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DERECHO

PROCESAL III

Apunte de Preparación para el Examen


de Grado

TOMO II

Nelson Gallardo Benavides.


DERECHO PROCESAL III

CAPÍTULO QUINTO: JUICIO ORDINARIO DE MENOR


CUANTÍA

I.- Fuentes Legales:

El juicio ordinario de menor cuantía se encuentra reglamentado en el Libro III, Título


XIV, Párrafo 1° del Código de Procedimiento Civil, o sea, en los artículos 698 al 702.

Su creación es de data relativamente reciente, pues no existía en el Código de


Procedimiento Civil primitivo. Fue establecido por el Decreto Ley N°363, de 17 de marzo
de 1925; y, luego, incorporado al texto del referido Código, con motivo de las reformas que
le introdujo la Ley N°7.760, de 5 de febrero de 1944, y de la fijación de su nuevo texto
definitivo en ese mismo año.

II.- Concepto y Aplicación:

El Juicio ordinario de menor cuantía, es aquel que se aplica respecto de todas las
acciones (pretensiones) declarativas, constitutivas y de condena, respecto de las cuales
concurran los siguientes requisitos copulativos:

- Que la acción por su naturaleza no tenga señalada en la ley un procedimiento


especial; y
- Cuya cuantía del juicio sea superior a 10 UTM e inferior a 500 UTM.

III.- Características:

a.- Es un juicio declarativo: Es decir, destinado a obtener el reconocimiento de un


derecho.
b.- Es un juicio de aplicación general: A toda clase de acciones, sin más limitaciones que
las propias de su cuantía; y por ende, también, supletorio, dentro de igual limitación, a falta
de procedimiento especial.

c.- Es un juicio especial o extraordinario: Desde el punto de vista de su estructura, pues


difiere, en este aspecto, del juicio ordinario de mayor cuantía; y de ahí también su
reglamentación en el Libro III del Código de Procedimiento Civil.

d.- Es un juicio cuya tramitación se ajusta a las normas del juicio ordinario, pero con
ciertas modificaciones: Las que, en general, consisten en la supresión de determinados
escritos y en la reducción de algunos plazos.

IV.- Tramitación del Procedimiento de Menor Cuantía:

Se tramita conforme a las normas del juicio ordinario pero con ciertas modificaciones
que se expresan a continuación:

A.- Plazo Para Contestar la Demanda:

a.1.- El término para contestar la demanda es de 8 días, que se aumentará de acuerdo a la


tabla de emplazamiento.

a.2.- Este aumento (por la tabla de emplazamiento) no podrá exceder de 20 días;

a.3.- No regirá para estos juicios la disposición del Art.258 inciso 2°.CPC, es decir, no se
hace distinción entre la notificación que se realiza en el lugar de asiento del tribunal y la
notificación que se realiza en el territorio jurisdiccional de éste, pero fuera del lugar de
asiento, por lo tanto no se produce el aumento de 3 días (el cual si procede en el juicio
ordinario de mayor cuantía).

De esta forma el término de emplazamiento en el juicio ordinario de menor cuantía,


nunca podrá exceder de 28 días.

a.4.- En el caso del Art.308.CPC, el plazo para contestar la demanda será de 6 días (Art.698
N°2.CPC). En otras palabras, puede suceder que el demandado, en vez de contestar la
demanda, opte por oponer excepciones dilatorias, o subsanados por el demandante los
defectos de que adolezca la demanda, tendrá 6 días el demandado para contestarla,
cualquiera que sea el lugar en donde le haya sido notificada.

B.- Respecto a los Escritos de Réplica y Dúplica:

Se omitirán los escritos de réplica y dúplica (Art.698 N°1.CPC).

El legislador estima, pues, que en esta clase de juicios es suficiente con los escritos de
demanda y contestación para debatir adecuadamente la cuestión controvertida.

Por consiguiente, tampoco en ellos podrán las partes hacer uso del derecho señalado en
el Art.312.CPC; esto es, el de ampliar, adicionar o modificar las acciones y excepciones
que hayan formulado en la demanda y contestación, y que no constituyan el objeto
principal del pleito.

C.- En Cuanto a la Reconvención:

Si se deduce reconvención, se dará traslado de ella al demandante (demandado de la


reconvención), el cual tiene un plazo de 6 días para que interponga excepciones dilatorias o
conteste. Contestada la demanda o en rebeldía del demandado reconvencional, se recibirá la
causa a prueba (o cita a oír sentencia).

La reconvención del demandado, en contra del demandante implica, pues, la


introducción de un nuevo trámite en el período de discusión en esta clase de juicios, cuál es,
la contestación de la reconvención. Evacuado este trámite, o en rebeldía del demandante, el
juez recibirá la causa a prueba. Debió decir más bien el legislador que el tribunal recibirá la
causa a prueba o citará a las partes a oír sentencia, según corresponde.

D.- Citación Obligatoria a la Audiencia de Conciliación:

Se citará a la audiencia de conciliación para un día no anterior al 3° (tercero) ni


posterior al 10° (décimo), contado desde la fecha de notificación de la resolución (Art.698
N°3.CPC). Se introduce al procedimiento de menor cuantía el trámite obligatorio para el
tribunal de la llamada conciliación.
E.- El Término Probatorio:

e.1.- Término Ordinario: 15 días.

e.2.- Término Extraordinario: 15 días, más el aumento que corresponda según el lugar
para el cual se solicita, señalado en la tabla de emplazamiento respectiva. Aumento que en
caso alguno podrá exceder de 20 días. (Puede tener un máximo de 35 días).

e.3.- Término Especial: Se rige por las normas del juicio ordinario de mayor cuantía.

F.- Plazo de Observaciones a la Prueba:

El plazo para realizar observaciones a la prueba, será de 6 días. Según lo señalado en el


Art.698 N°6.CPC.

Se ha mantenido, en consecuencia, el plazo común que tienen las partes, una vez
vencido el término de prueba, para hacer por escrito las observaciones que el examen de
dicha prueba les sugiera; pero reduciéndolo, por obvias razones, a 6 días.

G.- Plazo Para Dictar Sentencia Definitiva:

La sentencia se dictará dentro de los 15 días siguientes al de la última notificación de la


resolución que ordena citar a las partes para oírla (Art.698 N°6.CPC).

H.- Recursos:

h.1.- Recurso de Apelación:

A nuestro juicio, es necesario distinguir entre la apelación de la sentencia definitiva y la


que se deduzca en contra de las demás resoluciones pronunciadas en el curso del proceso:
h.1.1.- Apelación de la Sentencia Definitiva:

h.1.1.1.- La apelación de la sentencia definitiva se tramitará como incidentes (Art.699


inciso 1°, 1ª parte. CPC).

h.1.1.2.- La apelación contra la sentencia definitiva se verá conjuntamente con las


apelaciones que se interpusieron contra las resoluciones dictadas en 1ª instancia y que
fueron reproducidos al deducir la apelación contra la sentencia definitiva.

h.1.1.3.- Las Cortes de Apelaciones destinarán por lo menos, un día de cada semana “a la
vista” preferente de éstas causas.

h.1.1.4.- Los alegatos no podrán exceder de 15 minutos, salvo que el tribunal acuerde
prorrogar este tiempo hasta el doble;

h.1.1.5.- La sentencia deberá dictarse dentro del plazo de 15 días, contado desde el término
de la vista de la causa (Arts. 699 inciso 2°, 701 y 702. CPC).

h.1.2.- Apelación en contra de las otras resoluciones (distintas a la sentencia definitiva):

h.1.2.1.- Regla General:

Concesión diferida del recurso de apelación.

Deducida una apelación en contra de una resolución que no tiene el carácter de


definitiva, el juez tendrá por interpuesto el recurso para después de la sentencia que ponga
término al juicio.

Le regla general es que deducida una apelación entra de resolución que no tenga el
carácter de definitiva, el juez tendrá por interpuesto el recurso para después de la sentencia
que ponga término al juicio. El tribunal dictará una resolución de “téngase presente”, pero
no lo concederá al tribunal de alzada, porque el apelante va a tener la carga de reproducirlo
dentro de los 5 días siguientes al de la notificación de la sentencia definitiva y sólo en
virtud de esa reiteración el tribunal concederá el recurso.

El tribunal de alzada conocerá así de las apelaciones en contra de la sentencia definitiva


y de las reiteradas.
- La reiteración de la apelación debe efectuarse después de la notificación de la
sentencia que ponga término al juicio, tanto si se trata de una sentencia definitiva o
de una interlocutoria que ponga término al juicio (por ejemplo, abandono del
procedimiento).
- El plazo para apelar una sentencia definitiva es de 10 días, plazo que no calza con el
de 5 días para proceder a la reiteración. El profesor Maturana estima que debería
reunirse la reiteración en el mismo acto en que se apela la sentencia definitiva.

h.1.2.2.- Excepciones:

Ciertas apelaciones contra resoluciones que no revisten el carácter de sentencia


definitiva, que una vez interpuestas durante la tramitación de la 1ª instancia deben ser
concedidas de inmediato, para ante el tribunal de alzada, no pudiéndose diferir su
otorgamiento para la reproducción posterior.

Las resoluciones respecto de las cuales se debe conceder apelación inmediatamente son
las siguientes:

- Resoluciones relativas a la competencia del tribunal;


- Resoluciones relativas a la inhabilidad del tribunal;
- Resoluciones que recaigan en incidentes sobre algún vicio que anule el proceso; y
- Resoluciones que se dicten en los incidentes sobre medidas prejudiciales o
precautorias.

h.2.- Recurso de Casación: (Reglas Generales)

En esta clase de juicios, el recurso de casación en la forma procede de conformidad a


las reglas generales contenidas en el Título XIX del Libro III del Código de Procedimiento
Civil y; en especial, a las de los Párrafos 3° y 4° de este Título.

En cuanto al recurso de casación en el fondo, es procedente en los términos señalados


por el Art.767.CPC.
CAPÍTULO SEXTO: JUICIO ORDINARIO DE MÍNIMA
CUANTÍA

I.- Fuentes Legales:

El juicio ordinario de mínima cuantía está reglamentado en el Libro II, Título XIV,
Párrafo 2° del Código de Procedimiento Civil, párrafo que abarca desde el Artículo 703 al
738.

No es originario este procedimiento del Código de Procedimiento Civil, sino que su


inclusión fue por motivo de la Ley N°7.760 de 5 de febrero de 1944, las que la
incorporaron al cuerpo legal en estudio. Fijándolo en forma definitiva, el 21 de marzo del
mismo año.

II.- Concepto y Aplicación:

El juicio ordinario de mínima cuantía es aquel que se aplica respecto de todas las
acciones (pretensiones) declarativas, constitutivas y de condena, respecto de las cuales
concurran los siguientes requisitos copulativos:

- Que la acción por su naturaleza no tenga señalada en la ley un procedimiento


especial; y
- Cuya cuantía del juicio no exceda de 10 UTM.

III.- Clasificación de los Procedimientos de Mínima Cuantía:

Si se examina con mayor detención el contenido del ya citado párrafo 2° del Título XIV
del Libro III del Código de Procedimiento Civil, se podrá apreciar fácilmente que
constituye un pequeño Código acerca de los procedimientos de mínima cuantía.

En efecto, en él hallamos normas que modifican las disposiciones comunes aplicables a


todo procedimiento y que reglamentan el juicio declarativo u ordinario de mínima cuantía y
el juicio ejecutivo de mínima cuantía; y, además, sobre el cumplimiento de las sentencias
pronunciadas en aquella clase de juicios.

De ahí que los procedimientos de mínima cuantía puedan clasificarse en:

- Juicios ordinarios de mínima cuantía; y


- Juicios ejecutivos de mínima cuantía.

Los primeros serán objeto de estudio en éste curso (a continuación); y los segundos
(ejecutivos de mínima cuantía) al tratar en el curso siguiente sobre el juicio ejecutivo de
mayor cuantía, pues el conocimiento de éste es previo e indispensable para poder entrar al
conocimiento y estudio de aquéllos.

IV.- Modificaciones a las Disposiciones Comunes Aplicables a Todos


Procedimiento:

Se dijo que el Libro I del Código de Procedimiento Civil contiene las normas comunes
aplicables a todo procedimiento y, por ende, a los procedimientos de mínima cuantía.

Pero para esta clase de juicios existen algunas disposiciones especiales que viene a
modificar y, en consecuencia, a recibir aplicación preferente sobre aquellas comunes a todo
procedimiento. Estas reglas especiales dicen relación con: las notificaciones, el abandono
del procedimiento, las medidas para mejor resolver, la regulación de las costas y los
mandatarios judiciales. En efecto:

A.- Las Notificaciones:

En cuanto a su forma, las notificaciones las clasificamos en:

- Personales propiamente dichas;


- Personales de conformidad al Artículo 44 del CPC;
- Por cédula;
- Por el estado diario; y
- Por carta certificada.

La demanda y la primera resolución de cualquiera gestión a ésta se notificarán


personalmente al demandado (Art.705 inciso 1°, parte 1ª. CPC).
La sentencia definitiva, la resolución que reciba la causa a prueba y las resoluciones que
ordenen la comparecencia personal de las partes se notificarán por cédula (Art.706 inciso
1°, parte 1ª. CPC).

Las demás resoluciones se notificarán en la forma dispuesta en el artículo 50 del CPC,


esto es, por el estado diario (Art.707 inciso 1°, parte 1ª. CPC); en los juzgados inferiores,
esta notificación por el estado es reemplazada por la carta certificada (Art.707 inciso 1°,
parte 2ª. CPC).

Son funcionarios competentes para practicar notificaciones personales propiamente


dichas, personales de conformidad al artículo 44 y por cédula, el receptor, si lo hubiere; y,
no habiéndolo, o si está inhabilitado, un vecino de la confianza del tribunal, que sea mayor
de edad y sepa leer y escribir, o también un miembro del Cuerpo de Carabineros (Arts. 705
y 706 inciso 1°. CPC).

Ahora bien, para los efectos de las notificaciones por cédula, el demandante al tiempo
de su presentación y el demandado en su primera comparecencia, deberán designar
domicilio en la forma señalada en el inciso 2° del artículo 49, o sea, en un lugar conocido
dentro de la jurisdicción del tribunal correspondiente; pero si el lugar designado se halla a
considerable distancia de aquel en que funciona el juzgado, podrá éste ordenar, sin más
trámites y sin ulterior recurso, que se designe otro dentro de límites más próximos (Art.706
inciso 2°. CPC).

En todo caso, se hará saber al demandante cuando presente su demanda y al demandado


al tiempo de notificarlo, la obligación anterior, de cuya diligencia se pondrá testimonio en
los autos. Igual regla se observará con respecto a los mandatarios que constituyan las
partes, los que deberán designar domicilio al tiempo de presentarse o constituirse el poder
(Art.706 inciso 3° y 4°. CPC).

Puede suceder que el demandado no designe domicilio. En este caso, si la demanda le


ha sido notificada personalmente, se tendrá por tal el que se haya señalado en la demanda; y
si aquella le ha sido notificada en el artículo 44, se considerará como domicilio la morada
en que se haya practicado dicha notificación. Esta norma tendrá aplicación siempre que el
domicilio en donde se practicó la notificación esté dentro de la jurisdicción del tribunal
correspondiente, pues en caso contrario regirá lo dispuesto en el artículo 707 (Art.706
inciso 5°. CPC).

La notificación por el estado se practica aunque las partes no hayan fijado domicilio al
cual deban dirigírseles las cartas a que se refiere el inciso 2° del artículo 46. Pero, cuando el
juicio se tramite ante jueces inferiores, y la resolución sea de aquellas que deban notificar
por el estado, la notificación se hará por carta certificada dirigida al domicilio de las partes,
y, a falta de éste, se entenderán notificadas desde que se extiendan en el proceso las
respectivas resoluciones. Dicha carta certificada deberá contener exclusivamente el aviso
de haberse dictado resolución en la causa, y nada más (Art.707.CPC).

Es interesante señalar que, para practicar notificaciones en estos juicios, serán hábiles
las horas comprendidas entre las seis y las veinte horas de todos los días del año
(Art.708.CPC). En otras palabras, se anticipan en dos horas las hábiles para practicar
notificaciones, y se les da igual carácter a todos los días del año, o sea, aunque
correspondan a domingos y festivos y al período de vacaciones judiciales.

B.- El Abandono del Procedimiento:

El abandono del procedimiento, en estos juicios, se entiende producido cuando todas las
partes que figuran en ellos han cesado en su prosecución durante 3 meses contados desde la
última providencia (Art.709.CPC).

Se trata de un caso de evidente modificación a la regla general sobre abandono del


procedimiento contenido en el artículo 152 del Código de Procedimiento Civil, el que
establece un plazo de 6 meses para que se entienda producido dicho abandono.

C.- Medidas Para Mejor Resolver:

El régimen de las medidas para mejor resolver también sufre algunas modificaciones.
Así, puede decretarlas el tribunal en cualquier estado de la causa y no desde que las partes
se hallen citadas para oír sentencia; puede decretar todas las diligencias y actuaciones
conducentes a la comprobación de los hechos discutidos, y no solamente aquellas
taxativamente enumeradas en la ley; y, en fin, deberá emplear el tribunal en esta labor el
mayor celo posible (Art.714 inciso 1°, parte 2ª. CPC).

D.- Las Costas:

La regulación de las costas, cuando haya lugar a ellas, se hará en la sentencia misma
(Art.726.CPC).
Esto significa que la sentencia no solamente declara el derecho a las costas, sino que,
además, las regula; y con ello conocemos, y se gana rapidez.

E.- Los Mandatarios Judiciales:

Por último, los mandatarios de las partes deben estar presumidos de facultad especial
para transigir (Art. 704 inciso 3°, parte 1ª. CPC).

V.- Características del Juicio Ordinario de Mínima Cuantía:

a.- Es un juicio declarativo: Es decir, estamos en presencia de un procedimiento destinado


a obtener el reconocimiento de un derecho.

b.- Es un juicio de aplicación general: Con las limitaciones de la cuantía y que no exista
para la acción otro procedimiento especial aplicable al caso.

c.- Es un juicio especial: Desde el punto de vista de su estructura, pues difiere en este
aspecto del juicio ordinario de mayor cuantía; y de ahí también su reglamentación en el
Libro III del Código de Procedimiento Civil.

d.- Es un juicio verbal: Es decir, que las presentaciones de las partes deben hacerse por
este medio, no obstante que pueden también hacerlas por escrito; y que se desarrolla a base
de audiencias o comparendos (Arts.704 inciso 1° y 721. CPC).

e.- Es un juicio concentrado: Porque todas las excepciones, tanto las dilatorias como las
perentorias, deben oponerse conjuntamente, las que, por regla general, también se tramitan
en la misma forma y se fallan en la sentencia definitiva; como también todos los incidentes,
los que, por regla general, deben formularse y tramitarse en las audiencias respectivas y su
fallo reservarse para definitiva (Arts. 711, 712 y 723. CPC).

f.- Es un juicio en que el juez tiene mayores y más amplias atribuciones que en otros:
Lo que se traduce en sus facultades para avenir a las partes, apreciar en conciencia la
prueba de las tachas, apreciar la prueba de fondo en casos calificados también en
conciencia, decretar toda clase de medidas para mejor resolver y en cualquier estado del
juicio, resolver en única instancia si un incidente debe o no tramitarse separadamente de la
cuestión principal, etc (Arts. 711, 712, 714, 717 y 723. CPC).
g.- Es un juicio en el que no existen apelaciones en el curso de su tramitación: Pues si
alguna resolución agravia, debemos alzarnos en contra de ella conjuntamente con la
apelación de la sentencia definitiva (Art.723 inciso 2°.CPC).

VI.- Tramitación:

A.- La Demanda y su Proveído:

a.1.- Si se interpone por verbalmente: Se dejará constancia de ella en un acta que servirá
de cabeza al proceso, la que deberá contener (Art.704 inciso 2°.CPC):

- El nombre, profesión u oficio y domicilio del demandante;


- Los hechos que éste exponga y sus circunstancias esenciales;
- Los documentos que acompañe; y
- Las peticiones que formule

a.2.- Si se interpone por escrito: Se ajustará a los requisitos formales de toda demanda,
que ya conocemos.

a.3.- Proveído: La demanda se provee citando a las partes a una audiencia para que
comparezcan personalmente, o representadas por medio de mandatarios, con facultad
especial para transigir, en el día y hora que se designe.

El tribunal fijará para esta audiencia un día determinado que no podrá ser anterior al
tercer día hábil desde la fecha de la resolución y cuidará de que medie un tiempo prudencial
entre la notificación del demandado y la celebración de la audiencia (Art.704 inciso
3°.CPC).

Si la demanda es verbal, inmediatamente deberá entregarse al demandante copia del


acta y de su proveído, con lo cual se entenderá notificado de la resolución que contenga
(Art.704 inciso 4°.CPC).

B.- Notificación:

b.1.- La demanda y la primera resolución de cualquiera gestión anterior a ésta, se notifican


personalmente por medio de un receptor, si lo hay, o no habiéndolo o si está inhabilitado,
por medio de un vecino de la confianza del tribunal, que sea mayor de edad, sepa leer y
escribir, o por un miembro del Cuerpo de Carabineros. Se entregará copia íntegra del acta y
del proveído.

b.2.- Las mismas personas podrán notificar por el artículo 44 del CPC, cuando sea
procedente.

b.3.- Establece norma especial con las horas para notificarse, cuestión que hoy no tiene
mayor trascendencia: entre las 06:00 y las 20:00 horas, todos los días del año.

C.- La Audiencia de Contestación:

Llegados el día y la hora señalados por el tribunal para que se celebre la audiencia de
contestación, se lleva a efecto con la parte que asista (Art.710 inciso 1°. CPC). En otras
palabras, la audiencia se verifica en rebeldía del inasistente, cualquiera que éste sea.

No obstante, en caso de inconcurrencia del demandado, podrá el tribunal suspender la


audiencia si estima:

- Que la demanda no le ha sido notificada mediando el tiempo prudencial a que se


refiere el Art.704; o
- Que haya motivo para creer que la copia correspondiente no ha llegado con
oportunidad a su poder, si la demanda le ha sido notificada de conformidad al
Art.44.CPC.

En tales casos, deberá dictarse una resolución fundada, en la cual se señalarán nuevo día
y hora para la celebración de la audiencia.

El objeto de esta audiencia es variado y fundamental. En efecto, la presente audiencia


está destinada a que:

 El demandado oponga excepciones dilatorias y perentorias que pueda hacer valer en


contra de la demanda (Art.711 inciso 1°.CPC);
 El tribunal, después de oír al demandado, llame a las partes a avenimiento (utiliza
este concepto como sinónimo de conciliación);
 El demandado deduzca reconvención, si lo estima conveniente, y se reúnen los
requisitos que la ley señala al efecto (Art.713.CPC);
 Las partes soliciten la práctica de toda diligencia probatoria, so pena de no ser
admitidas después (Art.714 inciso 1°.CPC); y
 Las partes formulen los incidentes que estimen del caso (Art.723 inciso 1°.CPC).
D.- Las Excepciones Dilatorias:

Desde el momento en que el demandado en la audiencia de contestación debe oponer


las excepciones dilatorias y perentorias que puede hacer valer en contra de la demanda,
quiere decir que las primeras (dilatorias), a diferencia de lo que acontece en el juicio
ordinario de mayor y menor cuantía, no revisten el carácter de previas respecto de las
segundas (perentorias) en cuando a su tramitación, y se fallan igualmente en la sentencia
definitiva (Art.712 parte 1ª. CPC).

Empero, el tribunal podrá:

- Acoger desde luego; o


- Tramitar separadamente en conformidad al artículo 723, las dilatorias de
incompetencia o de personería del demandante, o aquella en que se reclame del
procedimiento, siempre que aparezcan manifiestamente admisibles (Art.712 parte
2ª. CPC).

Se trata de una facultad que el tribunal puede ejercer o no; y su fundamento consiste en
evitar tramitaciones inútiles, o sea, susceptibles de ser posteriormente anuladas. Tramitarlas
separadamente en conformidad al artículo 723, significa con audiencia verbal de la
contraria y decretando las diligencias adecuadas para su acertada resolución.

La apelación que se deduzca en contra de la resolución que deseche las excepciones


dilatorias y que habían sido admitidas a tramitación separada, se concederá en el solo efecto
devolutivo (Art.712 parte final.CPC).

E.- La Reconvención:

La oportunidad para deducir reconvención en esta clase especial de juicios es en la


audiencia de contestación (Art.713 inciso 1°, parte 1ª. CPC).

Pero ello no basta. Es preciso, además, para que la reconvención pueda ser admitida a
tramitación, que concurran los siguientes requisitos:

- Que el tribunal sea competente para conocer de ella;


- Que no esté sometida a un procedimiento especial; y
- Que tenga por objeto enervar la acción deducida o esté íntimamente ligada con ella
(Art.713 inciso 1°, parte 2ª. CPC).
La reconvención se tramitará conjuntamente con la demanda principal, según se
desprende de lo que señala en el artículo 713 inciso 3° del Código de Procedimiento Civil.

Es aplicable también a la reconvención lo dispuesto en el artículo 712 (Art.713 inciso


2°, CPC). ¿Qué ha querido significar el legislador? A nuestro juicio, que la reconvención se
falla en la sentencia definitiva; pero que el tribunal puede acogerla desde luego, o tramitarla
separadamente en conformidad al artículo 723. En otras palabras, sigue las mismas normas
que vimos con anterioridad respecto de las excepciones dilatorias.

F.- Conciliación:

Avenir es sinónimo de conciliar, arreglar, etc. Dicha solución del juicio se produce por
iniciativa del tribunal; y, en esta clase de pleitos, el juez tiene la obligación de llamar a las
partes a avenimiento después de oír al demandado (Art.711 inciso 2° parte 1ª.CPC).

Cabe advertir que el legislador en este artículo utiliza el concepto avenimiento, y no


conciliación. Conceptos que se diferencian, toda vez que el avenimiento se produce por
propia iniciativa de las partes y no a proposición del juez de la causa. De tal manera
concluimos que el legislador, sobre esta materia, se refiere a la conciliación, utilizando la
expresión avenimiento como sinónimo de dicho concepto.

Ahora bien, la iniciativa del tribunal respecto de la conciliación puede correr dos suertes
distintas:

1) Que se produzca el avenimiento, en cuyo caso se consigna en un acta y en la misma


audiencia el tribunal entregará a cada parte copia íntegra autorizada de la referida
acta (Art.711 incisos 2° y 3°.CPC); o
2) Que no se produzca el avenimiento, en cuyo caso el tribunal se limitará a dejar
constancia de este hecho (Art.711 inciso 5°.CPC).

El avenimiento, como se comprende, pone fin al juicio y tiene la autoridad de cosa


juzgada (Art.711 inciso 4°.CPC).

G.- Recepción de la Causa a Prueba o Sentencia:

Contestada la demanda o en rebeldía del demandado, el juez resolverá si debe o no


recibir la causa a prueba (Art.711 inciso 4°.CPC).
En caso afirmativo, esto es, si considera que debe recibir la causa a prueba, fijará los
puntos sobre los cuales debe recaer y señalará una audiencia próxima para recibirla
(Art.751 parte 2ª. CPC).

Esta resolución, por consiguiente, es compleja, puesto que ordena recibir la causa a
prueba, fija los puntos sobre los cuales debe recaer y señala, al mismo tiempo, una
audiencia de prueba.

Recordemos que es de aquellas resoluciones que, de conformidad al artículo 706, deben


ser notificadas por cédula; y que, por expresa disposición del legislador, es inapelable
(Art.715 parte final.CPC).

Nótese que la ley expresa que el juez fijará “los puntos” y no los “hechos” sustanciales,
pertinentes y controvertidos; lo que demuestra que, para los efectos de rendir la prueba
testimonial, no se requiere de la presentación previa de minutas de puntos de prueba.

La resolución que reciba la causa a prueba es inapelable.

En caso contrario, o sea, si se considera por el juez que no es necesario recibir la
causa a prueba, citará a las partes para oír sentencia, la que deberá dictar a más tardar en el
plazo de los 8 días subsiguientes.

H.- La Audiencia de Prueba y Diversos Medios Probatorios:

La segunda audiencia, por consiguiente, está destinada a que las partes rindan las
pruebas, cuya práctica han debido pedir en la audiencia de contestación so pena de no ser
admitidas después (Art.714 inciso 1° parte 1ª. CPC).

Ahora bien, la ley se encarga de reglamentar la producción de los siguientes medios


probatorios: instrumentos, testigos, confesión, inspección del tribunal e informe de peritos.
Veamos, pues, estas reglas:

h.1.- Los Instrumentos:

Tres son las oportunidades que la ley brinda a las partes para producir la prueba
documental:

- Conjuntamente con la demanda:


- En la audiencia de contestación; y
- En las audiencias de prueba.

La parte que desee formular observaciones o impugnar los documentos deberá hacerlo
en la misma audiencia en que se acompañen o en la inmediatamente siguiente.

Los incidentes a que den lugar dichas observaciones o impugnaciones deberán


tramitarse y probarse al mismo tiempo que la cuestión principal, con lo que se sigue al
respecto la regla general en materia de los incidentes.

Empero, los que se formulen en la audiencia de prueba deberán probarse en esa misma
audiencia, salvo que el tribunal por motivos fundados fije para ello una nueva audiencia
(Art.714 inciso 2°.CPC).

h.2.- Los Testigos:

Dos son las oportunidades en que las partes litigantes tienen para anunciar esta clase de
prueba:

- En la audiencia de contestación; o bien


- Dentro de tercero día siguiente a la notificación de la resolución que recibe la causa
a prueba (Art.716 inciso 1°, parte 2ª.CPC).

La manera de manifestar el deseo de rendir prueba testimonial es haciendo anotar en el


proceso el nombre, profesión u oficio y domicilio de los testigos que se ofrecen presentar y
agregando, además, si deben o no ser citados por el tribunal (Art.716 inciso 1° parte
2ª.CPC)

En la audiencia de contestación, el juez tiene la obligación de poner en conocimiento de


las partes estas circunstancias, o sea, que si quieren rendir prueba testimonial deben
manifestar la nómina de sus testigos en la forma antes señalada, todo ello con el objeto de
evitar posibles indefensiones (Art.716 inciso 1°, parte final. CPC).

Existe, al mismo tiempo, una importante limitación en cuanto al número de los testigos:
sólo podrán declarar 4 testigos por cada parte sobre cada uno de los puntos de prueba
fijados por el juez (Art.716 inciso 2°.CPC).

La declaración de testigos se presentará bajo juramento, en presencia de las partes que


asistan, quienes podrán dirigir preguntas al deponente por conducto del juez (Art.717 inciso
1°.CPC).
En cuanto a las causales de tacha, son las mismas que ya conocemos y que enumeran
los artículos 357 y 358, las que deberán hacerse valer por la parte contra quien depongan
tales testigos antes de prestar la correspondiente declaración (Art.717 inciso 2°, parte 1ª.
CPC).

Las inhabilidades que se hagan valer en contra de los testigos no obstan a su examen;
pero el tribunal podrá desechar de oficio a los que, según su criterio, aparezcan
notoriamente inhábiles (Art.717 inciso 3°. CPC). Como se ve, aquí no entra en juego la
clasificación delas inhabilidades en absolutas y relativas, para los efectos de impedir de
oficio el examen de los testigos tachados.

Por último, es del caso señalar que el juez, si lo estima necesario, proveerá lo
conducente al establecimiento de las inhabilidades invocadas, las que apreciará en
conciencia en la sentencia definitiva (Art.717 inciso 2°, parte 2ª. CPC).

h.3.- La Confesión:

La confesión judicial, como medio probatorio, deberá solicitarse en la audiencia de


contestación. Ésta es la regla general en cuanto a la oportunidad para provocar esta prueba.
Por excepción podrá pedirse en la audiencia de prueba, siempre que se encuentre presente
la persona que deba declarar (Art.718 inciso 1°.CPC).

La confesión judicial de las partes podrá pedirse solamente por una vez en el juicio; lo
que no obsta, naturalmente, para que el tribunal pueda también decretarla de oficio, esto es,
como medida para mejor resolver (Art.718 inciso 2°.CPC).

Decretada la confesión, deberá averiguarse previamente si se halla presente la persona


que deba prestarla: en caso afirmativo, se procede de inmediato a tomarla; en caso
contrario, se procede a tomarla en la audiencia de prueba o en otra que se señale para ese
efecto (Art.718 inciso 3°.CPC).

Ahora bien, si la parte se encuentra en el lugar del juicio, la comparecencia se verificará


ante el tribunal de la causa; pero puede suceder que tenga residencia en un lugar diferente,
en cuyo caso la diligencia se practicará ante el juez de dicha residencia. Sin embargo, la
circunstancia de tener apoderado con facultad suficiente para absolver posiciones, libera a
la parte que reside en lugar diferente a aquel en que se sigue el juicio de la obligación de
prestar confesión en persona, a menos que el tribunal estime absolutamente necesaria la
diligencia en esta forma para el fallo (Art.718 inciso 6°.CPC).
En cuanto al régimen de las sanciones, es necesario distinguir previamente si el
absolvente se niega a declarar o da respuestas evasivas, o bien si no concurre el día y hora
fijados y siempre que al pedir la diligencia la contraparte haya acompañado pliego de
posiciones.

En el primer caso, el juez podrá dar por confesados los hechos materia de la respectiva
pregunta (Art.718 inciso 4°.CPC). Naturalmente se trata de una sanción facultativa o
discrecional, a diferencia del juicio ordinario de mayor cuantía, en el cual es imperativa.

En el segundo caso, se darán por absueltas las posiciones en rebeldía del absolvente, sin
necesidad de nueva citación, sobre todos aquellos hechos que estén categóricamente
afirmados en el pliego respectivo y que a juicio del tribunal sean verosímiles (Art.718
inciso 5°.CPC). La diferencia con el juicio ordinario de mayor cuantía es que basta con una
sola citación y que el juez puede abstenerse de dar por confesado un hecho, no obstante
aparecer redactado en forma asertiva, si, a su juicio, no le parece verosímil que haya
acaecido.

De las sanciones anteriores, cabe también colegir que puede pedirse confesión judicial
sin necesidad de tener que acompañar pliego de posiciones. La ventaja de acompañarlo la
encontramos, por lo tanto, en la posible sanción para el caso de incomparecencia de la parte
que debe prestar confesión.

h.4.- Inspección Personal del Tribunal:

No encontramos otra novedad digna de mención respecto de este medio probatorio que,
cuando haya de practicarse, podrá el tribunal proceder por sí solo o con notificación de las
partes, según lo estime conveniente.

h.5.- Informe de Peritos:

Siempre que el tribunal decrete informe de peritos, designará preferentemente para el


cargo al empleado público, municipal o de institución semifiscal que estime competente,
quien estará obligado a desempeñarlo gratuitamente (Art.720 inciso 1°.CPC).

Los informes periciales se presentarán por escrito, pero el juez podrá pedir informes
verbales que se consignarán en los autos con las firmas de quienes los emitan. De ellos
deberá darse cuenta en la audiencia de prueba siempre que sea posible (Art.720 inciso
2°.CPC).

Para terminar lo relacionado con la prueba, es del caso señalar que de todo lo obrado en
la primera audiencia y en las demás que se celebren, se levantará acta firmada por el juez,
las partes asistentes, los testigos que hayan declarado y el secretario, si lo hay; o en defecto
de éste, un ministro de fe o una persona que, en calidad de actuario, nombre el tribunal; que
si alguno de los comparecientes no sabe o no puede firmar, estampará su impresión digital,
y si se niega a firmar, se dejará constancia de ello; y que las resoluciones se extenderán en
el mismo expediente (Art.721.CPC).

I.- Apreciación de la Prueba:

La prueba se apreciará en la forma ordinaria (Art.724 parte 1ª.CPC). Dicho en otras


palabras, en esta clase de juicios, como en los demás que hemos estudiado, debe hacerse
estricta aplicación de las leyes reguladoras de la prueba, o sea, establecer los hechos por los
medios de prueba que el legislador indica, atribuyéndoles el mérito que la misma ley se
encarga de precisar, y, en caso de conflicto entre los medios de prueba, asignándole mayor
mérito a aquel que también la misma ley señala.

Empero, podrá el tribunal, en casos calificados, estimar la prueba conforme a


conciencia y según la impresión que le haya merecido la conducta de las partes durante el
juicio y la buena o mala fe con que hayan litigado en él (Art.724 parte 2ª. CPC).

Se trata, por consiguiente, de una regla del más alto interés y que constituye,
evidentemente, una clara excepción al principio o base fundamental de organización de los
tribunales llamado de la legalidad.

J.- Citación para Oír Sentencia Definitiva:

j.1.- En caso de no ser procedente recibir la causa a prueba, debe citarse a las partes a oír
sentencia al finalizar el comparendo de contestación y conciliación. La sentencia debería
dictarse dentro de los 8 días subsiguientes.
j.2.- Si se hubiere recibido la causa a prueba el tribunal cita a las partes a oír sentencia, y la
dictará dentro de los 60 días contados desde la celebración de la audiencia de contestación
y conciliación, salvo que lo impidan circunstancias insuperables. En este evento debe
cumplir con dos obligaciones:

- dejar constancia en la sentencia de las circunstancias insuperables que le impidieron


dictarla dentro de término; y
- dar cuenta oportunamente en los estados mensuales a que se refiere el Art.586
N°4.COT, de las mencionadas circunstancias insuperables (Art.722 parte 2ª.CPC).

K.- Sentencia Definitiva:

En cuanto a los requisitos de forma, la sentencia definitiva deberá expresar los


siguientes puntos (Art.725 inciso 2°.CPC):

h.1.- La individualización de los litigantes;

h.2.- La enunciación brevísima de las peticiones del demandante y de las defensas del
demandado y de sus fundamentos respectivos;

h.3.- Un análisis somero de la prueba producida;

h.4.- Las razones de hecho y de derecho que sirven de fundamento al fallo; y

h.5.- La decisión del asunto.

No olvidemos que las excepciones dilatorias ordinariamente se resuelven en la


sentencia definitiva. De allí que si en ésta se da lugar a una excepción dilatoria, el tribunal
debe abstenerse de pronunciarse sobre la cuestión principal (Art.725 inciso 2°.CPC).

Por último, deberá dejarse copia íntegra de la sentencia definitiva en el libro que se
llevará con este objeto y de todo avenimiento o transacción que ponga término al juicio
(Art.725 inciso 3°.CPC).

L.- Los Incidentes:

Los incidentes deberán formularse y tramitarse en las audiencias de contestación y


prueba y su fallo se reservará para la sentencia definitiva, la que será inapelable.
Podrá el tribunal, atendida la naturaleza del incidente, tramitarlo separadamente, con
audiencia verbal de la parte contraria, y decretar las diligencias adecuadas a su acertada
resolución.

De igual modo, podrán tramitarse los incidentes especiales de que tratan los artículo 79,
80 y 81; los Títulos X, XI, XII, XIII, XIV, XV y XVI del Libro Primero y los Títulos IV y
V del Libro Segundo.

Las resoluciones que se dicten en todo procedimiento incidental, cualquiera sea su


naturaleza, serán inapelables.

M.- Los Recursos:

m.1.- Recurso de Apelación:

No procede el recurso de apelación en conformidad al artículo 45 N°1 letras a) y b) del


Código Orgánico de Tribunales, que señala que los jueces de letras conocerán en única
instancia de las causas civiles que no excedan de 10 UTM. Es decir, no procede el recurso
de apelación en contra de la sentencia definitiva, de la resolución que recibe la causa a
prueba y de las resoluciones en procedimientos incidentales. (Corroborar***).

m.2.- Recurso de Casación en la Forma:

m.2.1.- Causales: Solo proceden en los casos de los Números 1, 2, 4, 6, 7 y 9 del


Art.768.CPC

m.2.2.- Se consideran trámites esenciales:

- El emplazamiento del demandado en la forma prescrita por la ley para que conteste
la demanda;
- El acta en que deben consignarse las peticiones de las partes;
- El llamado a conciliación; y
- El emplazamiento de las mismas para que ocurran ante el tribunal de segunda
instancia a seguir el recurso de apelación, cuando se haya interpuesto y proceda.
m.2.3.- Forma de interponerlo: Se interpondrá verbalmente o por escrito, sin previo
anuncio. Si la interposición es verbal, se dejará constancia de ella en un acta que firmarán el
juez y el recurrente. En todo caso, sólo se harán mención expresa de la causa en que se
funde (Art.709.CPC). Dicho en otros términos, aquí no cuenta la mención expresa y
determinada de la ley que concede el recurso por la causal que se invoca como requisito de
interposición.

m.2.4.- Plazo de Interposición: Por regla general, dentro del plazo fatal de 5 días, que se
cuenta desde la notificación de la sentencia recurrida; pero si se trata de una sentencia de
primera instancia, conjuntamente con el de apelación en caso de intentarse también este
último (Art.791.CPC).

m.2.5.- Tramitación: Varía según la naturaleza unipersonal o colegiada del tribunal


llamado a conocer del respectivo recurso. En efecto, si el tribunal es unipersonal, la
tramitación se rige por las mismas reglas de la apelación que ya conocemos (Art.792.CPC);
y si es colegiado, después de examinar su previa admisibilidad, se manda que se traigan
ante él los autos en relación (Art.793 inciso 1°.CPC).

En este último caso, regirán también las disposiciones del inciso 2° del artículo 699 y
los artículos 701 y 702; o sea, los alegatos no podrán exceder de 15 minutos, salvo que el
tribunal acuerde prorrogar este tiempo hasta el doble; el tribunal destinará, por lo menos, un
día de cada semana a la vista preferente de estos recursos; y la sentencia deberá dictarse
dentro del plazo de 15 días, contados desde el término de la vista de la causa (Art.793
inciso 2°.CPC).

No hay que olvidar que si la causal alegada necesita probarse, se abrirá un término con
tal objeto, y se rendirá la prueba, según las reglas establecidas para los incidentes
(Art.794.CPC).
CAPÍTULO SÉPTIMO: EL JUICIO SUMARIO

I.- Fuentes Legales:

El juicio sumario se halla reglamentado en el Título XI del Libro III del Código de
Procedimiento Civil, en los Artículos 680 al 692.

Su texto primitivo, en el curso de los años, ha experimentado una importante reforma a


virtud de la Ley N°7.760, de 5 de febrero de 1944, que estableció diversos casos en que,
por expresa disposición del legislador, se aplica el procedimiento sumario, ampliando así su
campo de acción.

II.- Definición:

Es un procedimiento breve y concentrado que, dentro de lo expuesto en el Artículo 2


del CPC, ha de considerarse extraordinario, pero que tiene aplicación general o especial
según sea la pretensión que se haga valer, el que es resuelto mediante una sentencia que
puede revestir, según la pretensión en la cual recae, el carácter de meramente declarativa,
constitutiva o de condena.

III.- Campo de Aplicación del Juicio Sumario:

El procedimiento de que trata el aludido Título XI del Libro III del Código de
Procedimiento Civil, se aplica, en defecto de otra regla especial, a los casos en que la
acción deducida requiera, por su naturaleza tramitación rápida para que sea eficaz; y,
además, a los casos expresamente contemplados en la ley (Art.680.CPC).
A.- Aplicación General:

Se puede sostener que un juicio sumario constituye un procedimiento extraordinario de


aplicación general cada vez que concurren los requisitos establecidos en el inciso 1° del
Artículo 680 del CPC, es decir, cada vez que la acción deducida, requiera, por su
naturaleza, de una tramitación rápida para que sea eficaz.

La concurrencia de los supuestos que hacen aplicable el juicio sumario para la


tramitación y resolución de la pretensión hecha valer en la demanda corresponde efectuarla
al órgano jurisdiccional.

Atendido el principio de la pasividad de los tribunales en el procedimiento civil, para


que se aplique el procedimiento sumario será necesario que el actor solicite su aplicación.

De esta forma, una demanda puede tramitarse conforme al procedimiento sumario, de


acuerdo a su aplicación general, cuando:

- El actor haya hecho valer una pretensión en su demanda, que por su naturaleza
requiera de una tramitación rápida para ser eficaz;
- Que el actor haya solicitado la aplicación del procedimiento sumario en su
demanda.
- Que el tribunal dicte una resolución en la cual expresa o tácitamente haga aplicable
el procedimiento sumario.

B.- Aplicación Especial:

El juicio sumario deberá aplicarse en los números mencionados en el inciso 2° del


artículo 680 del Código de Procedimiento Civil. Son los siguientes:

b.1.- A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o
en otra forma análoga;

b.2.- A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o


extinción de servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den
lugar (se excluyen las servidumbres voluntarias, a menos que requieran de tramitación
rápida por su naturaleza);

b.3.- A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697 (honorario
que procedan de servicios profesionales prestados en juicio, pues el acreedor podrá optar
entre perseguir la remuneración por el procedimiento sumario o interponiendo reclamación
ante el tribunal que haya conocido del asunto);

b.4.- A los juicios sobre remoción de guardadores y los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados;

b.5.- Los juicios sobre separación de bienes (derogado);

b.6.- A los juicios sobre depósito necesario y comodato precario;

b.7.- A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas a virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil; (al prescribir la
acción ejecutiva, tendré que hacer valer la acción declarativa, pero no en el juicio ordinario,
largo y engorroso, sino en el sumario, breve y concentrado).

b.8.- A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el
contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 696;

b.9.- A los juicios en que se ejercite el derecho que concede el artículo 945 del Código
Civil para hacer cegar un pozo; (Artículo 65 del Código de Aguas) y

b.10.- A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o
cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del Código Procesal Penal
y siempre que exista sentencia penal condenatoria ejecutoriada.

IV.- Características del Juicio Sumario:

a.- Es un juicio declarativo: Pretende obtener la declaración de un derecho.

b.- Es un juicio común o de aplicación general: puesto que sirve para hacer valer
cualquiera clase de acción siempre que, por su naturaleza, requiera de un procedimiento
rápido para que sea eficaz; pero por excepción, es también especial o de aplicación
particular, cuando así lo ha dispuesto expresamente el legislador.

c.- Es un juicio extraordinario o especial: Porque desde el punto de vista de su estructura,


difiere notablemente del juicio ordinario de mayor cuantía.

d.- Es un juicio que admite substitución de procedimiento: Esto es, que iniciado como
sumario, puede decretarse su continuación conforme a las reglas del juicio ordinario, si
existen motivos fundados para ello, y viceversa, si aparece la necesidad para aplicarlo
(Art.681.CPC)
e.- Es un juicio verbal: No obstante que las partes pueden, si lo desean, presentar minutas
escritas en que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen
(Art.682.CPC).

f.- Es un juicio en que la rebeldía del demandado presume la efectividad del derecho
del actor: De suerte que éste puede pedir, siempre que lo haga con fundamento plausible,
que se exceda provisionalmente a la demanda, sin perjuicio del derecho del demandado a
oponerse posteriormente, o bien que el juicio siga adelante aun sin su oposición
(Art.684.CPC).

g.- Es un juicio breve: Lo que se demuestra por las circunstancias que pasan a expresarse a
continuación:

- Por su estructura: ya que el juicio sumario se reduce a la demanda, comparendo de


contestación, llamado a conciliación, término probatorio de 8 días y sentencia;
- Por la oportunidad en que deben dictarse sus resoluciones: es decir, tan pronto como
se encuentre en estado el proceso o, a más tardar, dentro de 2° día (Art.688.CPC);
- Por la facultad otorgada al tribunal de alzada para pronunciarse, a solicitud de parte,
sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en primera para ser falladas en
definitiva, aun cuando no las resuelva el fallo apelado, en vez de casar dicho fallo, o
bien ordenar al juez de primera que lo complete (Art.692.CPC); y
- Por la preferencia para el fallo en los tribunales unipersonales y decisión en los
tribunales colegiados sobre el resto de los negocios judiciales (Art.319.COT).

h.- Es un juicio concentrado: En el sentido de que tanto la cuestión principal y las


accesorias (incidentes), cualquiera que sea su naturaleza, deben promoverse y tramitarse en
la audiencia respectiva, sin paralizar el curso de aquélla, debiendo la sentencia definitiva
pronunciarse sobre la acción deducida y los incidentes, o sólo sobre estos cuando sean
previos o incompatibles con dicha acción (Art.690.CPC).

i.- En materia de incidentes: Éstos, se promueven y tramitan en la misma audiencia de


contestación conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta. Se
resuelven, por regla general, en la sentencia definitiva.

j.- Citación para oír sentencia: Se introdujo al proceso de sumario este trámite, por medio
de la Ley N°18.705, de 24 de mayo de 1988.

k.- Conciliación: Con la modificación introducida por la Ley N°19.334, de 7 de octubre de


1994, se introdujo el trámite obligatorio de la conciliación una vez finalizado el
comparendo de contestación.
V.- Importancia del Juicio Sumario:

En resumen, las características anteriores del juicio sumario nos demuestran por sí solas
su innegable importancia, puesto que hace más oportuna, expedita y económica la acción
de la justicia, permitiendo obtener la declaración de un derecho sin tener que someterse su
titular a los formalismos y a la lentitud del juicio ordinario.

Tanto es así que, en algunas legislaciones procesales extranjeras, el procedimiento


sumario constituye el rito común o de aplicación general, reservándose el juicio ordinario
solamente para aquellos negocios que, por su importancia económica o complejidad
jurídica, requieren de este último procedimiento.

VI.- Tramitación del Juicio Sumario:

A.- Demanda y su Proveído:

El juicio sumario, como todo otro juicio, comienza con la interposición de la demanda
del actor.

Desde el momento en que el procedimiento sumario es verbal, la demanda también


deberá revestir esta forma; pero como las partes pueden, si quieren, presentar minutas
escritas en que establezcan los hechos invocados y las peticiones que formulen
(Art.682.CPC), no hay inconveniente legal para que el actor presente la demanda de forma
escrita.

En la práctica, por razones de comodidad y de seguridad, los demandantes utilizan


siempre esta última forma, o sea, la escrita, para interponer sus demandas.

A falta de disposición legal especial en contrario, la demanda se ajustará a los requisitos


de forma señalados en el artículo 254 del CPC.

Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil después de la
última notificación, ampliándose este plazo si el demandado no está en el lugar del juicio,
con todo el aumento que corresponda en conformidad a lo previsto en el artículo 259 del
CPC (Art.683 inciso 1°.CPC).
En consecuencia la resolución que debe recaer en la demanda del juicio sumario es la
siguiente: “Por interpuesta demanda en juicio sumario, vengan las partes a comparendo el
quinto día hábil después de la última notificación, a… horas”.

Obsérvese que el tribunal no se halla facultado para señalar un día fijo a fin de que se
lleve a efecto la audiencia respectiva; y que si el demandado no está en el lugar del juicio, o
sea, si se encuentra en otro departamento, o fuera del territorio de la república, la audiencia
se verificará dentro del quinto día hábil a contar desde la última notificación, aumentado en
el plazo señalado en la tabla de emplazamiento. (5° día hábil post notificación + tabla).

La razón de ser de ésta diferencia es que el artículo 683 sólo se remitió al 259, dejando
de lado el 258; o sea, el caso en que el demandado se encuentre en el mismo territorio
jurisdiccional, pero fuera de los límites de la comuna que sirve de asiento del tribunal.

Como tampoco existe regla legal especial sobre la manera de notificar al demandado,
por ser la primera gestión judicial, deberá notificarse personalmente.

B.- Personas con derecho a asistir a la audiencia:

Por regla general, las personas que tienen derecho a asistir a la audiencia a que cita el
tribunal, al dar curso a la demanda interpuesta de acuerdo al procedimiento sumario, son las
mismas partes litigantes, esto es, demandante y demandado.

Excepcionalmente, hay casos en que también tienen derecho a asistir a esta audiencia
otras personas, cuales son el defensor público, cuando deba intervenir conforme a la ley, o
cuando el tribunal lo juzgue necesario; y los parientes de alguna de las partes, cuando sea
necesario oírlos (Arts.683 inciso 2° y 689.CPC).

C.- La Audiencia o Comparendo:

En nuestra opinión, llegados el día y la hora señalados para que se lleve a efecto la
audiencia o comparendo a que ha citado el tribunal, diversas situaciones pueden presentarse
en la práctica y que es muy importante distinguir:

c.1.- Que comparezcan ambas partes litigantes y, además, el defensor público y los
parientes, en el caso de que estos últimos deban hacerlo;
c.2.- Que comparezca sólo el demandante;

c.3.- Que comparezca sólo el demandado;

c.4.- Que no comparezca el defensor público, debiendo hacerlo;

c.5.- Que no comparezcan los parientes, debiendo hacerlo; y

c.6.- Que no comparezcan demandante ni demandado.

c.1.- Que comparezcan ambas partes litigantes y, además, el defensor público y los
parientes, en el caso de que estos últimos deban hacerlo:

Con el mérito de lo que en la audiencia se exponga, se llamará a las partes a


conciliación (Art.262.CPC) y posteriormente se recibirá la causa a prueba o se citará a las
partes para oír sentencia (Art.683 inciso 2°, parte final.CPC).

La audiencia de rigor, en consecuencia, está destinada fundamentalmente a oír a las


partes y a las demás personas que a ella deban concurrir; y en especial, a escuchar y dejar
constancia d la contestación que el demandado formule a la demanda.

Tanto es así que la no celebración de la audiencia respectiva equivale a la falta de


emplazamiento del demandado, con lo cual se habría omitido uno de los elementos
integrantes de éste trámite o diligencia esencial y, por consiguiente, la sentencia que
pudiere dictarse en semejantes condiciones sería susceptible de ser anulada por la vía de la
casación en la forma.

Si comparece, además, el defensor público, se dejará constancia de su parecer en el acta


que se extienda; y si también lo han hecho los parientes, el tribunal les pedirá informe
verbal sobre los hechos que considere conducentes (Art.689 inciso 2°.CPC).

Ahora bien, para saber el tribunal si debe recibir la causa a prueba, recurrirá a las
normas generales, o sea, adoptará esta actitud siempre y cuando en el juicio exista
controversia sobre hechos substanciales y pertinentes.

En caso afirmativo, dictará la resolución que corresponda, de la cual se impondrán


personalmente las partes si es pronunciada en la misma audiencia; y si lo ha sido
posteriormente, deberá notificárseles por cédula (Art.48.CPC).
c.2.- Comparece sólo el demandante:

El comparendo se lleva a efecto en rebeldía del demandado. Luego, el tribunal debe


llamar a conciliación obligatoria (Art.262.CPC) y entonces el tribunal puede asumir dos
actitudes:

- Recibir la causa a prueba; o


- Acceder provisionalmente a lo pedido en la demanda, si el actor así lo solicita con
fundamento plausible (Art.684 inciso 1°.CPC).

En consecuencia, la actitud del tribunal está condicionada, en cierto modo, a la


conducta que observe el demandante: si nada dice, recibirá la causa a prueba, puesto que la
rebeldía del demandado implica negación de las pretensiones del actor; y si, por el
contrario, pide que se acceda provisionalmente a lo solicitado en su demanda, accederá a
ello, siempre que la petición aparezca revestida de fundamento plausible.

Dada la importancia de la institución de la aceptación provisional de la demanda, nos


referiremos a ella, separadamente, más adelante.

c.3.- Comparece sólo el demandado:

Nada preceptúa sobre ello el Título XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil.

En el silencio, estimamos que es del caso recurrir a las disposiciones comunes


aplicables a todo procedimiento; o sea, el comparendo se celebrará en rebeldía del
demandante y el tribunal deberá llamar a las partes a conciliación (Art.262.CPC), para
luego recibir la causa a prueba o citar a las partes a oír sentencia.

c.4.- No comparece el respectivo oficial del ministerio público o defensor público,


debiendo hacerlo:

Sabemos que, en este caso, la intervención dl oficial ya referido es exigida por la ley o
por el tribunal. Empero, su inasistencia no frustra el comparendo, el cual siempre se lleva a
efecto, pues el legislador no ha facultado al juez para suspender la audiencia por este
evento.
La solución no es otra, en consecuencia, que pasar, en seguida, los autos en vista a ese
funcionario para que dictamine sobre la controversia pendiente, en razón de que se trata de
un caso en que la audiencia del ministerio público o defensor público es obligatoria.

c.5.- No comparecen los parientes, debiendo hacerlo:

Aquí es preciso distinguir la calidad de los parientes inasistentes. En efecto, si el


tribunal nota que no han concurrido algunos parientes cuyo dictamen estime de influencia y
que residan en el lugar del juicio, podrá suspender la audiencia y ordenar que se les cite
determinadamente (Art.689 inciso 3°.CPC).

c.6.- No comparecen demandante ni demandado:

Ninguna trascendencia ni gravedad tiene este evento. Sólo se habrá perdido la


notificación, y la parte que desee activar el procedimiento pedirá la fijación de nuevo día y
hora para que se lleve a efecto la audiencia de rigor, debiendo notificarse por cédula la
resolución que así lo determine (Art.48.CPC).

D.- Llamado a Comparendo de Conciliación:

Con la modificación introducida por la Ley N°19.334, de 7 de octubre de 1994, en todo


juicio civil en que legalmente sea admisible la transacción, una vez agotados los trámites de
discusión, esto es, luego de terminado el comparendo de contestación, el juez está obligado
a llamar a las partes a conciliación. Este trámite es esencial en los términos establecidos por
el Art.795 N°2, y su omisión habilita a la parte respectiva para interponer el respectivo
recurso de casación en la forma (Art.768 N°9.CPC).
E.- La Aceptación Provisional de la Demanda:

Hemos expresado que, si sólo comparece el demandante, la audiencia se lleva a efecto


en rebeldía del demandado; y que el tribunal recibirá la causa a prueba, o que “accederá
provisionalmente a lo pedido en la demanda”, si el actor lo solicita con fundamento
plausible.

Pues bien, en este segundo caso, el demandado, por su parte, frente a la resolución que
accede provisionalmente a lo pedido en la demanda, puede adoptar dos actitudes:

- Formular oposición; o
- No deducirla.

Si se opta por formular oposición, este derecho deberá hacerlo valer dentro del término
de 5 días contados desde la notificación; y, una vez formulada, se citará a nueva audiencia,
produciéndose como si se tratara de la primera audiencia (Art.684 inciso 2°, parte 1ª.CPC);
o sea, con el mérito de lo que en ella se exponga se recibirá la causa a prueba o se citará a
las partes para oír sentencia (Art.683 inciso 2°, parte final.CPC).

Entretanto, no se suspenderá el cumplimiento provisional de lo decretado con tal


carácter, ni menos se alterará la condición jurídica de las partes; es decir, el demandante
continuará siendo el actor, y el demandado, sujeto pasivo (Art.684 inciso 2°, parte
final.CPC).

Si en cambio, opta por no deducir oposición, el tribunal recibirá la causa a prueba, o


citará a las partes para oír sentencia, según los estime de derecho (Art.685.CPC).

Cualquiera de las dos actitudes anteriores que puede asumir el demandado, frente a la
resolución que accede provisionalmente a lo pedido en la demanda, no es impedimento para
que pueda también apelar de ésta última resolución, la que se le concederá en el sólo efecto
devolutivo (Art.691 inciso 2°.CPC).

Si, en definitiva, se accede a lo pedido en la demanda, el cumplimiento provisional de


lo resuelto se transformará en permanente; y, a la inversa, si se rechaza, habrá que deshacer
el cumplimiento provisional con todos los inconvenientes prácticos que es de imaginar.

En resumen, la institución de la aceptación provisional de la demanda, en el juicio


sumario, es una reminiscencia del derecho español antiguo y dudosa utilidad práctica.
F.- La Prueba:

Rige sobre el particular un principio fundamental: la prueba, cuando haya lugar a ella,
se rendirá en el plazo y en la forma establecida para los incidentes (Art.686.CPC).

Dicho en otras palabras, recibido a prueba el juicio sumario y notificada a las partes la
resolución que así lo disponga, comenzará a correr un término probatorio ordinario de 8
días.; y aquella que desee rendir la prueba testimonial deberá presentar su lista de testigos
dentro del plazo de segundo día, a contar de la última notificación (Art.90 y 323.CPC).

Este es el término probatorio ordinario; puesto que sabemos que también hay término
probatorio extraordinario en los incidentes, cuando hayan de practicarse diligencias
probatorias fuera del lugar en que se sigue el juicio, el que no podrá exceder de 30 días
(Art.90 inciso 3°.CPC), e incluso, término especial, de conformidad a las reglas generales.

No está de más recordar que la resolución que recibe el juicio sumario a prueba se
notifica por cédula (Art.48.CPC); que no será necesario presentar, junto con la lista de
testigos, minuta de puntos de prueba desde el momento en que esta prueba se rinde “en la
forma” establecida para los incidentes; y que el término probatorio, en esta clase de juicios,
es fatal para rendir toda suerte de pruebas.

G.- La Sentencia:

Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las partes para oír
sentencia (Art.687.CPC).

La Ley N°18.705 incorporó al juicio sumario la citación para oír sentencia y por lo
tanto, este trámite pasó a ser esencial en el procedimiento. La sentencia definitiva deberá
dictarse en el plazo de 10 días siguientes a la fecha de la resolución que citó a las partes
para oír sentencia. Las demás resoluciones deberán dictarse, a más tardar, dentro de
segundo día.

La sentencia definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o


sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con aquélla (Art.690 parte
final.CPC).
H.- Los Recursos:

Pronunciada sentencia definitiva de primera instancia en el juicio sumario, las partes


agraviadas tienen a su disposición los recursos de casación en la forma y el de apelación.

La sentencia definitiva de segunda instancia es susceptible de casación en la forma y


fondo.

Empero, el recurso de apelación en el juicio sumario se halla sometido a régimen


especial, en cuando dice relación a sus efectos, a su tramitación y a las facultades del
tribunal de alzada.

En efecto:

- La regla general es que todas las resoluciones pronunciadas en el juicio sumario


sean apelables en el solo efecto devolutivo (Art.691 inciso 2°.CPC);
- por excepción, son apelables en ambos efectos la sentencia definitiva y la resolución
que dé lugar al procedimiento sumario cuando éste se hubiere iniciado como
ordinario (Art.691 inciso 1°, parte 1ª. CPC).

Sin embargo, la sentencia definitiva y la resolución que ordena substituir el


procedimiento ordinario en sumario serán apelables en el solo efecto devolutivo en caso de
que, concedido el recurso libremente, hayan de elidirse sus resultados (Art.691 inciso 1°,
parte final. CPC). Como se ve, en estos dos casos se vuelve a la regla general.

Recordemos que el artículo 194 N°1 del CPC había dispuesto que se concederán en lo
devolutivo las apelaciones deducidas respecto de las resoluciones dictadas contra el
demandado en los juicios sumarios; pero, por tratarse de una norma general, en su
aplicación debe ser pospuesta a la regla especial contenida en el artículo 691 del Código
antes citado (principio de especialidad).

La tramitación del recurso de apelación en el juicio sumario se ajustará en todo caso a


las reglas establecidas para los incidentes (Art.691 inciso 3°.CPC).

Por consiguiente, ninguna importancia tiene la naturaleza procesal de la resolución


recurrida para determinar su tramitación; pues sea ésta sentencia definitiva, o bien
cualquiera otra resolución, lo cierto es que, en todo caso, la primera resolución que se
pronunciará en la alzada será “autos en relación”.

Todavía más, en segunda instancia podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte,


pronunciarse por vía de apelación sobre toda las cuestiones que se hayan debatido en
primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo
apelado (Art.692.CPC).
En consecuencia, para que tenga aplicación legal la norma anterior se requiere: que se
trate de una cuestión debatida en primera instancia y para ser resuelta en definitiva; que este
fallo definitivo no resuelva dicha cuestión y haya sido apelado; y, por último, que exista
petición expresa de parte interesada en orden a que esta omisión sea subsanada por el
tribunal de alzada.

De no existir esta disposición excepcional en el juicio sumario, al tribunal de segunda


instancia, en presencia de una omisión semejante y en conformidad a las reglas generales,
no le habría quedado otro camino a seguir que invalidar de oficio la sentencia apelada, por
falta de decisión del asunto controvertido; o bien, limitarse a ordenar al de primera que
complete la sentencia, dictando resolución sobre el punto omitido, y suspendiendo entre
tato el fallo del recurso (Arts.170 N°6 y 776.CPC).

El artículo 692 del Código de Procedimiento Civil, en cambio, permite evitar este largo
rodeo, en obsequio también a la brevedad y rapidez que informan la estructura del juicio
sumario, y que son una de sus características fundamentales.

Sin embargo, es de advertir que la cuestión no resuelta en el fallo de primera instancia


debe ser compatible con las demás que en dicho fallo se contengan; pues, de no serlo, está
facultado el tribunal de primera instancia para omitir su decisión, y el de segunda, para
resolverla sin nuevo pronunciamiento del inferior (Arts.170 N°6 y 208.CPC), tanto
tratándose de un juicio ordinario cuanto de uno sumario, por ser reglas de aplicación
general.

I.- Los Incidentes:

Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma audiencia, conjuntamente


con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta (Art.690 parte 1ª. CPC).

En consecuencia, tratándose de un juicio sumario, las cuestiones accesorias que


requieren especial pronunciamiento del tribunal, tienen una oportunidad especial para
promoverlas; o sea, en la audiencia respectiva; y una manera especial también de
tramitarse, es decir, en esa misma audiencia, conjuntamente con la cuestión principal, y sin
paralizar su curso.

Consecuente con lo anterior, la sentencia definitiva debe pronunciarse sobre la acción


deducida y los incidentes, o sólo sobre éstos, cuando sean previos o incompatibles con
aquélla.
Y si el incidente se funda en un hecho originado con posterioridad a la audiencia, ¿en
qué oportunidad se propone? Estimamos que, a falta de regla especial, hay que recurrir a las
reglas generales, y que, por tanto, deberá formularse tan pronto como el hecho llegue a
conocimiento de la parte que lo promueva (Art.85 inciso 1°.CPC), sin perjuicio de dejar su
resolución para definitiva (Art.690.CPC).

VII.- La Substitución del Procedimiento:

A.- Concepto:

Es principio elemental de derecho que la naturaleza de la acción determina su


procedimiento. Pero a veces en el curso del mismo juicio, por razones de manifiesta
conveniencia, puede ordenarse su continuación como ordinario en el supuesto de haberse
iniciado como sumario, y viceversa.

B.- ¿Cuándo Pueden Acontecer esta Situación?

b.1.- Cuando iniciado el juicio de conformidad a las reglas del procedimiento sumario, en
razón de los preceptuado en el inciso 1° del artículo 680 del CPC, se pide que continúe
conforme a las reglas del procedimiento ordinario, y existen motivos fundados para ello
(Art.681 inciso 1°.CPC); y

b.2.- Cuando iniciado el juicio de conformidad a las reglas del procedimiento ordinario, se
pide que continúe conforme a las reglas del procedimiento sumario y aparece la necesidad
de aplicarlo (Art.681 inciso 2°.CPC).

En el primer caso, el procedimiento sumario ha debido ser aplicado en atención a que la


acción deducida, por su naturaleza, requería de un procedimiento rápido para que fuera
eficaz, sin existir tampoco una regla o procedimiento especial al respecto; pero, en el curso
de la causa, se muestra la necesidad de una tramitación rápida era sólo aparente; en tal caso,
se impone la substitución del procedimiento por el ordinario.
Escapan, como se comprende, a este primer caso, todos aquellos que, por expresa
disposición del legislador, deben ser ventilados conforme a las reglas del procedimiento
sumario.

En el segundo caso, la substitución del procedimiento ordinario por el sumario no tiene


limitación alguna; sólo exige que aparezca la necesidad de aplicar este último.

C.- Oportunidad para Pedir la Substitución:

Ésta es materia discutida en la jurisprudencia, y dos tendencias se han diseñado al


respecto:

c.1.- Según algunos, ante el silencio de la ley, la substitución de procedimiento


contemplada en el artículo 681 del CPC debe plantearse de conformidad a las reglas
generales; o sea, si se trata de un juicio ordinario, para ser convertido en sumario, como
excepción dilatoria, esto es, en el plazo para contestar la demanda y como previa a esta
última; y si se trata de un juicio sumario, para ser convertido en ordinario, como incidente
promovido y tramitado en la misma audiencia.

c.2.- Según otros, en cambio, con cuya opinión concordamos, piensan que la interpretación
restrictiva anterior no se aviene ni con el objetivo ni con los términos empleados en la
disposición legal antes citada. En efecto, no existe silencio del legislador que obligue
recurrir a los principios generales, ya que el instante para promover el incidente de
substitución de procedimiento está claramente señalado. Dicho instante es desde que
existen motivos plausibles para ello, si se trata de continuar como ordinario un juicio
sumario, y desde que aparezca la necesidad de aplicarlo, si se trata d continuar como
sumario un juicio ordinario; motivos y necesidad que pueden presentarse en cualquier
momento de las respectivas instancias del pleito.

D.- Tramitación de la Solicitud de Substitución del Procedimiento:

La solicitud en que se pida la substitución de un procedimiento por otro se tramitará


como incidente (Art.681 inciso 3°.CPC).

¿Qué incidente? ¿Los generales señalados en el artículo 90 del CPC; o a la inversa, los
especiales contemplados en el artículo 690 de ese mismo Código?
Creemos que el incidente de substitución de procedimiento, por su naturaleza, y
consecuente, además, con nuestro modo de pensar en orden a la oportunidad en que puede
ser planteado, debe ser tramitado con sujeción a las normas generales señaladas en el Título
IX del Libro I del CPC.

La substitución deberá pedirse, pues, tan pronto existan motivos fundados para ello o
aparezca la necesidad de aplicar un nuevo procedimiento.

Se conferirá traslado a la contraria por 3 días y con lo que ésta exponga o no, se recibirá
a prueba el incidente o se fallará de inmediato.

En todo caso, será de previo y especial pronunciamiento, o sea, se tramitará en la misma


pieza de autos, suspendiéndose entretanto la tramitación de la causa principal.

E.- Recursos:

Se trata de determinar los recursos que procedan en contra de la resolución que falla el
incidente de substitución del procedimiento, acogiéndolo o denegándolo.

Desde luego, como se trata de una sentencia interlocutoria, será susceptible del recurso
de apelación; pero sus efectos están condicionados a la naturaleza del procedimiento que se
pretende substituir.

Así, si se pretende substituir el procedimiento ordinario por el sumario, y se accede a


dicha substitución, la apelación que se deduzca deberá ser concedida en ambos efectos,
salvo que, concedida en esta forma, hayan de eludirse sus resultados (Art.691 inciso
1°.CPC); y, a la inversa, si se deniega dicha substitución, la apelación deberá ser concedida
en ambos efectos de conformidad a las reglas generales.

En cambio, si se pretende substituir el procedimiento sumario por el ordinario, y se


accede a dicha substitución, la apelación que se deduzca deberá concederse en el sólo
efecto devolutivo (Art.691 inciso 2°.CPC); y otro tanto deberá hacerse si se niega lugar a
dicha substitución (Arts.194 N°1, y 691 inciso 2°.CPC).

En cuanto al recurso de casación, todo el problema de su procedencia estriba en si la


resolución que resuelve la incidencia de substitución de procedimiento es de las que ponen
término al juicio o hacen imposible su prosecución, o no.

La Jurisprudencia se ha uniformado en el sentido de que si la resolución mantiene el


procedimiento primitivo iniciado, no es susceptible de casación; y a la inversa, si lo
substituye, procede dicho recurso. Se agrega que, en el primer caso, la sentencia abre o
mantiene el procedimiento, y en el segundo caso, en cambio, lo cierra, al impedir continuar
en él.

F.- Efectos de la Substitución del Procedimiento:

Una vez decretada por resolución ejecutoriada o que cause ejecutoria la substitución del
procedimiento sumario por el ordinario o viceversa, produce dicha resolución, como efecto
especial, la continuación del juicio, en conformidad a las nuevas normas de procedimiento.

Tal continuación significa que las diligencias efectuadas con anterioridad al cambio, o
sea, dentro del procedimiento inicial o primitivo, no desaparecen. Por el contrario, como el
juicio continúa es siempre el mismo, aun cuando sometido a diversos trámites o estructura,
ellas conservan todo su valor y eficacia legal.

Muy diversa, en cambio, es la situación que se produce frente a una acción en que, por
expresa disposición de la ley, debe ser tramitada de conformidad a un procedimiento
especial y no obstante ello se la ajusta, en su tramitación, a un procedimiento distinto.

En efecto, si en el curso de la tramitación se advierte el error y se ordena rectificarlo, o


sea, encauzar la acción en su real y verdadero procedimiento, aquí se está en presencia de
una nulidad procesal, la cual, como sabemos, tiene la virtud de hacer desaparecer todo lo
obrado y de restituir el proceso a su estado inicial.

En otros términos, el incidente de substitución de procedimiento que regla el


Art.681.CPC produce efectos para lo futuro; y el incidente de substitución de
procedimiento, fundado en reglas generales, por tratarse de una verdadera nulidad procesal,
afecta el pasado.

******A considerar: Acceder provisionalmente a la demanda y la substitución del


procedimiento, en relación al juicio sumario, se consideran tutelas de derechos.
CAPÍTULO OCTAVO: JUICIO DE HACIENDA

I.- Reglamentación:

El juicio de hacienda se encuentra regulado en los artículos 748 a 752 del Código de
Procedimiento Civil y en el Decreto con Fuerza de Ley del Ministerio de Hacienda de
1993, que fija la Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado.

II.- Consejo de Defensa del Estado:

El Consejo de Defensa del Estado (en adelante “CDE”) es un servicio público


descentralizado, dotado de personalidad jurídica, y se encuentra bajo la super vigilancia del
Presidente de la República, siendo independiente de los ministerios.

Al CDE le corresponde la defensa de los intereses del Fisco, en todos los juicios y actos
de cualquier naturaleza.

Su máximo órgano es el “consejo”, el cual está compuesto por 12 abogados. Son


designados por el Presidente de la República, pudiendo recaer el nombramiento en personas
ajenas al consejo.

La remoción debe disponerse por el Presidente de la República, con acuerdo del


Senado.

Cesan en el cargo, a los 75 años de edad.

El CDE tiene un Presidente, designado por el Presidente de la Repúblico ente los


consejeros, durando 3 años en el cargo. Al presidente del CDE le corresponde la
representación judicial del Fisco, en todos los procesos y asuntos que se ventilen ante los
tribunales de justicia, cualquiera que sea su naturaleza.

En cada ciudad asiento de Corte de Apelaciones, habrá un abogado Procurador Fiscal,


los que son designados por el Presidente del CDE, durando en el cargo hasta que se
mantenga la confianza del consejo en su desempeño. A estos les corresponde representar al
Fisco con las mismas atribuciones que el Presidente.
III.- Concepto y Requisitos del Juicio de Hacienda:

Podemos definir al juicio de hacienda, como aquel procedimiento en que tiene interés el
fisco y cuyo conocimiento corresponde a los Tribunales Ordinarios de Justicia.

De tal manera, son dos los requisitos necesarios para que nos enfrentemos ante un juicio
de hacienda (copulativos):

1) Que en el juicio tena interés el fisco; y


2) Que el juicio sea del conocimiento de los tribunales ordinarios de justicia.

IV.- Tribunal Competente:

El artículo 48 del Código Orgánico de Tribunales señala que los jueces de letras de
asiento de Corte conocerán en 1ª instancia de las causas de hacienda, cualquiera sea su
cuantía.

Cuando el Fisco obre como demandante, puede dirigirse a los tribunales allí indicados o
al del domicilio del demandado, cualquiera sea la naturaleza de la acción.

Las mismas reglas se aplican a los asuntos no contenciosos en los que el Fisco tenga
interés.

Así, en razón del elemento materia, podemos distinguir tres situaciones en materia de
competencia:

a) Fisco demandado: El demandante debe interponer la demanda en el juicio de


hacienda ante el juez de letras asiento de Corte, siendo conocido siempre en 1ª
instancia, cualquiera sea su cuantía. Esto se explica porque en cada ciudad asiento
de Corte, el CDE cuenta con un abogado Procurador Fiscal que lo represente. Es un
caso de competencia privativa o exclusiva.
b) Fisco demandante: El CDE puede optar a demandar ante el juez de letras de asiento
de Corte o en el juez de letras del domicilio del demandado. Se trata de un caso de
competencia preventiva o relativa.
c) Fisco interesado en asunto no contencioso: Regirán las reglas anteriores.
V.- Tramitación del Juicio de Hacienda:

El juicio de hacienda se substanciará siempre por escrito, conforme a los trámites


establecidos para los “juicios de fuero” ordinario de mayor cuantía, salvo las
modificaciones señaladas en los artículos 749 y siguientes.

El legislador no se refiere al elemento de la competencia absoluta al hablar de “juicios


de fuero”. Se ha interpretado que significa que el procedimiento que debe utilizarse es
aquel que corresponde según las reglas de acuerdo a la naturaleza de la acción deducida
referente a los asuntos de mayor cuantía.

Por ello, es que el juicio de hacienda, según sea la acción deducida, no sólo podrá ser
tramitado conforme a las reglas del juicio ordinario de mayor cuantía, sino que también
según el procedimiento de las querellas posesorias de un juicio sumario o cualquier otro
que corresponda aplicarse según la naturaleza de la acción deducida.

Las modificaciones que se contemplan para la tramitación del juicio de hacienda, son
las siguientes:

1.- Se deben tramitar siempre por escrito.

2.- Se omiten los escritos de réplica y dúplica, en aquellos juicios en que la cuantía sea
inferior a 500 UTM. Por lo tanto, se omiten en los juicios de hacienda de menor y mínima
cuantía.

3.- Notificaciones: El CDE tiene la atribución de conferir la calidad de receptores judiciales


a ciertos funcionarios del mismo. Éstos podrán tener carácter permanente, debiendo ser
comunicado a la Corte de Apelaciones respectiva; o en un determinado proceso, bastando
un escrito en el cual se comunica al tribunal de la causa.

4.- Mandatario judicial: El patrocinio y poder que confiera el Presidente y los abogados
Procuradores Fiscales, no requieren de la concurrencia personal de los mismos, bastando
para la autorización, la exhibición de la respectiva credencial que acredite la calidad e
identidad de la persona a quien se confiere.

5.- Término de emplazamiento: Será de 15 días, por aplicación de las reglas generales
(corroborar).

6.- Absolución de posiciones: El Presidente del CDE, los abogados Procuradores Fiscales
y los apoderados que puedan ser designados, no tendrán la facultad de absolver posiciones
a representación del Fisco, del Estado, o de las instituciones a quienes representen
judicialmente, salvo que sean llamados a absolver posiciones por hechos propios.
7.- Deben ser consultadas las sentencias definitivas de 1ª instancia: Que se dicten en los
juicios de hacienda, y que sean desfavorables a las pretensiones del Fisco, con de ellas no
se apelare.

Es la modificación más trascendental establecida por el legislador respecto del juicio de


hacienda y que tiene carácter excepcional dentro del procedimiento civil (Art.751.CPC).

A.- Consulta: Trámite procesal en virtud del cual una resolución de un tribunal de 1ª
instancia, debe ser revisada por el tribunal de alzada, cuando no lo ha sido por la vía de la
apelación.

B.- No se trata de una instancia ni de un recurso, sino de un trámite procesal de orden


público establecido por el legislador, velando por los intereses públicos que pueden verse
comprometidos en el proceso.

C.- Se trata de una institución excepcional.

D.- El tribunal competente para conocer de la consulta es la Corte de Apelaciones


respectiva.

E.- Procedería la consulta en los juicios de hacienda, siempre que concurran los siguientes
requisitos copulativos:

Que se trate de una sentencia definitiva de 1ª instancia:

- Debe tener la naturaleza jurídica de una sentencia definitiva;


- Debe haber sido pronunciada por un tribunal de 1ª instancia, sin que jamás proceda
respecto de las resoluciones dictadas por un tribunal de 2ª. La razón es lógica, ya
que procede la consulta por motivo de no haberse interpuesto apelación.

Que se trate de una sentencia de 1ª instancia de la cual no se apelare:

- La procedencia de la consulta no depende solamente de la interposición del recurso


de apelación, sino que de la revisión efectiva del fallo por el tribunal de alzada
conociendo de la apelación.
- Si se interpone un recurso de apelación y luego es declarado desierto, prescrito o
desistido, será procedente la consulta, al no haber sido revisado el fallo
efectivamente por el tribunal de alzada conociendo de la apelación.

Que la sentencia definitiva sea desfavorable al interés fiscal: El Art.751.CPC nos indica
expresamente cuando una sentencia tiene éste carácter:

- Cuando no acoge totalmente la demanda del fisco;


- Cuando no acoge totalmente la reconvención del fisco;
- Cuando no rechaza totalmente la demanda deducida contra el fisco; y
- Cuando no rechaza totalmente la reconvención deducida contra el fisco.

F.- Tramitación de la consulta: Es necesario que el tribunal de 1ª instancia pronunciada la


sentencia definitiva, ordene en ella el trámite de la consulta si no se apelare. Dispondrá
la sentencia definitiva: “Consúltese sino se apelare”.

La causa deberá ser elevada en consulta por el tribunal de 1ª instancia al de 2ª, previa
notificación de las partes. Con esta notificación del tribunal de 1ª instancia, las partes
quedan emplazadas para seguir la consulta ante el tribunal superior.

Recibidos los autos por la Corte de Apelaciones respectiva, el Presidente deberá


distribuir las consultas por medio de sorteo entre las distintas salas en que está dividida.

La consulta es vista en cuenta por la sala. Sólo para ponderar si la sentencia definitiva
se encuentra ajustada a derecho. De esta revisión, efectuada en cuenta por el tribunal de
alzada, pueden resultar dos situaciones:

1) Que la sentencia no merezca reparos a la Corte en cuanto a su legalidad: Procede


aprobarla sin más trámite.
2) Que la Corte estime dudosa la legalidad del fallo consultado: La Corte de
apelaciones retendrá el conocimiento del negocio, y en su resolución, deberá señalar
los puntos que le merecen dudas, ordenando traer los autos en relación. La vista
de la causa se hará en la misma sala, y se limitará estrictamente a los puntos de
derecho señalados en la resolución. Esta vista de la causa se caracteriza por lo
siguiente:
El análisis específico de la legalidad del fallo se efectúa autos en relación y no en
cuenta, debiendo por ende colocarse la causa en tabla.
El análisis específico de la legalidad del fallo se radica en la misma sala que haya
retenido el conocimiento del negocio.
El tribunal posee una competencia específica para analizar la legalidad del fallo,
una vez que se haya retenido el conocimiento del asunto. Sólo recae el análisis
sobre los puntos de derecho señalados en la resolución en que se retuvo el
conocimiento del asunto, sin perjuicio de poder ejercer de oficio otras facultades
que la ley les confiere para proceder de oficio (por ejemplo, declarar la nulidad
absoluta cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato).

8.- Cumplimiento de las sentencias condenatorias en contra del Fisco en los juicios de
hacienda: El Art.752.CPC establece un procedimiento especial para obtener el
cumplimiento de las sentencias dictadas contra el Fisco. Toda sentencia que condene al
Fisco, a cualquiera prestación, deberá cumplirse en el plazo de 60 días a la fecha de
recepción del oficio del tribunal, dirigido al Ministerio respectivo, mediante la dictación del
correspondiente decreto.
El trámite de cumplimiento de una sentencia en contra del Fisco sólo se contempla
respecto de las sentencias ejecutoriadas. Los trámites contemplados para obtener el
cumplimiento de una sentencia por parte del Fisco son:

a.- Certificado de ejecutoriedad de la sentencia;

b.- Remisión de oficios:

 Ejecutoriada la sentencia, el tribunal remitirá oficio al ministerio respectivo,


adjuntando fotocopia o copia autorizada de la sentencia de primera y segunda
instancia, con certificado de estar ejecutoriada.
Aunque el Código no lo dice, el profesor Maturana sostiene que deben enviarse
las sentencias pronunciadas por la Corte Suprema conociendo del recurso de
casación.
La remisión debe ser efectuada a petición de parte, porque la regla en los
procedimientos civiles es el impulso procesal de parte, siendo excepcional, el de
oficio.
Se remite al ministerio respectivo, con el fin de que éste dicte un decreto
ordenando el pago.
 Así mismo, se envía este oficio al CDE para su informe, debiendo indicar el nombre
de la persona o personas a quien debe hacerse el pago. El informe sólo puede ser
firmado por su Presidente, y ser despachado al ministerio que corresponde dentro de
los 30 días siguientes a la recepción del oficio que contiene la copia de las
sentencias. Esta fecha se acredita por el certificado del ministro de fe que lo hubiese
entregado en la oficina de partes del ministerio. Si hubiese sido enviado por carta
certificada, transcurridos 3 días desde su recepción por correo.

c.- Dictación del decreto:

 El ministerio respectivo deberá dictar el decreto que ordena el pago dentro del plazo
de 60 días, disponiendo el pago de los reajustes e intereses que haya determinado la
sentencia y que se devenguen hasta la fecha del pago efectivo.
 Si no se pronunció la sentencia sobre el pago de intereses y reajustes y el pago no se
efectúa dentro del plazo de 60 días contados desde la recepción del oficio del
tribunal, la variación se reajusta conforme al IPC entre el mes anterior al que quedó
ejecutoriada la sentencia, y el mes anterior al pago efectivo.

d.- Pago por tesorería: El pago de la suma a la que haya sido condenado el Fisco, deberá
ser pagada por la Tesorería General de la República.

9.- Aumento del plazo para interponer el recurso de casación en la forma y en el


fondo: El plazo contemplado en el Art.770.CPC era de 15 días para los recursos
interpuestos contra los juicios en que interviniera el CDE, el cual se aumentaba conforme a
la tabla de emplazamiento a que se refiere el 359, hasta un máximo de 30 días, cuando el
tribunal que haya pronunciado la resolución recurrida tenga su asiento en una comuna o
agrupación de comunas diversa de aquella en que se haya el que deba conocer del recurso.
La Corte Suprema interpretaba que se trataba de días corridos, por no ser un plazo
establecido en el CPC.

La ley 19.743 derogó este aumento, por lo que hoy en día recibe aplicación la regla
general del Art.770.CPC

10.- Fotocopias para compulsas en caso de concederse la apelación en el sólo efecto


devolutivo: El CDE puede obtener las fotocopias o compulsas a que se refiere el
Art.197.CPC, a su propia costa, y sin cargo adicional alguno, dentro de los plazos que
establece el Art.197.CPC.

11.- Facultad del CDE de acordar las transacciones pertinentes en los procesos en que
intervenga: El CDE con el voto de las ¾ partes de sus miembros en ejercicio y en sesión
especialmente convocada con tal objeto, podrá acordar transacciones en los procesos en que
intervenga. En el acta debe dejarse constancia de los fundamentos que se tuvieron para ello.
En el caso que se involucren intereses de otras entidades (municipalidades, servicios
descentralizados, etc), se requerirá el consentimiento de la entidad respectiva. Los acuerdos
referidos deberán ser aprobados por resolución del Ministerio de Hacienda cuando se trata
de sumas superiores a 3.000 UTM.
CAPÍTULO NOVENO: JUICIOS ESPECIALES DEL
CONTRATO DE ARRENDAMIENTO

I.- Generalidades:

A.- Fuentes Legales:

Los juicios especiales del contrato de arrendamiento se hallan reglamentados en el


Título VI del Libro III del Código de Procedimiento Civil, es decir, entre los Arts.588 a
616.

Estos preceptos a su vez, están modificados o complementados por las siguientes


disposiciones:

- Decreto Ley N° 964, de 12 de abril de 1975, cuyo texto refundido, coordinado y


sistematizado se fijó por Decreto Supremo de Vivienda y Urbanismo N° 357, de 2
de junio de 1978, publicado en el Diario Oficial de 22 de agosto del mismo año, que
señala los procedimientos a que deben sujetarse los conflictos derivados de los
contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos;

- Decreto Ley N° 993, de 21 de abril de 1975, publicado en el Diario Oficial de 24


del mismo mes, que señala los procedimientos a que deben sujetarse los conflictos a
que den origen los contratos de arrendamiento de predios rústicos;

- Decreto Ley N° 1.505, de 14 de junio de 1976, publicado en el Diario Oficial de 25


de junio del mismo año, que fija normas sobre arrendamiento y lanzamiento de
viviendas;

- Ley N° 18.101, de 7 de enero de 1982, publicada en el Diario Oficial N° 31.178, de


29 de enero del mismo año, con las rectificaciones salvadas en la edición N° 31.183,
del mismo diario, de 4 de febrero de 1982 la que fija normas especiales sobre
arrendamiento de predios urbanos.
B.- Concepto y Clasificación:

Los juicios especiales del contrato de arrendamiento, son una serie de procedimientos
tendientes a proteger el ejercicio de determinados derechos emanados del referido contrato,
a riesgo de ser ilusorios si no los establecía el legislador.

Estos juicios o procedimientos especiales a los que hacemos referencia, son los
siguientes:

- El de desahucio (Arts.588 al 596.CPC);


- El de restitución de la cosa arrendada: por la expiración del tiempo convenido para
la duración del arrendamiento, o por la extinción del derecho del arrendador
(Art.604.CPC);
- El de terminación inmediata del contrato de arrendamiento: en los casos
expresamente señalados por el legislador (Arts.607 a 610.CPC);
- El de terminación inmediata del contrato de arrendamiento por falta de pago de
la renta: (Art.611.CPC);
- El destinado a atajar el mal uso o deterioración del fundo arrendado: exigiendo
fianza u otra seguridad competente, y aun en casos graves, para hacer cesar el
arriendo (Art.612.CPC);
- El de terminación del contrato de arrendamiento de servicio inmateriales:
(Art.613.CPC); y
- El destinado a hacer uso del derecho legal de retención: que la ley concede en
favor del arrendador o arrendatario según el caso (Arts.597, 598 y 599.CPC).

Sin embargo, no todos los derechos emanados del contrato de arrendamiento, al ser
ejercitados judicialmente, pueden encasillarse en los anteriores juicios o procedimientos
especiales. De ahí que se sostenga, y con razón, que las acciones emanadas del contrato de
arrendamiento, que no tengan señaladas en la ley una tramitación especial, deberán
ajustarse al procedimiento ordinario o al sumario según corresponda.

Claro está que como la mayoría de estas acciones requieren de un procedimiento rápido
para que sean eficaces, a falta de norma especial, el legal y adecuado en que deben ajustarse
en su tramitación, será el procedimiento sumario.

Los juicios especiales del contrato de arrendamiento antes señalado, son los que
contempla el Código de Procedimiento Civil; pero fuera de ellos, existen otros dos más en
la legislación especial, de mayor importancia práctica que aquellos por su objeto y campo
de aplicación. Tales son:

- El juicio relativo a los contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos; y


- El juicio relativo a los contratos de arrendamiento de predios rústicos.

C.- Características de los Juicios Especiales del Contrato de


Arrendamiento:

c.1.- En cuanto a su competencia: Son de competencia de los jueces de letras (en única
instancia, cuya cuantía no exceda de 10 UTM y en 1ª instancia cuando excedan de dicha
cantidad) (Art.45.COT); y de los jueces de Policía Local en las ciudades compuestas de una
o más comunas en que no tenga el asiento de sus funciones un Juez de Letras, siempre que
aquellos sean abogados (Art.14 Letra A. Ley N° 15.231).

c.2.- En cuanto al valor de lo disputado: Se determinará por la siguiente regla: en los


juicios de desahucio o de restitución de la cosa arrendada, por el monto de la renta o del
salario convenido para cada periodo de pago; y en los de reconvenciones, por el monto de
las rentas insolutas (Art.125.COT);

c.3.- Son juicios declarativos, especiales y de aplicación particular: Declarativos, porque


la sentencia se limita a declarar o reconocer derechos controvertidos; especiales, porque sus
estructuras difieren notablemente de los procedimientos ordinarios; y de aplicación
particular, porque su cambo de actuación está expresamente señalado en la ley para casos
también particulares;

c.4.- Su tramitación es muy breve y concentrada: Puesto que se reduce a la interposición


de la demanda, notificación del demandado, celebración de un comparendo en que se oye a
las partes y se rinden todas las pruebas de rigor, y al pronunciamiento de la sentencia
definitiva, en el más corto espacio de tiempo posible;

c.5.- En cuanto a las apelaciones: Las apelaciones de las sentencias en que se ratifique el
desahucio o se ordene el lanzamiento, las que den lugar a la retención, las que dispongan la
restitución de la cosa arrendada y las que den lugar a la terminación del arrendamiento; sólo
serán apelables en el efecto devolutivo, y el recurso se tramitará como los incidentes
(Arts.606 y 614.CPC);

c.6.- En cuanto a las sentencias: Las sentencias que en ellos se pronuncien dejan a salvo el
ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan derecho, sobre las mismas cuestiones
resueltas por aquellas (Art.615.CPC); y

c.7.- Para iniciar la gestión de desahucio u otro juicio de arrendamiento: El


demandante deberá acompañar, junto con presentar su demanda, el recibo de
contribuciones correspondiente al último semestre o un certificado de la Dirección del
Servicio de Impuestos Internos que indique el avalúo de la propiedad en que incide la
gestión o juicio, sin cuyo requisito el juez no dará curso a la demanda (Art.3°, Ley N°
9.910, de 22 de mayo de 1951).

II.- El Juicio de Desahucio:

A.- Concepto:

Se define el desahucio como la noticia anticipada de la voluntad de cualquiera de las


partes para poner término anticipado al contrato de arrendamiento.

B.- Casos en Que Procede:

b.1.- Cuando no se ha fijado tiempo para la duración del arriendo; o

b.2.- Cuando habiéndose fijado, este tiempo no es determinado por el servicio especial a
que se destina la cosa arrendada o por la costumbre (Ar.1951 inciso 1°.CC).

Por regla general la anticipación con que debe darse la noticia de poner término
anticipado al contrato de arriendo, o sea, el desahucio, será ajustándose al periodo o medida
de tiempo que regula los pagos. En consecuencia, si se arrienda a tanto por día, semana,
mes, el desahucio será respectivamente de un día, de una semana, de un mes (Art.951
inciso 2°.CC); y empezará a correr al mismo tiempo que el próximo periodo

Por ejemplo, si arriendo un inmueble por meses, digamos de primero a primero, y mi


arrendador me desahucia el día 20, el aviso de un mes sólo produce efecto desde el primero
del próximo mes.

Sin embargo, tratándose del arrendamiento de casas, almacenes u otros edificios, el


desahucio en los casos en que tenga lugar deberá darse con anticipación de un periodo
entero de los designados por la convención o la ley para el pago de la renta (Art.1976.CC);
y del arrendamiento de predios rústicos, con la anticipación de un año (Art.1985.CC)
C.- Clasificación del Desahucio:

El desahucio se clasifica en judicial y extrajudicial, según si se hace con o sin


intervención de los tribunales de justicia (Art.588 inciso 1°.CPC).

Esta clasificación tiene importancia, por la diversa forma o manera en cómo se


practican cada uno de estos desahucios y el diverso procedimiento que se sigue con uno y
otro; aunque, si bien, ambos desahucios, a la postre, causan los mismos efectos.

c.1.- El Desahucio Judicial:

c.1.1.- Concepto:

El desahucio judicial, es aquel que se lleva a cabo por medio o a través de los
tribunales de justicia.

Desde luego, se efectúa notificando al arrendador o arrendatario de conformidad al


artículo 553 el decreto en que el juez manda poner en conocimiento de uno u otro la noticia
anticipada, a que se refiere el artículo 1951 del CC (Art.588 inciso 3°.CPC).

Por consiguiente, la parte interesada en poner término al arrendamiento mediante


desahucio judicial se presentará por escrito ante el tribunal respectivo, pidiendo poner en
conocimiento de la otra su voluntad de poner término a dicho contrato y la fecha en que,
también a su juicio, debe entenderse terminado.

El tribunal accederá a esta presentación y deberá ser notificada personalmente al


desahuciado; pero, en caso que no fuere habido y fuere menester notificarlo de conformidad
al Art.44.CPC, bastará acreditar cuál es su morada sin que sea necesario también probar
que se encuentra en el lugar del juicio (Arts.553 y 588 inciso 3°. CPC).

En otras palabras, la notificación del desahucio judicial se realiza el mismo modo que
en las querellas de amparo, destitución y restablecimiento.

Una vez notificado el contratante a quien se la ha dado desahucio, puede adoptar dos
actitudes, según creyere conveniente a su derecho: reclamar del desahucio, o no.

Estas diversas actitudes influyen en la tramitación que, en seguida, experimentará el


juicio; y debemos, por lo tanto, analizarlas separadamente.
c.1.2.- El Desahuciado Reclama:

La reclamación del desahucio sólo podrá entablarse dentro de los 10 días subsiguientes
a la noticia del desahucio (Art.590.CPC).

Este plazo, en consecuencia, presenta las siguientes características:

- Se cuenta desde la notificación del desahucio;


- Es legal, y por consiguiente, no es susceptible de prórroga;
- Es fatal, dada la expresión “dentro de” empleada por el legislador al establecerlo y,
por consiguiente, el derecho a oponerse al desahucio se extinguirá por su sólo
vencimiento (Art.64.CPC); y
- Es de días, y por hallarse tratado en el CPC, se entenderá suspendido durante los
feriados (Art.66.CPC).

Una vez presentada la reclamación al desahucio por el arrendador o el arrendatario,


según el caso, el tribunal citará a las partes para la audiencia del quinto día hábil después de
la última notificación, a fin de que concurran con sus medios de prueba y expongan lo
conveniente a sus derechos (Art.589.CPC).

Esta audiencia, en consecuencia, es de contestación y prueba a la vez; y la manera de


proveer el escrito de reclamación al desahucio será: “Santiago, 30 de julio de 1985. Por
formulada reclamación al desahucio, vengan las partes a comparendo para la audiencia
del quinto día hábil después de la última notificación, a las 15:00 horas, con sus medios de
prueba. Juez. Secretario”.

En atención a que se trata de una resolución que ordena la comparecencia personal de


las pares, y a falta de disposición especial al respecto, se notificará por cédula
(Art.48.CPC). Por el contrario, la forma de notificación de la resolución que recae en la
reclamación, contemplada en el Art.591.CPC, por su finalidad, que no es otra que poner en
conocimiento personal de la parte que ha dado el desahucio el hecho de haber sido
reclamado, como se comprende, es propia del desahucio extrajudicial.

La audiencia señalada tendrá lugar sólo con la parte que concurra; pero si ha de rendirse
prueba testimonial, se procederá de conformidad con lo dispuesto en los Arts.554 al
560.CPC inclusive (Art.592.CPC). En otras palabras, el comparendo se llevará a efecto en
rebeldía del inasistente; y si se desea rendir prueba testimonial, se ajustará en todo a las
reglas especiales de las querellas de amparo, restitución y restablecimiento.

La referencia de los Artículos 592 al 554 del CPC demuestra, pues, que la oportunidad
para presentar lista de testigos en el juicio de desahucio, para ambas partes, no puede ser
otra que antes de las 12 del día que preceda al designado para la audiencia.
Como se trata de una actuación judicial, habrá que dejar constancia escrita en el proceso
del comparendo realizado (Art.61.CPC) en un acta, en la que por expresa disposición de la
ley, se mencionarán con brevedad las alegaciones de las partes, además de las pruebas
acompañadas (Art.593 pare 1ª.CPC).

Sin otro trámite, el tribunal citará a las partes a oír sentencia, la que dictará
inmediatamente, o a más tardar dentro de tercero día. (Art.593.CPC).

En dichas sentencia definitiva el tribunal tendrá que optar entre estas las siguientes
opciones:

1) Desechar la reclamación: manteniendo el desahucio y designando, al mismo


tiempo, el día en que deba hacerse la restitución de la cosa arrendada; o
2) Acoger la reclamación: declarando sin lugar el desahucio.

¿Cuándo adoptará uno u otro camino?

Desechará la reclamación, si aparece interpuesta fuera del plazo legal, o si los


fundamentos en los que se apoya no son legales, o si no resultan probados; la acogerá en
caso contrario (Art.594.CPC).

El día para la restitución de la cosa arrendada será el mismo señalado por la parte que
da el desahucio, si aún no hubiere llegado y, en caso contrario, el que prudencialmente
señale el tribunal.

c.1.3.- El Desahuciado Reclama:

Esta situación se producirá cuando la parte notificada de desahucio, llámese


arrendatario o arrendador, deja transcurrir el plazo de 10 días señalado en el Art.590.CPC,
para oponerse a este desahucio judicial, sin hacerlo.

Acerca de la manera de cómo continúa el negocio judicial en tratamiento, se han


formulado dos opiniones manifiestamente divergentes:

- Según unos, en este caso, el desahuciante debe limitarse a pedirle al tribunal que
dicte de inmediato sentencia definitiva, sin más trámite; y
- Según otros, tan pronto vencido el plazo de 10 días, sin haberse formulado
reclamación, el desahuciante debe pedir que se tenga por “ratificado” el desahucio y
que se dicte sentencia definitiva, sin más trámite.
Esta última opinión se fundamenta en el Art.595.CPC, el cual comienza disponiendo
“Si, ratificado el desahucio…”; y, además, en la historia fidedigna del establecimiento de
la ley, de la que se infiere la necesidad de cumplir con el trámite de la ratificación.

Ahora bien, cualquiera que sea la opinión que se adopte, lo cierto es que el tribunal debe
dictar sentencia definitiva y, por lo que respecta a las actitudes que aquel debe adoptar,
nuevamente se dividen las opiniones de los intérpretes. En efecto:

 Según unos, en este caso, la sentencia debe desestimar el desahucio por cuanto
nadie puede ser creído bajo su sola palabra, ya que la existencia y condiciones del
contrato de arrendamiento, al que se pretende poner término mediante desahucio,
aparecerían acreditadas con la mera afirmación del desahuciante; y a éste no le
quedaría otro camino que el ejercicio posterior de la acción ordinaria
correspondiente; y
 Según otros, es cierto que en principio nadie puede ser creído bajo su sola palabra,
pero esta regla tiene excepciones, y una de ellas la constituye precisamente este
caso, en el cual al desahuciado se le ha dado la oportunidad legal para oponerse bajo
el apercibimiento o riesgo de que, al no hacerlo, el desahuciante ratifique el
desahucio y el tribunal, en definitiva, tenga que darlo por aceptado; a todo lo cual se
agrega que no es posible colocar en mejor situación al litigante rebelde que al que
comparece a defenderse, tratándose sobre todo, de un juicio tan sui géneris como es
el de desahucio.

En consecuencia, de acuerdo con éste último criterio –que es el que compartimos- la


sentencia definitiva tendrá que dar por ratificado el desahucio y designar, al mismo tiempo,
el día en que deba hacerse la restitución de la cosa arrendada.

c.1.4.- Los Recursos:

La sentencia definitiva de 1ª instancia, que tiene por ratificado el desahucio y fija día
para la restitución de la cosa arrendada, lo mismo que la que declara sin lugar al desahucio
serán susceptibles de los recursos de casación en la forma y apelación.

El recurso de casación en la forma no suspenderá la ejecución de la sentencia, sin que el


demandado vencido pueda exigir al demandante fianza, de resultas, por estarle vedado este
derecho expresamente por el legislador (Art.773 inciso 2°.CPC).

En cuanto al recurso de apelación, será necesario distinguir si la sentencia ratifica el


desahucio, o por el contrario, lo deniega: en el primer caso, el recurso sólo se concederá en
el efecto devolutivo y se tramitará como los incidentes; en el segundo, a contrario sensu, la
apelación se concederá en ambos efectos (Art.606.CPC).

La sentencia definitiva de segunda instancia será susceptible de casación en la forma, y


si ha sido pronunciada por la Corte de Apelaciones, será susceptible además, de casación en
el fondo; pero estos recursos no suspenderán la ejecución de la sentencia, ni autorizarán al
vencido para exigir del vencedor la correspondiente fianza de resultas (Arts.767 y 773
inciso 2°.CPC).

c.1.5.- Ejecución de la Sentencia Definitiva:

Al respecto se hace un claro distingo según sea la clase del bien sobre el cual versaba el
arrendamiento y que la sentencia ordena restituir. En efecto:

c.5.1.- Si el arrendatario desahuciado retarda la restitución de la cosa mueble arrendada, se


procederá a la ejecución de la sentencia, de conformidad a las reglas generales, esto es,
mediante el auxilio de la fuerza pública (Ar.235 N°1 y 596.CPC); y

c.5.2.- Si ratificado el desahucio, llega el día señalado para la restitución sin que el
arrendatario haya desalojado la finca arrendada, éste será lanzado de ella a su costa, previa
orden del tribunal notificada en la forma establecida en el Art.48.CPC (Art.595.CPC).

En consecuencia, mientras la sentencia que ratifica el desahucio y ordena restituir una


cosa mueble arrendada se ejecuta conforme a las reglas generales; la que ratifica el
desahucio y ordena la restitución de una cosa inmueble arrendada, se cumple mediante un
procedimiento especial, llamado “lanzamiento”.

Según Escriche, lanzamiento es el despojo ordenado y ejecutado por mandato judicial,


arrojando a alguno de la posesión o tenencia por el ministerio de justicia. Para nosotros, en
cambio, es el procedimiento especial señalado por el Código de Procedimiento Civil para
obtener el cumplimiento de la sentencia que acoge el desahucio y ordena restituir la finca o
cosa inmueble arrendada.

Dictada, pues, la sentencia que da lugar al desahucio y que ordena restituir el inmueble
arrendado, se pide el correspondiente lanzamiento, no obstante la interposición de recursos;
puesto que como hemos visto, tanto la apelación como la casación se conceden solo en el
efecto devolutivo (Arts.606 y 773 inciso 2°. CPC).

Acogida esta solicitud por el tribunal, debe ser notificada al arrendatario retardado en el
cumplimiento de la sentencia, por cédula (Arts.48 y 595.CPC). Esta notificación implica
requerimiento judicial, y, en consecuencia, desde ese momento queda aquél constituido en
mora, no obstante haber precedido el desahucio (Art.1949.CC), con las consecuencias
legales consiguientes.

Y si aún se resiste, se procede materialmente al lanzamiento, o sea, desalojando al


arrendatario de la finca arrendada mediante el auxilio de la fuerza pública, tanto en lo que
se refiere a su persona, como en cuanto a los bienes muebles con que lo hubiere amoblado,
guarnecido o provisto, a su costa.

No olvidemos en todo caso, que la sentencia que ordena el lanzamiento solo será
apelable en el efecto devolutivo y la apelación se tramitará como en los incidentes
(Art.606.CPC).

c.2.- El Desahucio Extrajudicial:

Es aquel que se efectúa, como su nombre lo indica, sin la intervención de los tribunales
de justicia.

La prueba del desahucio extrajudicial se sujetará a las reglas generales del Título XXI,
Libro IV, del Código Civil y a los procedimientos que establece el Código del Ramo
(Art.588 inciso 2°.CPC).

Desde el momento en que se trata de un hecho, puede probarse por cualquiera de los
medios de prueba que contempla la ley para acreditarlo en juicio, incluso por medio de
testigos, pues no existen limitaciones legales al respecto (Art.341.CPC).

Pero el desahucio extrajudicial se da con el objeto de que produzca un resultado


práctico útil, cual es, que el arrendatario desahuciado restituya la cosa mueble o inmueble
arrendada al arrendador. ¿Cómo se obtiene ésta finalidad?

A nuestro juicio, será necesario distinguir según sea la actitud que asuma el contratante
a quien se ha notificado el desahucio extrajudicialmente, esto es, si dentro del término
legal, deduce o no reclamación:

Sabemos que el término para reclamar del desahucio, sea judicial o extrajudicial, es
dentro de los 10 días subsiguientes a la noticia del desahucio, o sea, de la fecha en que fue
dada (Art.590.CPC).

Si dentro de este plazo el desahuciado extrajudicialmente reclama ante la justicia, el


tribunal proveerá la reclamación citando a las partes a una audiencia para dentro del quinto
día hábil después de la última notificación, a fin de que concurran con sus medios de
prueba y expongan lo conveniente a sus derechos (Art.589.CPC).
La reclamación se notificará al que hace el desahucio en la forma que dispone el
Art.553.CPC (Art.591 parte 1ª.CPC). En otras palabras, la solicitud que contiene la
reclamación y su correspondiente proveído se notifican personalmente al que dio el
desahucio, y si se practica de conformidad al Art.44.CPC, sin necesidad de acreditar que se
encuentra en el lugar del juicio. La razón de ser de esta notificación personal, al que hizo el
desahucio, no es otra que se trata a su respecto de la primera que se práctica dentro de una
gestión judicial, cuya iniciación, además, ha debido ignorar (Art.40.CPC).

En estos casos, si la persona que ha dado el desahucio no se ha hecho parte en la


primera instancia antes del pronunciamiento de la sentencia definitiva, se podrá estar en
conocimiento del defensor de ausentes, quien podrá deducir y seguir los recursos a que
haya lugar (Art.591 parte 2ª.CPC).

Si la reclamación aparece interpuesta fuera de plazo, o si los fundamentos en que se ha


apoyado no son legales, o no resultan comprobados, será desechada por el tribunal,
manteniéndose el desahucio extrajudicial, y designándose en la misma sentencia el día en
que deba restituirse la cosa arrendada (Art.594 inciso 1°.CPC).

En caso contrario, se acogerá la reclamación y se declarará sin lugar al desahucio


extrajudicial de que se trate (Art.594 inciso 2°.CPC).

Esta sentencia definitiva será susceptible de los mismos recursos y se cumplirá en la


misma forma que la pronunciada dentro de la gestión a que ha dado origen el desahucio
judicial, de suerte que es innecesario insistir sobre ellos.

En cambio, si el contratante desahuciado extrajudicialmente guarda discreto silencio


dentro del término legal que tenía para reclamar de esta noticia anticipada de poner término
al arriendo, al contratante que ha dado el desahucio no le queda más remedio que recurrir a
los tribunales de justicia. ¿Qué pedirá al respecto?

A nuestro juicio, deberá solicitar que se tenga por ratificado el desahucio extrajudicial y
como éste se prueba de conformidad a las reglas generales del derecho y a los
procedimientos establecidos por el Código de Procedimiento Civil (Art.588 inciso 2°.CPC),
el tribunal proveerá semejante presentación, citando a las partes interesadas a una audiencia
para dentro del quinto día hábil después de la última notificación, a fin de que concurran
con sus medios de prueba y expongan lo conveniente a sus derechos.

Esta resolución se notificará personalmente al arrendador o arrendatario desahuciado,


según el caso (Art.40.CPC); y la audiencia estará destinada fundamentalmente a que l
persona que ha dado el desahucio extrajudicial lo acredite por los medios legales que
correspondan, si desea que el tribunal, en definitiva, tenga por ratificado el desahucio
extrajudicial y fije día para la restitución de la cosa arrendada.
La sentencia definitiva que ratifique el desahucio extrajudicial, o lo declara sin lugar,
será también susceptible de los mismos recursos y se pronunciará en idéntica forma que la
pronunciada dentro de la gestión a que dio origen el desahucio judicial.

D.- Reserva de la Acción Ordinaria:

Sea que la sentencia definitiva se haya pronunciado dentro de una gestión de desahucio
judicial, sea que se haya pronunciado de una gestión de desahucio extrajudicial, que
mantenga o ratifique el desahucio, o que lo declare sin lugar, lo cierto es que dicha
sentencia no privará a las partes del ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan
derecho, sobre las mismas cuestiones resueltas por aquella (Art.615.CPC).

En otras palabras, esta sentencia se cumple y no puede ser modificada dentro de la


gestión judicial en que fue pronunciada; pero no hay inconveniente legal alguno para que
por la vía ordinaria se discuta entre las mismas partes idéntica cuestión ventilada en el
juicio de desahucio.

Constituye este caso, en consecuencia, un ejemplo claro de lo que llamábamos, cosa


juzgada formal.

III.- El Juicio de Restitución de la Cosa Arrendada por la Expiración


del Tiempo Estipulado para la Duración del Arrendamiento o por la
Extinción del Derecho del Arrendador:

A.- Objeto y Campo de Aplicación del Presente Juicio:

Dispone el Art.604 inciso 1°.CPC, que “El procedimiento establecido en este párrafo
se observará también cuando se exija la restitución de la cosa arrendada por la expiración
del tiempo estipulado para la duración del arrendamiento, o por la extinción del derecho
del arrendador”.

Agrega el Art.605.CPC, que “Cuando la terminación del arrendamiento resulte de


sentencia judicial, en los casos previstos por la ley, podrá adoptarse el procedimiento del
artículo anterior o el que corresponda para la ejecución de dicha sentencia, a elección de
la parte a quien ella favorezca”.

En consecuencia, el objeto preciso y determinado de este juicio especial del contrato de


arrendamiento es pedir la restitución de la cosa arrendada, llámese mueble o inmueble; y el
fundamento de esta petición puede consistir en:

a.- La expiración del tiempo estipulado para la duración del arrendamiento;

b.- La extinción del derecho del arrendador (por ejemplo, el arrendador era usufructuario y
dicho usufructo se extinguió);

c.- La dictación de una sentencia judicial de la que resulte la terminación del


arrendamiento, en los casos previstos por la ley (Art.1950 N°4.CC); y

d.- Terminación del arrendamiento producido por la estipulación de un pacto comisorio con
la cláusula de terminación “ipso facto” (agregado por la jurisprudencia).

B.- Su Procedimiento:

Este juicio especial del contrato de arrendamiento se tramita como el juicio de


desahucio, salvo pequeñas modificaciones.

En la demanda se pedirá la restitución de la cosa arrendada y se invocará, además, su


correspondiente fundamento, o sea, la expiración del tiempo estipulado para la duración del
arrendamiento, la extinción del derecho del arrendador, la dictación de una sentencia que
declare terminado el arriendo, o el evento del pacto comisorio ipso facto, todo ello, según el
caso.

El tribunal ordenará poner esta demanda en conocimiento del demandado; quien,


notificado de conformidad al Art.553.CPC tendrá el plazo de 10 días para oponerse a dicha
restitución; continuando el juicio adelante lo mismo que si se tratara del desahucio judicial
(Art.604 inciso 2°.CPC).

Cuando se trate de bienes inmuebles, la misma sentencia que deseche la reclamación


ordenará además el lanzamiento, si está vencido el plazo del contrato; salvo que existan
retenciones decretadas a valor del arrendatario por no haberse otorgado las cauciones a que
se refiere el Art.600.CPC (Art.604 inciso 3°.CPC).

De donde se deduce que este juicio puede iniciarse preventivamente, esto es, antes de
estar vencido el plazo estipulado para la duración del arrendamiento; y a fin de tener de
antemano una sentencia firme que ordene restituir la cosa arrendada al momento del
vencimiento de dicho plazo; faltando sólo pedir y decretar el lanzamiento, si de bienes
inmuebles se tratare.

La sentencia que disponga la restitución de la cosa arrendada sólo será apelable en el


efecto devolutivo; y la apelación se tramitará como los incidentes (Art.606.CPC). A
contrario sensu, si la sentencia acoge la reclamación, o sea, niega lugar a la restitución de la
cosa arrendada, será apelable en ambos efectos.

En cuanto a la casación, en conformidad a las reglas generales, no suspenderá la


ejecución de la sentencia recurrida; y el vencido no podrá exigir del vencedor fianza de
resultas para poder cumplirla, ya que este derecho le está vedado al demandado en los
juicios de desahucio, y el que estamos tratando se tramita como éste último (Art.773 inciso
2°.CPC).

No hay que olvidar que la sentencia no privará a las partes del ejercicio de las acciones
ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas cuestiones resueltas por aquélla
(Art.615.CPC).

IV.- El Juicio de Terminación Inmediata del Contrato de


Arrendamiento en los Casos Expresamente Señalados por el
Legislador:

A.- Objeto y Campo de Aplicación:

El objeto de este juicio especial del contrato de arrendamiento es pedir al tribunal que
declare inmediatamente terminado el contrato de arrendamiento, o sea, lo que pretende es
que el contrato expire, por medio de sentencia judicial obtenida a través de un
procedimiento rápido y especial (Art.1950 N°4.CPC).

El fundamento de la petición de terminación del arriendo será el incumplimiento por


parte del arrendatario de determinadas obligaciones que le impone el contrato, siempre y
cuando no sea el pago de la renta; pues, en tal caso, el arrendador debería recurrir a otro
juicio especial, al cual nos referiremos más adelante.

Junto con pedir la terminación inmediata del arriendo, fundada, como hemos dicho, en
la infracción por parte del arrendatario de determinadas obligaciones que le impone el
contrato, se solicitará también, consecuencialmente, la restitución de la cosa arrendada.
Ahora bien, ¿en qué caso se utilizará este procedimiento especial?

Contesta la interrogación, la parte 1ª del artículo 607 del Código de Procedimiento


Civil, al decir: “Cuando la ley autorice al arrendador para pedir la terminación inmediata
del arrendamiento, como en los casos previstos por los Arts.1972 y 1973.CC, señalará el
tribunal la audiencia…”.

Este precepto, de sencilla apariencia, ha dado origen a diversas interpretaciones en su


aplicación práctica; porque se discute arduamente en doctrina y ante la jurisprudencia de
nuestros tribunales sobre el campo de aplicación de este juicio. En efecto, tres opiniones de
han formulado al respecto:

a.- Unos piensan que este juicio se aplica única y exclusivamente a los dos casos señalados
por el Art.607.CPC, o sea, a los casos en que la terminación inmediata del arriendo se funde
en lo dispuesto por los Arts.1972 y 1973.CC.

El primero de estos preceptos autoriza al arrendador para pedir la terminación inmediata


del arrendamiento cuando el inquilino es negligente en el cumplimiento de sus obligaciones
de mantener las paredes, pavimentos y demás partes inferiores del edificio medianamente
aseados, de mantener limpios los pozos, acequias y cañerías y de deshollinar las chimeneas.

El segundo, en cambio, autoriza al arrendador para expeler al inquilino cuando


empleare la casa o edificio para un objeto ilícito, o cuando teniendo facultad para
subarrendar, subarriende a personas de notoria mala conducta, las que, en este caso, podrán
ser igualmente expelidas;

b.- Otros consideran que este juicio especial se aplica nada más que a aquellos casos en que
la legislación civil, por expresa disposición, autoriza al arrendador para pedir la
“terminación inmediata” del arriendo.

Tal sería el caso del Art.1979.CC que autoriza al arrendador para hacer cesar
“inmediatamente el arriendo”, en casos graves, cuando el colono o arrendatario rústico no
goza del fundo como buen padre de familia; y

c.- Por último, hay quienes sostienen que la terminación del arrendamiento por este juicio
especial puede obtenerse, no sólo cuando el legislador lo autoriza “inmediatamente”, o sea,
valiéndose de esta palabra, sino también cuando emplea expresiones equivalentes; y,
todavía más, cuando opera la condición resolutoria tácita en vuelta en todo contrato
bilateral, vale decir, por infracción del arrendatario de cualquiera de sus obligaciones,
naturalmente siempre que no sea la de pagar la renta convenida, que origina, como ya lo
hemos expresado, otro juicio especial.

La primera opinión la rechazamos, por cuanto la simple lectura del Art.607.CPC


permite apreciar que la referencia a los Arts.1972 y 1073.CC, es meramente ilustrativa, o
sea, por vía de ejemplo; y la tercera, por ser demasiado amplia y no cuadrar con el objeto
preciso y determinado de este juicio, cual es pedir la terminación inmediata del
arrendamiento en los casos expresamente señalados por el legislador.

Pensamos que la segunda doctrina es la que se ajusta más a la letra y al espíritu de la


legislación procesal civil; pero, al mismo tiempo, dejando en claro que la acción de
terminación del arriendo si no es inmediata, en virtud de disposición expresa, podrá
ventilarse ya en procedimiento ordinario, ya en procedimiento sumario, según su
naturaleza.

B.- Su Procedimiento:

Presentada la demanda, de terminación inmediata del arriendo, señalará el tribunal la


audiencia del quinto día hábil después de la notificación del demandado, a fin de que
concurran las partes con sus medios de prueba y expongan lo conveniente a sus derechos
(Art.607 inciso 1°.CPC).

Es aplicable a la notificación de la demanda, en este caso, lo dispuesto por el


Art.553.CPC (Art.608.CPC). En otras palabras, la demanda se notificará al demandado
personalmente; y en caso de hacerlo personal de conformidad al Art.44.CPC, bastará con
acreditar cuál es su morada, sin que sea necesario probar que también se halla en el lugar
del juicio.

Tendrá lugar la audiencia, con sólo el interesado que asista (Art.607 inciso 1°.CPC).
Por consiguiente, la ausencia del demandante o del demandado no frustra el comparendo, el
cual se llevará a efecto en rebeldía del inasistente.

Si ha de rendirse prueba testimonial, se procederá con arreglo a lo establecido en los dos


últimos incisos del artículo 578 (Art.607 inciso 2°.CPC). Quiere esto significar que las
listas de testigos serán presentadas por las partes, antes de las 12.00 horas del días que
preceda al comparendo y que todo cuanto hemos expresado acerca de la prueba testimonial
en las querellas posesorias le será también aplicable a este nuevo juicio especial.

Cuando el tribunal lo estime necesario podrá, antes de dictar la sentencia, nombras un


perito que informe sobre los hechos alegados o practicar una inspección personal
(Art.609.CPC).

Si la sentencia da lugar a la terminación del arrendamiento, sólo será apelable en su


efecto devolutivo; y el recurso se tramitará como en los incidentes (Art.614.CPC). A
contrario sensu, si la sentencia niega lugar a la demanda, será apelable en ambos efectos; y
el recurso se tramitará en la forma ordinaria.

Los recursos de casación no suspenderán la ejecución de la sentencia recurrida; y la


parte vencida tampoco podrá exigir de la parte vencedora el otorgamiento de fianza de
resultas, porque dentro de la expresión “los de desahucio” también se comprenden los
juicios de terminación del contrato de arrendamiento.

Para justificar esta última afirmación los tribunales han recurrido a la historia fidedigna
del establecimiento de la ley; y ella nos demuestra que el actual artículo 773 del Código de
Procedimiento Civil fue tomado de la Ley de Enjuiciamiento Civil española, en la que los
juicios de desahucio son sinónimos de todos nuestros juicios especiales del contrato de
arrendamiento.

Por último, las sentencias que se pronuncien en conformidad a este juicio o


procedimiento especial, no privarán a las partes del ejercicio de las acciones ordinarias a
que tengan derecho sobre las mismas cuestiones resueltas por aquéllas (Art.615.CPC).

V.- El Juicio de Terminación Inmediata del Contrato de


Arrendamiento por Falta de Pago de la Renta:

A.- Objeto y Campo de Aplicación:

Entre las obligaciones que el contrato de arrendamiento impone al arrendatario,


sobresale la de pagar la renta convenida (Art.1942 inciso1°.CC).

Si el arrendatario no cumple con esta obligación sobreviene la condición resolutoria


tácita que va envuelta en todo contrato bilateral (Art.1489.CC).

Esta acción resolutoria, en los contratos de tracto sucesivo, equivale a su terminación; y


en atención a que no tiene en la ley una tramitación especial, se ajustará al procedimiento
ordinario o sumario según corresponda.

Sin embargo, tratándose del arrendamiento de casas, almacenes u otros edificios, “la
mora de un periodo entero en el pago de la renta, dará derecho al arrendador, después de
dos reconvenciones, entre las cuales medien a lo menos 4 días, para hacer cesar
inmediatamente el arriendo, si no se presta seguridad competente de que se verificará el
pago dentro de un plazo razonable, que no bajará de 30 días” (Art.1977.CC).
Pero al ejercitarse esta acción, podrá ejercitarse también la del cobro de las rentas
insolutas en que aquélla se funde, y la de los consumos de luz, gas, energía eléctrica, agua
potable, riego u otras prestaciones análogas que se adeuden (Art.611 inciso 2°.CPC).

Todavía más: demandadas estas prestaciones, se entenderán comprendidas en la acción


las de igual naturaleza a las reclamadas que se devenguen durante la tramitación del juicio
hasta la expiración del plazo que se haya fijado para la restitución o para el pago (Art.611
inciso 4°.CPC).

Si no existieran estas disposiciones, el arrendador tendría que haber cobrado las rentas y
demás prestaciones en el juicio ordinario correspondiente. El hecho de comprenderse, el
cobro de las prestaciones que se devenguen entre la interposición de la demanda y la
expiración del plazo que se haya fijado para la restitución o para el pago, es un ejemplo
típico de acción y de sentencia sobre condena futura.

B.- Su Procedimiento:

Cuando la terminación del arrendamiento se pida por el no pago de la renta, de


conformidad a lo dispuesto por el Art.1977.CC, la segunda de las reconvenciones a que
dicho artículo se refiere se practicará ocurriendo al tribunal respectivo, el que citará a las
partes a una audiencia inmediata y procederá en lo demás a lo establecido en los artículos
precedentes, o sea, en conformidad al juicio especial de terminación inmediata del contrato
de arrendamiento anteriormente señalado (Art.611 inciso 1°.CPC).

El legislador parte de la base de que la primera reconvención a que alude el


Art.1977.CC se ha efectuado extrajudicialmente y que la segunda deberá hacerse ante el
tribunal respectivo; de suerte que si el arrendatario no paga la renta adeudada o no dada
seguridades para el pago, y el arrendador prueba el hecho de haberse efectuado la primera
reconvención, el tribunal declarará terminado inmediatamente el contrato de arrendamiento
y fijará fecha para la restitución de la cosa arrendada.

Sin perjuicio, en la práctica, siempre la primera reconvención se realiza por intermedio


de la justicia, para precaver dificultades posteriores de prueba. En consecuencia, el juicio
comienza por solicitud del arrendador en la que pide se ordene practicar al arrendatario
moroso la primera reconvención de pago, a lo cual el tribunal accede. Esta primera
reconvención la realiza el receptor; y por ser la primera notificación que se realiza en el
proceso se notificará personalmente (Art.40.CPC).

Una vez transcurridos 4 días, el arrendador presentará una nueva solicitud, en la que
pedirá practicar la segunda reconvención al arrendatario moroso. El tribunal la proveerá,
citando a las partes a una audiencia para dentro del quinto día hábil después de la
notificación del demandado. Esta resolución, en conformidad a las reglas generales, se
notificará a las partes por cédula (Art.48.CPC).

Se trata de una audiencia de contestación y prueba que se regirá en todo por lo que ya
hemos expuesto, al tenor de lo dispuesto en los artículos 607 a 610 del CPC; pero, como la
segunda reconvención de pago aún no se ha efectuado al arrendatario, la audiencia se
comenzará practicando el tribunal la segunda reconvención.

Esta audiencia, por consiguiente, tiene una triple finalidad:

1) Reconvenir por segunda vez al arrendatario moroso, a fin de que pague las rentas o
de seguridades para el pago;
2) Escuchar las alegaciones de las partes, en especial la defensa del demandado; y
3) Recibir las pruebas que las partes deseen ofrecer y rendir.

La sentencia rechazará la demanda de terminación inmediata del contrato de


arrendamiento, sea porque no se logró probar el contrato, en caso de haber sido
desconocido por el arrendatario, sea porque éste último pagó las rentas insolutas, o bien
prestó seguridades competentes para el pago según el juez.

En caso contrario, acogerá la demanda, declarando inminentemente la terminación del


contrato de arrendamiento y fijará fecha para la restitución de la cosa arrendada;
pronunciándose, en su caso, de las rentas insolutas o demás prestaciones impagas.

Cuando la sentencia dé lugar a la tramitación del arrendamiento, la apelación sólo


procederá en el efecto devolutivo; y el recurso de tramitará como los incidentes
(Art.614.CPC). A contrario sensu, la que niegue lugar a la tramitación del arrendamiento, la
sentencia será apelable en ambos efectos, y el recurso se tramitará en la forma ordinaria.

Los recursos de casación no suspenderán la ejecución de la sentencia recurrida; y la


pare vencida no podrá exigir del vencedor fianza de resultas, por las mismas razones dadas
al tratar esta materia dentro del anterior juicio especial de arrendamiento (Art.773.CPC).

Las sentencias que se pronuncien en conformidad a este juicio o procedimiento


especial, no privarán a las partes del ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan
derecho sobre las mismas cuestiones resueltas por aquéllas (Art.615.CPC).
VI.- El juicio destinado a atajar el mal uso o la deterioración del
fundo arrendado exigiendo fianza u otra seguridad competente, y
aun en casos graves, para hacer cesar inmediatamente el arriendo:

A.- Objeto y Campo de Aplicación:

El Art.1979.CC establece que “El colono o arrendatario rústico es obligado a gozar


del fundo como buen padre de familia; y si así no lo hiciere, tendrá derecho el arrendador
para atajar el mal uso o la deterioración del fundo, exigiendo al efecto fianza u otra
seguridad competente, y aun para hacer cesar inmediatamente el arriendo, en casos
graves”.

Por otra parte, el Art.612.CPC establece “El arrendador que pretenda hacer uso de los
derechos concedidos por el artículo 1979 del Código Civil, se ajustará a lo establecido en
el Título XI de este Libro sobre el procedimiento sumario”.

De donde se desprende que los objetos de este juicio especial de arrendamiento son dos,
a saber:

a) Exigir por parte del arrendador al arrendatario de predio rústico, fianza u otra
seguridad competente; o
b) Pedir la terminación inmediata del arrendamiento de predios rústicos, en casos
graves.

En ambos casos, el fundamento de las acciones deducidas será el mal uso o


deterioración del fundo por parte del arrendatario, esto es, en suma, la infracción a su más
elemental obligación de gozar de aquél como buen padre de familia.

B.- Su Procedimiento:

Cualquiera de las dos acciones antes señaladas deducidas por el arrendador de predio
rústico en contra del arrendatario o colono, será substanciada en conformidad al
procedimiento sumario; o sea, al procedimiento especial señalado en los artículos 680 al
692 del CPC que ya conocemos.
La sentencia que dé lugar a la terminación del arrendamiento sólo será apelable en el
efecto devolutivo; y el recurso se tramitará como en los incidentes (Art.614.CPC). A
contrario sensu, en los demás casos, la apelación se concederá en ambos efectos; y su
tramitación se regirá por las reglas generales.

En cuando a la casación, de acuerdo a las reglas generales, no suspenderá la ejecución


de la sentencia recurrida; y el vencido no tendrá derecho a exigir del vencedor el pago de la
respectiva fianza de resultas, por tratarse de un juicio de desahucio, en conformidad a la
interpretación histórico-jurisprudencial oportunamente señalada (Art.773.CPC).

Las sentencias que se pronuncien, en todo caso, no privarán a las partes del ejercicio de
las acciones ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas cuestiones resueltas por
aquéllas (Art.615.CPC).

VII.- El juicio sobre terminación del contrato de arrendamiento de


servicios inmateriales:

A.- Objeto y Aplicación:

Dispone el Art.613.CPC que “En los casos de los artículos 1989 y 2009 del Código
Civil, la terminación del arrendamiento se someterá a las disposiciones del artículo 604”.

Ahora bien, el Art.1989.CC trata de la terminación del contrato de arrendamiento de


criados domésticos, disposición que se encuentra derogada tácitamente por las pertinentes
del Código del Trabajo; de suerte que la referencia a dicho precepto es legalmente
inoperante.

En cuanto al Art.2009.CC, versa sobre la terminación del contrato de arrendamiento de


servicios inmateriales; y sobre el particular dispone que a esta clase de contratos puede
ponérsele término cuando se quiera, o con el desahucio que se hubiera estipulado.

Pero como la mayoría de los contratos de arrendamiento de servicios inmateriales, hoy


en día, frente a la legislación social, constituyen verdaderos contratos de trabajo, su
terminación se halla reglamentada por el Código del ramo; y la manera de pedirla será en
conformidad a las normas que en él se contienen y no a las del juicio especial que estamos
tratando.
En resumen, este juicio especial tiene por objeto pedir la terminación de aquellos
contratos de arrendamiento de servicios inmateriales que no se hallan reglamentados por el
Código del Trabajo; en otras palabras, de aquellos arrendamientos de servicios inmateriales
que no constituyen efectivamente contratos de trabajo.

B.- Su Procedimiento:

La terminación de estos contratos de arrendamiento se ajustará en lo dispuesto en el


Art.604.CPC; y como esta disposición se remite a la vez al juicio de desahucio, a la postre,
quiere decir que este otro juicio especial se ajustará al procedimiento señalado para esta
última clase de juicios.

La sentencia que dé lugar a la terminación del arrendamiento será apelable sólo en el


efecto devolutivo; y el recurso se tramitará en conformidad a los incidentes (Art.614.CPC).
A contrario sensu, en los demás casos, la apelación se concederá en ambos efectos.

En cuanto a la casación, no suspenderá la ejecución de la sentencia recurrida; y el


vencido no podrá exigir del vencedor fianza de resultas, por las razones antes señaladas
(Ar.773.CPC).

No hay que olvidar, en todo caso, que las sentencias que se pronuncien no privarán a las
partes de las acciones ordinarias a que tengan derecho, sobre las mismas cuestiones
resueltas por aquéllas (Art.615.CPC).

VIII.- El Derecho Legal de Retención en Favor del Arrendador:

A.- Concepto:

La principal obligación que pesa sobre el arrendatario es la de pagar el precio o la renta


del arrendamiento (Art.1942 inciso 1°.CC).

Ahora bien, para la seguridad de este pago y de las indemnizaciones a que tenga
derecho, podrá el arrendador retener todos los frutos existentes de la cosa arrendada y todos
los objetos con los que el arrendatario la haya amoblado, guarnecido o provisto, y que le
pertenecen, a menos de prueba en contrario (Art.1942 inciso 2°.CC).
Pero para que sea eficaz el derecho de retención que en ciertos casos conceden las
leyes, es necesario que su procedencia se declare judicialmente, a petición del que pueda
hacerlo valer; en este caso, del arrendador cuyo arrendatario es moroso en el pago de la
renta convenida, o le adeuda determinadas indemnizaciones originadas por el mismo
arriendo (Art.545 inciso 1°.CPC).

Cabe entonces preguntar, ¿Cuál es el procedimiento que tiene el arrendador para


obtener que se declare el derecho legal de retención antes indicado?

B.- Su Procedimiento:

La verdad es que nada ha dispuesto expresamente el legislador sobre el particular.

Empero, en conformidad al espíritu general de la legislación, a nuestro juicio, este


derecho legal de retención puede solicitarse por vía de acción principal, o por vía de
accidente.

Si es por vía de acción principal, podrá deducirse aisladamente o en unión con otra
acción; y, en ambos casos, el procedimiento será ordinario, sumario o especial según
corresponda.

Por el contrario, si es por vía incidental, este derecho legal de retención revestirá el
carácter de una medida precautoria, destinada a asegurar el resultado de la acción principal.

La sentencia que dé lugar a la retención sólo será apelable en lo devolutivo; y la


apelación se tramitará como en los incidentes (Art.606.CPC).

C.- Medida Provisional de Orden Policiaco:

Si el arrendatario pretendiera burlar el derecho legal de retención que concede al


arrendador el Art.1942.CC, extrayendo los objetos a que dicho precepto se refiere, podrá el
arrendador solicitar el auxilio de cualquier funcionario de la policía para pedir que se
saquen esos objetos de la propiedad arrendada.

El funcionario de policía sólo prestará este auxilio por el término de dos días; salvo que,
transcurrido este plazo, le exhiba el arrendador copia autorizada de la orden de retención
expedida por el tribunal competente (Art.598.CPC).
¿A qué orden se referirá esta disposición legal?

Evidentemente a la que expida el tribunal con el carácter de medida precautoria; o bien,


fallando el derecho legal de retención, cuando ha sido interpuesto como acción principal.

IX.- El Derecho Legal de Retención en Favor del Arrendatario:

A.- Concepto:

En todos los casos en que se debe indemnización al arrendatario, no podrá ser expelido
o privado de la cosa arrendada, sin que previamente se le pague o se le asegure el importe
por el arrendador (Ar.1937 inciso 1°.CC).

Se trata, como se ve, de un verdadero y legal derecho de retención; pero como tal, pero
como tal, para su procedencia, es necesario que se declare judicialmente a petición del que
pueda hacerlo valer, o sea, del arrendatario en contra del arrendador, para asegurar o
garantizar el pago de indemnizaciones derivadas del contrato de arriendo (Art.545 inciso
1°.CPC). Ejemplo típico, cobro de indemnizaciones por concepto de mejoras.

B.- Su Procedimiento:

Cuando el arrendatario desahuciado reclame indemnizaciones, haciendo valer el


derecho de retención que otorga el Art.1937.CC, deberá interponer su reclamo dentro del
plazo de 10 días que concede el Art.590.CPC; y se tramitará y fallará en la misma forma
que la oposición al desahucio. El tribunal, sin perjuicio de lo que establezca sobre el
desahucio, resolverá si hay o no lugar a la retención solicitada (Art.597.CPC).

En otras palabras, la oportunidad que tiene el arrendatario para invocar el derecho de


retención sobre la cosa arrendada, para garantizarse el pago de determinadas
indemnizaciones, tratándose del juicio de desahucio, será en el mismo plazo que tiene para
oponerse a él, esto es, dentro de 10 días a contar de su notificación.

Este derecho legal de retención se tramitará y fallará juntamente con la cuestión


principal, o sea, con el desahucio; debiendo el tribunal pronunciarse, en definitiva, tanto
sobre aquél, cuanto sobre la retención solicitada.
El derecho legal de retención hecho valer por el arrendatario en el juicio de desahucio
no es propiamente fundamento o motivo de oposición a éste último; pues bien puede el juez
acoger ambos, rechazar ambos, o aceptar solamente el desahucio y denegar la retención.

En la práctica suele existir confusión al respecto. Se fundamenta la oposición al


desahucio, invocando el arrendatario el derecho legal de retención de la cosa arrendada, en
circunstancias que, como ya se ha visto, él no enerva el desahucio: sólo impide ejecutar la
sentencia o retardarla.

En efecto, si ratificado el desahucio y llegado el momento de la restitución existe


retención en favor del arrendatario, y el arrendador no ha caucionado las indemnizaciones
debidas, no podrá éste pedir el lanzamiento sin que previamente pague dichas
indemnizaciones o asegure su pago a satisfacción del tribunal (Art.600.CPC).

La sentencia que dé lugar a la retención sólo será apelable en lo devolutivo; y el recurso


se tramitará como en los incidentes (Art.606.CPC). A contrario sensu, la que lo deniegue
será apelable en ambos efectos.

Los gastos hechos por el arrendatario en la cosa arrendada con posterioridad al


desahucio no le autorizarán para pedir su retención (Art.599.CPC).

C.- Labores o Plantíos, o Mejoras Útiles:

Si hay labores o plantíos que el arrendatario reclame como de su propiedad, o mejoras


útiles cuyos materiales pueda separar y llevarse sin detrimento de la cosa arrendada, se
extenderá diligencia expresiva de la clase, extensión y estado de las cosas reclamadas
(Art.601 inciso 1°.CPC).

Esta reclamación no será un obstáculo para el lanzamiento (Art.601 inciso 2°.CPC).

En seguida, se procederá al avalúo de las labores, plantíos o materiales reclamados, por


peritos nombrados en la forma prescrita en el Art.414.CPC, o sea, en la forma ordinaria
(Art.602.CPC).

Practicada esta diligencia, podrá el arrendatario reclamar el abono de la cantidad en que


haya sido apreciado lo que crea corresponderle, o que se le permita separar y llevarse los
materiales (Art.603 inciso 1°.CPC).

Esta nueva reclamación se tramitará como incidente (Art.603 inciso 2°.CPC).


D.- El derecho legal de retención del arrendatario en función de los
juicios especiales del contrato de arrendamiento:

Las normas sobre el derecho legal de retención que puede invocar el arrendatario
cuando reclama indemnizaciones de parte de su arrendador, o bien cuando reclama labores
o plantíos de su propiedad, o mejoras útiles cuyos materiales pueden separarse y llevarse
sin detrimento de la cosa arrendada, hasta aquí estudiadas, aparecen dentro de la
reglamentación del juicio de desahucio y, por consiguiente, son aplicables sólo a esta clase
de juicio especial del contrato de arrendamiento.

Sin embargo, en los juicios de restitución de la cosa arrendada, por la expiración del
tiempo estipulado para la duración del arrendamiento, o por la extinción del derecho del
arrendador, también tienen aplicación aquellas normas, desde el momento en que ésta
última clase de juicios especiales se tramitan en conformidad al procedimiento de
desahucio (Art.604.CPC) y ninguna razón legal valedera existe para excluirlas.

Otro tanto podemos decir respecto de los demás juicios especiales del contrato de
arrendamiento, como ser los que reglamentan los artículos 607 y 611 del Código de
Procedimiento Civil, en los cuales la jurisprudencia ha aceptado que el arrendatario
demandado puede pedir derecho legal de retención sobre la cosa arrendada en los mismos
términos y por iguales motivos que en los juicios de desahucio.

X.- El Juicio Relativo a los Contratos de Arrendamiento de Bienes


Raíces Urbanos:

A.- Fuentes Legales:

Tanto el Decreto Ley N° 964, de 12 de abril de 1975, como la Ley N° 18.101, de 7 de


enero de 1982, contienen normas de derecho sustantivo o de fondo acerca del contrato de
arrendamiento de bienes raíces urbanos; igualmente establecen reglas de competencia sobre
los tribunales llamados a conocer de los juicios que se deriven de dichos contratos y del
procedimiento a observar en esos mismos juicios. El procedimiento contemplado en la Ley
N° 18.101, que fija normas especiales sobre arrendamiento de predios urbanos, fue
modificado por la Ley N° 19.866, de 11 de abril de 2003.
Al respecto, es necesario dejar en claro que, si bien el artículo 25 de la Ley N° 18.101
deroga el Decreto Ley N° 964, de 1975, sobre arrendamiento de bienes raíces urbanos, es
necesario citarlo como fuente legal en esta materia, ya que el artículo primero transitorio de
la citada ley, hace aplicables las disposiciones del Decreto Ley N° 964, de 1975, a los
contratos de bienes raíces urbanos, celebrados con anterioridad a la vigencia de dicha ley,
vale decir, al 29 de enero de 1982, entendiéndose subsistente en todas sus partes para tal
fin.

Asimismo, en materia de procedimiento, conforme con el inciso 2° del artículo 1°


transitorio de la Ley N° 18.101, se sustanciarán y fallarán con arreglo a las disposiciones
del DL N° 964 los siguientes juicios:

a) Los juicios iniciados antes del 29 de enero de 1982 y que se encuentren actualmente
pendientes; y
b) Los juicios que se promuevan en el futuro y que digan relación con contratos de
arrendamiento celebrados antes del 29 de enero de 1982.

Por lo tanto, los juicios especiales del contrato de arrendamiento hasta aquí estudiados,
ante esta nueva legislación sobre los contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos,
han perdido, en gran medida, su aplicación e importancia prácticas, puesto que ella ahora
queda reducida a los juicios especiales de contratos de arrendamiento que versen sobre
cosas muebles propiamente tales, locales comerciales o industriales, etc., o sea, sobre todo
aquello contrapuesto a bienes raíces o inmuebles urbanos.

B.- Competencia:

Para saber con exactitud, cuál es el tribunal llamado a conocer de esta clase de juicios,
es necesario remitirnos al artículo 17 de la Ley N° 18.101, que dispone: “Los jueces
letrados de mayor cuantía serán competentes, conforme a las reglas generales del Código
Orgánico de Tribunales, para conocer en única o primera instancia de los juicios a que se
refiere este título, sin perjuicios de las atribuciones que competan en la materia a los jueces
de Policía Local que sean abogados.

Recordemos que los jueces de letras conocen de las causas de arrendamiento en única
instancia cuya cuantía no exceda de 10 UTM y en primera instancia cuando excedan de
dicha cantidad (Art.45.COT); y que los jueces de policía local que sean abogados conocen
de las causas de arrendamiento en única instancia hasta $3.000 en las ciudades compuestas
de una o más comunas en que no tenga el asiento de sus funciones un juez de letras (Art.14
Letra A. Ley N° 15.231).
Tratándose ahora, de esta clase de juicios en que el Fisco fuere parte o tuviere interés,
conocerán siempre de ellos los Jueces de Letras asiento de Corte en primera instancia
(Art.18.Ley N° 18.101). En otros términos se trata de una regla especial de competencia, en
ciertos y determinados juicios de hacienda, que prima sobre la norma general contenida en
el Ar.48.COT; y que en suma se traduce en otorgarles competencia a los jueces letrados con
sede en la ciudad asiento de Corte de Apelaciones, sin que tenga importancia determinar si
el Fisco es demandante o demandado, y no pudiendo recurrirse al juez del domicilio del
demandado, a menos que ello fuera procedente a virtud de la regla especial de competencia
antes señalada.

Por último, ya que de las reglas de competencia se trata, es del caso recordar que
ninguna importancia tendrá el factor fuero para determinar el tribunal llamado a conocer
esta clase de juicios, porque, según veremos más adelante, el procedimiento a seguir es el
sumario; y en esta última clase de juicios, no hay fuero para los litigantes que venga a
alterar la competencia normal de los tribunales llamados a conocer de ellos (Art.133.COT).

C.- Objeto y Campo de Aplicación del Presente Juicio:

Para los efectos de un cabal entendimiento de esta materia, es necesario realizar la


siguiente distinción:

c.1.- Ámbito de aplicación de la Ley N° 18.101;

c.2.- Aplicación de las Leyes de Procedimiento;

c.3.- Aplicación de la nueva normativa en materia de arrendamiento;

c.4.- Arrendamientos a los cuales no se les aplica la Ley N° 18.101;

c.5.- Normas de la Ley N° 18.101 que regirán sólo respecto de los contratos que se celebren
en los cuatro años siguientes al 29 de enero de 1982; y

c.6.- Modificaciones introducidas por la Ley N° 19.866.

c.1.- Ámbito de aplicación de la Ley N° 18.101:

La Ley N° 18.101 contiene una normativa de carácter especial que rige el contrato de
arrendamiento de bienes raíces urbanos y que, supletoriamente, en lo contenido en ella,
hace jugar las disposiciones del Código Civil (Libro IV, Título XXVI, Arts.1916 a 1977).
Lo anterior se desprende del artículo 1° de la Ley N° 18.101 que establece: “El contrato de
arrendamiento de bienes raíces urbanos, entendiéndose por tales los ubicados dentro del
radio urbano respectivo, se regirá por las disposiciones especiales de esta ley y, en lo no
previsto en ella por el Código Civil.

La misma norma se aplicará a los arrendamientos de viviendas situadas fuera del radio
urbano, aunque incluyan terreno, siempre que su superficie no exceda de una hectárea”.

Al respecto, existe una diferencia sustancial en cuanto al ámbito de aplicación entre la


Ley N° 18.101 y el DL N° 964, toda vez que la primera se aplica solo al arrendamiento de
bienes raíces urbanos, y el segundo se aplica en general a todo acto o contrato fuese
nominado o innominado que implicará la entrega del uso y goce un inmueble de aquellos
de que trataba la ley a cambio de una renta.

c.2.- Aplicación de la Leyes de Procedimiento:

Dentro de las disposiciones transitorias de la Ley N° 18.101, en especial en el inciso 2°


del artículo 1°, se establece la aplicación de las leyes de procedimiento,, para lo cual es
necesario distinguir entre:

c.2.1.- Juicios de tramitación al 29 de enero de 1982, los que se rigen por el Decreto Ley N°
964;

c.2.2.- Juicios posteriores al 29 de enero de 1982, pero relativos a contratos de


arrendamiento anteriores a esa fecha, se rigen por el Decreto Ley N° 964; y

c.2.3.- Juicios de arrendamientos posteriores al 29 de enero de 1982 y relativos a contratos


de arrendamiento posteriores a esa fecha, se rigen por la Ley N° 18.101.

Sin perjuicio de lo expuesto anteriormente, es necesario tener presente la norma del


inciso 2° del artículo 2° de la Ley 18.101, la que hace aplicables las normas de
procedimiento establecidas en el Título III de la Ley N° 18.101 a los juicios que se originen
en relación con los contratos de:

- Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a 3 meses, por periodos


continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso y
turismo; y
- Estacionamientos de automóviles y vehículos.
En cuanto a la legislación de fondo en los dos casos señalados anteriormente señalados,
no se rigen por la Ley N° 18.101, por establecerlo así expresamente el artículo 2° de la
citada ley.

Por su parte, el procedimiento contemplado en la Ley N° 18.101 fue modificado por la


Ley N° 19.866, de 11 de abril de 2003, norma que no dispuso reglas especiales relativas a
su vigencia y aplicación, motivo por el cual rigen plenamente las disposiciones de los
artículos 22 y 24 de la Ley Sobre Efecto Retroactivo de las Leyes, conforme a los cuales las
leyes concernientes a la sustanciación y ritualidad de los juicios prevalecen sobre las
anteriores desde el momento en que deben empezar a regir, pero los términos que hubieren
empezado a correr y las actuaciones y diligencias que ya estuvieren iniciadas se regirán por
la ley vigente al tiempo de su iniciación.

c.3.- Aplicación de la nueva normativa en materia de arrendamiento:

Para los efectos de obtener un cabal entendimiento, es necesario hacer una triple
distinción:

c.3.1.- Contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos celebrados con anterioridad al


29 de enero de 1982, continuarán regidos por la ley antigua, esto es, por las disposiciones
del Decreto Ley N° 964, de 1975, el que se entenderá subsistente en todas sus partes para
tal fin;

c.3.2.- Contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos que se celebren durante los
cuatro años siguientes a la fecha de publicación de la Ley N° 18.101, esto es, entre el 29 de
enero de 1982 y el 30 del mismo mes de 1986, se regirán por la Ley N° 18.101, incluyendo
además la rentas y garantía contenidas en los 10 primeros numerales del artículo 2°
transitorio de dicha ley; y

c.3.3.- Contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos que se celebren a partir del 30
de enero de 1986, se regirán por la Ley N° 18.101, pero a ellos no se les aplicarán las
disposiciones del artículo 2° transitorio, las que desde ese momento perderán todas su
vigencia.

Finalmente, y en relación con los contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos


que se celebren durante el cuadrienio enero de 1982 y enero de 1986, es necesario dejar en
claro que existen 4 tipos de bienes raíces que, no obstante estar regidos por la Ley N°
18.101, no les son aplicables las normas sobre renta y garantía contenidos en los primeros
10 numerales del artículo 2° transitorio de la Ley N° 18.101, y que son:
- Edificaciones cuyo certificado de recepción final se haya otorgado por la
municipalidad respectiva con posterioridad al 12 de abril de 1975 (artículo 11
transitorio N° 11 letra a);
- Inmuebles construidos conforme al Decreto con Fuerza de Ley N° 2, de 1959, o la
Ley N° 9.135 (artículo 2° transitorio N° 1 letra d);
- Viviendas cuyo avalúo para los efectos del pago de impuesto territorial sean
superiores a 406 UF; y
- Inmuebles destinados a locales comerciales o industriales, oficinas, teatros y cines,
y, en general, a actividades lucrativas.

c.4.- Arrendamientos a los cuales no se les aplica la Ley N° 18.101

Esta materia se encuentra reglamentada en el artículo 2° de la Ley N° 18.101 que


establece: Esta ley no se aplicará a los siguientes bienes raíces urbanos:

1. Predio de cabida superior a una hectárea y que tenga aptitud agrícola, ganadera o
forestal o estén destinados a ese tipo de explotación;
2. Inmuebles fiscales;
3. Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por periodos
continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso o
turismo;
4. Hoteles, residenciales y establecimientos similares, en las relaciones derivadas del
hospedaje;
5. Estacionamiento de automóviles y vehículos;
6. Las viviendas regidas por la Ley N° 19.281.

Todos estos inmuebles, no obstante tener el carácter de urbanos, no se rigen por la Ley
N° 18.101, ni por el Decreto Ley N° 964, sino por lo que pacten las partes libremente y en
silencio de éstas se aplican en forma supletorias las normas contenidas en el Código Civil.

c.5.- Normas de la Ley N° 18.101 que regirán sólo respecto de los contratos que se
celebren en los cuatro años siguientes al 29 de enero de 1982:

Estas normas se refieren al monto máximo de la renta y a las garantías que puede exigir
legítimamente el arrendador, y son las siguientes:
c.5.1.- La renta anual máxima no podrá exceder del 11% del avalúo vigente para el pago
del impuesto territorial;

Si se modifican los avalúos vigentes para el pago de dicho tributo, la renta máxima de
arrendamiento se ajustará automáticamente en la misma proporción en que se hubieren
modificado los avalúos respectivos, pudiendo el arrendador cobrar hasta dicha renta sin
necesidad de convención modificatoria especial

El Servicio de Impuestos Internos establecerá de oficio en el rol general del avalúo y en


los recibos de contribuciones la renta anual máxima de arrendamientos aplicables a los
inmuebles en general.

c.5.2.- La renta del inmueble que se arriende por piezas, secciones o dependencias se
determinará separadamente por cada una de ellas y no podrá exceder, en conjunto, de la
renta máxima total de todo el inmueble.

Cualquiera de las partes podrá solicitar al Servicio de Impuestos Internos la fijación de


la renta de la o las piezas, secciones o dependencias del inmueble.

c.5.3.- El subarrendador sólo podrá cobrar al o a los subarrendatarios la renta proporcional


a la renta máxima legal correspondiente a todo el inmueble, aumentada hasta en un 10%.

No obstante, si se subarrendara todo el inmueble, se estará a lo dispuesto en el número


anterior.

c.5.4.- Si el arrendamiento o subarrendamiento incluye bienes muebles, la renta de éstos


últimos se fijará separadamente del inmueble y no podrá exceder del 30% de la renta
máxima. Sin embargo, si la renta máxima no excediere de una unidad de fomento, no podrá
cobrarse renta alguna por el arriendo de los bienes muebles.

c.5.5.- El arrendador no podrá, directa o indirectamente, exigir al arrendatario, convenir con


éste, ni percibir una renta superior a la máxima legal, ni el pago anticipado de más de un
mes de dicha renta.

c.5.6.- Todo lo que el arrendatario pagare o se obligare a pagar, sea en dinero o en especies,
de una vez o periódicamente, por cualquier concepto que, en forma directa o indirecta,
aumentare la renta, se considerará como tal.

c.5.7.- El arrendador podrá exigir al arrendatario que caucione sus obligaciones mediante
una garantía que deberá ser en dinero y, en tal caso, ésta no podrá exceder de un mes de
renta.

Cuando procediere la devolución de la garantía, el arrendador deberá restituirla


reajustada en la misma proporción a la variación que haya experimentado el IPC,
determinado por el Instituto Nacional de Estadísticas o por el organismo que haga sus
veces, entre el mes anteprecedente a la entrega de ella y el mes anteprecedente al de su
devolución.

c.5.8.- Las convenciones y los pagos que contravengan lo dispuesto en los números
anteriores adolecerán de nulidad absoluta y las sumas que el arrendador hubiese percibido
con infracción a lo establecido en dichos preceptos las devolverá al arrendatario con más el
interés corriente, desde la fecha de su respectiva percepción.

c.5.9.- La renta no comprende los gastos por los servicios de calefacción, agua potable,
agua caliente, gas, energía eléctrica, ni los gastos por servicios comunes que goce el
arrendatario, incluyéndose en ellos los correspondientes a la administración de los bienes
comunes.

El precio de estos servicios y gastos deberá determinarse independientemente de la


renta, no podrá significar lucro o beneficio para el arrendador, y, cuándo sea percibido por
éste, deberá expresarse en el recibo correspondiente, en forma separada de la renta de
arrendamiento.

Si el arrendador hubiere percibido sumas superiores por los gastos y servicios a que se
refiere este número, devolverá el exceso al arrendatario, con más el interior corriente desde
el momento de su percepción y el reajuste que proceda de acuerdo con el alza
experimentada por el IPC, determinado por el Instituto Nacional de Estadísticas.

c.5.10.- El propietario que haya adquirido un bien raíz por intermedio del sistema nacional
de ahorro y préstamo, o a través de cualquier institución o entidad que financie la compra
de bienes raíces mediante la concesión de mutuos hipotecarios reembolsables
periódicamente, que no posea otro dentro del mismo departamento, tendrá derecho a
percibir por tales inmuebles una renta igual al dividendo que pague a la respectiva
asociación u organismo y los gastos señalados en el número anterior que procedan.

Serán también de cargo del arrendatario los demás gastos en que incurra el comprador
con motivo del servicio de su préstamo durante el periodo correspondiente y hasta la
restitución del inmueble.

D.- Características Generales del Presente Juicio:

d.1.- Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente en primera instancia, en los
juicios cuya renta vigente al tiempo de interponerse la demanda no sea superior a cuatro
unidades de fomento (Art.8 N°7. Ley N° 18.101). En consecuencia, esta situación
excepcional se da sólo en primera instancia, ya que en las Cortes de Apelaciones las partes
deberán contar con patrocinio de abogado habilitado para el ejercicio de la profesión.

d.2.- En esta clase de juicios, siempre que se solicite la entrega del inmueble arrendado, el
arrendador podrá hacer notificar la demanda a las empresas que suministren gas, energía
eléctrica o agua potable, y en tal caso el demandado será el único responsable de los
consumos mientras dure la ocupación del inmueble por el mismo o por las personas a su
cargo. Las empresas no podrán excepcionarse alegando ignorancia del domicilio del deudor
(Art.14. Ley N° 18.101

d.3.- En la audiencia de rigor, el demandado podrá reconvenir al actor, y, en tal caso, se


aplicarán las normas del Título VIII del Libro II del CPC, en cuanto fueren procedentes, de
acuerdo a la naturaleza del procedimiento de la Ley N° 18.101. Del traslado de la
reconvención tendrá el actor 6 días para su contestación (Art.8 N° 4. Ley N° 18.101).

d.4.- El llamado a conciliación será obligatorio (Art.8 N°5. Ley N° 18.101). Se trata de una
clara excepción a la conciliación facultativa establecida en el Art.262.CPC.

Tampoco se señala la oportunidad en que ella será propuesta por el tribunal; luego,
pensamos que el llamado para tal fin, podrá efectuarse en cualquier estado en que se
encuentre el juicio.

d.5.- El tribunal de oficio o a petición de parte, podrá decretar los medios probatorios que
estime pertinentes (Art.15. Ley N° 18.101).

Estimamos que puede ser cualquier medio probatorio, siempre que fuese procedente, a
juicio del tribunal. Si ello no fuere así, esta norma de excepción carecería de toda razón de
ser frente a las normas generales que regulan los medios probatorios y las medidas para
mejor resolver y que, como tales, son de aplicación general.

d.6.- La prueba se apreciará en conciencia (Art.15. Ley N° 18.101). Lo cual significa que
sólo lo hechos se establecen mediante la ponderación en conciencia de los diversos medios
de prueba que constan en el proceso; pero la contienda jurídica sometida a la decisión del
tribunal, a la inversa, se resuelve en conformidad a derecho.

E.- Procedimiento:

Los juicios a que se refiere el Art.7. Ley N° 18.101, se tramitarán conforme al


procedimiento sumario establecido en el Título XI del Libro III del Código de
Procedimiento Civil; con ciertas y determinadas modificaciones y algunas reglas
especiales, según fuere la clase de acción en ellos ejercida (Art.8 inciso 1°. Ley N° 18.101).
En efecto, la notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma del inciso 1°
del artículo 553 del CPC (Art.8 N°2. Ley N°18.101); lo cual significa que en caso de que
ella sea practicada de conformidad al Art.44.CPC, no es menester acreditar que el
demandado se encuentra en el lugar del juicio.

Tampoco procederá la ampliación del plazo a que se refiere el Art.683.CPC (Art.8 N°4.
Ley N° 18.101); de suerte que la audiencia de contestación se realizará forzosamente el
quinto día hábil siguiente a la notificación.

Ella se llevará a efecto con sólo la parte que asista y no se requerirá la presencia del
defensor público (Art.8 N°4. Ley N° 18.101); y como no regirá en estos juicios lo dispuesto
en el inciso 1° del artículo 691 y los Arts. 681, 684, 685 y 689 del CPC, no cabe la
posibilidad de cambio del procedimiento sumario en ordinario y que se acceda
provisionalmente a la demanda en rebeldía del demandado, ni que sea menester oír a los
parientes, alterándose al mismo tiempo, el régimen de apelación de la sentencia definitiva
(Art.8 N°1. Ley N° 18.101).

Es así que la sentencia que dé lugar al desahucio, restitución o terminación del contrato
será sólo apelable en el efecto devolutivo (Art.8 N°6 inciso 1°. Ley N° 18.101). A contrario
sensu, en los demás casos, de acuerdo a la regla general, la sentencia se concederá en
ambos efectos.

Tratándose de otra clase de resoluciones, esto es, que no sea sentencia definitiva, la
apelación se concederá en el sólo efecto devolutivo (Art.8 inciso 1°. Ley N° 18.101, en
relación con el Art.691 inciso 2°.CPC).

Aún más, en los casos de desahucio y restitución, el tribunal superior podrá decretar, a
petición de parte, la suspensión del cumplimiento de la sentencia por el tribunal inferior
mientras se encuentre pendiente la apelación, si se solicitase con justa causa, petición que,
tratándose de un tribunal colegiado, se resolverá en cuenta (Art.8 N°6 inciso 2°. Ley N°
18.101).

En cuanto al cumplimiento de las resoluciones, se regirán por las reglas generales; pero,
cuando ellas ordenen la entrega de un inmueble, se aplicará lo prescrito en el Art.595.CPC,
vale decir, el demandado será lanzado de aquél a su costa, previa orden del tribunal
notificada por cédula. En estos juicios y en los de comodato precario, el juez de la causa,
decretado el lanzamiento, podrá suspenderlo en casos calificados, por un plazo no superior
a 6 meses (Art.13. Ley N° 18.101).

Sabemos que, en conformidad al Art.588.CPC, el desahucio puede ser judicial o


extrajudicial.

Sin embargo, en esta clase de juicios de desahucio, éste solamente puede ser judicial.
Así fluye de los Arts.3 y 4. Ley N° 18.101, disposiciones que no obstante distinguir entre
contrato de arrendamiento pactado mes a mes, a plazo fijo siempre que no exceda de un año
y de duración indefinida, coinciden en que el arrendador sólo podrá poner término al
arrendamiento o pedir la restitución del inmueble, en su caso, a través del desahucio
judicial.

Respecto del motivo plausible, vale decir, de la causa que legítima al arrendador para
poner término al contrato de arrendamiento, existe una importante diferencia entre los
contratos regidos por el DL N° 964 y los regidos por la Ley N° 18.101. En efecto, no se
exige invocar un motivo plausible respecto de los juicios de desahucio relativos a contratos
de arrendamiento celebrados a partir del 29 de enero de 1982; en cambio, en los juicios de
desahucio relativos a contratos de arrendamiento anteriores a dicha fecha, debe por regla
general invocarse, un motivo plausible (Arts.18 y 19. DL N° 964).

Respecto del plazo de desahucio, tratándose de arrendamientos pactados mes a mes, de


duración indefinida y de plazo fijo que no exceda de un año, éste siempre será de 4 meses,
contados desde la notificación de la demanda.

En cuanto a la posibilidad de un aumento o plazo adicional, y tratándose de contratos


pactados mes a mes, y de duración indefinida, dicho término de 4 meses se aumentará en 2
meses por cada año completo que el arrendatario hubiere ocupado el inmueble. Pero, dicho
plazo, más el aumento, no podrá exceder, en total, de 12 meses (Art.3 inciso 2°. Ley
N°18.101). En cambio, respecto de los contratos a plazo fijo, que no excedan de 1 año, el
arrendatario tendrá derecho solamente al término legal de desahucio (Art.3 inciso 2° y Art.4
inciso 1°. Ley N° 18.101).

En lo que respecta a la terminación del arrendamiento de bienes raíces urbanos, por


falta de pago de rentas, se mantienen las dos reconvenciones de pago que contempla el
Art.1977.CC, al disponerse que la segunda de ellas se practicará en la audiencia de
contestación de la demanda (Art.10 inciso 1°. Ley N° 18.101).

Por consiguiente, la primera reconvención tendrá que estar constituida por la


notificación de la demanda, actuación que desempeñará un doble rol: emplazar al
demandado y reconvenirlo de pago por las rentas insolutas.

Al ejercitarse la acción antes aludida, podrá deducirse también, conjuntamente, la de


cobro por las rentas insolutas en que aquélla se funde y las de pago de consumos de luz,
energía eléctrica, gas, agua potable y de riego; gastos por servicios comunes y de otras
prestaciones análogas (Art.10 inciso 1°. Ley N° 18.101).

Demandadas esas pretensiones, se entenderán comprendidas en la acción las de igual


naturaleza a las reclamadas que se devenguen durante la tramitación del juicio y hasta que
la restitución o el pago se efectúe (Art.10 inciso 3°. Ley N° 18.101).
Finalmente, cabe tener presente respecto del procedimiento de arrendamiento de bienes
raíces urbanos, que el N° 5 del artículo 1° de la Ley N° 19.866, de 11 de abril de 2003,
reemplazo el artículo 8 de la Ley N° 18.101, por el siguiente:

1) El procedimiento será verbal; pero las partes podrán, si quieren, presentar minutas
escritas en que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se
formulen. Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil
después de la última notificación;
2) La notificación se efectuará conforme a la norma del inciso 1° del artículo 553 del
CPC. Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del mismo Código, se
presumirá de pleno derecho como domicilio del demandado el que corresponda al
inmueble arrendado;
3) En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que pretende valerse la
demandante. Sólo podrán declarar hasta 4 testigos por cada parte y la nómina, con la
individualización de los que el actor se proponga hacer declarar, se presentará en el
escrito de la demanda. La nómina con los testigos del demandado, hasta antes de las
12:00 horas del día que preceda al de la audiencia;
4) La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista, se iniciará con la relación
verbal de la demanda y continuará con la contestación verbal del demandado. Acto
seguido se procederá obligatoriamente al llamado de conciliación;
5) En la contestación el demandado podrá reconvenir al actor, debiendo en el mismo
acto dar cuenta de los medios de prueba que sustentan su pretensión. De la
reconvención se dará traslado al demandante, la que podrá contestar de inmediato o
reservar dicha gestión para la audiencia a que se refiere el inciso final del número 6)
del presente artículo. En ambos casos, la reconvención será tramitada y resuelta
conjuntamente con la cuestión principal;
6) En caso de no producirse avenimiento total, el juez establecerá los puntos
sustanciales, pertinentes y controvertidos que deban ser acreditados, procediendo de
inmediato a la recepción de la prueba ofrecida en la demanda y la contestación.
Si el tribunal no estimare que existan puntos sustanciales, pertinentes y
controvertidos que deban ser acreditados, citará de inmediato a las partes para oír
sentencia.
Si se hubiere deducido demanda reconvencional, la demandante podrá solicitar
se cite a las partes a una nueva audiencia a realizarse dentro de los 5 días siguientes,
a objeto de proceder a la contestación de la misma y a la recepción de la prueba que
ofrezca. Las partes se entenderán citadas de pleno derecho a dicha audiencia y se
procederá en ella en conformidad a lo establecido en el presente artículo. En este
caso, cualquiera de las partes podrá solicitar se reserve para dicha audiencia el
examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto;
7) La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica. La prueba
testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso de aquel que conoce de la
causa. Concluida la recepción de la prueba, las partes serán citadas a oír sentencia;
8) Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma audiencia,
conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta. La sentencia
definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o sólo
sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con aquélla;
9) Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y las resoluciones
que pongan término al juicio o hagan imposible su continuación.
Todas las apelaciones se concederán en el sólo efecto devolutivo; tendrán
preferencia para su vista y fallo y durante su tramitación, no se podrá conceder la
orden de no innovar.
En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte,
pronunciarse por vía de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan debatido
en primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el
fallo apelado; y
10) Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en primera instancia, en
los juicios cuya renta vigente al tiempo de interponerse la demanda no sea superior
a 4 UTM.

Respecto de la posibilidad de suspender el lanzamiento, la Ley N° 19.866, redujo el


plazo máximo de 6 meses a 30 días (Art.13, modificado por N°9 del artículo 1° Ley N°
19.866).

En lo que respecta al desahucio la Ley N° 19.866 sustituyó el artículo 3° quedando del


siguiente tenor: “En los contratos en que el plazo del arrendamiento se haya pactado mes a
mes y en los de duración indefinida, el desahucio dado por el arrendador sólo podrá
efectuarse judicialmente o mediante notificación personal efectuada por un notario.

En los casos mencionados en el inciso anterior, el plazo de desahucio será de 2 meses,


contado desde su notificación, y se aumentará en un mes por cada año completo que el
arrendatario hubiere ocupado el inmueble. Dicho plazo, más el aumento, no podrá
exceder, en total, de seis meses.

El arrendatario desahuciado podrá restituir el bien raíz antes de expirar el plazo


concedido establecido en este artículo y, en tal caso, estará obligado a pagar la renta de
arrendamiento sólo hasta el día de la restitución”.

De igual forma en los contratos de plazo fijo que no exceden de un año, el plazo de
restitución del inmueble fue rebajado por la Ley N° 19.866 de 4 a 2 meses.
F.- Presencia de Subarrendatarios:

Queda, por fin, esclarecer si la sentencia que se pronuncie en contra del arrendatario
afecta a los subarrendatarios y puede, por tanto, cumplirse también en contra de éstos
últimos.

Para que aquello acontezca, se requiere que los subarrendatarios hayan sido notificados
de la demanda o se hayan apersonado a la causa, tratándose de juicios de desahucio,
restitución o de terminación del arrendamiento por falta de pago de las rentas, seguidos en
contra del arrendatario (Art.11 inciso 1°. Ley N° 18.101).

Con tal fin, en dichos juicios, el ministro de fe, en el acto de notificación personal de la
demanda, requerirá de juramento al demandado, acerca de la existencia o no de
subarrendatarios y, en caso afirmativo, dé sus nombres. El ministro de fe deberá dejar
constancia escrita de la notificación a una persona adulta ocupante del inmueble (Art.11
inciso 2°. Ley N° 18.101).

Puede ser que la demanda no hubiere sido notificada personalmente, o sea, en forma
personal propiamente dicha. El tal evento, el mismo requerimiento acerca de la existencia
de subarrendatarios deberá hacerle el tribunal al demandado en la audiencia de
contestación, si éste concurriere y, en caso que la respuesta sea afirmativa, se suspenderá
dicha audiencia, se ordenará notificar a los subarrendatarios y se citará a una nueva, la que
tendrá lugar una vez practicadas las respectivas notificaciones o una vez que los
subarrendatarios se hayan apersonado a la causa (Art.11 inciso 3°. Ley N° 18.101).

A su vez, en los juicios de término de arrendamiento por falta de pago de las rentas
seguidas en contra de un subarrendador, los subarrendatarios podrán pagar al demandante,
antes de la dictación de la sentencia de primera instancia, las rentas adeudadas por el
arrendatario. Si así lo hicieren, enervarán de este modo la acción y tendrán derecho a ser
reembolsados de ellas por el subarrendador, más el interés corriente a contar de su pago, o a
imputarlas a las rentas más inmediatas; todo ello, sin perjuicio de las indemnizaciones que
correspondan (Art.12. Ley N° 18.101).

En relación con los subarrendatarios, es necesario dejar en claro que, conforme al


artículo 22 de la Ley N° 18.101, todo lo dispuesto por dicha ley respecto de los
arrendadores y arrendatarios se aplicará, en su caso, a los subarrendadores y
subarrendatarios, respectivamente.

Finalmente, en relación con la autorización para subarrendar, el Art.32. DL N° 964, de


1975, sancionaba con una multa al arrendatario que, sin autorización o con expresa
prohibición, subarriende total o parcialmente el inmueble arrendado. La Ley N° 18.101 no
contiene en la materia norma alguna, con lo cual habría que aplicar en norma supletoria la
contenida en el Art.1946.CC que establece: “El arrendatario no tiene la facultad de ceder
el arriendo ni de subarrendar, a menos que se le haya expresamente concedido; pero en
este caso no podrá el cesionario o subarrendatario usar o gozar de la cosa en otros
términos que los estipulados con el arrendatario directo”.

Sin perjuicio, en relación con la facultad del arrendatario de subarrendar, es necesario


tener presenta la situación contemplada en el Art.5. Ley N° 18.101 que establece: “En los
contratos de arrendamiento de inmuebles destinados a la habitación con plazo fijo
superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad del arrendatario de
subarrendar, salvo estipulación en contrario, en cuyo caso éste podrá poder término
anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta por el periodo que falte”.

XI.- El juicio relativo a los contratos de arrendamiento de predios


rústicos:

A.- Fuentes Legales:

El Decreto Ley N° 993, de 24 de abril de 1975, junto con legislar acerca del contrato de
arrendamiento de predios rústicos y de cualquier otra convención que tenga por objeto su
explotación por terceros, así como las medierías o aparcerías, contiene reglas de
competencia y de procedimiento sobre las cuestiones o conflictos que surjan entre las
partes con motivo de los contratos antedichos.

En su artículo 20, deroga el DFL N° 9, de 26 de enero de 1968, expedido a través del


Ministerio de Agricultura, y sus modificaciones posteriores, que versaban sobre estas
mismas materias.

Asimismo, el Decreto Ley N° 2.567, de 22 de marzo de 1979, publicado en el Diario


Oficial N° 30.333, de 5 de abril de 1979, modifica el DL N° 993, de 1975, a través de su
artículo único que se analizará al desarrollar el tema en cuestión.
B.- Competencia:

Las cuestiones o conflictos que surjan entre las partes con motivo de los contratos de
arrendamiento de predios rústicos o de cualquiera otra convención que tenga por objeto su
explotación por terceros, así como las medierías, o aparcerías, serán sometidos al
conocimiento y resolución del juzgado de letras del departamento donde estuviera ubicado
el inmueble o de cualquiera de los departamentos si el inmueble estuviere ubicado en más
de uno (Art.2 inciso 1°, parte 1ª).

Sin embargo, las partes siempre podrán someter a un árbitro el conocimiento de los
conflictos o cuestiones antes señaladas (Art.2 inciso 2°, pare 1ª). ¿De qué clase de árbitros
se trata? Ello está vinculado al procedimiento, de suerte que la respuesta adecuada deberá
darse al conocer esta otra materia.

C.- Objeto y Campo de Aplicación:

Lo hemos expresado ya reiteradamente. Este juicio especial de arrendamiento versa


sobre las cuestiones o conflictos, de todo género, que puedan surgir entre las partes con
motivo de:

c.1.- Los contratos de arrendamiento de los predios rústicos, entendiéndose por tales, los
definidos en la Ley N° 16.640;

c.2.- Cualquiera otra convención que tenga por objeto la explotación por terceros de predios
rústicos; y

c.3.- Así como las medierías o aparcerías (Arts. 1 y 2).

No obstante lo anterior, las cuestiones o conflictos que surjan con motivo de los
contratos de arrendamiento de predios rústicos que estén ubicados en áreas urbanas y que
tengan una cabida inferior a una hectárea física, de terrenos fiscales y de terrenos indígenas,
escapan al objeto y campo de aplicación de dicho juicio (Art.1 incisos 2° y 3°).
D.- Procedimiento:

Dependerá de la clase de tribunal llamado a conocer del juicio respectivo.

En efecto, si lo es un Juez de Letras se atendrá al procedimiento establecido para el


juicio sumario en el Título XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil (Art.2 inciso
1°, parte 2ª).

En cambio, si lo fuere un árbitro, se ceñirá al procedimiento que señalen las partes en el


respectivo contrato o, en su defecto, al que corresponde a los árbitros arbitradores (Art.2
inciso 2° parte 2ª).

Por tal razón, debemos colegir que éstos árbitros sólo podrán ser arbitradores o mixtos,
puesto que los de derecho siempre deben tramitar de acuerdo al procedimiento que
corresponda, según la naturaleza de la acción instaurada.

Y si alguna de las partes impetra en su favor el derecho legal de retención, la


tramitación de su petición dependerá de la clase de tribunal ante el cual se ventile el asunto
principal:

- Si lo es ante un árbitro, se tramitará por el procedimiento que fijen las partes y, en


subsidio, por el que aquél determine; y
- Si lo es ante la justicia ordinaria (jueces de letras), se sustanciará en su caso, de
acuerdo a lo establecido en los artículos 597, 598 y 600 del Código de
Procedimiento Civil (Art.4°).
CAPÍTULO DECIMO: JUICOS ESPECIALES SEGUIDOS
ANTE ÁRBITROS

I.- Los Árbitros:

A.- Concepto:

Los árbitros son jueces designados por las partes o por la autoridad judicial en subsidio,
para la resolución de un asunto litigioso (Art.222.COT).

B.- Clasificación:

b.1.- Árbitros de Derecho: Son aquellos que fallan conforme a la ley y se someten tanto en
la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva a las reglas
establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida (Art.223
inciso 2°.COT).

b.2.- Árbitros Arbitradores o Amigables Componedores: Son aquellos que fallan


obedeciendo a lo que su prudencia y la equidad le dictaren y no está obligado a guardar en
su procedimiento y falo otras reglas que las que las partes les hayan expresado en el acto
constitutivo del compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las que se establecen
para este caso en el CPC (Art.223 inciso 3°.COT).

b.3.- Árbitros Mixtos: De acuerdo al artículo 223 inciso 4°, “En los casos en que la ley lo
permita, podrán concederse al árbitro de derecho facultades de arbitrador en cuanto al
procedimiento y limitarse en el pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación
estricta de la ley”.

En otros términos, es aquel que tramita como los arbitradores, pero que falla como los
árbitros de derecho.
II.- El Procedimiento Ante los Árbitros de Derecho:

A.- Regla General:

Los árbitros de derecho se someterán, tanto en la tramitación como en el


pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas que la ley establece para los jueces
ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida. Es decir, podrá aplicar el
procedimiento ordinario, el sumario u otro especial, dependiendo de la naturaleza de la
acción deducida.

B.- Reglas Especiales:

El legislador ha establecido que los árbitros, además del procedimiento que ellos deben
aplicar según las reglas generales, deben cumplir con las siguientes reglas especiales:

b.1.- Los árbitros de derecho deben nombrar un actuario: (Art.632.CPC) Toda la


sustanciación del juicio arbitral se hará ante un ministro de fe designado por el árbitro.

b.2.- Notificaciones: Se harán en la forma que unánimemente acuerden las partes. A falta
de acuerdo, se hará personalmente o por cédula (Art.629.CPC).

b.3.- Apremio de Testigos: El árbitro no puede compeler a ningún testigo a que concurra a
declarar ante él. Sólo puede tomar declaraciones a los que voluntariamente se presenten a
darlas en esta forma. Cuando un testigo se niega a declarar, se pedirá por conducto del
árbitro al tribunal ordinario correspondiente que practique la diligencia, acompañándole los
antecedentes necesarios para tal objeto. Los tribunales podrán cometer a los árbitros esta
diligencia, pero asistidos por un ministro de fe.

b.4.- Diligencias Fuera del Lugar del Juicio: Se procederá de acuerdo a lo señalado en el
punto anterior, dirigiéndose por el árbitro la comunicación que corresponda al tribunal que
deba conocer de las diligencias.

b.5.- Dictación de la sentencia en caso de existir pluralidad de árbitros: En caso que los
árbitros sean 2 o más, todos deberán concurrir al pronunciamiento de la sentencia y a
cualquier acto de sustanciación del juicio, a menos que las partes acuerden otra cosa. Si no
se ponen de acuerdo, se reunirá con ellos el tercero si lo hay, y la mayoría pronunciará la
resolución. En caso de no resultar mayoría en la dictación de la sentencia definitiva o de
otra clase de resoluciones, siempre que no sean apelables (cuando son apelables resuelve el
tribunal de alzada), quedará sin efecto el compromiso si es voluntario. Si es forzoso, se
procede a nombrar nuevos árbitros.

b.6.- Recursos: Contra la sentencia arbitral pueden interponerse los recursos de apelación y
casación, para ante el tribunal que hubiere conocido de ellos, si se hubieren interpuesto en
juicio ordinario, salvo que las partes, siendo mayores de edad y libres administradoras de
sus bienes, hayan renunciado a los recursos o los hayan sometido también a arbitraje en el
acto de compromiso o en acto posterior. Igualmente procederá casación en el fondo,
siempre que se interponga respecto de la resolución del tribunal arbitral de 2ª instancia
constituido por árbitros de derecho, cuando éstos hayan conocido de negocios de la
competencia de la Corte de Apelaciones. Procederá también el recurso de queja, siempre
que se cumplan los demás requisitos de procedencia.

b.7.- Cumplimiento de la sentencia dictada por un árbitro de derecho: (Art.635.CPC)


Permite acudir ante el árbitro que dictó la sentencia, cuando el plazo no está vencido o el
tribunal ordinario correspondiente, a elección del que pida su cumplimiento. Sin embargo
deberá acudirse a la justicia ordinaria para ejecutar lo resuelto:

- Cuando el cumplimiento exige de procedimientos de apremio;


- Cuando el cumplimiento exige de otras medidas compulsivas; y
- Cuando el cumplimiento haya de afectar a terceros que no forman parte del
compromiso.

Por lo afirmado recién se infiere que el árbitro tiene una jurisdicción limitada,
desprovista de imperio, por lo cual carece de competencia para dictar un mandamiento de
ejecución.

Conforme a lo anterior, la sentencia arbitral firme o que cause ejecutoria, tiene mérito
ejecutivo, pero no ante el árbitro que la pronunció, sino ante el juez ordinario que
corresponda.

III.- El Procedimiento Ante los Árbitros Arbitradores:

Se da aplicación al principio formativo de procedimiento de orden consecutivo


convencional. Los arbitradores no tienen más obligación que cumplir con las reglas que las
pares han expresado en el acto constitutivo del compromiso (Art.636.CPC).

Ante la falta de fijación de un procedimiento, el arbitrador deberá regirse por las


normas mínimas de procedimiento establecidas en el Art.637.CPC:
- El arbitrador debe oír a todas las partes (bilateralidad de la audiencia)
- El arbitrador debe recibir y agregar al procedimiento los instrumentos que las partes
le presenten.
- Facultativamente el arbitrador puede practicar las diligencias que estime necesarias
para el conocimiento de los hechos.

Los árbitros arbitradores, al igual que los de derecho, tienen una facultad de imperio
limitada.

Para los arbitradores es facultativo designar a un actuario. Sin embargo, tratándose de la


sentencia definitiva del arbitrador, ella debe ser autorizada por un ministro de fe o por dos
testigos en su defecto.

La sentencia del árbitro arbitrador contiene requisitos distintos a los que se señalan en el
Art.170.CPC, a tendiendo a que el arbitrador debe fallar conforme a lo que la equidad y
prudencia le dictaren. No obstante, el Art.640.CPC señala el contenido mínimo que debe
tener la presente sentencia:

1) La designación de las partes litigantes;


2) La enunciación breve de las peticiones deducidas por el demandante;
3) La misma enunciación de la defensa alegada por el demandado;
4) Las razones de prudencia o de equidad que sirven de fundamento a la sentencia; y
5) La decisión del asunto controvertido.

La sentencia expresará, además, la fecha y lugar en que se expide; llevará al pie la firma
del arbitrador, y será autorizada por un ministro de fe o por dos testigos en su defecto.

Existiendo pluralidad de árbitros, deben concurrir todos al pronunciamiento de la


sentencia definitiva, y a cualquier otro acto de sustanciación del juicio, salvo que las partes
acuerden otra cosa. Sin acuerdo, se reúne con ellos, el tercero si lo hay, y la mayoría
pronunciará resolución.

En contra de la sentencia dictada por un árbitro arbitrador de 1ª instancia sólo procede


el recurso de apelación cuando:

- Se haya reservado el mencionado recurso ante arbitradores de 2ª instancia; y


- En caso de que se hayan designado árbitros de 2ª instancia en el compromiso.

Procede el recurso de casación en la forma. Hay que tener presente que son trámites
esenciales, los que las partes han expresado en el acto del compromiso y, en caso que nada
hayan expresado al respecto, serán considerados como trámites esenciales:

 El emplazamiento debido; y
 La agregación de los documentos presentados oportunamente por las partes.
Hay que tener presente que la Corte Suprema ha fallado que la renuncia de los recursos
que efectúan las partes, nunca podrán llegar a comprender:

 El recurso de casación en la forma por ultrapetita;


 El recurso de casación en la forma por incompetencia del tribunal; y
 El recurso de queja.

Respecto de la sentencia dictada por un árbitro arbitrador, se aplica lo relativo a los


árbitros de derecho.
CAPÍTULO DECIMOPRIMERO: INTERDICTOS
POSESORIOS O JUICIOS POSESORIOS SUMARIOS

I.- Generalidades:

A.- Reglamentación:

a.1.- Código Civil: Arts. 916 a 950. CC

a.2.- Código de Procedimiento Civil: Arts. 549 a 583. CPC

B.- Definición de las Acciones Posesorias:

Conforme al artículo 916, son aquellas que “tienen por objeto conservar o recuperar la
posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos”.

C.- Definición de los Interdictos Posesorios:

Los interdictos o juicios posesorios sumarios son aquellos que pueden intentarse para
conservar la posesión de bienes raíces o derechos reales constituidos en ellos; para
recuperar esta misma posesión; para obtener el restablecimiento en la posesión o mera
tenencia de los mismos bienes, cuando dicha posesión o mera tenencia hayan sido
violentamente arrebatadas; para impedir una obra nueva; para impedir que una obra ruinosa
o peligrosa cause daño; y para hacer efectivas las demás acciones posesorias especiales que
enumera el Título XIV, Libro II del Código Civil.
D.- Clasificación:

d.1.- Querella de Amparo: Es la que tiene por objeto conservar la posesión de los bienes
raíces o de derechos reales constituidos en ellos.

d.2.- Querella de Restitución: Es la que tiene por objeto recuperar la posesión de bienes
raíces o de derechos reales constituidos sobre ellos.

d.3.- Querella de Restablecimiento: Es la que se concede al que ha sido despojado


violentamente de la posesión o mera tenencia de un inmueble, a fin de que le sea restituido,
en el estado existente antes del acto de violencia.

d.4.- Denuncia de Obra Nueva: (Acción posesoria especial) Su objeto es conseguir que se
prohíba toda obra nueva sobre el suelo de que se está en posesión y asimismo la que
embarace el goce de una servidumbre legítimamente constituida sobre el predio sirviente.

d.5.- Denuncia de Obra Ruinosa: (Acción posesoria especial) Tiene por objeto evitar que
el mal estado de los edificios o construcciones entorpezca el ejercicio de la posesión.

II.- Querella de Amparo:

A.- Concepto:

Es la que tiene por objeto conservar la posesión de los bienes raíces o de derechos
reales constituidos en ellos. Esta acción prescribe en 1 año.

B.- Requisitos de la Demanda o Querella:

De conformidad con el artículo 551 del Código de Procedimiento Civil el que intente
querella de amparo expresará en su demanda, además de las circunstancias enumeradas en
el Art.254.CPC, las siguientes:

b.1.- Que personalmente o agregando la de sus antecesores, ha estado en posesión tranquila


y no interrumpida durante un año completo del derecho en que pretende ser amparado; y
b.2.- Que se le ha tratado de turbar o molestar su posesión o que en el hecho se le ha
turbado o molestado por medio de actos que expresará circunstancialmente.

Si pide seguridades contra el daño que fundadamente teme, especificará las medidas o
garantías que solicite contra el perturbador.

Deberán también expresarse en la querella los medios probatorios de que intente valerse
el querellante; y, si son declaraciones de testigos, el nombre, profesión y oficio y residencia
de éstos.

C.- Comparendo de Contestación y Prueba:

Presentada la querella, señalará el tribunal el quinto día hábil después de la notificación


del querellado, para una audiencia, a la cual deberán concurrir las partes, con sus testigos y
demás medios probatorios.

Esta audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista.

La notificación de la querella se practicará de conformidad a lo que dispone el Título VI


del Libro I; pero en el caso del Art.44.CPC se hará la notificación en la forma indicada en
el inciso 2° de dicho artículo, aunque el querellado no se encuentre en el lugar del juicio.

En estos casos, si el querellado no se ha hecho parte en primera instancia antes del


pronunciamiento de la sentencia definitiva, se pondrá ésta en conocimiento del defensor de
ausentes, quien podrá deducir y seguir los recursos a que haya lugar.

Cuando el querellado quiera rendir prueba testimonial, deberá indicar el nombre,


profesión u oficio y residencia de los testigos, en una lista que entregará en la secretaría y
se agregará al proceso, por lo menos antes de las doce del día que preceda al designado para
la audiencia.

No se examinarán testigos que no estén mencionados en dichas listas, salvo acuerdo


expreso de las partes.

Cada parte sólo puede presentar hasta cuatro testigos sobre cada uno de los hechos que
deben ser acreditados.

Se interrogará a los testigos acerca de los hechos mencionados en la demanda, y de los


que indiquen las partes en la audiencia, si el tribunal los estima pertinentes.

Las tachas deberán oponerse a los testigos antes de su examen; y si no puede rendirse
en la misma audiencia la prueba para justificarlas y el tribunal lo estima necesario para
resolver el juicio, señalará una nueva audiencia con tal objeto, la cual deberá verificarse
dentro de los 3 días subsiguientes a la terminación del examen de los testigos de la querella.

Cuando no alcance a rendirse toda la prueba en una sola audiencia, continuará el


tribunal recibiéndola en los días hábiles inmediatos hasta concluir.

Las reglas establecidas para el examen de los testigos y para sus tachas en el párrafo 3°,
Título XI del Libro II de este Código, son aplicables a la querella de amparo, en cuanto no
aparezcan modificadas por los artículos precedentes. No se podrá en ningún caso hacer el
examen de testigos por otro tribunal que el que conozca de la querella.

De todo lo obrado en la audiencia se levantará acta, expresándose con claridad y


precisión lo expuesto por las partes y las pruebas presentadas.

D.- Citación para oír sentencia y la sentencia:

Concluida la audiencia de prueba, el tribunal en el mismo acto citará a las partes para
oír sentencia, la que deberá dictar de inmediato o, a lo más, en el plazo de los 3 días
subsiguientes.

Si se da lugar a la querella, se condenará en costas al demandado. En el caso contrario,


al actor.

Cualquiera que sea la sentencia, queda siempre a salvo a los que resulten condenados el
ejercicio de la acción ordinaria (cosa juzgada formal) que corresponde con arreglo al
derecho, pudiendo comprenderse en dicha acción el resarcimiento de las costas y perjuicios
que hayan pagado o que se les hayan causado con la querella.

No será admisible ninguna otra demanda que tienda a enervar lo resuelto en el


interdicto

E.- Recursos:

De conformidad al Art.550.CPC, las apelaciones en los juicios posesorios se


concederán sólo en el efecto devolutivo, salvo que la ley expresamente las mande otorgar
en ambos efectos o que el fallo apelado no dé lugar al interdicto; y en todo caso su
tramitación se ajustará a las reglas establecidas por los incidentes.
III.- Querella de Restitución:

A.- Concepto:

Es la que tiene por objeto recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales
constituidos sobre ellos. Esta acción prescribe en 1 año.

B.- Aspectos Importantes de su Tramitación:

Las normas de procedimiento son centralmente las mismas que las que revisamos en la
querella de amparo, con la siguiente prevención: debe cumplir con los requisitos
mencionados para la interposición de la querella de amparo, sin embargo, en la
circunstancia N°2 del Art.551.CPC deberá expresar que ha sido despojado de la posesión
por medio de actos que indicará clara y precisamente.

IV.- Querella de Restablecimiento:

A.- Concepto:

Es la que se concede al que ha sido despojado violentamente de la posesión o mera


tenencia de un inmueble, a fin de que le sea restituido, en el estado existente antes del acto
de violencia.

Esta acción, denominada también “querella de despojo violento”, tiende a evitar que los
particulares se hagan justicia por ellos mismos.

Se dice que esta no es una acción posesoria propiamente tal, porque también puede
ejercitarla el mero tenedor.

No es necesario entonces probar la posesión; basta con acreditar el despojo. Tampoco


es necesario que el actor carezca de acción posesoria de amparo o restitución, como
pareciera sugerirlo el tenor literal del Art.928.CC.
Esta acción prescribe en 6 meses, contados desde el acto de despojo (Art.928.CC),
plazo que no se suspende (Art.2524.CC).

B.- Aspectos Importantes de su Tramitación:

Las normas de procedimiento son centralmente las mismas que las que revisamos en la
querella de amparo, con las siguientes prevenciones:

- Además de tener que cumplir esta querella con los requisitos señalados para la
querella de amparo, deberá señalar, la violencia con que ha sido despojado de la
posesión o tenencia en que pretende ser restablecido; y
- La sentencia pronunciada en la querella de restablecimiento deja a salvo a las partes,
no sólo el ejercicio de la acción ordinaria en conformidad al Art.563.CPC (cosa
juzgada formal), sino también el de las acciones posesorias que les correspondan.

V.- Denuncia de Obra Nueva:

A.- Concepto:

Su objeto es conseguir que se prohíba toda obra nueva sobre el suelo de que se está en
posesión y asimismo la que embarace el goce de una servidumbre legítimamente
constituida sobre el predio sirviente (acción posesoria especial).

B.- Tramitación:

Presentada la demanda para la suspensión de una obra nueva denunciable, el juez


decretará provisoriamente dicha suspensión y mandará a que se tome razón del estado y
circunstancias de la obra y que se aperciba al que la esté ejecutando con la demolición o
destrucción, a su costa, de lo que en adelante se haga. En la misma resolución mandará el
tribunal citar al denunciante y al denunciado para que concurran a la audiencia del quinto
día hábil después de la notificación del demandado, debiendo en ella presentarse los
documentos y demás medios probatorios en que las partes funden sus pretensiones.

No es necesaria la notificación del denunciado para llevar a efecto la suspensión


decretada. Bastará para esta suspensión la notificación del que esté dirigiendo o ejecutando
la obra.

Suspendida la obra, y mientras esté pendiente el interdicto, sólo podrá hacerse en ella lo
que sea absolutamente indispensable para que no se destruya lo edificado.

Es necesario la autorización del tribunal para ejecutar las obras a que se refiere el inciso
precedente. El tribunal se pronunciará sobre esta autorización con la urgencia que el caso
requiera, y procederá de plano, o, en caso de duda y para mejor proveer, oyendo el
dictamen de un perito nombrado por él, el cual no podrá ser recusado.

Si las partes quieren rendir prueba testimonial, se sujetarán a lo prevenido a este


respecto en el párrafo 2° del Título IV del Libro III del CPC.

Si alguna de las partes lo pide, y en concepto del tribunal son necesario conocimientos
periciales, se oirá el dictamen de un perito, que se expedirá dentro de un breve plazo que
aquél señalará.

Concluida la audiencia o presentado que sea el dictamen del perito, en su caso, el


tribunal citará a las partes a oír sentencia, la que deberá dictar en el plazo de los 3 días
subsiguientes.

En la sentencia se ratificará la suspensión provisional decretada o se mandará alzarla,


dejando a salvo, en todo caso, al vencido el ejercicio de las acciones ordinarias que le
competan, para que se declare el derecho de continuar la obra o de hacerla demoler.

Podrá, sin embargo, el tribunal, a petición de parte, ordenar en la misma sentencia la


demolición, cuando estime que el mantenimiento aún temporal de la obra ocasiona grave
perjuicio al denunciante y de éste suficiente caución para responder por los resultados del
juicio ordinario.

La sentencia que ordene la demolición será apelable en ambos efectos.

En todo caso, la sentencia llevará condenación en costas.

Si se ratifica la suspensión de la obra, podrá el vencido pedir autorización para


continuarla, llenando las condiciones siguientes:

1) Acreditar que se la suspensión de la obra se le siguen graves perjuicios;


2) Dar caución suficiente para responder de la demolición de la obra y de la
indemnización de los perjuicios que de continuarla puedan seguirse al contendor, en
caso que a ello sea condenado por sentencia firme; y
3) Deducir, al mismo tiempo de pedir dicha autorización, demanda ordinaria para que
se declare su derecho de continuar la obra.

La primera de las condiciones expresadas y la calificación de la caución, serán materia


de un incidente.

VI.- Denuncia de Obra Ruinosa:

A.- Concepto:

Tiene por objeto evitar que el mal estado de los edificios o construcciones entorpezca el
ejercicio de la posesión (acción posesoria especial).

B.- Tramitación:

Si se pide la demolición o enmienda de una obra ruinosa o peligrosa, o el afianzamiento


o extracción de árboles mal arraigados o expuestos a ser derribados por casos de ordinaria
ocurrencia, el tribunal practicará, a la mayor brevedad, asociado a un perito nombrado por
él mismo y con notificación de las partes y asistencia de la que concurra, una inspección
personal de la construcción o árboles denunciados. Podrá también cada parte, si lo estima
conveniente, asociarse para este acto de un perito; y en el acta que de lo obrado se levante
se harán constar las opiniones o informes periciales, las observancias conducentes que
hagan los interesados y lo que acerca de ello note el juez que practica la diligencia.

Cuando el reconocimiento haya de practicarse a más de cinco kilómetros de distancia


de los límites urbanos de la población en que funciona el tribunal, podrá éste cometer la
diligencia al juez inferior que corresponda o a otro ministro de fe, quiénes procederán
asociados del perito que el tribunal designe y en la forma que dispone el inciso anterior.

Con el mérito de la diligencia ordenada por el artículo precedente, el tribunal en el acto


citará a las partes a oír sentencia, la que deberá dictar de inmediato o en el plazo de los 3
días subsiguientes, sea denegando lo pedido por el querellante, sea decretando la
demolición, enmienda, afianzamiento o extracción a que haya lugar.

Cuando la diligencia de reconocimiento no haya sido practicada por el tribunal, podrá


éste, como medida para mejor resolver, disponer que se rectifique o amplíe en los puntos
que estime necesario.

Es aplicable a la denuncia de obra ruinosa lo dispuesto en el artículo 553 del Código de


Procedimiento Civil.

En la misma sentencia que ordena la demolición, enmienda, afianzamiento o extracción,


puede el tribunal decretar desde luego las medidas urgentes de precaución que considere
necesarias, y además que se ejecuten dichas medidas, sin que de ello pueda apelarse.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo precedente, la apelación de la sentencia


definitiva en este interdicto se concederá en ambos efectos.

Cuando se dé lugar al interdicto, no se entenderá reservado el derecho de ejercer en vía


ordinaria ninguna acción que tienda a dejar sin efecto lo resuelto.
CAPÍTULO DECIMOSEGUNDO: ACTOS JUDICIALES NO
CONTENCIOSOS

I.- Reglamentación:

Está reglamentado en el Libro IV del Código de Procedimiento Civil, entre los artículos
817 y siguientes.

II.- Concepto:

De acuerdo al Art.817.CPC son actos judiciales no contenciosos aquellos que según la


ley requieren la intervención del juez y en que no se promueve contienda alguna entre las
partes.

En conformidad a esta definición para estar en presencia de un acto judicial no


contencioso se requiere la concurrencia de los siguientes requisitos:

- Existencia de una ley en que expresamente se requiera la intervención de un


tribunal: Es decir, los tribunales sólo en virtud de un texto expreso de ley pueden
conocer de estos asuntos, a diferencia de lo que ocurre en los actos judiciales
contenciosos.
- Ausencia de conflicto: El término correcto es conflicto y no contienda, ya que ésta
última, apunta a un conflicto físico.

III.- Estructura de los Procedimientos No Contenciosos:

A.- Un procedimiento no contencioso general (Título I).

B.- Una serie de procedimientos especiales no contenciosos.

C.- Existen otros procedimientos especiales no contenciosos regulados en otros Códigos y


leyes especiales.
IV.- Reglas de Descarte para Determinar el Procedimiento
Aplicable:

A.- Determinar si existe o no una ley especial que se refiere a la materia: Si existe ley
especial se aplica el procedimiento que contemple dicha ley. Por ejemplo:

- Procedimiento para el cambio de nombre (Leyes 4.808 y 17.344, apéndice del CC);
- La muerte presunta (artículos 80 y siguientes del CC);
- El pago por consignación (artículos 1598 y siguientes del CC).
- Etc.

B.- A falta de ley que regule la materia, se aplicará alguno de los procedimientos especiales
contemplados en el Libro IV del CPC. Por ejemplo:

 De la habilitación para comparecer en juicio


 Nombramiento de tutores y curadores
 De la venta en pública y subasta
 De las tasaciones
 Etc.

C.- Si el asunto no contencioso no se encuentra regulado por ley especial y tampoco tiene
una tramitación especial dentro del Libro IV, necesariamente se deberá aplicar el
procedimiento general contemplado por la ley para asuntos judiciales no contenciosos en el
Título I del Libro IV del CPC.

V.- Reglas de Competencia:

Existen asuntos no contenciosos, que por su carácter administrativo, están entregados a


la resolución de autoridades administrativas. Por ejemplo, la Ley 19.903 entrega al Registro
Civil el conocimiento de las posesiones efectivas intestadas abiertas en Chile.

Si está entregado a un tribunal, nos encontramos propiamente ante un acto judicial no


contencioso. Por ello es imprescindible aplicar las normas de competencia absoluta, relativa
y la de distribución de causas para determinar qué tribunal deberá conocer de un
determinado asunto.

Competencia Absoluta: De los actos judiciales no contenciosos, cualquiera sea su


cuantía, van a conocer en primera instancia los Jueces de Letras, con la excepción de la
designación del curador ad litem, que le puede corresponder a cualquier tribunal que esté
conociendo del asunto en el cual se hace necesario la designación de éste (Art.494.CC), que
es aquel que se designa para que represente a un menor de edad en un juicio, como por
ejemplo, si el menor demanda a su padre.

Esta regla de la competencia no se altera ni por la cuantía ni por el fuero. Tomándose en


cuenta sólo la materia del asunto.

Competencia Relativa: La regla general es que va a ser competente el Juez de Letras del
lugar en que el solicitante tenga su domicilio (Art.134.COT). Pero, esta regla presenta
excepciones:

- En la posesión efectiva de herencia, es competente el juez del lugar en que el


causante tuvo su último domicilio. Si el causante tuvo su último domicilio en el
extranjero, será competente el juez del domicilio del interesado.
- En la autorización para gravar y enajenar bienes raíces, es competente el juez del
lugar en donde dichos bienes inmuebles se encuentren.

En estos procedimientos no es procedente la prórroga de la competencia, y no rigen las


reglas sobre distribución de causas, si no que la del turno (Art.179.COT).

VI.- Intervención de los Auxiliares de la Administración de Justicia:

En los actos judiciales no contenciosos son dos los auxiliares de la administración e


justicia que intervendrán:

1) El receptor: Interviene cada vez que se realice una información sumaria de testigos
y cada vez que el COT lo llame a intervenir; y
2) El defensor público: El cual interviene en varias oportunidades.
VII.- Procedimiento General de los Asuntos Judiciales No
Contenciosos:

A.- Reglamentación:

Se encuentra regulado en el Título I del Libro IV del Código de Procedimiento Civil,


entre los artículos 817 a 828.

B.- Forma de Resolver los Asuntos No Contenciosos:

El Art.824.CPC establece que en los negocios no contenciosos que no tengan señalada


una tramitación especial en el presente Código, procederá el tribunal de plano, si la ley no
le ordena obrar con conocimiento de causa.

En caso que la ley exija este conocimiento, y los antecedentes señalados no lo


suministran, mandará rendir previamente información sumaria acerca de los hechos que
legitimen la petición, y oirá después al respectivo defensor público, según corresponda.

La expresión “con conocimiento de causa” significa, que el tribunal debe ser


debidamente informado por el solicitante para la adopción de una decisión, con una
correcta aplicación de la ley.

A fin de que el juez adquiera este conocimiento de causa, el solicitante puede utilizar
cualquier medio idóneo sin necesidad de cumplir con formalidades legales, es decir, no es
necesario que se dé cumplimiento a las formalidades de las pruebas judiciales. El
instrumento principal que la ley otorga al interesado para lograr el conocimiento de causa
que requiere el tribunal, está constituido por la “información sumaria”.

La información sumaria, se refiere a aquella prueba de cualquier especie, rendida sin


notificación ni intervención de contradictor y sin previo señalamiento de término
probatorio.

Sin perjuicio de que no existe una norma que limite los medios de prueba, la
información sumaria más usada en la práctica, es la de los testigos. Por una práctica
consuetudinaria se ha ido limitando a la información sumaria de los testigos. Sin embargo,
no existe norma legal que impida la existencia de una información sumaria de documentos
o de otro medio de prueba distinto de los testigos.
Como en los asuntos judiciales no contenciosos, no existe contraparte, sería absurdo
que se fijará una solemnidad, o las oportunidades para hacerse valer, porque no existe una
parte a la cual emplazar.

Continuando con la contextualización de la información sumaria, podemos señalar las


siguientes características:

- Se trata de un acto jurídico probatorio eminentemente unilateral: Se rinde sin


notificación, ni intervención de contradictor;
- Se trata de un acto jurídico procesal que carece de una oportunidad para ser
realizada: Como no existe contradictor, no se señala un término probatorio;
- El tribunal puede fallar de plano una solicitud que se le presente;
- Recibe aplicación el principio formativo inquisitivo: El tribunal decretará de oficio
las diligencias informativas que estime conveniente; y
- Se aprecia la prueba a través de la sana crítica.

C.- Información Sumaria de Testigos:

Un mínimo de 2 testigos comparecen ante un ministro de fe (receptor), el cual, en un


acta, los individualiza e indica lo que los testigos expresen acerca del hecho que dé base a
la solicitud del interesado. La diligencia termina con la firma del acta por todas las personas
que hayan intervenido en ella, documento que, posteriormente se agrega al expediente.

No hay que confundirlo con la información de perpetua memoria, la cual es un


procedimiento no contencioso especial, que tiene por objeto acreditar por sí misma, como
procedimiento completo, hechos o circunstancias que permitan dar curso a importantes
procedimientos.

D.- Naturaleza judicial de la resolución que se dicta en un procedimiento


no contencioso:

En la práctica se denomina “Auto” a la resolución que se dicta en un acto judicial no


contencioso. Sin embargo, la propia ley en el Art.826.CPC la califica de Sentencia
Definitiva.

No puede ser un auto, porque no habiendo juicio, no pueden haber incidentes.


Tampoco podría ser una sentencia definitiva, ya que ésta es la resolución que pone fin a
la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. Pero en el acto
judicial no contencioso, no estamos en presencia de un juicio.

El Art.826.CPC sin embargo, repite casi íntegramente los requisitos que debe cumplir la
sentencia en asuntos contenciosos.

Hay otros autores, que señalan que es un “dictamen” y no una sentencia definitiva, toda
vez que el tribunal en estos casos, no estaría ejerciendo su facultad jurisdiccional.

La resolución que dicta un tribunal, en los asuntos judiciales no contenciosos, pueden


ser de dos tipos:

1) Afirmativa: Es aquella que da lugar a lo solicitado y puede ser modificada mientras


se encuentre pendiente su ejecución; o
2) Negativa: Es aquella que no da lugar a lo solicitado y puede ser modificada o
revocada sin limitación alguna (no existe límite de tiempo).

Esta características, es la que permite afirmar que los actos judiciales no contenciosos
son más actos administrativos que judiciales, ya que en éstos últimos, las sentencias
definitivas y las interlocutorias ejecutoriadas, producen cosa juzgada sustancial. En los
actos que analizamos existe una especial revocabilidad de las resoluciones negativas y de
las positivas pendientes de ejecución.

Alguna parte de la doctrina denomina a este efecto (Art.821.CPC), cosa juzgada


formal. Otros afirman que se trata de la llamada cosa juzgada sustancial provisional.
Similar a lo que ocurre en los juicios de alimentos.

El profesor Mosquera, señala que respecto de los actos judiciales no contencioso, es


inoficioso e incorrecto hablar de cosa juzgada, por ser ésta una institución propia de los
actos jurisdiccionales.

E.- Medios de Impugnación:

El Art.821.CPC establece que: “Pueden los tribunales, variando las circunstancias, y a


solicitud del interesado, revocar o modificar las resoluciones negativas que se hayan
dictado, sin sujeción a los términos y formas establecidos para los asuntos contenciosos.

Podrán también en igual caso revocar o modificar las resoluciones afirmativas, con tal
que esté aún pendiente su ejecución”.
Por su parte, el Art.822.CPC establece que contra las resoluciones dictadas podrán
entablarse los recursos de apelación y de casación (forma y fondo), según las reglas
generales. Apelación que deberá ser tratada como los incidentes.

F.- Conversión del Acto Judicial No Contencioso en Contencioso:

El legislador previó la situación de que concurriera en el mismo expediente y


procedimiento “otra persona” que exhiba el mismo interés que el solicitante o uno
contrapuesto. Así estableció la opción de que un procedimiento no contencioso se convierta
en uno contencioso.

Señala el Art.823.CPC: “Si a la solicitud presentada se hace oposición por legítimo


contradictor, se hará contencioso el negocio y se sujetará a los trámites del juicio que
corresponda.

Si la oposición se hace por quien no tiene derecho, el tribunal, desestimándola de


plano, dictará resolución sobre el negocio principal”.

G.- Concepto de Legítimo Contradictor:

El legislador procesal nacional no lo ha definido, ni tampoco ha entregado reglas para


determinar cuándo una persona podrá intervenir como tal en una gestión no contenciosa.

En la historia fidedigna de la ley, se reconoce que es necesaria la existencia de un


interés por parte de quien se opone a la resolución del asunto.

No obstante lo anterior, podemos definir al legítimo contradictor como: aquel sujeto


(tercero) que en una gestión no contenciosa se encuentra legalmente habilitado para
oponerse a ella, toda vez que tiene un interés jurídicamente tutelado que tal procedimiento
ha puesto en peligro.

H.- Alcance de la Voz “Derecho”: (Art.823.CPC)

A la voz “derecho” debe dársele el sentido de interés jurídicamente protegido.


Asimismo, es necesario que el contradictor sea legítimo, es decir que su derecho sea
actual.

De esta manera, cada uno de los intereses jurídicamente protegidos se determinarán en


cada una de las especies del acto judicial no contencioso de que se trate.

I.- Oportunidad Procesal para Ejercitar la Oposición:

La oportunidad para oponerse al acto judicial no contencioso nace, para el legítimo


contradictor, desde que su existencia haya llegado a su conocimiento.

El problema dice relación con la preclusión de la facultad para oponerse. Hay quienes
afirman que la oposición puede ejercitarse hasta antes de que el tribunal dicte la resolución
respectiva.

Otros, estiman por el contrario, que la oposición puede ejercitarse incluso después de
dictada la resolución sobre el procedimiento. Esto últimos se basan en lo dispuesto en el
Art.821.CPC, artículo que contempla la posibilidad de revocación. Se discute si el legítimo
contradictor puede caber dentro de la expresión interesado. Si se le otorga un carácter
amplio a dicha expresión, el legítimo contradictor podría emplear el recurso de revocación.

El profesor Maturana aboga por la primera tesis basándose principalmente en la


distinción que surge del propio texto legal entre “interesado” y “legítimo contradictor”. El
legítimo contradictor no podría hacer valer el recurso de revocación toda vez que la forma
en que el legislador protege al legítimo contradictor, es con la posibilidad de oposición.

J.- Tramitación del Escrito de Oposición:

La jurisprudencia ha optado por el procedimiento de los incidentes ordinarios, pese a


que no existe un juicio-litigio, sino que simplemente un procedimiento. Ello, porque el
Art.823 inciso 2°.CPC habla de negocio principal, debiendo por tanto, ser un asunto
accesorio la tramitación de la oposición.

El escrito de oposición debe cumplir con:

- Los requisitos comunes a todo escritos


- Que derechamente se pretenda cambiar el carácter de asunto no contencioso en uno
contencioso. Siendo claro, el legítimo contradictor, en esta “oponiéndose”.
- Requisitos de la Ley N° 18.120.

Deberá presentarse por escrito en tiempo oportuno. El tribunal dará traslado de la


oposición al primer interesado, fallando con posterioridad.

La jurisprudencia le ha otorgado el carácter de previo y especial pronunciamiento a la


oposición, con lo que la gestión no contenciosa permanece detenida.

El tribunal, adoptando las reglas generales de los incidentes, frente al escrito de


oposición, puede tomar alguna de las siguientes decisiones:

 Rechazarla de plano, cuando la oposición la hace alguien que no tiene derecho; o


 Darla tramitación incidental, con el correspondiente traslado, si el escrito de
oposición cumple con los requisitos pertinentes y el legítimo contradictor tiene
derecho para hacerlo.

Surge el problema que no ha sido dilucidado por el legislador, cuál es, la extensión de
las facultades que tiene el juez para calificar la oposición. El profesor Maturana sostiene
que la incidencia de oposición va dirigida únicamente a la transformación de un negocio no
contencioso en uno contencioso. Con ello el tribunal, se limita a la calificación de la
oposición y de la calidad de legítimo contradictor de quien la ejercita. No procede que se
pronuncie sobre ninguna cuestión de fondo respecto del conflicto que se genera.

K.- Procedimiento que corresponde aplicar al asunto que se ha convertido


en contencioso:

Será el procedimiento que fije la ley, de acuerdo a las reglas generales. La Corte
Suprema ha estimado que la determinación del procedimiento aplicable no puede ser hecha
por el tribunal que conoce de la oposición.

L.- Situación Jurídica de las Partes:

La ley nada dice. Por su parte la jurisprudencia ha fallado múltiples veces que debía
tenerse por demanda a la solicitud presentada por el 1er interesado y por contestación de la
demanda a la oposición del legítimo contradictor. Se asimilaba, a lo señalado en el juicio de
cuentas.

El profesor Maturana considera que el 1er interesado o el legítimo contradictor pueden


ser demandantes o demandados, sin que ello esté expresamente establecido en la ley. La
situación de uno y de otro dependerá de quién sea el primero que asume el carácter de
sujeto activo en el juicio correspondiente.

VIII.- Procedimientos Especiales Respecto de Asuntos Judiciales No


Contenciosos:

El Código de Procedimiento Civil, dentro del Libro IV (Arts.829 a 925.CPC), se


encarga de regular los siguientes procedimientos especiales para tramitar asuntos judiciales
no contenciosos. A saber:

a.- De la habilitación para comparecer en juicio;

b.- De la autorización judicial para repudiar la legitimación de un interdicto;

c.- De la emancipación voluntaria;

d.- De la autorización judicial para repudiar el reconocimiento de un interdicto como hijo


natural;

e.- Del nombramiento de tutores y curadores y del discernimiento de estos cargos;

f.- Del inventario solemne;

g.- De los procedimientos a que da lugar la sucesión por causa de muerte:

- De los procedimientos especiales de la sucesión testamentaria;


- De la guarda de los muebles y papeles de la sucesión;
- De la dación de la posesión efectiva de la herencia; y
- De la declaración de herencia yacente y de los procedimientos subsiguientes a esta
declaración.

h.- De la insinuación de donaciones;

i.- De la autorización judicial para enajenar, gravar o dar en arrendamiento por largo tiempo
bienes de incapaces, o para obligar a estos como fiadores;

j.- De la venta en pública subasta;


k.- De las tasaciones;

l.- De la declaración del derecho al goce de censos;

m.- De las informaciones para perpetua memoria; y

n.- De la expropiación por causa de utilidad pública.

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