su expresión fáctica, haciéndole producir efectos que objetivamente no se establecen
de ella (falso juicio de identidad); o, porque al apreciar la prueba transgrede los postulados de la
lógica, las leyes de la ciencia o las reglas de la experiencia, esto es, los principios de la sana
crítica como método de valoración probatoria (falso raciocinio).
95
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
....
"Y si se denuncia falso raciocinio por desconocimiento de los postulados de la sana crítica, se
debe precisar qué dice de manera objetiva el medio, qué infirió de él el juzgador, cuál mérito
persuasivo le fue otorgado, señalar cuál postulado de la lógica, ley de la ciencia o máxima de la
experiencia fue desconocida, y cuál el aporte científico correcto, la regla de la lógica apropiada, la
máxima de la experiencia que debió tomarse en consideración y de qué manera; y, finalmente,
demostrar la consecuencia del desacierto indicando cuál debe ser la apreciación correcta de la
prueba o pruebas que cuestiona, y que habría dado lugar a proferir un fallo sustancialmente
distinto al impugnado** .
"Sobre esta concreta materia, debe partirse de qué se entiende por experiencia. Respecto a este
tópico, la Corte tiene dicho:
"La experiencia es una forma específica de conocimiento que se origina por la recepción inmediata
de una impresión. Es experiencia todo lo que llega o se percibe a través de los sentidos, lo cual
supone que lo experimentado no sea un fenómeno transitorio, sino un hecho que amplía y
enriquece el pensamiento de manera estable.
Del mismo modo, si se entiende la experiencia como el conjunto de sensaciones a las que se
reducen todas las ideas o pensamientos de la mente, o bien, en un segundo sentido, que versa
sobre el pasado, el conjunto de las percepciones habituales que tiene su origen en la costumbre; la
base de todo conocimiento corresponderá y habrá de ser vertido en dos tipos de juicio, las
cuestiones de hecho, que versan sobre acontecimientos existentes y que son conocidos a través
de la experiencia, y las cuestiones de sentido, que son reflexiones y análisis sobre el significado
que se da a los hechos.
Así, las proposiciones analíticas que dejan traslucir el conocimiento se reducen siempre a una
generalización sobre lo aportado por la experiencia, entendida como el único criterio posible de
verificación de un enunciado o de un conjunto de enunciados, elaboradas aquéllas desde una
perspectiva de racionalidad que las apoya y que llevan a la fijación de unas reglas sobre la
gnoseología, en cuanto el sujeto toma conciencia de lo que aprehende, y de la ontología, porque lo
pone en contacto con el ser cuando exterioriza lo conocido.
...
Atrás se dijo que la experiencia forma conocimiento y que los enunciados basados en ésta
conllevan generalizaciones, las cuales deben ser expresadas en términos racionales para fijar
ciertas reglas con pretensión de universalidad, por cuanto, se agrega, comunican determinado
grado de validez y facticidad, en un contexto socio histórico específico.
En ese sentido, para que ofrezca fiabilidad una premisa elaborada a partir de un dato o regla de la
experiencia ha de ser expuesta, a modo de operador lógico, así: siempre o casi siempre que se
da A, entonces sucede B." (Sentencia del 21 de noviembre de 2002, radicación N° 16.472)."
En el citado ordenamiento procesal no fue incluida la manera concreta de utilizar dicho instituto,
razón por la cual la Sala, previa definición de su naturaleza, se vio impelida a establecer las reglas
que habrán de seguirse, en los siguientes términos:
96
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
(ii) La insistencia sólo puede ser promovida por el demandante, por ser él a quien asiste interés en
que se reconsidere la decisión. Los demás intervinientes en el proceso no tienen dicha facultad, en
tanto que habiendo tenido ocasión de acudir al recurso extraordinario, el no hacerlo supone
conformidad con los fallos adoptados en sede de las instancias.
(iii) La solicitud de insistencia puede elevarse ante el Ministerio Público, a través de sus delegados
para la casación penal, o ante alguno de los Magistrados integrantes de la Sala de Casación
Penal, según lo decida el demandante.
(iv) La solicitud respectiva puede tener dos finalidades: la de rebatir los argumentos con
fundamento en los cuales la Sala decidió no seleccionar la demanda, o para demostrar por qué no
empece las incorrecciones del libelo, es preciso que la Corte haga uso de su facultad para superar
sus defectos y decidir de fondo.
(v) Es potestativo del Magistrado disidente o del Delegado del Ministerio Público ante quien se
formula la insistencia, optar por someter el asunto a consideración de la Sala o no presentarlo para
su revisión, evento último en que informará de ello al peticionario. Así mismo, cualquiera de ellos
puede invocar la insistencia directamente ante la Sala de manera oficiosa.
(vi) El auto a través del cual no se selecciona la demanda de casación trae como consecuencia la
firmeza de la sentencia de segunda instancia contra la cual se formuló el recurso, con la
consecuente imposibilidad de invocar la prescripción de la acción penal, efectos que no se alteran
con la petición de insistencia, ni con su trámite, a no ser que ella prospere y conlleve a la admisión
de la demanda.
A su turno, como quiera que la ley no establece términos para el trámite de la insistencia, es
preciso fijarlos conforme la facultad que en tal sentido se consagra en el artículo 159 de la Ley 906
de 2004.
Con tal propósito, teniendo en cuenta que la decisión a través de la cual no se selecciona la
demanda está contenida en un auto a cuyo enteramiento o publicidad debe procederse
obligatoriamente, con arreglo a lo dispuesto en sentencia C-641 del 13 de agosto de 2002, por vía
del procedimiento señalado en el artículo 169, inciso 3, de la Ley 906 de 2004, esto es "mediante
comunicación escrita dirigida por telegrama, correo certificado, facsímil, correo electrónico o
cualquier otro medio idóneo que haya sido indicado por las partes", se establecerá el término de
cinco (5) días contados a partir de la fecha en que se produzca alguna de las anteriores formas de
notificación al demandante, como plazo para que éste solicite al Ministerio Público o a alguno de
los Magistrados integrantes de la Sala, si a bien lo tiene, insistencia en el asunto.
_________________________________________
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, rad. 24.323, antes invocada.
** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto agosto 10 de 2005, rad. 23.503.
*** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto del 12 de diciembre de 2005, rad. N° 24.322.
97
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 14/02/2006
DECISION : No selecciona la demanda, advierte sobre petición de
insistencia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MARTINEZ MARTINEZ, JOSE DEL CARMEN
DELITOS : Tentativa de homicidio, Fabric. y tráf. de armas fuego de
def. personal
PROCESO : 24611
PUBLICADA : Si
1. En cuanto hace relación al contenido normativo del artículo 71 de la reciente Ley 975 del 25 de
julio de 2005, fuente formal en la que se centra la discusión, se dejó en claro que el legislador
introdujo una modificación al ordenamiento jurídico, al adicionar un inciso al artículo 468 del Código
Penal, cuyo tenor es el siguiente:
"Mantendrá plena vigencia el numeral 10 del artículo 3 de la Convención de las Naciones Unidas
Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y sustancias Psicotrópicas, suscrito en Viena el 20 de
diciembre de 1988 e incorporado a la legislación nacional mediante Ley 67 de 1993".
"Por lo tanto, en la aplicación de la norma analizada, debe discernirse cuidadosamente entre las
conductas punibles que en su oportunidad fueron calificadas como concierto para delinquir en la
modalidad de conformar grupos armados al margen de la ley y que ante la nueva realidad
normatividad pueden quedar subsumidas en el delito político de sedición, de aquellas acciones
demostrativas de que se está ante un género especial de delincuencia, como por ejemplo, aquellas
asociaciones dedicadas a cometer homicidios selectivos o desplazamiento forzado de personas,
sobre cuya conformación nada justifica que se las pueda considerar como delito político, pues, se
reitera, contra las personas como sujetos de derecho universal no puede haber actos que puedan
ser legitimados"*.
"Véase entonces que la propuesta interpretativa que aquí se esgrime no es una posición novedosa
en el tratamiento de los casos donde converge el delito político y la ejecución de conductas que
rebasan su ámbito por parte de miembros de organizaciones armadas al margen de la ley.
"Por lo tanto, si lo que quiso la Ley 975 de 2005 fue equiparar en un plano de igualdad a los
guerrilleros y las autodefensas, reconociéndole a estos últimos un status de delincuentes políticos
a través de la adición al artículo que tipifica la sedición, todo para contribuir de manera efectiva a la
98
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
consecución de la paz nacional, su juzgamiento deberá guiarse entonces por las pautas
jurisprudenciales esgrimidas para el bando contrario, garantizando así la igualdad en la aplicación
de la ley penal.
"Por lo mismo, una reflexión contraria desconocería el principio de igualdad, pues conllevaría un
trato más benévolo para los autores de crímenes que no clasifican como de naturaleza política,
sólo por el hecho de su pertenencia a los grupos de las llamadas autodefensas, lo cual no es
admisible ni tiene justificación alguna en la Carta Política.
"Así las cosas la tipificación contenida en el inciso adicionado al artículo 468 del Código Penal,
sólo abarca las situaciones en que los grupos armados al margen de la ley (llámese guerrilla o
autodefensas) obran con la finalidad de interferir el orden constitucional y legal, atacando
exclusivamente la operatividad de los poderes públicos, como por ejemplo, cuando no permitan la
realización de una jornada electoral o la presencia de los jueces en un determinado territorio; pero
nunca cuando trasciendan esos comportamientos a ataques directos contra las personas inermes,
ajenas al conflicto.
"En tales casos, la pertenencia a grupos armados al margen de la ley cuyas finalidades sean, entre
otras, cometer delitos de terrorismo, narcotráfico, secuestro, extorsión, desaparición forzada o
conformar escuadrones de la muerte o de sicarios, entre otras posibles conductas, siguen
cobijadas bajo la descripción del artículo 340-2 del Código Penal, como concierto para delinquir,
independientemente, por supuesto, de los demás tipos penales que se lleguen a configurar en el
caso concreto".
2. Para ilustrar aún más la situación normativa generada por la expedición de la Ley 975 de 2005,
luego de referirse a los antecedentes parlamentarios como presupuesto histórico en la confección
de la misma, la Sala, igualmente, indicó:
"En este caso, no cabe duda que, en los debates del Congreso, se postuló por los ponentes del
proyecto aprobado el propósito de equiparar a delito político el proceder de los "paramilitares",
dándole el carácter de sediciosa a su conducta, criterio que finalmente la mayoría prohijó en la
ponencia complementaria para resolver la apelación del artículo 64 ídem ante el Senado, ahora
artículo 71 de la Ley 975 de 2005, pero tal equiparación no es de carácter absoluto, no fue
generalizada a todas las eventualidades del concierto agravado, pues no se hace extensiva a las
situaciones en que los grupos al margen de la ley no obran con la finalidad de interferir el orden
constitucional y legal.
"Un análisis necesario para desentrañar el sentido del artículo 71 de la Ley 975 de 2005 debe
comprender su examen sistemático de cara a los mandatos constitucionales, los principios
rectores de la ley penal sustancial y los artículos 468 y 340 del C. P. (Ley 599 de 2000) y sus
normas complementarias, acudiéndose para ello a la jerarquía interpretativa indicada por los
principios de especialidad, subsunción y derogatoria expresa y tácita.
"Del parangón entre los tipos penales de sedición y concierto para delinquir, se obtienen
argumentos de apoyo a la decisión que la Sala adopta en esta providencia, dado que la normativa
aprobada por el congreso y que se examina en esta providencia es congruente con los principios
que estructuran la dogmática de la sedición.
"Para la consumación de la sedición en los términos previstos en el artículo 468 del C. P.,
adicionado por el artículo 71 de la Ley 975 de 2005, se requiere conformar o hacer parte de grupos
guerrilleros o de autodefensa y mediante el empleo de las armas interferir o impedir el libre
funcionamiento del orden constitucional en sus aspectos no fundamentales o en el ordenamiento
legal vigente, en otras palabras, no pretender el cambio violento del régimen constitucional o legal,
ni desconocer al Estado y sus poderes.
"En consecuencia, en la sedición las personas se organizan para interferir por vía de las armas el
orden constitucional o legal.
"El concierto para delinquir previsto en el artículo 340 de la Ley 599 de 2000 alude a varias
modalidades, debiéndose hacer referencia concreta a la que concita la colisión que se resuelve,
esto es, la de organizar, promover, armar o financiar grupos armados al margen de la ley, ilicitud
comprendida en las legislaciones citadas en el párrafo anterior y que en la Ley 599 de 2000
corresponde al artículo 340-2...
"La conducta tal y como está prevista en el artículo 340-2 ídem, debe ejecutarla un colectivo
criminal para organizar, promover, armar o financiar grupos armados al margen de la ley,
cualquiera sea el motivo que los reúna en la empresa criminal. Así por ejemplo, a esta descripción
típica correspondería el proceder de las "autodefensas" que interfieran el orden constitucional o
99
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
legal ilícitamente, como incidir en la postulación de una persona a una corporación pública o cargo
de elección a nivel local, o disputar ilegalmente a la autoridad militar o de policía su competencia
para restablecer o mantener el orden y la seguridad en un territorio, como cuando combaten a
quienes agreden al Estado para derrocar al gobierno o modificar sustancialmente el régimen
constitucional, o compartir con el grupo armado información para interferir la acción de las
autoridades de policía o militares, por citar algunos ejemplos, y, también, corresponde a dicha
ilicitud la conformación de grupos que obraran por motivos diferentes, diversos a los políticos, que
no tengan por objeto interferir el monopolio del Estado en lo relacionado con el régimen
constitucional y legal, como por ejemplo las bandas de sicarios o los que convienen la comisión de
delitos atroces, de narcotráfico, enriquecimiento ilícito o violaciones al D.H o D.I.H., entre otros.
"Resulta de interés primordial para el Estado, para su seguridad y el restablecimiento de la paz, así
como para la reincorporación a la civilidad de grupos armados, diferenciar entre quienes obran de
consuno para interferir el régimen constitucional o legal vigente, de quienes se conciertan para
operar como grupos armados para cometer delitos de terrorismo, narcotráfico, secuestro,
extorsión, conformar escuadrones de la muerte, o de sicarios, delitos atroces, enriquecimiento
ilícito, violaciones al D.H y D.I.H. Los primeros tienen fines políticos, en tanto que éstos últimos
carecen de ese propósito, sin embargo, ambas modalidades delictivas estaban consagradas en el
artículo 340 del C. P..
"En virtud del artículo 71 de la Ley 975 de 2005 se escinde la modalidad política que estaba
inmersa en la descripción del artículo 340 del C. P., para darle tratamiento de sedición a las
acciones que impiden el libre funcionamiento del orden constitucional en sus aspectos no
fundamentales o al ordenamiento legal vigente y, en los demás casos, las organizaciones armadas
cuyos motivos sean de orden diferente al acabado de señalar, persiste la adecuación típica como
concierto para delinquir agravado.
"La finalidad descrita en el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 para la modalidad delictiva a que se
viene haciendo referencia es específica, para organizar, promover, armar o financiar grupos
armados al margen de la ley y siempre que el acuerdo sea para interferir el régimen constitucional
o legal, pues como lo subrayó la ponencia complementaria citada en esta providencia, en los
tiempos que corren, "no existe en la práctica razón alguna que permita mantener esa
diferenciación" en el tratamiento punitivo para los miembros de la guerrilla y de las
autodefensas, cuando su obrar se enmarca en el campo de la citada interferencia constitucional
o legal. De ahí que el legislador, para zanjar discrepancias en torno a la tipicidad del
comportamiento se refirió a la guerrilla y a las autodefensas como sujetos activos calificados de
dicho comportamiento.
"En el sentido señalado hay que admitir que se ha dado una subrogación parcial, pues el artículo
71 de la Ley 975 de 2005 reacomodó la tipicidad del concierto para delinquir agravado a que se ha
hecho referencia, en la modalidad casuística citada, enriquecida en sus elementos, de organizar,
promover, armar o financiar grupos armados al margen de la ley, si el acuerdo es para interferir el
régimen constitucional o legal, para llevarla a otro precepto, que por su especificidad comprende
mejor la citada conducta, la que más que agredir la seguridad pública bajo la forma de concierto
para delinquir ocasiona lesión al bien jurídico protegido en el Título XXVIII, Capítulo Único del Libro
Segundo del Código Penal, bajo la denominación de "De los Delitos contra el Régimen
Constitucional y Legal".
"La finalidad de la Ley 975 de 2005 es la "de facilitar los procesos de paz y la reincorporación
individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley".
"La aplicación textual debe ceder si conduce a fines contrarios a los valores a proteger, a los
objetivos contemporáneos, situación que no se presenta en este caso. Aplicados los test de
ponderación concreta y razonabilidad al artículo 71 de la Ley 975 de 2005, surge igualmente la
conclusión de que su descripción reubicó el concierto para organizar, promover, armar o financiar
grupos armados al margen de la ley, cuando sus actos están encaminados a interferir el régimen
constitucional o legal, bajo la protección del bien jurídico de los "Delitos contra el Régimen
Constitucional y Legal", de que trata el Libro II, Título XVIII, Capítulo único del C. P..
"La aplicación de todos los criterios de interpretación al artículo 7° de la Ley 975 de 2005 conducen
indiscutiblemente a la subrogación parcial que con esta disposición se hizo de la modalidad
específica del concierto para delinquir de grupos armados al margen de la ley para interferir el
orden constitucional y legal vigente para asumirlo como sedición, pero sólo respecto de las
conductas que pueda predicarse dicha finalidad, pues en ausencia de ese propósito, la conducta
se mantendrá en el ámbito del concierto para delinquir agravado y concurrirá con los demás tipos
penales en donde sea adecuable la conducta"**.
100
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
3. cuando la actuación procesal se encuentre en el juzgado penal del circuito especializado para
proferirse el correspondiente fallo, es decir, que está ad portas de dictarse la sentencia, bien sea
por virtud de la celebración de la celebración de la audiencia de aceptación de cargos con miras a
la obtención de sentencia anticipada, o porque culminó la audiencia pública de juzgamiento con
anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 975 de 2005, debe el citado funcionario proferir el
respectivo fallo, toda vez que su competencia queda prorrogada, dejándose en claro que para los
casos en que así se proceda no se excluye la aplicación del principio de favorabilidad que se
advierta en el evento de que sólo concurra el delito de sedición de que trata el artículo 71 de la Ley
975 de 2005. Al respecto se consignó en la citada determinación:
"Ahora bien: en este caso es imprescindible determinar la adecuación típica en la medida en que
de ella depende la competencia pero tal dificultad puede ser salvada por el juzgador a quien le
fueron remitidas inicialmente las diligencias, quien en aplicación del principio de favorabilidad
cuenta con la prerrogativa de variar la calificación jurídica provisional de los hechos, imputada en la
resolución de situación jurídica, siempre y cuando disponga de los elementos de juicio necesarios,
posición que puede asumir según criterio expresado sobre el mismo punto por la Corte en los
siguiente términos:
"Por lo tanto, ninguna afectación habría al principio de congruencia, a la estructura del proceso o al
derecho de defensa, si la conducta se calificó, en la resolución de acusación, con la denominación
jurídica de la anterior legislación y la sentencia se dicta con la de la nueva normatividad, desde
luego que respetando el principio de favorabilidad "***.
4. Se debatió en Sala si la ley 975 de 2005 podría contrariar principios de justicia y del derecho
penal con incidencia negativa en la constitucionalidad de sus disposiciones, pero mayoritariamente
se desechó tal hipótesis con fundamento en los siguientes planteamientos:
No obstante que el artículo 4° de la Carta Política permite inaplicar aquellas disposiciones que se
ofrezcan incompatibles con el Estatuto Superior, para ello se requiere de la abierta y ostensible
contradicción de sus reglas con las superiores**** , de modo que la presunción de
constitucionalidad que las ampara quede desvirtuada, pudiendo el funcionario judicial, cuando eso
ocurre, preferir las normas constitucionales sobre las de inferior jerarquía, con efectos inter partes
y en relación con las personas involucradas en un conflicto específico, sin que pueda exceder ese
preciso marco jurídico***** , pues lo contrario implicaría invadir la esfera de competencia de la
Corte Constitucional encargada de definir por vía general y con efectos erga omnes el ajuste de un
precepto a la Constitución.
Ahora, tratándose de una ley sui generis, que regula un tema muy puntual en materia de penas en
el contexto de una justicia trancisional, la Corte no encuentra establecida esa abierta y evidente
contradicción entre los preceptos en ella contenidos y el Orden Superior, como condición
indispensable para realizar el juicio de constitucionalidad que un mecanismo excepcional como el
control difuso requiere, lo cual además en modo alguno la puede autorizar para hacerlo acudiendo
a criterios de conveniencia.
Esta postura, no es, desde luego, novedosa, pues tal ha sido el criterio de la Sala en torno al tema,
al precisar que presupuesto necesario para dar lugar a tan especial recurso en guarda de los
Preceptos Superiores, es que:
"el quebranto objetivo de la norma constitucional sea de tal forma flagrante o manifiesto que no
permita la mínima interpretación en contrario y, por ende, no se requiera de sofisticados
argumentos para sustentarla; lo que de suyo deslegitima al juez colisionante a hacer un
pronunciamiento propio de la jurisdicción facultada para ello como lo es la Constitucional, por
tratarse de una ley expedida por el Congreso de la República en ejercicio de las facultades
constitucionales"******. (resaltado fuera de texto).
Además, en dicho pronunciamiento la sala concluyó, que en tales circunstancias, como aquí
ocurre, resulta "inconveniente adelantarse a la decisión de la autoridad con atribución
constitucional para juzgar la inexequibilidad de la comentada disposición."
De otra parte, el valor justicia y los principios de igualdad y proporcionalidad, en orden a juzgar la
constitucionalidad de una norma, no pueden estudiarse tal como si se tratara de una ley ordinaria,
101
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
sino tomando en cuenta las singularidades de la que ahora se analiza, expedida con la finalidad de
resolver la tensión que en este caso surge entre los conceptos de paz y justicia, que son también
fundamentos del Estado, y de los compromisos internacionales adquiridos por Colombia.
Por lo mismo, la vinculación entre política y derecho alcanza un nivel mayor al que de ordinario se
presenta en la legislación común, en la cual, por ejemplo, la proporcionalidad de la respuesta
estatal y la simetría con la agresión a bienes jurídicos, responde a la gravedad del injusto y grado
de culpabilidad, mientras que, tratándose de una ley especial, como aquí sucede, se sujetan a
otros valores, según se indicó.
Lo anterior, se insiste, sin perjuicio del criterio de la Sala puede en cuanto a la conveniencia o
inconveniencia de las disposiciones contenidas en la ley de justicia y paz, lo cual es, por supuesto,
irrelevante para efectos de adoptar decisiones del tipo de aquella a que se alude en párrafos
precedentes.
No obstante las consideraciones anteriores, conviene aclarar que un sector de la Sala encontró
precisamente esa ostensible contradicción entre la norma superior y la legal, respecto del artículo
70 de la ley de justicia y paz, fundamentalmente por violación al principio de la unidad de materia.
_________________________
*Colisión de competencia N° 24.222 del 18 de octubre de 2005.
**Colisión de competencia N° 24.219 del 18 de octubre de 2005.
***CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Auto de colisión de competencias del 14 de febrero de 2002, radiación
N° 18.457.
****Cfr, Corte Constitucional, sentencia T 1290 de 2000, en la cual se expresó que "el antagonismo entre los
dos extremos de la proposición ha de ser tan ostensible que salte a la vista del intérprete, haciendo superflua
cualquier elaboración jurídica que busque establecer o demostrar que existe. De lo cual se concluye que, en
tales casos, si no hay una oposición flagrante con los mandatos de la Carta, habrá de estarse a lo que
resuelva con efectos erga omnes el juez de constitucionalidad, según las reglas expuestas."
*****Corte Constitucional, sentencias C 600 de 1998 y T-1290 de 2000.
******Auto del 18 de junio de 2002, colisión de competencias, radicado 19516. Cfr, en el mismo sentido, auto
del 2 de julio de 2002, radicado 19517.
Que el procesado haya sido acusado como coautor y condenado como autor no es ninguna
incongruencia pues el coautor es autor.
Auto Casación
102
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : VALENCIA ANCHICO, ARLEY ANDRES
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal, Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 23841
PUBLICADA : Si
2. Si bien se encuentra reconocido en el artículo 565 del anterior estatuto penal, precepto que
debe ser aplicado en atención a que el artículo 527 de la Ley 600 de 2000 fue declarado
inexequible por la Corte Constitucional mediante sentencia C-760 de julio 19 de 2001, que no
procede la extradición cuando por el mismo delito se investigue o se haya juzgado en Colombia a
la persona requerida, lo cierto es que suficientemente se tiene decantado por vía jurisprudencial
que la ponderación de tal circunstancia compete únicamente al Gobierno Nacional al momento de
decidir si concede o no la extradición* , además de resultar un tema ajeno a los aspectos sobre los
que corresponde a la Corte ocuparse en el concepto que debe emitir, como ya se dijo, restringida a
verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en los artículos 511, 513 y 520 del estatuto
procesal penal en este caso, por no existir, como lo señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores
en su oficio OAJ.E. 502 del 6 de mayo de 2005, "Convenio aplicable al caso".
3. El método de interpretación sistemático, es decir, aquel que vincula el análisis global de todas
las normas sobre la materia y que no se circunscribe al análisis de una de ellas en forma aislada,
permite inferir que el estudio de ese aspecto le corresponde al Gobierno Nacional, quien en últimas
y en caso de que el concepto de la Sala sea positivo, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 509 y 519 del estatuto procesal penal, es a quien compete conceder la extradición.
103
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
en cuanto los preceptos del país requerido no son objeto de aplicación por parte del Estado
reclamante** .
6. En cuanto se refiere a que "la acusación también incluye penas de decomiso de conformidad"
con las disposiciones legales del país requirente, "las cuales buscan el decomiso de todos los
bienes que se hayan derivado de ingresos obtenidos como resultado de la comisión de los
anteriores delitos. Si dichos bienes no estuvieren disponibles, las normas anteriores permiten que
otros bienes del acusado sean decomisados", preciso es señalar que dicha mención no puede ser
entendida en estricto sentido como un cargo.
____________________________________
*Ver, entre otros Rad. 23180 del 11 de mayo de 2005; Rad. 22084 del 1° de diciembre de 2004; Rad. 22072,
del 1° de septiembre de 2004.; Rad. 21880 y 21989, del 14 y 28 de julio de 2004, respectivamente y Rad.
19963, del 21 de enero de 2003.
**Cfr. Concepto del 22 de julio de 2004. Rad. 22206.
Concepto Extradición
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : PEREZ SALAZAR, GUSTAVO ADOLFO
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf., Concierto para
delinquir-narcotráfico
PROCESO : 23708
PUBLICADA : Si
De esa manera, no se entiende la afirmación del memorialista, según la cual, la Corte ya adujo que
la pieza acusatoria extranjera equivale a la resolución de acusación, pues textualmente se
manifestó, de acuerdo con la jurisprudencia reiterada de la Corporación, "que dicho presupuesto
se analizará al momento de emitirse el concepto de extradición, con base en la documentación
remitida por el Estado requirente y en la normatividad correspondiente".
En esas condiciones, como lo destaca la doctrina el juicio por jurado ha quedado establecido para
los delitos graves* y no para los menos graves (petty crimes)**.
104
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Del mismo modo, la acusación de acuerdo con la entidad del delito y el procedimiento que se sigue
se le ha denominado "acusación" (delitos graves) o "denuncia" (delitos menos graves). En esta
última se erige en la primera alegación en un proceso iniciado en el Tribunal de Distrito y en la
acusación "a base del cual se celebrará el juicio en el Tribunal de Distrito"; mientras que en
tratándose de delito grave, "la denuncia es solo la alegación inicial que sirve de base a
procedimiento anteriores al juicio, como la vista preliminar o vista preliminar en alzada, pero que es
luego sustituida por la acusación, que será el pliego acusatorio presentado ante el Tribunal
Superior y que servirá de base a las alegaciones del acusado y procedimientos posteriores,
incluyendo el juicio" ***.
_______________________
* No obstante, hay eventos en que el juicio por jurado procede así se trate de delito menor, como, por
ejemplo, cuando éste tuviere la "clasificación de menos grave y no aparejara pena de reclusión mayor de
seis meses, acarree sanciones que, en conjunción con la pena de reclusión o multa autorizada, sean tan
severas que reflejen la seriedad o gravedad que activa el derecho constitucional a juicio por jurado.
"Aunque no hay derecho estatutario a juicio por jurado en el caso de acumulación de dos o más delitos
menos grave, puede hacerse un planteamiento constitucional bajo la Enmienda Sexta cuando las penas que
aparejan los delitos, de ser impuestas en forma consecutiva, son superiores a seis meses de reclusión.
Igualmente la acusación por delito menos grave, en grado de reincidencia, puede activar el derecho
constitucional a juicio por jurado".(Ernesto L. Chiesa Aponte, Derecho procesal de Puerto Rico y Estados
Unidos, Volumen III, Editorial Forum, 1995, pág.265.)
** Ernesto L. Chiesa Aponte, contempla que "Es delito menos grave todo aquel que apareja pena de
reclusión por un término que no exceda de seis meses o multa que no exceda de quinientos dólares, o
ambas penas a discreción del tribunal. Delito grave comprende todos los demás delitos" ( Derecho procesal
penal de Puerto Rico y Estados Unidos, Volumen II, Editorial Forum, Pág. 190).
*** Ernesto L. Chiesa Aponte, obra citada, Volumen III pág. 94.
Auto Extradición
FECHA : 14/02/2006
DECISION : No repone el auto impugnado
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : NAVARRO PALAU, GERMAN
PROCESO : 23800
PUBLICADA : Si
Debido a ello, el impugnante tiene por carga no sólo acudir al instrumento de controversia en la
oportunidad normativamente prevista, sino expresar por escrito, clara y precisamente las razones
por las cuales considera que las conclusiones de hecho o de derecho a que arriba el juzgador, se
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
2. Su inquietud radica en considerar que la Corte debe ilustrarlo acerca de las pruebas cuyo
recaudo el ordenamiento autoriza y que por lo mismo estaría facultado para solicitar, lo cual
escapa a las funciones normativamente radicadas en cabeza de esta Corporación, toda vez que no
siendo órgano consultivo, es la parte interesada la que debe realizar dicha evaluación tomando
presente el objeto y fin del concepto de extradición y los aspectos que jurídicamente lo delimitan, a
efectos de decidir si las solicita o no y el beneficio que su recaudo podría traer para los intereses
que representa.
Auto Extradición
FECHA : 14/02/2006
DECISION : No repone el auto impugnado
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
PROCESADO : ESCOBAR ORJUELA, GRECIA
PROCESO : 24741
PUBLICADA : Si
Competente como es la Sala en virtud de los artículos 57 y 341 de la Ley 906 de 2.004 y en los
términos ya precisados en providencias de abril 20 (Rad. 23542) y julio 13 de 2.005 (Rad. 23878),
para decidir sobre el impedimento manifestado por una Magistrada de un Tribunal de Distrito del
cual la Corte es su superior jerárquico, adviértese sin embargo fácticamente infundada la
expresión que en ese sentido hace la funcionaria con sustento en la causal 5ª del artículo 56 del
nuevo ordenamiento procesal penal, esto es la situación que supuestamente la inhibe para asumir
el conocimiento de este proceso porque "exista amistad íntima o enemistad grave entre alguna de
las partes, denunciante, víctima o perjudicado y el funcionario judicial", pues de la abstracta y
genérica afirmación de que entre ella y uno de los defensores que actúa en el asunto existió una
relación conyugal no puede automáticamente derivar la Sala la existencia de alguno de los dos
motivos de impedimento: amistad íntima o enemistad grave ni la afectación de la imparcialidad y
autonomía de la funcionaria.
Es que cuando se pretende la separación del conocimiento de un asunto por invocación de alguna
de las causales previstas en el artículo 56 de la Ley 906 de 2.004, resulta imperativo para el
funcionario judicial que así propone su alejamiento del proceso, además de señalar con precisión
en cual de ellas sustenta su manifestación, expresar con claridad las razones que lo llevan a una
tal propuesta, con indicación de su alcance y contenido, pues indudablemente una motivación
insuficiente o ambigua, o genérica y abstracta como la que ahora se expone no puede sino
conducir al rechazo de la declaración de impedimento.
Auto Impedimento
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Declara infundado manifestado por una Magistrada de
tribunal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : QUINTERO BEDOYA, HERSON
DELITOS : Concierto para delinquir
PROCESO : 25004
PUBLICADA : Si
106
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
INDAGATORIA-Imputación jurídica
1. no le mereció ningún comentario el hecho de que el acto procesal haya tenido ocurrencia en
vigencia del decreto 2700 de 1991, que solo exigía poner en conocimiento del indagado la
imputación fáctica motivante de su vinculación al proceso y no igualmente la jurídica, como a
partir del 25 de julio de 2001 lo contempló como exigencia el artículo 338 de la ley 600 del 2000.
2. Es carga del demandante, además, demostrarle a la Corte que las mismas habrían determinado
un fallo diferente, circunstancia que como es lógico impone confrontar y desvirtuar los
fundamentos probatorios de la sentencia recurrida, obligación ésta incumplida por el defensor,
quien como es claro tampoco en esta ocasión consiguió elaborar una propuesta jurídica completa
que le permita a la Sala un pronunciamiento de fondo y, antes, la admisión de la demanda.
Auto Casación
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : TOSCANO BULA, ISABEL DE LA CRUZ
DELITOS : Hurto agravado por la confianza
PROCESO : 23092
PUBLICADA : Si
107
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Si bien cuando se formula como motivo de ataque la nulidad de la actuación los requerimientos
técnicos se flexibilizan, no es hasta el punto de que el casacionista quede relevado de formular los
argumentos suficientes, porque sigue siendo de su cargo, en virtud del carácter rogado del
recurso, indicar, al menos, el acto irregular y su trascendencia en el debido proceso o en las
garantías debidas a los sujetos procesales. Como se dijo, nada de eso cumplió el censor pues el
contenido del reproche no avanzó más allá de su simple enunciación.
3. El denominado falso juicio de convicción que emerge cuando el fallador le confiere a la prueba
un valor que la ley no le asigna o desconoce el que le atribuye. Por sus especiales
particularidades, debió ser propuesto en cargo independiente, con indicación exacta de los
razonamiento del juzgador en los que le otorgó determinada apreciación probatoria a un concreto
elemento, la norma que no le da el carácter de prueba y la incidencia en el fallo en términos de
establecer que luego de excluir de sus motivaciones la referencia al medio tomado como prueba,
sus restantes premisas no logran sostenerse.
4. Si se allega una prueba con desconocimiento de los requisitos legales para su aducción o
práctica, ésta no puede ser apreciada por el juez porque desde su origen está sancionada con la
nulidad de pleno derecho de que trata el inciso final del artículo 29 de la Carta Política. Si a pesar
de eso es valorada, no se configura error in procedendo sino in iudicando, lo que determina la
posibilidad de ataque a la sentencia de segunda instancia por los derroteros de la causal primera,
cuerpo segundo, por error de derecho determinado por un falso juicio de legalidad
Auto Casación
FECHA : 14/02/2006
DECISION : Declara desierto un recurso, inadmite otras demandas
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Marta
PROCESADO : SOTO FLOREZ, LUIS CARLOS
PROCESADO : SANCHEZ ARCE, JAVIER
PROCESADO : SAMPER VARGAS, SOCRATES CRUZ
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M., Homicidio con
fines terroristas
PROCESO : 22380
PUBLICADA : Si
Lo anterior significa, como tuvo la Corte la oportunidad de precisarlo en pretérita ocasión, que no
todo homicidio cometido en persona cualificada tenga finalidad terrorista, o lo contrario; pues lo
que pretendió el legislador en el numeral 8º de la Ley 40 de 1993, fue acabar con el paralelismo
normativo que existía en cuanto al ilícito de homicidio. Por ello, haciendo suyas las apreciaciones
del Procurador Delegado en ese asunto, puntualizó que dicha normatividad "recogió en el artículo
30-8 aquellos tipos de homicidio cualificados por una u otra circunstancia, en la medida en que la
descripción del tipo base -homicidio- continuó incólume y en el agravante referido se incluyeron
todas aquellas circunstacias que diferenciaban a un tipo de otro"*.
"…La interpretación correcta debe encaminarse a resaltar en cada hecho punible el elemento
subjetivo de la finalidad terrorista. Es decir no basta que el sujeto aparezca relacionado en un
catálogo, sino que se hace imprescindible que las motivaciones sean propias del terrorismo
cuando contra esas personas se atente. Por otra parte las autoridades para mantener la
independencia e integridad nacionales deben ser respetadas por todas las personas y los
ciudadanos, con fundamento en el artículo 95.3 de la Constitución. El aumento de pena responde
entonces al atentado contra la persona (como en el homicidio simple del artículo 324 del Código
Penal), pero cobra gran importancia su dignidad, la ocupación y su representatividad en la
comunidad. No se trata en consecuencia -como expresan los demandantes- que tenga mayor valor
la vida de determinadas personas".
4. Dando por descontado que el uso de las armas por grupos rebeldes que pretenden derrocar el
Gobierno Nacional, o suprimir o modificar el régimen constitucional vigente, no implica en modo
109
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
alguno, de un lado, la subsunción de los demás delitos que con ocasión y en relación con tal ilicitud
se cometan, ni tampoco establece per se una conexidad en relación con todos ellos susceptible en
un momento dado del tratamiento jurídico que la normatividad interna de los países contratantes
les dispense.
Precisamente por tales motivos la Corte Constitucional declaró la inconformidad del artículo 127
del Decreto 100 de 1980, frente a la Constitución, por considerar que tal disposición implicaba una
amnistía generalizada para la que no estaba autorizado el legislador, que no contribuía al logro de
los fines del Estado, y en cambio sí terminaba por estimular los conflictos y autorizar la pena de
muerte, cuando la protección de la vida del ser humano en toda su dimensión constituye el
fundamento y razón de ser de un Estado de derecho.
Esa inconsistencia legislativa, no se superaba siquiera con la formula según la cual, de tal
impunidad quedaban excluidos los "actos de ferocidad, barbarie o terrorismo".
Lo segundo, por cuanto de manera expresa el artículo 13 de la Ley 733 de 2002, previó que "en
ningún caso el autor o partícipe de los delitos de terrorismo, secuestro, extorsión, en cualquiera de
sus modalidades, podrá ser beneficiado con amnistías e indultos, ni podrán considerarse como
delitos conexos con el delito político".
5. Hasta aquí, obsérvese cómo, de ninguna manera los actos de terrorismo pueden identificarse,
explicarse y mucho menos justificarse o entenderse en el marco de un conflicto armado y las
formas como éste suele presentarse: el combate entre contrarios. Lo primero, por cuanto tal como
lo ha definido la jurisprudencia de esta Sala, combate "comporta un enfrentamiento armado de
carácter militar, regular o irregular, colectivo, determinado en tiempo y espacio, con el propósito de
someter al contrario y con el fin último de imponer un nuevo régimen constitucional o derrocar al
Gobierno Nacional por parte de los rebeldes.
Confrontación que implica una lucha de contrarios, una reacción ante el ataque que depende no
solo de la capacidad de respuesta, sino que exige además la posibilidad de que se pueda repeler".
7. Si se considera que dentro de las prohibiciones del artículo 3º común a los Convenios de
Ginebra, y el protocolo II, se encuentra, entre otras, la de "realizar actos de terrorismo"; y que a su
turno, la definición de terrorismo, en términos del artículo 343 de la Ley 599 de 2000,
sustancialmente idénticos a los contenidos en el artículo 1º del Decreto 180 de 1988 -vigente para
cuando ocurrieron los hechos-, remite a actos de provocación, mantener en estado de zozobra "a
la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad
física, o la libertad de las personas o medios de comunicación, transporte, procesamiento o
conducción de fluídos o fuerzas motrices, valiéndose de medios capaces de causar estragos …",
es evidente, que en estricto sentido los conceptos de combate y terrorismo necesariamente se
excluyen.
Lo anterior, sin embargo, no pretende significar que cualquier enfrentamiento de los grupos
rebeldes con las fuerzas armadas se deba entender a priori como combate, pues puede suceder
que éste se genere como consecuencia de la intervención de la autoridad para proteger a la
población civil de los hostigamientos o abusos que suelen cometer esta clase de grupos
irregulares; pues en tales eventos de todas maneras se desconoce el principio de distinción al que
se ha venido haciendo referencia.
8. Siendo que la definición que hizo el legislador del delito de terrorismo está directamente
relacionada con las armas utilizadas y la potencialidad de daño que las mismas puedan causar,
eso, como lo recordó la Procuradora Delegada, es un elemento de juicio que por sí sólo no agota
la descripción del tipo penal, pues necesariamente debe estar conectado a la finalidad de provocar
o mantener "en estado de zozobra o terror a la población o a un sector de ella", y que además,
esos actos sean materialmente capaces de poner en "peligro la vida, la integridad física de las
personas o medios de comunicación, transporte, procesamiento o conducción de fluídos o fuerzas
motrices…". Es decir, que en todo caso, sea la población o un sector de ella, la que
inevitablemente se vea afectada.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
criterio sentado en el fallo de casación del pasado 26 de enero del año en curso (rad. 23.893) la
Sala ha optado, como se precisó en precedencia por no considerarla en atención a que sobre la
misma no hubo claridad en la resolución acusatoria, ni del contenido de dicha providencia podría
inferirse que el calificador la consideró como elemento de imputación.
Además, porque idéntica inconsistencia se advirtió en el fallo de primer grado, en tanto que, no
obstante asumir que fue la finalidad terrorista la que se imputó como circunstancia agravante del
homicidio, optó por seleccionar el numeral 10 del artículo 104 de la Ley 599 de 2000, cuando a
diferencia de lo previsto en el artículo 30.8 de la Ley 40 de 1993, dicha normatividad sólo refiere a
la calidad de la víctima sin especificar que esa condición sólo tiene relevancia jurídica cuando el
delito se comete por esa razón o el ejercicio de las funciones que conlleva. La indicación de la
condición de la víctima, dentro del contexto de los hechos, no permitía suponer que por esa
particular condición el ilícito contra la vida debía sancionarse con mayor intensidad.
_________________________
* Fallo de casación del 25 de julio de 1996, rad. 10.673
Sentencia Casación
FECHA : 15/02/2006
DECISION : Casa parcialmente, reajusta pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : CRUZ DIMATE, MARISOL
NO RECURRENTE : PIÑERES, JOSE GONZALO
DELITOS : Secuestro simple, Homicidio agravado, Rebelión
PROCESO : 21330
PUBLICADA : Si
2. La petición para lograrlo, la pueden realizar el funcionario judicial que esté conociendo del
proceso o cualquiera de los sujetos procesales, quienes tienen la carga de expresar los motivos en
que la fundan y acompañar las pruebas que acrediten la razón externa al juzgador que torna
inadecuado el ambiente para el juzgamiento en el territorio donde se viene adelantando, que no
puede ser cualquiera de tipo genérico, sino de una específica vinculada al caso que se juzga.
Cambio de Radicación
111
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
FECHA : 21/02/2006
DECISION : Niega el cambio solicitado
PROCESADO : VILLALBA MOSQUERA, SANDY ROCIO
DELITOS : Rebelión, Concierto para delinquir
PROCESO : 25024
PUBLICADA : Si
El lugar de comisión del hecho es el que determina -en principio- al juez competente, puesto que
según lo previsto en el artículo 81 de la ley 600 de 2000 para efectos del juzgamiento el territorio
nacional se divide en distritos, circuitos y municipios. La competencia territorial se establece de
acuerdo a dicha división y para el caso de los jueces del circuito, la que llegare -además- a
disponerse en norma especial.
No obstante cuando existe dificultad para establecer el lugar de la comisión del delito, sea porque
se haya realizado en varios sitios, en lugar incierto o en el extranjero, el artículo 83 de la misma ley
prevé la competencia a prevención como excepción a la territorial al fijar unos presupuestos que
gradualmente agotados permiten determinar por su concurrencia al funcionario judicial al cual le
corresponderá conocer del asunto.
De ese modo, frente a las tres hipótesis señaladas la competencia a prevención se atribuirá
conforme a los siguientes supuestos al funcionario judicial competente por la naturaleza del asunto
del territorio: i) en el cual se haya formulado primero la denuncia, ii) en donde primero se hubiere
avocado la investigación, iii) en el que fuere aprehendido el imputado o iv) en el cual se llevó a
cabo la primera aprehensión si fueron varios los capturados.
1. No es en esta etapa del actual trámite de la extradición el momento procesal oportuno para
examinar el planteamiento jurídico hecho por el defensor del requerido en extradición, pues, de
conformidad con el artículo 520 del Código de Procedimiento Penal, es en la emisión del
correspondiente concepto la oportunidad procesal prevista por el legislador para tal efecto, dentro
del cual la Corte debe pronunciarse, entre otros aspectos, sobre "la equivalencia de la providencia
112
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
proferida en el extranjero", teniendo como base de estudio la documentación que por vía
diplomática se allegó, por lo que su planteamiento resulta ahora improcedente.
Ahora bien, en cuanto al sistema de enjuiciamiento penal de los Estados Unidos, como se dijo en
un casi similar al ahora planteado*, "la Sala entiende el contenido y alcance de la Enmienda Sexta
de la Constitución de los Estados Unidos de América, que estatuye que en todos "los procesos
criminales el acusado disfrutará del derecho a un juicio rápido y público por un jurado imparcial del
estado y distrito donde se haya cometido el delito".
"En esas condiciones, como lo destaca la doctrina, el juicio por jurado ha quedado establecido
para los delitos graves** y no para los menos graves (petty crimes)***.
"Del mismo modo, la acusación de acuerdo con la entidad del delito y el procedimiento que se
sigue se le ha denominado "acusación" (delitos graves) o "denuncia" (delitos menos graves). En
esta última se erige en la primera alegación en un proceso iniciado en el Tribunal de Distrito y en la
acusación "a base del cual se celebrará el juicio en el Tribunal de Distrito"; mientras que en
tratándose de delito grave, "la denuncia es solo la alegación inicial que sirve de base a
procedimiento anteriores al juicio, como la vista preliminar o vista preliminar en alzada, pero que es
luego sustituida por la acusación, que será el pliego acusatorio presentado ante el Tribunal
Superior y que servirá de base a las alegaciones del acusado y procedimientos posteriores,
incluyendo el juicio"****.
Por consiguiente, teniendo como soporte la documentación allegada y los conceptos jurídicos en
precedencia reseñados, la Sala estudiará en el concepto si el indictment equivale a la resolución
de acusación, es decir, si se trata de un pliego concreto de cargos en contra del acusado para que
se defienda de ellos en el juicio, si la actuación procesal subsiguiente es el juicio oral que finaliza
con el respectivo fallo de mérito y si se señalan los hechos, con especificación de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron y la calificación jurídica de la conducta,
con indicación de las disposiciones sustanciales aplicables.
2. En cuanto a la aplicación de la Ley 906 de 2004 para efectos del adelantamiento del
presente trámite de extradición, tampoco resulta procedente, en la medida en que, como lo ha
indicado la Corte, "No es acertada la invocación que hace a la ley 906 y su supuesta aplicación a
este trámite, pues siendo la extradición un mecanismo de cooperación internacional como lo es, la
misma se gobierna por las disposiciones que le son propias a su naturaleza, sin que sea oportuno
desplazar como lo pretende la actividad probatoria a las partes, pues el ordenamiento y práctica de
las pruebas necesarias solicitadas por las partes se rigen por disposiciones especiales tanto en la
ley 600 de 2000 como en la que se pide que se aplique, las cuales -de otro lado- no fueron objeto
de modificación alguna.
"Finalmente, el procedimiento oral propio del sistema acusatorio fue establecido para la
investigación y juzgamiento de las conductas punibles, pero de manera alguna para el trámite
mixto -administrativo y judicial- de la extradición".
__________________________________
*Extradición 23800, auto del 14 de febrero de 2006,
**No obstante, hay eventos en que el juicio por jurado procede así se trate de delito menor, como, por
ejemplo, cuando éste tuviere la "clasificación de menos grave y no aparejara pena de reclusión mayor de
seis meses, acarree sanciones que, en conjunción con la pena de reclusión o multa autorizada, sean tan
severas que reflejen la seriedad o gravedad que activa el derecho constitucional a juicio por jurado.
"Aunque no hay derecho estatutario a juicio por jurado en el caso de acumulación de dos o más delitos
menos grave, puede hacerse un planteamiento constitucional bajo la Enmienda Sexta cuando las penas que
aparejan los delitos, de ser impuestas en forma consecutiva, son superiores a seis meses de reclusión.
Igualmente la acusación por delito menos grave, en grado de reincidencia, puede activar el derecho
constitucional a juicio por jurado".(Ernesto L. Chiesa Aponte, Derecho procesal de Puerto Rico y Estados
Unidos, Volumen III, Editorial Forum, 1995, pág.265.)
***Ernesto L. Chiesa Aponte, contempla que "Es delito menos grave todo aquel que apareja pena de
reclusión por un término que no exceda de seis meses o multa que no exceda de quinientos dólares, o
ambas penas a discreción del tribunal. Delito grave comprende todos los demás delitos" ( Derecho procesal
penal de Puerto Rico y Estados Unidos, Volumen II, Editorial Forum, Pág. 190).
****Ernesto L. Chiesa Aponte, obra citada, Volumen III pág. 94.
*****Autos del 6 de julio y del 13 de septiembre de 2005, radicaciones 23552 y 23800, respectivamente.
113
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Extradición
FECHA : 21/02/2006
DECISION : Niega pruebas pedidas, ordena otra
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : CAICEDO MOSQUERA, WENCESLAO
PROCESO : 24325
PUBLICADA : Si
1. El recurso de reposición tiene por finalidad permitir al funcionario, en este caso la Corte, que
profiere la providencia que por este mecanismo se impugna, corregir aquellos errores de orden
fáctico o jurídico en que hubiere podido incurrir en la decisión ameritada, otorgando la posibilidad
de examinarla y, si a ello hubiere lugar, proceder a revocarla, reformarla, aclararla o adicionarla en
los aspectos sobre los cuales la inconformidad encuentre verificación, para lo cual resulta
indispensable que el interviniente en el trámite que acude a dicho instrumento de impugnación, no
solamente lo haga en la oportunidad prevista por la ley, sino que exponga las razones de hecho y
de derecho por las cuales considera que la providencia está errada.
Entonces, si los principios de derecho internacional y los usos internacionales no son elementos
del trámite judicial de la extradición, en cuanto no aparezcan expresamente contemplados en el
Tratado Internacional o en la Ley, es evidente que su aplicabilidad, operatividad o exigencia,
corresponde al Presidente de la República y no a la Corte, esto es, a quien la Carta Política le ha
confiado la dirección de las relaciones internacionales. De ahí, la sin razón de la protesta.
3. Esta postura no guarda relación con los principios de pertinencia, conducencia y utilidad que
rigen la actividad probatoria, pues si la prueba pedida no tiende a establecer o desvirtuar alguno de
los fundamentos a tener en cuenta por la Corte en su concepto, al efecto previstos por el artículo
520 de la Ley 600 de 2000, no cabe más alternativa que disponer su rechazo, conforme se
establece del artículo 235 del Código de Procedimiento Penal de 2000, según el cual "Se
inadmitirán las pruebas que no conduzcan a establecer la verdad sobre los hechos materia del
proceso, o las que hayan sido obtenidas en forma ilegal. El funcionario judicial rechazará mediante
providencia interlocutoria la práctica de las legalmente prohibidas o ineficaces, las que versen
sobre hechos notoriamente impertinentes y las manifiestamente superfluas".
Al contrario, salvo lo previsto por los tratados públicos, la preceptiva constitucional y legal vigente
prevé que es de carácter prevalentemente administrativo, donde la intervención del órgano judicial
114
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
se cumple bajo la participación activa del Gobierno Nacional, quien, dentro de su autonomía
política, no sólo da inicio a la actuación recibiendo la solicitud y la documentación que corresponde
con la cual se perfeccione el expediente, y señalando el marco normativo aplicable a cada caso
particular antes de darle curso al máximo Tribunal de la jurisdicción ordinaria para lo de su
competencia, sino que mediante una resolución administrativa le pone fin al trámite, sea
concediendo la extradición, difiriendo la entrega del solicitado, o negando el pedido del Gobierno
Extranjero, aunque previamente requiere el concepto de la Corte que sólo le vincula si fuere
negativo, pues de ser favorable, quedará "en libertad de obrar según las conveniencias nacionales"
y de esta manera, interactuar en el concierto internacional.
5. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 513.4 de la Ley 600 de 2000, la única exigencia
que sobre dicho particular debe tener la solicitud, es la "copia auténtica de las disposiciones
penales aplicables para el caso", las cuales en este evento aparecen incorporadas entre los folios
47 a 55 de la carpeta anexa, y no aquellas que gobiernan el trámite de extradición, el juicio, u otro
tipo de normatividad que eventualmente rija en el Estado requirente, pues las autoridades
colombianas, en este caso la Corte, carecen de competencia para pronunciarse sobre su vigencia,
alcance y aplicabilidad en asuntos de extradición, máxime si, de acuerdo con el concepto del
Ministerio de Relaciones Exteriores, la solicitud de extradición del señor(...) se rige por lo que
disponga el Código de Procedimiento Penal colombiano.
Precisó que si lo que la ley procesal colombiana exige es allegar copia de las disposiciones
penales aplicables para el caso, ha de entenderse que se refiere es a aquellas que definen como
ilícita la conducta por la que se solicita la extradición y establecen la sanción privativa de la
libertad, a efectos de permitir el análisis del cumplimiento del principio de la doble incriminación, y
no de aquellas que a pesar de estar llamadas a aplicarse por las correspondientes autoridades
judiciales del Estado requirente en el caso concreto, para las del Estado requerido no resultan
necesarias para los fines del concepto en cuanto sólo podrían ofrecer información accesoria.
_________________________________
*Cfr. por todos, auto de 19 de marzo de 2002. Rad. 18629
Auto Extradición
FECHA : 21/02/2006
DECISION : No repone auto impugnado
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : VENGOECHEA MOLA, EDURADO ENRIQUE
115
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
PROCESO : 24188
PUBLICADA : Si
Auto Extradición
FECHA : 21/02/2006
DECISION : Ordena una prueba, corre traslado una vez allegada
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : ALVAREZ HAMBURGER, RAUL ALBERTO
PROCESO : 24701
PUBLICADA : Si
La Ley 975 de 2005 fue expedida con el propósito de regular todo lo concerniente a "la
investigación, procesamiento, sanción y beneficios judiciales de las personas vinculadas a grupos
armados organizados al margen de la ley, como autores o participes de hechos delictivos
cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a esos grupos, que hubieren decidido
desmovilizarse y contribuir decisivamente a la reconciliación nacional", así mismo, asoma de su
contexto, especialmente, del artículo 71 ibídem el reconocimiento político que se le hace a los
miembros de los grupos armados al margen de la ley, conocidos como las "autodefensa" en cuanto
pertenezcan o conformen grupos armados con propósito de interferir el normal desarrollo de la
institucionalidad, sin perjuicio de que en su trasegar delincuencial concurran otras conductas
ilícitas las cuales "resulta deseable que la Fiscalía investigue y no los deje en la impunidad a través
de la actitud fácil de perseguir solo la asociación ilícita, sin adentrarse en los hechos criminales en
los cuales se materializan las acciones de la agrupación ilegal - guerrilla o autodefensas - que de
116
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
_____________________
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Auto, 24441, noviembre 22 de 2005.
** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Auto, 24226, octubre 18 de 2005.
MAGISTRADO PONENTE: DR. JAVIER DE JESUS ZAPATA ORTIZ
La determinación que hace viable la impugnación, es claro que solo impulsa un trámite, en tanto es
al tribunal de casación al que le corresponde resolver definitivamente si admite o rechaza el
recurso. Por tanto, ese auto es de sustanciación y solo lo suscribe el magistrado ponente.
Una providencia de esa naturaleza, que niega una garantía al sujeto procesal, es obvio que, por
decidir un aspecto sustancial del proceso, tiene carácter interlocutorio, en los términos del artículo
169.2 del Código de Procedimiento Penal y, por tanto, ha debido, y debe, ser emitida por el juez,
en este caso, por la Sala de Decisión del Tribunal.
117
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Recurso de Queja
FECHA : 21/02/2006
DECISION : Concede el recurso de casación
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Popayán
PROCESADO : LOPEZ HURTADO, ANDRES FELIPE
DELITOS : Cohecho impropio
PROCESO : 24945
PUBLICADA : Si
2. El principio de progresiva protección de los bienes jurídicos, según el cual el derecho penal se
ocupa solo de lo injusto merecedor de pena y no de todos los atentados contra la relación social
que el tipo penal protege. En fin, de lo que en realidad es delito y no de lo que se le parece o lo
que de él solo tiene su apariencia.
3. Según el criterio de protección progresiva de los bienes jurídicos, debe corregirse con los
medios que consagra el artículo 142 del código de procedimiento civil - la revisión de la sentencia,
entre otras posibilidades, cuando no ha sido posible hacerlo en el curso de las instancias -, pero no
puede significar que esa conducta sea delictual
Por eso, como se ha explicado, solo se sanciona la voluntad dolosa de querer apartarse
conscientemente de lo que dicen los textos legales con el fin de desconocer abiertamente la ley.
Ese es el núcleo del injusto y de ello, por supuesto, no hay prueba en el expediente.
_____________________________________
*La Corte ha señalado que resolución quiere decir: "acción y efecto de resolver, 5. Decreto, providencia, auto
o fallo de autoridad gubernamental o judicial." Sentencia de segunda instancia del 4 de agosto de 2004,
radicado 17907.
118
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
[l]as funciones de la pena, de manera que la definición de cada asunto responda a la idea básica
según la cual, al tiempo que se propenda por la resocialización del sentenciado, no se obstaculice
la estabilidad del ordenamiento jurídico por la sensación de desprotección e incertidumbre que una
errada decisión generaría en el entorno social*.
...
__________________________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 17 de junio del 2003, radicado 18.684.
El legislador jamás pretendió establecer alguna exclusión respecto de los delitos contra los
derechos de autor. Por el contrario, expresamente se afirmó en el curso de los debates que una
de las innovaciones introducidas en el proyecto era justamente que se extendía la posibilidad de
terminación del proceso por indemnización integral a esa especie de conductas punibles.
Por lo tanto -aparte de la fundamentación hermenéutica hecha atrás-, una interpretación que
consulte la inequívoca voluntad legislativa manifestada en la historia cierta del surgimiento de la
ley, como lo enseña el artículo 27 del Código Civil*, y permita la real aplicación del precepto, debe
tener por no escrita la última parte del inciso segundo del artículo 42 del Código de Procedimiento
Penal de 2000, con lo que se preserva, además, la debida correspondencia y armonía que debe
existir entre todas las partes de la ley, según lo preceptúa el artículo 30 del Código Civil.
-----------------------------
* "Cuando el sentido de la ley sea claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su
espíritu". "Pero bien se puede, para interpretar una expresión oscura de la ley, recurrir a su intención o
espíritu, claramente manifestados en ella misma o en la historia fidedigna de su establecimiento".
Si se pensara en que la nueva normatividad procesal -la ley 906 del 2004-, que rige desde el 1° de
enero del 2005, es menos odiosa para asuntos como este porque no supedita el recurso a un
límite punitivo y porque ya no distingue entre casación ordinaria y excepcional, bastaría responder,
en breve síntesis, que no es cierto, porque:
Uno. En la nueva regulación, en todo caso, cualquiera que sea la causal aducida hay que
vincularla íntimamente con la prueba de afectación de los derechos o garantías fundamentales,
como lo exige la parte final del colon del artículo 181.
Dos. De acuerdo con los artículos 180 y 184 del mismo estatuto, una demanda que no demuestre
la utilidad del recurso para efectos de alguna de las finalidades de la casación, no puede ser
seleccionada para estudio de fondo del proceso. Dicho de otra forma, en la demanda se debe
comprobar que la casación es trascendente para efectivizar el derecho material, para hacer
respetar las garantías de las partes, para reparar los agravios inferidos por la justicia y/o para
unificar la jurisprudencia. Esa trascendencia la tiene que evidenciar el casacionista en su escrito.
120
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Tres. Como dispone la última parte del artículo 183, en la demanda se deben presentar de manera
precisa y concisa tanto las causales invocadas como sus fundamentos. Y dentro de estos,
obviamente, se encuentran incluidos todos los temas atinentes a la guarda de los derechos
fundamentales, aparte de los tradicionalmente exigidos frente a cada uno de los motivos de
casación.
Al lado de los anteriores argumentos, que pueden ser tenidos como los básicos, existen otros
también de enorme importancia en materia de casación. Por ejemplo:
Cuatro. A diferencia de la normatividad tradicional, incluida la ley 600 del 2000, el nacimiento y el
trámite de la casación en el nuevo estatuto suspende los términos de prescripción, como dispone
su artículo 189.
Auto Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ALMANZA VILLALOBOS, ROSENDO
DELITOS : Violación a los Derechos de Autor
PROCESO : 24109
PUBLICADA : Si
TERMINOS PROCESALES
Manda el artículo 228 de la Constitución Política que los términos procesales se cumplan con
diligencia, y que su incumplimiento será sancionado. Lo ordena en términos generales, pero el
enunciado adquiere mayor relevancia tratándose de actuaciones judiciales penales.
Así, para citar un ejemplo, si la investigación no se califica durante el término de 120 días, el
funcionario debe conceder la libertad al sindicado detenido, como manifestación de una tensión
entre el derecho a la justicia y la libertad del ciudadano que se resuelve a favor de éste último
(numeral 4 del artículo 365 del código de procedimiento penal).
En ese mismo plano y dado que no se aviene con la Carta la etapa de una investigación penal
carente de término , se impuso la idea de un término máximo y razonable de 18 y 24 meses,
dependiendo del número de sindicados o de delitos investigados, vencido el cual la única actuación
procedente es la calificación de la investigación (artículo 329 idem).
En ese orden, una lectura rápida de los artículos 228 de la Constitución y 329 del código de
procedimiento penal, permitiría llegar a la conclusión de que vencido el término de 18 o 24 meses,
la única actuación procedente es la calificación, sin que eso desde luego signifique que deba
121
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
precluirse la investigación a favor del procesado, pues esa es solo una opción de las varias que
dispone el funcionario instructor (artículo 395 idem).
Con todo, la consecuencia mas importante de esa lectura sería la de que el funcionario no podría
tener en cuenta, al momento de calificar la investigación, pruebas decretadas y aportadas con
posterioridad a los términos indicados en los apartes anteriores, en una situación que podría
igualmente dar origen a un error de derecho por falso juicio de legalidad.
No obstante, esa apenas es una aproximación al tema, pues si se trasciende los textos, se verá
que lo que se debe establecer es si debe prevalecer el derecho a la justicia o el derecho del
procesado a que se resuelva pronta y oportunamente su situación jurídica.
Esa tensión se ha resuelto bajo la consideración de que los derechos deben ser garantizados "en
la mayor medida posible", es decir, "sujetos a restricciones adecuadas, necesarias y
proporcionales que aseguran la coexistencia armónica." Claro, porque si así no fuera y se
considerasen los derechos absolutos, sería imposible la coexistencia de derechos, pues no se
podría establecer jerarquías entre unos y otros.
En ese contexto, si la dilación injustificada dice relación con la antijuridicidad del daño, con los
efectos nocivos que genera en los derechos del procesado, y con la imposibilidad - como sanción
-, de continuar la investigación cuando en términos razonables la situación se hubiese podido
decidir en los plazos estipulados en el artículo 329 del código de procedimiento penal, el
demandante está en el deber de destacarlos, señalando, como ocurre cuando se trata de estos
temas, cómo se afectaron las garantías procesales y la incidencia que esa falla tuvo en las
resultas del proceso, para demostrar con ello que la única manera de solventar ese defecto es
invalidando el trámite.
Sentencia Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MALDONADO SIERRA, JORGE HERNAN
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.
PROCESO : 21839
PUBLICADA : Si
122
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
2. La Sala* señaló, entonces, que había "paralelismo normativo: al amparo del antiguo estado de
sitio, el Legislador expidió el Decreto 180 de 1988, cuya finalidad era contrarrestar las acciones de
terrorismo. Esta norma excepcional suspendió la vigencia de las comunes, en cuanto fuera
contraria a ellas. El Estatuto penal, respecto del empleo o lanzamiento de objetos explosivos, se
oponía a la regla especial en cuanto a que la finalidad que moviera al agresor fuera la de causar
pavor, miedo, pánico en un sector de la población. Tales metas por ser recogidas por la disposición
extraordinaria, obligaban a su aplicación, pues lo particular prefiere a lo común. Al contrario, si la
intención era diversa, la tipificación atendible era la del Código Penal.
De este modo, no existe dificultad en admitir que la actividad (...........) estaba movida por la
finalidad terrorista, pues la explosión de los 50 kilogramos de Nitrato de Amonio que impulsaría el
proyectil adaptado como mortero, causaría, a no dudarlo, pánico o pavor en la población, además,
del estado de zozobra inherente a la agresión violenta, por contera, se imponía la aplicación de la
norma especial, prevista como precepto permanente mediante el Decreto 2266 de 1991.
3. De acuerdo con la anterior transcripción, debe precisarse, en primer lugar, que no es atinado
circunscribir el ámbito de represión de los tipos penales a quien despliegue las diversas conductas
allí previstas, única y exclusivamente, a sustancia, desecho o residuo "radioactivas o nucleares",
entre otras razones: a) Porque en el precepto tienen cabida de manera amplia la "sustancia,
desecho o residuo peligroso", encontrándose dentro de esta modalidad, por vía de ejemplo, el
nitrato de amonio, conocido, también, como dinamita que iba a ser explotado por el procesado
(..........); b) En una interpretación sistemática de los dos preceptos, ha de colegirse que la
sustancia - de que trata el artículo 358 del Código Penal - puede ser peligrosa, radioactiva o
nuclear; igual consideración debe hacer en relación con el desecho que puede ser peligroso,
radioactivo o nuclear y, por consiguiente, el residuo, también, puede ser peligroso, radioactivo o
nuclear.
4. La Sala de manera reiteradamente ha precisado que "El delito de terrorismo se configura por la
conjunción de conductas, medios y resultados, de manera que no basta con la sola obtención de
un resultado consistente en provocar o mantener en estado de zozobra o terror a la población o a
una parte de ella, sino que es necesario que ello se logre a través de actos que amenacen la vida,
la integridad física o la libertad de las personas o las edificaciones o medios de comunicación,
transporte, procesamiento o conducción de fluidos o fuerzas motrices, y valiéndose de medios
aptos para ocasionar estragos." características que no se ajustan a la conducta que se le
reprocha al (..........) .
_____________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia, 17.376 de Julio 3 de 2006
Sentencia casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Casar oficiosamente
PROCEDENCIA : Tribunal Superior de Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : MOSQUERA MOSQUERA, JOSE OBDULIO
DELITOS : Terrorismo
PROCESO : 20616
PUBLICADA : Si
123
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. La acción de revisión, a diferencia del recurso extraordinario de casación -a través del cual, con
apoyo en los motivos legales que lo hacen procedente, es posible discutir la regularidad del trámite
procesal, el cumplimiento de las garantías debidas a las partes, los supuestos de hecho de la
sentencia de segunda instancia no ejecutoriada y sus consecuencias jurídicas-, tiene como objeto
una sentencia que hizo tránsito a cosa juzgada y como finalidad remediar errores judiciales
originados en causas que no se conocieron durante el desarrollo de la actuación y que están
limitadas a las previstas en la ley. No es, por lo tanto, un mecanismo disponible para reabrir el
debate procesal, resultando indebido por lo mismo sustentarla en fundamentos propios del recurso
de casación, como sucedió en el presente caso.
2. Por hecho nuevo ha entendido la Corte todo acaecimiento o suceso fáctico vinculado a la
conducta punible materia del proceso, del cual no se tuvo conocimiento en ninguna de las etapas
de la actuación judicial y que, por lo tanto, no pudo ser controvertido. Y por prueba nueva, una
evidencia no incorporada al proceso y cuyo surgimiento tuvo ocurrencia luego de finalizado, que da
cuenta de un hecho desconocido, o de una variante sustancial de uno conocido en las instancias
procesales, cuyo aporte conduce a concluir, con certeza, que se condenó a un inocente o como
imputable a quien no lo era.
Acción de revisión
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : GUALDRON MORALES, JAIRO
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 22870
PUBLICADA : Si
124
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
SENTENCIA ANTICIPADA-Irretractabilidad
Auto Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite por un cargo, admite por otro, corre traslado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : MURILLO LONGA, WILSON REYES
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 24343
PUBLICADA : Si
1. La gramática del articulado en cita, para efectos de la diminuente de punibilidad que consagra,
no la condiciona a que el delito imputado sea el secuestro extorsivo ni excluye de ese beneficio al
secuestro simple, como equivocadamente lo señaló el fallo de segunda instancia proferido por el
Tribunal de Cundinamarca, por el contrario, el artículo 171 ídem expresamente se refirió en el
inciso segundo a la extensión de la rebaja de pena hasta en la mitad para la modalidad delictiva
imputada en este proceso a (.........) (artículo 168 ídem), exigiéndose únicamente que el plagiado
fuera liberado voluntariamente por sus captores dentro de los quince días siguientes al secuestro.
La jurisprudencia actual de la Sala* , con criterio mayoritario, admite que al apelante único no se le
puede agravar la situación jurídica, amparo que comprende las providencias interlocutorias y
sentencias que resuelvan el recurso de apelación o de casación.
____________________
*C.S. de J. Sala de Casación Penal, Auto del 22-11-05, Rad. 22066.
125
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Casa parcial y oficiosamente
PROCEDENCIA : Tribunal Superior de Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : BOLIVAR POVEDA, LIBARDO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal, Secuestro simple
PROCESO : 23020
PUBLICADA : Si
Si bien la abogada demandante actúa en el proceso donde se profirió la sentencia que se pretende
cuestionar por vía de la acción de revisión, debe proceder la Sala al rechazo del libelo toda vez que
no se acompañó con él el mandato que la facultaría para actuar en nombre del procesado pues el
poder debe ser conferido especialmente para actuar en sede de revisión, sin que sea suficiente el
que se le hubiera otorgado a la misma profesional para asumir la defensa en el curso del proceso
máxime que, dijo la Sala en auto del 1º de noviembre de 2.001, radicación No. 18270, "… la única
limitante prevista por el ordenamiento consiste en que la demanda se presente por -un abogado
titulado que tenga poder especial para hacerlo, así sea el mismo profesional que intervino en el
trámite ordinario, o de un defensor distinto, pues se trata de una actividad posterior a la
culminación del proceso, que comprende la elaboración del líbelo según precisos requisitos
formales, la invocación de concretas causales legales, el correcto señalamiento de los
fundamentos jurídicos y fácticos, la relación de las pruebas que se aportan para demostrar los
hechos básicos de la petición, y una adecuada sustentación compatible con la naturaleza de la
causal que se invoca, todo lo cual es, evidentemente, materia de especiales conocimientos
jurídicos." (Subrayado y negrillas fuera de texto)
Acción de Revisión
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
CONDENADO : GUEVARA TORO, HELIODORO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 24960
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Dicho de otra manera, no hay delito ni pena sin ley, cuya función garantista, como consecuencia
obvia, a su vez se manifiesta en la prohibición de la aplicación retroactiva de las leyes que crean
delitos o aumentan las penas.
Sin embargo, en tratándose de la ley permisiva o favorable, ésta se preferirá en su aplicación, aun
cuando sea posterior, a la restrictiva o desfavorable, reza igualmente los señalados preceptos
constitucional y legal, lo cual también rige para los condenados.
2. El principio de legalidad está integrado a su vez por el principio de reserva legal y por el principio
de tipicidad, los cuales guardan entre sí una estrecha relación. De acuerdo con el primero, sólo el
legislador está constitucionalmente autorizado para consagrar conductas infractoras, establecer
penas restrictivas de la libertad o sanciones de carácter administrativo o disciplinario, y fijar los
procedimientos penales o administrativos que han de seguirse para efectos de su imposición.
Conforme con el segundo, el legislador está obligado a describir la conducta o comportamiento que
se considera ilegal o ilícito, en la forma más clara y precisa posible. También debe predeterminar la
sanción indicando todos aquellos aspectos relativos a ella, esto es, el término, la naturaleza, la
cuantía cuando se trate de pecuniaria, el mínimo y el máximo dentro del cual ella puede fijarse, la
autoridad competente para imponerla y el procedimiento que ha de seguirse para su imposición.
En materia penal, cuando el artículo 29 de la Carta Política preceptúa que nadie puede ser juzgado
sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, está declarando implícitamente que a
nadie se le puede imponer una pena no prevista por el legislador para el hecho por el cual fue oído
en juicio -legalidad preexistente e irretroactividad de la ley-, axiomas que encuentran excepción en
el principio de favorabilidad que permite acudir de manera ultractiva al precepto derogado, en
cuanto la conducta investigada se haya cometido bajo su vigencia, o que retroactivamente se de
cabida a la nueva normatividad, a condición de que aquélla o ésta contenga disposiciones menos
gravosas para el procesado o condenado.
5. De acuerdo con el precedente en cita, para el encuadramiento de una conducta al tipo descrito
en el Art. 399 de la Ley 599 de 2000, debe acudirse necesariamente al Plan de Desarrollo
Económico del respectivo ente territorial, a efecto de determinar cuáles son los planes y proyectos
de carácter social susceptibles de ser afectados en forma penalmente relevante, tal como lo
establece el precepto en mención.
6. No es que la conducta de Peculado por aplicación oficial diferente hubiese sido despenalizada
como lo proclama el censor, sino que su tipificación hoy se hizo más exigente de acuerdo con lo
que se dejó plasmado en precedencia; ni que, de la misma manera, resulte atípica cuando la
127
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
conducta del agente esté dirigida a "favorecer la inversión social o el pago de salarios o de
prestaciones sociales, como ocurre con el pago de nómina", merced a la destinación oficial
diferente de partidas dispuestas para la satisfacción de esos mismos fines, aspecto absuelto por la
Sala en el pronunciamiento atrás relacionado, y ratificado, entre otros, en los del 14 de noviembre
de 2002, Rdo. 17.135, y 18 de octubre de 2005, Rdo. 24.399.
En aquella oportunidad se sostuvo que el delito de peculado por aplicación oficial diferente se
estructura, así los traslados presupuestales no autorizados se hagan entre rubros asignados para
gastos de inversión social, o que atañen a salarios o prestaciones sociales, "porque tales
conductas del ejecutor del gasto, a pesar de mantener los recursos públicos dentro de los
renglones presupuestales a que se refiere el Art. 399 del Código Penal, atenta de todas maneras
contra la ejecución ordenada del presupuesto al transgredirse la decisión política contenida en él",
con la consiguiente afectación de los rubros dichos. Luego, entonces, ninguna precisión
jurisprudencial es menester hacer sobre la materia.
7. La Corte en uso de su facultad oficiosa debe reconocer el imperio del principio de in dubio pro
reo a favor de la procesada recurrente y decretar su absolución en relación con los cargos materia
de juzgamiento, declaración que en virtud del principio de extensión también ha de amparar a los
acusados no impugnantes.
Sentencia Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Casa de oficio revocando y absolviendo
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : FRANCO BUSTAMANTE, MARIA EUGENIA
DELITOS : Peculado por aplicación diferente
PROCESO : 20740
PUBLICADA : Si
En cuanto a la transgresión del derecho de defensa por falta de defensa técnica, es necesario que
el casacionista explique con claridad y de manera sustentada en qué aspectos se concretan las
omisiones. Si se hacen consistir en no haber interpuesto recursos ordinarios contra las
providencias, no es suficiente postular esta frase de manera genérica. Es indispensable que el
demandante individualice las decisiones que era necesario cuestionar, que en cada caso
identifique los argumentos que en su criterio era factible rebatir, y que exponga las razones por las
cuales la decisión adoptada tenía que ser sustancialmente favorable a los intereses que
representa.
128
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
necesario acreditar que la pasividad advertida derivó del abandono del mandato o, de negligencia
o incuria manifiestas en su ejercicio, y no de una estrategia defensiva, pues la inactividad
expectante, ha sido dicho igualmente por la Sala, se erige en una forma de defensa, tan válida y
eficaz como una actuación dinámica y entusiasta.
Auto Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARISTIZABAL ZAPATA, BATISTINA MARIA
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 21427
PUBLICADA : Si
2. Como se percibe fácilmente, a un médico se le condena por el delito descrito en el artículo 210
del Código Penal porque, como lo puede hacer cualquier persona, accede carnalmente a quien se
encuentra en incapacidad de resistir; y se le aumenta la pena porque dado su carácter, médico
tratante, hace que el sujeto pasivo tenga fe en él. Son, pues, dos cosas bien diferentes: una es la
adecuación de la conducta al tipo objetivo; y otra, el incremento de pena por la calidad del agente.
Auto Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : LOPEZ ZAPATA, DIEGO HUMBERTO
DELITOS : Acto sexual abusivo con incapaz de resistir
PROCESO : 23902
PUBLICADA : Si
1. El numeral 5º del artículo 220 del Código de Procedimiento Penal de 2000, el cual rige el
presente caso, contempla como causal de revisión que la sentencia se haya fundamentado en
prueba falsa.
129
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Y como en concordancia con la misma ley esa condición debe acreditarse con sentencia
ejecutoriada, es evidente que el actor no demostró la causal de revisión invocada y que no hay
lugar a admitirle la demanda.
Acción de Revisión
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
CONDENADO : PARADA PARADA, PEDRO
DELITOS : Cohecho propio
PROCESO : 23108
PUBLICADA : Si
1. Cuando se invoca la causal contenida en el numeral 3º del artículo 220 del estatuto procesal
penal, esto es, por la aparición de hechos nuevos o el surgimiento de medios probatorios de igual
naturaleza no conocidos al tiempo de los debates con virtud suficiente para demostrar la inocencia
del condenado o su inimputabilidad, resulta imprescindible que junto con la demanda se aporten
tales pruebas novedosas, las cuales deben ser idóneas para acreditar cualquiera de las finalidades
anotadas en precedencia
2. Si de lo que se trata es de una retractación, oportuno resulta señalar que de tiempo atrás ha
sostenido reiteradamente la Sala que "no se le da trámite a una acción de revisión, por el sólo
hecho de la retractación de uno o varios de los testimonios vertidos en el proceso comoquiera que
no existe certidumbre sobre en dónde fue que el declarante respetó la verdad, continuando el fallo
en consecuencia, en posición privilegiada por la doble presunción de acierto y legalidad con la que
está amparado" (subrayas fuera de texto)
3. Sólo si llegare a declararse mediante providencia que haga tránsito a cosa juzgada que dijo la
verdad ante el Notario y se apartó de la misma ante la Fiscalía Seccional de Pasto, podrá
intentarse la acción de revisión del proceso en el cual resultó condenado (...........)* .
4. En el entendido que la acción de revisión de acuerdo con la voluntad del legislador no se erige
en una prolongación del juicio ni en una instancia adicional con virtud para franquear el acceso a
una pretensión de lograr enmienda a supuestos errores de procedimiento o de juicio en los que
pueda haber incurrido el sentenciador al valorar las pruebas, como parece entenderlo el
demandante, para lo cual contó con las oportunidades que la ley tiene establecidas en las
instancias y, agotadas estas, con el recurso de casación que no interpuso, es claro que el libelo
que viene de examinarse no apunta al propósito de este instituto, sino apenas, a suscitar una
nueva ponderación probatoria, con base en elementos de juicio despojados de la aptitud requerida
para ello.
____________________
*En este sentido, auto del 8 de febrero de 1995. Rad. 9203
130
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Reconoce apoderado e inadmite la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior de Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
CONDENADO : LUNA, JAIME ARMANDO
DELITOS : Fraude procesal
PROCESO : 24815
PUBLICADA : Si
1. Constituye una carga procesal para el recurrente la sustentación de la apelación, sin que en ella
se establezcan las condiciones o requisitos que deba reunir el escrito mediante el cual se satisfaga
dicha obligación, razón por la cual de tiempo atrás han sido la jurisprudencia y la doctrina las
encargadas de fijar las pautas o criterios generales que permitan determinar si se cumplió o no con
ese encargo en un caso concreto.
Desde luego que las mismas no están referidas a la imposición de precisas formalidades bajo las
cuales se haga imprescindible elaborar el memorial, sino primordial y esencialmente a la necesidad
de exponer en él las razones fácticas y jurídicas que le posibiliten al funcionario encargado de
resolver la impugnación identificar sin dificultad alguna cuáles son los puntos de disenso con las
conclusiones de la providencia cuestionada y decidir conforme a la competencia que es delimitada
por ellos, con excepción de las nulidades o de aquellos aspectos inescindiblemente vinculados con
la impugnación.
De manera que desde que el artículo 57 de la ley 2ª de 1984 estableciera en materia civil, penal y
laboral la obligación de sustentar el recurso de apelación y las legislaciones posteriores
mantuvieran subsistente esa carga procesal sin indicar los requisitos que debía cumplir la misma,
tiene cabal aplicación lo que la Sala ha dicho sobre esa materia.
En efecto, el artículo 194 de la ley 600 de 2000 solo alude a la "sustentación respectiva" de la
apelación dentro del término previsto en él para su procedencia, pues a falta de la misma debe
declararse desierto. Sin la exigencia de ningún requisito legal para esa carga procesal que asume
el recurrente, se ha dicho que se cumple con ese cometido cuando de manera clara y precisa se
exponen en el escrito las razones fácticas o jurídicas de su desacuerdo con las valoraciones y
conclusiones de la providencia impugnada, que por eso mismo hacen necesaria su revocatoria,
modificación, adición o aclaración.
Finalmente se ha dicho que cuando la sustentación no contiene las razones o fundamentos por los
cuales se recurre la decisión, es lo mismo que no se hubiera sustentado la apelación y que en
estos casos lo procedente es declararlo desierto, motivo este que se alega en la demanda como
causal de nulidad por afectación del debido proceso.
2. Impone al funcionario judicial que en la búsqueda de la verdad real procure con igual celo
averiguar las circunstancias que demuestren la existencia del hecho y atenúen o agraven la
responsabilidad del procesado como también aquellas demostrativas de su inexistencia o de su
inocencia.
De las normas anteriores no se colige que en el proceso deba practicarse toda clase de pruebas;
por el contrario su solicitud y ordenamiento debe sustentarse en su legalidad, pertinencia,
conducencia y utilidad, de modo tal que no existe razón para recaudar las que no reúnan dichas
exigencias las cuales serán rechazadas -artículo 235-, como tampoco constituya irregularidad las
dejadas de practicar por ser manifiestamente superfluas o inútiles.
131
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
A tal conclusión se ha llegado con fundamento en los artículos 89 y 92 de la ley 600 de 2000,
porque aun cuando el primero señala que por cada conducta se adelantará una sola actuación
procesal, el segundo permite la ruptura de la unidad procesal cuando se disponga el cierre parcial
de la instrucción o la acusación no comprenda a todos los autores o partícipes, se decrete la
nulidad de la actuación que obligue a reponer el trámite respecto de uno de los vinculados o
cuando no se haya proferido sentencia anticipada por todos los delitos o para todos los vinculados.
Por lo demás, es el mismo artículo 89 que señala que la unidad procesal se conservará, salvo las
excepciones constitucionales o legales, entre las cuales se han mencionado algunas de ellas,
como asimismo que la ruptura de la unidad procesal no genera nulidad siempre que con ella no se
afecten las garantías constitucionales de los procesados.
Sentencia Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Popayán
PROCESADO : PALACIOS RENTERIA, SALVADOR
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 20900
PUBLICADA : Si
132
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
ii) "La razón que sustenta tales incrementos (de las penas establecidas en la Ley 599 de
2000, se aclara) está ligada con la adopción de un sistema de rebaja de penas, materia regulada
en el Código de Procedimiento Penal, que surge como resultado de la implementación de
mecanismos de "colaboración" con la justicia que permitan el desarrollo eficaz de las
investigaciones en contra de grupos de delincuencia organizada y, al mismo tiempo, aseguren la
imposición de sanciones proporcionales a la naturaleza de los delitos que se castigan***"
(subrayas fuera de texto).
iii) "El primer grupo de normas (aquellas relativas a la dosificación de la pena, se aclara), está
ligado a las disposiciones del estatuto procesal penal (Ley 906 de 2004, se precisa) de rebaja de
penas y colaboración con la justicia, que le permitan un adecuado margen de maniobra a la
Fiscalía, de modo que las sanciones que finalmente se impongan guarden proporción con la
gravedad de los hechos, y a la articulación de las normas sustantivas con la nueva estructura del
proceso penal****" (subrayas fuera de texto).
iv) "Teniendo en cuenta que se hace necesario ajustar las disposiciones del Código Penal a
los requerimientos que implica la adopción y puesta en marcha del sistema acusatorio, solicitamos
a la Plenaria de la Cámara de Representantes dar segundo debate al proyecto de ley número 251
de 2004 Cámara, 01 de 2003 Senado*****" (subrayas fuera de texto).
v) "El actual proyecto de ley, insisto hasta la saciedad, únicamente tiene una justificación y
una explicación: permitir poner en funcionamiento el Código de Procedimiento Penal, que se
convertirá en ley de la república y que fue expedido por esta Corporación******" (subrayas fuera de
texto).
vi) "Lo que hay que modificar son algunos artículos del Código, en razón a que como entra a
operar el sistema acusatorio será necesario aumentar algunas penas para que haya margen de
negociación, porque de lo contrario la sociedad se vería burlada con base en las rebajas que
pueda hacer el fiscal*******" .
De lo anterior se infiere, sin dificultad alguna, que por voluntad del legislador, el incremento general
de penas establecido en el artículo 14 de la Ley 890 de 2004 encuentra su razón de ser en la
dinámica propia del sistema acusatorio (Ley 906 de 2004), por manera que en aquellos distritos
judiciales en los cuales aún no se ha implantado el referido sistema procesal para efecto de
establecer la procedencia del recurso es necesario tener en cuenta los extremos punitivos
establecidos en la Ley 599 de 2000.
_________________________________________________________________
*Fallo de tutela de fecha febrero 7 de 2006. Rad. 24021.
**Exposición de motivos del Proyecto de ley por el cual se modifica la Ley 599 de 2000.
***Ponencia para primer debate al Proyecto de ley 01 de 2003 por el cual se modifica la Ley 599 de 2000.
Senado.
****Informe de ponencia para primer debate al Proyecto de ley 251 de 2004 por el cual se modifica la Ley 599
de 2000. Cámara de Representantes.
*****Informe de ponencia para segundo debate al Proyecto de ley 251 de 2004 por el cual se modifica la Ley
599 de 2000. Cámara de Representantes.
******Intervención del Vicefiscal General de la Nación en el segundo debate al Proyecto de ley 251 de 2004
por el cual se modifica la Ley 599 de 2000. Cámara de Representantes.
*******Discusión en segundo debate del Proyecto de ley 251 de 2004 por el cual se modifica la Ley 599 de
2000. Cámara de Representantes.
133
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 23/02/2006
DECISION : Inadmite demanda, corre traslado por posible violación de
garantías
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : San Andrés y Providencia
PROCESADO : HOOKER SALAS, WILBERT JAVIER
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 24890
PUBLICADA : Si
1. El artículo 413 de la ley 599 de 2000 que describe la conducta del prevaricato por acción
sanciona con pena de tres (3) a ocho (8) años de prisión, multa de cincuenta (50) a doscientos
(200) salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas de cinco (5) a ocho (8) años, al servidor público que profiera resolución,
dictamen o concepto manifiestamente contrario a la ley.
La resolución, dictamen o concepto que es contraria a la ley de manera manifiesta, es aquella que
de su contenido se infiere sin dificultad alguna la falta de sindéresis y de todo fundamento para
juzgar los supuestos fácticos y jurídicos de un asunto sometido a su conocimiento, no por la
incapacidad del servidor público y si por la evidente, ostensible y notoria actitud suya por apartarse
de la norma jurídica que lo regula.
Sin embargo, riñen con la libertad relativa la apreciación torcida y parcializada de los medios
probatorios, su falta de valoración o la omisión de los oportuna y legalmente incorporados a una
actuación, en consideración a que por su importancia probatoria justificarían o acreditarían la
decisión en uno u otro sentido a partir del mérito suasorio que se les diera o que hubiera podido
otorgárseles.
Así las cosas, la manifiesta contrariedad con la ley de la decisión judicial puede provenir de alguno
de los supuestos mencionados que hacen arbitraria o aparente la apreciación probatoria, los
134
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
cuales -según lo dicho- tienen origen en la voluntad y conciencia del funcionario que decide actuar
de ese modo y no en un error propio de valoración en el cual pudiera haber incurrido al apreciar un
medio de prueba.
2. El principio de la pronta y cumplida justicia y la mora judicial no es una dicotomía que pueda
resolverse con la expedición de un acto contrario a la ley, pues el primero no instituye una carta en
blanco que faculta al funcionario judicial para decidir un asunto sometido a su conocimiento sin
consideración a las pruebas que hacen parte de él, ni la segunda explica ni justifica una decisión
en ese sentido.
3. El dolo en delitos por el cual se juzga al procesado no emerge de sus manifestaciones sino de
las actuaciones reflejadas en la decisión que ha asumido, sin que la carga laboral traída ahora
como ultimo motivo por la defensa que explicaría su comportamiento conforme a derecho y el
vencimiento de los términos instructivos, justifique la resolución que es manifiestamente contraria a
la ley.
De ese modo la ley 599 impuso en el artículo 59 la obligación de motivación del proceso de
individualización de la pena, conforme al cual "toda sentencia deberá contener una fundamentación
explícita" acerca de las razones que la determinaron en sus aspectos cualitativos y cuantitativos.
Resulta claro que las circunstancias modificadoras de dichos límites a las que se refiere el
precepto anteriormente mencionado son las que se vinculan directamente con la pena prevista
para la respectiva conducta punible al atenuarla o agravarla pudiendo ser de carácter específico,
las que se relacionan con los dispositivos amplificadores del tipo, las que inciden en el grado de
responsabilidad y las que se refieren a determinadas condiciones del autor, normalmente
presentes antes o concomitantes con la comisión del delito.
135
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Las circunstancias que permiten al fallador ubicarse dentro de uno de los cuartos en que se divide
el ámbito punitivo de movilidad, son únicamente las que indican una menor o una mayor
punibilidad previstas en los artículos 55 y 58, siempre que no hayan sido previstas de otra manera
pues a ellas es a las que se refiere de manera concreta el artículo 61 del estatuto punitivo.
Conforme con ello si los supuestos de hecho que estructuran a la circunstancia de menor o mayor
punibilidad coinciden plenamente con aquella que ha sido tenida en cuenta para determinar el
ámbito punitivo de movilidad, es ilegítimo considerarlas nuevamente para establecer el cuarto en el
cual el sentenciador puede moverse para individualizar la pena teniendo en cuenta los factores de
ponderación que permiten su determinación, de modo que la imputación dos veces de la misma
causal de agravación punitiva constituye una violación al principio non bis in idem.
3. La causal de agravación punitiva tiene sustento en el mayor reproche penal que merece la
ejecución de la conducta punible en la cual intervienen varias personas con independencia del
grado de contribución en el mismo, de modo que la disposición está dirigida a aquellos tipos
penales en los que para su configuración no es necesario el concurso de personas y en el mayor
riesgo de lesión de los bienes jurídicos ante la pluralidad de partícipes.
4. Esa adición es pertinente conforme a lo previsto en el artículo 412 de la ley 600 de 2000 en los
términos procesales dispuestos por el Código de Procedimiento Civil, conforme a la remisión que
autoriza el artículo 23 de la disposición citada.
La ley procesal penal permite al juez o a la sala de decisión que dictó la sentencia su reforma por
tres motivos: i) por error aritmético, ii) en el nombre del procesado o iii) de omisión sustancial por el
juez. Sin embargo no señala en el inciso segundo del artículo 412 en qué término debe solicitarse
su corrección, aclaración o adición, pues lo que expresa es que el juez puede en forma inmediata
a la presentación de la petición hacer el pronunciamiento que corresponda.
Ahora bien, según el artículo 310 del Código de Procedimiento Civil la adición de la sentencia
mediante decisión complementaria de esa naturaleza, procede de oficio o a petición de parte en el
término de su ejecutoria.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : No casa, adiciona pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Arauca
PROCESADO : PEÑA GONZALEZ, JULIO CESAR
DELITOS : Fabricación, trafic. y port. de armas de F.M.
PROCESO : 22478
PUBLICADA : Si
136
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Las precisiones hechas dejan en claro que el requisito punitivo requerido para acceder a la
casación por la vía ordinaria no se cumple frente a ninguno de los estatutos que regentaron el
trámite del proceso en el caso analizado, y que el recurso, por esta vía, resulta inviable.
Quedaba la opción de acudir a la casación discrecional, pero para ello era necesario que el
casacionista expresara la voluntad de hacer uso de esta vía, y acreditara que la intervención de la
Corte era necesaria para la unificación de la jurisprudencia o la protección de los derechos
fundamentales, exigencias que tampoco se advierten cumplidas.
2. La Sala tiene establecido que cuando la demanda no cumple las condiciones de forma o
contenido requeridas para su admisión, pero se advierte el quebrantamiento de garantías
fundamentales que esté en el deber de proteger, debe hacer uso de la facultad oficiosa que le
confiere el artículo 216 de la ley 600 de 2000, y abrir paso al trámite casacional para esos
concretos efectos* .
La doctora Betty Romero Moreno fue condenada a la pena principal privativa de la libertad de 10
meses de arresto, como autora responsable del delito de peculado culposo. Pues bien. La
jurisprudencia de la Corte ha sostenido, en decisión mayoritaria, que la pena de arresto es
actualmente inaplicable en materia penal, porque desapareció como pena del listado con la
137
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
entrada en vigencia del nuevo Código Penal, y porque no puede ser sustituida por la de prisión por
resultar una tal equiparación más gravosa para el procesado** .
________________________________
*Casación 21302, agosto 19 de 2004, entre otras.
**Casación 20946 de 13 de agosto de 2003 y Segunda Instancia 19746 de 19 de enero de 2006.
Auto Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : Inadmite, corre traslado por posible violación de garantías
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ROMERO MORENO, BETTY
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 24489
PUBLICADA : Si
Si en la fundamentación del cargo el censor opta por la vía directa, es su deber indicar las
disposiciones que el juzgador aplicó indebidamente y las que correlativamente dejó de aplicar, o
aquellas en las que se equivocó en fijar su contenido o alcance y las razones jurídicas de este
desacierto, sin que por dicha vía resulte procedente controvertir la apreciación probatoria.
138
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
posturas contradictorias que impiden conocer su verdadero sentido; y, será precaria o incompleta,
cuando los motivos que se exponen no alcanzan a traslucir el fundamento del fallo.
Pero para evaluar un cargo por la primera de las modalidades señaladas, que es a la que se
refiere el demandante, es preciso tener en cuenta que no es lo mismo que una providencia judicial
adolezca de defectos de motivación, por ausencia absoluta de las razones de orden probatorio y
jurídico que soportan la decisión, a que la argumentación traída por el fallador no cumpla con las
expectativas del sujeto procesal, que la tilda de inadecuada, desacertada o insuficiente en su
fundamentación fáctica, jurídica o probatoria, hipótesis que se refleja precisamente en el ataque
elevado por el demandante en este asunto.
Sólo en la primera hipótesis el error será susceptible de ser atacado dentro del marco de la causal
tercera, mientras que en el segundo el error es de juicio, caso en el cual debe ser ventilado en el
ámbito de la causal primera, demostrando los errores de fundamentación fáctica, jurídica o
probatoria que llevan a tildarla de inadecuada, desacertada o insuficiente.
4. En cuanto que su fundamentación debe seguir los lineamientos técnicos de la causal primera,
porque la lógica indica que a esta clase de desaciertos se llega a través de vicios in iudicando.
5. La Sala tiene determinado que los requisitos formales de la demanda de casación no sólo hacen
referencia a su contenido lógico armónico, es decir a su corrección formal, sino que también deben
contener una corrección material. Ello significa que entre las piezas procesales sobre las que se
fundamenten los cargos y la presentación que se haga de ellas en la demanda, debe existir una
relación de correspondencia objetiva** , respetando siempre su realidad.
Los antecedentes del caso debatido en una demanda de casación son vinculantes, no sólo porque
la ley bajo la cual se rige el presente caso los incluye dentro de sus requisitos formales (numeral 2º
del artículo 212 de la Ley 600 de 2000), sino porque los mismos son presupuesto del análisis que
debe emprender la Corte cuando revisa su aspecto formal, pues de ello dependerá muchas de las
veces que la Sala encuentre correctamente demostrado un cargo en casación.
7. Cuando la censura se postula bajo la forma de error de hecho por falso juicio de existencia
debido a la omisión de elementos probatorios es indispensable seguir las siguientes pautas: (i)
señalar la prueba cuyo análisis fue omitido en la valoración del juzgador; (ii) especificar cuál la
expresión objetiva de la prueba; (iii) explicar la manera en que incorporada su valoración, la fuerza
persuasiva que contiene trasciende en el cuerpo del fallo al punto de determinar la modificación del
sentido de la decisión.
8. Ante los insalvables defectos de orden técnico y de fundamentación, que la Corte no puede
enmendar por virtud del principio de limitación que gobierna la casación se inadmitirá la demanda y
se declarará desierto el recurso a nombre del procesado (...), de conformidad con la previsión
contenida en el artículo 213 del Código de Procedimiento Penal.
10. Cuando se acude el error de hecho por falso juicio de identidad, es deber del censor acreditar
que uno es el contenido material del medio probatorio deformado, y otro muy diferente el valor que
139
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
el juzgador le otorga, al extremo de hacerle decir a esa probanza algo distinto de lo que en realidad
dice, por lo cual el sentido de la decisión se altera.
11. Su discurso deja en evidencia un claro desconocimiento del fenómeno del concurso de hechos
punibles, regulado en el artículo 26 del Código Penal de 1980 (hoy artículo 31 de la Ley 599 de
2000), de acuerdo con el cual es posible que con una misma acción u omisión se infrinjan varias
disposiciones de la ley penal, entre otras posibles alternativas.
12. El falso juicio de identidad se deriva de la distorsión del contenido material de una determinada
prueba, error sustancialmente distinto del que proviene del desconocimiento de las reglas de la
sana crítica en la valoración de su mérito persuasivo, o en la construcción de las inferencias
lógicas de contenido probatorio, los que la jurisprudencia ha catalogado como falsos raciocinios.
13. Según el artículo 197 del Código de Procedimiento Penal que regía para la fecha en que se
profirió la acusación en este caso (decreto 2700 de 1991), hoy artículo 187 de la Ley 600 de 2000,
las decisiones judiciales quedaban y quedan ejecutoriadas, tres (3) días después de notificadas si
no se han interpuesto los recursos dentro del término legal o, o si es el caso, una vez se resuelvan
las impugnaciones o se surta el grado jurisdiccional de la consulta.
Con base en ese precepto, la jurisprudencia de esta Corte ha venido considerando pacíficamente,
tratándose de la sentencia y la acusación, que independientemente de la actitud omisiva de alguna
o algunas de las partes, la impugnación de una sola de ellas, difiere la ejecutoria para todos,
máxime cuando tales decisiones siempre son apelables en el efecto suspensivo, mecanismo de
acuerdo con el cual, por regla general, se detiene su cumplimiento y, obviamente, también se
paraliza la competencia del inferior para ejecutarlo hasta cuando se decida lo pertinente por el
superior funciona*** .
_________________________________
*Ver, entre otros, casación del 5 de noviembre de 1997, radicado 9952.
**Auto del 25 de abril de 2002, radicado No. 15.782.
***Ver, entre otras, decisiones del 10 de diciembre de 1997, radicado No. 13.154 y del 30 de septiembre de
2005, radicado No. 24.180
140
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : Niega prescripción, inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GRISALES GARZON, NOEL
PROCESADO : ARANGO ARANGO, JORGE MARIO DEL CORAZON
PROCESADO : ORTIZ GARCIA, CARMEN HAYDEE
PROCESADO : VESLASQUEZ RESTREPO, JOSE SAUL
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 24783
PUBLICADA : Si
1. Aunque es verdad que el Decreto 100 de 1980 consideraba al determinador como autor y a
ambos se refería en el artículo 23, en tanto que a los cómplices aludía en el artículo 24, no es
cierto que la distinción establecida en la Ley 599 del 2000 entre autores y partícipes, para ubicar
entre los últimos tanto al determinador como al cómplice, hubiera variado las formas de
intervención criminal sino que apenas, como lo señala la señora Procuradora, constituye una
clasificación más sistemática en tanto agrupa en la participación a todos los que sin ser autores
concurren en la ejecución de la conducta punible, bien porque determinan a aquellos a cometerla,
ya porque les ayudan a su realización.
De esta manera, el legislador del año 2000 reguló en el artículo 29 lo relacionado con el autor, y
dispuso:
Autores. Es autor quien realice la conducta punible por sí mismo o utilizando a otro como
instrumento.
Son coautores los que, mediando un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal
atendiendo la importancia del aporte.
También es autor quien actúa como miembro u órgano de representación autorizado o de hecho de
una persona jurídica, de un ente colectivo sin tal atributo, o de una persona natural cuya
representación voluntaria se detente, y realiza la conducta punible, aunque los elementos
especiales que fundamentan la penalidad de la figura punible respectiva no concurran en él, pero
sí en la persona o ente colectivo representado.
El autor en sus diversas modalidades incurrirá en la pena prevista para la conducta punible.
Quien determine a otro a realizar la conducta antijurídica incurrirá en la pena prevista para la
infracción.
Quien contribuya a la realización de la conducta antijurídica o preste una ayuda posterior, por
concierto previo o concomitante a la misma, incurrirá en la pena prevista para la correspondiente
infracción disminuida de una sexta parte a la mitad.
Al interviniente que no teniendo las calidades especiales exigidas en el tipo penal concurra en su
realización, se le rebajará la pena en una cuarta parte.
141
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
El equívoco del demandante es notorio si se tiene en cuenta que la contribución del cómplice la
refirió la ley a la conducta punible, no al autor. Recuérdese la disposición legal: Quien contribuya a
la realización de la conducta antijurídica. De manera que bien puede ocurrir que exista cómplice
del determinador como también instigación a la complicidad, como sucede en el caso de quien ha
movido a otro a que dé muerte a un tercero y a la formación de la resolución criminal contribuye
otra persona que ofrece asegurar la fuga del homicida o borrar las huellas del delito o, en un
ejemplo propuesto por VELÁSQUEZ VELÁSQUEZ, el hijo que le presta ayuda a la madre para que
ésta induzca a su amante a darle muerte al esposo.
Así se refiere el citado autor a las variables que puede registrar la intervención del cómplice:
Para terminar, así como la instigación puede concurrir con la complicidad, también puede suceder
lo contrario. Como se dijo, puede haber instigación a la complicidad (la madre instiga a su hijo para
que le suministre dinero a su novia embarazada, con miras a que se cause el aborto), pero
también complicidad en la instigación (el hijo le presta ayuda a la madre para que esta induzca a
su amante a darle muerte al legítimo esposo). Así mismo, una complicidad puede ser realizada por
varias personas, pudiendo hablarse de complicidad conjunta o co-complicidad (los dos celadores
de la entidad bancaria informan al grupo de asaltantes sobre las condiciones de seguridad al
interior de la cava); incluso, es imaginable la complicidad en la complicidad (el armero le repara el
arma a su dueño, para que este se la preste al homicida). De igual modo es posible la complicidad
en la tentativa (Pedro le suministra a Juan el número de la caja fuerte del banco y este es
sorprendido por la policía cuando intenta abrirla)* .
____________________________________
*VELÁSQUEZ VELÁSQUEZ Fernando, Derecho Penal, Parte General, 2ª. ed., Ed. Temis, Bogotá, 1995, pp.
570-571.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : PENAGOS MARTINEZ, MIGUEL ANGEL
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 23699
PUBLICADA : Si
(....)
Postura que ha sido reiterada por la Sala* , para concluir en que la coautoría impropia se
caracteriza por la existencia de un acuerdo previo de los sujetos intervinientes, la identificación de
voluntades en la realización de un propósito delictivo común y la división del trabajo, de manera tal
que los coautores no son juzgados por el aporte individual, sino por la totalidad del supuesto
142
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
fáctico llevado a cabo por quienes hicieron parte de la empresa criminal, en virtud a un designio
común.
La coautoría impropia fue reconocida expresamente por el articulo 29 de la ley 599 de 2000
señalando como uno de sus elementos "la importancia del aporte" efectuado a la empresa
criminal, previsión que no desvirtúa en modo alguno el concepto ya forjado sobre el particular por
la doctrina y la jurisprudencia.
2. Sobre el particular, se observa que el Juzgado 3º Penal del Circuito de Buga partió del mínimo
previsto para el homicidio agravado bajo el Código Penal de 1980 y su ley reformatoria, es decir,
de 40 años de prisión y aumentó 12 años 6 meses por el homicidio simple, lo que representa un
porcentaje del 31.25%. Sin embargo, el Tribunal al readecuar la pena por el tránsito legislativo
favorable, señaló que partía de 25 años por el homicidio agravado, pena que incrementó en 12
años 6 meses, aumento que no corresponde 31.25% por lo que desconoce el principio de
favorabilidad, yerro que corregirá la Corte determinando que el aumento de pena por el concurso
es de 7 años 9 meses y 22 días, es decir, que a (...) le corresponde una pena definitiva de 32
años 9 meses y 22 días de prisión.
______________________________
*Sentencias 11471 del 15 de diciembre de 2000, 11885, del 26 de septiembre de 2002., 11885 del 26 de
noviembre de 2003. Igualmente, el radicado 17252 del 18 de febrero de 2004.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : Desestima, casa parcial y de oficio, reajusta pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : GUEVARA AGUDELO, ERLAN MAURICIO
PROCESADO : QUINTERO RENTERIA, JORGE ARMANDO
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 21707
PUBLICADA : Si
1. Violación directa de la ley sustancial, por indebida aplicación del artículo 169 del Código Penal y
falta de aplicación del 182 ibídem, y eso le imponía aceptar los hechos que declaró probados el
juzgador y la apreciación probatoria que realizó, dado que esa causal de casación sólo permite
discutir el aspecto jurídico del fallo a través de la acreditación de errores originados en la aplicación
indebida de la norma sustancial, en su falta de aplicación o en su interpretación errónea.
2. Dicho recurrente no aduce que el Tribunal haya dejado de justificar el elemento extorsivo del
secuestro al excluir la exigencia de pago como causa del mismo, sino que siendo la pretensión de
cobro su motivo -el cual afirma desde una lectura personal de las pruebas-, no se buscaba con la
retención un provecho o cualquier utilidad, dando a entender de esa manera que es simple y no
extorsivo el secuestro realizado para presionar la cancelación del pago de lo debido, en contra del
criterio jurisprudencial sostenido por la Corte sobre el particular y de manera pacífica en diversos
pronunciamientos, como los relacionados por el Tribunal en la fallo objeto de la impugnación.
143
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Ciertamente, al negar esa Corporación judicial que Iván Javi Villalobos le debiera dinero a (...) y,
consiguientemente, al desechar la exigencia de pago como propósito del secuestro y no definir
otra utilidad o provecho como fin, sólo le era dable imputar a los acusados la conducta de
secuestro simple consagrado en el artículo 269 del Código Penal de 1980 (subrogado por el 2º de
la ley 40 de 1993), con penas de 6 a 25 años de prisión y multa de 100 a 200 salarios mínimos
mensuales, aplicable en virtud del principio de favorabilidad.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : Desestima y casa de oficio reajustando pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : JAIMES GALVIS, FRANCISCO ALBERTO
NO RECURRENTE : RIOS PEREIRA, HERNANDO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Secuestro extorsivo
PROCESO : 22541
PUBLICADA : Si
Un ataque por indebida calificación jurídica de la conducta, la Corte ha dicho que si la calificación
correcta presupone la variación del nomen uiris genérico que presidió la imputación, la censura
debe proponerse dentro del marco de la causal tercera, por desconocimiento del debido proceso,
pero desarrollarse siguiendo los lineamientos técnicos propios de la causal primera.
En caso contrario, es decir, si el error no afecta el nomen iuris genérico, sino el específico, el
ataque debe orientarse por la causal primera, apartados primero o segundo, según el error tenga
origen en el campo del raciocinio puramente jurídico, o se derive de errores en la apreciación de
las pruebas, caso este último en el cual se impone adicionalmente identificar los errores de hecho
o derecho cometidos, acreditarlos y probar su trascendencia.
En cualquiera de las dos hipótesis, el casacionista debe cumplir al menos las siguientes
exigencias: (1) exponer las razones por las cuales el tipo penal seleccionado no es el llamado a
regular el caso, (2) señalar la norma que recoge típicamente la conducta investigada, (3) expresar
las razones por las cuales la calificación correcta es la que el actor propone, y (4) indicar de
manera clara y precisa los errores de orden jurídico o de carácter probatorio que viciaron el
proceso de subsunción.
...
El actor se limita a dar por sentado que los hechos son constitutitos del delito de peculado sobre
bienes de dotación, y con apoyo en esta premisa desarrolla el cargo, incurriendo en lo que ha sido
denominado en lógica falacia de petición de principio, que consiste en dar por cierta una verdad
que se debe probar. Esto determinó que el cargo quedara sin demostración, pues ningún estudio
se hizo de la conducta imputada al procesado frente al tipo penal que describe el peculado sobre
bienes de dotación, en orden a probar su estructuración típica.
144
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GALINDO RUBIO, PEDRO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 24779
PUBLICADA : Si
Ambos delitos imputados en la resolución de acusación (homicidio con fines terroristas o dentro del
marco de actividades terroristas y concierto para delinquir agravado), son de competencia de la
justicia especializada, de acuerdo con las previsiones legales contenidas en los artículos 5°
transitorio numerales 2° y 7° de la ley 600 de 2000, y 14 de la ley 733 de 2002, y las precisiones
hechas por vía de jurisprudencia sobre el alcance de las regulaciones contenidas en esta última
disposición y su aplicación inmediata para los procesos iniciados por hechos cometidos con
anterioridad y posterioridad a su vigencia .
145
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. con la expedición del Decreto Número 1065 de 1999, el Presidente de la República en uso de
las facultades conferidas por el artículo 120 de la Ley 489 de 1989, dictó medidas en relación con
la Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero S.A y reestructuró "el "Banco de Desarrollo
Empresarial S. A." y se trasladan algunas funciones", estableciéndose en el artículo 12:
"Las entidades públicas podrán participar en el capital del banco que se reestructura por este
decreto. Para capitalizar la entidad y mantener el capital adecuado, el Fondo de Garantías de
Instituciones Financieras y la Nación podrán emitir y entregar títulos de deuda interna con cargo a
vigencias futuras. La emisión de estos títulos de la Nación no requiere formalidades ni trámites
distintos de los previstos en las normas orgánicas de presupuesto".
"Objeto del Banco Agrario de Colombia S. A.. El Banco Agrario de Colombia S. A. tendrá como
objeto desarrollar las operaciones propias de un establecimiento bancario comercial, con las
limitaciones previstas en este decreto. Sus operaciones activas estarán dirigidas a las actividades
rurales, agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales y a las entidades
territoriales.
"No obstante, la Junta Directiva, con sujeción a los límites previstos en el artículo 15 de este
decreto, por unanimidad podrá autorizar que algunas operaciones activas que éste determine esté
dirigidas a otras actividades, sin que en ningún caso la totalidad de estas operaciones supere el
30% del total de la cartera de la entidad".
En esas condiciones, de acuerdo con la legislación que creó el Banco Agrario, se advierte que se
trata de una sociedad anónima con régimen de empresa industrial y comercial del Estado del
orden nacional adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
a) Que mediante escritura pública N° 3246 del 19 de noviembre de 1993 de la Notaría 44 del
Círculo de Bogotá se constituyó la empresa Agileasing S.A. Compañía de Financiamiento
Comercial.
146
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
b) Que mediante escritura pública N° 2655 del 24 de junio de 1999 de la Notaría 1ª de Bogotá, la
entidad citada en precedencia se convirtió en "Sociedad de economía mixta del orden nacional,
sujeta al régimen de Empresa Industrial y Comercial del Estado, vinculada al Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural. Del mismo modo, se protocolizó la Resolución N° 0968 del 24 de
junio de 1999, por la cual el Superintendente Bancario autoriza su conversión a Banco bajo la
denominación Banco de Desarrollo Empresarial S. A.
c) Que mediante escritura pública N° 2474 del 26 de junio de 1999 de la Notaría 42 de Bogotá, se
protocoliza el cambio de razón social por Banco Agrario de Colombia S.A. y se autoriza usar el
nombre de Banagrario.
Finalmente, con el fin de establecer la naturaleza jurídica del Banco Agrario, es necesario hacer
relación al artículo 233 de la Ley 489 de 1998, Estatuto Orgánico del Sistema Financiero,
modificado por el artículo 47 de la Ley 795 de 2003, aún vigente, en su tenor reza:
2. Teniendo en cuenta lo reglado en el artículo 20 del la Ley 599 de 2000, el procesado tiene la
calidad de servidor público, pues el Banco Agrario era una entidad descentralizada del orden
nacional y la comisión de las conductas punibles lo hizo en ejercicio de sus funciones, es decir,
como Sub Director del Banco Agrario.
En otras palabras, establecida la naturaleza jurídica del Banco Agrario, esto es, que es una
sociedad anónima, con el régimen de empresa industrial y comercial del Estado del orden
nacional, y que se vincula al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, resulta fácil colegir que
sus funcionarios tienen la calidad de servidores público, según lo preceptuado en el artículo 20 de
la Ley 599 de 2000.
Por ello, para efecto de la extinción de la acción penal por razón de la prescripción se debe tener
en cuenta lo estatuido en el artículo 83, según el cual, "Al servidor público que en ejercicio de sus
funciones, de su cargo o con ocasión de ellos realice una conducta punible o participe en ella, el
término de prescripción se aumentará en una tercera parte". Del mismo modo, lo reglado en el
artículo 86 de la Ley 599 de 2000.
147
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 28/02/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pamplona
PROCESADO : ACOSTA URREGO, LUIS MARIA
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica en
documento público
PROCESO : 21711
PUBLICADA : Si
Dicha conducta imputada al procesado, por ser de carácter permanente, comenzó el 31 de julio de
1997, fecha en la cual se presentó la demanda de restitución del bien inmueble que se decía
arrendado y se prolongó hasta ejecutó el 27 de abril de 1999
Auto Casación
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Declara prescrita la acción penal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : RAMIREZ ESCOBAR, HORACIO
DELITOS : Fraude procesal
PROCESO : 24825
PUBLICADA : Si
1. De acuerdo con el artículo 83 del estatuto penal la acción penal prescribe en un tiempo igual al
máximo de la pena señalada en la ley, de suerte que para su cómputo debe acudirse a los
extremos punitivos máximos previstos por el legislador para sancionar la conducta punible
respectiva, no a aquéllos que el juzgador ha deducido al momento de dosificar la pena en
concreto, como al parecer lo entiende el defensor.
2. El recurso de casación, aun en los casos en que procede por ministerio de la ley, es en esencia
rogado, de manera tal que gira al rededor de la denuncia específica que se presenta y que delimita
el objeto de conocimiento del Tribunal de Casación, motivo por el cual la ley le impone a aquél la
carga de enunciar la causal, presentar el cargo y exponer en forma clara y precisa sus
fundamentos, exigencias todas que no son entonces meros tecnicismos sino que responden a la
naturaleza del recurso, en cuya virtud está vedado a la Corte complementar la censura o
reencausarla hacia donde realmente corresponda, o hacer un reexamen de todos los supuesto que
el proceso plantea, como si se tratara de una instancia de conocimiento adicional dentro de la
estructura del trámite procesal.
3. Si bien se sostuvo que el debido proceso fue quebrantado a causa de prolongación de los
términos de instrucción, olvidó el censor que conforme a reiterados pronunciamientos de esta Sala,
para la postulación de un vicio de tal naturaleza no basta con señalar de modo objetivo el momento
148
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
a partir del cual los lapsos para adelantar tal fase del proceso fueron superados, sino que se
requiere un ejercicio adicional encaminado a demostrar que tal prolongación fue injustificada, pues
el fenómeno que sería apto para resquebrajar la estructura del proceso es precisamente la dilación
que tenga tal característica, de suerte que como sólo atinó el actor a precisar la fecha en que
vencieron los términos de instrucción y a mencionar la diligencia que por fuera de ellos se practicó,
no cabe duda que la censura plateada deviene incompleta, lo que impondría a la Corte asumir la
carga de complementarla.
4. Si alguna falencia pudiera predicarse de la prueba testimonial referida, sería tal medio lo que se
tornaría en nulo de pleno derecho, más no la actuación que la contiene, razón por la cual la
denuncia formulada constituiría un error in iudicando, no uno improcedendo, demandable en esta
sede por vía de la causal primera de casación, a través de un planteamiento lógico en el cual se
demuestre la ritualidad desconocida en la aducción de la prueba y la trascendencia de dicho medio
en la declaración de justicia contenida en el fallo, supuestos que, a su vez, han de articularse con
la concreta vulneración de una norma de contenido sustancial, pues es de recordar que el debido
proceso que estatuye el artículo 29 de la Constitución Política no es un fin en sí mismo, sino que
tiene como finalidad garantizar los derechos materiales de las personas, de suerte que es la
violación de la ley sustancial la que eventualmente podría erigirse en causal de casación.
Auto Casación
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Niega prescripción e inadmite demanda
PROCEDENCIA : Juzgado 1 P.C.
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : POLO BLANCO, SERGIO ALBERTO
DELITOS : Hurto calificado
PROCESO : 24342
PUBLICADA : Si
2. En este sentido cabe destacar que la Corte se ha orientado por sostener que "en principio, las
posibilidades reconocidas en la jurisprudencia para acceder a la casación discrecional no se
extienden a las hipótesis planteadas en la demanda, es decir, a discutir la valoración judicial de los
elementos de convicción, porque en esa labor los jueces cuentan con la relativa libertad que se
desprende de la sana crítica, a no ser que se proponga que sus deducciones son producto de una
motivación aparente, falsa o ausente, supuesto que determinaría, en caso de que se demuestre y
aparezca concretado, la consolidación de un quebranto a las garantías, en cuanto obedecerían
tales deducciones a la arbitrariedad -ajena a un Estado democrático y constitucional- y no a la
razón y a la justicia" (auto cas. febrero 9/05. Rad. 23055)
3. "la conducta consistente en invocar influencias reales o simuladas con el pretexto o con el fin de
obtener de un servidor público un beneficio en asunto que éste se encuentre conociendo o haya de
149
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
conocer, se insiste, sigue considerándose punible por el legislador, es lesiva y merece reproche,
por afectar preponderantemente el bien jurídico del patrimonio y en otro plano los bienes jurídicos
de la administración pública y la administración de justicia. Por ello, ese comportamiento ontológico
fue recogido bajo el nomen iuris de estafa agravada por los artículos 246 y 247 del nuevo Código
Penal, que, como se dijo, es delito pluriofensivo cuando la estafa se agrava por aquella
circunstancia específica" (destaca la Sala).
Casación Discrecional
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : DANETRA DE CONSUEGRA, JULIA
PROCESADO : COMAS SOLANO, JOSE MIGUEL
DELITOS : Falsedad en documento privado, Tráfico de influencias
PROCESO : 24708
PUBLICADA : Si
1. Estando fijado por el artículo 83 ibídem el término de prescripción en un tiempo igual al señalado
en la ley sin que sea superior a 5 años cuando la pena es privativa de la libertad, en este caso no
cabe duda que si como ya se dijo, la resolución de acusación quedó ejecutoriada el 5 de enero de
2000, fecha del proveído de segunda instancia, la acción penal prescribió en el mes de enero de
2005, pues de conformidad con lo dispuesto en el artículo 365 de la Ley 599 de 2000, el delito de
fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones de defensa personal, tiene señalada, al
igual que el artículo 1º del Decreto 3664 de 1986, vigente para la época de los hechos, pena de
prisión de 1 a 4 años. Es decir, que como la mitad (2 años) del máximo punitivo (4 años) es inferior
a 5, el fenómeno prescriptito opera en ese tope.
Por lo expuesto, entonces, se declarará prescrita la acción penal por el delito de porte ilegal de
armas para la defensa personal por el que fue acusado y condenado el procesado (.........), y en
consecuencia se cesará todo procedimiento sobre el particular.
2. No obstante y pese a que en el proceso aparece constancia de que mediante auto del 31 de
enero de 2002, a (.......) le fue redosificada la pena, por favorabilidad, en virtud de la entrada en
vigencia de la Ley 599 de 2000 fijándola en 26 años y 8 meses, la que aquí se señale será la
definitiva, pues la competencia que para asuntos relativos a la libertad de los sindicados se retiene
en los jueces de instancia mientras se surte el trámite de casación, sólo les permite emitir
decisiones provisionales en esta materia.
150
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Declara prescrita acción penal y reajusta pena
PROCEDENCIA : Juzgado 8 P.C.
CIUDAD : Cali
PROCESADO : DAZA REYES, CAMILO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio agravado
PROCESO : 18688
PUBLICADA : Si
1. En cuanto hace al cargo primero, impera señalar que aun cuando tiene dicho la Sala que la
postulación de vicios de nulidad en sede de casación flexibiliza el rigor técnico que se espera de
cualquier escrito que sustente el recurso extraordinario, ello por si sólo no exime al demandante
del deber de identificar la actuación que contiene la vulneración de las garantías fundamentales o
aquella que transgrede las bases de la instrucción o el juzgamiento, ni de precisar el momento a
partir del cual se hace necesario retrotraer lo actuado para que sea posible restablecer la legalidad
del proceso, como tampoco de demostrar la trascendencia directa que el yerro de actividad refleja
en el fallo y por qué, de no haber mediado el mismo el desarrollo de la actuación sería otro y por
consiguiente otra la decisión final, pues sólo así es factible demostrar que la irregularidad
denunciada solo puede remediarse por medio de la declaratoria de nulidad.
En esa dirección, si bien la impugnante precisó las diversas garantías que estima conculcadas, no
desarrolló los restantes presupuestos necesarios para la postulación de las censuras,
particularmente el principio de trascendencia, pues véase como todo su discurso aparece
articulado a partir de una idea central: la presunta ilegalidad de la captura del sentenciado, aspecto
al que se asocia la posterior ilegalidad de todo el trámite procesal.
Es por ello que el legislador tiene previstos mecanismos especiales y expeditos para reparar los
posibles agravios que puedan inferirse al derecho a la libertad personal, cuando quiera que resulte
conculcado por la actuación de las autoridades, como sucede con la acción pública de habeas
corpus o la petición de libertad inmediata por retención ilegal, dentro del mismo proceso, pero sin
que lo afecte, según prevé el artículo 383 del Código de Procedimiento Penal.
Lo anterior se explica en cuanto la prueba viciada tiene prevista como sanción procesal su no
apreciación por el juzgador, lo que ahora se conoce técnicamente como cláusula de exclusión
construida legalmente a partir de la previsión constitucional contenida en el inciso final del artículo
29 de la Carta Política, consecuencia que repele la invalidar lo actuado, dado que tales
irregularidades no trascienden en sus efectos a la restante actuación que integra el trámite.
151
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
4. En cuanto hace a las preocupaciones que la demandante manifiesta por la supuesta ilegalidad
de la prueba en que se apoyó la sentencia, por no haberse impuesto juramento a uno de los
indagados cuando hizo cargos contra el señor (....), esta Sala en reiterados y por demás pacíficos
pronunciamientos- radicado N°16194 de febrero 20 de 2003 y N°17837 de febrero 27 del mismo
año, entre otros- ha señalado que ese tipo de omisión no constituye un vicio invalidante de la
prueba, puesto que la veracidad de las expresiones dadas por la persona no dependen de que se
le haya impuesto o no tal fórmula, ni tampoco ello constituye requisito de validez como parece
entenderlo la demandante. Dicha formalidad, en cambio, está llamada a cumplir otros fines,
particularmente, vincular al testigo frente al deber de decir la verdad, asumiendo las consecuencias
que apareja obrar en forma diversa, específico aspecto donde tiene incidencia la omisión del
juramento, no en la legalidad del medio, ni en su mayor o menor credibilidad.
Auto Casación
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : GONZALEZ NEUTO, CARLOS EDUARDO
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 24132
PUBLICADA : Si
2. Los registros señalados considerados en su conjunto permiten concluir que no existe dificultad
alguna para establecer la identidad de FARID CHAIN CHAIN, ya que se indica su nacionalidad, la
fecha de su nacimiento, el número del documento de identidad, el que en nuestro país identifica de
manera individual y exclusiva a cada uno de sus ciudadanos, los que confrontados con la identidad
señalada por quien dijo llamarse FARID CHAIN CHAIN en la diligencia de notificación de la
resolución mediante la cual la Fiscalía ordenó su captura con fines de extradición, el acta de
derechos del capturado y el poder otorgado al defensor para que lo asistiera en este trámite,
corresponden de manera plena a quien es solicitado en extradición por el Gobierno de los Estados
Unidos.
3. La Sala en casos similares ha señalado que existe equivalencia entre los dos sistemas
jurídicos, al indicar que la acusación en el sistema norteamericano señala los hechos y la conducta
desplegada por el presunto infractor, la calificación jurídica que se le asigna y las normas legales
violadas, aspectos de los que se puede deducir la equivalencia con la resolución de acusación que
se profiere en el proceso penal colombiano, lo que no impide que existan diferencias que se
derivan del hecho de que las acusaciones provienen de sistemas judiciales con particularidades
propias, por lo cual no puede exigirse que haya una equivalencia absoluta. Semejanzas que
también se observan en los efectos, en la medida en que en ambos sistemas jurídicos determinan
el marco de imputación que es objeto de juzgamiento, circunstancias que permiten señalar que el
requisito examinado se cumple.
Por consiguiente, siendo tales las similitudes que guarda el auto de acusación del sistema
acusatorio de los Estados Unidos con la resolución de acusación de nuestro sistema procesal,
debe darse por satisfecho este requisito.
152
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Concepto Extradición
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : CHAIN CHAIN, FARID
DELITOS : Concierto para delinquir-narcotráfico, Concierto para
delinquir-Lavado de activos
PROCESO : 24125
PUBLICADA : Si
En primer lugar se cuenta con el principio de autonomía en la formulación de los cargos, según el
cual las diversas propuestas que apunten hacia el resquebrajamiento del fallo deben ser
esbozadas de manera independiente.
Otro principio que de acuerdo con la Sala regula el medio extraordinario de impugnación es el de
prioridad, estrechamente vinculado con el anterior, el cual consiste en que en caso de ser varias
las propuestas, éstas deben ser formuladas en consideración a su incidencia procesal, por lo que,
en principio, los cargos con apego en la causal tercera, que entrañan afectación de la actuación o
de la sentencia, deben ser presentados en forma prevalente respecto de los demás y si todos
tienen sustento en este motivo, también deben ser esgrimidos con sujeción a su cobertura nociva
para el proceso.
La anterior exigencia se justifica porque, dado el caso, la Corte puede omitir pronunciarse sobre
reproches que tienen menor repercusión frente a la actuación procesal si prospera uno de mayor
incidencia, lo cual haría inoficioso el estudio de los que son secundarios o subsidiarios a aquél.
Relacionado con los anteriores, también adquiere vital importancia en esta sede el denominado
principio lógico de no contradicción, de conformidad con el cual resulta inadmisible que con el
objetivo de demostrar un aserto se expongan de forma simultánea premisas excluyentes.
2. Cuando una pretensión tiene arraigo en la causal tercera de casación no es de libre formulación,
como lo es en este caso la omisión injustificada del funcionario de practicar pruebas trascendentes
para los fines del proceso a pesar de haberse solicitado por el sujeto interesado que depreca el
demandante, de modo que cuando se invoca, es necesario fundamentar y demostrar en forma
clara y concreta el error in procedendo, su trascendencia en las garantías fundamentales o en la
estructura básica del procedimiento, indicándose el momento procesal a partir del cual se debe
invalidar el proceso y, en punto de la propuesta particular del censor, además, ha debido indicar la
importancia de tales probanzas, para lo cual era necesario cotejar su crédito con aquellas en que
se fundó el fallo en procura de demostrar que el contenido de éste se modificaba de manera
favorable.
153
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
3. Si lo que se procura es demostrar que se incurrió en un error de hecho por falso raciocinio por
desatención de las reglas de la sana crítica, el demandante está en la obligación de identificar la
prueba sobre la cual recae el yerro; luego, a establecer el mérito que se le otorgó en la sentencia,
a la vez que debe señalar cuál es el postulado de la sana crítica que en su criterio fue vulnerado,
esto es, el principio lógico, la máxima de la experiencia o la regla científica quebrantada.
Inmediatamente debe vincular esa apreciación con la regla aludida demostrando en dónde radica
el desvío y, finalmente, es preciso que efectúe la demostración atinente a que el medio de prueba
erróneamente apreciado es incidente de cara a lo resuelto en el fallo, esto es, que de no haberse
incurrido en el error, necesariamente lo decidido debe variar de una manera favorable para quien
pretexta el error y, si es el caso (cuando el fallo está sustentado en otras pruebas), es necesario
efectuar una labor de cotejo con esos restantes medios de prueba a fin de establecer que no son
suficientes para mantenerlo, pues en el evento de que ello se vislumbre, es claro que la censura
carece de trascendencia y, en consecuencia, no fructifica la crítica emprendida.
Auto Casación
FECHA : 07/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : COSME PLAZA, CARLOS ARTURO
DELITOS : Acceso carnal abusivo con menor de 14 años, Acto sexual
con menor de 14 años
PROCESO : 24406
PUBLICADA : Si
1. Hay que distinguir. Cuando se trata de un vicio de rito, esa manifestación se vincula con el
debido proceso, mientras que el de garantía es mucho mas afín con el derecho de defensa, del
cual forma parte el principio de investigación integral.
Pues bien:
Son finalidades del proceso penal, entre otras, la aproximación a la verdad histórica, la aplicación
del derecho sustancial y el respeto por las garantías del procesado, que suele dar origen a
tensiones, las cuales, tratándose de nulidades, se resuelven, cuidando siempre de preservar el
derecho de defensa, acudiendo a los principios de convalidación, trascendencia y protección
(artículo 310 de la ley 600 de 2000).
"no puede ser entendido ni lo ha sido, como la necesidad de allegar y practicar todas las pruebas
que puedan surgir en las mentes de los jueces o los sujetos procesales, sino aquellas que son
conducentes y pertinentes a los objetivos de la acción penal, siempre y cuando se encuentren al
alcance de los medios que están a disposición del instructor*."
2. Si bien el artículo 401 de la ley 600 de 2000 refiere que en la audiencia preparatoria el juez
resolverá sobre la repetición de aquellos medios de prueba que no se tuvo la oportunidad de
controvertir, no es menos cierto que el verdadero entendido de esa disposición es el de que el
contrainterrogatorio de los testigos no es la única manera de controvertir la prueba, pues también
154
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
es viable hacerlo aportando otras o impugnando las decisiones en las que se les confiere una valor
suasorio que no les corresponde.
3. De acuerdo con el principio de jurisdiccionalidad, que es propio del proceso penal, les
corresponde a los fiscales investigar y acusar a los presuntos infractores de la ley penal (artículo
259 de la Constitución)** . Sobre el tema y la posibilidad de que la policía actúe por cuenta propia
se ha dicho que,
"esa fórmula implica que el Fiscal General de la nación, o sus delegados, tienen a su cargo la
dirección y coordinación de las funciones de policía judicial (artículo 311 del código de
procedimiento penal), y que una vez el fiscal asume la dirección de la investigación, no puedan los
funcionarios de policía judicial, realizar por su propia cuenta diligencias que de manera privativa le
han sido encargadas al ente investigador. No por otra razón se advierte, perentoriamente, que
iniciada la investigación, la policía judicial solo actuará por órdenes del fiscal (artículo 316 idem)."
"No es, como podría pensarse, lo antes dicho, una simple fórmula de organización de la
función de investigación, sino una visión que corresponde a una concepción del proceso que tiene
como principal fundamento la defensa de los derechos y garantías fundamentales de la persona
sometida a proceso penal y que en la medida que se acaten y respeten aseguran la veracidad, la
imparcialidad y el control de la prueba y de los actos judiciales ..."
"…Por lo mismo, lo que se haga por fuera de ese marco específico de atribuciones, que es por
esencia excepcional, carece de eficacia probatoria por sí mismo***."
4. Si tal ataque no está llamado a prosperar, menos lo será el relacionado con la supuesta
ineficacia del testimonio de Julio César Ramírez Vanegas. En efecto, aquel estampó en el acta de
la diligencia su huella digital, y esa es razón suficiente para dar razón de su validez - artículo 147
de la ley 600 de 2000 -, máxime si en la diligencia intervino el defensor de la procesada - fs., 32
vuelta -.
__________________________
*Corte Suprema de Justicia, Sala de casación penal, radicado 11127, 22 de octubre de 1999.
**Original artículo 250 de la Constitución Política.
***Corte Suprema de Justicia, sentencia 20429
****Cfr., por todas, casación de marzo 10 de 2004, radicación 18328.
155
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : desestima, casa parcial y de oficio la pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : CARDONA, SIRLEY
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 20190
PUBLICADA : Si
1.Ahora bien, no significa que con la creación del sistema acusatorio oral a través del Acto
Legislativo 03 de 2002 que reformó el artículo 250 de la Carta Política en lo que respecta a las
funciones de la Fiscalía General de la Nación y, cuya implementación progresiva se viene
desarrollando de conformidad con las previsiones de la Ley 906 de 2004, la técnica del recurso
extraordinario de casación haya pasado a un segundo plano; por el contrario, obsérvese, en primer
lugar, que esta se torna, igualmente, rigurosa en el entendido que los conceptos de "falta de
aplicación, interpretación errónea, o aplicación indebida de una norma..." que fueron concebidos
por el desarrollo de la jurisprudencia de esta Sala de la Corte como sentidos de la violación directa,
ahora, son de origen legislativo conforme se desprende de la redacción gramatical del artículo 181-
1 de la Ley 906 de 2004; y, en segundo lugar, la Sala* en reciente pronunciamiento reivindicó la
técnica casacional, al señalar que el artículo 180 de la Ley 906 de 2004, define el recurso
extraordinario como un control constitucional y legal que busca la efectividad del derecho material,
el respeto de las garantías debidas a los intervinientes, la reparación de los agravios inferidos a
éstos y la unificación de la jurisprudencia, de esta manera se explica que las causales de casación
tengan un diseño dirigido a lograr esos fines, en tal sentido expresó:
"En otros términos, las causales determinan la forma en que procede denunciar la ilegalidad o
inconstitucionalidad del fallo y de conducir el debate en sede extraordinaria, pero ellas no son un
fin en sí mismo para la viabilidad del recurso, pues esta debe determinarse por la manifiesta
configuración de uno o varios de los motivos normativamente establecidos para lograr el
desquiciamiento de la decisión impugnada."
"Claro que por razón de esto no puede llegar a entenderse que el recurso haya sido morigerado en
extremo, al punto de quedar librado a la simple voluntad de las partes sin referencia a ningún
parámetro legal, y que se convierta en una fórmula abierta para controvertir sin mas las decisiones
judiciales según el albedrío del casacionista, lo cual repugna a la noción de debido proceso
constitucional, pues la admisibilidad al trámite y la prosperidad de la pretensión queda
condicionada a la demostración del interés en el censor, la correcta selección de las causales, la
coherencia de los cargos que a su amparo pretenda aducir, y la debida fundamentación fáctica y
jurídica de éstos, además de la necesidad de acreditar cómo con su estudio se cumplirán uno o
varios de los fines de la casación."
Desde esa perspectiva, la Corte bien puede inadmitir o no seleccionar las demandas formalmente
correctas cuando advierta que su pronunciamiento no es imprescindible para los fines de la
casación; de igual manera, también puede ocurrir que ante una demanda formalmente incorrecta,
la Corte vislumbre la necesidad de decidir de fondo el asunto atendiendo la preceptiva del artículo
184-3 de la Ley 906 de 2004 y con el propósito de mantener la intangibilidad de los fines de la
casación.
156
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
2. Interés para recurrir en los términos que hace el casacionista, es imprescindible evocar otro
aparte del precedente jurisprudencial, referido anteriormente:
"De ello se sigue una segunda conclusión: el procesado tiene facultad para discutir en apelación y
posteriormente alegar en casación la vulneración de sus garantías fundamentales, el quantum de
la pena y los aspectos operacionales de la misma, aspecto éste último que le está vedado
controvertir a quien preacuerda con la fiscalía los términos de su responsabilidad y el quantum de
la pena, siempre y cuando el Juez, como le corresponde, los haya respetado (inciso 4 del artículo
351 ley 906 de 2004)." **
3. De la lectura del fallo y de la revisión del medio magnético que contiene la intervención del
Fiscal Delegado, se observa la eventual vulneración de las garantías del imputado, habida
consideración que en su intervención la Fiscalía consideró que no existían circunstancias de mayor
punibilidad; empero, el juez de conocimiento al momento de dosificar la pena dedujo la
circunstancia prevista en el artículo 58-10 del Código Penal, en los siguientes términos: "Como
quiera que, en contra del imputado, concurre circunstancia de mayor punibilidad de naturaleza
objetiva al obrar en coparticipación criminal..." es evidente, entonces, que se afectó el principio de
congruencia previsto en el artículo 448 de la Ley 906 de 2004, que impone la concordancia entre la
acusación y la sentencia, que en vigencia de la Ley 600 de 2000 cualquiera podía ser el acto en el
cual se halle contenida ésta, bien sea en la resolución de acusación, ora en la formulación de
cargos para sentencia anticipada o, en la variación de la calificación provisional durante el
juzgamiento; y, en la Ley 906 de 2004 en la imputación jurídica, tal como lo ha venido sosteniendo
la Sala a partir del 23 de septiembre de 2003*** , en cuanto a las circunstancias de agravación
deben estar en la acusación de modo fáctico, jurídico y explícito.
De este modo, atendiendo a los fines de la casación se superarán los defectos de la demanda y se
convocará a las partes para la celebración de la audiencia, cuya fecha se señalará una vez cobre
ejecutoria el presente pronunciamiento.
________________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Casación 24026, Octubre 20 de 2005
** Ibídem
*** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Única 16320, Septiembre 23 de 2003
Auto casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : No selecciona la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior de Distrito judicial
CIUDAD : Bogotá
PROCESADO : VANEGAS MELENDEZ, JORGE MANUEL
DELITOS : Hurto agravado, Secuestro simple, Utilización ilegal de
uniformes de uso priv.
PROCESO : 24287
PUBLICADA : Si
157
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Igualmente, la misma naturaleza rogada que la casación ostenta, impone al demandante el deber
de abordar la demostración de cómo habría de corregirse el yerro probatorio que denuncia,
modificando tanto el supuesto fáctico como la parte dispositiva de la sentencia, tarea que
comprende un nuevo análisis del acervo probatorio, valorando correctamente las pruebas omitidas,
cercenadas o tergiversadas, excluyendo las supuestas, o apreciando acorde con las reglas de la
sana crítica aquellas en cuya ponderación fueron transgredidos los postulados de la lógica, las
leyes de la ciencia o los dictados de experiencia. Esto debe cumplirse no de manera insular sino
en armonía con lo acreditado por las acertadamente apreciadas, tal como lo ordenan las normas
procesales establecidas para cada medio probatorio en particular y las que refieren el modo
integral de valoración, a fin de hacer evidente la falta de aplicación o la aplicación indebida de un
concreto precepto de derecho sustancial, pues es la demostración de la transgresión de la norma
de derecho sustancial por el fallo, la finalidad de la causal primera en el ejercicio de la casación.
De manera que si el error radica en la apreciación del hecho indicador, dado que necesariamente
éste ha de acreditarse con otro medio de prueba de los legalmente establecidos, ineludible resulta
postular si el yerro fue de hecho o de derecho, a qué expresión corresponde, y cómo alcanza
demostración para el caso.
Si el error se ubica en el proceso de inferencia lógica, ello supone partir de aceptar la validez del
medio con el que se acredita el hecho indicador, y demostrar al tiempo que el juzgador en la labor
de asignación del mérito suasorio se apartó de las leyes de la ciencia, los principios de la lógica o
las reglas de experiencia, haciendo evidente en qué consiste y cual es la operancia correcta de
cada uno de ellos, y cómo en concreto esto es desconocido.
Si lo pretendido es denunciar error de hecho por falso juicio de existencia por omisión de un indicio
o un conjunto de ellos, lo primero que debe acreditar el censor es la existencia material en el
proceso del medio con el cual se evidencia el hecho indicador, la validez de su aducción, qué se
establece de él, cuál mérito le corresponde, y luego de realizar el proceso de inferencia lógica a
partir de tener acreditado el hecho base, exponer el indicio que se estructura sobre él, el valor
correspondiente siguiendo las reglas de experiencia, y su articulación y convergencia con los otros
indicios o medios de prueba directos.
Es en este sentido que el demandante debe indicar en qué momento de la construcción indiciaria
se produce, si en el hecho indicador, o en la inferencia por violar las reglas de la sana crítica, para
lo cual ha de señalar qué en concreto dice el medio demostrativo del hecho indicador, cómo hizo la
158
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
inferencia el juzgador, en qué consistió el yerro, y qué grado de trascendencia tuvo éste por su
repercusión en la parte resolutiva del fallo (cfr., por todas, cas. de marzo 10 de 2004. Rad. 18328).
3. En este sentido no puede perderse de vista, que no resulta contrario a las reglas de experiencia
que personas distintas y que no tengan relaciones o motivos comunes, guarden el propósito de
cometer un crimen específico, pero sólo una de ellas logre materializarlo. Sin embargo, ello no
significa que en todos los casos la investigación por ese solo hecho arroje una situación de
incertidumbre sobre el verdadero o verdaderos responsables, menos aún si, como en este evento,
la pluralidad, convergencia y mérito persuasivo de cada uno de los indicios y de estos entre sí,
permiten establecer cuál de todos los interesados fue el que alcanzó el cometido reprochable y
punible.
4. "Con el Ministerio Público, la Sala comparte la crítica que formula el demandante a las
desafortunadas expresiones de la sentencia recurrida que valoran negativamente "la fuga o
evasión del sindicado y su contumacia para comparecer al proceso, a pesar de conocer su
existencia desde muy temprano, con disculpas pueriles e inverosímiles", pues ciertamente esa
actitud del procesado nada prueba por sí misma dada la equivocidad de su significado.
"Las consecuencias morales o éticas que se derivan del adagio "quien nada debe nada teme", no
pueden ser extendidas al campo de la responsabilidad penal para imponerle al procesado una
especie de deber de comparecencia cuya transgresión permita la edificación de un indicio.
Someterse a la autoridad del Estado para explicar una supuesta conducta punible que se le
atribuye puede ser una virtud ciudadana, pero huir o esconderse para evitar la restricción de la
libertad, justificada o no, en ningún caso puede constituir un comportamiento que revele el
compromiso penal de quien lo realice, pues tanto puede ser inocente el que evita presentarse,
como culpable el que se entrega".
5. Deja de demostrar, cómo a partir de la prueba que dice de la buena conducta anterior del
procesado, se construiría la regla de experiencia según la cual sólo quien tiene antecedentes
penales, o carece de un trabajo fijo, o no gusta de las soluciones pacíficas de los conflictos -como
correspondería a la premisa sentada por la demandante-, puede realizar conductas delictivas, y,
por el contrario, que quien antes ha observado buena conducta personal y social, nunca puede
incurrir en comportamientos delictivos.
6. De manera que en aplicación del principio de favorabilidad previsto como principio rector en el
artículo 6º del nuevo Código Penal (art. 6º del anterior), no cabe ninguna duda que la legislación
actualmente vigente se ofrece más favorable a los intereses del procesado, en cuanto sanciona
con menor severidad el comportamiento materia de investigación y juzgamiento. Esto permite
colegir que ningún reparo merece la decisión de los juzgadores de dar aplicación a la Ley 600 de
2000 y no al Código Penal en cuya vigencia fueron cometidos los hechos.
Pero, conforme ha sido precisado por la Sala, la favorabilidad también implica llevar a cabo un
análisis comparativo de los métodos que tanto la codificación sustantiva anterior como la actual,
establecen para efectos de la individualización de la pena a fin de constatar cuál de los dos reporta
más ventajas al sentenciado (Cfr. cas. marzo 3/2004. Rad. 13436).
El artículo 61 del Decreto 100 de 1980, establecía que dentro de los criterios para fijar la pena
entre los límites mínimos y máximos señalados por la ley, el Juez podía tener en cuenta la
gravedad y modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad, las circunstancias de
atenuación o agravación concurrentes, y la personalidad del agente.
Asimismo, con dicha finalidad el artículo 67 ejusdem preveía que el juzgador sólo podía imponer el
máximo de la pena cuando concurrieran únicamente circunstancias de agravación punitiva y el
mínimo, cuando concurrieran exclusivamente de atenuación "sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 61" ejusdem, lo que indica que "el juez no está compelido a imponer el mínimo de la
sanción, cuando, a su juicio sean aplicables los otros criterios que permiten aumentar la pena y
que dimanan de esta norma. En otras palabras, el mínimo de la pena sólo es imponible cuando
concurran atenuantes, y además, se esté en ausencia de cualquier circunstancia de agravación
dosimétrica, y en ausencia de los otros criterios (art. 61) que permitan al juez moverse más allá del
extremo inferior" (Cas. sep. 5 de 2001. Rad. 13000).
En la normativa actualmente vigente (ley 599 de 200), el juzgador no sólo tiene por deber
expresamente previsto el de motivar debidamente el proceso de individualización judicial de la
159
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
pena en sus aspectos cuantitativo y cualitativo (art. 59), sino que después de haber determinado
los parámetros mínimos y máximos aplicables al caso (art. 60), "dividirá el ámbito punitivo de
movilidad previsto en la ley en cuartos: uno mínimo, dos medios y uno máximo" (art. 61), los
cuales resultan trascendentes para hacer operar la discrecionalidad judicial, si se los coteja con la
existencia de circunstancias de atenuación o agravación punitiva.
Una vez establecido el cuarto o cuartos dentro de los cuales se autoriza la determinación judicial
de la pena, la ley obliga considerar otros aspectos, tales como la mayor o menor gravedad de la
conducta, el daño real o potencial creado, la naturaleza de las causales de mayor o menor
punibilidad, la intensidad del dolo, la preterintención o la culpa concurrentes, la necesidad de la
pena y la función que ésta debe cumplir en el caso concreto.
De todos modos, el juicio de favorabilidad en relación con el procedimiento aplicable, no puede ser
llevado a cabo in abstracto, sino de manera específica en cada evento, para lo cual resulta
indispensable efectuar los cálculos respectivos y los criterios dosimétricos que resultan aplicables.
Esto con el fin de llegar a establecer guarismos concretos que permitan su comparación, pues de
antemano no resulta posible advertir que uno de los dos ordenamientos sea más favorable a los
intereses del procesado.
Una vez establecido que la actual normativa sustancial penal es más benigna al procesado, y, por
ende, que resulta aplicable en virtud del principio de favorabilidad, procede entonces ponderar los
dos sistemas de dosificación de la pena, para concluir cuál resulta más favorable.
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : Desestima, casa parcial y de oficio la pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : CARDOZO CASTRO, ANTONIO MARIA
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 21305
PUBLICADA : Si
1. Uno de los componentes del debido proceso es la garantía del principio de favorabilidad según
el cual, en materia penal, la ley permisiva o favorable, aún cuando sea posterior, se aplicará de
preferencia a la restrictiva o desfavorable* .
160
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
máximo o del mínimo de las penas previstas en el ordenamiento jurídico, dejando un amplio
margen al juez para la individualización de las mismas.
En ese análisis encontró que uno y otro sistema responde a universos distintos, motivo por el cual
el análisis de constitucionalidad no procede sobre la comparación de uno u otro, sino de la validez
que cada uno de ellos, intrínsecamente considerados, tenga frente a los postulados de la Carta,
preceptos que no afectan ni la tipificación de las conductas punibles, ni las penas que resultan
aplicables, ni los criterios que habrá de tener en cuenta el juez para individualizar la pena, aspectos
que estás previstos en otras disposiciones.
Estamos frente a una diferencia sustancial en la metodología que debe de aplicar el juez, de la
cual no necesariamente se deriva una diferencia de trato. Así, en el evento hipotético de una
conducta que tuviese prevista la misma sanción en ambos ordenamientos, la pena que se imponga
a quien resulte condenado podría ser la misma, aplicando uno u otro sistema, porque nada impide
que el juez, en el sistema que le brinda un mayor margen de apreciación decida acoger el criterio
que para el otro sistema ha sido predeterminado por el legislador, o, simplemente, que el resultado
de la aplicación de los dos sistemas termine siendo el mismo, por virtud de la coincidencia entre la
pena, que dentro de un amplio margen de valoración, fije el juez conforme a los criterios legales
para la individualización de la misma, y la que se imponga como culminación de idéntica valoración
pero restringida por los parámetros establecidos de modo general por el legislador.
...
Se trata, en realidad, de dos metodologías distintas para determinar la manera cómo habrá de
proceder el juez en el momento de individualizar la pena, ninguna de las cuales, en sí misma
considerada, puede calificarse como más favorable o más gravosa.
Se orienta a conseguir que la aplicación de las penas sea más homogénea, limitando para el
efecto el margen de apreciación del juez, al imponerle unos parámetros predefinidos por el
legislador. El sistema del Código Penal Militar, por contraste, privilegia la libertad de apreciación
que debe tener el juez para ajustar la pena imponible de acuerdo con las circunstancias del caso
concreto** .
Sobre este tema también se ha ocupado esta corporación para señalar que de manera anticipada
no se puede plantear en abstracto criterios de favorabilidad con respecto al sistema de dosificación
punitiva que establecen los códigos penales de 1980 y 2000, sino que el análisis de cuál
normatividad regula de manera más benigna el método de dosificación punitiva dependerá del
estudio de cada caso en concreto, porque lo que puede ser benéfico para unos puede ser
perjudicial para otros.
Lo que sí se puede destacar de uno y otro método, es que el consagrado en el código de ahora
modula en forma mucho mas precisa la discrecionalidad del juez al dosificar la pena, y la limita al
establecer objetivamente unos márgenes mucho mas precisos que apretan el margen de movilidad
que era mucho mas amplio en el régimen del código derogado.
Ahora, si del examen concreto que entre uno y otro sistema se haga, resulta ser que es mas
generoso el del nuevo estatuto, deberá preferirse éste en detrimento del otro por virtud del
principio de retroactividad de la ley mas favorable; pero si es aquel el que mejores consecuencias
trae para el justiciable, la norma anterior debe preferirse a la nueva, todo lo cual, como se ha
dicho, le correspondía demostrar al demandante*** .
3. En este precedente se llegó a la conclusión que el cp de 1980 no dejaba al arbitrio del juez la
fijación de la pena,
Bien puede decirse con palabras de la Sala, que la norma corresponde y se articula con "la libertad
de configuración de que dispone el legislador para señalarle a las diversas especies de delitos
diferentes consecuencias punitivas de acuerdo, entre otras razones, con la naturaleza del bien
jurídicamente protegido", y con la "facultad que le confiere al juzgador para que en cada caso
valore las circunstancias concretas que rodean el hecho específico, atendiendo por ejemplo la
intensidad del injusto, que bien puede medirse por los efectos nocivos de la conducta que se
reprime.****"
161
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En tercer lugar, debía considerar el juez la personalidad del procesado, no desde luego en
perspectiva de su especial peligrosidad, sino en la forma como se hubiese manifestado aquella en
la ejecución de la conducta punible.
En cuarto lugar, considerar las agravantes y atenuantes, en su relación con los desvalores de
acción y de resultado, el grado de culpabilidad, o la personalidad del procesado, y no por fuera de
las categorías dogmáticas indicadas, pues si se observa, para citar solo un ejemplo, el haber
obrado por motivos altruistas es tema que tiene relación con el desvalor de acción, así como el
procurar hacer menos nocivas las consecuencias del hecho es tema que tiene vinculación con la
degradación de los efectos perniciosos de la conducta frente al bien jurídico, en el marco de los
desvalores de acción y de resultado que conforman el injusto.
Todo ello, desde luego, en orden no solo a establecer la pena para el delito único, sino para la
conducta mas grave, y para la que adhiere a ésta, cuando de regular la pena para el caso de
concurso de conductas punibles se trata".
4. Con este proceder el ad quem incurrió en desacierto cuando no tomó la figura de la complicad
como fundamento modificador de los límites de la pena, sino que rebajó una sexta parte sobre la
pena inicial de 121 meses previamente individualizada, cuando lo real es que la disminución de 1/6
parte a la 1/2 (art. 24 D.100 de 1980, 30 de la ley 599 de 2000 -complicidad-) afectaban aquellos
límites.
5. En este punto el ámbito punitivo para el cómplice en las conductas punibles imputadas al
acusado, como con acierto lo plasmó en su concepto el Procurador Judicial, corresponde al
siguiente:
162
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
____________________________________
*Art. 29 Constitución Política; art. 6°, L.600 de 2000 y L.906 de 2004; art. 9°, L.16/72, Convención
Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José.
**CORTE CONSTITUCIONAL, Sent. C-1068, octubre 10 de 2001, M.P., Dr. Rodrigo Escobar Gil.
***CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. Cas. agosto 4 de 2004, rad. 20229.
****CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. Cas. 4 de abril de 2002, radicación 11940.
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : Desestima, casa parcial y de oficio reajustando pena de
prisión
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ZULUAGA ZULUAGA, RUBEN DARIO
DELITOS : Peculado por apropiación, Contrato sin cump. de requisitos
legales
PROCESO : 20140
PUBLICADA : Si
163
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En esta función se expresa una de las características del nuevo sistema procesal penal
colombiano, la concentración en el juez de la facultad de afectar los derechos fundamentales del
investigado por la Fiscalía y de proteger las garantías que le otorga la ley.
En la ley 906 de 2004 se eliminan algunas de las exigencias previstas en el sistema procesal del
Código de Procedimiento Penal de 2000 para acceder al recurso, como las relativas al límite
punitivo y a la autoridad que profiera el fallo, procediendo, entonces, el recurso extraordinario de
casación contra las sentencias dictadas por los Tribunales, independientemente de la punibilidad
establecida para el delito de que se trate, ya que en el sistema procesal colombiano se atribuye el
conocimiento del recurso de apelación que se interponga contra los fallos proferidos por los jueces
penales municipales y los jueces penales del circuito a los Tribunales Superiores (artículo 34-1,
Ley 906/04).
De otra parte, cabe destacar que la amplitud que establece el legislador en la posibilidad de
interponer el recurso, va aparejada con el otorgamiento de un mayor control de la Corte en su
admisión, si se tiene en cuenta que en el Código de Procedimiento Penal de 2000, la admisión de
la casación ordinaria estaba sometida al cumplimiento de determinadas formalidades, entre ellas,
la oportunidad de su proposición, el interés, presentación de la demanda con el señalamiento de
la causal, la adecuada formulación del cargo, su fundamentación y coherencia lógica en la
proposición, cumplidas las cuales obligaba su admisión, o de otra parte, podía dar por superados
los defectos de la demanda, cuando quiera que advirtiera la flagrante violación de garantías, dando
paso al recurso.
Sin embargo, una vez aceptada la imputación de la conducta considerada como ilícita por el
imputado, con el cumplimiento de las exigencias señaladas, no resulta admisible que con
posterioridad pueda discutir aspectos probatorios referidos a los cargos atribuidos y expresamente
aceptados y menos aún la tipicidad de la conducta por falta de prueba, como quiera que la
aceptación libre y voluntaria conlleva su conformidad con la comisión del hecho punitivo y la
actuación contraria al ordenamiento penal, sin justificación alguna, lo cual le permite acceder a una
significativa rebaja de pena.
3. Como quiera que en este evento la demanda de casación se orienta a cuestionar la validez de la
prueba sobre la cual la Fiscalía sustentó la imputación formulada en contra de HENRY RAGA
TRILLERAS y ésta misma, al desconocer la existencia de una circunstancia de agravación
expresamente atribuida y aceptada en la audiencia de formulación de la imputación ante el Juez
Penal Municipal en función de Control de Garantías, debe concluirse necesariamente que el
censor carece de interés para recurrir en casación la sentencia proferida en segunda instancia por
la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, si como lo señaló el funcionario judicial la
aceptación del inculpado fue realizada de manera libre y voluntaria, aspecto que no cuestiona la
defensa y en el que la Sala no advierte vulneración de garantías.
164
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : Inadmite, procede petición de insistencia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : RAGA TRILLERAS, HENRY
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 24079
PUBLICADA : Si
1. Se impone precisar que el principio lógico de tercero excluido (o tercio excluso en su expresión
originaria), es formulado bajo el supuesto de ser el extremo disyuntivo del principio de
contradicción (dos juicios opuestos no pueden ser ciertos a la vez) y se presenta con la tesis según
la cual entre lo verdadero y lo falso no resulta admisible una tercera posibilidad.
No obstante, para que este principio pueda predicarse en su estructura lógica, se debe estar frente
a una efectiva contradicción de postulados, de donde un juicio debe afirmar lo que otro niega y no
ser la resultante de una presunción o de una supuesta oposición. Solamente la oposición
contradictoria se da cuando un juicio niega lo que otro afirma, no cuando el juicio que se asume
contradictorio es efecto de un proceso de exclusión.
2. Así, para explicar el contenido y alcance de este principio, en los términos en que la proposición
demandada lo expone, debe señalarse que la no demostración del origen de la moneda extranjera
incautada en este caso no conlleva -con un pretendido juicio lógico de tercero excluido-, a dar por
supuesto que el mismo era ilícito.
Por eso se ha enfatizado en que el principio de tercero excluido, dado su carácter estrictamente
lógico, sólo es predicable entre juicios que se contradicen.
3. No concurre, de este modo, la afirmada violación del principio lógico de tercero excluido que
sirve a la demandante para sustentar el predicado error de hecho, toda vez que como queda visto,
en la hipótesis propuesta no es sostenible que los juzgadores hubieran dado por demostrado que
el dinero en dólares emanaba de actividades ilícitas, es decir, que no se admitió ser la fuente
originaria de la moneda extranjera alguna conducta violatoria de la ley, ya que simplemente las
explicaciones suministradas por los incriminados no convencieron a la justicia, sin que esa
circunstancia hubiera admitido en el juicio analítico de las pruebas la conclusión de tener dichos
caudales origen ilícito.
"El enriquecimiento ilícito de particulares guarda relación directa con los principios que dieron
origen a la tipificación de la conducta punible de los servidores públicos. Sin embargo, presenta
algunas diferencias estructurales: En primer lugar, se trata de un tipo penal de sujeto activo
indeterminado, es decir, el delito puede ser cometido por cualquier persona sin características
especiales; en segundo lugar, y como consecuencia de la calidad del sujeto, el tipo penal
condiciona la punibilidad del enriquecimiento no solo a que éste sea injustificado, sino que además
provenga de "actividades delictivas"; en tercer lugar, se trata de un delito especial y autónomo,
165
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
como quiera que describe un modelo de comportamiento al que puede adecuarse en forma directa
o inmediata la conducta del actor, sin necesidad de recurrir a otro tipo penal, ni a otro
ordenamiento jurídico.
En el primer caso, en relación con el sujeto activo, no existe dificultad alguna para entender su
campo de acción, en cuanto que en dicha conducta puede incurrir todo aquel que se enriquezca
ilícitamente. Es clara la diferencia que existe frente al delito de enriquecimiento ilícito de servidores
públicos, pues en este último caso, como ya se anotó, se trata de sujeto activo cualificado.
En el segundo caso, y en relación con la expresión "no justificado", debe recordarse lo dicho en el
punto anterior en cuanto a que su operancia no conduce en manera alguna a una inversión de la
carga de la prueba, pues es al Estado a quien corresponde en última instancia probar el hecho
típico, antijurídico y culpable, de conformidad con los medios de prueba existentes y los elementos
de juicio aportados al proceso. Se reitera que la explicación que brinde el imputado en relación con
el presunto incremento patrimonial injustificado corresponde a un acto propio del ejercicio del
derecho de defensa, como quiera que en las instancias procesales debe permitírsele al sindicado
explicar su conducta.
No debe olvidarse que el enriquecimiento se establece por la comparación del patrimonio del
presunto ilícito en dos momentos distintos. Demostrar el origen de un incremento patrimonial es
una obligación general que el Estado puede hacer exigible en todo momento a cualquier persona
natural o jurídica; es una consecuencia del principio constitucional de que toda persona debe vivir
sometida a la Constitución y a la ley (Arts. 4o., 6o y 95 de la C.P.). En el caso de los particulares,
cabe recordar que éstos deben demostrar al Estado anualmente sus ingresos y la procedencia de
los mismos mediante la declaración de renta, no sólo para que el Estado, de conformidad con
leyes preestablecidas, grave en alguna medida su patrimonio, sino además para ejercer control
sobre su licitud. Un desproporcionado e injustificado incremento es precisamente lo que da lugar
al ejercicio de la acción penal por enriquecimiento ilícito, debiendo el Estado establecer
plenamente la responsabilidad del imputado o su inocencia. Al pasar al terreno penal, no puede
sostenerse que abruptamente cese todo asomo de colaboración de la persona a la que se pide
explicaciones sobre sus movimientos patrimoniales (C.P. Art. 95 nums. 7 y 9).
...
Se tiene sabido que es prioritaria y esencial finalidad del Estado garantizar la efectividad de los
derechos de los asociados, cuyo teleológico cometido en materia criminal le impone la vigencia de
las garantías judiciales prevenidas en el artículo 29 de la Carta Política. Entre ellas la tipicidad
como expresión garante del principio de legalidad y del apotegma nullum crimen, nulla poena sine
lege, acorde con el cual los elementos integradores de la conducta punible -y la correlativa
sanción-, deben ser no solo previamente señalados en el texto legal, sino que a la hora de
emerger el juicio de reproche deben estar plenamente demostrados en el proceso por parte del
Estado.
Pero también que la Constitución Política y la ley amparan la presunción de inocencia de quien es
sometido a la incriminación penal. Derecho fundamental del investigado acorde con el cual no está
obligado a presentar al juez prueba alguna demostrativa de su inocencia, imponiéndose por
contraprestación que sean las autoridades judiciales quienes deban demostrar la culpabilidad, en
los términos en que la interpretación constitucional también lo ha decantado al señalar que:
166
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Etimológicamente se entiende por presumir, suponer algo por indiscutible aunque no se encuentre
probado. La presunción consiste en un juicio lógico del constituyente o del legislador, por virtud del
cual, considera como cierto un hecho con fundamento en las reglas o máximas de la experiencia
que indican el modo normal como el mismo sucede. La presunción se convierte en una guía para
la valoración de las pruebas, de tal manera que las mismas deben demostrar la incertidumbre en el
hecho presunto o en el hecho presumido.
Es, pues, un hecho irrebatible, que compete al Estado jurisdiccional el deber de demostrar que el
incremento patrimonial no justificado tiene en su origen mediato o inmediato un nexo o conexión
con actividades delictivas. El proceso penal debe contar con aquellos elementos de convicción
suficientes orientados a dicha comprobación, sin que pueda ser admisible asumir -como termina
haciéndose en la propuesta de la demandante -, una presunción de ilicitud de los bienes si los
imputados no explican convincentemente la fuente de los mismos, lo que configuraría una
intolerable inversión de la carga de la prueba que corresponde al Estado.
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
NO RECURRENTE : TROIANO, BRIGIDA
NO RECURRENTE : DI GIOVANDOMENICO, ROBERTO
NO RECURRENTE : DI BITETTO, DAVIDE
DELITOS : Lavado de activos
PROCESO : 22179
PUBLICADA : Si
167
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Tratándose de la violación directa de la ley sustancial, el actor debe aceptar en su integridad los
hechos que declara como demostrados el fallo impugnado, para que a partir de esa conformidad
edifique la censura, siendo imprescindible, por contera, que exista identidad absoluta del actor con
el aspecto fáctico y con la apreciación de las pruebas realizadas por el juzgador, dado que, el
cuestionamiento alude a su connotación jurídica.
Es notorio que el recurrente no acata tales parámetros, pues no obstante orientar la demanda por
la violación directa de la ley sustancial por aplicación indebida de los artículos 23, 26, 27, 44, 52,
61, 219, 220, 356 y 372 del Decreto 100 de 1980, lo que se infiere de su planteamiento es un
análisis probatorio contrario al efectuado por los juzgadores de instancia, conjugando al interior del
mismo cargo los fundamentos que caracterizan y distinguen la violación directa de la indirecta; es
decir, entremezcla dos motivos de casación inconciliables, porque, mientras en la violación directa
el debate se centra en la inaplicación o infracción de la norma sustancial que debió regir el caso o
la aplicación de una que era impertinente o la interpretación errónea de la que se aplicó; en la
violación indirecta, en cambio, la discusión gira en torno al aspecto probatorio, por lo tanto, ambos
motivos deben proponerse independientemente a riesgo de ser ineficaz el reparo.
2. El concurso aparente de delitos ocurre, cuando una misma situación de hecho desplegada por
el autor pareciera adecuarse a las previsiones de varios tipos penales, cuando en verdad una sola
de estas normas es aplicable al caso en concreto, atendiendo razones de especialidad,
subsidiaridad o consunción que las demás resultan impertinentes por defectos en su descripción
legal o porque las hipótesis que contienen van mas allá del comportamiento del justiciable.
Desde esa perspectiva, por oportuna al caso, se precisa recordar la jurisprudencia de la Sala* ,
enseña, que:
"Una norma penal es especial cuando describe conductas contenidas en un tipo básico, con
supresión, agregación, o concreción de alguno de sus elementos estructurales. Por consiguiente,
para que un tipo penal pueda ser considerado especial respecto de otro, es necesario que se
cumplan tres supuestos fundamentales: 1) que la conducta que describe esté referida a un tipo
básico; b) Que entre ellos se establezca una relación de género a especie; y, c) Que protejan el
mismo bien jurídico. Si estos presupuestos concurren, se estará en presencia de un concurso
aparente de tipos, que debe ser resuelto conforme al principio de especialidad: lex specialis
derogat legi generali.
Un tipo penal es subsidiario cuando solo puede ser aplicado si la conducta no logra subsunción en
otro que sancione con mayor severidad la transgresión del mismo bien jurídico. Se caracteriza por
ser de carácter residual, y porque el legislador, en la misma consagración del precepto, advierte
generalmente sobre su carácter accesorio señalando que solo puede ser aplicado si el hecho no
está sancionado especialmente como delito, o no constituye otro ilícito, como acontece, por
ejemplo, con el abuso de autoridad (art.152, modificado por el 32 de la ley 190 de 1995), o el
empleo o lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos (artículo 198 ejusdem), entre otros.
Finalmente se tiene el tipo penal complejo o consuntivo, que por regla general se presenta cuando
su definición contiene todos los elementos constitutivos de otro de menor relevancia jurídica. Se
caracteriza por guardar con éste una relación de extensión-comprensión, y porque no
necesariamente protege el mismo bien jurídico. Cuando esta situación ocurre, surge un concurso
aparente de normas que debe ser resuelto en favor del tipo penal de mayor riqueza descriptiva, o
tipo penal complejo, en aplicación del principio de consunción: lex consumens derogat legis
consumptae.
168
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Análogas consideraciones, se aducen respecto del delito de fraude procesal, pues este ilícito no
recoge en su redacción gramatical la potencialidad del daño al patrimonio económico, pues,
cuando el agente obtiene la sentencia, resolución o acto administrativo contrarios a la ley, los
utiliza con el fin de lograr provecho ilícito personal o para un tercero con perjuicio ajeno, tales
hechos apreciados naturalísticamente no constituyen unidad delictual, dado que, los elementos
tipificadores del fraude procesal, como ya se anotó, no incluyen todos elementos del injusto de la
estafa, imposibilitando de esta manera, la prohibición doble de reproche, como, equivocadamente,
lo considera el actor en la demanda mediante la cual promueve el recurso extraordinario de
casación.
4. Autor quien ejecuta directamente y por su propia mano la conducta, conservando las riendas del
acontecer típico.
"No siempre - ha dicho la Sala** - la conducta se ejecuta de esa manera, pues se suele obrar bien
con otros (coautoría), o recurriendo a la acción de otro a quien se utiliza como instrumento (autoría
mediata), o reforzando la vocación de otros (determinación), o con ayuda de otros (complicidad).
Estas formas de intervención en la ejecución de la conducta punible se manifiesta en los
conceptos de autoría (autor directo, autor mediato o coautor), y en los de la participación
(determinación y complicidad)
________________________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia, 12820, febrero 18 de 2000.
**CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia casación 18856 abril 21 de 2004
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ARAUJO GUERRA, ALVARO ALFONSO
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb., Falsedad
ideológica en documento público, Fraude procesal, Estafa
agravada
PROCESO : 23755
PUBLICADA : Si
169
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Ante todo recuérdese que uno de los principios que rigen a la casación es el de la
trascendencia, según el cual, no basta señalar una hipotética irregularidad para arribar al ámbito
del yerro importante, pues en esta sede es menester comprobar que si no se hubiera caído en
aquél el resultado final habría sido radicalmente diverso del hallado por la judicatura.
2. Como lo ha dicho la Sala, para que un procesado, sin distingo de género, acceda a la detención
domiciliaria en los eventos contemplados en la Ley 750 de 2002, deben converger los siguientes
presupuestos:
a) Que la conducta punible atribuida no esté excluida expresamente, vale decir, que no se trate de
genocidio, homicidio, delitos contra las cosas o personas protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario, extorsión secuestro o desaparición forzada.
b) Que no registre antecedentes penales, salvo por delitos culposos o delitos políticos.
c) Que sea una mujer o un hombre cabeza familia. Para este efecto se acude a la definición
contenida en el artículo 2° de la Ley 82 de 1993, interpretada a la luz de la jurisprudencia de la
Corte Constitucional:
"Artículo 2°. Para efectos de la presente ley, entiéndase por "Mujer Cabeza de Familia", quien
siendo soltera o casada tenga bajo su cargo, económica o socialmente, en forma permanente,
hijos menores propios o de otras personas incapaces o incapacitadas para trabajar, ya sea por
ausencia permanente o incapacidad física, sensorial, síquica o moral del cónyuge o compañero
permanente o deficiencia sustancial de ayuda de los demás miembros del núcleo familiar".
d) Que el desempeño personal, laboral, familiar o social del procesado permita a la autoridad
judicial competente determinar que no colocará en peligro a la comunidad o a las personas a su
cargo, hijos menores de edad o hijos con incapacidad mental permanente.
Los cuatro requisitos señalados en el punto anterior deben verificarse al mismo tiempo, de modo
que si deja de cumplirse uno de ellos, la detención domiciliaria por ser cabeza de familia no tendrá
lugar.
Dicho de otra manera, si uno de tales presupuestos deja de cumplirse ya no sería necesario
analizar la pertinencia de las restantes, porque, sencillamente, ausente una, la detención
domiciliaria ya no procede .
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : COTE ISAACS, HERNAN
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 24155
PUBLICADA : Si
170
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Una forma de distorsión del contenido de las probanzas se genera cuando al apreciarlas se
cercenan aspectos materiales de su contenido que a la postre son trascendentes frente a lo
decidido en el fallo, lo que bien puede ocurrir cuando contándose con varias versiones enfrentadas
de una misma persona se prescinde absolutamente de lo que se dijo en alguna para considerar
una parte como si fuera el todo, tal situación no es la que se verifica en relación con la valoración
realizada por los falladores en cuanto a las anunciadas pruebas.
2. En materia penal rige el principio de libertad probatoria consagrado en el artículo 237 del
estatuto procesal penal, de acuerdo con el cual los elementos constitutivos de una conducta
punible, así como los referidos a la responsabilidad del procesado en general, pueden
demostrarse a través de cualquiera de los medios probatorios reconocidos legalmente, salvo que
la ley exija prueba especial, lo que no sucede en este caso, y en la medida en que su ponderación
se ciña a los parámetros de la sana crítica.
3. La apreciación anterior de carácter general no cuenta con la entidad suficiente para resquebrajar
el fallo, pues parte del presupuesto equivocado de que para inferir el acuerdo previo que
caracteriza la figura de la coautoría en la denominada modalidad impropia es imprescindible la
existencia de prueba directa, dejando de lado que a tal conclusión se puede llegar por vía
indiciaria,
4. La valoración de la constancia también carece de incidencia porque para los casos en que el
servidor público actúa como contratista, según criterio sentado por la Sala, su responsabilidad
penal dimana de la extensión prevista en el artículo 56 de la Ley 80 de 1993, en cuyo caso, por
supuesto no tiene injerencia que haya cometido el hecho "en ejercicio de sus funciones" como se
prevé en el tipo penal que se le atribuye, en tanto su comportamiento se equipara al de un
particular que cumple una función pública en todo lo concerniente a la celebración, ejecución y
liquidación de los contratos estatales. Sobre el particular, en decisión que bien está traer a colación
se precisó lo siguiente:
"Para que la acción del primero se adecue a las previsiones del artículo 144, citado, se requiere
que, en ejercicio de sus funciones, intervenga en la celebración de un contrato con violación del
régimen legal de inhabilidades o incompatibilidades. En cambio, la conducta, en calidad de autor,
del servidor público que actúa como contratista, no se subsume en dicho precepto, directamente,
sino a través del art. 56 del la ley 80 de 1993, pues, por expreso mandato de ella se considera que
obra en ejercicio de sus funciones.
En otros términos, si al tenor del artículo 127 de la C. P. y 8° de la ley 80 de 1993, los servidores
públicos tienen el deber constitucional de no contratar con entidades estatales, por lo que están
inhabilitados para ello, el sentido del artículo 56, ibidem, es el de que comprende no sólo a los
particulares sino, con mayor razón, a los servidores públicos que fungen como contratistas. A los
primeros, para efectos de imputarles la calidad de autores, no sólo les atribuye la calidad de
servidores públicos, sino que considera que actúan en ejercicio de sus funciones. A los segundos,
ni siquiera tiene que endilgarles una calidad que ya poseen, sino que apenas tiene que considerar
que actúan en ejercicio de sus funciones.
Por otra parte, si ésta no fuera la inteligencia de ese precepto, se llegaría al absurdo de que al
particular contratista que celebra un convenio con violación del régimen legal de inhabilidades o
incompatibilidades, se le considera servidor público en ejercicio de sus funciones y, en cambio, al
que ya es servidor público, no.
5. En punto de las intervenciones de los servidores públicos en etapas posteriores a las indicadas
en la referida preceptiva, esto es, en las de ejecución y liquidación del contrato, la Sala ha sido
enfática en precisar que tal situación no estructura el delito en mención, como así lo señaló en la
siguiente decisión que bien está incorporar para sustentar la definición del presente asunto:
predica no sólo de todas las fases previas y concomitantes del contrato, esto es de su formación y
celebración, sino también de aquellas actuaciones administrativas posteriores que implican la
ejecución del mismo, y que se realizan por medio de las denominadas operaciones administrativas
a través de las cuales se persigue ejecutar la voluntad de la administración plasmada en el
contrato, en orden a buscar su efectivo cumplimiento y la satisfacción del interés general, y
particular de la entidad contratante.
Y el tipo de contrato sin cumplimiento de requisitos legales esenciales, por su parte, encuentra
realización cuando se tramita, celebra, o liquida inobservando el cumplimiento de los requisitos
legales esenciales, sin que el legislador hubiere previsto para la configuración de este delito lo
relativo a los requisitos legales esenciales para la ejecución del contrato, pues de la celebración
del contrato hace un salto a la fase de liquidación, y deja la materia propia de la ejecución a la
descripción del delito de interés indebido en la contratación, o a cualquier otro delito que pueda
tipificarse durante ella, por ejemplo falsedad, concusión, cohecho, peculado, etc..
Y es que en la fase de ejecución del contrato, el servidor público puede interesarse en que, por vía
de ejemplo, la entidad o persona contratista vincule como operarios o consultores a determinadas
personas, o se adquieran determinados bienes con alguna empresa en particular, o se beneficie a
la entidad contratista mediante la no declaración de caducidad del contrato a pesar de su
incumplimiento, o se deje de aplicar alguna otra sanción contractual o legalmente prevista, o se
permita entregar los bienes o servicios en cantidad o calidad inferior a la contratada, o en plazos o
en lugar distintos de los pactados.
No se trata, pues, de un olvido del legislador de incluir en el tipo de violación del régimen legal de
inhabilidades e incompatibilidades la intervención indebida del servidor público en la fases de
ejecución y liquidación, pues acorde con la previsión establecida en el artículo 8 de la ley 80 de
1993, las inhabilidades e incompatibilidades no sólo son taxativas, sino que se predican de la
participación "en licitaciones o concursos y para celebrar contratos con las entidades estatales", no
de la etapa de ejecución, pues en ella, la voluntad de la administración plasmada en el contrato
administrativo se manifiesta, como se ha dejado expuesto, a través de las denominadas
operaciones administrativas que corresponden a un fenómeno posterior a su existencia y
perfeccionamiento y con el que se busca materializar el consentimiento expresado en aquél, es
decir, hacerlo operante desde el punto de vista de su eficacia.
En tal medida, durante la fase de ejecución del contrato no solo existen obligaciones para la
entidad contratante, sino prerrogativas que le permiten exigir del contratista el cumplimiento de lo
convenido en los términos acordados, que se realice dentro de los plazos pactados, en el lugar
estipulado, la continuación en la ejecución de lo convenido, el derecho de dirigir y de controlar su
ejecución, así como la potestad de modificar unilateralmente los términos pactados para ajustarlos
a las reales necesidades de la administración, pudiendo incluso rescindir el contrato o aplicar las
sanciones legal o contractualmente previstas para el caso de incumplimiento.
Debido a ello, dada la característica material que ostenta la fase de ejecución contractual, por ende
de las operaciones administrativas a través de las cuales se realiza, termina siendo un
contrasentido aplicar en dicha etapa un régimen de inhabilidades e incompatibilidades previsto
para las fases previas y de celebración de contratos con el evidente riesgo de incurrir en la
utilización excesiva de elementos normativos que en la práctica conducirían a dejar en manos del
juez la determinación del alcance del tipo penal"** .
6. Así las cosas, como no se remite a duda que la conducta del procesado consistente en expedir
la aludida certificación de cumplimiento de la obra, punto sobre el cual coinciden los
sentenciadores de instancia, constituye un acto de intervención en la etapa de liquidación del
contrato que no sanciona el tipo penal de violación al régimen legal de inhabilidades e
incompatibilidades, razonable se impone colegir que efectivamente se presentó en su caso una
violación directa la ley sustancial por aplicación indebida del artículo 144 del Decreto 100 de 1980,
modificado por la Ley 80 de 1993 y por los artículos 18 y 32 de la Ley 190 de 1995, por haber
extendido su alcance a una situación no prevista en este tipo penal.
_____________________________________________
*Sentencia de fecha abril 25 de 2002, rad. 16408.
**Sentencia del 20 de mayo de 2003, rad. 14699.
172
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : Casa parcialmente absolviendo a uno de los procesados
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : ROJAS CASTRO, ALVARO
PROCESADO : BARRERA DURAN, EDILBERTO
PROCESADO : CASTILLO SORIANO, JOSE RICARDO
PROCESADO : AGUDELO SORIANO, ARCELIA
DELITOS : Violación al R. de incompa. e inhab.
PROCESO : 23616
PUBLICADA : Si
COAUTOR-Cómplice
1. En la sentencia de casación del 22 de mayo de 2003, radicado No. 17.457, la Sala realizó un
pertinente recuento histórico sobre las posiciones jurisprudenciales que se han sostenido durante
más de dos décadas para diferenciar los conceptos de coautoría y complicidad, recuento que por
su pertinencia para dilucidar el caso que se debate, se rememora en esta oportunidad:
"(...) partiendo de la existencia legal de la coautoría y con el ánimo de distinguir entre autores
materiales y cómplices, dijo el 9 de septiembre de 1980:
""Serán coautores quienes a pesar de haber desempeñado funciones que por sí mismas no
configuren el delito, han actuado como copartícipes de una empresa común -comprensiva de uno
o varios hechos- que, por lo mismo, a todos pertenece como conjuntamente suya; y serán
cómplices quienes, sin haber realizado acción u omisión por sí misma constitutiva de delito o
delitos en que participan, prestan colaboración o ayuda en lo que consideran hecho punible ajeno"
(M. P. Alfonso Reyes Echandía).
""Cuando son varias las personas que mancomunadamente ejecutan el hecho punible, reciben la
calificación de "coautores", en cuyo caso lo que existe, obviamente, es una pluralidad de autores.
Por manera que llamar autores a los coautores no constituye incongruencia alguna, ni sustancial
error" (11 de agosto de 1981, M. P. Alfonso Reyes Echandía).
"Unos años más tarde, hizo hincapié en la presencia de la coautoría en el Código Penal de 1980,
cuando afirmó que:
"Por si existieran dudas, la Corte fue aún más enfática el 10 de mayo de 1991:
""Las legislaciones que dan preferente acogida a la teoría del dominio de la acción (para otros, por
diferente camino pero confluyendo al mismo objetivo, la causa eficiente o la conditio sine qua non,
etc) suelen destacar esta vocación con términos que la dan a entender (vgr. cooperar a la
ejecución del hecho con un acto sin el cual no se hubiera efectuado). Pero quien lea nuestros
artículos 23... y 24... no podrá encontrar esa connotación, pues el articulado se muestra más
favorable a incluir un número mayor de partícipes, en calidad de autores, que los que usualmente
sus intérpretes piensan o imaginan. La tesis restrictiva de la autoría (solo son tales los que
ejecutan directamente la acción típica mandada por la ley), nunca ha encontrado respaldo en
nuestra doctrina y jurisprudencia nacionales. Por el contrario impera la extensiva, la que no
173
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
pretende, como su nombre bien lo indica, disminuir el número de autores, sino ampliarlo... Con
esta tendencia nuestro estatuto se adscribe a la corriente legislativa y hermenéutica que trata de
imperar en el mundo actual del derecho penal: la complicidad secundaria se bate en retirada bajo
la consideración, en especial, "de integrar en la autoría todas las actividades dimanantes de un
mutuo acuerdo o plan, que genera ... una responsabilidad "in solidum" de todos los partícipes,
cualquiera que fuese el acto de su intervención" (M. P. Gustavo Gómez Velásquez).
""En oposición a lo que estima el recurrente, el concepto de coautor no constituye una creación
jurisprudencial, porque si a voces del diccionario, por tal se debe entender al "Autor o autora con
otro u otros", es incuestionable que no se trata de una invención, ni de que la Sala legislara,
porque, en últimas, el coautor es un autor, sólo que lleva a cabo el hecho en compañía de otros.
Así, es claro que no hubo omisión legislativa alguna y que el artículo 23 del Estatuto Penal de 1980
previó, dentro del concepto de autoría, la realización de la conducta por parte de una o varias
personas. El sentido natural y obvio de las palabras no tornaba indispensable que en la disposición
se incluyera la definición de coautor, cuando quiera que es una variable de la de autor" (Sentencia
del 12 de septiembre del 2002, radicación número 17.40)"".
2. En esa misma oportunidad* , también destacó la Corte la dificultad que a nivel doctrinal se había
evidenciado alrededor de los criterios para diferenciar la coautoría de la complicidad,
especialmente cuando los copartícipes intervienen en el momento consumativo del hecho punible,
como sucede en el caso que hoy examina la Sala, aspecto sobre el cual se clarificó que:
"(...) Basta, sin embargo, para despejar el equívoco y dejar en claro la objetividad legal de la
distinción, precisar, en uno y otro caso, si el actor se halla ligado finalísticamente o no a la
realización de la conducta. En la primera hipótesis, cuando brinda colaboración posterior a un
hecho punible del cual hace parte, por razón de su compromiso objetivo y subjetivo con sus
resultados, se trata de un coautor. Pero si esa ayuda es de mera coadyuvancia externa a los fines
de los integrantes de la empresa común, despojada de alianza anímica con los propósitos últimos
de sus autores directos, quien así actúa es cómplice del hecho punible."
De acuerdo con esta última conclusión, que hoy reitera la Sala, bastará conjugar elementos
objetivos y subjetivos en la consumación de la conducta, para diferenciar la coautoría y la
complicidad, en la medida en que para que una persona pueda ser considerada coautora de un
delito, no sólo se exige su voluntad incondicional de realizarlo, sino también su contribución
objetiva, es decir, la importancia de su aporte en la fase ejecutiva, pues ello es lo que en últimas
determina el llamado "codominio del hecho", entendiendo como "hecho" el proceso causal que con
la conducta se pone en marcha.
De allí que sólo quien domina el hecho puede ser tenido como autor; mientras que el cómplice es
aquél que simplemente presta una ayuda o brinda un apoyo que no es de significativa importancia
para la realización de la conducta ilícita, es decir, participa sin tener el dominio propio del hecho.
_____________________________________
*Fallo de casación 17.457 del 22 de mayo de 2003.
174
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2006
DECISION : Casa parcialmente reajustando la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Popayán
NO RECURRENTE : SANCHEZ ALVARADO, GELVER
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 22327
PUBLICADA : Si
2. En la conducta punible de peculado culposo incurre el servidor público que en relación con
bienes del Estado o de empresas o instituciones en que éste tenga parte, o de bienes de
particulares cuya administración y custodia se le haya confiado por razón de sus funciones, por
culpa dé lugar a que se extravíen, pierdan o dañen.
Por culpa ha sido entendido la actitud consciente de la voluntad que determina la verificación de la
conducta típica y antijurídica por omisión del deber de cuidado que le era exigible al actor de
acuerdo con sus condiciones personales y las circunstancias en que actuó.
Ese deber de cuidado ha de referirse a una persona determinada en una situación específica, que
ha de obrar con las precauciones que ha podido y debido emplear para evitar la producción de un
resultado que afecte bienes jurídicamente amparados.
______________________
*Así lo establece el artículo 23 de la ley 599 de 2000.
175
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. De otro lado, la jurisprudencia de la Sala de Casación Penal ha sido "conteste por principio
para afirmar que la concreción fáctico-jurídica de la acusación determina los límites del
juzgamiento y del fallo. En esas condiciones, éste no puede, so pena de generar inconsonancia,
agregar nuevas conductas, adicionar circunstancias de agravación punitiva o desconocer las de
atenuación reconocidas por la fiscalía, ni modificar desfavorablemente el grado o formas de
participación o culpabilidad"*.
2. Con base en los lineamientos normativos del Código de Procedimiento Penal de 1991,
(Decreto 2700), la Corte indicó "cuáles son los fundamentos y el alcance del principio procesal
de la congruencia. Ello a partir de que la resolución de acusación es acto fundamental del proceso
dado que tiene por finalidad garantizar la unidad jurídica y conceptual del mismo, delimitar el
ámbito en que va a desenvolverse el juicio y, en consecuencia, fijar las pautas del proceso
como contradictorio. Por eso la ley regula los presupuestos procesales de la acusación (art. 438),
sus requisitos sustanciales (art. 441) y su estructura formal (art. 442). Por eso también la
ley, al regular la estructura de la sentencia recoge el concepto de acusación como punto de
referencia obligado (art. 180 # 1,3,5,7) y señala como vicio de la misma, demandable en casación,
su falta de correspondencia (art. 220 #2)"**.
Frente a ello es indispensable destacar que para llegar a dicha conclusión, se hace necesario
establecer, en cada evento, si las funciones que debe prestar el particular por razón del acuerdo o
de la contratación, consiste en desarrollar funciones públicas o simplemente se limita a realizar un
acto material en el cual no se involucra la función pública propia del Estado, pues esa situación
define su calidad de servidor público a partir del momento que suscriba el convenio.
Por ello, si el objeto del contrato administrativo no tiene como finalidad transferir funciones públicas
al contratista, sino la de conseguir la ejecución práctica del objeto contractual, con el fin de realizar
materialmente los cometidos propios del contrato, necesario es concluir que la investidura de
servidor público no cobija al particular.
Contrario sería cuando por virtud del contrato, el particular adquiere el carácter de concesionario,
administrador delegado o se le encomienda la prestación de un servicio público a cargo del
Estado, el recaudo de caudales o el manejo de bienes públicos, actividades éstas que
necesariamente llevan al traslado de la función pública y, por lo mismo, el particular adquiere,
transitoria o permanentemente, según el caso, la calidad de servidor público.
Ello tiene su razón de ser jurídica, en la medida en que la función pública radica en cabeza del
Estado. Sin embargo, como la Constitución y la ley prevén que es posible delegar dicha función,
lógico es concluir que el particular, adquirente de la función pública, se convierta en servidor
público.
En síntesis, cuando el particular, con motivo de la contratación pública, asume funciones públicas
propias del Estado, se encuentra cobijado con la investidura de servidor público. Por el contrario,
cuando dicho particular presta sus servicios para ejecutar obras de utilidad pública u objetos
similares, no pierde esa calidad, en la medida en que su labor constituye una utilidad pública por
razón del servicio contratado y no una función pública.
Sobre este puntual tema, la Jurisprudencia de la Sala ha dicho "el particular que contrata
con la administración pública se compromete a ejecutar una labor o una prestación conforme al
objeto del contrato y, en virtud de ese convenio, de conformidad con los artículos 123, inciso
3°, y 210, inciso 2°, de la Carta Política, en armonía con el inciso 2° del artículo 20 del
Código Penal de 2000, -63 del estatuto represor anterior- puede ejercer funciones públicas
temporalmente o en forma permanente, siendo la naturaleza de esa función la que permite
determinar si puede por extensión asimilarse a un servidor público para efectos penales; ejemplo
de tales eventualidades son las concesiones, la administración delegada o el manejo de bienes o
recursos" (se subrayó)***.
____________________________________________
*Casación 21900 del 20 de abril de 2004. Ver también casaciones 18457 del 14 de febrero de 2002, 15787
del 21 de enero de 2004 y 21287 del 4 de agosto de 2004, entre otras.
**Casación 13588 del 3 de noviembre de 1999.
***Ver casación 19695 del 13 de julio de 2005.
Sentencia Casación
FECHA : 13/03/2006
DECISION : Casa parcialmente, declara prescrip. ,cesa todo proc., niega
otra petición
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : MEJIA ALVAREZ, FERNANDO HELY
PROCESADO : GARZON BEJARANO, ORLANDO
NO RECURRENTE : MENDOZA ALFONSO, ABRAHAM
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica en
documento público
PROCESO : 24833
PUBLICADA : Si
177
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
I) Las prohibiciones contenidas en el artículo 11 de la Ley 733 del 2002 no son aplicables a los
delitos de secuestro, extorsión, secuestro extorsivo, terrorismo y conexos cometidos a partir del 1º
de enero del 2005 en los distritos en los que rige a plenitud la Ley 906 del 2004, por las siguientes
razones:
1. La reducción de pena por sentencia anticipada y por confesión, por insubsistencia de la norma
en cuanto ninguna de las figuras aparece reproducida en el nuevo Código de Procedimiento Penal.
II) Si uno de los pilares en los que descansa la prohibición de reforma peyorativa es el principio
que se expresa en la fórmula tantum devolutum quantum appelatum , que impone como obligatoria
la sustentación del recurso de apelación al punto que no hacerlo implica forzosamente que la
impugnación se declare desierta, es claro que el superior no puede pronunciarse sino sobre lo que
es materia de discusión.
Y como el recurso no se limita a solicitar una determinada decisión sino que debe indicar las
razones por las que la petición ha de ser atendida, a esos dos aspectos se debe reducir el
pronunciamiento del Ad quem porque de lo contrario excedería la competencia que deriva de la
inconformidad del recurrente, circunscrita al contenido del reclamo.
III) Un adecuado trabajo de dosificación punitiva que corrija los yerros en que incurrieron las
instancias, debe tener en cuenta que primero se establece la pena que corresponde al tipo básico
con el incremento señalado por el artículo 14 de la Ley 890 del 2004; luego se aumenta en
consideración a las circunstancias específicas de agravación, observando lo dispuesto por el
artículo 60-2 del Código Penal, y se aplica la disminución punitiva por la reparación (artículo 269
id.). Posteriormente se determinan los cuartos a que se refiere el artículo 61 ibídem, atendiendo,
para efectos de la selección del ámbito de movilidad, las circunstancias de mayor punibilidad que
expresamente se hubieren imputado fáctica y jurídicamente en la acusación, por lo menos cuando
ésta traduce el acuerdo al que llegaron la fiscalía y el imputado, en virtud del allanamiento
expresado por éste en la audiencia preliminar.
Después se hacen de manera sucesiva las rebajas punitivas en razón de la tentativa (artículo 27
del Código Penal), y el allanamiento a la imputación (artículo 351 del Código de Procedimiento
Penal).
Aun cuando la Comisión Constitucional Redactora del código no dejó de ocultar su inclinación por
una imputación fáctica, no debe perderse de vista que la íntima conexión entre el derecho penal
sustancial y el instrumental, permite afirmar que éste solo puede ocuparse de la investigación de
conductas previamente definidas en la ley, razón por la cual la imputación jurídica resulta siendo
esencial, máxime tratándose de la aceptación de cargos o de formas de terminación abreviada del
proceso.
178
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Y bien:
El artículo 488 de la ley 906 de 2004, que define el principio de congruencia, dispone que "el
acusado no podrá ser declarado culpable por hechos que no consten en la acusación, ni por
delitos por los cuales no se ha solicitado condena."
Esta distinción (hechos por delitos) no corresponde a una mera diferenciación lingüística para
brindarle coherencia semántica al texto, sino una referencia explícita a la imperiosa urgencia de
guardar la congruencia jurídica, pues son hechos jurídicamente relevantes los que se han de
consignar en la decisión acusatoria (artículo 337 del código de procedimiento penal), y que luego
en la exposición oral se deberán exponer en forma circunstanciada (artículo 442 idem).
Diríase incluso que en un proceso con todas sus etapas, con controversia probatoria y juicio oral,
las exigencias serían menores, pues la narración de los hechos jurídicamente relevantes
consignados en el escrito de acusación pueden variar y complementarse en la alegación final en la
cual se debe presentar de manera circunstanciada la conducta (artículo 443 de la ley 906 de
2004), mas no así en los procesos abreviados en donde la conducta debe tipificarse con la mayor
precisión dado que se renuncia al derecho a no autoincriminarse y a tener un juicio oral y público
(artículo 350 numeral 2 ley 906 de 2004).
En ese orden, puede afirmarse que en materia de terminaciones abreviadas del proceso, no es
suficiente con la imputación fáctica, pues al aceptar el procesado la responsabilidad debe quedar
en claro cual es jurídicamente la conducta por la que se procede, no solo por respeto al principio
de lealtad que se materializa en el principio de congruencia, sino porque si se condena al sindicado
por una conducta punible diferente, se le vulnera el derecho constitucional a la no
autoincriminación al cual renuncia (artículo 33 de la Constitución Política).
Si así es, la tensión entre la eficacia que el modelo persigue y las garantías tiene que resolverse a
favor de éstas.
Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2006
DECISION : Casa oficiosamente, reajusta pena, confirma otorgación de
subrogado de pri. inst
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ROMERO GONZALEZ, JOSE
PROCESADO : RAMIREZ ENCISO, EDGAR ENRIQUE
DELITOS : Tentativa de extorsión
PROCESO : 24052
PUBLICADA : Si
179
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Si la remoción del proceso tiene por finalidad contrarrestar factores externos de perturbación en el
ejercicio de la actividad judicial, como lo tiene dicho la Sala, la orfandad probatoria que rodea la
presentación de los argumentos de la petición del procesado impide que la Corte sopese la
verdadera magnitud de las condiciones de inseguridad personal y familiar argüidas,
desconociéndose si dichas circunstancias se derivan de la situación generalizada de violencia que
agobia al territorio nacional, o ellas provienen y tienen relación vinculante con los hechos objeto de
juzgamiento.
Una vez más reitera la Sala, si de la seguridad personal de los sujetos procesales se trata, amén
de corresponderle al Estado velar por ella a través de los organismos competentes, por parte
alguna aparece acreditada la conexidad evidente entre la circunstancia de inseguridad expuesta
lacónicamente por el peticionario, con el trámite procesal cuyo cambio de radicación persigue.
Como que ni siquiera prueba sumaria de tales condiciones aporta, quizás con la vana pretensión
de que sea la Sala la que asuma esa carga, a efecto de que allegue los elementos de juicio
tendientes a la demostración de sus asertos.
Cambio de Radicación
FECHA : 14/03/2006
DECISION : Niega cambio de radicación
PROCEDENCIA : Juzgado P.C.
CIUDAD : Calarcá
PROCESADO : OCHOA CIFUENTES, RAFAEL HERNANDO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 25176
PUBLICADA : Si
1. En cualquiera de las hipótesis establecidas por la jurisprudencia y la doctrina como criterios para
determinar el lugar de la ocurrencia del hecho, tales como el lugar de realización de la acción,
según el cual el hecho se entiende cometido en el lugar donde se llevó a cabo total o parcialmente
la exteriorización de la voluntad; la del resultado que estima realizado el hecho donde se produjo el
efecto de la conducta; y, la teoría de la ubicuidad o mixta que considera cometido el hecho donde
se efectuó la acción de manera total o parcial, como en el sitio donde se produjo o debió
producirse el resultado, la Sala encuentra que las conductas atribuidas por el Tribunal Distrital de
los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida a (.......), traspasaron las fronteras colombianas,
de lo cual surge que se satisface la condicionante constitucional de que el hecho haya sido
cometido en el exterior.
2. Como quiera que según lo expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores dentro de este trámite,
no existe tratado de extradición aplicable en el ordenamiento interno entre Colombia y los Estados
Unidos de América, el concepto debe fundamentarse en lo dispuesto por el Código de
Procedimiento Penal colombiano y por ello corresponde a la Sala, según lo indicado en el artículo
520 del referido ordenamiento, realizar el respectivo análisis sobre la validez formal de la
documentación allegada por el país requirente, la demostración plena de la identidad de la persona
solicitada, la concurrencia de la doble incriminación, esto es, que el hecho que motiva la solicitud
de extradición tanto en el Estado reclamante como en Colombia esté previsto como delito y
además que en la legislación interna esté sancionado con pena privativa de la libertad cuyo
mínimo no sea inferior a cuatro (4) años. También es necesario establecer la equivalencia de la
providencia proferida en el extranjero con la acusación del sistema procesal colombiano.
180
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
3. La validez formal de la documentación apunta a verificar que los soportes con base en los
cuales el Estado requirente solicita la entrega de una persona en extradición, se sujeten a las
referidas exigencias formales.
4. Como quiera que según expresa el Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida,
Juan Antonio González, la pena máxima por violación al capítulo 21 del Código de los Estados
Unidos, Sección 846 por la cual se acusa a(.......), es la de "cadena perpetua" y ella en Colombia
está prohibida (artículo 34 de la Carta Política), el Gobierno Nacional está en la obligación de
condicionar la entrega de la persona solicitada, en el evento de que acceda a la extradición, a que
dicha pena no sea impuesta. Y también a que el requerido no pueda ser en ningún caso juzgado
por un hecho anterior ni distinto a los que motivan la extradición, ni sometido a tratos crueles,
inhumanos o degradantes, y a que se tenga como parte de la pena que pueda llegar a imponerse
en el país requirente el tiempo que ha permanecido en detención en virtud del presente trámite que
lo es desde el 5 de noviembre de 2005.
Auto Extradición
FECHA : 14/03/2006
DECISION : Concepto favorable
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : SHAIKH REYES, FAROUK
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 24879
PUBLICADA : Si
1. Ya en punto del tema que ocupa la atención de la Sala se tiene que la Corte Constitucional
declaró inexequible el Decreto 245 de 2003, por cuyo medio se prorrogó la vigencia del Estado de
Conmoción Interior declarado mediante el Decreto 1837 de 2002 y prorrogado por el Decreto 2555
de 2002, por el término de noventa (90) días calendario contados a partir del 6 de febrero de 2003,
ordenamiento en virtud del cual también se dispuso la prórroga del Decreto 2001 de 2002, el cual
establecía en el numeral 24 de su artículo 1º que los jueces penales del circuito especializados
eran competentes para conocer del delito de que trata el artículo 366 del estatuto penal, salvo
cuando se tratara del comportamiento de portar armas de uso privativo de las fuerzas armadas.
Así las cosas, es evidente que con la referida declaratoria de inexequibilidad, las normas ordinarias
que habían sido suspendidas en virtud de dicha legislación de excepción recobraron su vigencia en
forma tal que sin duda alguna son las llamadas a regir el presente asunto en punto de la
competencia, como acertadamente lo señaló el Juzgado Especializado.
Precisado lo anterior, se advierte que el numeral 5º del artículo 5º transitorio de la Ley 600 de 2000
dispone que los jueces penales del circuito especializados conocen del delito de fabricación y
tráfico de armas de uso privativo de las fuerzas armadas, de donde se concluye que el porte de
dichas armas corresponde a los jueces penales del circuito en razón de la cláusula general de
competencia establecida en el literal b, inciso 1º del artículo 77 de la Ley 600 de 2000.
181
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sobre el particular ha puntualizado la Sala que "de las conductas a que se refiere el artículo 366,
ibídem (Ley 599 de 2000, se aclara), son de competencia del juez penal del circuito especializado,
la fabricación y el tráfico de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Militares y de
municiones para las mismas, entendiendo en la expresión "tráfico", la importación, la reparación,
el almacenamiento, la conservación, la adquisición y el suministro. Y son de competencia del juez
del circuito, el porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas y de municiones para las
mismas" (subrayas fuera de texto).
3.De conformidad con el numeral 1º del artículo 257 de la Carta Política la facultad de establecer la
división del territorio nacional con efectos judiciales corresponde al Consejo Superior de la
Judicatura en su Sala Administrativa, facultad que igualmente comprende la de ubicar y trasladar
los despachos judiciales atendiendo los requerimientos de la administración de justicia, lo que le
permite igualmente tomar medidas de descongestión de los despachos judiciales remitiendo
procesos a otros circuitos y distritos para pronunciamientos determinados, aunque no con los
resultados esperados, como ha podido precisar la Corte en fallos de tutela, en cuyo caso ha
precisado de manera concreta el número de procesos y los despachos a los que se adjudica tal
labor.
Luego, las determinaciones que en tal sentido profiere el Consejo Superior de la Judicatura
modifican la competencia no solo de los procesos que se encuentren en la etapa de investigación
sino de los que están en fase de juzgamiento, en virtud a que una vez entran en vigencia las
normas de carácter administrativo que modifican la competencia de los despachos judiciales,
deben dársele todos los efectos que conllevan en concordancia que las disposiciones procesales
que rigen los diversos asuntos.
FECHA : 14/03/2006
DECISION : Juzgado Promiscuo del Circuito de San Pedro de los
Milagros
PROCEDENCIA : Juzgado 18 P.C.
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : PEREZ PALACIO, BERNARDO ANIBAL
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 25139
PUBLICADA : Si
1. Ya en punto del tema que ocupa la atención de la Sala se tiene que la Corte Constitucional
declaró inexequible el Decreto 245 de 2003, por cuyo medio se prorrogó la vigencia del Estado de
Conmoción Interior declarado mediante el Decreto 1837 de 2002 y prorrogado por el Decreto 2555
de 2002, por el término de noventa (90) días calendario contados a partir del 6 de febrero de 2003,
ordenamiento en virtud del cual también se dispuso la prórroga del Decreto 2001 de 2002, el cual
establecía en el numeral 24 de su artículo 1º que los jueces penales del circuito especializados
eran competentes para conocer del delito de que trata el artículo 366 del estatuto penal, salvo
cuando se tratara del comportamiento de portar armas de uso privativo de las fuerzas armadas.
Así las cosas, es evidente que con la referida declaratoria de inexequibilidad, las normas ordinarias
que habían sido suspendidas en virtud de dicha legislación de excepción recobraron su vigencia en
forma tal que sin duda alguna son las llamadas a regir el presente asunto en punto de la
competencia, como acertadamente lo señaló el Juzgado Especializado.
Precisado lo anterior, se advierte que el numeral 5º del artículo 5º transitorio de la Ley 600 de 2000
dispone que los jueces penales del circuito especializados conocen del delito de fabricación y
tráfico de armas de uso privativo de las fuerzas armadas, de donde se concluye que el porte de
dichas armas corresponde a los jueces penales del circuito en razón de la cláusula general de
competencia establecida en el literal b, inciso 1º del artículo 77 de la Ley 600 de 2000.
Sobre el particular ha puntualizado la Sala que "de las conductas a que se refiere el artículo 366,
ibídem (Ley 599 de 2000, se aclara), son de competencia del juez penal del circuito especializado,
la fabricación y el tráfico de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Militares y de
municiones para las mismas, entendiendo en la expresión "tráfico", la importación, la reparación,
el almacenamiento, la conservación, la adquisición y el suministro. Y son de competencia del juez
del circuito, el porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas y de municiones para las
mismas" (subrayas fuera de texto).
183
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Si ello es así, como en el caso que se examina la calificación de servicios fue efectuada por la
Presidencia de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, cuerpo colegiado que en materia
administrativa no tiene superior jerárquico, el recurso de apelación es improcedente, y la Sala de
Casación Penal carece de facultad jurídica para emitir un pronunciamiento de fondo.
"1.Ha sido doctrina reiterada de la Corte, amparada -principalmente- en el artículo 115 de la Ley
270 de 1996, que "las Corporaciones Judiciales son administrativamente autónomas en la
designación y manejo de los empleados a su servicio, con sujeción, desde luego, al respectivo
régimen de carrera", razón por la cual ellas "carecen de un superior administrativo en lo que hace a
la administración del personal a su cargo, dada su calidad de nominadora" .*
Por tal razón, en diversas ocasiones ha concluido que su Sala Plena no es competente para
conocer de los recursos de apelación interpuestos contra las decisiones disciplinarias adoptadas
por los Tribunales en relación con sus empleados, puesto que asumir ese conocimiento
comportaría afirmar la existencia de un poder jerárquico respecto de estos, en cuanto al
cumplimiento de sus funciones administrativas y, por contera, un deber de subordinación de dichas
Corporaciones frente a la Corte, que únicamente se presenta en el orden funcional, como máximo
Tribunal que es de la jurisdicción ordinaria (art. 234 C. Pol.), pero no, se itera, en el campo de las
tareas administrativas, entre las que se cuenta la disciplinaria.
A ello no se opone que la Corte, según el caso, ex lege, sea el organismo nominador de los
Magistrados de los Tribunales y, en cuanto tal, el encargado de otorgarles licencias o comisiones
de servicios, así como evaluar la calidad de sus decisiones para la calificación de servicios, pues la
nominación de un funcionario y el cumplimiento de las tareas anejas a esa atribución, no implica,
en todos los casos, la existencia de un inexorable y general poder de subordinación en el ámbito
administrativo. Por eso el Consejo de Estado, al ocuparse de la misma materia que concita la
atención de la Corte, puntualizó que "la facultad nominadora no siempre implica superioridad
administrativa (tales los casos de Magistrados de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la
Judicatura, miembros del Consejo Nacional Electoral, Auditor General de la República
-Magistrados de la Corte Constitucional, agrega la Sala-), máxime si se tiene en cuenta que, como
en el presente asunto, los Tribunales son Corporaciones administrativamente autónomas en la
designación y manejo de los empleados a su servicio, con sujeción desde luego al régimen legal
de los mismos. De otra manera, al tenor de lo dispuesto en el artículo 228 superior, la
administración de justicia es función pública, su ejercicio desconcentrado y autónomo, es decir,
184
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Si bien la providencia mencionada se refiere en concreto a la función disciplinaria, por ser ésta -en
tratándose de empleados judiciales- una gestión exclusivamente administrativa, impera la misma
lógica para el caso de la calificación de servicios de los empleados judiciales, que igualmente se
concreta en actos administrativos, regidos en todos sus aspectos por la normativa de esa
especialidad.
2. En la estructura institucional del Estado, las Salas de los Tribunales Superiores no cuentan con
un superior jerárquico en lo administrativo -la Corte Suprema de Justicia no lo es- y por ende sus
actos administrativos no tienen recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia.
Debe quedar claro que la validez del anterior aserto, es decir, que no es procedente el recurso de
apelación para la calificación de servicios, se restringe a los eventos en los cuales quien califica es
la Sala de especializada del Tribunal Superior, toda vez que las Salas de Decisión de los Tribunales
Superiores no tienen superior jerárquico en lo administrativo.
Ni la Sala Plena del mismo Tribunal, ni la Corte Suprema de Justicia tienen el carácter de superior
jerárquico de las Salas de Decisión de los Tribunales Superiores, en lo que tiene que ver con
temas administrativos.
Existen eventos donde el recurso de apelación contra la calificación de servicios sí procede, como
por ejemplo, cuando el Secretario de una Sala Penal de Tribunal Superior es quien califica los
servicios de un Auxiliar Judicial adscrito a la misma secretaría; ese acto administrativo tiene
recurso de reposición ante el mismo Secretario y recurso de apelación ante la Sala Penal.
___________________
*Autos del 22 de febrero de 2001 y 7 de febrero de 2002, entre otros.**Auto del 19 de octubre de
1999. Rad. : DIS-002.
1. Sobre el denominado "elemento subjetivo" que debe ser valorado por el Juez para otorgar o
negar la suspensión condicional de la ejecución de la sanción impuesta, el estudio debe partir de la
norma sustantiva, el artículo 63.2 del Código Penal, conforme con la cual ese derecho debe ser
reconocido cuando quiera
185
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Que los antecedentes personales, sociales y familiares del sentenciado, así como la modalidad y
gravedad de la conducta punible sean indicativos de que no existe necesidad de ejecución de la
pena (subraya la Sala).
Es nítido que para el reconocimiento del derecho, en casos concretos como este, no hay lugar a
considerar los antecedentes penales, entendiendo por estos, de conformidad con el artículo 248 de
la Constitución Política, "Únicamente las sentencias proferidas en sentencias judiciales en forma
definitiva", porque el legislador los limitó a los personales, sociales y familiares.
La Sala aclara al casacionista que la inexistencia física del fallo en modo alguno sería óbice para
tener por probado el hecho. En efecto, ya fue explicado que los informes de Policía Judicial fueron
ordenados y anexados legalmente, de donde surge que su contenido constituye un tema de
prueba.
En ese contexto, en el "Informe ejecutivo" del 28 de abril del 2005 se da cuenta de la existencia de
una sentencia de condena a 24 meses de prisión y que "actualmente la pena se encuentra para
extinguir", afirmación que permite inferir válidamente la ejecutoria del fallo, toda vez que de no ser
así mal podría "extinguirse una pena", pues en tal supuesto la cesación se pregonaría de la
"acción", no de la "pena".
Desde este punto de vista, en el proceso estaría probado el antecedente penal, esto es, la
concurrencia de una sentencia condenatoria.
2. Una de las características principales del estatuto expedido mediante la Ley 906 del 2004, que
instauró el denominado "proceso acusatorio oral", es la de haber implementado un "sistema de
partes", en el entendido que, por principio, a éstas corresponde la carga de la prueba de lo que
aspiran a lograr del Juez.
3. Respecto de la Fiscalía, cuando reclame la intervención del Juzgador para pedirle un fallo de
condena, es obligación suya la demostración de todos los elementos relacionados con la conducta
punible y la responsabilidad el acusado, pero también la de aquellos que puedan sustentar la
forma en que deben ser aplicadas las consecuencias del delito. Se entiende, entonces, que si un
hecho puede influir en el reconocimiento o no de un subrogado penal, tiene el deber de verificar el
tema más allá de cualquier duda razonable.
El mandato es desarrollado por los artículos 336 y siguientes, 356 y sucesivos, y 372 en adelante,
en virtud de los cuales en la acusación la Fiscalía debe descubrir las pruebas que quiere hacer
valer en el juicio y que solo hay lugar a decretar y estimar aquellas que hayan sido pedidas.
(a) Cuando un cambio legislativo varíe favorablemente las circunstancias que fueron consideradas
por el fallador para negarla.
(c) En los eventos previstos en el artículo 461 del Código de Procedimiento Penal. La norma
dispone que puede ordenar
Entonces, el Juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad está facultado para resolver
sobre el tema tratado, perspectiva desde la cual una determinación oficiosa del Tribunal, en sede
186
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
de segunda instancia, lesiona esa potestad, en el entendido evidente de que aquel, mañana,
estaría condicionado por la posición asumida por su superior funcional.
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : Casa oficiosa y parcialmente
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MARIN CUBILLOS, JOSEFINA
PROCESADO : BURGOS CORREDOR, EPIMENIO
DELITOS : Homicidio, Defraudación a los derechos pat. de autor
PROCESO : 24530
PUBLICADA : Si
Si bien es cierto, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 79-8 de la Ley 600 de 2000, la
competencia para conocer de la ejecución de la sentencia condenatoria en los casos de
procesados o condenados que gocen de fuero constitucional o legal permanece en la autoridad
judicial de conocimiento, advierte la Corte que con la entrada en vigencia de la Ley 906 de 2004,
tal precepto resulta inaplicable por restrictivo en los casos de única instancia de que conoce la
Corporación, al no permitir la impugnación de sus decisiones ya que la Corte Suprema de Justicia
es el Máximo Tribunal de la Jurisdicción Ordinaria en el país, "en tanto que al asignarla al Juez de
Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad el nuevo Código de Procedimiento Penal y la
segunda instancia al respectivo juez de conocimiento, materializa las garantías fundamentales de
impugnación y segunda instancia a través del recurso ordinario de apelación, las cuales hacen
parte del derecho al debido proceso consagrado en el artículo 29 de la Carta Política" tal cual ha
sido indicado por la jurisprudencia (Cfr. Auto de ünica Instancia de agosto 3 de 2005. Rad. 22099).
En el pronunciamiento que viene de evocarse, la Corte reiteró el criterio sentado en la decisión del
28 de julio de 2005, dentro del proceso radicado con el número 19093, en el cual indicó lo
siguiente:
"2. Ciertamente, como lo recuerda el peticionario, la Sala ha sostenido que las normas procesales
que regulan los recursos tienen efectos sustanciales,
"[e]n la medida en que por razón de su limitación, ampliación, consagración, eliminación, etc.
pueden verse afectadas -positiva o negativamente- garantías fundamentales, característica ésta
187
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
que es -en el fondo- lo que permite calificar que una norma instrumental alcance esa condición.
(Auto del 16 de febrero del 2005, radicado 23.006).
"3. En la misma providencia, la Corte reconoció la favorabilidad que reporta una norma que permite
un mayor acceso a la administración de justicia dando lugar a los recursos de apelación o
casación, y expresamente declaró que "constituye prenda de mayor garantía una decisión con
doble instancia o con casación que de única…"
"4. Y, frente a la literalidad del artículo 533 de la Ley 906 del 2004, que limita su vigencia a los
delitos cometidos con posterioridad al 1º de enero del año 2005, la Corporación admitió que
"[l]as normas que se dictaron para la dinámica del sistema acusatorio colombiano, son
susceptibles de aplicarse por favorabilidad a casos que se encuentren gobernados por el Código
de Procedimiento Penal de 2000, a condición de que no se refieran a instituciones propias del
nuevo modelo procesal y de que los referentes de hecho en los dos procedimientos sean idénticos.
(Auto del 4 de mayo del 2005, radicado 19.094).
"En consecuencia, se ordenará remitir el expediente al reparto de los jueces de ejecución de penas
y medidas de seguridad de Bogotá".
Como quiera que el Parágrafo 1º del Artículo 38 de la Ley 906 de 2004 establece que "cuando se
trate de condenados que gocen de fuero constitucional o legal, la competencia para la ejecución de
las sanciones penales corresponderá, en primera instancia, a los jueces de ejecución de penas y
medidas de seguridad del lugar donde se encuentre cumpliendo la pena. La segunda instancia
corresponderá al juez de conocimiento", resulta evidente que dicho precepto, por integrar el
proceso de ejecución de la pena, no hace parte del nuevo modelo de investigación y juzgamiento
establecido en dicho Estatuto, e involucra tan sólo un asunto de competencia con posterioridad a
la normativamente establecida para la investigación y el juzgamiento, que no compromete para
nada las garantías fundamentales del sentenciado aforado constitucional o legal, y sí, por el
contrario, como ha sido visto en los precedentes aquí mencionados, le reporta mayores ventajas,
es de concluirse que resulta de aplicación inmediata por haber derogado tácitamente la disposición
sobre dicha temática contenida en el artículo 79 de la ley 600 de 2000.
188
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Los institutos de la Ley 906 del 2004 solo pueden ser aplicados en los Distritos Judiciales allí
previstos, en relación con las conductas desplegadas con posterioridad al 1° de enero del 2005.
Por excepción, tratándose del principio de favorabilidad, es viable acudir a ellos respecto de
eventos diversos, siempre y cuando haya identidad fáctica y jurídica de los fenómenos, esto es,
que las leyes enfrentadas (600 del 2000 y 906 del 2004) lo regulen de la misma manera y en
idénticas circunstancias.
2. El artículo 292 de la Ley 906 del 2004, que se refiere a la formulación de la imputación, no tiene
equivalente en la ley 600 del 2000, especialmente porque, en nuestra normatividad, es un
mecanismo exclusivo del denominado nuevo sistema procesal penal colombiano. Siendo así, no es
posible, entonces, hacer el estudio de benignidad de la norma posterior o coexistente.
La Corte se ha ocupado de este punto. Así, por ejemplo, mediante sentencia del 19 de septiembre
del 2005 (radicado 24.128) expuso lo siguiente, que hoy reitera:
2.1. Tampoco le asiste razón al casacionista al acusar la sentencia de haber sido dictada en juicio
viciado por supuesta prescripción de la acción penal derivada de la aplicación retroactiva del
artículo 292 de la Ley 906 de 2004, en virtud del principio de favorabilidad previsto en el artículo 29
de la Constitución Política.
2.2. La jurisprudencia de la Sala viene sostenido que las normas que se dictaron para la dinámica
del sistema acusatorio colombiano, son susceptibles de aplicarse por favorabilidad a casos que se
encuentren gobernados por la ley 600 de 2000, a condición de que no se refieran a instituciones
propias del nuevo modelo procesal y de que los referentes de hecho en los dos procedimientos
sean idénticos .
2.3. La identidad en los referentes de hecho a que se refiere los pronunciamientos antes indicados
no se presenta en la situación a que alude el demandante, por las siguientes razones:
2.3.1. En el sistema acusatorio creado por la ley 906 de 2004 se distinguen dos fases procesales:
i) etapa preprocesal, comprensiva de la noticia criminal, indagación, audiencia de formulación de la
imputación, práctica de prueba anticipada, medidas de protección de víctimas y testigos, medidas
de aseguramiento, cautelares, principio de oportunidad, preclusión y aceptación de cargos; y ii)
etapa procesal, donde se encuentra la acusación, audiencia de formulación de la acusación,
audiencia preparatoria, audiencia de juicio oral, anuncio inmediato de fallo, audiencia de
individualización de la pena, incidente de reparación integral y justicia restaurativa.
2.3.2. El nuevo sistema caracterizado por los principios de oralidad, inmediación, concentración y
celeridad, imprime a la actuación procesal una dinámica más ágil, con miras a alcanzar una pronta
y cumplida administración de justicia con respeto por las garantías constitucionales fundamentales,
de manera que el desarrollo de aquella primera fase comprensiva desde el momento de la
formulación de la imputación hasta cuando se inicia el juicio con la presentación de la acusación,
se ha de cumplir bajo unos precisos términos.
Es así como el artículo 175, inciso 1°, prevé que "El término de que dispone la Fiscalía para
formular la acusación, solicitar la preclusión o aplicar el principio de oportunidad, no podrá exceder
de treinta (30) días contados desde el día siguiente a la formulación de la imputación, salvo lo
previsto en el artículo 294 de este código."
"Vencido el término previsto en el artículo 175, el fiscal deberá solicitar la preclusión o formular la
acusación ante el juez de conocimiento. De no hacerlo, perderá competencia para seguir actuando
de lo cual informará inmediatamente a su respectivo superior.
En este evento, el superior designará un nuevo fiscal quien deberá adoptar la decisión que
corresponda en el término de treinta (30) días, contados a partir del momento en que se le asigne
el caso. Vencido el plazo, si la situación permanece sin definición el imputado quedará en libertad
inmediata y la defensa o el Ministerio Público solicitarán la preclusión al juez de conocimiento.
El vencimiento de los términos señalados será causal de mala conducta. El superior dará aviso
inmediato a la autoridad penal y disciplinaria competente."
189
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Estas disposiciones al fijar términos perentorios que obligan a adoptar las decisiones pertinentes
en lapsos breves, contribuyen a materializar la efectividad del principio de celeridad que caracteriza
el sistema acusatorio, dinámica que explica que en la nueva sistemática se interrumpa la
prescripción de la acción penal con la formulación de la imputación, la cual comenzará a correr de
nuevo por un término igual a la mitad del señalado en el artículo 83 del Código Penal, evento en el
cual "no podrá ser inferior a tres (3) años" (artículo 292 de la ley 906 de 2004).
Bajo este contexto no resulta razonable que un instituto como el previsto en la disposición que se
acaba de citar, establecido para operar dentro de un sistema acusatorio, se pueda aplicar dentro
de un proceso que se inició y culminó en las instancias bajo los parámetros establecidos en la ley
600 de 2000. Y,
Como bien lo pone de presente el Procurador Delegado, tampoco se observa que exista identidad
con relación a las providencias señaladas como frontera procesal para realizar la interrupción de la
prescripción, porque en el sistema de los estatutos punitivos de 1980 y 2000, la ocurrencia del
citado fenómeno se centró en la resolución de acusación, o su equivalente, debidamente
ejecutoriada (inicio del juicio), mientras que el legislador de 2004 adelantó ese momento para
situarlo en la formulación de la imputación (fase preprocesal), la cual según el artículo 286 de la
ley 906 de 2004, se define como "el acto a través del cual la Fiscalía General de la Nación
comunica a una persona su calidad de imputado, en audiencia que se llevará a cabo ante el juez
de control de garantías."
3. El fundamento también es equivocado en lo atinente a que el artículo 6° de la Ley 890 del 2004
modificó el artículo 86 del Código Penal. Tal conclusión obedece a dos circunstancias:
segunda, a que olvida que la aplicación de esa ley está ligada al nuevo sistema procesal
implementado por la Ley 906 del 2004, esto es, debe operar en las mismas circunstancias de
tiempo, modo y lugar del "sistema acusatorio oral".
Sobre este tema igualmente se ha pronunciado la Corte, por ejemplo en el fallo de tutela del 7 de
febrero del 2006 (radicado 24.020), en el cual explicó:
En el asunto que hoy ocupa la atención de la Sala, el criterio judicial cuestionado en la demanda
prohíja una profunda desigualdad en la aplicación de la ley penal, pues como quedó arriba
reseñado, aunque se trata de un caso que no se rige por el sistema acusatorio de la Ley 906 de
2004, donde el procesado se acogió al trámite de la sentencia anticipada, de un lado, se le aplicó
el aumento general de penas que estableció la Ley 890 de 2004, y de otro, se le negó la
posibilidad de que le considerara la mayor rebaja de pena que establece la Ley 906 de 2004 para
los casos de allanamiento a la imputación en ese sistema procesal.
La desigualdad se evidencia con claridad, pues un procesado condenado por idénticas razones a
las que lo fue el aquí accionante, pero cuya conducta hubiese ocurrido en un lugar donde se
aplique el sistema acusatorio, tendría la posibilidad de acceder a una mayor rebaja de pena en
caso de un allanamiento a la imputación, en los términos del artículo 351 de la Ley 906 de 2004.
Pero la Sala no duda en señalar que la desigualdad evidenciada sólo se deriva de una errónea
aplicación del aumento general de penas que se adoptó en el artículo 14 de la Ley 890 de 2004, a
un evento que no se rige por el sistema acusatorio, pues de acuerdo con los antecedentes
históricos de la aludida ley, su propósito no fue otro que permitir la puesta en marcha de un
sistema procesal basado en una significativa negociación de penas, que exigía por tanto el
aumento general de las mismas para mantener una proporcionalidad sancionatoria razonable que
respondiese a las múltiples formas de negociación y rebajas previstas, voluntad legislativa que fue
ampliamente documentada y analizada por un Magistrado de esta Sala, en la adición de su voto a
la colisión de competencias radicada bajo el No. 23.312 del 7 de abril de 2005, citada por el
tutelante.
190
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Por lo tanto, se ve obligada la Sala a aceptar que al igual que la Ley 906 de 2004, la norma de
aumento general de penas, vigente desde el 1º de enero de 2005, debe aplicarse gradualmente en
aquellos Distritos Judiciales donde se vaya implantando el sistema acusatorio y con exclusividad a
los casos que se rigen por el mismo.
Las penas menores se compadecen con un sistema que consagra rebajas menores; y las penas
mayores, con un sistema amplio en concesiones y negociaciones, pues sólo dentro de esa lógica
se asegura la imposición de sanciones proporcionales y racionales a la naturaleza de los delitos
que se castigan.
Además, para el caso debatido, esta interpretación resulta compatible con la ya definida
imposibilidad de asimilar el instituto de la sentencia anticipada de la Ley 600 de 2000 con el del
allanamiento a la imputación de la Ley 906 de 2004, contenida en la decisión de la Sala mayoritaria
del pasado 14 de diciembre de 2005, radicado No. 21.347, entre otras determinaciones, lo cual
desecha la posibilidad de invocar la favorabilidad del último precepto a casos que no están
sometidos a su imperio porque, se reitera, no se trata de institutos asimilables.
Por lo tanto, en los casos de sentencia anticipada de la Ley 600 de 2000, no es posible invocar la
aplicación de las rebajas más generosas de la Ley 906 de 2004, establecidas para delitos con
penas incrementadas en virtud de la Ley 890 de 2004, incrementos que, se reitera, no operan para
los casos que se rigen por el primer sistema, solución que dinamiza el principio de igualdad en la
aplicación de la ley penal.
No puede obviarse que la igualdad se halla instalada en el ordenamiento jurídico supremo como
principio y regla y a partir de tal recepción configura un derecho y una garantía. En su condición de
principio irradia al resto del ordenamiento, constituye una guía de apreciación y, al mismo tiempo,
se define como un mandato de optimización, al cual debe someterse el juez cuando aplica la ley a
un caso concreto.
El principio de igualdad constitucional se integra con el concepto de ser mirado como igual y con el
de igual tratamiento. En su condición de derecho, habilita a los individuos dentro del sistema la
facultad de formular oposición frente a normas o actos violatorios de aquel principio en términos
generales o francamente discriminatorios desde lo específico, estatus negativo, o de exigir algún
comportamiento determinado de los poderes públicos, estatus positivo.
"El artículo 229 de la Carta debe ser concordado con el artículo 13 ídem, de tal manera que el
derecho a "acceder" igualitariamente ante los jueces implica no sólo la idéntica oportunidad de
ingresar a los estrados judiciales sino también el idéntico tratamiento que tiene derecho a recibirse
por parte de jueces y tribunales ante situaciones similares. Ya no basta que las personas gocen de
iguales derechos en las normas positivas ni que sean juzgadas por los mismos órganos. Ahora se
exige además que en la aplicación de la ley las personas reciban un tratamiento igualitario. La
igualdad en la aplicación de la ley impone pues que un mismo órgano no pueda modificar
arbitrariamente el sentido de sus decisiones en casos sustancialmente iguales" ...
191
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
No se trata, pues, de hacer exámenes aislados, desprendidos, de un tema, excluido del Cuerpo
que lo integra.
Auto Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : PATERNINA O "PATERNINI" SALDARRIAGA, MARTHA
LUCIA
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb., Falsedad
marcaría
PROCESO : 25133
PUBLICADA : Si
"Las pruebas practicadas validamente en una actuación judicial o administrativa dentro o fuera del
país podrán trasladarse a otra en copia auténtica y serán apreciadas de acuerdo con las reglas
previstas en este código".
3. La circunstancia de que en el proceso no obre auto o decisión administrativa que haya ordenado
la toma de muestras y análisis de las mismas, es una situación que en nada afecta la validez de
las pruebas trasladadas, pues como lo recaba la Procuradora, lo que interesa no es el trámite de
origen en la actuación administrativa, sino que haya sido trasladada en debida forma y que una vez
incorporada, los sujetos procesales hayan tenido la posibilidad de conocerla y por ende
contradecirla, como de antaño lo tiene determinado la jurisprudencia de esta Corte *.
192
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
solicitan y aportan elementos de convicción tendientes a demeritar la que milita en contra del
acusado, y cuando se argumenta y contra argumenta en su favor.
5. La circunstancia de que una autoridad judicial haya proferido una decisión que condenaba a la
CAR y a otras entidades por el detrimento del río Bogotá, en ningún momento configura una
causal de ausencia de responsabilidad de la acusada, porque, por razón de los principios de
autonomía e independencia que opera entre las acciones administrativa y penal, la definición de
esta última no puede subordinarse a las resultas de un procedimiento ante esa autoridad, como en
reiteradas oportunidades lo ha considerado esta Corte.
________________________________
*Ver, entre otros, fallo de casación del 29 de julio de 1998, radicado No. 10.827.
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : FERNANDEZ LOPEZ, LUZ ALBA
DELITOS : Contaminación ambiental
PROCESO : 23654
PUBLICADA : Si
Y aunque la negativa de dar trámite al recurso de queja se tomó mediante auto que tiene
apariencia de interlocutorio, y se dispuso su notificación de manera personal, ello por sí no lo
convierte en interlocutorio, por la razón anteriormente indicada; además, la notificación que se
ordenó debe entenderse como cumplimiento al principio de publicidad que gobierna a las
actuaciones judiciales, como en su momento lo determinó la Corte Constitucional* al resolver
demanda presentada en contra del artículo 187 de la Ley 600 de 2000.
Incluso, si se mira la parte resolutiva del auto en cuestión, resulta evidente que la misma carece
del señalamiento de los recursos que contra el mismo procede, como debe hacerse conforme con
los lineamientos del artículo 171 del Código de Procedimiento Penal de 2000.
Es más, esa negativa de trámite del recurso de queja, adoptado mediante auto de sustanciación,
tampoco es notificable, pues el mismo no se encuentra incluido dentro del listado que sobre el
particular trae el artículo 176 del citado compendio procesal penal.
_________________________________________
*Sentencia C-641 del 13 de agosto de 2002.
193
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
FECHA : 16/03/2006
DECISION : Se abstiene de resolver solicitud
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : CORTES CADENA, ARTURO - JUEZ P.C.
DELITOS : Prevaricato por acción
PROCESO : 24568
PUBLICADA : Si
1. Incurre en error de hecho por falso juicio de existencia el juez que omite apreciar una prueba
legalmente aportada al proceso, o cuando, contrario sensu, infiere consecuencias valorativas a
partir de un medio de convicción que no forma parte del proceso.
La postulación de un falso juicio de existencia por omisión en el recurso extraordinario debe iniciar
con la constatación objetiva de que la prueba existe jurídicamente en el expediente y que, pese
ello, su contenido material no fue sopesado por el fallador. A continuación se precisa indicar la
trascendencia del error, de modo que sin su influjo el fallo hubiera sido diferente; y todo ha de
enlazarse con la violación de determinada ley sustancial por falta de aplicación o aplicación
indebida, en procura de verificar que el fallo impugnado es manifiestamente contrario a derecho.
La estructuración de la censura en punto de la trascendencia del error de hecho por falso juicio de
existencia por omisión no se cumple con la manifestación escueta que al respecto haga el libelista,
como si de su opinión personal se tratara; pues, de bastar aquel tipo de crítica el recurso
extraordinario no distaría en mucho de un alegato de instancia.
2. El error de hecho por falso juicio de identidad se presenta cuando al sopesar un medio
probatorio legal y oportunamente practicado, el Tribunal Superior lo distorsiona, tergiversa, recorta
o adiciona en su contenido literal; evento en el cual el censor tiene la carga de confrontar por
separado el tenor literal de cada prueba sobre la que hace recaer el yerro, con lo que el Ad-quem
pensó que ellas decían; y que una vez demostrado el desfase, debe continuar hacia la
trascendencia de aquella impropiedad.
194
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : GARCIA NEGRON, JUAN DE DIOS
PROCESADO : PEÑALOZA MURILLO, ALBERTO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 21310
PUBLICADA : Si
1. En efecto. Cierto es que en la normativa actualmente vigente (ley 599 de 200), el juzgador no
sólo tiene por deber expresamente previsto el de motivar debidamente el proceso de
individualización judicial de la pena en sus aspectos cuantitativo y cualitativo (art. 59), sino que
después de haber determinado los parámetros mínimos y máximos aplicables al caso (art. 60),
"dividirá el ámbito punitivo de movilidad previsto en la ley en cuartos: uno mínimo, dos medios y
uno máximo" (art. 61), los cuales resultan trascendentes para hacer operar la discrecionalidad
judicial, si se los coteja con la existencia de circunstancias de atenuación o agravación punitiva.
Una vez establecido el cuarto o cuartos dentro de los cuales se autoriza la determinación judicial
de la pena, la ley obliga considerar otros aspectos, tales como la mayor o menor gravedad de la
conducta, el daño real o potencial creado, la naturaleza de las causales de mayor o menor
punibilidad, la intensidad del dolo, la preterintención o la culpa concurrentes, la necesidad de la
pena y la función que ésta debe cumplir en el caso concreto.
2. En dicha labor, el juez puede incurrir en interpretación errónea, falta de aplicación o aplicación
indebida de disposiciones de derecho sustancial denunciables al amparo de causal primera,
cuerpo primero, de casación, por violación directa de la ley sustancial.
3. La congruencia -ha sido dicho por la jurisprudencia de esta Corte- se predica entre la resolución
acusatoria (o su equivalente) y la sentencia en sus aspectos personal (sujetos), fáctico (hechos y
circunstancias) y jurídico (modalidad delictiva), a riesgo de que si alguno de ellos no guarda la
debida identidad, se quebrantan las bases fundamentales del proceso y se vulnera el derecho a la
defensa, en cuanto el procesado no puede ser sorprendido con imputaciones que no fueron
incluidas en la acusación ni se le puede desconocer aquellas circunstancias favorables que
redunden en la determinación de la pena (Cfr. Cas. feb. 11/04. Rad. 14343).
4. En relación con el primer aspecto, es de advertir que el artículo 58 de la Ley 599 de 2000, al
establecer cuáles son las circunstancias de mayor punibilidad, precisa que pueden ser imputadas
"siempre que no hayan sido previstas de otra manera".
Como ha sido dicho por la Sala, según de ello se da cuenta en la sentencia de casación proferida
el veintinueve de junio de dos mil cinco dentro del radicado 18401, es precedente judicial
consolidado que las circunstancias objetivas y las subjetivas de agravación, tanto genéricas como
195
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
específicas, dada la gran repercusión que tienen en la punibilidad, deben haber sido explícitamente
formuladas fáctica y jurídicamente en la acusación para que puedan ser objeto de deducción en la
sentencia, toda vez que ante determinada circunstancia, el solo enunciado en la resolución de
acusación o su equivalente del supuesto fáctico que la configura, no resulta suficiente para que el
juzgador se entienda facultado para imponerla, sino que se requiere de una valorada y expresa
atribución, es decir, que no se abrigue duda alguna acerca de su imputación.
Resulta por tanto evidente que en el presente caso, los juzgadores al realizar el proceso de
individualización judicial de la pena desbordaron el marco de la imputación jurídica contenido en el
acta de formulación de cargos para sentencia anticipada al incluir circunstancias de mayor
punibilidad no previstas en ella. Esto dio lugar a imponer una pena superior a la que en derecho
correspondía, pues para tales efectos se partió de los cuartos medios y máximo por no concurrir
ninguna circunstancia de atenuación punitiva, cuando lo procedente era ubicarse en el ámbito del
cuarto inferior.
5. Cuando en sede de casación debe realizarse la redosificación punitiva por razón de un concurso
de conductas punibles, al disminuirse la pena del tipo base del concurso, es decir, del que sirvió de
referente para calcular el incremento por los comportamientos delictivos concurrentes, debe
aplicarse a la nueva pena básica la misma proporción de aumento que se hizo al determinar
originalmente la punibilidad, a riesgo, en caso contrario, de llegar a aplicar una pena
desproporcionada e ilegal.
Obedece esto a que en tratándose del concurso de conductas punibles, la punibilidad de los delitos
concurrentes no es autónoma, sino que se determina con fundamento en la disposición que
establezca "la pena más grave", de manera que el quantum de la pena total para el concurso es el
resultado de la del tipo base incrementada en un porcentaje de ella misma ("hasta en otro tanto"),
pues el cálculo individual de la sanción de los comportamientos concurrentes, tan sólo sirve para
establecer el límite que no puede verse rebasado por la suma aritmética de penas.
Así las cosas, la Sala no tendrá en cuenta los diez (10) meses que determinaron los juzgadores
por concepto del concurso de conductas punibles, pues para cumplir con dicho cometido en sede
extraordinaria, resulta indispensable "establecer qué porcentaje se debe incrementar teniendo en
cuenta los parámetros señalados por los jueces de instancia en el momento de individualizar la
pena, para posteriormente incrementarla en la proporción fijada para el concurso de conductas
punibles" como corresponde al criterio sentado por la jurisprudencia de esta Sala (Cfr. Cas. 27 de
mayo de 2004. Rad. 19884).
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : Desestima, casa parcial y de oficio reajustando penas de
prisión y accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : CUESTA CARO, JHON JAIRO
PROCESADO : PEREZ GARCIA, JHON MARIO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de defensa
personal
PROCESO : 21378
PUBLICADA : Si
196
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sobre el tópico discutido la Sala se pronunció en oportunidad anterior, en los siguientes términos:
"Atendiendo a las previsiones del artículo 255 del C. de P. P., en el hipotético caso de que en
verdad no se le hubiera dado trámite al incidente propuesto a consecuencia de una hipotética
objeción, el remedio de la invalidación como último extremo de la solución a la problemática,
perdería su razón de ser cuando bien puede proponerse hasta antes de que finalice la audiencia
pública."
2. Considerado el proceso como una unidad dialéctica que por la época en que concluyó la
instrucción ¾el 7 de junio de 2001¾ y se desarrolló la audiencia pública ¾entre el 30 de octubre y
el 13 de noviembre de 2001¾, debía ceñirse al modelo mixto de tendencia acusatoria consagrado
en el Decreto 2700 de 1991 y en la Ley 600 de 2000, es necesario tener en cuenta que si bien
consta de dos etapas claramente diferenciadas, a saber, la instrucción y el juzgamiento, la
titularidad de la acción penal es otorgada durante la primera a la Fiscalía, y en la última, al Juez.
Este rasgo característico de este sistema conlleva a que el Fiscal, no obstante la obligación que
tiene de respetar las garantías constitucionales y legales procesales, entre ellas, la integralidad de
la investigación, una vez formula acusación pierde dicha titularidad, pues a tono con el artículo 25
del Código de Procedimiento Penal, la asume exclusivamente el juez, quien entra a dirigir la última
etapa, esencialmente controversial y pública.
Dentro de este contexto, el pliego de cargos formulado por la Fiscalía adquiere autonomía
especialmente como garantía del derecho de defensa. Sin embargo, en el artículo 404 de la Ley
600 de 2000, está consagrada la facultad de variar la calificación jurídica provisional de la conducta
punible endilgada, tanto para la Fiscalía como para el juez, bien por error o por prueba
sobreviniente, en el curso de la audiencia pública y dentro de formalidades específicas, empero
esta prerrogativa no configura regla procesal obligatoria.
3. Así entonces, si la resolución de acusación con que se dio inicio al presente juicio mantiene toda
su vigencia en cuanto fue dictada con subordinación a la legalidad y surtió ejecutoria, el abandono
que de ella hizo la Fiscalía durante el debate público unido a la pretensión absolutoria que elevó,
carece de fuerza vinculante para el Juez, quien en aplicación de los principios del acto procesal,
separación funcional, preclusión del calificatorio e imparcialidad de los funcionarios judiciales* ,
bien podía, como en efecto lo hizo, proveer de fondo y dictar el fallo de mérito.
4. Al formular este cargo el defensor de (...) hizo referencia a la teoría de la adecuación social-cuya
potencial aplicación admite esta Sala**- para enmarcar dentro de ella el comportamiento de su
representado en cuanto aparece cubierto por el principio de confianza en la actuación de un
delegado funcional idóneo, principio que efectivamente, como lo sostiene el censor, opera en la
administración pública según lo ha expresado esta Corporación en jurisprudencia del siguiente
tenor:
"Es cierto que una de las características del mundo contemporáneo es la complejidad de las
relaciones sociales y, en materia de producción de bienes o servicios, la especialización en las
diferentes tareas que componen el proceso de trabajo. Esta implica la división de funciones entre
los miembros del equipo de trabajo y por lo tanto un actuar conjunto para el logro de las finalidades
corporativas. Como no siempre es controlable todo el proceso por una sola persona y en
consideración a que exigir a cada individuo que revise el trabajo ajeno haría ineficaz la división del
trabajo, es claro que uno de los soportes de las actividades de equipo con especialización
funcional es la confianza entre sus miembros. Esta, cuando ha precedido una adecuada selección
del personal, impide que un defecto en el proceso de trabajo con implicaciones penales se le
pueda atribuir a quien lo lidera, a condición naturalmente de que no lo haya provocado
dolosamente o propiciado por ausencia o deficiencia de la vigilancia debida.
asuntos, que para eso cuenta con una serie de secretarios que le colaboran, que establece con los
mismos ¾es lo que se supone¾ una relación de confianza de doble vía y que por efecto de la que
él deposita puede incurrir en hechos típicos originados en la actividad de sus colaboradores, frente
a los cuales, sin embargo, es eventualmente admisible la realización de una conducta inculpable,
por mediación del fenómeno del error."***
5. "Si se denuncia falso raciocinio por desconocimiento de los postulados de la sana crítica, se
debe indicar qué dice de manera objetiva el medio, qué infirió de él el juzgador, cuál mérito
persuasivo le fue otorgado, señalar cuál postulado de la lógica, ley de la ciencia o máxima de
experiencia fue desconocida, debiéndose indicar cuál es el aporte científico correcto, la regla de la
lógica apropiada, la máxima de la experiencia que debió tomarse en consideración y cómo, y
finalmente, demostrar la trascendencia del error indicando cuál debe ser la apreciación correcta de
la prueba o pruebas que cuestiona, y que habría dado lugar a proferir un fallo sustancialmente
distinto y opuesto al ameritado****."
__________________________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. del 24 de febrero de 2000, rad. Nª 10.809.
**CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. del 20 de mayo de 2003, rad., 16.636, "Según la teoría de la
adecuación social, una conducta es típica cuando, además de reunir los elementos e ingredientes
tradicionales del tipo penal objetivo, es socialmente relevante, es decir, cuando afecta la relación del hombre
con su entorno o mundo circundante y las consecuencias de su actuación alcanzan a este último."
(...)
"Desde un segundo nivel de adecuación social, que compete al intérprete, una conducta es socialmente
adecuada cuando a pesar de estar formalmente definida en la ley como típica, reviste escasa gravedad;
constituye un riesgo jurídicamente irrelevante o aprobado; es insignificante, modesta o írrita; o se dirige
contra un titular del bien jurídico que la acepta o consiente, siempre que pueda disponer libre y
voluntariamente del mismo, tenga capacidad para hacerlo y lo haga antes o durante la acción."
***CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent, de única instancia del 21 de marzo de 2002, rad. 14.124.
****CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. de casación del 26 junio de 2002, rad. No. 11.451.
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARANGO CADAVID, RODRIGO HUMBERTO
PROCESADO : GOMEZ OLARTE, ROBERTO ANTONIO
PROCESADO : RESTREPO ARBELAEZ
PROCESO : 20669
PUBLICADA : Si
1. Acorde con el artículo 219 del C. de J.P.M. contenido en la Ley 522 de 1.999, la titularidad de la
acción penal corresponde al Estado y es ejercida por las autoridades judiciales de instrucción,
acusación y conocimiento.
De otra parte, la ley penal militar atribuye a los Fiscales Penales Militares funciones de
"calificación y acusación" (artículo 260 ibídem) y en concreto a aquellos que las ejercen ante el
198
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Tribunal Superior castrense, las de: calificar y acusar -si a ello hay lugar-, por delitos que son de
conocimiento en primera instancia de dicha Corporación de justicia Penal Militar.
2. La competencia atribuida a los Fiscales en relación con el Tribunal Superior Militar, en los
términos indicados, está restringida en forma taxativa a las funciones demarcadas en el Código
Penal Militar y no es otra que la de calificar el mérito de las pruebas mediante el proferimiento de
resolución de acusación o cesación de procedimiento, pues una vez verificado el control de
legalidad sobre dicha decisión cuando ha cobrado ejecutoria, el Fiscal adquiere la calidad de sujeto
procesal (artículo 563 id.), condición que supone en el sistema de juzgamiento adoptado bajo los
enunciados del Código de Justicia Penal Militar que mantenga la mayor independencia posible con
vista a la valoración probatoria y a la dinámica que supone convertirse en sujeto procesal de
acusación durante la etapa del juicio y que permite entender la razón de estar exclusivamente
limitada su función -tratándose de procesos de conocimiento en primera instancia del Tribunal
Superior Militar-, a la calificación sumarial.
Por tanto, si la competencia del Fiscal Penal Militar está limitada y restringida a la calificación
sumarial y a asumir su rol de sujeto procesal -si el sentido de la misma es la acusación-, ninguna
otra determinación le es dable adoptar, correspondiéndole al Tribunal Superior Militar ocuparse de
cualquier otro tema aledaño o de impulso procesal.
I. La Corte, en atención a la unidad jurídica inescindible que conforman las sentencias de instancia
cuando son complementarias, consideró pertinente, antes de responder la demanda y para mejor
proveer, rememorar en detalle los fundamentos de cada una de ellas, precisamente para definir
qué argumentos del juzgador de primer grado deben entenderse integrados al fallo recurrido, en
atención especialmente a la manifiesta superficialidad de aquellos en los cuales se apoyó el último
pronunciamiento.
II. ...la Sala abordará en desarrollo de la facultad oficiosa consagrada en el artículo 216 del Código
de Procedimiento Penal de 2000 y en consideración a que, como lo ha sostenido en otros
pronunciamientos y específicamente en la sentencia de casación del 31 de marzo de 2004 , la
motivación sofística o aparente afecta a la sentencia como decisión (no como acto) y aunque
constituye en estricto rigor técnico un vicio in iudicando, la definición jurisprudencial de considerarla
199
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Es una forma de solución, sin duda alguna discutible desde la lógica que rige el recurso
extraordinario de casación, pero no contraria al ordenamiento jurídico y mucho menos absurda, si
se tiene en cuenta que se está frente a una vía de hecho, violatoria del debido proceso, que la
Corte de casación está en el deber de corregir.
III. Si en desarrollo del sistema de sana crítica el Juez tiene limitada su soberanía en la
apreciación probatoria, estimándose que la desborda cuando sus razonamientos resultan absurdos
por contrariar los principios de lógica, las leyes científicas o las máximas de la experiencia
-entendiendo las últimas "como patrones de comportamiento con pretensiones de generalidad en
un contexto sociohistórico específico, de manera que si dada una situación A entonces sucede B y
cualquier C siempre cumplirá A" -, es claro que el juicio al amparo del cual sean rechazadas unas
determinadas evidencias debe resistir un examen de razonabilidad o sensatez, que no es lo que
sucede en el presente caso.
Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2006
DECISION : Desestima, casa de oficio, condena, otorga subrogado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
NO RECURRENTE : VELANDIA MARQUEZ, OLGA INES
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 19120
PUBLICADA : Si
Con arreglo a las previsiones hechas por el artículo 205 de la ley 600 de 2.000, es posible acceder
al recurso de casación de dos maneras: una ordinaria, contra las sentencias de segunda instancia
proferidas por los Tribunales Superiores de Distrito Judicial y el Tribunal Penal Militar, por delitos
sancionados con pena privativa de la libertad superior a 8 años; y una excepcional, contra las
dictadas por las mismas corporaciones por conductas punibles castigadas con pena privativa de la
libertad igual o inferior a 8 años, y por los jueces penales del circuito por cualquier delito, evento en
el cual la Sala podrá admitir la demanda cuando lo considere preciso para el desarrollo de la
jurisprudencia o la garantía de los derechos fundamentales, siempre que reúna las demás
formalidades.
Dicho en otras palabras, el recurso extraordinario de casación procede de ordinario solo contra
fallos expedidos en segunda instancia por los Tribunales Superiores y el Penal Militar, y
excepcionalmente contra los dictados por las mismas entidades y los juzgados penales del circuito;
sin que lo sea contra fallos emitidos por esta Sala en única y segunda instancia, ya que siendo la
competente para conocer de dicho recurso no está facultada para revisar sus decisiones por
carecer de superior funcional que lo haga, ya que es el máximo tribunal de la justicia ordinaria en el
país; además, por cuanto el control de legalidad que está llamado a realizar en la casación se
encuentra implícito en el fallo que expidió al resolver la alzada presentada contra el fallo de primer
grado.
200
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
CIUDAD : Yopal
PROCESADO : BARRAGAN NEGRO, JOSE VICENTE
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 19746
PUBLICADA : Si
2. Como el sentido del libelo apuntaba a que se tuviera por acreditado que el lavado de activos fue
cometido a través de operaciones de cambio, en lo que según sus afirmaciones también estuvo de
acuerdo la sentencia cuestionada, para que se cargara esas circunstancia al acusado ha debido
acudir a la violación indirecta, para demostrar (con la indicación precisa de errores de hecho o de
derecho, producto de falsos juicios de existencia, identidad, raciocinio, legalidad o convicción) que
la estimación probatoria fue equivocada y que, por el contrario, aquel realizó la conducta punible a
través de ese tipo de actividades. No lo hizo.
Auto Casación
FECHA : 21/03/2006
DECISION : Inadmite demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MONTENEGRO, JOSE ALEJANDRO
DELITOS : Lavado de activos
PROCESO : 24917
PUBLICADA : Si
"Siendo ello así, la conclusión a la que se llega, y que hoy acoge la Sala, es que el acto de
concesión del recurso no es una decisión carente de contenido (en blanco), como ha venido siendo
entendido, sino un acto dotado de sustancialidad, en el que el Tribunal debe analizar los distintos
201
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
presupuestos requeridos para la interposición del recurso, con el fin de determinar si debe o no
concederlo, excepción hecha de aquellos que solo pueden ser determinados frente al contenido de
la demanda, como sería el caso del relacionado con la unidad temática, interés para recurrir en
razón de la pretensión, o en razón del sujeto procesal que la impugna. En estos supuestos, la
llamada a pronunciarse sobre el cumplimiento del requisito de procedencia del recurso es la Corte,
en el momento de analizar la demanda.*"
Sin embargo, pese a ese defecto orgánico, la irritualidad no compromete la esencia del recurso y
no afecta garantías fundamentales, pues teniendo en cuenta solo los perjuicios, la Sala habría
llegado a la misma conclusión, la cual incluso hoy reafirma.
Justamente a partir de ese entendimiento, la Sala señaló que como consecuencia de la distinción
entre verdad, justicia y reparación, tratándose de los dos primeros objetivos, "bastará con que
acrediten que como consecuencia de la conducta punible sufrieron un perjuicio directo, real y
específico así no sea de carácter patrimonial.**"
Así debe ser, porque de otro modo, con el pretexto de defender la verdad y la justicia, en un
proceso en el que se estableció quién fue el autor de la conducta y se le asignó una pena (verdad
y justicia), en realidad se pretende eludir los requisitos que limitan el acceso al recurso de casación
por la parte civil cuando se trata de discutir solo los perjuicios fijados en la sentencia.
.
___________________________
*Corte Suprema de Justicia, Sala de casación penal, radicado 23701, auto del 22 de junio de 2005.
**Corte Suprema de Justicia, providencia del 22 de junio de 2005, Proceso 22102.
***En cuanto a los propósitos y deberes inherentes a la parte civil, Cfr, sentencia C 228 de 2002.
202
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 21/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
PROCESADO : NAVARRO PORTILLA, ELIAS
DELITOS : Porte ilegal de armas, Homicidio
PROCESO : 24061
PUBLICADA : Si
Así, sólo procede la anulación de lo actuado en aquellos casos en que el imputado ha carecido en
forma absoluta de ella durante la actuación adelantada en su contra, pues, como ha insistido la
jurisprudencia de la Sala en precisarlo, "la violación al derecho de defensa técnica o profesional
que inexorablemente conduce a la invalidación del proceso es aquel absoluto estado de abandono
o indefensión material o sustancial y no meramente procesal en que se deje a un imputado, de
donde resulta necesario no solamente que la falta de defensa sea efectiva, en el sentido
señalado, sino además total, es decir, que sea ostensible y manifiesto el vacío defensivo, que
conduzca a un extremo mayor e intolerable la reducción de las posibilidades de defensa y que tal
mengua sea la causa determinante de un perjuicio concreto para quien la misma debe
garantizarse..
Empero, cuando de la indolencia del profesional para ejercer su labor se trata, como aquí lo alega
la actora, la declaratoria de nulidad dependerá de la trascendencia del vicio, y por ende, de que
haya afectado realmente el derecho de defensa. Por ello, reiterativamente ha pregonado la
Corporación que no siempre la inactividad del defensor puede conducir indefectiblemente a la
violación del derecho a la defensa que asiste a todo sindicado dentro del proceso penal, porque es
en cada caso concreto donde se impone determinar la situación real de la asesoría técnica, a fin
de establecer si de acuerdo con las circunstancias particulares se daban posibilidades que
catalogadas de necesarias para la demostración de la inocencia del acusado, o tendientes a
atenuar su responsabilidad, dejaron de llevarse a término por la abulia o inactividad del abogado
defensor.
2. Cuando se alega la vulneración del principio de investigación integral, la doctrina de esta Corte
es del criterio que no es suficiente con indicar someramente cuáles fueron los medios de
convicción que se dejaron de practicar, ni cuál su fuente, sino que es deber del recurrente precisar
-que no enunciar genéricamente como aquí se hace- su pertinencia, conducencia, utilidad, eficacia
y trascendencia, todo lo cual surge de la confrontación lógica con el restante acervo probatorio que
sustentó la sentencia, de tal modo que se evidencie que de haberse practicado los elementos de
juicio extrañados, su sentido habría sido, de uno u otro modo, favorable al acusado, hasta el punto
de hacerse indispensable derribar lo actuado para que las pruebas omitidas puedan ser
practicadas.
203
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
También es necesario que se tengan en cuenta los principios que rigen la declaratoria de nulidades
y su convalidación, enumerados en el Art. 310 de la Ley 600 de 2000, como los de concreción,
trascendencia, protección, taxatividad y residualidad.
La credibilidad, una vez más recuerda la Sala, no es de suyo censurable en casación, abolido
como se tiene el sistema de tarifa legal, pues la valoración probatoria la realiza el juez con libertad
aunque sujeto a los principios de la sana crítica que lo llevan a una persuasión racional, según lo
prevén los Arts. 238 y 277 C. de P. P.
6. Al vislumbrar la Sala por otro motivo diverso al planteado por la demandante en su libelo la
posible violación del debido proceso por desconocimiento del principio de favorabilidad, en ejercicio
de su facultad oficiosa -Art. 216 del C. de P. Penal- la Corte dispondrá que se surta el traslado
pertinente al Procurador Delegado para que emita el concepto de rigor legal.
204
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda, corre traslado por posible violación
de garantías
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Arauca
PROCESADO : EREU MORENO, JAIRO ALEXI
DELITOS : Homicidio agravado, Rebelión, Terrorismo
PROCESO : 24699
PUBLICADA : Si
1. El punible de contrato sin cumplimiento de los requisitos legales, está descrito en el artículo 146
del anterior Código Penal, modificado por los artículos 57 y 32 de las leyes 80 y 190 de 1993 y
1.995, que sanciona con prisión de cuatro (4) a ocho (8) años, multa de cien (100) a doscientos
(200) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas de cinco (5) a ocho (8) años, al servidor público que por razón del ejercicio de
sus funciones y con el propósito de obtener un provecho ilícito para sí, para el contratista o para un
tercero, tramite contrato sin observancia de los requisitos legales esenciales o lo celebre o liquide
sin verificar el cumplimiento de los mismos.
Supuesto de hecho que en lo fundamental fue reproducido por el artículo 410 de la ley 599 de
2.000, suprimiendo el propósito perseguido con la conducta de obtener un provecho ilícito para sí,
para el contratista o para un tercero, lo que al inicio pareciera más benéfico para el sujeto activo de
la conducta, empero, la Sala viene entendiendo que dicha omisión es apenas aparente al
encontrar que la transgresión de los principios que disciplinan la contratación pública no excluye el
propósito de obtener una ventaja patrimonial (decisiones del 12 de agosto de 2.002, radicado
18029 y del 9 de febrero de 2.005 en el radicado 21547).
Así pues, las diferencias se reducen a las consecuencias jurídicas previstas en los dos estatutos
atinentes a la multa y a la interdicción de derechos y funciones públicas ya que la prisión se
mantuvo en el mismo quantum de 4 a 8 años, al pasar la primera de 10 a 50 salarios mínimos
legales mensuales vigentes a una de 50 a 200 salarios mínimos legales mensuales en el nuevo
Código Penal, y la segunda, de 1 a 5 años a una de 5 a 12 años; resultando forzosa la aplicación
del primer precepto por favorecer al procesado
2. Para determinar el contenido y alcance de los ingredientes del tipo, viene efectuando una
interpretación sistemática con los valores y fines superiores contemplados en el preámbulo y el
artículo 2º de la Carta Política, en armonía con los principios que regulan la función pública y la
contratación estatal previstos en los artículos 209 ibídem y 23 de la ley 80 de 1.993, ellos son los
de economía, transparencia, responsabilidad, igualdad, moralidad, eficacia, celeridad,
imparcialidad, publicidad y selección objetiva; por estar dirigidos a obtener los fines del Estado de
prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados
en el Estatuto superior.
205
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Desde esa óptica, se tiene que el delito reclama la presencia de un sujeto activo cualificado, un
servidor público que por mandato constitucional o legal tenga deferida la atribución de intervenir en
el proceso de contratación, y haya incumplido los presupuestos sustanciales exigidos para su
trámite, u omitido verificar su concurrencia en las etapas de celebración y liquidación, excluyendo
expresamente la tutela de la etapa de ejecución, como lo viene reiterando la Sala.
Resulta claro que el legislador distinguió las conductas realizadas por los encargados de impulsar
el trámite de la contratación, y las cumplidas por el ordenador del gasto en relación con las etapas
de celebración y liquidación del mismo..
Que halla su soporte jurídico en los artículos 209 de la Carta Política y 23, 24, 25 y 26 de la ley 80
de 1.993, al preceptuar que la contratación pública estará al servicio de los intereses generales,
que se desarrollará con arreglo a los principios atrás mencionados de igualdad, moralidad, eficacia,
economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, transparencia, responsabilidad y selección
objetiva, mediante descentralización, delegación y desconcentración de funciones.
Y, en el artículo 7º del Decreto 679 de 1.994, reglamentario de los artículos 12 y 25-10 del Estatuto
de Contratación Pública, disponiendo que la desconcentración envuelve la atribución de
competencia para expedir los diversos actos en los procedimientos de licitación o concurso por
parte de los funcionarios pertinentes sin incluir la adjudicación o la celebración del contrato.
4. Al tenor de lo estipulado por el artículo 3º del decreto 855 de 1.994, reglamentario de la ley 80
de 1.993, para cumplir el deber de selección objetiva en la contratación directa se necesita la
obtención previa de por lo menos 2 ofertas; la solicitud de propuestas podrá ser verbal o escrita y
deberá contener la información básica sobre las características generales y particulares de los
bienes, obras o servicios requeridos, condiciones de pago, términos para su presentación y demás
aspectos que den claridad al proponente sobre el contrato que se pretende.
No obstante lo anterior, reza, la solicitud de oferta deberá ser escrita cuando la complejidad del
objeto a contratar así lo amerite.
Cuando se trate de contratos cuya cuantía no supere el diez por ciento de los montos señalados
en el literal a) del numeral 1º del artículo 24 de la ley 80 de 1.993, para este caso $5.911.500, se
celebrarán tomando en cuenta los precios del mercado sin que se requiera obtener previamente
varias ofertas.
Para la celebración de los contratos de menor cuantía cuyo valor sea igual o superior a 100
salarios mínimos legales mensuales, en este evento, $23.640.000, y al mismo tiempo superen el
cincuenta por ciento de la menor cuantía de la respectiva entidad ($29.557.500), además de dar
cumplimiento a lo establecido anteriormente deberá invitarse públicamente a presentar propuestas
por medio de un aviso colocado en un lugar visible de la misma entidad por un término no menor
de dos días. No obstante, la entidad podrá prescindir de la publicación del aviso cuando la
necesidad inminente del bien o servicio objeto del contrato no lo permita, de lo cual dejará
constancia escrita.
En el parágrafo relaciona los eventos en que la entidad puede contratar directamente con la
persona natural o jurídica que esté en capacidad de ejecutar el objeto del contrato, sin que sea
necesario obtener previamente varias ofertas, ellos son: Cuando solicitadas haya recibido solo
una; cuando de acuerdo con la información que pueda obtener no existan en el lugar varias
personas que puedan proveer los bienes o servicios; cuando se trata de contratos intuito personae,
206
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
esto es, que se celebren en consideración a las calidades personales del contratista, y cuando la
necesidad inminente del bien o servicio no permita solicitar varias ofertas. Debiendo dejar
constancia escrita de todo ello.
Finalmente, exige, que en todo caso se tenga en cuenta para contratar los precios del mercado y,
si es del caso, los estudios y evaluaciones que para el efecto se hayan realizado.
5. El fraccionamiento de contratos, tiene dicho la Corte, se configura en los eventos en los cuales
la administración para eludir el procedimiento de licitación pública, divide disimuladamente el objeto
del contrato, con el ánimo de favorecer a los contratistas.
Para demostrar su presencia exige la concurrencia de las siguientes circunstancias: 1) Que sea
posible pregonar la unidad de objeto en relación con el contrato cuya legalidad se cuestiona y, de
ser así, 2) determinar cuáles fueron las circunstancias que condujeron a la administración a
celebrar varios contratos, pues solo de esta manera se puede inferir si el actuar se cimentó en
criterios razonables de interés público, o si por contraste, los motivos fueron simulados y
orientados a soslayar las normas de la contratación pública.
Sopesando las circunstancias en que fueron tramitados y celebrados los contratos, la Sala
concluye que hubo fraccionamiento.
Con ese propósito no tendrá en cuenta la circunstancia de mayor punibilidad relativa a la posición
distinguida que ocupaba el procesado deducida en la acusación, por cuanto de hacerlo violaría el
principio del non bis in ídem, dado que esa condición es requerida como elemento del tipo penal.
Con arreglo a lo preceptuado por el artículo 31 de la ley 599 de 2.000 (artículo 26 anterior), para
dosificar la pena en los casos de concurso de conductas punibles, el funcionario judicial deberá
partir del delito sancionado con pena más grave, en cuyo propósito deberá calcular la pena
imponible para cada delito según las circunstancias específicas, aumentada hasta en otro tanto,
sin que pueda superar la suma aritmética de las que corresponda a las respectivas conductas
punibles debidamente dosificadas en cada caso.
Con base en la gravedad de los delitos, al daño causado al bien jurídico tutelado, la intensidad del
dolo, y la función que la pena ha de cumplir en el procesado, se partirá de un monto de 54 meses
de prisión, atendiendo a que el acusado al amparo del cargo que ostentaba, la máxima autoridad
administrativa del departamento, y defraudando la confianza en él depositada por los ciudadanos,
transgredió consciente y voluntariamente en múltiples ocasiones los requisitos legales sustanciales
de la contratación pública con el fin de favorecer intereses particulares, ocasionando grave lesión a
la imagen de la administración pública y a la credibilidad que la ciudadanía debe tener en sus
gobernantes.
En suma, deberá purgar una pena de prisión de 66 meses, monto del cual se descontará el tiempo
que permaneció en detención domiciliaria el cual será tenido como parte cumplida de la pena
privativa de la libertad.
También será condenado a una pena de multa de 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes
para la época de la comisión de los hechos (1.999), ponderando la gravedad de las conductas
punibles y a la situación económica del procesado, sin ignorar que viene privado de la libertad de
tiempo atrás.
207
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Comparadas las normas que fijan el funcionario competente para vigilar el cumplimiento de las
penas impuestas, se advierte que las mismas tienen efectos sustanciales, pues no es lo mismo
que las decisiones adoptadas por la Sala de Casación Penal tengan el carácter de única instancia,
en razón a que las mismas son inapelables, por ser la Corte Suprema de Justicia el máximo
tribunal de la jurisdicción ordinaria en el país, a que se materialicen las garantías fundamentales de
impugnación y segunda instancia, las cuales hacen parte del derecho al debido proceso (artículo
29, Constitución Política), como ocurre con el nuevo Estatuto Procesal Penal, en razón a que se le
asigna el conocimiento de la ejecución de la pena, en primera instancia, al juez de ejecución de
penas y medidas de seguridad del lugar donde se encuentre cumpliendo la pena y, la segunda
instancia por medio del recurso ordinario de apelación, al respectivo juez de conocimiento.
Y como tales preceptos no hacen parte de la esencia o naturaleza jurídica del nuevo sistema de
investigación, acusación y juzgamiento, consagrado en la Ley 906 de 2004, lo que conlleva al
imperativo constitucional y legal de aplicar en forma retroactiva el artículo 38 de la ley en mención,
por reportarle beneficios al penado frente a la reglamentación que del mismo supuesto de hecho
se hace en la Ley 600 de 2000.
....
Que el artículo 79 de la Ley 600 de 2000 señala que la competencia para la ejecución de las
sanciones penales permanecerá en la autoridad judicial de conocimiento, cuando se trata de
procesados o condenados con fuero, no envuelve una prolongación de éste, sino que implica una
simple distribución de competencias, que ahora, en virtud de lo dispuesto en el numeral 9º del
artículo 38 de la Ley 906 de 2004, queda asignada a los jueces de ejecución de penas y medidas
de seguridad, como se ha explicado en esta providencia.
208
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Según la preceptiva contenida en el inciso 1º del artículo 205 de la Ley 600 de 2000, el recurso
extraordinario de casación procede contra los fallos de segundo grado proferidos por los tribunales
superiores de distrito judicial y por el Tribunal Penal Militar, cuando se trate de "delitos que tengan
señalada pena privativa de la libertad cuyo máximo exceda de ocho años" (subrayas fuera de
texto).
No obstante, en aquellos casos en los cuales la sentencia de segunda instancia no es dictada por
las referidas colegiaturas, o que la conducta punible por la cual se procede tiene pena privativa de
la libertad inferior al quantum señalado en precedencia o sanción no restrictiva de la libertad, el
inciso 3º del precepto atrás citado faculta a esta Sala para admitir de manera discrecional los
libelos de casación presentados, "cuando lo considere necesario para el desarrollo de la
jurisprudencia o la garantía de los derechos fundamentales, siempre que reúna los demás
requisitos exigidos por la ley".
Cuando el recurrente acude a este recurso extraordinario por la vía discrecional le resulta
ineludible expresar con claridad y precisión los argumentos por los cuales corresponde intervenir la
Corte, ya para pronunciarse con criterio de autoridad con relación a un tema jurídico particular,
bien para unificar planteamientos conceptuales o actualizar la doctrina, ora para abordar un tópico
aún no tratado, con la obligación de indicar de qué manera la decisión solicitada es útil para
solucionar el asunto y, a su vez, sirve de guía a la actividad judicial.
209
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Casación Discrecional
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Admite demanda, corre traslado a procurador delegado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : MARTINEZ HIGUERA, MELQUISEDEC
DELITOS : Omisión del agente recaudador o retenedor
PROCESO : 24065
PUBLICADA : Si
2. Importa dejar en claro que con ocasión de la inexequibilidad de varias disposiciones de la Ley
553 de 2000, declarada por la Corte Constitucional en la sentencia C- 252 de 2001, esta Sala fijó
un criterio hermenéutico que permitiera al particular ejercer su derecho de acceso a la
administración de justicia, y asimismo, suplir el vacío legal que en apariencia se generaba con la
exclusión del ordenamiento jurídico de las normas de la ley en cita y la 600 de 2000, que regulaban
lo atinente al trámite del recurso de casación, como necesaria consecuencia del aludido
pronunciamiento de constitucionalidad.
3. Sin embargo, no se pretendió de ningún modo, pues tampoco ese era el efecto que se
desprendía, desconocer la vigencia que mantenían las disposiciones o los apartes de las que
fueron demandadas, y respecto de las cuales la Corte Constitucional no halló contrariedad con la
Carta Política. Lo que se dejó en claro es que lo concerniente al trámite de la casación se regía
conforme a lo regulado en el Decreto 2700 de 1991, como quiera que los aspectos sustanciales,
esto es, los requisitos de procedencia, tales como la naturaleza de la decisión (sentencia de
segunda instancia), y la pena fijada para el delito juzgado (más de 8 años de prisión), así como los
casos en que es admisible la impugnación extraordinaria de manera excepcional (sentencias de
segunda instancia distintas a las señaladas en el inciso primero del artículo 1º de la Ley 553 de
2000, siempre y cuando sea necesario para el desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de los
derechos fundamentales), continuaron rigiéndose conforme estaba dispuesto en la Ley 553 de
2000, y lo prescribía también el inciso primero del artículo 205 de la Ley 600 de 2000.
Por eso mismo, en proveído del 22 de octubre del 2001 (Rad. 18.631), esta Sala precisó que a
partir del 17 de marzo de 2001, fecha en que cobró ejecutoria el aludido fallo de constitucionalidad,
el recurso extraordinario de casación "ha de proponerse, sustentarse y tramitarse, según el
procedimiento que pasa a precisarse, fundado tanto en la nueva normatividad, esto es Ley 600 de
2.000, como en las disposiciones que se reincorporan al ordenamiento, por consecuencia de la
inconstitucionalidad de aquellas que las habían derogado..".
210
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GOMEZ CHIPIAJE, HERNAN
DELITOS : Contrabando
PROCESO : 23677
PUBLICADA : Si
1. Tiene dicho la Sala que si bien en la Ley 906 de 2004 no se distingue entre recurso de casación
por la vía común y por la discrecional, pues se eliminó la exigencia del quantum de pena del delito
por el que se procede para acceder a tal impugnación, lo cierto es que corresponde al demandante
acreditar la afectación de derechos o garantías fundamentales, lo cual le impone contar con interés
para impugnar, señalar la causal, desarrollar los cargos de sustentación del recurso y demostrar
que es necesario el fallo de casación para cumplir alguno de los fines establecidos por el legislador
en el artículo 180 para la mencionada impugnación, es decir, la efectividad del derecho material, el
respeto de las garantías de los intervinientes, la reparación de los agravios sufridos por estos y la
unificación de la jurisprudencia .
Adicionalmente se tiene que de acuerdo con la preceptiva del artículo 184 de la Ley 906 de 2004,
no será seleccionado el libelo de casación cuando el demandante carezca de interés, no señale la
causal, no desarrolle adecuadamente los cargos de sustentación o cuando se advierta que no es
necesario el fallo para cumplir algunas de las finalidades del recurso.
Es importante señalar que si el recurso de casación en cuanto juicio técnico - jurídico cuenta con
una serie de reglas técnicas señaladas por el legislador y desarrolladas por la jurisprudencia a fin
de que no se convierta en una tercera instancia, lo cierto es que aquéllas no pasan de ser un
conjunto de postulados orientados a conseguir que el demandante se sujete a unos mínimos
lógicos y de coherencia en la postulación y desarrollo de sus reparos, de suerte que resulten
inteligibles en cuanto precisos y claros, dado que no corresponde a la Sala en su función
constitucional y legal develar o desentrañar el sentido de confusas, ambivalentes o contradictorias
alegaciones de los recurrentes en casación.
2. Ha dicho la Sala y ello vale respecto de la Ley 906 de 2004, que la violación directa de la ley
sustancial sólo se refiere al yerro en el que incurren los sentenciadores cuando a partir de la
ponderación de los hechos objeto de juzgamiento legal y oportunamente allegados a la actuación,
dejan de aplicar la disposición que se ocupa de la situación en concreto, en cuanto yerran acerca
de su existencia (falta de aplicación o exclusión evidente), realizan una equívoca adecuación de los
hechos probados a los supuestos que contempla el precepto (aplicación indebida), o le atribuyen a
la norma un sentido que no tiene o le asignan efectos diversos o contrarios a su contenido
(interpretación errónea).
Entonces, cualquiera sea la modalidad de violación directa de la ley sustancial, el yerro de los
juzgadores recae necesaria e inmediatamente sobre la normatividad, circunstancia que traslada el
debate a un ámbito estrictamente jurídico, sea porque se deja de lado el precepto regulador de la
situación específica demostrada, ora porque el hecho se adecua a un precepto estructurado con
supuestos distintos a los establecidos o bien porque se desborda la intelección propia de la
disposición aplicable al caso concreto, todo lo cual exige como punto de partida, la aceptación de
la realidad fáctica definida en las instancias e inmodificable dentro del proceso.
211
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Estima la Sala que no asiste interés al demandante, dado que si como ha sido expuesto, en el
marco de la sentencia anticipada y del principio de lealtad, el allanamiento a los cargos formulados
por la Fiscalía en la audiencia de imputación corresponde a un acto unilateral del procesado a fin
de obtener una rebaja en el quantum de la sanción - como ocurre en este asunto -, es evidente
que una vez aceptado por el juez de conocimiento al encontrar que es voluntario, libre y
espontáneo, "no es posible la retractación", según lo establece el artículo 293 de la Ley 906 de
2004 y entonces, no hay lugar a controversia alguna sobre el particular.
Por tanto, es incompatible con el principio de lealtad toda impugnación que busque deshacer los
efectos del allanamiento y, en consecuencia, carece de interés quien así impugna, tanto en
casación como en las instancias, en procura de cuestionar total o parcialmente aspectos
relacionados con el injusto o su responsabilidad .
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : BEJARANO, JIMMY ENRIQUE
PROCESADO : SIERRA GUERRERO, ANDRES CAMILO
PROCESO : 24856
PUBLICADA : Si
I) Oportuno resulta precisar que si bien, a diferencia de la Ley 600 de 2000, el actual Código de
Procedimiento Penal que regula el sistema penal acusatorio, no prevé una norma específica en la
que se indiquen los requisitos formales que debe contener la demanda de casación, ello en modo
alguno significa o puede entenderse que la amplitud con la que fue concebida en el nuevo
ordenamiento la impugnación extraordinaria, releve a los sujetos procesales recurrentes de cumplir
una serie de cargas mínimas en la presentación y desarrollo de los cargos que en sede
extraordinaria se postulan contra un fallo de segundo grado.
tanto que sólo se tramita si alguna de las partes en el proceso lo interpone cumpliendo con todas
las exigencias de ley, pues se trata evidentemente de un recurso reglado.
En ese sentido, repárese que el artículo 183 de la Ley 906 de 2004, dispone que el recurso se
interpone "mediante demanda que de manera precisa y concisa señale las causales invocadas y
sus fundamentos"; al tiempo que el inciso segundo del artículo 184 ibídem, establece como
supuestos de no selección los siguientes: a) que el demandante carezca de interés; b) que
prescinda de señalar la causal; c) no se desarrollen los cargos de sustentación; y d) cuando no se
precisa de fallo para cumplir alguna de las finalidades del recurso.
II) encuentra la Sala oportuno dejar en claro que los conceptos de error que tradicionalmente ha
decantado la jurisprudencia en materia de técnica de la casación, no desaparecieron ni mutaron su
esencia por virtud de la separación que de ellos hiciera la Ley 906 de 2004 al erigirlos en causales
de casación independientes.
Téngase en cuenta que con el procedimiento anterior, bajo la causal primera de casación (artículo
207 de la ley 600 de 2000) era posible plantear o bien la violación directa de la ley, bien por falta de
aplicación, aplicación indebida o interpretación errónea, lo mismo que los dos sentidos de la
violación indirecta, esto es, por errores de hecho (falsos juicios de existencia por omisión o
suposición, falsos juicios de identidad por distorsión, tergiversación, añadidura o cercenamiento, y
falsos raciocinios por desconocimiento de las reglas de la sana crítica); lo mismo que los errores
de derecho (falsos juicios de legalidad por vicios en la producción o aducción de la prueba, y falsos
juicios de convicción).
La ley 906 de 2004, simplemente diferenció como causales de casación la violación directa y la
indirecta, quedando la primera modalidad en el numeral 1º del artículo 181; y la segunda en la
causal tercera; mientras que la otrora causal tercera de casación (motivo de nulidad) quedó ahora
como causal segunda.
Por ello, si en este caso el demandante invocó como sustento del primer cargo, la causal tercera
de casación, lo que le correspondía era exponer de manera clara y concisa si el Tribunal apreció
pruebas irregularmente producidas o aducidas a la actuación, o le restó capacidad demostrativa a
las que cumplían con todos los requisitos para ser valoradas como elementos del juicio de
responsabilidad declarada en contra del sindicado; y si por el contrario, el yerro del fallador, a su
juicio, recae sobre las reglas de apreciación de la prueba sobre la que se fundó la sentencia, debió
igualmente explicar en qué consistió ese desacierto (falsos juicios de existencia, identidad o
raciocinio).
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : No admite demanda, procede recurso de insistencia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : RIOS MURCIA, NORBERTO
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 25197
PUBLICADA : Si
213
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. la Corporación ha sido igualmente enfática en advertir que los únicos aspectos con incidencia en
el cómputo del término de prescripción son los previstos en la misma ley, tanto por razón de los
términos allí consignados para realizar el cómputo, o de otros tales como que el delito hubiera sido
cometido en el exterior o que lo fue por un servidor público en ejercicio de sus funciones o de su
cargo o con ocasión de ellas, contemplados estos últimos en los artículos 81 y 82 del Decreto Ley
100 de 1980, en vigor para la fecha de comisión de los hechos por los que se procede y, de igual
manera, en los incisos quinto y sexto de la Ley 599 de 2000, pero las situaciones alegadas por el
impugnante a las que se ha hecho referencia no tienen los efectos que les otorga para influir en el
acaecimiento del aludido fenómeno.
Así pues, otros aspectos que plantea el recurrente en el mismo sentido, los cuales tienen
que ver con que no se tuvo en consideración por la Corte la complejidad del asunto, que las
intervenciones en las audiencias fueron demasiado extensas, lo que igual ocurrió con la práctica
de pruebas en esta etapa procesal, que se trató de una acumulación de causas y que con la
prescripción decretada se produjo grave perjuicio a las víctimas que representa, es preciso acotar
lo mismo señalado en precedencia, es decir, que no son circunstancias que el legislador haya
previsto como determinantes en el cómputo de la prescripción.
2. en lo que toca específicamente con que el proceso se tramitó en la fase del juicio bajo la figura
de la acumulación de causas contemplada en el Decreto 2700 de 1991, es necesario acotar que
ello no tiene mayor incidencia en el cómputo de la prescripción de la acción penal para la fase del
juicio, en la medida en que ésta procede de forma individual para cada delito, a la luz de lo
estipulado en el artículo 85 del Decreto Ley 100 de 1980 y, en idéntico sentido en el 84 de la Ley
599 de 2000, al indicarse que "cuando fueren varias las conductas investigadas y juzgadas en un
mismo proceso, el término de prescripción correrá independientemente para cada una de ellas".
Esa fue la razón precisamente para que en la providencia impugnada se decretara la prescripción
respecto de algunas acciones penales y no en relación con todas, pues no obstante tratarse de la
misma imputación delictiva (estafa agravada por la cuantía), sólo se consolidó respecto de
aquellas en las cuales a partir de su interrupción, con la resolución de acusación debidamente
ejecutoriada, transcurrió el tiempo establecido legalmente y, como quiera que tal situación se
verificó en diversas fechas, el análisis se efectuó de manera individual
3. Con respecto a la primera preceptiva referida por el impugnante, la cual efectivamente aludía a
que el recurso de casación procedía contra sentencias "ejecutoriadas", de conformidad con la
subrogación que operó del artículo 218 del Decreto 2700 de 1991 por el 1° de la Ley 553 de 2000
y cuyo texto posteriormente reprodujo el 205 de la Ley 600 de 2000, se tiene que dicha expresión
fue declarada inexequible por la Corte Constitucional mediante la sentencia C-252 del 28 de
febrero de 2001, motivo por el cual el argumento del impugnante orientado a que la sentencia de
segunda instancia objeto del recurso de casación ya se encontraba ejecutoriada porque así lo
expresaba tal norma queda sin soporte alguno.
Ahora bien, en punto de la segunda normativa referida por el impugnante, esto es, el artículo 187
de la Ley 600 de 2000, tampoco es cierto que determine la ejecutoria de la sentencia de segunda
instancia, pues la Corte Constitucional en sentencia C-641 del 13 de agosto de 2002, declaró la
exequibilidad condicionada de la frase contenida en este artículo, en cuanto a que las
providencias "quedan ejecutoriadas el día en que sean suscritas por el funcionario
correspondiente", a la cual alude el inconforme para sentar su conclusión, bajo el entendido, se
señala por esa Corporación de que "los efectos jurídicos se surten a partir de la notificación de las
providencias", ello, con el fin de garantizar el principio de publicidad.
De esta manera, la sentencia de segunda instancia no cobra ejecutoria sino hasta tanto haya
transcurrido el término dispuesto en el artículo 223 del Decreto 2700 de 1991 de "quince (15) días
siguientes a la última notificación" previstos para interponer el recurso extraordinario de casación,
norma que, como lo ha establecido la Sala, revivió en virtud de la declaratoria de inexequibilidad
del artículo 210 de la Ley 600 de 2000 , establecida en la referida sentencia C-252 de 2001.
Y, en los casos en que durante este término se haya interpuesto recurso extraordinario de
casación, como ocurre con el caso que concita la atención de la Sala, es claro que la ejecutoria de
la sentencia se posterga hasta que se adopte una decisión en relación con dicho recurso.
4. Se impone razonable colegir que no es necesario acudir a tal preceptiva del ordenamiento
procesal civil, porque en relación con la materia específica de los "términos" no existe ningún vacío
normativo que así lo requiera. En efecto, la codificación procesal penal regula ampliamente dicha
temática en todo un capítulo (capítulo IV del Título ibídem, comprendido de los artículos 161 y 168)
214
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
y, por consiguiente, no hay vacío que necesite complementación con normas supletorias de otros
ordenamientos.
En segundo lugar, es evidente que una tal disposición riñe totalmente con la naturaleza del
proceso penal, en especial porque respecto de esta materia obran postulados, como el de la no
interrupción de los términos, contemplado en el artículo 162, con algunos efecto especiales
señalados a lo largo del mismo ordenamiento, como cuando se refieren a la libertad del procesado,
que harían inconcebible su suspensión sólo porque el proceso se encuentre al despacho, y el de
su suspensión, según el cual se prevé exclusivamente para los casos de fuerza mayor o caso
fortuito, más los días inhábiles en la etapa del juzgamiento, a tenor de lo regulado en el artículo
166 ibídem.
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : No repone auto impugnado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
NO RECURRENTE : RODRIGUEZ DONADO, HERNAN AUGUSTO
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 24956
PUBLICADA : Si
II) Vale la pena recordar que aunque la jurisprudencia de la Sala tiene señalado que, en principio,
el aprovechamiento del estado de indefensión o de inferioridad de la víctima no pueden concurrir
con la ira o el intenso dolor , estado emocional que insinúa el demandante en este cargo cuando
sostiene que el procesado disparó "llevado por el drama de los hechos", la Sala también ha
admitido que en determinados eventos puede aceptarse dicha concurrencia, "siempre y cuando el
agente conserve, al momento de ejecutar el acto, el grado de conciencia y lucidez para percibirse
del modo y la forma de la agresión y del medio o instrumentos utilizados para la comisión de la
conducta punible" , circunstancia esta que pasa por alto el demandante cuando propugna por la
exclusión de la agravante porque su cliente disparó llevado por aquella condición emocional, que,
se reitera, no es precisamente lo admitido por el fallador.
III) Para que la falta de aplicación del artículo 57 del Código Penal que tipifica la ira e intenso dolor
sea demandable por la vía de la violación directa, se debe contar con los siguientes presupuestos:
a) que en la sentencia que se impugna se haya aceptado como hechos probados que el procesado
actúo en estado de ira e intenso dolor; y que ese estado fue causado por comportamiento ajeno
grave e injusto; y b) que no obstante haber reconocido que el agente obró en esas circunstancias,
al dosificar la pena no se haya aplicado la reducción punitiva ordenada en la ley.
Por la vía de la violación directa, debe acatarse en su integridad el sustrato fáctico de la sentencia,
esto es, los hechos declarados probados y las conclusiones probatorias, obligación que por
supuesto se incumple cuando la censura se estructura sobre supuestos de hecho distintos de los
215
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
que sirvieron de fundamento a los juzgadores para llegar a la decisión impugnada, situación que
aquí acontece.
Sentencia Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Casa parcialmente reajustando la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : MOSQUERA MOSQUERA, BERNARDO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 24292
PUBLICADA : Si
la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o
desfavorable.
El ordenamiento jurídico recoge ese precepto en los artículos 44 de la Ley 153 de 1887, 6° del
Código Penal (Ley 599 del 2000) y 6° del Código de Procedimiento Penal (Ley 600 del 2000),
normas que son obligatorias, prevalentes y que deben ser empleadas como criterios orientadores y
de interpretación para las restantes.
El artículo 9° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica, adoptado mediante Ley 16 de 1972), bajo el título de "Principio de legalidad y de
retroactividad", establece similar derecho en los siguientes términos:
216
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran
delictivas según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable
en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone
la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello.
Idéntica es la redacción del artículo 15.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(Ley 74 de 1968).
Estas disposiciones del derecho internacional cumplen los requisitos del artículo 93 de la Carta
Política y, por tanto, "prevalecen en el orden interno", porque forman parte del denominado "bloque
de constitucionalidad".
2. En relación con las normas procesales de efectos sustanciales, la resolución del conflicto por un
tránsito de leyes en el tiempo, en términos generales, resulta de fácil solución cuando quiera que
se tengan dos enunciados que formen parte de dos o más sistemas de procedimiento similares.
No genera ningún inconveniente, por ejemplo, el enfrentamiento entre las reglas del Decreto 050
de 1987 y las del Decreto 2700 de 1991, o entre las de éste y las de la Ley 600 del 2000.
3. En efecto, en los estatutos indicados, en general, se toma como base un mismo régimen,
conocido como inquisitivo con tendencia acusatoria, caracterizado, entre otras cosas, por lo
siguiente:
* Las fases de averiguación (preliminar e instrucción) las lleva a cabo un funcionario judicial (juez
de instrucción o fiscal) con facultades de investigador y juez, que puede limitar la libertad y otros
derechos del procesado y en el juicio se convierte en parte.
* El juzgamiento lo dirige el juez, quien debe decidir teniendo en cuenta también las pruebas
allegadas en las etapas anteriores.
Por esos rasgos esenciales, los institutos previstos en uno y otro Código de Procedimiento Penal
resultan muy parecidos y hasta idénticos y, por ende, de fácil comparación para efectos del
principio de favorabilidad.
4. La situación con la Ley 906 del 2004 es diferente. Con ésta no se implementó un simple cambio
de Código de Procedimiento Penal. Lo que hizo el legislador fue mudar, de manera total, el sistema
de procesamiento criminal. Y ni siquiera fue decisión del legislador: el nuevo paradigma fue obra
consciente y ampliamente publicitada del constituyente delegado, por medio del Acto Legislativo
número 3 del 2002.
* La policía judicial está a cargo de la investigación, para lo cual cuenta con un tiempo indefinido
porque, al menos hasta el momento, solo está limitado por el término de prescripción de la acción
penal.
* El fiscal, por regla general, no tiene potestades judiciales. Solamente coordina las tareas de la
policía judicial, no practica pruebas y todas sus actividades debe someterlas a control previo o
posterior de un juez de garantías.
* Ante el juez de conocimiento se adelanta el juicio, que debe ser oral, concentrado, básicamente
de partes, continuo y público, previa presentación de un escrito de acusación por parte del fiscal.
217
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
* El debate probatorio se concentra en ese juicio oral, con inmediación del juez, y debe ser
ininterrumpido.
Esas particularidades, entre otras, hacen que los términos consagrados por la ley sean en extremo
breves, de donde se explica, a partir de la sistemática, que el periodo de prescripción, por ejemplo,
sea de solo tres años contados desde cuando la imputación es formulada.
Así el asunto, una de las excepciones que se impone a esa regla, esto es, el principio de
favorabilidad, no puede ser valorada ni aplicada a partir de la simple y escueta lectura y
comparación de nombres de normas, por ejemplo, prescripción y acusación. Como es elemental,
el ejercicio exige que el análisis tome en consideración el sistema del que ellas forman parte y los
presupuestos, trámites y finalidades que debían cumplir en cada uno de esos regímenes, y solo
desde ese estudio global, luego de concluir en la similitud de los institutos, escoger la disposición
benéfica.
Pero en torno a la interrupción del lapso prescriptivo, la diferencia entre las dos estructuras es
total, pues uno y otro se originan en causas bien diversas y, por ende, cumplen objetivos también
disímiles.
En el nuevo sistema, una vez el fiscal formula imputación, cuenta con el inexorable lapso de 30
días para presentar el escrito de acusación (artículo 175). Si no lo hace, aparte de que incurre en
causal de mala conducta, pierde competencia y el asunto pasa a otro delegado, que cuenta con un
plazo igual. En esta hipótesis, si no acusa, el Ministerio Público o la Defensa quedan habilitados
para reclamar la preclusión de la investigación.
Es claro, entonces, que en el peor de los casos, a partir de la imputación, no puede transcurrir un
periodo superior a 60 días sin que la acusación sea presentada.
En esas condiciones, que el artículo 292 de la Ley 906 del 2004, en armonía con el artículo 6° de
la Ley 890 del mismo año, hubiera señalado un lapso de tres años, contados a partir de la
imputación, como límite para que la acción penal prescriba, se muestra apenas razonable,
suficiente, dentro de ese esquema de procesamiento.
No sucede lo mismo con el sistema que sirve de apoyo a la Ley 600 del 2000, cuyo artículo 325
permite que la investigación previa se prolongue hasta por 6 meses, lapso que puede ser
adicionado en otros dos meses, en el caso de revocatoria de la resolución inhibitoria. Su artículo
329 habilita una fase de instrucción de hasta 24 meses. Por lógica, unos términos así de elásticos
y amplios justifican que la acción penal prescriba en un mínimo de 5 años, de conformidad con los
artículos 83 y 86 del Decreto 100 de 1980.
6. Con base en lo anterior, el artículo 6° de la Ley 890 de del 2004 debe ser concebido como
modificatorio del artículo 86 del Código Penal, exclusivamente en lo relacionado con los asuntos
tramitados por el sistema procesal de la Ley 906 del 2004.
7. se debe agregar otro punto elemental: no existe parámetro legal alguno que conduzca a pensar
que la formulación de imputación prevista en la Ley 906 del 2004 equivalga a la resolución
acusatoria reglada en la Ley 600 del 2000 y en el artículo 86 del Código Penal. Y no solo no existe,
sino que todo indica que incluso en el sistema y esquema de la nueva normatividad son actos
procesales diversos, porque en éste son diferentes la formulación de la imputación y la formulación
de la acusación, en tanto que en la Ley 600 del 2000 no existe la primera, aunque sí la segunda,
pero con características diferentes.
218
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
* La sentencia de segunda instancia suspende el último periodo hasta por cinco (5) años,
vencidos los cuales continúa, prosigue, el cumplimiento de los lapsos (artículo 189 de la Ley 906
del 2004).
* Desde la comisión de la conducta o del último acto, transcurre el término previsto en el artículo
83 del Código Penal.
* La resolución acusatoria ejecutoriada interrumpe ese periodo, que comienza a correr de nuevo
por un tiempo igual a la mitad del previsto en el artículo 83, sin que en ningún caso pueda ser
inferior a 5 ni superior a 10 años (artículo 86 del Decreto 100 de 1980).
10. En relación con los agentes del orden, se trata, en consecuencia, de la comisión de la
conducta por parte de servidores públicos en ejercicio de sus tareas. Sobre la prescripción en la
fase de investigación y en el juzgamiento, referida a estos funcionarios, la Sala mayoritaria, luego
de diversas polémicas, ha decantado el siguiente criterio:
Como fundamento de esta tesis se sostuvo que el artículo 82 del Código Penal no hacía distinción
alguna para su aplicabilidad, que tal previsión correspondía a una razonable política criminal, al
establecer el legislador un mayor lapso para investigar y juzgar a los servidores públicos que
infringieran la ley, debido a las dificultades que en tales casos se presentan, a la necesidad de
realizar una estricta investigación y un riguroso juzgamiento, que redundaran a su vez en una
eficaz administración de justicia* .
Con la promulgación del nuevo Código Penal, Ley 599 de 2000, surge una nueva postura
mayoritaria de la Sala respecto a la interpretación y alcances del artículo 83 que condensa en una
sola disposición los anteriores artículos 81, 82 y 83 del Código Penal de 1980. De manera que,
analizado el artículo 83 junto con el 86 que establece que interrumpido el término prescriptivo con
la ejecutoria de la resolución de acusación o su equivalente, éste volverá a contarse por un lapso
igual a la mitad del fijado por aquél, la Sala recoge su postura anterior, para señalar
mayoritariamente que producida la interrupción de la acción penal, el nuevo término debe hacer
referencia al término genérico del inciso 1º del artículo 83, sin que pueda tenerse en cuenta otros
aspectos al no haberlo referido así la norma, es decir, que la prescripción señalada por el artículo
219
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
86 ibídem no está condicionada a ninguna de las circunstancias especiales aludidas por el artículo
83 ibídem que quedan reservadas de manera exclusiva para la etapa instructiva, por lo tanto,
bastará el simple transcurso del tiempo señalado en el inciso 1º del citado artículo reducido en la
mitad, lapso al cual queda entonces limitada la posibilidad de que el Estado a través de sus jueces
ejerza la acción penal** .
Sin embargo, tal interpretación fue modificada por la Sala en decisión del 25 de agosto de 2004
retomando la inicialmente expuesta, cuando al efectuar un nuevo análisis, en procura de un cabal
entendimiento de las reglas de la prescripción que articule razonadamente el texto legal con los
fines trazados por el constituyente y el legislador, de manera que los motivos de política criminal
que justifican el incremento del término prescriptivo de la acción cuando en la ejecución de la
conducta delictiva interviene un servidor público en ejercicio de sus funciones, de su cargo, o con
ocasión de él se cumplan*** . Luego, el lapso mínimo de prescripción de la acción penal ocurrirá en
un lapso de 6 años y 8 meses tanto en la etapa instructiva como en la fase de juzgamiento...
Como quiera que la resolución de acusación cobró ejecutoria el 12 de noviembre de 1998, fecha
en la cual el Fiscal General de la Nación definió el recurso de reposición interpuesto por el
defensor en contra de la acusación, el término prescriptivo señalado por el artículo 86 en
concordancia con el inciso 5º del artículo 83 del Código Penal de 2000 que corresponde al
presente asunto, que por prever una pena máxima inferior a los cinco años de prisión, se tendrá
como mínimo los 5 años aumentados en la tercera parte, para un lapso de 6 años 8 meses, por
tratarse de un delito cometido por servidor público en ejercicio del cargo. Es decir, que la acción
penal no se encuentra prescrita al no haber transcurrido aún dicho término (sentencia de única
instancia, del 16 de febrero del 2005, radicado 15.212).
_____________________________________
*Entre otras decisiones: Rad. Casación 3545 auto del 28 de abril de 1992, ponente doctor Juan Manuel
Torres Fresneda; Sentencia Revisión del 23 de septiembre 23 de 1998, ponente doctor Calvete Rangel, auto
de noviembre 12 del 98, ponente doctor Córdoba Poveda, auto Casación 11361 del 21 de septiembre de
1999, ponente doctor Arboleda Ripoll, Rad. 11541, del 03 de abril de 2000, ponente doctor Jorge Córdoba
Poveda.
**Segunda Instancia 15131 del 27 de septiembre de 2002, ponente doctor Carlos A. Gálvez Argote.
***Casación 20673, ponente doctor Edgar Lombana Trujillo
Sentencia Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Declara una prescripción, no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
NO RECURRENTE : LUGO REVUELTAS, JESUS MARIA
PROCESADO : MERIÑO ACOSTA, SAULO - AGENTE POLINAL
PROCESADO : BARRETO AVILES, JOSE ENOC - AGENTE POLINAL
DELITOS : Fraude procesal
PROCESO : 24300
PUBLICADA : Si
1. Es dable advertir que el demandante es un sujeto procesal con interés para acudir a la revisión.
En efecto, conforme al artículo 221 de la ley 600 de 2000 son titulares para promover la acción los
sujetos procesales con interés jurídico y que hayan sido legalmente reconocidos dentro de la
actuación procesal, como un reconocimiento a la efectiva igualdad de todos los intervinientes en el
proceso penal.
220
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Con fundamento en la disposición legal citada y en el desarrollo de la Sala acerca de las facultades
de las cuales goza el tercero civilmente responsable para recurrir, a partir de la consideración de
los efectos de la cosa juzgada penal absolutoria, no ofrece duda su legitimidad para proponer la
revisión al encontrar que su condena deriva de la declaración de responsabilidad penal de un
tercero, cuya modificación por la demostración del supuesto alegado a través de la excepcional
acción repercute necesariamente en ella.
De manera que la revisión no es una impugnación más ni tampoco una instancia adicional a las
ordinarias, a través de la cual se haga posible la reapertura de los debates jurídico probatorios
concluidos en la oportunidad procesal debida, sino una excepcional acción que procede solo por
los motivos taxativamente señalados en la ley.
Conforme con la causal aducida la demanda será inadmitida. El hecho nuevo al que alude el actor
corresponde a su conclusión según la cual no se probó que el bus en el momento del suceso se
desplazara en contravía. Para arribar a ella tiene por fundamento la prueba allegada en el decurso
de la actuación procesal y la que dejó de practicarse a pesar de ser necesaria a la investigación.
Acción de Revisión
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Florencia
NO RECURRENTE : LOZADA HURTADO, ALIRIO
TERCERO CIVILMENTE RESP. : COOMOTOR FLORENCIA LTDA
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 25146
PUBLICADA : Si
221
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Entre tales principios, bien está recordar, figura el de autonomía en la formulación de los cargos,
según el cual las diversas propuestas que apunten al resquebrajamiento del fallo deben ser
esbozadas en forma independiente. Ello con el propósito de evitar posibles confusiones
argumentativas y conceptuales que puedan entorpecer la comprensión del planteamiento.
Además, cuando se trata de asuntos que tienen fundamento en diversas causales de casación, se
impone que se aborden por separado, con indicación clara sobre si alguna de ellas ostenta el
carácter de principal y las restantes de subsidiarias.
2. Otro principio que de acuerdo con la Sala regula el medio extraordinario de impugnación es el
de prioridad, según el cual, en caso de ser varias las propuestas, éstas deben ser formuladas en
consideración a su incidencia procesal, por lo que, en principio, los cargos con apego en la causal
tercera, que entrañan afectación de la actuación o de la sentencia, deben ser presentados en
forma prevalente respecto de los demás y si todos tienen sustento en este motivo, también deben
ser esgrimidos con sujeción al mayor ámbito de afectación del proceso que puede originar su
reconocimiento, exigencias cuya justificación esta dada porque, dado el caso, la Corte puede omitir
pronunciarse sobre reproches que tienen menor repercusión frente a la actuación procesal, si
prospera uno de mayor incidencia, lo cual haría inoficioso el estudio de los que son secundarios o
subsidiarios a éste.
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : BOHADA MONSALVE, JOSE URIAS
DELITOS : Terrorismo
PROCESO : 24750
PUBLICADA : Si
1. Que el Estado haya perdido el poder de persecución a un infractor de la ley penal, no significa,
como se indicó, que el hecho fáctico, real y jurídicamente hablando, no haya existido o hubiese
dejado de existir, situación que, por lo mismo, no impide al juzgador tenerlo en cuenta dentro de la
valoración conjunta de los hechos y de las pruebas para la realización del juicio de reproche que
conlleve a definir el grado de responsabilidad penal del agente, máxime cuando, como en este
caso, la acción prevaricadora declarada extinguida por el fenómeno de la prescripción, fue el
medio idóneo utilizado para defraudar a Cajanal.
222
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
permitió la obtención ilícita de los dineros públicos, consolidándose de esa manera el delito de
peculado.
2. En sentencia de segunda instancia proferida el 6 de marzo de 2003, la Sala hizo las siguientes
citas:
"La expresión utilizada por la Ley en la definición de peculado y que dice "en razón de sus
funciones", hace referencia a las facultades de administrar, guardar, recaudar, etc., no puede
entenderse en el sentido de la adscripción de una competencia estrictamente legal y determinada
por una regular y formal investidura que implique una íntima relación entre la función y la facultad
de tener el bien del cual se dispone o se hace mal uso; no significa, pues, que tales atribuciones
deban estar antecedentemente determinadas por una rigurosa y fija competencia legal, sino que
es suficiente que la disponibilidad sobre la cosa surja en dependencia del ejercicio de un deber de
la función. La fuente de la atribución, en otros términos, no surge exclusivamente de la ley puesto
que ella puede tener su origen en un ordenamiento jurídico diverso que fija la competencia en
estricto sentido. Lo esencial en este aspecto, es la consideración de que en el caso concreto, la
relación de hecho del funcionario con la cosa, que lo ubica en situación de ejercitar un poder de
disposición sobre la misma y por fuera de la inmediata vigilancia del titular de un poder jurídico
superior, se haya logrado en ejercicio de una función pública, así en el caso concreto no
corresponda a dicho funcionario la competencia legal para su administración. Igual se presentará
el delito de peculado en la hipótesis de que la administración del bien derive del ejercicio de una
función nominalmente propia de otro empleado". (Sentencia de 3 de agosto de 1976).
"Las facultades de manejo en el empleado público, que son las que en este caso considera
ausentes el casacionista, no solamente las otorga la ley, el decreto, la ordenanza o el acuerdo,
sino también las resoluciones, los reglamentos y hasta la orden administrativa, cuando los
destinatarios son servidores del Estado. De suerte que por medio del mandato, entiéndase como
contrato o como orden, se transfieren, trasladan o delegan, total o parcialmente, esas atribuciones
al mandatario, quien por el mencionado encargo las ejercita". (Sentencia de septiembre 8 de 1981.
M.P. Dr. Fabio Calderón Botero)*".
"En el entendido de que la relación que debe existir entre el funcionario que es sujeto activo de la
conducta de peculado por apropiación y los bienes oficiales puede no ser material sino jurídica y
que esa disponibilidad no necesariamente deriva de una asignación de competencias, sino que
basta que esté vinculada al ejercicio de un deber funcional, forzoso es concluir que ese vínculo
surge entre un juez y los bienes oficiales respecto de los cuales adopta decisiones, en la medida
en que con ese proceder también está administrándolos**".
Como queda visto, no se trata entonces de una estricta atribución de competencia que deba
estar determinada en la ley frente al "recaudo" y/o "administración" de los bienes públicos
por parte del servidor público, como pretende hacerlo ver el argumento de impugnante. Por el
contrario, cuando el funcionario, por razón de sus funciones, interviene en la administración
del bien y esa relación jurídica lo ubica en situación de ejercer un poder de disposición
sobre el mismo, empleándolo para su apropiación, sin duda incurre en el delito de
peculado.
4. Como puede observarse, de los apartes transcritos surge claro el hecho de que en contra del
procesado se atribuyó la circunstancia de haber obrado "con complicidad de otro", imputación
223
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
jurídica que resulta inequívoca así no haya figurado en la parte resolutiva de la acusación, ni se
hubiese identificado por su denominación jurídica o por la norma que la consagra, aspectos que no
impiden deducir su evidente imputación, como así lo ha admitido la jurisprudencia de la Corte****.
5. Además, como lo ha dicho la Corte, "el mérito de la prevención general, al lado de los demás
fines de la pena radica en su vocación por la paz jurídica de la comunidad, cuya garantía incumbe
fundamente al derecho penal, y la cual puede verse quebrantada o seriamente afectada cuando
los asociados ven regresar inopinadamente a casa (así sea en detención o prisión domiciliaria) a
quien, inicialmente visto y aceptado por ellos como guardián de la legalidad, después la ha
vulnerado abiertamente, sin escrúpulos para acrecentar significativamente en la sociedad los
males que él tenía como misión atacar. En realidad se deja a la comunidad afectada de un sabor
amargo de desequilibrio en la aplicación del derecho, una sensación de apertura a la impunidad
que de pronto estimularía a otros, en medio del desconcierto, a seguir el mal ejemplo"*****.
Por consiguiente, un funcionario que ninguna consideración y respeto tiene por su propia
investidura, no es prenda de garantía para la comunidad y mucho menos para la administración de
justicia, por lo que frente a los particulares que ofrece el caso no puede llegarse a una conclusión
distinta a mantener vigente la decisión del Tribunal, es decir, el no otorgamiento de la prisión
domiciliaria.
________________________________
*"En sentido similar: Sentencia, octubre 2/97, rad. 11.657. Sentencia noviembre 12/97, rad. 9887. Sentencia
noviembre 3/98, rad. 10.778".
**Sentencia de segunda instancia, rad. 18021.
***Sentencia de única instancia 19762 del 23 de febrero de 2005. Ver también: sentencia de segunda
instancia 21447 del 13 de abril de 2005; sentencia de segunda instancia 20281 del 25 de mayo de 2005;
sentencia de segunda instancia 23568 del 29 de septiembre de 2005, y sentencia de única instancia 21546
del 10 de agosto de 2005.
****Única instancia 16320 del 23 de septiembre de 2003, segunda instancia 22549 del 15 de septiembre de
2004 y casación 21734 del 13 de abril de 2005.
*****Segunda instancia 18684 del 17 de junio de 2003; sentencia de segunda instancia 22549 del 15 de
septiembre de 2004, casación 20857 del 18 de noviembre de 2004.
1. El Art. 366 del C. de P. Civil señala que el recurso de casación procede contra las sentencias
dictadas en segunda instancia por los tribunales superiores respecto de los asuntos allí
relacionados, "cuando el valor actual de la resolución desfavorable al recurrente sea o exceda de
cuatrocientos veinticinco (425) salarios mínimos legales mensuales vigentes (...)"
224
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
cabe duda que el impugnante se encuentra legitimado para recurrir en casación, como quiera que
su pretensión se contrae a la absolución del procesado por el monto total de aquella condena
económica -690.0844 s.m.l.m.v., se itera- cuyo valor, como deviene evidente, supera la cuantía
establecida para estos efectos en el Art. 366 del C. de P. Civil -425 s.m.l.m.v.-.
2. La total ausencia de técnica que se evidencia en el libelo lleva a la Sala a anunciar su rechazo
de plano. En efecto, el demandante no empece señalar que para los efectos de la casación
interpuesta acude a las preceptivas del Art. 366 del C. de P. Civil, salvo sostener que se encuentra
legitimado para actuar en sede del extraordinario recurso dada la cuantía del interés económico
que le asiste, y de indicar que lo hace porque conforme a lo indicado en el ordinal 1°-1 del
mentado precepto la naturaleza del proceso penal equivaldría al ordinario en materia civil, sin
embargo omite invocar la causal de casación en la cual sustenta el reparo -Art. 368 del C. de P.
Civil-, por lo que una tal postulación no cumple con los presupuestos de claridad y precisión
establecidos el numeral 3° del artículo 212 del C. de P. Penal, en la medida en que al demandante
le compete "La enunciación de la causal y la formulación del cargo indicando en forma clara y
precisa sus fundamentos", exigencia idéntica a la que consagra el artículo 374-3 del Estatuto
Procesal Civil.
· Que el juzgador incurrió en falta de aplicación o exclusión de la norma, esto es, que dejó
de aplicar aquella que era de recibo en el caso concreto.
· Que existió una indebida aplicación, es decir, que el caso demostrado se ubicó en una
disposición que no le atañe.
· O por un falso raciocinio porque al valorar las pruebas se vulneraron las reglas de la sana
crítica -los postulados de la lógica, las leyes científicas o las máximas de la experiencia o el
sentido común.
225
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : PALACIOS CASTRO, DIEGO MAURICIO
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio culposo
PROCESO : 24961
PUBLICADA : Si
Si bien el defensor del procesado al formular la demanda dijo acudir a la casación excepcional, en
el entendido de que las conductas punibles por las que se procede en razón de este asunto
-falsedad en documento privado y abuso de confianza calificado- tienen señalada una pena
privativa de la libertad cuyo máximo no excede de ocho (8) años, y en cumplimiento de dicho
cometido planteó la censura argumentando la violación de garantías fundamentales, en concreto el
debido proceso, y la necesidad de la intervención de la Corte en procura de su protección; es lo
cierto que conforme a la doctrina hoy imperante en la Sala lo procedente en el presente evento es
la casación común, dada la naturaleza de los delitos por los cuales se adelantó la actuación, la
época en la que se produjeron los hechos constitutivos de los mismos y los comportamientos
punibles que hicieron parte del objeto del proceso.
Conforme al primero, el delito de falsedad en documento privado previsto en el Art. 221 aparejaba
pena de 1 a 6 años de prisión, la misma que contempla actualmente para dicha ilicitud el Art. 289
de la Ley 600 de 2000. De igual manera, el abuso de confianza calificado descrito en el Art. 250 de
esta última codificación -tipo penal que recogió el otrora denominado peculado por extensión por el
cual se había iniciado la correspondiente investigación-, comporta pena de 3 a 6 años-.
De acuerdo con el segundo, el Art. 218 de la derogada codificación procesal penal permitía esta
modalidad de impugnación extraordinaria -casación común- en tratándose de delitos que tuviesen
señalada sanción de prisión "cuyo máximo sea o exceda de seis (6) años (...)".
226
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : MUÑOZ DIAZ, DORCEY
DELITOS : Falsedad en documento privado
PROCESO : 22337
PUBLICADA : Si
1 Con el sistema procesal contemplado en la Ley 906 de 2004 se amplió la cobertura para acceder
a la casación, puesto que hoy es susceptible dicha impugnación contra decisiones de segunda
instancia proferidas en todo tipo de delitos, sin importar el quantum de pena, como se imponía en
los códigos anteriores.
De acuerdo con lo estatuido en la citada Ley 906, para que la demanda sea admitida se requiere
que el libelista, además de contar con interés, acredite la afectación de derechos o garantías
fundamentales, para lo cual también deberá formular y desarrollar los correspondientes cargos y,
por supuesto, demostrar algunos de los fines establecidos para la casación, según lo previsto en el
artículo 180 de esa normatividad, esto es, la efectividad del derecho material, el respeto de las
garantías de los intervinientes, la reparación de los agravios sufridos por éstos y la unificación de
la jurisprudencia.
2. Como lo ha dicho la Sala, cuando no se precisan las verdades fácticas y jurídicas en que se
soporta la decisión, se presenta la carencia absoluta de motivación; cuando ésta no alcanza a
traslucir el fundamento del fallo, aquella se considera precaria o incompleta; y cuando la sentencia
se cimienta en razones contradictorias y excluyentes que impiden conocer su verdadero sentido, la
motivación se considera amfibológica.
El censor simplemente limita el discurso en sostener que la citada falta de motivación condujo a la
violación de garantías fundamentales y a las reguladoras del debido proceso, sin que en manera
alguna hubiese ilustrado en qué consistió la denunciada falta de motivación.
Ahora bien, en el evento de que se acepte que el error está en la construcción indiciaria, cuando
afirma que el juzgador habría podido llegar a otras conclusiones lógicas, de todos modo no
identificó la génesis del yerro, es decir, cuando el desatino se ubica en el proceso de inferencia
lógica, "ello supone partir de aceptar la validez del medio con el que se acredita el hecho indicador,
y demostrar al tiempo que el juzgador en la labor de asignación del mérito suasorio se apartó de
las leyes de la ciencia, los principios de la lógica o las reglas de la experiencia, haciendo evidente
en qué consiste y cuál es la operancia correcta de cada uno de ellos, y cómo en concreto esto es
desconocido".
La labor demostrativa de la censura el actor la sustenta en anotar que el Tribunal aceptó que la
valoración de la prueba hecha por su inferior fue "poca ortodoxa", que el indicio de oportunidad no
esta cabalmente demostrado, pues no se demostró "el móvil", que no se alteró la escena del
crimen, que el Tribunal con el fin de dar como demostrados los indicios sitúan al procesado como
la única persona que se encontraba al lado de la víctima, que lo expertos forenses determinaron
que el cuerpo no fue movido del sitio donde fue hallado, etc, yerro que de no haberse cometido
227
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 23/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
PROCESADO : LONDOÑO VARGAS, JHON ALEJANDRO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio agravado
PROCESO : 25005
PUBLICADA : Si
Se le imputaron tres delitos de lesiones personales culposas agravadas, conductas punibles que
se encontraban previstas en los artículos 332, inciso 1° ("Incapacidad para trabajar o enfermedad
que no pase de treinta días"), 333 ("Deformidad física transitoria") y 334, inciso 2° ("perturbación
funcional permanente"), del Decreto 100 de 1980, en concordancia con los artículos 340
("Lesiones culposas") y 341 ("Circunstancias de agravación punitiva por lesiones culposas"),
ibidem, normatividad vigente para la época de los hechos.
Frente a las mencionadas preceptivas y para efectos de los respectivos cómputos, no está de más
indicar que comparadas la citadas normas con aquellas que se encuentran tipificadas en los
artículos 112, inciso 1°, 113, inciso 1°, 114, inciso 2°, 120 y 121 de la Ley 599 de 2000, mantienen
idénticas penas máximas e iguales proporciones en cuanto a adiciones y disminuciones por razón
de la agravación y por tratarse de delito culposo, por lo que resulta indiferente la adopción de
una u otra normatividad.
Sin embargo, se tendrán en cuenta las normas del derogado Código Penal de 1980, por haber
ocurrido los hechos bajo su vigencia.
Por su parte, en lo que respecta a las otras dos lesiones, es decir, deformidad física transitoria e
incapacidad para trabajar o enfermedad que no pase de treinta días, cuyas penas máximas eran
de 7 y 2 años, respectivamente, según lo que preceptuaban los citados artículos 333, inciso 1°, y
332, inciso 1°, del Código Penal de 1980, y siguiendo las mismas operaciones matemáticas
indicadas en el anterior párrafo, se concluye que las penas máximas en estos dos eventos son de
2 años y 3 meses para la primera conducta y de 9 meses para la última.
Ahora bien, como se produjo la interrupción del término prescriptivo de la acción penal con la
ejecutoria de la resolución de acusación, caso en el cual principia a correr de nuevo por un tiempo
igual a la mitad de los máximos indicados, pero en ningún caso puede ser inferior a cinco (5) años,
se tendrá éste último como lapso para efectos de la prescripción, según el artículo 84 del Decreto
100 de 1980 (artículo 86 de la Ley 599 de 2000).
Significa lo anterior que dentro del presente asunto, la acción penal se ha extinguido por causa de
la prescripción
Auto Casación
FECHA : 28/03/2006
DECISION : Declara prescrita la acción penal, cesa todo procedimiento
PROCEDENCIA : Juzgado 2 P.C.
CIUDAD : Yopal
NO RECURRENTE : ROSAS LIZON, LUIS ALFONSO
DELITOS : Lesiones personales culposas agravada
PROCESO : 25147
PUBLICADA : Si
2. Si al juez de ejecución se le informa por parte de otra autoridad judicial que al parecer el
expediente de una persona que se encuentra recluida en un establecimiento carcelario bajo su
jurisdicción se encuentra extraviado, en un razonable entendimiento de la actividad judicial, debe
iniciar su reconstrucción, pues como lo señala el inciso 1° del artículo 79 del C. de P. P. le
compete, entre otras cosas, adoptar las "decisiones necesarias para que las sentencias
ejecutoriadas que impongan sanciones penales se cumplan.".
Reconstrucción que no indiscriminada, pues el artículo 155 del C. de P. P., señala que el juez de
ejecución de penas no está obligado a la reconstrucción de todo el expediente, sino de decisiones
que son connaturales a su labor, como es recopilar los fallos correspondientes y en virtud de los
cuales se encuentra privado de la libertad el condenado y/o de las decisiones que a partir de ellos
se hubieren proferido en el decurso de la ejecución de la sentencia, como por ejemplo, las que
reconocen rebajas de pena, descuentos por trabajo o estudio, resuelven pedidos de libertad, etc.
229
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. El artículo 71 de la Ley 975 de 2005 modificó el Código Penal (Ley 599 de 2000), en cuanto
aquél precepto tipifica como sedición la conducta consistente en conformar o hacer parte de
grupos guerrilleros o de autodefensas, cuyo accionar interfiera con el normal funcionamiento del
orden constitucional y legal.
De tal modo, por haber reformado el Código Penal, el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 produce
efectos a partir de la fecha de su promulgación (25 de julio. Diario Oficial No. 45.980) y, en los
aspectos sustanciales, debe aplicarse a hechos anteriores para salvaguardar el principio de
favorabilidad.
2. La Ley 975 de 2005 reconoce como delincuentes políticos a los miembros de los grupos de
autodefensa, y en tal sentido adiciona al Código Penal respecto del os nuevos sujetos activos del
ilícito de sedición; sin que ello signifique que se hubiese derogado el artículo 340 de dicho Estatuto
que consagra el delito de concierto para delinquir, que era la norma en la cual se adecuaba la
conducta consistente en conformar o hacer parte de esas organizaciones al margen de la ley.
Por manea que, el artículo 340 del Código Penal (Ley 599 de 2000) continúa vigente y puede
aplicarse a miembros de grupos guerrilleros o de autodefensa cuando, pese a su pertenencia a los
mismos, las acciones delictivas acordadas no están dirigidas a la realización de los objetivos
perseguidos por la agrupación ilegal en desarrollo de la confrontación armada que sostienen con
otras organizaciones al margen de la ley y con las autoridades, sino a la comisión de delitos
desvinculados de los propósitos y causas de la organización*.
En ese orden de ideas, cualquiera fuere la denominación de los ilícitos en que incurran los
miembros de las autodefensas, si el implicado actúa movido por aquellas finalidades y cumple la
labor asignada dentro del colectivo criminal, con sujeción a las órdenes y directrices del mando
responsable, será sedición y no concierto para delinquir el delito imputable por el solo hecho de la
pertenencia a la agrupación, por supuesto en concurso con los delitos específicos que haya podido
cometer, que serán catalogados como comunes**.
Así lo expresó la Corporación en auto del 26 de noviembre de 2003*** , que hoy se reitera y es la
respuesta a una problemática similar a la allí resuelta surgida a partir de la vigencia del artículo 71
de la ley 975 de 2005:
"Siempre que la agrupación alzada en armas contra el régimen constitucional tenga como objetivo
instaurar un nuevo orden -dijo la Corte en esa oportunidad-, sus integrantes serán delincuentes
políticos en la medida en que las conductas que realicen tengan relación con su pertenencia al
grupo, sin que sea admisible que respecto de una especie de ellas, por estar aparentemente
distantes de los fines altruistas que se persiguen, se predique el concierto para delinquir, y con
relación a las otras, que se cumplen dentro del cometido propuesto, se afirme la existencia del
delito político.
"Dicho en otros términos, si los miembros de un grupo subversivo realizan acciones contra algún
sector de la población en desarrollo de directrices erróneas, censurables o distorsionadas,
impartidas por sus líderes, los actos atroces que realicen no podrán desdibujar el delito de
rebelión, sino que habrán de concurrir con éste en la medida en que tipifiquen ilícitos que,
entonces, serán catalogados como delitos comunes.
"Por el contrario, si los diversos comportamientos son escindibles, de manera que algunos de ellos
son realizados por varias personas concertadas para cometer delitos en beneficio puramente
individual, egoísta, sin ningún nexo con la militancia política, y otros, ejecutados por esas mismas
personas, se materializan en tanto miembros de la organización subversiva, el concurso entre el
concierto para delinquir y la rebelión surge con nitidez".
230
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
su pertenencia a dicha organización, con independencia de las gestiones individuales que realice
según el lugar que ocupe en la jerarquía del grupo al margen de la ley.
4. Si exclusivamente se tratara del delito de concierto para delinquir, mutado en sedición según lo
explicado, como aún no se realiza la audiencia preparatoria, ni inicia la vista pública, es decir el
procesó no se encuentra aún para dictar sentencia (caso en el cual, de acuerdo a como lo tiene
definido la Corte, el Juez Especializado podría prorrogar su competencia y proferirla), la
competencia para continuar adelantando las actuaciones procesales radicaría en el Juzgado
Octavo Penal del Circuito de Bucaramanga, en virtud de la cláusula general contenida en el
artículo 77 del Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000.
5. Se debatió en Sala si la Ley 975 de 2005 podría contrariar principios de justicia y del derecho
penal con incidencia negativa en la constitucionalidad de sus disposiciones, pero mayoritariamente
se desechó tal hipótesis con fundamento en los siguientes planteamientos:
No obstante que el artículo 4° de la Carta Política permite inaplicar aquellas disposiciones que se
ofrezcan incompatibles con el Estatuto Superior, para ello se requiere de la abierta y ostensible
contradicción de sus reglas con las superiores**** , de modo que la presunción de
constitucionalidad que las ampara quede desvirtuada, pudiendo el funcionario judicial, cuando eso
ocurre, preferir las normas constitucionales sobre las de inferior jerarquía, con efectos inter partes
y en relación con las personas involucradas en un conflicto específico, sin que pueda exceder ese
preciso marco jurídico***** , pues lo contrario implicaría invadir la esfera de competencia de la
Corte Constitucional encargada de definir por vía general y con efectos erga omnes el ajuste de un
precepto a la Constitución.
Ahora, tratándose de una ley sui generis, que regula un tema muy puntual en materia de penas en
el contexto de una justicia trancisional, la Corte no encuentra establecida esa abierta y evidente
contradicción entre los preceptos en ella contenidos y el Orden Superior, como condición
indispensable para realizar el juicio de constitucionalidad que un mecanismo excepcional como el
control difuso requiere, lo cual además en modo alguno la puede autorizar para hacerlo acudiendo
a criterios de conveniencia.
Esta postura, no es, desde luego, novedosa, pues tal ha sido el criterio de la Sala en torno al tema,
al precisar que presupuesto necesario para dar lugar a tan especial recurso en guarda de los
Preceptos Superiores, es que:
"El quebranto objetivo de la norma constitucional sea de tal forma flagrante o manifiesto que no
permita la mínima interpretación en contrario y, por ende, no se requiera de sofisticados
argumentos para sustentarla; lo que de suyo deslegitima al juez colisionante a hacer un
pronunciamiento propio de la jurisdicción facultada para ello como lo es la Constitucional, por
tratarse de una ley expedida por el Congreso de la República en ejercicio de las facultades
constitucionales******" (resaltado fuera de texto)
Además, en dicho pronunciamiento la sala concluyó, que en tales circunstancias, como aquí
ocurre, resulta "inconveniente adelantarse a la decisión de la autoridad con atribución
constitucional para juzgar la inexequibilidad de la comentada disposición."
De otra parte, el valor justicia y los principios de igualdad y proporcionalidad, en orden a juzgar la
constitucionalidad de una norma, no pueden estudiarse tal como si se tratara de una ley ordinaria,
sino tomando en cuenta las singularidades de la que ahora se analiza, expedida con la finalidad de
resolver la tensión que en este caso surge entre los conceptos de paz y justicia, que son también
fundamentos del Estado, y de los compromisos internacionales adquiridos por Colombia.
Por lo mismo, la vinculación entre política y derecho alcanza un nivel mayor al que de ordinario se
presenta en la legislación común, en la cual, por ejemplo, la proporcionalidad de la respuesta
estatal y la simetría con la agresión a bienes jurídicos, responde a la gravedad del injusto y grado
de culpabilidad, mientras que, tratándose de una ley especial, como aquí sucede, se sujetan a
otros valores, según se indicó.
Lo anterior, se insiste, sin perjuicio del criterio de la Sala puede en cuanto a la conveniencia o
inconveniencia de las disposiciones contenidas en la ley de justicia y paz, lo cual es, por supuesto,
irrelevante para efectos de adoptar decisiones del tipo de aquella a que se alude en párrafos
precedentes
No obstante las consideraciones anteriores, conviene aclarar que un sector de la Sala encontró
precisamente esa ostensible contradicción entre la norma superior y la legal, respecto del artículo
70 de la ley de justicia y paz, fundamentalmente por violación al principio de la unidad de materia.
231
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
______________________________________
*Cfr. Sala de Casación Penal Auto del 22 de noviembre de 2005. (Colisión de competencias, radicación
24441).
**Ibídem
***Sala de Casación Penal. Auto del 26 de noviembre de 2003.(Colisión de competencias, radicación 21639)
****Cfr, Corte Constitucional, sentencia T 1290 de 2000, en la cual se expresó que "el antagonismo entre los
dos extremos de la proposición ha de ser tan ostensible que salte a la vista del intérprete, haciendo superflua
cualquier elaboración jurídica que busque establecer o demostrar que existe. De lo cual se concluye que, en
tales casos, si no hay una oposición flagrante con los mandatos de la Carta, habrá de estarse a lo que
resuelva con efectos erga omnes el juez de constitucionalidad, según las reglas expuestas."
*****Corte Constitucional, sentencias C 600 de 1998 y T-1290 de 2000.
******Auto del 18 de junio de 2002, colisión de competencias, radicado 19516. Cfr, en el mismo sentido, auto
del 2 de julio de 2002, radicado 19517.
1. El artículo 35 de la Carta Política, modificado por el artículo 1º del Acto Legislativo No. 01 de
1997, establece que la extradición se podrá solicitar, conceder u ofrecer de acuerdo con los
tratados públicos y, en su defecto con la ley.
3. Conforme ha sido establecido por el Tribunal Constitucional, "la idea de soberanía nacional no
puede ser entendida hoy bajo los estrictos y precisos límites concebidos por la teoría constitucional
clásica. La interconexión económica y cultural, el surgimiento de problemas nacionales cuya
solución sólo es posible en el ámbito planetario y la consolidación de una axiología internacional,
han puesto en evidencia la imposibilidad de hacer practicable la idea decimonónica de soberanía
nacional. En su lugar, ha sido necesario adoptar una concepción más flexible y más adecuada a
232
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
los tiempos que corren, que proteja el núcleo de libertad estatal propio de la autodeterminación, sin
que ello implique un desconocimiento de reglas y principios de aceptación universal. Sólo de esta
manera puede lograrse el respeto de una moral internacional mínima que mejore la convivencia y
el entendimiento y que garantice el futuro inexorablemente común e interdependiente de la
humanidad" (Corte Constitucional sentencia C-574/92).
Con lo expuesto queda en claro que los reparos en torno a aquello que ha de entenderse como
"lugar de la comisión del hecho" por el cual se solicita la extradición del señor (...) o la autoridad
judicial que cuenta con jurisdicción y competencia para investigarlo y juzgarlo, resultan incapaces
de condicionar el sentido del concepto que compete emitir a esta Corporación, pues es obvio que
el texto constitucional contenido en el acto legislativo No. 01 de 1997, no desconoce que los
hechos punibles puedan ser realizados en distintos lugares (en Colombia o en el exterior) total o
parcialmente, como lo prevé el artículo 14 del Código Penal tal cual ha sido establecido por la
Corte (Cfr. Concepto de Extradición octubre 3/2000. Rad. 15862).
233
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Tampoco puede perderse de vista que la norma contenida en el artículo 527 de la Ley 600 de
2000, según la cual "no habrá lugar a la extradición cuando por el mismo hecho la persona cuya
entrega se solicita, haya sido o esté siendo juzgada en Colombia", no sólo tenía por destinatario al
Gobierno Nacional sino que actualmente no hace parte del ordenamiento jurídico vigente por haber
sido declarada inexequible por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-760 del 18 de julio de
2001.
5. Los usos internacionales y los principios de derecho internacional no son elementos del trámite
judicial de la extradición
6. En este caso asimismo se cumple lo establecido por el artículo 259 del C. de P. C., modificado
por el artículo 1º. Num. 118 del D.E. 2282/89, según el cual "Los documentos públicos otorgados
en país extranjero por funcionario de éste o con su intervención, deberán presentarse debidamente
autenticados por el cónsul o agente diplomático de la República, o en su defecto por el de una
nación amiga, lo cual hace presumir que se otorgaron conforme a la ley del respectivo país",
disposición aplicable al caso por virtud del principio de integración normativa previsto por el artículo
23 del C. de P. P. de 2000 y el inciso último del artículo 513 ejusdem.
Con el respeto que siempre profeso por las decisiones de la Sala, expongo a continuación los
aspectos que, en mi sentir, deben incluirse en los conceptos de extradición que emite la Corte
frente a trámites que involucran ciudadanos colombianos por nacimiento, particularmente cuando
se desarrollan en ausencia de cláusulas pactadas en instrumentos internacionales de carácter
bilateral o multilateral, en la forma de condicionamientos que el Gobierno Nacional debería exigir al
momento de acceder a la entrega de un connacional, además de los que se le vienen sugiriendo
de manera común.
La posición que he venido sustentando en Sala y que no ha tenido acogida, descansa en que la
Corte al asumir la función de conceptuar, no sólo ha de tener como guía los parámetros que sobre
la materia están fijados en el ordenamiento procesal penal patrio, sino que, además, su misión
también debe estar influida por la regla del artículo 2º de la Constitución, pues en cuanto órgano
máximo de la jurisdicción ordinaria y, por tanto, componente esencial en la estructura del Estado
Social de Derecho, también debe velar por la efectividad de los principios -entre ellos el fundante
de la dignidad humana-, derechos y deberes consagrados en la Carta; defender la independencia
nacional y proteger a todas las personas residentes en Colombia en su vida, honra, bienes,
creencias, derechos y libertades.
234
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Concepto Extradición
FECHA : 28/03/2006
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : VENGOECHEA MOLA, EDUARDO ENRIQUE
DELITOS : Concierto para delinquir-narcotráfico
PROCESO : 24188
PUBLICADA : Si
Bien está recordar que de conformidad con las previsiones del artículo 89, inciso segundo, del
estatuto procesal penal, la unidad del proceso por motivos de conexidad opera por ministerio de la
ley y debe decretarse en la etapa de investigación, entre otros eventos, cuando "se impute a una
o más personas la comisión de una o varias conductas punibles en las que exista homogeneidad
de modo de actuar de los autores o partícipes, relación razonable de lugar y tiempo y, la prueba de
una de las investigaciones pueda influir en la otra", según lo dispone el artículo 90, numeral cuarto,
ejusdem.
Igualmente, se tiene dicho por esta Corporación que los elementos de la conexidad, y por
consiguiente, presupuestos necesarios para que opere la unidad procesal por dicho motivo, son
dos: (i) pluralidad de delitos y (ii) existencia de una relación o nexo entre ellos, ya de orden
sustancial -conexión teleológica, consecuencial, u ocasional-, ora de carácter procesal u objetivo
-conexión probatoria-.
235
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Es, entonces, uno de los fines primordiales del cambio de radicación asegurar que el fallo sea
proferido por un juez que esté en el medio adecuado para que pueda dispensar una recta,
cumplida y eficiente administración de justicia, cuando por converger alguna de las circunstancias
anteriores, la serenidad ideal en el funcionario judicial competente se hubiere quebrantado.
Las circunstancias concretas en que se ubique la solicitud de cambio de radicación que formule
alguno de los sujetos procesales deberán estar probadas, o poder comprobarse objetivamente en
las actuaciones, siendo obligatorio para quien las propone señalar específicamente y de manera
sustentada las razones que motivan la petición.
Ahora bien, sin información concreta, debidamente sustentada sobre alguno de los factores que
harían viable el cambio de radicación a un distrito judicial diferente, se insiste, la pretensión es
improcedente, pues es sabido que la situación de todo el país tiene cierto grado de dificultad para
el ejercicio de la función pública en todos sus órdenes, de modo que no se vislumbra el efecto
positivo orientado hacia las garantías de un juzgamiento en estricto derecho, que eventualmente
se conseguiría si se autoriza el cambio de radicación.
Cambio de Radicación
FECHA : 28/03/2006
DECISION : Niega el cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado P.C.E.
CIUDAD : Valledupar
PROCESADO : LEMUS CONTRERAS, RAMON ELIAS
DELITOS : Secuestro extorsivo
PROCESO : 25191
PUBLICADA : Si
236
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. El falso juicio de identidad "tiene lugar cuando el juzgador se equivoca al apreciar la prueba,
dado que, obrando en el proceso, al valorarla distorsiona su contenido cercenándola,
adicionándola o tergiversándola, caso en el cual está llamado a señalar mediante el cotejo
objetivo de lo dicho en el medio probatorio y lo asumido en el fallo, qué aparte fue omitido o
añadido a la prueba, qué efectos se produjeron a partir de ello y, lo más importante, cuál es la
trascendencia del yerro en la declaración de justicia contenida en la parte resolutiva de la
sentencia atacada, tópico que no puede ser demostrado con la exposición subjetiva del criterio del
impugnante acerca del valor que corresponde al medio de prueba que estima tergiversado, pues
menester resulta que materialmente acredite que el error condujo a la falta de aplicación o a la
aplicación indebida de la ley sustancial en el fallo, esto es, que corregido el yerro, la prueba
debidamente valorada en conjunto con las demás modifica sustancialmente el sentido de la
decisión reprochada*".
En otros términos, el falso juicio de identidad, sentido propio del error de hecho, se demuestra
confrontando el contenido del medio con la lectura que de su texto hizo la sentencia, con el fin de
evidenciar que entre uno y otro no existe coincidencia, y que los jueces de instancia dicen de la
prueba lo que en ella no se afirma siendo indispensable, además, atacar toda la base probatoria
que sirve de sustento a la decisión a fin de derruir la presunción de acierto y legalidad con que
viene amparado el fallo.
2. El error de hecho por falso juicio de existencia por omisión se presenta cuando el juzgador al
apreciar los elementos de convicción que obran legalmente aducidos al proceso, ignora la
existencia material de alguno o algunos de ellos de manera absoluta, dando lugar a una visión
distinta de los hechos que incide en el sentido de la decisión o en la aplicación de sus
consecuencias jurídicas.
Además, tiene dicho la Corte que "cuando la censura se postula bajo la forma de error de hecho
por falso juicio de existencia debido a la omisión de elementos probatorios es indispensable seguir
las siguientes pautas: (i) señalar la prueba cuyo análisis fue omitido en la valoración del juzgador;
(ii) especificar cuál la expresión objetiva de la prueba; (iii) explicar la manera en que incorporada su
valoración, la fuerza persuasiva que contiene trasciende en el cuerpo del fallo al punto de
determinar la modificación del sentido de la decisión"**.
3. Como quiera que se advierte que al procesado se le impuso la pena accesoria de inhabiltación
de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena principal, es decir, 13 años,
quantum que podría eventualmente desbordar el máximo dispuesto por el legislador sobre el
particular, teniendo en cuenta el principio de favorabilidad, circunstancia que comportaría violación
de los derechos y garantías de Eberto Laureano Daza González, por ello, es necesario surtir
traslado al Ministerio Público para que se pronuncie al respecto y, posteriormente, proceda la Sala
a dictar la decisión de fondo que en derecho corresponda, como en efecto se ha procedido en
otras oportunidades*** .
____________________________________________
*Ver, entre otras decisiones, casaciones 23032 del 22 de junio de 2005; 29519 del 22 de septiembre de
2005; 29474 del 22 de septiembre de 2005; 23932 del 26 de octubre de 2005 y 20830 del 23 de noviembre
de 2005.
**Ver, entre otras decisiones, casaciones 22542 del 27 de octubre de 2005; 22748 del 31 de agosto de 2005;
29334 del 17 de agosto de 2005; 29217 del 6 de julio de 2005.
***Ver, entre otras, Autos del 19 de agosto de 2004, rad. 21302, del 18 de noviembre de 2004, rad. 22082,
y del 6 de abril de 2005, rad. 22.592.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Auto Casación
FECHA : 28/03/2006
DECISION : Inadmite la demanda presentada, corre
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Valledupar
PROCESADO : DAZA GONZALEZ, HUMBERTO LAUREANO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 22325
PUBLICADA : Si
1. Para poder arribar a las conclusiones que objetivamente se correspondan con la fase de
juzgamiento que ésta sentencia finiquita de manera definitiva, es indispensable recurrir a las más
recientes decisiones de la Corte Suprema de Justicia sobre el delito de prevaricato por acción.
Al efecto se ha señalado:
"La tipificación legislativa del delito de prevaricato está referida a la emisión de una providencia
manifiestamente contraria a la ley, circunstancia ésta que constituye ¾ha dicho la jurisprudencia¾
la manifestación dolosa de la conducta en cuanto se es consciente de tal condición y se quiere su
realización, afirmando, así mismo, que semejante contradicción debe surgir evidente, sin mayores
elucubraciones.
Por contraste, todas aquellas providencias respecto de las cuales quepa discusión sobre su
contrariedad con la ley quedan excluidas del reproche penal, independientemente de que un juicio
posterior demuestre la equivocación de sus asertos, pues ¾como también ha sido jurisprudencia
reiterada¾ el juicio de prevaricato no es de acierto, sino de legalidad. A ello debe agregarse como
principio axiológico cuando se trata de providencias judiciales, que el análisis sobre su presunto
contenido prevaricador debe hacerse necesariamente sobre el problema jurídico identificado por el
Funcionario Judicial y no sobre el que identifique a posteriori su acusador o su juzgador, según sea
el caso.
Evidentemente que tal principio conduce también a determinar si, en el evento de ocurrir, la
equivocada identificación del problema jurídico es fruto de una actuación manifiestamente contraria
a la ley o no.*" .
"La estructuración del mencionado delito supone desde su faz objetiva la comprobación de tres
elementos básicos: la calidad de servidor público; la competencia funcional a partir de la cual se
profiere la resolución, el dictamen o el concepto; y que lo decidido o aquello sobre lo que se ha
dictaminado o conceptuado, irrumpe de manera diáfana como ostensiblemente ilegal. Por su parte,
desde la faz subjetiva, se demanda que la expedición de la decisión manifiestamente ilegal sea
imputable a título de dolo, quiere decir, que al momento de su proferimiento el servidor público
haya obrado con conciencia de la tergiversación o inaplicación de la ley que estaba llamado a
aplicar y con voluntad de desatender su sentido y alcances.
238
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
En lo que tiene que ver con el aspecto objetivo del tipo, al momento de valorar la conducta
censurada resulta de trascendental importancia el análisis del elemento normativo del tipo penal en
comento, referido a la necesidad de que la decisión cuestionada se ofrezca manifiestamente ilegal,
indicativo de que la estructuración de la conducta prohibida se predica sólo en aquellos eventos en
que existe un franco y abierto distanciamiento entre ésta y las normas legales llamadas a gobernar
el asunto, dejando en cambio fuera del radio de acción del delito, aquellas determinaciones que
con independencia de su mayor o menor grado de acierto, se basen en criterios razonables de
interpretación de la ley aplicable al caso concreto o se funden en un examen de los medios de
convicción existentes que se pueda reputar guiado por las normas que gobiernan la valoración
probatoria.**"
2. La motivación del referido inhibitorio carente de razonabilidad y claridad, según se dejó expuesto
al transcribir algunos apartes, incluye arbitrariedad, pues ésta se define también como lo contrario
a la ley, es decir, un acto jurisdiccional sin justificación diferente que el arbitrio propio de su autora,
o sea, la imposición dictatorial de quien escudándose en la función pública de impartir justicia hace
prevalecer su voluntad particular, en desmedro de la soberana y general expresada en la ley.
"En relación con esta última circunstancia genérica de agravación punitiva o de mayor punibilidad
si bien mayoritariamente la Sala ha venido sosteniendo su procedencia en eventos como el que
aquí se examina, en virtud de la "misión protagónica" dentro de la comunidad que el Estado le
encomienda al funcionario judicial para la solución imparcial de los conflictos sociales, situación
privilegiada que facilita la comisión del delito en cuanto se aprovecha de su investidura o función
para contrariar el ordenamiento e irrogar de esta manera un mayor daño social porque, "amén de
agredir bienes jurídicos, rompe la independencia y la jurisdiccionalidad que son dos preciados
valores institucionalmente dispuestos para enfrentar el choque social (...)", un nuevo escrutinio de
tales fundamentos orientado al respeto del debido proceso sancionatorio reclama un
replanteamiento del tema, pues al infractor mal se le puede colocar en la posición de tener que
expiar sucesivamente su falta por el mismo hecho, sin que ello entrañe violentar el principio de
prohibición de doble valoración, o lo que es lo mismo, la inobservancia del principio non bis in
idem.
En efecto, dicho postulado de raigambre constitucional -Art. 29 de la Carta Política- tiene por
finalidad evitar que el individuo pasible de pena en virtud de comportamiento contrario a derecho,
sea castigado más de una vez por el mismo hecho. El principio de determinación del hecho y de la
pena conlleva a la exigencia de que lo prohibido bajo conminación sancionatoria se halle
claramente establecido en la ley, de modo tal que su fijación no quede librada al arbitrio del juez,
como quiera que el ciudadano debe saber de antemano las consecuencias que caben derivarse de
su conducta. Por consiguiente, la punibilidad debe estar sujeta a los criterios de legalidad previa,
estricta y cierta, lo cual significa que la ley ha de señalar inequívocamente la naturaleza de la pena
y el marco dentro del cual puede moverse el juez al aplicarla.
Un factor, téngasele por elemento o circunstancia, no puede ser sometido a más de una valoración
desfavorable, esto es, como elemento del tipo legal de que se trate, y también como agravante.
La prohibición de doble valoración por este aspecto, dice relación con el hecho propiamente tal y
sus circunstancias relevantes; dicho de otro modo, factores que sean valorados como elementos
configurantes del delito, no pueden apreciarse simultáneamente como circunstancias agravantes
del mismo, y a su vez de la puniblidad. Fue el propio legislador quien dispuso respecto de las
agravantes -Art. 66 del C. Penal anterior- o circunstancias de mayor punibilidad -Art. 58 de la Ley
599 de 2000- que ellas proceden "siempre que no hayan sido previstas de otra manera"***.
239
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
_______________________________
*CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sent. 2 de mayo de 2003, rad. N°
**CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. del 27 de abril de 2005, rad. N° 23.221
***CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. de única instancia del 23 de febrero de 2005, rad. N° 19.762.
****CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. de única instancia del 27 de agosto de 2002, rad. N° 16.519.
De esa expresión se desprende el reclamo del demandante, para quien finalizada la diligencia de
descargos el procesado quedó sin abogado.
Como con acierto afirma el Ministerio Público, esa anotación en el acta que recogió la indagatoria
no podía tener tal alcance y, si lo tuviera, sería indiferente, toda vez que tanto el delegado de la
fiscalía como el apoderado conocían con claridad el derecho, es decir, que no era viable el
nombramiento de un defensor exclusivamente para esa diligencia.
En efecto, bajo el título de "Vigencia y oportunidad del nombramiento", el artículo 129 del Código
de Procedimiento Penal establece que
En ese contexto, la designación del abogado, y la aceptación por este éste del cargo,
jurídicamente se hizo para todo el trámite procesal y solo podía culminar por alguna manifestación
expresa, como la renuncia, la designación de otro profesional, etc.
240
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Las penas señaladas en los capítulos anteriores, se disminuirán de una tercera parte a la mitad,
cuando la conducta se cometa sobre cosa cuyo valor sea inferior a un (1) salario mínimo legal
mensual, siempre que el agente no tenga antecedentes penales y que no haya ocasionado grave
daño a la víctima, atendida su situación económica.
La norma hace relación a todas las conductas punibles del Título VII de la Parte Especial del
Código Penal, esto es, a los "Delitos contra el patrimonio económico", dentro de los cuales, en el
Capítulo II, el artículo 244 define la extorsión. No queda duda, entonces, que el comportamiento
objeto de juzgamiento y condena, si se cumplieran las exigencias allí regladas, quedaba cobijado
por ese mandato legal.
a) En la resolución acusatoria se explicó que el procesado se hizo a $ 130.000 "en detrimento del
patrimonio del afectado".
La sentencia de primera instancia, avalada por el Tribunal, con la cual conforma unidad
inescindible, concluyó que
el PATRIMONIO del señor (..........), fue disminuido en la suma de CIENTO TREINTA MIL PESOS
($ 130.000).
Ni en la acusación ni en las sentencias se incluyó dentro del monto del delito alguna joya que el
ofendido dijo había entregado al agresor. Lo cierto es que la cuantía fue establecida en esa suma,
$ 130.000. Y la Sala no podría modificar esa cantidad pues con ello perjudicaría la situación del
procesado, conducta esta que vetan expresamente el artículo 31 de la Constitución Política y las
disposiciones legales que lo desarrollan.
Los hechos sucedieron en mayo del 2002, época para la cual el salario mínimo estaba fijado en $
309.000 (Decreto 2910 del 2001). Se cumple, así, la primera exigencia de la disposición penal
trascrita.
b) Los mismos jueces, para imponer el castigo mínimo, dieron por demostrado el segundo
requisito, es decir, la ausencia de antecedentes penales contra el acusado. Explícitamente, el A
quo afirmó que "concurre la circunstancia diminuente de punibilidad de carencia de antecedentes".
Es nítido, así, que la sentencia de primera instancia, ratificada por el Ad quem, aceptó la mínima
afectación al patrimonio económico de la víctima, aparte la conclusión sobre la gravedad del hecho
frente a la autodeterminación.
Más no se debe perder de vista que si bien el tipo de extorsión es de los denominados
pluriofensivos porque ataca tanto la libertad individual como el patrimonio económico privado, es
indiscutible que por su ubicación dentro del sistema de la parte especial del Código Penal el
legislador seleccionó como bien jurídico de mayor importancia el del patrimonio económico
privado.
Los jueces, entonces, dieron por probado en sus fallos que la cuantía reclamada a través de la
extorsión era insignificante y que no afectó gravemente el patrimonio de la víctima, con lo cual
encontraron satisfecha la última exigencia del artículo 268 de la Ley 599 del 2000.
Reconocida tal situación, era necesario solucionar el tema siguiendo las directrices del artículo 268
de la Ley 599 del 2000.
Pero como los juzgadores no lo hicieron, le compete a la Sala aplicar los correctivos pertinentes,
con base en la quiebra parcial de la sentencia demandada.
241
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2006
DECISION : Casar Parcialmente
PROCEDENCIA : Tribunal Superior de Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : GALVIS PEREZ, FERMIN
DELITOS : Extorsión
PROCESO : 23423
PUBLICADA : Si
1. De acuerdo con las palabras del artículo 30 del Código de Procedimiento Penal entonces
vigente -Decreto 2700 de 1991- la progenitora estaba habilitada para formular la "denuncia", en su
condición de representante legal.
De otra parte, como lo afirma el Ministerio Público, tratándose de inasistencia alimentaria que
tenga como objeto del comportamiento a un menor de edad, no se requiere querella, en pro de su
protección. En esta hipótesis la actuación debe ser oficiosa.
Así resulta del no cumplimiento de 18 años, como emana del artículo 28 del Código del Menor o
Decreto 2737 de 1989.
Siguiendo esos lineamientos, el artículo 35 de la Ley 600 del 2000 reitera que si bien la regla
general es la actuación a petición de parte, cuando la víctima de la inasistencia alimentaria es un
menor se debe operar de oficio.
2. La no exigencia de querella para proteger al infante, tiene como fundamento precisamente que
se trata de un menor de edad. Con lógica elemental, en sentido contrario, cuando se trate de
persona adulta, esto es, de quien ha superado los 18 años de edad, el requisito cobra plena
vigencia: se necesita querella.
Como en estos delitos la conducta comienza, prosigue y solamente culmina o se consuma cuando
cesa la vulneración del bien jurídico, es decir, cuando el actor termina su actuar omisivo, esto es,
empieza a cumplir con la prestación debida, es claro que al comenzar la omisión y seguir hasta
cuando se arriba a los 18 años, la intervención penal procede de oficio, pero una vez llegada la
edad límite, la querella se convierte en condición de procesabilidad, como lo disponen los artículos
29, del Código de Procedimiento Penal de 1991, y 31 del Código de Procedimiento Penal del 2000.
242
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Así las cosas, una vez el juez constate que el perjudicado ha alcanzado su mayoría de edad, debe
informarle de la situación para que se pronuncie en cualquiera de los sentidos anteriores, y en el
supuesto de que no diga que quiere que continúe la actuación judicial, es viable la cesación de
procedimiento, pero sólo respecto del comportamiento posterior a los 18 años, pues sobre los
precedentes la actividad oficiosa debe proseguir.
4. Desde hace varios años, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ha dicho
que el delito de inasistencia alimentaria es de ejecución permanente, esto es, que comienza a
ejecutarse cuando el compelido por la ley a prestar alimentos deja de cumplir con sus deberes,
conducta que se prolonga durante todo el tiempo en que se sustraiga a esa obligación. Como
consecuencia de ello, para todos los efectos legales esa ejecución culmina con el último acto, es
decir, en el momento en el que desaparece la omisión y se comienza a cumplir la obligación.
5. Sobre la época que debe ser considerada como tiempo de ejecución del delito frente a las
conductas punibles de ejecución permanente, la Sala Penal, en sentencia de casación del 20 de
junio del 2005 (radicado 19.915) dejó sentados los siguientes criterios, que hoy reitera:
En reciente ocasión, al examinar el punto con relación al delito de fraude procesal, esta
Corporación sostuvo:
"Precisado lo anterior se tiene que acerca del referido comportamiento punible esta Sala ha tenido
oportunidad de precisar que se trata de un delito que si bien para su consumación no requiere de
resultado alguno, es de carácter permanente, en cuanto comienza con la inducción en error al
funcionario judicial o administrativo, pero se prolonga en el tiempo, en tanto subsista la
potencialidad de que el error siga produciendo efectos en el bien jurídico, razón por la cual el
término de prescripción comienza a contarse a partir del último acto".
""… puede tratarse de un delito cuya consumación se produzca en el momento histórico preciso en
que se induce en error al empleado oficial, si con ese error se genera más o menos de manera
inmediata la actuación contraria a la ley"".
""Lo anterior, porque aunque el funcionario puede permanecer indefinidamente en error, al estar
convencido que la decisión que tomó era la jurídicamente viable y la más justa de acuerdo con la
realidad a él presentada, para todos los efectos jurídicos sean sustanciales o procesales, debe
haber un límite a ese error, y este límite no puede ser otro que la misma ejecutoria de la resolución
o acto administrativo contrario a la ley, cuya expedición se buscaba, si allí termina la actuación del
funcionario, o con los actos necesarios posteriores para la ejecución de aquélla, pues de lo
contrario, la acción penal se tornaría en imprescriptible, lo cual riñe con el mandato constitucional
al respecto" (subrayas fuera de texto)".
2. Respecto del delito de rebelión, en general, ha sido tesis reiterada de la Corte que como se trata
de una conducta punible de ejecución permanente, el término de prescripción se contabiliza desde
la perpetración del último acto, es decir, "desde que se deja de cometer", de lo que ha concluido
que, como se dijo en la sentencia del 18 de noviembre del 2004, radicado 20.005,
"quien ha sido acusado de pertenecer a un movimiento rebelde, sin constancia alguna de que se
haya separado de la organización alzada en armas, no puede aducir que ha dejado de cometer el
delito, criterio que ha sido reiterado en las decisiones de 14 de junio, 1º de agosto, 3 de septiembre
y 7 de noviembre de 2002, radicados Nos. 16.411, 12553, 16.815 y 14.144".
243
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
"Y ello tiene su lógica en la naturaleza permanente de un delito que busca, teóricamente, el
derrocamiento del gobierno nacional o la supresión del régimen constitucional vigente, que no
permite determinar un límite final de la comisión del hecho, sino cuando los rebeldes obtienen su
propósito o cuando hay prueba cierta de que se abandonó tal cometido...".
No obstante, el tema no ha sido totalmente pacífico, lo que significa que ha llevado a la Sala en
varias oportunidades a reflexionar. Por ello, por ejemplo, en auto del 22 de mayo del año 2000,
dentro del radicado 13.557, reconoció una prescripción en materia de rebelión, y tras larga disputa,
dentro del proceso 20.005, acabado de citar, mantuvo su criterio tradicional, con importante
salvamento de voto que esencialmente se orientaba hacia la directriz que trazará en esta ocasión.
3. Las decisiones reiteradas de la Corte quizás no han tenido en cuenta la incidencia que en
cuanto a la continuidad de la conducta en el tiempo puede tener el hecho de proferirse en contra
del rebelde una resolución acusatoria que alcance firmeza. La Sala, tras la prosecución de los
exámenes que acaba de mencionar, precisa el punto.
Ciertamente, si lo que se pretende en el proceso penal es juzgar las conductas punibles a partir de
la indagación que el ente instructor realiza de comportamientos cuya ejecución se inició
obviamente con anterioridad, aunque continúe realizándose en el tiempo, investigación que se
concreta en el doble acto de imputación fáctica -que compendia las circunstancias de tiempo,
modo y lugar de comisión del hecho- y jurídica -que califica la conducta desde la normativa penal-
contenida en la acusación, aún tratándose de delitos de ejecución permanente existe un límite a la
averiguación, de manera que cuando se convoca a juicio al procesado su conducta posterior no
podrá ser objeto de análisis ni de reproche en el mismo proceso sino, acaso, en otro diferente.
Que ese límite o momento cierto en el que el Estado define los términos del juzgamiento lo
constituye la resolución acusatoria, ya había sido señalado por la Corte cuando, a propósito del
examen del principio de congruencia, anotó:
"la resolución de acusación es acto fundamental del proceso dado que tiene por finalidad
garantizar la unidad jurídica y conceptual del mismo, delimitar el ámbito en que va a desenvolverse
el juicio y, en consecuencia, fijar las pautas del proceso como contradictorio. Por eso la ley regula
los presupuestos procesales de la acusación (art. 438), sus requisitos sustanciales (art. 441) y su
estructura formal (art. 442). Por eso también la ley, al regular la estructura de la sentencia recoge
el concepto de acusación como punto de referencia obligado (art. 180 # 1, 3, 5, 7) y señala como
vicio de la misma, demandable en casación, su falta de correspondencia (art. 220 #2)" .
"el límite cronológico máximo de la imputación es el de la acusación y por tanto la sentencia debe
atenerse al mismo".
4. En consecuencia, como con la ejecutoria de la resolución de acusación se hace, por así decirlo,
un corte de cuentas en el delito permanente que permite valorar el comportamiento ilícito que el
procesado realizó por lo menos hasta el cierre de la investigación, se debe aceptar como cierto,
aunque en veces sea apenas una ficción, que allí cesó el proceder delictivo y, en consecuencia,
ii), a partir de ese momento es viable contabilizar por regla general el término ordinario de
prescripción de la acción penal como que, en virtud de la decisión estatal, ha quedado superado
ese "último acto" a que se refiere el inciso 2º del artículo 84 del Código Penal.
5. Se afirma que por regla general, porque es factible que antes de esa fecha se realicen actos
positivos que demuestren que cesó la ilicitud -verbigracia, que se haga dejación de las armas- o se
aprehenda al rebelde, casos en los cuales en esas ocasiones, en principio, se debe entender
cumplido el último acto de ejecución del delito permanente para efectos de la prescripción de la
acción penal...
6. Relacionando entonces la regla general con la excepción que se derivaría del hecho de la
captura, tres diversas situaciones podrían presentarse respecto de la prescripción de la acción
penal en los delitos de ejecución permanente, como el de rebelión:
244
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
.
.......TESIS CONTINUA, PARA MAYOR INFORMACIÓN FAVOR CULSULTAR EL TEXTO DE LA
PROVIDENCIA COMPLETA....
Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2006
DECISION : Casa parcialmente, confirma fallo de 1a instancia, revoca
pena de prisión....
PROCEDENCIA : Juzgado 2 P.C.
CIUDAD : Girardot Cun/marca
PROCESADO : BARRERA AGUIRRE, EDUARDO
DELITOS : Inasistencia alimentaria
PROCESO : 22813
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
1. Se afirma que el principio adversarial no es absoluto, entre otras razones, porque en Colombia
se reconoce el derecho de intervención a las víctimas y al Ministerio Público; y porque el Juez no
cumple un papel pasivo como si se tratara del árbitro de una contienda, sino que debe actuar pro
activamente como garante de los derechos fundamentales cuando quiera que resulten
amenazados o menguados, y debe procurar que el caso se resuelva sobre una base de verdad
real y en un plano de justicia material.
2. Con independencia de que el sistema adoptado en el Código de Procedimiento Penal, Ley 906
de 2004, tenga características que lo singularizan frente a sistemas acusatorios de otras latitudes,
lo cierto es que el Acto Legislativo No. 03 de 2002 introdujo el principio acusatorio, caracterizado
por diversos aspectos que coinciden, con algunas variaciones, con los sistemas acusatorios de
que habla el derecho comparado, entre ellas:
La separación entre actos de investigación- acusación y actos de juzgamiento, los cuales son
exclusivos y excluyentes, pues, por principio general, el Fiscal no puede decidir con autoridad
judicial sobre cuestiones que afecten los derechos fundamentales de los intervinientes, ni el Juez
puede inmiscuirse en la investigación decretando pruebas de oficio. Este último aserto será
desarrollado en un capítulo propio.
De conformidad con el artículo 357 de la Ley 906 de 2004, la audiencia preparatoria constituye la
oportunidad legal para que la Fiscalía y la defensa soliciten las pruebas que requieran para
sustentar su pretensión. Por excepción, el Ministerio Público puede solicitar la práctica de alguna
prueba de cuya existencia tenga conocimiento, cuando no hubiere sido pedida por las partes y
pudiere tener esencial influencia en los resultados del juicio.
Se observa, entonces, que desde la perspectiva probatoria la Fiscalía tiene un compromiso directo
con la verdad y con la justicia material, cometidos que debe buscar con criterio objetivo y
transparente. Sin embargo, como se verá, ese compromiso con la verdad y la justicia material,
desde la óptica probatoria, no es exclusivo de la Fiscalía, porque en el mismo sentido tienen
facultades el Ministerio Público, la defensa y las víctimas.
La defensa tiene iniciativa probatoria en virtud del mandato constitucional del debido proceso
consagrado en el artículo 29 Superior, en cuanto dispone que "Quien sea sindicado tiene
derecho...a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra". En desarrollo de
ese precepto, el Código de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004, establece que durante la
audiencia preparatoria la defensa puede solicitar al Juez las pruebas que requiera para sustentar
su pretensión (artículo 357), aunque no está obligada a presentar pruebas de descargo o contra
prueba (artículo 125).
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
4. Y la iniciativa probatoria del Ministerio Público tiene fundamento en el numeral 7° del artículo
277 de la Constitución Política, que asigna al Procurador General de la Nación y a sus agentes la
función de "intervenir en los procesos y ante las autoridades judiciales o administrativas, cuando
sea necesario en defensa del orden jurídico, del patrimonio público, o de los derechos y garantías
fundamentales."
Por el contrario, como una manifestación concreta de los principios acusatorio y adversarial
introducidos a la legislación nacional, el artículo 361 de la Ley 906 de 2004, estipula que "En
ningún caso el juez podrá decretar la práctica de pruebas de oficio."
Gravita en torno del principio de imparcialidad, muy caro a los sistemas con tendencia acusatoria,
que el Juez no tenga facultades probatorias autónomas, puesto que, si tuviese atribución para
decretar pruebas de oficio, se daría al traste con uno de los pilares fundamentales de ese régimen
de enjuiciamiento, consistente en la definitiva separación entre actos de investigación y actos de
juzgamiento, que es emblemático de las democracias contemporáneas, con el fin de evitar que el
Juez predisponga el rumbo del proceso, y por ende anticipe su convicción o pierda la ecuanimidad,
como podría suceder si dirige o reorienta el destino final del asunto a través de su injerencia en el
tema probatorio.
En cuanto tiene que ver con actos de investigación, la Constitución Política confió primordialmente
la salvaguarda de ese interés público a la Fiscalía General de la Nación, ejerciendo el conjunto de
atribuciones referidas en los artículos 250 a 253 de la Carta. Es, por tanto, imperativo que los
Fiscales Delegados se desempeñen con responsabilidad máxima por la senda del principio de
objetividad******* .
Aún así, según lo indicado en el acápite anterior, en términos constitucionales el interés público
inherente al sistema de justicia penal no es del resorte exclusivo de la Fiscalía, sino que el
Ministerio Público también tiene sus propias responsabilidades; y, por supuesto, el Juez ocupa un
papel protagónico.
7. Descartado como está en la Carta Política, y por vía jurisprudencial, tanto de la Corte Suprema
de Justicia como de la Corte Constitucional, que el Juez cumpla un papel de mero árbitro en el
sistema acusatorio regido por la Ley 906 de 2004, la prohibición de que el Juez decrete pruebas de
oficio podría tener eventuales excepciones; para ello es imprescindible que el Juez argumente
razonablemente frente a cada caso concreto que de aplicarse literalmente la restricción contenida
en el artículo 361, se producirían efectos incompatibles con la Carta y, por ende, inaceptables.
Por lo tanto, es factible que por razones de índole constitucional, excepcionalmente el Juez decida
inaplicar la prohibición del artículo 361 de la Ley 906 de 2004, para en su lugar aplicar la
Constitución Política como norma preponderante que es, con el fin de garantizar precisamente el
cumplimiento de alguno de los fines constitucionales del proceso penal.
8. Es así que, en términos generales, el Juez penal está en la obligación de acatar el artículo 361
de la Ley 906 de 2004, en cuanto prohíbe decretar pruebas de oficio, pues se trata de un mandato
legal que tiene razón de ser en el sistema acusatorio implementado en Colombia.
Sin embargo, cuando por motivos de índole constitucional el Juez arribe a la convicción de que es
imprescindible decretar una prueba de oficio, antes de hacerlo debe expresar con argumentos
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
cimentados las razones por las cuales en el caso concreto la aplicación del artículo 361 produciría
efectos inconstitucionales, riesgo ante el cual, aplicará preferiblemente la Carta, por ser la "norma
de normas", como lo estipula el artículo 4° constitucional.
Sólo después de un ejercicio de esa naturaleza el Juez, excepcionalmente, puede decretar una
prueba de oficio. Este modo de discernir tiende a garantizar la realización práctica de los cometidos
constitucionales en las situaciones específicas, y no conspira contra la vigencia general de la
prohibición contenida en el artículo 361 de la Ley 906 de 2004.
9.Con todo, no sobra recordar que la Sala de Casación Penal, en la Sentencia del 26 de enero de
2006 (radicación 23706), retomó, ratificó y complementó sus líneas jurisprudenciales en cuanto a
la impropiedad de descalificar ex ante el testimonio de un menor alegando supuesta inmadurez; y
sobre todo si se trata de niñas y niños víctimas de abuso sexual:
10. En la Ley 906 de 2004, también atinadamente, el indicio no aparece en la lista de las pruebas
-elevadas a la categoría de medios de conocimiento- que trae el artículo 382. Ello no significa,
empero, que las inferencias lógico jurídicas a través de operaciones indiciarias se hubieren
prohibido o hubiesen quedado proscritas.
11. Con base en esa percepción el Juez debe elaborar juicios y raciocinios que le servirán para
estructurar el sentido del fallo. En ese conjunto de ejercicios mentales de reflexión e inteligencia el
Juez no puede apartarse de los postulados de la lógica, de las máximas de la experiencia, ni, por
supuesto, de las reglas de las ciencias. Es por ello que no resulta correcto afirmar radicalmente
que la sana crítica quedó abolida en la sistemática probatoria de la Ley 906 de 2004.
No sobra recordar que en el Auto del 24 de noviembre de 2005 (radicación 24323), la Sala de
Casación Penal se refirió al tema de la sana crítica en la Ley 906 de 2004:
"El sistema de valoración probatoria sigue siendo el de la persuasión racional o de la sana crítica,
como se deduce, vr.gr., de distintos pasajes normativos de la Ley 906 de 2004: art. 308, sobre
requisitos para la medida de aseguramiento, la cual será decretada cuando el Juez de control de
garantías "pueda inferir razonablemente" que el imputado puede ser autor o partícipe de la
conducta punible que se investiga; art 380, "los medios de prueba, los elementos materiales
probatorios y la evidencia física se apreciarán en conjunto"; y, arts. 7 y 381, para proferir sentencia
condenatoria deberá existir "convencimiento de la responsabilidad penal, mas allá de toda duda"."
Es indispensable que el libelista señale en cuál de eso pasos reside el error, cuál es la naturaleza
de ese yerro (de hecho o de derecho) y cómo incide en el sentido del fallo.
Era imprescindible, en la confección de la demanda, analizar por separado y con lógica casacional
todos y cada uno de los hechos indicadores asumidos por los Jueces de instancia y verificar que la
inferencia lógica o la persuasión que derivaron de ellos estaban en franco desfase con la verdad
probada, o que las deducciones en sana crítica podían ofrecer conclusiones equívocas o
discordantes, en lugar de converger hacia la responsabilidad penal.
13. El Código de Procedimiento Penal para el sistema acusatorio, Ley 906 de 2004, contempla un
régimen especial para las pruebas de referencia, cuya regulación, si bien no es precisa y puede
llamar a confusiones, tiende a acompasar sus propósitos con los parámetros internacionales de
justicia.
En Colombia, el régimen de procedimiento penal adoptado con la Ley 906 de 2004 consagra la
prueba testifical directa como norma general, al prever en el artículo 402 (conocimiento personal)
que el "testigo únicamente podrá declarar sobre aspectos que en forma directa y personal hubiese
tenido la ocasión de observar y percibir".
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Ello es así, por cuanto forma parte del principio de inmediación en materia probatoria que el
contenido de la declaración se circunscriba a lo visto o escuchado en forma personal y sin
intermediarios, para no romper la conexión directa que debe existir entre el sujeto que percibe y el
objeto de la percepción.
_________________________________________
*Artículo 114
**Artículos 124 y 125.
***Artículo 11, letra d.
****Artículos 112 y 357.
*****Artículo 115, Ley 906 de 2004.
******Artículo 337 ibídem.
*******Artículo 115, Ley 906 de 2004.
********"Violencia familiar y abuso sexual", capítulo "abuso sexual infantil". Compilación de Viar y Lamberti.
Ed. Universidad del Museo Social de Argentina, 1998.
Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : VILLADA GARCIA, ESLEY ALFREDO
DELITOS : Acto sexual con menor de 14 años
PROCESO : 24468
PUBLICADA : Si
1. Si bien ab initio pareciera claro el entendimiento del demandante sobre el principio de prioridad
de las causales de casación y la imposibilidad de proponer cargos excluyentes a no ser que unos
se postulen como principales y otros como subsidiarios y de una manera exacerbada el del axioma
referido a la autonomía e independencia de los cargos, evidente es que el desarrollo de éstos no
corresponden a esa inicial comprensión cuando en relación con aquél se advierten propuestas las
censuras de nulidad sin atender su alcance en tanto -como lo precisa el Ministerio Público- se
formula en primer término una que afectaría la actuación desde la clausura del sumario y en
segundo lugar otra que incidiría en la validez de lo surtido desde las actas de derechos de los
capturados, cuando el orden que se imponía era inverso por comprender ésta un mayor recorrido
del proceso que aquella.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Que el ordenamiento garantice a quien se le priva de su libertad por actuación legítima de las
autoridades estatales una serie de derechos no hace que el desconocimiento de éstos afecten los
actos de vinculación procesal y los que de ellos se desprendan en relación de dependencia
sucesiva cuando el propio régimen jurídico ha previsto unas consecuencias diferentes que podrían
traducirse en una captura ilegal, en una prolongación ilícita de la libertad, así como en la
posibilidad de ejercer mecanismos de protección inmediata de dichas prerrogativas como la acción
pública de hábeas corpus.
El funcionario judicial no se halla jurídicamente compelido a verificar todas las citas y a practicar
todas las diligencias que surjan o le sean solicitadas en el decurso de la actuación procesal, lo que
ciertamente no resulta incompatible con su deber de disponer ya sea de oficio ora a petición de
parte las que determine pertinentes y útiles para la investigación en el propósito de formar su
convencimiento.
6. La negativa que eluda sin justificación razonable el ordenamiento de pruebas obviando los
principios que rigen su disposición, constituye violación a las garantías procesales, de ahí que se
haga necesario e imprescindible que todos aquellos aspectos que puedan interesar al procesado,
porque le sirvan para contradecir la imputación que se le atribuya o para ponerla en duda, o porque
incidan en el grado de participación haciendo posible su modificación, o bien para establecer
circunstancias que favorecerían su situación finalmente, deban ser averiguados con sujeción a los
parámetros antes precisados y sin que a esa obligación pueda sustraerse el funcionario que
conoce del proceso.
8. Si ese juicio lógico jurídico constituido por la demanda de casación que se propone en el
objetivo de desvirtuar la doble presunción de acierto y legalidad bajo la cual se ampara el fallo se
conduce por la senda de la violación indirecta de la ley sustancial por error de hecho derivado de
un falso raciocinio, significa que el cuestionamiento lo es en relación con el poder suasorio que el
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
juzgador le haya asignado a los medios de convicción y por ende su postulación y acreditación
exige demostrar que el fallador en el ejercicio intelectual que demanda la determinación del mérito
persuasivo del medio, o la obtención de una conclusión probatoria de carácter inferencial,
desconoció los principios de la lógica, las reglas de la experiencia o los postulados de la ciencia
que condujeron a ignorar la sana crítica, puesto que en esta sede y por ninguna de las sendas de
ataque puede ser objeto de discusión la disparidad de criterios entre el fallador y el impugnante
acerca del valor probatorio que merece un determinado medio de convicción, lo cual tiene su
razón de ser en la aludida doble presunción habida cuenta que el análisis probatorio realizado por
el juzgador se halla privilegiado sobre la valoración que realicen los sujetos procesales, de modo
que aún éste se evidencie como más científico o mejor razonado no podrá primar sobre el del
juzgador en tanto no se demuestre que el del segundo fue obtenido por la incursión en alguno de
los errores trascendentes en esta extraordinaria sede, más aún cuando dentro de un sistema de
libre apreciación racional como el que nos rige, para los fines de desarrollar y fundamentar un
cargo en casación por errores en la valoración de la prueba, le está vedado al recurrente
conducirse bajo los parámetros de unas instancias ya superadas, por cuanto de lo que se trata en
esta sede es de cuestionar el juicio del juzgador y su sujeción a la legalidad en el proferimiento de
la sentencia y en la manera en cómo evaluó el acervo probatorio..
9. Por descontado que este error de derecho hace relación a la valoración de pruebas que carecen
de sus condiciones de validez para ser decretadas o incorporadas al proceso, o la omisión de
aquellas que reuniéndolos se afirman ausentes por el juzgador, pretende el censor el
reconocimiento de este tipo de falencia en torno a los reconocimientos en fila de personas porque
su realización no cumplió las condiciones normativas que le dan validez en la medida en que,
además de que no fueron presentados en tal acto los procesados vestidos con la misma
indumentaria supuestamente usada en la comisión de los delitos, ninguno de los testigos hizo
referencia previa a ellos a través de su descripción y por eso se habría incumplido la exigencia
según la cual el declarante debe manifestar si en la fila de personas se halla o no aquella persona
a quien se hubiere referido en sus informaciones, ni contaron los procesados con un defensor de
confianza.
En efecto, siendo claro para la Sala (Sentencia de septiembre 12 de 2.002, rad. 16.960), que "el
reconocimiento en fila de personas, entendido como el acto por el cual se busca establecer la
identidad de una persona que ha participado en la comisión de un delito, a través de otra que
afirma haberla visto y que es puesta en contacto visual con ella, no tiene en nuestra legislación
procesal penal la categoría de prueba autónoma, como acontece con la inspección, la pericia, los
documentos, el testimonio, la confesión y los indicios", y que la omisión de los requisitos
legalmente exigidos para su validez no afectan la eficacia jurídica de la prueba a la cual
complementa (testimonio), ni viceversa, también lo ha sido que "no siempre que en la producción
de una determinada prueba son omitidos requerimientos de forma, su obtención se torna ilegítima.
Para que lo sea, se requiere que la exigencia omitida tenga el carácter de esencial, es decir, que
constituya presupuesto necesario para que el acto surja a la vida jurídica. Si carece de esta
connotación, podrá afirmarse que existió una irregularidad, pero no que la prueba es nula por
defectos de forma. Habrá casos, desde luego, en los que la informalidad, a pesar de no ser
esencial, puede acarrear implicaciones en otro campo, como por ejemplo en la valoración de su
mérito, situación que debe ser tenida en cuenta para efectos de la selección de la vía de ataque.
10."De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 368 del Código de Procedimiento Penal de 1991, …
el reconocimiento en fila de personas debía realizarse con sujeción a las siguientes reglas básicas:
(1) interrogatorio previo al testigo "para que describa la persona de que trata, y para que diga si la
conoce, o si con anterioridad la ha visto personalmente o en imagen"; (2) conformación de una fila
de personas integrada por el implicado y por lo menos seis personas más de características
morfológicas semejantes; (3) asistencia de un defensor; (4) que en el acta se deje constancia de
las personas que integraron la fila, y de quien hubiese sido reconocido.
"De estas exigencias, solo dos tienen el carácter de esenciales: la relacionada con la forma como
debía estar conformada la fila de personas, y la atinente a la presencia de un defensor. El
interrogatorio previo al testigo no tiene esta connotación, por resultar ajena a la estructura del acto,
y estar fundamentalmente orientada hacia la obtención de información que pudiera incidir en la
valoración de su mérito probatorio. Por eso, en el nuevo Código quedó excluido como requisito de
forma (artículo 303). Tampoco ostenta dicha condición la previsión referida a la obligación de dejar
consignados los nombres de las personas que integraron la fila, por tratarse de una exigencia que
guarda relación con las formalidades del acta, mas no con la producción misma de la prueba".
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellin
PROCESADO : BETANCUR SEPULVEDA, JESUS ARNOBIS
PROCESADO : SOLERA HERNANDEZ, EVER LUIS
PROCESADO : SOLERA HERNANDEZ, RUBEN DARIO
PROCESADO : CIFUENTES SALAZAR, ALBERTO ,O,
PROCESADO : GARCIA HERNANDEZ, JOSE MIGUEL , O,
PROCESADO : LOPEZ SOLERA, CESAR AUGUSTO
PROCESADO : PADILLA SALAZAR, LUIS MANUEL
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de uso
privativo de las F.M., Secuestro simple, Enriquecimiento
ilícito, Secuestro extorsivo, Utilización ilegal de uniformes
de uso priv., Concierto para secuestrar
PROCESO : 23782
PUBLICADA : Si
1. El planteamiento que hace el actor debió dirigirlo por los lineamientos del debido proceso, toda
vez que las irregularidades o los errores en que incurre el funcionario judicial en los actos de las
notificaciones de la decisiones proferidas en el proceso penal, atañen al desarrollo y a la ritualidad
propia del proceso, sin desconocer, obviamente, que por regla general tal afectación vulnera el
derecho de defensa, aspecto que debe ser objeto de demostración.
Tal afirmación tiene su razón de ser, pues la notificación es un acto reglado y, por lo mismo, sujeto
a la observancia de unas medidas legales que condicionan su validez, las cuales, al ser
desconocidas, vulneran sin discusión el debido proceso y, consecuentemente, puede conllevar a la
afectación del derecho de defensa, máxime si se tiene en cuenta que la notificación es el acto a
través del cual se comunican las decisiones judiciales que profiere el funcionario dentro de la
actuación a los sujetos procesales que teniendo un interés jurídico intervienen en la actuación.
Así, entonces, ese carácter de actuación reglada es lo que lleva a concluir que la notificación es
evidentemente un acto de comunicación normativizada y, por ende, regido por el principio de
legalidad, puesto que sólo si en su ejecución se dio cumplimiento a las normas que lo regulan,
tendrá carácter y efectos vinculantes que materializan el respeto por el debido proceso.
2. El estudio sistemático de las normas legales que regulaban las cuestionadas notificaciones para
la época en que fueron proferidas aquellas decisiones, es decir, el Decreto 2700 de 1991,
modificado por la ley 81 de 1993, permite colegir que la Fiscalía no incurrió en la alegada omisión,
toda vez que la "diligencia de citación mediante telegrama" que ordenaba el artículo 190,
modificado por el artículo 25 de la mencionada Ley 81 de 1993, sólo era exigible cuando se tratare
de notificaciones que por ley debían hacerse de manera personal.
En otros términos, las comunicaciones telegráficas que disponía el artículo 190, modificado por el
artículo 25 de la Ley 81 de 1993, (hoy artículo 179 de la Ley 600 de 2000), sólo eran exigibles
tratándose de las notificaciones que por disposición legal debían surtirse de manera personal,
situación que en este caso no podía predicarse del procesado Moreno Roa, al tenor del artículo
188 ibidem, por encontrarse prófugo de la justicia.
Como se indicó, dicho criterio fue fijado por la Corte en sentencia del 29 de noviembre de 1994, en
los siguientes términos:
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
"Si bien de la lectura del original artículo 190 del Código de Procedimiento Penal, podría inferirse
que, en principio, todas las notificaciones tienen que llevarse a cabo de manera personal, la verdad
es que tal interpretación no es exacta, pues de serlo, sobrarían las disposiciones del mismo
estatuto que en relación concreta con algunas providencias (el auto que ordena el cierre de la
investigación, art. 56 de la ley 81 de 1993, la resolución de acusación, art. 59 Ibidem, el auto
admisorio de las demandas de casación o revisión, art. 45, la admisión de la acusación por el
Senado, art. 479, por ejemplo) y también con referencia a algunos sujetos procesales (art. 188 del
C. de P. P.), ordena que la notificación tenga que ser forzosamente personal. Si la regla general
fuera esta última, el legislador no hubiera necesitado reiterarla en algunos casos particulares,
como ya se anotó.
"Además, y en este mismo orden de ideas, es pertinente advertir que de conformidad con el
artículo 187 del Código de Procedimiento Penal: "Las notificaciones pueden ser personal, por
estado, por edicto, por conducta concluyente y en estrados" lo cual corrobora que no todas las
notificaciones previstas en la ley hay que realizarlas personalmente a todos los sujetos procesales,
pues de ser así, sobraría la referencia legal a otras formas de notificación distintas de ésta.
"También es importante destacar que si la voluntad del legislador hubiera sido la de que todas las
notificaciones tuvieran que hacerse personalmente, no tendría sentido que excluyera de esta forma
de notificación a las sentencias, que por su naturaleza son determinaciones de mayor
trascendencia que los autos. Y esta afirmación la hace la Corte, teniendo en cuenta que el
artículo 25 de la citada ley 81 se refiere sólo a la notificación por estado y no a la
notificación por edicto, forma esta última de enteramiento propia de las sentencias de conformidad
con el artículo 323 (subrogado por el Decreto 2282 de 1989) del Código de Procedimiento Civil,
aplicable al proceso penal en virtud del principio de integración (art. 21 Código de Procedimiento
Penal).
"Partiendo de esta inicial premisa, hay que entender que el artículo 25 de la citada ley 81 se refiere
exclusivamente a las providencias que por mandato legal expreso deben ser notificadas
personalmente, y no a aquellas otras que por voluntad del legislador se notifican por estados o por
edicto. Así se desprende con claridad de la primera parte de su texto: "Cuando no fuere posible la
notificación personal", pues éste presupone, necesariamente, que la ley ha ordenado que la
notificación sea personal, y que no obstante ello no resulte posible hacer este enteramiento
personal. En estos casos y sólo en ellos, es cuando se impone la obligación de realizar "la
diligencia de citación mediante telegrama dirigido a la dirección que aparezca registrada en el
expediente".
"La disposición en comento, tiene por finalidad impedir que por la no comparecencia de un sujeto
procesal para que se le notifique personalmente lo que por ley debe comunicársele así, se paralice
la actuación, como sucedía antes de que existieran estas normas. Ahora basta con que el sujeto
procesal sea citado para la notificación personal y si no comparece, "se hará la notificación por
estado que se fijará tres días después" de la diligencia de citación, salvo que se trate de la
notificación de la resolución de acusación que tiene previsto un régimen especial diferente (art. 59
de la ley 81 de 1993), o de la notificación al sindicado que se encuentre privado de su libertad o al
ministerio público, eventos estos últimos expresamente exceptuados por la norma.
"Mas cuando se trata de proveídos que por ley no es necesario que sean notificados de manera
personal, no existe obligación alguna de hacer previamente la "diligencia de citación" a que alude
el ya citado artículo 25 de la ley 81. En esta hipótesis, la providencia quedará bien notificada con la
sola fijación del estado o del edicto, según el caso"*.
"Hay que entender que el artículo 25 de la citada Ley 81 da alcance a las providencias que por
mandato legal expreso deben ser notificadas personalmente, y no a aquéllas que admiten diferente
forma de notificación. Así se desprende con claridad de la primera parte de su texto, "cuando no
fuere posible la notificación personal", que presupone que la ley lo ha ordenado pero, no obstante,
no se ha posibilitado ese enteramiento personal. En estos casos y sólo en ellos, es cuando se
impone la obligación de realizar "la diligencia de citación mediante telegrama dirigido a la
dirección que aparezca registrada en el expediente". Mas cuando se trata de providencias
que por ley no es necesaria la notificación personal, no existe obligación alguna de citar
previamente y el proveído quedará bien notificado por medio del estado.
"De esta manera, en vigencia del artículo 190 del Decreto 2700 de 1991, cuando la providencia
debía notificarse personalmente había que intentar ésta y, si no era posible, se surtía por
253
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
estado; pero cuando la ley no ordenaba la notificación personal, se efectuaba por estado sin
intentarla previamente"**.
"Resulta oportuno recordar que el criterio de la Sala en torno a la interpretación del artículo 190
ibídem, fue reiterado en sentencia de casación del 15 de octubre de 1.998, de la siguiente manera:
"Razón le asiste al Ministerio Público en cuanto no comparte el criterio del libelista, cuando
sostiene que "ha debido intentarse la notificación personal a los acusados...tal como lo dispone el
artículo 190..." pues la citación mediante telegrama de que trata dicha norma (subrogada por el
artículo 25 de la Ley 81 de 1.993) solo es exigible cuando se trate de notificaciones que por ley
deben hacerse personalmente"***.
Más recientemente, en providencia del 22 de mayo de 2003, la Corte reiteró:
"El imperativo de enviar comunicación previa a los sujetos procesales para que comparezcan a
notificarse de las providencias, sólo tiene aplicación cuando la ley dispone la notificación personal
como forma prioritaria de enteramiento de la decisión, no así cuando el mismo legislador ha
dispuesto que pueden ser notificadas por estado o por edicto.
"De conformidad con lo establecido en el artículo 187 del derogado estatuto procesal, vigente para
la época en que se notificó el fallo de primer grado proferido el 26 de enero de 2001, únicamente
las notificaciones al sindicado privado de su libertad y al delegado del Ministerio Público
correspondía realizarlas en forma personal"****.
Así, entonces, conforme a las decisiones transcritas y teniendo en cuenta las normas procesales
vigentes para la época en que se adelantó este proceso, en especial la etapa sumarial, no era
imperativo librar citaciones al procesado, pues era evidente que no se encontraba privado de la
libertad, sin dejar pasar por alto que, como se indicó anteriormente, se realizaron todas las
gestiones necesarias para que compareciera al proceso, con resultados negativos.
3. En cuanto a la presunta violación del derecho de defensa técnica, la breve argumentación del
actor no logra demostrar el vicio, toda vez que no evidencia que la alegada pasividad del defensor
de oficio no obedeció a una estrategia defensiva sino a un total y absoluto abandono del citado
profesional del derecho, máxime cuando la actitud pasiva no es en sí misma indicativa de una
irregularidad.
En otras palabras, la defensa se puede manifestar no sólo a través de actos positivos de gestión
sino también mediante un silencio táctico, ante lo cual es deber del actor demostrar que esa
pregonada pasividad no correspondió a una estrategia sino a un completo abandono de la labor
profesional encomendada.
Así mismo, no es suficiente extrañar que el defensor no haya pedido pruebas, no hubiese
presentado alegaciones, no haya interpuesto recursos, etc., sino que es necesario que se
demuestre que con esa actitud se dejaron de allegar elementos de juicio indispensables para la
efectividad de ese derecho fundamental, frente a las posibilidades reales que ofrecía el proceso.
Respecto a este puntual aspecto, la Corte tiene dicho que "la pasividad del defensor no puede
concebirse per se como ausencia de defensa. La falta de alegatos, no interposición de recursos, ni
solicitud de pruebas, ni la falta de notificación de algunas decisiones, no necesariamente revelan
negligencia, pues muchas veces la suficiencia del acopio probatorio y su fuerza de convicción
llevan a asumir tal posición y dejar para los momentos propicios la exposición de los
argumentos defensivos, sobre todo en aquellos casos en los cuales existe amplia y sólida
demostración de cargo.
"No solicitar pruebas tampoco puede tomarse en abstracto como ausencia de defensa; es
indispensable especificar cuáles dejaron de practicarse y en qué forma habrían llegado a
cambiar el sentido del fallo. De otro lado, no notificarse o no impugnar una decisión puede
y suele obedecer a una táctica del defensor, o a conformidad por considerarla acertada e
inexorable, o en parte favorable o menos gravosa.
"El derecho a la defensa entonces consiste en la posibilidad de contradecir las pruebas, solicitar
las consideradas convenientes al propio interés, participar en su acopio, presentar
argumentaciones y rebatir las contrarias, impugnar las decisiones adversas, asistido de un
abogado. Este, de acuerdo con su fuero interno, capacitación, estilo y actitud ética, determina el
momento y la forma de ejercer la defensa, según la táctica adoptada, la cual puede abarcar el
empleo asiduo de todas las atribuciones, o sólo de algunas, hasta únicamente ejercer control
254
Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
expectante sobre el proceso, con prescindencia de utilizar tales facultades si advierte que lo que
pueda realizarse por su postulación llegaría a redundar en contra del asistido, e interviniendo sólo
cuando es obligatorio"*****.
5. En lo que atañe a la alegada afectación del principio de investigación integral, se hace necesario
recordarle al censor que la omisión probatoria como eje principal de pretendidas nulidades, no sólo
exige comprobar la inexistencia del concreto medio de prueba al interior del proceso sino que,
además, en procura de la consolidación de las garantías procesales, se impone hacer evidente
cómo, ante la ausencia de éste, el sentenciador profirió un fallo distante de la verdad, afectando
gravemente al sujeto procesal, es decir, corresponde al censor demostrar cómo sin lugar a dudas,
de haberse contado con el medio probatorio echado de menos otro hubiese sido el sentido de la
sentencia impugnada.
En otros términos, "la prueba cuya práctica se extraña debe trascender en la decisión atacada,
pues no de otra manera se elimina el planteamiento de conjeturas o tesis especulativas, toda
vez que la sentencia condenatoria -por mandato legal- sólo ha de corresponder a la certeza a que
hubiere llegado el juzgador para predicar la responsabilidad penal del acusado, lo que sin lugar a
dudas depende, a su vez, de la capacidad demostrativa de los medios de convicción allegados a
las diligencias, los que, de ser suficientes para el logro de los fines del proceso, hacen inadmisible
cualquier hipótesis contraria que se sustente en la omisión probatoria"*******.
____________________________________
*Sentencia de Tutela, radicación 1319.
**Casación 13342.
***Casación 10666. Ver también casaciones 13492 del 8 de febrero de 2001, 10222 del 14 de marzo de
2001, 16076 del 3 de mayo de 2001, 15173 del 30 de mayo de 2002 y 15146 del 27 de marzo de 2003, entre
otras decisiones.
****Casación 20756.
*****Casación 19511 del 20 de octubre de 2005.
******Casación del 26 de marzo de 1996.
*******Ver, entre otras, casación 20530 del 22 de junio de 2005.
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2006
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : MORENO ROA, GILBERTO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 24166
PUBLICADA : Si
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Relatoría Sala de Casación Penal Primer Trimestre de 2006
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Relatoría Sala de Casación Penal
A
ACCESO CARNAL O ACTO SEXUAL ABUSIVOS CON INCAPAZ DE RESISTIR-Incremento de la pena por la
calidad del agente..................................................................................................................................................... ...129
ACCESO CARNAL O ACTO SEXUAL ABUSIVOS CON INCAPAZ DE RESISTIR-Sujeto activo indeterminado......129
ACCION DE REVISION-Causal primera........................................................................................................... ...............79
ACCION DE REVISION-Causal quinta............................................................................................................................ .87
ACCION DE REVISION-Causal segunda....................................................................................................................... ...73
ACCION DE REVISION-Causal segunda\............................................................................................................................ .
Delitos que no requieren querella................................................................................................................. ...............11
ACCION DE REVISION-Causal tercera....................................................................................................................... .....87
ACCION DE REVISION-Causal tercera\............................................................................................................................ ...
Procedencia.................................................................................................................................................. ................37
ACCION DE REVISION-Debe ser promovida por quien tenga interés jurídico........................................... ......................6
ACCION DE REVISION-Diferencia con la casación.................................................................................................. .....124
ACCION DE REVISION-Exigencias legales....................................................................................................... ..............11
ACCION DE REVISION-Finalidad.............................................................................................................. ...................130
ACCION DE REVISION-Hecho nuevo.................................................................................................. ....78, 124, 130, 220
ACCION DE REVISION-Legitimidad................................................................................................................ ...............12
ACCION DE REVISION-Poder especial................................................................................................ ...................12, 126
ACCION DE REVISION-Prescripción.......................................................................................................................... .....14
ACCION DE REVISION-Presupuestos de la demanda.................................................................................................... ..37
ACCION DE REVISION-Procedencia.............................................................................................................. .................87
ACCION DE REVISION-Prueba falsa................................................................................................................ .......79, 129
ACCION DE REVISION-Prueba nueva................................................................................................................. ..........124
ACCION DE REVISION-Prueba nueva y hecho nuevo................................................................................... ..................14
ACCION DE REVISION-Requisitos............................................................................................................................... ...79
ACCION DE REVISION-Retractación................................................................................................ ......................37, 130
ACCION PENAL-Es diferente de la disciplinaria........................................................................................ .....................23
ACTO ARBITRARIO E INJUSTO............................................................................................................................ .........47
AGENTE DE TRANSITO-No se puede atentar contra la vida del infractor por su renuencia a detener el vehículo........44
ALLANAMIENTO-En casos de flagrancia.................................................................................................... ....................69
ANTIJURIDICIDAD.................................................................................................................................... ....................126
ANTIJURIDICIDAD-La puesta en peligro debe ser real y no meramente formal.............................................................. 13
APELACION-Ejecutoria del auto que la resuelve........................................................................................................... ...73
APELACION-Sustentación................................................................................................................... .....................40, 131
APROVECHAMIENTO DE ERROR AJENO O CASO FORTUITO.............................................................. ..................64
APROVECHAMIENTO DE ERROR AJENO O CASO FORTUITO-El bien es recibido a merced de error ajeno...........64
ARRESTO-Desapareció del ordenamiento jurídico........................................................................................... ................23
ATIPICIDAD.................................................................................................................................................... ....................4
AUDIENCIA PREPARATORIA.............................................................................................................. ...................52, 154
AUDIENCIA PREPARATORIA-No es el estadio procesal para impetrar nulidades....................................................... ...40
AUTOR-Diferencia con el cómplice............................................................................................................................... ..141
AUTORIA-División de trabajo................................................................................................................................... ........48
B
BANCO AGRARIO-Naturaleza jurídica............................................................................................................ ..............146
C
CAMBIO DE RADICACION-Acompañar pruebas en que se funda................................................................... .............236
CAMBIO DE RADICACION-Factores externos......................................................................................................... .......62
CAMBIO DE RADICACION-Finalidad y procedencia................................................................................................ ....236
CAMBIO DE RADICACION-Las circunstancias que se alegan deben relacionarse con el caso objeto de estudio.........111
CAMBIO DE RADICACION-Legitimidad..................................................................................................................... ..111
CAMBIO DE RADICACION-Procedencia................................................................................................................... ....111
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