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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Corte Suprema de Justicia


Relatoría Sala de Casación Penal
Indice Tercer Trimestre de 2002

CASACION-Sentencias de constitucionalidad: Estado de Derecho/ TRANSITO


DE LEGISLACION-Procedimiento aplicable para la interposición de la
casación/ RECURSO DE QUEJA-Antes de hecho

Ante el problema que suscitó el aparente vacío de legislación, en atención a los


efectos de la declaratoria de inexequibilidad, la Sala de Casación Penal determinó que
en lo estrictamente necesario recobraba vigencia el Código de Procedimiento Penal
anterior, Decreto 2700 de 1991.

Así lo explicó la Sala en auto del 22 de octubre de 2001:

"1.1 La Ley 553 de 2000, que entró a regir el 15 de enero del mismo año , introdujo
modificaciones al capítulo VIII del Título IV del Libro Primero del Decreto 2700 de
1991, relacionado con la casación, y entre otras, en vista de que el instituto dejaba de
ser un "recurso extraordinario" y procedía contra "sentencias ejecutoriadas"
proferidas en segunda instancia por los tribunales, suprimió el anterior término de
quince (15) días para interponer la impugnación y obviamente varió las condiciones
para empezar a correr el término de treinta (30) días destinado a presentar la
demanda, pero se conservó en su cantidad (artículos 1° y 6°)."

"1.2 Ocurre que la sentencia C-252 de 2001 (28 de febrero) declaró inexequibles los
incisos primero y segundo del artículo 223 del Código de Procedimiento Penal
(Decreto 2700 de 1991), tal como fueron modificados por el artículo 6° de la Ley 553,
así como los mismos apartados del artículo 210 de la Ley 600 de 2000 (Nuevo Código
de Procedimiento Penal). Esta última determinación fue adoptada en vista de la
unidad normativa, porque las mismas disposiciones de la ley 553 fueron reproducidas
en el estatuto procesal penal vigente."

"1.3 Para la fecha del fallo de inconstitucionalidad, todavía no estaba en vigencia la


Ley 600 de 2000, pues ella se previó a partir del 25 de julio de 2001, conforme con lo
señalado en el artículo 536."

"1.4 En relación con los efectos del fallo de inexequibilidad, la Corte Constitucional ha
señalado que reviven las normas que habían sido derogadas por la disposición que
declarada contraria a la Constitución, siempre y cuando en su confrontación no
aparezca igualmente reñida con el texto fundamental, situación que no puede ocurrir
cuando el fenómeno sea el de la derogación de la norma derogatoria, pues allí tendría
plena vigencia la prohibición del artículo 14 de la Ley 153 de 1887."

"Así las cosas, las normas de los artículos 223 y 224 del Decreto 2700 de 1991,
parcialmente derogadas o modificadas por la Ley 553, reviven no tanto porque se
pretenda darle efectos a disposiciones expresamente sacadas por el legislador del
escenario jurídico (sin enfrentar problemas de favorabilidad y ultractividad), sino
porque, ante la sensación de vacío normativo, son las que en sentir de la Corte
Constitucional reflejan el espíritu constitucional"

"Con todo, en vista de que la Corte Constitucional declaró la existencia de unidad
normativa entre las disposiciones pertinentes de las leyes 553 y 600 de 2000, porque
unas reprodujeron a las otras, lo obvio es que entendidas ellas como un solo
precepto, también habrá de concluirse que ambas tuvieron como único precedente
legislativo más inmediato los artículos 223 y 224 del Código de Procedimiento Penal
de 1991, cuya vigencia debe restaurarse ipso iure. Por otra parte, como quiera que la
sentencia C-252 de 2001 apenas declaró inconstitucionales algunas normas de la Ley
600 de 2000, dejando incólume la de su vigencia diferida por un año (art. 536), ha de

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considerarse que el efecto revivificante sólo se produce llegado el momento de vigor


del estatuto procesal completo del cual se extrajo la norma por inexequibilidad."
(Radicación 18.582, M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego).

En síntesis, para el 10 de julio de 2001, fecha en que se interpuso la impugnación


extraordinaria, ya se había producido la declaratoria de inexequibilidad de varios
preceptos de la Ley 553 de 2000 inherentes a la casación*, por lo cual revivían los
aspectos pertinentes del Decreto 2700 de 1991, normatividad que debió aplicarse
para el trámite del recurso interpuesto.
...

Con la entrada en vigencia del nuevo Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de
2000), a partir del 25 de julio de 2001, el recurso de hecho pasó a denominarse
recurso de queja, y sólo procede, según el artículo 190, cuando el funcionario de
primera instancia deniegue el recurso de apelación.

Bajo el régimen procedimental de la actualidad, por disposición del artículo 210, en el


aparte que no fue declarado inexequible por la sentencia C-205 de 2001, "Si la
demanda se presenta extemporáneamente, el tribunal así lo declarará, mediante auto
que admite el recurso de reposición."

Significa lo anterior que una vez se interponga el recurso extraordinario de casación,


el juez de segunda instancia deberá limitarse a concederlo ó a denegarlo, pero si lo
deniega, ésta determinación únicamente puede fundamentarse en que la
impugnación es extemporánea.

Si la casación es denegada, exclusivamente por extemporánea, se insiste, contra el


auto que así resuelve procede el recurso de reposición, y no el de queja.

Pero puede ocurrir que el tribunal, extralimitando sus funciones, deniegue el recurso
de casación por motivos diferentes, verbi gratia: por falta de interés, o en ejercicio del
control del derecho de postulación concede el recurso a quien no está legitimado,
como cuando quien recurre sin ser sujeto procesal u obra sin poder de quien si lo es,
por la pena asignada al delito, etc., caso en el cual es procedente interponer el
recurso de queja, para ante la Sala de Casación Penal. En auto del 6 de marzo de
2002,radicación 18.862, con ponencia del H. Magistrado, Dr. Jorge Córdoba Poveda, la
Sala indicó:

"En este evento, es procedente acudir al recurso de queja, antes llamado de hecho,
previsto en los artículos 207 y siguientes del Decreto 2700 de 1991, los que para el
caso se reviven, pues como se expuso en el auto fechado el 22 de octubre de 2001,
citado**, "en principio la declaratoria de inexequibilidad de una norma, que había
subrogado otras disposiciones, tiene como efecto revivir los contenidos normativos
derogados... siempre que ello se requiera para asegurar la supremacía del texto
fundamental"".

"En síntesis, si el ad quem no concede el recurso extraordinario de casación por haber


sido interpuesto extemporáneamente, contra el auto en que así lo dispone sólo
procede el de reposición. Si, excediendo su competencia, lo niega por motivos
distintos, contra la providencia respectiva procede el recurso de queja, antes llamado
de hecho."

"4. No hay duda que el inciso 2° del artículo 6° de la Ley 553 de 2000 (reproducido
por el inciso 2° del artículo 210 de la Ley 600 de 2000) derogó tácitamente las normas
del Decreto 2700 de 1991 que permitían acudir al recurso de hecho (hoy llamado de
queja), cuando se negaba la concesión del recurso de casación, pues, como se vio, la
demanda se presentaba ante el ad quem, sin previa concesión del recurso, por lo que
al ser declarado inexequible tal inciso y tener que nuevamente interponerse y
concederse el recurso de casación, previamente a la presentación de la demanda, hay
que entender que recobraron vigencia los preceptos del Código de 1991 que permiten
acudir al recurso de queja contra el auto que no concede el de casación, siempre que
la denegatoria sea por motivos distintos a la extemporaneidad."

"5. En el mismo sentido, también fue derogado tácitamente por el citado inciso 2° del
artículo 6° de la ley 553 de 2000, el último inciso del artículo 224 del Decreto 2700 de
1991, que ordenaba al ad quem declarar desierto el recurso de casación cuando no se
sustentaba, esto es, cuando concedido no se presentaba la demanda o se presentaba

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extemporáneamente, contenido que hay que considerar que recobró su vigencia, por
las mismas razones expuestas."

"Por lo tanto, en lo atinente a las sentencias dictadas después de la declaratoria


parcial de inexequibilidad de la ley 553 de 2000, si se concede el recurso de casación
pero no se sustenta, el ad quem debe declararlo desierto."
...

El artículo 6 de la Ley 553 de 2000 modificó al 223 del Decreto 2700 de 1991, en
cuanto a la oportunidad para interponer el recurso de casación.

Dicho artículo 6, fue declarado inexequible por la Corte Constitucional, en sentencia


C-252 de 2001, salvo en el inciso que dice:

"Si la demanda se presenta extemporáneamente, así lo declarará mediante auto que


admite el recurso de reposición."

De otra parte, el artículo 9 de la Ley 553 de 2000, que modificó el 228 del Decreto
2700 de 1991, referente a la calificación de la demanda, no tuvo problemas de
constitucionalidad, y por el contrario conservó su vigencia. Esta norma estipula:

"Si el demandante carece de interés o la demanda no reúne los requisitos se


inadmitirá y se devolverá el expediente al despacho de origen. En caso contrario se
surtirá traslado al Procurador delegado en lo penal por un término de veinte (20) días
para que obligatoriamente emita concepto."

Por supuesto, la calificación de la demanda es de competencia exclusiva de la Corte


Suprema de Justicia, y tanto en aquél régimen, como en el actual, si llegare a
inadmitirse, contra el auto que así lo decida no procede recurso alguno.

Se percibe nítidamente que el Tribunal Superior de Bucaramanga, invadiendo la órbita


de competencia de la Sala de Casación Penal, emitió juicios de valor sobre el interés
jurídico de la procesada y su defensor, y entonces denegó el recurso extraordinario.

En ese orden de ideas, el recurso de queja se encuentra fundado, y por ello se


concederá el recurso extraordinario de casación.

______________________________________________
* La sentencia C-252 de 2001, se notificó en edicto fijado hasta del 16 de marzo de
2001, por lo cual, desde el día siguiente produjo efectos erga omnes la declaratoria de
inexequibilidad de algunos apartes de la Ley 553 de 2000.
** Recurso de queja, radicación 18.631, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Recurso de Queja
FECHA : 02/07/2002
DECISION : Concede el recurso de Casación Interpuesto ante
el
Tribunal de Bucaramanga
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : OSORIO RUEDA, ESTELA
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 19027
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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ACCION DE REVISION-Legitimidad/ ACCION DE REVISION-Apoderado

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Siendo ello así, lo primero que se impone destacar es que si bien el memorialista se
ampara en lo dispuesto en el artículo 221 del nuevo Código de Procedimiento Penal,
atinente a los titulares de la acción de revisión, según el cual ésta podrá "ser
promovida por cualquiera de los sujetos procesales", es evidente que como en este
caso el condenado no ostenta la condición de abogado no puede ejercer directamente
esa titularidad.

Lo anterior, significa, entonces, que el condenado no abogado, puede intentar


revisión, pero representado por un abogado, ya que en estos eventos lo que se ejerce
es el derecho de postulación en acción que es independiente y diversa del proceso
que dio origen a la sentencia que se pretende demandar.

En este sentido, con criterio que permanece vigente frente a la nueva normatividad
procesal, la Sala reiteró su posición precisando que:

"Ha dejado sentado la jurisprudencia de esta Corte que el sentenciado tiene


legitimidad para promover la acción de revisión contra un fallo adverso a sus
intereses, pues el hecho de que no aparezca señalado en el artículo 233 del Código
de procedimiento penal entre sus titulares, en modo alguno significa que carezca de
ella para el ejercicio de tan excepcional instrumento.

No obstante esto, también ha dejado en claro que la única limitante prevista por el
ordenamiento consiste en que la demanda se presente por un abogado titulado que
tenga poder especial para hacerlo, así sea el mismo profesional que intervino en el
trámite ordinario, o de un defensor distinto, pues se trata de una actividad posterior a
la culminación del proceso, que comprende la elaboración del libelo según precisos
requisitos formales, la invocación de concretas causales legales, el correcto
señalamiento de los fundamentos jurídicos y fácticos, la relación de las pruebas que
se aportan para demostrar los hechos básicos de la petición, y una adecuada
sustentación compatible con la naturaleza de la causal que se invoca, todo lo cual es,
evidentemente, materia de especiales conocimientos jurídicos.

Por manera que si en el sentenciado concurre la calidad de profesional del derecho,


bien puede actuar como demandante en revisión bajo la condición de que se
identifique como tal, legitimidad que no resulta acreditada en el evento contrario,
dado que la presentación de la demanda está reservada por la ley procesal a un
abogado titulado como acto de postulación, precisamente por el carácter
eminentemente técnico y rogado que el instrumento ostenta" (Auto del primero de
noviembre de 2.001, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, Rad. 18.270).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Acción de Revisión
FECHA : 02/07/2002
DECISION : Devuelve al condenado el escrito presentado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
CONDENADO : PALACIOS MONTAÑO, LUIS ALBERTO
PROCESO : 18925
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Concepto de la Corte Suprema de Justicia/ EXTRADICION-


Doble incriminación/ EXTRADICION-Principio de territorialidad/
EXTRATERRITORIALIDAD/ EXTRADICION-Ejecutivo: Eventualmente puede
subordinar la concesión de ésta/ EXTRADICION-Responsabilidad de la persona
solicitada

1. El artículo 520 del Código de Procedimiento Penal, la opinión que debe rendir la
Sala se fundamentará en la validez formal de la documentación presentada, en la

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demostración plena de la identidad del solicitado, en el principio de la doble


incriminación, en la equivalencia de la providencia proferida en el extranjero, y
cuando fuere el caso, en el cumplimiento de lo previsto en los tratados públicos.

2. Con arreglo a lo normado por el artículo 511 del Código Procesal Penal, para que se
pueda ofrecer o conceder la extradición se requiere que el hecho que la motiva esté
previsto como delito en Colombia y sea reprimido con sanción privativa de la libertad
no menor a 4 años.

3. No le asiste razón al aducir que la exigencia del artículo 35 de la Constitución


Política relativa a que para que proceda la extradición es necesario que el delito
imputado haya ocurrido en el exterior, no se agota en este caso debido a que los
atribuidos al requerido fueron ejecutados en Ecuador y Colombia y no en los Estados
Unidos.

En efecto, sobre este requisito de antaño la Sala viene sosteniendo en concordancia


con el criterio sentado por la Corte Constitucional en la sentencia C-1189 de 2.000,
mediante la cual declaró exequible el artículo 13 del Código Penal anterior, que debe
interpretarse sistemáticamente con los principios de territorialidad y
extraterritorialidad de la ley, previstos en los artículos 14 y 16 del Código Penal ( que
deben leerse unificadamente). Este último principio, se ha dicho, funciona en doble
sentido, a la vez que autoriza la aplicación de nuestra normatividad a conductas
ocurridas total o parcialmente en el exterior, permite que las autoridades extranjeras
investiguen y juzguen hechos sucedidos total o parcialmente en nuestro territorio.

En el concepto que esta Sala rindió en el expediente No. 16.726, el 14 de diciembre


de 2.001, siendo ponente quien hoy cumple esa misma función, expresó acerca de
esta materia lo siguiente:

"Sobre los argumentos expuestos en el apartado del libelo titulado "Excepción previa
de inconstitucionalidad del sentido normativo asignado al artículo 13 del Código
Penal, en la actualidad" con los cuales el defensor pretende demostrar que el alcance
otorgado por la Corte a ese precepto contraría el requisito del artículo 35 de la
Constitución Política relativo a que el delito base de la reclamación debe haber sido
cometido en el exterior, pues con él se estaría extendiendo a delitos ocurridos una
parte en Colombia y otra en el exterior, no son atendibles por cuanto la Sala ha
establecido en armonía con la doctrina sentada por la Corte Constitucional en la
sentencia C-1189 de 2.000 mediante la cual declaró exequible el artículo 13 del
anterior Código Penal -hoy 14-. Que la aplicación extraterritorial de la ley penal- art.
15 hoy 16 ibídem- como materialización de principios internacionales aceptados por
Colombia de observancia imperativa en el ordenamiento interno - artículo 9 de la
Carta Política -, operan en doble sentido por cuanto además de facultar a las
autoridades colombianas para aplicar las normas penales nacionales a conductas
ocurridas así sea parcialmente en territorio extranjero, habilita a las autoridades de
los otros Estados para que operen las suyas frente a comportamientos acaecidos
cuando menos en parte de nuestro suelo.

"Este entendimiento ensambla con la noción contemporánea de soberanía nacional


traducida en que los Estados miembros de la comunidad internacional son titulares de
derechos pero al tiempo sujetos a obligaciones, cuyo reconocimiento hace el artículo
226 de la Carta Política cuando estipula que el Estado promoverá las relaciones
internacionales sobre bases de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional.

"Desde esa perspectiva, es coherente reafirmar que la exigencia del artículo 35 de la


Carta cuestionado se agota cuando el delito haya sido ejecutado así sea parcialmente
en territorio extranjero, entendimiento que de ninguna manera se opone al
ordenamiento superior.".

Ahora bien, para el caso presente es evidente que este presupuesto se agota,
comoquiera que el contenido de la demanda y sus anexos no dejan duda de que los
delitos, para los efectos de la extradición y en los términos atrás vistos, ocurrieron
una parte en Colombia y otra en Ecuador y el último totalmente en el país vecino.
Ciertamente, señalan las pruebas que la conspiración para cometer el delito de toma
de rehenes (secuestro) y los delitos de toma de rehenes sucedieron tanto en Ecuador
como en Colombia, y el homicidio del ciudadano norteamericano completamente en
territorio ecuatoriano.

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Frente a Ecuador, en caso de que hubiese elevado demanda de extradición, es


incuestionable la presencia de dicho requisito, habida cuenta que todos los ilícitos
sucedieron total o parcialmente en su territorio.

Y, de cara a los Estados Unidos, igual se da esta exigencia ya que por virtud del
principio de extraterritorialidad sus autoridades están facultadas para aplicar sus
leyes a estos delitos por concurrir las hipótesis previstas en los numerales 4 y 5 del
artículo 16 del Código Penal, comoquiera que los delitos de toma de rehenes
(secuestro) y conspiración para cometer el delito de toma de rehenes, regulados por
el Título 18 del Código de los Estados Unidos, sección 1203, prevén su aplicación mas
allá de sus fronteras.
...

En este asunto se habría podido presentar la concurrencia de peticiones de


extradición por parte de los Gobiernos de Estados Unidos y Ecuador, situación que el
artículo 523 del Código de Procedimiento Penal define prefiriendo al país en cuyo
territorio se hubiese realizado el delito (cuando se trata del mismo hecho). Decisión
que de haberse presentado debía definir el Gobierno Nacional.

Lo anterior no significa que habiendo sido ejecutados los hechos delictivos en


Colombia (así sea parcialmente), puedan dejar de ser investigados por la Fiscalía
General de la Nación; correspondiéndole, de otro lado y dentro del trámite de
extradición cuando ello ocurre, al Gobierno Nacional determinar si no procede la
entrega al tenor de lo dispuesto por el artículo 565 del anterior Código de
Procedimiento Penal, aplicable en este caso debido a la declaratoria de
inexequibilidad del artículo 527 del nuevo Ordenamiento Procesal Penal, por estar
siendo o haber sido juzgado en Colombia el requerido por los mismos hechos.
...

De otro lado, es importante insistir que debido a la naturaleza jurídica del trámite de
extradición y por desbordar el objeto del concepto que la Corte debe emitir por
mandamiento legal, le está vedado entrar a determinar si el Estado requirente
efectivamente tiene jurisdicción para investigar y juzgar al solicitado; tema que
compete definir exclusivamente a las autoridades norteamericanas dentro del
proceso base de la reclamación, en donde el requerido cuenta con las garantías
necesarias para hacer valer sus derechos.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Concepto Extradición
FECHA : 02/07/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE: : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : BRAVO, JUAN LUIS
DELITOS : Homicidio agravado, Secuestro extorsivo,
Concierto
para delinquir
PROCESO : 18700
PUBLICADA : Si

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COLISION DE COMPETENCIA-Resolución de acusación/ RESOLUCION DE


ACUSACION/ ENRIQUECIMIENTO ILICITO DE PARTICULAR

Si éste se deriva de una u otra forma de las actividades delictivas contempladas en el


mismo artículo (secuestro extorsivo, fabricación y tráfico de municiones o explosivos,
tráfico de estupefacientes, etc.), la competencia radica en los primeros; de lo
contrario, si proviene de cualquier otra actividad delictiva, son los segundos los
llamados a asumir el conocimiento del proceso.

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Los jueces tampoco ponen en tela de juicio la calificación por el punible de


enriquecimiento ilícito de particulares; la controversia surge al momento de analizar
la competencia en punto de aquella circunstancia especial, pues mientras el juzgado
especializado argumenta que no existen elementos de juicio suficientes para concluir
que el procesado derivó el incremento patrimonial no justificado de actividades
provenientes del narcotráfico, el juzgado del circuito infiere lo contrario con
fundamento en la resolución de acusación.

En orden a definir el conflicto, considera la Sala necesario recordar que la decisión


debe adoptarse teniendo en cuenta la imputación formulada por la Fiscalía en el
pliego de cargos, acto procesal que señala el marco jurídico dentro del cual debe
desenvolverse el juicio y la sentencia, toda vez que informa las circunstancias de
modo, tiempo y lugar en que sucedieron los hechos y la calificación jurídica
provisional dada a los mismos; la que, a su vez, determina la competencia del juez.

Al respecto resulta importante manifestar que, según doctrina pacífica de la Sala (Cfr.
autos de abril 4/95, julio 28 y diciembre 5/00, entre otros -Rads. 10148, 17366 y
17910, respectivamente-), la discusión sobre la competencia para conocer o no de un
determinado proceso, debe estar referida a los hechos por los cuales se profirió
resolución de acusación:

"Si bien la competencia para conocer de un determinado delito, ya sea en su fase


instructiva o de juzgamiento, está determinada por la Constitución o por la ley para
cada categoría jurisdiccional, ésta no se puede cambiar sobre la base de valoraciones
probatorias, sino a partir de la concreción, en el pliego de cargos, de los hechos
debidamente adecuados al tipo penal respectivo con fundamento en los elementos de
juicio allegados hasta esa etapa procesal"

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Colisión de Competencia


FECHA : 02/07/2002
DECISION : Asigna cto. al Juzgado 2 P.C.E. de Medellín
PROCEDENCIA : Juzgado 10 P.C.
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : PEREIRA PIERUCCINI, NELSON
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 19362
PUBLICADA : Si

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COLISION DE COMPETENCIA-Ley 733 de 2002/ CONCIERTO PARA


DELINQUIR/ RECEPTACION

A partir de la vigencia de la ley 733 de 2002 el conocimiento del delito de concierto


para delinquir, y conexos, corresponde a los juzgados especializados, como así tuvo la
oportunidad de señalarlo esta Sala en pasada oportunidad respecto de todos los
delitos allí previstos (Cfr. auto de abril 2/02. Rad. 19202, M.P. Arboleda Ripoll).

El artículo 8º de la citada ley reprodujo la descripción típica del delito de concierto


para delinquir, modificando el inciso 2º del artículo 340 al introducir algunas
finalidades específicas, de donde resulta claro que el ilícito en toda su extensión fue
objeto de indubitable señalamiento en ella y, por ende, la competencia para conocer
del mismo incumbe a los jueces penales del circuito especializados por expresa
voluntad del legislador.

En este caso nada impide la aplicación general inmediata de las normas sobre
competencia y ritualidad previstas en los artículos 40 y 43 de la ley 153 de 1887, sin
perjuicio de la favorabilidad que incumbe al juez o funcionario que tenga a su cargo el
proceso en la oportunidad que deba aplicarla.

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En materia procesal, como se establece del artículo 40 de la ley 153 de 1887, las
leyes concernientes a la sustanciación y ritualidad de los juicios prevalecen sobre las
anteriores desde el momento en que deban empezar a regir.

Significa lo anterior que en este caso, el conocimiento del delito de concierto para
delinquir, y demás señalados en la ley 733 de 2002, corresponde a partir del 31 de
enero de la presente anualidad a los juzgados penales del circuito especializados,
pues su vigencia se predica a partir de su publicación, como lo dispone el artículo 15
ejusdem, y se trata de una norma de contenido simplemente procesal, en tanto no
afecta en forma positiva o negativa a los sujetos procesal.

De modo que, frente al nuevo ordenamiento y al hecho de que la citada preceptiva no


hizo ninguna excepción con las actuaciones procesales adelantadas por hechos
cometidos antes o después de entrar en vigencia, resulta evidente que su aplicación
sigue los principios generales de la aplicación de la ley penal en el tiempo, es decir
rige inmediatamente a futuro para todos los asuntos por tratarse de normas que
señalan competencia.

Que el proferimiento de la ley no haya obedecido a serias razones de política criminal


o que contribuya a la congestión de los juzgados penales del circuito especializados,
resulta indiferente para la solución del conflicto, lo que no obsta para que la Sala
reitere la crítica que formuló al ejecutivo en auto de abril 2 de la presente anualidad,
ya citado.

El conflicto negativo de competencias se definirá en este evento, entonces, asignando


el conocimiento del asunto al Juzgado 1º Penal del Circuito Especializado de Medellín.

Sobra advertir que el conocimiento del delito conexo de receptación se encuentra


atribuido también al juzgado especializado de conformidad con la regla general
prevista en el artículo 7º transitorio del código de procedimiento penal, preceptiva
que no sufrió ninguna modificación y tampoco resulta incompatible con el texto de la
ley 733 de 2002.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Colisión de Competencia


FECHA : 02/07/2002
DECISION : Asigna competencia al Juzgado 1 P.C. E. de
Medellín
PROCEDENCIA : Juzgado 13 P.C.
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MARTINEZ MARIN, YONNY ALEXANDER
DELITOS : Concierto para delinquir, Receptación
PROCESO : 19450
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Acuerdo Bolivariano

1. De conformidad con lo estipulado en el artículo 18 del Código Penal, el trámite de


extradición está sujeto a lo establecido en los Convenios o Tratados internacionales,
de carácter bilateral o multilateral o, a falta de éstos, a las normas contempladas en
el Código de Procedimiento Penal, lo que significa que existiendo Tratado entre los
Estados requirente y requerido, su disposiciones prevalecen sobre las contenidas en
las respectivas legislaciones.

Por lo tanto, según lo conceptuó el Jefe de la Oficina Jurídica del Ministerio de


Relaciones Exteriores, las normatividades aplicables para el trámite del presente
caso, son el Acuerdo Bolivariano sobre Extradición, suscrito en Caracas el 18 de julio
de 1911, aprobado por la Ley 26 del 8 de octubre de 1913, y la Convención de las
Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas,

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suscrita en Viena el 20 de diciembre de 1988, incorporada en nuestra legislación


mediante la Ley 67 del 23 de agosto de 1993.

Sin embargo el procedimiento a seguir será el contemplado en las disposiciones del C.


de Procedimiento Penal, como lo establece el inciso 3° del artículo VIII del Acuerdo
Bolivariano sobre extradición, que dice que "La extradición de los prófugos, en virtud
de las estipulaciones del presente Tratado, se verificará de conformidad con las leyes
de extradición del Estado al cual se haga la demanda", y como lo ha sostenido la
Sala*.

Igualmente, si bien es cierto que es aplicable a este trámite la legislación penal


colombiana, sin embargo, de conformidad con el artículo I del citado Acuerdo
Bolivariano, "Para que la extradición se efectúe es preciso que las pruebas de la
infracción sean tales, que las leyes del lugar donde se encuentre el prófugo o
enjuiciado justificaría su detención o sometimiento a juicio, si la comisión, tentativa o
frustración del crimen o delito se hubiese verificado en él", lo que implica que la
Corte, al momento de emitir el concepto y para el efecto legal correspondiente, debe
realizar la apreciación de las pruebas remitidas por el Estado requirente.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Extradición
FECHA : 02/07/2002
DECISION : Niega pruebas solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Gobierno del Perú
REQUERIDO : RIVERA GONZALEZ, VICENTE WILSON
PROCESO : 18630
PUBLICADA : Si

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MEDIDAS CORRECIONALES DE LOS FUNCIONARIOS JUDICIALES-Trámite a


seguir/ SANCION CORRECCIONAL/ IMPUGNACION

La Sala no abordará el análisis de fondo del tema objeto del recurso, es decir, si la
imposición de la sanción correccional fue acertada o no; en virtud a que al acometer
el estudio de los presupuestos de validez del rito encuentra, como lo pregona el
impugnante en el memorial con el cual interpuso el recurso de queja, que el derecho
al debido proceso le fue vulnerado al igual que la garantía de la defensa, por cuanto
el funcionario judicial para imponer la sanción siguió el trámite estipulado en el
artículo 39 del Código de Procedimiento Civil, norma que luego combinó
irregularmente con los artículos 58 al 60 de la ley 270 de 1.996, soslayando el artículo
144 del Código de Procedimiento Penal que reglamenta de manera específica las
medidas correctivas que los funcionarios judiciales pueden imponer, entre ellas el
arresto inconmutable hasta por 5 días al particular que le falte al debido respeto en
ejercicio de sus funciones o por razón de ellas, previendo el curso de un trámite
sumario antes de su imposición.
...

Al aplicar normas que no regulaban el caso, el funcionario judicial violentó el debido


proceso, pues además de conculcar el principio de legalidad del trámite y de la pena
pues le impuso una diferente a la prevista en la norma positiva correspondiente,
desconoció las formas propias del trámite sumario previsto en el artículo 144 del
Código de Procedimiento Penal, ya que no escuchó en descargos al presunto infractor,
ni le permitió presentar ni pedir pruebas, menoscabando la garantía de la defensa.
...

No está demás recordar que en la providencia del 18 de diciembre de 2.001, con


ponencia del Magistrado Dr. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL, a través de la cual esta
Sala de Casación resolvió el recurso de queja interpuesto por el impugnante, dejó
sentado que son las normas del Código Procesal Penal las que deben regular este
asunto, basada en los siguientes argumentos:

9
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"La inconformidad del impugnante radica precisamente en el hecho que el funcionario


que impuso la sanción se acogió al contenido del artículo 59 de la ley 270 de 1.996
para negar la alzada, con el argumento que esta ley únicamente prevé el recurso de
reposición.

Cierto es que este aspecto se encuentra regulado en ley estatutaria, pero ello no
significa que en ejercicio de la facultad de configuración legislativa (artículo 150-2 de
la constitución política), el Congreso de la república no pueda ampliar los
instrumentos de impugnación por medio de leyes ordinarias, máxime si se tiene en
cuenta que dicho aspecto escapa por su propia naturaleza a lo que en estricto sentido
debe ser materia de regulación por una ley estatutaria, pues ésta no fue creada para
regular en forma exhaustiva y casuística todo trámite relacionado con la
administración de justicia.

En ese orden, cuando el nuevo código de procedimiento penal permite controvertir la


providencia sancionatoria a través del recurso de apelación, no está vulnerando
ninguna ley de rango superior, sino simplemente ampliando el marco de garantías
para los sujetos procesales con medidas correccionales, a fin de posibilitar que un
funcionario de mayor jerarquía revise la legalidad de la sanción.

En este sentido, el Estatuto procesal penal, además de ser posterior, constituye


disposición especial, pues contempla de manera detallada las conductas en que
pueden incurrir los sujetos procesales y también los particulares sometidos al poder
disciplinario de que está investido el juez como director y responsable del proceso
penal, señala en cada caso las medidas correccionales y fija el procedimiento que
debe observarse para imponer las faltas (sic.).

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Segunda Instancia


FECHA : 02/07/2002
DECISION : Declara nulidad del trámite, ordena reponer la
actuación del Tribunal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Valledupar
RECURRENTE : LOPEZ NUÑEZ, ORLANDO ENRIQUE
PROCESO : 19144
PUBLICADA : Si

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RESOLUCION DE ACUSACION-Requisitos/ RESOLUCION DE ACUSACION-


Marco jurídico-fáctico de la actuación del fallador/ INCONGRUENCIA DE LA
SENTENCIA/ CASACION-Interés: Pretensión más gravosa al recurrente/
SITUACION JURIDICA-Omisión de respuesta a los alegatos/ INDICIO-Técnica
para atacarlo en casación

1. La precisión en la resolución de acusación de los cargos formulados fáctica y


jurídicamente, cumple una condición esencial con base en la cual se establece el
marco de referencia para que el procesado ejerza el derecho de defensa. De ahí que,
conforme a la legislación vigente a la época en que se tramitó este proceso, el debate
en la causa se circunscribía a las imputaciones hechas en esa decisión, por lo que la
sentencia debía limitarse a resolverlas, salvo que se tratara de aspectos favorables a
la situación jurídica del inculpado.

La ley procesal penal vigente al momento del hecho, regulaba los presupuestos
procesales, los requisitos sustanciales y la estructura formal de la resolución que
calificaba el sumario en los artículos 438, 441 y 442, exigencias que se refieren a la
imputación fáctica, al análisis probatorio, la imputación jurídica y la respuesta a las
alegaciones de los sujetos procesales.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

2. La motivación de la resolución de acusación no impidió que el acusado entendiera


los cargos, ni fue obstáculo para que la defensa definiera su estrategia con base en
tal contenido y se ejercitara esa garantía fundamental, lo cual significa que la
resolución cumplió su finalidad (principio de instrumentalidad), dando paso a la etapa
del juicio y fijando los parámetros dentro de los cuales los sujetos procesales
desarrollaron la contradicción, bajo el entendido que el procesado fue acusado de ser
autor del delito de homicidio.
...

Como el cargo que se analiza predicó que la resolución acusatoria impidió el ejercicio
del derecho de defensa, la prueba de su vulneración tenía necesaria y lógicamente
que vincularse con la actividad defensiva ejercitada durante el juzgamiento.

3. La incongruencia entre la resolución de acusación y la sentencia parte del supuesto


que el recurrente admita los cargos impuestos en la calificación del sumario,
debiéndose proferir fallo de sustitución en consonancia con la resolución acusatoria,
por lo tanto la solución no sería invalidando lo actuado como equivocadamente lo
entiende el libelista.

4. El recurso de casación exige un interés jurídico, el que se traduce en un agravio


que afecte a quien intenta la impugnación. Por tanto, en armonía con esta premisa
hay que señalar que el defensor no puede ir en contra de su propia causa, dando
lugar a que el resultado obtenido con su impugnación le sea más gravoso.

En este caso, ningún agravio o perjuicio se comprobó que hubiese ocasionado las
sentencias de instancia, y si por el contrario, se tiene que la imputación en éstas fue
degradada a favor del procesado, pues se le declaró responsable a título de cómplice
en el delito de homicidio, en tanto que en la calificación del sumario se le atribuyó la
condición de autor de ese ilícito. En consecuencia la alegación examinada implica
falta de interés por parte del censor, por cuanto que de prosperar el ataque se haría
más gravosa la situación del inculpado.

5. La omisión en el pliego de cargos a los alegatos del defensor no impiden que esa
providencia cumpla su finalidad y el derecho de defensa en tal caso se ejerce con la
interposición de los recursos ordinarios tendientes a que se supere la omisión, medios
de impugnación a los que en este caso no acudió el recurrente, lo que subsana la
hipotética omisión, de haberse incurrido en ella.

6. Era deber del censor identificar los hechos indicadores, las pruebas en las que los
sustentó el juzgador, la inferencia obtenida y el hecho indicado, para luego entrar a
señalar el error de la sentencia impugnada, a través de una valoración de
concordancia, convergencia y relación con los demás elementos de juicio obrantes en
la actuación.
...

Las reglas de técnica ignoradas por el demandante al reprochar la prueba indiciaria se


sintetizan en providencia pacífica de la Sala, cuyo texto en lo pertinente se transcribe
para ilustrar las razones de la desestimación del cargo:

"El indicio es un medio de prueba que permite el conocimiento indirecto de la


realidad. Supone la existencia de un hecho indicador que debe encontrarse
demostrado a través de cualquiera de los medios probatorios autorizados por el
Código de Procedimiento Penal, del cual es derivable la existencia de otro hecho
mediante un proceso de inferencia lógica.

"Como prueba que es, cuando se alegan en casación defectos en su apreciación como
fundamento de la violación de la ley sustancial, la vía de ataque debe ser la indirecta
y en tal medida es obligación del recurrente señalar el tipo de error en el cual se
incurrió, su modalidad y si el mismo se predica del hecho indicador, de la inferencia
lógica o de la manera como los indicios se articulan entre sí, es decir su convergencia,
concordancia y fuerza de convicción por su análisis conjunto.

"Si la equivocación se predica del hecho indicador y se toma en consideración que


debe estar demostrado con otro medio de prueba, los errores susceptibles de
plantearse son tanto de hecho como de derecho.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"De hecho, porque la prueba de la circunstancia conocida pudo haberse supuesto; o


porque pudo haberse dejado de apreciar otro medio demostrativo que la neutralizaba
o disolvía; o porque se tergiversó su contenido material haciéndola decir algo que no
decía; o porque el proceso de valoración que condujo a la afirmación de la premisa a
partir de la cual se hará luego la inferencia, se apartó de los principios de la sana
crítica.

"De derecho, porque el juzgador pudo haber admitido y valorado como prueba
fundante del hecho indicador alguna irregularmente aportada al proceso y por lo
tanto inválida. Como en ningún caso la prueba indiciaria está dentro del proceso
penal sometida a tarifa legal, es obvio que frente a ella la modalidad de error de
derecho conocida como falso juicio de convicción no es susceptible de ser propuesta a
través del recurso extraordinario de casación.

"Ahora bien, cuando el error se predica de la inferencia lógica, ello supone - como
condición lógica del cargo, aceptar la validez de la prueba, del hecho indicador, ya
que si esta es discutida sería un contrasentido plantear al tiempo algún defecto del
juicio valorativo en el marco del mismo ataque. Existe la posibilidad no obstante, de
refutar el indicio tanto en la prueba del hecho indicador como en la inferencia lógica,
sólo que en cargos distintos y de manera subsidiaria.

"La inferencia lógica, entonces, es atacable en casación. Pero en atención a que la


misma es el resultado de un proceso intelectual valorativo, la única vía posible para
hacerlo es el error de hecho por transgresión ostensible de los principios de la sana
crítica. La hipótesis supone, por lo tanto, la aceptación del hecho indicador y la
demostración de que el juzgador realizó un juicio de valor en contravía de las leyes de
la ciencia, los principios de la lógica o de las reglas de la experiencia. Así las cosas,
para que el cargo quede correctamente formulado es imprescindible concretar el error
y demostrar cómo ha sido transgredida o desconocida una ley científica, un principio
de la lógica (que no niegue ni desconozca la unidad del ser), o de una regla constante
de la experiencia común o aceptada y practicada en medios especializados de una
determinada materia. Se precisa, además y ello es obvio, la fundamentación
correspondiente a la trascendencia del error.

"La Sala ha sido reiterativa en lo procedente y también ha señalado que cuando de


atacar dicho medio probatorio en casación se trata, no puede desconocerse que por
su naturaleza misma su valoración es de conjunto, siendo el vinculo que surge entre
los diferentes indicios (su concordancia y convergencia) el que hace que la conclusión
crezca desde la probabilidad hasta constituir certeza. En consecuencia, aunque el
ataque a los hechos indicadores, debe ser independiente, ello no significa en manera
alguna que el conjunto indiciario, cuya fuerza de convicción depende de que se le
estime globalmente, pueda dejar de ser enfrentado por el demandante"*
_____________________
* C.S.de J. Sent. De Cas. 20-10 de 1999. Radicado 11113. Mag. Pon. Dr. CARLOS MEJIA
ESCOBAR.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 04/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ESCOBAR RODRIGUEZ, ORLANDO ANTONIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15231
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PRUEBA-Estimación legal/ CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL-


Consideraciones en torno a la personalidad del procesado/ PERSONALIDAD
DEL PROCESADO/ NON BIS IN IDEM

1. Lo esencial en la labor de estimación de las pruebas por el juzgador es la referencia


con objetividad, lógica y juridicidad a su contenido, como lo hicieron en este caso el
Tribunal y el Juzgado de Cartagena, más que a las denominaciones o formalismos de
los nombres y apellidos de los testigos, cita del número del folio o la fecha de los
documentos que los contiene.

2. En relación con el desconocimiento del non bis in ídem a que alude el actor por el
hecho de haberse considerado en el fallo censurado la personalidad para efectos de
la graduación de la pena y para concluir que la procesada requería de tratamiento
penitenciario. Este argumento, por lo demás, resulta infundado, pues, dentro del
espíritu de la ley vigente al momento de dictarse la sentencia acusada, la
personalidad era un componente que con distinta proyección incidía en la medición
judicial de la pena, la suspensión de la condena o la libertad condicional, y por ende,
ningún sacrificio representaba para el principio del non bis in ídem su consideración
para cada una de tales situaciones.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 04/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : SOLARTE RHENALS, LIDIA INES
DELITOS : Concusión
PROCESO : 15019
PUBLICADA : Si

Aclaración de voto: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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FALSO RACIOCINIO/ FALSO JUICIO DE IDENTIDAD/ HOMICIDIO


PRETERINTENCIONAL

La violación indirecta de la ley sustancial producida por error de hecho por falso
raciocinio, ha sido explicada por la Corte en varias ocasiones. Así, por ejemplo, en
casación del 26 de junio de 2002*, expresó lo siguiente:

"Si se denuncia falso raciocinio por desconocimiento de los postulados de la sana


crítica, se debe indicar qué dice de manera objetiva el medio, qué infirió de él el
juzgador, cuál mérito persuasivo le fue otorgado, señalar cuál postulado de la lógica,
ley de la ciencia o máxima de la experiencia fue desconocida, debiéndose indicar cuál
es el aporte científico correcto, la regla de la lógica apropiada, la máxima de la

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

experiencia que debió tomarse en consideración y cómo, y finalmente, demostrar la


trascendencia del error indicando cuál debe ser la apreciación correcta de la prueba o
pruebas que cuestiona, y que habría dado lugar a proferir un fallo sustancialmente
distinto y opuesto al ameritado".

El actualmente denominado falso raciocinio, sin embargo, en el pasado reciente era


una de las especies del falso juicio de identidad. Así las cosas, si en el fallo
impugnado era localizada una falta a la sana crítica, el reproche y la sentencia de
casación debían dirigirse precisamente por esta ruta.

Un ejemplo jurisprudencial ilustra la afirmación. En casación del 6 de mayo de 1998**


-tras afirmar que el error por tergiversación del contenido fáctico de la prueba y la
equivocación que se comete en el intento de evaluación racional o crítica de los
medios de convicción, son manifestaciones del error de hecho por falso juicio de
identidad-, la Corte dijo esto:

"...una cosa es cercenar o incrementar materialmente el contenido de la prueba y,


conforme con esa distorsión inicial, derivarle una significación que le es extraña; pero
algo diferente es tomar el medio probatorio en toda su entidad fáctica mas no
valorarlo racionalmente o suponer una conclusión probatoria con un fundamento
empírico, lógico o científico como mero pretexto o que en realidad no emerge del
material probatorio. En palabras de ejemplo, la primera modalidad se refiere al caso
en que el juez afirma en la sentencia que el testigo X asevera que vio al sindicado en
el lugar de los hechos, cuando aquél apenas informa que le parece haber visto una
persona de rasgos similares; o si el mismo deponente sostiene que, inmediatamente
después de los hechos, el procesado corría y fue sorprendido con un revólver en la
mano, pero el funcionario judicial expresa en la sentencia que el testimoniante dijo
que vio simplemente cuando el imputado caminaba rápido y que otro individuo era el
que corría con un arma en la mano. La segunda modalidad del falso juicio de
identidad surge cuando, en el primer caso, el juez declara que, en virtud de las
palabras no controvertidas de X, sin duda el autor del homicidio fue el sindicado, pero
ha prescindido de cualquier examen empírico y lógico de las condiciones en que
percibió el testigo; se le olvida la consideración del momento declarativo de la
prueba; omite la confrontación con otras pruebas que dicen lo contrario; soslaya
razonamientos sobre la fiabilidad subjetiva del testigo, puesta en entredicho por su
anterior enemistad con el sindicado; todo lo cual indica que en esa conclusión imperó
la arbitrariedad y el juez abandonó completamente el método de la sana crítica de las
pruebas...".

"...si la orientación del cargo es por la evaluación crítica de la prueba, la


argumentación se torna más exigente, pues, si se tiene en cuenta que en nuestro
medio rige la libre apreciación judicial de las pruebas, el censor tendrá que demostrar
que definitivamente no hubo racionalidad sino arbitrariedad en la construcción de las
premisas y la obtención del dato emergente de la inducción probatoria" (destaca la
Sala, hoy).

Es claro, entonces, que el abandono de los componentes de la sana crítica, ayer y


actualmente, pueden generar infracción mediata de la ley sustantiva, por error de
hecho. Solo que antes tal reproche debía ser propuesto como especie del falso juicio
de identidad, mientras ahora -y desde hace relativamente poco tiempo- es posible
hacerlo por falso raciocinio. Y para la época de presentación de la demanda dentro de
este asunto -26 de agosto de 1999- aún se podía hablar de aquél respecto de los
equívocos mencionados. Y esta reflexión no es extraña ni nueva pues la Corte ya la ha
venido haciendo, como se percibe, vgr., en casación del 30 de mayo de 2002***.
...

La experiencia, la vida cotidiana, enseña que si una persona sana, consciente,


arremete a golpes de pié contra la cabeza de otra, está guiada por la intención y la
voluntad de, por lo menos, herirla. Es impensable que alguien -imputable, como lo era
(...), tal como lo aceptó el Tribunal- se lance contra otro con sus pies y lo golpee en la
testa sin tener el ánimo de causarle daño.

El Tribunal, contra aquella máxima, contra ese sentido común, dedujo que la escena
descrita constituía culpabilidad culposa, es decir -como afirma el casacionista- que
(...) la había emprendido contra (...) por imprudencia, impericia, negligencia o
violación de reglamentos o, expuesto con otras palabras, que el victimario había
tumbado cruelmente a (...) omitiendo el deber de cuidado exigible en el caso

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

concreto. No hay duda, entonces, que la conclusión del Ad quem contraría toda lógica
y toda experiencia, es decir, que es producto de la irracionalidad, de la arbitrariedad,
más que manifiestas.

El razonamiento puro frente a la prueba tenía que ser otro: con esa entidad de la
golpiza, el joven agresor sabía que lesionaría al ofendido; y que era previsible, como
lo calcularía cualquier hombre medio, la producción de la muerte, dado el lugar al
que fueron dirigidos los puntapiés.

El error del Tribunal fue mayúsculo, pues que convirtió una decisión justa -la de
primera instancia- en una decisión injusta e injurídica: demostrados unos hechos para
los cuales el legislador ha previsto una punición, sin sentido alguno los tornó en otros
para degradar considerablemente la sanción
_____________________________
* Radicación No. 11.451, M. P. Fernando Arboleda Ripoll.
** Radicación No. 10.949, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego. G. J. T.CCLIV, 1er.
Semestre de 1998, número 2493, Vol. II, págs. 131/2.
*** Radicación No. 13.026, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia casación
FECHA : 04/07/2002
DECISION : Si casa, condena, redosifica pena, ordena pago
de perj.,
no concede libertad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
NO RECURRENTE : LOZANO SABOGAL, LUIS HERNAN
RECURRENTE : PROCURADOR JUDICIAL
DELITOS : Homicidio culposo, Homicidio preterintencional
PROCESO : 16402
PUBLICADA : Si

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FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-Exigencias técnicas/ FALTA DE MOTIVACION


DE LA SENTENCIA/ SENTENCIA-Falta de motivación/ SENTENCIA
ANTICIPADA-En el juicio

1. Al sostener inicialmente que el sentenciador le dio a las pruebas un alcance que no


tienen, de donde solo en principio pudiera colegirse que el reproche se decide por un
falso juicio de identidad, el desarrollo de la censura desvirtúa una tal inferencia,
puesto que no indica cuáles fueron los medios que al ser sometidos al juicio
apreciativo del fallador fueron distorsionados en su contenido material, o dicho de
otra manera, se les puso a decir lo que en realidad no se observa en su contexto y
mucho menos, se advierte de parte del casacionista un esfuerzo por demostrar cada
una de sus afirmaciones y de encarar el fundamento probatorio del fallo a fin de
poner en evidencia que de no haber mediado el desacierto intelectivo que reprocha,
otras serían las conclusiones frente a la declaratoria de responsabilidad de su
defendido por la comisión del ilícito de concierto para delinquir con fines de
narcotráfico.

2. De conformidad con lo dispuesto en el numeral cuarto del art. 180 del C. de P. P.


de 1.991, aplicable para el momento en que se profirió el fallo de segundo grado, al
igual que sucede frente al nuevo Estatuto Procesal Penal, art. 170, es un imperativo
del juzgador motivar la sentencia, precisando en ella, además de "Un resumen de la
acusación y de los alegatos presentados por los sujetos procesales", "El análisis (de
los mismos) y la valoración jurídica de las pruebas en que ha de fundarse la
decisión", lo cual, como es sabido, antes que un mandato legal constituye una
imposición constitucional, pues es un derecho del procesado controvertir "las pruebas
que se alleguen en su contra", y a "impugnar la sentencia condenatoria", siendo la

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

sentencia el acto procesal por excelencia donde se concreta esa controversia y se


decide como culminación del proceso, quedando vigente una nueva si la decisión, de
acuerdo con la instancia en que se decide, aún es susceptible de impugnación.

Esta exigencia, desde luego, como últimamente lo ha sostenido la Sala, reiterando su


constante jurisprudencia al respecto, esto es, la de "dar las razones por las cuales se
comparten o no las alegaciones de las partes, ..., es un requisito formal que se
relaciona con la debida motivación de la providencia", debiéndose tener en cuenta,
por ello, que su "omisión entraña nulidad de lo actuado (únicamente) si con ello
resulta vulnerado el derecho de contradicción, el cual en ese sentido asiste al derecho
de defensa, siendo ambos elementos estructurales de la garantía fundamental del
debido proceso", precisando, igualmente, y en punto de analizar la posibilidad de
recurrir en casación frente a un fallo de segundo grado, que si bien es cierto que "el
sujeto procesal tiene la carga de sustentar", el equilibrio se logra "con la imposición al
Estado de escucharlo, analizar lo que dice y ofrecerle una respuesta motivada. La
técnica de la casación, por otro lado, -se aclara- no se explica sino en concordancia
con estas exigencias. Una sentencia inmotivada dificulta hasta hacer imposible, la
crítica clara y la impugnación precisa de sus premisas y conclusiones. Los falladores
deben comprometerse con el contenido del proceso para que sus análisis puedan
luego ser debatidos en el recurso extraordinario dado que este demanda atacar sus
fundamentos y demostrar la inconsistencia de los juicios de valor allí formulados…"
(Sentencias de casación de marzo 25 de 1999, Rdo. 11.279, M.P. Carlos Eduardo Mejía
Escobar y la No. 15.997, M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego).

Por tanto, la motivación de una decisión judicial, y con mayor razón de una sentencia,
no puede corresponder a un simple formalismo o a una ritualidad intrascendente que
supla el fondo de la controversia con genéricas afirmaciones o tácitos supuestos que
de suyo posibiliten equívocas conclusiones, ya que motivar no puede ser nada distinto
a la concreción argumental fáctica y jurídica de la prueba y de los fenómenos
sustantivos pertinentes al caso por resolver, confrontados internamente con los
razonamientos y propuestas, igualmente fácticas y jurídicas, de los sujetos
procesales, para de allí colegir la decisión que con el respectivo fundamento legal se
imponga inferir, teniendo para ello siempre en cuenta que se trata de un debate de lo
valorativo y no de lo experimental.

Sin embargo, es claro, que una tal exigencia, no sólo puede cumplirse con el
tratamiento individual de los fenómenos objeto de análisis o de los respectivos
medios de prueba, sino que igualmente puede lograrse con un análisis general de
diversas situaciones concurrentes en una investigación, sin que ello signifique el
soslayamiento de la prueba de cargo, su sustento legal y su consiguiente
conceptualización jurídica frente a cada uno de los conflictos por resolver, sino que
ante las concretas condiciones probatorias que se presenten en la realización de un
hecho en el que intervienen diversos autores o partícipes, su propio modus operandi
haga que la prueba se vincule de forma tal que, contrario sensu, su separación impida
su verdadera comprensión histórica y, por ende, su real trascendencia jurídica, en la
medida en que la propia complejidad e interrelación de los intervinientes delictuales,
en casos como el presente, se pueda explicar la unidad de fin propuesto, lo cual,
opuesto a lo que se cree, posibilita de idóneamente la contradicción jurídica de los
diversos conflictos por decidir, pues, una tal forma de argumentar no está significando
su ausencia, su anfibología, su ambigüedad, su equivocidad, o en forma general, la
ausencia de motivación, sino su global análisis, que no es, tampoco, igual a
superficialidad o no concreción, es su valoración universal de lo sucedido, integral, es
decir, que sin evadir las indvidualidades, se integren convergente y coherentemente.

3. Era la propia ley vigente para el momento en que se llevó a efecto la referida
petición de sentencia anticipada, Ley 81 de 1.993, art. 3º., al igual que sucedió con la
Ley 365 de 1.997 y ahora con la legislación actual, Ley 600 de 2.000, la sentencia
anticipada en la causa sólo procede "respecto de todos los cargos allí formulados",
esto es, en la resolución acusatoria, por lo cual, el cargo no puede prosperar, el
demandante ha equivocado la causal escogida para el ataque, porque si lo que en
últimas lo que pretende es el reconocimiento para su representada de la rebaja de
pena que necesariamente se derivaría de una sentencia anticipada, entonces no era
la nulidad el motivo a escoger, porque como se vio no se trata de un problema de
ritualidad procesal sino de una disparidad de criterios interpretativos sobre una de las
disposiciones legales, entre los jueces que conocieron del asunto y el Tribunal sobre la
viabilidad de la aceptación parcial de cargos en el juicio, y en esa medida debía
entonces enderezar la censura, es decir, a exponer las razones por las cuales, aún en

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

tales condiciones, debió dictarse sentencia por el cargo aceptado, reconociéndole el


consiguiente descuento punitivo, además, por supuesto, de evidenciar el perjuicio
que, entendido como agravio inferido al sujeto procesal recurrente, le habría inferido
el fallo de segundo grado, o de modo contrario, el beneficio que le significaba a
aquella esa decisión.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 04/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MARTINEZ BULLA, ANA ESPERANZA
PROCESADO : MORALES JIMENEZ, MEDARDO
PROCESADO : GARZON RAMIREZ, CARLOS LUIS
PROCESADO : GARZON GUEVARA, LUIS HELI
PROCESADO : MUÑOZ LOZANO, JOSE GONZALO
PROCESADO : LESMES RUBIO, JAVIER ENRIQUE
PROCESADO : BAQUERO GUTIERREZ, HUMBERTO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir-
narcotráfico
PROCESO : 18364
PUBLICADA : Si

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CONCUSION/ FAVORABILIDAD/ NULIDAD-Oportunidad para solicitarla/


TESTIMONIO-Criterios para la apreciación/ PENA-Presidio/
CIRCUNSTANCIAS GENERICAS DE AGRAVACION PUNITIVA/
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA-Posición distinguida/
PERJUICIOS-Obligados a indemnizar

1. El delito por el cual se impuso condena a (...), es el de concusión previsto en el


artículo 140 del Código Penal de 1.980, modificado por los artículos 18 y 21 de la Ley
190 de 1.995, de conformidad con el cual se sanciona con pena prisión de cuatro (4) a
ocho (8) años de prisión y multa de cincuenta (50) a cien (100) salarios mínimos
legales mensuales vigentes e interdicción de derechos y funciones públicas por el
mismo término de la pena principal al "servidor público que abusando de su cargo o
de sus funciones constriña o induzca a alguien a dar o prometer al mismo servidor o a
un tercero, dinero o cualquier otra utilidad indebidos, o los solicite", sea lo primero
precisar que, por favorabialidad, es esta norma la que se debe seguir aplicando para
efectos del presente fallo, en relación con el vigente C. P., que si bien, conservó la
misma prohibición típica en el art. 404, incrementó la pena privativa de la libertad y el
mínimo para la inhabilitación en el ejercicio de derechos y funciones públicas.

2. El escrito por medio del cual se solicita la referida nulidad por presunta violación al
fuero legal, carece de presentación personal y además de la antefirma que acompaña
su nombre aparece otro-, el actual C. de P. P. autoriza para que puedan presentarse
peticiones de nulidad en "cualquier estado de la actuación procesal", de todas formas,
es oportuno precisar que una tal disposición no puede entenderse como una especie
de "patente de corso" que la ley ha establecido para desconocer la propia sistemática
procesal prevista en la misma, pues, de una parte, hay que tener en cuenta que
cuando se tramitó la presente causa en la primera instancia, regida para ese entonces
por el art. 446 del C. de P. P. anterior, esa era la última oportunidad que se tenía para
impetrar la referida nulidad respecto a vicios presentados durante la etapa
instructiva, de la cual no se hizo uso, procediéndose a proponerla posteriormente,
antes de la audiencia, siéndole negada a la defensora que para esa época lo
procuraba, volviéndose a insistir en la alegación de la audiencia pública por su nuevo
defensor, a quien también le fue negada en la sentencia de primer grado, sin postular
inconformidad alguna al respecto, al apelar de ese fallo.

17
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Ahora, el pretender que se de aplicación a esta nueva disposición, seguramente


dando por sentado que al haberse agotado la oportunidad que existía durante la
ritualidad de la causa durante la vigencia del C. de P. P. de 1.991, esto es, que al no
haberse proferido el fallo de segundo grado, la actuación procesal no ha terminado,
es claro que un tal aserto resulta equivocado, ya que tratándose aquí de una nulidad
originada en la instrucción, es en la audiencia preparatoria de la audiencia de que
trata el art. 401 del nuevo Estatuto Procesal Penal, cuando debía impetrarse.

Es que, el proceso penal, es cierto, pues no podría entenderse en otra forma, está
fundamentado en su legalidad y para que ella sea respetada, los sujetos procesales
pueden y deben velar por su cumplimiento, cuestionando todas aquellas
irregularidades estructurales y de garantía que lo vicien, pero no negando el mismo
proceso, sino ejerciendo sus derechos en las etapas que la misma ley señala, de lo
contrario su sistemática y finalidad se tornarían nugatorias, generando el caos en esta
segunda manifestación del poder-deber punitivo del Estado, el cual, a su turno, desde
luego, encuentra su máximo control en la reserva de oficiosidad que deberá ejercitar
por intermedio del funcionario correspondiente, para efectivizar ese presupuesto
insoslayable de legalidad.

3. Conforme lo disponía el art. 294 C. de P. P. de 1.991, al igual que lo hace el actual,


en el art. 277, siguiendo las reglas de la sana crítica, la valoración del testimonio debe
atender "lo relativo a la naturaleza del objeto percibido, al estado de sanidad del
sentido o sentidos por los cuales se tuvo la percepción, las circunstancias de lugar,
tiempo y modo en que se percibió, a la personalidad del declarante, a la forma como
hubiere declarado y las singularidades que puedan observarse en el testimonio".

4. Es claro que al no preverse en la Ley Penal actual la pena de presidio, ya que el


artículo 41 del C. P. de 1.980 únicamente señala como penas principales aplicables
para la comisión de delitos las de prisión, arresto y multa, como tampoco lo estaba en
el C. P. de 1.980, ni menos fueron modificadas estas penas por la Ley 190 de 1.995,
como que si bien existió en el Estatuto Sustantivo de 1.936, en la actualidad se
encuentra derogada en nuestra normatividad positiva, es imperativo corregir el fallo
impugnado, cambiando dicha pena privativa de la libertad de "presidio" por la de
prisión.

5. Es cierto que en la sentencia examinada no se hizo mención alguna a la buena


conducta anterior del procesado, pero igualmente es verdadero que si se hubieran
aplicado en su justa dimensión los criterios de dosificación contenidos en los artículos
61 y 67 del C. P. anterior, aplicable para esos momentos a este asunto, dándole su
verdadera repercusión a la gravedad y modalidades en que se cometió el ilícito y a las
circunstancias genéricas de agravación punitivas debidamente imputadas en la
acusación y probadas a lo largo del proceso, previstas en los numerales 4º, 5º, 7º y 11
del artículo 66 de ese Estatuto, referidas a la "Preparación ponderada del hecho
punible", el abuso "de las condiciones de inferioridad del ofendido", "Obrar con
complicidad de otro" y "La posición distinguida que el delincuente ocupe en la
sociedad por su riqueza, ilustración, poder, cargo, oficio o ministerio", la pena a
imponer debió haber sido mayor a la benevolente de 5 años de prisión que se le
impuso, pues no puede desconocerse la honda repercusión social, no teórica sino
práctica, que representa para la sociedad un hecho como el aquí investigado.
...

En cuanto se refiere al agravante genérico por el cargo de fiscal que desempeñaba


(...), para cuando cometió el delito objeto de condena, necesario se torna observar,
como lo afirmó la Corte en sentencia de noviembre 21 de 1.990, con ponencia del
Magistrado Guillermo Duque Ruiz y últimamente en la de junio 2 de 1.999, de la cual
fue ponente el Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego, "es cierto que el artículo 140 del
Código Penal exige la condición de servidor público como componente típico del delito
de concusión, además que los jueces tienen tal calidad, pero, si se quiere justificar la
doble imposición con efectos punitivos, una es la causa para deducir la tipicidad
básica como presupuesto de la pena y otra diferente la que se requiere para situar la
agravante de la misma. En efecto, el proceso de adecuación típica del delito de
concusión exige el abuso de la condición básica de servidor público o de la función,
pero, dentro de la gama de servidores oficiales, existen algunos que se destacan en la
sociedad por el cargo mismo, el poder, el oficio o el ministerio que ejercen, posiciones
que entonces tienen un mayor grado de exigibilidad, en el sentido de proteger y
abstenerse de violar la vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades
de las personas, porque obviamente tal situación privilegiada del actor cuenta para

18
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

facilitar la comisión del delito, aunque para su realización baste la sola condición
oficial.

"Es claro que el juez ejerce un papel nuclear y sustentador en el Estado de derecho,
por cuanto a él se confía finalmente la solución imparcial de los conflictos sociales,
razón por la cual si él aprovecha su investidura o función para delinquir obviamente
irroga un mayor daño social porque, amén de agredir bienes jurídicos, rompe la
independencia y la jurisdiccionalidad que son dos preciados valores
institucionalmente dispuestos para enfrentar el choque social. Por ello la Corte ha
entendido que no existe violación del principio de ne bis in ídem cuando en relación
con los jueces, como especial clasificación de los servidores públicos, por la misión
protagónica que el Estado les encomienda, se pone a funcionar doblemente la
calidad, primero como presupuesto de la pena y después como justificación de un
incremento de la misma".

6. En cuanto se refiere a la condena del pago de perjuicios que se le impuso al


incriminado, en cuantía de $2.500.000 más el lucro cesante desde la fecha de
comisión del delito y hasta cuando se realice la cancelación, es evidente que le asiste
razón al apelante frente a la claridad con la cual el art. 105 del C. P. de 1.980 disponía,
que "Deben reparar los daños a que se refiere el artículo 103 los penalmente
responsables, en forma solidaria, y quienes de acuerdo con la ley están obligados a
reparar", al igual que en este sentido lo hace el art. 96 del vigente Estatuto Punitivo.
Es decir, que como en el fallo examinado la imposición no hizo esta salvedad, ha de
quedar en claro que la obligación impuesta al condenado será en forma solidaria con
las demás personas a quienes se les acredite responsabilidad para condena por estos
mismos hechos, pues, ha de admitirse que hubo otros participantes en la comisión del
delito objeto de esta condena y que por mandato legal, de ser declarados
responsables, también deben pagar su parte.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 09/07/2002
DECISION : Confirma sentencia condenatoria con algunas
aclaraciones
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GOMEZ SANDOVAL, MAURICIO EDUARDO- FISCAL
DELEGADO
DELITOS : Concusión
PROCESO : 15454
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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DEMANDA DE CASACION-Debe ser un escrito lógico y sistemático/


DEMANDA DE CASACION-Principio de autonomía/ CASACION-Apreciación
probatoria

1. La demanda de casación no es de libre formulación, por lo que no es procedente


hacer cualquier clase de cuestionamiento a una sentencia que por ser la culminación
de todo un proceso, está amparada por la doble presunción de acierto y legalidad,
sino que debe ser un escrito lógico y sistemático en el que sólo es permitido
denunciar los errores cometidos en el fallo, al tenor de los motivos expresa y
taxativamente señalados en la ley, demostrarlos dialécticamente y evidenciar su
trascendencia en la parte dispositiva del fallo.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

2. Desconociendo el principio de autonomía, al tenor del cual, al interior de un mismo


cargo no se pueden entremezclar ataques correspondientes a causales distintas,
reclama por no haberse investigado lo atinente a las armas sin salvoconducto que
portaba el procesado y a las grabaciones telefónicas, reproche que ha debido postular
y desarrollar de manera separada y por la causal tercera, por vulneración del
principio de investigación integral.

3. El darle mérito a unos medios y negárselo a otros, no configura ningún desatino


demandable en casación, sino que constituye el ejercicio de una facultad conferida al
fallador, dentro del método de la persuasión racional que nos rige, sólo limitada por
los postulados de la sana crítica, cuya infracción debe denunciarse por la vía del error
de hecho por falso raciocinio.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Casación
FECHA : 09/07/2002
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : POLO MARTINEZ, BIENVENIDO DE JESUS
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 17553
PUBLICADA : Si

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ACCION DE REVISION-Causal tercera/ ACCION DE REVISION-Casación,


diferencias

1. La causal 3ª de revisión con absoluta claridad señala que solamente procede


cuando después de la sentencia aparezcan hechos nuevos o surjan pruebas, no
conocidas al tiempo de los debates, que "establezcan la inocencia del condenado o su
inimputabilidad". A estos propósitos deben estar encaminados los medios de
convicción que se aporten, para darle cumplimiento al numeral 4° del artículo 234 del
C.P.P. (ahora numeral 4 del artículo 222), es decir, no sólo ha de acreditarse el hecho
nuevo o prueba nueva, sino, lo más importante, se debe destacar que el juez no los
conoció al momento de fallar y por lo tanto no tuvo oportunidad de pronunciarse
sobre esos puntos, de tal suerte que de haberlos conocido la solución del caso habría
sido sustancialmente distinta y opuesta a la adoptada.

No se trata entonces, de esgrimir cualquier clase de medio probatorio sin repercusión


alguna. Por esta razón, para la admisibilidad de la demanda de revisión, se exige que
la prueba tenga novedad y trascendencia. De no cumplirse estas condiciones, se
entiende que lo pretendido es continuar un debate estéril de hechos, pruebas y
argumentos ya considerados y definidos procesalmente, lo cual está proscrito del
objeto de la revisión.
...

La acción de revisión no es un instrumento jurídico apto para especulaciones jurídicas


o probatorias, como lo pretende el demandante. Debe tener sustento, frente a la
causal aducida, en hechos nuevos o pruebas nuevas que conduzcan o resulten
pertinentes con la causal invocada.

2. Sustentar la revisión con motivos que son propios de la casación constituye un


despropósito lógico y jurídico, pues las diferencias entre los dos institutos jurídicos
son marcadas, no sólo por sus causales, trámite y técnica, sino también, lo que los
hace más distantes, es que en la revisión no se busca subsanar errores de legalidad
sino injusticias de las decisiones judiciales, por causas ajenas a errores in iudicando e
in procedendo.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Acción de Revisión
FECHA : 09/07/2002
DECISION : Reconoce apoderado, inadmite la demanda
presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
CONDENADO : RUIZ RODRIGUEZ, JOSE VICENTE
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 17417
PUBLICADA : Si

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PREVARICATO POR ACCION-Identidad de propósitos de la decisiones/


INVESTIGACION-Mayor diligencia cuando el asunto ha trascendido al público/
FAVORABILIDAD/ CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL/ PRISION
DOMICILIARIA-Sustitutiva de la prisión: Requisitos/ SUSTITUCION DE LA
PENA DE PRISION POR LA DOMICILIARIA/ PENA-Fines

1. Para la Fiscalía, entonces, las pruebas que tuvo a su consideración la procesada el


17 de julio de 1993 eran demostrativas de que (...) participó en los homicidios y fue
capturado en flagrancia. No obstante, dispuso su libertad inmediata y lo mantuvo en
tal situación el 22 siguiente, cuando acudió a su despacho a cumplir con la obligación
de presentarse que había contraído. No lo dijo explícitamente la acusación, pero se
deriva que englobó dichas actuaciones en un solo delito de prevaricato, dada la
identidad de propósito de las mismas y la reiteración en la segunda del argumento de
no participación criminal en los homicidios de SHAIKH, aspecto éste (el de la
participación) ampliamente discutido en el fallo apelado y que por lo mismo, al ser
objeto de consideración por parte de la Corte en esta providencia, no traduce la
vulneración del principio de la doble instancia.

2. No fue cualquier caso, entonces, el que le correspondió asumir a la doctora (..). Y


aunque lo que se espera en todos es la actuación más diligente y ponderada del
funcionario judicial, bien para dejar en libertad inmediata al capturado con derecho a
obtenerla o bien para disponer su encarcelación, la experiencia enseña que es mayor
el cuidado y la aplicación cuando el asunto, por el hecho en sí mismo o por la
importancia social de sus protagonistas, ha trascendido al público y captado su
atención.

3. La intención de violar la ley por parte de la acusada es inferible de varias


circunstancias. En primer lugar, no obstante la gravedad de los hechos, de la falta de
actividad investigativa inmediata a los mismos orientada al descubrimiento de los
autores de los homicidios y a obtener claridad, si le hacía falta, en torno a las
circunstancias precisas de la aprehensión e igualmente, si requería de mayor
ilustración, sobre la intervención del capturado en los mismos.

4. El artículo 149 del Código Penal de 1980 (antes de la modificación introducida por
el artículo 28 de la ley 190 de 1995) es la norma aplicable al caso en virtud del
principio de favorabilidad. Simplemente porque la pena de prisión allí prevista (1 a 5
años) es significativamente menor a la de la ley posterior y adicionalmente, a
diferencia de ésta, la norma no consagra pena de multa. Entre los extremos
punitivos señalados, entonces, procederá la Sala a establecer la sanción imponible en
el caso concreto, acudiendo para ello a los criterios previstos en el artículo 61 de la
misma codificación, dado que es con arreglo al sistema para tasar la pena establecido
en dicho estatuto que corresponde hacer la tarea en el presente caso.

Estima la Sala, en concordancia con tal precepto, que debe incrementarse el mínimo
de pena de un año de prisión, del cual se parte para su determinación, en seis meses

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

más. Esto en consideración a que el delito es especialmente grave si se tiene en


cuenta que la funcionaria dejó en libertad a uno de los posibles responsables de unos
hechos de gran trascendencia social, que dejaron como resultado la muerte de tres
personas. Y a que, de otra parte, se traduce una mayor intensidad en el actuar doloso
al persistir, contra las evidencias procesales, en mantener al margen de la
investigación penal a una persona respecto de la cual existía mérito más que
suficiente para su vinculación procesal.

Por razón de la concurrencia en su conducta de la circunstancia de agravación


prevista en el artículo 66-11 del Código Penal de 1980 (art. 58-9 de la ley 599 de
2000), la Sala adicionará en 3 meses más la sanción a imponer. Se trataba de una
funcionaria que tenía confiado el deber de administrar justicia y como tal era mayor la
exigencia de un comportamiento ponderado y ejemplar en la aplicación de la ley, que
más que nadie se encontraba obligada a respetar.

5. Se decidirá, por último, no concederle a la acusada la condena de ejecución


condicional y tampoco la pena sustitutiva de prisión domiciliaria. Cierto que en
ambos casos, de conformidad con los artículos 63 y 38 del Código Penal, se cumple
con el requisito objetivo. Pero no sucede lo mismo con la denominada exigencia
subjetiva, es decir, en la condena condicional, "que los antecedentes personales,
sociales y familiares del sentenciado, así como la modalidad y gravedad de la
conducta punible sean indicativos de que no existe necesidad de ejecución de la
pena"; y "que el desempeño personal, laboral, familiar o social del sentenciado
permita al Juez deducir seria, fundada y motivadamente que no colocará en peligro a
la comunidad y que no evadirá el cumplimiento de la pena", en el caso de la prisión
domiciliaria.

A dicha conclusión se arriba al examinar los fines de la pena. Esta, de conformidad


con el artículo 4º del Código Penal, "cumplirá funciones de prevención general,
retribución justa, prevención especial, reinserción social y protección al condenado.
La prevención especial y la reinserción social -finaliza la norma- operan en el
momento de la ejecución de la pena de prisión".

La Sala ha interpretado que cuando la disposición declara que la prevención especial


y la reinserción social operan en el momento de la ejecución de la pena de prisión,
ello impide que dichos criterios sean tenidos en cuenta en la determinación o
individualización de la pena privativa de la libertad, pero no significa la exclusión de
las demás finalidades fundamentales de la pena en su imposición como en su
ejecución.

Las funciones de prevención general y retribución justa, entonces, deben tenerse en


cuenta para imponer, como para ejecutar la prisión domiciliaria en sustitución de la
prisión carcelaria, e igualmente para decidir sobre la suspensión condicional de la
ejecución de la pena privativa de la libertad.

"Independientemente de las afinidades teóricas que se tengan sobre los conceptos


básicos que integran las funciones de la pena -precisó la Sala en las providencias
citadas- la decisión de política criminal del Estado colombiano en cuanto a los
principios y los fines de la pena es la adoptada en los artículos 3 y 4 del Código Penal.
Desde esa óptica, la función de "retribución justa" puede abordarse de manera
general en dos estadios claramente diferenciados del proceso penal. Como criterio
que influye en la determinación judicial de la pena, en cuanto es en tal momento que
se define la medida de la retribución y se determina su contenido de justicia, de mano
de los principios de razonabilidad y proporcionalidad; y, como función vinculada a la
ejecución de la pena que no puede ser dejada de sopesar cuando vaya a enjuiciarse
la adopción de providencias que anticipen material y condicionalmente una parte de
la privación efectiva de la libertad o la subroguen por un periodo de prueba.

"Igual cosa ocurre con la función de "prevención general", a través de la cual se


advierte a la sociedad de las consecuencias reales que puede soportar cualquiera que
incurra en una conducta punible: paradójicamente el hombre se ve compelido a
proteger la sociedad mediante la amenaza a los individuos que la componen. Porque
el orden jurídico es un sistema que opera bajo la formula acción-reacción, supuesto-
consecuencia jurídica. Ese fin de "prevención general" es igualmente apreciable
tanto para la determinación judicial de la pena como para el cumplimiento de la
misma, pues se previene no solo por la imposición de la sanción, sino y sobretodo,
desde la certeza, la ejemplarización y la motivación negativa que ella genera (efecto

22
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

disuasivo), así como desde el afianzamiento del orden jurídico (fin de prevención
general positiva)".

A partir de este marco teórico es evidente para la Sala la conclusión de improcedencia


de cualquiera de los subrogados penales anotados. La conducta por la cual se
condenará a la doctora (...), como se dijo en su momento, es de especial gravedad.
Dejó en libertad a uno de los posibles responsables de varios atentados contra el más
importante de los derechos fundamentales de la persona humana y hasta donde
estuvo a su alcance lo mantuvo al margen de la investigación penal, hasta el punto de
suspender finalmente, contra las evidencias procesales, la investigación preliminar y
así sumir en la impunidad tan repugnantes crímenes. Con su conducta persistente,
aparte de revelar mayor intensidad en el dolo como se adujo al dosificar la sanción, el
mensaje que envió a la sociedad, ciertamente demasiado claro, fue el de una justicia
esclava de una persona jactanciosa que no tiene ninguna consideración por la
sociedad ni por sus reglas mínimas de convivencia y que basa el respeto en el poderío
que deriva del grupo de matones que lo protege y secunda. El de una justicia en
manos del poder cínico de quienes carecen de una "razón" distinta a la sinrazón de la
fuerza de las armas y se les llama "Don" solamente por el temor que infunden. El de
una justicia inconmovible ante una cultura típica mafiosa, que se estimula si no es
atacada y se hace más desafiante cuando -como en el caso del proceso- un "guardián
de la ley" viola la ley y comunica con su acto que esas personas son intocables.

Ante la gravedad superlativa del comportamiento de la procesada, entonces, las


hipótesis de suspenderle la ejecución de la pena o de que la purgue en su domicilio
causaría asombro y desazón entre los asociados, al ver "premiada" a quien habiendo
sido designada para defender la legalidad, lo que hizo fue vulnerarla de manera
abierta, persistente y sin escrúpulos. Concederle uno de tales subrogados, en
conclusión, traduciría un serio compromiso de la finalidad de la prevención general
positiva de la pena (afianzamiento del orden jurídico), por la pérdida de confianza de
la comunidad en la ley.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 09/07/2002
DECISION : Revoca, condena, no condena en daños, dispone
captura, declara prescripción
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : MARIN LOZANO, SOLEDAD
DELITOS : Prevaricato por acción
PROCESO : 14660
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Naturaleza del instrumento/ EXTRADICION-Documentos


anexos-Presunción de autenticidad/ EXTRADICION-Equivalencia de la
acusación/ EXTRADICION-Doble incriminación: Cotejo de reciprocidad
legislativa a la fecha del concepto/ EXTRADICION-Equivalencia de la
acusación

1. Sobre este particular tema, la Corte se ha pronunciado en reiteradas


oportunidades, en el sentido de que su labor se centra en emitir el respectivo
concepto dentro de los precisos parámetros que estatuye el artículo 520 del nuevo C.
de P. Penal (antes art. 558), sin que tengan cabida cuestionamientos sobre la validez o
el mérito de los elementos de juicio en que se apoya la petición de extradición, la
ocurrencia de los hechos imputados en el respectivo indictment, si participó o no en
ellos, el grado de responsabilidad, etc, pues, de hacerlo, se estaría entrometiendo en
la soberanía y en la jurisdicción de los tribunales del Estado solicitante, por lo que
dichos aspectos deben discutirse al interior del pertinente proceso.

23
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Sobre el punto, la Sala dijo:

"La extradición, ha sido sostenido por la Corte, no corresponde a la noción de un


proceso judicial en el que se juzgue la conducta de aquél a quien se reclama en
extradición, sino que obedece a un instrumento de cooperación internacional previsto
normativamente (Convención, Tratado, Convenio, Acuerdo, Constitución o ley, según
el caso), con la finalidad de evitar la evasión de la acción de la justicia por parte de
quien ha realizado comportamientos delictivos escondiéndose en territorio sobre el
cual carecen de competencia las autoridades jurisdiccionales que solicitan su
presencia, y pueda responder personalmente por los cargos que le son imputados y
por los cuales se le convocó a juicio criminal.

"Debido a ello, en su trámite no tienen cabida cuestionamientos relativos a la validez


o mérito de la prueba recaudada por las autoridades extranjeras, sobre la ocurrencia
del hecho, el lugar de su realización, la forma de participación o el grado de
responsabilidad del encausado; la normatividad que prohíbe y sanciona el hecho
delictivo; la calificación jurídica correspondiente; la competencia del órgano
jurisdicente; la validez del trámite en el cual se le acusa; o la pena que le
correspondería purgar para el caso de ser declarado penalmente responsable, pues
tales aspectos corresponden a la órbita exclusiva y excluyente de las autoridades del
país que eleva la solicitud, y su postulación o controversia debe hacerse al interior del
respectivo proceso con recurso a los instrumentos dialécticos que prevea la
legislación del Estado que formula el pedido".

Contestadas las inquietudes del memorialista, procederá la Corte a emitir su


concepto, el que al tenor del artículo 520 de la Ley 600 de 2000 (anteriormente art.
558) debe fundamentar en la validez formal de la documentación presentada, en la
demostración plena de la identidad del solicitado, en el principio de la doble
incriminación, en la equivalencia de la providencia emitida en el extranjero y, cuando
fuere el caso, en el cumplimiento de lo previsto en los tratados públicos.

2. Dichos documentos fueron presentados para su autenticación ante la Cónsul de


Colombia en Washington D. C., señora Consuelo Sánchez Durán, como así lo constató
y lo avaló la Oficina de Legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores,
cumpliéndose con lo establecido por el artículo 259 del C. de P. Civil, modificado por el
1°, numeral 118 del D. E. 2282 de 1989 que dice: "Los documentos públicos
otorgados en país extranjero por funcionario de éste o con su intervención, deberán
presentarse debidamente autenticados por el cónsul o agente diplomático de la
República, y en su defecto por el de una nación amiga, lo cual hace presumir que se
otorgaron conforme a la ley del respectivo país. La firma del cónsul o agente
diplomático se abonará por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, y si se
trata de agentes consulares de un país amigo, se autenticará previamente por el
funcionario competente del mismo y los de éste por el cónsul colombiano",
disposición aplicable al caso en virtud del principio de integración previsto en los
artículos 23 y 513, último inciso, de la Ley 600 de 2000 (antes arts. 21 y 551 del
Decreto 2700 de 1991).

3. En este trámite las normas que se deben tener en cuenta son las vigentes en el
momento de emitir el respectivo concepto.

4. En el presente caso advierte la Sala que no existe dificultad alguna para concluir
que se cumple con el requisito de la equivalencia, contemplado en el numeral 2° del
artículo 511 de la Ley 600 de 2000 (antes art. 549.2), el cual exige "que por lo menos
se haya dictado en el exterior resolución de acusación o su equivalente".

En efecto, el Jurado Indagatorio del Tribunal Distrital de los Estados Unidos para el
Distrito Norte de Georgia, División de Atlanta, acusó a (...) por los delitos señalados en
precedencia, mediante acto procesal que en nuestra legislación equivale a la
resolución de acusación, como emerge de las siguientes similitudes, que las tornan
equivalentes, mas no iguales, pues corresponden a sistemas judiciales distintos, como
lo ha dicho la Sala* y lo acepta el defensor.

a) Es un pliego concreto de cargos en contra del acusado para que se defienda de


ellos en el juicio.

b) La actuación procesal subsiguiente es el juicio oral que finaliza con el respectivo


fallo de mérito.

24
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

c) Se señalan los hechos, con especificación de las circunstancias de tiempo, modo y


lugar en que ocurrieron y la calificación jurídica de la conducta, con indicación de las
disposiciones sustanciales aplicables.

____________________________
* Extradiciones 16515 y 16720 del 8 de agosto y 12 de diciembre de 2000, M P. Dr. Fernando
Arboleda Ripoll; Extradición 16702, concepto del 9 de agosto de 2001, M.P. Dr. Carlos Augusto
Gálvez Argote, y Extradición 16719, concepto del 5 de septiembre de 2001, M.P. Dr. Jorge E.
Córdoba Poveda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Concepto Extradición
FECHA : 09/07/2002
DECISION : Conceptúa Favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : BOTERO ARROYAVE, HECTOR FABIO
DELITOS : Lavado de activos, Concierto para delinquir-
narcotráfico
PROCESO : 17224
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Prueba-Legalidad del trámite del proceso en el país requirente/


EXTRADICION-Ejecutivo: Eventualmente puede subordinar la concesión de
ésta/ PRUEBA

1. En cuanto tiene que ver con las copias de la indagatoria rendida ante la D.E.A. por
un informante, su inconducencia es evidente, porque el concepto que ha de emitir la
Corte no está determinado por las pruebas susceptibles de argüirse en el país
requirente, cuya valoración y contradicción debe hacerse dentro del proceso penal
que allí se sigue, de conformidad con las pautas y sistemas que rigen en la nación
que hace el requerimiento, sino por los precisos y claros aspectos a que se refieren
los artículos 511, 513 y 520 del Código de Procedimiento Penal.

Lo contrario significaría una intromisión en la manera soberana como opera el sistema


judicial de otro estado, desbordando los límites que corresponden a la extradición
como instrumento internacional de cooperación en la lucha contra diferentes formas
de delincuencia, así como contra la impunidad.

2. Si el propósito era el de establecer alguna situación impidiente de la extradición


relacionada con actuaciones judiciales llevadas a cabo en Colombia, la Corte ya tiene
fijado que es al Gobierno Nacional al que le corresponde, en uso de su exclusiva
facultad, solicitar la información que estime pertinente ante el Fiscal General de la
Nación; de otra parte, el artículo 527 del Código Procesal Penal colombiano,
equivalente al 565 del derogado, fue declarado inexequible mediante sentencia C-760
de 2001, de manera que tampoco media sustento legal para petición semejante.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Extradición
FECHA : 09/07/2002
DECISION : Niega unas pruebas, devuelve documentos,
ordena
otras
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : QUINTERO MORALES, ALFONSO
PROCESO : 18574
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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EXTRADICION-Documentos anexos-Presunción de autenticidad/ PRUEBA-


Conducencia/ EXTRADICION-Concepto de la Corte Suprema de Justicia

1. A la supuesta existencia de exigencias formales especiales para la traducción de


los documentos que se agregan a la petición de extradición y específicamente en
cuanto hace a la integración de normas del Código de Procedimiento Civil, el
antecedente es el siguiente:

"En el trámite de extradición es inaplicable el artículo 259 del Código de


Procedimiento Civil, por cuanto la esencia de aquel es asegurar dentro de las
relaciones entre particulares que rige el Código Civil la autenticidad de los
documentos que presentan las partes dentro del trámite de sus asuntos o que allegan
en las actuaciones procesales ante el Estado. En tratándose de relaciones entre
Estados, que se regulan por las convenciones diplomáticas y consulares, tales
ritualismos son superados por la naturaleza de las Partes intervinientes y el modo
específico en que se formaliza la petición de extradición, que no puede ser sino por
vía diplomática y en casos excepcionales, por la consular o de Gobierno a Gobierno
(artículo 551 del Código de Procedimiento Penal)". (artículo 513 del Código vigente).
" (...) En torno al tema de la traducción, el inciso final del articulo 551 del Código de
Procedimiento Penal solo exige que se haga al castellano, si fuere el caso, sin agregar
ninguna formalidad especial o algún ritualismo riguroso. En ese orden de ideas la
entrega por vía diplomática de los documentos que sirven de soporte a la petición de
extradición, su revisión previa por parte de los Ministerios de Relaciones Exteriores y
de Justicia y del Derecho, y la evidencia física de que han sido traducidos al
castellano, garantizan la acreditación formal de ese requisito legal."*

2. El derecho de defensa está limitado por la racionalidad de los medios probatorios


solicitados, cuya medida es que "conduzcan a establecer la verdad sobre los hechos
materia del proceso" (artículo 235 del Código de Procedimiento Penal). Es entonces a
partir de la identificación del objeto procesal de la actuación que puede calificarse la
conducencia o no de una prueba. Ello precisamente es lo que ha hecho la Corte en el
caso concreto que es objeto de este recurso de reposición.

La Corte ha rechazado la práctica de las pruebas solicitadas por la defensa, porque, a


pesar de lo que afirma el recurrente, están encaminadas a considerar que su
representado no es la misma persona que está siendo juzgada en los Estados Unidos.
Esa razón que es en la que la defensa funda la práctica de las pruebas es ajena al
objeto procesal de la actuación de extradición en la Corte Suprema de Justicia.

3. El trámite en esta Corporación es única y exclusivamente para que la Corte


determine si se reúnen o no todos los requisitos del artículo 520 del Código de
Procedimiento Penal y rinda un Concepto que se corresponda objetivamente con lo
demostrado. Si falta alguno de los requisitos o hay alguna razón constitucional que
impida la extradición, el Concepto será negativo; en caso contrario será positivo, pero
en este evento no obliga al Gobierno Nacional.

______________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal; Auto del 11 de julio de 2001; Requerido en
extradición: Nelson Alberto Giraldo Palacio; Magistrado Ponente Carlos Eduardo Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Extradición
FECHA : 09/07/2002
DECISION : No repone auto que negó unas pruebas

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América


REQUERIDO : BETANCOURT RIOS, HERMIS DE JESUS
PROCESO : 16731
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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COLISION DE COMPETENCIA/ VARIACION DE LA CALIFICACION JURIDICA


PROVISIONAL DE LA CONDUCTA PUNIBLE/ NULIDAD

Si llegasen a primar los elementos demostrativos de esa responsabilidad en el hurto,


el sistema vigente, a diferencia del anterior, autoriza la variación de la calificación,
pero con ceñimiento a lo que establecen los artículos 404 y concordantes de la Ley
600 de 2000, en la forma analizada por la Corte (auto de febrero 14 de 2002, rad.
18.457, M. P. Jorge E. Córdoba Poveda), según se transcribe en extenso para mayor
claridad:

"3. En cuanto a las características de la variación, reglamentada en el artículo 404 del


nuevo Código de Procedimiento Penal, tenemos las siguientes:

3.1. Lo que se permite cambiar es la imputación jurídica, esto es, la adecuación típica
de la conducta punible.

Como se señaló, en nuestro sistema, la imputación hecha en la resolución de


acusación es fáctica y es jurídica. Lo que es procedente modificar es la segunda, pues
el artículo 404 se refiere a "La variación de la calificación jurídica provisional de la
conducta punible", es decir, que el comportamiento, naturalísticamente considerado,
como acto humano, como acontecer real, no puede ser trocado.

Pero como la conducta humana comprende una fase subjetiva y una objetiva o
externa, es necesario que la Sala haga algunas precisiones al respecto:

La primera corresponde a la imputación subjetiva y la segunda a la imputación


objetiva. En consecuencia, la imputación fáctica comprende la imputación subjetiva y
la objetiva. La primera se puede modificar, no así la segunda en cuanto a sus
elementos esenciales, ya que puede ser cambiada en cuanto a las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que se cometió el acto. Por lo tanto, lo intangible es el núcleo
central de la imputación fáctica o conducta básica.

En síntesis, la imputación subjetiva, las circunstancias en que se cometió el


comportamiento y la calificación jurídica de éste, esto es, su adecuación típica,
pueden ser variados.

3.2. La intangibilidad del núcleo esencial de la imputación fáctica implica que no


puede ser cambiado ni extralimitado.

Si se altera, se estará en presencia de otro comportamiento, y si se extralimita o


desborda se estarán atribuyendo otros hechos, otra conducta punible, no incluida en
el pliego de cargos.

Así, por ejemplo, si a un alcalde se le acusa de haberse apropiado de los dineros del
municipio, no se le puede variar la calificación para imputarle también haber
falsificado documentos para lograr esa finalidad. Lo procedente será expedir copias
para que tal hecho se investigue por separado, al tenor de lo preceptuado por el
artículo 92.6 del C. de P. P.

3.3. La modificación de la adecuación típica de la conducta puede hacerse dentro de


todo el Código Penal, sin estar limitada por el título o el capítulo ni, por ende, por la
naturaleza del bien jurídico tutelado.

27
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

En la ley procesal actual, a diferencia de la anterior, la imputación jurídica provisional


hecha en la resolución acusatoria es específica (art. 398.3), (por ejemplo, homicidio
agravado previsto en los artículos 103 y 104.1 del Código Penal), sin que se exija el
señalamiento del capítulo dentro del correspondiente título, lo que significa que para
efectos del cambio de la adecuación típica o de la congruencia, esos límites
desaparecieron.

3.4. Puede hacerse no sólo como consecuencia de prueba sobreviniente sino


antecedente.

La primera está expresamente mencionada en el artículo 404, citado. En cuanto a la


antecedente, una atenta lectura de dicho precepto permite inferir que a ella se
refiere, al utilizar la expresión "error en la calificación".

Este último desatino puede provenir de la apreciación de los elementos de convicción


que obraban en el diligenciamiento al proferirse el pliego de cargos (por ejemplo, no
se percató el fiscal que entre el homicida y la víctima había una relación de
parentesco), o de la selección de la norma, o de su interpretación.

3.5. Sólo es procedente para hacer más gravosa la situación del procesado, esto es,
en su contra (verbigracia, de homicidio culposo a doloso; de cómplice a coautor).

La anterior característica emana no sólo del texto de la norma que se refiere al


"reconocimiento de una agravante", "desconocimiento de una circunstancia
atenuante", y no a la inversa, sino del hecho de que el juez, al resolver los cargos
imputados en la resolución de acusación, puede, como se analiza adelante, degradar
la responsabilidad.

De manera que si el fiscal estima que el acusado debe ser condenado, pero por una
especie delictiva menos grave o que se le debe reconocer una circunstancia
especifica de atenuación o, en general, que se le debe aminorar la responsabilidad,
así lo debe alegar y no proceder a modificar la calificación a su favor.

3.6. La variación puede ser respecto de un elemento básico estructural del tipo (por
ejemplo, de estafa o de abuso de confianza calificado, en cuantía que exceda los 50
salarios mínimos legales vigentes, a peculado por apropiación)*, forma de
coparticipación (por ejemplo, de cómplice a coautor), imputación subjetiva (culpa,
preterintención, dolo), desconocimiento de una atenuante específica (como la ira en
las condiciones previstas en el artículo 57 del Código Penal), o reconocimiento de una
agravante específica, es decir, circunstancias que modifican el marco punitivo.

3.7. La hace el fiscal por propia iniciativa o a petición del juez, pues aquél, en la etapa
de juzgamiento, continúa con la función acusadora.

Si el juez advierte la necesidad de cambiar la calificación, se deben tener en cuenta


los siguientes aspectos:

3.7.1. Debe manifestarlo en el momento de la intervención del fiscal en la audiencia,


ya que la mutación sólo se puede hacer en esta precisa oportunidad procesal y por
una vez, como se verá adelante.

3.7.2. Debe expresar los motivos por los que estima que debe ser modificada.

3.7.3. No implica valoración alguna de la responsabilidad.

3.7.4. Si el fiscal admite que hay necesidad de reformarla, procederá a hacerlo. Si no,
deberá expresar las razones para oponerse. Pero, de todos modos, expuesto el criterio
del juez, éste será considerado como materia del debate y de la sentencia, para
efectos de la consonancia entre ésta y la acusación, debiendo el juez instruir a los
sujetos procesales al respecto.

3.8. Ni la variación hecha por el fiscal de la calificación provisional, ni la


manifestación del juez sobre la necesidad de hacerlo, son providencias o actos
decisorios, sino simples posiciones jurídicas que en guarda del derecho de defensa,
de la lealtad procesal y de la estructura lógica del proceso, se les ponen de presente a
los sujetos procesales, para que conocidas puedan debatirlas, por lo que no son
recurribles.

28
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

3.9. La oportunidad procesal para trocar la calificación, es la intervención del fiscal en


la audiencia, porque al haber concluido con antelación a ella la práctica de pruebas,
ya se cuenta con los elementos de juicio suficientes para determinar si la dada es la
adecuada o si se debe cambiar. Además, porque así lo dispone la ley.

3.10. Sólo una vez se puede variar la calificación, pues debe llegar un momento en
que la imputación devenga en definitiva e intangible, en guarda del derecho de
defensa, de la lealtad procesal, del orden del proceso y del principio de preclusión.

Así mismo, como se dijo, únicamente en esta oportunidad procesal puede exponer el
juez su criterio sobre la necesidad de modificarla.

3.11. La resolución de acusación, su mutación y la manifestación del juez sobre la


necesidad de hacerlo no se excluyen para efectos de la congruencia, por lo que la
sentencia puede armonizarse con cualquiera de ellas.

Así, por ejemplo, si en el pliego acusatorio se imputa peculado culposo y se cambia a


peculado por apropiación, se puede condenar por cualquiera de esas especies.

Desde luego que, en el ejemplo, también se podría condenar por otra figura atenuada,
como por abuso de confianza, pues, como se verá adelante, el juez, al condenar,
puede degradar la responsabilidad, siempre y cuando respete el núcleo central de la
imputación fáctica."

Quedó establecido en esa decisión que los mecanismos que permiten corregir los
errores de la calificación en la etapa de juzgamiento son la variación que se acaba de
indicar y el incidente de colisión de competencias, de modo que,

"Si el juez, antes de celebrar la audiencia preparatoria, al constatar su competencia,


encuentra que ha habido error en la calificación jurídica de la conducta y ello afecta
su competencia, la que corresponde a un funcionario judicial de igual jerarquía (por
ejemplo, juez penal del circuito común frente al juez penal del circuito especializado)
o de mayor jerarquía (por ejemplo, juez penal municipal frente al juez penal del
circuito) no es procedente modificar la calificación, sino que se debe plantear colisión
de competencia, en la forma prevista en los artículos 401 y 402 del C. de P. Penal.

Por ejemplo, el hecho se imputa como estafa en cuantía que no pasa de 50 salarios
mínimos legales mensuales que, al tenor del artículo 78.1 del C. de P. P.,
corresponderá al juez penal municipal, pero que, en la etapa de juzgamiento, se
considera que debe imputarse como peculado por apropiación de competencia del
circuito.

Si como consecuencia de la alteración de la adecuación típica de la conducta, el


conocimiento corresponde a un juez de menor jerarquía, se prorroga la competencia
(art.405 ibidem), por lo que no es necesario acudir al incidente de colisión.

En lo atinente a este aspecto se debe tener en cuenta que, a diferencia de lo que


acontecía en el estatuto derogado, sí puede haber colisión entre el juez penal
municipal y el penal del circuito, la que será resuelta por el respectivo tribunal, al
tenor de lo estatuido en el numeral 5° del artículo 76 ibídem, siendo ésta una de las
excepciones legales a las que se refiere el artículo 94.

Además, que fijada la competencia, solo se podrá discutir por prueba sobreviniente.

Si el error en la adecuación típica del comportamiento no afecta la competencia, sólo


podrá enmendarse en la audiencia de juzgamiento, en la forma ya expuesta.

Por lo tanto, si en la fase del juicio, antes de la audiencia de juzgamiento, el juez o el


fiscal advierten que se ha incurrido en yerro en cuanto a la calificación dada a la
conducta punible y ello no altera la competencia, el fiscal no puede variarla, ni aun el
juez le puede hacer saber a él y a los demás sujetos procesales la necesidad de
hacerlo, sino que tienen que esperarse a la intervención oral de aquél en la
audiencia."

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Quiere decir que de acuerdo con el procedimiento establecido por la ley 600 de 2000,
se acude al mecanismo de la nulidad sólamente si la variación en la adecuación
típica, de llegar a ser enmendada la calificación, implicase cambio de competencia a
una mayor jerarquía.

__________________________________--
* Si la cuantía, en cualquiera de los casos, es inferior, o si el abuso de confianza es
simple, la competencia será del juez municipal y, por tanto, la manera de subsanar el
yerro en la calificación, al generar cambio de competencia, sería a través del
incidente de colisión, como se analiza adelante.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Auto Colisión de Competencia


FECHA : 09/07/2002
DECISION : Dirime declarando competente al Juzgado 5 P.C.
de
Bogotá
PROCEDENCIA : Juzgado P. C.
CIUDAD : Villeta-Cun/marca
PROCESADO : RODRIGUEZ, JOSE ENRIQUE
PROCESADO : ACUÑA MACHUCA, EFRAIN
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 19590
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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PROCESO PENAL/ FALTA DE MOTIVACION DE LA SENTENCIA/


SENTENCIA-Falta de motivación/ APELACION-Competencia limitada del
superior/ COAUTORIA IMPROPIA

El carácter dialéctico y contradictorio que el proceso penal ostenta en un Estado


social y democrático de derecho como el que en nuestro medio se encuentra en
proceso de construcción, exige que su adelantamiento se sujete estrictamente a los
principios y valores establecidos por la Carta Política, y a las reglas y ritualidades que
para su trámite la ley prevé como presupuesto de validez de los actos que lo
componen, entre los cuales se incluye el derecho de defensa en su doble dimensión,
técnica y material, y como manifestaciones de éste el de aportar y controvertir
pruebas, de impugnar las decisiones que se consideren lesivas de su interés jurídico,
y de acudir a la segunda instancia, salvo las excepciones normativamente previstas.

En orden a facilitar el ejercicio de tales garantías, el artículo 180 del Decreto 2700 de
1991 (reproducido por el artículo 170 de la ley 600 de 2000), establece los requisitos
que debe contener la sentencia, entre los que se incluye el deber para el juzgador de
expresar las razones fácticas y jurídicas que sustentan su decisión, pues si ésta es
inmotivada, incompleta, ambigua, equívoca, dilógica, o ambivalente, no sólo dificulta
el conocimiento claro de la declaración del derecho sino a las partes comprender las
razones en que se fundamenta, e imposibilitar su controversia mediante el ejercicio
de los recursos pertinentes y, por dicha vía, transgredir el debido proceso, que como
motivo de ineficacia de los actos procesales, en el código derogado aparecía
establecido en el artículo 304-2 y hoy en día en el artículo 306-2 de la ley 600 de
2000, denunciable en sede extraordinaria a través de la causal tercera de casación.

30
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Esto por cuanto si la sentencia carece absolutamente de motivación sobre un


elemento del delito, la responsabilidad del acusado, o en relación con una específica
circunstancia de agravación, o la individualización de la pena, o no empece tener
motivación la misma es ambigua o contradictoria, o se fundamenta en supuestos
fácticos o racionales inexistentes, y en tal medida las consideraciones del juzgador no
podrían ser fundamento legal y razonable de la decisión contenida en la parte
resolutiva, la nulidad se erige como la única vía plausible de solución.

En este evento, el actor acusa la sentencia del Tribunal de carecer de fundamentación


respecto de los medios probatorios en que se basó para llegar a la conclusión de
responsabilidad penal de los acusados a título de coautoría impropia, pero no toma en
cuenta, en primer lugar, que el fallo de segunda instancia conforma una unidad
jurídica inescindible con el de primera en aquellos aspectos que no hayan sido objeto
de modificación con ocasión de la alzada interpuesta; en segundo término, deja de
considerar, asimismo, que de conformidad con la normativa vigente para cuando se
resolvió el recurso, art. 217 del decreto 2700 de 1991, modificado por el artículo 34
de la ley 81 de 1993, y hoy día por el artículo 204 de la ley 600 de 2000, la
competencia del superior se halla restringida a revisar únicamente los aspectos
impugnados.
...

El motivo de impugnación contra la sentencia de primera instancia no estuvo en


manera alguna referido al aspecto probatorio, y ni siquiera a la declaración de los
hechos que hiciera el a quo, sino a las consecuencias jurídicas de esos hechos
declarados debidamente probados en la actuación, siendo éste precisamente, en
cuanto identifica nítidamente la pretensión de los recurrentes, el límite que se le
impuso al juzgador de alzada en consideración a que sólo se le permite revisar los
aspectos impugnados, según lo disponía el artículo 217 del decreto 2700 de 1991 y
ahora el artículo 204 de la ley 600 de 2000, como en tal sentido ha sido
reiteradamente declarado por la Jurisprudencia de la Corte en varios
pronunciamientos entre los que merecen destacarse los proferidos el 25 de marzo de
1999 con ponencia del Magistrado Mejía Escobar (Rad. 11279) y 2 de mayo de 2002
con ponencia de quien aquí cumple igual cometido (rad. 15262), entre otros.

Los actuales desarrollos dogmáticos y jurisprudenciales se orientan por reconocer


como característica de la denominada coautoría impropia, que cada uno de los
sujetos intervinientes en el hecho punible no ejecutan integral y materialmente la
conducta definida en el tipo, pero sí lo hacen prestando contribución objetiva a la
consecución del resultado común en la que cada cual tiene dominio funcional del
hecho con división de trabajo, cumpliendo acuerdo expreso o tácito, y previo o
concurrente con la comisión del hecho, sin que para la atribución de responsabilidad
resulte indispensable que cada interviniente lleve a cabo o ejecute la totalidad del
supuesto fáctico contenido en el tipo o que sólo deba responder por el aporte
realizado y desconectado del plan común, pues en tal caso, una teoría de naturaleza
objetivo formal, por ende, excesivamente restrictiva, sin duda muy respetuosa del
denominado principio de legalidad estricto, no logra explicar la autoría mediata ni la
coautoría, como fenómenos expresamente reconocidos en el derecho positivo actual
(art. 29 de la ley 600 de 2000), los cuales a pesar de no haber sido normativamente
previstos en la anterior codificación, no pueden dar lugar a entender que no fueron
objeto de consideración o que el sistema construyó un concepto de autor distinto del
dogmáticamente establecido.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : TARAZONA MACHUCA, JOSE
PROCESADO : MEJIA GRANADOS, ALIRIO
PROCESADO : MUÑOZ AFANADOR, JOSE JAVIER
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 11862
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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INDAGATORIA-Interrogatorio/ INDAGATORIA-Medio de defensa/


INDAGATORIA-Medio de prueba/ CALIFICACION DEL MERITO DEL
SUMARIO-No está limitada por la situación jurídica/ TESTAFERRATO/
JURISPRUDENCIA-Elemento auxiliar y no obligatorio/ CONSULTA/
REFORMATIO IN PEJUS/ SITUACION JURIDICA/ RESOLUCION DE
ACUSACION

1. Bastante ha sido dicho por la Sala que, en vigencia del anterior estatuto procesal,
no era necesaria "la utilización de fórmulas técnicas ni la calificación jurídica de los
hechos"*, pues se entendía suficiente, en términos del artículo 360 de ese estatuto,
inquirirlo "en relación con los hechos que originan su vinculación".

2. En consecuencia, si los hechos por los que se le interrogó en la indagatoria fueron


los mismos que, valorados desde la perspectiva de la ley penal, permitieron
asegurarlo con detención preventiva, no se ve cómo pudieran afectar el debido
proceso y el derecho de defensa. Recuérdese que "el estatuto procesal penal en
manera alguna concibe la indagatoria como un acto de formulación de cargos"**, sino
más bien i) como un medio de defensa en cuanto se trata de una oportunidad que
tiene el investigado para explicar o justificar los comportamientos que motivaron su
vinculación al proceso y ii) como un medio de prueba que "contribuye a aclarar y a
reconstruir lo sucedido".*** En esta medida, una crítica semejante a la que propone el
actor sólo podría efectuarse si las preguntas que se le formulan al indagado carecen
en absoluto de relación con los hechos objeto de investigación o si unas fueran las
actuaciones por las que se le interrogara en la injurada y otras muy diversas las que
se consideraran para dictar medida de aseguramiento o resolución de acusación,
pues en tales eventos la garantía de la defensa podría verse efectivamente lesionada,
siempre que el demandante demostrara esas circunstancias.

3. Ciertamente, como lo anota el demandante, Al señor (...) se le recriminó en la


medida de aseguramiento su calidad de testaferro de (...), pero al calificar el mérito
de la investigación se le acusó por serlo de (...). Semejante inconsonancia, sin
embargo, no entraña irregularidad alguna, mucho menos con fuerza invalidatoria, no
sólo porque la congruencia se predica entre la acusación y la sentencia, no entre
aquellas otras, sino porque el contenido de la imputación no sufrió una variación
sustancial.

Sobre lo primero, para despejar cualquier inquietud al respecto será suficiente reiterar
lo dicho por la Sala en numerosas oportunidades , en una de las cuales, con ponencia
del magistrado RICARDO CALVETE RANGEL, se anotó:

"Con medida de aseguramiento o sin ella, una vez definida la situación jurídica la
instrucción del proceso continúa sin que haya ninguna norma que diga que si se
amplía la indagatoria es necesario volver a definirla, y realmente una orden en ese
sentido sería absurda desde el punto de vista de la agilidad que debe tener la
actuación sumaria, especialmente si se tiene en cuenta que la etapa de investigación
termina con un nuevo y más riguroso examen de la situación jurídica, en donde no
solamente se evalúan las pruebas recaudadas y se mira lo atinente a la medida de
aseguramiento, sino que si se profiere resolución de acusación se concreta la
denominación jurídica de los hechos por los cuales debe el imputado responder en
juicio. El sindicado puede solicitar cuantas ampliaciones de indagatoria considere
necesarias (art. 361 C. de P. P.), pero ese no es un mecanismo que obligue al
funcionario judicial a proferir sendas definiciones de la situación jurídica".

"Así las cosas, independientemente de que en la definición de la situación jurídica se


haya impuesto o no medida de aseguramiento, del número de delitos allí endilgados,
y de la denominación jurídica que se les hubiere dado, es en la resolución de
acusación en donde se definen los cargos, por lo tanto creer que entre las dos
providencias debe existir congruencia es darle al primer pronunciamiento un alcance
que no tiene, y desconocer lo obvio, esto es, que si después de definir la situación
jurídica se puede seguir investigando, es de esperarse que las nuevas pruebas

32
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

puedan dar lugar a que lo consignado en ese proveído sufra profundas


modificaciones. Incluso podrían presentarse cambios sin que surjan nuevas pruebas,
simplemente porque al momento de calificar ya se tenga una mejor comprensión de
lo ocurrido y un más informado criterio para decidir".
(…)

"En síntesis, lo que se califica a continuación del cierre de la instrucción son los
hechos que fueron objeto de la misma, y sobre los cuales se indagó al sindicado, y
para hacerlo el criterio que se hubiere expuesto en la definición de la situación
jurídica no constituye ninguna limitante, todo lo contrario, si en ese pronunciamiento
se hubiere cometido algún error, es la oportunidad para subsanarlo. Dicho de otra
manera, si bien la definición de la situación jurídica es un requisito procesal para
poder cerrar la investigación, su contenido no limita el de la calificación".******

4. El delito de testaferrato "se perfecciona en el momento en que por medio de


contrato, escritura o cualquier otro medio legal, un bien pasa a figurar como
propiedad de quien realmente no lo es, pues se trata simplemente de una persona
que presta su nombre para que figuren en su cabeza bienes que en realidad
pertenecen a terceras personas"******* , concepto que coincide con la definición
común del término pues testaferro, según la única acepción que al vocablo da el
Diccionario de la Lengua Española, significa: "El que presta su nombre en un contrato,
pretensión o negocio que en realidad es de otra persona".

Así lo define el texto legal:

"Quien preste su nombre para adquirir bienes con dineros provenientes del delito de
narcotráfico y conexos, incurrirá en pena de prisión de cinco a diez años y multa de
dos mil (2.000) a cinco mil (5.000) salarios mínimos mensuales, sin perjuicio del
decomiso de los respectivos bienes".

Lo que importa a la finalidad de la norma no es, entonces, que se adquiera, en el


sentido limitado de la expresión, sino que alguien oculte bajo su nombre "el real
dominio sobre bienes adquiridos con recursos provenientes de actividades
penalmente previstas en el estatuto nacional de estupefacientes y conexas,
conociendo el origen de tales caudales, para de esta manera soterrar al verdadero
titular de aquéllos".

5. Los criterios auxiliares, en términos del artículo 230 de la Carta Política, sólo son
tales: auxiliares. Por eso, el primer inciso de la norma constitucional expresa: "Los
jueces, en sus providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley".

Entonces, resulta un contrasentido sostener, como lo hace la Delegada, que pueda


existir un "criterio orientador ineludible". El criterio, o es auxiliar, o es obligatorio. En
esta perspectiva, una decisión que adopte cualquier órgano jurisdiccional con efectos
inter partes sólo obliga en el caso concreto, aunque sea órgano límite de la
jurisdicción constitucional, ordinaria, contenciosa administrativa o disciplinaria.

6. La consulta, grado jurisdiccional que le permitió al Ad quem revisar sin limitación el


fallo de primera instancia impugnado por la defensa del señor (...), es una institución
procesal establecida en beneficio del interés general, que podría verse afectado por
decisiones ilegales.

En consecuencia, independientemente de que una providencia que deba ser


examinada en sede de consulta sea impugnada, el Ad quem puede revisarla sin
limitación alguna. Dicho en otras palabras, la apelación que únicamente el condenado
interponga contra una providencia consultable, no tiene la virtualidad de impedir el
estudio oficioso que el superior funcional de quien la profiere tiene que hacer por
ministerio de la ley.

Una contraria interpretación de esta problemática, implicaría que no por voluntad de


la ley, sino del condenado, pudiera ser ejercido el control automático que ha
consagrado el ordenamiento para determinadas decisiones; lo que conduciría a que
en cualquier evento, aun en el del más aberrante y descarado favorecimiento que se
pretendiera hacer a un procesado, la impugnación presentada por éste tornara
inmodificable la decisión de primera instancia en virtud del principio de prohibición de
la reforma peyorativa.

33
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

____________________________
* Sentencia del 8 de noviembre de 2001, radicado 13.895, M.P. Carlos Augusto Gálvez Argote.
** Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 4 de julio de 2001, radicado
13.896, M.P. Herman Galán Castellanos.
*** Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 22 de octubre de 1998,
radicado 10.934, M.P. Carlos Eduardo Mejía Escobar.
**** Cfr., Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 6 de septiembre de
2001, radicado 13.903.
***** Cfr., v.gr., sentencias del 4 de julio de 2001, radicado 13.896, M.P. Herman Galán
Castellanos; del 18 de julio de 2001, radicado 11.660, M.P. Carlos Augusto Gálvez Argote; del 19
de julio de 2001, radicado 13.881, M.P. Jorge Enrique Córdoba Poveda y del 13 de
noviembre de 2001, radicado 16.242, M.P. Jorge Enrique Córdoba Poveda.
****** Sentencia del 31 de julio de 1997, radicado 7.830.
******* Auto del 9 de noviembre de 1990, radicado 5.597, M.P. Édgar Saavedra Rojas.
******** Artículo 6º. del Decreto Legislativo 1.856 de 1989, adoptado como legislación
permanente por el artículo 7º. del Decreto Extraordinario 2.266 de 1991. La descripción se
reprodujo de manera idéntica en el artículo 326 de la Ley 599 de 2000.
********* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, auto del 12 de noviembre de 1998,
M.P. Nilson E. Pinilla Pinilla._

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON,


NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : FLOREZ GARCIA, DAVID BOLIVAR OLMEDO
DELITOS : Testaferrato
PROCESO : 18476
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

****************************

ERROR DE DERECHO-Falso juicio de legalidad, falso juicio de convicción/


LEGITIMA DEFENSA-Requisitos para su reconocimiento/ FALSO JUICIO DE
EXISTENCIA-Por suposición/ CONFESION-Reducción de pena

Los errores de derecho en la apreciación de las pruebas, son por esencia, de


naturaleza jurídica, que se originan en la inobservancia de normas que regulan la
producción del medio, o que preestablecen su valor o eficacia probatorias. En el
primer caso (cuando se origina en el desconocimiento de normas que prevén la forma
como la prueba debe ser incorporada al proceso), se está en presencia de un error de
derecho por falso juicio de legalidad; en el segundo (cuando surge del
desconocimiento de normas que predeterminan el valor de la prueba o su eficacia
probatoria), se está frente a un error de derecho por falso juicio de convicción.

34
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

En concreto ha sido dicho que el error de derecho por falso juicio de legalidad se
presenta cuando el juzgador, al establecer la existencia jurídica de una determinada
prueba, le otorga validez porque considera que reúne los requisitos de incorporación
al proceso, no cumpliéndolos (aspecto positivo); o cuando se la niega porque estima
que no los reúne, cumpliéndolos (aspecto negativo). Y que el de derecho por falso
juicio se convicción se configura cuando el Juzgador, al determinar el valor de la
prueba, lo hace de modo distinto al señalado en las normas que tasan a priori su
entidad demostrativa, o eficacia probatorias.

Para que este último error se presente es necesario que la apreciación de la prueba se
regule por el sistema de tarifa legal. Es decir, que sea la ley, y no el Juez, la que tasa
su valor, o predetermina su eficacia demostrativa. Frente a un sistema de persuasión
racional, donde la demostración de los hechos se rige por el principio de libertad
probatoria, y la valoración de la prueba la realiza el Juez con sujeción a los postulados
de la sana crítica, no resulta en principio posible que esta clase de error se presente,
porque la persuasión racional no es cuestión que derive del contenido de normas
positivas, sino de la aplicación de principios que, como la lógica, la experiencia y la
ciencia, pertenecen al universo de las relaciones fácticas.
...

Además de las múltiples falencias de orden técnico y fundamentación que vienen de


ser analizados, el reproche resulta incompleto, porque adicionalmente a la
demostración del error, se imponía para el casacionista tener que acreditar la
configuración de los requisitos exigidos para el reconocimiento de la legítima defensa
(que se presente una agresión injusta, actual o inminente; que la reacción sea
necesaria para impedir la materialización del ataque; que la defensa sea proporcional
a la agresión; y que la agresión no hubiese sido producto de una provocación
intencional), labor que de manera alguna se esfuerza en realizar.
...

El error de hecho por falso juicio de existencia por suposición se presenta cuando el
juzgador da por existente una prueba que no ha sido incorporada materialmente al
proceso. Es decir, cuando da por sentado que la prueba existe, no existiendo.
...

De acuerdo con lo dispuesto en la citada norma, y los criterios de interpretación


fijados por la jurisprudencia de la Corte, el reconocimiento de la diminuente imponía
el concurso de los siguientes presupuestos: (1) Que el procesado no hubiera sido
sorprendido en flagrancia; (2) Que en la primera versión ante funcionario judicial
confesara el hecho; (3) que la confesión fuese simple; (4) que la confesión constituya
fundamento de la sentencia.

De estos presupuestos, solo se cumplía el segundo: haber confesado el hecho en la


primera versión. Los restantes, devenían ausentes, pues el procesado fue visto por
distintos testigos cuando cometía el hecho, situación que frente a la normatividad
procesal entonces vigente, lo colocaba en situación de flagrancia (artículo 370
ejusdem). Además de esto, su confesión fue calificada, en cuanto planteó haber
actuado en legítima defensa, y su versión no constituyó fundamento esencial de la
decisión de condena.

A la luz de las nuevas normas procesales (ley 600 del 2000), tampoco habría lugar a
su reconocimiento, porque con excepción del primer requisito, que sufrió variaciones
en virtud de la redefinición del concepto de flagrancia (artículos 345), los demás
continuaron siendo idénticos (Cfr. Casaciones de 14 de febrero del 2002, Magistrado
Ponente Dr. Gómez Gallego, y 4 de abril del 2002, Magistrado Ponente Dr. Pérez
Pinzón, entre otras), y ya se vio que la mayoría de ellos no concurren.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : MENDOZA SALDAÑA, WILLIAM
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 13356
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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DEFENSA TECNICA-Indagatoria-Estudiante de derecho

La diligencia de indagatoria se llevó a cabo el 2 de marzo de 1995 y para ella fue


nombrado como defensor una persona que para entonces era "miembro activo del
Consultorio Jurídico de la Universidad de Caldas". (folio 13). Para esa fecha regía y
era parte del debido proceso penal el artículo 148 del Código de Procedimiento Penal
que en su inciso 2° consideraba a los estudiantes de derecho pertenecientes a los
Consultorios Jurídicos como personas habilitadas para la defensa del imputado.
Incluso, la sentencia C-049 del 8 de febrero de 1996 que declaró la inexequibilidad
que afectó ese artículo, lo fue solo en referencia al inciso 1°. El inciso 2° que es el
que contiene la autorización para los estudiantes de derecho fue declarado exequible.

Similar situación se predica del inciso 1° del artículo 148 que se encontraba vigente
para la fecha en la que se verificó la diligencia de ampliación de la indagatoria que se
llevó a cabo el 18 de abril de 1995 (folio 45). Ese inciso autorizaba la presencia de un
ciudadano honorable en ausencia de un abogado inscrito que asistiera la diligencia.
La vigencia de la norma en la fecha, descarta la ilegalidad que predica el censor. Y si
bien es cierto que fue declarada inexequible, ello solo vino a ocurrir el 8 de febrero de
1996, sin que en el texto de esa sentencia se haya dispuesto nada sobre el efecto de
la sentencia, por lo que se aplica la regla general contenida en el artículo 45 de la Ley
Estatutaria de la Administración de Justicia que afirma los "efectos hacia el futuro" de
esas sentencias. En consecuencia el cargo no prospera, tal como ha sido además la
posición unánime de la Sala en similares casos en que se ha propuesto este mismo
cargo*.

_______________________________
* Confrontar, entre otras: Sentencias de casación del 26 de junio de 1996, Magistrado Ponente:
Ricardo Calvete Rangel; 6 de mayo de 1998: Magistrado PonenteDR. NILSON E. PINILLA PINILLA;
20 de enero de 1999, Magistrado Ponente: Carlos Eduardo Mejía Escobar; 28 de octubre de
1999 Magistrado Ponente: Alvaro Orlando Pérez Pinzón; 15 de diciembre de 1999, Magistrado
Ponente: Fernando E. Arboleda Ripoll; 15 de agosto de 2000 y 19 de diciembre de 2000,
Radicaciones 14.368 y 16.240, respectivamente, Magistrado Ponente: Carlos Eduardo Mejía
Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : OSORIO MORALES, HERNAN
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12378
PUBLICADA : Si

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RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Defensor de oficio/ DEFENSA


TECNICA-Indagatoria-Ciudadano honorable/ DEFENSA TECNICA-Corrección
de omisiones/ FALSO JUICIO DE IDENTIDAD

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

1. El demandante vulnera el principio de autonomía de las causales y de los cargos,


pues al interior de la misma censura reclama porque la diligencia de reconocimiento
en fila de personas no se sujetó a las previsiones legales, al no haber estado el
procesado asistido por su defensor de confianza sino por uno de oficio, reparo que ha
debido postular y desarrollar de manera separada y por la causal primera, por error
de derecho por falso juicio de legalidad que, de prosperar, llevaría a la absolución del
procesado y no a la invalidez de la actuación,

2. El inciso 1° del artículo 148 del Decreto 2700 de 1991, norma que en ese momento
se encontraba vigente, y que permitía designar como defensor para la indagatoria a
un ciudadano honorable, siempre que no fuera servidor público, cuando no hubiere
abogado inscrito, no puede entenderse, como reiteradamente lo ha sostenido la
Sala*, en el sentido de ausencia material de profesionales en la ciudad sede del
Despacho, como lo argumentan el casacionista y el Ministerio Público, sino desde la
perspectiva de disponibilidad, atendiendo las circunstancias en las cuales se practica
la diligencia.

En este caso, y aun aceptando que numerosos profesionales del derecho ejerzan en
Bello, el demandante no lo demuestra ni aparece que, al momento de recibir
indagatoria, el funcionario judicial contara con la posibilidad de designar un abogado
inscrito que asistiera al procesado, por lo que tuvo que acudir a una persona
honorable, actuación que se encuentra amparada por la presunción de acierto y
legalidad y no ha sido desvirtuada.

3. De todos modos, y aun aceptando que así hubiese sido no se afectó el derecho de
defensa, pues en el resto del proceso contó con la asistencia de un abogado de
confianza, sin que esa ausencia esporádica pueda viciar de nulidad la actuación, ya
que, como lo ha sostenido la Sala**, cuando esa falta es oportunamente corregida por
la defensa letrada resulta intrascendente, ya que ningún sentido tendría invalidar el
proceso para que la defensa vuelva a tener una oportunidad que ya tuvo.

4. Esta clase de yerro consiste en falsear el contenido material de la prueba, en forma


tal que no hay identidad entre lo que materialmente dice y lo que el sentenciador
manifiesta que su texto contiene, y no en discrepar de la credibilidad que le fue
otorgada o negada, lo que no configura desatino demandable en casación, dentro del
método de la persuasión racional que nos rige, en el que el juzgador goza del poder
discrecional de valorar la prueba, solo limitado por los postulados de la sana crítica.
_____________________________
* Ver, entre otras,casación 12743 junio/01 M. P.Dr. Fernando E. Arboleda R. y 12303 abril/00. M.
P Dr. Jorge E. Córdoba P.
** Ver,entre otras,casación 11838 25/05/00 M.P.Dr.Álvaro Orlando Pérez Pinzón y 12302,03l/00
M.P.Dr. Jorge E. Córdoba P.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MIRA CATAÑO, OSCAR MARIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11393
PUBLICADA : Si

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DEFENSA TECNICA/ PODER-Delegación: Expresa autorización/


RECONOCIMIENTO FOTOGRAFICO-Procesado privado de la libertad/
DEFENSOR

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

1. Comprende la asistencia letrada o profesional del sujeto pasivo de la acción


punitiva del Estado.

2. Es claro que el poder otorgado al doctor (...) lo fue por escrito, resultando así
imprescindible la "expresa autorización del sindicado" para que procediese la
delegación, conforme con lo previsto por el artículo 146 del Decreto 2700 de 1.991,
no siendo tampoco admisible que se tratase de una suplencia, pues inclusive para el
ejercicio de ella también la ley de procedimiento había prevenido la necesidad de que
fuese presentado al despacho el "escrito" contentivo de su designación (artículo 144
ibídem, modificado por el artículo 23 de la Ley 81 de 1.993), de todo ello se sigue que
la constancia dejada por la Fiscalía al folio 63, según la cual el abogado de confianza
expresó "que ante la absoluta imposibilidad de asistir a esta (diligencia de
reconocimiento a través de fotografías), se celebre con el Doctor (...)", no puede en
principio asumirse como una formalmente válida designación sustituta o siquiera,
como ya se observó, en los términos enunciados, como una suplencia del titular.

Pese a lo anterior, comparte plenamente la Sala el criterio conclusivo del Delegado, en


el sentido que, en todo caso, la presencia del abogado, como se hizo con la del
Ministerio Público, avalando la ritualidad de la diligencia de reconocimiento a través
de fotografías, permite afirmar muy al contrario de la vulneración del derecho de
defensa su plena garantía, toda vez que correspondió a dicho sujeto observar el
cumplimiento de las formalidades de ley en desarrollo de la misma, sin que se dejase
constancia de ningún reparo.

3. El artículo 369 en mención, incluido dentro del Título II del anterior Estatuto en
materia de instrucción, capítulo III sobre investigación de autores y partícipes (ahora
con mejor técnica legislativa y adecuada ubicación temática, pero con idéntica
regulación en el artículo 304 de la Ley 600 de 2.000 dentro de las disposiciones
especiales, Capítulo VIII, del Título VI relativo a las pruebas), preveía el
reconocimiento a través de fotografías, así:

"Cuando fuere el caso de un reconocimiento por medio de fotografías, por no estar


capturada la persona que debe ser sometida al mismo, la diligencia se hará sobre un
número no inferior a seis fotografías cuando se tratare de un solo imputado y en lo
posible se aumentarán en la misma proporción, según el número de personas a
reconocer. En la diligencia se tendrán las mismas precauciones de los
reconocimientos en fila de personas, deberá estar presente el defensor, el Ministerio
Público y de todo se dejará expresa constancia.

Si de la diligencia resultare algún reconocimiento, las fotografías se agregarán a la


actuación".

Del texto de esta disposición, sin embargo, no es dable colegir que dicha prueba
pueda verse afectada en su validez o eficacia, por el hecho de que la diligencia se
efectúe pese a mediar procesado privado de la libertad.

Desde luego, resulta en principio comprensible que si el sindicado ha sido


aprehendido, siendo necesario su reconocimiento para dilucidar las incriminaciones
que eventualmente recaigan en su contra, deba ser sometido a la posibilidad de ser
señalado dentro de una fila de personas por quien está en capacidad de hacerle
alguna clase de imputación.

No obstante, si el funcionario judicial opta por realizar la diligencia de reconocimiento


fotográfico, la sola circunstancia de mediar persona capturada, no afecta su legalidad,
ya que no puede entenderse que dicho antecedente configure una exigencia ad
sustantian actus sin la cual esta clase de pruebas pierdan toda su eficacia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ZULUAGA ARANGO, ALEY
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 15111
PUBLICADA : Si

38
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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DETENCION DOMICILIARIA-Improcedencia ante sentencia de primer grado/


LIBERTAD Y SENTENCIA CONDENATORIA-Subrogado de la condena de
ejecución condicional (art.198 C. de P.P.)/ FALSO JUICIO DE CONVICCION/
FALSO RACIOCINIO/ NON BIS IN IDEM/ DOSIFICACION PUNITIVA/ PENA

1. La detención domiciliaria de acuerdo con la regulación legal entonces vigente,


como precisó en su momento la Sala*, tenía la finalidad de permitirle al sindicado el
descuento de la pena en su domicilio durante el curso de la actuación, pero "Proferida
la sentencia de condena y determinada la pena que le corresponde al procesado en
aquellos casos en que el Juez considere improcedente la concesión del subrogado
previsto en el artículo 68 del Código Penal, tendrá que revocar el beneficio concedido
(detención domiciliaria) para hacer efectivo el cumplimiento de la sanción impuesta
en el fallo de condena...".

2. Por otra parte, si bien el artículo 198 de la anterior codificación instrumental penal
disponía que negado el subrogado de la condena de ejecución condicional, la captura
para el cumplimiento de la pena sólo resultaba procedente cuando se encontrara en
firme el fallo de condena, no es menos cierto también que preveía la excepción
cuando se dictaba medida de aseguramiento de detención sin excarcelación,
entendida esta última como aquella fundada "en la anticipación del sustituto penal
de la suspensión de la condena, como que ese es el tema traído a colación por la
primera parte del mencionado inciso 2º"**, situación que era la configurada
precisamente en el asunto examinado.

3. Atendida su específica naturaleza, es propia de un sistema de tarifa legal de


prueba, donde la ley predetermina el mérito o la eficacia de cada elemento de
persuasión, de manera que al juzgador le corresponde única y exclusivamente
reconocer el que les ha sido así fijado de antemano.

4. El planteamiento revela a su vez la confusión conceptual del demandante, pues


asimila el falso juicio de convicción que se configura, insiste la Sala, cuando se
soslaya la existencia de la disposición que señala el valor concreto de la prueba, con
el falso raciocinio, desacierto este último surgido de la transgresión de las reglas de la
sana crítica, que no es error de derecho sino de hecho, porque como tiene discernido
la Corte***, las oposiciones "a la experiencia, a la lógica o, a la ciencia de manera
ostensible y grosera, son formas veladas de tergiversación o de suposición de los
hechos y no infracciones a normas positivas probatoria alguna, pues que ninguna ley,
sino la realidad de la vida social, señala cuáles deben ser en cada tiempo y en cada
tema, aquéllas...".

5. Como lo precisó de antaño la Sala en relación con la derogada codificación penal


en la providencia recordada en el concepto del Procurador, "Para graduar la pena que
corresponde al infractor por el delito cometido, deben relacionarse forzosamente los
artículos 61 y 67 del Código Penal, puesto que las circunstancias de agravación y
atenuación punitivas son apenas uno de los varios criterios establecidos en la ley para
la dosificación de la pena. Junto a ellas, obran también como factores reguladores de
la sanción, la gravedad del hecho punible, el grado de culpabilidad y la personalidad
del agente" , de manera que bajo tales parámetros mal puede admitirse que los
juzgadores hayan valorado doblemente los mismos supuestos de hecho e infringido la
ley sustancial, pues unas eran las circunstancias de agravación específica con
incidencia en la determinación de los lindes de la pena, y otros los factores que de
conformidad con la primera norma citada debían tenerse en cuenta para la fijación de
la misma dentro de dichos extremos.
___________________________
* Auto de noviembre 9 de 1993, M.P. Dr. Gustavo Gómez Velásquez, radicado 8825. Criterio
reiterado, en providencias de marzo 29 de 2000, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, radicado
12.329; septiembre 6 de 2000, M.P. Dr. Álvaro O. Pérez Pinzón, radicado 14.388, y septiembre
27 de 2000, M.P. Dr. Nilson Pinilla Pinilla, radicado 14.153, entre otras.

39
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

** Auto de marzo 10 de 1998, M.P. Dr. Jorge A. Gómez Gallego, radicado 12.939.
*** Sentencia de diciembre 19 de 2001, M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar, radicado 11.069.
**** Casación de agosto 18 de 994, M.P. Dr. Dr. Jorge Carreño Luengas. En similar sentido, la
sentencia de enero 18 de 2001, M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego, radicado 14.190.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARANGO GARCIA, JORGE IVAN
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 11004
PUBLICADA : Si

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INIMPUTABILIDAD-Embriaguez/ PRUEBA-Libertad probatoria

Todo el discurso argumentativo lo reduce a oponerse a su criterio, en cuanto no le


otorgó credibilidad a la experticia psiquiátrica y concluyó, contrario a lo señalado por
ésta, que el procesado, en el momento de ejecutar la conducta, era imputable,
desconociendo que esa discrepancia no configura desatino demandable en casación,
dentro del método de la persuasión racional que para apreciar la prueba rige en
Colombia, en el que el fallador tiene libertad para valorar los medios de convicción,
sólo limitada por los postulados de la sana crítica.
...

Si bien la pericia psiquiátrica es prueba importante para establecer la inimputabilidad,


no es la única, por lo que si no es consistente y resulta desvirtuada por otros medios
sólidos de convicción, razonablemente se puede concluir en contrario*

_______________________
* Ver, entre otras, casación de marzo 23 de 1995, M. P. Dr. Nilson Pinilla Pinilla.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pasto
PROCESADO : TAUTAS GELPUD, MODESTO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11494
PUBLICADA : Si

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CASACION-Interés/ COMPETENCIA-Función acusadora/ PRUEBA-Validez de


la practicada por el incompetente/ FISCALIA GENERAL DE LA NACION

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

1. Carece de interés el libelista en todos argumentos que hace extensivos a la


situación del otro procesado, por la obvia razón de que no es él a quien se le
encomendó su defensa.

2. Lo que manda la ley es que la función acusadora se cumpla por quien es


competente para ello y ante los jueces a los cuales se les ha asignado previamente el
conocimiento del asunto, o que una vez advertida una circunstancia que implica
pérdida de competencia, se remita la actuación al funcionario que sí la tiene, sin que
implique en modo alguno que las diligencias evacuados bajo la presunción de una
competencia que después desaparece o se demuestra que no se tenía, pierdan
validez, si las mismas son recaudadas con el cumplimiento de los requisitos legales
para que puedan tener aptitud de tales a la hora de su valoración.

Desde esta perspectiva, entonces, no cuentan con ningún respaldo jurídico ni


jurisprudencial los reparos del demandante sobre la actuación surtida en este asunto,
ya que, como se vio ningún efecto nocivo se proyectó al fallo por el hecho de no
haberse invalidado la apertura de instrucción, la vinculación y la definición de
situación jurídica en este caso por parte de una juez de instrucción penal militar, como
quiera que, corregido el error de procedimiento, esto es, anulado lo actuado, las cosas
se tornaron hasta un momento en que era posible que el competente, no solo
practicara más pruebas si a ello hubiere lugar, cerrara la instrucción y calificara ante
el Juez de conocimiento, pues con el trámite hasta entonces surtido, se tenía que los
sindicados (...) y (...), no solo habían sido acusados -convocados a consejo verbal de
guerra- por quien no tenía competencia para ellos, sino que por esa misma
circunstancia, se les estaba aplicando unas disposiciones sustantivas y procesales
que no regulaban el asunto, si se tiene en cuenta que el delito de hurto descrito en el
Código Penal Militar, por el que fueron acusados por esa justicia especial, requiere
como ingrediente subjetivo que el apoderamiento de la cosa mueble ajena se haga
"con ocasión del servicio o por causa de éste", condición que no se presentó aquí y
que por lo mismo no podía ser de su conocimiento, sino de la justicia ordinaria. En esa
medida, la readecuación del trámite implicaba situarse en un momento procesal que
permitiera acusar por el delito que correspondía y ante la autoridad competente, para
el caso, los jueces Penales del Circuito, como fue lo que ocurrió.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
PROCESADO : SEPULVEDA ARCILA, GEIVER
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 10957
PUBLICADA : Si

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41
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Técnica/ DEMANDA DE CASACION-


Principio de autonomía/ DEMANDA DE CASACION-Principio de limitación/
CASACION OFICIOSA-Presupone una demanda en forma/ PROCESO PENAL-
Finalidad/ DEFENSA TECNICA-Inactividad contenciosa como estrategia
defensiva/ DEFENSA TECNICA-La inactividad ostensible del defensor genera
nulidad

1. Con expresa invocación de la causal primera de casación, bajo la forma de la


violación indirecta de la ley sustancial, el recurrente sostiene que el tribunal incurrió
en manifiestos errores de orden probatorio, para lo cual cita el artículo 220-1, inciso 2,
del derogado Código de Procedimiento Penal (207 del vigente).

Esa manera de postular parece, de entrada, correcta. Empero, con el subsiguiente


desarrollo da al traste con el cometido de adecuada argumentación.

De esa proposición era de esperarse, conforme a las pautas que jurisprudencia y


doctrina han trazado pacíficamente, que el censor especificara la naturaleza del yerro,
si de hecho o de derecho, y las formas que podían asumir: si de la primera clase,
detallar si la falla conceptual asentada en las sentencias se originó en un falso juicio
de identidad (por cercenamiento, alteración o falseamiento del sentido fáctico de una
prueba), o en un falso juicio de existencia (por suposición o desconocimiento de algún
elemento probatorio), o en un falso raciocinio (por errada fijación del mérito suasorio,
a causa de una equivocada aplicación de los parámetros de la sana crítica); si de la
segunda, concretar si la inconsistencia tuvo como causa la apreciación de un medio
de convicción allegado con alejamiento de los preceptos legales que rigen su
aducción (falso juicio de legalidad).

2. La Corte, en aras de la prevalencia del derecho sustancial, ha venido admitiendo


que algunas inconsistencias del libelo se superen si del contexto de la argumentación
se entiende con facilidad el motivo del reproche y el sentido de la petición.

Por eso, del principio de autonomía se desprende la necesidad de que el


planteamiento de las censuras respete la naturaleza propia de las causales, por
cuanto cada una de ellas, en virtud de la incidencia que en el sentido de la sentencia
o en la estructura del proceso su presencia puede causar, exige unos derroteros
demostrativos diversos y coherentes con la pretensión final, o bien de que se case el
fallo demandado para que la Corte adopte el sustitutivo, o ya para que retrotraiga la
actuación a estadios superados si tiene bases viciadas.

De esa manera, a guisa de ejemplo, si de lo que se duele el censor es de una errada


valoración de la prueba en las sentencias, no puede inmiscuir en el mismo punto
aspectos que desvaloren el proceso previo, cuya validez, en ese terreno, se da por
supuesta.

Igualmente, si lo que reprocha es una actuación irregular, siguiendo los principios de


formulación y convalidación de las nulidades, es de su cargo señalar el acto viciado, si
se trata de un defecto que altera las bases esenciales de la instrucción o del
juzgamiento, o que vulnera las garantías fundamentales de los sujetos procesales, y
cómo incide tal falla en la sentencia o en la estructura del proceso.

3. Por su parte, el principio de limitación impide que la Corte corrija, adicione, aclare o
reformule las censuras defectuosas o incompletas, pues como derivado del carácter
rogado de este medio extraordinario de impugnación, el objeto de su
pronunciamiento es, en principio, los motivos expuestos en la demanda, a condición
que estén correctamente formulados.

4. Consistente en que de oficio se decrete la nulidad de la actuación por haberse


vulnerado en su decurso el derecho a la defensa del procesado, entra la Corte a
recordar cuáles son los baremos para proceder a utilizar la facultad a la que se refiere
ahora el artículo 216 del Código de Procedimiento Penal (228 del derogado).

Además de otras decisiones, en sentencia calendada el 12 de diciembre de 2001, con


ponencia de quien ahora cumple la misma misión, sentó sobre el particular:

"Pues bien, no puede olvidarse que la mencionada facultad para proceder de oficio
asignada a la Corte, de acuerdo con la norma que la regula tanto en el estatuto

42
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

vigente al momento de la demanda como en el actual, resulta excepcional y está


precedida de una regla general denominada "limitación de la casación", según la cual,
en principio, la Corporación no podrá tener en cuenta causales de casación distintas a
las que han sido "expresamente alegadas" por el demandante.

De modo que, en virtud del carácter eminentemente rogado de la casación, la nulidad


o la transgresión de garantías fundamentales, si se encuadran por el demandante en
una de las tres (3) causales de casación (así sea la tercera) deberán ser sometidas a
los mismos requisitos formales y, sobre todo al de sustentación adecuada, señalados
en el artículo 212 del Código de Procedimiento Penal, no sólo porque esta norma no
hace ninguna salvedad respecto del tercer motivo de casación, sino porque, según la
disposición del artículo 216, la facultad de oficio de la Corte en dichas materias es
residual y, por ende, condicionada a una demanda en forma.

Si el actor apenas hace un enunciado de la posible nulidad y de los hechos que


supuestamente la configuran, sin demostración alguna, obviamente que falta la clave
para que la Corte pueda examinar de fondo el asunto, cual es el de una demanda en
forma.

Sin embargo, debe aclararse que sólo la demanda en forma sobre el tema específico
excluye el uso de la facultad de oficio de la Corte, porque en tal caso ésta procede en
respuesta a una pretensión particular del demandante y no en ejercicio de una
potestad unilateral, de modo que una mera sugerencia del actor sobre supuestas
anomalías generadoras de la nulidad para nada interfiere la facultad de proceder de
oficio, y no por ello debe dejar de pronunciarse la Corporación, si el proceso evidencia
motivos para hacerlo. Omitir un pronunciamiento de nulidad, a pesar de la ostensible
anomalía, sólo porque la Corte se sintió insinuada o invitada para lo que
oficiosamente le corresponde, en virtud de una manifestación del demandante que no
satisface las formas propias para postular el cargo específico (mas en todo caso
genéricamente media una demanda en forma), sería un acto de prepotencia estatal y
no de justicia, máxime que la Corte también está sujeta a la regla general de la
declaratoria de oficio de las nulidades prevista en el artículo 307 del Código de
Procedimiento Penal.

Eso si, el contenido lógico mismo de la facultad de oficio, indica que la Corte no está
obligada a hacer una declaración para negar el uso de la potestad, sino que sólo debe
expresarse cuando en verdad la activará positivamente por la presencia clara de
anomalías generadoras de nulidad o violatorias de las garantías fundamentales y no
frente a cualquier irregularidad no sustancial o intrascendente, pues, de otra manera,
sería darle respuesta generosa a un cargo apenas insinuado y no sustentado por el
demandante, sin parar mientes en que él mismo expresamente se abstuvo de
proponerlo como tal" (radicación N° 14.451; en similar sentido, entre otras, sentencias
de 30 de mayo, 11 de octubre, 1° de noviembre, todas de 2001, con ponencias de los
Magistrados Edgar Lombana Trujillo, Álvaro Orlando Pérez Pinzón y Herman Galán
Castellanos, respectivamente).

Aunque el hecho de haberse dado curso al libelo de manera inadvertida no purifica


las fallas que lo habrían destinado a su inadmisión de plano, al punto de darle la
entidad de una demanda en forma, la circunstancia de que finalmente haya recibido
impulso permite a la Corte constatar que se consolidan los presupuestos a que se
refiere el artículo 216 de la Ley 600 de 2000 para decretar de oficio la nulidad del
proceso, ante la evidencia de que al procesado se le quebrantó el derecho a la
defensa técnica.

5. El proceso penal no puede concebirse como la sucesión de actos acumulativos,


cuyo objeto sea únicamente el de satisfacer las formas y cumplir las etapas, porque
es una visión mecanicista de la ley procesal, indiferente por completo del individuo.
Por el contrario, es el escenario en el cual una persona sometida al estado jurisdicción
puede ejercer, desarrollar y hacer efectivas todas las garantías que dimanan del
artículo 29 de la Constitución Política, las cuales deben ser respetadas por los
funcionarios judiciales, en cuanto constituyen presupuesto básico de legitimidad de la
actividad estatal.

La exigencia, y necesidad, de que se respete con extremo celo ese ámbito de


protección, descansa en el grado de injerencia que en el núcleo esencial de
importantes derechos fundamentales individuales puede hacer la jurisdicción, cuyas
decisiones los podrían limitar válidamente sólo si en el empleo de los medios e

43
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

instrumentos de que la dota la ley, exactamente los contenidos en el Código de


Procedimiento Penal, ha observado pleno respeto por ese haz de valores.

6. La jurisprudencia de la Corte tiene sentado que la aparente inercia, pasividad o


actitud expectante de quien cumple el papel de defensor técnico no son sinónimas de
dejación o abandono de los deberes inherentes al cargo, siempre que una posición de
esa naturaleza pueda asumirse como idónea estrategia defensiva de acuerdo con las
condiciones que emergen del proceso, de modo que sea razonable deducir que a
través de tal conducta se aspiraba a cosechar una situación favorable para el
procesado. Sólo bajo este supuesto puede asimilarse la tendencia pasiva del defensor
técnico como adecuada al artículo 29 constitucional, en cuya virtud se asegura la
defensa durante toda la instrucción y el juzgamiento a quien sea sindicado.

7. Tampoco podría argüirse que la situación más o menos comprometida del reo o el
ejercicio de la vertiente material de la defensa, purgan la ausencia de defensa técnica
o su ejecución protuberantemente defectuosa, por cuanto su cabal ejercicio
constituye natural contención a las arbitrariedades, puesto que la misión del abogado
que actúa como defensor, bien convencional, ora de oficio, conforme a las pautas
deónticas de la profesión, es la de proteger al pupilo frente a la actividad de la
jurisdicción, oponerse a los posibles desafueros, permanecer vigilante para evitar
cualquier conculcamiento y buscar su oportuna corrección.

Estas pautas han sido reiteradas en nutrida doctrina de la Sala y se han fijado, entre
otros, en fallos de 13 de junio de 2000 y 3 de diciembre de 2001, con ponencias de
quien ahora también funge como tal; así como en las de fechas 23 de noviembre de
1995, M.P. Ricardo Calvete Rangel; 26 de marzo de 1996, M.P. Carlos Mejía Escobar;
18 de septiembre de 1997, M.P. Fernando Arboleda Ripoll, y 3 de junio de 1998, M.P.
Dídimo Páez Velandia, entre otras.

No puede desconocerse, entonces, que los fallos se basaron en unos presupuestos


irregulares, por cuanto la falta de una debida defensa técnica y el craso
desconocimiento de las garantías debidas al procesado, tuvieron como fruto anómalo
la desidia en la recopilación de pruebas que habrían incidido provechosamente en la
suerte de aquél, así como el marginamiento del propósito de la investigación, cual es
el de establecer la verdad.

Debido a que la administración de justicia, actuante dentro de un Estado democrático


y social de derecho, debe cumplir con especial cuidado y celo los fines que le son
esenciales a ese Estado, especialmente el de garantizar la efectividad de los
principios, derechos y deberes, resulta inadmisible que sus garantes naturales, esto
es, los servidores judiciales, hayan obviado su deber más elemental: rodear de todas
las garantías a quien enfrenta un proceso penal, porque como se dijo, el bastión de la
legitimidad de las actuaciones es precisamente ese.

Como aparece evidente e insubsanable de otra manera la irregularidad, que se


traduce en el ostensible daño del derecho a la defensa del procesado (...), de
conformidad con el artículo 216 del Código de Procedimiento Penal, la Corte casará de
oficio la sentencia de segunda instancia, y decretará la nulidad de la actuación a
partir, inclusive, de la resolución fechada el 28 de diciembre de 1995, por medio de la
cual se declaró cerrada la instrucción, por presentarse la causal prevista en el artículo
306-3 del Código de Procedimiento Penal, dejando a salvo las pruebas allegadas
legalmente.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 11/07/2002
DECISION : Desestima, casa oficiosamente, decreta nulidad,
concede libertad provisional
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Villavicencio

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCESADO : REY ROJAS, JULIO CESAR


DELITOS : Homicidio
PROCESO : 13988
PUBLICADA : Si

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LIBERTAD PROVISIONAL-Peculado por apropiación/ REPARACION DEL


DAÑO/ DETENCION PREVENTIVA-Sustitución por la domiciliaria/ PECULADO
POR APROPIACION

1. Señala el artículo 368-8 del Código de Procedimiento Penal que el sindicado dentro
de un proceso por el delito de peculado tiene derecho a la libertad provisional
garantizada mediante caución prendaria, "siempre que la cesación del mal uso, la
reparación del daño o el reintegro de lo apropiado, perdido o extraviado, o su valor, y
la indemnización de los perjuicios causados, se haga antes de que se dicte sentencia
de primera instancia".

Tres son las condiciones que establece ese precepto para que el sindicado acceda al
derecho de la libertad provisional, concretamente frente a la especie de peculado que
se le imputa: a) que se reintegre lo apropiado; b) que se indemnice los perjuicios
causados, y c) que estos dos actos posdelictuales se concreten antes de que se
profiera sentencia de primera instancia.

2. La medida detentiva que le impuso el Fiscal General de la Nación al procesado


mediante la resolución del 20 de octubre de 1999, además del delito de peculado por
apropiación, comprendió, como ya se dijo, los de contrato sin cumplimiento de
requisitos legales esenciales, y falsedad ideológica en documento público.

El hecho de que cada uno de estos últimos delitos tenga previsto un mínimo de
prisión de 4 años, con lo que en apariencia se cumpliría el factor temporal a que se
refiere el citado artículo 38 del Código Penal (pena mínima legal de 5 años de prisión
o menos), no significa que se allane el camino para la pretendida sustitución, porque
la medida detentiva pervive también respecto del delito de peculado por apropiación,
cuyo mínimo de prisión es de 6 años, es decir, no cabría sustituir la detención
intramuros por la domiciliaria en este último evento, salvo que, hipotéticamente, se
desvirtúen los supuestos fácticos y probatorios que sirvieron de base para adoptarla
en relación con el aludido peculado por apropiación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Unica Instancia


FECHA : 12/07/2002
DECISION : Niega libertad provisional, no sustituye medida
de
aseguramiento por detención..
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : TOVAR HERRERA HUMBERTO
DELITOS : Peculado por apropiación, Celebración indebida
de
contratos, Falsedad ideológica en documento
público
PROCESO : 18654
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

RESOLUCION DE ACUSACION-Ejecutoria: Apelación/ ACCION DE REVISION-


Prescripción/ PRESCRIPCION-Se ejerce de oficio por parte del Estado/
DEBIDO PROCESO

1. La resolución de acusación adquirió ejecutoria el 20 de noviembre de 1992, y


como, tras resolver los recursos de apelación interpuestos, se produjo en sede de
segunda instancia, por mandato del artículo 197 del Decreto 2.700 de 1991, la misma
obtuvo firmeza el día en que fue suscrita por el funcionario correspondiente, esto es,
en la fecha de su emisión.

2. Asiste razón al demandante y a las partes que se pronunciaron sobre el particular,


porque, respecto de los delitos de falsedad, desde la ejecutoria de la resolución de
acusación transcurrió un lapso superior al máximo permitido por la ley, sin que la
sentencia de condena adquiriera firmeza.

En estas condiciones, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, al


pronunciarse el 2 de diciembre de 1998, ha debido declarar la prescripción de la
acción penal, con la consiguiente cesación de procedimiento, pues transcurrido el
lapso legal, la jurisdicción pierde su potestad investigativa y sancionadora y la única
actuación posible es la de reconocer el hecho y declararlo. Como no lo hizo y, por el
contrario, respecto de los atentados contra la fe pública, ratificó las condenas
impuestas, deviene como consecuencia lógica la ilegalidad de ese pronunciamiento,
debiéndose tener parcialmente sin valor para, en su lugar, declarar la prescripción y,
por contera, cesar el trámite seguido por los delitos de falsedad, decisión que se hace
extensiva a todos los acusados condenados en la misma situación.

La determinación que se adopta exige readecuar las sanciones impuestas, para lo


cual deben respetarse los criterios de dosificación de los fallos de instancia, toda vez
que no se hace ningún replanteamiento del juicio de responsabilidad.

3. La posición del apoderado de la parte civil, que postula por el rechazo de las
pretensiones en atención a que en el curso del proceso el sindicado no alegó en su
favor la prescripción, sin que pudiera declararse de oficio, como norma el artículo
2.513, que no el 2.514, del Código Civil, no es de buen recibo, por cuanto, contrario a
lo que sucede en el proceso civil, salvo algunas excepciones (la presente no es una de
ellas), la acción penal se ejerce de oficio por parte del Estado (artículo 24 del Código
de Procedimiento Penal de 1991), esto es, que su trámite y decisión se impone como
un deber de la jurisdicción, lo cual incluye declarar la extinción de la acción penal "en
los casos previstos en el Código Penal" (artículo 35) y precluir la investigación o cesar
el procedimiento, cuando, entre otras razones, aparezca plenamente demostrado que
"la actuación no puede proseguirse" (artículo 36). Por su parte, el Código Penal (de
1980), al que de manera expresa remiten las normas procesales, dentro del capítulo
"De la extinción de la acción y de la pena", trae las reglas ya aludidas respecto de la
forma en que opera la prescripción como una de la formas de finalizar aquella.

Finalmente, ni expresa ni tácitamente aparece que el sindicado hubiera renunciado al


término de prescripción, único evento que habilita al Estado para proseguir con la
investigación, según ordenan los artículos 80 del Decreto 100 de 1980 y 42 del 2.700
de 1991; por el contrario, instaurar la acción de revisión reclamando el instituto,
indica su manifiesto deseo de acogerse a ese derecho.

4. El argumento de que la decisión "no nació a la vida jurídica" como consecuencia de


la ilegalidad de las determinaciones sobre las lesiones a la fe pública, no resulta de
buen recibo. El proceso como es debido impedía emitir el fallo de casación sobre las
falsedades, dada la prescripción de la acción penal, pero lo propio no podía exigirse
en relación con el peculado, porque el 2 de diciembre de 1998, cuando la Sala se
pronunció, el lapso legal no se había cumplido. Así, para esta fecha se imponía
proferir sentencia de casación por el peculado y declarar la prescripción en cuanto a
las falsedades.

Este recuento del trámite, en cuanto a su "deber ser", que no se cumplió, pone de
presente que cuando de enmendar los yerros se trata, ello se impone única y
exclusivamente en relación con las irregularidades cometidas y como éstas versaron
sobre los atentados contra la fe pública, y jamás respecto de la lesión a la
administración pública, aquellas son las que deben ser corregidas y no ésta.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Acción de Revisión
FECHA : 12/07/2002
DECISION : Declara sin valor sent. de casación, declara
prescripción, redosifica pena, niega revisión
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
CONDENADO : BELTRAN GONZALEZ, XAVIER
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad material de
particular en doc. púb., Falsedad en documento
privado
PROCESO : 16588
PUBLICADA : Si

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COLISION DE COMPETENCIA-Ejecución de la sentencia/ EJECUCION DE LA


SENTENCIA-Ninguno de los dos colisionantes es competente/ EJECUCION DE
LA SENTENCIA-Juez competente

Cuando el sentenciado se encuentre en libertad, el funcionario competente para


conocer de la ejecución de la sentencia lo será el Juez de Ejecución de Penas y Medias
de Seguridad del lugar donde la misma se hubiese proferido. Y, de no despachar allí
un juez de dicha categoría y especialidad, opera la regla exceptiva de que dicha
función la ejerce el juez de instancia respectivo -Parágrafo transitorio del Art. 79 de la
Ley 600 de 2000-, que en el caso presente resulta ser el Juez Penal del Circuito de
Santander de Quilichao, Cauca.

Como se puede advertir, ninguna contradicción o antinomia existe entre estas dos
preceptivas, por el contrario, debidamente armonizadas, se complementan.

Ahora bien, la discusión planteada entre los Jueces de Ejecución de Penas y Medidas
de Seguridad de Buga y Popayán -en cuya posible solución ninguno de los dos
acierta-, en estricto sentido no configura una colisión de competencias de la manera
como la previene el Art. 93 del C. de P. Penal, empero la jurisprudencia de la Sala
viene admitiendo tratarlo como tal y asumir su definición, atendida la atribución que
el Art. 75-4 ibidem le discierne, dado que los juzgados trabados en el conflicto
pertenecen a distritos diferentes.

Reitérase, los jueces de instancia excepcionalmente ofician como jueces de ejecución


de penas y medidas de seguridad, esto es, cuando en el lugar donde deba ejecutarse
la sentencia no existe radicado funcionario de esta última categoría y especialidad,
pues cuando en el fallo no se dispone la ejecución de la pena, la regla general es que
el juez de ejecución de penas y medidas de seguridad del lugar donde se dictó la
sentencia, es el funcionario competente para ejercer su control y vigilancia.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Colisión de Competencia


FECHA : 16/07/2002
DECISION : Asigna cto. al Juzgado 2 P. C. de Santander de
Quilichao - Cauca
PROCEDENCIA : Juzgado de Ejec. de P. y M.
CIUDAD : Buga
CONDENADO : GIRALDO MOYA, JOHN JAIRO
DELITOS : Hurto, Porte ilegal de armas, Secuestro
PROCESO : 19574
PUBLICADA : Si

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ACTA DE FORMULACION DE CARGOS-Facultades del Juez/ TERMINACION


ANTICIPADA DEL PROCESO-Separación funcional entre fiscal y juez/
SENTENCIA ANTICIPADA/ CONGRUENCIA-Acusación y sentencia/
HOMICIDIO AGRAVADO-En estado de ira: Dosificación punitiva

1. No se discute que el Juez, en su condición de garante de la legalidad, está en la


obligación de realizar un control del acta de formulación anticipada de cargos en sus
aspectos formal y sustancial, para determinar si se ajusta a la ley, pero esta facultad
no puede ser ilimitada ni indefinida. La Corte ha dicho que su función, en estos casos,
debe circunscribirse básicamente a cuatro aspectos: (1) Determinar si el acta es
formalmente válida; (2) Establecer si la actuación es respetuosa de las garantías
fundamentales; (3) Verificar que los cargos no contraríen de manera manifiesta la
evidencia probatoria; y (4) Constatar que la adecuación que se hace de los hechos en
el derecho sea la correcta. También ha precisado que el procedimiento a seguir
cuando advierte que el acta no cumple estas condiciones, es la nulidad, para que el
fiscal repita la diligencia en los términos indicados por el Juez, y que una vez
corregidos los yerros, debe dictar sentencia de conformidad con los cargos (Cfr.
Casación de 12 de noviembre de 1998, Magistrado Ponente Dr. Calvete Rangel).

2. Los juzgadores no podían, so pretexto de ajustar la actuación del Fiscal a la ley,


formular objeciones al acta, propias de la audiencia especial, ni mucho menos frente
a la valoración probatoria. La jurisprudencia de la Corte ha sido enfática en sostener
que el Juez no es superior funcional del Fiscal, y que las simples diferencias de criterio
en la apreciación del conjunto probatorio no son motivo para desconocer el contenido
del acta de formulación anticipada de cargos, ni declarar su nulidad, puesto que
frente a discrepancias de esta naturaleza, se impone el criterio del Fiscal, así el Juez
disienta de sus apreciaciones con argumentos igualmente razonables (Cfr. Casación
de 24 de febrero del 2000, Magistrado Ponente Dr. Gómez Gallego, entre otras).

También ha sostenido que la posibilidad de hacer reparos al acta de formulación


anticipada de cargos por razones de orden probatorio, solo tiene cabida frente a
violaciones manifiestas de la evidencia probatoria, situación que no es la que se
presenta en el caso objeto de estudio, dado que las consideraciones del Fiscal se
sustentan también en elementos de pruebas legítimamente incorporados al proces

3. En conclusión, se tiene que a los juzgadores no les era dado apartarse del
contenido del acta del formulación y aceptación de cargos, por no existir motivos
legales para ello. Y que al dictar sentencia, en la forma como lo hicieron, es decir,
desconociendo la atenuante de la ira e intenso dolor, contravinieron el principio de
congruencia, de acuerdo con el cual la sentencia debe guardar adecuada relación de
conformidad con la resolución de acusación, a la cual se equipara por mandato legal
la referida acta (artículo 37 B, numeral 2º ejusdem), incurriendo en la causal segunda
de casación.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

4. El máximo para el delito de homicidio agravado en estado de ira no puede ser


mayor de la mitad del máximo, ni menor de la sexta parte del mínimo de la pena
prevista para el delito respectivo. El homicidio agravado (artículo 104 del Código
Penal), prevé un máximo de pena de 40 años, y un mínimo de pena de 25 años. Por
consiguiente, si se ajustan los límites punitivos a lo dispuesto en el artículo 57
ejusdem, se concluye que el máximo para el delito de homicidio en estado de ira no
puede ser superior a veinte años (mitad de 40), ni menor de cincuenta meses (sexta
parte de 25 años).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 16/07/2002
DECISION : Casa parcialmente, reconoce estado de ira,
redosifica
pena, ordena libertad ....
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : RIVERA GUZMAN, JOSE ARCESIO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 14862
PUBLICADA : Si

Salvamento de Voto DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL


Salvamento de Voto DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS
Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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CAMBIO DE RADICACION-Dilaciones en la celebración de la audiencia/


AUDIENCIA PUBLICA/ CAMBIO DE RADICACION-Orden público/ CAMBIO
DE RADICACION-Traslado de recluso

La solicitud del apoderado del señor (...) debe ser resuelta negativamente, pues la
situación de hecho planteada por él no se ajusta a ninguna de las causales contenidas
en el artículo 85 del Código de Procedimiento Penal para ordenar el cambio de
radicación del proceso. Así lo ha señalado la Corte en ocasiones anteriores:

"Las dificultades asociadas al traslado de reclusos para la celebración de la audiencia


pública o cualquier otra diligencia en la fase del juicio no corresponden en principio,
en condiciones normales, a ninguna de las hipótesis del artículo 83 [85 del actual] del
Código de Procedimiento Penal, en consideración a que se trata de problemas
aparejados a la administración carcelaria".*
...

Sin embargo en esa misma decisión se reconoció, con fundamento en otro


antecedente, que "(...) frente a situaciones de dificultad extrema en la movilización
del detenido que incidan en forma definitiva en la imposibilidad de finalizar la
actuación dentro de los términos legales previstos para ello, [...] es viable el cambio
de radicación como forma de protección del debido proceso, a pesar de que la
circunstancia en sí misma no ponga en entredicho ni la imparcialidad ni la
independencia del Juzgador". Por eso en la petición de cambio de radicación que se
resolvió mediante providencia del 2 de junio de 1998**, se autorizó el traslado de la
actuación, luego de comprobarse que el riesgo era real. La audiencia pública se había
aplazado en 26 ocasiones. En una oportunidad en que se trasladaba a uno de los
procesados hacía el Juzgado, éste se fugó con la ayuda de terceros que en la acción
asesinaron a uno de los guardianes que lo transportaban. En otras 2 ocasiones se
cancelaron operativos de traslado ante informes de inteligencia de planes de fuga
preparados y en marcha, tanto en el aeropuerto como en el trayecto hacia el Juzgado.
Era en fin, perfectamente constatable un riesgo real. Sobre esa base es que se
autorizó en aquella ocasión el cambio de radicación.
...

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

La situación de orden público que existe en el país como razón que el señor defensor
del acusado indica para justificar la falta del traslado de su representado a la
diligencia judicial, aunque es públicamente conocida, no puede fundar el cambio de
radicación solicitado. La alteración, permanente o esporádica, del orden público en el
país es, lamentablemente, una circunstancia generalizada. Pero esa misma
generalidad debe determinar a las autoridades del Estado a la realización de sus fines
conforme a las dificultades que semejante situación conlleva. Ese conocimiento del
riesgo es justamente el que impone la racionalidad de las acciones para reducir sus
efectos. No se exige de las autoridades del Estado posiciones irrazonablemente
temerarias - heroicas - sino un adecuado acompasamiento entre el riesgo y el deber,
para que aquel no sea la excusa del incumplimiento de este.

La administración de justicia como valor esencial del sistema democrático que toda la
sociedad colombiana ha convenido en darse a través de su Constitución Política no
puede subordinarse como servicio público a voluntades particulares o a la percepción
de desorden público que un sujeto procesal tenga de determinada región del país.
Dentro de ese contexto, la afirmación de un sujeto procesal - el defensor - sobre una
afectación general del orden público no puede servir de fundamento para que la Corte
ordene un cambio de radicación. Es necesario que se le entreguen a la Corporación
los elementos probatorios que demuestren la incidencia concreta de esa supuesta
situación irregular en el trámite procesal. Eso no ocurre aquí. Por ello no se accederá
a la petición de cambio de radicación.
...

El INPEC no debe disponer de los sitios de reclusión al arbitrio de sus funcionarios de


turno, sino que en materia de detenidos preventivamente, como en este caso, la regla
general es el mantenimiento del interno en el lugar donde se siga la actuación
judicial. Pero si por razones de seguridad, sanidad o descongestión debe trasladar
algún detenido, debe hacerse al lugar donde se genere el menor traumatismo a la
actuación judicial. Esa es la única forma de armonizar las funciones separadas del
INPEC y de la Rama Judicial para el cumplimiento de los fines del Estado en materia
de administración de justicia (artículo 113 del la Constitución Política).

Tal conclusión resulta aún más necesaria cuando se aprecia que todas las normas que
trataban de las reglas de internamiento de los procesados en el Código de
Procedimiento Penal de 1991 (artículos 400 y siguientes) fueron excluidas por el
Código vigente. De esa manera las referencias normativas actuales sobre el punto
son únicamente las del Código Penitenciario y Carcelario.

Ahí, en el artículo 74, ordinal 2°, se indica que "el funcionario de conocimiento"
puede hacer la solicitud de traslado de un interno, en la forma y términos que lo
señala el parágrafo del artículo 75 del mismo Código. Esa es una opción de la que
tampoco aparece constancia que se haya explorado.

De otra parte, si el Juez tiene la percepción de que el traslado del detenido necesario
para la realización de la audiencia pública no se hace por razones que escapan a la
racionalidad y se inscriben en la arbitrariedad atribuible al Funcionario del INPEC que
deba cumplir ese deber, debe poner el hecho en conocimiento de las autoridades
competentes para las sanciones disciplinarias a que haya lugar. O, penales, si logra
determinarse que hay alguna connivencia para, por ejemplo, obligar por vencimiento
de término a la concesión de la libertad del acusado.

________________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal; Auto de cambio de radicación del 30 de
mayo de 2001. Radicación No. 18.334; Magistrado Ponente: Carlos Eduardo Mejía Escobar
** Radicación 14.506; Magistrado Ponente: Carlos Eduardo Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Cambio de Radicación
FECHA : 16/07/2002
DECISION : No accede al cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado P.C.
CIUDAD : Aguachica - Cesar
PROCESADO : VILLAREAL TORRES, ROBERTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio
PROCESO : 19589

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PUBLICADA : Si

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REDENCION DE PENA-Actividades literarias: Lectura

El artículo 99 de la citada ley 65 de 1993, en concordancia con el artículo 3° de la


Resolución 2376 de 1997 del Inpec, exige para el reconocimiento de las actividades
literarias como factor de redención de pena, que se analice la relación de la
respectiva actividad con la capacitación profesional del interno; su contenido
científico, académico o valor artístico de la obra, la utilidad o propósito perseguido, la
metodología, programación, disciplina y tiempo necesario para su ejecución, sin que
exista constancia sobre todos estos aspectos.

Esta Sala, sin desconocer las ventajas de la lectura en los centros de reclusión, señaló
sobre la misma, en auto de fecha 28 de agosto de 1997, siendo ponente el Magistrado
Carlos Eduardo Mejía Escobar, radicación única instancia 12.786:

"Sin embargo, ese estímulo y promoción del ejercicio de la lectura debe entenderse
no como estudio propiamente dicho sino como actividad de entretenimiento para
distraer las horas ociosas que abundan en la vida de los internos. Máxime cuando no
es posible que todos los presos trabajen o estudien durante todo el tiempo y de
manera simultánea, pues los medios para realizar tales labores suelen ser menores
que el número de personas que integran la población carcelaria.

... Finalmente se tiene, el mandato del artículo 83 en el que se consagra la posibilidad


de que los internos incapacitados para trabajar, por su edad o condición física,
descuenten pena a través de la instrucción o la enseñanza, donde no se menciona la
lectura como actividad autónoma."

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Auto Unica Instancia


FECHA : 16/07/2002
DECISION : Reconoce redención, niega otra, no concede
libertad
condicional
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
CONDENADO : GOMEZ HERMIDA, JOSE ANTONIO
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad en
documento privado
PROCESO : 13702
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Dinamarca/ EXTRADICION-Prueba/ PRUEBA-Conducencia y


pertinencia/ EXTRADICION-Prueba-Legalidad del trámite del proceso en el
país requirente

1. Habiéndose determinado por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores la


inexistencia de tratado de extradición aplicable entre Colombia y Dinamarca, son los
preceptos pertinentes del Código de Procedimiento Penal, los aplicables al presente
caso.

2. En el trámite de extradición ordenará la práctica de las pruebas solicitadas que


considere indispensables para emitir el concepto a que está obligada, esto es, que
estén dirigidas a consolidar o enervar los elementos que lo fundamentan, como son,

51
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

la validez formal de la documentación presentada, la demostración cabal de la


identidad del solicitado, el principio de la doble incriminación y, cuando fuere el caso,
el cumplimiento de los tratados públicos.

De modo que, en materia de aducción y práctica de pruebas, se rige por las reglas
generales que establecen la admisibilidad por razón de su conducencia según el
derecho procesal penal, como se ha venido resolviendo por la Colegiatura, lo que
significa que serán inadmitidos los medios de prueba que no conduzcan a evidenciar
o a enervar los fundamentos del concepto o los que versen sobre hechos
notoriamente impertinentes y los manifiestamente superfluos.

De este modo, para que la Sala pueda desempeñarse en el juicio de conducencia y


pertinencia, el peticionario deberá señalar de manera clara la relación que tengan con
los fundamentos del concepto y los aspectos en que finca su petición.

3. En el trámite que le corresponde con ocasión a la solicitud de extradición, no se


alberga la posibilidad de realizar debates en torno a la validez o mérito a la prueba
recaudada por las autoridades extranjeras sobre el punto que interesa al libelista (el
lugar de su realización y el grado de participación), pues tales aspectos corresponden
a la órbita exclusiva y excluyente de las autoridades del país que eleva la solicitud, y
su postulación debe hacerse al interior del respectivo proceso con el ejercicio de los
recursos e instrumentos que contemple la legislación del Estado requirente.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Auto Extradición
FECHA : 16/07/2002
DECISION : Niega las pruebas solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Dinamarca
REQUERIDO : VILLEGAS GARAVITO, POUL DIGE BETANCOURT
PROCESO : 18822
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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EXTRADICION-Prueba/ EXTRADICION-Validez formal de la documentación/


EXTRADICION-Captura/ EXTRADICION-No privación de la libertad/
EXTRADICION-Proceso en Colombia/ EXTRADICION-Equivalencia de la
acusación/ EXTRADICION-Estados Unidos: Inexistencia de convenio aplicable/
EXTRADICION-Naturaleza del instrumento/ PRUEBA

1. La Corte ordenará la realización de las pruebas solicitadas que a su juicio estime


indispensables para emitir el concepto a que está obligada, esto es, que estén
dirigidas a consolidar o degradar los elementos que lo fundamentan, como son, la
validez formal de la documentación presentada, la demostración cabal de la identidad
del solicitado, el principio de la doble incriminación y, cuando fuere el caso, el
cumplimiento de los tratados públicos.

De modo que, en materia de aducción y práctica de pruebas en el trámite especial


que se origina con la solicitud de extradición, se rige por las reglas generales que
establecen la admisibilidad por razón de su conducencia según el derecho procesal
penal, como se ha venido resolviendo por la Colegiatura, lo que significa que serán
inadmitidos los medios de prueba que no conduzcan a evidenciar o a enervar los
fundamentos del concepto o los que versen sobre hechos notoriamente impertinentes
y los manifiestamente superfluos.

2. Alude únicamente a la forma de presentación de la demanda y sus anexos


relacionados en el artículo 513 del Código de Procedimiento Penal, como son copia o
transcripción auténtica de la sentencia, la resolución de acusación o su equivalente,
indicación exacta de los actos que originaron la solicitud y del lugar y la fecha en que
fueron ejecutados, los datos que se posean y que sirvan para determinar la identidad

52
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

de la persona reclamada y copia de las disposiciones penales aplicables al caso, los


cuales militan en la actuación, como que, integran la documentación que en su
debida oportunidad fue aportada por el país requirente.

3. El Código de Procedimiento Penal, reguló de manera independiente la captura del


requerido en extradición, cuyo procedimiento se cumple de acuerdo con los términos
de los artículos 524 y 528, siendo indiferente para la Corte al momento de emitir el
concepto que el solicitado se encuentre o no privado de su libertad.

4. Igualmente se rechazará la prueba solicitada por la señora Procuradora 4ª


Delegada para la Casación Penal, en los mismos términos en que la Corte ha
despachado solicitudes similares:

"no le corresponde a la Corte entrar a establecer si en Colombia se adelantan otros


procesos adversos al solicitado, ni, por lo mismo, establecer si entre ellos y el proceso
por el cual es requerido en extradición se dan motivos de conexidad. Si de alguna
manera la solicitud pretende acreditar que las autoridades nacionales siguen algún
proceso penal en contra del señor (…), es evidente que esa aspiración desborda los
fines del trámite que ante la Corte se impulsa, pues si alguna consecuencia puede
derivar de esa información la competencia y oportunidad de valorarla conciernen al
Ministerio de Justicia en los supuestos que indica el artículo 560 del Código de
Procedimiento Penal (anterior) lo que devela la improcedencia de su pedimento en
esta sede.

Y si lo que se busca es controvertir la eventualidad de que por unos mismos hechos


tanto en Colombia como en el exterior se adelanten dos procesos, tampoco ese hecho
es tema del trámite de extradición, pues de ninguna manera podría la Corte calificar
el acierto o validez del procedimiento cumplido por el Estado requirente, ante el cual
tiene el implicado la posibilidad de defenderse, ni, como queda dicho, entrar a
interferir en los procesos que las autoridades nacionales tuvieran bajo su
competencia. *"

5. Para la emisión del concepto por parte de la Corte, la legislación interna sólo exige
la copia o la transcripción auténtica de la sentencia, la resolución de acusación o su
equivalente, luego el cumplimiento de este requisito se logra con el cotejo del texto
de la providencia proferida en el exterior con los preceptos de la ley colombiana,
orientada a establecer su "equivalencia" de acuerdo a la naturaleza de los procesos
en uno y otro país.

6.Está definido por el Ministerio de Relaciones Exteriores que por no existir tratado de
extradición entre los dos países el trámite se debe gobernar por las normas del
Código de Procedimiento Penal, asoma, entonces, superfluo pedirle certifique cuáles
tratados internacionales de extradición entre Estados Unidos de Norteamérica y
Colombia están vigentes a nivel internacional y cuales no.

7. La extradición es un instrumento de cooperación internacional que parte del


supuesto de soberanía tanto del Estado requirente como del requerido, cuya
expresión más elocuente es la administración de justicia a través de la cual por
intermedio de sus Magistrados y Jueces ejercen la soberanía al interior de su territorio,
sancionando a los infractores con la imposición de las penas a que haya lugar y, en
todo caso, resolviendo los asuntos conforme a su sistema judicial.
_______________________
* C. S. de J. M.P. Dr. TORRES FRESNEDA, Juan Manuel, auto agosto 17 de 1995

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Auto Extradición
FECHA : 16/07/2002
DECISION : Niega pruebas solicitadas, ordena devolver
escrito
presentado por el defensor
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : GARCIA LOZANO, JAIRO
PROCESO : 17563
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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PROVIDENCIAS-No hay irregularidad por falta firma de un Magistrado/


EXTRADICION-Documentos anexos/ EXTRADICION-Autorización exámenes

1. No hay irregularidad alguna que subsanar, pues la falta de firma de un Magistrado


en la providencia mencionada significa que no estuvo presente, por razón
debidamente justificada, al tomarse y suscribirse la decisión, la cual se entiende
adoptada por los integrantes de la Sala que la analizaron, aprobaron y firmaron, con
suficiente quórum deliberatorio y decisorio, sin que ninguno hubiese salvado voto,
menos quien estuvo ausente, como parece suponer el impugnante.

2. Se recuerda que "tampoco le corresponde a la Corte hacer pronunciamientos sobre


la validez y mérito de las pruebas fundamentales de la acusación, cuya valoración
incumbe a las autoridades judiciales del país requirente, que debe aportar
únicamente copia auténtica de la sentencia o resolución de acusación, con indicación
de los hechos, tiempo y lugar de su ejecución, los datos necesarios para la plena
identificación de la persona solicitada y copia auténtica de las disposiciones penales
aplicables al caso, conforme lo dispuesto por el artículo 513 de la Ley 600 de 200, de
modo que no hay razón para solicitar copias de documentos, testimonios y demás
pruebas de cargo que forman parte del proceso, o exigir la identidad de los testigos"
(f. 77 cd. Corte).

3. Con relación a los exámenes médico y psiquiátrico solicitados, no hay razón para
insistir en que sea la Corte la encargada de ordenarlos, pues habiéndose precisado en
el auto recurrido que no guardan relación alguna con el concepto que debe emitir, "le
corresponde a las autoridades carcelarias decidir si los autorizan, en caso que sean
necesarios para el cabal cumplimiento del deber que tienen de velar por la vida, salud
e integridad del detenido con fines de extradición, y al Gobierno, si es de su parecer,
considerar la incidencia de los resultados", la solicitud debe dirigirse a quienes estén
en posición de atender tales garantías.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Auto Extradición
FECHA : 16/07/2002
DECISION : No repone auto que negó unas pruebas, deja a
disposición el expediente en secretaria
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : ALVARADO ALZATE, JORGE HUMBERTO
PROCESO : 19183
PUBLICADA : Si

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DETENCION PREVENTIVA-Procedencia/ DETENCION DOMICILIARIA/


DETENCION PREVENTIVA-No se puede sustituir por la domiciliaria/ MEDIDA
DE ASEGURAMIENTO (Aclaración de voto)

Es cierto que la Corte Constitucional mediante sentencia C -774/01, declaró la


exequibilidad condicionada del artículo 363 del Código de Procedimiento Penal, sin
embargo, de allí no puede colegirse que la institución de la detención preventiva
desapareció.

Por el contrario, se ratificó su procedencia, acorde con los nuevos valores


constitucionales, siempre y cuando el funcionario judicial no solamente verifique que
se reúnen los requisitos señalados en la ley para su operancia (artículos 356 y 357 del
C, de P. P.), sino que también establezca, bajo un pronóstico racional, proporcional y,

54
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

especialmente, motivado, que se cumplen los fines y objetivos de la misma, es decir,


que el procesado comparecerá en cualquier tiempo al proceso, bien sea para la
instrucción, el juzgamiento o la ejecución de la pena, que preservará la prueba, esto
es, no ocultará, destruirá o deformará elementos relevantes para el proceso o
entorpecerá su aducción, y que no colocará en peligro a la comunidad.
...

Las circunstancias de que el procesado se haya presentado voluntariamente, no


habiendo sido necesaria la orden de captura para que compareciera, y de que haya
cumplido con las obligaciones y deberes de la detención domiciliaria, lo único que
puede inferirse es que posiblemente comparecerá al proceso y a la eventual
ejecución de la pena privativa de la libertad, es decir, que ese fin de la detención
preventiva no se cumple.

Sin embargo, la labor del funcionario judicial no puede quedarse allí, sino que es
preciso evaluar los demás fines, en orden a establecer si se cumplirían o no, bastando
que uno solo de ellos justifique la detención, para que se profiera.

Y es precisamente la protección a la comunidad, señalada en el artículo 3° del Código


de Procedimiento Penal, que es norma rectora y, como tal, prevalente e informadora
del resto del ordenamiento jurídico-procesal, la que permite afirmar que se hace
indispensable la detención intramural, entendiendo el amparo no únicamente en el
ámbito de la prevención especial sino de la general.
...

Desde el punto de vista de la prevención general, la sociedad debe quedar notificada


que la comisión de ciertos comportamientos, dada su particular gravedad, merecen
ser tratados de manera drástica, no sólo para fortalecer su confianza en la
prevalencia del derecho, desarrollar su actitud de respeto al ordenamiento jurídico y
satisfacer su conciencia jurídica, sino porque un tratamiento benigno le llevaría el
mensaje de que no hay proporcionalidad entre la lesión del bien jurídico y sus
consecuencias penales, esto es, que no hay justicia, con una sensación de apertura a
la impunidad, lo que estimularía a otros a seguir el mal ejemplo, pues tendrían la
expectativa de que de ser descubiertos serían tratados en forma benévola y con
preferencia.

No sobra advertir que a partir del proferimiento de la sentencia de constitucionalidad


C-774/01, mencionada, ni en este ni en ningún otro caso resulta lógico ni procedente
sustituir la detención preventiva por la domiciliaria, pues esta figura perdió su razón
de ser, conclusión que emerge de la consideración de los fines buscados por el
legislador al consagrar uno y otro instituto. En efecto, si los elementos de convicción
que obran en el diligenciamiento permiten pronosticar que el procesado no va a eludir
su comparecencia al proceso y al cumplimiento de la pena, ni obstaculizará la
actividad probatoria, ni pondrá en peligro a la comunidad, lo procedente no será
proferir medida de detención y sustituirla por la domiciliaria, sino no imponer aquélla.
En otros términos, si se reúnen los requisitos formales y sustanciales exigidas para la
detención preventiva (artículos 356 y 357 del C. de P. P.), pero no se cumplen los fines
y objetivos constitucional y legalmente señalados para su procedencia (artículos 3° y
355, ibidem), esto es, si los presupuestos requeridos para abstenerse de decretarla
son los mismos que se necesitan para cambiarla por la domiciliaria (artículo 38 del C.
P.), lo lógico, coherente y jurídico será no dictarla o revocar la que estuviere vigente.

En síntesis, la única medida de aseguramiento imponible en la actual legislación es la


detención intramural, como quiera que si el administrador de justicia concluye que se
llenan las exigencias para reemplazarla por la domiciliaria, también deberá colegir
que no puede proferir aquélla o que debe revocar la dictada.

MEDIDA DE ASEGURAMIENTO (Aclaración de voto)


DR. Fernando E. Arboleda Ripoll

Como en otras ocasiones lo he expuesto, no me parece plausible que se confundan


los fines de la medida de aseguramiento con los que corresponden a la pena, y que
termine aquella fundamentándose en éstos.

No prohijo, en consecuencia, la interpretación según la cual la protección de la


comunidad como fin de la medida cautelar se corresponde con los fines de prevención

55
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

especial o general de la pena. Contrariamente, la racionalidad instrumental de la


medida cautelar en el marco de la investigación, y la interpretación que de ella hace
la jurisprudencia constitucional (C-774/01), llevan a entender que esa protección se
refiere al hecho por el cual se adelanta el proceso, en el entendimiento que el
infractor no continúe delinquiendo; es decir, cometiendo el delito a pesar de la
intervención judicial.

Hacer derivar la imposición de la medida de fundamentos y juicios de pronóstico en


función del cumplimiento de los fines de la pena, contraviene, me parece, claros
principios de operancia en la persecución y el juzgamiento criminal.

Ahora bien; para el caso creo pertinente la revocatoria por la que opta la decisión
motivo de esta aclaración de voto, fundada en razones provinentes de la relación del
procesado con los medios de prueba y con su potencial evasión del proceso, por lo
que la imposición y mantenimiento de la medida cautelar que en su contra ha sido
decretada, se amerita.

MEDIDA DE ASEGURAMIENTO (Aclaración de voto)


DR. Carlos Eduardo Mejía Escobar

La razón por la cual me veo obligado a precisar mi voto radica en que no comparto
con la Sala, como es bien sabido conforme a pronunciamientos anteriores, la tesis de
implicar dentro del concepto de protección a la comunidad, criterios de prevención
general.

He considerado que la decisión de la Corte Constitucional 774 de 2001, sobre el


alcance y la condiciones de exequibilidad del artículo 363 del C.P.P. no solamente no
llega hasta allí, sino que se opone a ello. Realmente los fines y objetivos de una
institución procesal como la detención preventiva no pueden desbordar el ámbito del
proceso para terminar siendo los mismos que los de la pena. Más aún cuando el
régimen de detención no se construye sobre razones de justicia y fundamentos de
certeza sino sobre criterios de política y fundamentos de probabilidad.

Otra cosa es que el legislador desde hace mucho tiempo haya terminado por
reconocer el tiempo de detención como parte cumplida de la pena. Pero ese no es un
motivo, una razón suficiente, para hacer de la detención una anticipación de la pena
ni para confundirla con ella, ni para que produzca finalidades propias de ella.

Si no existen motivos que justifiquen la detención frente a las necesidades del


proceso (aseguramiento de la prueba, comparencia al trámite y a la ejecución de la
pena, probabilidad de comisión de delitos) la privación cautelar de la libertad deja de
ser preventiva y se convierte en un fin al que legítimamente no se puede aspirar sino
como consecuencia de la terminación del proceso y de la ejecutoria de la sentencia.

En este caso que ahora se decide creo que los motivos de prevención especial
justificaban la detención y ellos bastaban para sostener la medida.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Segunda Instancia


FECHA : 16/07/2002
DECISION : Revoca decisión, libra orden de captura,........
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : ESCOBAR CARDONA, MIGUEL ANGEL
DELITOS : Concusión
PROCESO : 19659
PUBLICADA : Si

Aclaración de voto DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR


Aclaración de voto DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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NOTIFICACION PERSONAL/ EJECUTORIA-De las providencias judiciales/


NOTIFICACION POR COMISIONADO/ APELACION-Sustentación/
RECURSOS-Desistimiento

1. El artículo 188 del Decreto 2700 de 1991, bajo cuyo imperio se realizaron los actos
mencionados, establece que "las notificaciones al sindicado que se encuentre
privado de la libertad y al Ministerio Público se harán en forma personal." Esta
preceptiva, en punto de la resolución que ordena el cierre de instrucción, se armoniza
con la contenida en el artículo 438 del derogado Código de Procedimiento Penal,
modificado por el 56 de la Ley 81 de 1993, cuyo inciso 2° dispone que tal providencia
se notificará personalmente.

2. De conformidad con el artículo 197 del anterior Código de Procedimiento Penal, las
providencias quedan ejecutoriadas tres días después de notificadas, y como la
ejecutoria es una condición para que empiece a correr el término de traslado a las
partes para que aleguen de conclusión, según el citado artículo 438 ibídem.

3. La ley procesal penal no dilata o extiende los términos de ejecutoria de las


providencias susceptibles de notificación, por el hecho de que ésta se agote a través
de funcionario comisionado, como para considerar que sólo cuando se recibe el
correspondiente diligenciamiento empieza a surtir los efectos procesales el acto de
comunicación realizado de esa manera.

Aceptar esta singular teoría, entendible apenas como útil para la exposición
argumentativa de la casacionista, significa que el desarrollo del proceso queda
sometido a circunstancias y avatares que escapan por completo al control del director
del proceso.

Son los sujetos procesales quienes tienen la carga de vigilar y controlar el transcurso
de los términos, para decidir la maniobra que consideren conveniente, ya que es la
ley la que señala con suma claridad el momento en que empiezan a correr y cuando
fenecen. De tal manera que si la notificación personal al defensor se produjo el 23 de
noviembre, debía atenerse al claro señalamiento de los artículos 197 y 438 del Código
de Procedimiento Penal de 1991, puesto que las consecuencias que se desprenden de
estas normas operan ipso jure, por ministerio de la ley, como lo sostuvo esta
Corporación en providencia del 1° de noviembre de 2001, con ponencia del
Magistrado Fernando Arboleda Ripoll (radicación N° 17.482).

4. De acuerdo con el claro tenor del artículo 196 del Decreto 2700 de 1991, defensor y
procesado interpusieron de manera oportuna el recurso de apelación, en cuanto esa
norma señalaba que desde la fecha de la providencia hasta cuando hayan
transcurrido tres días contados a partir de la última notificación, podía interponerse
los recursos ordinarios.

El artículo 196 A ibídem, regulaba la forma de sustentar el recurso de apelación,


cuando, como en este caso, se interponía como único, al señalar que vencido el
término para recurrir, el expediente se dejaba a disposición de los apelantes por el
término de cinco días para la sustentación respectiva, vencido el cual, debía correr
otro traslado por seis días a los no recurrentes.

5. Renunciar o desistir de los recursos planteados es perfectamente válido, si se hace


antes de que el funcionario respectivo los decida, como lo preveía el artículo 212 del
anterior Código de Procedimiento Penal; pero el hecho de que inadvertidamente el
sujeto procesal que en un comienzo postula apelación, luego reformule reposición y
apelación, no significa fatalmente que está renunciando al primero.

La situación debe mirarse de cara a la oportunidad en que se plantean. En este


evento, sin duda el recurso de reposición fue intentado de manera extemporánea,
puesto que hasta el 16 de enero era posible postularlo, según el artículo 200 del
Código de Procedimiento Penal de 1991. Si se hizo el siguiente 17, acompañado de la
subsidiaria apelación, que pervivía como mecanismo impugnatorio en la actividad

57
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

defensiva del togado, bastaba con no dársele trámite a la reposición por presentarse
fuera de término y continuar el debido a la apelación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : RAMOS GOMEZ, ANGEL GIOVANNY
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 13995
PUBLICADA : Si

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ERROR DE DERECHO-Falso juicio de legalidad/ FALSO JUICIO DE


LEGALIDAD/ TESTIMONIO-Identificación/ RECONOCIMIENTO EN FILA DE
PERSONAS-Parte integrante del testimonio/ INTERDICCION DE DERECHOS
Y FUNCIONES PUBLICAS/ EJECUTORIA-Providencia que resuelve la casación

1. El falso juicio de legalidad tiene que ver con el proceso de formación de la prueba,
frente a las normas que regulan la manera legítima de producción e incorporación y la
observancia de los presupuestos y formalidades exigidas para cada medio de
comprobación. Así, como ha señalado la Sala, (v. gr. sentencia febrero 27 de 2001,
rad. 15.402, M. P. Fernando E. Arboleda Ripoll), "gira alrededor de la validez jurídica
de la prueba, o lo que es igual, de su existencia jurídica (concepto que no debe ser
equiparado con el de existencia material) y suele manifestarse de dos maneras: a)
cuando el juzgador, al apreciar una determinada prueba, le otorga validez jurídica
porque considera que cumple las exigencias formales de producción, sin llenarlas
(aspecto positivo); y, b) cuando se la niega, porque considera que no las reúne,
cumpliéndolas (aspecto negativo)."

2. La ley ciertamente determina que "presente e identificado el testigo" (arts. 292-1 D.


2700/1991; 276-1 L.600/2000; 227 inciso 2° C. de P. C.), lo cual ha de verificar
cuidadosamente el funcionario, para asegurarse que la persona que testifica es la
indicada. Pero no encuentra la Sala que se hubiera incurrido en la irregularidad a que
alude el demandante, por no portar quien declaró la cédula de identidad, sino sólo un
comprobante de la Registraduría, pues ni los testigos que no tengan consigo el
documento de identificación están exentos del deber de declarar, ni la justicia ha de
prescindir del allegamiento de un medio de prueba por una situación formal
semejante.

3. En cuanto al reconocimiento sobre (...) por (...) el 1° de febrero de 1994, no se


preguntó a éste, en esa diligencia, si conocía al inculpado o si con anterioridad lo
había visto, pero sí se le pidió describirlo y así lo hizo (fs. 39 y 40 ib.). En este punto,
ha de recordarse lo que tiene establecido la jurisprudencia, entre otras
determinaciones en casación 9.605, fallo de mayo 15 de 1996, con ponencia de quien
aquí cumple igual cometido:

"El reconocimiento en fila de personas no es prueba autónoma sino complemento o


parte integrante del testimonio incriminatorio. Tanto es así, que la propia ley manda
que en lo posible haga parte de éste (art. 368 C. de P. P.), de modo que su valoración
no puede desligarse de la inicial declaración del testigo que incrimina."

4. Siendo evidente el desacierto del a quo al imponer dicha sanción "por el mismo
término de la pena principal", para preservar el principio de legalidad de la pena debe
la Sala de Casación Penal utilizar su facultad oficiosa (art. 228 C. de P. P. anterior, 216
actual) y así ajustará esa pena accesoria a dicha duración máxima, disminución que
igualmente beneficiará a (...), aunque no haya impugnado el fallo (art. 243 C. de P. P.
anterior, 229 actual).

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

5. Como la modificación oficiosa que da lugar a notificación, no representa sustitución


del fallo contra el cual está dirigida la demanda, esta providencia queda ejecutoriada
el día que se suscribe (art. 187 L. 600 de 2000, anteriormente art. 197 D. 2700 de
1991) y no admite recurso alguno, además de no ser las sentencias susceptibles de
reposición, única impugnación que puede intentarse frente a pronunciamientos del
máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosamente respecto
a
pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : PANA IGUARAN, ROBIN RONALDO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11766
PUBLICADA : Si

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TARIFA LEGAL/ SANA CRITICA/ FALSO JUICIO DE CONVICCION/
CASACION-Sentencia de segunda instancia/ HOMICIDIO-Ley 40 de 1993/
LEGALIDAD DE LA PENA

El estatuto procesal penal anterior (Decreto 2700 de 1991, artículo 254) como el
actual (Ley 600 de 2000, artículo 238) no acogen el sistema de valoración probatoria
denominado de "tarifa legal". Le otorga al juez la facultad de apreciar las pruebas "en
conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica". Como excepción, el legislador
colombiano, por ejemplo, en el segundo inciso del artículo 247 del Decreto 2700 de
1991, o en el aparte final del artículo 314 de la Ley 600 de 2000, determinó qué
diligencias no tienen capacidad probatoria suficiente para adoptar decisiones que
comprometan penalmente al procesado. Pero no es la regla, como debía saberlo el
recurrente.

El falso juicio de convicción se produce cuando el juzgador le concede al medio


probatorio un valor que la ley no le asigna, o le niega el mérito que expresamente se
ha dispuesto en ella. En consecuencia sólo se da cuando se trata de medios de
convicción sometidos en su valoración al método de la tarifa legal, desconociéndose
el precepto que regula su eficacia probatoria, por eso el yerro es de derecho y no de
hecho.
...

Si, por principio, las sentencias de segunda instancia se dictan luego de un extenso e
intenso proceso, signado por constantes juicios de verificación, comprobación,
connotación, todo ello a la par de un permanente ejercicio de la contradicción, es
comprensible que se les otorgue presunción de acierto y legalidad. Por contera, si por
cualquiera de los sujetos procesales se pretendiera desvirtuarla, por errores de juicio
(in judicando) o de procedimiento (in procedendo), dada la eventual falibilidad de los
jueces, entonces tiene que surgir un procedimiento especialísimo para acusar de tales
errores al fallo, convirtiéndolo en el objeto del recurso, sin pretender repetir lo ya
alegado en las instancias ni aspirar a una nueva revisión del caso que fue objeto de
juzgamiento.

La Sala se ve precisada a reiterar estos fundamentos del recurso dada las constantes
demandas de casación que los contrarían y las altisonantes críticas que acusan al
recurso de sacrificar el derecho sustancial por rendirle excesivo culto a la técnica
formalista que para él se reclama. Y es que, es el derecho sustancial el que
precisamente requiere del principio de culminación de los procesos, con la
adscripción del tránsito a cosa juzgada de sus sentencias de segunda instancia, como

59
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

manifestación indispensable de la seguridad jurídica que, como regla de juego propia


de un estado de derecho, se erige hoy como derecho fundamental.

Por tales razones es elemental que el recurso deba ser rogado y, además, sustentado
por el defensor del procesado, porque el escrito que lo sustenta, que no es de libre
formulación, requiere claridad, precisión, lógica y conocimiento de los diferentes
aspectos jurídicos que se liberan para quebrantar un fallo que reclama firmeza.
Tratándose de un recurso no ordinario, exige un método específico, que involucra en
su postulación no sólo el acierto en el interés de lo pedido, sino el a quién, el cómo y
el cuándo se pide, para todo lo cual el demandante es un actor con el deber que le
implica ejercer sus presupuestos y cargas procesales, entre ellos el denominado
"onus probandi incumbit actori" y su complemento "afirmanti nom neganti incumbit
probatio ".
...

El inculpado fue condenado con base en una disposición jurídica vigente para el
momento en que se consumó la conducta punible. La Ley 40 de 1993 entró en
vigencia el 20 de enero de ese año y la conducta punible atribuida al inculpado se
consumó el 25 de febrero de 1995, premisas éstas que constituyen suficiente
explicación del por qué el fallo impugnado no quebrantó la norma sustancial al aplicar
el artículo 29 de la ley 40 ídem e inaplicar el artículo 323 del decreto 100 de 1980.
Resulta improcedente, conforme a la teoría de la vigencia de la ley, la aplicación
reclamada por el censor puesto que para la época de la perpetración del reato dicha
disposición ya no estaba vigente.

En relación con la aplicación del incremento punitivo en los términos de la Ley 40 de


1993, que es la inquietud expuesta por el libelista, la Sala, con ponencia del
Magistrado doctor FERNANDO ENRIQUE ARBOLEDA RIPOLL , señaló:

"2. No es cierto que la ley 40 de 1993 se refiera exclusivamente al tema del


secuestro, o que el legislador haya pretendido limitar la aplicación de sus artículos 29
y 30 a los casos en los cuales el homicidio guarde algún nexo con el citado delito
contra la libertad individual."

"La mencionada ley, en su enunciado, además de noticiar la adopción del estatuto


nacional contra el secuestro, anuncia la expedición de otras disposiciones, dejando de
esta manera en claro que el tema del secuestro constituía materia dominante, pero no
única."

"3. El capítulo relativo al "aumento de penas", en donde se establecen los


incrementos punitivos para los delitos de homicidio y extorsión, surgió de la
necesidad de adoptar una política criminal coherente, que armonizara las nuevas
penas previstas para el secuestro con el esquema punitivo básico del Código Penal, y
con las establecidas para hechos punibles que, como la extorsión o el homicidio,
comprometen bienes jurídicos de igual o mayor valor. Esto explica las modificaciones
paralelamente introducidas a los artículos 28 y 44 del Código Penal."

"Cierto es que el proyecto inicial ingresó al Congreso sin estas reformas, pero en el
curso de los debates se planteó la necesidad de incluirlas para darle coherencia,
como se desprende del contenido de la ponencia en la Cámara, en donde se dijo: "En
el curso de la fecunda discusión que esta iniciativa ha tenido en el Senado se planteó,
no sin razón, que no podría tratarse punitivamente la conducta del secuestro con
mayor severidad que la del homicidio. Ello condujo a que se adoptaran decisiones
legislativas, agravando también las penas para el homicidio que mantuvieran
principios universales de la "dosimetría penal´" (Gaceta del Congreso de nov.18/92)."

"4. El texto de los artículos 29, 30 y 32 es de tal claridad que cualquier pretensión
encaminada a limitar o ampliar su sentido resulta un despropósito. La expresión
"quedará así", utilizada sistemáticamente por el legislador para anunciar las nuevas
disposiciones, no permite abrigar dudas sobre la subrogación de los artículos 323, 324
y 355 del Código Penal, ni la autonomía de los nuevos preceptos."

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa

60
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial


CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RUIZ GUIZA, JAIRO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12386
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

****************************

HURTO CALIFICADO Y AGRAVADO/ PRESCRIPCION/ NULIDAD-Técnica en


casación/ AUDIENCIA ESPECIAL-Demora en su trámite/ MINISTERIO
PUBLICO-Audiencia Especial/ DERECHO DE INFORMACION-Beneficios al
procesado/ EJECUTORIA-Providencia que resuelve la casación al decretarse
una prescripción

1. El hurto calificado por las circunstancias del artículo 350 del Código Penal (Decreto
100 de 1980), tenía prevista una pena máxima de ocho (8) años de prisión. Por las
agravantes contempladas en el artículo 351 ibídem, la anterior pena podía
aumentarse hasta en la mitad, lo cual significa que el hurto calificado y agravado era
sancionable con una pena máxima de doce (12) años de prisión.

Confrontando la realidad procesal con las directrices previstas en los artículos 79, 80,
83 y 84 ibídem, se obtiene que el término prescriptivo de la acción penal por ese
delito se interrumpió el 18 de junio 1993, con la ejecutoria de la resolución de
acusación, y de ahí empezó a correr por un lapso equivalente a la mitad del máximo
de la pena imponible, es decir por seis (6) años contados a partir de esa fecha.

2. Si bien la causal tercera de casación, vale decir cuando la sentencia se haya


dictado en un juicio viciado de nulidad, aparentemente no exige en su redacción
formas específicas en cuanto su proposición y desarrollo, la demanda no es un escrito
de libre confección, como parece haberse entendido, pues, igual que en las otras
causales, debe ajustarse a ciertos parámetros lógicos de modo que se comprendan
con claridad y precisión los motivos de la nulidad, las irregularidades sustanciales
alegadas y la manera como se quebranta la estructura del proceso o se afectan las
garantías de los sujetos procesales.

En punto de esta causal, corresponde también al recurrente demostrar que la


irregularidad cometida durante el desarrollo del proceso e inadvertida en el fallo
incide de tal manera, que para remediarla no queda ninguna alternativa distinta a
invalidar las diligencias, y por ello quien así alega debe indicar con precisión el
momento procesal al que deban retrotraerse las actuaciones una vez excluidas las
alcanzadas por los vicios.

3. La Sala observa que derivar un vicio de la sola demora en el cumplimiento de una


diligencia de audiencia, no solamente carece de trascendencia cuando se ha probado
que el acto tardío cumplió al fin y al cabo los propósitos que le fijaba la ley, sino
además, que anular queriendo repetirlo redundaría mas bien en nuevas demoras para
la decisión definitiva, lo que está lejos de subsanar defectos de actuación, pues al
contrario los agudizaría.

4. Pretender que el Ministerio Público tuviese alguna intervención distinta a la de su


asistencia, sin que se identifiquen los actos omitidos, ni mucho menos se explique su
obligatoriedad ni su necesidad, es expresar una incompleta opinión interpretativa del
precepto, que no vincula a los funcionarios judiciales, pero ante todo, que no
responde ni al contenido ni al concepto de un cargo de nulidad en casación.

Si el agente del Ministerio Público se hizo presente, asistió a la diligencia y la avaló


con su firma, fue porque la halló conforme a derecho, y constató en ella la debida
representación del procesado, la guarda de sus garantías y su intervención válida y
libre, siendo entonces de cargo del casacionista indicar y probar por qué con ello no
se cumplían los deberes de actuación de aquellos funcionarios.

61
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

5. Resulta clara la inexistencia de la supuesta irregularidad, por cuanto las normas


que indicaban a los funcionarios las reglas para la recepción de la indagatoria se
hallaban consignadas en los artículos 352 a 363 del Código de Procedimiento Penal
(Decreto 2700 de 1991), y ellas en manera alguna aluden a la norma que la defensa
da por inaplicada, de manera que mal podría imputarse a título de violación al debido
proceso, la omisión de un acto o requisito que no le impone el legislador al
funcionario.

Por el contrario, si lo que el recurrente estima conveniente es la debida asesoría del


procesado, es claro que ella compete a su defensor y no al funcionario, por cuanto a
éste, con guarda del principio de imparcialidad, no le es dable suministrar otra
información ni advertencia distinta de las que expresa y taxativamente le indica la
ley, sin que de ese deber se demuestre algún incumplimiento.

6. Debido a que no se casará, reemplazará ni sustituirá el fallo impugnado, aunque se


reconozca la prescripción y cese el procedimiento por el delito de hurto calificado y
agravado, esta providencia queda en firme en la fecha de suscripción y contra ella no
procede recurso alguno. Así lo ha precisado la Sala en oportunidades anteriores:

"como la cesación de procedimiento se dicta por una causal eminentemente objetiva


(prescripción de la acción penal), la sentencia queda en firme en la misma fecha de su
adopción, porque el fallo de segunda instancia no se sustituye o reemplaza, conforme
con la literalidad del artículo 187, inciso 2º de la Ley 600 de 2000, que en tal sentido
compagina con el artículo 197 del anterior Código de Procedimiento Penal, sin
perjuicio de la notificación para dar a conocer la primera determinación adoptada en
esta decisión compleja.." (sentencia de septiembre 18 de 2001, M. P. Dr. Jorge Aníbal
Gómez Gallego, radicado 15.988).*

__________________
* En el mismo sentido: Sentencia del 31 de mayo de 2001, M.P.Dr. Álvaro Orlando Pérez Pinzón,
radicación 15.566.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : Declara una prescripción, reajusta pena, no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : RAMIREZ CORDOBA, JUAN ANTONIO-AGENTE DE
POLICIA
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 10178
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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HOMICIDIO-Ley 40 de 1993/ SECUESTRO/ INCONGRUENCIA DE LA


SENTENCIA/ DEMANDA DE CASACION-Causal segunda

1. Reiterados han sido los pronunciamientos de la Corte en los cuales ha tenido la


oportunidad de analizar los aspectos planteados por el recurrente, relativos al ámbito
de aplicación de la ley 40 de 1993, y de señalar que el citado estatuto, además de no
violar el principio constitucional de unidad de materia, subrogó los artículos 323 y 324
del Código Penal, no siendo necesario para su aplicación la existencia de un nexo
sustancial o procesal con el delito de secuestro.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Así lo ha sostenido, entre otros, en fallos de Nov. 21/95, julio 25/96, julio 3/97, sept.
25/97, dic. 9/97, feb. 4/98, feb. 25/99, y más recientemente en pronunciamiento de
casación de 3 de diciembre de 2001 dentro del radicado 10686 con ponencia de quien
aquí cumple igual cometido, en los cuales han sido hechas las siguientes precisiones:

La Corte Constitucional, en sentencia No. 565 de 7 de diciembre de 1993, al estudiar


la exequibilidad de los artículos 1º, 28, 29, 30 y 31 de la ley 40 de ese año, analizó,
entre otros aspectos, el relativo a la unidad de materia del proyecto de ley,
declarando, a partir de este análisis, la constitucionalidad de los citados preceptos.

Siendo ello así, no cabría aplicar excepción de inconstitucionalidad por este específico
motivo, toda vez que el órgano encargado de este control ya se pronunció con
autoridad de cosa juzgada sobre el punto (artículos 243 de la Carta Política y 48 de la
ley 270 de 1996), como se establece de los siguientes apartes de la sentencia de
exequibilidad:

"Aclaración preliminar. Debe la Corte comenzar por dejar claramente establecido que
entre los tipos penales a que se refieren las normas demandadas, cuyo aumento de
penas le corresponde examinar en este estrado, hay la debida unidad de materia. Ella
es evidente en su conexidad axiológica, dada por la identidad de los bienes jurídicos
que el legislador busca proteger al incriminar el homicidio y el secuestro, la cual en
este caso se refleja en el incremento del quántum de los límites mínimo y máximo de
las penas en ambos casos de 25 a 40 años de prisión, y en su agravación por razón de
análogas circunstancias, en cuya virtud se enlazan recíprocamente.

"En cuanto a lo primero, y según se analizará en detalle más adelante, los delitos de
secuestro y homicidio, por igual, lesionan de manera grave los bienes supremos de la
vida, la libertad, la dignidad, la familia y la paz, entre otros derechos fundamentales
que consagra la constitución.

"En cuanto a lo segundo, es sabido que por lo general, con el objeto de obtener la
unidad, provecho o finalidad perseguidos, los autores o partícipes en el delito de
secuestro presionan la entrega o verificación de lo exigido, con la amenaza de muerte
o lesión de la víctima. Del mismo modo, lamentablemente, las más de las veces a ella
le sobrevienen la muerte o lesiones personales por causa o con ocasión del secuestro.
De ahí que las circunstancias mencionadas se hayan erigido en causales de
agravación punitiva, las primeras del delito de secuestro (artículo 3º, numerales 7º y
11 de la ley 40 de 1993) y las segundas del delito de homicidio (artículo 30, numeral
2º, ibidem)" (negrillas fuera de texto).

No es cierto que la ley 40 de 1993 se refiera exclusivamente al tema del secuestro, o


que el legislador haya pretendido limitar la aplicación de sus artículos 29 y 30 a los
casos en los cuales el homicidio guarde algún nexo con el citado delito contra la
libertad individual.

La mencionada ley, en su enunciado, además de noticiar la adopción del estatuto


nacional contra el secuestro, anuncia la expedición de otras disposiciones, dejando de
esta manera en claro que el tema del secuestro constituía materia dominante, pero no
única.

El capítulo relativo al "aumento de penas", en donde se establecen los incrementos


punitivos para los delitos de homicidio y extorsión, surgió de la necesidad de adoptar
una política criminal coherente, que armonizara las nuevas penas previstas para el
secuestro con el esquema punitivo básico del Código Penal, y con las establecidas
para hechos punibles que, como la extorsión o el homicidio, comprometen bienes
jurídicos de igual o mayor valor. Esto explica las modificaciones paralelamente
introducidas a los artículos 28 y 44 del Código Penal.

Cierto es que el proyecto inicial ingresó al Congreso sin estas reformas, pero en el
curso de los debates se planteó la necesidad de incluirlas para darle coherencia,
como se desprende del contenido de la ponencia en la Cámara, donde se dijo: "En el
curso de la fecunda discusión que esta iniciativa ha tenido en el Senado se planteó,
no sin razón, que no podría tratarse punitivamente la conducta del secuestro con
mayor severidad que la del homicidio. Ello condujo a que se adoptaran decisiones
legislativas, agravando también las penas para el homicidio que mantuvieran
principios universales de la "dosimetría penal" " (Gaceta del Congreso de nov.18/92).

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

El texto de los artículos 29, 30 y 32 es de tal claridad que cualquier pretensión


encaminada a limitar o ampliar su sentido resulta un despropósito. La expresión
"quedará así", utilizada sistemáticamente por el legislador para anunciar las nuevas
disposiciones, no permite abrigar dudas sobre la subrogación de los artículos 323, 324
y 355 del Código Penal (Decreto 100 de 1980), ni la autonomía de los nuevos
preceptos.

Un estudio sistemático-teleológico del citado estatuto devela igualmente la


inconsistencia de la tesis que propugna por una aplicación limitada de los artículos
29, 30 y 32, pues el numeral 11 del artículo 3º ejusdem, recoge como circunstancia
de agravación punitiva para el secuestro extorsivo, la hipótesis del concurso con los
delitos de homicidio y lesiones, no siendo por tanto de recibo la afirmación de que la
pena prevista en los citados artículos solo puede ser aplicada en casos de conexidad.
Absurdo sería, ha dicho la Sala, "considerar que, en un mismo estatuto legal, el
legislador fije dos penas bien diversas para unos mismos hechos, ésta que acaba de
señalarse de un máximo de 60 años, y la otra de un tope de 40 del artículo 29, lo que
por fuerza de la razón conduce, fatalmente, a la certidumbre de que la pena en este
último artículo erigida, para nada demanda la correlación con el secuestro, sino que
es definitivamente independiente de tal circunstancia" (Casación de 21 de noviembre
de 1995, Magistrado Ponente Dr. Gálvez Argote).

2. La causal segunda de casación surge cuando el juzgador al dictar la sentencia,


desborda el marco fáctico fijado por el enjuiciamiento, o condena por una especie
delictiva distinta de la que fue objeto de acusación, o incluye circunstancias de
agravación no deducidas en el calificatorio, o desconoce las atenuantes que allí se
reconocieron o, deja de considerar uno o varios delitos sobre los que debió
pronunciarse, entre otras eventualidades posibles de presentarse.
...

Los hechos materia de las resoluciones de acusación, tuvieron ocurrencia los días 31
de enero y 28 de mayo de 1994, esto es en vigencia de la ley 40 de 1993 que entró a
regir el 20 de enero de ese año, de manera que el desacierto cometido por la Fiscalía
al calificar las conductas en el ámbito del artículo 323 del Decreto 100 de 1980 que
establecía pena para el delito de homicidio de 10 a 15 años, y no del artículo 29 de la
ley 40 de 1993 que aumentó la pena para este comportamiento, fue corregido
oportunamente por el juzgador al dar aplicación al principio de legalidad de la pena
que prohibe imponer sanción que no se encuentre establecida en norma vigente (art.
29 de la Carta Política y 1º del C.P. aplicado al caso).

De manera que si la consonancia hace referencia a la armonía que debe existir entre
los cargos contenidos en la resolución de acusación y la sentencia, pero no a la
sanción que corresponda de acuerdo a la fecha en que los hechos tuvieron
realización, ha de concluirse que al aplicar la norma vigente para cuando se cometió
el hecho, no se configura este motivo de casación, pues el juzgador no introdujo
hechos no comprendidos en la calificación, agregó agravantes, suprimió atenuantes,
ni cambió la denominación jurídica de la conducta, sino sólo impuso la pena que en
derecho corresponde en obedecimiento del principio constitucional de legalidad de la
sanción.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : POLO HERNANDEZ, DALIMIRO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12568
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba/


ERROR EN EL GOLPE/ DOLO EVENTUAL/ CULPA CON REPRESENTACION/
DOLO DE IMPETU/ FALSO JUICIO DE EXISTENCIA-Por omisión: Exigencias
técnicas

1. Aducir en casación la violación directa de la ley con la pretensión de quebrar la


estructura de un fallo supone aceptar en su integridad el desarrollo fáctico y la
valoración probatoria contenidos en la sentencia atacada, pues toda la discusión, que
entonces es puramente jurídica, se centra en el problema de la selección de la norma
llamada a regir el caso, bien porque se considere que se dejó de aplicar, ya porque se
estime que se aplicó de manera indebida.

2. Una cosa es disparar a ciegas contra un grupo de personas para acabar con la vida
de cualquiera de ellas sin frenar la voluntad por lo que pueda ocurrirles, y otra muy
distinta dispararle a quien directamente se pretende matar pero con la mala fortuna
de hacer blanco en otra que se cruza en la trayectoria del proyectil o que lo recibe por
error en el tiro. Así, la diferencia entre aquel suceso, que ejemplifica el dolo eventual,
y este otro, conocido también como error en el golpe, aparece notable, aunque ambas
conductas se realicen con culpabilidad dolosa.

3. El dolo, como acertadamente concluyeron las instancias, le es imputable en la


modalidad conocida como eventual que se presenta, en palabras de Jiménez de Asúa,
recordadas por la Sala en otra oportunidad, "cuando el sujeto se representa la
posibilidad de un resultado que no desea, pero cuya producción consiente, en última
instancia, corriendo el riesgo de causarlo con tal de obtener el efecto que quiere ante
todo" (25 de noviembre de 1987, MM.PP. Lisandro Martínez Zúñiga y Edgar Saavedra
Rojas).

En la misma providencia, agregó la Corporación:

"En esta forma de culpabilidad, entonces, subsiste la intencionalidad del agente de


producir un determinado efecto; el actor no solamente se representa la probabilidad
de un resultado no querido inicialmente, sino que, a pesar de ello, realiza la conducta
que guía su acción, hace suya la eventualidad, la admite y se compromete con ella".

"En verdad no se presenta en este caso, como varios tratadistas estiman, una
indiferencia en relación con el hecho imaginado, porque la voluntad del agente está
dirigida a la vulneración de un interés jurídicamente tutelado en caso de que se
presenten las condiciones ya previstas; la lesión del bien protegido, empero,
dependerá de la contingencia, es decir, del evento; si éste se presenta, la conducta
será delictiva y así la ha asumido el sujeto agente; si no ocurre, el resultado final será
irrelevante para el derecho penal…"

"Y es precisamente en esta intencionalidad, en donde radica la diferencia entre el


dolo eventual y la llamada culpa con representación, que considera el censor como la
base de la responsabilidad que se ha debido deducir a uno de los procesados. En la
modalidad de culpa mencionada, no existe intencionalidad frente al resultado
finalmente producido. Es verdad que coincide con el dolo eventual en cuanto el sujeto
agente se representa, esto es, imagina la producción de un resultado criminal; pero se
rechaza la posibilidad de que el resultado ilícito se produzca."

Y tiempo atrás, con palabras sumamente indicativas, la Sala Penal de la Corte


también había dicho:

"En la culpa, el agente no asume los riesgos o resultados posibles, expresamente


representados o previstos. Únicamente los ha tenido en cuenta como posibilidades,
pero sobre la base psíquica de que logrará evitarlos. Y esta es una de las cosas que
espera y busca: que, a pesar de todo, no se produzcan. En el dolo eventual,
psicológicamente el agente acepta aquellos eventos dañosos, aunque condicionados.
Fuera de la simple representación, ha habido, asimismo, voluntad, consentimiento.
Bien es cierto que esta forma de voluntad no es directa, sino condicionada: disparo, y
si, con ello, hiero o mato, no importa. Pero, condicionada y todo, esa voluntad no deja
de serlo. Se está, entonces, en presencia del dolo eventual, dolo que, justamente por
esta forma hipotética como la voluntad asiente a los resultados no queridos

65
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

directamente, llaman algunos autores "dolo condicionado" y que, por la forma


indirecta como la voluntad los acepta, clasifican algunos dentro de la especie
denominada "dolo indirecto" " (18 de diciembre de 1958, M. P. Luis Eduardo Mejía
Jiménez. G.J.T. XC, Nos. 2207, 2208 y 2209, páginas. 112 a 139 ).

4. Tampoco se acreditó que al momento de los hechos careciera de "plena claridad


mental", y si su actuar obedeció a un repentino arrebato, ese estado emotivo no
desvirtúa la intencionalidad de la conducta, pues debe recordarse que precisamente
"el dolo de ímpetu consiste en la consciencia y voluntad de dañar la integridad
personal de otro, cualquiera sea la magnitud del daño, de modo que uno u otro
resultado nocivo (lesiones o muerte) le pertenecen al sujeto por haber sido
presupuestados directa y coetáneamente en su conocimiento y querer, así exista por
dicho estado de ánimo una parcial superposición de la decisión y la ejecución del
acto" (C. S. J., Sala de Casación Penal, sentencia del 14 de julio de 1999, M. P. Jorge
Aníbal Gómez Gallego).

5. Cuando se alega falso juicio de existencia por omisión, el censor no sólo tiene que
demostrar que el fallador ignoró o dejó de apreciar una prueba procesalmente válida,
sino la trascendencia de tal desconocimiento en el sentido de la decisión, de manera
que el contenido de la providencia sería sustancialmente diferente si la hubiese
considerado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : GOMEZ GONZALEZ, MANUEL ANTONIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12764
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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RECURSOS-Interés para recurrir/ CASACION-Interés para recurrir-Apelación/


CASACION-Desestimación: Si posteriormente se advierte una irregularidad/
CASACION OFICIOSA-Presupone una demanda en forma

Para que procedan los recursos, tanto los ordinarios como el extraordinario, es
menester que se cumplan dos requisitos a saber: que se esté legitimado, esto es, que
se trate de un sujeto procesal a quien la ley faculta para impugnar, y que se tenga
interés, el que no sólo se manifiesta en el agravio o perjuicio inferido con la decisión,
sino en que se haya apelado el punto concreto de la sentencia de primera instancia,
pues una actitud pasiva reflejaría conformidad con la misma, esto es, que se está de
acuerdo con lo resuelto; o, en su defecto, que el fallo de segunda instancia haya
desmejorado la situación del impugnante, en virtud de la apelación interpuesta por
otro sujeto procesal, evento en el cual el interés se limitará al aspecto que fue materia
de desmejora; o que el superior haya examinado el fallo en razón del grado de
competencia funcional de la consulta, ya que mientras no se produzca la
determinación de segunda instancia no puede saberse el sentido definitivo del
mismo, por cuanto el superior puede decidir sin limitación alguna sobre la providencia
o parte de ella; o que la casación verse sobre nulidades.

A veces la falta de interés se manifiesta desde cuando se exponen las pretensiones


de la demanda, evento en el cual al examinarse por la Sala si se ajusta o no a los
requisitos formales, deberá inadmitirse y declararse desierto el recurso. Pero puede
ocurrir que por inadvertencia, como aquí aconteció, el libelo se admita, hipótesis en la
que lo procedente será desestimar la demanda al decidir la impugnación.
...

66
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Al no haberse apelado los aspectos que son materia del recurso de casación, se
deberá concluir que el impugnante carece de interés, ya que, como lo ha dicho la
Sala*, "no es viable atacar por vía de la casación aspectos que no comprendieron el
objeto de inconformidad frente a la sentencia de primer grado, ya que, por exclusión
de materia, mal podría alegarse un yerro sobre un tema respecto del que no hubo
pronunciamiento".

Solicitud de casación oficiosa

Como por la falta de interés jurídico, la Corte no adquiere competencia para examinar
el recurso, tampoco la tiene para decretar de oficio la nulidad impetrada por el
Ministerio Público como lo ha dicho la Sala**.
___________________________
* Ver, entre otras casación 13470, Diciembre 19/00, M. P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote y 11633
octubre/00, M. P. Dr. Edgar Lombana Trujillo.
** Ver, casación 14635, noviembre 1° de 2001. M. P. Dr. Herman Galán Castellanos.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : Desestima la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : HOMES SANCHEZ, RAFAEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11556
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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SENTENCIA ANTICIPADA-Interés para recurrir-Irretractabilidad/ TRASLADO


PARA PREPARACION DE LA AUDIENCIA-No requiere auto/ AUDIENCIA
PUBLICA/ TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Interés para recurrir/
DEFENSA TECNICA

1. Cuando el fallo impugnado en casación corresponda a una sentencia proferida


dentro del trámite abreviado, los aspectos respecto de los cuales puede interponerse
la apelación también condicionan la viabilidad de la casación, sin que resulte acertado
plantear temas distintos a los establecidas por el artículo 37 B del Código de
Procedimiento Penal (hoy 40 - 10), el que autoriza, entre otros sujetos procesales, al
defensor y al procesado, a cuestionar la individualización judicial de la pena, el
subrogado de la condena de ejecución condicional y la extinción de dominio sobre
bienes (en la nueva legislación procesal penal los mecanismos sustitutivos de la pena
privativa de la libertad y los aspectos relacionados con la indemnización de perjuicios,
cuando la parte civil tenga interés).

Además, debe agregarse el interés que le asiste a los sujetos procesales para acudir a
la causal tercera de casación a fin de obtener que la actuación judicial se reponga
cuando la sentencia se ha dictado en una actuación afectada por vicios de estructura
o con desconocimiento de las garantías fundamentales, pero siempre y cuando la
formulación corresponda a una situación amparada legalmente y no a una excusa
para desconocer el trámite y los cargos validamente aceptados.

En la sentencia anticipada el incriminado renuncia a la controversia fáctica y jurídica


para allanarse expresa, voluntaria y libremente a los cargos que le formule la fiscalía,
aceptando la responsabilidad penal por el hecho imputado. El reproche penal así
admitido se rige por el principio de intangibilidad, esto es, que no le es dado al
procesado pretender su modificación o retractación.
...

67
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

La insania que hubiera inhabilitado al procesado a aceptar los cargos formulados por
la Fiscalía en la diligencia prevista en el artículo 37 del Código de Procedimiento Penal
y a comprender o determinarse para el momento de la consumación del reato y que
ha servido de base al censor para formular tal reclamación, es procesalmente
inexistente. Lo cierto es que tal aspecto fue dilucidado probatoria y jurídicamente
antes de adelantarse el trámite de la sentencia anticipada, y lo que expresa el cargo,
no es más que una manifiesta inconformidad con la conclusión a la que llegó el
juzgador sobre la imputabilidad, lo cual orientaría el reproche hacía la culpabilidad,
aspecto sobre lo cual carece de interés jurídico el recurrente, al no poder discutir la
responsabilidad ni sus fundamentos, con el inadmisible retractación de los cargos
admitidos en su momento de manera libre y voluntaria en los términos del artículo 37
del C.P.P.

2. Si el funcionario judicial profiere auto asumiendo el conocimiento del asunto y


ordena que el trámite previsto por el artículo 446 del Código de Procedimiento Penal
se surta en la secretaría, como en este caso se hizo, esa determinación, por ser de
simple impulso procesal (art. 179-3 y 186 Ib.), no requería de la notificación que echa
de menos el censor. Las notificaciones y comunicaciones que se libraron por la
secretaría como consecuencia de la providencia en mención acrecentaron pues las
garantías a los sujetos procesales más allá de lo dispuesto por la ley.*

3. La utilización de los recursos en el trámite de las sentencias anticipadas, cuando


con ellos se buscan amparar intereses ajenos a los que el legislador ha permitido. A
este respecto la Corte, con ponencia del Magistrado doctor FERNANDO ARBOLEDA
RIPOLL, señaló:

"Así, no resulta suficiente para legitimar un cargo en eventos como el presente, es


decir, de sentencia anticipada, el afirmarse que se formula por la vía de la nulidad,
cuando su argumentación tiende es a demostrar la retractación de la aceptación de
cargos que previa y oportunamente ha hecho el procesado, ya que el interés para
recurrir que inicialmente podría amparar la solicitud de invalidez no puede surgir de la
habilidad en mimetizarlo frente al texto de la demanda, sino de la permisión legal que
ampare la pretensión"**.

4. El derecho de defensa técnica corresponde examinarse como una unidad durante


el trámite del proceso hasta su finalización y de manera integral han de analizarse las
gestiones cumplidas por los varios defensores que actuaron a nombre del inculpado, y
si esta es la situación que corresponde a este proceso, ya que desde que se vinculó
(...) como sujeto procesal y hasta el trámite casacional, ha estado asistido, en su
orden y en las diferentes fases del proceso, por cuatro profesionales del derecho,
igualmente puede sostenerse que su defensa técnica no ha estado desamparada.

La referencia fragmentada acerca del ejercicio de la garantía fundamental en el


proceso y que se denuncia como quebrantada, genera una concepción parcializada,
incompleta e irreal de lo acontecido en este aspecto, como así se demuestra en esta
providencia.

La presencia del profesional del derecho en la diligencia de indagatoria o ampliación


de la misma es un acto de defensa técnica, derecho que no queda huérfano con la
finalización de la diligencia, pues el artículo 139 del C.P.P. vigente a ese momento
imponía que la designación hecha se entiende hasta la finalización del proceso, y en
este caso, los defensores de oficio lo fueron hasta cuando el procesado otorgó poder a
la defensora pública, la que actúo hasta la culminación de las instancias.

También constituyen manifestaciones materiales del ejercicio del derecho de defensa


técnica el acceso al expediente y el control a la actuación.
...

Las acciones u omisiones en el cumplimiento de sus labores no obedecieron


necesariamente al abandono del deber profesional que el cargo les imponía, como lo
señala la demanda de casación, pues bien puede corresponder a una actitud,
alternativa o modalidad en la gama de estrategias y maneras que el caso permitía y
el hecho mismo de no haberla asumido de forma ostensiblememente activa, no
constituye desconocimiento del derecho de defensa técnica.

_________________________
* C.S.J. Sent. Cas. Rdo. 11.309,noviembre 25 de 1999, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

** Casación 11856, agosto 11/99 M.P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : OCHOA VELASQUEZ, JUAN GUILLERMO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12099
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

****************************

INVESTIGACION INTEGRAL-Técnica para alegar su vulneración/ NULIDAD-No


vinculación de otros partícipes/ NULIDAD-Debido proceso, derecho de
defensa/ NULIDAD-Omisión al trámite de un recurso-Acto de postulación
discrecional-Convalidación de irregularidad/ FALSO JUICIO DE EXISTENCIA-
Por omisión: Exigencias técnicas

1. En relación con el tema de la violación al derecho de defensa por el no decreto o


práctica de pruebas, que no es cualquier omisión de esos medios la que genera
nulidad de la actuación, sino aquélla que efectivamente vulnera el principio de la
investigación integral, según el cual se ha de averiguar tanto lo desfavorable como lo
favorable al procesado, evacuando las citas que éste haga para su excusa, y haciendo
efectivo el derecho de contradicción.

Por lo mismo no basta con que en esta sede se haga un listado de los elementos que
pudieron complementar el acervo probatorio, pero que por diversas causas fueron
omitidos, sino que se precisa cotejar la trascendencia de los medios faltantes en
cuanto incidan sobre los hechos fundamentales del proceso y tengan su repercusión
en la sentencia impugnada.

2. Reiteradamente ha destacado la jurisprudencia de la Sala* que omitir la


vinculación al proceso de uno o más de los partícipes no genera nulidad de la
actuación, toda vez que, a lo sumo, esta circunstancia debe apreciarse como una
simple irregularidad no trascendente para la legalidad de la actuación, máxime
cuando en la mayoría de los casos esta falencia menor puede superarse a través de la
expedición de copias para la investigación de los otros intervinientes en el delito.

3. El demandante confunde los conceptos de debido proceso y derecho de defensa,


puesto que si bien en ambos casos es la nulidad la solución que el ordenamiento
ofrece en el evento de encontrarse transgredida cualquiera de estas dos garantías de
rango constitucional, también lo es que cada cual obedece a fundamentos de distinta
naturaleza, poseen diverso alcance, y por tanto ameritan postulación, desarrollo y
demostración autónoma en sede de casación, en punto a estar contempladas en el
artículo 304 del Código de Procedimiento Penal vigente a la sazón (hoy artículo 306
de la ley 600 de 2000) como motivos de invalidación distintos.

En segundo lugar, a la luz de los principios que rigen las nulidades, no siempre la
ausencia de una formalidad en la ejecución de un acto procesal implica su invalidez,
pues el mismo puede ser convalidado por las partes, caso en el cual se torna idóneo
para dar paso a las subsiguientes etapas del proceso.

4. Acerca de la convalidación de las irregularidades por la conducta observada por los


sujetos procesales, la Sala ha precisado que:

"…cuando el vicio compromete un acto de postulación discrecional de los sujetos


procesales, como por ejemplo el derecho de impugnación, sus efectos convalidatorios
dependerán no solo de su trascendencia, sino de la circunstancia de no haber sido

69
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

saneado con motivo de la actitud procesal asumida por la parte afectada, pues si
guarda silencio frente a la informalidad, o concita la prosecución del trámite procesal
haciendo caso omiso de ella, habrá de entenderse que dispone del derecho que le fue
socavado, renunciando a su eventual ejercicio, y que el vicio, por tanto, ha sido
convalidado" (Sentencia de casación del 27-04-00. Radicado 12.029., M.P. Fernando
Arboleda Ripoll)

Adicionalmente, la pretendida irregularidad constituye un hecho consolidado en el


tiempo, sin ninguna significancia en esta etapa del proceso, máxime cuando la
causal de excarcelación cuya negativa no se revisó en segunda instancia por omisión
del trámite legal, perdió su eficacia desde el momento mismo en que se profirió la
resolución acusatoria que puso fin al término transcurrido en detención preventiva sin
calificación del mérito del sumario.

5. Cuando el ataque en casación se hace bajo el auspicio de un falso juicio de


existencia por omisión, la obligación del censor no se queda en la simple expresión de
que un determinado medio de prueba no fue apreciado por el sentenciador, como
tampoco en exponer cómo de no haber sido omitidas las pruebas que reputa
ignoradas sin fundamento en la sentencia, otro hubiera sido el sentido de ésta, sino
que el cometido de la censura sólo se logra confrontando los medios objetivamente
echados de menos con los que tuvo en cuenta el juzgador para proferir el fallo
controvertido, ejercicio a través del cual puede la Corte descubrir la real
trascendencia del error -en caso de haber existido realmente éste- y por ende si la
sentencia es o no legal.

__________________________
* Ver entre otros, fallo de casación del 11 de noviembre de 1999, radicado No. 11811,
Magistrado Ponente Edgar Lombana Trujillo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MORENTES MORENO, CARLOS JULIO
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 14057
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

****************************

FALSO JUICIO DE LEGALIDAD/ POLICIA JUDICIAL-Facultades/


PROCURADURIA GENERAL DE LA NACION/ PRUEBA-Ilegal/ VIOLACION
DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba

1. Si el reproche se hace consistir en que las pruebas fueron practicadas por


funcionarios que carecían absolutamente de competencia para ello, se equivocó el
censor en la selección de la causal a cuyo amparo debía formular la crítica, pues bien
se sabe que las irregularidades en la producción o aducción de una prueba no
conducen a la invalidación del proceso sino a la imposibilidad de ser apreciada por el
juez, de manera que la censura debe formularse como error de derecho en la
modalidad de falso juicio de legalidad.

2. Si la censura alude a las funciones de policía judicial ejercidas por la Procuraduría


General de la Nación, adviértase que es la propia Constitución Política la que en el
último inciso del artículo 277 se las confiere, atribuciones que según lo dispuesto por
el artículo 309 del Código de Procedimiento Penal para entonces vigente podía ejercer
de manera autónoma*.

70
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

3. Si las pruebas practicadas en el juicio son ilegales, como lo sostiene el


demandante, la sanción es, en términos del artículo 29 de la Carta, la nulidad de
pleno derecho, es decir, la prohibición absoluta de que ellas sean apreciadas, porque
habrán de tenerse por inexistentes.

4. Cuando se invoca la violación directa de la ley sustancial, el demandante debe


aceptar sin discusión la valoración probatoria y la percepción de los hechos
contenidas en la sentencia impugnada, de manera que el ataque se desarrolla
exclusivamente en un marco puramente jurídico, para demostrar que el fallador erró
en la selección del precepto que habría de regir el caso o en la interpretación del que
en efecto aplicó.
...

Si lo que pretendía era discutir que el desempeño del señor (...) como militante de la
Unión Patriótica, activista de derechos humanos, líder cívico y organizador de un
encuentro por la paz en su departamento, no permitían concluir que se trataba de un
dirigente político que le diera al secuestro ese carácter en términos del citado artículo
1º. de la Ley 40 de 1993, no era esta la vía a la que debió acudir el actor, sino a la de
la violación indirecta de la ley sustancial por errores de hecho o de derecho en la
apreciación de las pruebas, bien porque su distorsión, suposición o valoración en
contra de las reglas de la sana crítica llevó al sentenciador a deducirle a la víctima
una calidad de la que carecía, bien porque las apreció a pesar de los vicios que las
afectaron en su producción o aducción.

_____________________________
* Artículo 309 del Decreto 2700 de 1991: "Todas las entidades que ejerzan atribuciones de
policía judicial, cumplirán sus funciones bajo la dirección y coordinación del fiscal general de la
Nación, salvo la Procuraduría General de la Nación, de conformidad con lo dispuesto por el
inciso final del artículo 277 de la Constitución Nacional". Cfr. parágrafo del artículo 311 de la
Ley 600 de 2000.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MORENO MARTINEZ, HERNANDO
DELITOS : Secuestro extorsivo
PROCESO : 12689
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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SECUESTRO EXTORSIVO/ SECUESTRO SIMPLE/ COMPETENCIA/ JUEZ


NATURAL

Para la época de los hechos, tenía establecido el artículo 71-5 del decreto 2700 de
1991, modificado por el 9° de la ley 81 de 1993, que los jueces regionales conocían
de los delitos de "secuestro extorsivo o agravado en virtud de los numerales 6, 8 o 12
del art. 3° de la ley 40 de 1993", correspondiendo la primera modalidad a la conducta
entonces prevista en el artículo 268 del decreto 100 de 1980, modificado por el
artículo 1° de la citada ley, en tanto que la segunda representa la concurrencia de
circunstancias de agravación en el secuestro; el legislador utilizó la partícula
disyuntiva "o", para indicar que la competencia del regional no está exclusivamente
referida a esas formas de agravación, pues comprende todo caso de secuestro
extorsivo.

Esta interpretación obedece al criterio desde entonces reiterado por la Sala, que al
resolver conflictos de competencia relacionados con el tema en discusión, precisó:

71
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"Los jueces regionales conocen de dos clases de secuestro: a) Del secuestro extorsivo
sin necesidad de que concurra ninguna circunstancia específica de agravación; y b)
del simple cuando se presente cualquiera de las circunstancias citadas en el artículo
71 numeral 5°.

Los jueces penales del circuito sólo conocen del delito de secuestro simple, cuando no
concurra ninguna de las circunstancias de agravación antes señaladas.

No se pase por alto que de acuerdo con la ley 40 de 1993…, artículo 3°, existen
agravantes tanto para el secuestro extorsivo que define en su artículo 1°, como
respecto del simple (parágrafo), que tipifica en el artículo 2°.

En este sentido y con la precisión de que la "o" que utiliza el referido numeral 5° de la
ley 81 es disyuntiva y no copulativa se resolverá el conflicto." (Auto de marzo 3 de
1994, rad. 9.149, M. P. Guillermo Duque Ruiz).

"… es preciso concluir que el legislador quiso en el art. 9-5 de la ley 81 de 1993,
otorgar competencia a los jueces regionales, para conocer de aquellos delitos de
secuestro que ofenden con mayor intensidad el bien jurídico protegido por la norma y
que conllevan una mayor punibilidad. Por eso en dicho precepto al estatuir que los
jueces regionales conocen "… De los delitos de secuestro extorsivo o agravado en
virtud de los numerales 6°, 8° o 12 del art. 3° de la ley 40 de 1993", les está
otorgando a dichos funcionarios competencia para juzgar no solo el secuestro
extorsivo, sino además el secuestro simple agravado por las tres circunstancias
específicas de mayor punibilidad a que alude la norma.

En su sentido natural, obvio y de lógica jurídica, la letra "o" debe entenderse como
una conjunción disyuntiva, que diferencia y separa los dos conceptos del secuestro
extorsivo y el del secuestro simple agravado…" (Auto de marzo 3 de 1994, rad. 9.137,
M. P. Jorge Carreño Luengas).

2.- El cuanto se alude en la demanda a la exigencia del artículo 29 de la Carta, de ser


juzgado "ante juez o tribunal competente", basta recordar que la Corte Constitucional
declaró exequible el numeral 5° del artículo 71 del Código de Procedimiento Penal,
modificado por el artículo 9° de la ley 81 de 1993, mediante sentencia C-040 de 1997
(M. P. Antonio Barrera Carbonell), precisando:

"La competencia ha sido comúnmente concebida como la porción, la cantidad, la


medida o el grado de la jurisdicción que corresponde a cada juez o tribunal, mediante
la determinación de los asuntos que le corresponde conocer, atendidos determinados
factores (materia, cuantía, lugar, etc).

Conforme al artículo 29 de la Constitución, elemento integrante del debido proceso


penal lo constituye la institución del juez o tribunal competente que debe efectuar la
investigación y el juzgamiento, observando la plenitud de las formas propias de cada
juicio. En consecuencia, corresponde al legislador determinar los funcionarios
judiciales a quienes se les encomienda el ejercicio de la función jurisdiccional y los
asuntos que son de su conocimiento, con arreglo a los diferentes factores de
competencia."

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ZAPATA OSORIO, HERNAN AUGUSTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Secuestro extorsivo
PROCESO : 16167
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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INIMPUTABILIDAD-Embriaguez/ PENA-Principios/ MEDIDA DE SEGURIDAD/


DICTAMEN MEDICO

Sobre este particular, debe comenzar la Sala por recordar que, como lo ha "señalado
la jurisprudencia, implica vulneración al debido proceso y por ende motivo de nulidad,
la pretermisión del experticio médico legal, solamente cuando la presencia de serios
motivos para considerar la eventual inimputabilidad del procesado, hacen ineludible
auscultar sobre dicho aspecto. De la misma forma que, así como el estado de
alicoramiento por sí no constituye antecedente suficiente para ordenar una
exploración científica en tal sentido, mucho menos la presencia de esta circunstancia
puede tenerse por supuesto categórico para afirmar que el sujeto que actúa bajo esta
condición estaba afectado en su capacidad para comprender la ilicitud de
comportamiento o para determinarse de acuerdo con dicha comprensión" (Cas.
13.595).

Surge por ello como una exigencia derivada de la propia circunstancia inmersa en el
hecho de obedecer nuestro sistema al régimen dualista, que en el plano de las
consecuencias de la conducta punible determina a la persona que no está en
capacidad de comprender la entidad típica de su proceder o de actuar conforme con
ese entendimiento para que se le deban imponer medidas de seguridad en lugar de
sanciones punitivas, la necesidad de que el funcionario judicial ausculte a partir de su
sano y racional criterio, si en cada caso concreto existe una mínima base de probable
verdad que conduzca a considerar seriamente que el procesado ha podido actuar
como inimputable.
...

Comparte plenamente la Corte la inicial fundamentación teórica que el Procurador


hace, para abrir paso al estudio del cargo expuesto, en cuanto a través de la misma
resalta los efectos que en el plano punitivo y procesal conlleva la valoración de la
conducta de quien está sometido a la ley penal si ella es considerada propia de un
sujeto imputable o inimputable, toda vez que, como ya se advirtió, el sistema dualista
que en la historia legislativa de los diversos Estatutos de procedimiento penal ha sido
acogido en nuestro país y que hoy por hoy se refleja en la norma rectora consagrada
por el artículo 3º de la Ley 200 de 2.000, referido a los principios que reglan las
sanciones penales, esto es, los de necesidad, proporcionalidad y razonabilidad
predicables tanto de la imposición de la pena como de una medida de seguridad,
siendo igualmente claro en la distinción que comporta en el plano de las funciones
que le son propias a la pena y las medidas (arts. 4º y 5º ibídem), así como también
con la oportuna actualización y clarificación legal según la cual la conducta del
inimputable para admitirse como sujeta a consecuencias penales, debe ser típica,
antijurídica y culpable, siendo por ende de estos sujetos también predicable la
concurrencia de alguna de las causales de ausencia de responsabilidad, pero que de
llegar a darse, obviamente enervarían cualquier efecto penal. Esta bipartición
también se manifiesta, desde luego, frente a las propias funciones que son inherentes
a la pena y a la medida de seguridad, sucediendo ello mismo, con las propias
consecuencias que durante el proceso y posteriormente con la declaración de
responsabilidad se concretan, esto es, con los efectos de la conducta punible.

Tampoco, como ya quedó en buena medida señalado, existe disparidad en lo


relacionado con las exigencias que en la decantación jurisprudencial se han
establecido en esta materia, esto es, referido a la perentoria necesidad de invalidar lo
actuado por la no aportación del dictamen pericial psiquiátrico, pues bien se ha
insistido en que es ante la presencia de serios y verosímiles antecedentes y sobre la
manera como se exterioriza el comportamiento del sujeto agente, delimitado por la
circunstancias antecedentes y concomitantes de la conducta, pero también por sus
posteriores manifestaciones frente al hecho, que se impondría retrotraer la actuación,

73
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

ante la inminencia de haberse eventualmente juzgado a un individuo como


imputable, cuando realmente era inimputable.

Es, por la síntesis que emerge de la cotejación de tales aspectos, de donde surge para
la Sala la disparidad de criterio frente al cargo que por vía de nulidad en los términos
señalados ha expuesto el demandante y consiguientemente en el positivo
acompañamiento que al mismo hace el Procurador Delegado, pues mas allá del
acierto que se tiene en la crítica recaída sobre el impróvido dictamen médico legal,
que no psiquiátrico, que hubo de ser practicado, en el caso concreto, no resultando
inexorable su allegamiento al proceso para efectos de dilucidar si, en efecto, el
procesado habría actuado bajo un estado de transtorno mental determinante de su
incapacidad para comprender o razonar el carácter punible de su conducta.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 18/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Rosa de Viterbo
PROCESADO : QUIJANO MESA, OMAR
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10727
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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RECURSO DE QUEJA-Antes de hecho/ CASACION-Sentencias de


constitucionalidad: Estado de Derecho/ TRANSITO DE LEGISLACION-
Procedimiento aplicable para la interposición de la casación/ TRANSITO DE
LEGISLACION-Procedimiento aplicable para la interposición de la casación
(Salvamento de voto)

El recurso de queja (antes de hecho) resulta procedente contra el auto del Tribunal
Superior de Bogotá que denegó el de casación, porque la sentencia de segunda
instancia fue proferida en vigencia de la Ley 600 de 2000 y la negativa del recurso
extraordinario se soportó en motivo diferente a la extemporaneidad de su
presentación, atendiendo, además, que con ocasión a la declaratoria de
inconstitucionalidad de varias normas de la Ley 553 de 2000, que introdujo reformas
sustanciales al recurso de casación y que posteriormente fueron consagradas en la
Ley 600 del mismo año, corriendo la misma suerte de las anteriores. Dados los
efectos de la declaratoria de inconstitucionalidad de dichos preceptos, recobraron
vigencia algunas de las disposiciones del Decreto 2700 de 1991.

En efecto, esta Sala de la Corte, señaló

"11. La Ley 553 de 2000, que entró en vigencia el 15 de enero del mismo año,
introdujo modificaciones al capítulo VIII del Título IV del Libro Primero del Decreto
2700 de 1991, relacionado con la casación, entre otras, en vista de que el instituto
dejaba de ser un "recurso extraordinario" y procedía contra "sentencias ejecutoriadas"
proferidas en segunda instancia por los tribunales, suprimió el anterior término de
quince (15) días para interponer la impugnación y obviamente vario las condiciones
para empezar a correr el término de treinta (30) días destinado a presentar la
demanda, pero se conservó en su cantidad (artículos 1° y 6°)
...*

De suerte que, las sentencias proferidas con posterioridad al pronunciamiento de


inconstitucionalidad en relación con el recurso de casación sea ordinario, ora
discrecional, deberá interponerse dentro de los 15 días siguientes a la última

74
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

notificación de la sentencia de segunda instancia, correspondiendo al Tribunal decidir


si lo concede o no pero limitando su inadmisión a la extemporaneidad de su
interposición, pues como lo ha venido señalando la Corte, las demás condiciones de
viabilidad del recurso atañe analizarlas a la Corte en el momento en que se proceda a
calificar la demanda de conformidad con el artículo 213 de la Ley 600 de 2000**.
...

Puede ocurrir que el Tribunal extralimitando sus funciones, deniegue el recurso de


casación por motivos diferentes, por ejemplo, por falta de interés, o en ejercicio del
control del derecho de postulación concede el recurso a quien no está legitimado,
como cuando quien recurre no es sujeto procesal u obra sin poder de quien si lo es,
por la pena asignada al delito, etc., caso en el cual es procedente interponer el
recurso de queja, ante la Sala de Casación Penal , pues el estudio de tales aspectos
corresponde de manera exclusiva y excluyente a la Corte, máxime cuando el artículo
9° de la Ley 553 de 2000, que modificó el 228 del Código de Procedimiento Penal de
1991, atinente a la calificación de la demanda, permaneció inalterable luego del
examen de constitucionalidad.

TRANSITO DE LEGISLACION-Procedimiento aplicable para la interposición de la


casación (Salvamento de voto)

Aunque estoy de acuerdo con conceder la casación en este caso, discrepo de los
planteamientos a que se acude. Reitero a este respecto lo expuesto en la aclaración
de voto con que suscribí la decisión en el recurso de queja de radicación 18.631:

"Comparto en lo esencial la tesis por que opta la Sala de reconocer vigencia al


Decreto 2700 de 1991 para restaurar la desintegración del régimen de casación en
materia penal producida por la declaratoria de inexequibilidad de la Ley 553 de 2000,
y extendida por virtud de unidad temática a las disposiciones del nuevo Código de
Procedimiento penal, Ley 600 de 2000, donde se le reproducía.

Disiento, sin embargo, del argumento a que se acude de manera prioritaria de ser la
legalidad en sí misma la que impondría el restablecimiento de la ley derogada,
"porque entonces habría que concluirse que esa específica materia (procedimiento de
casación), que atañe a la actividad del Estado y a la manera como el sujeto procesal
ejerce su derecho, quedaría sin reglamentación".

Sin que pueda sostener que este tipo de razón resulta infundada, a mi criterio se
ofrece débil. La legalidad en los términos de la decisión no estaría en capacidad de
justificar de modo exhaustivo el restablecimiento de la ley derogada. La necesidad
porque el procedimiento de casación en materia penal cuente con una
reglamentación, no sería de por sí problema única e imprescindiblemente a ser
resuelto con el restablecimiento de la vigencia de las disposiciones al respecto
contenidas en el Código de Procedimiento de 1991. De hecho, durante este interregno
ha habido aplicaciones prácticas del procedimiento civil por integración sobre el
punto, o propuestas como la expresada por los magistrados Lombana y Pinilla en sus
aclaraciones al voto en esta decisión, aunque en ella, los problemas de
constitucionalidad resultarían mayores, si se toma en cuenta el criterio básico
reconocido de manera expresa por la jurisprudencia constitucional y la de esta misma
Sala acerca de la unidad de la ley penal no obstante se encuentre en estatutos
independientes (Cfr. entre otras, C-399-95, Corte Constitucional, y radicación 12.926,
Corte Suprema, Sala Penal).

Todo esto se debe, me parece, a la falta de fuerza con que se asume el principio
constitucional que sustenta la fórmula aplicada en el contexto de la decisión, a pesar
de transcribirse una de sus enunciaciones más depurada a través de la remisión al
fallo de constitucionalidad C-501/01, según la cual la reincorporación al ordenamiento
jurídico de disposiciones que habían perdido vigencia, por efecto de la declaratoria de
inexequibilidad de la ley que las derogó, procederá, siendo imperativa, siempre que
ello sea menester para la supremacía del texto fundamental.

Define este enunciado un ámbito para el fenómeno de gran espectro. No sólo por el
juicio que entraña sino por el referente constitucional a que acude, de donde se
establece que lo decisivo de la cuestión trasciende la legalidad sin que resulte
satisfactorio el argumento de que ella es también principio de raigambre
constitucional, todo lo cual conlleva un sinnúmero de estimaciones que en sus

75
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

fundamentos, procedimientos metodológicos y el alcance de las conclusiones a que


da lugar, revelan de por sí el nivel de complejidad que la cuestión reviste.

Como tuve ocasión de expresarlo en las sesiones de Sala respecto del tema, soy de la
creencia que asuntos como éste no son susceptibles de resolución sin el compromiso
explícito de un concepto de constitución, control de constitucionalidad, modulación de
fallos, juicio de casación, etc.

En ese sentido, ha de tomarse en cuenta que la carta política estatuye el juzgamiento


de las sentencias de los tribunales en casación como razón de ser de la Corte
Suprema de Justicia, y su carácter de máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria.

Por las particularidades de este juicio, pero principalmente por los cometidos
institucionales a que corresponde y su significado políticojurídico, que lo distingue de
ser un trámite más en el curso de los procesos regulares donde resulte posible
proponer y adelantar cualquier tipo de debate acerca del caso juzgado y fallado -
como se sostiene por equivocada creencia-, es él una categoría de proceso
independiente y extraordinario con reglas, objeto y sentido propios. Por lo mismo, el
debido proceso que lo rige no puede confundirse con el que ha sido previsto para el
proceso regular en las instancias de manera que él pueda suplirlo; o el establecido
para la casación en otra especialidad, que aunque de manera amplia puede
responder a la misma finalidad de estado, realiza valores de diferente estirpe.

Esa independencia y especificidad demandan del ordenamiento la provisión de reglas


propias que doten de racionalidad a la institución en el logro de las finalidades cuya
procuración le ha sido adscrita. No se trata, por tanto, de acudir a cualquier
reglamentación por afín que parezca, o invocar algún motivo sin la debida
demostración de que esa racionalidad queda suficientemente resguardada.

Por los trascendentes cometidos institucionales que a la casación penal corresponden,


de los cuales ya se dio cuenta, y ante la desarticulación en que el sistema quedó a
consecuencia de la declaratoria de inexequibilidad de la ley 553 de 2000 y su
reiteración en el Código de procedimiento del mismo año, se hacía necesario
reconocer el restablecimiento de la vigencia del Decreto 2700 como única vía por la
cual el sistema alcanza constitución, y la supremacía de la carta política queda
garantizada en el anhelo porque haya un juicio de reglas claras a la labor de los
jueces por la aplicación que del derecho hacen en sus fallos.

El fundamento de esta fórmula, como puede verse, resulta de mayor profundidad que
aquel porque opta la decisión de mayoría, e involucra aspectos organizacionales y
funcionales del Estado de derecho como éstos del juicio al juez, la objetivación del
derecho, y, por supuesto, la garantía debida a las personas que intervienen en el
proceso penal.

Implica este entendimiento, en consecuencia, la reintegración del sistema; como tal,


no admite él interpretaciones ni aplicaciones donde pueda prescindirse de este
referente para insistir en comprensiones aisladas de las normas que le hagan perder
significado y funcionalidad al restablecimiento del orden.

Esto para hacer ver cómo la propia decisión de la Corte que motiva esta aclaración,
auspicia sesgos en ese sentido y con ello la desestructuración del sistema. Me refiero,
por ejemplo, al criterio que deja sentado con apoyo en la reproducción que de la ley
declarada inexequible hace el nuevo código sobre la negativa del tribunal a conceder
la casación, y respecto de la cual, según el pronunciamiento, se tiene que sólo
procede la reposición.

Que así hubiera sido previsto por las disposiciones retiradas del ordenamiento, se
explica en cuanto en ellas la casación no aparece definida como recurso. Pero al
recobrar vigencia la normativa derogada por aquella, y si como antes se precisó, en
términos de integrar un sistema, su sentido y alcance deben ser fijados en clave de
racionalidad sistemática. A mi juicio, por tanto, a estos efectos, la casación ha
recobrado su carácter de recurso y su trámite el de proceso. De acuerdo con ello,
entonces, la interposición que de ella se haga ante el tribunal en el término
establecido por el Decreto 2700 y antes de la ejecutoria del fallo impugnado, faculta a
aquel a negar su concesión no sólo tomando en cuenta la oportunidad en que ha sido
interpuesta, sino otros aspectos propios del recurso como la ausencia de interés. En

76
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

estos eventos a más de la reposición procederá el recurso de hecho o queja, tal cual
se prevé en la normativa cuya vigencia se reconoce restablecida.

Son estas las consecuencias de asumir sistemáticamente las regulaciones propias de


la institución, como la misma Sala lo ha hecho, por ejemplo, en el caso de la
declaratoria de deserción del recurso en casos de inadmisión de la demanda. Esta
figura tampoco aparecía prevista en las disposiciones halladas inexequibles y las que
subsistieron a tal declaración, y no podía estarlo precisamente por la razón antes
expuesta de no haber sido caracterizada la casación como recurso en la ley 553, pero
sí en el código del 91 cuya vigencia ahora se reconoce. Estas, pues, las razones de mi
aclaración"

Por este motivo estimo que la concesión de la casación ha debido ser consecuencia
del examen a las razones del Tribunal, y no por juzgar apriorísticamente que él sólo
puede resolver la oportunidad de la interposición, pues, como se deja expuesto, ello
contradice la razón del restablecimiento de la vigencia del Decreto 2700/91.
_____________________
* C. S. de J. M.P. Dr. GÓMEZ GALLEGO, Jorge Aníbal. Auto octubre 22 de 2001
** C. S. de J. M.P. Dr.. CÓRDOBA POVEDA., Jorge . Auto marzo 6 de 2002.
*** C.S. de. J. M.P. Dr. LOMBANA TRUJILLO, Édgar. Auto julio 2 de 2002

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Recurso de Queja
FECHA : 23/07/2002
DECISION : Concede el recurso de Casación, regresa al
Tribunal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SANCHEZ ALEJO, JORGE HERNAN
PROCESADO : SANCHEZ ALEJO, MARIA MABEL
PROCESADO : RODRIGUEZ ALEJO, ANA SILVIA
DELITOS : Violación de la ley 66 de 1968
PROCESO : 19638
PUBLICADA : Si

Salvamento de Voto DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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EXTRADICION-Documentos anexos-Presunción de autenticidad/


EXTRADICION-Equivalencia de la acusación/ EXTRADICION-La intervención
de la Corte no es de carácter judicial: Naturaleza/ EXTRADICION-Ejecutivo:
Eventualmente puede subordinar la concesión de ésta

1. Dado que la solicitud de extradición del ciudadano colombiano (...), se hizo por la
vía diplomática, y en la expedición, trámite y traducción de los documentos adjuntos
a ella se cumplieron los ritos formales de legalización prescritos por las normas del
Gobierno de los Estados Unidos de América, de acuerdo con el artículo 259 del C. de
P.C. modificado por el artículo 1º Num. 118 del D.E. 2282/89 que establece que "Los
documentos públicos otorgados en país extranjero por funcionario de éste o con su
intervención, deberán presentarse debidamente autenticados por el cónsul o agente
diplomático de la república, o en su defecto por el de una nación amiga, lo cual hace
presumir que se otorgaron conforme a la ley del respectivo país" -disposición
aplicable al caso por virtud del principio de integración normativa previsto por el
artículo 23 del C. de P.P., y el inciso último del artículo 513 ejusdem-, la Corte los
tendrá como aptos para servir de prueba de aquello que ellos contienen.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

2. El presupuesto mínimo de equivalencia exigido por el artículo 511-2 del Código de


procedimiento penal, la Corte lo considera satisfecho, pues tal norma señala "que por
lo menos se haya dictado en el exterior resolución de acusación o su equivalente". En
este caso, se comprueba que la acusación formal introducida por el Gran jurado ante
la Corte Distrital del Distrito Sur de Nueva York, en contra del señor (...), corresponde a
la resolución acusatoria en la legislación colombiana, pues además de que con dicho
acto se abre la fase subsiguiente en el trámite procesal que no es otra distinta al
juicio oral que finaliza con el respectivo fallo de mérito, como aquí sucede, desde el
punto de vista formal es específica en señalar el lugar y la fecha o época en que los
hechos tuvieron lugar, los nombres de los partícipes y la calificación jurídica de la
conducta, con lo cual se satisfacen en suficiencia los aspectos fácticos y jurídicos de
la imputación.

Si a ello se agrega que la legislación procesal de los Estados Unidos se configura


sobre el sistema acusatorio, y que el pliego enjuiciatorio lo formula el fiscal o el gran
jurado, según el caso, que en éste la acusación es un pliego de cargos en contra del
procesado para que se defienda de ellos en el juicio, que contiene la descripción de la
conducta típica imputada, con las circunstancias que la especifican, el lugar y la fecha
o época de su ocurrencia, y señala las disposiciones sustanciales realizadas y su
ubicación genérica y específica en el Código de la materia, y que con dicho acto,
como sucede en la legislación colombiana, se interrumpe por regla general la
prescripción de la acción penal, no queda duda que la persona reclamada en
extradición en este caso, ha sido acusada y llamada a responder en juicio por las
autoridades de los Estados Unidos de América.

3. Debido precisamente a que en Colombia el trámite de extradición no corresponde a


la noción estricta de proceso judicial en el que se juzgue la conducta de aquél a quien
se reclama en extradición, en su curso no tienen cabida cuestionamientos relativos a
la validez o mérito de la prueba recaudada por las autoridades extranjeras sobre la
ocurrencia del hecho, el lugar de su realización, la forma de participación o el grado
de responsabilidad del encausado; la normatividad que prohibe y sanciona el hecho
delictivo, la calificación jurídica correspondiente; la competencia del órgano judicial;
la validez del proceso en el cual se le acusa; la pena que le correspondería purgar
para el caso de ser declarado penalmente responsable; o la vigencia de la acción
penal; pues tales aspectos corresponden a la órbita exclusiva y excluyente de las
autoridades del país que eleva la solicitud y su postulación o controversia debe
hacerse al interior del respectivo proceso utilizando al efecto los instrumentos que
prevea la legislación del Estado que formula el pedido.

4. Corresponde al gobierno, además, si en ejercicio de su competencia lo estima,


subordinar la concesión de la extradición a las condiciones que considere oportunas,
exigiendo en todo caso, que el solicitado no vaya a ser juzgado por un hecho distinto
al que motiva la extradición, ni sometido a penas o tratos crueles inhumanos o
degradantes, o a castigos diferentes a los que se le hubieren impuesto en la condena,
y si la legislación del estado requirente sanciona con pena de muerte el injusto que
motiva la extradición, la entrega sólo se hará bajo la condición de la conmutación de
tal pena, en orden a lo contemplado en el artículo 512 del Código de procedimiento
penal.

"Precisamente en ello, ha sido reiterado por la jurisprudencia, es que se funda la no


obligatoriedad del concepto favorable de la Corte, en que la Rama Judicial no puede
imponer a la Ejecutiva encargada del manejo de las relaciones internacionales, una
forma específica de comportamiento frente a terceros países. Para todos los efectos y
hacia el exterior, el Gobierno actúa en ejercicio de la soberanía que encarna el
Presidente como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad
Administrativa" (Cfr. Concepto Extradición Oct. 3 /2000. M.P. Dr. MEJIA ESCOBAR. Rad.
15862).

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Concepto Extradición
FECHA : 23/07/2002
DECISION : Conceptúa Favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : TRUJILLO DEVIA, PABLO ROBERTO
DELITOS : Lavado de activos

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCESO : 19288
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Concepto de la Corte Suprema de Justicia/ EXTRADICION-


Gobierno Nacional: Materias específicas de su competencia/ CONCIERTO
PARA DELINQUIR/ EXTRADICION-Equivalencia de la acusación

1. La tarea encomendada por el legislador a la Corte Suprema de Justicia se limita a la


emisión de un concepto sobre su procedencia o no, opinión que resulta vinculante
para el Gobierno Nacional si es desfavorable, pero que lo deja en libertad de obrar
según las conveniencias nacionales si fuere favorable (artículo 519 del Código de
Procedimiento Penal).

No puede sin embargo la Corporación, a través de su Sala de Casación Penal, referirse


a temas diferentes de los que la propia ley le impone examinar, esto es, la validez
formal de la documentación presentada, la demostración plena de la identidad del
solicitado, el principio de la doble incriminación, la equivalencia de la providencia
proferida en el extranjero y, cuando sea pertinente, el cumplimiento de lo previsto en
los tratados públicos (artículo 520 ibídem).

2. Le corresponde conceder u ofrecer facultativamente la extradición (artículos 509 y


510); establecer las condiciones que en ambos casos considere oportunas (artículo
512); expresar a través del Ministerio de Relaciones Exteriores si es del caso proceder
con sujeción a convenciones o usos internacionales o si se debe obrar de acuerdo con
las normas del estatuto procesal (artículo 514); examinar la documentación recibida y
su perfeccionamiento si fuere necesario (artículos 515 y 516); expedir la resolución
que niega o concede el pedido (artículo 521); disponer la entrega diferida por la
existencia previa de un proceso en Colombia (artículo 522); establecer el orden de
precedencia cuando existan varias demandas de extradición (artículo 523); sufragar
los gastos que se causen dentro del territorio nacional (artículo 526), etc.

3. Conviene reiterar que la conducta imputada se adecua al ilícito que en la


legislación colombiana se denomina concierto para delinquir, tipo básico respecto del
cual debe hacerse la evaluación del principio de la doble incriminación, sin que para
estos efectos interese precisar las circunstancias de agravación que se pudiesen
deducir del concreto comportamiento que se le reprocha al requerido.

4. Los elementos esenciales que registran la acusación formal pronunciada por el


Gran Jurado y la resolución acusatoria prevista en el Código de Procedimiento Penal,
en las que se consignan las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se realizó
la conducta reprochable, su descripción típica y las normas sustanciales aplicables al
caso -como ha sucedido en este evento- y que constituyen presupuesto del
juzgamiento en sus respectivos sistemas, es razón suficiente para entender cumplido
este requisito.

También ha dicho la Sala que "es apenas obvio que entre tales providencias existan
algunas diferencias, pues ellas se adoptan de conformidad con ordenamientos que,
como se sabe, pertenecen a sistemas jurídicos sustancialmente distintos. Sin
embargo, repárese en que, contrario a lo que considera la defensa, el numeral 1º del
artículo 551 del C. de P. P. no exige identidad sino equivalencia y esta expresión,
según el Diccionario de la Real Academia Española, significa "igualdad en el valor,
estimación, potencia o eficacia de dos o más cosas" (Diccionario de la Lengua
Española, vigésima primera edición, Espasa Calpe, Madrid, 1992)"*.

________________________
* Extradición, concepto del 22 de mayo de 2001, radicado 17.344.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Concepto Extradición
FECHA : 23/07/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente, compulsa copias
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : LUJAN, GERMAN
DELITOS : Concierto para delinquir-narcotráfico
PROCESO : 18265
PUBLICADA : Si

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ERROR DE HECHO-Apreciación probatoria/ FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-


Exigencias técnicas/ CASACION-Apreciación probatoria/ CONGRUENCIA DE
LA SENTENCIA

1. Cuando se pretende demostrar la presencia de errores de hecho es indispensable


que el censor desvirtúe las pruebas que soportan la decisión cuestionada, porque en
el evento de que alguna de ellas, con suficiente capacidad para mantener la
imputación quede incólume, la censura no tendrá ningún efecto en el fallo atacado.

2. Esta especie de error de hecho se configura cuando el funcionario judicial al


someter a su análisis algún medio probatorio lo distorsiona, tergiversa, cercena o
adiciona su contenido literal y en consecuencia arriba a conclusiones que no son las
que realmente de él se desprenden. Para su demostración se requiere la comparación
de su contenido literal con lo que de este se dijo en el fallo, y la trascendencia del
yerro en la decisión censurada, acreditando que de no haberse producido, otro habría
sido el sentido del pronunciamiento.

3. En sede de casación el mérito probatorio que el fallador le otorgue a un


determinado medio de convicción, solo es posible desvirtuarlo mediante la
demostración del desconocimiento de las reglas de la sana crítica, a través del error
de hecho por falso raciocinio, demostrando que en su valoración el juzgador
desconoció los principios de la lógica, las reglas de la experiencia o los postulados de
la sana crítica y además de ello acreditando que de no haber existido ese error, otro
sería el sentido de la decisión.

4. Esta se predica es del tipo penal imputado en la resolución acusatoria, de tal


manera que en la sentencia no se puede condenar por otro hecho, ni por una
denominación jurídica distinta o por circunstancias agravantes que no se dedujeron o
se desconozcan las atenuantes que se reconocieron.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 25/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : NUÑEZ MONTEALEGRE, MARIA DEL CARMEN
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad en
documento
privado
PROCESO : 17295
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

VINCULACION AL PROCESO PENAL-No vinculación de partícipes/


RESPONSABILIDAD PENAL/ UNIDAD PROCESAL-Ruptura/ PERJUICIOS-
Interés para recurrir/ CASACION-Interés para recurrir-Apelación/ TERCERO
CIVILMENTE RESPONSABLE/ VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-
Modalidades/ FALTA DE APLICACION DE LA LEY/ APLICACION INDEBIDA
DE LA LEY/ INTERPRETACION ERRONEA DE LA LEY

1. Debido a que la responsabilidad penal es personal, ha dicho la Corte, el sólo hecho


de no vincular a un posible implicado en la etapa de instrucción no constituye causal
de nulidad, máxime si no se demuestra que tal omisión comprometió seriamente la
estructura del proceso penal, ni socavó las garantías de los sujetos procesales.

2. El Código de Procedimiento Penal (Decreto 2700 de 1991) al regular figuras como


la conexidad y la unidad procesal, en los artículos 87 y 88, señalaba como norma
general que se adelantará una sola investigación, pero expresamente establecía que
en cuanto no se afectaran las garantías constitucionales, su rompimiento no generaba
nulidad. El mismo régimen de procedimiento consagraba situaciones en las cuales
podía romperse la unidad procesal, sin incidencia alguna en la validez de la actuación,
y sin atentar contra los derechos de los sujetos procesales, por ejemplo en los eventos
de sentencia anticipada, audiencia especial, colaboración eficaz y cierres parciales de
la investigación, que autorizaban válida y legalmente adelantar proceso en contra de
algunos de los implicados, y separadamente continuar con el trámite que
correspondiere respecto de los demás.

La situación anterior no varía en el régimen actual (Ley 600 de 2000), cuyo artículo
89, referente a la unidad procesal, estipula que "La ruptura de la unidad procesal no
genera nulidad siempre que no afecte las garantías constitucionales".

3. El artículo 221 del Código de Procedimiento Penal vigente al tiempo de


presentación de la demanda, equivalente al 208 del actual, establecía que el recurso
de casación referente a la indemnización de perjuicios decretados en la sentencia
condenatoria, "deberá tener como fundamento las causales y la cuantía para recurrir
establecidas en las normas que regulan la casación civil".

Por su parte, el artículo 368 del Código de Procedimiento Civil, referente a las
causales del recurso extraordinario en materia civil, en su numeral segundo establece
que es motivo de casación:

"No estar la sentencia en consonancia con los hechos, con las pretensiones de la
demanda, o con las excepciones propuestas por el demandado o que el juez ha
debido reconocer de oficio".

El anterior es el caso del fallo ultra petita que se presenta cuando se condena al
demandado por una cantidad superior a la solicitada en la demanda, por lo cual el
defensor de (...) debió plantear su inconformidad con arreglo a dicha causal del
Código de Procedimiento Civil, y no a través de la causal de nulidad en materia penal,
como lo hizo, pues, si el cargo prosperara, los efectos en uno y otro caso son distintos.

Tampoco por razón de la cuantía tenía interés jurídico el procesado (...) para que su
defensor demandara en casación por el motivo en estudio.

Esta Colegiatura ha sostenido en diversos pronunciamientos, autos y sentencias, que


la cuantía para demandar en casación penal se determina para el momento en el cual
se dictó el fallo del Tribunal objeto del recurso extraordinario, y teniendo en cuenta el
valor de la carga económica impuesta en el mismo.*

El artículo 2° del Decreto 522 de 1988, por el cual se modifican las cuantías en
materia civil, vigente al tiempo de la presentación de la demanda, estipulaba:

"Cuantía para recurrir en casación.- Para los efectos del artículo 366 del Código de
Procedimiento Civil, a partir de la vigencia del presente Decreto y sin perjuicio de los
recursos ya interpuestos, el interés para recurrir en casación, será igual o superior a
diez millones de pesos ($ 10.000.000).

El artículo tercero ibídem, establece:

81
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"Las cuantías previstas en los artículos anteriores se aumentarán en un cuarenta por


ciento (40%) desde el primero (1º.) de enero de mil novecientos noventa, y se
seguirán ajustando automáticamente cada dos años, en el mismo porcentaje y en la
misma fecha. Los resultados de estos ajustes se aproximarán a la decena de miles
inmediatamente superior."

4. La jurisprudencia de la Sala vertida en sus autos y sentencias**, ha reiterado que


carece de interés jurídico para recurrir en casación el procesado que, teniendo la
oportunidad, no hubiere apelado la sentencia condenatoria, con las siguientes
salvedades: que se trate de una nulidad trascendental; que el Tribunal hubiese
conocido la sentencia en el grado jurisdiccional de consulta; y cuando a raíz de la
apelación interpuesta por el Fiscal, el Ministerio Público o la parte civil resulte más
gravosa la situación para el procesado.

Se parte del supuesto que el procesado efectivamente tuvo la oportunidad de apelar y


se le garantizó este derecho, situación que no ocurre, por ejemplo, cuando no ha
contado con defensa técnica, o cuando la notificación es inexistente o abiertamente
irregular.

Lo anterior por cuanto debe existir identidad temática y conceptual entre los motivos
de disenso que se ponen en conocimiento del Tribunal Superior a través del recurso
de apelación, y los cargos que más tarde se someten a consideración de la Corte en
casación.

El silencio de los sujetos procesales que han tenido la oportunidad de apelar,


materializado en no ejercitar dentro del término legal ese derecho, o en impugnar
sólo por algunos motivos, comporta la correlativa aceptación de lo decidido por el
Juez, en todo, o en los puntos no cuestionados.

Si ello ocurre, el principio de preclusión de los actos procesales concatenados que


conforman la unidad lógico jurídica del proceso penal, impide que por fuera de la
oportunidad que confiere la ley se intente censurar lo decidido por el Juez. Admitir lo
contrario sería tanto como atentar contra el principio de la seguridad jurídica y, en
determinadas condiciones, contra la inamovilidad de las decisiones de mérito.

5. No debe perderse de vista que la Corte Constitucional en Sentencia C-541 del 24 de


septiembre de 1992 (M.P.Dr. Fabio Morón Díaz), declaró exequibles los artículos 154
(oportunidad para intervenir como tercero civilmente responsable) y 155 (facultades
del tercero civilmente responsable) del Decreto 2700 de 1991. Esa decisión produce
efectos erga omnes, y a ella debe estarse, sin que sea dado a los interpretes insistir
en supuestas causas de inexequibilidad ya descartadas por la Corporación
competente.

6. Si el censor elige el cuerpo primero de la causal primera de casación, violación


directa de la ley sustancial, acepta los hechos, las pruebas y la valoración que de ellas
se hizo en las instancias. En tales circunstancias, no le es factible discutir cuestiones
de facto, vez que toda la impugnación es de estricto orden jurídico y recae sobre la
ley sustancial por una de estas razones:

Falta de aplicación o exclusión evidente: el juez yerra acerca de la existencia de la


norma y por eso no la aplica al caso específico que la reclama. Ignora o desconoce la
ley que regula la materia y por eso no la tiene en cuenta, debido a que ha incurrido en
error sobre su existencia o validez en el tiempo o el espacio.

Aplicación indebida: el juez desatina en la adecuación de la norma. El error se


manifiesta en la falsa adecuación de los hechos probados a los supuestos que
contempla la norma, ya que los sucesos procesalmente reconocidos no coinciden con
las hipótesis condicionantes del precepto.

Interpretación errónea: el juez selecciona bien y adecuadamente la norma que


corresponde al caso en cuestión, pero yerra al interpretarla y le atribuye un sentido
jurídico que no tiene, o le asigna efectos distintos o contrarios a su real contenido.

______________________________
* Confrontar: Auto del 19 de noviembre de 1996, radicación 11.673, M.P. Dr. Nilson Pinilla
Pinilla; auto del 18 de diciembre de 1996, radicación 11.179, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll;

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

auto del 18 de julio de 2000, radicación 14.112. M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar; y auto del 23
de agosto de 2001, radicación 17.042, M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda.
** Confrontar: Auto del 5 de agosto de 1995, radicación 10.745, M.P. Dr. Dídimo Páez Velandia;
Auto del 5 de septiembre de 1996, radicación 11.332, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll; Auto
del 9.646 del 5 de agosto de 1997, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll; Sentencia del 24 de abril
de 2001, radicación 12.224, M.P. Dr. JORGE Anibal Gómez Gallego; Sentencia del 19 de
diciembre de 2000, radicación 11.633, M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 25/07/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : ALDANA BRACAMONTE, JOSE JORGE
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio culposo
PROCESO : 15396
PUBLICADA : Si

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CASACION-Interés para recurrir-Apelación/ CASACION-Interés-Carácter lesivo


de la decisión impugnada/ CASACION-Desestimación: Si posteriormente se
advierte una irregularidad

La Corte ha venido insistiendo en que, de modo general, la no interposición y


sustentación debidas del recurso de apelación respecto de la sentencia de primer
grado, sería señal de conformidad del sujeto procesal con el contenido de la
providencia, razón por la cual carece de interés jurídico para recurrir y no podría
invocar a última hora un agravio supuestamente inferido por el fallo de segunda
instancia, con el fin de legitimarse en casación, pues en razón del delimitado ámbito
funcional y material del fallo de segundo grado, éste no tocaría la situación de quien
no impugnó -Cfr. autos de agosto 9/95, septiembre 5/96, marzo 11/97, entre otros.-

Sin embargo, desde la primera decisión en la que se hizo la afirmación general de la


carencia de interés para acudir en casación si no se agotaba la apelación, la
jurisprudencia ha establecido salvedades acordes con la sistemática del
ordenamiento jurídico y la coherencia de los valores involucrados en el mismo. Así,
aunque no se haya interpuesto el recurso de apelación, el sujeto procesal podrá
acudir en casación si aparece que arbitrariamente se le impidió el ejercicio del recurso
de instancia; o cuando su situación de todas maneras resulta afectada por la decisión
de segundo grado que se produce por la impugnación de otros o por obedecer a
imprescindibles razones vinculantes; o también si se surte el grado jurisdiccional de la
consulta, cualquiera sea el contenido gravoso del fallo; y, finalmente, cuando el sujeto
procesal se proponga la nulidad por la vía extraordinaria, siempre que medie una
demanda en forma. -Cfr. Sentencia de casación del 24 de febrero de 2000, Rdo.
10.809, M.P. Jorge Aníbal Gómez Gallego-.

En proveído del 31 de mayo del año en curso con ponencia del magistrado Fernando
Arboleda Ripoll, Rdo. 18991, la Sala reiteró:

"Los recursos son instrumentos que la ley concede a los sujetos procesales para
obtener un nuevo examen de la decisión judicial, e intentar, ya sea por el mismo juez
que la profirió o su superior jerárquico, la reforma o revocatoria de la misma. Su no
interposición es señal inequívoca de conformidad con la decisión y el abandono de la
pretensión por que se revise nuevamente; su ejercicio, contrario sensu, presupone
que quien recurre tiene un interés legítimo derivado del agravio que la determinación
le causa.

"Principios generales de teoría del proceso enseñan que el derecho a controvertir una
providencia a través de los recursos, únicamente puede ser ejercido por quien ha

83
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

sufrido agravio con la determinación del juez, siendo este el aspecto que determina la
existencia o inexistencia del interés para recurrir.

"En esa medida, se ha entendido que el interés en impugnar pende de que la


determinación sea de algún modo desfavorable, y que carece de él cuando no le
reporta agravio alguno; incluso, cuando existiendo, no se cumplen requisitos
adicionales del procedimiento, como por ejemplo la cuantía de la pretensión.

"Es desarrollo de esos mismos principios la renuncia implícita al interés, según la cual
éste se pierde cuando el sujeto agraviado con la decisión la consiente con su
pasividad. En relación con el recurso extraordinario de casación, el código de
procedimiento civil en su artículo 369 en su inciso 2º (modificado por el artículo 1º del
decreto especial 2282 de 1989), dispone que "No podrá interponer el recurso quien no
apeló de la sentencia de primer grado, ni adhirió a la apelación de la otra parte,
cuando la del Tribunal haya sido exclusivamente confirmatoria de aquélla"; el hecho
que el código de procedimiento penal no contemple norma similar, no quiere
significar que el principio en cuestión no tenga aplicación, ya que únicamente razones
de técnica legislativa, originadas en la dificultad e inconveniencia de poder regular
con efectos excluyentes los casos en los cuales faltaría interés para recurrir, explican
la ausencia de una previsión en ese sentido.

"De todas maneras, ya sea por aplicación de principios elementales del procedimiento
o específicamente por la integración de normas con remisión a otros estatutos, debe
dejarse en claro que constituye presupuesto necesario para acceder al derecho de
impugnación, -además del carácter agravante de la decisión cuya remoción se
persigue-, que la parte afectada no la haya consentido con su silencio. Contraría la
razón de ser de los recursos, la posibilidad de intentar en cualquier tiempo la
remoción de las determinaciones, y no dentro de los perentorios términos que la ley
procesal establece.

"Con fundamento en estos criterios, y el análisis de los principios de preclusión de los


actos procesales y de limitación funcional del juez de segunda instancia, la
jurisprudencia de la Corte viene en sostener que para recurrir en casación es
necesario que el sujeto que aspira a esta sede haya apelado la sentencia de primera
instancia, y que esa exigencia sólo resulta eludible en los siguientes eventos: 1.
Cuando el fallo de segundo grado modifique su situación jurídica, haciéndola más
gravosa; 2. Cuando se trate de fallos consultables; 3. Cuando la demanda de casación
verse sobre nulidades.

"Al respecto esta Corporación, en principio (auto de agosto 9 de 1995, M.P. Dídimo
Paez V), fue terminante en sostener que si el recurrente en sede extraordinaria había
dejado de apelar la sentencia de primer grado, carecía de interés para recurrir, a
menos que el fallo de primer grado (no apelado) estuviera sujeto al grado
jurisdiccional de consulta, o que la situación jurídica del recurrente en casación
hubiese sido desmejorada por virtud de la apelación interpuesta por otro sujeto
procesal o los efectos vinculantes de la decisión de segundo grado.

"Posteriormente, con ponencia de quien cumple igual cometido (auto de 5 de agosto


de 1997), la Corte aceptó que existía interés para recurrir cuando el motivo de
casación invocado consistía en la imposibilidad de impugnar el fallo de primer grado
por ausencia de defensa técnica, o a causa de una indebida notificación de la
sentencia, pues se consideró que la procedencia del recurso de casación no podía
condicionarse al cumplimiento de una exigencia a la cual la parte no había tenido
posibilidad de acceder.

"Finalmente, en auto de febrero 11 de 1999 (M.P. Arboleda Ripoll) al reexaminar el


tema en punto de las nulidades, la Corte admitió que en todos los eventos que se
postule la existencia de vicios in procedendo, originados en la fase de instrucción o la
subsiguiente del juicio, resulta viable recurrir la sentencia de segunda instancia en
sede extraordinaria, sin que sea necesario para acceder a ella, que el impugnante
haya apelado el fallo de primer grado, desde luego en la medida que la actuación
irregularmente surtida haya ocasionado un perjuicio real, o represente uno potencial
para el recurrente.

"En ese sentido la Sala consideró que con fundamento en los artículos 306 y 307 del
código de procedimiento penal vigente en ese momento, las nulidades originadas en
la fase instructiva, hayan o no sido resueltas, sólo pueden ser debatidas en el recurso

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

de casación, y que en tales condiciones no resulta acertado exigir a quien la invoca,


que apele el fallo de primer grado, cuando de antemano se sabe que puede ser
rechazada por el juzgador ad quem. Esta nueva postura encontró sustento también en
la consideración de que la aceptación del contenido material del fallo, revelada a
través del silencio de parte, sólo resulta válida si el procedimiento que lo sustenta es
legítimo, y en la circunstancia de ser la casación en nuestro medio,
fundamentalmente un juicio de validez (...)"
...

En relación con las consecuencias jurídicas de la ausencia de interés, ha dicho la Sala


que si ella se manifiesta desde cuando se interpone el recurso, éste no debe
concederse, y si equivocadamente se procede, deberá decretarse la nulidad del
trámite adelantado sin fundamento. Pero como en otras ocasiones esa falta de
interés sólo viene a concretarse al conocerse las pretensiones de la demanda de
casación, en un tal evento deberá inadmitirse y declararse desierta la impugnación.
Sin embargo, si la mentada falencia no se advierte y se admite el libelo, o la carencia
de interés sólo se hace ostensible al decidirse la impugnación extraordinaria, la
demanda debe desestimarse.

En casación del 20 de abril de 1999 -Rad. 10.391, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote-,
la Sala hizo la siguiente precisión sobre el tema:

"(...) pues siendo que la decisión que correspondería es la del fallo para decidir sobre
las pretensiones del casacionista y para ello tiene que haberse cumplido las
exigencias sustantivas y procesales previstas por la ley como supuestos, la
subsistencia del hecho generador del vicio lo impide, ya que como sucede en casos
como el presente, la falta de interés para recurrir por parte del demandante para
formular un ataque como el que ha presentado, continúa produciendo, material y
jurídicamente, los mismos efectos negativos atribuibles desde el momento en que se
recurrió el fallo del Tribunal, no quedándole otra alternativa a la Corte que la de
desestimar oficiosamente la demanda, pues la simple inadvertencia de la causa a la
hora de concederse el recurso o de inadmitirse la demanda no hace que el vicio
pierda eficacia, sino que lo que era causa de rechazo o inadmisión se convierta en
causa de desestimación, ya que todo depende de la fase procesal en que se tome la
decisión, pues el auto de admisión erróneamente proferido, no obliga a tomar
decisión alguna de fondo al estudiar los reparos hechos a la sentencia del Tribunal y
determinar el vicio o la índole de la pretensión, dado que carece de fuerza vinculante
no porque se estime ilegal, sino porque carece de efecto, y pensar en atribuirle
capacidad saneadora al auto de admisibilidad equivaldría, como se ha dicho, a
comprometer a la Corte en el nuevo error de asumir una competencia de que carece,
la cual queda limitada exclusivamente a tomar esta decisión, dado que el objeto del
fallo, como es la demanda, no puede proferirse ante su ineptitud."

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 25/07/2002
DECISION : Desestima la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
RECURRENTE : FISCAL 2 DE PEREIRA
NO RECURRENTE : OCAMPO PIEDRAHITA, OLMEDO
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 15786
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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EXTINCION DE LA ACCION PENAL-Muerte del procesado/ MANDATO CIVIL-


Fallecimiento del poderdante

1. Como quiera que el registro civil es prueba idónea para acreditar el hecho de la
muerte de la señora (...) y la verificación de este acontecimiento tiene entidad para
extinguir la acción penal, como lo establece el artículo 82 del Código Penal, así se
declarará y como consecuencia se dispondrá la cesación de todo procedimiento
contra ella.

2. Aunque el fallecimiento del poderdante es causal de terminación del contrato de


mandato civil, como lo establece el numeral 5° del artículo 2189 del Código de esa
materia, el defensor de la procesada se comprometió con ella en mandato judicial,
instituto jurídico en el que rige la previsión del artículo 69 del Código de
Procedimiento Civil, que en su inciso 5° señala: "La muerte del mandante, o la
extinción de las personas jurídicas no ponen fin al mandato judicial, si ya se ha
presentado la demanda, pero el poder podrá ser revocado por los herederos o
sucesores."

Se colige, entonces, que a pesar de haber fallecido la señora (...), el mandato judicial
pactado con su defensor continúa vigente y por ende subsiste la personería para
actuar en su representación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Unica Instancia


FECHA : 30/07/2002
DECISION : Declara extinguida la acción penal, comunica,
desembarga, deja el bien a disposición del
juzgado...
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CELIS YAÑEZ, ISABEL-REPRESENTANTE
DELITOS : Calumnia
PROCESO : 12968
PUBLICADA : Si

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IMPEDIMENTO-Haber sido vinculado jurídicamente/ PROCESO


DISCIPLINARIO

Como quiera que la disposición invocada prevé como causal de impedimento "que el
funcionario judicial haya estado vinculado legalmente a una investigación penal o
disciplinaria en la que se le hayan formulado cargos, por denuncia instaurada, antes
de que se inicie el proceso, por alguno de los sujetos procesales", precisando que "si
la denuncia fuere formulada con posterioridad a la iniciación del proceso procederá el
impedimento cuando se vincule jurídicamente al funcionario judicial", resulta claro
que, según el momento en que se instaure la queja, querella o denuncia, se
consagran así dos situaciones diversas con supuestos igualmente diferentes, pues, si
aquella se presenta antes de que se inicie el proceso penal, el impedimento será
viable sólo si, en contra del funcionario judicial denunciado se han formulado cargos,
valga decir, se ha proferido resolución de acusación, si de asunto penal se trata, o se
le ha dictado auto contentivo de pliego de cargos, si de asunto disciplinario se refiere.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Empero, cuando la denuncia se ha presentado luego de iniciado el proceso penal, la


situación impeditiva se materializa sólo en la medida en que el funcionario judicial
sujeto de aquella, haya sido jurídicamente vinculado al proceso penal o disciplinario,
entendiendo que en el primero tal acto se surte, de conformidad con el artículo 332
del Código de Procedimiento Penal, una vez el imputado "sea escuchado en
indagatoria o declarado persona ausente".

En el segundo, esto es en el disciplinario, sin embargo la situación no resulta de la


misma claridad frente al nuevo régimen establecido en la Ley 734 de 2.002, pues, en
términos generales, a diferencia de lo que preceptuaba el artículo 72 de la Ley 200 de
1.995, según el cual "la calidad de disciplinado o acusado se adquiere a partir de la
notificación de los cargos", su artículo 91 señala que "la calidad de investigado se
adquiere a partir del momento de la apertura de investigación o de la orden de
vinculación, según el caso", luego es patente que ésta, en su expresión jurídica, ya no
se materializa con la notificación del pliego acusatorio, sino que, contrario a la
percepción de la Sala dual que analizó el impedimento, basta, en efecto, la apertura
de investigación, siempre y cuando en la misma se haya dispuesto tener por
investigado disciplinariamente al funcionario judicial, o el auto que ordena tenerlo por
tal, en el evento de que ello no se haya decidido en la iniciación de la averiguación,
según así se deduce, además, de las modificaciones que se introdujeron al proyecto
inicial de Código Disciplinario y a las justificaciones que para eso se expresaron en los
correspondientes debates, pues mientras en aquél se establecía que "la calidad de
investigado se adquiere a partir de la comunicación de la decisión que ordena la
apertura de investigación disciplinaria" en éstas se sostuvo (Gaceta del Congreso No.
263, junio 4 de 2.001, pag. 9), que "la calidad del investigado no puede depender de
una comunicación, puesto que se daría pábulo para que tal fenómeno jurídico
dependiera del procesado", de manera que "el carácter del procesado depende de
una decisión procesal y ella no puede ser otra que la orden de apertura contra una
persona determinada o, producida esta, cuando se decide por auto posterior vincular
a otras personas".

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto -Impedimento
FECHA : 30/07/2002
DECISION : Declara fundado el impedimento de una Mg. del
Tribunal de Cali
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : ROMERO TERREROS, GERMAN
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 19706
PUBLICADA : Si

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JUEZ DE EJECUCION DE PENAS/ EJECUCION DE LA SENTENCIA-Juez


competente/ COLISION DE COMPETENCIA-Ley 733 de 2002

El problema jurídico que plantea esta colisión de competencias se reduce a los


siguientes términos: ¿Cuál es el Juez competente cuando el condenado está interno
en un lugar donde no existe Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad,
para vigilar y decidir sobre el cumplimiento de una sentencia dictada y ejecutoriada
con anterioridad a la vigencia de la Ley 733 de 2002 por un delito de competencia
actual de los Jueces Penales del Circuito Especializados?".

La respuesta es: El Juez de Instancia respectivo (Parágrafo transitorio del artículo 79


del Código de Procedimiento Penal). La precisión y alcance del concepto Juez de
instancia es: Aquel que dictó la sentencia de primera o única instancia de cuya
ejecución se trata.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Esas conclusiones corresponden a los antecedentes que la Sala ha construido al


resolver ese problema con anterioridad y los ha expresado en los siguientes términos:

" (...) La ley 733 de 2002 modificó la competencia para el conocimiento de los delitos
en ella relacionados y en atención a su vigencia inmediata produjo que los procesos
en curso se remitieran a los Juzgados Especializados. Pero respecto de aquellos ya
finalizados con sentencia condenatoria en firme, frente a los cuales el funcionario de
instancia, a falta de Juez de Penas, venía ejerciendo como tal, las nuevas
disposiciones no afectan la situación. Simplemente porque el parágrafo transitorio
del artículo 79 del Código de Procedimiento Penal es el llamado a regular la situación
y entiende la Sala que la norma, al referirse "a los jueces de instancia respectivos" lo
hace al funcionario que dictó la sentencia de primera o única instancia, como
explícitamente lo hacía el 15 transitorio del decreto 2700 de 1991 y lo señaló la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura en el acuerdo #54 de 1994"*.
_________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal. Auto de colisión de competencias del 7 de
mayo de 2002. Radicación No. 19.363. Juzgado 1° Penal Municipal de Soacha (Cundinamarca)
Vs. Juzgado 9° de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá D.C. Magistrado
Ponente: Carlos Eduardo Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Colisión de Competencia


FECHA : 30/07/2002
DECISION : Declara competente al Juzgado 19 P.C. de
Medellín
PROCEDENCIA : Juzgado 4 P.C.E.
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : GOMEZ RIOS, HECTOR AUGUSTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Secuestro simple
PROCESO : 19678
PUBLICADA : Si

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PREVARICATO-Culpabilidad, dolo directo/ CULPABILIDAD/ DOLO DIRECTO/


DOLO EVENTUAL

Las previsiones del dolo eventual han sido descartadas por la Sala del delito de
prevaricato, que únicamente procede por dolo directo, al demostrarse que el agente
se dio cuenta de la manifiesta ilegalidad de la resolución o dictamen emitido, y quiso
su realización (cfr. fallo de segunda instancia de fecha 15 de mayo de 2000, rad.
13.601, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote):

"El dolo en el prevaricato, tal como lo ha entendido la jurisprudencia de esta Sala, y


por la naturaleza misma del punible, como que, según ya se expresó, "requiere
entendimiento de la manifiesta ilegalidad de la resolución proferida, conciencia de
que con tal proveído se vulnera sin derecho el bien jurídico de la recta y equilibrada
definición del conflicto que estaba sometido al conocimiento del servidor público,
quien podía y debía dictar un pronunciamiento ceñido a la Ley y a la justicia", sólo,
dentro de las diversas clasificaciones doctrinarias que de él existen, puede ser el
directo, no el eventual; en otras palabras, y frente al artículo 36 del Código Penal, el
juicio de reproche se hace viable sólo en la medida en que se establezca que "el
agente conoce el hecho punible y quiere su realización" pues resulta un imposible
jurídico que, por las características que definen el hecho típico en mención, afirmar
que el prevaricador actúa también dolosamente cuando acepta su conducta
"previéndola al menos como posible".

Como en el dolo eventual, tiene dicho la Sala, "el agente se representa la posibilidad
de realización del tipo penal y la acepta interiormente, lo que incluye aceptar el
resultado de su conducta, conformarse con él", (sentencia de mayo 14 de 1996, M. P.
Dr. Dídimo Páez Velandia), es evidente que una tal caracterización no se aviene en lo
más mínimo al elemento subjetivo que demanda el prevaricato, pues, siendo éste un
tipo penal de mera conducta, es claro que basta el simple comportamiento del
agente, independientemente de las consecuencias que él apareje, para que se tenga
por punible. No exige el prevaricato un determinado resultado y siendo ello así, el

88
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

dolo eventual deviene incompatible con la naturaleza de dicho delito, lo contrario


sería pretender que en todo proferimiento de una decisión fuera implícito el riesgo de
que resulte contraria a derecho y que si tal posibilidad se aceptare, se estuviere ante
un dolo eventual.

Pero la naturaleza del delito, en cuanto de mera conducta, implica que, quien en él
incurre, profiere un dictamen o resolución con absoluto conocimiento y voluntad de
que es contrario a la ley, pero no se hace la representación de que puede prevaricar
sin hacer nada para eludirlo."
...

Mal se puede inferir dolo de la funcionaria, como lo pretenden los recurrentes, pues
no por la amplia experiencia o estudios que tenga una persona, se puede descartar
de plano que pueda equivocarse, siendo la falibilidad una de las características
inmanentes al ser humano, por letrado que sea, y por ello, para disminuir los riegos y
las consecuencias de las equivocaciones, se han instituido los recursos, que no
tendrían razón de ser si los jueces fueran infalibles, impugnaciones que han de ser
resueltas por funcionarios que posean mayor experiencia y capacitación,
generalmente colegiados y en mayor número, entendiendo que la pluralidad reducirá
aún más los peligros de error, de intimidación, de parcialidad, etc.

Además, ha sostenido esta Sala que la prueba del dolo requiere la demostración de
un estado intelectivo y volitivo que, por supuesto, va más allá de la simple
observación objetiva del descuido o equivocación (cfr. sentencia de segunda instancia
en asunto de radicación 13.851, diciembre 18 de 2001, con ponencia de quien ahora
cumple igual función).
...

Esa omisión en el cumplimiento de su deber de cuidado, no implica que hubiera


actuado con dolo, pues lo que desarrolló fue una conducta constitutiva de culpa
bastante reprochable en una servidora judicial, que si bien, por encontrarse frente a
un error vencible, no conlleva a encuadrar el comportamiento en la causal de
inculpabilidad prevista por el artículo 40-4 del Código Penal anterior, como coligió el
Tribunal, tampoco hace emerger certeza que acredite que la actuación de la
funcionaria procesada haya sido dolosa.

En conclusión, y según las previsiones del artículo 39 del Código Penal anterior (21 L.
599 de 2000), puesto que el delito de prevaricato sólo admite configuración cuando
se actúa con dolo, el cual no puede ser presumido sino probado, no se reúnen los
presupuestos para condenar en este asunto.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 30/07/2002
DECISION : Confirma sentencia absolutoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Valledupar
PROCESADO : CASTRO DE GONZALEZ, LILIA MARIA
DELITOS : Prevaricato por acción
PROCESO : 15296
PUBLICADA : Si

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LIBERTAD CONDICIONAL-Requisitos/ REDENCION DE PENA-Evaluación de


conducta

1. La ley 599 de 2000, sin embargo, introdujo sustanciales modificaciones de este


mecanismo sustitutivo de la pena privativa de la libertad, tornando más flexibles los
requisitos para que el reo pueda acceder a la libertad condicional; así, aunque limita
el beneficio para condenados a pena privativa de la libertad mayor de tres (3) años,

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

de una parte restringe el lapso de purgamiento efectivo de la libertad a las tres


quintas (3/5) partes de la condena; y, de otra, únicamente autoriza al juzgador valorar
la conducta observada por el interno durante el tiempo de reclusión en orden a que
pueda deducir que no es menester continuar con la ejecución de la pena,
prohibiéndole expresamente que pueda negar el beneficio con fundamento en las
circunstancias y antecedentes tenidos en cuenta para la dosificación de la pena
(artículo 64).

De modo que, frente a la nueva legislación, se impone verificar por la Sala si el


condenado (...) cumple a satisfacción con los anteriores requisitos, sin que para el
efecto pueda tener en cuenta otros factores que tienen que ver con su vida social y
privada, como al parecer pretende el defensor al aludir a la situación por la que
atraviesa su familia, y en especial al secuestro de uno de sus hijos.

2. El artículo 101 de la ley 65 de 1993 condiciona la rebaja de pena al concepto que


debe rendir la junta de evaluación sobre la labor realizada, para lo cual expresamente
señala que con esa finalidad se tendrá en cuenta, entre otros factores, la conducta
observada por el interno, que de ser negativa impedirá acceder al beneficio.
...

Es competencia exclusiva del consejo de disciplina o, en su defecto, del director del


establecimiento carcelario certificar al respecto (artículo 480 del código de
procedimiento penal).

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Auto Unica Instancia


FECHA : 01/08/2002
DECISION : Niega libertad condicional, oficia
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
CONDENADO : GNECCO CERCHAR, LUCAS
DELITOS : Constreñimiento al elector
PROCESO : 15610
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Debido proceso/ TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-


Diferencia entre la audiencia especial y la sentencia anticipada/ AUDIENCIA
ESPECIAL-Negativa cuando no hay duda probatoria/ DERECHO DE
DEFENSA/ AUDIENCIA PUBLICA-El reemplazar el defensor de confianza por
uno de oficio no genera nulidad/ INVESTIGACION INTEGRAL-Obligación de
investigar lo favorable como lo desfavorable al imputado

1. La nulidad, como instrumento procesal o sanción máxima establecida legalmente


para garantizar el debido proceso no es un fin en sí misma, lo cual significa que sólo
las irregularidades sustanciales que lo afecten, según lo expresaba el artículo 304 del
anterior Código de Procedimiento Penal (hoy 306 de la ley 600 de 2000), tienen la
virtud de conducir a la invalidez de la actuación.

2. Antes de entrar a responder el reclamo del demandante, es necesario recordar la


posición de la Corte frente a la naturaleza de los institutos de la terminación
anticipada del proceso, especialmente del beneficio que para la época de este juicio
consagraba el artículo 37 A del Código de Procedimiento Penal vigente a la sazón, y
sobre las consecuencias que la omisión a su trámite puede acarrear cuando la
petición ha sido elevada en debida forma por el interesado. Así, en el fallo de 31 de
enero del año en curso, radicación 11142, con ponencia de quien aquí cumple igual
función, se dijo:

90
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"Entre las instituciones de la sentencia anticipada y la audiencia especial hay


ostensibles diferencias que inciden frente a la eventual nulidad que puede acarrear la
omisión de su trámite.

"En efecto, a la sentencia condenatoria, previa audiencia especial, se llegaba en


virtud de un acuerdo transaccional, cuando existía "duda probatoria" sobre alguno o
algunos de los aspectos a que se refiere el artículo 37 A del anterior estatuto procesal,
esto es frente a "la adecuación típica, el grado de participación, la forma de
culpabilidad, las circunstancias del delito, la pena y la condena de ejecución
condicional, la preclusión por otros comportamientos sancionados con pena menor".

"En cambio, a la sentencia anticipada se arribaba y se arriba según la previsión


contenida en el artículo 40 del nuevo Código de Procedimiento Penal, no en virtud de
un consenso, sino porque el procesado, motu proprio, acepta la responsabilidad penal
respecto de los cargos formulados sin condicionamientos ni controversia.

"Tal era la razón por la cual en la terminación anticipada del proceso por el trámite de
la audiencia especial, se convocaba previamente a debatir los puntos que proponían
el procesado (ó su defensor), o el fiscal, y con relación a los cuales se consideraba
que existía duda probatoria. Así, una vez presentados los cargos por el ente acusador,
se entraba a debatir tales aspectos, de manera que si se llegaba a un acuerdo, el
cual debía constar en un acta, el proceso se remitía al juez del conocimiento, quien
entonces debía dictar la sentencia "de conformidad con lo acordado si encuentra el
acuerdo ajustado a la ley y siempre que no se hayan violado derechos fundamentales
del procesado".

"De acuerdo con lo anterior, si el instituto procesal de la audiencia especial se


fundamentaba en la duda probatoria, dicha razón explica que la ley facultara al fiscal
para negarse a citar a la diligencia cuando consideraba que aquélla no existía y, por lo
tanto, que no había nada que debatir, como se desprende de lo estatuido en el primer
inciso del derogado artículo 37 A en comento y en su parágrafo 2°, al tenor de los
cuales el citado funcionario judicial no estaba obligado a concurrir a la audiencia
"cuando advierta que existe prueba suficiente en relación con los aspectos sobre los
cuales pueda versar el acuerdo".

"Con base en tales presupuestos, estableció la Sala en la ya citada sentencia de


febrero 15 de 2000, una fundamental diferencia entre estas dos formas de
terminación anticipada del proceso, en cuanto a las consecuencias de su no
verificación: "Si no se cumple el trámite de la sentencia anticipada, legalmente
solicitado por el procesado, habrá nulidad por quebrantamiento de la garantía del
debido proceso. En cambio, si no se sigue el trámite de la audiencia especial porque
el fiscal considera que no hay duda probatoria y, en consecuencia, que no se requiere
ninguna audiencia para polemizarla y procurar un acuerdo, no habrá nulidad"

3. Era evidente la actitud dilatoria del defensor de confianza, quien no obstante las
múltiples fechas que se señalaron para la realización de la audiencia pública, tal como
consta a los folios 336, 353, 377 y 385, no cumplió con el deber de comparecer para
asistir a su prohijado, lo que motivó la designación de una defensora de oficio en aras
de garantizar el derecho de defensa y con el fin de obtener una pronta y debida
justicia, por lo que se puede decir que el reemplazo que en tales condiciones se
efectuó no constituye irregularidad alguna que amerite la declaratoria de nulidad.
Sobre esta temática la Sala se pronunció en los siguientes términos:

"Independientemente de tales yerros técnicos, tampoco le asiste razón al recurrente,


pues si bien es cierto que la Sala acepta que se debe preferir el defensor de confianza
al de oficio, que debe ser la excepción, para una mejor garantía de tal derecho
fundamental en un Estado Social y democrático de derecho, también lo es que si
citado el abogado nombrado por el procesado, es renuente a comparecer, la
administración de Justicia que no puede someterse a dilaciones injustificadas, no
debe permitir a los sujetos procesales que acudan a maniobras dilatorias que no sólo
afectan el derecho del acusado a que se le juzgue en un término prudencial, sino
también el de la víctima, que en un sistema constitucional que reconoce que todas las
personas gozarán de igual protección por parte de las autoridades, tiene, de igual
manera, derecho a una justicia pronta y eficaz".(Casación del 1º de octubre de 1996,
Magistrado Ponente Jorge E. Córdoba Poveda).

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Como con acierto lo destaca el Procurador, la prerrogativa que tiene el procesado de


contar con un defensor de confianza que lo represente en el curso de la actuación, en
medida alguna puede supeditar al aparato de justicia para que se abstenga de actuar
hasta que la libérrima voluntad del defensor permita el adelantamiento del trámite,
pues la imperiosidad de su pronto decurso de igual forma opera respecto de los
restantes sujetos procesales, a quienes tal y como se predica frente al imputado, se
les garantiza una rápida administración de justicia, de donde en esa tarea no pueden
aceptarse dilaciones injustificadas.

Ninguna violación a los postulados del debido proceso y el derecho de defensa puede
admitirse en la designación oficiosa de un defensor para el acto de la audiencia
pública, toda vez que, ante la renuencia probada del defensor de confianza.

4. El funcionario judicial tiene la obligación de investigar tanto lo favorable como lo


desfavorable a los intereses del sindicado y de las demás partes, según lo dispuesto
por los artículos 250, inciso final, de la Constitución Política, y 249 y 333 del Código de
Procedimiento Penal vigente a la sazón (hoy artículos 234 y 20 de la ley 600 de 2000),
y su conculcación tiene lugar cuando se dejan sin verificar las citas lógicas y
racionales de las que pueden resultar pruebas no superfluas, pertinentes y
conducentes, que eventualmente demostrarían, para el caso del procesado, ausencia
o atenuación de responsabilidad.

Pero como también lo ha reconocido la Sala, no puede existir el deber de comprobar


aquellas referencias etéreas, imprecisas, fantasiosas, o indeterminadas, y tampoco es
suficiente para alegar su conculcación las manifestaciones en abstracto de que dejó
de investigarse determinado aspecto, sino que es indispensable especificar las
pruebas concretas que lo demostrarían y su trascendencia, o sea, que llevarían a
variar el sentido del fallo.

Sobre este último aspecto, el atinente a la trascendencia, en fallo del 22 de junio de


1999 con ponencia de quien aquí cumple igual cometido, se dijo que:

"(…) por definición descarta cualquier posibilidad de plantear tesis conjeturales,


opinativas o puramente especulativas, en la medida en que si bien es cierto que no
en todas las investigaciones aparecen incorporados tantos medios probatorios como
para afirmar que no quedó uno solo por practicar, también lo es que la certeza por
cuyo conducto el juzgador predica la responsabilidad penal no depende de la
cantidad de unidades de información ordenadas y practicadas sino de la entidad
demostrativa, de la capacidad suasoria de aquéllas con que cuenta el plexo
probatorio, que en caso de ser suficientes para el logro de los fines del proceso,
deviene inane cualquier hipótesis contraria pretextada bajo el auspicio de la omisión
probatoria".

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : LINARES MAHECHA, JOSE UBIN
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 14167
PUBLICADA : Si

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LIBERTAD PROVISIONAL-Art.365.2°: Requisitos/ LIBERTAD CONDICIONAL/


CAUCION JURATORIA/ CAUCION PRENDARIA-Monto mínimo

De conformidad con el numeral 2º del artículo 365 del vigente estatuto procesal
penal, el sindicado tendrá derecho a la libertad provisional cuando en cualquier

92
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

estado del proceso hubiere sufrido en detención preventiva un tiempo igual al que
mereciere como pena privativa de la libertad por la conducta que se le imputa, habida
consideración de la calificación que debería dársele.

Para el efecto se considera que ha cumplido la pena todo aquél que lleve en
detención preventiva el tiempo necesario para obtener libertad condicional, siempre
que se reúnan los requisitos para otorgarla (inciso 2º).

Esta preceptiva, entonces, remite al análisis de los requisitos del artículo 64 del
código penal, norma que condiciona el otorgamiento del sustituto de la pena privativa
de la libertad al cumplimiento de las siguientes exigencias:

1.1. Que la pena privativa de la libertad impuesta al procesado sea mayor de tres (3)
años;

1.2. Que el condenado haya cumplido las tres quintas (3/5) partes de la condena;

1.3. Que "de su buena conducta en el establecimiento carcelario pueda el juez


deducir, motivadamente, que no existe necesidad para continuar con la ejecución de
la pena", no pudiendo negar el beneficio so pretexto de "las circunstancias y
antecedentes tenidos en cuenta para la dosificación de la pena".
...

El artículo 64 del código penal introdujo sustancial reforma, al flexibilizar los


requisitos para que el reo pueda acceder a la libertad condicional, pues no solo acortó
el plazo que debe cumplir en reclusión, sino que ahora permite valorar
exclusivamente la conducta observada por el interno durante el cautiverio, en orden a
deducir que no es necesario continuar con la ejecución de la pena, con expresa
prohibición de atender a circunstancias y antecedentes tenidos en cuenta para la
dosificación de la pena.
...

En punto de la garantía que debe prestar el procesado para el cumplimiento de las


obligaciones, no es posible acceder a su petición, en el sentido de imponer caución
juratoria porque esta garantía no se encuentra prevista en el nuevo código de
procedimiento penal.

Sobre este punto, es conveniente aclarar que la Corte constitucional declaró


inexequible la expresión "uno (1)" contenida en el artículo 369 en sentencia C-316 de
abril 30 de 2002, lo cual no significa, como parece entenderlo el procesado, que
hubiera recobrado vigencia la norma del anterior estatuto procesal que establecía la
caución juratoria; otra cosa es que a partir de esta providencia, según anotó el juez
constitucional, el monto mínimo al que debe atenerse el funcionario judicial para
imponer la caución prendaria podrá ser, consultando la capacidad económica del
procesado, menor a un (1) salario mínimo legal mensual vigente; e incluso hasta se
puede prescindir de la garantía si la capacidad de pago del inculpado es a tal
extremo precaria.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Auto Segunda Instancia


FECHA : 01/08/2002
DECISION : Reconoce redención de pena, concede libertad
provisional, comisiona
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : MURGUEITIO BASTIDAS, TULIO MARINO
DELITOS : Concusión, Falsedad documental
PROCESO : 18506
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

NULIDAD-Técnica en casación/ INDAGATORIA-Presencia de defensor/


DEFENSOR-Incompatibilidad de intereses: Alcance de la prohibición

1. La proposición de nulidades en casación, por no ser de libre postulación, no puede


servir de soporte para que a manera de juego de azar el demandante se aventure con
cualquier afirmación inconsulta para denunciar genéricamente la vulneración de
garantías fundamentales o el desconocimiento de las bases estructurales de la
instrucción o el juzgamiento, ya que si en las instancias es un imperativo el
cumplimiento de los principios que rigen las nulidades, el hecho de que no exista
cortapisa legal ni jurisprudencial sobre el interés para acceder a esta sede
amparándose en la causal tercera, no quiere decir que exista un plus que ampare la
informalidad en atención al motivo aducido, ya que muy al contrario, al no ser la
casación una tercera instancia con facultades amplias en extremo para proceder a la
revisión oficiosa del asunto con el claro propósito de constatar su sujeción a la
legalidad, pues su naturaleza es rogada y su trámite reglado, es el demandante a
quien le corresponde cumplir con la carga de indicar en forma clara y precisa el yerro
que invoca y desarrollar lógica y metódicamente su repercusión en la sentencia y los
efectos desfavorables que implicó para el sujeto a quien representa. Si no es así,
entonces, el fallo mantiene incólume su doble presunción de acierto y legalidad.

2. La presencia del profesional del derecho en la misma, constituye garantía de la


representación técnica desde un punto de vista formal, esto es, de la legalidad de la
diligencia en tanto que en la misma la actividad del abogado estaba, como ahora,
delimitada por la propia ley a "objetar al funcionario las preguntas que no haga en
forma legal y correcta" (artículos 363,inciso segundo del Decreto 2.700 de 1.991,
actualmente reproducido en el inciso cuarto del artículo 338 de la Ley 600 de 2.000).
Es decir, a quien activamente se le confiere la posibilidad de intervenir es al
sindicado, de ahí que constituya uno de los actos más importantes de defensa
material.

3. Esta especial modalidad de afectación de los derechos del sindicado está dada en
forma personal en relación con quien encarna simultáneamente dicha labor al interior
del mismo proceso y frente a dos o más sindicados entre los que no es viable el libre
ejercicio defensivo del togado, por cuanto, obligado a velar por igual por los derechos
de todos sus asistidos, vería condicionado su actuar en la medida en que defender a
uno equivaldría a menguar la situación de otro.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : GUZMAN MORENO, JOSE DAIRON
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10893
PUBLICADA : Si

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INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA-Técnica/ DETERMINADOR-AUTOR-


Tienen el mismo grado de punibilidad/ DERECHOS DEL CAPTURADO

1. Si el reproche lo refieren a que no hay armonía entre el pliego de cargos y la


sentencia, la solicitud a la Corte debió ser la de que al casar la sentencia se dictara
una que restableciera esa consonancia y no que se absolviera al procesado.

No es cierto que haya incongruencia entre el pliego de cargos y la sentencia, pues si


bien es cierto que en la resolución de acusación de la primera instancia se consideró a
los procesados como autores intelectuales, esto es, como determinadores, al tenor del

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

artículo 23 del Decreto 100 de 1980, que entonces regía, en la de segunda instancia
se les calificó "como presuntos autores del delito de homicidio"
...

La desarmonía jurídica es aparente, pues si los determinadores concurrieron a la


ejecución del hecho y mantuvieron el dominio del mismo, bien podían ser calificados
como verdaderos coautores materiales, como se hizo en la sentencia.

Finalmente, si se tiene en cuenta que se defendieron de los hechos que les fueron
imputados, sin que se les hubiera sorprendido, que su situación no fue desmejorada
y que la pena para los autores materiales y determinadores, conforme al artículo 23
del C. Penal entonces vigente, era la misma, se concluirá que en ningún vicio se
incurrió.

2. No ilustra a la Corte sobre cómo los requisitos que estatuía el artículo 377 del
Decreto 2700 de 1991 eran presupuesto de validez de la actuación posterior.

Por otra parte, como lo ha dicho la Sala*, la circunstancia de no informar de sus


derechos al capturado no es irregularidad que tenga la virtualidad de socavar la
estructura del proceso, pues para enmendarla se tiene el mecanismo del Habeas
Corpus, y, además, no es condición de existencia de los actos procesales
subsiguientes.

____________________________
* Ver, entre otras, casación 9550, julio 24/96, M. P. Dr. Fernando E. Arboleda Ripoll;
casación 9865 octubre15/97 M. P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : CUELLAR, MARCO FIDEL
PROCESADO : CULMA, SEVERIANO
PROCESADO : TIQUE ZAMBRANO, LUIS ENRIQUE
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11780
PUBLICADA : Si

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DOSIFICACION PUNITIVA-Circunstancias de agravación y conceptos del


artículo 61 del C.P/ RESOLUCION DE ACUSACION-No se requiere hacer una
individualización de la punibilidad/ CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION
PUNITIVA-No es necesario que la norma que la tipifica aparezca especificada
en la acusación/ REFORMATIO IN PEJUS-Técnica en casación/ SENTENCIA-
De primera y segunda instancia constituyen un todo jurídico/
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA-Objetivas y subjetivas

1. El demandante reprocha la aplicación indebida del artículo 61 del Código Penal,


pues, el fallador de segundo grado dejó de aplicar el mínimo de la sanción como lo
dispone dicho precepto.

Las circunstancias de agravación o de atenuación concurrentes no constituyen, como


debe ser bien sabido, los únicos factores a tener en cuenta por el juzgador al
momento de dosificar la pena, pues si bien el artículo 67 vigente al tiempo de la
sentencia, establecía que "Sólo podrá imponerse el máximo de la pena cuando
concurran únicamente circunstancias de agravación punitiva y el mínimo cuando
concurran exclusivamente de atenuación", tales hipótesis punitivas debían ser
aplicadas, según la misma norma, "sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 61". Por

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

lo tanto, el mínimo punitivo no es aplicable ope legis cuando no concurran


circunstancias agravantes, pues ese tope punitivo puede aumentarse con base en la
gravedad, modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad y la personalidad
del agente, máxime si éstas tienen mayor trascendencia nociva, como en el caso
examinado ocurrió.

2. La acusación o su equivalente (acta para sentencia anticipada) implica precisión


tanto sobre las pruebas como sobre los hechos investigados, con las circunstancias de
modo, tiempo y lugar que los especifiquen, amén de su ubicación en el campo jurídico
penal, señalando las circunstancias agravantes y atenuantes modificadoras de la
punibilidad que concurran, así como las genéricas que deban ser consideradas. En
esta oportunidad procesal no se requiere hacer una individualización de la
punibilidad, pues la tasación de los mínimos y máximos de la sanción corresponde
hacerla en la sentencia al juez y constituyen un aspecto que por su naturaleza y
esencia no dependen de la voluntad del fiscal, como erróneamente lo entiende el
recurrente cual es propio de la sentencia, cuanto más que tales cálculos inciden
también en la vigencia y naturaleza de la medida de aseguramiento o en el
reconocimiento de la libertad del procesado.

3. Si bien en el acta equivalente a la acusación (cargos formulados para sentencia


anticipada) no se hizo mención expresa al citado artículo 66.3 del Código Penal, pero
esto resulta intranscendente, y no impide su imputación en los fallos, ni torna
incongruente la decisión, ya que como se dijo, el hecho básico de la agravante quedó
consignado al concretarse el contenido fáctico y probatorio de la conducta valorada y
ello resulta suficiente.

4. El reparo que el demandante hace a la sentencia de segunda instancia de haber


desconocido el principio de la reformatio in pejus debió dialécticamente desarrollarlo
exclusivamente en el campo de la interpretación y aplicación de la ley sustancial, con
prescindencia de cualquier debate probatorio, circunscribiéndolo así a la vía directa,
por quebrantamiento de los artículos 31 de la Carta Política, 17 y 217 del Estatuto
Procesal Penal anterior, demostrando como presupuesto ineludible que el Tribunal
incrementó la sanción privativa de la libertad por el desconocimiento de las citadas
disposiciones sustanciales.

5. La sentencia de primero y segundo grado han de tomarse en esta sede, como una
unidad jurídica inescindible, en la medida en que la de segunda instancia confirmó
integralmente el fallo del Juzgado Tercero Penal del Circuito de Bello (Ant.) Luego las
precisiones de las decisiones de instancia sobre los hechos, las pruebas, la
imputación jurídica, las circunstancias genéricas y específicas de atenuación y
agravación, los aspectos relacionados con la naturaleza, gravedad del delito y
personalidad del agente y la motivación para la dosificación de la pena, constituyen
un solo cuerpo amparado con la presunción de acierto y legalidad.

6. La Sala ha reiterado que tanto las causales objetivas como las subjetivas genéricas
de agravación deben ser valoradas en las instancias, porque no hay diferencia
trascendental entre una y otras. Lo importante es que la circunstancia se haya
imputado oportunamente.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARANGO GOMEZ, GABRIEL HECTOR
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 12473
PUBLICADA : Si

Salvamento de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

SECUESTRO EXTORSIVO-Punibilidad/ SECUESTRO EXTORSIVO-Punibilidad-


art. 6 Decreto 2790/ CASACION-Interés para recurrir-Apelación/ CONFESION-
Técnica para alegar su desconocimiento/ COLABORACION EFICAZ/
PRESCRIPCION/ REBELION/ DELITO PERMANENTE

1. Las formas de secuestro previstas en los artículos 268, 269 del Código Penal y 22
del decreto 180 de 1988, y los conflictos surgidos con base en estas disposiciones,
fueron superados con el aludido artículo 6º del decreto 2790 de 1990, dado que
siempre que la acción se hubiere ejecutado a partir del 16 de enero de 1991 y antes
del 20 de enero de 1993, y si lo perseguido eran los propósitos del artículo 268 del
C.P., esa era la norma aplicable, acogida como legislación permanente por el artículo
11 del decreto 2266 de 1991.

Como los hechos aquí investigados acaecieron entre el 29 de junio (fecha del
secuestro) y el 13 de agosto de 1991 (fecha de liberación de la víctima), se tiene que
aquellos se ejecutaron en vigencia del decreto 2266 de 1991, convertido en
legislación permanente por el decreto 2266 de 1991 y como quiera que el fin
consistió en exigir por la libertad de (...) el pago de una suma de dinero en dólares
(que constituye el provecho a que se refiere el artículo 268 del C.P.), es indiscutible
que la legislación aplicable corresponde a la del mencionado artículo 6º del decreto
2790 de 1990.
Sobre este tema, con razones idénticas a las examinadas en esta oportunidad, de
manera pacífica ha reiterado la Sala que la sanción aplicable no es la del artículo 268
del C.P., sino la del 2790 de 1990, porque, además de cumplirse con la descripción
típica se dan dos exigencias adicionales a saber, que la acción se desarrolló en
vigencia del citado decreto con los fines señalados en el artículo 268 del ídem.

Bajo estas condiciones y en el sentido indicado lo ha reiterado la Sala*. La


Corporación, con ponencia del Magistrado Jorge Aníbal Gómez Gallego, el 11 de
agosto de 1999, hizo precisiones que por avenirse al asunto analizado, se procede a
extractar para ilustrar aún mas el criterio sostenido por Sala:

"Es necesario advertir previamente que, en relación con el delito de secuestro


extorsivo examinado en este proceso, la norma aplicable es la del artículo 6° del
Decreto 2790 de 1990, acogido como legislación permanente por el artículo 11 del
Decreto 2266 de 1991, dado que los hechos acaecieron el 19 de enero de 1993, y no
es pertinente la Ley 40 del mismo año, que sustituyó aquellas disposiciones, pues ella
apenas empezó a regir al día siguiente. Así entonces, el precepto procedente dice
que el delito de secuestro se sancionará con prisión de veinte (20) a veinticinco (25)
años y multa de un mil a dos mil salarios mínimos legales mensuales, entre otras
alternativas comportamentales, cuando "persiga los objetivos enunciados en el
artículo 268 del Código Penal". Y los objetivos que trae esta disposición, según los
cuales el secuestro de una persona se califica como extorsivo, son los de "exigir por
su libertad un provecho o cualquier utilidad, o para que se haga u omita algo, o con
fines publicitarios o de carácter político".

"Cuando las normas contienen expresiones afines tales como "perseguir objetivos", o
"con el propósito", o "para", o "con fines", que corresponden a predicados de verbos
rectores y denotan sólo finalidad y no necesariamente otra conducta concreta o
realizada, con razón dice la dogmática jurídico-penal que tales manifestaciones se
identifican como elementos subjetivos del tipo de secuestro extorsivo, distintos del
dolo, que como tales no exigen su cristalización para que sea completa la tipicidad del
delito. Desde luego que la adecuación típica del hecho punible de secuestro extorsivo
sí exige un comportamiento externo y central de "arrebatar", "sustraer", "retener" u
"ocultar" a una persona, pero no es necesario que se haya concretado, verbigracia,
una exigencia económica, pues basta que el sujeto haya privado de la libertad a la
víctima asistido de dicho propósito".

2. Ha sido criterio uniforme de la jurisprudencia que quien no ha apelado la sentencia


de primer grado, o si su situación procesal no es desmejorada con la decisión de
segunda instancia, bien por la impugnación de otro de los sujetos que intervienen o
por efecto del grado jurisdiccional de la consulta, carece de legitimación para recurrir

97
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

por vía extraordinaria. En otras palabras, el derecho a impugnar tiene como supuesto
imprescindible el interés.***

Se ataca la legalidad de la decisión de segunda instancia, la que se presume veraz y


cierta. Como ésta constituye unidad jurídica con la del a quo, cuando en casos como
el presente, en materia de disminución de pena por confesión y colaboración eficaz, la
determinación del ad quem no modifica en nada la que es objeto de revisión, carece
de sentido y razón revisar por vía de casación el fallo que ha sido consentido por el
sujeto procesal demandante, pues ninguna discrepancia se expresó sobre los
aspectos ahora reclamados, habiendo podido hacerlo al apelar la decisión de la
primera instancia.

3. El casacionista no mostró a la Corte cómo el juzgador dejó de aplicar la reducción


punitiva señalada en el citado artículo 299, pues ha debido comenzar por señalar que
el fallo admitió la concurrencia de todos y cada uno de los presupuestos que para tal
efecto demanda dicho precepto, como la ausencia de flagrancia, la existencia de
confesión desde la primera versión y que ésta haya sido el sustento de la condena,
pero el censor guardó silencio sobre estos factores. En similar omisión incurrió
respecto de los beneficios por colaboración para la eficacia de la administración de
justicia, mecanismo jurídico del que no comprobó la existencia de convenio alguno
con la entidad legalmente autorizada para ello.

4. La acción penal para los delitos a que se viene haciendo referencia, en atención a
las reglas que se han señalado y al estado en que se encuentra la presente actuación
procesal, prescribe independientemente para cada uno de ellos en un tiempo igual a
cinco años, lapso que para el delito de rebelión por el que se condenó a (...) no ha
transcurrido, dado que en el proceso no existe prueba de que se haya separado de la
organización insurgente a la que confesó pertenecer. En este sentido se pronunció la
Sala**** en oportunidad anterior, y en razón a su pertinencia en relación con la
situación examinada, se transcribe el aparte correspondiente:

"Como quiera que se observa que desde que quedó ejecutoriada la resolución de
acusación, el 23 de agosto de 1994, han transcurrido más de cinco años, que es el
lapso de prescripción de la acción penal para el delito de rebelión, al tenor de lo
dispuesto por los artículos 80 y 84 del Decreto 100 de 1980 (83 y 86 de la Ley 599 de
2000), podría pensarse que sería del caso declarar tal fenómeno y disponer la
cesación de toda actuación procesal con relación a ese delito. Sin embargo, ello no es
procedente, como quiera que al tenor del artículo 83 del Decreto citado y del 84 de la
ley 599 de 2000, cuando se trata de conductas punibles de ejecución permanente,
como lo es la rebelión, el término de prescripción empieza a contarse desde la
perpetración del último acto, esto es, desde que se dejan de cometer, lo que aquí no
ha ocurrido, ya que en la indagatoria el acusado manifestó pertenecer a las llamadas
FARC, por lo que fue condenado por tal reato, sin que haya ninguna constancia de que
se ha separado de esa organización rebelde.

"En otros términos, no sólo se mantiene el estado antijurídico de rebeldía de tal


agrupación, sino la pertenencia del procesado a la misma, por lo que el lapso de
prescripción de la acción penal no ha comenzado a correr".

_____________________________
* 13566, nov. 12/ 99, M.P. Jorge Córdoba P. 13555, dic.3/99 y 12495 agosto 11/99, M. P. Alvaro
O. Pérez.
** Cfr. Autos de agosto 9/95, M. P. Dídimo Páez V.; septiembre 5/96, M. P. Fernando Arboleda R.
y marzo 11/97, M. P. Jorge A. Gómez G. , entre otros.
*** Cfr. Sen. de abril 20/99, No. 10.391, M. P. Carlos A. Gálvez A. con referencia a los artículos
que entonces regían.
**** C.S.J., Sent. de Cas. Rdo. 12.508, 06-06-2002, Mg. Pon. JORGE E. CORDOBA POVEDA.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : Declara una prescripción, reajusta penas, no
casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VEGA, LUIS ERASMO

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,


Utilización
ilegal de uniformes de uso priv., Secuestro
extorsivo
agravado
PROCESO : 12553
PUBLICADA : Si

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ACTA DE ACEPTACION DE CARGOS-Equivalencia con la resolución de


acusación/ RESOLUCION DE ACUSACION-Intangibilidad/ CONGRUENCIA-
Acusación y sentencia/ CIRCUNSTANCIAS DE ATENUACION PUNITIVA/
SENTENCIA ANTICIPADA/ ACTA DE ACEPTACION DE CARGOS-
Constancias-Efectos

Establecida legalmente la equivalencia entre el acta que contiene los cargos


aceptados por el procesado en el caso del artículo 37 o la que contiene el acuerdo a
que hace referencia el artículo 37A del Estatuto Procesal Penal de 1.991, como cuerpo
normativo aplicable en este caso, y la resolución acusatoria, esto supone
indesconociblemente a su vez, que debe existir perfecta armonía entre la sentencia y
la imputación contenida en esa trascendente pieza jurídica.

Se exige, como profusamente lo ha precisado la jurisprudencia, que en la elaboración


del acta de formulación de cargos, deba en principio reunirse aquellos requisitos
formales y sustanciales que son inherentes a la resolución acusatoria, dada la
equivalencia que la ley ha establecido a partir de los efectos procesales que les son
propios, pero además, que se deba respetar el principio de consonancia entre la
sentencia y esta decisión, cuyo quebrantamiento se ha erigido como motivo de
censura en casación.

De ahí que, a partir de dicha equivalencia, haya la Sala caracterizado el acta de


formulación de cargos, destacando las siguientes conclusiones:

"1. Es intangible, pues ni el fiscal ni el juez tienen competenciapara variar o adicionar


la acusación, esto es, para introducir modificaciones a la imputación hecha y
aceptada.

2. El juez, por lo tanto, deberá dictar sentencia conforme a los hechos y circunstancias
aceptados, debiendo existir congruencia entre aquella providencia y el acta de
formulación y aceptación de cargos.

3. La intangibilidad de la acusación no impide, según criterio mayoritario de la Sala,


que el juez al proferir el fallo, pueda atenuar la responsabilidad, aunque no agravarla,
pero sin desconocer la denominación jurídica imputada, esto es, manteniendo la
identidad del género delictivo.

4. La incompetencia del juez para variar la acusación, no obsta para que como
supremo garante de la legalidad pueda anular la citada acta cuando advierta que se
violaron las garantías fundamentales o que en la misma se incurrió en error en la
denominación jurídica de la infracción". (Casación 9830. M.P: Dr. Jorge Córdoba
Poveda, 10 de junio de 1.998).
...

Como es en definitiva la armonía que debe existir entre acusación y fallo, el tema
sobre el cual decididamente se ocupa el actor, pertinente encuentra también la Sala
recordar la precisión que la jurisprudencia ha hecho del mismo al señalar que:

"Esta concreción fáctico-jurídica, determina los límites del juzgamiento y por tanto de
la sentencia, sea o no anticipada, no pudiendo el juez, sin sacrificar la consonancia
del fallo e incurrir en irregularidad susceptible de ser atacada al amparo de la causal

99
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

segunda de casación, incluir nuevas conductas delictivas o adicionar circunstancias


específicas de agravación punitiva, o genéricas no objetivas, ni deconocer las de
atenuación deducidas, ni modificar desfavorablemente el grado o formas de
participación y de culpabilidad, como cuando se condena por un delito consumado a
quien ha sido acusado por uno tentado, o como autor a quien lo fue en calidad de
cómplice, o por un delito doloso a quien se le imputó uno preterintencional o culposo"
(Casación 9857. M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda, 27 de julio de 1.998).

Pues bien, el demandante afirma no ser congruente la sentencia con los cargos,
específicamente en cuanto atañe al supuesto reconocimiento de sendas
circunstancias incidentes en la pena, que fueran admitidas al momento de su
formulación por parte de la Fiscalía y la consiguiente aceptación de los mismos por los
procesados, que no habrían sido en forma correspondiente tomadas en consideración
al momento de efectuarse la tasación punitiva.

Supuesto básico de la disonancia entre el fallo y los cargos, que configura


irregularidad reprochable por vía de casación, lo constituye como es natural, el hecho
de que el juez se encuentre condicionado por los términos de la imputación delictiva
que se le hace al procesado, de tal modo que no pueda apartarse de ella, como no
sea desconociendo el ámbito fáctico y jurídico que a través de la misma se establece,
que es precisamente el que debe respetar y controlar, adoptando, de ser necesario,
las medidas correctivas pertinentes que pueden llegar, inclusive, a tener que decretar
la invalidez del acto si no se reúnen aquellos requisitos mínimos para proferirlo.

Pero además, debe quedar claramente definido, cuando se está frente a


circunstancias atenuantes, propiamente dichas, y cuando frente a factores
dosimétricos o de rebaja punitiva, como sucede v.g., con la restitución del objeto
material del delito o su valor, e indemnización de los perjuicios ocasionados (art. 269
de la Ley 599 de 2.000), o con la confesión (art. 280 de la Ley 600 de 2.000), toda vez
que en estos últimos casos, no atan en modo alguno al juez.

Por ello, necesario es determinar, en aquellos casos en que la culminación del proceso
lo ha sido a través de sentencia anticipada, cuales aspectos de los contenidos en el
acta respectiva tienen poder vinculante para el fallador, pues si por fuera de la
concreción jurídica y fáctica de los cargos y de su consiguiente aceptación,
cualquiera de los sujetos procesales o el propio funcionario judicial que los hace,
involucra recomendaciones, sugerencias o simplemente hace precisiones marginales,
en todo caso arrogándose una competencia que no le corresponde y los deduce como
parte de la imputación en forma ciertamente errónea, no puede a las mismas
dárseles una connotación distinta, dadas la naturaleza y características de esta
diligencia y el propósito que la misma persigue, es decir, que no producen efecto
alguno en la sentencia.
...

No puede en consecuencia producir efectos condicionantes para el juzgador en el


entendido de que implique un reconocimiento anticipado del factor dosimétrico a que
se remite el mismo en forma expresa (artículo 374 del Código Penal) o la atenuante
aludida (artículo 4° de la Ley 40 de 1.993), ni supeditar la composición del fallo a la
reducción de la pena conforme al contenido de ellas.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GARCIA, EDWIN
PROCESADO : GIRALDO ARIAS, JULIAN
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Secuestro extorsivo
PROCESO : 11887
PUBLICADA : Si

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100
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PRUEBA-Libertad probatoria/ NARCOTRAFICO-Dictamen: Tiene el carácter de


demostración preferente-Pero no es único/ DICTAMEN PERICIAL/ CASACION
OFICIOSA-Límites

1. No solamente se está partiendo de un supuesto equivocado, como lo es asumir que


las cuatro diversas oportunidades en que organismos del Estado realizaron diligencias
tendientes a establecer la identificación de la sustancia contenida en los paquetes
incautados, configuran una sólo prueba, cuando como ya se dijo cada una tiene su
autonomía propia, estando impelido el juzgador a su análisis conjunto, sino que
además, se está perdiendo de vista que el Tribunal valoró estas pruebas en relación
con los demás elementos de convicción allegados a la investigación, sin que en
ningún momento se entendiesen supletorios, máxime cuando en ello hizo predominar
con un criterio que no admite controversia en casación, el principio de libertad
probatoria que rige en nuestro procedimiento penal (art. 253 del Decreto 2700 de
1.991, art. 237 de la Ley 600 de 2.000), de acuerdo con el cual, aquellos elementos
constitutivos de la conducta punible, la responsabilidad del procesado, las causales
de agravación y atenuación punitiva, las que excluyen la responsabilidad, la
naturaleza y cuantía de los perjuicios "podrán demostrarse con cualquier medio
probatorio, a menos que la ley exija prueba especial, respetando siempre los
derechos fundamentales".

A este respecto, pertinente es la siguiente cita jurisprudencial, en la que se recoge a


plenitud el alcance que es dable al principio en comento:

"Cierto que la pericia requerida y exigible del Instituto de Medicina Legal, sobre la
naturaleza de la sustancia y pureza no obra en autos. Esta situación, contra lo que
afirma la memorialista, no constituye un elemento de convicción de tan
imprescindible verificación que, de no obrar en los autos, no sea factible proferir una
sentencia de condena por conducta contemplada en la citada Ley 30/86. Ese medio
probatorio, innegablemente, constituye una pieza fundamental y de notoria
conveniencia, al punto de ser la prueba por excelencia para ciertos aspectos técnicos
que el comentado comportamiento genera. Pero de ahí a reconocer que la
comprobación de la materialidad del ilícito sólo (demostración excluyente) pueda
hacerse a expensas del dictamen, comporta la aserción un mayúsculo desacierto. En
efecto, dicha actividad científica tiene el carácter de demostración preferente, pero no
única. Existen, por las varias circunstancias en que puede desenvolverse una
averiguación y por el principio de libertad probatoria, plurales factores que con
sobrado mérito llegan a reemplazar la intervención o ausencia del Instituto de
Medicina Legal, logrando llevar convencimiento al funcionario sobre los tópicos de los
cuales se ocuparía esa entidad, entre los cuales importa advertir, no está el
determinar la total cantidad de la sustancia, porque al referido organismo no suele
enviarse el total de lo decomisado sino muestras de ese material..." (Sentencia Cas. 5
mayo de 1.994, M.P. Dr. Gustavo Gómez Velásquez).

2. Habiendo salido indemne la sentencia al juicio de legalidad a través de los cargos


presentados en las demandas, no es dable al Ministerio Público, como no lo sería a la
Corte, pretender reconducir las demandas a través de la posibilidad de sustentar el
reconocimiento de la violación a garantías fundamentales, como no sea exacerbando
el principio de limitación a la oficiosidad que regula y guía la casación, pues de tan
particular manera aquello que configura una facultad de muy especial operancia,
culminaría por virtud de semejante posición, convirtiéndose en regla, al involucrar
como objeto de la protección de los principales derechos constitucionales, cualquier
tema de alcance eminentemente procesal o valorativo, confundiéndolos así con las
garantías fundamentales.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : QUIROGA CAICEDO, LUCILA
PROCESADO : PAEZ PEREZ, WILSON

101
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Violación a la Ley 30/86


PROCESO : 15411
PUBLICADA : Si

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SECUESTRO EXTORSIVO-Punibilidad-art. 6 Decreto 2790

El artículo 268 del Código Penal de 1980 (Decreto 100 de ese año), tenía fijada para
esa conducta una pena de 6 a 15 años de prisión. Pero el 4 de octubre de 1991, el
Gobierno Nacional, amparado en el artículo 8° transitorio de la Constitución Política,
expidió el decreto 2266 de 1991. Mediante él declaró como legislación permanente
varias de las disposiciones que regían durante el estado de excepción.

Una de esas normas, fue el artículo 6° del Decreto 2790 de 1990, referido al
secuestro. En uno de sus apartes, en el que fija la sanción para este tipo de conductas
en una pena mínima de 20 años de prisión y una máxima de 25, establece que ésta
se impondrá a quien ejecute el secuestro con fines terroristas o persiga los objetivos
enunciados en el artículo 268 del Código Penal.

El Decreto 2266 de 1991, en su artículo 11, adoptó como legislación permanente este
artículo 6° del Decreto 2790 de 1990. Al operarse esta declaratoria, el delito de
secuestro quedó sancionado, tanto cuando las finalidades de su autor hayan sido
terroristas o cuando persiga los objetivos enunciados en el artículo 268 del Código
penal de 1980, con una pena que oscila entre 20 y 25 años de prisión.

Es indiscutible que la finalidad delictiva de Diego Fernando Paniagua no era terrorista.


Él retuvo a Martha Inés Martínez con fines puramente económicos. Es decir, lo hizo
con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier otra utilidad, como
lo señala el artículo 268 del Código Penal de 1980, reformado por la Ley 40 de 1993,
artículo 1°, al definir el delito de secuestro extorsivo y fijar su sanción.

En estas condiciones, como el artículo 6° del Decreto 2790 de 1990, declarado por el
11 del Decreto 2266 de 1991, determina que la sanción para el secuestro extorsivo
se sancionará con prisión de 20 a 25 años, para el caso objeto de controversia, y
dado que el sentenciado cometió el hecho con el fin de obtener los objetivos
enunciados en el artículo 268 del Código Penal de 1980, resulta claro que la pena
imponible debía hacerse, como efecto procedió el Tribunal, con fundamento en esa
norma.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PANIAGUA CARDONA, DIEGO FERNANDO
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 13054
PUBLICADA : Si

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INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA-Técnica/ CONGRUENCIA-Acusación y


sentencia/ RESOLUCION DE ACUSACION-Marco jurídico-fáctico de la
actuación del fallador

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

1. Si bien es cierto que la inconsonancia goza de una causal específica de casación, la


segunda, también lo es que la incongruencia admite el planteamiento a través de la
causal tercera pues sin duda cuando existe, resquebraja la estructura del proceso y
en hipótesis como la aquí estudiada constituye error de garantía pues afecta
fundamentalmente el derecho de defensa.

2. Agrega el Tribunal que no está de acuerdo con la condición a la que se somete esta
variación de la calificación. Sostiene que esa rectificación puede hacerse, inclusive en
el caso de que ella implique empeorar la situación jurídica del acusado. El
planteamiento, obviamente, aunque en sí mismo comporta una manera de sustentar
la decisión, no es acertado. De antaño, la jurisprudencia de la Sala ha considerado
que un proceder de esta naturaleza, porque afecta de modo sustancial la estructura
del proceso y las garantías fundamentales del enjuiciado, es inaceptable.

Por ello la Corte, en la decisión del 2 de agosto de 1995 (M. P. Ricardo Calvete Rangel,
radicación número 9117) -que cita la casacionista en pro de sus afirmaciones- precisó:
en vigencia del Código de Procedimiento Penal de 1991, la fiscalía no podía adicionar
la acusación durante el juicio, pues los cargos debían estar formulados en su totalidad
en la calificación, para que el enjuiciado tuviera certeza sobre aquello que debía
defenderse; a la etapa del juicio no se podía llegar con incertidumbre sobre cuáles
eran los cargos, para tratar de concretarlos en tal sede; el marco dentro del cual se
desarrollaba el juicio estaba determinado por la resolución de acusación, que debía
contener, con exactitud, la tipicidad de los hechos investigados, con todas sus
circunstancias agravantes y atenuantes modificadoras de la punibilidad; los sujetos
procesales tenían como punto de referencia esa acusación, con miras al juicio.

Posteriormente, insistió la Sala:

"La resolución acusatoria es presupuesto y límite del juzgamiento. En ella tiene lugar
la realización de la imputación al procesado, tanto fáctica como jurídica, y el juez no
puede desbordarla en la sentencia. Está obligado a dictar el fallo en consonancia con
los cargos allí hechos, lo cual le impide condenar o absolver por unos distintos. No
obstante, como lo ha admitido la jurisprudencia de la Sala, puede dictar condena por
un delito diferente al de la acusación, a condición de que resulte menos grave para el
procesado y esté dentro de los mismos título y capítulo que el de la acusación"
(sentencia del 12 de julio de 2001, M. P. Carlos Eduardo Mejía Escobar, radicación
número 11.288) (se destaca, ahora).

Esta doctrina de la Sala frente a la legislación procesal de 1991, no ha sufrido


modificaciones y en la actualidad no encuentra explicaciones para variarla. Sería
suficiente recordar que si en el Código de Procedimiento Penal de 1987 existía una
normatividad que permitía mudar la calificación, tal fenómeno fue suprimido
conscientemente cuando se confeccionó su sustituto, el Código de 1991.

El debido proceso, una de las instituciones fundamentales del Estado de Derecho,


indudablemente ostenta la calidad de garantía constitucional. Él constituye uno de los
elementos estructurales del sistema judicial colombiano. Por mandato de la Carta, no
puede existir ningún procedimiento que no se ajuste a las previsiones de su artículo
29.

Una de las expresiones del debido proceso es el principio de congruencia entre la


acusación y la sentencia. Este postulado básico tiene origen y asiento en la
Constitución Política. Las siguientes normas lo consagran: 29 -debido proceso y sus
especies constitutivas-; 235, numeral 4°. -juicio adelantado con fundamento en los
hechos imputados-; 250 -función acusadora de la fiscalía-; 251, numeral 1°. -función
acusadora del Fiscal General de la Nación-; y 252 -funciones de acusación y de
juzgamiento-. Ellas hacen exigible la existencia de un acto jurídico en el que se fije
con claridad y precisión el comportamiento punible que se atribuye al imputado. El
estatuto procedimental de 1991, consecuente con esas normas generales, lo
desarrolla, entre otros, en sus artículos 180 ( hoy 170, numeral 3°) -contenido de la
sentencia- y 220, numeral 2°. (hoy 207, numeral 2°.) -causal segunda de casación-.

En varias ocasiones, la Corte ha explicado que la falta de congruencia entre la


sentencia y la resolución de acusación, es un error que afecta el debido proceso. En
casación del 4 de julio de 2001, por ejemplo, expresó lo siguiente:

103
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"La formulación de la acusación exige, de un extremo, la precisión de la conducta que


será objeto del juicio, dicho en otros términos, la concreción de los hechos
-imputación fáctica-, pero además, la calificación jurídica que los mismos concitan
-imputación jurídica-, traducida en el señalamiento del tipo en el cual se subsume la
conducta, con deducción de todas aquellas circunstancias que la especifican".

"Este postulado, entonces, implica que el fallo no puede recaer sobre hechos
diferentes a los que fueron materia de la acusación, ni desconocer la calificación
jurídica predicada en ellos. Podrá el juzgador a lo sumo, dado el carácter provisional
de esta última, concretar definitivamente la adecuación típica del hecho punible,
acomodando a la sentencia -si es del caso- la conducta a uno cualquiera de los tipos
que integran el capítulo respectivo, pero sin trascender los límites o parámetros
impuestos por el núcleo central de la acusación, como lo tiene bien definido la
jurisprudencia (Cfr. sentencia de marzo 4 de 1997, radicado 9637). Dicho en otros
términos, el pronunciamiento del juez debe versar sobre los cargos elevados en la
acusación, absolviendo o condenando al encausado" (M. P. Jorge Aníbal Gómez
Gallego, radicación número 16.150).

Posteriormente, en sentencia del 14 de noviembre 2001, reiteró:

"La falta de consonancia entre la sentencia y la resolución de acusación es un error


que afecta el debido proceso, situación que separadamente ha sido establecida como
causal de casación y que se corrige casando la sentencia, para proferir la de
reemplazo" (se destaca, hoy).

"Cuando se invoca esta causal, tiene definido la Sala que, como es natural, su
demostración debe hacerse confrontando la resolución de acusación con el fallo, con
el fin de verificar si se ha condenado por cargos no incluidos en aquélla o si,
eventualmente, se dejó de resolver alguno o algunos expresamente formulados. Esta
censura implica demostrarle a la Corte que la condena no corresponde a la realidad
fáctica y jurídica tenida en cuenta en la acusación, resultando evidente que el fallo lo
desbordó o desestimó" (M. P. Nilson Elías Pinilla Pinilla, radicación número 15.354).

Resulta claro, entonces, que entre los cargos demandados en la resolución de


acusación y los que fueran materia de juzgamiento, al menos en la normatividad
preexistente al acto imputado a los procesados, debía guardarse concordancia. No
podía el juez, so pena de violar el debido proceso y el derecho de defensa, proferir
sentencia por un delito distinto al que se les había imputado concretamente a esas
personas. En el fallo, sólo era admisible la variación de la calificación referida a la
especie del delito, pero siempre y cuando la corrección anexada no hiciera más grave
la situación jurídica de los sindicados.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : Casa parcialmente condenando por homicidio
simple,
reajusta penas
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : JIMENEZ REYES, JESUS DE LOS ANGELES
PROCESADO : JIMENEZ REYES, JOSE ALFREDO
DELITOS : Lesiones personales, Homicidio agravado
PROCESO : 15590
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR


Salvamento Parcial de Voto DR. NILSON PINILLA PINILLA

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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DEFENSA TECNICA-Ausencia de defensor: Se deben demostrar sus efectos


negativos/ DEFENSA TECNICA-Inactividad contenciosa como estrategia
defensiva/ DERECHO DE DEFENSA

La Sala se ha referido reiteradamente a la garantía de la defensa técnica. Y tiene


establecido que cuando la hipótesis que se plantea en casación es su violación por
falta de abogado en alguna de las fases procesales o en las dos, le basta al
proponente simplemente demostrar que el procesado tuvo esa carencia.

Pero frente a casos en los cuales ha contado formalmente con abogado durante el
proceso, la situación es distinta. Se ha planteado, en tal hipótesis, que la
determinación de si existió o no transgresión de la garantía procesal debe surgir del
análisis de cada caso en particular, debido a la imposibilidad de obtener una fórmula
que permita saber cuándo la defensa técnica ha resultado conculcada y cuándo no.
Se trata de una dificultad derivada del reconocimiento jurisprudencial de que no
necesariamente la poca o ninguna actividad del abogado traduce que el derecho de
asistencia profesional ha sido violado. Actitudes como éstas pueden constituir una
estrategia defensiva y no necesariamente un abandono al deber de defensa por parte
del profesional.

El ejercicio del derecho de defensa dentro del proceso, entonces, no necesariamente


se cumple a través de actos positivos dentro del proceso, por lo que no es admisible
la fórmula según la cual inactividad es igual a ausencia de defensa.
...

La inactividad no traduce afectación de la garantía de defensa, resulta un deber


lógico del casacionista cuando alega tal circunstancia como constitutiva de nulidad,
demostrarle a la Corte que la actitud pasiva del abogado no fue una estrategia
defensiva sino abandono de sus deberes profesionales. Y tal ejercicio obviamente
debe vincular la demostración de la trascendencia de la inactividad o de la poca
actividad del abogado, es decir que en realidad se trató de una omisión lesiva de los
intereses del procesado y que se tradujo en un resultado que se hubiera podido evitar
o que hubiera podido serle menos gravoso.*

________________________
* Cfr. Providencias de la Sala del 19 de diciembre de 2001. Radicados 13.367 y 13.842. M.P.
Carlos E. Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Casación
FECHA : 01/08/2002
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Marta
PROCESADO : MORA VERA, ELEAZAR
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 17839
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

COLISION DE COMPETENCIA-Cuándo se presenta/ COMPETENCIA A


PREVENCION-Cuando es incierto el lugar

1. El conflicto de competencia se presenta cuando dos o mas funcionarios judiciales


consideran que a cada uno de ellos les corresponde conocer de la actuación o cuando
se niegan a conocer de la misma aduciendo que carecen de competencia y
finalmente, cuando tratándose de delitos conexos se adelanten varias actuaciones,
es decir, que el conflicto de competencia solo tiene lugar cuando el proceso se
encuentra en curso y debe definirse a cual de los funcionarios le corresponde asumir
su conocimiento.

2. Por regla general la competencia para conocer de un asunto determinado se


establece teniendo en cuenta el factor territorial, es decir, por el lugar donde haya
tenido ocurrencia el comportamiento. Sin embargo, cuando se carece de certeza
sobre el sitio específico, se ha cumplido en varios lugares o se ha cometido en el
extranjero, deberá definirse el funcionario competente con fundamento en los
parámetros de la competencia a prevención previstos en el artículo 83 del Código
de Procedimiento Penal.

Dicha norma establece varias pautas para definir el asunto, indicando en primer
término que conocerá el funcionario judicial competente por su naturaleza, en su
defecto, el del territorio en el cual se haya formulado primero la denuncia, o
donde primero se haya avocado la investigación, advirtiendo que en los eventos
en que se hubiere iniciado simultáneamente en varios sitios será competente el
funcionario judicial del lugar en el cual fuere aprehendido el imputado y tratándose
de varios los capturados, el del lugar en que se llevó a cabo la primera captura.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Auto Colisión Competencia


FECHA : 06/08/2002
DECISION : Asigna competencia al Juzgado P.C.E. de
Valledupar
PROCEDENCIA : Juzgado 8 P.C.E.
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CRUZ PEREZ, WILLIAM
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 19755
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Canadá/ EXTRADICION-Naturaleza mixta del trámite/


EXTRADICION-Concepto del Ministerio de Relaciones Exteriores/
EXTRADICION-Validez formal de la documentación/ EXTRADICION-
Convención de Viena/ EXTRADICION-Doble incriminación/ EXTRADICION-
Ejecutivo: Eventualmente puede subordinar la concesión de ésta

1. De conformidad con lo estipulado en el artículo 18 del Código Penal, el trámite de la


extradición está sujeto a lo establecido en los Convenios o Tratados Internacionales,
de carácter bilateral o multilateral o, a falta de éstos, a las normas contempladas en
el Código de Procedimiento Penal, lo que significa que existiendo Tratado entre los
Estados requirente y requerido, sus disposiciones prevalecen sobre las contenidas en
las respectivas legislaciones.

Por lo tanto, según lo conceptuó el Jefe de la Oficina Jurídica del Ministerio de


Relaciones Exteriores, las normatividades aplicables para el trámite del presente
caso, son el Tratado de Recíproca Extradición de Reos, suscrito en Bogotá el 27 de
octubre de 1888 entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la

106
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

República de Colombia, aprobado por la Ley 148 del 28 de noviembre de ese mismo
año, y la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, suscrita en Viena el 20 de diciembre de
1988, incorporada en nuestra legislación mediante la Ley 67 del 23 de agosto de
1993.

2. La memorialista desconoce la naturaleza mixta que tiene el trámite de extradición


en nuestro país, es decir, administrativa-judicial-administrativa, en el cual la actuación
de esta Corporación se limita a emitir un concepto ceñido a los precisos límites
señalados por los citados Tratados y por la ley, caso contrario estaría desbordando sus
atribuciones.

En efecto, una vez más debe reiterar la Corte que el trámite administrativo a que se
hace referencia le compete exclusivamente al Gobierno en cabeza del Ministerio de
Relaciones Exteriores, consistente en alistar la documentación e indicar cuál será la
vía y la legislación aplicable. Igualmente, el Ministerio de Justicia y del Derecho
cumple una función requirente del trámite judicial y del concepto aunque no de la
decisión final que obviamente le corresponde al Gobierno.

Así mismo, se ha dicho que dentro de esas precisas funciones administrativas de


alistamiento del expediente, como un requisito de procedibilidad, la Corte no puede
inmiscuirse, por lo que no está facultada para cuestionar el concepto emitido por el
Ministerio de Relaciones Exteriores, en lo relativo a las normas o a los tratados a que
se debe sujetar un determinado trámite, ya que, como se ha dicho, la misma
Constitución y la ley le atribuyen a la citada Cartera esa específica función, siendo de
su órbita definir el marco normativo que debe regir la extradición, sin que la rama
judicial "pueda imponer a la Ejecutiva, encargada del manejo de las relaciones
internacionales una forma específica de comportamiento frente a terceros países.
Para todos los efectos y hacia el exterior, el Gobierno actúa en ejercicio de la
soberanía que encarna el Presidente, como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y
Suprema Autoridad Administrativa"*.

Por lo tanto, si en este caso, al tenor de lo preceptuado en el artículo 514 del C. de P.


P., el Ministerio de Relaciones Exteriores conceptuó que el Tratado de Recíproca
Extradición de Reos celebrado entre la República de Colombia y la Gran Bretaña y la
Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico de Estupefacientes y Sustancias
Sicotrópicas son los aplicables, tal señalamiento es vinculante para la Corte, por lo
que resulta impertinente solicitarle que se aparte de ellos.

3. En lo que se refiere a la validez formal de la documentación allegada, los


numerales 1° y 2° del artículo XII del citado Tratado, exigen que toda orden judicial,
declaración, certificación o sus copias deben llevar la firma de un juez, magistrado o
agente público del Estado demandante, los que a su vez deben ser autenticados "ora
por el juramento de algún testigo, ora por el sello oficial del Ministerio de Justicia ó de
algún otro Ministerio del otro Estado", exigencias que, en este caso, se cumplieron
satisfactoriamente.

4. Aunque el artículo II del Tratado de 1888, que relaciona los delitos por los cuales se
concede recíprocamente la extradición, no contempla expresamente los punibles por
los que aquí se solicita, sin embargo, la Convención de las Naciones Unidas contra el
Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, suscrita en Viena el 20 de
diciembre de 1988 y aprobada mediante la Ley 67 del 23 de agosto de 1993, que es
aplicable a este asunto, en su artículo 6° prescribe que la extradición procede para
todos los delitos consagrados en el numeral 1° del artículo 3° de la misma
Convención, entre los cuales se encuentran la "oferta, la oferta para la venta, la
distribución, la venta, la entrega en cualesquiera condiciones ... la importación o la
exportación ..." de estupefacientes o sustancias sicotrópicas, el enriquecimiento ilícito
derivado de dicha actividad y la asociación para cometer este tipo de ilícitos.

5. La Corte se permite observar que se trata de una opinión personal de la defensa


que no desvirtúa la circunstancia de que aquí se cumple el principio de la doble
incriminación, esto es, que se trata de un hecho que daría lugar a la extradición
recíproca, pues independientemente de la denominación jurídica que se le dé,
encuentra adecuación típica tanto en la legislación nacional como en la canadiense,
según se infiere de los preceptos antes citados, precisándole que la oferta es una de
las formas que puede asumir el tráfico, tanto en el país solicitante como en Colombia,

107
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

como se desprende de las definiciones que obran en la documentación que respalda


el pedido de extradición y del artículo 376 del C. Penal que nos rige.

6. Como quiera que la ley penal del Canadá cuya transgresión se imputa al solicitado
en extradición, prevé como sanción la prisión perpetua, la que en Colombia está
proscrita, el Gobierno Nacional condicionará la entrega a las condiciones que estime
pertinente para que esta prohibición sea cumplida y exigirá, adicionalmente, que no
será juzgado por hechos distintos a los que originaron la reclamación, ni sometido a
tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, al tenor del artículo 512 del C. de P.
Penal.

______________________
* Ver, entre otras, concepto de extradición de octubre 3/00. Rad. 15862. M. P. Dr. Carlos E.
Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Concepto Extradición
FECHA : 06/08/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Canadá
REQUERIDO : MORENO NOVOA, ALVARO
DELITOS : Concierto para delinquir-narcotráfico
PROCESO : 18542
PUBLICADA : Si

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CASACION-Interés para recurrir-Apelación/ MINISTERIO PUBLICO-Interés


para recurrir

Entre las funciones asignadas al Procurador General de la Nación en el artículo 277-7


de la Carta Política, por si o por medio de sus agentes y delegados, está la de
intervenir en los procesos judiciales, cuando sea necesario para la defensa del orden
jurídico, o del patrimonio público o de los derechos y garantías fundamentales.

Este órgano de control, sin embargo, no tiene el deber imperativo de actuar en todos
los procesos y en todas actividades judiciales, pues el constituyente le otorgó la
facultad de intervenir cuando se configure alguna de las alternativas señaladas, con
el fin de que su labor no resulte nugatoria.

No obstante, en esa actividad del Ministerio Público que en virtud del interés general
le asiste como representante de la sociedad, no puede aspirar a un tratamiento
preferencial y diferente al de los demás sujetos procesales que intervienen en la
actuación ni siquiera bajo el pretexto de la defensa del orden jurídico y / o de las
garantías fundamentales. Su intervención en la actuación penal, está supeditada,
como la de los demás sujetos procesales, a asumir las cargas impuestas por la ley
procesal.

Frente a la legitimidad que se requiere para acceder al recurso de casación, ha dicho


la Sala, también le es exigible al Ministerio Público, el deber de apelar el fallo de
primera instancia, salvo que el superior al revisar dicha decisión, haya desmejorado la
situación de un sujeto procesal, en virtud del recurso de apelación interpuesto por
éste, o cuando se trate de fallos consultables o cuando la casación haga referencia a
alguna causal de nulidad. Esta carga no desaparece por el solo hecho de considerar
que en un determinado asunto su actividad resulta indispensable para defender
alguno de los intereses impuestos por la norma superior y de esa manera justificar su
intervención.
...

Al respecto la Corte ha señalado que:

108
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"Es claro que la función que la Propia Carta Política le asigna al Ministerio Público,
para que prevalido del interés general que conlleva la representación de la sociedad,
procure la salvaguardia del orden jurídico y de los derechos y garantías
fundamentales cuando quiera que éstos resulten menoscabados, no puede
convertirse en argumento para pretender un tratamiento judicial diferente al que
tienen los demás intervinientes e la actuación penal, por contera refractario a las
normas procesales.

La condición de sujeto procesal imparcial que se le reconoce al Ministerio Público sirve


para identificar los nobles propósitos que inspiran su intervención en la actuación
penal, pero no tiene el alcance de cambiar su propia naturaleza que es en todo caso
la de un sujeto procesal...por tanto obligado a asumir funciones (derechos y deberes
dentro del trámite procesal) en pie de igualdad con las demás partes...

No es entonces con el abstracto argumento del "interés general" ni con la escueta y


tardía consideración de que es "necesaria su intervención en el asunto como el censor
debió acreditar su real y legítimo interés para atacar por la vía extraordinaria un fallo
que en la instancia no le mereció el más mínimo reproche, no obstante que a
diferencia del procesado y su defensor ninguna restricción lo ataba para impugnarlo
total y parcialmente.

Es que si el agente del Ministerio Público como todos los demás sujetos procesales
recibe notificación de la sentencia de primer grado, resulta incomprensible que
decline el deber de defender el orden jurídico o de activar el interés por los derechos
o garantías fundamentales en el momento oportuno, esto es, cuando se produce la
decisión de primera instancia donde supuestamente se presentan las hipótesis que
demandan su cuidado y control para intentar luego su rescate en la extraordinaria
sede de casación, a donde puede llegar trocando la paritaria condición de sujeto
procesal - que implica el sometimiento a la regulación legal del derecho de
postulación - por la de privilegiado impugnante per saltum". (Casación No 14072 del
02- 06-e 1998, Magistrado Ponente Dr. Jorge Anibal Gómez Gallego).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 08/08/2002
DECISION : Desestima la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : OSSA MARTINEZ, HENRY DE JESUS
DELITOS : Acceso carnal violento
PROCESO : 14986
PUBLICADA : Si

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INVESTIGACION PREVIA-Notificación de su iniciación/ JUSTICIA PENAL


MILITAR-Competencia: Delito relacionado con el servicio/ FUERO/
SECUESTRO EXTORSIVO-Art.6 Decreto 2790

1. El censor no demuestra que al haberse enterado al sindicado en febrero de 1996


que existía una investigación en su contra, se le pudo conculcar alguna garantía
fundamental, ni la utilidad de dar ese aviso para volver a adelantar un proceso que se
desarrolló en debida forma.

2. Acorde con el concepto de la Procuraduría, si bien el artículo 221 de la Carta


Política, modificado por el Acto Legislativo N° 02 de 1995, prevé que "De los delitos
cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, y en relación con
el mismo servicio, conocerán las cortes marciales o tribunales militares, con arreglo a
las prescripciones del Código Penal Militar", en este asunto, como bien analizaron los
falladores, no concurren esos requerimientos, pues las exigencias económicas
arbitrarias de quienes retuvieron ilícitamente al denunciante, así hipotéticamente

109
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

fuere amenazado con armas de fuego de la Fuerza Pública y la exhibición de


distintivos suyos, ninguna relación guardan y, por el contrario, repudian la prestación
del servicio y la función policial.

Como bien acotó la representante del Ministerio Público, el alcance de dicho precepto
superior fue precisado por la Corte Constitucional (sentencias C-358 de agosto 5 de
1997, M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz y C-878 de julio 12 de 2000, M. P. Alfredo
Beltrán Sierra), al igual que por esta Sala, no sólo en la providencia que cita la
Procuraduría, sino en varias otras, como la sentencia del 21 de febrero de 2001,
radicación 12.308, siendo ponente el Magistrado Jorge Aníbal Gómez Gallego:

"Conforme a la interpretación restrictiva que se impone en este campo, un delito está


relacionado con el servicio únicamente en la medida en que haya sido cometido en el
marco del cumplimiento de la labor -es decir del servicio- que ha sido asignada por la
Constitución y la ley a la Fuerza Pública...

La expresión "relación con el mismo servicio", a la vez que describe el campo de la


jurisdicción penal militar, lo acota de manera inequívoca. Los delitos que se investigan
y sancionan a través de esta jurisdicción no pueden ser ajenos a la esfera funcional
de la fuerza pública... en servicio activo, cuando cometan delitos que tengan "relación
con el mismo servicio". El término "servicio" alude a las actividades concretas que se
orienten a cumplir o realizar las finalidades propias de las fuerzas militares -defensa
de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y el orden
constitucional- y de la policía nacional -mantenimiento de las condiciones necesarias
para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y la convivencia pacífica-."

Sobre los presupuestos para ser cobijado por la jurisdicción penal militar, agregó esta
corporación en el mismo pronunciamiento:

"Tal definición, según el fallo de constitucionalidad examinado, exige tres precisiones:

a) Que el hecho punible debe surgir como una extralimitación o un abuso de poder
ocurrido en el marco de una actividad conectada con una función propia del cuerpo
armado;

b) Que en el caso de conductas punibles de inusitada gravedad, por ser abiertamente


contrarias a la función constitucional de la fuerza pública, de una vez se rompe el
nexo funcional del agente con el servicio; y

c) Que la relación del hecho punible con el servicio debe surgir claramente de las
pruebas que obran en el proceso."

Tales requisitos fueron bien descartados por el ad quem, cuando no encontró dentro
del acervo probatorio que el acusado y los intervinientes en el secuestro de Andrés
Eugenio Ortiz Gómez hubiesen actuado en un operativo oficial, sino al margen de sus
actividades laborales habituales, fingiendo un procedimiento de tal índole, para
engañar al plagiado y obtener a cambio un provecho ilícito, totalmente ajeno a esa
función policial, cuyo fin, según lo consagra el artículo 218 de la Carta Política "es el
mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y
libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz",
esto es, para protegerlos, no para agredirlos.

3. Cuando el secuestro ha sido cometido en vigencia del decreto 2790 de 1990,


persiguiendo alguno de los objetivos enunciados en el artículo 268 del decreto 100 de
1980, o sea "con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier
utilidad, o para que se haga u omita algo o con fines publicitarios de carácter
político", es aplicable el artículo 6° del referido decreto 2790, como atinadamente
analizó el ad quem en este asunto, dado que los hechos ocurrieron el 30 de
noviembre de 1992 y tal norma empezó a regir el 16 de enero de 1991, cometiéndose
la retención de la víctima para obligarla a traspasar la propiedad de su vehículo y a
darles $10"000.000, alcanzando lo primero y el pago de $5"000.000, así como la
suscripción de títulos valores por igual suma, que se iba a cambiar por efectivo.

De otra parte, el dislate que eventualmente se hubiere cometido en otro proceso, no


tiene por que ser repetido en éste, donde no existió yerro alguno en la calificación
jurídica de la conducta punible, ni en el establecimiento de la sanción, pues además
de lo atinente al porte ilegal de armas de uso privativo de la fuerza pública, fue

110
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

acertada la adecuación típica a la preceptiva del artículo 6º del decreto 2790 de 1990,
según ha reiterado esta Sala (cfr. sentencia de casación del 16 de mayo de 2002,
radicación 11.879, con ponencia del Magistrado Fernando Arboleda Ripoll):

"Al respecto debe decirse que tal como lo declaró la Corte en el pronunciamiento que
se menciona en la demanda (cas. agosto 22 de 1990, reproducido en sentencia de
casación del 19 de noviembre de 1992, ambas con ponencia del Magistrado Saavedra
Rojas), es cierto que con anterioridad a la vigencia del Decreto 2790 de 1990
coexistían las siguientes formas de secuestro: La ordinaria contenida en los artículos
268 y 269 del Código Penal, que definía los delitos de secuestro extorsivo y secuestro
simple; y la del secuestro terrorista consagrado en los artículos 22 y 23 del Decreto
180 de 1988, en el que el comportamiento del agente está guiado por el propósito
terrorista de crear zozobra e inseguridad social, pudiendo ser que se trate de una
actividad con finalidades políticas o de cualquier otra índole.

Sin embargo, la doctrina que invoca el casacionista no resulta de interés para el caso
presente, pues el paralelismo normativo a que allí se hizo referencia fue superado con
la expedición del citado Decreto 2790 de 1990, que entró a regir el 16 de enero de
1991, el cual, en su artículo 6º, estableció:

"ARTÍCULO 6°. Siempre que el delito de secuestro se dirija contra persona que ocupe
alguno de los cargos mencionados en el numeral 1° del artículo 2° del Decreto 474 de
1988 o en funcionario de la rama jurisdiccional... ; o se ejecute con fines terroristas; u
obedezca a los propósitos descritos en el artículo 1° del Decreto 1631 de 1987 o
persiga los objetivos enunciados en el artículo 268 del Código Penal, se sancionará
con prisión de veinte (20) a veinticinco (25) años y multa de un mil a dos mil salarios
mínimos legales mensuales…" (Se destaca).

La jurisprudencia ha reiterado que cuando el secuestro ha sido cometido en vigencia


del decreto 2790 de 1990, y los hechos que lo configuran tienen finalidad terrorista, o
recaen sobre sujeto pasivo cualificado, o se ejecuta con el propósito de perseguir los
objetivos señalados en el artículo 268 del Código Penal de 1980, entre los cuales se
incluye el de exigir por la libertad un provecho o cualquier utilidad, la norma aplicable
es la del artículo 6º del citado decreto 2790 de 1990, acogido como legislación
permanente por el artículo 11 del Decreto 2266 de 1991 (Cfr. sentencias de casación
de 12 de noviembre y 3 de diciembre de 1999, proferidas dentro de los procesos de
radicación 13.566 y 12.683, M. P. Dr. Córdoba Poveda y rad. 13.555, M. P. Dr. Pérez
Pinzón); recientemente reiterada en pronunciamientos de septiembre 20 de 2000 (M.
P. Dr. Córdoba Poveda) y de 15 de febrero de 2001 (M.P. Dr. Mejía Escobar), en
procesos de radicados 13.314 y 13.874, respectivamente."

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 08/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ROMERO ACEVEDO, WILFRED
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,
Secuestro
extorsivo
PROCESO : 16813
PUBLICADA : Si

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DERECHOS DEL CAPTURADO/ SENTENCIA ANTICIPADA-Negación dentro


del término legal: No genera nulidad; se ajusta la pena/ TERMINACION

111
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

ANTICIPADA DEL PROCESO/ EJECUTORIA-Providencia que resuelve la


casación

1. Carece de incidencia la probable tardanza en informarle sus derechos al capturado,


dejándose sin constancia de comunicación formal, tan solo de un día para otro, sobre
lo que rápidamente pudo saber y reafirmó con la recepción de la indagatoria, en la
cual estuvo asistido por un defensor de su confianza. Aparte de las consecuencias
disciplinarias a que pudiere haber lugar, y aún si eventualmente ameritare en ese
momento la incoación de alguna acción pública, ningún sentido tiene imaginar
siquiera que procediese anulación, por un acto que pudo haberse omitido
transitoriamente, pero que no arroja consecuencia alguna sobre la debida
continuación del diligenciamiento.

2. Sí asiste razón al casacionista, derivada de lo que vino a ser mayoritariamente


precisado por la jurisprudencia a partir del fallo de fecha 16 de abril de 1998, en el
asunto de radicación 10.397, con ponencia de los Magistrados Jorge Aníbal Gómez
Gallego y Carlos Eduardo Mejía Escobar, que cita el representante del Ministerio
Público en su acertado concepto, tema posteriormente definido por la ley (art. 40 L.
600 de 2000), en cuanto la negativa de la Fiscalía a tramitar la solicitud de sentencia
anticipada, presentada por (...) cuando aún no había quedado ejecutoriada la
resolución de clausura de la instrucción, conculcó su derecho a beneficiarse con
reducción de pena en proporción mayor (1/3) a la que finalmente le fue reconocida
(1/8).

Con todo, la manera de restablecer a (...) la garantía afectada, no es la declaratoria de


nulidad que insta el defensor, a partir de las providencias de 22 de julio y 12 de
agosto de 1997, por las cuales la Fiscalía Seccional negó al procesado el trámite hacia
sentencia anticipada, por haberse cerrado la investigación desde el 8 de julio de ese
año, sino el ajuste de la punibilidad, por ser la alternativa lícita y justa para subsanar
la irregularidad (art. 310-5 L. 600 de 2000), siguiendo el reiterado criterio de esta
corporación (cfr. sentencia de casación de fecha 17 de mayo de 2001, rad. 15.634,
con ponencia de quien ahora cumple igual labor):

"Consecuencialmente, otro de los principios que orienta el rumbo de las nulidades es


el de... la naturaleza residual, en tanto la nulidad es medida extrema, que sólo podrá
decretarse cuando no exista otro instrumento procesal para subsanar la irregularidad
(numeral 5° ib.).

En tal orden de ideas, si la solicitud de sentencia anticipada se formula durante el


correspondiente lapso de ejecutoria, de la providencia que cerró la instrucción, o de la
que fijó fecha para audiencia pública, o de la que citó para sentencia, esto último en
el caso de la desaparecida justicia regional y, en consecuencia, se debe rebajar la
pena, la solución tanto en sede de apelación como de casación, no será la nulidad,
sino la corrección de la sentencia para ajustar la sanción, en la medida legalmente
autorizada según la respectiva oportunidad."

3. Esta sentencia se notificará, pero no admite recurso alguno, al no ser reformable ni


revocable un fallo por el mismo Juez o Sala que lo ha proferido (art. 412 L. 600 de
2000, anteriormente art. 211 D. 2700 de 1991) y haber sido dictado éste por el
máximo órgano de la jurisdicción ordinaria, para resolver la casación planteada.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 08/08/2002
DECISION : Casa parcialmente reajustando la pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : GARCIA PEREA, JHON JAIRO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal
PROCESO : 14575
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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AUDIENCIA ESPECIAL-Omisión al trámite/ AUDIENCIA ESPECIAL-
Procedencia/ INHABILITACION PARA EL EJERCICIO DE DERECHOS Y
FUNCIONES PUBLICAS-Interdicción de derechos/ PRINCIPIO DE
LEGALIDAD

1. La no realización de la audiencia especial con fines de sentencia anticipada, o de la


diligencia de formulación de cargos con igual propósito, cuando han sido
oportunamente solicitadas por el procesado o su defensor, no siempre se erige en
motivo de nulidad. Para que pueda llegar a serlo, es necesario demostrar que en el
momento de formulación de la petición se cumplían los presupuestos requeridos para
la procedencia de la figura, y que no obstante ello, el funcionario judicial omitió darle
trámite, o consideró, equivocadamente, que no era procedente. Además, que no
existe alternativa distinta de solución a la informalidad.

2. En tratándose del instituto de la audiencia especial, previsto en el artículo 37 A del


Código de Procedimiento Penal de 1991 (modificado por el artículo 4º de la ley 81 de
1993), su procedencia estaba supeditada al cumplimiento de tres prepuestos, dos de
carácter procesal, y uno de índole sustancial: (1) Que la situación jurídica del
procesado se encontrara resuelta mediante decisión ejecutoriada; (2) Que la petición
se presentara ante de producirse la clausura del ciclo investigativo; y (3) que existiera
duda probatoria respecto de los temas sobre los cuales podía versar el acuerdo
(adecuación típica, grado de participación, forma de culpabilidad, circunstancias del
delito).

En relación con los primeros requisitos, ninguna duda se presenta sobre su


cumplimiento en el caso en estudio. Para la fecha en la cual se presentó la solicitud
de audiencia especial (6 de agosto de 1997), la situación jurídica de los procesados se
encontraba debidamente resuelta, mediante resolución ejecutoriada (fls.32-37/1). Y
en cuanto respecta al momento procesal hasta el cual podía ser ella presentada, la
Corte en decisión de 16 de abril de 1998, con ponencia de los Magistrados Mejía
Escobar y Gómez Gallego, que la Delegada cita, precisó que la expresión lingüística
"hasta antes de que se cierre la investigación", utilizada indistintamente en los
artículos 37 y 37 A del estatuto procesal penal para fijar el límite máximo dentro del
cual podían ser solicitados los institutos de la sentencia anticipada y la audiencia
especial, no implicaba que la oportunidad feneciera con la mera declaración del cierre
de investigación, sino que se proyectaba hasta la ejecutoria de la respectiva
providencia, siendo hasta dicho momento posible demandar su aplicación.

Esto permite concluir que también el segundo requisito se cumplía en el presente


caso, pues la solicitud de audiencia especial se presentó el mismo día de clausura de
la investigación (6 de agosto de 1997), inmediatamente después de haber sido la
defensa informada de dicha decisión (fls.390, 392, 393/1, 402/1), y que tanto el Fiscal,
en sus decisiones de 8 y 26 de agosto de 1997 (fls.406, 415/1), como el Tribunal al
resolver la solicitud de nulidad planteada en la fase del juicio por dicho motivo
(fls.530-542/1), se equivocaron al considerar que su presentación había sido
extemporánea.

La situación en relación con el tercer presupuesto, o condición de carácter sustancial,


resulta en cambio distinta. A diferencia de lo que ocurre con la figura de la sentencia
anticipada, que exige para su procedencia el cumplimiento de requisitos de índole
simplemente procesal, la audiencia especial (excluida hoy del ordenamiento jurídico)
condicionaba su viabilidad a que existiera además duda probatoria sobre uno
cualquiera de los aspectos que la misma normatividad señalaba como susceptibles de
ser sometidos a negociación (tipicidad, grados de participación, formas de
culpabilidad, circunstancias del delito), según surge del contenido de la parte final del
inciso primero del artículo 37 A ejusdem (modificado por el artículo 4º de la ley 81 de
1993), pero sobre todo del segundo parágrafo, que textualmente decía: "El Fiscal no
estará obligado a concurrir a la audiencia cuando advierta que existe prueba
suficiente en relación con los aspectos sobre los cuales puede versar el acuerdo".

Esto implicaba para el casacionista tener que demostrar no solo que la solicitud había
sido presentada en tiempo, como lo hizo, sino que en ese momento existía duda
probatoria en relación con uno cualquiera de los aspectos susceptibles de ser
negociados, y consecuencialmente, que de no haberse el Fiscal equivocado en la

113
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

determinación del momento hasta el cual podía ser presentada la solicitud, se


imponía la convocación a la audiencia, con el fin de debatir los términos de la
eventual sentencia.
...

Podría pensarse que a falta de demostración de la censura, la Corte tendría la


alternativa de decretar oficiosamente la nulidad, o de aplicar los correctivos a que
hubiera lugar teniendo en cuenta que la figura de la audiencia especial ya no existe
en el ordenamiento jurídico, y que en la actualidad no sería posible su realización,
acudiendo para el efecto a la facultad que le confiere el artículo 228 estatuto procesal
penal de 1991 (216 del actual), pero esto, como es bien sabido, solo resulta viable
cuando el motivo de invalidación surge evidente, situación que no se presenta en el
caso sub judice.

3. Los juzgadores de instancia impusieron al procesado como pena accesoria la


interdicción de derechos y funciones públicas por el término de ocho (8) años, no
obstante haberlos condenado a la pena principal privativa de la libertad de 25 años y
8 meses de prisión. Como esta decisión contraviene lo establecido en los artículos 52
del Código Penal anterior y 52 inciso tercero del actual estatuto, que establecen que
la pena de prisión implica la accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por un tiempo igual al de la pena que accede, sin exceder el
máximo fijado en la ley (10 años en el estatuto anterior), se impone hacer uso de la
facultad prevista en el artículo 216 del Código de Procedimiento Penal, para ajustarla
a la normatividad legal.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 08/08/2002
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosamente respecto
a
pena accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MORENO DAVID, WEIMAR
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 16030
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON


Salvamento Parcial de Voto DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

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ACCION DE REVISION-Apoderado/ ACCION DE REVISION-Legitimidad

La acción de revisión no es recurso que pueda interponerse en el trámite del proceso,


sino un derecho que surge de la concurrencia de alguna de las causales previstas en
el artículo 220 del Código de procedimiento Penal, contra la decisión ejecutoriada que
puso fin a la actuación, sea que se trate de sentencia, cesación de procedimiento o
preclusión de la instrucción, para cuyo ejercicio se requiere el adelantamiento de un
trámite especial y posterior al fallo definitivo

Desde ese punto de vista, la revisión es una acción judicial autónoma, dirigida contra
un proceso penal concluido, y por ello la demanda debe ser presentada por un
abogado titulado que tenga poder especial para hacerlo, así se trate del mismo
profesional que intervino en el trámite ordinario, o de un defensor distinto.

La necesidad de acreditar poder especial no obedece a una exigencia meramente


formal, sino que la legitimidad por parte activa es un requisito de procedibilidad de la
acción de revisión, la cual no puede iniciarse sin la presentación de la demanda por
un abogado que haya recibido poder para ese efecto, puesto que no es la continuidad

114
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

del proceso penal, sino el ejercicio de un mecanismo jurídico excepcional y distinto,


orientado a remover la entidad de la cosa juzgada.

El poder es el instrumento a través del cual la Corte verifica la legitimidad del


abogado para actuar, en el sentido de demostrar la existencia del vínculo entre el
profesional y el titular del derecho a ejercer la acción de revisión.

Vale decir, respecto del condenado siempre puede predicarse la legitimatio ad


causam porque él es quien resulta afectado con la parte resolutiva de la sentencia
que le inflige un castigo y por tanto la ley le confiere la posibilidad de continuar
defendiéndose por todos los medios legales.

Del artículo 221 del Código de Procedimiento Penal se desprende que el legislador
también reconoció al condenado la calidad de titular del derecho a promover la acción
de revisión, legitimatio ad procesum, con acatamiento de las normas que la regulan,
pero la demanda debe ser presentada por un abogado, entre otras razones en
atención a la exigencia técnica de la institución.

Entonces, el abogado adquiere la posibilidad de intervenir, exclusivamente por


discernimiento o derivación que le hace el titular del derecho a promover la acción de
revisión, otorgándole poder especial para ello.

Del abogado, pues, puede predicarse legitimatio ad procesum, o capacidad para


comparecer como demandante y actuar dentro de la acción de revisión cuando ha
sido habilitado a través del poder especial y la Corte Suprema de Justicia le reconoce
la personería jurídica.

Excepcionalmente pueden converger en una misma persona el derecho de interponer


la acción de revisión y la capacidad jurídica para presentar la demanda, caso en el
cuál debe tratarse de un abogado debidamente acreditado.

En síntesis, salvo el caso excepcional, el profesional del derecho requiere poder


especial que lo legitime para el ejercicio de la acción de revisión.

_______________________
* Confrontar, entre otros, los siguientes autos: 21 de agosto de 1997, rad. 10926, M.P. Dr.
Nilson Pinilla Pinilla; 6 de octubre de 2001, rad. 18159, M.P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote; y 1° de
noviembre de 2001, rad. 18270, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Acción de Revisión
FECHA : 08/08/2002
DECISION : Inadmite la demanda de revisión
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
CONDENADO : ARTEAGA, YULDER JAIRO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 18693
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Tratado con Panamá/ EXTRADICION DE NACIONALES/


EXTRADICION-Concepto desfavorable: El Estado requerido queda
comprometido a iniciar la investigación

El artículo 35 de la Carta Política -modificado por el Acto Legislativo No. 01 de 1997-,


establece que la extradición se solicitará, concederá u ofrecerá de acuerdo con los
tratados públicos y a falta de éstos el Gobierno procederá según lo establecido en la
ley.

115
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

De conformidad con esta disposición, cuando el Gobierno Nacional de acuerdo con la


órbita de su competencia señala el instrumento o los instrumentos internacionales por
los que se rige el asunto, es este marco normativo el que delimita el concepto de la
Corte.

En este caso, el Gobierno Nacional conceptuó que el instrumento internacional


aplicable "es el Tratado de Extradición suscrito entre Panamá y Colombia el 24 de
diciembre de 1927, aprobado mediante Ley 57 de 1928 y ratificado el 24 de
noviembre del mismo año". Agregó que "debe tenerse en cuenta que la Convención
de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y sustancias
Sicotrópicas firmada en Viena el 20 de diciembre de 1988, en su artículo 6º y en
especial el numeral 2º dispone: "Cada uno de los delitos a los que se aplica el
presente artículo se considerará incluido entre los delitos que den lugar a extradición
en todo tratado de extradición vigente entre las Partes. Las Partes se comprometen a
incluir tales delitos como casos de extradición en todo tratado de extradición que
concierten entre sí".

Informó asimismo, "que frente a la Convención de Viena de 1988 se realizaron las


reservas y declaraciones que se adjuntan y que mediante nota diplomática OJ. AT. DM.
064829 del 22 de diciembre de 1997, se retiró la reserva que Colombia formuló
respecto del artículo 3 párrafo 6º y 9º y el artículo 6º de la Convención".

El Artículo segundo de la Ley 57 de 1928, aprobatoria del Tratado de extradición


celebrado entre las Repúblicas de Colombia y Panamá, establece que para que haya
lugar a la extradición, se requiere:

- Que el estado reclamante tenga jurisdicción para juzgar y castigar el acto que
motiva la solicitud.

- Que el individuo cuya extradición se pida haya sido condenado o esté procesado o
perseguido como autor, cómplice o auxiliador de una violación de derecho penal
punible en ambos Estados con una pena no menor de dos años de prisión.

- Que la acción o la pena no estén prescritas conforme a las leyes de cualquiera de los
Estados contratantes.

- Que el prófugo, si ha sido juzgado, no haya cumplido aún la condena impuesta en la


sentencia que la dispuso.

El artículo tercero establece que no habrá lugar a la extradición en los siguientes


casos:

- Cuando la persona cuya extradición se solicita, esté procesada o haya sido ya


juzgada o indultada en el Estado requerido, por el mismo delito que motiva la
solicitud.

- Cuando se trate de delitos políticos o actos conexos (salvo los referidos a atentados
contra la vida del Jefe de la Nación), o de delitos contra la religión o de faltas o
transgresiones puramente militares.

De conformidad con el artículo quinto del Tratado, "tampoco habrá lugar a la


extradición si el individuo reclamado es nacional nativo del Estado requerido o
nacionalizado en él, salvo, en este último caso, que la naturalización sea posterior al
acto que determina la solicitud de extradición", precisando en el inciso segundo, que
"…cuando la extradición de un individuo se niegue por esta causa, el Estado
requerido queda obligado a juzgarlo de conformidad con sus propias leyes y mediante
las pruebas que suministre el Estado requirente y las demás que las competentes
autoridades del Estado requerido estimen conveniente allegar".

- A tenor de lo previsto por el artículo décimosegundo del Tratado, la extradición debe


ser solicitada por los Agentes Diplomáticos y a falta de éstos, por los Consulares, o
directamente de Gobierno a Gobierno, debiendo acompañarse de los siguientes
documentos, expedidos en la forma prescrita por la legislación del Estado reclamante:

- Copia a transcripción auténtica de la sentencia en firme cuando el solicitado hubiere


sido condenado, o copia del auto de detención dictado por autoridad competente si se
trata de un procesado o perseguido.

116
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

- Indicación exacta de los actos que determinan la solicitud de extradición y del lugar
y la fecha de su ejecución, cuando ello pudiere precisarse.

- Todos los datos que posea el Estado requirente de los que se pueda establecer la
identidad de la persona solicitada.

- Copia auténtica de las disposiciones penales aplicables al caso.

Acorde entonces con lo establecido en el instrumento internacional aplicable, se


tiene que en el presente evento sería del caso que la Corte procediera a verificar el
cumplimiento íntegro de las previsiones allí contenidas, si no fuera por la existencia
de un presupuesto que torna innecesario abordar el examen de la totalidad de las
exigencias normativamente previstas.

En efecto, de conformidad con el artículo 5º del Convenio de extradición celebrado


entre las Repúblicas de Colombia y Panamá, la extradición no resulta procedente
respecto de nacionales por nacimiento de ambos países.
...

Podría surgir, sin embargo, aparente contrariedad entre las previsiones del artículo 35
de la Carta Política, modificado por el Acto Legislativo No. 1 de 1997, que autoriza la
extradición de nacionales colombianos por nacimiento por hechos ocurridos a partir
del 17 de diciembre de ese año, y un tratado anterior a su vigencia.

Podría surgir, sin embargo, aparente contrariedad entre las previsiones del artículo 35
de la Carta Política, modificado por el Acto Legislativo No. 1 de 1997, que autoriza la
extradición de nacionales colombianos por nacimiento por hechos ocurridos a partir
del 17 de diciembre de ese año, y un tratado anterior a su vigencia.

No obstante, el tema ya ha sido objeto de definición por la Sala en el concepto de


fecha 13 de diciembre de 2001, rad. 18248, con ponencia del Magistrado Gómez
Gallego, en el siguiente sentido:

"Podría pensarse entonces en un tránsito de legislación, según el cual la reforma


constitucional habría modificado el Tratado de 1927, en el sentido de autorizar la
extradición de nacionales colombianos por nacimiento que el último prohibía, mas
sobre el particular resultan pertinentes las reflexiones consignadas en la sentencia C-
087 de 1997, con la aclaración de que el problema contemplado en fallo era inverso
(el tratado permitía y la Constitución prohibía), pero en todo caso se relievaba el
choque entre los dos ordenamientos. Dijo entonces la Corte Constitucional:

"Empero, aun en estos casos, no se trata de que la Corte considere que se puede
producir siquiera remotamente una especie de derogatoria directa y automática de
los tratados que prevén y regulan la extradición de los nacionales colombianos por
nacimiento por obra de la Constitución Nacional de 1991, como lo plantea el actor, por
fuera de las consideraciones mínimas de orden jurídico relacionadas con la armónica
concurrencia y unidad de los ordenamientos jurídicos de diverso orden, como es el
caso del tema de las relaciones entre la Constitución y los tratados públicos, y la
ausencia de jerarquía formal entre ambos ordenamientos jurídicos.

"En efecto, ni la Carta Política de 1991 pretende la derogatoria de ningún tratado


público por su mandato o disposición, ni los tratados públicos pueden sustituir los
términos de la Carta Política, ni condicionar su vigencia, eficacia o aplicación internas;
en este sentido, una cosa es la eficacia interna de la prohibición a las autoridades
nacionales de extraditar nacionales por nacimiento, por ejemplo, que condiciona la
interpretación constitucional de una ley como en este caso, y otra es la pretendida y
absurda eficacia derogatoria de los tratados públicos internacionales, por una u otra
disposición constitucional de orden interno, como resulta del parecer del actor".

"Obviamente, ante una eventual contradicción entre el tratado de extradición y la


Constitución Política, no habría duda del imperio y prevalencia de ésta en el orden
interno, conforme con el artículo 4°, pues, según el texto del artículo 93 de la misma y
la decantada doctrina de la Corte Constitucional, solamente los tratados sobre
derechos humanos y derecho internacional humanitario y los de fronteras prevalecen

117
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

en orden interno, mas al mismo nivel de la Carta Fundamental y no por encima de ella
(sentencia C-400 de 1998, entre otras).

"Con todo, de acuerdo con las reglas hermenéuticas del sistema y el efecto útil, será
necesario examinar la autorización de extraditar nacionales colombianos por
nacimiento, prevista en el inciso 2° del artículo 35 modificado, dentro del contexto de
la norma y fundamentalmente atada al inciso 1°, máxime que ambos cuerpos están
conectados lógicamente por la expresión aditiva "además" que encabeza el segundo
apartado, lo cual indica que la acción de extraditar nacionales colombianos por
nacimiento funcionará añadida a la ya expresada en el primer párrafo del precepto,
cuyo tenor señala:

"La extradición se podrá solicitar, conceder u ofrecer de acuerdo con los tratados
públicos y, en su defecto con la ley".

"Así pues, fue la misma Carta Política la que expresamente, dentro del diseño de las
fuentes formales y materiales en materia de extradición (sin discriminar aún los
sujetos), las circunscribió al tratado internacional y la ley, y además le dio prelación al
primero sobre la segunda. De modo que, a tono con un enfoque interpretativo
integral del texto del artículo 35 de la Constitución Política, el Tratado de 1927, en
cuanto impide la extradición de nacionales por nacimiento de los países involucrados,
no riñe sino que compagina con el precepto constitucional, pues dicho instrumento
internacional tiene preferencia sobre la ley por vocación de la misma Carta
Fundamental.

Es de precisar, que a diferencia de otros casos presentados con anterioridad a la


vigencia del Acto Legislativo No. 01 de 1997, en los cuales la Corte invocó la
supremacía de la Carta Fundamental, reafirmó la subordinación a ella de la
normatividad contenida en el estatuto procesal penal, y dio aplicación directa a
aquella y no a ésta por razón de la fuerza normativa que ostenta y la nacionalidad
colombiana por nacimiento en cabeza del requerido, la cual entonces se constituía en
motivo impidiente a la extradición -hecho acreditado de entrada con la formalización
de la solicitud (Cfr. autos de abril 29 y mayo 6 de 1997, en los trámites de radicado
números 13096, 13093, 13094 y 13097)- al sostener que en dichos casos "se
constituye en un apriori que impide el aprontamiento de otras diligencias", en este
particular evento, a la conclusión de que la extradición resulta improcedente por
razón de la nacionalidad por nacimiento de los requeridos, no podía llegarse por fuera
del concepto que por ley corresponde emitir a esta Corporación, por implicar un
análisis de fondo que, de conformidad con el instrumento internacional aplicable (art.
5º de la ley 57 de 1928), ha sido diferido al momento de la decisión final por parte del
Gobierno nacional, previo el trámite ante la Corte, que involucra, además, la
necesidad de adoptar otro tipo de determinaciones en orden a cumplir internamente
por parte de sus autoridades, compromisos adquiridos con ocasión de la suscripción
del acuerdo internacional.
...

Acorde con la voluntad de las partes expresada en el Tratado (art. 5º de la ley 57 de


1928), como la extradición se torna improcedente atendiendo la nacionalidad por
nacimiento de los requeridos, la jurisdicción penal colombiana debe aplicarse de
manera imperativa con prevalencia sobre la del Estado requirente, pues éste, a través
del instrumento internacional, declina ejercer la acción penal por conductas delictivas
cometidas en su territorio, bajo el entendido de que en el evento en que la extradición
se niegue por razón de la nacionalidad, el Estado requerido queda comprometido a
iniciar la investigación del delito por que se solicitó la extradición con base en las
pruebas que suministre el estado requirente y las que el requerido estime
conveniente allegar, juzgar al solicitado de conformidad con sus propias normas, y
sancionarlo si es hallado responsable, sin que para ello tenga relevancia el sentido de
las decisiones de las autoridades judiciales del país requirente, las cuales, por
voluntad de las Partes, y, por razón del sentido de la decisión a adoptar por el
Gobierno Nacional, carecen de eficacia interna en ambos países.

Ello en atención a la prevalencia que la Carta Política ha concedido al tratado público,


como en tal sentido se indicó por el Juez de constitucionalidad en la sentencia C-740
de 2000 que en este concepto se menciona, pues, "el Presidente, como director de las
relaciones internacionales según lo prevé el artículo 189, numeral 2 de la Carta, ya
sea directamente o a través de sus delegados, puede con el fin de cumplir con los
compromisos internacionales derivados de convenios internacionales, apreciar

118
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

distintos intereses estatales al decidir si extradita o no a un sindicado y tales intereses


pueden provenir tanto de necesidades nacionales como de compromisos
internacionales". (Sentencia C-621 de 2001. M.P. Cepeda Espinosa.)

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Concepto Extradición
FECHA : 13/08/2002
DECISION : Conceptúa desfavorablemente., previene al
gobierno
sobre tratado. advierte de otra solicitud.
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Panamá
REQUERIDO : RIVERA, VICENTE WILSON
REQUERIDO : RIVERA RAMOS, CAMILO HENRY
PROCESO : 18629
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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CASACION DISCRECIONAL-Sustentación/ CASACION DISCRECIONAL-Ley


553 de 2000-Sujetos legitimados/ TORTURA-Con fines terrorístas/ NORMAS
DE ESTADO DE SITIO-Incorporación como legislación permanente

1. La jurisprudencia tiene establecido como exigencia consustancial a la naturaleza


excepcional del instrumento, la necesidad de que el actor presente la fundamentación
debida frente a los motivos que determinan la viabilidad de su admisión, relacionada
con las posibilidades para acudir a ella la ley otorga, bien sea en búsqueda, por dicha
vía, del desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de un derecho fundamental
presuntamente transgredido en las instancias ordinarias del proceso, debiéndose
precisar clara y nítidamente, la razón o razones por las cuales el Juez de casación
debe intervenir en un asunto sobre el que no concurren los presupuestos de la
casación común.

De manera que si lo perseguido es un pronunciamiento con criterio de autoridad en


relación con determinado punto jurídico que por oscuro merezca ser clarificado,
resulta indispensable que ello se diga en el escrito respectivo, indicándose
igualmente, si lo que se pide es la unificación de posiciones encontradas sobre el
particular, la actualización de la doctrina hasta el momento imperante o el
pronunciamiento sobre un tema aún no desarrollado, debiéndose señalar, además, de
qué manera la decisión demandada de la Corte presta el doble servicio de solucionar
adecuadamente el caso y servir de guía como criterio auxiliar de la actividad judicial.

Y si el motivo de inconformidad con el fallo de segundo grado estriba en aducir la


violación de un derecho fundamental, el casacionista está obligado a desarrollar una
argumentación lógica dirigida a patentizar el desacierto, siendo de su cargo
demostrar el desconocimiento de una garantía por el quebrantamiento de la
estructura básica del proceso o la actividad del juzgador, e indicar las normas
constitucionales que protegen el derecho invocado y su concreto conculcamiento con
la sentencia.

2. En relación con los sujetos legitimados, a diferencia de lo normado en el inciso


tercero del artículo 218 del Decreto 2700 de 1991, modificado por el artículo 35 de la
ley 81 de 1993, según el cual sólo se hallaban facultados para acudir a la casación
discrecional el Procurador, su delegado y el defensor del procesado, con la puesta en
vigencia de la ley 553 de 2000 y la ley 600 de ese mismo año, hoy lo puede hacer
cualquier sujeto procesal que demuestre interés jurídico para recurrir en sede
extraordinaria, incluyendo por tanto, al Fiscal, al apoderado de la parte civil y al
tercero civilmente responsable, dada la misión institucional de aquél y el interés
particular de estos últimos.

En todo caso, será la Corte, en ejercicio de su discrecionalidad, a quien corresponde


ponderar la fundamentación expuesta por la parte que acude a dicho instrumento, y
decidir si admite o rechaza el trámite de la casación excepcional.

119
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

3. La Corte ya tuvo oportunidad de referirse al tema de la coexistencia de tipos


penales de excepción con los de la legislación ordinaria, especialmente a raíz de la
expedición del Decreto 180 de 1988.

Así, por ejemplo, en sentencia de casación proferida el 22 de agosto de 1990 con


ponencia del magistrado Saavedra Rojas, la Sala precisó que dicho estatuto crea
nuevos tipos penales que no aparecían en la codificación ordinaria, suspendió todas
aquellas disposiciones que le resultaran contrarias y que en varios delitos se presenta
un verdadero paralelismo "entendiendo esta expresión como la existencia de un
mismo ilícito previsto simultáneamente en las normas ordinaria y de Estado de Sitio,
en ocasiones con una mayor riqueza descriptiva en la segunda, pero en otras
repitiendo la descripción de la conducta típica existente en la primera", concluyendo
entonces que las disposiciones de excepción sólo pueden ser aplicadas si las
conductas llevadas a cabo guardan relación con los motivos de perturbación que
originaron la declaratoria de estado de sitio.

Con este entendimiento, en posterior pronunciamiento, proferido el 15 de diciembre


de 1999 dentro del proceso de casación de radicado 12374 con ponencia del
Magistrado Gómez Gallego, indicó la Sala que el artículo 24 del Decreto 180 de 1988
no subrogó el artículo 279 del Código penal relativo al delito de tortura, sino que
adicionó al ordenamiento jurídico penal la modalidad especial de "tortura con fines
terroristas".

Más recientemente, en fallo de casación del 28 de septiembre de 2001 dentro del


proceso de radicado 13.310 con ponencia del Magistrado Mejía Escobar, precisó la
Corte que el Decreto 2266 de 1991, mediante el cual se adoptó como legislación
permanente el artículo 24 del decreto 180 de 1988, no sólo no guarda relación con las
causas que originaron la declaración de estado sitio en 1984, sino que suprimió el
elemento "en cumplimiento de actividades terroristas" del tipo de tortura allí
contenido, lo cual significa que en la legislación colombiana, con la vigencia del
decreto 2266 de 1991, se produjo la derogatoria del artículo 279 del Decreto 100 de
1980.

En relación con la decisión de constitucionalidad contenida en el fallo C-587/92 en


que se declaró la conformidad con la Carta Política del artículo 279 del Decreto 100 de
1980, precisó la Sala que la alusión a la coexistencia de los tipos penales de tortura,
constituyó simplemente un comentario de la Corte Constitucional que no ostenta
carácter vinculante, dado que no se plasmó en la parte resolutiva ni se trató de
argumento relacionado con ella.

De manera que la pretendida fundamentación de la solicitud, orientada a provocar un


pronunciamiento del Máximo Tribunal de la Jurisdicción Ordinaria a fin de "orientar
jurisprudencialmente a quienes administran justicia en los altos Tribunales del país"
en relación con la aplicabilidad del artículo 279 del decreto 100 de 1980 frente a lo
dispuesto en torno al tema por el decreto 180 de 1988, adoptado como legislación
permanente por el decreto 2266 de 1991, queda sin fundamento, pues los desarrollos
jurisprudenciales que vienen de ser desatacados no ameritan aclaración adicional.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Casación Discrecional
FECHA : 20/08/2002
DECISION : Inadmite demanda, no adopta otra decisión
solicitada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
RECURRENTE : FISCAL SECCIONAL 240
NO RECURRENTE : BORDA PARRA, OWER JIMMY
DELITOS : Tortura
PROCESO : 18306
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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120
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Modalidades/ FALTA DE APLICACION DE


LA NORMA/ APLICACION INDEBIDA DE LA NORMA/ INTERPRETACION
ERRONEA DE LA LEY/ INDEMNIZACION DE PERJUICIOS/ REPARACION
DEL DAÑO

1. El concepto de interpretación errónea supone, necesariamente, que el precepto


que se reputa como vulnerado por el sentenciador fue correctamente seleccionado y
aplicado, no pudiéndose confundir este fenómeno cuando dependiendo del alcance
otorgado al precepto legal, el mismo no se aplica o se aplica indebidamente.

Lo anterior, permite nuevamente recordar que la aplicación indebida o la falta de


aplicación de la ley, bien pueden presentarse independientemente de las razones que
tuviere el sentenciador para llegar a dicha conclusión, por manera que si las mismas
tienen que ver con el alcance de la disposición, no puede postularse en casación
como interpretación errónea, pues lo que importa, se repite, son los efectos que de la
norma se materialicen en el fallo. Por ello, si el juez la interpreta y como consecuencia
de ello no la aplica o la aplica erradamente, es cualquiera de estas dos últimas
hipótesis las que se presenta, pues lo primero equivale a que siendo la que
correctamente regula el caso, se le excluyó y la segunda, que no siendo la que
corresponde, indebidamente se le hizo producir efectos jurídicos donde no los podía
tener. En cambio, si la selección y la aplicación material de la ley es la correcta, pero
al determinar sus alcances se restringen o exacerban, lo que se presenta es una
interpretación errónea, precisamente porque los dos primeros aspectos -selección y
aplicación- no se discuten.

En este sentido son las sentencias de casación números 12.458 del 20 de mayo (M.P.
Dr. Juan Manuel Torres Fresneda) y 9993 del 25 de agosto (M.P. Dr. Fernando Arboleda
Ripoll) de 1.998 y 16.678 del 14 de febrero (M.P. Dr. Álvaro Orlando Pérez Pinzón)
11.655 del 20 de septiembre, 11.174 del 11 de agosto (M.P., Dr. Edgar Lombana
Trujillo) de 2.000 y 16.562 del 28 de septiembre (m.P. Dr. Carlos Eduardo Mejía
Escobar) y 15.829 del 6 de diciembre (M.P., Dr. Nilson Pinilla Pinilla), de 2.001, entre
otras.

2. Sobre el alcance que de dicha disposición tenía decantado la jurisprudencia, en


fallo del 23 de noviembre de 1.998, precisó la Sala:

"Como norma imperativa, no es de aplicación facultativa por el Juez. La expresión


"podrá disminuir" que contiene el precepto, no significa, como ha sido entendido en
algunas instancias judiciales, que su aplicación sea discrecional, de suerte que aún
cumpliéndose la condición en ella establecida, pueda el juzgador negar la rebaja.

Las normas penales, como la mayoría de los mandamientos jurídicos, son por esencia
de carácter imperativo, de suerte que cumplida la condición en ella fijada para su
operancia, el funcionario judicial no tiene alternativa distinta de aplicar la
consecuencia jurídica. En materia penal no existen normas que confieran al Juez la
facultad de optar por su no aplicación, habiendo sido cumplido el supuesto fáctico en
ella previsto.

La inflexión verbal "podrá", a la cual se ha hecho alusión, está referida a la facultad


que tiene el Juez de reducir la pena de la mitad a las tres cuartas partes, es decir, a la
posibilidad de fijar el quantum entre los límites mínimo y máximo que la propia
norma consagra, teniendo por norte los criterios establecidos en los artículos 61 y
siguientes del Código Penal.

Con dicha directriz solo se pretendió fijar un marco de racionalidad en la aplicación de


la consecuencia jurídica, en manera alguna condicionar al criterio del juzgador la
procedencia de la norma misma.

Es de carácter eminentemente objetivo, en cuanto que el supuesto fáctico que recoge


puede ser constatado por el funcionario judicial sin necesidad de tener que recurrir a
valoraciones subjetivas.

Para la operancia de la rebaja, la norma solo exige que el responsable restituya el


objeto materia del delito o su valor, e indemnice los perjuicios ocasionados al

121
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

ofendido o perjudicado. Las motivaciones que hayan podido haber determinado su


decisión, o los sentimientos que haya experimentado al hacerlo, no son aspectos que
determinen la aplicación o no de la consecuencia jurídica. De allí que su exigencia sea
ilegítima.

Si lo pretendido a través de la rebaja consagrada en el norma fue crear un mecanismo


de estímulo para que el procesado haga cesar los efectos de la conducta delictiva
mediante el reintegro del objeto material del delito o su valor, y la indemnización al
ofendido o perjudicado, dicho propósito resultaría comprometido con las exigencias
adicionales anotadas, ante la certeza de que aún reparando el daño, la retribución
anunciada (reducción de pena) podría terminar siendo desconocida.

Es de condición alternativa supletoria. Esto significa que cuando la restitución del


objeto material es posible, es ésta la que debe hacerse por el procesado, y que solo
cuando sea irrealizable, porque el objeto material ha desaparecido, o ha sido
destruido, o el imputado no está en condiciones de recuperarlo, puede acudirse a la
restitución por equivalencia, que se concreta, según lo establece la norma, en el pago
del valor del objeto. En ambos casos (restitución natural y por equivalencia), el
responsable debe indemnizar al ofendido los perjuicios causados.

Es de precisarse que si el objeto material fue recuperado, o no alcanzó a ser objeto de


apoderamiento como acontece en las tentativas, la reducción se obtiene si el
responsable indemniza los perjuicios causados con el hecho punible, de acuerdo con
la estimación que de ellos haga bajo juramento el perjudicado, o la que pericialmente
se realice (art. 295 C. P. P.).

La reparación debe ser integral. Esto significa que las restituciones e indemnizaciones
deben ser totales, no parciales. Los resarcimientos incompletos, solo ameritan el
reconocimiento de la circunstancia genérica de atenuación prevista en el artículo 64.7
del Código Penal.

Tiene aplicación extensiva, en cuanto que la consecuencia jurídica (rebaja de pena)


debe ser aplicada a todos los procesados, sea cual fuere de ellos quien haya realizado
la restitución o asumido el pago.(M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, Rad.9657).

Y más recientemente, en sentencia del 28 de septiembre de 2.001, dicho criterio fue


reiterado, así:

"La Sala ha tenido oportunidad de precisar los alcances del artículo 374 del Código
Penal anterior, hoy artículo 269 de la Ley 599 de 2.000, a través de recientes
pronunciamientos con los que se han venido precisando y corrigiendo planteamientos
contenidos en fallos que los precedieron, alguno de los cuales, según el Procurador, es
que se sigue manteniendo frente al problema generado por la imposibilidad de
restitución del objeto material del delito.

En efecto, se ha señalado que la rebaja punitiva por REPARACIÓN procede cuando el


responsable restituya el objeto material del delito o su valor e indemnice los perjuicios
ocasionados al ofendido o perjudicado, tal como lo consagra la norma, sin que en ella
se condicione a una motivación específica, explícita o implícita, el proceder de quien
indemniza y/o restituye. Esas valoraciones subjetivas no hacen parte de las
exigencias consagradas en la ley.

Se trata de un mecanismo de reducción de pena, no de una atenuante de


responsabilidad. No se deriva de una circunstancia relacionada con el hecho punible
que pudiera incidir en la tipicidad, la antijuridicidad o la culpabilidad o en los grados
de participación. Se trata de una actitud del imputado posterior al delito, que no tiene
incidencia en el juicio de responsabilidad y por tanto, solo afecta la pena una vez ha
sido individualizada. La rebaja de pena será entonces relacionada con la dosificación
que haga el funcionario judicial, no con los límites mínimo y máximo establecidos en
los tipos penales que atentan contra el patrimonio económico. Significa que la citada
disminución de la pena no afecta el término de prescripción de la acción penal, ni
tiene incidencia en la determinación de la pena máxima a imponer para establecer la
procedencia del recurso de casación.

De igual manera, ha señalado la Sala que la reducción de pena no es facultativa (lo


discrecional es su monto, dentro del ámbito específico de la norma), que es de
carácter objetivo, que la indemnización ha de ser integral, que la rebaja es extensiva

122
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

a los partícipes (aunque no necesariamente en la misma cantidad dado que ello


depende de los factores dosimétricos predicables frente a cada uno de ellos y su
forma de participación), y que solo los demás sujetos procesales pueden objetar la
estimación hecha por el ofendido, así, como que si éste no reclama perjuicio moral, es
porque no lo consideró existente, por lo que el funcionario no puede cuestionar su
pretensión indemnizatoria, aunque es su deber verificar frente a la fijación de los
perjuicios por parte del ofendido, que ella recoja el querer de la ley, para que sea
integral o completa, y no surja como consecuencia de un acto de rutina negligente y
superficial, como suele ocurrir con muchos de los interrogatorios que se verifican
sobre el particular". (M. P. Carlos Eduardo Mejía Escobar, Rad.16.562).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 20/08/2002
DECISION : Si casa, reduce pena, niega subrogado, ordena
captura
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : CARREÑO HENAO, WILMAR MAURICIO
PROCESADO : ROMAN RUA, GIOVANNY
PROCESADO : CORDOBA BLANDON, ANDRES FELIPE
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Tráfico de moneda
falsa
PROCESO : 14747
PUBLICADA : Si

Aclaración de voto DR. NILSON PINILLA PINILLA

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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CIERRE DE INVESTIGACION-Notificación/ DEFENSA TECNICA-Se debe


demostrar la trascendencia de la inactividad/ FALSO JUICIO DE EXISTENCIA

1. Si bien es cierto el artículo 438 del Código de Procedimiento Penal vigente para la
fecha de los hechos, preceptuaba que la resolución mediante la cual se ordenaba la
clausura de la investigación se debía notificar personalmente, también es cierto que
tal disposición no debe examinarse aisladamente del conjunto normativo que
gobierna el acto de notificación, puesto que el artículo 188 ibídem señalaba que "las
notificaciones al sindicado que se encuentre privado de la libertad y al Ministerio
Público se harán en forma personal", entonces, de acuerdo a dicha preceptiva se
establece nítidamente que la notificación personal no es obligatoria cuando el
procesado no se encuentra sujeto a detención, ni para su defensor.

De suerte que, encontrándose prevista por el artículo 187 la notificación por estado, la
Secretaría de la Unidad de Fiscalías notificó por ese medio al defensor del procesado
a quien, pues pese a los esfuerzos realizados, no lo pudo hacer personalmente
supliéndose dicho acto con el mecanismo previsto en el artículo 190 ibídem por no
estar mencionado en el artículo 188 ejusdem y haberse citado por un medio radial de
la ciudad ante la ausencia de dirección en el expediente.

2. La sola circunstancia de que el defensor no haya solicitado pruebas, interpuesto


recursos, alegado de conclusión o presentado cualquiera otra petición dentro del
proceso, no implica la afectación de la garantía fundamental de defensa y, por lo
tanto, era un deber del actor demostrarle a la Corte la trascendencia de dicha
inactividad, entendiendo por ello explicar de qué manera hubiera cambiado la

123
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

situación del implicado con una actitud contraria o distinta de la defensa, puesto que
la experiencia enseña que en no pocas ocasiones la defensa se vale de la pasividad
del instructor o del juzgador en la etapa de pruebas, para luego alegarlo en audiencia
como deficiencia probatoria o defecto del "onus probandi". De otra parte, esa
inactividad puede obedecer a la propia actitud del procesado que no le aporta o
permite al defensor una postura distinta.

3. El falso juicio de existencia, se presenta cuando el fallador ignora, desconoce u


omite el reconocimiento de la presencia de una prueba que obra de manera objetiva
en el expediente (falta de apreciación de la prueba) o cuando supone e imagina una
prueba que no figura en el proceso, es decir, cuando reconoce como probado un
hecho carente de demostración (falsa apreciación de la prueba).*

______________________________
* Cfr. C.S. de J. M.P. Dr. PÉREZ PINZÓN, Álvaro O. Auto 14535 Nov. 30 de 1999

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : TEJADA RIVERA, TEDDY ALBERTO

DELITOS : Homicidio
PROCESO : 13182
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Modalidades-Técnica/ FALSO JUICIO DE


EXISTENCIA-Por omisión y por suposición/ INDICIO-Técnica para atacarlo en
casación/ FALSO JUICIO DE IDENTIDAD/ FALSO RACIOCINIO/ DERECHO DE
DEFENSA-Defensa técnica, defensa material/ DEFENSA TECNICA-Garantía
intangible, permanente y real/ DEFENSOR-Goza de total iniciativa

Los errores de hecho en la apreciación probatoria que dan lugar a configurar la causal
primera de casación, apartado segundo, por violación indirecta de la ley sustancial; la
consecuente invalidación del fallo de mérito, y el proferimiento del que deba
reemplazarlo, se presentan cuando el juzgador se equivoca al contemplar
materialmente el medio; porque omite apreciar una prueba que obra en el proceso;
porque la supone existente sin estarlo (falso juicio de existencia); o cuando no
obstante considerarla legal y oportunamente recaudada, al fijar su contenido la
tergiversa, cercena o adiciona en su expresión fáctica, haciéndole producir efectos
que objetivamente no se establecen de ella (falso juicio de identidad); o, porque sin
cometer ninguno de los anteriores desaciertos, existiendo la prueba es apreciada en
su exacta dimensión fáctica, y al asignarle su mérito persuasivo transgrede los
postulados de la lógica, las leyes de la ciencia o las reglas de experiencia, es decir, los
principios de la sana crítica como método de valoración probatoria (falso raciocinio).

Cuando la censura se orienta por el falso juicio de existencia por suposición de


prueba, compete al casacionista demostrar mediante la indicación correspondiente
del fallo donde se aluda a dicho medio que materialmente no obra en el proceso; y si
lo es por omisión de ponderar prueba que material y válidamente obra en la

124
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

actuación, es su deber concretar en qué parte del expediente se ubica ésta, qué
objetivamente se establece de ella, cuál el mérito que le corresponde siguiendo los
postulados de la sana crítica, y cómo su estimación conjunta con el arsenal probatorio
que integra la actuación, da lugar a variar las conclusiones del fallo, y, por tanto
modificar la parte resolutiva de la sentencia objeto de impugnación extraordinaria.

Si lo pretendido es denunciar la configuración de errores de hecho por falsos juicios


de identidad en la apreciación probatoria, el casacionista debe indicar expresamente,
qué en concreto dice el medio probatorio, qué exactamente dijo de él el juzgador,
cómo se le tergiversó, cercenó o adicionó haciéndole producir efectos que
objetivamente no se establecen de él, y lo más importante, la repercusión definitiva
del desacierto en la declaración de justicia contenida en la parte resolutiva del fallo.

Si se denuncia falso raciocinio por desconocimiento de los postulados de la sana


crítica, se debe indicar qué dice de manera objetiva el medio, qué infirió de él el
juzgador, cuál mérito persuasivo le fue otorgado, señalar el postulado lógico, ley
científica o máxima de experiencia, que fueron desconocidos, debiendo indicar cuál
es el aporte científico correcto, la regla de la lógica apropiada, la máxima de la
experiencia que debió tomarse en consideración y cómo, y finalmente, demostrar la
trascendencia del error indicando cuál debe ser la apreciación correcta de la prueba o
pruebas que cuestiona, y que habrían dado lugar a proferir un fallo sustancialmente
distinto y opuesto al ameritado.

Debido a ello, en aras de la claridad y precisión que debe regir la fundamentación del
instrumento extraordinario de la casación, compete al actor identificar nítidamente el
tipo de desacierto en que se funda, individualizar el medio o medios de prueba sobre
los que predica el yerro, e indicar de manera objetiva su contenido, el mérito atribuido
por el juzgador, la incidencia de éste en las conclusiones del fallo, y la norma de
derecho sustancial que indirectamente resultó excluida o indebidamente aplicada y
cómo, de no haber ocurrido el desacierto, el sentido del fallo habría sido
sustancialmente distinto y opuesto al impugnado, integrando de esta manera lo que
se conoce como proposición jurídica del cargo y la formulación completa de éste.

Además, la misma naturaleza rogada que la casación ostenta, impone al demandante


el deber de abordar la demostración de cómo habría de corregirse el yerro probatorio
que denuncia, modificando tanto el supuesto fáctico como la parte dispositiva de la
sentencia, tarea que comprende un nuevo análisis del acervo probatorio, valorando
las pruebas omitidas, cercenadas o tergiversadas, o apreciando acorde con las reglas
de la sana crítica aquellas en cuya ponderación fueron transgredidos los postulados
de la lógica, las leyes de la ciencia o los dictados de experiencia; pero no de manera
insular sino en armonía con lo acreditado por las acertadamente apreciadas, tal como
lo ordenan las normas procesales establecidas para cada medio probatorio en
particular y las que refieren el modo integral de valoración, a fin de hacer evidente la
falta de aplicación o la aplicación indebida de un concreto precepto de derecho
sustancial, pues es la demostración de la transgresión de la norma de derecho
sustancial por el fallo, la finalidad de la causal primera en el ejercicio de la casación.

Y cuando de ataque a la apreciación de la prueba indiciaria se trata, el censor debe


informar si la equivocación se cometió respecto de los medios demostrativos de los
hechos indicadores, la inferencia lógica, o en el proceso de valoración conjunta al
apreciar su articulación, convergencia y concordancia de los varios indicios entre sí, y
entre éstos y las restantes pruebas, para llegar a una conclusión fáctica desacertada.

De manera que si el error radica en la apreciación del hecho indicador, dado que
necesariamente éste ha de acreditarse con otro medio de prueba de los legalmente
establecidos, necesario resulta postular si el yerro fue de hecho o de derecho, a qué
expresión corresponde, y cómo alcanza demostración para el caso.

Si el error se ubica en el proceso de inferencia lógica, ello supone partir de aceptar la


validez del medio con el que se acredita el hecho indicador, y demostrar al tiempo
que el juzgador en la labor de asignación del mérito suasorio se apartó de las leyes
de la ciencia, los principios de la lógica o las reglas de experiencia, haciendo evidente
en qué consiste y cual es la operancia correcta de cada uno de ellos, y cómo en
concreto ésto es desconocido.

Si lo pretendido es denunciar error de hecho por falso juicio de existencia por omisión
de un indicio o un conjunto de ellos, lo primero que debe acreditar el censor es la

125
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

existencia material en el proceso del medio con el cual se evidencia el hecho


indicador, la validez de su aducción, qué se establece de él, cuál mérito le
corresponde, y luego de realizar el proceso de inferencia lógica a partir de tener
acreditado el hecho base, exponer el indicio que se estructura sobre él, el valor
correspondiente siguiendo las reglas de experiencia, y su articulación y convergencia
con los otros indicios o medios de prueba directos.

Además, dada la naturaleza de este medio de prueba, si el yerro se presenta en la


labor de análisis de la convergencia y congruencia entre los distintos indicios y de
éstos con los demás medios, o al asignar la fuerza demostrativa en su valoración
conjunta, es aspecto que no puede dejarse de precisar en la demanda, concretando el
tipo de error cometido, demostrando que la inferencia realizada por el juzgador
transgrede los postulados de la sana crítica, y acreditando que la apreciación
probatoria que se propone en su reemplazo, permite llegar a conclusión diversa de
aquella a la que arribara el sentenciador, pues no trata la casación de dar lugar a
anteponer el particular punto de vista del actor al del fallador, ya que en dicha
eventualidad primará siempre éste, en cuanto la sentencia se halla amparada por la
doble presunción de acierto y legalidad, siendo carga del demandante desvirtuarla
con la demostración concreta de haberse incurrido en errores determinantes de
violación en la declaración del derecho.

Es en este sentido que el demandante debe indicar en qué momento de la


construcción indiciaria se produce, si en el hecho indicador, o en la inferencia por
violar las reglas de la sana crítica, para lo cual ha de señalar qué en concreto dice el
medio demostrativo del hecho indicador, cómo hizo la inferencia el juzgador, en qué
consistió el yerro, y qué grado de trascendencia tuvo éste por su repercusión en la
parte resolutiva del fallo (cfr. por todas cas. de agosto 2/2001. Rad. 12.062).
...

Si bien para la época de presentación de la demanda, la jurisprudencia tenía


establecido que los errores de sana crítica eran considerados falsos juicios de
identidad, cuando en realidad se trata de desaciertos de naturaleza y momentos de
producción en el proceso de apreciación de la prueba distintos, pues una cosa es
tergiversar, cercenar o adicionar el medio en el acto de contemplación de su
expresión fáctica, y otra diversa es que pese a apreciarlo en su exacta dimensión, en
la fijación de su mérito o alcance, se desconozcan las reglas de la sana crítica y por
dicha vía se llegue a conclusiones equivocadas (falso raciocinio), es lo cierto que en
este caso en el desarrollo del cargo no logra demostrar la configuración de ninguno
de dichos tipos de error y menos su trascendencia.
...

El artículo 29 de la Carta Política eleva a la categoría de garantía fundamental el


derecho de defensa en su doble dimensión: material, a cargo del procesado, con base
en la cual en desarrollo de la actuación puede presentar pruebas y controvertir las
que se alleguen en su contra y llevar a cabo todas las gestiones orientadas a
oponerse a su persecución y juzgamiento; y técnica, letrada o profesional, a cargo de
un abogado mediante la que se posibilite la controversia jurídica y el equilibrio en que
ha de ser enfrentado por el procesado el ejercicio de la acción penal.

En razón de ello, la defensa como unidad, para que pueda entenderse garantía
constitucional, debe ser real, permanente y continua durante la investigación y el
juzgamiento, es decir, durante todo el trámite procesal, ya que sin posibilidades de
contradicción no es plausible concebir legítimo hoy día el proceso. Esto no significa,
sin embargo, que si ha dejado de tenerla en un determinado momento, la actuación
así cumplida, o la subsiguiente, advenga por ese solo motivo ineficaz, pues en virtud
del principio de trascendencia que orienta la declaratoria de las nulidades, sólo si la
anomalía afecta realmente las garantías de los sujetos procesales, o desconoce las
bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento, resulta inevitable que así se
declare.

Ha sido sostenido también que si la irregularidad es oportunamente corregida, de


suerte que el profesional designado contó con posibilidad de ejercer adecuadamente
los actos defensivos que pudo haber llevado a cabo durante el tiempo que el
procesado careció de defensa técnica, debe entenderse que el derecho no ha sido
conculcado, pues ningún sentido tendría invalidar el proceso para que la defensa
vuelva a contar con oportunidades que ya tuvo (Cfr. Sentencias de casación de 27 de

126
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

mayo de 1999, M.P. Calvete Rangel; junio 15 y agosto 11 de 1999, M.P. Arboleda
Ripoll).
...

El defensor, sea de oficio o de confianza, en ejercicio de la función de asistencia


profesional, goza de total iniciativa, pudiendo presentar las solicitudes que considere
acordes con la gestión encomendada, o interponer los recursos pertinentes, o incluso
a pesar de tener actitud vigilante del desarrollo de la actuación asumir una pasiva
por estimar que esa puede ser la mejor alternativa de defensa, y no por estar en
desacuerdo con la estrategia defensiva asumida, o haber sido adversos los resultados
del juicio, hay lugar a sostener que el derecho de defensa ha sido violado por
ausencia de defensor idóneo, pues la ley no le impone al abogado derroteros en torno
a la estrategia, contenido, forma o alcance de sus propuestas, ni la aptitud de estas
gestiones se establece por los resultados del debate.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RODRIGUEZ CASTIBLANCO, ALFONSO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12832
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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AUDIENCIA PUBLICA-Inasistencia del procesado detenido/ PRUEBA


PERICIAL-Técnica para ser atacada/ PRUEBA PERICIAL-Apreciación
probatoria/ INIMPUTABILIDAD-Embriaguez/ EMBRIAGUEZ

1. La Corte, interpretando el precepto contenido en el artículo 452 del decreto 2700


de 1991, ha dejado establecido, que la asistencia del procesado - detenido o no- a la
diligencia de audiencia pública, no corresponde a uno de los actos que puedan
calificarse como esencialmente estructurales, y su inobservancia no conduce
indefectiblemente a viciar de nulidad lo actuado, pues la presencia del procesado no
la establece la ley como acto esencial del trámite, sino que le atribuye naturaleza
circunstancial.

"Esa naturaleza (señaló la Corte), participa además de una doble connotación de


garantía. De una parte, le brinda al procesado la oportunidad del ejercicio de la
defensa material dentro de la construcción dual que caracteriza el derecho de
defensa del proceso penal en cuanto se desarrolla por parte de aquel y de su defensor
técnico (de oficio o de confianza); y, de otra, le permite al Juez el conocimiento
personal del sindicado para tratar de revelar a través del interrogatorio pertinente los
rasgos de su personalidad y su versión de los hechos.

"Tratándose de un acto procesal de carácter circunstancial y de garantía, es natural


que se trate también de aquellos susceptibles de disponibilidad en cuanto la carga de
su realización le corresponde al sindicado como sujeto procesal. Es a él a quien la
Constitución y la ley le han deferido la carga de asistir a la audiencia pública para
ejercer allí en el acto de mayor concentración del proceso su defensa material y
permitirle al Juez la inmediación sobre el conocimiento del hecho y la personalidad de
su presunto autor.

"Pero esa garantía de defensa material y de inmediación no puede ser identificada


como obligación, pues no puede realizarse en contra del sindicado, sino como carga
en cuanto es a él a quien le corresponde cumplirla. La no realización de la carga no
significa la paralización de la actividad procesal, sino su desarrollo alternativo a partir
de la disponibilidad que se entiende hace el procesado de su oportunidad de ejercicio

127
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

de la defensa material, en favor de su defensor técnico y de permisión del


conocimiento inmediato del Juez sobre su personalidad, en preferencia del mediato
que proviene de las piezas procesales.

"En este orden de ideas, la única hermenéutica aceptable del artículo 452 del Código
de Procedimiento Penal es la de identificar la asistencia obligatoria del procesado que
se encuentra privado de la libertad a la diligencia de audiencia pública como un deber
de oportunidad que el Juez debe garantizar para que él como sujeto procesal decida
sobre la realización de la carga de asistencia que le corresponde.

"Tal interpretación de la norma procesal es la única que integra el respeto al


procesado como sujeto, en cuanto le brinda al privado de la libertad la oportunidad de
su traslado a la diligencia de audiencia pública en las condiciones propias de quien se
encuentra en estado de reclusión, pero le reconoce la disponibilidad de la carga
procesal que le corresponde y la asunción de la responsabilidad por su
incumplimiento. Lo contrario, sería tratar al procesado como objeto, reduciéndolo a
una cosificacion incompatible con el principio de dignidad que la Carta garantiza a
todos por el solo hecho de su condición humana.

"En este orden de ideas, quien pretenda demandar en casación como fundamento de
algún cargo la inasistencia del procesado a la audiencia pública, deberá partir en la
identificación de la causal de que tal vicio es de garantía y no de estructura, y que por
ser de tal naturaleza es necesario demostrar la incidencia del error en la producción
del fallo que se ataca, lo que no puede hacerse sino asumiendo la carga de demostrar
la concreción del agravio" (se destaca). (Cfr. Sent. Cas. Nov. 22/2000. Rad. 12818. M.P.
Mejía Escobar) .

Es tan claro este entendimiento, que reconociendo el carácter disponible que el


procesado tiene del derecho de comparecer al juicio que se sigue en su contra, aún
hallándose privado de la libertad, el ordenamiento procesal de reciente vigencia (art.
408 de la ley 600 de 2000), estableció la obligatoriedad de comparecer al acto oral de
juzgamiento sólo para el fiscal y el defensor, y señaló necesaria la presencia del
procesado privado de la libertad, "salvo su renuencia a comparecer", como al parecer
ocurrió en este caso.
...
Para que el cargo tuviera alguna viabilidad en sede extraordinaria, el casacionista ha
debido demostrar que el juez no le brindó al procesado la oportunidad de comparecer
al juicio, que su ausencia no se trató de un acto de disposición de la garantía, y,
además, acreditar la incidencia definitiva de un tal desacierto en la afectación del
derecho material de defensa.

2. El casacionista dice que pretende denunciar la existencia de vicios de actividad en


la actuación del juzgador, pero en últimas lo que exterioriza es inconformidad con las
conclusiones de la prueba pericial para lo cual ha debido acudir a la causal primera,
cuerpo segundo, por errores de hecho o de derecho en la apreciación del medio, y no
de la tercera que erradamente invoca.

No toma en cuenta, que los desaciertos en el proceso de aducción y ponderación de


los medios, son vicios in iudicando que no comprometen la estructura básica de la
instrucción o el juzgamiento pues no se encuentran en relación causativa con las
demás actuaciones que componen el trámite, al punto que pueden ser corregidos en
sede extraordinaria mediante el proferimiento del correspondiente fallo de reemplazo.

De manera que si, en este caso, el demandante consideraba que en la labor de


ordenación, producción, recaudo, apreciación o controversia del dictamen rendido por
el psiquiatra forense del Instituto de medicina legal, se incurrió en algún tipo de
desacierto, era su deber no sólo acudir al motivo de casación preestablecido para el
efecto, sino concretar el tipo de error de hecho o de derecho cometido, demostrar su
configuración y trascendencia en el fallo, e indicar cómo habría de verse corregido en
sede extraordinaria, nada de lo cual hace y por lo mismo amerita la desestimación de
la censura.

3. La función de evaluar la prueba es privativa del juez y no del perito o de las partes,
quien en dicha actividad cuenta con amplio margen de discrecionalidad, limitada sólo
por las reglas de la sana crítica cuya transgresión en este caso, a más de no ser
expresamente invocada tampoco demuestra con el rigor que el ejercicio de la
casación exige.

128
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

4. El estado de inimputabilidad del procesado lo infiere particularmente el


demandante de la circunstancia de haber estado ingiriendo bebidas alcohólicas
durante las horas previas a los hechos pero ni siquiera trata de demostrar la
incapacidad psíquica durante el desenlace de los mismos. Dicho planteamiento,
además de inadmisible al amparo de la causal tercera por estar referido al contenido
o mérito de la prueba recaudada, resulta también incompleto. Suficientemente ha
sido dicho por la Corte que para la configuración del trastorno mental no resulta
suficiente alegar que se actuó en estado de ebriedad, sino demostrar la carencia de
capacidad para comprender la ilicitud del comportamiento o para determinarse,
debido a la intoxicación producida por la sustancia ingerida.

Desconoce el demandante, que el nivel de alcohol en la sangre no determina el


estado de embriaguez, aunque puede ser un indicador de ella, ni ésta por sí misma
conduce a declarar el estado de inimputabilidad. La sola cantidad de alcohol que se
halle presente en la sangre del sujeto, aunque puede ser la causa no es el efecto de la
embriaguez, ya que ésta se manifiesta por signos externos que conducen a su
diagnóstico, como el aliento alcohólico, la incoordinación motora, el aumento del
polígono de sustentación, y la disartia o dificultad para expresarse lógica y
coherentemente. Si bien la declaración de haber actuado en estado de embriaguez
resulta jurídicamente relevante especialmente en los delitos contra la vida y la
integridad personal de modalidad culposa, no es suficiente para declarar que se actuó
en estado de inimputabilidad, pues la situación de imputabilidad o inimputabilidad no
es un concepto médico sino jurídico que debe ser establecido por el juez atendiendo
la idoneidad y mérito del conjunto de la prueba recaudada siguiendo las reglas de la
sana crítica.

Si bien es cierto el trastorno mental como fuente de inimputabilidad puede ser


originado por factores tóxicos, traumáticos, psicológicos, hereditarios orgánicos, lo
que realmente importa para su declaración judicial "no es el origen mismo de la
alteración biosíquica sino su coetaneidad con el hecho realizado, la magnitud del
desequilibrio que ocasionó en la conciencia del actor y el nexo causal que permita
vincular inequívocamente el trastorno a la conducta ejecutada" (Cfr. sent. casación de
junio 8/00) Rad. 12565).

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MERCADO MACIAS, JAIRO MANUEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12979
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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NULIDAD-Técnica en casación/ RESOLUCION DE ACUSACION-Falta de


motivación y falsa motivación probatoria/ SENTENCIA-Falsa motivación:
Técnica/ DICTAMEN PERICIAL-Traslado/ IN DUBIO PRO REO-Técnica en
casación

1. Como invoca unos mismos motivos para reclamar inicialmente que la nulidad es de
orden constitucional y luego que también de rango legal, la inútil repetición -superada
la antigua distinción que jurisprudencialmente se hacía y advertida la posibilidad de
ubicar cada uno de los supuestos vicios en alguna de las causales previstas en el

129
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

estatuto procesal- le permitirá a la Sala realizar un único pronunciamiento sobre cada


irregularidad denunciada, anticipando que ante la inexistencia o insuficiencia de
sustentación en el apartado de las que denomina constitucionales, el examen se hará
referido a las segundas.

Conviene anotar, así mismo, que la proposición de nulidades al amparo de la causal


tercera de casación no sólo debe respetar las exigencias que para toda demanda
establecía el artículo 225 del anterior estatuto procesal -reproducidas en el 212 del
actual- sino que además es necesario que se observen los principios que orientan su
declaratoria, especialmente el de trascendencia, según el cual, además de señalar la
formal presencia de la hipotética irregularidad, es indispensable que el censor
demuestre que con ella se afectaron las garantías de los sujetos procesales o se
desconocieron las bases fundamentales de la instrucción y el juzgamiento.

2. Con relación a la falsa motivación, dos equívocos cometió el censor en su


planteamiento: el primero, centrar el ataque en la resolución acusatoria, porque el
recurso de casación implica siempre la formulación de un juicio de legalidad a la
sentencia de segunda instancia -que en veces se extiende a la de primera cuando,
por estar dirigidas las dos en el mismo sentido, conforman una unidad inseparable- no
a providencias de ninguna otra especie; el segundo, porque la falsa motivación, que
supone la existencia de una decisión sustentada, pero defectuosa debido a errores en
la apreciación de las pruebas, sólo se puede alegar en casación desde la perspectiva
de la causal primera, cuerpo segundo. Así se dijo, por ejemplo, en la sentencia del 28
de febrero de 2002, radicado 15.024, con ponencia del magistrado Fernando Enrique
Arboleda Ripoll, oportunidad en la que agregó la Sala:

"En nuestro sistema, siempre que el juzgador incurra en errores de apreciación


probatoria, porque, por ejemplo, deja de considerar pruebas que obran en el proceso,
o supone existentes medios que no hacen parte del mismo, o distorsiona su contenido
fáctico, o valora erróneamente su mérito probatorio, o cree equivocadamente en la
legalidad o ilegalidad de la prueba, o en su eficacia demostrativa, se estará en
presencia de un error in iudicando, que debe ser atacado en casación por la vía de la
causal primera, cuerpo segundo, con indicación del error cometido, y demostración de
su trascendencia. Esto, cuando el error se presenta en la sentencia, porque si lo ha
sido en otras decisiones, como la resolución de acusación, su enmienda debe ser
intentada en la instancia, dentro las oportunidades que la ley establece para hacerlo,
no en sede extraordinaria, por no corresponder a su objeto".

3. Lamenta que no se diera traslado a las partes del dictamen de medicina legal,
cuestión que, como ha sido definido por la Sala*, es intrascendente y no posee
capacidad para invalidar la actuación.

4. Como lo tiene dicho la Sala, "debía orientar la censura a comprobar que en el


proceso existía duda probatoria sobre la materialidad del hecho o la responsabilidad
del procesado, y que los juzgadores de instancia omitieron su reconocimiento así
como las consecuencias jurídicas pertinentes por haber incurrido en errores de hecho
o de derecho al apreciar las pruebas; establecido el error y demostrada su existencia,
le correspondía mostrar su incidencia en la parte dispositiva del fallo, labor que
supone una nueva valoración de la prueba, con aplicación de los correctivos, con el
fin de enseñar que de ella no surgía la certeza de la materialidad del hecho o la
responsabilidad del procesado, como equivocadamente lo declararon los juzgadores
de instancia en los fallos, sino un estado de duda razonable. Lamentablemente, nada
de lo anterior hizo el impugnante".

_____________________
* Cfr. sentencias del 23 de julio de 2001, radicado 12.955, M.P. Carlos Augusto Gálvez Argote y
del 3 de diciembre de 2001, radicado 10.631, M.P. Fernando Enrique Arboleda Ripoll

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial

130
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : AVILA FORERO, PABLO ENRIQUE
DELITOS : Lesiones personales, Homicidio
PROCESO : 13074
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY/ NULIDAD-Debido proceso, derecho de


defensa/ DEFENSOR-Designación para la indagatoria

1. Aunque señala cuáles fueron, a su juicio, las normas sustanciales vulneradas, no


dice cuál fue el sentido del quebrantamiento, esto es, falta de aplicación o aplicación
indebida.

Del mismo modo, como atinadamente lo conceptúa el Procurador Delegado, no dice


cuál fue la modalidad del error cometido por el sentenciador, si de hecho o de
derecho, ni el falso juicio que lo determinó, si de existencia, identidad, legalidad o
convicción, o si se debió a un falso raciocinio, al vulnerar ostensiblemente, al valorar
la prueba, los postulados de la sana crítica.

2. Entremezcla, de manera confusa, dos motivos de nulidad, a saber, el


quebrantamiento del debido proceso y el del derecho de defensa, sin percatarse que
si bien el segundo se deriva del primero, han sido claramente diferenciados por la ley
y la jurisprudencia, razón por la cual su vulneración amerita postulación y desarrollo
autónomos, pues la primera es un vicio de estructura y la segunda de garantía, sin
descartar que hay irregularidades que al mismo tiempo afectan los dos derechos,
pero sin que evidencie que éste sea uno de esos casos.

3. Tampoco le asiste la razón, ya que, contrario a lo planteado por el libelista, y a


pesar de la equivocación cometida por el instructor al respecto, el nombramiento de
defensor hecho desde la indagatoria o en cualquier otro momento posterior se
entiende hasta la finalización del proceso, al tenor de lo que disponía el artículo 139
de del C. de P. Penal, entonces vigente, siendo ineficaz, como lo ha dicho la Sala,
cualquier afirmación en contrario.

Así mismo, tampoco es cierto que un abogado con licencia temporal vigente no
estuviera habilitado para asistir al procesado en la indagatoria y asumir su defensa, al
tenor de lo dispuesto por los artículos 31 y 32 del Decreto 196 de 1971.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MARTINEZ CANTI, EUDORO
PROCESADO : NUÑEZ BUITRAGO, NELSON
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11851
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY/ DEBIDO PROCESO-Exigencias técnicas

1. Es claro colegir que se trata de un planteamiento de violación indirecta de la ley


sustancial, por errores en la apreciación probatoria. Se sabe que estos pueden ser de

131
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

hecho y de derecho. Los primeros tienen ocurrencia cuando se suponen o se omiten


pruebas (falso juicio de existencia), cuando se tergiversa su contenido material (falso
juicio de identidad), o cuando la apreciación probatoria la realiza el Juez con
desbordamiento de la sana crítica (falso raciocinio). Los segundos tienen lugar
cuando se consideran pruebas inválidas (falso juicio de legalidad) o cuando se le
asigna al medio de convicción un valor distinto al que le fija la ley (falso juicio de
convicción).

La atribución en casación de cualquiera de dichas equivocaciones a la sentencia, le


implica al sujeto procesal la carga obvia de precisarla y la demostración de su
trascendencia, es decir que otra hubiera sido la decisión de no haberse cometido el
error.

2. La referencia final hecha por el defensor a una supuesta violación del debido
proceso, está fuera de lugar. Debía proponerla en cargo separado con sustento en la
causal 3ª de casación y sustentarla adecuadamente.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : ARIAS COPETE, CESAR TULIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10917
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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PRUEBA-Oportunidad/ AUDIENCIA PUBLICA

No hay lugar a discusión que la etapa del juicio, dentro del proceso penal colombiano,
cumplía de conformidad con el anterior Código de Procedimiento Penal, así como en
el actual ordenamiento adjetivo, la función básica de permitir la discusión dialéctica
sobre el marco fáctico, jurídico, conceptual y probatorio que se había fijado en la
resolución de acusación, en un plano de igualdad entre el funcionario que la había
formulado, el fiscal, que en dicha fase adquiere la calidad de sujeto procesal, y la
defensa.

Por eso, los sujetos procesales tenían la facultad de solicitar las pruebas que
estimaran conducentes, dentro del término de traslado a que se refería el artículo 446
del derogado Código de Procedimiento Penal. Las pruebas decretadas se debían
practicar en la audiencia, salvo las que requirieran estudios previos, o las que
tuvieran que realizarse fuera de la sede del juzgado (art. 447 ibídem).

Si de las llevadas a cabo en esas oportunidades, esto es, en la audiencia pública,


fuera de la sede del juzgado o antes de aquél acto por requerir de estudios previos,
surgiere la necesidad de practicar otras, se debían solicitar y evacuar antes de que los
sujetos procesales empezasen a exponer oralmente sus alegaciones, de acuerdo con
la decantada interpretación que la jurisprudencia de esta Corporación le dio a la
preceptiva en cita (sentencias del 25 de agosto de 1994, radicación N° 9.493;25 de
junio de 1998, radicación N° 9.290, ponencias del Magistrado Juan Manuel Torres
Fresneda; 17 de octubre de 2000, radicación N° 17.676, Magistrado Ponente Carlos
Eduardo Mejía Escobar, y del 27 de septiembre de 2000, radicación N° 12.477, en la
que ofició como Magistrado Ponente quien ahora cumple igual labor). Expresado de
otro modo, la práctica de pruebas en la audiencia pública se realizaba, de acuerdo
con el orden lógico y sucesivo contemplado en la ley, dentro del espacio comprendido
entre la finalización del interrogatorio al enjuiciado (que no constituía propiamente
acto probatorio) y hasta antes de que las partes empezaran sus intervenciones
(artículos 449 y 451 del Decreto 2700 de 1991).

132
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : REINA CAMPO, ALEXANDER
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 15791
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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UNIDAD PROCESAL-Ruptura

No es en modo alguno admisible afirmar que se produce la vulneración del debido


proceso sobre la base de que las garantías constitucionales de juzgamiento se ven
afectadas cuando se decreta la ruptura de la unidad procesal, toda vez que las
normas de procedimiento que contemplan dicha figura prevén el imperativo de tener
que demostrarse que efectivamente dada la bifurcación de una investigación que ha
debido adelantarse en forma conjunta, independientemente del número de autores o
partícipes en la conducta punible, se han menoscabado las garantías fundamentales
(art. 88 del Decreto 2700 de 1.991 y art.89 de la Ley 600 de 2.000).

No obstante, es imprescindible tener en cuenta, que el deterioro de las garantías


constitucionales con teórica aptitud de socavar las bases del juzgamiento y generar
nulidad, desde luego, debe estar por fuera de los casos que constitucional y
legalmente han sido contemplados como excepción al principio de la unidad procesal,
pues no tendría un jurídico fundamento y por el contrario se trataría de una
proposición antinómica que aquello aceptado como válido por el propio ordenamiento
sea simultáneamente repudiado por ser eventualmente capaz de socavar garantías
superiores.

Por manera que el impulso procesal por separado que es legal o constitucionalmente
patrocinado, esto es, que obedece a algunas de las hipótesis de fuero o de
juzgamiento por competencias especiales, independientemente de que confluya uno
cualquiera de los factores de conexidad, no puede, desde luego, ser portador de
vicios para la actuación procesal.

Es así cómo, el art. 90 del Decreto 2700 de 1.991 (modificado por el art. 14 de la Ley
81 de 1.993) que preveía aquellos eventos en los cuales no se conservaría la unidad
procesal (como lo hace el art. 92 de la Ley 600 de 2.000), señalaba como tal la
hipótesis en que el cierre instructivo no contemple a todos los hechos punibles o a
todos los copartícipes, acorde con el artículo 438ª del mismo ordenamiento
(modificado por el art. 57 de la Ley 81 de 1.993), en términos sustancialmente
idénticos a como lo ha señalado el actual Estatuto procesal.

De este modo, frente a varias personas que han sido vinculadas al proceso o el
adelantamiento de una investigación por diversas conductas punibles conexas,
cuando quiera sólo en relación con alguna o algunas de ellas hay lugar a clausurar el
ciclo instructivo, no es admisible afirmar la vulneración de las garantías
constitucionales, toda vez que se trata de una situación legalmente autorizada.

133
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: : JORGE ENRIQUE VALENCIA MARTINEZ

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : SANTANA CIFUENTES, CARLOS GUILLERMO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10770
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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INDAGATORIA-Interrogatorio/ INDAGATORIA-Medio de defensa/ CONTRATO


SIN EL CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS LEGALES/ RESTABLECIMIENTO
DEL DERECHO/ PARTE CIVIL/ DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION
PUBLICA

1. Constituye punto de partida el artículo 360 del anterior estatuto procesal penal,
bajo el cual se adelantó la actuación y que a diferencia de la normatividad
actualmente en vigencia (artículo 338 de la Ley 600 de 2000), exigía tan sólo que
agotadas las advertencias previas al imputado, con sujeción a las reglas establecidas
en el artículo 359 ibídem, el funcionario judicial debía interrogarlo "en relación con los
hechos..."que originaron la vinculación, independientemente de la calificación
jurídica, porque la concreción de la misma estaba reservada a la resolución de
situación jurídica, a la calificación y la sentencia.

De ahí que la Sala a partir de la interpretación de los referidos preceptos sostuviera,


en forma reiterada además*, que la indagatoria constituía en principio un medio de
defensa que le permitía al vinculado como autor o partícipe del delito rendir
explicaciones sobre lo fáctico, a quien no era imperativo cuestionar respecto del delito
o el contenido jurídico del tipo penal presuntamente infringido; asimismo, que el
deficiente interrogatorio puede generar la nulidad de lo actuado si se demuestra que
el procesado, por razón de él, no estuvo en condiciones de conocer y controvertir en
forma oportuna la imputación, esto es, cuando resulta verdaderamente comprometido
el derecho de defensa**.

2. Los requisitos esenciales de la contratación administrativa, que para los fines de la


represión penal y en los términos del artículo 146 del anterior estatuto punitivo,
únicamente pueden considerarse como tales los previstos en el artículo 1502 del
Código Civil, esto es, capacidad, consentimiento, objeto y causa lícitas, no los
surgidos de la Ley 80 de 1993, conforme consideraron al unísono los falladores de
instancia.

3. El mencionado artículo 36 de la Ley 190 de 1995 propendía por garantizar el


restablecimiento del derecho conculcado a las personas jurídicas de derecho público
con la comisión de delitos contra la administración pública, de ahí que le impusiera a
aquellas la obligación de constituirse en parte civil con miras a procurar la reparación
del perjuicio causado; y para efectivizar tal exigencia, paralelamente le señaló al
funcionario judicial el deber de comunicar la apertura de la instrucción al
representante legal de la entidad de que se tratara. Así las cosas, ante esta
específica finalidad colegida para tal acto de enteramiento, su omisión no tiene
ninguna incidencia respecto del procesado.
-----------------------------------------------
* Sentencias de octubre 7 de 1998, M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar; julio 21 de 2000, M.P. Dr.
Carlos A. Gálvez Argote, radicado 11.056; julio 4 de 2001, M.P. Dr. Herman Galán Castellanos,
radicado 14126, entre otras.

** Sentencias de noviembre 24 de 1999, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, radicado 14.227;
diciembre 15 de 1999, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda, radicado 11.899; agosto 8 de 2000,
M.P., Dr. Mario Mantilla Nougués, radicado 15.836, entre otras.

134
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : PULIDO GONZALEZ, RAUL DARIO
PROCESADO : VILLALBA MORENO, LICERIO
DELITOS : Falsedad en documento público, Celebración
indebida
de contratos, Violación al R. de
incompatibilidades e
inhabilidades
PROCESO : 15629
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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CARGOS EXCLUYENTES-Causal primera y tercera/ ALLANAMIENTO-Ataque


en casación/ ALLANAMIENTO-Aquiescencia del morador/ INVESTIGACION
INTEGRAL-Técnica para alegar su vulneración/ SANA CRITICA

1. El actor predica simultáneamente al interior de ambas censuras la nulidad de la


actuación procesal y la violación directa de preceptos normativos, olvidando que por
obedecer las dos causales -la tercera y la primera, cuerpo primero- a motivos de
casación autónomos, sus fundamentos son distintos y las consecuencias jurídicas
diversas.

2. La Sala ha definido el allanamiento como un medio o autorización coercitiva para


llevar a cabo el registro de un domicilio y eventualmente capturar a una persona u
obtener información traducida en el decomiso de elementos.

Así las cosas, como el allanamiento es la fuente de la prueba, bien porque el ataque
se dirija a ésta como resultado o a aquél como medio, la vía correcta para impugnar la
sentencia sería la prevista en la causal primera de casación, por violación indirecta de
la ley sustancial, como error de derecho por falso juicio de legalidad.

En efecto, de acuerdo con el artículo 29 de la Constitución Política, es "nula de pleno


derecho" la prueba obtenida con violación del debido proceso, lo cual significa que
cuando un medio probatorio está afectado en los ritos de su formación, o desconoce
las garantías fundamentales que lo limitan, debe tenerse como jurídicamente
inexistente.

La consecuencia obvia de tan claro tratamiento constitucional de la prueba inválida,


sería la de que ésta no puede servir de fundamento a la decisión judicial de fondo
pertinente, pero en manera alguna la anomalía probatoria afectaría de nulidad el
resto de la actuación procesal. Es decir, si la diligencia de allanamiento tachada por
el censor de ilegal es el medio en el que se fundamenta la prueba de cargo, y no
existe otra en la cual sustentar en igual medida el fallo condenatorio, como así lo deja
entrever el libelista en su discurso, el camino correcto era hacer ver el falso juicio de
legalidad y pedir, en consecuencia, la conversión a una sentencia absolutoria, pero en
manera alguna procurar una inexistente nulidad del proceso -Cfr. auto del 17 de
agosto de 2001, Rdo. 15.285, M.P. Jorge Aníbal Gómez Gallego-, criterio que refrenda
lo que la Sala ya había dicho sobre el tema en proveído de noviembre 26 de 1997,
Rdo. 10.094, con ponencia de quien aquí cumple similar cometido:

"No importa que el allanamiento sea un acto de investigación y no un medio de


prueba, pues si el mismo se comporta como medio en la formación de la prueba,

135
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

necesariamente debe impugnarse por la vía de la violación indirecta de la ley


sustancial y no por la de la nulidad."

3. Es consustancial a la diligencia de allanamiento la penetración de la autoridad al


sitio objeto de la misma contra la voluntad de sus moradores, cuando media el
asentimiento de éstos -como aquí ocurrió-, no es dable hablar de allanamiento
propiamente tal -Cfr. decisiones del 11 de septiembre de 1985, M.P. Gustavo Gómez
Velásquez, 8 de agosto de 1995, M.P. Jorge E. Córdoba Poveda y 10 de agosto de
2000, M.P. Álvaro Orlando Pérez Pinzón-.

Ahora bien, tratándose de un caso de flagrancia si al tenor del Art. 344 del C. de P.
Penal anterior -294, inciso 2º del actual- la Policía Judicial puede ingresar en lugar no
abierto al público donde se está cometiendo un delito "sin orden escrita del
funcionario judicial, con la finalidad de impedir que se siga ejecutando la conducta",
con mayor razón lo puede hacer el Fiscal que dirige la investigación.

4. En torno al tema de la violación al principio de investigación integral que de


acuerdo con los argumentos del demandante dio al traste con las garantías
fundamentales del debido proceso y del derecho de defensa, innumerables
pronunciamientos irrigan la jurisprudencia de la Sala haciendo ver de qué manera
dicho postulado puede resultar afectado al punto de concitar la intervención de la
Corte en aras de reparar el agravio irrogado, entre otros, el hecho el 27 de noviembre
de 2001, Rdo. 11.111, con ponencia de quien aquí cumple similar cometido:

"En esta temática la jurisprudencia ha sido insistente en que no basta para su


prosperidad la mera mención de diferentes medios probatorios que en opinión del
censor debieron evacuarse, sino que su obligación debe encaminarse a indicar qué
hubiera podido demostrarse con aquellas unidades de investigación y la manera
como, enfrentadas con el fallo censurado, éste habría perdido su fundamento por la
fuerza probatoria de los medios de convicción echados de menos, dejando por este
modo en evidencia la necesidad de reponer parte del trámite para reivindicar el
debido proceso.

"No empece, en el caso a estudio para el libelista fue suficiente relacionar un cúmulo
de pruebas pero sin ocuparse del compromiso que adquiría en sede de casación de
demostrar no sólo lo que se proponía acreditar con tales medios en caso de haberse
producido, sino también y especialmente, cuál habría sido su incidencia en la parte
dispositiva del fallo censurado (…)

"La no práctica de determinada diligencia no constituye, per se, quebrantamiento de


la garantía fundamental que se reputa violada, como quiera que el funcionario
judicial, dentro la órbita del artículo 334 del Código de Procedimiento Penal derogado
(hoy artículo 235 de la ley 600 de 2000) y a la luz de los criterios de economía,
celeridad y racionalidad, está facultado para decretar, bien de oficio ora a petición de
los sujetos procesales, solamente la práctica de las pruebas que sean de interés para
la investigación, procurando siempre el mejor conocimiento de la verdad real. Por
consiguiente, la omisión de diligencias inconducentes, dilatorias, inútiles o superfluas,
no constituye menoscabo de los derechos a la defensa o al debido proceso."

Como con acierto lo destaca el Ministerio Público, el principio de investigación integral


no puede convertirse en instrumento para restar validez a las actuaciones procesales
que han incurrido en omisiones probatorias, sino que debe ser entendido en función
de los propósitos perseguidos con la actuación y en relación con la situación procesal
específica cuya deficiente investigación se aduce, no bastándole al demandante
afirmar que habían podido evacuarse pruebas distintas a las recaudadas, pues como
carga procesal le incumbe demostrar que las extrañadas tendrían la capacidad de
modificar sustancialmente el fallo a favor de los intereses del justiciable.

5. No siendo el sistema de la tarifa legal el que prevalece en nuestro ordenamiento


procesal, cualquier razonamiento sobre el particular torna inane los esfuerzos del
recurrente extraordinario, pues son las reglas de la sana crítica las únicas limitantes
que atan al fallador en relación con la facultad discrecional que le asiste para estimar
el acopio probatorio allegado a determinada actuación.

"Si la sentencia de segundo grado arriba a esta sede de casación ungida con la doble
presunción de acierto y legalidad, su fortaleza sólo resultaría comprometida en la
medida en que existiera en ella una verdadera violación de la normatividad, pues se

136
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

estaría desobedeciendo el imperio de la ley. Por eso el criterio de un sujeto procesal


respecto de la estimación de la prueba efectuada por el sentenciador, por más
ilustrada que sea no deja de ser una mera interpretación individual que jamás podrá
prevalecer frente a la proferida por el funcionario judicial acorde con el ordenamiento
legal." -Auto del 31 de agosto de 1999, Rdo. 14.080, M.P. Jorge Aníbal Gómez Gallego-.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RAMIREZ, GILBERTO ANTONIO
DELITOS : Homicidio agravado, Conformación de grup.
armados
de just. priv.
PROCESO : 14616
PUBLICADA : Si

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INTERPRETACION ERRONEA DE LA LEY/ APLICACION INDEBIDA DE LA


LEY/ DELITO PROVOCADO/ NARCOTRAFICO-Bien jurídico tutelado/ DELITO
DE PELIGRO ABSTRACTO

1. Dentro de la división tripartita de los sentidos de la violación directa en aplicación


indebida, falta de aplicación e interpretación errónea, la Corte ha precisado que este
último se caracteriza por presuponer correcta la selección de la norma. El error en
tales eventos, ha dicho, consiste en asignarle al precepto que debe regular el caso un
sentido jurídico que no tiene o unas consecuencias que no causa.

2. En cambio, se presenta la aplicación indebida, cuando el juzgador se equivoca en el


proceso de subsunción de los hechos en el derecho, o cuando habiendo acertado en
este proceso de adecuación termina aplicando una norma distinta de la inicialmente
seleccionada.
...

La Sala ha entendido igualmente que a la aplicación indebida o inaplicación de un


precepto legal puede llegarse porque el juzgador malinterpreta su alcance. Pero la
determinación del sentido de la violación no puede hacerse depender de las razones
que llevaron al error. Así se precisó, por ejemplo, en el fallo de casación de mayo 3 de
2001, Rdo. 13.228, con ponencia de quien aquí cumple igual cometido:

"Claro que suele ocurrir que la aplicación indebida o la falta de aplicación de una
norma tenga como motivo la errónea interpretación de la misma, al fin y al cabo, ésta
es una operación que en la lógica de la decisión judicial precede a la activación del
precepto, pero indudablemente en este caso el error sólo se consuma cuando el
precepto queda excluido de manera evidente o se selecciona el que no corresponda a
la facticidad. La interpretación errónea per se, como sentido de la violación de la ley
sustancial, supone que esta fue bien seleccionada, sólo que se ha trastornado su
comprensión, pero se advierte que el censor no está de acuerdo con la aplicación de
los artículos 2º, 4º y 221 del Código Penal -en el asunto objeto de examen los
artículos 2º, 4º y 138 ibidem, se aclara-, porque estima que no se ha configurado el
hecho punible (falta la antijuridicidad), falta lesividad de la conducta (…)"

Ahora bien, la vía de la violación directa de la ley sustancial supone la conformidad


del demandante con los hechos y pruebas pertinentes, tal como los declara el fallo

137
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

cuestionado, pues sólo se discutiría la relevancia de los mismos en el ordenamiento


jurídico (norma aplicable) o la calificación de un determinado hecho (subsunción en
un determinado concepto contenido en el supuesto de una norma).

3. Surge evidente el supuesto equivocado de que parten los impugnantes, en el


sentido de que la "provocación" aquí examinada fue una forma de inducción o
determinación de los procesados a la realización del delito, cuando claro se deduce
del aparte del fallo que se acaba de transcribir, que los agentes del D.A.S. no tenían
comunidad de designio criminal con los integrantes de la organización criminal
infiltrada, sino que pretendían ponerla al descubierto y preconstituir de esa manera
prueba en su contra.

De tal forma, los autores no fueron incitados a la realización de un delito que no se


habían propuesto, de modo que los falsos provocadores no influyeron en su voluntad
criminal ni en la libertad de acción de quienes ya tenían decidido cometer el hecho.

La actuación de los detectives infiltrados no se orientaba a hacer nacer una


organización criminal ya existente, sino a aprovechar sus consabidas negociaciones
para preconstituir prueba en contra de sus miembros. Además, es claro que los
agentes del organismo de seguridad no sabían de dónde saldría o cómo se produciría
la droga que se vendería y tampoco se ocuparon de su traslado hasta el lugar
acordado para su entrega, circunstancias suficientes para predicar que hubo un riesgo
concreto y probable para el bien jurídicamente protegido de la salud pública.

4. La tesis de los impugnantes en el sentido de que el bien jurídico de la salud pública


no fue puesto en peligro porque desde un principio la droga estaba destinada a su
interceptación por las autoridades, pone de presente una evidente confusión en los
censores, pues el peligro al interés jurídico no puede situarse en relación con el
efectiva venta de la droga, dado que la legislación colombiana sanciona
alternativamente, en igualdad de condiciones, conductas como las de portar, distribuir
o transportar, que corresponden a distintos momentos de la actividad global del
narcotráfico, sin importar que el agente alcance el objetivo final de poner el
estupefaciente en las manos de un eventual comprador.

Además, el argumento parte del presupuesto equivocado de que el bien jurídico


protegido en los delitos de narcotráfico se circunscribe a la salud pública, cuando
jurisprudencial y doctrinariamente se ha establecido que se trata de hechos
pluriofensivos, porque en la misma medida se compromete la economía nacional
(orden socio-económico) e, indirectamente, la administración pública, la seguridad
pública, la autonomía personal y la integridad personal, intereses también protegidos
en el Código Penal.

Y así se circunscriba el bien jurídico a la salud pública, el tipo penal descrito en la Ley
30 de 1986 es de los denominados de peligro abstracto, en el sentido de que no exige
la concreción de un daño al bien jurídico tutelado, sino que basta la eventualidad de
que el interés resulte lesionado, pues el tráfico de las sustancias estupefacientes, en
cuanto es la condición necesaria y específica para que los individuos y la comunidad
las consuman, pone en peligro la salubridad pública. En este tipo de actividades, el
legislador anticipa la protección y conmina el ejercicio de la actividad que se
considera riesgosa para el bien jurídico y la sociedad.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CEBALLOS GIRALDO, GUILLERMO
PROCESADO : RIOS RICAURTE, RICARDO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 14813
PUBLICADA : Si

Aclaración de voto DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

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138
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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CASACION DISCRECIONAL-Trámite/ CASACION DISCRECIONAL-Requisitos/


CASACION DISCRECIONAL-Sustentación/ CASACION DISCRECIONAL-
Garantías fundamentales

1. En estos casos, como lo tiene establecido la jurisprudencia de la Sala, debe hacerse


dentro "dentro de los quince días siguientes a la última notificación de la sentencia de
segunda instancia" (artículo 223 decreto 2700 de 1991) y una vez vencido el término
para recurrir, el Tribunal debe decidir si lo concede o no. Si lo hace, ordena el traslado
de 30 días para presentar la demanda a los impugnantes, luego por 15 días comunes
a los no recurrentes y al siguiente día, a condición de que se haya aportado el libelo,
remite el proceso a la Corte donde se califica el escrito en su aspecto formal,
declarándola ajustada o inadmitiéndola según el caso.

El procedimiento anterior es común para la casación excepcional o para la modalidad


prevista en el numeral primero del artículo 205 de la ley 600 de 2000.

2. La casación cuando se intenta por vía excepcional, requiere no sólo que se trate de
una sentencia de segundo grado, la que de haber sido proferida por un Tribunal de
Distrito Judicial o Penal Militar debe referirse a delitos sancionados con privación de la
libertad inferior a la pena exigida para la casación extraordinaria establecida como
regla general o no ser privativa de la libertad, pero si el fallo proviene de un juzgado
de circuito no importa la naturaleza de la pena ni su quantum.

La pena que determina el trámite de la casación discrecional es la máxima prevista en


el tipo penal específicamente imputado a los recurrentes en la providencia
impugnada.
...

Por tratarse de casación excepcional, el libelo impone a la Sala analizar los requisitos
formales y sustanciales, esto es, si el actor cumplió con el deber de fundamentar los
motivos por los que considera se ha violado alguna garantía fundamental o por qué se
hace necesario el desarrollo de la jurisprudencia, pues sólo a esos dos eventos se
restringe la admisibilidad de la casación examinada. Motivación que bien puede estar
comprendida en el desarrollo y fundamentación de los cargos o en capítulo separado,
pero ha de cumplir los propósitos indicados.

Solamente si se supera la exigencia en referencia, se debe entrar a establecer si


fueron observadas las reglas técnicas en la formulación, desarrollo y demostración de
los cargos, según la causal de casación invocada y el modo de violación de la ley
sustancial señalado.

3. Si bien es cierto que en vigencia del decreto 2700 de 1997 y la ley 81 de 1993, la
justificación de la casación debía hacerse al momento de la interposición del recurso,
también lo es, que después de la vigencia de la ley 553 de 2000 y la ley 600 de 2000
tal justificación como requisito formal de la demanda en la casación excepcional no
ha desaparecido, lo que ocurre en es que en el régimen actual ha de estar contenida
en el cuerpo de la demanda. Sin el cumplimiento de esta exigencia la Corte no puede
con base en la discrecionalidad que el legislador le otorgó admitir la demanda, como
erróneamente lo entiende el casacionista, pues el ejercicio de dicha facultad le fue
condicionada al hecho de que se estableciera la necesidad de desarrollar la
jurisprudencia o para intervenir en procura de garantizar los derechos fundamentales
quebrantados con el fallo impugnado.

La necesidad de justificar la casación excepcional surge de los mismos


condicionamientos que el legislador estableció para su viabilidad, los cuales son a su

139
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

vez el marco dentro del cual la Corte hace operante la discrecionalidad, por ello la
sustentación debe evidenciar a la Sala que realmente el caso amerita el trámite
extraordinario en aras del desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de los derechos
fundamentales.

En ese sentido, es obligación del recurrente exponer con claridad los fundamentos y
alcances de la impugnación para que la Corte pueda optar por la admisibilidad de la
demanda, pues si no se ofrece fundamentación alguna, o ésta es incompleta o
confusa, los fines perseguidos con el recurso no pueden ser desentrañados,
dejándose sin comprobación el propósito del recurrente, en un trámite rogado y de
facultades limitadas para la corporación.

4. Cuando se trata de la protección de una garantía fundamental, el actor debe


precisar los derechos y la manera como resultaron realmente desconocidos dentro del
proceso, vulneración que ha de evidenciarse con la sola referencia descriptiva hecha
en la sustentación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Casación Discrecional
FECHA : 23/08/2002
DECISION : Inadmite las demandas de casación excepcional
presentadas
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
PROCESADO : AGUDELO GIRALDO, OSCAR ANTONIO
PROCESADO : GARCIA RODRIGUEZ, RUBEN DARIO
DELITOS : Concierto para delinquir
PROCESO : 19611
PUBLICADA : Si

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NULIDAD/ VERSION LIBRE-Medio de prueba

1. Todas las circunstancias que según la ley hacen procedente la nulidad, que es en
las cuales debe fundamentarse un cargo en casación hecho al amparo de la causal 3ª,
son irregularidades sustanciales que afectan el debido proceso. Algunas de ellas
están previstas específicamente, como la incompetencia y la violación del derecho de
defensa. La viabilidad de las demás, que no se encuentran previstas expresamente,
está atada al hecho de que afecten la estructura básica del proceso o los derechos
fundamentales y no exista otra forma de remedio procesal. Esto significa, en
casación, la obligación para el actor de demostrar una cosa y la otra.

2. La versión no es parte de la estructura del proceso en cuanto no es un acto


condición de uno siguiente, el cuestionamiento que le hace a la misma el abogado ha
debido intentarlo apoyado en el inciso 2º de la causal 1ª de casación.

La versión es una declaración sin juramento que rinde el imputado acompañado de su


defensor, que no le otorga la calidad de sindicado. Es sin duda alguna un medio de
prueba y si lo que se ataca es su validez, que es lo que pasa en el presente caso, la
lógica a seguir en la propuesta es la de la violación indirecta de la ley sustancial, por
error de derecho por falso juicio de legalidad. Le corresponde en dicha medida al
sujeto procesal, por lo tanto, demostrarle a la Corte las razones de la invalidez
alegada y adicionalmente su trascendencia. Es decir, que otro hubiera sido el sentido
del fallo si la diligencia no se hubiera estimado, lo cual impone el ejercicio de
confrontar y desvirtuar sus términos.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Casación
FECHA : 27/08/2002
DECISION : Inadmite la demanda presentada

140
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial


CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : OCHOA RODRIGUEZ, JOSE MARIA
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 17699
PUBLICADA : Si

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INDAGATORIA-Cargos a terceros

Como lo ha precisado la Sala , si el censor pretendía cuestionar la forma en que


fueron escuchados en indagatoria los sindicados (...) y (...), diligencias que conforme
sugiere "se convirtieron en testimonios jurados sin atender las reglas procesales
sobre la materia, debió enfocar el reparo con fundamento en el error de derecho - que
no de hecho - por falso juicio de legalidad, que se refiere precisamente al acopio de
un elemento de persuasión sin las formalidades exigidas por la ley".

Lo anterior porque como también lo tiene señalado la Corte , la "omisión de


juramentar al imputado en la indagatoria cuando en su desarrollo presenta cargos
contra terceros, no genera nulidad de esta diligencia, ni del proceso, puesto que el
referido requerimiento no es condición de validez de dicho acto procesal. Todo lo
contrario: la normatividad prohibe que la indagatoria sea recibida bajo juramento
(artículo 357 citado), siendo su imposición violatoria del derecho a la no
autoincriminación, consagrado en el artículo 33 de la Constitución Nacional.

"Lo que ocurre es que cuando el imputado decide presentar cargos contra terceros,
asume la condición de denunciante, y es en dicho carácter, y no de indagado, que
debe prestar juramento. Por eso, los efectos que puedan derivase de esta omisión,
deben ser examinados frente a la validez o valor probatorio de las imputaciones
realizadas sin el cumplimiento de esta exigencia, y no de cara a la indagatoria,
porque el vicio recae sobre la imputación, o acto denuncia, por haber sido realizado
sin el cumplimiento de las formalidades legales, no sobre la injurada...".

------------------------------------------------------
* Sentencia de abril 18 de 2002, M.P. Dr. Álvaro O. Pérez Pinzón, radicado 15.801.
** Sentencia de mayo 9 de 2002, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, radicado 15.653.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 27/08/2002
DECISION : No admite la demanda y declara desierto el
recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PRECIADO PUERTO, SANTIAGO
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.
PROCESO : 17935
PUBLICADA : Si

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IMPEDIMENTO-Causal cuarta

141
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

En este caso se aduce la causal consagrada en el numeral 4° del artículo 99 de


aquella normatividad, cuyo texto es el siguiente:

"Que el funcionario judicial haya sido apoderado o defensor de alguno de los sujetos
procesales, o sea o haya sido contraparte de cualquiera de ellos, o haya dado consejo
o manifestado su opinión sobre el asunto materia del proceso."

La lectura del precepto transcrito lleva a concluir que acertó el Tribunal Superior al
declarar infundado el impedimento de la doctora (...), pues su situación, vale decir,
que el defensor del procesado es al mismo tiempo apoderado de ella en una
investigación disciplinaria, no se encuentra abarcada en ninguna de las hipótesis que
la norma contempla.

En pretérita oportunidad, frente a un caso similar la Sala acotó:

"…tiene soporte lógico y razonable la consideración concerniente a que si el juzgador


se ha desempeñado como apoderado o defensor de un sujeto procesal, trate de sacar
avente, en el mismo proceso en que antes ejercía tal función de litigante, las tesis que
allí sostuvo y defendió: de ahí que resulte del todo atendible y conveniente la causal
de impedimento que en este sentido consagra el numeral 4° del artículo 103 del
Código de Procedimiento Penal ."

"En cambio, que alguno de los sujetos procesales sea apoderado o defensor del
juzgador (hipótesis inversa a la anterior que contempla le ley), no tiene por qué
comportar, de suyo y en principio, la virtualidad de que éste se parcialice y, en
consecuencia, exista fundada probabilidad de que decida "en su favor". Ni tampoco
esta situación que se examina es idónea por si misma para sembrar la desconfianza
en los demás sujetos procesales ni en la ciudadanía en general sobre la rectitud y
eficacia de la administración de justicia, que es la garantía democrática que se
pretende tutelar con estas instituciones de los impedimentos y recusaciones." (Auto
del 28 de agosto de 1990, M.P. Dr. Guillermo Duque Ruiz).

No obstante, para la Corte es claro que el hecho de ser el defensor del procesado el
mismo abogado que representa al Juez en otro proceso, podría tener incidencia en la
ecuanimidad y transparencia que debe reinar en la administración de justicia, pero no
por ese hecho objetivamente considerado, sino cuando converge una de estas
circunstancias:

Que actualmente el Juez sea deudor del abogado con ocasión de sus honorarios
profesionales.

Eventualidad que constituye la causal autónoma de impedimento prevista en el


numeral 2° del artículo 99 del Código de Procedimiento Penal.

Que entre el Juez y su apoderado, ahora defensor del procesado, se hayan gestado
lazos de amistad suficientes para perturbar la independencia del funcionario judicial.

Posibilidad contemplada como causal autónoma de impedimento en el numeral 5° del


artículo 99 ibídem.

Sobre el mismo tema, confrontar, además del anterior: auto del16 de noviembre de
1990, M.P. Dr. Jorge Enrique Valencia Martínez; y auto del 3 de diciembre del mismo
año 1990, M.P. Dr. Juan Manuel Torres Fresneda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto - Impedimento
FECHA : 27/08/2002
DECISION : Declara infundado el imp. manifestado por una
MG. de
Cali
PROCEDENCIA : Tribuna Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : MORENO ALBARAN, EFRAIN
DELITOS : Peculado culposo
PROCESO : 19797
PUBLICADA : Si

142
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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EXTRADICION DE NACIONALES/ EXTRADICION-Lugar de comisión del


delito/ EXTRADICION-Ejecutivo: Eventualmente puede subordinar la
concesión de ésta

1. El requerido en extradición (...), su defensor y el Procurador 3° Delegado en lo


Penal sostienen al unísono la supuesta variación de antecedente jurisprudencial que
habría ocurrido cuando la Corte emitió concepto desfavorable respecto de la solicitud
de extradición del ciudadano colombiano Jorge Alfonso Ayala Varón. Tal Concepto fue
rendido dentro del radicado 17.216, con fecha 16 de mayo de 2001 y tuvo como única
razón fundante de su naturaleza negativa, el texto del artículo 35 de la Constitución
Nacional. Como esa norma afirma que "la extradición de los colombianos por
nacimiento se concederá por delitos cometidos en el exterior (..)" implícitamente está
prohibiendo que se conceda cuando el delito no sea cometido en el exterior.

Así explicó en tal ocasión la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia la
razón de la aplicación directa de la Constitución Política:

"El sistema de eficacia directa de la Carta Política de que se viene hablando, significa,
entonces, que la Constitución, a partir de su posición jerárquica preponderante como
norma superior, en sí misma es fuente de derecho, debiendo ser tomada como
premisa de decisión por el operador del sistema como norma aplicable al igual que
cualquier otra, para extraer de ella la solución que el caso demande, pues de tal
principio se establece que la Constitución se aplica junto a la ley para interpretarla o
complementarla - como en este caso -, o incluso frente a ella cuando resulte
manifiestamente incompatible". (Página 48 del concepto, punto 6 de las
consideraciones)

El cumplimiento de los deberes constitucionales de la Corte en materia de extradición


no es ningún tema novedoso. La Corte siempre ha verificado de manera objetiva que
la situación puesta en su conocimiento no se contradijera con la Constitución. Así
ocurrió, por ejemplo, el 29 de abril de 1997 cuando se abstuvo de dar trámite a una
documentación relacionada con la extradición de un nacional colombiano por
nacimiento en virtud de la prohibición que entonces contenía el artículo 35 de la
Constitución

En el caso del señor Jorge Alfonso Ayala Varón la Corte simple y llanamente concluyó
que los "hechos" sobre los cuales se formalizó la petición de ese ciudadano
colombiano constituían un delito que ocurrió íntegramente en territorio nacional. Esto
es que no fue cometido en el exterior.
...

Ese entendimiento del Concepto del 16 de mayo de 2001, radicación 17.216, es


equivocado. La equivocación está dada por la confusión que los memorialistas
registran frente a los "hechos" al confundirlos con "los cargos". Sobre similares
argumentos, la jurisprudencia de la Corte ha señalado que:

" (...) en asuntos de extradición se impuso, en contraposición al sistema cerrado o de


lista, la creación y desarrollo del llamado sistema de eliminación cuya característica
principal es la conexión de los hechos a unas sanciones punitivas mínimas. Basta,
como lo señala el Código de Procedimiento Penal colombiano "que el hecho que la
motiva también esté previsto como delito en Colombia y reprimido con una sanción
privativa de la libertad cuyo mínimo no sea inferior a 4 años".(artículo 549-1)
(actualmente 511-1)

"Aunque ese sistema también se conoce como de identidad normativa o doble


incriminación, el concepto de identidad no ha sido entendido nunca por la doctrina
internacional como sinónimo de igualdad, sino que debe atenderse a la acción
criminal misma (hechos) y no al nombre del delito en cada caso, así como a su pena

143
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

conforme a la sanción mínima que cada Estado considere suficiente y necesaria para
extraditar o solicitar extradiciones.

"El problema de la doble incriminación en la ley se resuelve de manera simple. De


una parte se toma el acontecimiento fáctico y respecto de él se establece si en
Colombia es una conducta punible y si tiene una sanción punitiva mínima de 4 años
de privación de la libertad. Así, pierde importancia la nominación típica que tales
hechos tengan en el exterior o que su denominación no coincida con la que se ha
adoptado dentro del territorio nacional."

Con tal entendimiento entonces resulta claro que la Corte tiene el deber
constitucional (artículo 35) de verificar que los hechos constituyan un delito cometido
en el exterior. Los delitos son definiciones legales, su nominación, su descripción
típica y sus formas de comisión son creaciones legislativas, que simple y llanamente,
en un momento histórico definido, estiman determinado hecho como digno de
reproche y merecedor de sanción.

La Constitución no dice que no pueda extraditarse por "hechos cometidos en el


exterior", sino que advierte que puede hacerse por "delitos cometidos en el exterior".
En consonancia con ella el artículo 511 del Código de Procedimiento Penal indica que
para que pueda concederse la extradición es requisito - con condición de suficiencia y
necesidad - que el hecho que la motiva también esté previsto como delito en
Colombia.

En esa lógica es que la Corte fundó el Concepto desfavorable del 16 de mayo de


2001, radicación 17.216. Tomó los hechos sobre los cuales el Estado requirente
formalizó la petición de extradición, determinó qué delito constituían en Colombia y
concluyó que ese delito había sido cometido íntegramente en el país.
...
Ese entendimiento es además el único posible para que la prohibición constitucional
de extraditar a colombianos por nacimiento cuando no han cometido delitos en el
exterior sea verificada. Lo contrario sería convertir ese texto en letra muerta. Si la
única razón constitucional para no extraditar colombianos por nacimiento es que no
hayan cometido el delito en el exterior, esa condición debe verificarse. Y ello solo es
posible determinando frente a los hechos qué tipo de delito se constituye y si él se
cometió o pudo cometerse en el exterior.

Y tal postura no es de ninguna manera novedosa. En las extradiciones de los


ciudadanos Milton Perlaza Ortíz y Jorge Eliecer Asprilla Perea se alegó por parte de
tales ciudadanos que habían delinquido en Colombia habida cuenta que los hechos
daban cuenta que estos ocurrieron cuando éste se hallaba privado de la libertad en
una cárcel colombiana. En tales ocasiones (12 de septiembre y 3 de octubre de 2000)
se analizaron los hechos y se determinó que los mismos eran constitutivos de un
delito que había sido cometido en el exterior. En tales ocasiones era claro que los
hechos habían ocurrido en Colombia pero que constituían un delito que involucró al
país requirente.

Justamente para eso es que la ley colombiana exige como requisito de la petición que
el Estado requirente cursa por vía diplomática y excepcionalmente por la consular o
de gobierno a gobierno la "indicación exacta de los actos que determinaron la
solicitud de extradición y del lugar y la fecha en que fueron ejecutados", para que el
Estado colombiano pueda verificar exactamente dónde ocurrieron, que tipo penal
constituyen y cómo fueron ejecutados.

2. Ante la evidencia de que los cargos formulados en contra del requerido en


extradición (...) pueden dar lugar en los Estados Unidos de América a la pena de
cadena perpetua, se advierte que la sentencia de constitucionalidad 1106/2000 del
24 de agosto de 2000 de la Corte Constitucional que decidió la exequibilidad, entre
otras normas, de los artículos 550 y 565 del Código de Procedimiento Penal, al
referirse al inciso 2° del artículo 550 (512 actual) la condicionó al "(...) entendido de
que la entrega de una persona en extradición al Estado requirente, cuando en este
exista la pena de muerte para el delito que la motiva, solo se hará bajo la condición
de la conmutación de la pena, como allí se dispone, e igualmente, también a
condición de que al extraditado no se le someta a desaparición forzada, a torturas ni a
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni a las penas de destierro, prisión
perpetua y confiscación, conforme a lo dispuesto por los artículos 11, 12 y 34 de la
Constitución Política". (resaltado ajeno al texto)

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Ese condicionamiento, necesario para que la norma sea constitucional, naturalmente


no modifica su redacción literal, sobretodo en cuanto que el destinatario de ese
precepto es el gobierno, tal como aparece claramente en su texto, por lo que la Corte
en su Concepto no puede imponerle condiciones. Finalmente los funcionarios del
gobierno están obligados al cumplimiento de la Constitución y la ley, y ello les genera
responsabilidad en cuanto las infrinja, las omita o las extralimite.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Concepto Extradición
FECHA : 27/08/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Gobierno de Estados Unidos de América
REQUERIDO : MEJIA TORO, MAURICIO
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.,
Concierto para
delinquir-narcotráfico
PROCESO : 16730
PUBLICADA : Si

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PRUEBA-Práctica/ PRUEBA EN EL JUICIO/ RECONOCIMIENTO EN FILA DE


PERSONAS-Parte integrante del testimonio

1. No discute la Sala que si se decreta una prueba dentro de la fase sumarial el ideal
es que sea realizada. Pero cuando por cualquier razón ello no sucede, como pasó en
el presente caso, esa circunstancia no le impide al instructor cerrar la investigación.
Esta decisión es procedente cuando se cuenta con la prueba necesaria para calificar o
se encuentra vencido el término de la instrucción, lo que sin duda alguna significa que
legalmente no está previsto el absurdo de condicionar el cierre de la investigación a
la producción de todas las pruebas ordenadas y de las que surjan de ellas. De todas
formas, en la fase del juicio se cuenta con una nueva etapa probatoria, en la cual los
sujetos procesales están facultados para solicitarle al Juez que ordene y practique
esas pruebas dejadas de realizar en la instrucción. El funcionario del conocimiento,
sin embargo, no se encuentra vinculado por las órdenes que sobre el particular haya
adoptado el instructor. Es decir, que si éste decretó pruebas que no practicó, el Juez
no tiene la obligación de disponerlas oficiosamente, de concederlas a petición de
parte o la de pronunciarse sobre la decisión que las ordenó en el sumario, como lo
sostiene el abogado defensor a partir de los artículos 448 y 454 del Código de
Procedimiento Penal de 1991, que en manera alguna sugieren algo parecido.

Lo que determina que el Juez disponga la práctica de pruebas en la fase del juicio es
su conducencia y si no ordena de oficio una dispuesta en la instrucción y no realizada,
lo que se deduce es que no la consideró necesaria. Ocurre así simplemente porque
una prueba que en principio fue considerada importante en la investigación, puede
aparecer carente de toda trascendencia en el juicio. Y pasa de esta manera porque el
referente en una y otra fase procesal para determinar la pertinencia y conducencia de
las pruebas, es diferente. En la instrucción, que es una etapa de descubrimiento, se
aventuran hipótesis explicativas de los hechos, se exploran pistas, se indaga sobre la
existencia de evidencias que puedan contribuir a la constatación o desvirtuación de
esas hipótesis investigativas y obviamente a dilucidar lo sucedido, a determinar si se
infringió la ley penal, quién lo hizo, por cuáles motivos y en qué circunstancias. El
marco de referencia para disponer pruebas en la investigación, entonces, es bastante
amplio. Si se está en pos de reconstruir en detalle un hecho del pasado, muchos
medios de prueba pueden parecer idóneos para el logro de esa finalidad (así sea
para descartar una línea de investigación) y es razón suficiente para decretarlos.

145
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

En la fase del juicio otra es la dinámica. Aquí tiene lugar el contradictorio, es decir la
controversia de pruebas y de tesis. La misma presupone la existencia de la resolución
acusatoria y si se tiene en cuenta que en ella se le han precisado unos cargos al
imputado sobre la base de una valoración probatoria y jurídica de los hechos objeto
del proceso cuya ocurrencia encontró demostrada el funcionario instructor, el juicio de
conducencia acerca de las pruebas que en esta etapa se presenten o soliciten,
necesariamente debe tener como marco de referencia obligatorio los parámetros
fácticos, probatorios y jurídicos de la acusación.

Y como es claro que el propósito de una solicitud de práctica o admisión de pruebas


en el juicio efectuada por la defensa es el de desvirtuar los cargos de la acusación o
aminorar el compromiso penal del sindicado, la demostración de la conducencia de
las mismas debe estar referida a la imputación en concreto hecha y a su sustento
probatorio y jurídico, ya que es precisamente sobre esa base que el juzgador tendrá
que definir si procede decretarlas o no.*

2. Es verdad que el reconocimiento en fila de personas no es un medio probatorio


autónomo, en cuanto simplemente no lo relaciona el legislador como tal. Se trata,
entonces, de una forma del testimonio, sujeta a unos requisitos adicionales de validez
prescritos en la ley (art. 368 del C. de P.P. de 1991 y 303 del vigente). Puede tener
lugar dentro de la propia declaración del testigo o por fuera de ella. En los dos casos,
sin embargo, el incumplimiento de las exigencias previstas para el reconocimiento no
afectan para nada la validez de la declaración del testigo, a condición naturalmente
de que se encuentren satisfechos sus propios requisitos legales.

________________________
* . Cfr. Providencias del 3 de diciembre de 1998 (proceso de única instancia #7026) y del 7 de
junio de 2000 (proceso de única instancia #16.955). M.P. Carlos E. Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 29/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : OSORIO YARCE, DAIRON YESID
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10863
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Principio de autonomía/ DEMANDA DE


CASACION-Principio de limitación/ NULIDAD-Técnica en casación/
PERJUICIOS/ PERITO-Designación

1. Es imprescindible que quien acude en casación a controvertir la legalidad de una


sentencia de segunda instancia, lo haga con fundamento preciso en una de las
causales expresamente establecidas en la ley, sin que sea admisible, lanzar reparos
que no sean directa e inequívocamente atinentes al contenido y alcance de los
motivos establecidos.

No es por tanto permitida la fusión abigarrada de enfoques propios de diversas


causales, en cuanto cada una de ellas no sólo obedece en su postulación teórica a
supuestos propios, sino que metodológica y jurídicamente exigen desarrollo
independiente. En otras palabras, frente al principio de autonomía de las causales

146
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

resulta desacertado establecer mixturas entre diversos factores, al atacar a través de


este mecanismo extraordinario una sentencia.

2. Así mismo, atendiendo el principio de limitación y por el carácter rogado de la


casación, resulta de la exclusiva iniciativa del impugnante la formulación de cada
cargo y su consecuente desarrollo, sin estarle permitido a la Corte corregir los
términos del libelo, ni complementar los argumentos expuestos para demostrar los
reproches, ni encauzar de modo diverso al propuesto la causal seleccionada, o variar
ésta, salvo las excepciones contempladas en el artículo 216 del Código de
Procedimiento Penal actual, 228 anterior, cuya materialización ni se vislumbra en este
proceso.

3. Cuando se acude a la causal tercera de casación, acusando la sentencia de haberse


proferido en un juicio viciado de nulidad, lógico complemento es señalar la existencia
trascendente de alguno de los motivos preestablecidos, con aptitud de invalidar la
actuación o la sentencia (L. 600/2000, art. 306; D. 2700/91, art. 304), sin que un
impreciso, abstracto y genérico alegato pueda servir para determinarla. Solamente
irregularidades sustanciales, trascendentes e insubsanables, derivadas de una falta
de competencia que no admita convalidación, o de la grave conculcación del debido
proceso o del derecho de defensa, pueden conducir a la decisión extrema de invalidar
lo actuado.

En relación con esta causal, ha expresado la Sala que "la nulidad es una causal
independiente para atacar en casación la legalidad de las sentencias de segunda
instancia, por lo mismo sujeta, como las demás, a exigencias en el orden de la
técnica, que repudian cualquier intento por confundirla con un mecanismo de libre
formulación, toda vez que está revestida de particulares condiciones dada su
naturaleza, debiendo por tanto enmarcarse dentro de alguno de los referidos
supuestos" (sentencia de casación de febrero 8 de 2001, rad. 12.978, M. P. Carlos
Augusto Gálvez Argote, entre muchas otras).

4. La ausencia de perito para el avalúo de la indemnización de perjuicios, tampoco


impedía que el juez al momento de proferir la sentencia fijara prudencialmente la
suma que considerara justa, en orden a hacer resarcir los daños ocasionados con la
conducta punible, en tanto que la designación de un experto para que los estime es
potestativa del funcionario, de acuerdo con la complejidad del asunto y la dificultad
en su estimación.

En torno a este tema es oportuno recordar, como lo hizo la Procuraduría, que la Sala
de Casación Penal, el 24 de agosto de 1995, radicación 9.643, M. P. Édgar Saavedra
Rojas, expresó que la designación de peritos es facultativa del juez, potestad que
debe utilizar de conformidad con la complejidad del asunto, y que el avalúo de los
perjuicios ocasionados con un homicidio no requiere, de estricta necesidad, el auxilio
de un perito, porque el cálculo es factible efectuarlo, teniendo en cuenta, además de
los costos inmediatos, la edad del occiso, su probabilidad de vida y sus ingresos.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 29/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : RENDON PRADA, JORGE EMILIO
PROCESO : 12025
PUBLICADA : Si

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ASESORAMIENTO ILEGAL/ ASESORAMIENTO Y OTRAS ACTUACIONES


ILEGALES/ PREVARICATO POR ASESORAMIENTO ILEGAL/
PRESCRIPCION/ UNIDAD NORMATIVA/ PRUEBA-Valoración probatoria/ LEY-

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Interpretación/ PENA-Fines/ SUSTITUCION DE LA PENA DE PRISION POR


LA DOMICILIARIA

1. Aunque en el nuevo C. P. no se consagró el tipo de Prevaricato por Asesoramiento


Ilegal, objeto de la acusación y de la condena ahora apelada, esto no significa que la
conducta allí prevista sea hoy atípica, ya que la misma quedó prohibida en el Art. 421
del actual, sobreviniendo una indudable sucesión de leyes en el tiempo, pues, si bien
es cierto que al regularse en el C. P. de 1.980, junto con el delito de Prevaricato por
Asesoramiento Ilegal tipificado y punido en el Art. 151, el de Asesoramiento Ilegal en
el Art. 157, bajo la nominación de "Asesoramiento y otras Actuaciones Ilegales",
sancionándose con arresto entre 6 meses y dos años, multa de un mil a veinte mil
pesos e interdicción de derechos y funciones públicas de uno a cuatro años, a "El
empleado oficial que ilegalmente, litigue, gestione o asesore en asunto judicial,
administrativo o policivo", sugiriendo así la posibilidad de que, desaparecido el tipo
penal de Prevaricato por Asesoramiento Ilegal, lo modificado, en cuanto a la pena,
incluida la agravante para cuando "el responsable fuere funcionario o empleado de la
Rama Judicial o del Ministerio Público", fue el delito de "Asesoramiento y otras
Actuaciones" del Art. 157, y que, por ende, definitivamente el de Prevaricato por
Asesoramiento Ilegal desapareció en el catálogo delictivo del actual C. P., ello, sin
embargo no es así.

En efecto, de la confrontación típica de estas normas se establece, que en el C. P. de


1.980, sin la modificación que posteriormente introdujera la Ley 190 de 1.995, aparte
de coincidir en punto de las conductas alternativas previstas en los tipos, en cuanto a
la acción de "asesorar", ya que mientras en el Prevaricato por Asesoramiento Ilegal se
sancionaba al "empleado oficial que ilícitamente asesore, aconseje o patrocine a
persona que gestione cualquier asunto en su despacho" y en el de "Asesoramiento y
otras actuaciones ilegales", al "empleado oficial que ilegalmente represente, litigue,
gestione o asesore en asunto judicial, administrativo o policivo", la diferencia
fundamental entre estas prohibiciones radicaba en que, mientras para el Prevaricato
por Asesoramiento Ilegal el comportamiento delictivo debía ejecutarse respecto a
aquellos asuntos que cursen en "su despacho", en el de Asesoramiento y otras
actuaciones, podía darse tal situación o no, pues el tipo no contenía esta limitación,
de modo que si en la nueva legislación penal el Prevaricato por Asesoramiento Ilegal
del entonces Art. 151 desapareció, quedando únicamente el de Asesoramiento Ilegal
con igual descripción típica que la del anterior Art. 157, es claro que conductas como
la que aquí ha sido objeto de la acusación, sigue siendo típica en esta prohibición,
pues ya esa exclusión para uno y otro evento posible en el anterior C. P., ahora no es
dable hacerla, debiendo adecuarse en el tipo del Art. 421 del nuevo Estatuto,
nominado como Asesoramiento y otras actuaciones ilegales, que igualmente ataca el
bien jurídico de la Administración Pública.

Así, y siendo que ahora estas conductas son sancionadas con una pena mayor que la
señalada en el Estatuto precedente, C. P. de 1.980, toda vez que, mientras en el
anterior Art. 151 con la denominación de Prevaricato por Asesoramiento Ilegal, se
penaba con prisión de uno a tres años de prisión, multa de quinientos a diez mil pesos
e interdicción de derechos y funciones públicas hasta por el mismo término, al
"empleado oficial que ilícitamente asesore, aconseje o patrocine a persona que
gestione cualquier asunto en su despacho", el vigente Art. 421, como Asesoramiento
y otras actuaciones ilegales, pena con "multa y pérdida del empleo o cargo público"
"Al servidor público que ilegalmente represente, litigue, gestione o asesore en asunto
judicial, administrativo o policivo", y con prisión entre uno y tres años y la de
inhabilitación para el ejercicio de derecho y funciones públicas por cinco años, cuando
"el responsable fuere servidor de la rama judicial o del Ministerio Público"; es decir,
que si bien la pena privativa de la libertad permanece igual, entre uno y tres años de
prisión, la nueva normatividad, entratándose de servidor de la rama judicial o del
Ministerio Público, no impone multa, pero respecto a la inhabilitación para el ejercicio
de derechos y funciones públicas, de "hasta tres años" que preveía el C. P. anterior, en
el nuevo lo es por cinco años.

Por tanto, al no existir variante alguna entre los dos Estatutos en cuanto se refiere a la
pena de prisión, en virtud del principio de legalidad de los delitos y de las penas, se
debe aplicar el C. P. de 1.980, al igual que en lo relativo a la inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas, pues en el anterior lo era hasta tres años y
en el actual cinco, y el nuevo respecto a la multa, ya que éste no la consagra para el

148
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

evento en que el sujeto activo del delito sea un funcionario judicial o del Ministerio
Público.

2. Siendo que el cargo está centrado en "apadrinar, asesorar y patrocinar la causa del
señor (...)", para lo cual su intervención ante la Inspección Segunda B de Policía para
evitar el embargo que ese Despacho iba a practicar, llegando a realizar una hora
antes el correspondiente al proceso que tan prontamente estaba tramitando en su
Despacho, siempre con evidente ayuda a (...), constituyó el acto inmediato para librar
la afectación de sus bienes, pero siendo evidente que el ejecutivo continuaba su
trámite, que siguió bajo su dirección hasta cuando fue destituida del cargo, no hay
lugar a hesitación alguna para considerar, como lo hizo la segunda instancia del
instructor y posteriormente el Tribunal a quo, que su ilegal asesoramiento continuaba,
y por ello acertado resulta colegir, que es el 26 de julio de 1.991, la fecha límite para a
partir de allí empezar a contabilizar el término prescriptivo, no procediendo su
declaración durante la etapa investigativa ni mucho menos ahora frente a la causa.

3. Actuar dentro de los términos legales o inclusive, sin siquiera agotarlos, nunca
puede ser reprochado por el propio Estado y menos como censura penal, ya que la
unidad normativa no puede comprenderse sancionando lo que otra ley impone hacer.

4. La prueba no puede valorarse insularmente, sino, por el contrario, en su conjunto,


esto es, que la argumentación para que sea demostrativa de una razón debe ser
completa, tanto en sus supuestos fácticos como en los elementos conceptuales
dinamizadores de su comprensión.

5. Aquí, a no dudarlo, nuevamente se ha instrumentalizado la ley, que ahora parece


ser un medio nada extraño en el ámbito del prevaricato judicial, al utilizarla con
apariencia de jurídico cumplimiento, lo cual, de suyo, implica la necesidad de tener
claro, cómo la hermenéutica debe regirse bajo un ineludible supuesto, este es, el de
que la interpretación es de la ley, su conceptualización debe emerger de ella, y no
contrario sensu, para imponérsela apriorísticamente, ya que esto es precisamente lo
que diferencia por propia definición a la interpretación de lege lata y la denominada
de lege ferenda, y explica el por qué la primera produce efecto inter partes mientras
que la segunda no, ubicándose en el campo de la doctrina como criterio especulativo
de autoridad, que en su momento puede tender a cumplir el objetivo externo de servir
como importante medio para el proceso de revisión y modificación de las leyes
existentes en un momento histórico, político y social dado o proponer
replanteamientos interpretativos, lo cuales si bien pueden servir para fijar un nuevo
sentido de la norma positiva a la hora de aplicarla, no puede desconocerse que ya en
ese nuevo ámbito deben quedar reconocidos como los que realmente corresponden al
real sentido de la ley que se ve comprendida con nueva conceptualización, pero al fin
y al cabo, es su interpretación, que no puede desconocer el inmodificable límite del
hermeneuta, según el cual la función del encargado de aplicar la ley es interpretarla
para lograr el sentido que de ella emana y no interpretarla para negarla o para
utilizarla como medio delictivo.

Es que agotado el control difuso de constitucionalidad que en nuestro ordenamiento


jurídico se impone aplicar para aquellos eventos en que una determinada disposición
no ha sido ya declarada constitucional por la Corte encargada de ello o por el Consejo
de Estado, según el caso, el juez no está instituido ni para suplir la función del
legislador ni para abordar la del doctrinante; separar estos límites le es fundamental e
imperativo, pues como hace ya más de un siglo lo advirtió nuestro legislador en
términos del artículo 27 del Código Civil, al juez no le es dable dejar de aplicar la ley
so pretexto de consultar su espíritu. Su deber es establecer su real contenido y
alcance, su sentido, para hacerle decir a ella lo que ella dice, ni más ni menos, o sea,
que ese es el que le corresponde, lo cual, claro está, no significa el estancamiento en
la exégesis, sino que partiendo de ella hacía lo sistemático y teleológico, con apoyo
en los medios propios para ello, ese alcance es el que le pertenece, aún en la
denominada "interpretación extensiva", pues, como ya lo anunciara Antolisei, aún en
estos casos, no puede llamarse al equívoco de que aquí se está adicionando un plus a
la ley, sino que esa pretendida proyección es la que emana y corresponde a la norma
objeto de interpretación, eso es lo que dice y no otra cosa, vista dinámicamente
frente al momento en que se va a aplicar, dentro de la unidad normativa estatal y la
época en que a eso se procede, pues la actualización de la ley siempre debe estar
latente en sus contenidos, tanto formales como materiales, políticos y sociales,
imponiéndose su derogación o modificación cuando se rezaga en este contexto de la
realidad que pretende regular, labor ésta del legislador y no del juez.

149
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

6. Es, entonces, así, la función del juzgador, interpretar la ley para resolver
jurídicamente con criterios generales un supuesto fáctico específico, con el fin de
aplicarla a un caso concreto, para lo cual, igualmente, debe deslindar su carácter de
juez con el de las partes sujetos de la decisión, ya que siendo su único interés el de
"dar a cada uno lo suyo" de conformidad con la ley aplicable al caso, una tal función-
deber ha de estar fundamentada en su imparcialidad, distante de cualquier
manipulación proyectada a sacar avante intereses particulares, suyos o de terceros,
pues mientras la legislación aplicable al caso por resolver es su ámbito legal de
interpretación, ésta ni su aplicación pueden reconocerse ni legitimarse como justas, y,
sí opuestamente, ser transgresoras de la tipicidad penal, pues tampoco puede
desconocerse, que, en últimas, la ley punitiva se constituye en el límite del actuar del
juez. Hasta allí llega su posibilidad interpretativa, la dirección del proceso y la
consiguiente aplicación de la ley.

Por ello, entonces, bien puede un tal funcionario, violar el régimen penal mediante el
proferimiento de una decisión abiertamente contraria a la ley, u omitiendo
dolosamente aplicarla o, igualmente, haciendo de parte aún con pronunciamientos
aparente o realmente legales.

7. Necesario también se torna precisar, cómo tampoco aquí es viable sustituir por
domiciliaria la privación de la libertad, en términos del articulo 38 del Código Penal
vigente, por cuanto si bien se procede por un punible cuya pena mínima es inferior a
cinco años de prisión, reuniéndose así la primera exigencia legal, no sucede lo mismo
con relación al requerimiento cualitativo, dadas además las funciones de "prevención
general, retribución justa y prevención especial" que el legislador en el artículo 4º de
la Ley 599 de 2.000 le ha señalado a la pena, pues indudablemente, si de retribución
justa se trata, la sentenciada ha de expiar su punible conducta con la cual contrarío el
ordenamiento jurídico, pero además así se le disuade, en aras de su reinserción social
y como expresión de la prevención especial, de cometer nuevos delitos, sin olvidar,
desde luego, que en función de la prevención general, no debe propiciarse ante el
conglomerado social un sentimiento de desconfianza, impunidad o
desproporcionalidad ante la importancia de bienes jurídicos fundamentales. La
colectividad debe, por el contrario, enterarse de que ante la conculcación de intereses
tan preciados para ella, como la administración pública, y la de justicia en particular,
ha de reaccionarse con severidad, sin concesión de graciosos beneficios, pues,
incuestionablemente, conductas como la objeto de sanción, en tanto reflejo del
desempeño personal, social y laboral de la sentenciada, impiden deducir que no
colocará en peligro a la comunidad y que no evadirá el cumplimiento de la pena.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 29/08/2002
DECISION : Revoca multa, confirma en lo demás sentencia
condenatoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CASTELLANOS DE ROMERO, MARIA BETTY-JUEZ
CIVIL
MUNICIPAL
DELITOS : Asesoramiento y otras actuaciones ilegales
PROCESO : 15728
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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FALSO JUICIO DE EXISTENCIA POR OMISION/ ESTAFA-Contrato: Medio


idóneo para ocultar el ánimo de defraudar

1. El error de hecho en la modalidad de falso juicio de existencia por omisión, ha sido


dicho en reiteradas oportunidades por esta Sala, consiste en el soslayo de pruebas
legalmente incorporadas al proceso que lleva al juzgador a proferir un fallo diferente
al que correspondía en caso de haberlas analizado.

Tal modalidad de error impone un doble esfuerzo al demandante que la plantea, el


cual involucra tanto la clara enumeración de los medios de prueba que legalmente
allegados resultaron omitidos en la evaluación que precedió la declaración de justicia,
como la demostración a través de una evaluación probatoria de conjunto que los
incluya, para ver de comprobar con fundamento en ella, que de haberse considerado
el dato o los datos supuestamente revelados por aquéllos, el sentido de la decisión
hubiera sido diverso y en todo caso favorable al impugnante.

2. La permisibilidad de un contrato lícito no descarta la existencia de artificios o


engaño, pues nada impide que la inducción o el mantenimiento en error tengan
origen precisamente en la aparente sinceridad y legalidad de que se revista ese
acuerdo de voluntades. Por eso, ha reiterado la Sala que el contrato en muchos casos
resulta utilizado como medio idóneo para ocultar el verdadero ánimo de defraudar. Así
por ejemplo en decisión de agosto 5 de 1992 con ponencia del magistrado Juan
Manuel Torres Fresneda se dijo que:

"…lejos de excluir el artículo 356 del Código Penal los contratos como medio de
artificio o engaño que utilizados por el timador como simple apariencia de obligarse
pueden generar error esencial en el ofendido, tanto la doctrina como la jurisprudencia
admiten la posibilidad de su empleo como parte de los medios defraudatorios,
destacando justamente en aquellos la sutileza del ardid y su no infrecuente uso, al
punto de sostener que:

""... pasan al campo penal la mentira o el silencio cuando recaen sobre elementos
fundamentales del contrato, por ejemplo, la existencia de una contraprestación,
porque esta es la causa misma del acto o contrato según el derecho civil.

"Si una parte engaña a la otra, por ejemplo, sobre su capacidad de pagar haciéndole
creer que la tiene cuando, en realidad, carece de ella, bien sea de modo absoluto o en
forma que, de saber su situación , la otra no hubiera contratado, o cuando calla
estando obligado a manifestar su incapacidad de pagar, ya no se trata de un silencio
o de una mentira lícitos, sino plenamente delictuosos"". (Sentencia de casación del 23
de junio de 1982, Magistrado Ponente Dr. Luis Enrique Romero Soto)".

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 29/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ARENAS GARCIA, BETULIA ESPERANZA
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 15248
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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DEFENSA TECNICA-Indagatoria/ PRUEBA-Ilegal/ TESTIMONIO-Enemistad/


HOMICIDIO/ DOLO/ CASACION OFICIOSA

1. La primera irregularidad denunciada consiste en que la fiscalía designó un defensor


de oficio para que asistiera al sindicado exclusivamente en la diligencia de
indagatoria.

Aunque la anomalía parece que en realidad ocurrió, como se desprende de la


anotación consignada en el acta y de la resolución expedida por el fiscal seis días
después, no demostró el demandante la afectación real del derecho de defensa que
de allí se hubiera derivado.

2. Tampoco afecta la validez del medio de convicción la inasistencia del defensor a la


práctica de una prueba en la que no está presente el procesado ni la ausencia del
representante del ministerio público, que en realidad concurrió. Recuérdese, por
cierto, que la ilegalidad que ocurra en la aducción o recaudo de un medio probatorio
no vicia el proceso sino la prueba que, entonces, deviene inexistente.
...
El último motivo de nulidad propuesto por el casacionista se refiere a la indebida
manipulación de los objetos hallados en las casas del procesado y de las víctimas, lo
que incidió en el resultado de las pruebas y afectó el debido proceso y el derecho de
defensa.

El reproche no sólo carece de fundamento, sino que se postuló equivocadamente al


amparo de la causal tercera de casación cuando debió hacerse desde la perspectiva
del cuerpo segundo de la primera, en tanto la prueba ilegalmente producida no puede
ser apreciada por el juez quien, si la valora, incurre en falso juicio de convicción.

3. Con relación a los testimonios de (...), el censor no explica por qué se ignoraron los
criterios de valoración que establece la ley procesal ni cuáles fueron los yerros que en
ese proceso mental cometió hipotéticamente el Tribunal o las reglas de la lógica, la
ciencia o la experiencia que transgredió. Parece reprochar que no se hubiese
considerado la animadversión de los testigos hacia el joven (...), cuestionamiento que
debía hacer explícito y demostrar su incidencia probatoria, en tanto, como ha tenido
oportunidad de decirlo la Sala, "No es admisible como regla de experiencia que la
enemistad del testigo hacia el procesado lo lleve siempre a declarar en su contra y a
perjudicarlo, como lo sugiere el impugnante ya al final del ataque. Se trata de una
circunstancia que debe ser considerada en la crítica de la prueba, igual que la
amistad o el parentesco, y que por sí misma por lo tanto no conduce sin remedio a
descalificar al testigo. Otro tanto sucede con su moralidad. Es otro elemento del
análisis y en consecuencia la condición de delincuente o de prostituta, o cualquier
otra, no determina la credibilidad del declarante, sin que sea posible entonces admitir
como regla de experiencia que todo malhechor es mentiroso y por esa sola razón
debe ser descartado como testigo".*

4. Por último, que no se demostró el móvil, pero ignora que, como lo tiene dicho la
Sala, "la ley no exige que para que se configure la responsabilidad en el delito de
homicidio voluntario se pruebe el fin específico que se persigue con la conducta de
ocasionar la muerte ajena, o el motivo que se tuvo para haber procedido de la aludida
manera, sino sólo que voluntariamente se haya actuado con conocimiento de la
ilicitud".

5. Es inaceptable la invitación que le formula el recurrente a la Sala para que, en uso


de su facultad oficiosa, case la sentencia en cuanto se refiere a la imputación de la
tentativa de homicidio. Ciertamente, como lo sostiene el Procurador Delegado en su
estudio, la excepción al principio de limitación que consagra el estatuto procesal sólo
opera en aquellos casos en los que el hecho que eventualmente dé lugar a la nulidad
o a la violación de garantías fundamentales sea ostensible.

_____________________
* Sentencia del 14 de febrero de 2002, radicado 14.849, M.P. Carlos Eduardo Mejía
Escobar.

152
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

** Sentencia del 4 de abril de 2002, radicado 11.829, M.P. Fernando Enrique Arboleda
Ripoll.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 29/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARCILA JIMENEZ, JORGE MARIO
DELITOS : Homicidio agravado, Tentativa de homicidio
agravado
PROCESO : 13360
PUBLICADA : Si

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VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Modalidades/ PECULADO POR


APLICACION OFICIAL DIFERENTE/ PREVARICATO POR ACCION/
CONCURSO REAL/ TRANSITO DE LEGISLACION

1. Esta clase de trasgresión a los preceptos positivos sustanciales, debe manifestarse


en una cualquiera de las alternativas formas en que puede presentarse, esto es, por
falta de aplicación, aplicación indebida o interpretación errónea, con absoluta y total
independencia a valoraciones probatorias, es decir, que el debate ha de
circunscribirse a la correcta o incorrecta aplicación del derecho en el caso concreto,
debiendo por lo tanto excluirse del ámbito que se orienta a su demostración,
eventuales confrontaciones de índole probatorio o en relación con los hechos, en
donde sea manifiesto el propósito de discutir el análisis que los juzgadores han
efectuado de los diversos elementos de persuasión allegados al proceso.

Dentro de los límites que imponen tales supuestos, no solamente, desde luego, es
exigible la concreción de los preceptos cuya trasgresión se afirma, sino el preciso
concepto de la vulneración, sustrato a partir del cual resulta imperativo para el
demandante explicar las razones del quebranto.

2. Observa el Delegado, que el tipo penal en el cual se describe el delito de peculado


por aplicación oficial diferente no determina la actividad que el servidor público debe
desarrollar para serle atribuido este punible, de donde ciertamente es infundada la
distinción que pretende el censor entre quien ordena el gasto y quien hace la
imputación del mismo, importa y este es un aspecto sobre el que omite cualquier
referencia el demandante, que por razón de sus funciones, al sujeto se le haya
confiado la administración o custodia de los bienes del Estado, máxime cuando
precisamente en el manejo presupuestal, dadas sus características de acto complejo,
intervienen diversos servidores, a todos los cuales puede imputarse, dentro del
ámbito de sus atribuciones el delito en comento.

3. El Tribunal describió dos finalidades diversas por parte del imputado concretadas
en dos acciones también perfectamente diferenciables, violar el ordenamiento
jurídico, propio del proferimiento de los decretos que pretendieron servir de
fundamento a la modificación de los rubros correspondientes, como que se hizo sin
atender a la normatividad que disponía el trámite que le correspondía agotar y que le
era señalado en el propio texto del Acuerdo No.129, como en oportunidades
anteriores lo había hecho y, de otra parte, manejar a su amaño los dineros públicos al
disponer su gasto para propósitos ajenos a las previsiones presupuestales, todo lo
cual hace palmario el distanciamiento que establece el casacionista con aquellos
aspectos que demostrados en el proceso, sirvieron de sustento al sentenciador para
inferir la real confluencia de tipicidades autónomas y consiguientemente, del
concurso material de delitos entre el prevaricato activo y el peculado por aplicación
oficial diferente.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

4. Respecto del segundo de los elementos a que alude el casacionista como propio
del concurso aparente, esto es, la lesión a un sólo bien jurídico, pues los delitos
imputados comportan por igual menoscabo para la administración pública, nada se
opone y por el contrario es una de las expresiones más usuales en el concurso real de
tipos, el hecho de que se produzca una amenaza o vulneración a un mismo bien
jurídico protegido, esencialmente plural, compuesto y complejo, pues en la verdadera
magnitud que ésta tiene, cada una de las conductas punibles descritas en la ley
comportan un distinto margen de protección en las diversas manifestaciones del
mismo y a su vez, las acciones que lo atentan, pueden reflejar un grado y escala
también diferente de lesión.

5. Si del tránsito normativo no se configura una objetiva causal de atipicidad, no le es


dable a la Corte adentrarse a auscultar a través de un pormenorizado estudio y
análisis del expediente si, finalmente, concurren o no todos los elementos típicos que
actualizan el reproche actual de la conducta que ha sido juzgada en las instancias.

Por tanto, no es admisible que se procure arribar a la cesación de procedimiento por


una pretendida hipotética atipicidad de la conducta juzgada, que mas allá del estudio
de legalidad que le corresponde efectuar al juez de Casación, se asuma consolidada
como efecto de la necesidad de realizar una plena confrontación probatoria, cuando
esto sólo sería jurídicamente sustentable como resultado de una confrontación de
tipos o descripciones típicas, es decir, eminentemente normativa y si un ejercicio
valorativo es tales características le está vedado a la Corte, lo propio debe afirmarse
como limitante dentro de las competencias que se le han atribuido al juez de
ejecución de penas frente a las sentencias ejecutoriadas.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

No casa
FECHA : 29/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pamplona
PROCESADO : CAMARGO RIVERA, LUIS FERNANDO
CONSTANTINO
DELITOS : Prevaricato por acción, Celebración indebida de
contratos, Peculado por aplicación diferente
PROCESO : 16052
PUBLICADA : Si

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INDICIO-Inferencia lógica/ SENTENCIA-De primera y segunda instancia


constituyen un todo jurídico/ FALSO JUICIO DE LEGALIDAD/ FALSO JUICIO
DE CONVICCION/ DERECHO A LA NO AUTOINCRIMINACION-No presupone
el derecho a mentir/ INDAGATORIA-Medio de prueba/ MINISTERIO
PUBLICO-Interés para recurrir

1. Si consideraba que la inferencia lógica resultaba equivocada, o carecía de la


consistencia probatoria necesaria para llegar a la afirmación del hecho controvertido,
debió plantear, no error de hecho por falso juicio de existencia por suposición, sino de
raciocinio por desconocimiento de las reglas de la sana crítica, y demostrar,
adicionalmente, su trascendencia, es decir, que de no haberse presentado la
equivocación, la conclusiones del fallo habrían sido distintas, pero el censor no
incursiona en este campo, y tampoco se advierte de qué manera la falta de
demostración del hecho afirmado por el Tribunal (que los celadores facilitaron la
carga para el tercer disparo), excluiría al acusado de responsabilidad en el hecho.

2. Las sentencias de primera y segunda instancia, ha sido dicho por la Corte,


conforman una unidad jurídica, o cuerpo jurídico integrado en todos los aspectos en
los cuales son coincidentes, de suerte que sólo cuando en ambas ha sido omitido
considerar una determina prueba que hace materialmente parte del proceso, es dable

154
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

afirmar la estructuración del error de existencia por omisión, situación que, como se
deja visto, no se presentó en el caso sub judice.

3. El error de derecho por falso juicio de legalidad surge cuando el juzgador se


equivoca en la apreciación de los requisitos de forma requeridos para que la prueba
sea jurídicamente válida (requisitos antecedentes, concomitantes o subsiguientes a
su producción), análisis que solo puede ser realizado frente a pruebas materiales, es
decir, de aquellas que son susceptibles de ser físicamente incorporadas al expediente,
no de las inmateriales o críticas, como los indicios, que son producto de elaboraciones
racionales, y que no están ni pueden estar sometidas a formas específicas de
incorporación o aducción, por no ser tangibles, y aunque alegó como sujeto no
recurrente, esto no la habilitaba para recurrir después en casación, pues no es la
alegación en condición de no impugnante, sino la expresión de inconformidad con la
decisión a través de la apelación, lo que mantiene vigente el interés para acceder en
sede casacional. Excepcionalmente podía hacerlo en las hipótesis que vienen de ser
señaladas, pero ninguna de ellas concurre en el presente caso, siendo evidente, en
consecuencia, la ausencia de interés, y la improcedencia del estudio del libelo.

4. Si el libelista consideraba que la deducción del indicio de mentira y mala


justificación devenía ilegal, porque la normatividad vigente lo prohibía, o resultaba
contrario a sus previsiones, como lo sostiene, debió orientar el ataque por la vía del
error de derecho por falso juicio de convicción, que se presenta cuando el juzgador
desconoce las normas que tasan el valor de la prueba, o determinan su eficacia
probatoria, o introducen límites al principio de libertad probatoria, situación esta
última que vendría a ser la que en últimas plantea.

5. La Corte ha dicho que el derecho a la no autoincriminación, no presupone el


derecho a mentir. Solo implica que el procesado no puede ser constreñido, de ninguna
manera, a decir la verdad, y por esta razón se le exime de juramento, pero esto no
quiere decir que si falta a ella, su actitud no pueda ser tenida como indicio de
responsabilidad en el hecho investigado cuando se cumplen las exigencias de orden
fáctico y jurídico en su deducción (Cfr. Casación de 6 de febrero del 2001, Magistrado
Ponente Arboleda Ripoll). Olvida así mismo el demandante que la indagatoria,
además de ser un instrumento de defensa, es también un medio de prueba, del que
pueden ser derivadas consecuencias probatorias favorables y desfavorables al
procesado, como acertadamente lo destaca la Delegada en su concepto.

6. La jurisprudencia de la Corte ha sido reiterativa en sostener que para recurrir en


sede extraordinaria es necesario que la parte que lo intenta haya apelado la decisión
de primera instancia, porque si guarda silencio frente a ella, debe entenderse que ha
renunciado al interés para recurrir, y después no puede pretender hacer uso de una
oportunidad que ya tuvo, y dejó voluntariamente precluir. También ha dicho que esta
exigencia no tiene aplicación en tres casos: (1) cuando la decisión que dejó de ser
impugnada es consultable; (2) cuando ha sido objeto de modificación por el superior;
y, (3) cuando la impugnación extraordinaria versa sobre nulidades (Casación de 16 de
julio del 2001, Magistrado Ponente Arboleda Ripoll; Casación de 17 de enero del 2002,
Magistrado Ponente Pinilla Pinilla, entre otras).

En el caso sub judice la Procuradora Judicial Penal dejó transcurrir los términos de
ejecutoria del fallo de primera instancia sin protestar la decisión tomada.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

FECHA : 29/08/2002
DECISION : Desestima la demanda, no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Valledupar
PROCESADO : LOPEZ, FEDERMAN ASLEY
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 16370
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Vicios que dan lugar a declarar la nulidad de una sentencia/


NULIDAD-Falta de competencia/ SUSPENSION DE LA PATRIA POTESTAD/
REFORMATIO IN PEJUS/ DERECHOS DE LOS NIÑOS

1. Tres son los vicios que dan lugar a declarar la nulidad de una sentencia: la falta de
competencia del juez, las irregularidades sustanciales que afectan el debido proceso y
la violación del derecho de defensa.

Los motivos que dan lugar a la declaración de nulidad, han sido clasificados como
vicios de garantía y vicios de estructura. Los primeros son los que afectan el derecho
de defensa y los segundos los que vulneran el debido proceso.

En materia de casación, por virtud del principio de autonomía de los cargos, ambos
deben formularse y desarrollarse por separado, no sólo mencionando la causal
aducida, sino demostrando cómo y por qué se incurrió en el vicio y cómo ese defecto
incidió negativamente sobre las garantías del procesado o de las formas propias del
juicio.

2. La incompetencia del juez, al lado de la violación al debido proceso y al derecho de


defensa, es una causal específica y autónoma de nulidad. Por eso, sin que la
proposición se torne vaga, no puede mezclarse con las dos restantes o invocarse
conjuntamente. Ella no transgrede, por sí misma, las garantías del procesado ni la
estructura del proceso. Por eso, quien la alega como causal de nulidad, debe
delimitarla con precisión.
...
No fue el Juez Promiscuo de Mesetas (Meta), el funcionario que realizó estos actos
procesales. Lo fue, como puede leerse al folio 19 del cuaderno original, el Juez
Promiscuo Municipal de Lejanías (Meta). Esta autoridad judicial, de acuerdo con el
artículo 73, inciso tercero de su numeral 3°, del Código de Procedimiento Penal de
1991, estaba facultada, por cuanto en esa localidad no existía fiscal, para proceder
como lo hizo.

3. Para efectos de la protección de los derechos fundamentales que eventualmente y


de manera ostensible hayan podido ser maltratados dentro del proceso, la Corte tiene
la facultad de revisar todas las actuaciones cuando se apresta a dictar sentencia de
casación, es decir, a resolver el asunto de fondo, como consecuencia de dicha
impugnación. Así emana del artículo 216 del actual Código de Procedimiento Penal,
como sucedía con el 228 del estatuto hasta hace poco vigente.

Pues bien, para cumplir con esa tarea, la Sala ha estudiado el expediente en su
integridad y observa que el juez de primera instancia dedujo responsabilidad e
impuso pena pero no fijó la accesoria de suspensión de la patria potestad y que,
apelada la sentencia sólo por la parte defensiva, el Tribunal la adicionó con tal
sanción por un lapso de diez (10) años. Con ello, sin duda, desconoció el principio de
prohibición de la reformatio in pejus, sobre todo si se tiene en cuenta que el propio
Tribunal en su sentencia, al acometer el estudio de la pena principal, se lamentó de la
lábil sanción impuesta pero afirmó que no podía incrementarla, precisamente por el
veto al empeoramiento de la situación del condenado. Desde el punto de vista
puramente formal, entonces, se impondría casar parcialmente el fallo y retirar la pena
ilegalmente impuesta por el Ad quem.
...

156
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Tal como lo concibió la Carta Política de 1991, la prohibición de la reformatio in pejus


es un principio constitucional, legal y fundamental y, por tanto, prima sobre el resto
de la normatividad legal. En pro del resguardo de ese derecho tan elevado, la Corte,
en asuntos como el ahora examinado, protege con sus decisiones al procesado, por
ejemplo casando la sentencia -a petición de parte y de oficio- para restar el exceso
que indebidamente haya adjudicado la segunda instancia, e impartiendo órdenes
para tutelar cuando es dejada de lado la prohibición, pues que debe velar por los
derechos fundamentales.

Por mandato del artículo 13.3 de la Constitución Política, "El Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental,
se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o
maltratos que contra ellas se cometan".

El artículo 44 de la Carta es nítido en materia de infancia y de adolescencia. Dice:

"Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la


seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una
familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral
o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos
consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales
ratificados por Colombia".

"La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño


para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos.
Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la
sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los de los
demás".

Según el artículo 2.2. Superior, las autoridades de la República están instituidas para
proteger a todas las personas, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos
y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de
los particulares.

A su turno, por su razón esencial, la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia


(270 de 1996) afirma que el Poder Judicial existe para que haga efectivos los
derechos, obligaciones, garantías y libertades consagrados en la Constitución y en la
ley, con el fin de realizar la convivencia social y lograr y mantener la concordia
nacional. Eso dispone su artículo 1º., y esa fue la consideración básica que tuvo en
cuenta el Congreso de la República cuando gestó el mandato.
...

En el asunto analizado, en principio, se enfrentarían dos derechos fundamentales,


ambos de rango constitucional: de una parte, el del condenado, a quien no se podría
empeorar su situación jurídica pues fue apelante único; y, de la otra, el de los niños de
(...) y (...), quienes han sufrido, sufren y por antecedentes pueden seguir sufriendo las
inclemencias de su padre, quien ha atentado contra su vida, su integridad personal y
sexual, en síntesis, contra su incolumidad corporal y moral.

Esa tensión, entonces, debe ser resuelta, y para la Sala no existe incertidumbre sobre
el punto: por expreso mandato constitucional, impera el derecho que tienen los niños
a su vida, integridad y formación moral. Por eso, la Corte mantendrá en su integridad
la sentencia impugnada.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 29/08/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Villavicencio
PROCESADO : SANCHEZ GARZON, JOSE BENICIO
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 13225
PUBLICADA : Si

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RESOLUCION DE ACUSACION-Resolución de situación jurídica: No es


limitante/ SOBORNO/ FRAUDE PROCESAL-Se estructura/ PECULADO POR
USO/ ABUSO DE FUNCION PUBLICA/ FISCAL GENERAL DE LA NACION-
Fuero constitucional disciplinario: Congreso de la República/ CONCURSO/
SUSTITUCION DE LA PENA DE PRISION POR LA DOMICILIARIA/
PERJUICIOS-Los daños materiales deben ser probados

1. En decisión del 9 de junio de 1.998 con ponencia del Mg. Dr. JORGE E. CORDOBA
POVEDA, en el radicado No. 10242, dijo:

"En lo atinente al primer cuestionamiento, es necesario recordar que, conforme a


nuestra actual estructura procesal, la imputación hecha en la resolución que decreta
medida de aseguramiento es eminentemente provisional, por lo cual puede ser
ulteriormente modificada, no sólo como producto de los nuevos elementos de juicio
allegados al proceso, sino como consecuencia de una mejor comprensión de lo
ocurrido, que lleva al funcionario judicial a modificar su criterio jurídico. El sumario es,
fundamentalmente, etapa de indagación, de práctica de pruebas y, por lo mismo
cambiante, siendo ésta una de las razones por las cuales el contenido de la resolución
que define la situación jurídica no puede condicionar el de la providencia calificatoria,
siendo si necesario que ésta verse sobre los hechos controvertidos en la instrucción y
con relación a los cuales se indagó al procesado.

La única imputación definitiva, tanto fáctica como jurídicamente considerada, es la


que se hace en la resolución de acusación, de manera tal que la controversia
probatoria, que en la fase sumarial fue amplia, se circunscribirá a debatir los precisos
cargos contenidos en esa determinación, limitándose la sentencia a resolverlos y
debiendo, por lo tanto, ser congruente con ella…."

" Sobre este particular tema la Sala ha sostenido:

"El inciso primero del artículo 438 del Código de Procedimiento Penal dispuso que, "En
ningún caso podrá cerrarse la investigación si no se ha resuelto la situación jurídica
del procesado". A su turno, el artículo 387 ibídem señala que dentro de los cinco o de
los diez días siguientes a la indagatoria, según que la persona se encuentre o no
privada de la libertad, el funcionario judicial deberá resolver la situación jurídica
dictando medida de aseguramiento si hay prueba que la justifique, o absteniéndose
de hacerlo.

"Con medida de aseguramiento o sin ella, una vez definida la situación jurídica la
instrucción del proceso continúa sin que haya ninguna norma que diga que si se
amplía la indagatoria es necesario volver a definirla, y realmente una orden en ese
sentido sería absurda desde el punto de vista de la agilidad que debe tener la
actuación sumaria, especialmente si se tiene en cuenta que la etapa de investigación

158
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

termina con un nuevo y mas riguroso examen de la situación jurídica, en donde no


solamente se evalúan las pruebas recaudadas y se mira lo atinente a la medida de
aseguramiento, sino que si se profiere resolución de acusación concreta la
denominación jurídica de los hechos por los cuales debe el imputado responder en
juicio. El sindicado puede solicitar cuantas ampliaciones de indagatoria considere
necesarias (art. 361 del C.de P.P.), pero ese no es un mecanismo que obligue al
funcionario judicial a proferir sendas definiciones de la situación jurídica.

Así las cosas, independientemente de que en la definición de la situación jurídica se


haya impuesto o no medida de aseguramiento, del número de delitos allí endilgado, y
de la denominación jurídica que se les hubiere dado, es en la resolución de acusación
en donde se definen los cargos, por lo tanto creer que entre las dos providencias debe
existir congruencia es darle al primer pronunciamiento un alcance que no tiene, y
desconocer lo obvio, esto es, que si después de definir la situación jurídica se puede
seguir investigando, es de esperarse que las nuevas pruebas puedan dar lugar a que
lo consignado en ese proveído sufra profundas modificaciones. Incluso podrían
presentarse cambios sin que surjan nuevas pruebas, simplemente porque al momento
de calificar ya se tenga una mejor comprensión de lo ocurrido y un más informado
criterio para decidir.

Trasladando lo anterior al campo de la casuística para una mejor ilustración, podrían


darse, entre otras, las siguientes situaciones: a) que en la definición de la situación
jurídica se impute un delito, y al momento de la calificación se estime que los hechos
investigados dan lugar a dos o más punibles en concurso; b) que en la definición de la
situación jurídica se de a los hechos una denominación y en la resolución de
acusación se considere que es otra; c) que en la primera oportunidad se diga que no
hay lugar a medida de aseguramiento por no haber suficientes elementos de juicio
sobre la tipicidad, la antijuridicidad, la culpabilidad, etc., y en el momento de la
calificación se encuentre que hay mérito para enjuiciar por uno a o más ilícitos.".

2. El artículo 174 del Código Penal anterior definía el delito de soborno como "el que
entregue o prometa dinero u otra utilidad a un testigo para que falte a la verdad o la
calle total o parcialmente en su testimonio, incurrirá en prisión de uno (1) a cinco (5)
años". Hipótesis comportamental que fue reproducida integralmente en el artículo
444 del nuevo Código Penal, previendo idéntica consecuencia jurídica, por lo tanto
sobra cualquier consideración sobre el principio de favorabilidad.

Realizando el estudio dogmático del tipo tenemos que el sujeto activo del
comportamiento es indeterminado, o sea, puede ser cualquier persona que tenga o no
interés en la actuación judicial o administrativa dentro de la cual ha de declarar el
testigo, incluso puede ser el imputado.

La conducta encierra la entrega o promesa de dinero o cualquiera otra utilidad a un


testigo para que falte a la verdad o la calle total o parcialmente en su testimonio, es
decir, que la entrega o promesa tiene como objeto instigar o excitar al testigo para
que rinda testimonio falso, propósito que para el perfeccionamiento no es necesario
alcanzar pues sólo se requiere la oferta o promesa así no sean aceptadas, y que a su
vez no excluye la posibilidad de que el sobornante persiga otros fines.

Cuando hay acuerdo este puede ser explícito, implícito, expreso o tácito sobre todos
los hechos o parte de ellos (objeto de la falsa declaración). Pero en todo caso debe ser
previo o por lo menos coetáneo con el falso testimonio.

De otro lado, la promesa conlleva para el sobornante la obligación de hacer, decir o


dar algo en el futuro, la que debe ocurrir antes de la falsa declaración orientada a la
obtención de ese objetivo, de suerte que si la recompensa es posterior sin
ofrecimiento ni promesa anterior la conducta no se encasilla en este tipo penal.

Por utilidad se entiende cualquier provecho o beneficio con o sin valor económico,
quedando por fuera aquello que no reporta beneficio o provecho concreto al
sobornado.

Se concibe como testigo toda persona que ha percibido los hechos que son objeto de
investigación así no haya sido propuesta o decretada su recepción dentro del proceso.

El bien jurídico protegido es el normal y eficaz funcionamiento de la administración de


justicia en sentido general, ya que es necesario prevenir obstrucciones a la

159
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

materialización del valor de la justicia, o que se desvíe u obstaculice su actividad por


el comportamiento individual de algunas personas. En particular tutelar la fase
probatoria de la actividad judicial.

3. El artículo 182 del anterior Código Penal describía este delito así: "El que por
cualquier medio fraudulento induzca en error a un servidor público para obtener
sentencia, resolución o acto administrativo contrario a le ley, incurrirá en prisión de
(1) a (5) años.

Precepto aplicable a este asunto de manera ultraactiva por favorecerle al procesado,


habida cuenta que el artículo 453 del nuevo Código Penal incrementa la pena de
prisión de 4 a 8 años, y adiciona las penas de multa de 200 a 1.000 salarios mínimos
legales mensuales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derecho y funciones
públicas de 5 a 8 años.

Para el encasíllamiento de una conducta en este tipo penal es imprescindible la


concurrencia de las siguientes condiciones:

Sujeto activo indeterminado, dado que la ley no exige ninguna cualificación al autor
del supuesto de hecho.

La conducta se concreta en la inducción en error del servidor público a través de


medios fraudulentos idóneos, es decir, que para su perfeccionamiento no se necesita
que el funcionario haya sido engañado sino que los mecanismos utilizados tengan la
fuerza suficiente para ello.

Como ingrediente subjetivo específico del tipo, se destaca que la conducta debe estar
orientada a conseguir una decisión injusta favorable a los intereses del autor por
medio de sentencia, resolución o acto administrativo.

Se deduce de lo anterior, que es un tipo de mera conducta en razón a que se


perfecciona cuando se logra la inducción en error del servidor público por medios
engañosos o artificiosos idóneos y sus efectos se prolongaran en el tiempo en tanto
perviva el estado de error y se obtenga la decisión pretendida, aun después si se
necesita para su ejecución de actos posteriores. Es decir, no requiere el logro de la
decisión anhelada, sentencia, resolución o acto administrativo ilegal que de
producirse configuraría su agotamiento.

En este sentido la Sala se pronunció en providencia del 4 de octubre de 2.000 en el


expediente No. 11210 con ponencia del Magistrado Dr. CARLOS EDUARDO MEJIA
ESCOBAR:

"El fraude procesal por ser un delito de simple conducta, se consuma con la inducción
en error, previa la ejecución de los actos engañosos que desdibujan la realidad, sin
que sea necesaria la materialización de un perjuicio o de un beneficio, mas allá de lo
que el acto funcional mismo tenga de perjudicial o beneficioso. No exige, que se
obtenga el resultado porque se considera agotado cuando se realiza el
comportamiento descrito en el verbo rector "inducir" que es el que constituye el
núcleo de la acción.".

Y con ponencia del Magistrado, Dr. CARLOS A. GALVEZ ARGOTE, en decisión del 29 de
abril de 1.998 adoptada en el radicado No. 13.426, expuso:

"….como reiteradamente la jurisprudencia de esta Sala lo ha señalado, para que se


estructure este delito no es indispensable que el servidor público efectivamente haya
sido engañado, sino que el medio utilizado tenga la potencialidad suficiente para
engañar, lógicamente debe entenderse que cuando tales medios no son idóneos
porque de la manera como se presentan la ley no les otorga ninguna validez, no
puede en consecuencia predicarse la existencia de este delito."

4. El artículo 134 del Código Penal anterior define este delito de la siguiente manera:
El servidor público que indebidamente use o permita que otro use bienes del Estado o
de empresas o instituciones en que éste tenga parte, o bienes de particulares cuya
administración o custodia se le haya confiado por razón de sus funciones, incurrirá en
prisión de uno (1) a cuatro (4) años e interdicción de derechos y funciones públicas de
uno (1) a tres (3) años".

160
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"La misma pena se aplicará al servidor público que indebidamente utilice trabajo o
servicios oficiales, o permita que otro lo haga."

El supuesto de hecho, salvo el inciso final, es idéntico al previsto en el artículo 398 del
Código Penal actual, manteniéndose la pena de prisión y sus extremos, empero muda
la interdicción de derechos y funciones públicas de 1 a 3 años por inhabilitación para
el ejercicio de derechos y funciones públicas de 1 a 4 años.
...

Las funciones de administrar los bienes y recursos dedicados al funcionamiento de la


Procuraduría General de la Nación y de velar por su correcta asignación y utilización,
están atribuidas al Procurador General de la Nación por el numeral 8º ordinal k de la
ley 201 de 1.991 que establece la estructura y organización de la Procuraduría
General de la Nación. Deber funcional que el Dr. (...) incumplió al destinar para uso
particular el vehículo y el trabajo de su subalterno.

La utilización ilegal del bien sin su menoscabo material o funcional basta para la
configuración del ilícito, como quiera que es suficiente el choque con el normal
funcionamiento de la administración pública,

5. El derogado Código Penal preveía este delito en el artículo 162 de la siguiente


manera:

" El servidor público que abusando de su cargo, realice funciones públicas diversas de
las que legalmente le correspondan, incurrirá en prisión de uno (1) a dos (2) años e
interdicción de derechos y funciones públicas hasta por el mismo término.".

Tipo penal descrito en los mismos términos por el artículo 428 del Código Penal
vigente, previendo idéntica pena de prisión, en tanto que la interdicción de derechos
y funciones públicas hasta un lapso igual al fijado para la sanción privativa de la
libertad, cambió a inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por
cinco (5) años. Es decir, el anterior Código es aplicable en este asunto por ser
ventajoso para el procesado.

En providencia dictada el 8 de julio de 1.999 en el proceso de 2ª instancia la Sala con


ponencia del Mg. Dr. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO precisó el alcance de este tipo
penal de la siguiente manera:

"Como la norma del artículo 162 del Código Penal sistemáticamente pertenece al
capítulo noveno, situado dentro del título III de dicho ordenamiento, denominado
"Usurpación y abuso de funciones públicas", la conducta delictiva debe consistir en
una verdadera apropiación de la función legalmente asignada a otra clase de
funcionarios, de la cual carece en absoluto el impostor, aunque con la diferencia de
que en este caso el desplazamiento lo comete un servidor público y no un particular
(como en el artículo 161), máxime que el tipo penal se refiere a la "realización"
(hacer real) de funciones públicas diversas de las que legalmente le correspondan, y
no a la mera extralimitación en el ejercicio funcional legalmente ostentado.".

"En mas de una ocasión, algunos funcionarios, aunque conscientes de que estaban
autorizados para ciertas diligencias pero no para resolver la situación jurídica, lo
hacen por medio de un acto sustancialmente legítimo, después de recibir
normalmente las indagatorias, pero tal actitud sólo puede entenderse como una
extralimitación funcional y no como usurpación, pues ésta representa un grado mayor
de afrenta al bien jurídico de la administración pública, en la medida que, vista
globalmente la conducta, dentro del contexto del curso procesal examinado, el
funcionario no sería completamente extraño a él, pues por algo se le habilita
legalmente para cumplir las primeras diligencias de investigación. En tal caso, el
servidor viola los límites de la función pública pero no la hace suya.

"Cosa distinta ocurriría, verbigracia, si en una ciudad donde están radicados los
fiscales regionales, se le ocurre a un fiscal delegado ante los jueces de circuito o
municipales, asumir arbitrariamente la investigación por hechos que, desde un
comienzo y seriamente, se perfilan como hipótesis de rebelión y/o transporte de
armas de fuego o municiones, pues entonces el abuso de función pública se
cometería a partir de la resolución de apertura de la instrucción."

161
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

6. Las disposiciones que regulan el fuero constitucional disciplinario del Fiscal General
de la Nación para ser investigado y juzgado por el Congreso de la República así lo
evidencian.

En efecto, el artículo 178 de la Constitución Política defiere a la Cámara de


Representantes la función de acusar ante el Senado cuando hubiere causas
constitucionales, entre otros altos dignatarios del Estado, al Fiscal General de la
Nación.

Armónicamente el artículo 174 de la misma obra atribuye al Senado de la República


conocer de las acusaciones que formule la Cámara de Representantes contra el Fiscal
General de la Nación, aunque hubiere cesado en el ejercicio del cargo, evento en el
cual conocerá por los hechos u omisiones ocurridos en el desempeño del mismo.

En concordancia los numerales 2 y 3 del artículo 175 Superiores estipulan el


procedimiento que el Senado debe seguir en los juicios que adelante con arreglo a los
anteriores preceptos.
...

En desarrollo del fuero constitucional el artículo 171 de la ley 200 de 1.995 establece
que los altos dignatarios del Estado entre ellos el Fiscal General de la Nación, en
materia disciplinaria están sujetos al régimen disciplinario previsto en los artículos
174, 175 y 178 de la Constitución Política, para lo cual el Congreso de la República
adelantará el procedimiento correspondiente de conformidad con lo dispuesto por las
normas especiales de ese capítulo y las generales como preceptos complementarios
(artículos 172,173 y 174 ibídem).

Por su parte el artículo 235-2 ibídem atribuye a la Corte Suprema de Justicia la función
de juzgar al Presidente de la República o a quien haga sus veces y a los altos
funcionarios de que trata el artículo 174, por cualquier hecho punible que se les
impute conforme al artículo 175 numerales 2º y 3º. El parágrafo determina que
cuando los funcionarios enumerados hubieren cesado en el ejercicio de su cargo, el
fuero sólo se mantendrá para las conductas punibles que tengan relación con las
funciones desempeñadas.

El textos de estas normas evidencian que el Congreso puede impulsar investigaciones


disciplinarias contra el Fiscal General por hechos que no tengan relación con las
funciones, esto es, por conductas ejecutadas antes de la posesión y en desarrollo de
otras responsabilidades oficiales. Previendo cómo única pena la destitución cuando el
comportamiento se ha realizado en desempeño de las funciones de Fiscal General,
por indignidad por mala conducta.

De la misma manera que una vez desvinculado del cargo, sólo se mantendrá el fuero
disciplinario y penal por conductas relacionadas con las funciones.

Ratifica esta interpretación el artículo 178 de la Ley 270 de 1.996 al prescribir que
"La función jurisdiccional del Congreso de la República será ejercida de conformidad
con lo establecido en la Constitución Política de Colombia en relación con las
acusaciones que se formulen contra….. el Fiscal General de la Nación, aunque
hubieren cesado en el ejercicio de sus cargos. En este caso solo conocerá por hechos
u omisiones ocurridos en el desempeño de los mismos. Los procedimientos serán los
contemplados en la Constitución Política y en la ley."

Entendimiento al que también llegó la Corte Constitucional en la sentencia C-417 de


1.993, mediante la cual declaró inexequible el numeral 3º del artículo 9 del Decreto
2652 de 1.991 en lo atinente a la atribución que asignaba a al sala jurisdiccional
disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura de "conocer en única instancia de
los procesos disciplinarios que se adelanten contra los Magistrado de la Corte
Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo de Estado, y el Fiscal
General, por causa distinta a la indignidad por mala conducta….", justamente por
desconocer el fuero especial previsto en el artículo 174 de la Carta.

7. El artículo 31 del Código Penal, dispone que en los casos de concurso de conductas
el reo quedará sometido al delito que establezca la pena mas grave según su
naturaleza aumentada hasta en otro tanto, sin que pueda ser superior a la suma
aritmética de las que correspondan a las respectivas conductas punibles debidamente
dosificadas cada una de ellas, pero en ningún caso podrá ser superior a 40 años.

162
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Habida cuenta que el delito mas grave es el fraude procesal por el cual el procesado
se hace acreedor a 23 meses de prisión, el incremento punitivo por virtud del
concurso de los restantes delitos, no podrá superar el doble de esta cifra, es decir, 46
meses de prisión.

8. Pese a que la pena mínima prevista en la ley para los delitos por los cuales se
condena al Dr. (...) es menor de cinco años de prisión, es improcedente la sustitución
de la ejecución de la pena privativa de la libertad por prisión domiciliaria, con arreglo
a las previsiones del artículo 38 del nuevo Estatuto Penal, en virtud a la falta de
concurrencia del elemento subjetivo, pues la ponderación de los delitos y de las
circunstancias que rodearon su ejecución, como manifestación del desempeño
personal, laboral y familiar, no permiten a la Sala suponer fundada y motivádamente
que se abstendrá de poner en peligro a la comunidad y que cumplirá la pena en su
domicilio, ya que si no tuvo ningún escrúpulo para abusar de las funciones a él
discernidas por la Constitución Política como máximo director del Ministerio Público,
ideando y materializando un sofisticado plan criminal dirigido a engañar la
administración pública y de justicia con propósitos mezquinos usando irregularmente
los bienes del Estado y el servicio personal de uno de sus subalternos, defraudando la
confianza depositadas por la sociedad en quien encarna en el país la máxima garantía
de la fidelidad del ejercicio del servicio público; ninguna seguridad le transmite a la
Sala que purgará el castigo en su residencia y que no pondrá en riesgo los bienes
jurídicos, con mayor razón si en su contra pesa una condena por la comisión de un
delito, el que justamente pretendía evitar fuera investigado por el Fiscal (...).

9. El artículo 94 del Código Penal dispone que la conducta punible genera la


obligación de reparar los daños materiales y morales causados con ocasión de ella, y
el artículo 97 exige para ordenar la indemnización que los daños materiales sean
probados en el proceso.

En cuanto a este último requisito la jurisprudencia de tiempo atrás viene reclamando


la comprobación de la existencia real del daño causado directamente por el delito y
sus peculiaridades de certidumbre, actualidad y legitimidad.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Unica Instancia


FECHA : 02/09/2002
DECISION : No accede a nulidad, condena, no condena en
perjuicios, niega subrogado y .....
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VASQUEZ VELASQUEZ, ORLANDO ENRIQUE-
PROCURADOR GEN.
DELITOS : Fraude procesal, Peculado por uso, Abuso de
función
pública, Soborno
PROCESO : 17703
PUBLICADA : Si

Salvamento de Voto DR. CONJUEZ: JOSE IGNACIO TALERO LOZADA


Salvamento Parcial de Voto DR. CONJUEZ: GUILLERMO GARCIA GUAJE

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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NULIDAD-Oportunidad para solicitarla/ EJECUTORIA-De las providencias


judiciales/ SEGUNDA INSTANCIA/ PREVARICATO POR ACCION-
Interpretación de la ley/ PRESCRIPCION-Proceso ejecutivo laboral/ DERECHO
LABORAL-Condición de pensionado

1. En cuanto hace a la oportunidad en que dicho vicio se alega, aunque el artículo 308
de la Ley 600 de 2.000, prevé la posibilidad de que las nulidades se invoquen en

163
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

cualquier estado de la actuación procesal, mientras que en el Código de


Procedimiento Penal derogado, el artículo 306 sólo admitía su formulación hasta el
término de traslado común para preparar la audiencia, que el defensor no utilizó para
esos efectos, o a través del recurso de casación, no puede entenderse, como ya lo ha
precisado la Sala, en decisión del pasado nueve de julio, con ponencia de quien igual
propósito cumple en este asunto, que una tal disposición consagre "una especie de
"patente de corso" que la ley ha establecido para desconocer la propia sistemática
procesal prevista en la misma, pues, de una parte, hay que tener en cuenta que
cuando se tramitó la presente causa en la primera instancia, regida para ese entonces
por el art. 446 del C. de P. P. anterior, esa era la última oportunidad que se tenía para
impetrar la referida nulidad respecto a vicios presentados durante la etapa
instructiva…", de modo que "el pretender que se de aplicación a esta nueva
disposición, seguramente dando por sentado que al haberse agotado la oportunidad
que existía durante la ritualidad de la causa durante la vigencia del C. de P. P. de
1.991, esto es, que al no haberse proferido el fallo de segundo grado, la actuación
procesal no ha terminado, es claro que un tal aserto resulta equivocado, ya que
tratándose aquí de una nulidad originada en la instrucción, es en la audiencia
preparatoria de que trata el art. 401 del nuevo Estatuto Procesal Penal, cuando debía
impetrarse".

2. Como quiera que la actuación se surtió en vigencia del Decreto 2.700 de 1.991,
establecía su artículo 197, y repite el 187 de la Ley 600 de 2.000, que las decisiones
sobre recursos de apelación interpuestos contra providencias interlocutorias, quedan
ejecutoriadas el día en que hubieren sido suscritas por el funcionario correspondiente,
comportando así una excepción al principio general de que las providencias
interlocutorias deben notificarse y de que su ejecutoria se produce tres días después
de tal acto, si además no se interponen recursos y no deben ser consultadas.

Por ende, siendo esa la forma legalmente señalada, a través de la cual se producía y
produce la ejecutoria de dichas providencias de segunda instancia, es evidente que
infundada resulta cualquier alegación que pretenda acreditar la vulneración al debido
proceso cuando esa y no otra era la actuación exigida por el legislador para que la
decisión que se cuestiona se tuviera por válida. La ley, ni la Carta Política, como
quiere hacerlo entender el defensor, exigen en parte alguna la notificación de tales
proveídos como condición para su ejecutoria, entre otras razones porque contra los
mismos no procede recurso alguno.

3. En ese propósito, siendo que la acusación se restringe al proferimiento del auto de


febrero 22 de 1.991 por medio del cual el entonces Juez 16 Laboral del Circuito de
Bogotá, se negó, por virtud de la excepción propuesta por la entidad demandada, a
declarar el fenómeno prescriptivo de las acciones derivadas del reconocimiento de
unas pensiones, ora del reajuste de otras, la labor de contraste ha de realizarse
entonces frente a los artículos 488 del Código Sustantivo del Trabajo y 151 del Código
Procesal del Trabajo, pues, según el primero "las acciones correspondientes a los
derechos regulados en este Código prescriben en tres (3) años, que se cuentan desde
que la respectiva obligación se haya hecho exigible" y, de acuerdo con el segundo,
"las acciones que emanen de las leyes sociales prescribirán en tres años".

Ante semejante claridad de dichas normas que evidentemente no admiten, por sí


mismas, excepción alguna frente a la operabilidad del fenómeno prescriptivo,
estableciéndolas simplemente en cuanto a términos para aquellos casos de
prescripciones especiales, que no es precisamente el que se examina y siendo que,
de conformidad con el artículo 230 de la Constitución Política, "los jueces, en sus
providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley", pudiéndose servir, como
criterios auxiliares de su actividad, de la equidad, la jurisprudencia, los principios
generales del derecho y la doctrina y que de acuerdo con el artículo 27 del Código
Civil, "cuando el sentido de la ley sea claro, no se desatenderá su tenor literal a
pretexto de consultar su espíritu", en este asunto, sin duda alguna, se ha
instrumentalizado el ordenamiento en la medida en que el juzgador procesado lo
asumió como un medio aparentemente jurídico, para hacerle producir unos efectos
que ciertamente no se hallan previstos en el mismo, omitiendo considerar que la labor
hermenéutica, regida por el ineluctable supuesto de que la interpretación es de la ley,
implica que su conceptualización debe precisamente derivar de ella, y no de modo
contrario, de ahí se explica el por qué la interpretación de lege lata proyecta sus
efectos en el proceso de que se trate, al paso que la de lege ferenda no, pues,
reiterando afirmaciones que ya la Sala tuvo oportunidad de hacer con ponencia de
quien cumple igual función en este proceso, ubicándose la última "en el campo de la

164
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

doctrina como criterio especulativo de autoridad, que en su momento puede tender a


cumplir el objetivo externo de servir como importante medio para el proceso de
revisión y modificación de las leyes existentes en un contexto histórico, político y
social dado", no le es factible, de ninguna manera, al hermeneuta desconocer el
inmodificable límite, según el cual la función del encargado de aplicar la ley es
interpretarla para lograr el sentido que de ella emana y no interpretarla para negarla
o para utilizarla como medio delictivo.

El juez no suple la función del legislador y tampoco la tarea del doctrinante, pero sí le
concierne de forma imperativa precisar el real contenido y alcance de la ley que dice
aplicar, de modo que, sin desentenderse de su tenor literal so pretexto de consultar su
espíritu, ha de hacerle surtir los efectos que ella prevé y nada más, lo que,
obviamente, como lo señalara el propio procesado, no significa el estancamiento en la
exégesis, sino que partiendo de ella hacía lo sistemático y teleológico, fijar su alcance
es su razón de ser, para de tal modo resolver jurídicamente con criterios generales un
supuesto fáctico específico que además le permita, dentro de la imparcialidad y
objetividad que le deben caracterizar, materializar la justicia.

4. De conformidad con las disposiciones del trabajo que en este asunto sirven de
parámetro de cotejación, "el simple reclamo escrito del trabajador, recibido por el
patrono acerca de un derecho debidamente determinado interrumpe la prescripción
por una sola vez, la cual principia a contarse de nuevo a partir del reclamo y por un
lapso igual al señalado para la prescripción correspondiente", no menos cierto es que,
entratándose de la interrupción procesal de dicho fenómeno, ante el vacío del
ordenamiento laboral y por permitirlo el artículo 145 del Código Procesal del Trabajo,
el 90 del Código de Procedimiento Civil prevé una tal interrupción con la presentación
de la respectiva demanda, en tanto se den las condiciones allí señaladas.

5. La condición de pensionado es un estado jurídico, una situación jurídica, un status


personal que el trabajador adquiere en cuanto reúna ciertas condiciones de edad y
tiempo de servicio, entratándose de la de jubilación, a través de la cual obtiene el
derecho a que se le pague vitaliciamente una determinada suma mensual de dinero,
por ello, así como el estado civil de las personas y guardadas las proporciones, es su
situación jurídica en el ámbito laboral, que le determina la capacidad para ejercer
ciertos derechos como el de la mesada y sus reajustes, por lo mismo, tal como lo ha
señalado la jurisprudencia de la Corte, desde diciembre 18 de 1.954, es
imprescriptible.

Pero si ello es así, es porque se trata precisamente de una condición de la persona


trabajadora que no se pierde por su no ejercicio a través del tiempo, más no implica
que los derechos que se ejercitan por su concurso también lo sean, cuando es claro
que una es aquella situación jurídica y otros los derechos que por su concurrencia se
obtienen. Por eso, éstos, como derechos, consecuentes de aquél status, sí pueden ser
objeto de prescripción extintiva cuando no se reclaman dentro de los tres años
siguientes a su exigibilidad. "La consecuencia patrimonial del status de pensionado,
que se traduce en el pago de mensualidades sucesivas sí puede quedar sujeta a la
prescripción cuando tales mensualidades no se cobran dentro del plazo trienal que
consagran las leyes del trabajo", dijo la Corte en decisión del 15 de julio de 1.987 con
ponencia del Magistrado Dr. Juan Hernández Saenz.

No siendo así posible la confusión entre el estado de pensionado y los derechos que
por él se adquieren y siendo aquél, se reitera, una condición personal del trabajador, y
éstos una consecuencia patrimonial, menos admisible resulta la tesis de los
recurrentes según la cual lo accesorio sigue a lo principal, valga decir que si el estado
de jubilado es imprescriptible, también lo son sus consecuencias, pues es patente
que, así se aten por un nexo consecuencial, son dos situaciones que por sus propias
características guardan una cierta autonomía que, como ya se dijo, impide
confundirlas en una sola, o trasmitir las características de una a la otra, tanto así que,
dada la sustitución pensional, la obligación de pagar las mesadas puede aún subsistir
aunque haya fenecido la condición de pensionado por muerte del trabajador jubilado.
Por ello, porque se trata de un estado jurídico la ley no podía establecer su
prescripción por el no ejercicio en el tiempo, no sucediendo igual con el derecho
patrimonial que por su intermedio se adquiere, pues éstos sí, en cuanto derechos
patrimoniales derivados de las leyes sociales, sí se extinguen por el paso del tiempo
sin haberse reclamado e ineludiblemente se someten a las reglas contenidas en las
normas procesales y sustantivas del trabajo ya citadas, cuyos efectos, el acusado
desconoció, para darle unos totalmente contrarios y así ilegales, de modo que

165
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

pretextando argumentos carentes de connotación jurídica, de lege ferenda, terminó


por sustituir al legislador, creando una excepción donde la ley no había dispuesto
ninguna.

La jurisprudencia, tanto de la Corte como del Consejo de Estado, según lo reconoció el


propio enjuiciado en la decisión que se le reprocha, en torno a ese tema de
imprescriptibilidad del estado de jubilado, más no de las mesadas pensionales a él
consecuentes, ha sido constante y ella no ha observado desvío alguno, ni aún con la
de la Corte Constitucional, pues, y en eso son imprecisos los recurrentes y el testigo
José Gabriel Salom Beltrán, también esa Corporación es de tal criterio, según así lo
expuso en decisión de abril 7 de 1.999 con ponencia del Magistrado Alejandro
Martínez Caballero al exponer que, "el legislador puede entonces consagrar la
prescripción extintiva de derechos patrimoniales que surjan del ejercicio de un
derecho constitucional, incluso si éste es fundamental…", por tanto "la ley no podía
consagrar la prescripción del derecho a la pensión como tal, aunque sí podía
establecer un término temporal para la reclamación de las distintas mesadas".

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 03/09/2002
DECISION : Confirma sentencia condenatoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GONZALEZ CORREDOR, CARLOS ERNESTO-JUEZ
LABORAL
DELITOS : Prevaricato por acción
PROCESO : 17865
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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IMPEDIMENTO-Haber dado opinión sobre el caso/ TUTELA

No toda opinión emitida por el juez sobre el objeto del proceso da lugar a la
declaratoria de impedimento, pues solo aquella que se produce extraprocesalmente
puede conducir a la separación del asunto.

Asimismo, la opinión con virtualidad suficiente para la separación del conocimiento


del asunto, debe ser de fondo, sustancial, esto es que vincule al funcionario judicial
con el asunto sometido a su consideración al punto que le impida actuar con la
imparcialidad y ponderación que de él espera la comunidad, y particularmente los
sujetos intervinientes en la actuación.

Sobre el particular se precisó en auto de diciembre 19 de 2000, reiterado en los


mismos términos el 25 de junio de la presente anualidad (Rad. 19587), que no toda
opinión o concepto sobre el objeto del proceso origina causal impediente, pues la que
adquiera relevancia jurídica en esta materia es la emitida por fuera del proceso y de
tal entidad o naturaleza que vincule al funcionario sobre el aspecto que ha de ser
objeto de decisión. No es aquella opinión expresada por el juez en ejercicio de sus
funciones, exceptuado el evento de "haber dictado la providencia cuya revisión se
trata", porque ello entrañaría el absurdo de que la facultad que la ley otorga al juez
para cumplir su actividad judicial a la vez lo inhabilitara para intervenir en otros
asuntos de su competencia, procedimiento que ni la ley autoriza ni la lógica justifica.

En el caso que ocupa la atención de la Sala, el criterio expuesto por los integrantes
del Tribunal que fallaron la acción de tutela, esto es por fuera del proceso dentro del
cual se produce el impedimento, compromete claramente el sentido de la decisión,
pues a pesar de que la orden se encaminó a obtener del juez de primera instancia que
emitiera pronunciamiento de fondo en respuesta a la petición del representante de la
parte civil, dentro del cuerpo de la providencia, tal como se dejó transcrito, los
magistrados, entre los que se cuenta el doctor HOYOS GARCES, desautorizaron los

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

planteamientos del juzgador de instancia para indicarle que contaba con los
presupuestos necesarios para proceder al restablecimiento del derecho de propiedad.

Además del nexo substancial que existe entre el criterio allí expuesto y el asunto
fáctico y jurídico de cuyo análisis deberá ocuparse la sala de decisión del Tribunal
superior de Cali por impugnación del representante de la parte civil, que compromete
la decisión del citado magistrado, a juicio de la Sala no hay duda que la postura sobre
el tema se adoptó extraprocesalmente, pues lo fue en asunto que debió conocer como
juez constitucional.

El hecho de que haya sido en ejercicio de sus funciones constitucionales, no autoriza


a pensar que resulte inaplicable la causal impediente, pues el instituto consagrado en
el artículo 99 se estatuyó para garantizar que el funcionario judicial llamado a
resolver el conflicto sea ajeno a cualquier inclinación distinta al ejercicio de una
actividad confiable, libre de todo prejuicio que de pábulo a la suspicacia de
parcialidad, como viene en insistir la Corte.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Auto - Impedimento
FECHA : 03/09/2002
DECISION : Declara fundado el impedimento de un Mg. del
Tribunal
de Cali
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : GOMEZ VELASQUEZ, GONZALO
DELITOS : Fraude procesal, Tentativa de estafa
PROCESO : 19756
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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FALSO RACIOCINIO/ VIOLACION DIRECTA DE LA LEY/ PRESCRIPCION/


REBELION

1. Ese tipo de fundamentación hace mención a otra clase de error, a uno que ocurre
no sobre la prueba como objeto de conocimiento, sino sobre el Juez como sujeto de la
proposición estimativa al asignarle a cada prueba el mérito demostrativo o la fuerza
persuasiva (error de raciocinio). En tal evento, el demandante debe demostrar que el
Juez incurrió en violación de los principios de la sana crítica, pues al tener como
elemento demostrativo de un hecho a un determinado medio probatorio, infringió los
principios de la lógica, las leyes de la ciencia o las reglas de la experiencia.

2. Un cargo de violación directa de la ley sustancial tiene como premisa básica el


reconocimiento de la intangibilidad de la estimación probatoria y de la reconstrucción
de los hechos contenida en la sentencia. Desde esa perspectiva debe plantearse un
debate puramente jurídico para demostrar que frente a las pruebas estimadas en la
forma como lo hicieron los Juzgadores, que generaron la reconstrucción de los hechos
que se declararon probados en la sentencia, el proceso de subsunción fue
equivocado. Ya fuera porque se aplicó la norma que no era y consecuencialmente se
dejó de aplicar la que correspondía o porque la aplicada está correctamente
seleccionada, pero erróneamente entendida.

3. Como la demanda se inadmitirá en la fecha (5 de septiembre de 2002) y la


ejecutoria de la resolución de acusación data del 8 de agosto de 1997, podría
pensarse que el delito de rebelión para el cual se contempla una pena máxima de 6
años de prisión (artículo 125 Código Penal de 1980) estaría prescrito. Sin embargo, la
naturaleza permanente de un delito que busca - teóricamente - el derrocamiento del
gobierno nacional o la supresión del régimen constitucional vigente no permite
determinar un límite final de la comisión de tal hecho, sino cuando los rebeldes
obtienen su propósito o cuando hay prueba cierta de su abandono de tal fin. Ni de lo

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

uno, ni de lo otro, hay evidencia, lo que impide declarar la prescripción de la acción


respecto de un delito que no termina de cometerse por la simple captura de uno de
los comprometidos en él.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Casación
FECHA : 03/09/2002
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : BONILLA LOPEZ, DARIO
DELITOS : Homicidio agravado, Rebelión
PROCESO : 16815
PUBLICADA : Si

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PREVARICATO POR ACCION-Se estructura/ MEDIDAS CAUTELARES-


Carácter taxativo/ LEGALIDAD DE LA PENA/ REFORMATIO IN PEJUS

1. Para que se tipifique el delito de prevaricato por acción es necesario que la


resolución, el dictamen o el concepto que profiera el servidor público sean
manifiestamente contrarios a la ley. Es como el legislador ha descrito la conducta en
el artículo 149 del decreto 100 de 1980, en el 28 de la ley 190 de 1995 y en el 413 del
Código Penal vigente. No configura el tipo penal, entonces, cualquier error en el cual
incurra el funcionario sino que se requiere que entre lo que decidió, dictaminó o
conceptuó, y la ley o el derecho aplicable, se presente una contradicción ostensible.
Así el juicio de tipicidad queda completo. El de culpabilidad, para que pueda
atribuirse el delito y cuando ya se ha determinado que no puede justificarse la
conducta, requiere que el acto del servidor público evidentemente contrario a la ley
ha sido determinado por su ánimo consciente y voluntario de violarla, con
independencia del motivo que lo impulsó.

2. En el proceso civil nacional las medidas cautelares de embargo y secuestro


preventivo de bienes son taxativas, lo cual traduce la imposibilidad de decretarlas y
practicarlas cuando no están expresamente autorizadas por la ley. No es potestativo
del Juez Civil, entonces, ordenarlas frente a procedimientos para los cuales no han
sido previstas. Si no fuera de esta manera habría bastado una norma general en el
Código de Procedimiento Civil otorgándole la facultad indiscriminada de proveerlas en
los casos que lo estimara necesario, que como se sabe no existe. El legislador
colombiano, en conclusión, en atención al carácter limitativo de derechos de las
medidas cautelares, dice en qué casos proceden y solamente en ellos, por lo tanto, en
virtud del principio constitucional de legalidad, es dable su adopción. De la misma
forma se encuentran reguladas las medidas de aseguramiento personales en el
Procedimiento Penal.

El recurrente, apoyado impropiamente en la regla de que lo que no está prohibido


está permitido, aduce que al no encontrarse prohibidas las medidas cautelares en los
procesos posesorios que se tramitan a través del procedimiento abreviado, entonces
se encuentran permitidas.

Esa regla aplica únicamente a los particulares, quienes sólo responden por infringir la
Constitución y la ley, tal y como lo prescribe el artículo 6º de la Carta Política. Estos,
en cuanto libres, no son responsables por hacer todo aquello que no se encuentre
prohibido por el derecho positivo. Los servidores públicos, por el contrario, están
autorizados para hacer, en ejercicio de sus funciones, sólo aquello que les está
permitido. Es lo que explica que el artículo 122 de la Constitución Nacional
establezca que "no habrá empleo público que no tenga funciones detalladas en la ley
o el reglamento", y que el 121 determine que "ninguna autoridad del Estado podrá
ejercer funciones distintas de las que le atribuyen la Constitución y la ley".

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

No es cierto, entonces, ni lógica ni jurídicamente, que todo lo que el ordenamiento


legal no le prohibe al servidor público es porque se lo permite. Aceptar una idea así
significaría contrariar las disposiciones constitucionales anotadas y exponer a la
sociedad a la eventualidad del uso arbitrario de la función pública, como pasa cuando
un Juez de la República, sin autorización legal, decide restringir un derecho.
...
Tal norma (artículo 450 del Código de Procedimiento Civil) que sirve como ejemplo
para reiterar el carácter taxativo de las medidas cautelares, modificó en lo pertinente
al artículo 435 del Código de Procedimiento Civil. Este relacionaba como asuntos
sometidos al proceso verbal sumario "los posesorios especiales que regula el Código
Civil" y "las acciones populares de que tratan el artículo 2359 del Código Civil y el
decreto 3466 de 1982". Pero si se tiene en cuenta que la ley de acciones populares o
de grupo (472 de 1998) sujetó al trámite especial allí regulado la totalidad de ellas, es
claro que produjo la derogatoria parcial del artículo 15 transcrito, el cual quedó
vigente sólo en lo relacionado con las acciones posesorias especiales contempladas
en el Código Civil. Estas, entonces, que son distintas a las acciones o interdictos para
recuperar la posesión a que se refiere el numeral 2º del artículo 408 del Código de
Procedimiento Civil (que fue el asunto que tramitó la funcionaria procesada), se
siguen desde la vigencia de la ley 446 de 1998 por el procedimiento abreviado y es
frente a ellas que el Juez cuenta con autorización para adoptar las medidas cautelares
del caso para proteger los derechos amenazados. Y se trata de una autorización que
en manera alguna puede extenderse por analogía a los procesos posesorios de
conservación o recuperación de inmuebles.

3. El Tribunal, al cuantificar la sanción, violó el principio de legalidad al imponer la


pena con sustento en una norma que no regía. Y es una transgresión que al no
encontrarse mediatizada por la apreciación probatoria, le corresponde a la Corte
restablecerla de oficio, sin que con ello resulte afectado el principio constitucional de
la prohibición de reforma en peor de la pena impuesta al condenado cuando es
apelante único, ya que la vigencia de éste, como lo ha sostenido por mayoría y de
manera reiterada la Sala, está condicionada a que la sanción impuesta sea legal.

MAGISTRADO PONENTE: CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR,


FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 03/09/2002
DECISION : Confirma sentencia condenatoria, modifica pena,
concede subrogado
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Quibdó
PROCESADO : BENITEZ, ROSA ELENA-JUEZ CIVIL
DELITOS : Prevaricato por acción, Prevaricato por omisión
PROCESO : 15513
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON


Salvamento Parcial de Voto DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR
Salvamento Parcial de Voto DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS
Salvamento Parcial de Voto DR. NILSON PINILLA PINILLA

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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APELACION-Procedencia/ APELACION-Competencia limitada del superior/


REPOSICION-Notificación

1. Conforme al artículo 202 del Decreto citado (191 del actual) la apelación procede
contra las sentencias y las providencias interlocutorias de primera instancia, es decir,
tiene por objeto que se modifique, aclare o revoque lo allí resuelto, en forma tal que
no puede utilizarse, sin desconocer la estructura del proceso y la coherencia y lógica
de los recursos y sin sorprender a los demás intervinientes, para una finalidad
diferente, como pretender el pronunciamiento del superior sobre aspectos que no se
propusieron ni fueron objeto de la determinación impugnada, por lo que no fueron
conocidos ni pudieron ser controvertidos por los demás sujetos procesales.

Era obvio, al tenor del artículo 200, citado, (194 de la ley 600 de 2000) que los
argumentos expuestos al solicitar la reposición podían ser adicionados al negarse
ésta, pero sin que ello pudiera implicar la posibilidad de formular temas nuevos, no
presentados ni, por ende, decididos por el inferior.

En otros términos, al desatar la apelación, el ad quem mantiene dos límites: la


providencia recurrida y los aspectos de la misma que hayan sido impugnados, salvo
en lo referente a aquellos asuntos inescindiblemente vinculados al objeto de la
impugnación (artículo 202 y 217 del Decreto 2700/91 y 191 y 204 de la ley 600 de
2000), fuera de los cuales carece de competencia para pronunciarse, por lo que en
cuanto a los puntos aludidos, la Sala se abstendrá de decidir.

2. En cuanto al tercer vicio por el que se reclama, concerniente, según el apelante, a


que el auto que desató la reposición interpuesta contra el pliego acusatorio, no
obstante ser interlocutorio, no fue notificado, tampoco le asiste razón, pues aunque es
cierto que se trata de un proveído de esa índole y que, por lo mismo y por norma
general, debía notificarse, el criterio que hasta el presente ha imperado, atendiendo
la estructura del estatuto procesal, tanto del anterior como del vigente, es el de que
las únicas providencias que se notifican son las que pueden ser impugnadas, no
pudiendo serlo la que resuelve la reposición (artículos 201 del Código del 91 y 190 de
la ley 600 de 2000), a menos que contenga puntos que no hayan sido decididos en la
anterior, o cuando alguno de los sujetos procesales, a consecuencia de la reposición,
adquiera interés jurídico para recurrir, lo que aquí no ocurrió.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Segunda Instancia


FECHA : 03/09/2002
DECISION : Se abstiene de examinar motivos de nulidad,
confirma
providencia que la niega
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : ROMERO VALENZUELA, BETTY-JUEZ PROMISCUO
DELITOS : Prevaricato por acción, Prevaricato por omisión,
Prolongación ilicita de la priv. de libertad
PROCESO : 19309
PUBLICADA : Si

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

IN DUBIO PRO REO/ SANA CRITICA-Pruebas/ PRUEBA-Valoración


probatoria/ SENTENCIA-Motivación/ PREVARICATO POR ACCION-Ingrediente
objetivo/ SUSPENSION CONDICIONAL DE LA EJECUCION DE LA PENA/
CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL/ PENA-Fines

1. Un tal principio corresponde no únicamente a un imperativo constitucional y legal,


sino precisamente, a uno de los postulados máximos que gobiernan la valoración
probatoria y en general el proceso penal.

Pero, claro está, que el reconocimiento de un tal principio probatorio, en ninguna


forma está significando que para su aplicación sea suficiente su sola afirmación,
desconociendo que la contradicción subyacente en el proceso de valoración
probatoria se quede en la dinámica primaria de su aducción, ya que, precisamente, su
máxima expresión dialéctica se encuentra es en el juicio que de ellas debe hacer el
juzgador, quien como titular de la jurisdicción es el que debe confrontar en su
integridad los elementos probatorios allegados legalmente al proceso, para con
fundamento y límite en la sana crítica, excepción hecha de aquellos casos en los que
eventualmente la ley les reconozca tarifa legal, colija cuáles ameritan probar un
hecho y cuáles no, labor intelectual esta que le impone una apreciación, inicialmente
individual, pero, acto seguido, como en todo proceso analítico, confrontativa con el
universo probatorio válidamente aportado al proceso, única forma de establecer la
verdad procesal, pues el grado de certeza no puede ser abstracto sino referido a un
objeto determinado, esto es, que el juicio probatorio imprescindiblemente debe
fundamentarse en los medios de prueba dinamizados en la correspondiente actividad
procesal, resultando intrascendente la sola afirmación de certeza o duda, según el
caso, pues lo que importa es su demostración.

Este procedimiento, impone, entonces, la elaboración de un juicio probatorio, que de


suyo, conlleva un raciocinio, una conclusión, que en el campo valorativo viene a
significar la convicción que se tenga sobre la existencia de un hecho o su negación,
con el ítem de que en punto de la actividad probatoria procesal, su apreciación no
puede partir de hipótesis, sino de hechos probados, los que contradictoriamente
valorados, permitan o que todos los medios obtenidos para su demostración
conduzcan a una sola verdad o que, por el contrario, su conjunto haga que, de la
misma forma, con base en la lógica, la ciencia y la experiencia común, unos de ellos
sucumban frente al objeto por demostrar, o que quedando los dos extremos en igual
grado de credibilidad, imposibiliten llegar a la certeza sobre la existencia de una
determinada conducta, de un hecho o de un preciso fenómeno, pudiendo, entonces,
llegarse a uno de los dos extremos viables, o la certeza o la duda de su inexistencia.

En todo caso, sea que el sujeto cognoscente llegue a uno y otro grado de credibilidad,
lo que no puede ser jurídicamente admisible es que, a priori, se pueda privilegiar el
valor de una determinada prueba, dejando de lado la imprescindible confrontación
que se impone concretar con la integridad de su conjunto, ya que cada una de ellas
puede contener una verdad, o más precisamente, dar origen a un criterio de verdad,
que como tal debe estar predispuesto a ser confrontado con los demás, para que en
su universo, integrados todos, sea dable deslindar los que puedan calificarse de
lógicos, no contrarios a la ciencia ni a la experiencia, y descartar aquellos que se
escapan a estos cánones exigidos por la ley para efectos de la apreciación probatoria,
y así, de ellos, sí inferir la conclusión que irá a producir una determinada relievancia
jurídica, tanto en lo sustantivo como en lo procesal, por haberse llegado a la certeza
sobre el objeto que se pretende demostrar, o por el contrario, a la duda sobre el
mismo.

2. La sana crítica, que no es nada distinto en la explicación de su nominación y en


busca de sus contenidos y fines, que el sometimiento de las pruebas a las leyes o
reglas que regulan el razonamiento deductivo, los fenómenos materiales y la
conductas frente a la sociedad, de acuerdo a lo admitido por ella misma para hacer
viable su existencia y verificación de sus comunes objetivos, todo cumplido en forma
"sana", esto es, bajo la premisa de reglas generales admitidas como aplicables, y
"crítica", es decir, que con base en ellos los hechos objeto de valoración, entendidos
como "criterios de verdad", sean confrontados para establecer si un hecho y acción
determinada pudo suceder, o si ello fue posible de una u otra manera, explicable
dentro de las reglas de la lógica, de la ciencia y la experiencia, no ante la

171
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

personalísima forma de ver cada uno la realidad, sino frente a estos postulados
generales que rigen el razonamiento, las transformaciones materiales y la vida social,
formal y dialécticamente comprendidos.

3. Constituyendo la certeza un íntimo convencimiento sobre un determinado objeto


del conocimiento, negativo o positivo, producto de una elaboración mental, pero
fundamentada, para los efectos jurídicos de que aquí se trata, en elementos objetivos,
como es la prueba obrante en el proceso y las reglas o leyes igualmente conocidas y
de imperativa aplicación, es claro que sin violentar el ámbito propio de lo
estrictamente subjetivo, esto es, el criterio de valor colegido, la falsedad de la
conclusión deviene, bien por la imposibilidad que tenía el sujeto cognoscente de
llegar al criterio de verdad proclamado, precisamente por haberse desconocido o
alterado el objeto de conocimiento o las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia
imperativas para su valoración, decayendo, de suyo, la certeza argüida, en la medida
en que ella no sería predicable del objeto de apreciación, sino de otro, o porque al ser
reglado el método a utilizar para ello, se habría recurrido a otro o éste estaría
desfigurado, pues, en derecho probatorio y específicamente en materia penal, la
valoración de las pruebas no es libre, es reglada, tanto en cuanto se refiere al objeto
de apreciación que no es libre, pues está constituido por todo el haber probatorio
legalmente aducido al proceso, como en relación al método con el cual debe llevarse
a efecto esa valoración, que como se ha visto, es, salvo excepción en contrario, el de
la sana crítica.

No se trata, entonces, frente a estos grados del conocimiento, de cubrirlos con un


manto de absoluto subjetivismo, carente de su objetivo sustento, que los haría
inconfrontables, convirtiéndolos en cuanto a la problemática probatoria se refiere, en
una especie de "verdad sabida y buena fe guardada", o más estrictamente, en el
reconocimiento de verdades absolutas e irrebatibles, para tornar en incontrolable la
función juzgadora, dejada a la postre al arbitrio del administrador de justicia,
convirtiendo, asimismo, en innecesarias las pruebas allegadas precisamente como
sustento del juicio y base del mismo, sino, por el contrario, de tener claro, que se trata
de un grado del conocimiento al que se llega partiendo de una base objetiva, de suyo,
constatable.

Por tanto, siendo dable, entonces, refutar un juicio de certeza por vicio en sus
fundamentos o por el método aplicado para llegar a ella, como igual sería frente a la
duda, sin que en eso incida negativamente el medio por el cual se llegue, esto es, que
lo haya sido en forma directa, porque a una determinada prueba, cierta en sí misma,
previa confrontación integral con las demás, así lo permita, o indirectamente, es decir,
acudiendo a la inferencia indiciaria, pues, para los dos eventos se requiere la
apreciación de la integridad probatoria y su valoración de acuerdo con las ya referidas
reglas de la sana crítica, no resulta admisible que las decisiones tomadas por un juez
sean insondables e imposibles de ser confrontadas en orden a establecer su
legalidad, ya que, si por el propio mandato normativo le es obligatorio integrar el
universo probatorio por todos los medios de convicción legalmente aportados al
proceso, y dolosamente lo sesga, esto es, únicamente valora las que arbitrariamente
quiere, sabedor de que así está violando el mandato positivo que se lo prohibe, es
claro, que en ninguna forma puede afirmarse que por ser el juicio de certeza una
actividad intelectual, la conclusión que la manifiesta no sea posible de ser
desvirtuada, pues lo que sucede es que cuando ello se constata, lo inferido nunca
puede corresponder a la verdad que constituye el supuesto de la certeza, o a su
negación, y objetivamente se puede demostrar su ilegalidad por haberse desconocido
la prueba o parte de ella, llegando en estas condiciones, a un juicio ilegal.

Y, si, como se predica en este caso, el conocimiento sobre el objeto no le brinda al


sujeto, en estos eventos al juez, los elementos necesarios para afirmar o negar su
existencia o sus cualidades, quedando en el intermedio de la duda, aquí igualmente,
no puede afirmarse que como tal, tampoco es dable censurarla o desvirtuarla o
demostrar que un corolario de esta clase pudo ser ilegal, ya que no se está juzgando
el intangible intelecto en su último convencimiento en cuanto a la toma de posición,
en su raciocinio, sino el cómo se llegó a ese estado de duda, esto es, el constatar si su
supuesto fáctico base de la inferencia se ha integrado de acuerdo a la ley, ya que de
no ser así, esa duda no podría ser predicada de la unidad constitutiva de la premisa
respecto de la cual la norma positiva se la reconoce, sino que viene a convertirse en
un caprichoso proceso valorativo de la prueba creado ilegalmente por el
administrador de justicia precisamente para violar la propia ley, al igual que
sucedería, cuando no obstante haberse respetado el universo probatorio, se establece

172
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

que se ha desconocido, omitiendo o tergiversando las reglas lógicas o las leyes de la


ciencia aplicables al caso o la experiencia común no excepcionada a la conducta
objeto de confrontación legal.

4. La motivación de una decisión judicial, y con mayor razón la de una sentencia,


debe necesariamente estar fundamentada en la prueba válidamente aducida al
proceso, pero no arbitrariamente ni escogida para justificar una conclusión
previamente adoptada, ni mutada en su contenido material, ya que un tal viciado
procedimiento, necesariamente no conduciría a demostrar la verdad de lo ocurrido,
quedando el pronunciamiento judicial convertido en un mero cumplimiento de lo
formal, pero distante de lo real,

5. Las consideraciones hechas al margen de las que realmente correspondían para


desvirtuar los argumentos del fallo condenatorio sobre la apropiación dolosa de los
$31"500.000 que como alcance venía determinado por la investigación
administrativa de la Contraloría General de la República, no pueden constituir nada
diverso a una desviación en el análisis del conjunto de la prueba que debía hacerse,
que se ajusta a los cánones típicos constitutivos del ilícito de Prevaricato por acción
inserto en la resolución de acusación, el cual, como ya es sabido, no exigía, como se
aspira lo sea por parte de los procesados y sus defensores, que la decisión tomada
como abiertamente contraria a la ley, se haya tomado por favorecimiento o
animadversión hacia alguno de los sujetos procesales, pues como lo ha sostenido la
Corte en diferentes ocasiones, e inclusive, en reciente sentencia de junio 19 de este
año, de la cual fue ponente quien actúa como tal en este caso, "la manifiesta
ilegalidad de una resolución, como ingrediente objetivo, relativo en cada caso, no se
corresponde, ni debe confundirse con los elementos del dolo, ni es factible hacerse
depender de la buena fe o de la malicia con que hubiere procedido el servidor público
acusado, ni puede, por lo mismo, descartarse ante la afirmación de que el funcionario
"actuó con el pleno convencimiento de estar aplicando el derecho en el real sentido
de la palabra actuando como siempre lo hizo durante su ejercicio en la judicatura y en
la Fiscalía con absoluta buena fe".

6. Viabilizándose por el artículo 68 del anterior C. P. y 63 del vigente, en favor de los


sentenciados, la suspensión condicional de la ejecución de la pena cuando ésta sea
de prisión que no exceda de tres años, siempre que la personalidad de aquellos, por
sus antecedentes de la misma índole, familiares y sociales, modalidad y naturaleza de
la conducta punible, permitan al juzgador suponer que no requieren tratamiento
penitenciario, según el primero o "sean indicativos de que no existe necesidad de
ejecución de la pena", de acuerdo con el último, considera la Sala que las dos citadas
condiciones concurren a favor de los procesados habida cuenta que, en primer lugar,
la pena a imponérseles no excede de tres años de prisión y, en segundo término, la
personalidad acreditada por los sentenciados, en cuanto se habían desempeñado en
sus cargos demostrando buen comportamiento, sus condiciones frente a sus familias
y a la sociedad, así como la modalidad del punible, permiten inferir que no existe,
ciertamente necesidad de ejecutar la privación de libertad.

Es que, como ya tuvo oportunidad de precisarlo la Sala en decisión del pasado 25 de


junio con ponencia de quien igual propósito cumple en este asunto, al juzgador no le
es dable pretextar anticipadamente la prevención general, la especial o la retribución,
en forma absoluta, por eso "imperioso resulta hacer un ejercicio que le permita en
cada caso observar la concurrencia equilibrada de cada una de las funciones que
debe cumplir la pena, mas aún cuando a partir de la Ley 599 se incluyó dentro de
éstas la "protección al condenado", advirtiendo que la prevención especial y la
reinserción social, como expresión de aquélla, operan en el momento de la ejecución
de la pena".

"En cada caso concreto, deben conciliarse las diversas funciones que en principio
pudieran aparecer como opuestas, antagónicas o excluyentes, pues pretender hacer
prevalecer el sentido que con la consagración de todas ellas se busca, a través de la
escogencia de sólo una sin atención de las demás, no consultaría la integralidad de la
función punitiva.

"Ello implica, entonces, que cuando las particulares condiciones de un condenado lo


hagan aconsejable, atendiendo a los principios de necesidad, proporcionalidad y
razonabilidad, propios de las sanciones penales en el nuevo ordenamiento según su
artículo 3º, se deba priorizar alguna de las funciones de la pena, sin desdeñar las
demás, haciendo no sólo coherente el sistema, sino permitiendo que el mismo

173
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

descienda desde una teorética abstracta para adquirir la dinámica que lo haga
práctico, funcional y confiable para los asociados y el Juez, en la medida en que
dichos principios deben operar como delimitadores, pudiendo ser entendido que el
principio de necesidad se desarrolla en el marco de la prevención, comprendiéndose
ésta tanto la general como la especial".

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AUGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Unica Instancia


FECHA : 04/09/2002
DECISION : Condena a prisión y perdida del empleo, no
condena en
perjuicios, suspende ejec.
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ANGARITA SERPA, JOSE RAFAEL-MAGISTRADO
TRIBUNAL
PROCESADO : MONTOYA DE FORERO, MARY-MAGISTRADO
TRIBUNAL
PROCESADO : PEROZZO GARCIA, NESTOR ELI-MAGISTRADO
TRIBUNAL
DELITOS : Prevaricato por acción
PROCESO : 15884
PUBLICADA : Si

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DEFENSOR-Designación para la indagatoria/ DEFENSOR-Incompatibilidad de


intereses: Alcance de la prohibición/ DERECHO DE INFORMACION-Beneficios
al procesado/ TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO

1. La Corte ha dicho que las constancias que circunscriben la actividad de la defensa


oficiosa a la sola diligencia de indagatoria se entienden no escritas, y no relevan por
tanto al defensor de cumplir el encargo encomendado mientras no concluya el
proceso, o sea sustituido, porque el funcionario judicial no puede, bajo ningún
pretexto, desconocer o limitar el claro contenido del artículo 139, ni contravenir sus
fundamentos filosóficos y políticos, soportados en la necesidad de garantizar la
unidad y continuidad del ejercicio del derecho de defensa técnica, y extirpar de la
praxis judicial la malsana costumbre de fraccionar la defensa con relevos caprichosos,
y sustituciones sucesivas (Cfr. Casaciones 13756 de enero 17/02 Magistrado Ponente
Arboleda Ripoll, y 14576 de marzo 21/02, Magistrado Ponente Córdoba Poveda, entre
otras). Esto significa que el doctor (...) continuaba siendo el defensor del procesado, y
que era su obligación ejercer el encargo mientras no se produjera su relevo.

2. Para que pueda hablarse de incompatibilidad defensiva es necesario que entre los
sindicados que se pretende defender, o se está defendiendo, existan o sobrevengan
intereses contrapuestos, de suerte que el profesional no pueda salvaguardar los
intereses de uno, sin perjudicar o comprometer la situación del otro, como cuando
cada quien se declara inocente señalando al otro como culpable; o que entre el
defensor y el defendido existan o sobrevengan intereses irreconciliables (artículos
143 del Código de Procedimiento Penal de 1991 y 133 del actual).

3. La normatividad entonces vigente (artículos 37, 37 A, 358 del Decreto 2700 de


1991) ni en la actual (artículos 40 y 337 de la ley 600 del 2000) imponen al
funcionario la obligación de informar al procesado en indagatoria de las ventajas de
los institutos de la sentencia anticipada y la audiencia especial, que reclama el
impugnante, y que la pretendida omisión, por tanto, no puede ser erigida en vicio in
procedendo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 05/09/2002

174
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : LOPEZ ZULUAGA, ALBEIRO DE JESUS
PROCESADO : VALENCIA MARIN, WILSON
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 15180
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION-Acuerdo Bolivariano/ EXTRADICION-Carácter prevalente de


los preceptos constitucionales/ EXTRADICION DE NACIONALES

Legislación aplicable. De acuerdo con la opinión del Ministerio de Relaciones


Exteriores, en este caso son aplicables el Acuerdo Bolivariano de Extradición suscrito
en Caracas el 18 de julio de 1911 y la convención de las Naciones Unidas contra el
Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, firmada en Viena el 20 de
diciembre de 1988. El primer convenio fue aprobado en Colombia por la Ley 26 de
1913 (octubre 8), y el segundo por medio de la Ley 67 de 1993 (agosto 23).

No obstante que el artículo II del Acuerdo Bolivariano no contemplaba el tráfico de


estupefacientes como delito expuesto a la extradición, el artículo 6°, numeral 2 de la
citada Convención expresamente previó:

"2. Cada uno de los delitos a los que se aplica el presente artículo se considerará
incluido entre los delitos que den lugar a extradición en todo tratado de extradición
vigente entre las Partes. Las Partes se comprometen a incluir tales delitos como
casos de extradición en todo tratado de extradición que concierten entre sí".

El artículo VIII, inciso 3° del Acuerdo Bolivariano dispone:

"La extradición de los prófugos, en virtud de las estipulaciones del presente Tratado,
se verificará de conformidad con las leyes de extradición del Estado al cual se haga la
demanda".

Dos aclaraciones concita el texto: la primera, debe distinguirse entre condiciones


para conceder o negar la extradición y trámite de la misma; y la segunda, el inciso
destacado remite a las leyes del Estado requerido sólo para el trámite y no para las
condiciones, pues con razón aclara inicialmente que "La extradición de prófugos, en
virtud de las estipulaciones del presente Tratado, se verificará…". Es decir, las
condiciones o estipulaciones de la extradición están en el tratado y el trámite de la
misma corresponde al que señala la legislación del país requerido.

En este orden de ideas, como en este caso el Estado colombiano fue requerido por el
Gobierno del Perú para la concesión de la extradición del ciudadano colombiano (...),
significa que el trámite se sujeta a las disposiciones del Código de Procedimiento
Penal (arts. 508 y siguientes de la Ley 600 de 2000 o arts. 546). Mas, en cuanto a las
condiciones, el Acuerdo Bolivariano prevé las siguientes:

Documentos auténticos y otras formalidades. El artículo VIII del Acuerdo Bolivariano


aduce que la solicitud de extradición deberá estar acompañada del original o copia
auténtica de la sentencia condenatoria, si el prófugo ya hubiese sido juzgado o
condenado, o, si el fugitivo apenas estuviere procesado, del auto de detención
dictado por el tribunal competente, con la indicación exacta del delito que lo
motivare, la fecha de perpetración y las declaraciones u otras pruebas en virtud de las
cuales se hubiere emitido la providencia.

Toda la documentación aportada ostenta un sello y firma de autenticidad impuestos,


de la siguiente manera:

175
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

a) El cuaderno de extradición, autenticado en cada uno de sus folios por la Secretaria


de la Sala Penal de la Corte Superior de Loreto, cuya firma fue certificada por el
Presidente (e) de esa Corporación;

b) La resolución del 29 de mayo de 2001, por medio de la cual los Vocales de la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia del Perú declararon procedente la
solicitud de extradición de (...), fue autenticada en sus firmas por el Presidente (e) de
la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, cuya rúbrica, a su vez, fue
legalizada por la Dirección de Trámites Consulares del Ministerio de Relaciones
Exteriores de ese país, la cual fue avalada por la Cónsul General de Colombia
destacada en Lima, a quien se la certificó el Jefe de Legalizaciones del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Colombia;

c) El informe N° 003-2001 CEA, de la Comisión encargada del estudio de las


solicitudes de Extradición Activa, mediante el cual se propone que se acceda al
pedido de ésta, tiene legalizada la firma de su Presidente por parte del funcionario
respectivo de la Dirección de Trámites Consulares del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Perú, a quien se la certificó la Cónsul General de Colombia en ese país,
la cual recibió la legalización del Jefe de Legalizaciones de nuestro Ministerio de
Relaciones Exteriores.

2. Habiendo claridad, entonces, acerca de que la imputación se contrae a unos


hechos por tráfico ilícito de drogas, los cuales sucedieron el 22 de enero de 1996,
fuerza observar que aparece un motivo impediente de extradición.

En efecto, el artículo 35 de la Constitución Política, modificado por el 1º del Acto


Legislativo N° 01 de 1997, que se promulgó el 17 de diciembre de ese año, en su
último inciso señala que "No procederá la extradición cuando se trate de hechos
cometidos con anterioridad a la promulgación de la presente norma".

Si bien ni en el Acuerdo Bolivariano, ni en el Código de Procedimiento Penal, aparece


disposición que remita a la fecha de ocurrencia de los hechos que motivan el pedido
de extradición, es oportuno evocar lo que la Corte tiene dicho sobre el carácter
prevalente de los preceptos constitucionales (artículo 4°), y su poder normativo y de
aplicación directa, en los siguientes términos:

"El ordenamiento jurídico colombiano se integra como sistema de jerarquías


normativas y ubica la Constitución Política en posición prevalente frente al resto del
ordenamiento que lo compone, conforme se establece de lo contenido en su artículo
4º.

En razón de ese carácter normativo y aplicación directa, la Carta Política se erige en


"norma de normas" (art. 4º. C.P.), y da lugar a que el ordenamiento jurídico se
reconozca así mismo un todo constitucionalizado y jerarquizado, como ha de ser
desarrollado por los poderes constituidos, en exigible sujeción a sus valores y
principios. En ese sentido, la expedición, interpretación o aplicación de las normas
que como orden lo integran no puede evadir su sometimiento al Estatuto Superior, sin
dar lugar a desquiciar el sistema, e invalidar los fundamentos que lo inspiran.

Esta fuerza vinculante de las normas constitucionales, subordina, como es obvio, el


ámbito de la actividad jurisdicente. Si bien el juez debe aplicar la ley respetando la
jerarquía normativa que emana de la Carta, la función integradora del sistema le
impone ajustar su interpretación a los mandatos de ésta; excluir aquellas
disposiciones que resultan inarmónicas ante el orden constitucional; reificar la norma
acorde con los valores y principios básicos; complementarla con éstos para dotarla de
sentido; o acudir directamente a la fuerza normativa directa que como orden ostenta
el constitucional.

El sistema de eficacia directa de la Carta Política de que se viene hablando, significa,


entonces, que la Constitución, a partir de su posición jerárquica preponderante como
norma superior, en sí misma es fuente de derecho, debiendo ser tomada como
premisa de decisión por el operador del sistema como norma aplicable al igual que
cualquier otra, para extraer de ella la solución que el caso demande, pues de tal
principio se establece que la Constitución se aplica junto a la ley para interpretarla o
complementarla -como en este caso-, o incluso frente a ella cuando resulte
manifiestamente incompatible." (Concepto extradición del 16 de mayo de 2001,
radicación 17.216, Magistrado Ponente Fernando Arboleda Ripoll).

176
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Tanto en las pruebas allegadas, como en los cargos formulados por las autoridades
judiciales del Perú, aparece evidente que los hechos imputados a (...) tuvieron lugar el
22 de enero de 1996, lo que significa que no es posible conceptuar favorablemente
sobre la solicitud de extradición, a pesar de que los restantes condicionamientos
previstos en el Acuerdo Bolivariano y en el artículo 520 del Código de Procedimiento
se materializan, porque el artículo 35 de la Constitución expresamente la prohibe por
eventos acaecidos con anterioridad al 17 de diciembre de 1997.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Concepto Extradición
FECHA : 10/09/2002
DECISION : Conceptúa desfavorablemente
PAIS REQUIRENTE : Gobierno del Perú
REQUERIDO : CAPTO LEVO, o LEVEAU, IGNACIO
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 18531
PUBLICADA : Si

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RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Parte integrante del testimonio/


PRUEBA-Ilegal/ RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Técnica/ JUEZ
DE EJECUCION DE PENAS-Competencia para resolver sobre el principio de
favorabilidad

1. El reconocimiento en fila de personas, entendido como el acto por el cual se busca


establecer la identidad de una persona que ha participado en la comisión de un delito,
a través de otra que afirma haberla visto y que es puesta en contacto visual con ella,
no tiene en nuestra legislación procesal penal la categoría de prueba autónoma, como
acontece con la inspección, la pericia, los documentos, el testimonio, la confesión y
los indicios. Por esta razón, y su condición de prueba derivada del testimonio, ha sido
tradicionalmente considerada complemento de éste, aunque con entidad jurídica
propia.

Esto quiere decir que, en cuanto acto procesal, es autónomo, y que el incumplimiento
de los requisitos legalmente requeridos para su validez no afectan la eficacia jurídica
de la prueba a la cual complementa (testimonio), ni viceversa. Por eso, cuando se
pretende atacar la validez de ambas, ha de hacerse de manera separada, indicando la
clase de error cometido en cada caso, y su trascendencia; y si lo pretendido es atacar
una sóla, debe tenerse en cuenta que la otra mantiene su vigencia, y que continúa,
por tanto, produciendo efectos jurídicos, en los términos indicados en los fallos de
instancia.

2. No siempre que en la producción de una determinada prueba son omitidos


requerimientos de forma, su obtención se torna ilegítima. Para que lo sea, se requiere
que la exigencia omitida tenga el carácter de esencial, es decir, que constituya
presupuesto necesario para que el acto surja a la vida jurídica. Si carece de esta
connotación, podrá afirmarse que existió una irregularidad, pero no que la prueba es
nula por defectos de forma. Habrá casos, desde luego, en los que la informalidad, a
pesar de no ser esencial, puede acarrear implicaciones en otro campo, como por
ejemplo en la valoración de su mérito, situación que debe ser tenida en cuenta para
efectos de la selección de la vía de ataque.

De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 368 del Código de Procedimiento Penal de


1991, vigente cuando se cumplió la fase de la instrucción en este asunto, el
reconocimiento en fila de personas debía realizarse con sujeción a las siguientes
reglas básicas: (1) interrogatorio previo al testigo "para que describa la persona de
que trata, y para que diga si la conoce, o si con anterioridad la ha visto personalmente
o en imagen"; (2) conformación de una fila de personas integrada por el implicado y
por lo menos seis personas más de características morfológicas semejantes; (3)

177
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

asistencia de un defensor; (4) que en el acta se deje constancia de las personas que
integraron la fila, y de quien hubiese sido reconocido.

De estas exigencias, solo dos tienen el carácter de esenciales: la relacionada con la


forma como debía estar conformada la fila de personas, y la atinente a la presencia
de un defensor. El interrogatorio previo al testigo no tiene esta connotación, por
resultar ajena a la estructura del acto, y estar fundamentalmente orientada hacia la
obtención de información que pudiera incidir en la valoración de su mérito probatorio.
Por eso, en el nuevo Código quedó excluido como requisito de forma (artículo 303).
Tampoco ostenta dicha condición la previsión referida a la obligación de dejar
consignados los nombres de las personas que integraron la fila, por tratarse de una
exigencia que guarda relación con las formalidades del acta, mas no con la
producción misma de la prueba.

3. De un lado se cuestiona la validez de la prueba porque los testigos no fueron


interrogados en la forma indicada en la norma; de otro, por haber sido el implicado
visto por los testigos antes del reconocimiento. Dicho planteamiento,
independientemente de que el supuesto fáctico que le sirve de sustento sea o no
veraz, resulta antitécnico, por varias razones: (1) porque entremezcla indebidamente
ataques de naturaleza totalmente distinta (falsos juicios de legalidad con falsos juicios
de convicción); (2) porque la omisión de practicar el interrogatorio previo no tendría
incidencia en la validez de la prueba, sino en la valoración de su mérito, razón por la
cual el ataque debió haber sido planteado como error de hecho por falso raciocinio, y
no de derecho por falso juicio de legalidad; (3) porque la circunstancia de haber visto
al imputado antes del reconocimiento, ya personalmente, ora a través de imágenes
(fotografías o tomas de televisión, por ejemplo), no afecta de suyo la validez jurídica
del reconocimiento, ni lo torna ineficaz.

La prueba, cuando esta última situación se presenta, será jurídicamente válida, y el


Juez podrá valorarla, solo que deberá hacerlo con sujeción estricta a los postulados de
la reglas de la sana crítica, tomando en cuenta los antecedentes que pueden incidir
en su fuerza demostrativa, pues no es lo mismo que los recuerdos del testigo
permanezcan exentos de interferencias, a que hayan sido reforzados con nuevas
imágenes, capaces de incidir en la percepción del testigo. Por tanto, también en este
supuesto, el ataque debió ser propuesto como error de hecho por falso raciocinio, y
no de derecho por falso juicio de convicción, como lo sugiere la Delegada en su
concepto.

4. Respecto de la petición de la Delegada, de que se proceda por la Corte a realizar la


dosificación de la pena para el delito de homicidio, en aplicación del principio de
favorabilidad, basta decir que el competente para cumplir esta labor es en principio
el Juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 79.7 del nuevo estatuto procesal penal, y que cuando la sentencia se
encuentra en tránsito de causar ejecutoria, corresponde hacerlo provisionalmente, si
fuere necesario, al Juez de conocimiento. La Corte, como Juez de casación, solo se
ocupa de esta labor cuando la pena impuesta en la sentencia impugnada debe ser
modificada en virtud del recurso extraordinario, situación que no se presenta en el
caso en estudio. Será, por tanto, el Juez de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad, el encargado de dar aplicación al principio de favorabilidad, en virtud del
tránsito legislativo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : ANZOATEGUI LOZANO, RAFAEL DE JESUS
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 16960
PUBLICADA : Si

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178
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

DERECHO LABORAL-Proceso ejecutivo: Exigibilidad de la obligación/ JUEZ


LABORAL-Liquidación de intereses/ PECULADO POR APROPIACION EN
FAVOR DE TERCEROS/ NO RECURRENTE

1. El artículo 100 del Código Procesal del Trabajo dice que será exigible por vía
ejecutiva toda obligación originada en una relación de trabajo que conste en acto o
documento que provenga del deudor.

Por su parte, el 488 del de Procedimiento Civil vigente para la época de los hechos,
aplicable por la analogía que autoriza el 145 de aquél, dispone que "Pueden
demandarse ejecutivamente las obligaciones expresas, claras y exigibles".

Si por exigible se entiende lo que puede ser requerido actualmente, es decir, aquello
que se puede pedir de manera imperiosa porque se trata de algo a lo que se tiene
derecho, es obvio que un requisito de necesidad del título ejecutivo sea el de que
sobre la acreencia no pese ninguna condición.

Este presupuesto no es obra del capricho ni de la subjetividad. Emana de la ley. El


artículo 1.530 del Código Civil dice que la exigibilidad de la obligación puede
depender de una condición, "esto es, de un acontecimiento futuro, que puede suceder
o no". Tal regla tiene el sano propósito de prevenir, por vía de ejemplo, un doble pago
para el ciudadano: como vinculado a la administración y en calidad de pensionado.
...
Cuando se trata de una obligación que depende de una condición, el artículo 490 del
estatuto procesal civil exigía, y exige al juez laboral, que antes de disponer un
mandamiento de pago verifique que a la demanda se acompañe "el documento
público o privado auténtico, la confesión judicial del deudor…la inspección judicial
anticipada o la sentencia". En otras palabras, el medio de convicción válido "que
pruebe el cumplimiento de dicha condición". Esta orden se corrobora con el artículo
497, en virtud del cual "el mandamiento ordenando al demandado que cumpla la
obligación", sólo es válido en su expedición cuando la demanda se presente
"acompañada de documento que preste mérito ejecutivo".
...
Si bien el derecho a una pensión se adquiere -como refiere la defensa- con el
cumplimiento de la edad y el tiempo de servicio que establece la ley, ello no es
suficiente para requerir su pago inmediato. La garantía sí se debe respetar, pero el
momento de su pago queda sujeto a las reglas previstas por el legislador, y si, entre
ellas, se establece la época a partir de la cual se impone cancelar la acreencia, esto
es, aquella en la cual se hace "actualmente exigible", las partes y el funcionario
judicial deben adaptar su conducta a esos mandatos. Es indudable, entonces, que se
faltó al artículo 490 procesal civil porque sin demostrar la ejecución del requisito, el
juez laboral confirió mérito de pago directo e inmediato a un documento que no lo
tenía.

El evento analizado no correspondía a un trámite de reajuste. Si se tratara de esa


hipótesis, sí cabría la tesis de la defensa en cuanto si no se cobraba el pago total, sino
un incremento, se infería que la mesada inicial había sido cancelada oportunamente,
para lo cual era necesaria acreditar la realización de la exigencia suspensiva.

2. Sobre el argumento defensivo consistente en que tanto en la liquidación del crédito


como en la de los intereses, al juez le estaba vedado intervenir porque se trataba de
funciones exclusivas de la secretaría, la Sala responde que tal postura desconoce los
claros mandatos de los artículos 49 y 54 del Código Procesal del Trabajo.

En virtud de tales normas, el juez debe utilizar sus poderes para rechazar solicitudes
de las que surja que las "partes se sirven del proceso para realizar un acto simulado o
para perseguir un fin prohibido por la ley", pudiendo para tal fin tomar decisiones de
oficio. Por consiguiente, su papel no corresponde al de una tarea de ejercicio
simplemente notarial.

179
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Este criterio es el adoptado por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de


Justicia, visible, por ejemplo, en el fallo del 28 de septiembre de 1999, dentro del
proceso de segunda instancia número 14.288 -MM. PP. Fernando Arboleda Ripoll y
Jorge Aníbal Gómez Gallego-, en el cual se explicó que la función del juez laboral no
se podía limitar a la simple y ciega aceptación de las pretensiones de la demanda,
pues ello se oponía al artículo 37 procesal civil, que exigía actividad de su parte para
hacer efectiva la igualdad, prevenir, remediar y sancionar los actos contrarios a la
dignidad de la justicia, a la lealtad, probidad y buena fe, lo mismo que a toda
tentativa de fraude procesal.

Y sobre la nuez del tema, la Sala utilizó las siguientes palabras, en la providencia
acabada de citar, precisamente sobre expediente similar al que ocupa la atención en
este momento:

"Esa postura también resulta patentizada, con el silencio que se guarda sobre la
imputación por haberse apartado de los parámetros establecidos por el artículo 488
del C. de P. C., según el cual "si la obligación versa sobre una cantidad líquida de
dinero, se ordenará el pago … con los intereses desde que se hicieron exigibles hasta
la cancelación de la deuda, señalando su tasa y demás modalidades…"".

Sobre los intereses, la Sala concluyó en la ilegalidad de los pronunciamientos al


respecto por cuanto que " …subsistía la obligación de precisar en dichos proveídos la
tasa de interés aplicable para liquidar la deuda, como también la de exigir claridad y
discriminación de los conceptos, períodos y valores a pagar por la entidad
demandada, en el acto procesal de liquidación de los créditos, fuera que esta
actividad de trámite la adscribiera la ley al secretario del Juzgado, o la misma
competiera realizar al ejecutante, según la normatividad aplicable, nada de lo cual
deliberadamente hizo".

3. Tampoco es admisible el argumento que se blande consistente en que como no se


demostró que el procesado hubiera recibido dinero en razón de su comportamiento,
ello elimina la conducta ilícita, porque la existencia de prueba sobre la circunstancia
pregonada sólo mudaría las circunstancias, pues de peculado "en provecho de
terceros" se pasaría a peculado "en provecho propio".

4. Su intervención, así condicionada, se circunscribe a que actúe única y


exclusivamente en pro o en contra de las pretensiones de la parte que sí impugnó. Y
nótese que el apelante ni tocó el tema de los daños y perjuicios.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Segunda Instancia


FECHA : 12/09/2002
DECISION : Confirma sentencia condenatoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PINILLA CUERVO, JOSE HERNANDO-JUEZ
DELITOS : Peculado por apropiación, Prevaricato por acción
PROCESO : 18222
PUBLICADA : Si

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DEFENSA TECNICA-Indagatoria-Licencia temporal/ DEFENSA TECNICA-


Silencio como estrategia defensiva

1. La defensa técnica, entendida como la gestión de asistencia jurídica para el


inculpado durante el proceso, ejecutada por un profesional del derecho, genera la
invalidación de la actuación cuando su omisión, inactividad o silencio es
trascendente, la que por no corregirse oportunamente, afecte las garantías procesales
o las bases fundamentales del sumario o la causa.

180
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

2. El derecho a la asistencia técnica por un abogado, contemplado en el inciso 4º del


artículo 29 de la Constitución Política, de modo alguno se traduce, como parece
entenderlo el recurrente, en la imposibilidad absoluta de confiar ese cometido a
persona distinta de aquella a la que ha obtenido el respectivo título, pues con las
limitaciones establecidas en la ley resulta permisible la representación judicial del
sindicado por egresados o estudiantes de derecho pertenecientes a los consultorios
jurídicos, conforme lo ha admitido esta Corporación y la Corte Constitucional.

La actuación cumplida por el primer apoderado del procesado (...) se realizó estando
vigente la licencia temporal, así se hizo constar por el instructor y en el proceso no
está comprobado lo contrario. Esta situación no tuvo ninguna incidencia en el
resultado del proceso, y aun admitiendo la posibilidad de la caducidad de la licencia,
tal hecho no genera nulidad de lo actuado, como así lo establece el inciso 2º del
artículo 25 del decreto 196 de 1971. Por lo tanto, el funcionario instructor obró de
conformidad con lo establecido por la ley al autorizar el ejercicio de la abogacía a
persona que se encontraba legalmente habilitada para hacerlo con licencia temporal
(artículo 31 del decreto 196 de 1971).

De otra parte, los actos defensivos cumplidos por el abogado con licencia temporal y
posteriores a la indagatoria, no hacen ineficaz la actuación y en nada sirven de
fundamento a la pretensión del censor, puesto que su intervención estuvo ajustada a
lo dispuesto por el artículo 139 del C.P.P. anterior, el que disponía que el
nombramiento del defensor hecho desde la indagatoria se extendía hasta la
finalización del proceso.
...
La presencia del profesional del derecho en la diligencia de indagatoria es un acto de
defensa técnica, como también constituyen manifestaciones materiales del ejercicio
de ésta el acceso al expediente y el control a la actuación.

3. En silencio o en pasividad, muchas veces la defensa afronta y espera la forma


como el Estado cumplirá, con el deber de aportar la prueba incriminatoria en virtud
del principio rector "onus probandi, incumbit actori" y, por consiguiente, le resulta
estratégico aguardar una probable falta de contundencia demostrativa, para entonces
refutar en favor de la presunción de inocencia. Pero, además, también es cierto, que
no son pocas las ocasiones en que los defensores se ven restringidos, especialmente
cuando desde el principio de la investigación dicha inocencia está seriamente
comprometida, como ocurre por ejemplo, por la flagrancia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : POTES DIAZ, WILSON JOSE
PROCESADO : MORENO RODRIGUEZ, LILIA , o
MORENO, LILIA JULIANA
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Tentativa de
homicidio
agravado
PROCESO : 13534
PUBLICADA : Si

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PRUEBA-Ilegalmente incorporada: Técnica/ TERMINO-Observancia/


INVESTIGACION PENAL-Investigación privada/ DERECHO DE
CONTRADICCION-No se limita al sólo contrainterrogatorio

1. Los motivos de casación están regidos por el principio de autonomía y sometidos al


cumplimiento de determinadas formalidades, que se deben plantear en la respectiva

181
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

causal, con arreglo a las exigencias que le son propias, conforme a la normatividad
vigente y lo recalcado por la jurisprudencia (v. gr. mayo 9 de 2002, rad. 14.934, M. P.
Fernando Arboleda Ripoll):

"…esta clase de reproches solamente pueden ser formulados con apoyo en la causal
primera de casación, cuerpo segundo, pues el desacierto corresponde a los llamados
vicios de juicio, no a los de actividad o in procedendo alegables al amparo de la
causal tercera, para lo cual no solamente debe demostrar la existencia de la
irregularidad, sino también que la prueba viciada ha sido materia de apreciación por
el juzgador y demostrar la definitiva repercusión del yerro en la parte declarativa de
la sentencia de segunda instancia, lo cual, por supuesto, entraña la carga de postular
un ataque completo; esto es, indicando el mérito que habría de otorgarse al arsenal
probatorio en que no concurre desacierto.

Lo anterior se explica en cuanto la prueba irregularmente aportada trae prevista como


consecuencia procesal su no apreciación por el juzgador, teniendo la Corte en sede de
casación la posibilidad de dictar fallo de reemplazo prescindiendo de considerar los
medios producidos ilegalmente, pues de llegar a demostrarse la presencia de errores
en la apreciación probatoria, no tendría sentido decretar la invalidación de lo actuado,
dado que unas tales irregularidades no trascienden en sus efectos invalidantes a las
restantes actuaciones que integran el trámite."

Así, las incorporaciones presuntamente extemporáneas, la aportación ilegal y la


indebida valoración de pruebas, no conducen a la anulación del proceso; de tal
manera, si el censor estimaba que no debieron apreciarse elementos de juicio
impropiamente allegados, debió acudir a la causal primera de casación, por la
hipotética violación indirecta, debida a errores de derecho por falso juicio de
legalidad; o eventualmente de hecho por falsos juicios de identidad, en los casos en
que se creyera distorsionado el sentido objetivo del elemento de demostración, mas
no empeñarse en concentrar en la causal de nulidad tal amalgama, con críticas de
diversa significación y alcance.

2. La carencia de razón para pretender desconocerle valor a los medios de convicción


que se alleguen cuando el período de investigación ha vencido, sin haber sido
formalmente cerrada, pues aunque los términos procesales han de observarse con
diligencia y su incumplimiento será sancionado (art. 228 Constitución), lo que
quebranta el debido proceso son las dilaciones injustificadas (art. 29 ib.).

Las sanciones a que se refiere la Constitución Política no apuntan a la invalidez de las


pruebas allegadas tardíamente y mucho menos a la nulidad del proceso, sino a las
correspondientes consecuencias disciplinarias, y eventualmente penales de mediar
dolo, al igual que algunos efectos procesales, como la excarcelación (art. 365
numerales 4° y 5° L. 600 de 2000) y, aún más, la extinción de la acción de llegar a
cumplirse el término de prescripción.

El cumplimiento de los términos, perturbado por la ingente congestión de los


despachos judiciales, debida entre otros factores a la muy elevada conflictividad
nacional, la inestabilidad legislativa, los trabamientos procesales y las deficiencias de
la administración de la Rama Judicial, no puede colocarse por encima de que a la
Nación se le asegure la justicia; la prevalencia del interés general; la garantía de los
principios, derechos y deberes consagrados en la propia Carta; la protección de la
vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades; el cumplimiento de las
responsabilidades sociales; la obligación de la Fiscalía General de la Nación de
investigar los delitos y acusar a los presuntos infractores; la preservación de la
convivencia y, en general, el acceso a la justicia.
...

Aún más, como recientemente explicó esta corporación (mayo 23 de 2002, rad.
18.186, M. P. Fernando Arboleda Ripoll), si lo que pretende ser protegido "es el
derecho a acceder a una pronta justicia, no dejaría de resultar inconsecuente que el
correctivo a aplicar fuese la nulidad de lo actuado, propiciando mayor retraso en la
solución del asunto, y dando origen a la repetición de una actuación por fuera de los
términos que se afirman violados, y de la cual habría de predicarse necesariamente el
mismo vicio".

3. No está de más recordar que la investigación privada para coadyuvar al


descubrimiento de hechos relativos a infracciones penales, no está prohibida en

182
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Colombia, "siempre que no interfiera la función judicial", ofreciéndose a la justicia los


resultados de las pesquisas (art. 54 D. 1355 de 1970).

4. En cuanto a que las pruebas que en el presente proceso dieron fundamento a la


sentencia condenatoria, "nunca fueron ni han sido objeto de contradicción alguna", es
de recordar que las propias alegaciones del casacionista muestran lo contrario,
habida consideración que controvertir no implica que necesariamente tenga que
hacerse frente a frente, contra interrogando en directo, siendo también válido y
expeditivo acudir a lo que consta, escrito o grabado en el correspondiente medio de
conservación, de tal manera idóneo para la subsiguiente observación, réplica y
apreciación probatoria.

Las siguientes providencias ejemplifican lo que ha señalado la jurisprudencia, dejando


sin relevancia la argumentación ensayada por el defensor a ese respecto:

"Lo expuesto en el párrafo precedente explica las razones por las cuales la no
confutación de una prueba, no implica per se violación del derecho de contradicción
ni del derecho de defensa, sino que es indispensable mostrar su trascendencia...
... ... ...

Así mismo, confunde el demandante controvertir una prueba con confrontarla en el


acto mismo de su recepción o ampliación, para el caso con la presencia personal del
testigo, que ciertamente no es imprescindible, pues bien se puede discutir su
verosimilitud, como en efecto hizo la defensa en diferentes actuaciones." (Marzo 15
de 2001, rad. 11.269, con ponencia de quien ahora cumple igual función).

"Ante todo debe ser precisado que el derecho a la controversia probatoria, entendido
como la facultad que los sujetos procesales tienen de controvertir la prueba
incorporada al proceso en condiciones de igualdad, puede manifestarse no solo a
través del mecanismo del contrainterrogatorio, sino de otras muchas maneras, como
la aducción de nuevas pruebas, el cuestionamiento de su veracidad o legalidad, y en
general, de actuaciones análogas orientadas a enervar o minimizar su aptitud
demostrativa.

Invocar, por tanto, violación del derecho de contradicción probatoria por el solo hecho
de haber sido privada la parte de la posibilidad de participar en el interrogatorio de un
determinado declarante, es planteamiento que ab initio resulta precario en términos
de demostración, por tratarse de una sola de las diversas formas a través de las
cuales puede llegar a materializarse su ejercicio, siendo necesario, en consecuencia,
para la validez del aserto, acreditar también que se le privó de la posibilidad de
ejercerlo a través de las demás alternativas susceptibles de ser procesalmente
utilizadas, y que esta violación tuvo incidencia directa en la decisión que se impugna."
(Abril 11 de 2002, rad. 15.408, M. P. Fernando Arboleda Ripoll).

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ROMERO CASTILLO, JUAN CARLOS
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio
PROCESO : 15260
PUBLICADA : Si

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NARCOTRAFICO-Dosis personal

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

La misma Ley 30 de 1986, en su artículo 2º, literal j, considera como dosis de uso
personal la que no exceda de un gramo de cocaína o de sustancia a base de cocaína,
por manera que no había lugar a plantear atipicidad del comportamiento por ese
motivo, ante el hecho indiscutible de que se trataba de una cantidad mucho mayor.

Quiere decir esto que así tuviese ese transporte y tenencia la finalidad del propio
consumo, la cual no se demostró, al exceder la dosis personal el comportamiento
queda inmerso en el supuesto de hecho tipificado en la preceptiva del artículo 33 de
la Ley 30 de 1986. Era del cargo del censor demostrar, ante semejante realidad, que
no obstante tener en su vehículo aquella cantidad de alcaloide, el procesado se hacía
merecedor a la condena de ejecución condicional, y que no se concedió en los fallos
porque los juzgadores no advirtieron que la conducta del enjuiciado no tenía mayor
repercusión social.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GARZON MENDEZ, WILLIAM ALBERTO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 15561
PUBLICADA : Si

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INVESTIGACION INTEGRAL-Nulidad/ DERECHO DE DEFENSA-Inactividad


del abogado/ MINISTERIO PUBLICO-Límites del concepto en casación/
SENTENCIA ANTICIPADA-Oportunidad

1. Cuando la nulidad se vincula a la vulneración del principio de investigación integral,


como ocurre en el caso que se examina, también corresponde al demandante
demostrar que las pruebas dejadas de practicar, por la postura negativa o negligente
del funcionario judicial, tienen capacidad de incidir favorablemente en la situación del
procesado, "bien sea en cuanto al grado de responsabilidad que le fue deducido, o
frente a la sanción punitiva que le fue impuesta o simplemente porque el conjunto
probatorio que se echa de menos podría desvirtuar razonablemente la existencia del
hecho punible o acreditar circunstancias de beneficio frente a la imputación que
soporta." (Sentencia del 4 de diciembre de 2000, radicación 14.127; M.P. Dr. Carlos
Eduardo Mejía Escobar).

Por supuesto, no todo aspecto que se mencione en el proceso debe ser objeto de
prueba indefectiblemente; y la omisión de cualquier diligencia no constituye
quebrantamiento automático de la garantía fundamental de investigación integral, si
se tiene en cuenta que el funcionario judicial en sana critica debe seleccionar, de
oficio o a petición de los sujetos procesales, únicamente los medios conducentes al
esclarecimiento de la verdad, como lo disponía el artículo 334 del Código de
Procedimiento Penal (Decreto 2700 de 1991), y ahora lo establece el artículo 331 del
nuevo régimen procedimental (Ley 600 de 2000), en armonía con los principios de
economía y celeridad. Por consiguiente, la omisión de diligencias inconsecuentes,
dilatorias, inútiles o superfluas, no constituyen menoscabo de los derechos a la
defensa o al debido proceso.

En cuanto a la trascendencia del vacío dejado por la prueba cuya práctica se omitió,
no debe perderse de vista que la posibilidad de declarar la nulidad no deriva de la
prueba en sí misma considerada, sino de su confrontación lógica con las que sí fueron
tenidas en cuenta por el sentenciador como soporte del fallo, "para a partir de su

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

contraste evidenciar que las extrañadas, de haberse practicado, derrumbarían la


decisión, erigiéndose entonces como único remedio procesal la invalidación de la
actuación censurada a fin de que esos elementos que se echan de menos puedan ser
tenidos en cuenta en el proceso." (Auto del 12 de marzo de 2001, radicación 16.463,
M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego).

2. En cuanto al compromiso del derecho de defensa por la inactividad de los


abogados es necesario que el demandante explique con claridad y de manera
sustentada en qué aspectos se concretan las omisiones.

Si se hacen consistir en no haber interpuesto recursos ordinarios contra las


providencias, no es suficiente postular esta frase de manera genérica. Es
indispensable que el demandante individualice las decisiones que era necesario
cuestionar, que en cada caso identifique los argumentos que en su criterio era factible
rebatir, y que exponga las razones por las cuáles la decisión adoptada tenía que ser
sustancialmente más favorable a los intereses que representa.

Si la inactividad del defensor se verifica en no haber solicitado pruebas, como se


anotó en precedencia, además de referirse a cada prueba que añora se hubiese
practicado, el demandante tiene el deber de adentrarse en el contenido material de
las mismas, para brindar la oportunidad a la Sala de confrontar aquellos elementos
de convicción con las motivaciones del fallo y así poder concluir si en realidad se han
vulnerado las garantías fundamentales del procesado por causas atribuibles a su
abogado.

3. La función del Ministerio Público en el trámite de la casación, ha dicho la Sala, si


bien no se encuentra limitada a emitir concepto sobre las pretensiones que se
formulen en la demanda, sino que, al tenor de lo dispuesto en el artículo 228 del
Código de Procedimiento Penal anterior y 216 del vigente, podrá sugerir a la Corte la
invalidación de lo actuado cuando advierta la existencia de violaciones ostensibles de
las garantías fundamentales de los sujetos procesales, pudiendo, por lo tanto,
plantear posiciones jurídicas en ese sentido, no le es permitido, so pretexto de su
quebrantamiento, complementar o enmendar el libelo objeto del concepto, ni
formular sus propios cargos, pues se estaría atribuyendo la calidad de impugnante de
la que carece y desnaturalizando la razón de ser del traslado. (sentencia del 24 de
enero de 2001, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda).

4. A partir de la expedición Código de Procedimiento Penal, Decreto 2700 de 1991 y


su posterior reglamentación en la Ley 81 de 1993, el legislador introdujo en el
procedimiento penal factores de terminación anormal y anticipada del proceso, que
surgen principalmente de la iniciativa y aceptación del procesado.

Bajo el régimen del mencionado Código, vigente al tiempo de adelantarse este


asunto, desde la ejecutoria de la providencia que define la situación jurídica y hasta
antes del cierre de la investigación, el implicado contaba con dos opciones, ejerciendo
una de las cuales podía lograr una significativa rebaja de la pena que le
correspondiere: la primera, solicitar se dictara sentencia anticipada, previa aceptación
de los cargos que formulara el Fiscal; y la segunda, pedir una audiencia especial para
llegar a un acuerdo con el Fiscal, respecto de la adecuación típica, el grado de
participación, la modalidad de la culpabilidad, las circunstancias del delito, la pena y
la condena de ejecución condicional, y aún la preclusión de comportamientos
sancionados levemente, acuerdo que quedaba sujeto a la aprobación del Juez de
conocimiento.

Una posibilidad distinta surgía después de calificado el sumario, caso en el cual el


encausado podía aceptar los cargos endilgados en la resolución acusatoria,
propiciando así una sentencia anticipada, también a cambio de beneficios punitivos.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : VERGEL ASCANIO, ALEJANDRO
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 10374

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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INVESTIGACION PREVIA-Notificación de su iniciación/ ERROR EN LA


CALIFICACION JURIDICA-Técnica en casación/ FALSO RACIOCINIO

1. La Sala, en reiterados pronunciamientos*, ha sostenido que la falta de


comunicación de la providencia mediante la cual se ordena la apertura de
investigación previa no constituye irregularidad de carácter sustancial que conlleve a
la nulidad de la actuación, toda vez que siendo una fase eventual, sometida a cierta
discrecionalidad del instructor, su existencia y, consiguiente, validez no depende de
que se notifique su tramitación al imputado conocido.

2. Es del caso que la Sala advierta que conforme a la estructura del sistema
consagrado en el nuevo Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000), un yerro
como el que aquí se denuncia, ya no debe plantearse y remediarse con fundamento
en la causal tercera de casación y desarrollarse conforme a la técnica de la primera,
sino formularse y demostrarse por esta última, pues es un error de juicio que ya no
trasciende a la estructura del proceso.

En efecto, en el anterior estatuto procesal, como lo consideró la Sala , el fiscal debía,


al proferir resolución de acusación, calificar el hecho imputado con señalamiento del
capítulo dentro del correspondiente título del C. Penal, el que limitaba al juzgador
para efectos de la congruencia, por lo que si se acusaba por tentativa de homicidio,
no se podía condenar por lesiones personales, sin romper esa consonancia, por
pertenecer las dos figuras a diferente capítulo. Esos límites, como se señaló ,
desaparecieron en el nuevo estatuto, como quiera que la imputación jurídica
provisional hecha en el pliego de cargos es específica (artículo 398.3), sin que se exija
el señalamiento del capítulo dentro del correspondiente título, por lo que sin romper
la congruencia y, por ende, sin desconocer la estructura lógica y jurídica del proceso,
se puede, por ejemplo, acusar por tentativa de homicidio y condenar por lesiones
personales, o por peculado por apropiación y condenar por estafa o por abuso de
confianza, o por acceso carnal violento y condenar por acceso carnal abusivo, o por
prevaricato y condenar por abuso de autoridad, etc. Por lo mismo, si se acusa y
condena, verbi gratia, por peculado por apropiación y el censor estima que el punible
que se tipifica es el de abuso de confianza, deberá orientar el reproche por la causal
primera.

Desde luego que si se rompe la consonancia entre acusación y sentencia, como


cuando se acusa por homicidio simple, y sin previa variación de la calificación, como
lo explicó la Sala , se condena por homicidio agravado, se deberá denunciar y
desarrollar el vicio por la causal segunda.

3. Entendiendo que el libelista se orienta por los lineamientos del error de hecho por
falso raciocinio, de todos modos deja el reparo en un simple enunciado, ya que no
indicó cuáles fueron las leyes científicas o los principios lógicos o las reglas de la
experiencia común quebrantados, de qué manera lo fueron y cómo ese dislate llevó al
Tribunal a no reconocer la legítima defensa.

Desconoce el demandante que el yerro que alega surge, como lo ha dicho la Sala , de
la comprobada y grotesca contradicción entre la valoración realizada por los
falladores de instancia y las reglas de la sana crítica y no de la disparidad entre la
estimación judicial y la pretendida por el impugnante, pues no se trata de establecer
quien maneja mejor la lógica, sino de mostrar que el análisis probatorio es caprichoso
y aberrante, en términos de elemental racionalidad.

____________________________
* Ver, entre otras, auto de única instancia 16065, del 30 de septiembre de 1999, M.P. Dr. Carlos
Augusto Gálvez Argote, y casaciones 14425 del 22 de noviembre de 2001, M.P. Dr. Edgar
Lombana Trujillo, y 16408 del 25 de abril de 2002, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda.

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

** Auto de febrero 14 de 2002, rad. 18457 M. P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda


*** ibidem

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : LEAL, ALEXANDER ESTEBAN
DELITOS : Tentativa de homicidio
PROCESO : 12262
PUBLICADA : Si

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COAUTORIA IMPROPIA

1. Desde la expedición del Decreto 100 de 1980, la jurisprudencia de la Sala, de


manera pacífica, dejó sentado que cuando en la ejecución de los tipos penales
previstos en su Parte Especial intervenía más de una persona, era necesario acudir a
los "amplificadores" relacionados en la General. Ello, por cuanto para imputar al
sindicado la condición de autor o cómplice no resultaba indispensable que tomara
parte en la totalidad de las fases de preparación o ejecución del delito, sino que era
suficiente con que existiendo unidad de propósito participara en cualquiera de las
etapas del recorrido criminal, de lo cual surgía si se trataba de un colaborador o de un
autor, condición última que, a la vez, podía ser cargada no sólo al que cumpliera el
acto material, sino a quien por tener tanta responsabilidad como éste, resultaba ser
un coautor.

En oposición a lo que estima el recurrente, el concepto de coautor no constituye una


creación jurisprudencial, porque si a voces del diccionario, por tal se debe entender al
"Autor o autora con otro u otros", es incuestionable que no se trata de una invención,
ni de que la Sala legislara, porque, en ultimas, el coautor es un autor, sólo que lleva a
cabo el hecho en compañía de otros. Así, es claro que no hubo omisión legislativa
alguna y que el artículo 23 del Estatuto Penal de 1980 previó, dentro del concepto de
autoría, la realización de la conducta por parte de una o varias personas. El sentido
natural y obvio de las palabras no tornaba indispensable que en la disposición se
incluyera la definición de coautor, cuando quiera que es una variable de la de autor.

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ha sido concreta, explícita y reiterada


sobre el punto. Así, por ejemplo, en decisión del 9 de septiembre de 1980, expresó:

"El fenómeno de la coparticipación criminal, entendido como realización conjunta del


hecho punible, comprende la intervención de autores, coautores y cómplices…Son
coautores aquellos autores materiales o intelectuales que conjuntamente realizan un
mismo hecho punible, ya sea porque cada uno de ellos ejecuta simultáneamente con
los otros o con inmediata sucesividad idéntica conducta típica (Pedro, Juan y Diego
hacen sendos disparos de revólver sobre Juan y lo matan), ora porque realizan una
misma y compleja operación delictiva con división de trabajo, de tal manera que cada
uno de ellos ejecuta una parte diversa de la empresa común".

"…serán coautores quienes a pesar de haber desempeñado funciones que por sí


mismas no configuren el delito, han actuado como copartícipes de una empresa
común -comprensiva de uno o varios hechos- que, por lo mismo, a todos pertenece
como conjuntamente suya" (M. P. Alfonso Reyes Echandía) (resalta la Sala, ahora).

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Esta posición de la Corporación, expresada cuando comenzaba la vigencia del Código


Penal de 1980, ha sido mantenida y repetida en forma unánime. Con el tiempo, al
primer supuesto (Pedro, Juan y Diego hacen sendos disparos de revólver sobre un
tercero y lo matan), se lo denominó "coautoría propia", en tanto que al segundo (los
agentes activos realizan una misma actividad ilícita con reparto de tareas) se lo llamó
"coautoría impropia", en atención a que cada cual actúa por su lado, pero todos
colaboran con los demás en el propósito común. Por esta circunstancia, se hacía, y
hace, referencia a la "división funcional de trabajo" (Confrontar, por ejemplo, la
sentencia del 11 de mayo de 1994, radicado 8.513, M. P. Guillermo Duque Ruiz).

El criterio no varió. Por el contrario, se insistió en que el mismo, a pesar de la


redacción del artículo 23 del Decreto 100 de 1980, estaba incluido dentro de la
definición de autor. Y la descripción expresa que de coautores introdujo el inciso
segundo del artículo 29 del actual Estatuto represor (Ley 599 de 2000) no permite la
interpretación que intenta la defensa, pues si la acepción de coejecutores parte y se
apoya en una pluralidad de autores, el concepto ya quedaba contenido en la primera
disposición.

Y precisamente con recientes palabras de la Corte se puede responder a la principal


preocupación del casacionista.

Dijo la Sala el 11 de julio de 2002, dentro del proceso radicado con el número 11.862:

No se puede "dejar de recordar que los actuales desarrollos dogmáticos y


jurisprudenciales se orientan por reconocer como característica de la denominada
coautoría impropia, que cada uno de los sujetos intervinientes en el hecho punible no
ejecutan integral y materialmente la conducta definida en el tipo, pero sí lo hacen
prestando contribución objetiva a la consecución del resultado común en la que cada
cual tiene dominio funcional del hecho con división de trabajo, cumpliendo acuerdo
expreso o tácito, y previo o concurrente a la comisión del hecho, sin que para la
atribución de responsabilidad resulte indispensable que cada interviniente lleve a
cabo o ejecute la totalidad del supuesto fáctico contenido en el tipo o que sólo deba
responder por el aporte realizado y desconectado del plan común, pues en tal caso,
una teoría de naturaleza objetivo formal, por ende, excesivamente restrictiva, sin
duda muy respetuosa del denominado principio de legalidad estricto, no logra
explicar la autoría mediata ni la coautoría, como fenómenos expresamente
reconocidos en el derecho positivo actual (art. 29 de la ley 599 de 2000), los cuales a
pesar de no haber sido normativamente previstos en la anterior codificación, no
pueden dar lugar a entender que no fueron objeto de consideración o que el sistema
construyó un concepto de autor distinto del dogmáticamente establecido" (M. P.
Fernando Arboleda Ripoll).

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : RIVERA HOYOS, JOSE UBARLES
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado, Utilización ilegal
de
uniformes de uso priv.
PROCESO : 17403
PUBLICADA : Si

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JUSTICIA REGIONAL-Alegatos previos a la sentencia/ ALEGATO DE


CONCLUSION/ JUSTICIA REGIONAL-No audiencia pública/ AUDIENCIA

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PUBLICA/ MINISTERIO PUBLICO-Concepto/ NULIDAD-Falta de competencia/


SECUESTRO EXTORSIVO-Cobro de una deuda/ REFORMATIO IN PEJUS

1. El procedimiento especial establecido por el artículo 457 del Código de


procedimiento penal de 1991, por razones de política criminal fundadas en la
necesidad de brindar protección a la identidad, y por ende, garantizar la seguridad
personal de los funcionarios intervinientes en el trámite de los procesos de
competencia de los jueces regionales, no preveía la realización de audiencia pública
durante el juicio, sino el proferimiento de un auto de sustanciación notificable
mediante el cual se corría traslado de ocho días para que los sujetos procesales
presentaran sus consideraciones previas a la sentencia.

Dicho término no era individual sino común para todas las partes, incluyendo la
Fiscalía, el Ministerio público, la parte civil y la defensa, quienes contaban con la
facultad de ejercer este derecho, y, por lo mismo, no constituía obligación que por
dejar de cumplir se erigiera en vicio con entidad tal que determinara la invalidación
de lo actuado.

Si bien podría resultar deseable que la Fiscalía que profirió la acusación presentara
sus alegatos previos al fallo de fondo, a fin de plasmar allí consideraciones
adicionales a las expuestas en la providencia enjuiciatoria o su criterio respecto de la
validez, mérito o trascendencia de la prueba recaudada durante la fase probatoria del
juicio para mantener, degradar, o desquiciar la providencia acusatoria, el no hacerlo
resultaba intrascendente por su incapacidad de afectar las bases fundamentales del
proceso, pues además de que dicha actuación no se hallaba en relación
causativa con las demás que componían el trámite, precisamente por ser facultativa,
ninguna norma de derecho procesal establecía que una tal omisión constituyera
motivo que diera lugar a declarar la ineficacia de lo actuado.

Acontece asimismo, para denotar la sinrazón de la protesta, que si el término de


traslado era común para todos los sujetos procesales, y no individual para cada uno
de ellos, las partes, incluida la Fiscalía, podían hacer uso de ese derecho el primer día
del término concedido en la ley o el último de los ocho días con que contaba para
hacerlo, pudiendo presentar su alegación inclusive hasta antes de fenecer la última
hora hábil de éste, de manera que el reproche fundado en la necesidad de conocer
previamente la posición del organismo acusador para presentar los alegatos
defensivos, carece de fundamento.
...

A diferencia del trámite establecido para los procesos de conocimiento de los jueces
regionales en los cuales no se llevaba a efecto juicio oral, en el juicio ordinario el
ordenamiento traía prevista la realización de vista pública y estableció la
obligatoriedad de asistir a ella para el fiscal, el defensor y el procesado si se hallaba
privado de la libertad.

2. En el procedimiento establecido para la casación, la obligatoriedad del concepto


que corresponde emitir al Procurador delegado (art. 226 del Decreto 2700 de 1991 y
213 del actual), deriva no sólo de la naturaleza extraordinaria del trámite donde ya
no se juzga el hecho materia de investigación y juicio en las instancias ordinarias sino
la juridicidad y acierto de la sentencia de segunda instancia con que se le puso fin al
proceso y por lo mismo veda cualquier posibilidad de intervención de los sujetos
procesales después de haberse admitido la demanda, sino de las funciones
institucionales que en defensa del orden jurídico, el patrimonio público y garantías
fundamentales, han sido constitucionalmente atribuidas a dicho organismo (art. 277.7
de la Carta Política).

3. El motivo de nulidad derivado de la falta de competencia del juzgador, encuentra


configuración cuando el sentenciador incurre en vicios in iudicando, es decir en el
acto mismo de juzgar, sea directamente por incurrir en errores en el plano del puro
raciocinio jurídico que determinaron la falta de aplicación, la exclusión evidente o la
interpretación errónea de disposiciones de derecho sustancial, y por tal vía, de
aquellas que establecen la competencia del juzgador, o de modo indirecto a través de
la errada apreciación probatoria.

Sobre la forma como su demostración debe asumirse, la jurisprudencia tiene


establecido que la censura por este motivo de casación es de fundamentación mixta,

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

puesto que debe formularse al amparo de la causal tercera pero desarrollarse


siguiendo los lineamientos técnicos de la primera, optando por una de las dos vías
establecidas para ella. Si se opta por la vía directa es deber indicar las disposiciones
que el juzgador aplicó indebidamente y de las que correlativamente dejó de aplicar, o
aquellas en las que se equivocó en fijar su contenido o alcance y las razones jurídicas
de este desacierto, sin que por dicha vía resulte procedente controvertir la
apreciación probatoria. Si la transgresión a la ley se originó en errores de apreciación
probatoria, es deber concretar cada uno de ellos, si de existencia, identidad, legalidad
o convicción, y demostrar su trascendencia o incidencia en la violación de la ley, y,
por ende, la falta de competencia del órgano jurisdicente con compromiso de la
validez del juicio.

4. Lo expuesto, sin embargo, no obsta para que la Corte absuelva la inquietud de la


Delegada en torno a que la licitud o ilicitud de la exigencia determina la calificación
jurídica del delito en el ámbito de operancia del secuestro simple o el secuestro
extorsivo, recordando al efecto lo dicho por la jurisprudencia sobre el particular (Cfr.
cas. 14 de abril/2000.M.P. Gálvez Argote. Rad. 13384), que en esta ocasión se reitera:

"Por último, en lo atinente con la solicitud de casación parcial y oficiosa que hace el
representante del Ministerio Público, bajo el supuesto de que si, como según su
concepto quedó demostrado, el secuestro de A. O. tuvo por móvil el cobro de una
deuda, el tipo penal que ha debido imputarse a los procesados debió ser el de
secuestro simple y no extorsivo.

"Debe en primer lugar forzosamente precisarse que, contrario a las afirmaciones del
Delegado, no es en manera alguna claro dentro del proceso que el secuestro de A. O.
hubiere tenido como propósito el cobro de una "deuda lícita", siendo más de la índole
de estas conductas el ilegal origen de las sumas presuntamente debidas, como acá
mismo se advirtió al estar atribuidas a actividades de narcotráfico, por lo que el punto
de partida de la propuesta que el Ministerio Público hace sobre el desacertado
encuadramiento de la conducta realizada por los procesados, en el entendido de
que el secuestro es simple o extorsivo dependiendo del origen del requerimiento,
esto es de si tiene o no algún fundamento legal, configura una evidente petición de
principio, como única posibilidad para desarrollar su teórico planteamiento.

"Pese a lo anterior y para eliminar cualquier inquietud que pueda ciertamente verse
reflejada a partir de su propuesta, sobre la manera como se adecuó en la ley penal la
conducta de los procesados, la Sala se ocupará, brevemente, sobre el tema, debiendo
recordar ab initio que ha sido su criterio reiterado el de considerar que en casos como
el presente la correcta entidad típica del hecho corresponde a la descripción que hace
el artículo 268 del Código Penal (Modificado por el artículo 1 de la Ley 40 de 1.993),
ante lo cual rechazará la solicitud que en el referido sentido ha propuesto motu
proprio el Delegado.

"En efecto, dada la descripción típica que el Decreto 100 de 1.980 hizo en los artículos
268 y 269 de los secuestros extorsivo y simple, al introducir dentro de los elementos
estructurales del primer modelo algunos ingredientes comportamentales subjetivos,
se ha entendido que cuando se arrebata, sustrae, retiene u oculta a una persona con
el propósito de exigir por su liberación un provecho o cualquier utilidad, si bien en
principio puede no ser el referido beneficio de contenido patrimonial,
indefectiblemente cuando la finalidad pretendida es de esta índole, la correcta
adecuación de la conducta corresponde al secuestro en la primera modalidad en cita,
sin que desde luego pueda variar este criterio, como no sea con desmedro de su
inequívoca definición legal, por el hecho de que en el ánimo del agente esté
consolidar un interés económico lícito, esto es, para cuya exigencia tendría respaldo
en el ordenamiento jurídico.

"El Procurador Delegado aduce que depende de si el provecho o cualquier otra


utilidad exigidos por el agente del delito son "lícitos" o "ilícitos", que la tipificación de
la conducta corresponda a la modalidad de secuestro simple o extorsivo,
respectivamente. Este planteamiento está sustentado en una errada comprensión
sobre el contenido y alcance que en la estructura del delito y específicamente en los
referidos contra la libertad individual y otras garantías, tienen los ingredientes
especiales del tipo normativos y subjetivos, agregando de su propia creación al tipo
de secuestro extorsivo descrito por el artículo 268 del Código Penal, como base para
la tesis propuesta, un elemento de contenido estrictamente jurídico, como es el
atinente a "ilicitud" del beneficio pretendido, que evidentemente no prevé la norma,

190
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

como sí acontecía con la formulación que de esta conducta hacía el artículo 293 del
Decreto 2300 de 1.936 y que, en consecuencia, hace artificiosa la propuesta o por lo
menos de lege lata ajena por completo a la realidad normativa que actualmente nos
enmarca.

"Sobre este particular, oportuna es la cita del fallo de casación radicada con el No.
5458, de fecha 30 de octubre de 1.991, con ponencia del Magistrado doctor Dídimo
Páez Velandia, en cuanto atañe a una fundamentación como la propuesta por el
Delegado:

"...parte de un supuesto confuso y falso. En relación con lo primero..., se equivocan


los conceptos de ingrediente o elemento subjetivo del tipo con el normativo, pues si la
diferencia en la configuración de las disposiciones...radica en la ilicitud de la
exigencia motivo de la privación de la libertad del secuestrado, ello corresponde a
una valoración que supone la existencia de la exigencia misma y no al particular
ánimo con que se obra, el cual, según se argumenta, sería de la estructura de las dos
formas de Secuestro en discusión.

"Empero, lo realmente fundamental en la apreciación del planteamiento del actor, es


que la ilicitud de la utilidad o provecho a que se refiere como integrante del tipo de
secuestro extorsivo, no la contempla la norma.

"Como se puede ver, no contemplan estas preceptivas referencia alguna a la ilicitud


de la exigencia, bastando en el Secuestro extorsivo el ánimo o propósito de obtener
utilidad cualquiera en la privación de la libertad de una persona para su
estructuración, mientras en el Secuestro simple, por exclusión, un propósito distinto".

"Pero además, una exigencia de esta índole no tiene cabida en la regulación que del
delito de secuestro contempla el estatuto penal, toda vez que:

"...corresponde, por supuesto, a la lógica de un sistema fundado en la protección de


bienes jurídicos previamente configurados. De acuerdo con ella, si a través del tipo de
secuestro se pretende la tutela de la libertad, mal puede condicionarse ese objetivo a
la presencia o ausencia de valoraciones que lo harían irrealizable... Una exigencia de
que la utilidad propuesta con el secuestro sea ilícita, implicaría la autorización de que
pueda privarse de la libertad a una persona para demandar el cumplimiento de
prestaciones lícitas, con lo cual el tipo estaría paradojalmente, prohibiendo y
permitiendo la conducta en postura verdaderamente absurda".

"En similar sentido y sobre supuestos fácticos sustancialmente idénticos a los


debatidos en este asunto, es la colisión radicada con el No. 9488 del 3 de septiembre
de 1.994, con ponencia del Magistrado doctor Juan Manuel Torres Fresneda y
últimamente la colisión radicada con el No. 12.710 del 3 de julio de 1.997 con
ponencia del Magistrado doctor Fernando Arboleda Ripoll".

En el último de los pronunciamientos indicados, frente a controversias del tipo de la


que demandante y Delegada presentan, precisó la Sala:

"Como la divergencia de criterios en el presente caso radica en el encuadramiento


típico de los hechos imputados, es oportuno señalar, que si bien la conducta aparece
descrita en los tipos de secuestro simple y secuestro extorsivo mediante verbos
rectores alternativos -arrebatar, sustraer, retener u ocultar-, el legislador, al tipificar
aquel último introdujo especiales ingredientes subjetivos, que lo diferencian del
primero.

"En efecto, el artículo 268 del Código Penal (modificado por el artículo 1º de la Ley 40
de 1993), configura típicamente el punible de secuestro extorsivo, en los siguientes
términos:

"ART. 268. Secuestro extorsivo.- El que arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una
persona con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad, o
para que se haga u omita algo, o con fines publicitarios o de carácter político,
incurrirá en prisión de veinticinco (25) a cuarenta (40) años y multa de cien (100) a
quinientos (500) salarios mínimos mensuales".

191
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

"En la misma pena incurrirá quien arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una
personalidad de reconocida notoriedad o influencia pública" (Destacó la Sala).

"Las inflexiones verbales "con el propósito de exigir por su libertad un provecho o


cualquier utilidad", "para que se haga u omita algo", o "con fines publicitarios o de
carácter político" utilizadas en la formulación típica del secuestro extorsivo,
corresponden a los llamados por la Doctrina "ingredientes subjetivos especiales del
tipo", los cuales refieren una intencionalidad o motivación específicas adicionales a la
conciencia sobre la existencia del tipo, obviamente prohibitivo, y la voluntad de su
realización.

"La diversidad de tales elementos subjetivos permite a la Sala concluir que la


finalidad específica con que se cometa el secuestro extorsivo no necesariamente ha
de apuntar a la obtención de un "provecho" o "utilidad" -referencias éstas que dan a
la exigencia, dentro del contexto del tipo, una connotación patrimonial-, sino que, de
conformidad con las restantes hipótesis de conducta recogidas en la prohibición, la
intención del sujeto agente puede estar referida a la realización o abstención de
ejecutar por parte de la víctima o de un tercero, una conducta en particular -"para que
se haga u omita algo"-, o a la consecución de "fines publicitarios o de carácter
político".

"El exclusivo carácter patrimonial de la exigencia como ingrediente subjetivo del tipo
en mención, sí aparecía consagrado en el artículo 293 del Código Penal de 1936,
donde se sancionaba "Al que secuestre a una persona con el propósito de conseguir
para sí o para otro un provecho o utilidad ilícitos". Nótese que en esta figura, además,
se consagraba expresamente el carácter ilícito que debía revestir la utilidad
perseguida por el sujeto agente, elemento normativo éste que desapareció en
posteriores tipificaciones, en cuanto imprimían a la prohibición un equívoco sentido,
pues pareciera dar a entender que el secuestro quedaba autorizado para hacer
exigencias lícitas.

"La concurrencia de esos específicos fines impone la inexorable adecuación de la


conducta en el llamado secuestro extorsivo, sancionado con mayor severidad que el
secuestro simple, y con una asignación especial de competencia en los Jueces
Regionales (artículo 71-5º del Código de Procedimiento Penal, modificado por el
artículo 9º de la Ley 81 de 1993).

"La utilización por parte del legislador, de la expresión "con propósitos distintos a los
previstos en el artículo anterior" (artículo 269 del Código Penal, modificado por el
artículo 2º de la Ley 40 de 1993), supone haber acudido a un criterio residual de
tipificación, siendo su voluntad, que la realización de cualquiera de los comunes y
alternativos verbos rectores en mención, con fines diversos de los señalados para
calificar la conducta como extorsiva, corresponda al tipo de secuestro simple".
...

Estas específicas finalidades, puestas de presente por los secuestradores, permite


sostener que su conducta fue desplegada con el ánimo de que, de una parte, el
retenido ejecutara un comportamiento concreto -lo cual corresponde precisamente al
ingrediente subjetivo recogido en la inflexión verbal "para que se haga u omita algo",
y exigir por su libertad una suma de dinero, de donde surge, sin mayores
elucubraciones, la comisión del delito de secuestro extorsivo, siendo irrelevante para
el proceso de calificación jurídica del comportamiento llevado a cabo, el carácter lícito
o ilícito de la exigencia de dinero adeudado por aquella cuya presencia reclamaban.

Acertada resulta entonces la calificación jurídica en el ámbito de operancia del delito


de secuestro extorsivo impartida por los juzgadores de instancia, cuyo conocimiento,
de conformidad con el artículo 71-5º del Decreto 2700 de 1991, modificado por el
artículo 9º de la ley 81 de 1993, correspondía a los Jueces regionales y el Tribunal
nacional, en primera y segunda instancia, respectivamente, sin que por ello hubieren
incurrido en el motivo de nulidad derivado de su falta de competencia, como es
denunciado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 12/09/2002
DECISION : No casa

192
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCEDENCIA : Tribunal Nacional


CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PAREJA PORRAS, CESAR AUGUSTO
PROCESADO : TORRES MUÑOZ, RAUL
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 13652
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON


Salvamento Parcial de Voto DR. HERMAN GALAN CASTELLANOS

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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AUTO INHIBITORIO-Revocatoria/ RESOLUCION DE ACUSACION-Requisitos/


CONTRATACION ADMINISTRATIVA-Urgencia manifiesta/ PRINCIPIO DE
RESPONDABILIDAD/ PRINCIPIO DE CONFIANZA/ INTERES ILICITO EN LA
CELEBRACION DE CONTRATOS/ INHABILITACION PARA EL EJERCICIO DE
DERECHOS Y FUNCIONES PUBLICAS-Autónoma con carácter sancionatorio

1. La decisión inhibitoria no hace tránsito a cosa juzgada, y en esa medida queda


abierta la posibilidad -mientras la acción penal esté vigente- de que su fundamento se
desvirtúe como consecuencia del surgimiento de nuevas pruebas dentro del mismo
proceso, y que por la misma funcionaria que la profirió pueda disponerse su
revocatoria, posibilidad que no se cierra por que un funcionario distinto considere que
el hecho no existió o que el imputado resulta inocente de los cargos, pues todo ello
implicaría la creación de procedimientos alternos para burlar la competencia atribuida
desde un principio al fiscal asignado, que, por lo mismo, se torna privativa en cabeza
suya, y eventualmente le permite optar por la revocatoria de la resolución inhibitoria
por prueba sobreviniente.

2. No toda deficiencia argumentativa en la fundamentación de una decisión judicial es


de suyo suficiente para viciar de nulidad el acto respectivo, y que sólo cuando
materialmente no existe motivación, o cuando existiendo es deficiente, equívoca o
ambivalente, requiriéndose ella para el aseguramiento de las garantías
fundamentales del debido proceso o el derecho de defensa, resulta posible su
estructuración.

Con el fin de que los sujetos procesales puedan conocer sus fundamentos, y ejercer
un adecuado control sobre la resolución de acusación mediante actos de
impugnación, dadas sus implicaciones en el desarrollo del proceso y las funciones
que allí está llamada a cumplir, el artículo 442 del código de procedimiento penal de
1991 (hoy artículo 398 del nuevo estatuto), ordena que dicha resolución se avenga a
determinados requisitos de contenido, a saber: 1. Narración sucinta de los hechos
investigados e indicación de las circunstancias que lo especifican (imputación fáctica);
2) Señalamiento y evaluación de las pruebas allegadas al proceso (análisis
probatorio); 3) Calificación típica de la conducta (imputación jurídica); y 4) Respuesta
a las alegaciones de las partes.

3. La licitación pública, como se sabe, constituye a la luz de nuestro ordenamiento


jurídico la regla general para la escogencia de contratistas. Por vía de excepción, se
permite que en ciertos casos señalados de manera específica en la ley, las entidades
estatales no acudan a ella, sino a otros procedimientos de carácter especial y por
tanto de aplicación restringida, entre los cuales se cuenta la llamada urgencia
manifiesta, que es un mecanismo excepcional diseñado con el único propósito de
otorgarle a las entidades del Estado las herramientas necesarias con el propósito de
conjurar situaciones de crisis, cuando la administración no cuenta con el tiempo
indispensable para adelantar un procedimiento ordinario de escogencia de
contratistas.

Al tenor del artículo 42 de la ley 80 de 1993, habrá lugar a declarar la urgencia


manifiesta cuando la continuidad del servicio exige el suministro de bienes, o la
prestación de servicios, o la ejecución de obras en el inmediato futuro, en presencia

193
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

de situaciones relacionadas con estados de excepción; cuando se trate de conjurar


situaciones extraordinarias relacionadas con hechos de calamidad o constitutivos de
fuerza mayor o desastre que demanden actuaciones inmediatas y, en general, cuando
se trate de situaciones similares que imposibiliten acudir a los procedimientos de
selección o concurso público.

4. Dentro de un Estado social y democrático de derecho, participativo y pluralista,


fundado en la prevalencia del interés general, formula adoptada por el artículo 1º de
la carta política y que encuentra reiteración en todo el texto constitucional, y que
tiene como fines esenciales los de satisfacer las necesidades de la comunidad,
promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes (artículo 2º), los servidores públicos, además de estar al servicio
del Estado y la comunidad, deben ejercer sus funciones en la forma prevista en la
constitución, la ley y el reglamento (artículo 123-2).

Cumplir y hacer cumplir la constitución, las leyes, los decretos del gobierno y las
ordenanzas de las asambleas departamentales son atribuciones específicas de los
gobernadores de departamento, según reza el artículo 305-1 ejusdem

Como representantes legales y jefes de la administración departamental, están


llamados, como los que más, a observar los mandatos superiores, y por tanto la
función administrativa que ellos ejercen se justifica en la medida que esté al servicio
de los intereses generales y se desarrolle con fundamento en los principios de
igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad,
mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones
(artículo 209 de la carta política).

Es con fundamento en estos principios que la ley 80 de 1993 establece en su artículo


3º que los servidores públicos tendrán en consideración en todas las actividades
relacionadas con la contratación pública, que las entidades buscan el cumplimiento
de los fines estatales, la continua y eficiente prestación de los servicios públicos y la
efectividad de los derechos e intereses de los administrados, siempre dentro de un
marco de transparencia, economía y responsabilidad.

En virtud del principio de responsabilidad (artículo 26 ejusdem):

"-. Los servidores públicos están obligados a buscar el cumplimiento de los fines de la
contratación, a vigilar la correcta ejecución del objeto contratado y a proteger los
derechos de la entidad, del contratista y de los terceros que puedan verse afectados
por la ejecución del contrato.

-. Los servidores públicos responderán por sus actuaciones y omisiones antijurídicas y


deberán indemnizar los daños que se causen por razón de ellas.

-. Las entidades y los servidores públicos, responderán cuando hubieren abierto


licitaciones o concursos sin haber elaborado previamente los correspondientes
pliegos de condiciones, términos de referencia, diseños, estudios, planos y
evaluaciones que fueren necesarios, o cuando los pliegos de condiciones o términos
de referencia hayan sido elaborados en forma incompleta, ambigua o confusa que
conduzcan a interpretaciones o decisiones de carácter subjetivo por parte de
aquéllos.

-. Las actuaciones de los servidores públicos estarán presididas por las reglas sobre
administración de bienes ajenos y por los mandatos y postulados que gobiernan una
conducta ajustada a la ética y a la justicia.

-. La responsabilidad de la dirección o manejo de la actividad contractual y la de los


procesos de selección será del jefe o representante de la entidad estatal quien no
podrá trasladarla a las juntas o consejos directivos de la entidad, ni a las
corporaciones de elección popular, a los comités asesores, ni a los organismos de
control y vigilancia de la misma".

Dentro de ese contexto normativo, entonces, es el gobernador del departamento el


garante del cumplimiento íntegro del ordenamiento jurídico en los actos de la
administración seccional; de modo que tiene la obligación de responder por los
asuntos de su competencia con apego absoluto a la constitución y a la ley,

194
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

especialmente en relación con aquellos que giran en torno a la custodia y destinación


de los recursos que le pertenecen.

5. En su condición de representante legal del departamento y ordenador del gasto,


radicaba la posición de garante de la observancia del ordenamiento jurídico vigente
en punto del proferimiento de los actos administrativos de la gobernación tendientes
a regular la forma de contratación; y si bien lo indicado era que se asesorara de sus
inmediatos colaboradores, especialmente en el jefe del departamento jurídico, ello no
excluye la imputación por la realización del tipo, ni lo exime de responsabilidad, pues
no puede invocar el principio de confianza quien tiene dicha posición en virtud de
deberes preexistentes a la conducta que realiza y que ha defraudado las expectativas
que emergen de su ámbito de competencia.
...

No hay lugar a confundir las consecuencias de un acto de asesoramiento, que fue el


realizado por el Secretario jurídico de la Gobernación, con la labor desarrollada en
virtud de la delegación prevista en el artículo 12 de la ley 80 de 1993, pues sólo en
ese evento es posible predicar la exclusión de responsabilidad del delegante por los
actos realizados por su delegatario con fundamento en el principio de confianza.

6. En una primera aproximación al estudio de la figura, esta Corporación expresó lo


siguiente en providencia de junio 8 de 1982 (G.J. 2408, pags. 287 y ss):

"… la razón de ser de este dispositivo penal radica en la necesidad por parte del
Estado, de mantener la función administrativa dentro de moldes de corrección básica,
atendida de manera fiel, sin que el interés particular del funcionario llegue a opacar la
rectitud que debe implicar ese ejercicio…

Conviene recordar, para obtener un mejor entendimiento del asunto cuestionado, que
resulta criterio equivocado requerir como elemento típico de la conducta analizada,
que exista una norma legal que prohiba, con toda precisión, al funcionario la actividad
realizada. El error aparece evidente ya que el sistema administrativo opera en forma
muy diferente y lo mismo ocurre con la regulación penal. Lo primero porque la
pretensión sería la contraria, o sea, exigir la norma legal que permitiera en forma
expresa, al empleado público, comportarse en la forma como lo hizo, esto es
propender por su provecho propio, y dejar de lado esta regla: "los intereses de la
administración pública son administrativos, económicos y morales. La
incompatibilidad puede resultar también de la incoherencia de diversos cargos, de la
prohibición de acumulación de ellos, y de la posible pero inadmisible subordinación
del interés público al del funcionario, cuando esos intereses no son, por regla general,
paralelos o coincidentes".

…Ese interés personal, de provecho particular, traduce la conducta censurable, ya que


el Código Penal la recoge, por sí, como actividad incompatible con la función pública.
El Código Penal vigente, en parte (artículo 145), corresponde a este mismo régimen,
el cual cambia en el artículo 144, que exige como elemento típico el quebranto de
una incompatibilidad o de una inhabilidad. En otros términos debe advertirse que
cuando se olvida una de esas prohibiciones, el delito se da aunque el funcionario sea
ajeno a conveniencias personales. Y, al contrario, si se "interesa" de modo particular
cuando ejercita una atribución pública, así no ofenda el reglamento de inhabilidades e
incompatibilidades, incurre en el hecho punible comentado…

…persigue mantener la función en lo que debe ser: separar el instrumento u órgano


del Estado, de la apetencia o "interés" particular. Además la naturaleza de este delito
es ser formal y no de resultado. De ahí que Soler enseñe: "la prohibición se funda en
la idea de prevención genérica de los daños que con mucha más frecuencia se
derivarían si se adoptara el criterio opuesto", vale repetir, dejar que los funcionarios
públicos, simultáneamente con la realización de sus actividades oficiales, atiendan y
satisfagan sus "intereses privados".".

La razón de ser de este tipo penal radica en la necesidad de mantener la función


pública dentro de los moldes de corrección básica, sin que el interés particular del
funcionario llegue a opacar la rectitud que debe implicar ese ejercicio, y por ello la
ilicitud del comportamiento se circunscribe al "interés" que en provecho propio o de
un tercero tenga el funcionario en cualquier clase de contrato u operación en que
deba intervenir por razón de su cargo.

195
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Ese interés se vincula inexorablemente con los principios que rigen la contratación
administrativa, según viene en juzgarlo la Sala al señalar que éste no ha de ser
necesariamente pecuniario, sino simplemente consistir en mostrar una inclinación de
ánimo hacia una persona o entidad, con desconocimiento pleno o parcial de los
principios de neutralidad, objetividad, transparencia, igualdad de oportunidades y
selección objetiva, elemento subjetivo esencial para la estructuración del delito en
mención (Cfr. Sent. Septiembre 27/00, Rad. 14170).

De manera que cuando estos postulados que dimanan de la constitución y la ley


(artículos 209 de la constitución política y 23 y ss., de la ley 80 de 1993), resultan
quebrantados por el funcionario encargado de la contratación estatal, al interesarse
indebidamente, en provecho propio o de un tercero, en cualquier clase de contrato u
operación en que deba intervenir por razón de su cargo o de sus funciones, surge
inmediatamente la ilicitud.

No es menester, como parece entenderlo la defensa, que el sujeto activo tenga la


doble posición de servidor público contratante y contratista, pues aún en el caso que
el funcionario se interese en provecho de un tercero el delito se estructura, según se
establece de los términos de formulación del tipo, evento éste en que la posición
simultánea se descarta lógicamente pues es el tercero (y no el servidor público) quien
funge como parte contratista.

7. El artículo 58, numeral 3º, de la ley 80 de 1993 estipulaba como pena principal la
inhabilitación para ejercer cargos públicos y proponer y celebrar contratos con
entidades estatales por diez (10) años. No obstante, esta preceptiva aparece
tácitamente derogada por el artículo 409 del nuevo código penal, dado que no la
previó y dispuso otra de distinto alcance, a saber la inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas entre cinco (5) y doce (12) años. Sobre el particular
resultan válidas las razones expuestas por la Sala en pasada oportunidad para
inaplicarla en el presente caso (Cfr. Sent. septiembre 3/2001, Rad. 16837, M.P. Gómez
Gallego), en el sentido que si uno de los propósitos de la nueva regulación penal era
el de recoger e integrar la legislación punitiva dispersa en estatutos de distinta
naturaleza, en materia de mandatos, prohibiciones y obviamente de consecuencias
penales, lo obvio será comprender la mencionada derogación implícita, máxime que
la primera norma fijaba la inhabilitación en el ejercicio de cargos públicos, mientras
que la nueva abarca el más amplio espectro del ejercicio de derechos y funciones
públicas.

No puede pasar por alto la Sala, de otra parte, que el artículo 122 de la carta política
establece "Sin perjuicio de las demás sanciones que establezca la ley, el servidor
público que sea condenado por delitos contra el patrimonio del Estado, quedará
inhabilitado para el desempeño de funciones públicas", lo cual impone verificar si esta
preceptiva resulta aplicable al caso.

Sobre esta inhabilidad, surge el interrogante acerca de su naturaleza, esto es si se


trata o no de una sanción, y en este caso si tiene duración indefinida y resulta
aplicable en la sentencia que ponga fin al proceso penal como pena privativa de
otros derechos distintos de la libertad.

Si bien no toda inhabilidad tiene carácter sancionatorio, pues la propia constitución


contempla prohibiciones de este tipo que apuntan a tutelar de manera diferente
bienes, principios y valores sin que representen en sí mismas la concreción de una
sanción, ni de una pena, como sucede, por ejemplo, con la derivada del parentesco
-artículo 179-5-, no hay duda que la prevista en aquélla preceptiva superior
constituye, además de una inhabilidad -cuya finalidad es la de evitar el ingreso a
cargos oficiales para quienes en cualquier época hubiesen sido condenados por
ilícitos contra el erario-, sanción específica, si se toma en cuenta que se impone al
servidor público como consecuencia por la comisión de un delito contra el patrimonio
del Estado, y el propio canon constitucional le imprime tal carácter al advertir que se
aplicará "sin perjuicio de las demás sanciones que establezca la ley" (Negrillas fuera
de texto).

De este modo, puede afirmarse que se trata de una inhabilidad autónoma de estirpe
constitucional y carácter sancionatorio, que tiene varias expresiones, y cuya finalidad
principal es la protección de los valores de moralidad, imparcialidad, transparencia e
interés general.
...

196
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

A juicio de la Sala, la inhabilidad constitucional configura también una sanción penal


que tiene autonomía de rango constitucional, en cuanto a su existencia, y no puede
por tanto entenderse como subsidiaria, pues no solo pretende compensar a la
sociedad por el perjuicio ocasionado al bien jurídico protegido, sino también preservar
la moralidad en el ejercicio de la función pública.

Es con fundamento en lo anterior que el artículo 51, inciso 2º, al fijar las penas
privativas de otros derechos, excluye de esta regla las impuestas a servidores
públicos condenados por delitos contra el patrimonio del estado, en cuyo caso "se
aplicará el inciso 5º del artículo 122 de la Constitución Política".

De manera que, por mandato constitucional, sin perjuicio de las penas privativas de
otros derechos, incluida la "inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas" (art. 44 ejusdem), en todos aquellos eventos en que el servidor público sea
condenado por este tipo de infracciones, se impone para el juzgador la fijación en la
sentencia de esta inhabilidad de carácter absoluto, que en tales condiciones
constituye un plus que se integra al principio de tipicidad de los delitos y las penas
por su origen constitucional. Una vez deducida en el fallo, la inhabilidad se convierte
en un imperativo, que no puede desconocer ninguna autoridad pública, en razón al
carácter vinculante de la declaración que hace el juzgador en ese sentido, con efectos
generales.

La aplicación de la sanción comporta en este ámbito una exigencia imperativa


ineludible, y corresponderá al juez verificar en cada evento si el servidor público
atentó o no contra el patrimonio público, caso en el cual la referencia a "delitos contra
el patrimonio del Estado" no puede entenderse como una regla que impida al
funcionario judicial establecer la pertinencia de aplicar la inhabilidad como pena
constitucionalmente establecida, por cuanto la protección de los principios, valores y
derechos superiores permite manifestaciones o modalidades diferentes en el
ordenamiento jurídico, que no se circunscriben al limitado marco de la legalidad
formal, sino que busca proteger valores primordiales, que como el de la moralidad,
constituyen importante pilar en un estado social y democrático de derecho.

En ese sentido, si bien el artículo 122 hace mención específica a una clase de delitos,
también lo es que su objetivo se dirige a intensificar la protección del patrimonio
público, pero no a fijar de antemano un catálogo de conductas delictivas, que
constituya un límite infranqueable por el operador del sistema en la determinación de
la inhabilidad, lo cual per se resulta imposible sin referencia al caso concreto, pues es
claro que no todos los delitos contra la administración pública, como por ejemplo el
de perturbación de actos oficiales (artículo 430 del código penal), conllevan
afectación al erario, y, por tanto, respecto de ellos devendría inconstitucional la
aplicación de la sanción en los términos que se han dejado vistos.

El anterior fundamento denota la necesidad de que el juez efectúe un análisis


cualitativo sobre la conducta realizada por el servidor, en orden a establecer la
procedencia de la sanción, teniendo como norte no sólo que ella busca compensar a
la sociedad por el perjuicio ocasionado, sino también proteger principios, derechos y
valores constitucionales.

De otra parte, es cierto que la constitución política señala en su artículo 28 que "en
ningún caso podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas
de seguridad imprescriptibles", lo cual genera tensión con el mandato del artículo 122
ejusdem, y específicamente con la imposición en la sentencia condenatoria de la
inhabilidad absoluta y perenne.

No obstante, esta aparente dicotomía fue resuelta por la Corte constitucional al


señalar que la interpretación sistemática de tal precepto superior y de las
disposiciones de los artículos 122 y 179-1, lleva a la conclusión de que la prohibición
de la imprescriptibilidad de las penas, no cobija a las inhabilidades que el mismo
Constituyente ha instituido, así éstas tengan carácter sancionatario.

197
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO E. ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Unica Instancia


FECHA : 24/09/2002
DECISION : Declara nulidad y remite a fiscalía, condena,
niega
subrogado, se abstiene de ..
PROCEDENCIA : Corte Suprema de Justicia
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : STEPHENS, ANTONIO MANUEL-GOBERNADOR
DELITOS : Prevaricato por acción, Interés ilícito en
celebración de
contratos
PROCESO : 17392
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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ACCION DE REVISION-Causal segunda/ ACCION DE REVISION-Prescripción/


FRAUDE A RESOLUCION JUDICIAL

1. La revisión "no constituye una prolongación del juicio, ni corresponde a un


instrumento ordinario que permita dar cabida a particulares consideraciones
tendientes a cuestionar los soportes de la declaración de justicia que ha hecho
tránsito a cosa juzgada, y que se halla amparada por el doble carácter de definitiva e
inmutable".

De tal manera, "su fundamento estriba en la posibilidad real de lograr un fallo


rescindente en orden a remediar la injusticia material en que haya podido incurrir el
órgano jurisdicente, solamente por la configuración de precisos motivos establecidos
en la ley cuya demostración corre a cargo del accionante, en quien el ordenamiento
radica, además, la carga de presentar la demanda acorde con los requisitos
establecidos en el estatuto procesal" (cfr., 6 y 19 de diciembre de 2001, rad. 18.432 y
18.716, M. P. Fernando E. Arboleda Ripoll).

Adicionalmente, en fallo de fecha 5 de marzo de 1996, radicación 8.336, con ponencia


del Magistrado Carlos Eduardo Mejía Escobar, en relación con la causal segunda de
revisión, la Sala expresó:

"En segundo término ha de precisarse que el motivo de esta acción, al tenor de lo


dispuesto en la causal 2ª del artículo 232 del C.P.P., no permite cuestionar en esta
sede aspectos inherentes a la adecuación típica, la forma de culpabilidad o
participación; las circunstancias del hecho o cualquier otro elemento que pudiese
incidir sobre la punibilidad de la conducta. La revisión, en este sentido, no puede
derivar en un nuevo juicio critico sobre lo declarado en el proceso y por ende la
prescripción que se alegue es aquella que surja de los hechos y del derecho tal como
fueron considerados dentro del proceso."

Así las cosas, la naturaleza jurídica de la revisión y de las normas que la regulan, hace
improcedente que con ella se pretenda que la Corte entre a terciar en controversias
que se suscitaron en las instancias sobre determinado tema, a efectos de que se
anteponga el criterio del actor, como aquí se pretende, al cuestionar las decisiones del
a quo y del Tribunal en torno a los fundamentos que se tuvieron en cuenta al negar la
prescripción de la acción penal.

198
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

De acuerdo con la causal segunda del artículo 220 del Código de Procedimiento Penal
actual (232 anterior), la acción de revisión procede contra fallos ejecutoriados, cuando
se hubiere dictado sentencia en proceso que, para el caso, no podía iniciarse o
proseguir por prescripción de la acción.

2. El tipo llamado fraude a resolución judicial se encuentra descrito en el artículo 454


de la ley 599 de 2000, en iguales términos a como lo hacía el 184 del decreto 100 de
1980, vale decir: "El que por cualquier medio se sustraiga al cumplimiento de
obligación impuesta en resolución judicial, incurrirá...". Tal precepto no ofrece
dificultad alguna. Suele ocurrir que los funcionarios, al resolver asuntos sometidos a
su conocimiento, imponen cargas a los particulares, de cualquier índole (penales,
civiles, laborales, administrativas, etc.) y es deber de las personas acatar tales
órdenes, sin entrar a evaluar si ellas son convenientes u oportunas.

En otras palabras, todas las personas tienen el deber de acatar los fallos judiciales,
materializándose así las garantías del acceso a la justicia y el restablecimiento del
derecho, pues no tendría sentido que las órdenes impartidas quedaren expuestas a
una simple expectativa en su cumplimiento.

Solamente la demostración fehaciente de la imposibilidad material o jurídica de


hacerlo, podría impedir que se llevara a cabo el mandato establecido por el legislador.
De manera que cuando la negativa obedece a cualquier tipo de artificios, argucias,
mentiras, engaños, etc., se desacata una orden legítima que se está obligado a
cumplir y por ello el comportamiento se debe reprimir penalmente y, mientras
subsista la posibilidad de hacerlo, se permanece en la conducta punible, hasta
cuando se cumpla lo dispuesto, o desaparezca la obligación jurídica de efectuarlo, o
se haga materialmente imposible el cumplimiento.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Acción de Revisión
FECHA : 24/09/2002
DECISION : Niega la revisión solicitada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SALAMANCA, PEDRO JACINTO
DELITOS : Fraude a resolución judicial
PROCESO : 12585
PUBLICADA : Si

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

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ACCION DE REVISION-Prueba nueva/ INIMPUTABILIDAD-Menor de edad

1. La prueba nueva, para efectos de la revisión, es el medio de demostración que por


cualquier causa no se conoció durante el proceso y que posteriormente surge con tan
convincente valor, que podría modificar sustancialmente la apreciación que condujo a
la condena, o a la consideración de imputabilidad.

En el asunto bajo estudio, se está en presencia del surgimiento de prueba, no


conocida en el desarrollo del proceso, que luego aparece y vendría a establecer la
inimputabilidad del condenado, situación que es propia de la causal tercera de
revisión que se ha aducido, la cual es la única que prevé explícitamente una eventual
incidencia sobre la imputabilidad.

En relación con el concepto de inimputabilidad, los artículos 31 del Código Penal de


1980 y 33 de la ley 599 de 2000, han determinado que es inimputable quien en el
momento de ejecutar la conducta "no tuviere la capacidad de comprender su ilicitud o
de determinarse de acuerdo con esa comprensión, por inmadurez sicológica o
trastorno mental".

199
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

El decreto 100 de 1980, entonces vigente, sobre la inmadurez sicológica como


circunstancia de la cual deriva la inimputabilidad, estableció en el artículo 34,
modificado por el 165 del Decreto 2737 de 1989 (Código del Menor), que "para todos
los efectos, se considera penalmente inimputable al menor de dieciocho (18) años",
mientras el inciso final del artículo 33 de la ley 599 de 2000 remite a los menores de
18 años al sistema de responsabilidad penal juvenil.

La inmadurez sicológica que fundamenta la inimputabilidad, está orientada a


considerar que los menores de la edad señalada, han de ser tenidos como
inimputables y sometidos, por tanto, a un tratamiento especial. Con base en tal
aspecto, el legislador creó un régimen particular para los menores infractores de la
ley penal, (Título 5°, Capítulo 1°, artículo 163 y Ss., D. 2737 de 1989 -Código del
Menor-), atribuyendo a los Jueces de Menores o Promiscuos de Familia, la
competencia para este procedimiento preferencial y mediante la imposición, en caso
de ser condenado, de medidas de seguridad, que buscan una finalidad diferente a las
penas.
...

A propósito de tal causal, es de lamentar que la ley no hubiere efectuado


discernimiento alguno entre las especificidades que presentan, en naturaleza y
consecuencias, los distintos factores de inimputabilidad, particularmente en lo
atinente a la minoridad, dando lugar a que en casos como el presente, en donde
efectivamente en el transcurso del proceso no se estableció la real edad del
imputado al momento de los hechos, allegándose posteriormente prueba que
demuestra que le faltaban escasos 13 días para cumplir los 18 años, se origine
indiferenciada revisión del asunto, que por cierto no puede ser devuelto "a un
despacho judicial de la misma categoría", sino a la especial jurisdicción de menores,
acarreando notables repercusiones contra la obligación del Estado de investigar las
conductas punibles y hacer efectivas las consecuencias jurídicas correspondientes.

De otra parte, la situación del menor desquicia el régimen de la revisión, en la medida


que se trataría de un problema de jurisdicción, esto es, de un error in procedendo,
que resulta ajeno a esta especial acción. Las dificultades no se quedan allí, ante la
indicación del estado en que queda la actuación y el momento a partir del cual
procederá el juicio recisorio; aún más, la medida a estas alturas, cuando se ha
superado ampliamente la edad fijada por el legislador, no cumple los fines que le son
propios, ni resulta razonable, ni necesaria, ni proporcional.

En resumen, esta causal, tratándose de menores de edad, sólo sería una sanción
invalidante al Estado por el desvío de jurisdicción, constituyendo en últimas un
adicional riesgo de impunidad.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Acción de Revisión
FECHA : 24/09/2002
DECISION : Ordena la revisión del proceso, concede libertad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
CONDENADO : CANO MUÑOZ, JOHN FREDY
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 14298
PUBLICADA : Si

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DEFENSA TECNICA-Carencia absoluta

Las consideraciones anteriores llevan a la Sala a concluir que le asiste razón al


demandante, cuando asevera que el procesado Juan Carlos Alfonso careció de
defensa técnica en las etapas ya conocidas, irregularidad que atentó contra el
derecho que tiene todo sindicado de contar con un abogado que lo asesore y

200
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

represente durante la instrucción y el juzgamiento, consagrado en el artículo 29 de la


Constitución Política, y cuya carencia comporta la invalidez de la actuación, al tenor
de lo que estipulaba el artículo 304.3 del Decreto 2700 de 1991 (hoy artículo 306.3 de
la Ley 600 de 2000).

Al respecto, ha sostenido insistentemente la Corte que la defensa técnica debe ser


real, permanente, continua e ininterrumpida, lo que significa que el procesado debe
estar asistido por un defensor en todas las etapas del proceso, debiéndose garantizar
su ejercicio sin limitaciones de ninguna clase, "pues siendo derecho fundamental y
condición esencial de validez de la actuación, no puede estar referido a solo un
estadio de ella, ni convertirse en prerrogativa opcional del trámite procesal, ni
hacerse depender de las posibilidades de éxito de su ejercicio atendida la mayor o
menor contundencia de la prueba incriminatoria"* .

A lo anterior cabe agregar que es deber del Ministerio Público y de los funcionarios
judiciales estar atentos y velar por el cumplimiento de las garantías fundamentales,
en forma tal que las irregularidades que se presenten puedan corregirse
oportunamente, y no como aquí ocurrió, evitando de esa manera la dilación de los
procesos y el desgaste innecesario de la administración de justicia.

---------------------------
* Ver, entre otras, casación 9906 del 22 de octubre de 1999, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll,
casaciones 13033 del 26 de octubre de 2000, 13387 del 2 de mayo de 2001 y 16143 del 21 de
febrero de 2002, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación Discrecional


FECHA : 26/09/2002
DECISION : Si casa, declara nulidad desde el cierre de
investigación
PROCEDENCIA : Juzgado 2 P, C.
CIUDAD : Duitama - Boyacá
PROCESADO : ALFONSO, JUAN CARLOS
DELITOS : Tentativa de hurto calificado y agravado
PROCESO : 16222
PUBLICADA : Si

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COAUTORIA IMPROPIA-Elementos/ DELITO PERMANENTE/ LEGALIDAD DE


LA PENA/ REFORMATIO IN PEJUS/ HOMICIDIO-Ley 40 de 1993/
FAVORABILIDAD

1. Resulta ilógico pretender que quien participa en la ejecución de un delito


perfeccionado el mismo día que se inició, no está vinculado a las consecuencias
jurídicas de lo que suceda posteriormente. Contrario a la opinión del Delegado del
Ministerio Público, lo que debe considerarse es el fenómeno del concurso de personas
en la conducta punible, dentro de las normas y los criterios imperantes al tiempo de
proferirse la sentencia atacada:

"Es verdad que doctrina y jurisprudencia han aceptado que en los casos en que varias
personas proceden en una empresa criminal, con consciente y voluntaria división del
trabajo para la producción del resultado típico, todos los partícipes tienen la calidad
de autores, así su conducta vista aisladamente no permita una directa subsunción en
el tipo, porque todos están unidos en el criminal designio y actúan con conocimiento y
voluntad para la producción del resultado comúnmente querido o, por lo menos,
aceptado como probable… Así mismo, si a esa empresa criminal van armados porque
presumen que se les puede oponer resistencia o porque quieren intimidar con el uso
de las armas y como consecuencia de ello se producen lesiones u homicidios, todos
será coautores de hurto y de la totalidad de los atentados contra la vida y la
integridad personal, aun cuando no todos hayan llevado o utilizado armas, pues

201
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

participaron en el común designio, del cual podían surgir estos resultados que,
desde luego, se aceptaron como probables desde el momento mismo en que actuaron
en una empresa de la cual se podían derivar." (Sentencia de febrero 28 de 1985, M. P.
Luis Enrique Aldana Rozo).

"Resulta ilógico e injurídico pretender que se responsabilice a cada interviniente en


una empresa criminal únicamente por la tarea parcial que le correspondió cumplir,
pues ello haría imposible la configuración de la coautoría impropia, ya que esta
emerge de un plan común, del dominio colectivo del suceso, de la distribución de
funciones, cada una de las cuales es una pieza de la realización del resultado
comúnmente querido, la que, como tal, no puede ser considerada aisladamente, pues
podría aparecer como despreciable o ineficaz y, por ende, impune, y que solo
adquiere relevancia en el conjunto y con relación al plan criminal propuesto."
(Sentencia de abril 25 de 2000, rad. 11.925, M. P. Jorge Enrique Córdoba Poveda).

"… resulta característico de la denominada coautoría impropia que cada uno de los
sujetos intervinientes en el hecho punible realicen la conducta típica de manera
conjunta pero con división de trabajo, por ello es inherente a esta figura la
concurrencia de por lo menos dos elementos: uno subjetivo que generalmente es
previo o concurrente con la comisión del hecho, consistente en la existencia de un
acuerdo expreso o tácito para su acometimiento y uno objetivo, que se manifiesta en
la realización de actos orientados a su ejecución como cometido común, siéndoles por
ello imputables a todos los partícipes el delito o delitos que típicamente se
configuren." (Sentencia de diciembre 15 de 2000, rad. 11.471, M. P. Carlos Augusto
Gálvez Argote).

Al ejecutar (...) el secuestro, tomando parte activa y directa en la retención inicial y


acaeciendo este delito día a día, durante todo el tiempo que duró la criminal privación
de la libertad, es incuestionable que como continuaba cometiéndose al momento de
entrar en vigencia la ley 40 de 1993, y seguir así durante algunos meses más, esta es
la preceptiva aplicable y no la que dejó de regir cuando la conducta punible aún no
cesaba.

2. Es clara la vigencia del criterio rememorado por el ad quem, sobre la aplicación de


la ley cuando los delitos son de ejecución permanente, en la medida en que
"continúan perfeccionándose en tanto el sujeto agente persista en mantener en el
tiempo las circunstancias que permiten estructurar la conducta a la descripción
abstracta que de ellos ha realizado el legislador", durante cuya ejecución,
eventualmente, "pueden ser objeto de modificación en su quantum punitivo con
motivo de la vigencia de leyes posteriores" (agosto 12 de 1993, M. P. Edgar Saavedra
Rojas).

Si bien, la acción inicial del secuestro se ejecutó el 6 de diciembre de 1992, en


vigencia del decreto 2266 de 1991, que convirtió en legislación permanente el
artículo 6° del decreto 2790 de 1990, no se puede desconocer que, dada su
naturaleza, se renovó durante todo el tiempo que la víctima permaneció en cautiverio,
hasta el 5 de abril de 1993.

No tenía el superior alternativa diferente a actuar como lo hizo, pues a partir de la


vigencia de la ley 40 de 1993 se tornaba obligatoria la imposición de la pena
legalmente establecida allí para el delito de secuestro, cometido bajo su vigencia y
sin que mediare un subsiguiente factor de favorabilidad, cuando de antaño ha
sostenido esta Sala que la pena que corresponde, "depende exclusivamente de la ley
aplicable y el juzgador no puede variarla pues, de hacerlo, estaría quebrantando el
principio de legalidad de la pena, que prohibe imponer sanción que no se encuentre
establecida en norma vigente" (cfr. sentencia de casación de julio 25 de 1996, rad.
9.577, con ponencia de quien aquí cumple igual función).

Posteriormente ha reiterado la corporación (v. gr., sentencia de casación de


noviembre 19 de 2001, rad. 10.154, igual ponente), también frente a la aplicación de
la ley 40 de 1993, que la necesidad de imponer la sanción preestablecida no significa
desconocimiento de la prohibición de reformar en perjuicio para el procesado, pues lo
único que procura el ad quem es preservar la legalidad de la pena, a lo cual está
constitucionalmente obligado:

"El ajuste a la penalidad instituida en la Ley 40 de 1993, lo dispuso el ad quem para


restablecer el principio constitucional de legalidad, quebrantado por el a quo al

202
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

aplicar la original del artículo 324 del Decreto 100 de 1980, ya inexistente en la
normatividad.

Desconoció, en otros términos, que a nadie se le puede imponer una pena que
legalmente no preexista al acto que se le imputa. Esa Ley 40, por mandato de su
artículo 40, entró a regir a partir de su promulgación, que se produjo en el Diario
Oficial N° 40.726, del 20 de enero de dicho año, empezando a imperar el día siguiente
y, en consecuencia, ya estaba en vigor… siendo ineludible su aplicación.

Aunque los servidores públicos que, como sujetos procesales, actuaban en


representación de la Fiscalía y del Ministerio Público, no hubieran cumplido con su
obligación de impugnar esa grave conculcación de la legalidad, y sólo hubiera
recurrido la defensa, obviamente para otro propósito, el Tribunal…, estaba en el deber
de corregir el ostensible error judicial (art. 13 D. 2700 de 1991, entonces vigente) y
así lo hizo, con apoyo en la reiterada posición entonces unánime y hoy altamente
mayoritaria de esta corporación.

Transcribió el Tribunal apartes de las dos providencias anteriormente citadas,


quedando sin cabida alguna la hipotética violación de la proscripción de la reformatio
in pejus, como lo reconoció tácitamente el casacionista, que ningún enfoque dirigió en
ese sentido.

Diferente es que, por el principio de favorabilidad, una ley posterior, para el caso la
actualmente vigente 599 de 2000, artículo 104, se aplique de preferencia por
contemplar una pena menos severa, frente a lo cual ha venido señalando la Sala que
el ajuste punitivo que pudiera derivarse, debe ser determinado por el correspondiente
Juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad (art. 79-7 L. 600 de 2000)."

No tiene por qué aplicarse, en consecuencia, la preceptiva que erradamente refieran


los servidores judiciales, incluida la punibilidad, pues un yerro de referencia carece de
potencialidad para reformar la ley vigente, siendo ésta la única que puede imponerse,
tal como lo hizo el Tribunal en el asunto sometido a estudio.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 26/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PERALTA VASQUEZ, LUIS CARLOS
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 11885
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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HURTO-Criterios para determinar delito unitario/ CONCURSO/ DELITO


CONTINUADO-Elementos/ DELITO MASA

1. La denunciante, los implicados en cuanto admiten los hechos y los funcionarios


judiciales en la apreciación probatoria coincidieron en aceptar que durante algún
tiempo fueron produciéndose sustracciones paulatinas de los alimentos para
animales, medicamentos, dinero, y otros elementos del almacén "Veterinaria El
Campesino", hasta completar una suma próxima a los once millones de pesos.

Sin duda, cada una de las sustracciones cometidas por los empleados de ese
establecimiento comercial demuestran en ellos un dolo único, la unidad del fin que se
propusieron y un designio común, elementos constitutivos de una sola conducta
punible de hurto, pero manifestada en multiplicidad de actos ejecutivos. En tales

203
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

circunstancias, no es factible endilgar concurso de delitos, pues el ilícito es uno solo, y


la cuantía, para todo efecto, es la que resulte al sumar el valor las apropiaciones
parciales.

En vigencia del Código Penal de 1980, que no contemplaba la figura del delito
continuado (como sí lo hacía el Código de 1936 y lo prevé el actual), doctrina y
jurisprudencia avanzaron en el desarrollo del concepto de unidad de acción típica,
relativa a la conducta única con relevancia jurídico penal, aunque con diversos actos
ejecutivos, identificable por el plan ideado y por la finalidad, para enfrentar los
problemas de tipicidad, antijuridicidad y aún de culpabilidad que planteaban la
realidad procesal, por ejemplo en el caso de pequeños apoderamientos de dinero
ajeno en idénticas circunstancias, que si se hubiesen analizado desde el punto de
vista estrictamente natural, conformarían distintas contravenciones, de acuerdo con
la ley de la época, y no un delito merecedor de otro tipo de sanción.

Sobre ese tema la Sala acotó:

"Aunque el tipo penal de hurto describe la conducta de apoderarse de una cosa


mueble ajena, su estructuración en manera alguna está condicionada a la ejecución
de una acción única de apoderamiento desde el punto de vista físico, o a varias
realizadas simultáneamente. "

"Pero la realidad no siempre suele ser tan sencilla. Pasa a veces que el mismo sujeto
actúa pluralmente contra el patrimonio económico de una misma víctima o de varias,
durante un período de tiempo determinado, corto o largo. Cada acción en esta
hipótesis es desde el punto de vista naturalístico susceptible de ser encuadrada como
delito autónomo. Sin embargo, no es la posibilidad de separación física de cada
acción y la correlativa factibilidad de adecuarlas individualmente al mismo tipo penal,
el camino más adecuado para suministrar la solución del problema. Esto por la
sencilla razón de que la obtención del provecho ilícito al cual orientó su voluntad el
sujeto activo de la infracción puede producirse a partir de diferentes acciones de
apoderamiento, definidas a manera de etapas."

"El interrogante que surge obligatoriamente es cuándo esas distintas acciones


individuales configuran hechos punibles autónomos y concursan entre sí y cuándo, así
sean mental y físicamente separables como arquitecturas típicas, deben tomarse
como actos plurales encaminados al fin único de obtener determinado provecho ilícito
y constitutivo por lo tanto del denominado delito unitario."

"La respuesta al interrogante surge para la Corte de identificar en cada caso concreto
la finalidad que se propuso el autor y la correlativa circunstancia de si para lograrla
requirió de un solo acto o de una suma de actos, más o menos prolongada en el
tiempo. Si fueron varios y subyace la posibilidad física y mental de asumir cada uno
de ellos como delito autónomo, el tomarlos como partes de una conducta única
atentatoria del patrimonio económico, como etapas de una sola acción delictual
ejecutable poco a poco, dependerá de la unidad de sujeto activo, de la unidad de
plan, de la identidad de los distintos actos y de su prolongación en el tiempo". (Auto
del 9 de octubre de 1997, radicación 368, M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar).

En otra oportunidad, al dirimir una colisión de competencias, la Sala descartó el


concurso de hechos punibles, en los siguientes términos:

"En el presente caso concurren los mencionados elementos, pues, a pesar de lo


incipiente de la investigación, se tiene que el imputado se propuso defraudar el
patrimonio económico de la empresa, (…), para la cual trabajaba como vendedor y
cobrador…"

"Como bien puede apreciarse, los actos se prolongaron en el tiempo y obedecieron a
una idéntica estrategia, además que tanto el autor como la víctima fueron los mismos
en cada caso, permitiendo deducir que el propósito de (…) estaba encaminado a
atentar contra el patrimonio de la citada firma, lo que logró a través de una pluralidad
de actos reiterados en el tiempo, con unidad de fin.

Por lo tanto, el proceder del imputado debe asumirse como una única conducta de
hurto, cuya cuantía supera los diez salarios mínimos legales vigentes para el año de
1998 ($ 203.826,oo), concluyéndose, entonces, que se está frente a un delito y no a

204
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

una contravención especial. (Auto del 16 de diciembre de 1999, radicación 16.554,


M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda).

2. En efecto, el artículo 31 del nuevo Código Penal (Ley 599 de 2000), que desarrolla
el concurso de conductas punibles, restableció la institución jurídica del delito
continuado, que como tal no se trataba en el Código Penal de 1980, pero sí en el
régimen de 1936.

El parágrafo del artículo 31 del nuevo Código Penal se refiere a los delitos
continuados y a los delitos masa, de los que no ofrece definición, pero advierte que se
sancionaran con la pena correspondiente al tipo respectivo aumentada en una tercera
parte.

Con referencia a dicho precepto la Sala acotó:

"3.1-. En primer lugar, aunque el Código Penal menciona al delito continuado en un


parágrafo del mismo artículo destinado a la regulación del concurso de hechos
punibles, quizá ello obedece a una impropiedad de técnica legislativa, puesto que es
claro que el delito continuado fue concebido como una figura jurídica autónoma,
independiente y que no forma parte del concurso de delitos.

En efecto, en la Gaceta del Congreso No. 432 (11 de noviembre de 1999), "Ponencia
para primer debate y pliego de modificaciones" al proyecto de ley por el cual se
expide el Código Penal, se indicó:

"Se incluye expresamente el tratamiento de los delitos continuado y masa,


excluyendo la posibilidad del concurso, empero, agravando la pena por cuanto los
mismos implican un mayor grado de injusto y culpabilidad."

Ocurre que el legislador del año 2000 se limitó a determinar la punibilidad


correspondiente al delito continuado y al delito masa, sin definir tales figuras
delictivas y sin aproximarse a su concepto jurídico.

No obstante, ante la necesidad de hacer operativa la figura del delito continuado y del
delito masa en los casos concretos, corresponde a la judicatura desarrollar el tema,
por supuesto, con estricto apego al principio de legalidad.

Camino a desentrañar la naturaleza jurídica del delito continuado, en el marco jurídico


y conceptual del nuevo Código Penal (Ley 599 de 2000), debemos empezar por
recordar que la conducta del sujeto activo del delito está motivada siempre por una
finalidad, hacia la cual se dirige la acción, y esta realidad natural u óntica produce
efectos correlativos en el campo jurídico penal.

Son, pues, elementos del delito continuado: a) un componente subjetivo, constituido


por el plan preconcebido por el autor, identificable por la finalidad; b) el despliegue de
pluralidad de comportamientos de acción u omisión; y c) la identidad del tipo penal
afectado con los tales comportamientos." (Auto del 25 de junio de 2002, radicación
17.089, M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo).

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 26/09/2002
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosamente por un
unico
delito, reajusta penas
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : CALDERON RIVERA, LUIS FERNANDO
PROCESADO : TERRIOS CASTILLO, CARLOS HUMBERTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 12530
PUBLICADA : Si

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205
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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MALTRATO CONSTITUTIVO DE LESIONES PERSONALES/ CONSONANCIA/


CONGRUENCIA DE LA SENTENCIA/ REFORMATIO IN PEJUS/ VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR-Pena accesoria

1. Como quiera que podría pensarse en un fenómeno de atipicidad sobreviniente, la


Corte ha de adentrarse en la situación derivada de la entrada en vigencia del nuevo
Código Penal (Ley 599 de 2000), habida cuenta que, en apariencia, la conducta que
tipificaba el artículo 23 de la Ley 294 de 1996, denominada como maltrato
constitutivo de lesiones personales no fue replicada en aquel cuerpo normativo, como
sí se incorporaron los delitos de violencia intrafamiliar y maltrato mediante la
restricción de la libertad física (artículo 22 y 24 de la Ley 294, ahora 229 y 230 del
Código Penal).

Empero esto no significa que el comportamiento que recogía el citado artículo 23 de


la Ley 294 de 1996 haya sido descriminalizado, sino que hubo un desplazamiento de
la tipicidad, de modo que sus contornos fácticos están descritos a cabalidad en el
nuevo Código Penal.
...

La Ley 599 de 2000, agrupa como una especie de conductas punibles que atentan
contra la familia, las constitutivas de violencia intrafamiliar, las cuales son, como se
dijo, la que lleva este mismo nombre y el maltrato mediante restricción a la libertad
física, pero desde luego, el acto consistente en causarle a otro daño en el cuerpo o en
la salud continúa siendo reprimido, como se observa en el artículo 111, bajo el nomen
iuris de lesiones, correspondiéndole la sanción prevista en el inciso 2º del artículo 113
ibídem, cuando el daño reporta, como en este caso, una deformidad física de carácter
permanente, esto es, prisión de 2 a 7 años, la que se incrementa de una tercera parte
a la mitad, entre otras circunstancias, si la víctima es ascendiente, descendiente,
cónyuge, compañero o compañera permanente, hermano, adoptante o adoptivo, o
pariente hasta el segundo grado de afinidad, o es colocada en situación de
indefensión o inferioridad, o el agente se aprovecha de la misma, según los artículos
104-1,7 y 119 del Código Penal.

Colígese de lo anterior, entonces, que la conducta por la que se le irrogó sentencia a


la procesada continúa siendo delictiva, como también lo era en el derogado Código
Penal, si se hace abstracción de la especial tipificación contenida en la Ley 294 de
1996, dado que estaba descrita en los artículos 331, 333, 339 y 324 del Decreto 100
de 1980, con similar punibilidad, cuyos hitos máximos le abrían paso a este recurso
extraordinario.

2. La incongruencia entre la sentencia y el marco referencial de la acusación, fijado


bien en el acto calificatorio o en el previo a la sentencia anticipada, constituye un
vicio de garantía con repercusiones en el derecho a la defensa y en la estructura del
proceso (cfr. entre otras, sentencias del 17 de agosto de 2000, radicación N° 11.982;
13 de junio de 2001, radicación 14.891; 1° de agosto de 2002, radicación N° 15.590,
con ponencia de los Magistrados Jorge Córdoba Poveda, Nilson Pinilla Pinilla y Álvaro
Orlando Pérez Pinzón, respectivamente).
...

Frente a la imputación definitiva plasmada en la sentencia de segunda instancia


respecto de JIMÉNEZ FRANCO debe la Corte señalar que la disonancia es absoluta.
Pese a que las dos formas delictuales conformaban un mismo género, el de los delitos
contra la armonía y la unidad de la familia, según el Título V de la Ley 294 de 1996, al
habérsele condenado por la conducta punible de maltrato constitutivo de lesiones
personales se enfrentó a un ámbito de punibilidad ostensiblemente gravoso, puesto
que oscilaba entre 32 meses y 14 años de prisión, resultante de armonizar la
agravación prevista en el artículo 23 ibídem con los topes de pena previstos en el
inciso 2º del artículo 333 del Decreto 100 de 1980, correspondientes a la magnitud
del daño inferido al menor. En cambio, para la simple violencia intrafamiliar, el artículo
22 de la Ley 294 preveía una pena de prisión entre 1 y 2 años.

206
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

3. Aparece prístina la violación de la prohibición de la reformatio in pejus, pues habida


cuenta que no aparecía necesaria ajustar a la legalidad la pena impuesta, la situación
por la condena de (...) no podía ser objeto de pronunciamiento alguno por parte del ad
quem. Así, se conculcaron los artículos 31 de la Constitución Política y 217 del
derogado Código de Procedimiento Penal (204, ley 600 de 2000).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 26/09/2002
DECISION : Si casa, declara culpable a la procesada, fija
pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
PROCESADO : JIMENEZ FRANCO, GLORIA INES
DELITOS : Violencia intrafamiliar
PROCESO : 15869
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Forma de presentarla cuando hay pluralidad de situaciones que dan


lugar a élla/ ERROR IN IUDICANDO-Error in procedendo: Técnica/ NULIDAD-
Principio de trascendencia/ INVESTIGACION INTEGRAL-Obligación de
investigar lo favorable como lo desfavorable al imputado/ COMPETENCIA/
NARCOTRAFICO/ SALA ESPECIAL DE DESCONGESTION DEL TRIBUNAL
SUPERIOR DE SANTAFE DE BOGOTA/ DERECHO A LA INTIMIDAD-
Grabaciones magnetofónicas/ GRABACIONES MAGNETOFONICAS

1. La declaración de nulidad, salvo cuando la irregularidad afecte exclusivamente la


sentencia, implica regresar la actuación a una etapa anterior para remediar el yerro y
ajustar la actividad judicial a la Constitución y a la ley.

Cuando el demandante en casación decide formular más de un cargo de nulidad, no


le es dable proponerlos en igualdad de condiciones, pues ha de tener en cuenta que
la invalidación tiene su propia trascendencia en el trámite procesal y, por tanto,
aquélla que genere mayor retorno gozará de prioridad frente a las demás, que
quedarían sin materia al retrotraerse la actuación hasta antes del dislate que les
habría dado lugar, implicando una formulación sucesiva por previa producción, con
formulaciones subsidiarias.

En tal virtud, los cargos que el demandante presenta bajo la égida de la causal
tercera, no se responderán en el orden en que fueron presentados, sino que,
atendiendo la técnica y la lógica, se le dará prioridad al que tiene mayor alcance
regresivo, según lo planteado.

2. Los vicios de actividad y de juicio, en principio, no están relacionados e, incluso,


son contradictorios debido a su naturaleza diversa. En los primeros el defecto del
fallo consistente en que a él se llega dentro de una actuación viciada por una
irregularidad, mientras que en el segundo, la falencia se presenta en los análisis
probatorios o normativos que el juzgador realiza en la sentencia.

Por tanto, su propuesta simultánea es abiertamente contradictoria, pues el vicio de


juicio implica conformidad con la validez formal de la actuación procesal o la
sentencia, al paso que el de actividad parte de una base totalmente opuesta.

El único caso en que la jurisprudencia ha considerado pertinente que se proponga un


error por la causal tercera y que se desarrolle por la primera, es el que tiene que ver
con el error en la denominación jurídica de la conducta, pero esa no es la hipótesis a
que hace alusión el casacionista.

207
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Por lo general la propuesta de nulidad no genera transgresión a la ley sustancial en


los términos de la causal primera. Puede suceder que la nulidad tenga como sustento
un yerro en la apreciación de los medios de prueba o en la interpretación de un
precepto, pero son errores que no recaen sobre una norma sustancial, como se exige
en la causal primera, sino en preceptos procesales.

3. Frente al principio de trascendencia de las nulidades (D. 2700/91, art. 308-2;


L.600/2009, art. 310-2), quien alegue una nulidad debe demostrar que la irregularidad
afecta de manera grave los derechos fundamentales o desconoce las bases de la
instrucción o del juzgamiento.

4. En la sistemática procesal nacional se impone investigar tanto lo favorable como lo


desfavorable al procesado. Ello implica la obligación para el funcionario judicial, entre
otras, de ordenar y practicar las pruebas necesarias, orientadas a la verificación de
las citas y de las afirmaciones que en ejercicio de su derecho material de defensa
realice el sindicado en sus intervenciones procesales, por supuesto a condición de
que no sean superfluas y muestren conducencia, pertinencia y razonabilidad para su
allegamiento y cotejo.

El deber de la investigación integral se constituye en una garantía para los sujetos


procesales, haciendo parte del debido proceso y con implicaciones frente al derecho
de defensa. Su transgresión, acarrea nulidad procesal. Pero lo que hace viable la
censura, en estos casos, es la trascendencia del contenido material de la prueba que
se dice omitida por desidia o negligencia del funcionario, en consideración a lo que se
esperaba de ella, es decir, lo que se pretende acreditar con su práctica y su incidencia
en el sentido de la decisión adoptada.

5. La competencia es una consecuencia de la división del trabajo, que instituye el


Estado para distribuir las funciones judiciales, de acuerdo con el territorio y con la
naturaleza del asunto, además de algunas atribuciones especiales por razones de
fuero.

El artículo 29 de la Constitución Política, expresa que nadie podrá ser juzgado sino
conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa, con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio y ante juez o tribunal competente,
teniendo esto último relación con el interés superior de que las investigaciones y los
juicios sean adelantados imparcialmente, por un despacho investido de jurisdicción y
previamente erigido de acuerdo con la Constitución y la ley, ajeno a dependencias,
presiones o predisposiciones.

6. La competencia de esa Sala Especial de Descongestión estaba delimitada por dos


aspectos, el primero en relación con los procesos que hasta el 1° de julio de ese año
tenía el entonces Tribunal Nacional, y el segundo, para los delitos establecidos en el
artículo 5° ibídem, que no eran exactamente los mismos de que venían conociendo
los Jueces Regionales.

Así lo entendió la Sala de Casación Penal en auto del 30 de noviembre de 1999,


radicación 16.380, Magistrado Ponente Édgar Lombana Trujillo.
...

Pero reiterando la Sala que la competencia, como medida de la jurisdicción y por su


raigambre constitucional, debe acatarse, es lo real que no fue contrariada en el
presente caso, donde ni el principio del juez natural, ni el debido proceso, ni el
derecho de defensa fueron conculcados, no tratándose de una actuación desarrollada
por personas carentes de jurisdicción, o por autoridad ajena a la organización penal, o
por quien usurpare el cargo o la función.

Por el contrario, el sentido del deber de los integrantes de la Sala Penal Especial de
Descongestión del Tribunal Superior de Bogotá, válidamente provista de jurisdicción y
precisamente constituida, previamente, para atender la segunda instancia de esa
clase de delitos de mayor lesividad social, no puede castigarse con la anulación. A esa
corporación se le asignó el conocimiento de los asuntos que estaban en el entonces
Tribunal Nacional, por delitos de competencia de los creados Jueces Penales del
Circuito Especializados, entre otros uno de los aquí investigados, que por conexidad
permitía asumir los relacionados con las conductas punibles de narcotráfico en las
cantidades incautadas, quedando tan sólo el aditamento temporal, que doctrinaria y
jurisprudencialmente no es un factor de competencia.

208
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Se trataba de una Sala de Descongestión adscrita a un Tribunal Superior, con


competencia en todo el territorio patrio, que entró a actuar como lo venía haciendo el
Tribunal Nacional y se esperaba lo hiciera el "Tribunal Superior Nacional", en los
asuntos de conocimiento de los creados Jueces Penales del Circuito Especializados.

De manera que, frente a nuevas disposiciones de difícil interpretación, no puede


tacharse con la nulidad y mayores riesgos de impunidad, la actuación del organismo
que, legalmente investido de jurisdicción y de igual jerarquía que los despachos
ordinarios que vinieron a resultar con tal competencia, frente al posterior
pronunciamiento de esta Sala de Casación Penal, antes evocado, obró razonable y
diligentemente, en el ámbito de su competencia funcional, cumpliendo una actividad
procesal apropiada, que materializa las finalidades hacia las cuales estaba dirigida,
sin conculcar garantías legítimas, ni ocasionar efectos anormales o diferentes de
aquéllos que se habrían alcanzado por el conducto que después se conceptúa como
adecuado.

7. El plazo previsto en algunas de las resoluciones que ordenaron las


interceptaciones, debe contarse una vez iniciada la actividad por los funcionarios a
quienes se les dio la orden, o atendiendo la prórroga que se hubiere concedido; no a
partir de la fecha de las providencias que así lo dispusieron, como parece entenderlo
el recurrente.

Claro está que el derecho fundamental a la intimidad personal, familiar y al buen


nombre tiene reconocimiento en el artículo 15 de la Constitución Política y que la
interceptación o el registro de comunicaciones solamente opera mediante orden
judicial, expedida en obedecimiento a los requisitos previstos por la ley.

Como se trata de la limitación a una garantía fundamental, la orden judicial debe


acatarse en su integridad, de acuerdo con los plazos estipulados, pero no más allá; de
manera que sólo si se producen con desbordamiento de tales requisitos, la prueba
podría tornase ilegal.
...

De tal manera, si bien es cierto que algunas llamadas constituyen prueba ilícita, que
no puede ser tomada en cuenta, esta circunstancia por sí sola no logra demeritar el
fallo, sólidamente sustentado en otros elementos de convicción.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON E. PINILLA PINILLA

Sentencia Casaión
FECHA : 27/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : ECHEVERRY CORREA, RAUL HUMBERTO
PROCESADO : CARDONA ESCUDERO, JOSE IGNACIO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 17393
PUBLICADA : Si

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209
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

CONSEJO VERBAL DE GUERRA/ JUSTICIA PENAL MILITAR-Nulidad/


JUSTICIA PENAL MILITAR- Práctica de pruebas en la audiencia/ DICTAMEN
PERICIAL/ PRESUNCION DE INOCENCIA

1. El artículo 656 del Código Penal Militar vigente para la época de la iniciación y
desarrollo del proceso -Decreto 2550 de 1988-, disponía:

"Integración del consejo verbal de guerra. El consejo verbal de guerra se integrará así:
un presidente, tres vocales elegidos por sorteo, un fiscal, un asesor jurídico y un
secretario".

"El presidente, los vocales, y el fiscal deben ser oficiales en servicio activo o en retiro,
superiores en grado o en antigüedad del procesado. El secretario será un oficial en
servicio activo, cuando se juzgue a oficiales, o a un militar o policía de cualquier
graduación, también en servicio activo, en los demás casos".

Esta disposición coincidía con el artículo 221 de la Constitución Política que, tras la
modificación hecha por el artículo 1o. del Acto Legislativo 02 de 1995, decía que las
cortes marciales y tribunales militares se integrarían por miembros de la fuerza
pública en servicio activo o en retiro.

Los sindicados fueron convocados a consejo verbal de guerra el 22 de octubre de


1997, y se designaron como integrantes de este a dos miembros de la institución
policial y a un abogado, asesor jurídico de la misma. El 3 de diciembre siguiente
fueron escogidos tres oficiales de la policía para que actuaran como vocales.

Con posterioridad a la convocatoria y conformación del consejo verbal de guerra, la


Corte Constitucional declaró inexequibles las normas del Código Penal Militar que
regulaban la materia, mediante sentencia del 22 de abril de 1998, decisión ésta que
no podía afectar de nulidad lo actuado con antelación, no solamente porque en
principio sus fallos obligan hacia el futuro, sino porque expresamente el literal
segundo de la parte resolutiva de la mencionada decisión afirma que "La presente
sentencia rige a partir de su notificación".

Producida la declaración de inconstitucionalidad, el juzgador debía adecuar el trámite


a las previsiones de la sentencia, por cuanto esta dispuso que "hasta tanto no se
dicten las nuevas normas legales, los delitos cuyo conocimiento corresponde a la
justicia penal militar serán decididos conforme a las normas generales de
procedimiento previstas en el Código Penal Militar, vale decir, según las reglas
aplicables a los consejos de guerra sin intervención de vocales".

El Comandante del Departamento de Policía de Bolívar acató esos lineamientos y en


su condición de juez de primera instancia, en providencias del 26 y del 29 de mayo de
1998, modificó la conformación del consejo verbal de guerra para ajustarlo a las
previsiones de los artículos 684 y siguientes del estatuto militar punitivo entonces
vigente, es decir, para acomodar el trámite a los enunciados establecidos para el
consejo de guerra sin intervención de vocales.

Siendo lo anterior suficiente para contestar el cargo, no sobra recordar que la


declaración de inconstitucionalidad en el fondo no obedeció a la conformación con
oficiales del consejo verbal de guerra -punto que cuestiona la demandante-, como
quiera que la decisión explicó que "La Corte cree necesario reiterar que, como lo
dispone el artículo 1o. del Acto Legislativo 02 de 1995, las Cortes Marciales o
Tribunales Militares se integran con miembros de la fuerza pública en servicio activo o
en retiro", y que "desde este punto de vista, la institución de los vocales no viola la
Constitución Política", porque "La integración de los tribunales castrenses con
militares en servicio activo o en retiro constituye un elemento diferenciador de esta
jurisdicción frente a las restantes y, en este caso, desde luego, su participación se
estima legítima y sobre ello no se edifica la inconstitucionalidad". Esta, en esencia,
derivó del fallo "en conciencia" -y no "en derecho"-, que impedía el ejercicio del
derecho de contradicción, pues resultaban desconocidas las razones del mismo
(Sentencia C-145, del 22 de abril de 1998, M. P. Vladimiro Naranjo Mesa).

2. El artículo 464 del Código Penal Militar de la época es claro: la incompetencia del
juez es la primera causal de nulidad, y las irregularidades procesales afectantes del

210
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

debido proceso dan lugar a la segunda causal de anulación, como también emana del
artículo 388 del actual estatuto penal militar (Ley 522 de 1999).

3. Esta norma (art. 670 C.P.M. derogado) decía que el presidente del consejo, "a
petición de parte o de oficio, decretará las pruebas conducentes y practicables en el
momento de la audiencia", disposición que en modo alguno impedía hacer lo propio
tratándose de elementos de convicción que por sus características no pudieran ser
realizadas aparte del debate público.

El artículo 666 del mismo estatuto le asignaba al presidente del consejo verbal de
guerra la función de dirigir la audiencia sin limitación alguna.

El artículo 302 del Corpus militar derogado regulaba el principio de integración, en


virtud del cual "Son aplicables al procedimiento penal militar, en cuanto no se
opongan a lo establecido en este código…las disposiciones contenidas en los Códigos
de Procedimiento Penal…".

Como los artículos 453 y 448 de este estatuto facultaban al juez -director de la
audiencia- para que dispusiera la práctica de pruebas tanto en la vista pública como
fuera de la sede del juzgado, por remisión expresa, el presidente del consejo verbal
de guerra perfectamente podía tomar determinaciones como la que se cuestiona en la
demanda.

4. Las fallas de la censora se ahondan aún más si se tiene en cuenta que anheló la
declaración de nulidad diciendo que se había admitido un dictamen pericial
ilegalmente aducido, afirmación que -como con acierto advierte la Señora
Procuradora Delegada-, debió hacer siguiendo la ruta de la causal primera, cuerpo
segundo, por cuanto el supuesto yerro habría engendrado un error de derecho por
falso juicio de legalidad, forma casacional que conduciría, no a la anulación del
trámite, sino a la inexistencia del medio probatorio obtenido sin sujeción a las
formalidades legales.

5. Se impone dar aplicación al principio constitucional y legal de la presunción de


inocencia, lo mismo que a su similar del in dubio pro reo, pues la imputación original
ha sido sustancialmente desvanecida por los medios probatorios. Y si no hay certeza
sobre que los agentes de la policía infligieron dolosamente heridas al finado, menos
se puede afirmar que, en adecuada relación de causa a efecto, las hipotéticas
lesiones propinadas por éstos a Turra condujeron a su fallecimiento. No cometieron,
pues, homicidio preterintencional y por lo tanto se imponía su absolución.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 27/09/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior
CIUDAD : Militar
NO RECURRENTE : LLANOS VASQUEZ, RAYMUNDO
NO RECURRENTE : GOMEZ JIMENEZ, GUILLERMO
NO RECURRENTE : MENDOZA PASSOS, JORGE LUIS
NO RECURRENTE : DIAZ SANCHEZ, VICTOR JOSE
NO RECURRENTE : RODRIGUEZ GAVIRIA, CRISTIAN ARTURO
DELITOS : Homicidio preterintencional
PROCESO : 16077

211
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

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CASACION DISCRECIONAL-Sustentación/ DERECHO DE DEFENSA-


Inactividad del abogado/ JUSTICIA PENAL MILITAR-Delitos-Desobediencia y
Abandono del puesto/ DESOBEDIENCIA/ ABANDONO DEL PUESTO

1. Para que la Corte ejerza su facultad de otorgar este medio potestativo, es carga del
sujeto procesal presentar los fundamentos que demuestren uno cualquiera de los dos
únicos motivos, o ambos, que habilitan su concesión.

Si se considera necesario que la Sala amplíe su doctrina sobre determinado punto


jurídico, el actor debe precisar que el mismo no ha sido tratado, o que si lo fue,
existen posiciones encontradas sobre el particular que imponen la necesidad de la
unificación, o que es necesario se actualice el criterio. Finalmente, debe probar que
ese adelanto jurisprudencial es indispensable tanto para aunar los conceptos
jurídicos, tarea que compete al tribunal de casación, como para resolver el asunto
concreto.

En punto de la lesión a una garantía fundamental, se exige del demandante que


demuestre en forma específica que ella se produjo en el trámite de las dos instancias
procesales, que indique las normas constitucionales que la definen y que el fallo
censurado se negó a reconocer el hecho.

2. La doctrina de esta Corporación ha sido reiterativa, sin que exista confusión alguna
sobre el particular, respecto de que la inactividad del apoderado durante algunos
periodos de la investigación no se puede tener, por sí sola y de manera aislada, como
abandono de la asesoría técnica, toda vez que, conforme a cada caso particular y
concreto, ella puede ser producto de una táctica que al amparo de la omisión busca
beneficios que pueden surgir del paso del tiempo o de la ausencia de actividad
probatoria judicial.

No es suficiente, además, que de manera abstracta se anuncie una inactividad del


anterior abogado. Se debe probar una concreta omisión y su incidencia en detrimento
del acusado, pues que "la ausencia de actos positivos de gestión en el ejercicio de la
defensa técnica, no necesariamente implica menosprecio de la función encomendada,
puesto que el silencio, dentro de los límites de racionalidad, es también una forma de
estrategia defensiva, no menos efectiva que una entusiasta postura controversial"
(Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, febrero 25 de 1999, radicado
9.998, M. P. Fernando Arboleda Ripoll, posición reiterada el 2 de febrero de 2002,
radicado 10.983, M. P. Nilson Pinilla Pinilla).
...

La Sala también ha sido clara en relación con que la subjetiva valoración del nuevo
apoderado sobre lo que ha debido hacer quien lo precedió, no estructura lesión
alguna, pues sólo existe cuando se demuestra una específica agresión, lo que no
sucede cuando el censor se limita a "decir según su criterio qué hubiera hecho, pues
es lógico que cada profesional, frente a un caso concreto, diagnostique y establezca
su propia estrategia defensiva, de manera que no coincidir en ello no significa que se
haya infringido la garantía constitucional" (radicados 13.315 y 12.534, sentencias de
abril 29 y 1° de septiembre de 1999).

3. En una glosa final, el recurrente dice que no se ha profundizado "en materia del
delito militar de Abandono de Servicio", a efectos de "determinar los alcances del
servicio, las causas o no del abandono".

El actor no menciona ni demuestra providencias antinómicas ni antagónicas sobre el


particular, ni aspectos de derecho sustancial que hayan ocasionado aplicaciones
confusas o encontradas de la norma. Parece que lo que anhela es que se trate el

212
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

tema, en el errado entendido de que ello no se ha hecho. Se equivoca, por cuanto la


Sala sí lo ha estudiado.

Así, por ejemplo, en sentencia del 23 de mayo de 2001 (radicado 12.878, M. P. Jorge
Aníbal Gómez Gallego), aclaró que "en relación con el concepto de servicio, tal como
sin dificultad surge de la previsión contenida en el estatuto castrense, se tiene que es
término referido a los específicos deberes que atañen a los miembros activos de la
Fuerza Pública a quienes se asignan labores de dirección … las faltas contra el
servicio sólo son atribuibles al militar en servicio activo a quien a través de trámites
formales previamente establecidos se le haya asignado una función, tarea o cargo
específico … que luego incumple".

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Casación Discrecional
FECHA : 27/09/2002
DECISION : No concede el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior
CIUDAD : Militar
PROCESADO : TAPIA HERRERA, CARLOS ALBERTO-SARGENTO
PRIMERO
DELITOS : Abandono del puesto
PROCESO : 19001
PUBLICADA : Si

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PARTICIPACION-Interviniente/ COMPLICE/ FAVORABILIDAD/


PRESCRIPCION-Servidor público/ PECULADO POR APROPIACION/
FALSEDAD IDEOLOGICA EN DOCUMENTO PUBLICO/ FALSEDAD EN
DOCUMENTO PRIVADO/ PRESCRIPCION (Salvamento parcial de voto)

1. Teniendo en cuenta que el acontecer fáctico juzgado se realizó entre los años de
1984 y 1988, época en la que se encontraba vigente el Decreto 100 de 1980, y siendo
evidente que con posterioridad al fallo de segunda instancia entró en vigencia, el 25
de julio de 2001, el nuevo Código Penal (Ley 599 de 2000), se hace, entonces,
imperioso que la Corte precise cuál de ellas es la más favorable para efecto de
establecer si las acciones penales correspondientes se encuentran o no prescritas,
según así lo platean algunos memorialistas.

A efecto de determinar cuál es la ley mas favorable es necesario, en este caso, tener
en cuenta, con respecto a cada uno de los delitos imputados, los siguientes aspectos:

- Cuál es el máximo de pena fijado en la ley para cada punible, pues el cálculo del
lapso de prescripción se hace sobre ese máximo.

- El nuevo concepto de interviniente, ya que al tenor del artículo 30 del nuevo Código
Penal, a quien no teniendo las calidades especiales exigidas en el tipo concurra en su
realización se le rebajará la pena en ¼ parte.

- Que la manera de calcular el término de prescripción de la acción penal varió para


quienes no teniendo la calidad de servidores públicos concurran a la realización de un
delito cometido por quien sí tiene esa calidad.

2. El concepto de interviniente, se tiene que al tenor del artículo 30 de la ley 599 de


2000, al interviniente que no teniendo las calidades especiales exigidas en el tipo
penal concurra en su realización, se le rebajará la pena en una cuarta parte.

Por lo tanto, se debe tener en cuenta, para establecer cuál es la ley más favorable, la
calidad con la cual los procesados concurrieron a la comisión de los punibles
imputados, pues pudo ocurrir que se hubiese intervenido como cómplice, con un
aporte secundario, o que el aporte hubiera sido principal, pero se hubiere considerado

213
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

como cómplice, por no tener la calidad de servidor público. En el primer caso, tendría
derecho a las diminuentes por complicidad y por ser interviniente sin la calidad
especial exigida por el tipo, y en el segundo, se debe valorar la conducta, frente a la
nueva legislación, lo que implicaría que eventualmente se le considerara como
coautor, con la sola disminución de una cuarta parte de la pena, por ser interviniente
sin esa calidad especial.

Dijo al respecto la Sala:

"Una última precisión debe realizarse cuando se trata de casos fallados bajo la
legislación anterior, cuya solución jurídica no era la de ahora y la cual daba lugar a
que al particular interviniente se le calificara como un cómplice, con independencia
de la modalidad en que concurría a la realización del delito especial. En estos casos,
que son típicos tránsitos de legislación construidos sobre dos esquemas diferentes de
solución para tales intervenciones, la aplicación del inciso final del artículo 30 del
Código Penal no depende del tipo de participación declarado en la sentencia sino del
tipo de intervención revalorado frente a los nuevos textos legales, es decir, frente al
nuevo sistema regulador del concurso de personas en el hecho punible. En otras
palabras, si se le consideró cómplice en la acusación o la sentencia, pero lo que en
realidad llevó a cabo fue conducta de autor o determinador, la imputación y la pena,
en letra y sentido de la nueva codificación, serán las previstas para la infracción
especial con punibilidad disminuida en una cuarta parte. Pero si se le consideró
cómplice porque llevó a cabo aporte causal de tal, porque su participación además de
accesoria fue secundaria, la imputación y la pena se fijarán considerando la
diminuente por complicidad y, concurriendo con ella, la que correspondería al
interviniente que no tiene la calidad especial, esto es, la del inciso final del artículo 30
del Código Penal".*

En síntesis, la naturaleza del aporte, fácticamente considerado, declarado en la


sentencia, es necesario adecuarlo a la nueva legislación, en aras a determinar si es o
no más favorable.

En lo que concierne a la manera de calcular el lapso de prescripción de la acción


penal, se tiene que conforme a decisión mayoritaria de la Sala, el término de
prescripción se aumentaba en una tercera parte en la etapa del juicio, al tenor del
artículo 82 Código Penal de 1980, cuando el delito era cometido por un servidor
público en ejercicio de sus funciones o de su cargo o con ocasión de ellos y ese
aumento afectaba a todos los copartícipes, incluidos los que carecían de esa calidad
especial, pues la norma no decía que el aumento era sólo para el servidor público,
sino que lo que señalaba era que el término se extendía para la prescripción de la
acción penal, cuando el delito era cometido por el servidor público en ejercicio de sus
funciones o con ocasión de ellas.

El nuevo Código Penal, en cambio, es claro al preceptuar en el artículo 83 que el


aumento es sólo para el servidor público.

Por lo tanto, al particular que concurra en la comisión de un delito de sujeto activo


calificado no solo se le atenuará la pena en una cuarta parte, por ser interviniente sin
la calidad especial exigido por el tipo, sino que no se le extenderá el lapso de
prescripción en una tercera parte, según la nueva ley penal (artículos 30 y 83).

3. Teniendo en cuenta los criterios expuestos en los numerales anteriores, los lapsos
de prescripción, para los diferentes punibles, serán los siguientes:

a) Peculado por apropiación -servidor público- superior a $500.000,oo y a 200 salarios


mínimos legales mensuales vigentes, de acuerdo con el artículo 133.2 del Decreto
100 de 1980, modificado por el 2° de la Ley 43 de 1982, será, para la etapa del juicio,
de 10 años. (15 años + 1/3 ÷ 2 = 10)

b) Peculado por apropiación -coautor interviniente- superior a $500.000,oo y a 200


salarios mínimos legales mensuales vigentes, de acuerdo con los artículos 133.2 del
Decreto 100 de 1980, modificado por el 2° de la Ley 43 de 1982, y 30.3. de la Ley 599
de 2000, será, para la etapa del juicio, de 5 años, 7 meses y 15 días. (15 - ¼ ÷ 2 = 5 -
7 - 15)

214
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

c) Falsedad ideológica agravada por el uso -servidor público-, conforme a los artículos
286 y 290 de la Ley 599 de 2000, será, para la etapa del juicio, de 8 años. (12 + 1/3
÷ 2 = 8)

d) Falsedad ideológica agravada por el uso -coautor interviniente-, conforme a los


artículos 30.3., 286 y 290 de la Ley 599 de 2000, será, para la etapa del juicio, de 5
años. (12 - ¼ ÷ 2 = 54 meses, se aproxima a 5 años)

e) Falsedad en documento privado, de acuerdo con el articulo 221 del Decreto 100 de
1980, será, para la etapa del juicio, de 5 años.

PRESCRIPCION (Salvamento parcial de voto)


DR. Fernando E. Arboleda Ripoll

Con el debido respeto que la decisión de mayoría merece, procedo a consignar las
razones de mi disentimiento respecto de la declaración de cesación de procedimiento
por prescripción de las acciones civil y penal por los delitos de peculado por
apropiación y falsedad ideológica en documentos públicos, agravada por el uso...
...

Debo recordar, pues en ello ha sido persistente la jurisprudencia de la Corte, que la


casación se rige por principios derivados de su carácter de juicio extraordinario al
tribunal de segunda instancia por las condiciones de emisión del fallo que pone fin al
proceso, los cuales le dan razón de ser autónoma y distinta del juicio de
responsabilidad; es, en consecuencia, una sede única que parte del supuesto que el
juicio ha fenecido. Por esta razón, el ejercicio del derecho a impugnar debe orientarse
a demostrar que la declaración judicial del derecho material se apartó de la voluntad
de la norma, y no a revivir debates fácticos o jurídicos que hayan tenido lugar en las
instancias.

Corresponde, entonces, a un recurso que implica un juicio de juridicidad a la


sentencia como decisión de mérito (errores in iudicando), y como acto culminante de
un proceso exento de vicios de trámite o de garantía (errores in procedendo). En el
primer supuesto, la actividad de la Corte debe circunscribirse al examen del derecho
material que el fallo contiene, mientras que en la segunda, su actividad ha de
comprender el examen de la juridicidad de la actuación procesal cumplida, y desde
luego un juicio sobre su legitimidad, en cuanto presupuestos para la adopción de la
sentencia.

Por virtud del principio de limitación que gobierna este excepcional instrumento, su
solución se halla circunscrita a la proposición en concreto de la especie de error
cometido en el fallo, específicamente denunciada en la demanda, de tal manera que
cualquier otra consideración por fuera de lo contenido en ella, resulta por completo
ajena a los principios que rigen la casación y los fines para los cuales ha sido
establecida.

La Sala no puede, sin desbordar los marcos propios de su limitada competencia


funcional, arrogarse la facultad de estudiar la actuación procesal por fuera de los
cargos contenidos en la demanda, menos si ni siquiera ha sido admitida, y por fuera
del pronunciamiento de fondo, pues, salvo que se trate de violación de garantías
fundamentales, mientras la impugnación no haya sido admitida al trámite, la Corte
carece de toda competencia en sede extraordinaria para introducir modificaciones a
la situación jurídica de los procesados definida en el fallo, pues, se insiste, el proceso
ya ha terminado y la casación no es examen de plena justicia.

Una tal variación, sólo sería viable cuando adviene como consecuencia necesaria de
la decisión que se adopte en la sentencia, de oficio o por razón de haberse
demostrado uno o varios de los cargos contenidos en la demanda, sin que pueda
perderse de vista que la facultad oficiosa es, en principio, exclusiva del acto de
decisión del recurso y constituye una clara excepción al principio de limitación que lo
preside, en la medida que permite a la Corte pronunciarse motu proprio sobre motivos
no alegados expresamente por el demandante, siempre y cuando advierta un factor
de nulidad que afecte la legalidad del proceso, o violación manifiesta de garantías
fundamentales, pero únicamente en estos eventos.

215
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

En tales condiciones, resulta claro, entonces, que el acto de calificación de la


demanda, no participa del principio de oficiosidad -a menos que en la actuación se
advierta manifiesta la violación de garantías fundamentales-, ni permite su
aplicación, pues la Corte no puede, so pretexto de aplicar el principio de favorabilidad,
desconocer su limitada competencia funcional, suponer que la impugnación ha sido
declarada en trámite, proceder a revisar la actuación, y oficiosamente adoptar
determinaciones de fondo que afectan el fallo, con prescindencia de las condiciones
de procedibilidad o sustentación que debe presidirla, a manera de una instancia más
y plena.

La extensión de este principio, además de no tener ningún fundamento, conduce al


desconocimiento que el proceso ya ha terminado, el carácter extraordinario de la
impugnación y que la casación no es tercera instancia, como así ha sido
repetidamente dicho por la jurisprudencia, y de claras normas de derecho procesal
que imponen la declaración de su improcedencia o deserción cuando los
presupuestos de procedibilidad o de sustentación no se cumplen y tampoco se
advierte la manifiesta transgresión de garantías fundamentales, sea cual fuere el
contenido o naturaleza de la inconformidad expresada por el recurrente.

Acorde con este carácter excepcional, presupuesto insoslayable para que la Corte
pueda proceder a revisar la juridicidad del fallo o del proceso a que corresponde, y, en
consecuencia, proferir decisiones del tipo de las que son objeto de mi disenso, es la
interposición oportuna de la impugnación por quien cuente con legitimidad e interés
para promoverla, y la presentación en tiempo del correspondiente libelo
sustentatorio, el cual, a su vez, ha de satisfacer íntegramente los requisitos de
admisibilidad normativamente preestablecidos, siendo las causales que el
demandante aduzca, la fundamentación fáctica y jurídica que exponga, y la solución
del caso que presente a la Corte, los que condicionan y, por supuesto, limitan el
pronunciamiento del Juez de casación.

En este orden, resulta claro que cuando la Corte inadmite la demanda porque la
impugnación extraordinaria no procede atendiendo el quantum punitivo o la categoría
del juez que profirió el fallo de segunda instancia; la interposición del recurso o la
presentación de la demanda se hicieron extemporáneamente; o habiendo sido
presentado en tiempo el libelo incumple los requisitos legales; o el impugnante
carece de legitimidad o interés para acudir en casación, no revisa la juridicidad del
fallo ni la validez del proceso en que fue proferido, y por lo mismo no resulta
procedente adentrarse en su estudio para hacer consideraciones sobre el debido
proceso, las circunstancias en que el hecho tuvo realización, la calificación jurídica, la
responsabilidad de los acusados, o la normatividad aplicable al caso.

Menos aún, le compete hacer pronunciamiento alguno en relación con la posibilidad


de dar aplicación al principio de favorabilidad, pues en el entendido que el proceso
culminó con el proferimiento de la sentencia de segunda instancia, el Estatuto
procesal (art. 79-7) establece que con posterioridad al fallo de mérito, dicha
competencia corresponde a los jueces de ejecución de penas y medidas de seguridad.

Y si de lo que se trata es de considerar la prescripción de la acción penal o civil a


consecuencia de la aplicación del principio de favorabilidad, tampoco por dicho
aspecto el Juez de casación cuenta con competencia, pues además de que un tal
raciocinio necesariamente involucra la ponderación de los aspectos fácticos y
jurídicos contenidos en la acusación y el fallo, los cuales, como ha sido visto, no
pueden ser materia de análisis cuando el proceso ha fenecido, la decisión procedente
es la inadmisión de la demanda y no aparece manifiesto el conculcamiento de
derechos fundamentales, acorde con la naturaleza excepcional y limitada de la
impugnación el ordenamiento trae previsto que una tal declaración corresponde
hacerla al Juez de ejecución de penas y medidas de seguridad cuando advierta
incumplimiento de las condiciones de ejecutabilidad del fallo por haber operado el
fenómeno de la prescripción entre la ejecutoria de la resolución acusatoria y la de la
decisión final que hizo tránsito a cosa juzgada.

Acorde con lo expuesto, a mi modo de ver, no se ajusta a la juridicidad ni a los


principios que rigen la casación, la consideración plasmada en la decisión mayoritaria,
en el sentido de que "para efecto de establecer, el tránsito de legislación, cuál es la
preceptiva más favorable para determinar la prescripción, se deben revalorar sus
conductas, lo que implicaría considerarlos como coautores (intervinientes) de
peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público, agravada por

216
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

el uso, pues sus aportes fueron principales, con derecho a la rebaja de ¼ parte de la
pena (art. 30 del C. Penal). Si se les considera como cómplices, al tenor de la
legislación anterior, sólo se les rebajaría la sexta parte (partiendo en ambos casos de
los máximos) por lo que resulta más favorable la nueva normatividad", pues ella
involucra, necesariamente, consideraciones fácticas y jurídicas de la acusación y el
fallo, que en el contexto de la decisión de inadmitir las demandas, son jurídica y
materialmente intocables, máxime si la decisión de la Corte no tuvo como finalidad
restaurar garantías fundamentales conculcadas en la actuación llevada a cabo en las
instancias, o dar aplicación directa a los preceptos constitucionales que las
establecen.

Tal y como lo expuse en el curso de los debates orales en el seno de la Sala, la Corte
carecía de competencia para hacer consideraciones del tipo que fueron plasmados en
el cuerpo del proveído y tomar decisiones relativas a la prescripción de la acción
penal, pues con ellas, en últimas resultan desconocidos el carácter extraordinario de
la casación y el principio de limitación que la rige, los controles intrasistemáticos y
extrasistemáticos del proceso, la objetividad del ordenamiento, y se desquicia
gravemente el sistema.

Y si bien es cierto que en algunas ocasiones en curso de la casación la Corte ha


decretado cesaciones de procedimiento en los casos de prescripción, muerte del
procesado, amnistías o indultos, es de resaltarse que ello ha tenido lugar en eventos
de objetiva comprobación en aplicación del principio de economía, bajo el entendido
que la Corte adquirió competencia por haber admitido la demanda y carecería de
sentido continuar el trámite cuando ha desaparecido el objeto de su decisión final.

No se trata, pues, de exponer una visión formalista del instrumento de la casación,


como de manera corriente se ha pretendido desconceptuar esta clase de
planteamientos, sino de postular una crítica al desconocimiento del sistema, el
carácter progresivo y definitivo que cada una de las etapas del proceso ostenta, y la
necesaria y previa delimitación de su objeto en los pronunciamientos judiciales, pues,
así como ocurre respecto de la apelación en la cual el superior sólo tiene competencia
para revisar los aspectos impugnados, en sede extraordinaria dicha competencia se
halla restringida a los aspectos y temas párrafos arriba tratados, que excluyen la
consideración de tratarse de una instancia adicional de plena justicia como si el juicio
no hubiera concluido con el fallo de segundo grado.

No podría culminar, sin referirme a la decisión de declarar prescrita la acción civil,


pues si bien ella corresponde a una interpretación literal de la norma que la establece
(art. 98 del C. Penal), su aplicación inmotivada no se compadece con el deber de
establecer primero la razón de ser de la disposición, su conformidad con la Carta
Política, o al menos con el principio rector de aplicación prevalente relativo al
restablecimiento del derecho, según el cual los funcionarios judiciales deberán
adoptar las medidas necesarias para que cesen los efectos creados por la comisión de
la conducta punible, las cosas vuelvan al estado anterior, y se indemnicen los
perjuicios, pues es claro que el delito -como fuente de obligaciones-, ni, por supuesto,
sus efectos materiales, económicos y sociales, desaparecen por haber operado el
fenómeno de la prescripción de la acción penal.

No se tuvo en cuenta, que la disposición aplicada al caso sin consideración al sistema


a que pertenece, se ofrece excesivamente gravosa para los intereses particulares de
los perjudicados con el delito, que ven frustradas sus expectativas y resultan
sancionados a consecuencia de la inactividad del Estado. Esto si se toma en cuenta
que en el evento presente la parte civil ejerció la acción en oportunidad y acudió a los
instrumentos previstos por el ordenamiento para lograr el restablecimiento de su
derecho. Con la decisión mayoritariamente adoptada, no sólo se exonera, sin más, de
toda responsabilidad civil a los acusados, sino que deja al afectado sin instrumentos
para perseguirla, tan sólo por haber optado por perseguir la indemnización dentro del
proceso penal, y no por la vía civil donde la prescripción de la acción opera en
términos mucho más amplios, se interrumpe con la admisión de la demanda y no hay
lugar a declararla a consecuencia de la inactividad del órgano jurisdicente.

Debo aclarar, finalmente, que en esta oportunidad no me referiré a lo que constituye


mi criterio respecto de la metodología adoptada por mayoría para contabilizar los
términos de prescripción de la acción penal, pues ello fue suficientemente expuesto
en mi salvamento de voto a la decisión consignada en la sentencia de segunda
instancia de radicado 14001, a cuyas consideraciones me remito.

217
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Son estos razonamientos los que me llevan a discrepar respetuosamente de la


decisión mayoritaria.

___________________________
* Casación. 12191 del 25 de abril de 2002, M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar.
MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Casación
FECHA : 20/06/2002
DECISION : Declara unas prescripciones, inadmite unas
demandas,
inadmite otra por extemp.
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : PERDOMO TAPICHA, VICTOR MANUEL
PROCESADO : GARCIA SIERRA, JAIME ORLANDO
PROCESADO : ORTIZ RODRIGUEZ, ALVARO
PROCESADO : PERAFAN GOMEZ, RICARDO ANTONIO
PROCESADO : RUGET ACEVES, GERMAN ARTURO
PROCESADO : GONZALEZ SANCHEZ, PRIMITIVO ALEXIS
PROCESADO : FACUNDO RINCON, LUIS EDUARDO
PROCESADO : RAMIREZ URREGO, JOSE ARMANDO
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad ideológica en
documento público, Falsedad en documento
privado
PROCESO : 18569
PUBLICADA : Si

Salvamento de Voto DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Véase también en Internet : www.ramajudicial.gov.co

****************************

218
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

Corte Suprema de Justicia


Relatoría Sala de Casación Penal
Indice Alfabético Tercer Trimestre de 2002

A
ABANDONO DEL PUESTO........................................................................................................................ ...................212
ABUSO DE FUNCION PUBLICA................................................................................................................................. ..158
ACCION DE REVISION-Apoderado............................................................................................................ ...............3, 114
ACCION DE REVISION-Casación, diferencias................................................................................................................ .20
ACCION DE REVISION-Causal segunda..................................................................................................................... ...198
ACCION DE REVISION-Causal tercera....................................................................................................................... .....20
ACCION DE REVISION-Legitimidad......................................................................................................... ................3, 114
ACCION DE REVISION-Prescripción................................................................................................................... ....46, 198
ACCION DE REVISION-Prueba nueva................................................................................................................. ..........199
ACTA DE ACEPTACION DE CARGOS-Constancias-Efectos.......................................................................... ................99
ACTA DE ACEPTACION DE CARGOS-Equivalencia con la resolución de acusación................................. ...................99
ACTA DE FORMULACION DE CARGOS-Facultades del Juez................................................................................. ......48
ALEGATO DE CONCLUSION................................................................................................................................. .......188
ALLANAMIENTO-Aquiescencia del morador........................................................................................... .....................135
ALLANAMIENTO-Ataque en casación............................................................................................................ ...............135
APELACION-Competencia limitada del superior.................................................................................................. ....30, 170
APELACION-Procedencia................................................................................................................................................ 170
APELACION-Sustentación.......................................................................................................................... ......................57
APLICACION INDEBIDA DE LA LEY................................................................................................................... ..81, 137
APLICACION INDEBIDA DE LA NORMA................................................................................................................. ...121
ASESORAMIENTO ILEGAL........................................................................................................................ ..................147
ASESORAMIENTO Y OTRAS ACTUACIONES ILEGALES........................................................................ ................147
AUDIENCIA ESPECIAL-Demora en su trámite.................................................................................................... ............61
AUDIENCIA ESPECIAL-Negativa cuando no hay duda probatoria.............................................................. ....................90
AUDIENCIA ESPECIAL-Omisión al trámite................................................................................................................. ..113
AUDIENCIA ESPECIAL-Procedencia......................................................................................................... ....................113
AUDIENCIA PUBLICA................................................................................................................ ...............49, 67, 132, 189
AUDIENCIA PUBLICA-El reemplazar el defensor de confianza por uno de oficio no genera nulidad....................... ......90
AUDIENCIA PUBLICA-Inasistencia del procesado detenido.................................................................................... ......127
AUTO INHIBITORIO-Revocatoria............................................................................................................ ......................193
C
CALIFICACION DEL MERITO DEL SUMARIO-No está limitada por la situación jurídica................................. ..........32
CAMBIO DE RADICACION-Dilaciones en la celebración de la audiencia................................................................ ......49
CAMBIO DE RADICACION-Orden público........................................................................................................... ..........49
CAMBIO DE RADICACION-Traslado de recluso......................................................................................................... ....49
CARGOS EXCLUYENTES-Causal primera y tercera.................................................................................................. ...135
CASACION DISCRECIONAL-Garantías fundamentales.................................................................................... ............139
CASACION DISCRECIONAL-Ley 553 de 2000-Sujetos legitimados.......................................................................... ...119
CASACION DISCRECIONAL-Requisitos................................................................................................................. ......139
CASACION DISCRECIONAL-Sustentación............................................................................... ....................119, 139, 212
CASACION DISCRECIONAL-Trámite.............................................................................................................. .............139
CASACION OFICIOSA............................................................................................................................... ....................152
CASACION OFICIOSA-Límites.......................................................................................................................... ............101
CASACION OFICIOSA-Presupone una demanda en forma..................................................................... ...................42, 66
CASACION-Apreciación probatoria......................................................................................................... ...................19, 80
CASACION-Desestimación\............................................................................................................................ ......................
Si posteriormente se advierte una irregularidad............................................................................... .....................66, 83
CASACION-Interés............................................................................................................................................... .............40
CASACION-Interés para recurrir-Apelación........................................................................................ ....66, 81, 83, 97, 108
CASACION-Interés-Carácter lesivo de la decisión impugnada..................................................................... ....................83
CASACION-Interés\.................................................................................................................................................... ...........
Pretensión más gravosa al recurrente................................................................................................................... ........10
CASACION-Sentencia de segunda instancia.................................................................................................. ...................59
CASACION-Sentencias de constitucionalidad\.............................................................................................................. ........
Estado de Derecho............................................................................................................................. ......................1, 74
CAUCION JURATORIA................................................................................................................................... .................92
CAUCION PRENDARIA-Monto mínimo........................................................................................................... ...............92
CIERRE DE INVESTIGACION-Notificación....................................................................................................... ...........123
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA-No es necesario que la norma que la tipifica aparezca especificada
en la acusación............................................................................................................................................. .................95
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA-Objetivas y subjetivas........................................................... .........95
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA-Posición distinguida................................................................... ....17

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Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

CIRCUNSTANCIAS DE ATENUACION PUNITIVA........................................................................................... .............99


CIRCUNSTANCIAS GENERICAS DE AGRAVACION PUNITIVA........................................................... ......................17
COAUTORIA IMPROPIA................................................................................................................................. .........30, 187
COAUTORIA IMPROPIA-Elementos................................................................................................................... ...........201
COLABORACION EFICAZ............................................................................................................................................. ..97
COLISION DE COMPETENCIA............................................................................................................................... ........27
COLISION DE COMPETENCIA-Cuándo se presenta.................................................................................................. ...106
COLISION DE COMPETENCIA-Ejecución de la sentencia.......................................................................... ...................47
COLISION DE COMPETENCIA-Ley 733 de 2002............................................................................................. ..........7, 87
COLISION DE COMPETENCIA-Resolución de acusación............................................................................................. ....6
COMPETENCIA............................................................................................................................................. ...........71, 207
COMPETENCIA A PREVENCION-Cuando es incierto el lugar........................................................................ .............106
COMPETENCIA-Función acusadora................................................................................................................... ..............40
COMPLICE......................................................................................................................................................... .............213
CONCIERTO PARA DELINQUIR..................................................................................................................... ............7, 79
CONCURSO........................................................................................................................................ ....................158, 203
CONCURSO REAL...................................................................................................................................... ...................153
CONCUSION......................................................................................................................................................... ............17
CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL.................................................................................................... .....21, 171
CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL-Consideraciones en torno a la personalidad del procesado....................13
CONFESION-Reducción de pena...................................................................................................................................... .34
CONFESION-Técnica para alegar su desconocimiento................................................................................. ....................97
CONGRUENCIA DE LA SENTENCIA......................................................................................................... ............80, 206
CONGRUENCIA-Acusación y sentencia............................................................................................... ..............48, 99, 102
CONSEJO VERBAL DE GUERRA........................................................................................................................ .........210
CONSONANCIA............................................................................................................................................................ ..206
CONSULTA..................................................................................................................................................................... ...32
CONTRATACION ADMINISTRATIVA-Urgencia manifiesta...................................................................................... ....193
CONTRATO SIN EL CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS LEGALES........................................................................ ..134
CULPA CON REPRESENTACION.............................................................................................................. .....................65
CULPABILIDAD......................................................................................................................................................... .......88
D
DEBIDO PROCESO...................................................................................................................................... ....................46
DEBIDO PROCESO-Exigencias técnicas............................................................................................................ ............131
DEFENSA TECNICA................................................................................................................................................ ...37, 67
DEFENSA TECNICA-Ausencia de defensor\.................................................................................................... ....................
Se deben demostrar sus efectos negativos.............................................................................................................. ....105
DEFENSA TECNICA-Carencia absoluta............................................................................................................ .............200
DEFENSA TECNICA-Corrección de omisiones............................................................................................. ...................36
DEFENSA TECNICA-Garantía intangible, permanente y real.......................................................................... ..............124
DEFENSA TECNICA-Inactividad contenciosa como estrategia defensiva................................................ ................42, 105
DEFENSA TECNICA-Indagatoria................................................................................................................................. ...152
DEFENSA TECNICA-Indagatoria-Ciudadano honorable............................................................................ ......................36
DEFENSA TECNICA-Indagatoria-Estudiante de derecho................................................................................. ................36
DEFENSA TECNICA-Indagatoria-Licencia temporal................................................................................................ ......180
DEFENSA TECNICA-La inactividad ostensible del defensor genera nulidad................................................................... 42
DEFENSA TECNICA-Se debe demostrar la trascendencia de la inactividad....................................................... ...........123
DEFENSA TECNICA-Silencio como estrategia defensiva........................................................................ ......................180
DEFENSOR.................................................................................................................................................. .....................37
DEFENSOR-Designación para la indagatoria.................................................................................................... ......131, 174
DEFENSOR-Goza de total iniciativa.............................................................................................................. .................124
DEFENSOR-Incompatibilidad de intereses\......................................................................................................... .................
Alcance de la prohibición............................................................................................................................ .........94, 174
DELITO CONTINUADO-Elementos................................................................................................................. ..............203
DELITO DE PELIGRO ABSTRACTO............................................................................................................................. 137
DELITO MASA............................................................................................................................................................ ....203
DELITO PERMANENTE........................................................................................................................................... 97, 201
DELITO PROVOCADO................................................................................................................................................ ...137
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PUBLICA............................................................................. ..................134
DEMANDA DE CASACION-Causal segunda....................................................................................................... ............62
DEMANDA DE CASACION-Debe ser un escrito lógico y sistemático..................................................................... ........19
DEMANDA DE CASACION-Principio de autonomía................................................................................. ........19, 42, 146
DEMANDA DE CASACION-Principio de limitación.......................................................................... .....................42, 146
DERECHO A LA INTIMIDAD-Grabaciones magnetofónicas...................................................................................... ....207
DERECHO A LA NO AUTOINCRIMINACION-No presupone el derecho a mentir............................................. ..........154
DERECHO DE CONTRADICCION-No se limita al sólo contrainterrogatorio................................................ ...............181
DERECHO DE DEFENSA..................................................................................................................... ...................90, 105
DERECHO DE DEFENSA-Defensa técnica, defensa material...................................................................................... ..124
DERECHO DE DEFENSA-Inactividad del abogado............................................................................ ...................184, 212
DERECHO DE INFORMACION-Beneficios al procesado.................................................................................... ....61, 174
DERECHO LABORAL-Condición de pensionado..................................................................................................... ......163
DERECHO LABORAL-Proceso ejecutivo\................................................................................................................ ............
Exigibilidad de la obligación................................................................................................................. ....................179
DERECHOS DE LOS NIÑOS......................................................................................................................................... .156
DERECHOS DEL CAPTURADO................................................................................................................... ...........94, 111
DESOBEDIENCIA..................................................................................................................................................... ......212
DETENCION DOMICILIARIA...................................................................................................................................... ....54

220
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

DETENCION DOMICILIARIA-Improcedencia ante sentencia de primer grado............................................. ..................39


DETENCION PREVENTIVA-No se puede sustituir por la domiciliaria........................................................... ................54
DETENCION PREVENTIVA-Procedencia......................................................................................................... ...............54
DETENCION PREVENTIVA-Sustitución por la domiciliaria............................................................................... ............45
DETERMINADOR-AUTOR-Tienen el mismo grado de punibilidad................................................................ ................94
DICTAMEN MEDICO........................................................................................................................................ ...............73
DICTAMEN PERICIAL........................................................................................................................ ...................101, 210
DICTAMEN PERICIAL-Traslado................................................................................................................. ...................129
DOLO..................................................................................................................................................................... ..........152
DOLO DE IMPETU............................................................................................................................................. ..............65
DOLO DIRECTO............................................................................................................................................... ................88
DOLO EVENTUAL...................................................................................................................................... ...............65, 88
DOSIFICACION PUNITIVA................................................................................................................................. .............39
DOSIFICACION PUNITIVA-Circunstancias de agravación y conceptos del artículo 61 del C.P....................... ...............95
E
EJECUCION DE LA SENTENCIA-Juez competente............................................................................... ...................47, 87
EJECUCION DE LA SENTENCIA-Ninguno de los dos colisionantes es competente.................................................. .....47
EJECUTORIA-De las providencias judiciales........................................................................................ ...................57, 163
EJECUTORIA-Providencia que resuelve la casación........................................................................................... ......58, 112
EJECUTORIA-Providencia que resuelve la casación al decretarse una prescripción........................................ ................61
EMBRIAGUEZ................................................................................................................................................ ................127
ENRIQUECIMIENTO ILICITO DE PARTICULAR...................................................................................... ......................6
ERROR DE DERECHO-Falso juicio de legalidad........................................................................................................... ..58
ERROR DE DERECHO-Falso juicio de legalidad, falso juicio de convicción.................................................... ..............34
ERROR DE HECHO-Apreciación probatoria.................................................................................................... ................80
ERROR EN EL GOLPE...................................................................................................................................... ...............65
ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica en casación................................................................. ................186
ERROR IN IUDICANDO-Error in procedendo\................................................................................................................ .....
Técnica......................................................................................................................................................... ..............207
ESTAFA-Contrato\................................................................................................................................................................ ..
Medio idóneo para ocultar el ánimo de defraudar..................................................................................................... .151
EXTINCION DE LA ACCION PENAL-Muerte del procesado................................................................................. .........86
EXTRADICION DE NACIONALES.............................................................................................................. ..115, 143, 175
EXTRADICION-Acuerdo Bolivariano............................................................................................................ .............8, 175
EXTRADICION-Autorización exámenes.............................................................................................................. .............54
EXTRADICION-Canadá................................................................................................................................. .................106
EXTRADICION-Captura............................................................................................................................ .......................52
EXTRADICION-Carácter prevalente de los preceptos constitucionales................................................................. .........175
EXTRADICION-Concepto de la Corte Suprema de Justicia.................................................................................... 4, 26, 79
EXTRADICION-Concepto del Ministerio de Relaciones Exteriores..................................................................... ..........106
EXTRADICION-Concepto desfavorable\..................................................................................................................... ..........
El Estado requerido queda comprometido a iniciar la investigación.................................................. .......................115
EXTRADICION-Convención de Viena......................................................................................................... ...................106
EXTRADICION-Dinamarca........................................................................................................................................ .......51
EXTRADICION-Doble incriminación.................................................................................................. .......................4, 106
EXTRADICION-Doble incriminación\............................................................................................................ ......................
Cotejo de reciprocidad legislativa a la fecha del concepto...................................................................................... .....23
EXTRADICION-Documentos anexos........................................................................................................... .....................54
EXTRADICION-Documentos anexos-Presunción de autenticidad......................................................... ...............23, 26, 77
EXTRADICION-Ejecutivo\........................................................................................................................................ ............
Eventualmente puede subordinar la concesión de ésta....................................................... ...............4, 25, 77, 106, 143
EXTRADICION-Equivalencia de la acusación.................................................................................... ............23, 52, 77, 79
EXTRADICION-Estados Unidos\........................................................................................................................ ..................
Inexistencia de convenio aplicable....................................................................................................................... ........52
EXTRADICION-Gobierno Nacional\.......................................................................................................................... ...........
Materias específicas de su competencia................................................................................................................... ....79
EXTRADICION-La intervención de la Corte no es de carácter judicial\..................................................................... ..........
Naturaleza.................................................................................................................................................... ................77
EXTRADICION-Lugar de comisión del delito.............................................................................................................. ...143
EXTRADICION-Naturaleza del instrumento....................................................................................................... ........23, 52
EXTRADICION-Naturaleza mixta del trámite........................................................................................... .....................106
EXTRADICION-No privación de la libertad............................................................................................... ......................52
EXTRADICION-Principio de territorialidad..................................................................................................................... ...4
EXTRADICION-Proceso en Colombia............................................................................................................................... 52
EXTRADICION-Prueba.................................................................................................................................... ...........51, 52
EXTRADICION-Prueba-Legalidad del trámite del proceso en el país requirente............................................. ..........25, 51
EXTRADICION-Responsabilidad de la persona solicitada............................................................................ .....................4
EXTRADICION-Tratado con Panamá..................................................................................................................... .........115
EXTRADICION-Validez formal de la documentación.................................................................................... ...........52, 106
EXTRATERRITORIALIDAD............................................................................................................................................. ..4
F
FALSEDAD EN DOCUMENTO PRIVADO......................................................................................................... ...........213
FALSEDAD IDEOLOGICA EN DOCUMENTO PUBLICO......................................................................................... ...213
FALSO JUICIO DE CONVICCION......................................................................................................... ............39, 59, 154
FALSO JUICIO DE EXISTENCIA............................................................................................................................... ....123
FALSO JUICIO DE EXISTENCIA POR OMISION..................................................................................................... ....151

221
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

FALSO JUICIO DE EXISTENCIA-Por omisión y por suposición.............................................................. .....................124


FALSO JUICIO DE EXISTENCIA-Por omisión\.................................................................................................. .................
Exigencias técnicas............................................................................................................................... .................65, 69
FALSO JUICIO DE EXISTENCIA-Por suposición............................................................................................. ...............34
FALSO JUICIO DE IDENTIDAD......................................................................................................... ...............13, 36, 124
FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-Exigencias técnicas......................................................................................... .......15, 80
FALSO JUICIO DE LEGALIDAD....................................................................................................... ................58, 70, 154
FALSO RACIOCINIO............................................................................................................ ..............13, 39, 124, 167, 186
FALTA DE APLICACION DE LA LEY.......................................................................................................................... ....81
FALTA DE APLICACION DE LA NORMA................................................................................................................. ....121
FALTA DE MOTIVACION DE LA SENTENCIA......................................................................................... ...............15, 30
FAVORABILIDAD............................................................................................................................ ...........17, 21, 201, 213
FISCAL GENERAL DE LA NACION-Fuero constitucional disciplinario\................................................................... .........
Congreso de la República......................................................................................................................................... ..158
FISCALIA GENERAL DE LA NACION..................................................................................................................... .......40
FRAUDE A RESOLUCION JUDICIAL.............................................................................................................. .............198
FRAUDE PROCESAL-Se estructura.............................................................................................................. .................158
FUERO..................................................................................................................................................................... ........109
G
GRABACIONES MAGNETOFONICAS....................................................................................................... ..................207
H
HOMICIDIO.............................................................................................................................................................. .......152
HOMICIDIO AGRAVADO-En estado de ira\.............................................................................................................. ...........
Dosificación punitiva............................................................................................................................... ....................48
HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL.............................................................................................................. ...............13
HOMICIDIO-Ley 40 de 1993....................................................................................................................... ........59, 62, 201
HURTO CALIFICADO Y AGRAVADO................................................................................................................... ..........61
HURTO-Criterios para determinar delito unitario...................................................................................... .....................203
I
IMPEDIMENTO-Causal cuarta.................................................................................................................................... ....141
IMPEDIMENTO-Haber dado opinión sobre el caso.................................................................................... ....................166
IMPEDIMENTO-Haber sido vinculado jurídicamente....................................................................................................... 86
IMPUGNACION.................................................................................................................................................. ................9
IN DUBIO PRO REO............................................................................................................................................. ..........171
IN DUBIO PRO REO-Técnica en casación............................................................................................................ ..........129
INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA....................................................................................................... ............10, 62
INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA-Técnica.................................................................................... .....................102
INDAGATORIA-Cargos a terceros.......................................................................................................................... .........141
INDAGATORIA-Interrogatorio............................................................................................................ ......................32, 134
INDAGATORIA-Medio de defensa................................................................................................................... .........32, 134
INDAGATORIA-Medio de prueba.............................................................................................................. ...............32, 154
INDAGATORIA-Presencia de defensor............................................................................................................................ ..94
INDEMNIZACION DE PERJUICIOS.......................................................................................................................... ....121
INDICIO-Inferencia lógica................................................................................................................................................ 154
INDICIO-Técnica para atacarlo en casación............................................................................................................ ...10, 124
INHABILITACION PARA EL EJERCICIO DE DERECHOS Y FUNCIONES PUBLICAS-Autónoma con carácter
sancionatorio............................................................................................................................................. ..................193
INHABILITACION PARA EL EJERCICIO DE DERECHOS Y FUNCIONES PUBLICAS-Interdicción de derechos....113
INIMPUTABILIDAD-Embriaguez.................................................................................................... ...................40, 73, 127
INIMPUTABILIDAD-Menor de edad....................................................................................................... .......................199
INTERDICCION DE DERECHOS Y FUNCIONES PUBLICAS..................................................................... .................58
INTERES ILICITO EN LA CELEBRACION DE CONTRATOS............................................................................. ........193
INTERPRETACION ERRONEA DE LA LEY......................................................................................... ..........81, 121, 137
INVESTIGACION INTEGRAL-Nulidad.................................................................................................. .......................184
INVESTIGACION INTEGRAL-Obligación de investigar lo favorable como lo desfavorable al imputado...............90, 207
INVESTIGACION INTEGRAL-Técnica para alegar su vulneración.............................................................. ...........69, 135
INVESTIGACION PENAL-Investigación privada........................................................................................... ................181
INVESTIGACION PREVIA-Notificación de su iniciación........................................................................ ..............109, 186
INVESTIGACION-Mayor diligencia cuando el asunto ha trascendido al público.................................................. ...........21
J
JUEZ DE EJECUCION DE PENAS.............................................................................................................. ....................87
JUEZ DE EJECUCION DE PENAS-Competencia para resolver sobre el principio de favorabilidad..................... ........177
JUEZ LABORAL-Liquidación de intereses..................................................................................................... ................179
JUEZ NATURAL........................................................................................................................................ .......................71
JURISPRUDENCIA-Elemento auxiliar y no obligatorio............................................................................ .......................32
JUSTICIA PENAL MILITAR- Práctica de pruebas en la audiencia..................................................................... ............210
JUSTICIA PENAL MILITAR-Competencia\......................................................................................................... .................
Delito relacionado con el servicio................................................................................................................. .............109
JUSTICIA PENAL MILITAR-Delitos-Desobediencia y Abandono del puesto....................................................... ..........212
JUSTICIA PENAL MILITAR-Nulidad............................................................................................................ .................210
JUSTICIA REGIONAL-Alegatos previos a la sentencia................................................................................. .................188
JUSTICIA REGIONAL-No audiencia pública.............................................................................................................. ....188
L
LEGALIDAD DE LA PENA............................................................................................................ ..................59, 168, 201

222
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

LEGITIMA DEFENSA-Requisitos para su reconocimiento...................................................................................... .........34


LEY-Interpretación........................................................................................................................................... ................148
LIBERTAD CONDICIONAL............................................................................................................................................. .92
LIBERTAD CONDICIONAL-Requisitos.................................................................................................... .......................89
LIBERTAD PROVISIONAL-Art.365.2°\.............................................................................................................. ................
Requisitos................................................................................................................................................................... ..92
LIBERTAD PROVISIONAL-Peculado por apropiación........................................................................................ .............45
LIBERTAD Y SENTENCIA CONDENATORIA-Subrogado de la condena de ejecución condicional (art.198 C. de P.P.)39
M
MALTRATO CONSTITUTIVO DE LESIONES PERSONALES................................................................. ...................206
MANDATO CIVIL-Fallecimiento del poderdante........................................................................................................... ...86
MEDIDA DE ASEGURAMIENTO (Aclaración de voto)................................................................ ......................54, 55, 56
MEDIDA DE SEGURIDAD........................................................................................................................................ .......73
MEDIDAS CAUTELARES-Carácter taxativo............................................................................................. ....................168
MEDIDAS CORRECIONALES DE LOS FUNCIONARIOS JUDICIALES-Trámite a seguir..................... .......................9
MINISTERIO PUBLICO-Audiencia Especial......................................................................................................... ...........61
MINISTERIO PUBLICO-Concepto............................................................................................................................. .....189
MINISTERIO PUBLICO-Interés para recurrir................................................................................................ .........108, 154
MINISTERIO PUBLICO-Límites del concepto en casación.......................................................................... ..................184
N
NARCOTRAFICO......................................................................................................................................................... ...207
NARCOTRAFICO-Bien jurídico tutelado..................................................................................................................... ...137
NARCOTRAFICO-Dictamen\...................................................................................................................................... ..........
Tiene el carácter de demostración preferente-Pero no es único.............................................................. ...................101
NARCOTRAFICO-Dosis personal.......................................................................................................................... .........183
NO RECURRENTE...................................................................................................................................... ...................179
NON BIS IN IDEM...................................................................................................................................... ................13, 39
NORMAS DE ESTADO DE SITIO-Incorporación como legislación permanente............................................................ 119
NOTIFICACION PERSONAL....................................................................................................................... ....................57
NOTIFICACION POR COMISIONADO......................................................................................................... ..................57
NULIDAD.................................................................................................................................................. ................27, 140
NULIDAD-Debido proceso............................................................................................................................... .................90
NULIDAD-Debido proceso, derecho de defensa.................................................................................................. ......69, 131
NULIDAD-Falta de competencia............................................................................................................ .................156, 189
NULIDAD-Forma de presentarla cuando hay pluralidad de situaciones que dan lugar a élla.......................... ...............207
NULIDAD-No vinculación de otros partícipes.............................................................................................................. .....69
NULIDAD-Omisión al trámite de un recurso-Acto de postulación discrecional-Convalidación de irregularidad.............69
NULIDAD-Oportunidad para solicitarla.................................................................................................... ................17, 163
NULIDAD-Principio de trascendencia................................................................................................................. ............207
NULIDAD-Técnica en casación.................................................................................................... ...............61, 94, 129, 146
NULIDAD-Vicios que dan lugar a declarar la nulidad de una sentencia............................................................ .............156
P
PARTE CIVIL............................................................................................................................................................ .......134
PARTICIPACION-Interviniente............................................................................................................................... .........213
PECULADO POR APLICACION OFICIAL DIFERENTE.......................................................................... ....................153
PECULADO POR APROPIACION........................................................................................................................ ....45, 213
PECULADO POR APROPIACION EN FAVOR DE TERCEROS.......................................................................... .........179
PECULADO POR USO............................................................................................................................. ......................158
PENA................................................................................................................................................................................. .39
PENA-Fines.............................................................................................................................................................. ..21, 171
PENA-Presidio.................................................................................................................................................. .................17
PENA-Principios............................................................................................................................................... .................73
PERITO-Designación.................................................................................................................................... ...................146
PERJUICIOS..................................................................................................................................................... ...............146
PERJUICIOS-Interés para recurrir..................................................................................................................... ................81
PERJUICIOS-Los daños materiales deben ser probados............................................................................................. .....158
PERJUICIOS-Obligados a indemnizar................................................................................................................... ............17
PERSONALIDAD DEL PROCESADO....................................................................................................... ......................13
PODER-Delegación\............................................................................................................................................................ ...
Expresa autorización...................................................................................................................................... ..............37
POLICIA JUDICIAL-Facultades........................................................................................................................................ .70
PRESCRIPCION.......................................................................................................................... ................61, 97, 147, 167
PRESCRIPCION (Salvamento parcial de voto)................................................................................. ......................213, 215
PRESCRIPCION-Proceso ejecutivo laboral..................................................................................................... ................163
PRESCRIPCION-Se ejerce de oficio por parte del Estado............................................................................................. ....46
PRESCRIPCION-Servidor público............................................................................................................................... ....213
PRESUNCION DE INOCENCIA............................................................................................................................. ........210
PREVARICATO POR ACCION................................................................................................................. ......................153
PREVARICATO POR ACCION-Identidad de propósitos de la decisiones................................................................... ......21
PREVARICATO POR ACCION-Ingrediente objetivo................................................................................. .....................171
PREVARICATO POR ACCION-Interpretación de la ley................................................................................................ ..163
PREVARICATO POR ACCION-Se estructura........................................................................................... ......................168
PREVARICATO POR ASESORAMIENTO ILEGAL................................................................................................ .......147
PREVARICATO-Culpabilidad, dolo directo................................................................................................................ .......88
PRINCIPIO DE CONFIANZA................................................................................................................... ......................193
PRINCIPIO DE LEGALIDAD.................................................................................................................................... ......113

223
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

PRINCIPIO DE RESPONDABILIDAD.......................................................................................................................... ..193


PRISION DOMICILIARIA-Sustitutiva de la prisión\......................................................................................................... ....
Requisitos................................................................................................................................................................... ..21
PROCESO DISCIPLINARIO.......................................................................................................................... ...................86
PROCESO PENAL........................................................................................................................................................... ..30
PROCESO PENAL-Finalidad............................................................................................................................ ................42
PROCURADURIA GENERAL DE LA NACION........................................................................................... ...................70
PROVIDENCIAS-No hay irregularidad por falta firma de un Magistrado....................................................... .................54
PRUEBA..................................................................................................................................................... .................25, 52
PRUEBA EN EL JUICIO.......................................................................................................................... .......................145
PRUEBA PERICIAL-Apreciación probatoria.............................................................................................................. .....127
PRUEBA PERICIAL-Técnica para ser atacada.................................................................................................. ..............127
PRUEBA-Conducencia.................................................................................................................................................... ...26
PRUEBA-Conducencia y pertinencia..................................................................................................................... ............51
PRUEBA-Estimación legal............................................................................................................................................... ..13
PRUEBA-Ilegal.................................................................................................................................... ..............70, 152, 177
PRUEBA-Ilegalmente incorporada\...................................................................................................................................... ..
Técnica......................................................................................................................................................... ..............181
PRUEBA-Libertad probatoria................................................................................................................... .................40, 101
PRUEBA-Oportunidad......................................................................................................................................... ............132
PRUEBA-Práctica......................................................................................................................................... ...................145
PRUEBA-Validez de la practicada por el incompetente.................................................................................................... .40
PRUEBA-Valoración probatoria.......................................................................................................................... .....147, 171
R
REBELION................................................................................................................................................................ .97, 167
RECEPTACION.................................................................................................................................................. .................7
RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Defensor de oficio............................................................................ ....36
RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Parte integrante del testimonio.................................... ........58, 145, 177
RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Técnica........................................................................ ......................177
RECONOCIMIENTO FOTOGRAFICO-Procesado privado de la libertad....................................................... .................37
RECURSO DE QUEJA-Antes de hecho..................................................................................................... ...................1, 74
RECURSOS-Desistimiento................................................................................................................................... .............57
RECURSOS-Interés para recurrir................................................................................................................ ......................66
REDENCION DE PENA-Actividades literarias\............................................................................................. ......................
Lectura.................................................................................................................................................... .....................51
REDENCION DE PENA-Evaluación de conducta.................................................................................................. ...........89
REFORMATIO IN PEJUS................................................................................... ......................32, 156, 168, 189, 201, 206
REFORMATIO IN PEJUS-Técnica en casación.............................................................................................................. ...95
REPARACION DEL DAÑO.................................................................................................................................... ...45, 121
REPOSICION-Notificación............................................................................................................................... ...............170
RESOLUCION DE ACUSACION................................................................................................................................. .6, 32
RESOLUCION DE ACUSACION-Ejecutoria\............................................................................................................ ...........
Apelación..................................................................................................................................................................... .46
RESOLUCION DE ACUSACION-Falta de motivación y falsa motivación probatoria................................................ ....129
RESOLUCION DE ACUSACION-Intangibilidad............................................................................................... ...............99
RESOLUCION DE ACUSACION-Marco jurídico-fáctico de la actuación del fallador...................................... .......10, 102
RESOLUCION DE ACUSACION-No se requiere hacer una individualización de la punibilidad..................... ...............95
RESOLUCION DE ACUSACION-Requisitos............................................................................................................ 10, 193
RESOLUCION DE ACUSACION-Resolución de situación jurídica\................................................................... .................
No es limitante................................................................................................................................................ ...........158
RESPONSABILIDAD PENAL...................................................................................................................................... .....81
RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO..................................................................................................................... ...134
S
SALA ESPECIAL DE DESCONGESTION DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE SANTAFE DE BOGOTA.....................207
SANA CRITICA........................................................................................................................................... ..............59, 135
SANA CRITICA-Pruebas............................................................................................................................... ..................171
SANCION CORRECCIONAL........................................................................................................................ .....................9
SECUESTRO.................................................................................................................................................... .................62
SECUESTRO EXTORSIVO............................................................................................................................ ..................71
SECUESTRO EXTORSIVO-Art.6 Decreto 2790......................................................................................... ...................109
SECUESTRO EXTORSIVO-Cobro de una deuda........................................................................................... ................189
SECUESTRO EXTORSIVO-Punibilidad.......................................................................................................................... .97
SECUESTRO EXTORSIVO-Punibilidad-art. 6 Decreto 2790............................................................ ......................97, 102
SECUESTRO SIMPLE................................................................................................................................. .....................71
SEGUNDA INSTANCIA...................................................................................................................................... ............163
SENTENCIA ANTICIPADA......................................................................................................................................... 48, 99
SENTENCIA ANTICIPADA-En el juicio................................................................................................................ ...........15
SENTENCIA ANTICIPADA-Interés para recurrir-Irretractabilidad............................................................................ .......67
SENTENCIA ANTICIPADA-Negación dentro del término legal\............................................................................ ..............
No genera nulidad se ajusta la pena................................................................................................................ ...........111
SENTENCIA ANTICIPADA-Oportunidad..................................................................................................... ..................184
SENTENCIA-De primera y segunda instancia constituyen un todo jurídico........................................ .....................95, 154
SENTENCIA-Falsa motivación\...................................................................................................................................... .......
Técnica......................................................................................................................................................... ..............129
SENTENCIA-Falta de motivación......................................................................................................... ......................15, 30
SENTENCIA-Motivación......................................................................................................................................... ........171

224
Tercer trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal

SITUACION JURIDICA.................................................................................................................................................... .32


SITUACION JURIDICA-Omisión de respuesta a los alegatos........................................................................................... 10
SOBORNO............................................................................................................................................................ ...........158
SUSPENSION CONDICIONAL DE LA EJECUCION DE LA PENA................................................................... ..........171
SUSPENSION DE LA PATRIA POTESTAD............................................................................................. ......................156
SUSTITUCION DE LA PENA DE PRISION POR LA DOMICILIARIA....................................................... ....21, 148, 158
T
TARIFA LEGAL.................................................................................................................................................. ...............59
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE........................................................................................................... ..........81
TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO........................................................................................ ............112, 174
TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Diferencia entre la audiencia especial y la sentencia anticipada.........90
TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Interés para recurrir................................................................... ..........67
TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Separación funcional entre fiscal y juez............................... ...............48
TERMINO-Observancia......................................................................................................................................... ..........181
TESTAFERRATO........................................................................................................................................................... ....32
TESTIMONIO-Criterios para la apreciación................................................................................................................... ...17
TESTIMONIO-Enemistad...................................................................................................................................... ..........152
TESTIMONIO-Identificación................................................................................................................................. ............58
TORTURA-Con fines terrorístas........................................................................................................................ ..............119
TRANSITO DE LEGISLACION........................................................................................................................ ..............153
TRANSITO DE LEGISLACION-Procedimiento aplicable para la interposición de la casación.................................... 1, 74
TRANSITO DE LEGISLACION-Procedimiento aplicable para la interposición de la casación (Salvamento de voto)....74,
75
TRASLADO PARA PREPARACION DE LA AUDIENCIA-No requiere auto.............................................................. .....67
TUTELA........................................................................................................................................................................ ...166
U
UNIDAD NORMATIVA........................................................................................................................................... ........147
UNIDAD PROCESAL-Ruptura................................................................................................................................. .81, 133
V
VARIACION DE LA CALIFICACION JURIDICA PROVISIONAL DE LA CONDUCTA PUNIBLE............................... 27
VERSION LIBRE-Medio de prueba......................................................................................................... .......................140
VINCULACION AL PROCESO PENAL-No vinculación de partícipes............................................................................ .81
VIOLACION DIRECTA DE LA LEY............................................................................................................................. ..167
VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba........................................... ...................65, 70
VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Modalidades............................................................................. ..............81, 121, 153
VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY........................................................................................................................ ...131
VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Modalidades-Técnica...................................................................................... ..124
VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Técnica........................................................................................... ....................42
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR-Pena accesoria......................................................................................................... .....206

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