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Temario Hermenéutica
Temario Hermenéutica
- Evaluación: ejercicio escrito sobre algún tema del curso que podamos conectar con alguno
otro que nos interese (p.e. relacionado con TFM), o examen oral individualizado.
26/20/2023
Temario:
Somos animales semióticos, la naturaleza es un libro y desciframos sus signos. Existen diversos
mecanismos de donación de sentido, nosotros hemos elegido uno de esos mecanismos, una vía
epistémica: la filosofia, pero ¿qué es exactamente? Para Borges una rama de la literatura fantástica,
para Nussbaum malabarismo conceptual, tambien se suele concebir como entretenimiento o
distracción. Hay algo de eso pero la filosofia tambien legitima el orden establecido o bien lo
cuestiona con miras a transformarlo.
Se entenderá el ejercicio filosófico esencialmente como una práctica mundana, un ejercicio cotidiano
a lo largo de la vida que consiste en someter a la exigencia racional las representaciones en las que
estamos instalados y que recibimos pasivamente de la tradición. Todos tenemos una filosofia, una
cosmovisión del mundo más o menos espontánea que heredamos de la tradición, todas estamos
necesariamente posicionadas respecto a cuestiones fundamentales como qué es el bien, la justicia, la
verdad, lo uno, etc. Responder estas cuestiones rebasa el campo de lo saberes empíricos (no existe
una metodología científica capaz de responder a qué es una vida buena), y son respuestas que vienen
dadas normalmente por las ideologías, las religiones, las filosofías más o menos espontáneas. La
filosofia académica, por contrapunto a esta otra filosofia cotidiana, parte de esas cosmovisiones
heredadas de la tradición para explorar sus límites, cuestionar sus principios, someter a crítica sus
valores, interrogar sus fundamentos, etc. En consecuencia la filosofia es un ejercicio racional que no
pertenece a una disciplina concreta, o a una élite intelectual encerrada en la universidad, es un tipo de
ejercicio en el que todo sujeto está comprometido.
Quizás la pregunta fundamental de la filosofia sea ¿cómo tenemos que vivir y por qué? ¿en qué
consiste una vida buena (en el sentido de moralmente virtuosa)? La filosofia es un ejercicio que
somete la vida a examen (evaluación crítica). Es sobre todo un cuestionamiento de las
interpretaciones en las que estamos inmersos, de las creencias y valores que recibimos
necesariamente de la tradición y de nuestro contexto socio-histórico. La tradición nos atraviesa y
satura de interpretaciones del mundo, es una inercia que nos arrastra, que tiende a imponer
acríticamente sus valores, pues lo familiar pasa por evidente (p.e. como el pez que no cuestiona el
agua que constituye su medio de vida), por natural, se normaliza. Siempre existe sin embargo la
posibilidad de un gesto reflexivo para cuestionar esa tradición en la que se está inmerso, en eso
consiste justamente la filosofia, en ese hábito reflexivo de crítica de lo incuestionado. Es sobre todo
un imperativo de no-ingenuidad y un compromiso vital. Para Platón la diferencia entre la filosofia y
la sofística es que el ejercicio técnico de la argumentación racional está en un caso al servicio de la
verdad (filosofia) y en otro de la victoria (sofística). En un caso se busca persuadir al rival y en otro
rendir pleitesía a la verdad, ascender a la contemplación de las ideas que se reflejan en el mundo
sensible.
La hermenéutica es una corriente filosófica que hace de la interpretación su tema fundamental y que
se suele relacionar con el relativismo, con una interpretación absolutamente libre. ¿Cuáles son las
condiciones de posibilidad de la verdad en el orden de la interpretación? La hermenéutica no tiene
nada que ver con el todo vale, con el relativismo postmoderno después de la muerte de los dioses (en
una sociedad atea sin valores trascendentes parece difícil encontrar un fundamento a la moral, ¿por
qué debemos actuar bien si no lo prescribe un dios omnipotente, omnibenevolente y omnisciente?).
03/10/2023
Resumen:
Contra la idea de que en la hermenéutica todo vale por ser una suerte de doctrina relativista
argumenta que es una doctrina de la verdad en el dominio de la interpretación. Se trata justamente de
proponer reglas para deshacer la arbitrariedad de las interpretaciones.
En este texto se recuerda que la filosofia además de ser una disciplina teórico-contemplativa de las
causas últimas, principios y elementos que componen la realidad, además de eso hay una trenza
indeleble desde el origen de la filosofia con su dimensión práctica. Para la hermenéutica resulta
fundamental atender a los contextos pragmáticos en el interior de los cuales emergen las teorías.
Para Platón la filosofia consiste sobre todo en dirigir la mirada desde lo humano, lo mundano, lo
cotidiano, lo sensible e imperfecto hacia la contemplación de las ideas en sí, perfectas, eternas e
inmutables (p.e. desde los árboles particulares que componen el mundo hacia la idea de arboreidad
de la que todos participan). La hermenéutica contextualiza en la historia ese ejercicio pragmático que
consiste mirar lo eterno y lo universal. Devolverlo al contexto pragmático donde emerge, la
situacionalidad histórica en la que se hace filosofia debe ser incorporada a la racionalidad filosófica,
ese es el gesto fundamental de la hermenéutica (aunque no solo). Cuando uno comienza a pensar ya
lleva mucho tiempo viviendo. La vida es un principio de autoorganización e instalación en un
contexto existencial. La dimensión de la praxis es la originaria, en el interior de ella aparece la teoría
como otra modalidad de la acción. La hermenéutica tiene que ver con evidenciar las estructuras de la
praxis.
La hermenéutica se suele asociar al relativismo posmoderno del todo vale. Dado que no hay
posibilidad de verdades absolutas en ámbito teórico (postfundacionalismo) ni de valores absolutos en
el ámbito de la acción (secularización) entonces todo vale. Pero no se trata de acabar con la verdad
sino de ampliar su perímetro. La razón occidental se ha olvidado, por la identificación del saber con
la constatación y la demostración, de otras dimensiones de la verdad y la racionalidad. La
hermenéutica es la doctrina general de la verdad en el orden de la interpretación. Que no haya
verdades absolutas ni valores absolutos no implica el abandono de todo compromiso con la verdad.
¿Se puede diferenciar entre lo absoluto y lo universal? “No hay hechos sino solo interpretaciones”
¿Significa eso desorden, caos o ausencia de moral?
La historia de la hermenéutica es un arte para eliminar la ambigüedad de los textos. El compromiso
ético con la verdad en el orden de la interpretación es fundamental.
La interpretación no es un modo cognitivo de lectura sino una forma de instalarse en lo real ante
nuevas formas de acción. Los hechos solo pueden ser tal si son interpretados, si se integran en
totalidades de sentido que dirigen los fines y valores de la vida. La interpretación tiene que ver con la
repetición de una estructura de significatividad en la que estoy involucrado. Lo que hago ahora está
orientado a una totalidad de sentido hacia la que me dirijo. En eso consiste el famoso circulo
hermenéutico, las acciones locales solo cobran sentido en relación con una totalidad de sentido en la
que se inscriben, porque se realizan en la vida con vistas siempre a otros fines. La estructura formal
de la racionalidad práctica se repite en todas las personas aunque el contenido sea diferente.
10/09/2023
Citas:
Lo que tiene en común el proyecto hermenéutico tanto analítico (anglosajón, de vocación formalista
y logicista) como continental (centroeuropeo, de vocación histórica y estética) es: “una
reformulación de la idea de racionalidad, que la libere de la sujeción al paradigma predominante en
la modernidad, a saber: el paradigma “racionalista” de la racionalidad, también llamado a veces, con
o sin acierto, el paradigma “cartesiano” de la racionalidad, que se orienta a partir del ideal
fundacionalista-deductivista del conocimiento, concretizado ejemplarmente por el conocimiento
matemático”. En Heidegger y Gadamer este proyecto trae consigo la reformulación de los conceptos
“verdad”, “sentido” y “objetividad” así como una reivindicación de la relevancia de saberes
tradicionalmente denostados (el saber-cómo o saber disposicional contra el paradigma
proposicional).
“atenderé a los aspectos vinculados con la relación existente entre el enfoque holístico-contextualista
de la comprensión y la interpretación, por un lado, y la tensión estructural entre la búsqueda de
sentido (caridad) y el cuestionamiento crítico (sospecha), concebidos ambos como momentos
imprescindibles en toda genuina apropiación comprensivo-interpretativa”.
Bien se puede decir que se ha operado en los últimos años una transformación hermenéutica de la
filosofia que ha consistido en “el hecho de que los fenómenos vinculados con los procesos de
comprensión, es decir, con los procesos de apertura y apropiación de sentido pasan a ocupar el centro
del interés filosófico, a tal punto que comienzan a proveer el ejemplo orientativo básico para el
desarrollo de concepciones unitarias y, al menos, en su pretensión, integrales de la existencia
humana, los diferentes modos de acceso al mundo y el conocimiento en sus diferentes posibles
formas”. Una dinámica que acontece en oposición a aquellas que apuestan por un acceso inmediato a
la realidad (pura percepción o pura intelección) sin mediación interpretativa, lingüística, conceptual y
contextual.
Para la filosofia hermenéutica (cuarta acepción): “la idea básica de que la comprensión constituye un
fenómeno fundamental de la existencia humana: todo acceso al mundo y a sí mismo por parte del
hombre, tanto en la actitud cotidiana y prerreflexiva como en la ciencia misma, vendría, según esto,
no solo acompañada, sino incluso posibilitada por la mediación de determinadas prestaciones de
carácter comprensivo-interpretativo”.
[Para Heidegger hay una diferencia fundamental (y tradicionalmente olvidada por la filosofia) entre el
ser y el ente. Entre las cosas que pueblan el mundo (entes) y lo que les da su ser, su condición misma
de existencia (el ser). De forma análoga diferencia entre las ontologías regionales (científicas) que se
mueven en la dimensión de lo óntico (de los entes) con nociones de verdad como la adecuación o la
coherencia (la verdad es una adecuación del intelecto a la realidad o de las palabras a las cosas), y la
ontología fundamental (filosófico-hermenéutica) que opera en la dimensión del ser con una noción de
verdad como desvelamiento o desocultamiento, y que hace referencia a cómo las cosas se nos
presentan con un sentido antes de que podamos articular juicios sobre ellas. Esta ontología
fundamental es algo así como los a priori (estructuras previas, innatas) del Dasein al relacionarse con
el mundo y que lo dotan ya siempre de un sentido (esos a priori es lo que busca Heidegger en la
analítica existencial del Dasein de Ser y tiempo). Por lo tanto, la comprensión-interpretación no es
solo un arte o una técnica sino nuestro modo fundamental de estar en el mundo y de dotarlo de
sentido.
Hay una verdad óntica (científica) y una verdad ontológica (hermenéutica) que tiene primacía sobre la
primera y que es previa a los juicios sujeto-predicativos referidos a los entes intramundanos, pues
antes de poder decir algo sobre esta mesa, antes de poder predicar de ella atributos y juzgar si se
adecúan o no a la realidad tengo que saber qué es una mesa. El hecho de estar en el mundo, de tratar
con él y de desenvolverme en él implica ya una precomprensión del mismo que está siempre mediada
por la historia y el lenguaje (y el cuerpo han añadido algunos). Es decir, el Dasein está revestido por
ciertas estructuras fundamentales de sentido e inteligibilidad que hacen que nada se le presente de
forma desnuda, bruta o cruda, sino ya de alguna forma interpretada, prejuzgada o precomprendida. Es
decir, antes de que te preguntes qué es una mesa ya tienes por fuerza una precomprensión de la misma
que te habilita a preguntar por ella (p.e. aquello que me sirve para escribir)].
1. Carácter mediado de los procesos de apropiación comprensiva de sentido (antes del acceso
teórico-constatativo dotamos de sentido a los entes de forma practico-operativa).
3. Carácter anticipativo-proyectivo del acceso comprensivo (p.e. “entender el texto implica no solo
referir cada uno de los enunciados particulares a una totalidad de sentido constituida por el texto
mismo, que en el proceso mismo de la lectura y la interpretación es anticipada al modo de un esbozo
proyectivo, sino también, viceversa, llevar a cabo el enriquecimiento, la (re)integración y,
eventualmente, también la corrección de la totalidad de sentido así anticipada con ocasión de todos y
cada uno de los enunciados particulares de cuyo sentido se apropia la comprensión, en un
permanente ida y vuelta de las partes al todo y del todo a las partes”).
5. Carácter aletheiológico de la experiencia de sentido: “Lo que está aquí en juego es, en definitiva,
el intento por revincular la noción de verdad a la experiencia de sentido en todas sus posibles formas,
liberándola así de la habitual sujeción al estrecho entorno de la actividad teórico-contemplativa, es
decir, de la theoría. Ello resulta posible a través de una radical reinterpretación del alcance de la
propia noción de verdad, la cual ya no es primariamente entendida en el sentido adecuacionista
habitual, sino en términos manifestativos, es decir, como alétheia, en el sentido preciso de
‘desocultamiento’. (…) apunta como tal a una dimensión básica y fundante de manifestación dentro
la cual la habitual oposición entre lo verdadero y lo falso no encuentra todavía genuina aplicación.
(…) concibe a la adecuación veritativa como un fenómeno derivado, que puede reclamar para sí
legitimidad dentro en su ámbito específico de aplicación, que no es otro que el ámbito
correspondiente a las diferentes formas de ejecución, tanto científicas como precientíficas, de la
actitud teórico-constatativa”. Contra esa concepción constatativa de la verdad se formulan dos
criticas: la primera que solo aplica para el caso del conocimiento teórico, y la segunda que “no ve el
fundamento de la posibilidad de la adecuación veritativa, en el sentido habitual, en la dimensión
básica y fundante dentro de la cual tiene lugar, por primera vez, la venida a la presencia del ente en
sus diferentes modos posibles de comparecencia y, por ende, también de aquello que, en tanto objeto
de conocimiento, ha de oficiar como la medida a la cual el acto teórico-constatativo debe, en cada
caso, adecuarse”.
En suma, “Lo que la interpretación aletheiológica lleva a cabo es, por tanto, una liberación de la
noción de verdad de la sujeción habitual al dominio de la teoría y, con ello, también una decidida
extensión de dicha noción fuera del ámbito de toda posible mediación metódica, para proyectarla a
ámbitos tales como el del acceso práctico-operativo al mundo circundante, el de la experiencia
estética y el de la palabra teológica, en los cuales tiene lugar, en cada caso, una peculiar experiencia
de sentido, que puede reclamar para sí el carácter de originaria e irreductible. Impera verdad, según
esto, en toda forma de la experiencia de sentido, en la medida en que en y a través de ella viene a la
presencia, es decir, se abre a la comprensibilidad de un determinado modo del ente en su ser”. Es una
verdad monovalente, es más, previa a las oposiciones del tipo verdad-falsedad, real-aparente, las
cuales son solo “posibles sobre la base de lo abierto en la dimensión originaria de manifestación en la
cual tiene lugar la venida a la presencia (comprensibilidad) de lo que es, en la medida en que
fenómenos defectivos del tipo de la falsedad, el ocultamiento y la desfiguración tienen un carácter
esencialmente parasitario, es decir, solo pueden darse allí donde impera ya manifestación”.
Además, “la extensión de la noción de verdad a la totalidad de la esfera de las posibles formas de la
experiencia de sentido trae necesariamente consigo también una paralela extensión de la idea de
racionalidad, que queda liberada de su identificación a secas con la racionalidad teórico-científica”.
“hay que dar razón a Ricoeur cuando insiste en la necesidad de lograr una mediación integradora de
benevolencia (caridad) y sospecha crítica, dentro de una concepción de la comprensión y la
racionalidad que resulte defendible en la actualidad” Pese a ello tiene prioridad la interpretación
benevolente frente a la distancia crítica. Es decir, “la prioridad metódica del momento de
identificación que acompaña necesariamente a la apuesta global por el sentido está presente, en
calidad de presupuesto básico de comprensibilidad, incluso allí donde se ve en el discurso, el
documento, la obra o la teoría a interpretar el resultado objetivado de una estrategia consciente o
inconsciente de enmascaramiento o incluso un dispositivo de dominación”.
[Creo que Foucault (a quien cita como heredero de la hermenéutica de la sospecha) estaría de acuerdo
con la prioridad metódica de la interpretación benevolente. En Vigilar y castigar rechaza interrogar la
existencia de la cárcel investigando por qué error, desviación, desconocimiento, distorsión
especulativa o práctica la teoría punitiva de los reformadores (que pretendían reformar la penalidad
del antiguo régimen y que desde pronto constataron la inutilidad de la prisión para reinsertar a los
delincuentes) ha podido ser traicionada. Al contrario, interroga los discursos penitenciarios a partir de
la realidad de la cárcel, más que impugnarla de antemano como irracional, inútil o sinsentido, se
pregunta por lo que continúa justificándola, por el papel que cumple y las estrategias en que se
integra. Es decir, parte efectivamente de la premisa de que la cárcel tiene sentido (principio de
caridad), reconstruye la racionalidad disciplinaria dentro de la cual adquiere un sentido táctico, y en
un segundo momento ya viene la crítica y el desenmascaramiento, principalmente al mostrar que la
cárcel sirve para profesionalizar la delincuencia, justificar una vigilancia y control cada vez más
acuciantes, invisibilizar el carácter disciplinario de otras instituciones, utilizar a los delincuentes en el
tráfico de armas, drogas, etc.]
Apuntes:
¿Cómo es posible que se dé algo con sentido en el mundo acerca de lo cual podamos predicar
atributos? La comprensión es una actividad preteórica, es una actitud práctica. Tiene que ver con
desenvolverse competente en el mundo. Comprender una sola cosa de lo real implica pre-
comprender la totalidad del mundo. La comprensión antes que cognición textual es manejo y
ejecución.
La hermenéutica es una ontología del sentido. El ser no son conjuntos de sustancias que soportan
atributos, lo que hay son tramas de sentido donde se insertan los objetos y se instituyen con
significado. Y el sentido sigue la estructura de “algo aparece en tanto que algo ante alguien en un
contexto determinado”. Se trata de elucidar las estructuras de inteligibilidad que son la condición de
posibilidad del sentido de las cosas.
No comprender algo implica presuponer lo comprensibilidad del todo en que se inserta (p.e. el hecho
de no entender algo y pedir explicaciones implica la presuposición de que lo dicho debe tener
sentido). La excepción, los fallos, los misundersanting, delatan esas estructuras. Hay una dimensión
histórica en el modo en que se rellena esas estructura de sentido, pero la forma de esas estructuras
puede ser trascendental y universal.
¿Qué significa “praxis” y “acción”? Se mezclan en el uso los contextos de aplicación en tramas
causales y en tramas de finalidades. La acción es tanto la producción de efectos (sin necesidad de
intencionalidad o voluntad, puede ser producido por objetos inertes) como la persecución de
objetivos (implica voluntad). En el segundo caso hay una anticipación de la totalidad de sentido en la
que se inserta la acción, una planificación más o menos espontanea, una evaluación de sus
consecuencias, etc. El sujeto es el lugar de la síntesis pasiva de presente, pasado y futuro mediante la
retención (memoria) y la proyección (futurible). Todo presente esta preñado de futuro y sujeto al
pasado del que depende. Cuando se interrumpe el circuito de la significatividad es cuando me doy
cuenta las interconexiones- Las decisiones locales comprometen e implican la totalidad de la vida,
del proyecto vital.
24/10/2023
La clave del giro hermenéutico es que los fenómenos de la comprensión pasan a ocupar el centro de
la reflexión filosófica. Ese interés apunta a una concepción integral del ser humano, del mundo y del
conocimiento. El animal humano ya no puede ser asimilando sin pérdidas con una entidad
esencialmente pensante a la que se le atribuyen propiedades que pueden ser fotografiadas. Cuando
hablamos de comprensión no hablamos primariamente de una actividad cognoscitiva sino de la
práctica y la ejecución, un entramado de capacidades, de posibilidades de acción, de la actitud pre-
teórica con la que el ser humano se desenvuelve en el mundo antes de plantear teorías sobre el
mismo. Ni el ser humano es un cosa pensante ni el mundo es un recipiente de objetos cognoscibles,
un cuenco cósmico lleno de cosas. Se pretende superar las ontología de las cosas, hay a lo sumo
cosas-sentido, tramas de significación en el interior de los cuales se presentan las cosas con cierto
sentido ante alguien en un lugar determinado.
La apuesta del giro hermenéutico es la apuesta por el ámbito pre-teórico que habilita al saber teórico.
No hay mensaje cifrado u oculto a descubrir porque no hay autor, el sentido precede al individuo que
pregunta por el sentido. El sentido es el campo de experiencia en el interior del cual me convierte en
lo que soy. Existe una estructuración pública de los significados aceptados por una comunidad. No
podemos imaginar una situación completamente carente de sentido, la importancia de los factores
disruptivos como estrategia metodológica de desvelamiento, cuando hay una excepción y el circuito
de sentido falla, el hecho de que lo experimentemos como rareza delata el fondo de sentido contra el
que lo estamos comprendiendo. La imposibilidad de fluir en la inercia de lo familiar evidencia la
estructura narrativa de la vida, se cancela una posibilidad que deseas realizar y eso revela toda la
estructura teleológica que suponen tus acciones. No puedes no dotar de sentido a las situaciones por
muy disruptivas que sean (pero hay acontecimientos que son significativos y sin embargo no sin
inteligibles, como las traumas psicológicos por ejemplo). El dolor de lo absurdo es más soportable si
tiene sentido. Incluso la filosofia del absurdo da sentido al mundo bajo la forma de que nada tiene
sentido. Necesitamos explicaciones que den sentido al mundo, así explican algunos psicológicos la
mitología. Siempre proyectamos horizontes de sentido dentro de los cuales se desarrollan nuestras
acciones.
Toda declaración de un hecho implica una perspectiva. ¿Cuáles son los mecanismos sordos,
obstinados y cotidianos que donan el mundo de sentido? Mi capacidad de intervenir en el mundo está
al servicio de una disposición, de una voluntad, de un plan. Mi capacidad de decisión está
constreñida por factores fácticos, el cuerpo tengo, la lengua que hablo, la cosmovisión que he
heredado, y aun así tengo una margen de maniobra para decidir cómo actuar. Si el hombre es acción
¿cómo elaboramos un discurso descriptivo sobre una cosa que está en continuo devenir sin
congelarla, cosificarla, etc.? ese es el intento de Heidegger de sustituir la ontología cósica por
existenciarios. Sustituir la ontología de la sustancia por la ontología del sentido. Solo hay individuo
en tanto que algo en una trama de sentido que puedo analizar después. El ser vivo se puede
descomponer en sus partes, pero no puede vivir, no puede estar vivo sin la totalidad de su organismo
y tampoco se reduce a sus partes componentes. Ese mismo modelo es el que hay que seguir en la
ontología.
Holismo: Si entiendes el sentido de algo entiendes todo el campo de sentido en el que está inserto
(p.e. si entiendes qué es un rotulador entiendes su vinculación la pizarra, la clase, los alumnos, y toda
la institución educativa). Todo espejea.
Proyección: las acciones locales cobran sentido en una estructura total de finalidad. Ya siempre
anticipamos el sentido de nuestras acciones. Seríamos imbéciles si no supiéramos el último para qué
al que tienden nuestras acciones (felicidad). Todos los seres humanos tenemos esta estructura formal
de la práctica que cada quien rellena a su forma. Allí donde hay praxis aunque no lo sepa el actor de
las mismas está reproduciendo una estructura teleológica. Una ya siempre está embarcada en algo
que no comprende del todo.
Historicidad: toda proyección de sentido implica una herencia y viceversa, voy hacia a algo y vengo
de algún lado. Heidegger diferencia entre historicidad e historiografía, somos animales históricos no
porque nos interese la ciencia de la historia sino porque siempre estamos ya moldeados por la
historia. La ciencia histórica convierte el pasado en un monumento, en un objeto museístico, la
historicidad tiene que ver con uno está vivido por lo que le precede, heredamos cosmovisiones,
cánones evaluativos, disposiciones afectivas, etc. ¿Cuál es el rendimiento del pasado para el presente
y qué tipo de relación podemos mantener con el pasado?
Aletheiológico: no hay enunciado sin trasfondo, se presupone el sostén de algo que hace visible el
enunciado. Si se amplía de tal manera el concepto de verdad entonces la verdad no es un rasgo del
pensamiento sino del mundo. La verdad es un rasgo ontológico y no epistemológico. El mundo es un
campo de manifestabilidad.
31/10/2023
La crítica de Nietzsche (en El crepúsculo de los ídolos) es que este modelo de racionalidad
deshistoriza los conceptos, como si estuvieran dados de una vez y para siempre. Para hacer un
método absolutamente infalible hay que eliminar lo contingente, las coyunturas, los sentidos, lo
corporal. Diagnostica una fobia de los filósofos a la noción de devenir, de lo sensible y lo corpóreo,
de forma que hacen de los conceptos y las ideas momias egipcias museísticas vistas desde la
perspectiva de la eternidad. De las manos de los filósofos nada nada sale vivo, arrojan los conceptos
fuera de la historia, matan y rellenan de paja cuanto adoran, no han hecho sino momias conceptuales;
el cambio, el devenir, son para ellos objeciones a la inmovilidad perfecta de las ideas (crítica sobre
todo del platonismo). Sospechan que debe haber una ilusión que hace que no percibamos lo que es,
su esencia, debe haber un engañador (el genio maligno cartesiano), la sensibilidad y los sentidos nos
engañan acerca del mundo verdadero, de manera que tratan de deshacerse del engaño de los sentidos,
del cuerpo, de lo subjetivo, etc. Ignoran, dice Nietzsche, que lo que media e impera en toda
construcción teórica del sentido es el cuerpo y la batalla de instintos que lo atraviesan (no existe nada
trascendente, la filosofia de Nietzsche es un continuo recurso a lo inmanente, a lo que está en el
propio mundo y no fuera de él como Dios o las ideas platónicas).
El prejuicio clásico de la filosofia es pensar que el conocimiento consistiese en reflejar de forma fiel
la naturaleza. Borges denuncia la pretensión de una cartografía a escala 1:1 del imperio, se olvidan
del carácter instrumental de esa herramienta, que busca verdad absoluta y validez irrestricta para
agotar la realidad y no dar herramientas para desenvolverse en el mundo.
Apuntes:
No estoy dispuesto a aceptar como verdadero nada que no sea absolutamente indubitable, se debe
presentar con la claridad y distinción de la aritmética. Antes de ocuparnos de cualquier otra cosa hay
que ocuparse de la razón misma y sus procedimientos gnoseológicos.
14/11/2023
¿Puede la vida desde sí misma y para sí misma elaborar estrategias de inteligibilidad? ¿Puede ser
pensada de forma inmanente desde sí misma? ¿Se puede pensar la vida desde la vida? ¿O por el
contrario hay que salir de la vida para dotar de sentido, inteligibilidad y justificación a la misma? ¿Y
si se puede cómo? Esta pregunta atraviesa el siglo XIX filosófico. Se comienza a asumir que la
realidad sobrepasa la ambición del conocimiento. La teoría no agota la totalidad de lo real, es decir,
el conocimiento es un momento de la vida. ¿Podemos pensar, agarrar, capturar, algo que no es un
objeto, sino una dinámica, un devenir un flujo constante? ¿Qué tipo de categorías elaborar para
pensar algo que no es cósico ni sustantivo ni matematizable y sin embargo se da y acontece? El
conocimiento científico quizá sea una estrategia, un medio de adaptación y plenificación del animal
humano. No se trata de dejar de construir edificios científicos sino preguntar por la génesis de los
valores absolutos que lo presiden y descubrir que no tienen un “origen” (metafísico, metahistórico,
etc.) sino una ley singular de “emergencia”, un momento histórico de “invención” que responde a
razones mezquinas, oscuras, a conflictos, relaciones de fuerza, operaciones de poder, etc. El
pensamiento está enraizado en la vida, y la vida tiene siempre una perspectiva en primera persona, un
posicionamiento concreto y una perspectiva determinada (es siempre la vida de un viviente).
Umberto Eco distingue entre la voluntad política de apropiación de un texto (donde se busca la
justificación de los propios ideales) y la voluntad hermenéutica de comprensión de un texto (donde
se trata de dejar hablar al texto mismo, de que nos interpele). ¿Qué se quiere hacer con los textos al
leerlos?
La intuición genealógica es tratar de interpretar los fenómenos culturales desde el trasfondo orgánico,
comprender los fenómenos culturales como efectos de superficie de un trasfondo corporal, volitivo e
inconsciente. Origen pulsional de lo racional.
Hay un trasfondo último de lo real que gobierna todas las cosas y expresa en todos los niveles, en el
fondo de todas las cosas hay un querer, una voluntad, un apetito puro sin objeto que no quiere nada
más que seguir queriendo. Hay una fuerza unitaria de fondo que atraviesa todas las cosas, las hace
moverse y expresarse. Lo que nos anima no es solo la planificación racional sino un apetito de fondo
siempre insatisfecho. La realidad es un apetecer sin sujeto ni objeto de apetito. Un apetito impersonal
que apetece de sí mismo, querer seguir apeteciendo. Hay algo que quiere en nosotros. Cualquier
dolor es mi dolor, para Schopenhauer hay una empatía cósmica. Tenemos acceso a la cosa en sí vía
corpórea, sensible y afectiva.
21/11/2023
Citas:
El conocimiento fue un invento. ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el
impulso hacia la verdad?
“Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no
poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas, que no corresponden en absoluto a las
esencias primitivas”
“La omisión de lo individual y de lo real nos proporciona el concepto del mismo modo que también
nos proporciona la forma, mientras que la naturaleza no conoce formas ni conceptos, así como
tampoco, en consecuencia, géneros, sino solamente una X que es para nosotros inaccesible e
indefinible”
“hemos prestado atención al compromiso que la sociedad establece para existir, la de ser veraz, es
decir, usar las metáforas usuales, así pues, dicho en términos morales, de la obligación de mentir
según una convención firme”
“A partir del sentimiento de estar obligado a designar una cosa como roja, otra como fría, una tercera
como muda, se despierta un movimiento moral hacia la verdad; a partir del contraste del mentiroso,
en quien nadie confía y a quien todos excluyen, el hombre se demuestra a sí mismo lo venerable, lo
fiable y lo provechoso de la verdad”
“Mientras que toda metáfora intuitiva es individual y no tiene otra idéntica y, por tanto, sabe
escaparse siempre de toda clasificación, el gran edificio de los conceptos presenta la rígida
regularidad de un columbarium romano e insufla en la lógica el rigor y la frialdad que son propios de
las matemáticas”
“dentro de ese juego de dados de los conceptos se denomina verdad a usar cada dado tal y como está
designado; contar exactamente sus puntos, formar clasificaciones correctas y no violar en ningún
caso el orden de las castas ni los turnos de la sucesión jerárquica”
“El investigador de tales verdades tan sólo busca en el fondo, la metamorfosis del mundo en los
hombres; aspira a una comprensión del mundo en tanto que cosa humanizada y consigue, en el mejor
de los casos, el sentimiento de una asimilación. (…) Su procedimiento consiste en tomar al hombre
como medida de todas las cosas, pero entonces parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí
de manera inmediata como objetos puros”
“Sólo mediante el olvido de ese mundo primitivo de metáforas, sólo mediante el endurecimiento y la
petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la
capacidad originaria de la fantasía humana, sólo mediante la invencible creencia en que este sol, esta
ventana, esta mesa son una verdad en sí, en una palabra, gracias solamente al hecho de que el hombre
se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta
calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque sólo fuese un instante, fuera de los muros
de la cárcel de esa creencia, se acabaría en seguida su autoconsciencia”
“del mismo modo que un sueño eternamente repetido sería percibido y juzgado como algo
absolutamente real”
“Toda la regularidad que tanto respeto nos impone en las órbitas de los astros y en los procesos
químicos, coincide en el fondo con aquellas propiedades que nosotros aportamos a las cosas, de
modo que, con ello, nos infundimos respeto a nosotros mismos”
[Tesis general: el lenguaje introduce una distancia del sujeto respecto al mundo que hace que no
pueda llegar a él directamente, sin mediación y contemplarlo de forma desnuda. La verdad consiste
en la ilusión inducida por el olvido del carácter metafórico del lenguaje que nos hace llegar a creer
que las palabras captan la esencia última de las cosas].
Apuntes:
La pregunta de fondo que atraviesa toda la obra nietzscheana es: qué es la vida.
¿Se puede pensar la vida desde sí misma o es necesario abandonar el ritmo propio de la existencia
inmanente para explicar, justificar o dotar de valor la vida? ¿Cómo abordar el pensamiento de la vida
si todo pensamiento es un momento de la vida?
La fuerza de lo vital que pone en marcha mecanismos de donación de sentido es una fuerza bicéfala:
constructora y destructora. Anhelo de conocer la vida no a través de un conjunto de representaciones
abstractas, no se satisface con un conjunto de reglas sistemáticas o de una definición lógica, no se
agota en tal por no diferenciarse del sujeto que enuncia la pregunta. Se trata de plantear cómo vivir
(esa es la misma pregunta misma que: qué es la vida). La construcción simbólica del sentido es la
habilitación de un ámbito de familiaridad en el interior del cual podemos habitar para combatir lo
numinoso y amenazador de la existencia.
Nietzsche y la metafísica del artista.
Dos mitos claves en la tradición griega que podrían responder a la existencia en términos estéticos: 1.
La vida es una forma sonora/ musical primordial e irresistible que amenaza con la muerte de la
individualidad (el mito antiguo de las sirenas) y la emergencia de la verdad (una verdad insoportable
que sobrepasa los límites de la individualidad). El ser es una pulsión de fondo dinámica que crea y
destruye; quiero contemplar el espectáculo sublime y destructivo de la realidad sin sucumbir a ella,
soportar la tentación de la música trágica que atraviesa todas las cosas (una atracción por el abismo,
sentimos la curiosidad de mirar en él y a la vez un pavor insoportable que nos nulifica). 2. El mito de
Orfeo representa la imagen de una música armónica que revela la solidaridad universal que une todas
las cosas. Cuando Orfeo atraviesa con su barca el lugar de las sirenas los hombres que reman
amenazan con tirarse al mar, entonces Orfeo salta y toca la lira muy alta para neutralizar esa
atracción hacia lo trágico (esto es la Modernidad para Nietzsche, el olvido de lo trágico) y los
hombres vuelven en sí y siguen remando, todos menos Butes que sigue el clamo de la verdad trágica.
El mito de Apolo es el de un hombre mitológico que va ordenando la tierra amorfa a su paso,
sepultando el caos primigenio de lo terreno y estableciendo límites que son condición de posibilidad
de las comunidades políticas y la conciencia universal (las fronteras). Dioniso es el dios mitológico
de Grecia asociado a las bacanales, el vino, la embriaguez, las fiestas orgiásticas donde se borran los
límites de la individualidad y todo se funde en un caos informe.
¿Qué es la vida? ¿el canto de las sirenas o el de Orfeo? ¿lo apolíneo (orden) o lo dionisiaco (caos)?
Para los románticos de los que bebe Nietzche una suerte de ritmo tonal que sustenta, unifica y
atraviesa lo múltiple de lo real, pero ¿es un tono que revela caos u orden, tragedia o serenidad? Toda
la Modernidad es para Nietzsche el olvido de lo trágico mediante la postulación metahistórica de la
música órfica, pero en el fondo de los grandes constructos culturales de occidente se encuentra el
sentimiento de mendicidad y precariedad del hombre y la conciencia de que se va a morir. Los
grandes constructos simbólicos de la humanidad son estrategias de supervivencia para hacer
habitable el mundo y dotarle de sentido, unas estrategias cuya sofisticación nos have olvidar su
origen. Nietzsche va contra la noción metafísica del origen. El origen del sentido no está es una
instancia metahistórica sino en las fisiologías de los cuerpos. En el origen de los más altos ideales se
encuentra el disparate.
Toda ontología es una posición moral, toda afirmación acerca del ser es también una valoración
acerca de lo que hay. El platonismo es la valoración negativa de la existencia inmanente por miedo a
la muerte (postulación de un alma inmortal perteneciente a otro mundo diferente al sensible). Contra
ello reivindica Nietzsche la cosmovisión trágica de la Grecia arcaica. Tambien contra el pesimismo
llorón de Schopenhauer, quien tambien niega la vida afirmando que todo es dolor e insatisfacción y
la estrategia consistiría en el desapego del ego para huir del dolor (al modo budista).
La Grecia que quiere rescatar para hacerla valer contra la modernidad industrial. Utiliza una mirada
médica hacia las interpretaciones de lo real y la valoración de la vida que vehiculan. Se ha impuesto
en Occidente la doctrina socrático-platónica-cristiana, pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿cómo
se ha impuesto y naturalizado una interpretación de lo real y la vida y no otra? Platón es la música
órfica que hace olvidar la música trágica (la religión olímpica). En esa religión no hay profetas, hay
poetas, y se basa en una ontología del caos, teología de la fuerza y pesimismo antropológico. La tesis
fuerte de Castoriadis es que la condición de posibilidad de la democracia es el caos, la inexistencia
de una verdad y un bien absoluto, pues eso nos obliga a delinearla entre todos y a tratar de
establecerla, en caso contrario la filosofia política es teológica (Verdad y Bien).
Ontología del caos: el ser es una brecha, una sima, un bostezo primordial, un espacio de
indeterminación en el que todo es posible pero nada esta determinado. Al principio era el caos, el
ápeiron de Anaximandro. Lo divino existe pero no tiene nada que ver con la justicia, el bien, el
castigo o la recompensa, sino con el poder. Los dioses griegos no son moralmente perfectos, son
poderosos. La vida humana está al antojo de fuerzas caprichosas, violentas, etc. qué valor tienen la
existencia humana. La máxima de fondo del pesimismo griego arcaico es que sería mejor no haber
nacido. Este es el pesimismo que subvertirá Platón. Pero, ¿podría existir un pesimismo de la
fortalezca que no huya de la vida? lo trágico es la tensión productiva entre dos tensiones originarias
que generan las figuras múltiples de lo real. El ser de lo que hay opera como la creatividad de un
artista que constantemente crea y destruye. La vida es una obra de arte. En el fondo de todo orden
social hay una tensión por transgredir esos límites. El Nietzsche viejo critica su ontología de
juventud por justificar el dolor y la tragedia de la existencia con motivos estéticos.
Primacía radical de lo volitivo, de las pasiones, de la fuerza por delante de la conciencia. El animal
humano está entregado y sometido a fuerzas extrañas.
24/11/2023
La relación de causalidad (causa-efecto), de conexión lógica (premisa-conclusión), de motivación
moral (motivo-acción) está en el ámbito de lo fenoménico. La explicabilidad de lo real se reduce al
ámbito fenoménico (las cosas tal y como se me aparecen a la conciencia y no en sí mismas). Pero lo
que me exige lo real no es solo explicación sino tambien sentido, valor e interés. Hay cuestiones,
problemas e inquietudes por resolver cuando lo real está completamente explicado. Podríamos tener
una teoría científica total del mundo que lo explique absolutamente y sin embargo seguiríamos
buscando un sentido a nuestra vida. Lo real empieza a ser relevante no solo como objeto de
conocimiento posible sino como objeto de valoración.
Dos modalidades de acceso a la pregunta por el origen, la causa, la naturaleza de algo (para
Nietzsche): ontología del artista y genealogía de la verdad. La pregunta que le interesa al joven
Nietzsche es ¿cómo hemos llegado a la noción imperante de verdad en Occidente? La apuesta es
desligar la idea de que el conocimiento y la verdad están enlazados como correspondencia en el
enunciado predicativo. Mirada histórico-crítica sobre los procesos de coagulación de un valor como
la verdad. La perspectiva es naturalista en el sentido de negar las posiciones teóricas que vayan
contra los resultados de la ciencia natural, se parte de los conocimientos positivos de las ciencias
naturales (p.e. la historicidad de la vida descubierta por Darwin es asumida por Nietzsche). El
naturalismo metodológico consiste en integrar la perspectiva natural que dice que la vida inteligente
consiste en un producto de la evolución de lo natural. Además la de Nietzsche es una perspectiva no
reduccionista, ni esencialismo metafísico ni fisicalismo biologicista.
Postular el sinsentido de las cosas como fondo primordial es un gesto metafísico del joven Nietzsche
que más tarde rechazará, y que consiste en postular la esencia dionisiaca de lo real y una vía estética
de acceso a ella (el arte). Rechazará ese gesto de justificación estética de la existencia, del dolor y el
padecimiento, bajo la creencia de que gesto que trata de hacernos olvidar la procedencia histórica y
mezquina de las construcciones de valor más sublimes de la historia occidental (replica el gesto
metafísico del origen metahistórico). No se trata de postular una esencia última fondo de lo real y
que todo lo unifica (contra la sinopsis platónica), se ahora trata de historizar los valores preguntando
por el origen del valor y el valor de los orígenes (genealogía de la verdad, de la moral, etc.). El
olvido de que todos los constructos metafísicos que postulan la inmortalidad del alma o un valor
trascendente para medir y justificar lo real son una negación de la vida es en lo que consiste el
nihilismo de occidente. La genealogía consiste en recordar el olvido constante de la procedencia de
los valores, atender al sustrato afectivo que da cuenta de las expresiones racionales.
La verdad, el lenguaje, la ciencia, la conciencia y el conocimiento son herramientas de adaptación al
medio y tambien formas de ejercer poder simbólico que ha desarrollado en su historia natural el
precario animal humano (que carece de fuerza, garras, fauces, etc. por eso debe recurrir al
conocimiento). El animal humano es una animal en estado carencial, una carencia que debe suplir
con el conocimiento. La vida no es solo sobrevivir tambien es potenciarse e imponerse, no es solo
voluntad por persistir tambien es voluntad de poder.
Nietzsche carga contra el desinterés del conocimiento, como si hubiera algo de la esencia humana
que naturalmente nos predispone a ello (contra Aristóteles p.e). El conocimiento es, en cambio, una
invención, un artificio, un instrumento, algo que no tiene valor en sí sino que se justifica por servir a
otras cosas (a la vida sobre todo). Eso con lo que uno se topa en el camino del conocimiento se puede
interpretar en clave metafísica como si hubiera estado siempre puesto ahí, designado por el destino, o
en clave genealógica, como si su emergencia y ubicación fueran el efecto histórico y concreto de una
dinámica de fuerzas. Debemos preguntarnos antes por la función pragmática del lenguaje, el
conocimiento, el concepto, etc. que por su esencia.
Ejemplo: Foucault utiliza el método genealógico en Vigilar y castigar. En lugar de explicar (como
hacían los humanistas) el nacimiento de la prisión por un progreso histórico de la moralidad en
Occidente que hubiera hecho insoportable en cierto momento los suplicios propios del Antiguo
Régimen (mutilación, despedazamiento, tortura, etc. de quienes atentaban contra la ley), en lugar de
eso explica la prisión a partir de una mutación de las tecnologías de poder en Occidente; las cuales
hubieran pasado de un régimen soberano (de un poder que se ejerce decidiendo sobre la muerte de los
individuos) a una sociedad disciplinaria condición y efecto del capitalismo y cuyas técnicas de
vigilancia, sanción y examen están dispuestas a adiestrar a los cuerpos en la ejecución eficiente de
tareas (en prisiones, psiquiátricos, hospitales, colegios, talleres, fábricas, etc.), a domarlos,
distribuirlos, calificarlos, hacerlos útiles; en suma, a normalizarlos. En el origen de la prisión no se
encuentra el valor moral de la humanidad sino las relaciones efectivas de poder.