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HERMENÉUTICA

Iván de los Ríos

- Evaluación: ejercicio escrito sobre algún tema del curso que podamos conectar con alguno
otro que nos interese (p.e. relacionado con TFM), o examen oral individualizado.

26/20/2023

Temario:

Somos animales semióticos, la naturaleza es un libro y desciframos sus signos. Existen diversos
mecanismos de donación de sentido, nosotros hemos elegido uno de esos mecanismos, una vía
epistémica: la filosofia, pero ¿qué es exactamente? Para Borges una rama de la literatura fantástica,
para Nussbaum malabarismo conceptual, tambien se suele concebir como entretenimiento o
distracción. Hay algo de eso pero la filosofia tambien legitima el orden establecido o bien lo
cuestiona con miras a transformarlo.

Se entenderá el ejercicio filosófico esencialmente como una práctica mundana, un ejercicio cotidiano
a lo largo de la vida que consiste en someter a la exigencia racional las representaciones en las que
estamos instalados y que recibimos pasivamente de la tradición. Todos tenemos una filosofia, una
cosmovisión del mundo más o menos espontánea que heredamos de la tradición, todas estamos
necesariamente posicionadas respecto a cuestiones fundamentales como qué es el bien, la justicia, la
verdad, lo uno, etc. Responder estas cuestiones rebasa el campo de lo saberes empíricos (no existe
una metodología científica capaz de responder a qué es una vida buena), y son respuestas que vienen
dadas normalmente por las ideologías, las religiones, las filosofías más o menos espontáneas. La
filosofia académica, por contrapunto a esta otra filosofia cotidiana, parte de esas cosmovisiones
heredadas de la tradición para explorar sus límites, cuestionar sus principios, someter a crítica sus
valores, interrogar sus fundamentos, etc. En consecuencia la filosofia es un ejercicio racional que no
pertenece a una disciplina concreta, o a una élite intelectual encerrada en la universidad, es un tipo de
ejercicio en el que todo sujeto está comprometido.

Quizás la pregunta fundamental de la filosofia sea ¿cómo tenemos que vivir y por qué? ¿en qué
consiste una vida buena (en el sentido de moralmente virtuosa)? La filosofia es un ejercicio que
somete la vida a examen (evaluación crítica). Es sobre todo un cuestionamiento de las
interpretaciones en las que estamos inmersos, de las creencias y valores que recibimos
necesariamente de la tradición y de nuestro contexto socio-histórico. La tradición nos atraviesa y
satura de interpretaciones del mundo, es una inercia que nos arrastra, que tiende a imponer
acríticamente sus valores, pues lo familiar pasa por evidente (p.e. como el pez que no cuestiona el
agua que constituye su medio de vida), por natural, se normaliza. Siempre existe sin embargo la
posibilidad de un gesto reflexivo para cuestionar esa tradición en la que se está inmerso, en eso
consiste justamente la filosofia, en ese hábito reflexivo de crítica de lo incuestionado. Es sobre todo
un imperativo de no-ingenuidad y un compromiso vital. Para Platón la diferencia entre la filosofia y
la sofística es que el ejercicio técnico de la argumentación racional está en un caso al servicio de la
verdad (filosofia) y en otro de la victoria (sofística). En un caso se busca persuadir al rival y en otro
rendir pleitesía a la verdad, ascender a la contemplación de las ideas que se reflejan en el mundo
sensible.

La hermenéutica es una corriente filosófica que hace de la interpretación su tema fundamental y que
se suele relacionar con el relativismo, con una interpretación absolutamente libre. ¿Cuáles son las
condiciones de posibilidad de la verdad en el orden de la interpretación? La hermenéutica no tiene
nada que ver con el todo vale, con el relativismo postmoderno después de la muerte de los dioses (en
una sociedad atea sin valores trascendentes parece difícil encontrar un fundamento a la moral, ¿por
qué debemos actuar bien si no lo prescribe un dios omnipotente, omnibenevolente y omnisciente?).

La hermenéutica a lo largo de su historia se ha relacionado al menos con cinco cosas: 1. La palabra


griega de donde proviene (hermes) está asociada al dios mensajero, al tradeo, la negociación y la
mediación. El difícil arte de mediar entre dos instancias que se pueden malcomprender
completamente y que no ofrecen garantía de un sentido definitivo. 2. La hermenéutica es un arte, una
técnica, un conjunto de reglas procedimentales que tratan de descifrar y trasladar el sentido de algo
que se ofrece de forma oscura. Históricamente esta técnica se ha aplicado a la traducción de textos
jurídicos, teológicos y filológicos, una forma por tanto de acceder al sentido de lo divino, la ley y el
pasado. 3. Proyecto filosófico de fundamentación de las ciencias del espíritu, las ciencias humanas o
sociales (se tiene por sinónimas; este es el proyecto de Dilthey). 4. La hermenéutica es tambien un
modo de ser. Corresponde esta acepción al giro ontológico que opera Heidegger en la hermenéutica,
según el cual la interpretación no es una técnica específica entre otras, sino esencialmente un modo
de estar ya siempre en el mundo, de tomar la vida como un proyecto. Es el modo estructural de ser de
un animal que se mueve ya siempre en una selva de signos y señales; la idea es que uno siempre está
comprendiendo el mundo más o menos ágilmente (quiera o no), descifrando signos en un horizonte
de sentido en el que se insertan. Comprender (después de Heidegger) no es tanto un recurso
cognitivo específico o una técnica para descifrar ciertos textos, sino un modo de estar en el mundo.
El Dasein, lo quiera o no, por el hecho mismo de estar-ahí, de ser en el mundo y de desenvolverse en
él, tiene ya siempre una precomprensión del mismo, en la medida en que las cosas se le aparecen
siempre con un sentido (que está mediado por la historia y el lenguaje) y nunca de forma desnuda. 5.
Por último, la hermenéutica es un modelo de racionalidad, que se corresponde con un momento en
que la razón moderna se autocritica y delata los límites de la racionalidad que se ha tenido por única.
Denuncia de la razón contra sí misma, como si la razón solo fuera racionalidad técnica o instrumental
(una racionalidad que consiste en optimizar los medios para conseguir ciertos fines pero sin
cuestionar dichos fines, es una razón de la eficacia y la eficiencia que ha sido funcional a la
optimización económica del capitalismo). En este sentido la hermenéutica implica una ampliación
del concepto de verdad para que abarque todo aquello que no se puede medir, ver y tocar, una verdad
más allá de lo científico-demostrativo. Se trata de complejizar la razón para pensar la verdad en el
orden de la interpretación y no solo de la demostración.

03/10/2023

- ¿Qué es la hermenéutica?, Grondin.

Resumen:

Contra la idea de que en la hermenéutica todo vale por ser una suerte de doctrina relativista
argumenta que es una doctrina de la verdad en el dominio de la interpretación. Se trata justamente de
proponer reglas para deshacer la arbitrariedad de las interpretaciones.

La hermenéutica filosófica moderna es una filosofia universal de la interpretación, la hermenéutica


antigua el arte de interpretar textos. Tres maneras de entender la hermenéutica: 1. Arte de interpretar
textos, especialmente filológicos, jurídicos y teológicos. La hermenéutica era una función auxiliar a
las ciencias para interpretar pasajes ambiguos y tenía la función normativa de establecer las reglas
que guían la interpretación. 2. Reflexión metodológica sobre la pretensión de verdad y el estatuto
científico de las ciencias del espíritu. Dado que estudia las reglas y métodos de la comprensión puede
servir como fundamento metodológico para las ciencias del espíritu. 3. Filosofía universal de la
interpretación, entendiendo que la comprensión no es algo específico de las ciencias del espíritu sino
de nuestra forma general de estar en el mundo. Hermenéutica por tanto al servicio de una filosofia de
la existencia.
Apuntes:

Pasos en la investigación: 1. Horizonte de interrogantes que guían nuestra investigación, las


preguntas de fondo que mueven nuestro interés y a las que queremos dar respuesta. 2. Cuáles son los
conceptos que vertebran los interrogantes que hemos formulado como directrices de nuestra
investigación. 3. Clarificación nocional de conceptos, en qué sentido nos vamos a ocupar de ellos y
en qué sentidos no. 4. Una vez hemos realizado estos tres pasos entonces podemos buscar los textos
y autores que nos sirvan para tal fin.

¿Qué hacemos cuando leemos, comprendemos, interpretamos, traducimos, etc.? si la hermenéutica es


un modo universal de estar en el mundo, entonces ¿qué hacemos cuando filosofamos? y ¿cómo
podemos desarrollar una vida que valga la pena ser vivida?

- El origen de la palabra filosofia y sus contextos de aplicación.

En este texto se recuerda que la filosofia además de ser una disciplina teórico-contemplativa de las
causas últimas, principios y elementos que componen la realidad, además de eso hay una trenza
indeleble desde el origen de la filosofia con su dimensión práctica. Para la hermenéutica resulta
fundamental atender a los contextos pragmáticos en el interior de los cuales emergen las teorías.

La hermenéutica la comprenderemos como un gesto de posicionamiento critico de la razón moderna


contra sí misma. Un momento del devenir de la razón occidental en que se vuelve contra sí en un
momento de autocuestionamiento, denuncia en sí misma el exceso de identificación de lo racional
con la racionalidad instrumental y cientificista. Denuncia de la insuficiencia de la razón calculadora
para dar cuenta de la complejidad de la vida, el tiempo, la cotidianidad, la praxis y su comprensión.
Se trata por tanto de ampliar la noción de verdad, y con ella la de experiencia, objetividad, razón y
saber, y no de aniquilar o socavar el conocimiento científico. Hay otras formas de racionalidad ajenas
a las que aplican las ciencias calculadoras y la hermenéutica se debe encargar de ellas.

Para Platón la filosofia consiste sobre todo en dirigir la mirada desde lo humano, lo mundano, lo
cotidiano, lo sensible e imperfecto hacia la contemplación de las ideas en sí, perfectas, eternas e
inmutables (p.e. desde los árboles particulares que componen el mundo hacia la idea de arboreidad
de la que todos participan). La hermenéutica contextualiza en la historia ese ejercicio pragmático que
consiste mirar lo eterno y lo universal. Devolverlo al contexto pragmático donde emerge, la
situacionalidad histórica en la que se hace filosofia debe ser incorporada a la racionalidad filosófica,
ese es el gesto fundamental de la hermenéutica (aunque no solo). Cuando uno comienza a pensar ya
lleva mucho tiempo viviendo. La vida es un principio de autoorganización e instalación en un
contexto existencial. La dimensión de la praxis es la originaria, en el interior de ella aparece la teoría
como otra modalidad de la acción. La hermenéutica tiene que ver con evidenciar las estructuras de la
praxis.

La verdad de la que se va a ocupar la hermenéutica es aquella vinculada con las condiciones de


posibilidad de que haya un discurso verdadero en términos científicos. Es una verdad transcendental,
anterior y posibilitante de la distinción bivalente verdadero-falso, el ámbito preteórico sin el cual no
habría un discurso que pueda ser calificado como verdadero o falso.

La comprensión es un forma de intervenir sobre lo real para abrir el campo de posibilidades de la


acción en un horizonte histórico de acuerdo con una cierta idea del buen vivir. Tenemos siempre una
precomprensión del bien. La filosofia abre nuestras capacidades de acción. Lo que se repite de
manera universal en la praxis humana es la estructura de la comprensión. La estructura formal es la
misma aunque el contenido sea diferente. No hay manera de no ocuparse de uno mismo, incluso en la
forma del desinterés (esa es ya una decisión sobre la relación con uno mismo). La estructura de la
racionalidad práctica implica siempre una totalidad de sentido que nos orienta en el mundo. Cada una
de mis acciones locales cobran sentido en la medida en que están conectadas con esa totalidad que
todavía no existe pero que está implicada, presupuesta o proyectada en todo lo que hago, y que es mi
proyecto vital. P.e. si voy a clase es porque quiero graduarme, y quiero graduarme para conseguir un
trabajo, y un trabajo para ganar dinero, y dinero para asegurar condiciones de vida dignas, y eso a su
vez para… la cadena suele acaba siempre en valores que se justifican por sí mismos, como la
felicidad o el buen vivir. No hay una respuesta a ¿por qué queremos ser felices? la felicidad es
autoexplicativa, no necesita de razones ulteriores que la justifiquen).

La hermenéutica se suele asociar al relativismo posmoderno del todo vale. Dado que no hay
posibilidad de verdades absolutas en ámbito teórico (postfundacionalismo) ni de valores absolutos en
el ámbito de la acción (secularización) entonces todo vale. Pero no se trata de acabar con la verdad
sino de ampliar su perímetro. La razón occidental se ha olvidado, por la identificación del saber con
la constatación y la demostración, de otras dimensiones de la verdad y la racionalidad. La
hermenéutica es la doctrina general de la verdad en el orden de la interpretación. Que no haya
verdades absolutas ni valores absolutos no implica el abandono de todo compromiso con la verdad.
¿Se puede diferenciar entre lo absoluto y lo universal? “No hay hechos sino solo interpretaciones”
¿Significa eso desorden, caos o ausencia de moral?
La historia de la hermenéutica es un arte para eliminar la ambigüedad de los textos. El compromiso
ético con la verdad en el orden de la interpretación es fundamental.

La interpretación no es un modo cognitivo de lectura sino una forma de instalarse en lo real ante
nuevas formas de acción. Los hechos solo pueden ser tal si son interpretados, si se integran en
totalidades de sentido que dirigen los fines y valores de la vida. La interpretación tiene que ver con la
repetición de una estructura de significatividad en la que estoy involucrado. Lo que hago ahora está
orientado a una totalidad de sentido hacia la que me dirijo. En eso consiste el famoso circulo
hermenéutico, las acciones locales solo cobran sentido en relación con una totalidad de sentido en la
que se inscriben, porque se realizan en la vida con vistas siempre a otros fines. La estructura formal
de la racionalidad práctica se repite en todas las personas aunque el contenido sea diferente.

10/09/2023

- Caridad, sospecha y verdad. La idea de la racionalidad en la hermenéutica filosófica


contemporánea, Alejandro G. Vigo.

Citas:

Lo que tiene en común el proyecto hermenéutico tanto analítico (anglosajón, de vocación formalista
y logicista) como continental (centroeuropeo, de vocación histórica y estética) es: “una
reformulación de la idea de racionalidad, que la libere de la sujeción al paradigma predominante en
la modernidad, a saber: el paradigma “racionalista” de la racionalidad, también llamado a veces, con
o sin acierto, el paradigma “cartesiano” de la racionalidad, que se orienta a partir del ideal
fundacionalista-deductivista del conocimiento, concretizado ejemplarmente por el conocimiento
matemático”. En Heidegger y Gadamer este proyecto trae consigo la reformulación de los conceptos
“verdad”, “sentido” y “objetividad” así como una reivindicación de la relevancia de saberes
tradicionalmente denostados (el saber-cómo o saber disposicional contra el paradigma
proposicional).

“atenderé a los aspectos vinculados con la relación existente entre el enfoque holístico-contextualista
de la comprensión y la interpretación, por un lado, y la tensión estructural entre la búsqueda de
sentido (caridad) y el cuestionamiento crítico (sospecha), concebidos ambos como momentos
imprescindibles en toda genuina apropiación comprensivo-interpretativa”.
Bien se puede decir que se ha operado en los últimos años una transformación hermenéutica de la
filosofia que ha consistido en “el hecho de que los fenómenos vinculados con los procesos de
comprensión, es decir, con los procesos de apertura y apropiación de sentido pasan a ocupar el centro
del interés filosófico, a tal punto que comienzan a proveer el ejemplo orientativo básico para el
desarrollo de concepciones unitarias y, al menos, en su pretensión, integrales de la existencia
humana, los diferentes modos de acceso al mundo y el conocimiento en sus diferentes posibles
formas”. Una dinámica que acontece en oposición a aquellas que apuestan por un acceso inmediato a
la realidad (pura percepción o pura intelección) sin mediación interpretativa, lingüística, conceptual y
contextual.

Para la filosofia hermenéutica (cuarta acepción): “la idea básica de que la comprensión constituye un
fenómeno fundamental de la existencia humana: todo acceso al mundo y a sí mismo por parte del
hombre, tanto en la actitud cotidiana y prerreflexiva como en la ciencia misma, vendría, según esto,
no solo acompañada, sino incluso posibilitada por la mediación de determinadas prestaciones de
carácter comprensivo-interpretativo”.

La concepción hermenéutica de la racionalidad:

Distinción entre comprender reproductivo, que alude a “procesos de apropiación comprensiva


referidos a configuraciones de sentido ya constituidas” y comprender productivo, que “remite a
formas esencialmente ejecutivas de acceso comprensivo, a través de las cuales tiene lugar, de modo
originario, la apertura de determinados campos de experiencia de sentido y la constitución de las
peculiares configuraciones de sentido que pertenecen a dichos campos de experiencia”. En este
segundo acceso compresivo, en tanto que ejecutivo, se cuentan las formas del saber práctico, del
saber-cómo (del ser-a-la-mano heideggeriano) por oposición al saber-qué (ser-a-la-vista). La
comprensión productiva-ejecutiva-práctica tiene primacía porque antes de que puedas formular
proposiciones sobre el mundo tienes ya una precomprensión del mismo en la medida en que tratas
con él.

[Para Heidegger hay una diferencia fundamental (y tradicionalmente olvidada por la filosofia) entre el
ser y el ente. Entre las cosas que pueblan el mundo (entes) y lo que les da su ser, su condición misma
de existencia (el ser). De forma análoga diferencia entre las ontologías regionales (científicas) que se
mueven en la dimensión de lo óntico (de los entes) con nociones de verdad como la adecuación o la
coherencia (la verdad es una adecuación del intelecto a la realidad o de las palabras a las cosas), y la
ontología fundamental (filosófico-hermenéutica) que opera en la dimensión del ser con una noción de
verdad como desvelamiento o desocultamiento, y que hace referencia a cómo las cosas se nos
presentan con un sentido antes de que podamos articular juicios sobre ellas. Esta ontología
fundamental es algo así como los a priori (estructuras previas, innatas) del Dasein al relacionarse con
el mundo y que lo dotan ya siempre de un sentido (esos a priori es lo que busca Heidegger en la
analítica existencial del Dasein de Ser y tiempo). Por lo tanto, la comprensión-interpretación no es
solo un arte o una técnica sino nuestro modo fundamental de estar en el mundo y de dotarlo de
sentido.

Hay una verdad óntica (científica) y una verdad ontológica (hermenéutica) que tiene primacía sobre la
primera y que es previa a los juicios sujeto-predicativos referidos a los entes intramundanos, pues
antes de poder decir algo sobre esta mesa, antes de poder predicar de ella atributos y juzgar si se
adecúan o no a la realidad tengo que saber qué es una mesa. El hecho de estar en el mundo, de tratar
con él y de desenvolverme en él implica ya una precomprensión del mismo que está siempre mediada
por la historia y el lenguaje (y el cuerpo han añadido algunos). Es decir, el Dasein está revestido por
ciertas estructuras fundamentales de sentido e inteligibilidad que hacen que nada se le presente de
forma desnuda, bruta o cruda, sino ya de alguna forma interpretada, prejuzgada o precomprendida. Es
decir, antes de que te preguntes qué es una mesa ya tienes por fuerza una precomprensión de la misma
que te habilita a preguntar por ella (p.e. aquello que me sirve para escribir)].

Caracterización hermenéutica de la razón (rasgos distintivos):

1. Carácter mediado de los procesos de apropiación comprensiva de sentido (antes del acceso
teórico-constatativo dotamos de sentido a los entes de forma practico-operativa).

2. Carácter holístico-contextualista del acceso comprensivo-interpretativo (la inserción de lo


comprendido en un plexo total de referencias significativas, dentro del cual únicamente puede
desplegar su sentido específico). En definitiva, “ningún acceso comprensivo a una determinada
configuración de sentido, sea en el modo del comprender productivo o reproductivo, resulta como tal
posible más que por referencia a un cierto trasfondo de sentido siempre ya abierto de modo
proyectivo, sea en el modo de la familiaridad con el contexto en el que se mueve el trato práctico-
operativo competente o bien en el modo de la anticipación de un plexo coherente de remisiones de
significado”.

3. Carácter anticipativo-proyectivo del acceso comprensivo (p.e. “entender el texto implica no solo
referir cada uno de los enunciados particulares a una totalidad de sentido constituida por el texto
mismo, que en el proceso mismo de la lectura y la interpretación es anticipada al modo de un esbozo
proyectivo, sino también, viceversa, llevar a cabo el enriquecimiento, la (re)integración y,
eventualmente, también la corrección de la totalidad de sentido así anticipada con ocasión de todos y
cada uno de los enunciados particulares de cuyo sentido se apropia la comprensión, en un
permanente ida y vuelta de las partes al todo y del todo a las partes”).

4. Historicidad de la comprensión (para Heidegger “proyección (posibilidad), por un lado, y


facticidad e historicidad, por el otro, forman, pues, parte de una unidad inescindible en la estructura
misma de la existencia, como trascendencia finita”. “irreductible papel limitativo y, a la vez,
posibilitante que cumple la dimensión de la historicidad en todo genuino proceso de apropiación”).
Respecto de los analíticos: “Kuhn enfatiza no solo el papel que corresponde a la mediación histórico-
sociológica en el proceso de constitución del aparato conceptual de las ciencias, sino también –y muy
especialmente– la función positiva de apertura de nuevos horizontes de indagación que cumplen las
crisis internas de fundamentos, conducentes a los correspondientes cambios de paradigma”.

5. Carácter aletheiológico de la experiencia de sentido: “Lo que está aquí en juego es, en definitiva,
el intento por revincular la noción de verdad a la experiencia de sentido en todas sus posibles formas,
liberándola así de la habitual sujeción al estrecho entorno de la actividad teórico-contemplativa, es
decir, de la theoría. Ello resulta posible a través de una radical reinterpretación del alcance de la
propia noción de verdad, la cual ya no es primariamente entendida en el sentido adecuacionista
habitual, sino en términos manifestativos, es decir, como alétheia, en el sentido preciso de
‘desocultamiento’. (…) apunta como tal a una dimensión básica y fundante de manifestación dentro
la cual la habitual oposición entre lo verdadero y lo falso no encuentra todavía genuina aplicación.
(…) concibe a la adecuación veritativa como un fenómeno derivado, que puede reclamar para sí
legitimidad dentro en su ámbito específico de aplicación, que no es otro que el ámbito
correspondiente a las diferentes formas de ejecución, tanto científicas como precientíficas, de la
actitud teórico-constatativa”. Contra esa concepción constatativa de la verdad se formulan dos
criticas: la primera que solo aplica para el caso del conocimiento teórico, y la segunda que “no ve el
fundamento de la posibilidad de la adecuación veritativa, en el sentido habitual, en la dimensión
básica y fundante dentro de la cual tiene lugar, por primera vez, la venida a la presencia del ente en
sus diferentes modos posibles de comparecencia y, por ende, también de aquello que, en tanto objeto
de conocimiento, ha de oficiar como la medida a la cual el acto teórico-constatativo debe, en cada
caso, adecuarse”.

En suma, “Lo que la interpretación aletheiológica lleva a cabo es, por tanto, una liberación de la
noción de verdad de la sujeción habitual al dominio de la teoría y, con ello, también una decidida
extensión de dicha noción fuera del ámbito de toda posible mediación metódica, para proyectarla a
ámbitos tales como el del acceso práctico-operativo al mundo circundante, el de la experiencia
estética y el de la palabra teológica, en los cuales tiene lugar, en cada caso, una peculiar experiencia
de sentido, que puede reclamar para sí el carácter de originaria e irreductible. Impera verdad, según
esto, en toda forma de la experiencia de sentido, en la medida en que en y a través de ella viene a la
presencia, es decir, se abre a la comprensibilidad de un determinado modo del ente en su ser”. Es una
verdad monovalente, es más, previa a las oposiciones del tipo verdad-falsedad, real-aparente, las
cuales son solo “posibles sobre la base de lo abierto en la dimensión originaria de manifestación en la
cual tiene lugar la venida a la presencia (comprensibilidad) de lo que es, en la medida en que
fenómenos defectivos del tipo de la falsedad, el ocultamiento y la desfiguración tienen un carácter
esencialmente parasitario, es decir, solo pueden darse allí donde impera ya manifestación”.

Además, “la extensión de la noción de verdad a la totalidad de la esfera de las posibles formas de la
experiencia de sentido trae necesariamente consigo también una paralela extensión de la idea de
racionalidad, que queda liberada de su identificación a secas con la racionalidad teórico-científica”.

Consecuencias para la teoría de la interpretación.

Principio de caridad: “carácter metódicamente primario e ineludible de la presuposición de sentido,


coherencia y racionalidad (interna) de aquello que se pretende interpretar, sea un lenguaje
desconocido, un texto o una acción”.

“hay que dar razón a Ricoeur cuando insiste en la necesidad de lograr una mediación integradora de
benevolencia (caridad) y sospecha crítica, dentro de una concepción de la comprensión y la
racionalidad que resulte defendible en la actualidad” Pese a ello tiene prioridad la interpretación
benevolente frente a la distancia crítica. Es decir, “la prioridad metódica del momento de
identificación que acompaña necesariamente a la apuesta global por el sentido está presente, en
calidad de presupuesto básico de comprensibilidad, incluso allí donde se ve en el discurso, el
documento, la obra o la teoría a interpretar el resultado objetivado de una estrategia consciente o
inconsciente de enmascaramiento o incluso un dispositivo de dominación”.

[Creo que Foucault (a quien cita como heredero de la hermenéutica de la sospecha) estaría de acuerdo
con la prioridad metódica de la interpretación benevolente. En Vigilar y castigar rechaza interrogar la
existencia de la cárcel investigando por qué error, desviación, desconocimiento, distorsión
especulativa o práctica la teoría punitiva de los reformadores (que pretendían reformar la penalidad
del antiguo régimen y que desde pronto constataron la inutilidad de la prisión para reinsertar a los
delincuentes) ha podido ser traicionada. Al contrario, interroga los discursos penitenciarios a partir de
la realidad de la cárcel, más que impugnarla de antemano como irracional, inútil o sinsentido, se
pregunta por lo que continúa justificándola, por el papel que cumple y las estrategias en que se
integra. Es decir, parte efectivamente de la premisa de que la cárcel tiene sentido (principio de
caridad), reconstruye la racionalidad disciplinaria dentro de la cual adquiere un sentido táctico, y en
un segundo momento ya viene la crítica y el desenmascaramiento, principalmente al mostrar que la
cárcel sirve para profesionalizar la delincuencia, justificar una vigilancia y control cada vez más
acuciantes, invisibilizar el carácter disciplinario de otras instituciones, utilizar a los delincuentes en el
tráfico de armas, drogas, etc.]

Apuntes:

¿Cómo es posible que se dé algo con sentido en el mundo acerca de lo cual podamos predicar
atributos? La comprensión es una actividad preteórica, es una actitud práctica. Tiene que ver con
desenvolverse competente en el mundo. Comprender una sola cosa de lo real implica pre-
comprender la totalidad del mundo. La comprensión antes que cognición textual es manejo y
ejecución.

La hermenéutica es una ontología del sentido. El ser no son conjuntos de sustancias que soportan
atributos, lo que hay son tramas de sentido donde se insertan los objetos y se instituyen con
significado. Y el sentido sigue la estructura de “algo aparece en tanto que algo ante alguien en un
contexto determinado”. Se trata de elucidar las estructuras de inteligibilidad que son la condición de
posibilidad del sentido de las cosas.

No comprender algo implica presuponer lo comprensibilidad del todo en que se inserta (p.e. el hecho
de no entender algo y pedir explicaciones implica la presuposición de que lo dicho debe tener
sentido). La excepción, los fallos, los misundersanting, delatan esas estructuras. Hay una dimensión
histórica en el modo en que se rellena esas estructura de sentido, pero la forma de esas estructuras
puede ser trascendental y universal.

La filosofia contemporánea, toda ella, suele partir de un diagnóstico de la enfermedad de la


racionalidad instrumental basada en el paradigma racionalista, matematizante, deductivo y
fundacionalista. Es decir, la identificación del saber genuino con la demostración certera e
indubitable.

¿Qué significa “praxis” y “acción”? Se mezclan en el uso los contextos de aplicación en tramas
causales y en tramas de finalidades. La acción es tanto la producción de efectos (sin necesidad de
intencionalidad o voluntad, puede ser producido por objetos inertes) como la persecución de
objetivos (implica voluntad). En el segundo caso hay una anticipación de la totalidad de sentido en la
que se inserta la acción, una planificación más o menos espontanea, una evaluación de sus
consecuencias, etc. El sujeto es el lugar de la síntesis pasiva de presente, pasado y futuro mediante la
retención (memoria) y la proyección (futurible). Todo presente esta preñado de futuro y sujeto al
pasado del que depende. Cuando se interrumpe el circuito de la significatividad es cuando me doy
cuenta las interconexiones- Las decisiones locales comprometen e implican la totalidad de la vida,
del proyecto vital.

24/10/2023

La clave del giro hermenéutico es que los fenómenos de la comprensión pasan a ocupar el centro de
la reflexión filosófica. Ese interés apunta a una concepción integral del ser humano, del mundo y del
conocimiento. El animal humano ya no puede ser asimilando sin pérdidas con una entidad
esencialmente pensante a la que se le atribuyen propiedades que pueden ser fotografiadas. Cuando
hablamos de comprensión no hablamos primariamente de una actividad cognoscitiva sino de la
práctica y la ejecución, un entramado de capacidades, de posibilidades de acción, de la actitud pre-
teórica con la que el ser humano se desenvuelve en el mundo antes de plantear teorías sobre el
mismo. Ni el ser humano es un cosa pensante ni el mundo es un recipiente de objetos cognoscibles,
un cuenco cósmico lleno de cosas. Se pretende superar las ontología de las cosas, hay a lo sumo
cosas-sentido, tramas de significación en el interior de los cuales se presentan las cosas con cierto
sentido ante alguien en un lugar determinado.

Comprensión ejecutiva (manejarse con algo, desenvolverse) y comprensión reproductiva


(comprender algo). Comprender en sentido radical (ejecutivo) es “ser capaz de”, “saber-cómo”,
capacidad de acción que permite abrir mundo, sentido, desenvolvimiento pragmático en un horizonte
de sentido total. Comprender es habilitar espacios para seguir siendo capaz de actuar. El comprender
reproductivo es un “saber-qué”, proposicional, teórico, el modelo clásico de la hermenéutica que
cifra el origen del sentido en la mente humana, en la mente del autor de un texto y su intención al
escribirlo. Como si toda forma de experiencia inteligible de la realidad dependiera de un sujeto
pensante, al modo teológico del designio divino que dona de sentido al mundo.

La apuesta del giro hermenéutico es la apuesta por el ámbito pre-teórico que habilita al saber teórico.
No hay mensaje cifrado u oculto a descubrir porque no hay autor, el sentido precede al individuo que
pregunta por el sentido. El sentido es el campo de experiencia en el interior del cual me convierte en
lo que soy. Existe una estructuración pública de los significados aceptados por una comunidad. No
podemos imaginar una situación completamente carente de sentido, la importancia de los factores
disruptivos como estrategia metodológica de desvelamiento, cuando hay una excepción y el circuito
de sentido falla, el hecho de que lo experimentemos como rareza delata el fondo de sentido contra el
que lo estamos comprendiendo. La imposibilidad de fluir en la inercia de lo familiar evidencia la
estructura narrativa de la vida, se cancela una posibilidad que deseas realizar y eso revela toda la
estructura teleológica que suponen tus acciones. No puedes no dotar de sentido a las situaciones por
muy disruptivas que sean (pero hay acontecimientos que son significativos y sin embargo no sin
inteligibles, como las traumas psicológicos por ejemplo). El dolor de lo absurdo es más soportable si
tiene sentido. Incluso la filosofia del absurdo da sentido al mundo bajo la forma de que nada tiene
sentido. Necesitamos explicaciones que den sentido al mundo, así explican algunos psicológicos la
mitología. Siempre proyectamos horizontes de sentido dentro de los cuales se desarrollan nuestras
acciones.

Toda declaración de un hecho implica una perspectiva. ¿Cuáles son los mecanismos sordos,
obstinados y cotidianos que donan el mundo de sentido? Mi capacidad de intervenir en el mundo está
al servicio de una disposición, de una voluntad, de un plan. Mi capacidad de decisión está
constreñida por factores fácticos, el cuerpo tengo, la lengua que hablo, la cosmovisión que he
heredado, y aun así tengo una margen de maniobra para decidir cómo actuar. Si el hombre es acción
¿cómo elaboramos un discurso descriptivo sobre una cosa que está en continuo devenir sin
congelarla, cosificarla, etc.? ese es el intento de Heidegger de sustituir la ontología cósica por
existenciarios. Sustituir la ontología de la sustancia por la ontología del sentido. Solo hay individuo
en tanto que algo en una trama de sentido que puedo analizar después. El ser vivo se puede
descomponer en sus partes, pero no puede vivir, no puede estar vivo sin la totalidad de su organismo
y tampoco se reduce a sus partes componentes. Ese mismo modelo es el que hay que seguir en la
ontología.

Holismo: Si entiendes el sentido de algo entiendes todo el campo de sentido en el que está inserto
(p.e. si entiendes qué es un rotulador entiendes su vinculación la pizarra, la clase, los alumnos, y toda
la institución educativa). Todo espejea.

Proyección: las acciones locales cobran sentido en una estructura total de finalidad. Ya siempre
anticipamos el sentido de nuestras acciones. Seríamos imbéciles si no supiéramos el último para qué
al que tienden nuestras acciones (felicidad). Todos los seres humanos tenemos esta estructura formal
de la práctica que cada quien rellena a su forma. Allí donde hay praxis aunque no lo sepa el actor de
las mismas está reproduciendo una estructura teleológica. Una ya siempre está embarcada en algo
que no comprende del todo.

Historicidad: toda proyección de sentido implica una herencia y viceversa, voy hacia a algo y vengo
de algún lado. Heidegger diferencia entre historicidad e historiografía, somos animales históricos no
porque nos interese la ciencia de la historia sino porque siempre estamos ya moldeados por la
historia. La ciencia histórica convierte el pasado en un monumento, en un objeto museístico, la
historicidad tiene que ver con uno está vivido por lo que le precede, heredamos cosmovisiones,
cánones evaluativos, disposiciones afectivas, etc. ¿Cuál es el rendimiento del pasado para el presente
y qué tipo de relación podemos mantener con el pasado?

Aletheiológico: no hay enunciado sin trasfondo, se presupone el sostén de algo que hace visible el
enunciado. Si se amplía de tal manera el concepto de verdad entonces la verdad no es un rasgo del
pensamiento sino del mundo. La verdad es un rasgo ontológico y no epistemológico. El mundo es un
campo de manifestabilidad.

31/10/2023

El modelo de racionalidad (matematizable, cuantificable, demostrativo, proposicional, etc.) contra el


que carga la hermenéutica, o más bien, que pretende ampliar, se suele ver asignar a Descartes como
uno de sus grandes formuladores. La única verdad absolutamente cierta y a la base del resto es la
verdad matemática, se presenta a la conciencia de forma autoevidente. Toda forma de conocimiento
que necesite un tercero, un otro, un mediador, un mensajero, un testigo, es digna de desconfianza.
Obsesión cartesiana por una verdad indubitable e infalible. Pero ¿Cuál es la situación histórica de la
modernidad en la que sitúa Descartes y de dónde procede esa obsesión? Nace seguramente de la
experiencia del fracaso de los modelos cosmológicos geocéntricos. Entonces la pregunta
epistemológica central cambia de la verdad a la certeza, lo importante es estar seguro de lo que se
sabe, ¿cuáles son las condiciones de posibilidad de un discurso verdadero? Es una pregunta
metodológica. Antes de teorizar sobre un objeto tengo que garantizar un método de acceso que me
haga conocerlo de forma certera. Fobia al error en el siglo XVII. Una actitud intelectual que
reaccione al fracaso de lo que parecían las mejores teorías científicas de la época. Si todos estamos
provistos de sentido común, de capacidad para distinguir lo verdadero de lo falso, ¿cómo hemos
podido fracasar tanto. No por culpa de que el objeto o la realidad sea contradictoria sino del método
empleado para acceder a ella. Se debe establecer una vía segura para el conocimiento, fundarlo en
una verdad autoevidente de la cual podamos deducir el resto.
Entonces la metáfora científica por excelencia es la de la naturaleza como un libro escrito con
caracteres matemáticos. Hay que aprender a hablar el lenguaje del mundo para manipularlo,
dominarlo, plegarlo a nuestros interes y al alcance de la tecnociencia. La modernidad filosófica (y en
parte tambien política) es un gesto y una actitud epocal que pone consiste en poner en cuestión
cualquier autoridad y forma de verdad que se presenta a sí misma como válida sin haber pasado por
el escrutinio de una razón critica. Se rechaza toda forma de relevación (concepción típicamente
judeocristiana de la verdad) como fundamento de verdad.

La crítica de Nietzsche (en El crepúsculo de los ídolos) es que este modelo de racionalidad
deshistoriza los conceptos, como si estuvieran dados de una vez y para siempre. Para hacer un
método absolutamente infalible hay que eliminar lo contingente, las coyunturas, los sentidos, lo
corporal. Diagnostica una fobia de los filósofos a la noción de devenir, de lo sensible y lo corpóreo,
de forma que hacen de los conceptos y las ideas momias egipcias museísticas vistas desde la
perspectiva de la eternidad. De las manos de los filósofos nada nada sale vivo, arrojan los conceptos
fuera de la historia, matan y rellenan de paja cuanto adoran, no han hecho sino momias conceptuales;
el cambio, el devenir, son para ellos objeciones a la inmovilidad perfecta de las ideas (crítica sobre
todo del platonismo). Sospechan que debe haber una ilusión que hace que no percibamos lo que es,
su esencia, debe haber un engañador (el genio maligno cartesiano), la sensibilidad y los sentidos nos
engañan acerca del mundo verdadero, de manera que tratan de deshacerse del engaño de los sentidos,
del cuerpo, de lo subjetivo, etc. Ignoran, dice Nietzsche, que lo que media e impera en toda
construcción teórica del sentido es el cuerpo y la batalla de instintos que lo atraviesan (no existe nada
trascendente, la filosofia de Nietzsche es un continuo recurso a lo inmanente, a lo que está en el
propio mundo y no fuera de él como Dios o las ideas platónicas).

Con Descartes y la Modernidad pasamos de un realismo metafísico a un idealismo metafísico. Si la


verdad es el ajuste perfecto entre el ámbito representacional de las cosas y el mundo exterior,
entonces cómo puedo yo comprobar esa adecuación sino puedo salir del ámbito de mi mente y de la
representación. Como testimoniar la adecuación del intelecto a la cosa si no puedo no ser intelecto,
¿cómo llegar a la cosa como no sea a través de mi intelecto? O la verdad no existe en absoluto o la
verdad es inmediata, sin mediación, transparente, neutral, algo así como una intuición intelectual.
Razón Descartes recurre a buscar introspectivamente en la propia conciencia, en el propio escrutinio
de la razón, una verdad autoevidente: pienso, luego existo. Puedo dudar de cualquier cosa (ejercicio
de duda hiperbólica bajo el supuesto de que existe un genio maligno que dedica toda su empresa a
engañarme), de todo lo que recibo por los sentidos, de las ideas que tengo formadas, etc. pero hay
algo de lo que no puedo dudar y es de que estoy dudando. En la medida en que dudo, pienso, y por
tanto existo al menos como cosa pensante (en ese momento de la reflexión cartesiana todavía no
existe el cuerpo del sujeto del conocimiento sino un puro intelecto, un alma o una mente; más tarde
recurrirá a la idea innata de perfección como señal de la existencia de un Dios perfecto y que como
tal no me engañaría, de forma que lo que recibo por los sentidos no puede ser absolutamente falso).

El prejuicio clásico de la filosofia es pensar que el conocimiento consistiese en reflejar de forma fiel
la naturaleza. Borges denuncia la pretensión de una cartografía a escala 1:1 del imperio, se olvidan
del carácter instrumental de esa herramienta, que busca verdad absoluta y validez irrestricta para
agotar la realidad y no dar herramientas para desenvolverse en el mundo.

Cuatro reglas para la dirección del espíritu, Descartes.

Apuntes:

No estoy dispuesto a aceptar como verdadero nada que no sea absolutamente indubitable, se debe
presentar con la claridad y distinción de la aritmética. Antes de ocuparnos de cualquier otra cosa hay
que ocuparse de la razón misma y sus procedimientos gnoseológicos.

14/11/2023

¿Puede la vida desde sí misma y para sí misma elaborar estrategias de inteligibilidad? ¿Puede ser
pensada de forma inmanente desde sí misma? ¿Se puede pensar la vida desde la vida? ¿O por el
contrario hay que salir de la vida para dotar de sentido, inteligibilidad y justificación a la misma? ¿Y
si se puede cómo? Esta pregunta atraviesa el siglo XIX filosófico. Se comienza a asumir que la
realidad sobrepasa la ambición del conocimiento. La teoría no agota la totalidad de lo real, es decir,
el conocimiento es un momento de la vida. ¿Podemos pensar, agarrar, capturar, algo que no es un
objeto, sino una dinámica, un devenir un flujo constante? ¿Qué tipo de categorías elaborar para
pensar algo que no es cósico ni sustantivo ni matematizable y sin embargo se da y acontece? El
conocimiento científico quizá sea una estrategia, un medio de adaptación y plenificación del animal
humano. No se trata de dejar de construir edificios científicos sino preguntar por la génesis de los
valores absolutos que lo presiden y descubrir que no tienen un “origen” (metafísico, metahistórico,
etc.) sino una ley singular de “emergencia”, un momento histórico de “invención” que responde a
razones mezquinas, oscuras, a conflictos, relaciones de fuerza, operaciones de poder, etc. El
pensamiento está enraizado en la vida, y la vida tiene siempre una perspectiva en primera persona, un
posicionamiento concreto y una perspectiva determinada (es siempre la vida de un viviente).

Umberto Eco distingue entre la voluntad política de apropiación de un texto (donde se busca la
justificación de los propios ideales) y la voluntad hermenéutica de comprensión de un texto (donde
se trata de dejar hablar al texto mismo, de que nos interpele). ¿Qué se quiere hacer con los textos al
leerlos?

La obsesión temática y conceptual de Nietzsche es la vida, su valor y sentido, y cuál es la historia de


la valoración de la existencia, es decir, cómo se ha interpretado históricamente la vida y su valor.
Supone que toda forma de expresión cultural, toda forma de interpretación, puede ser leída como un
síntoma, como si detrás de cualquier interpretación de la realidad hubiera una serie de tendencias
fisiológicas vitales sanas o enfermas. La enfermedad consiste en una interpretación vital que niega la
vida (el caso más evidente es el cristianismo que hace de la vida terrenal una penitencia
ininterrumpida que será recompensada o castigada en un mundo afuera de éste, en el reino de los
cielos; este el tipo de recursos a la trascendencia que Nietzsche diagnostica como enfermos,
nihilistas, negadores de la vida, etc.). Toda ontología es una decisión acerca del valor de la
existencia. Toda tesis sobre el ser es una valoración, toda intento de dotar de sentido la realidad es
una tasación axiológica de la misma. Nihilista para Nietzsche es toda interpretación de la realidad
que postule un plano ontológico fuera de la vida y de la historia donde se deposita el valor de ésta
(Dios, mundo de las ideas, etc.). El gesto enfermizo y decadente occidental consiste en haber colocar
el sentido y valor de lo real en un ámbito trascendente. Nietzsche es un médico de la cultura que
quiere promover interpretaciones trágicas de la vida que la potencien, que no huyan de ella sino que
la afronten.

Nietzsche bebe de la tradición de la Grecia arcaica, de la filosofia del absurdo y la metafísica de la


naturaleza. La conciencia es un momento de la vida, la razón un momento de la volición, y la
inteligencia una pasión sofisticada. La conciencia es un momento superficial del inconsciente. En el
origen de toda forma de estabilidad está la lucha fuerzas. Lo verdaderamente real es una dinámica
subterránea de fuerzas en conflicto (a la manera de la naturaleza creadora de Spinoza) que en un
momento dado puede generar el efecto superficial de una conciencia y de una conciencia de sí
misma. Hay un ritmo de fondo en todo lo vivo que tiende a perpetuarse, a no morir, a conservarse y a
aumentar la capacidad de seguir viviendo. La vida nos incluye con muchas otras formas de vida, son
diferentes formas de expresión de una misma forma vital primordial que las reúne. La vida es
elaboración de la materia de tal forma que cumpla las funciones necesarias para conservarse,
perpetuarse y potenciarse. Todos los grandes ídolos de occidente, las ideas y valores que parecen
eternos, sublimes y absolutos tienen su emergencia inconfesable en el mismo plano que todo lo
demás, en un conflicto inmanente de fuerzas que genera forma y figuras múltiples.

La intuición genealógica es tratar de interpretar los fenómenos culturales desde el trasfondo orgánico,
comprender los fenómenos culturales como efectos de superficie de un trasfondo corporal, volitivo e
inconsciente. Origen pulsional de lo racional.

Hay un trasfondo último de lo real que gobierna todas las cosas y expresa en todos los niveles, en el
fondo de todas las cosas hay un querer, una voluntad, un apetito puro sin objeto que no quiere nada
más que seguir queriendo. Hay una fuerza unitaria de fondo que atraviesa todas las cosas, las hace
moverse y expresarse. Lo que nos anima no es solo la planificación racional sino un apetito de fondo
siempre insatisfecho. La realidad es un apetecer sin sujeto ni objeto de apetito. Un apetito impersonal
que apetece de sí mismo, querer seguir apeteciendo. Hay algo que quiere en nosotros. Cualquier
dolor es mi dolor, para Schopenhauer hay una empatía cósmica. Tenemos acceso a la cosa en sí vía
corpórea, sensible y afectiva.

21/11/2023

Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Nietzsche

Citas:

El conocimiento fue un invento. ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el
impulso hacia la verdad?

“Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no
poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas, que no corresponden en absoluto a las
esencias primitivas”

“La omisión de lo individual y de lo real nos proporciona el concepto del mismo modo que también
nos proporciona la forma, mientras que la naturaleza no conoce formas ni conceptos, así como
tampoco, en consecuencia, géneros, sino solamente una X que es para nosotros inaccesible e
indefinible”

“¿Qué es entonces la verdad? Un ejército móvil de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en


resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas, adornadas
poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, a un pueblo le parecen fijas, canónicas,
obligatorias: las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son, metáforas que se han
vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora
consideradas como monedas, sino como metal”

“hemos prestado atención al compromiso que la sociedad establece para existir, la de ser veraz, es
decir, usar las metáforas usuales, así pues, dicho en términos morales, de la obligación de mentir
según una convención firme”

“A partir del sentimiento de estar obligado a designar una cosa como roja, otra como fría, una tercera
como muda, se despierta un movimiento moral hacia la verdad; a partir del contraste del mentiroso,
en quien nadie confía y a quien todos excluyen, el hombre se demuestra a sí mismo lo venerable, lo
fiable y lo provechoso de la verdad”

“Mientras que toda metáfora intuitiva es individual y no tiene otra idéntica y, por tanto, sabe
escaparse siempre de toda clasificación, el gran edificio de los conceptos presenta la rígida
regularidad de un columbarium romano e insufla en la lógica el rigor y la frialdad que son propios de
las matemáticas”

“dentro de ese juego de dados de los conceptos se denomina verdad a usar cada dado tal y como está
designado; contar exactamente sus puntos, formar clasificaciones correctas y no violar en ningún
caso el orden de las castas ni los turnos de la sucesión jerárquica”

“El investigador de tales verdades tan sólo busca en el fondo, la metamorfosis del mundo en los
hombres; aspira a una comprensión del mundo en tanto que cosa humanizada y consigue, en el mejor
de los casos, el sentimiento de una asimilación. (…) Su procedimiento consiste en tomar al hombre
como medida de todas las cosas, pero entonces parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí
de manera inmediata como objetos puros”

“Sólo mediante el olvido de ese mundo primitivo de metáforas, sólo mediante el endurecimiento y la
petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la
capacidad originaria de la fantasía humana, sólo mediante la invencible creencia en que este sol, esta
ventana, esta mesa son una verdad en sí, en una palabra, gracias solamente al hecho de que el hombre
se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta
calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque sólo fuese un instante, fuera de los muros
de la cárcel de esa creencia, se acabaría en seguida su autoconsciencia”

“del mismo modo que un sueño eternamente repetido sería percibido y juzgado como algo
absolutamente real”
“Toda la regularidad que tanto respeto nos impone en las órbitas de los astros y en los procesos
químicos, coincide en el fondo con aquellas propiedades que nosotros aportamos a las cosas, de
modo que, con ello, nos infundimos respeto a nosotros mismos”

[Tesis general: el lenguaje introduce una distancia del sujeto respecto al mundo que hace que no
pueda llegar a él directamente, sin mediación y contemplarlo de forma desnuda. La verdad consiste
en la ilusión inducida por el olvido del carácter metafórico del lenguaje que nos hace llegar a creer
que las palabras captan la esencia última de las cosas].

Apuntes:

La pregunta de fondo que atraviesa toda la obra nietzscheana es: qué es la vida.

¿Se puede pensar la vida desde sí misma o es necesario abandonar el ritmo propio de la existencia
inmanente para explicar, justificar o dotar de valor la vida? ¿Cómo abordar el pensamiento de la vida
si todo pensamiento es un momento de la vida?

La filosofia es un modo en que la vida se expresa y se da, y aspira al autoesclarecimiento de la vida,


lo vivo trata de comprenderse a sí mismo a través de la filosofia (y otros saberes). El acto consciente
de plantearse la pregunta por la vida es un modo inmediato de vivir. ¿Cuál es la historia de las
valoraciones de la vida y la existencia que se han hecho a lo largo de la historia del pensamiento
occidental? Toda metafísica, toda interpretación del sentido de la totalidad, es una tasación de la vida,
es un tasación, una valoración de la vida, en tanto síntoma del reflejo de unas fuerzas vitales. La
pregunta por la vida no es una pregunta abstracta es un modo inmediato de vivir esa pregunta. Por
eso no podemos hacer distinciones abstractas entre lo ontológica y lo moral, la pregunta por el ser es
indisociable de la pregunta por el buen vivir. El punto de partida del pensar es la inmediatez del vivir
cotidiana en la que ya siempre estamos inmersos.

La fuerza de lo vital que pone en marcha mecanismos de donación de sentido es una fuerza bicéfala:
constructora y destructora. Anhelo de conocer la vida no a través de un conjunto de representaciones
abstractas, no se satisface con un conjunto de reglas sistemáticas o de una definición lógica, no se
agota en tal por no diferenciarse del sujeto que enuncia la pregunta. Se trata de plantear cómo vivir
(esa es la misma pregunta misma que: qué es la vida). La construcción simbólica del sentido es la
habilitación de un ámbito de familiaridad en el interior del cual podemos habitar para combatir lo
numinoso y amenazador de la existencia.
Nietzsche y la metafísica del artista.

Dos mitos claves en la tradición griega que podrían responder a la existencia en términos estéticos: 1.
La vida es una forma sonora/ musical primordial e irresistible que amenaza con la muerte de la
individualidad (el mito antiguo de las sirenas) y la emergencia de la verdad (una verdad insoportable
que sobrepasa los límites de la individualidad). El ser es una pulsión de fondo dinámica que crea y
destruye; quiero contemplar el espectáculo sublime y destructivo de la realidad sin sucumbir a ella,
soportar la tentación de la música trágica que atraviesa todas las cosas (una atracción por el abismo,
sentimos la curiosidad de mirar en él y a la vez un pavor insoportable que nos nulifica). 2. El mito de
Orfeo representa la imagen de una música armónica que revela la solidaridad universal que une todas
las cosas. Cuando Orfeo atraviesa con su barca el lugar de las sirenas los hombres que reman
amenazan con tirarse al mar, entonces Orfeo salta y toca la lira muy alta para neutralizar esa
atracción hacia lo trágico (esto es la Modernidad para Nietzsche, el olvido de lo trágico) y los
hombres vuelven en sí y siguen remando, todos menos Butes que sigue el clamo de la verdad trágica.
El mito de Apolo es el de un hombre mitológico que va ordenando la tierra amorfa a su paso,
sepultando el caos primigenio de lo terreno y estableciendo límites que son condición de posibilidad
de las comunidades políticas y la conciencia universal (las fronteras). Dioniso es el dios mitológico
de Grecia asociado a las bacanales, el vino, la embriaguez, las fiestas orgiásticas donde se borran los
límites de la individualidad y todo se funde en un caos informe.

¿Qué es la vida? ¿el canto de las sirenas o el de Orfeo? ¿lo apolíneo (orden) o lo dionisiaco (caos)?
Para los románticos de los que bebe Nietzche una suerte de ritmo tonal que sustenta, unifica y
atraviesa lo múltiple de lo real, pero ¿es un tono que revela caos u orden, tragedia o serenidad? Toda
la Modernidad es para Nietzsche el olvido de lo trágico mediante la postulación metahistórica de la
música órfica, pero en el fondo de los grandes constructos culturales de occidente se encuentra el
sentimiento de mendicidad y precariedad del hombre y la conciencia de que se va a morir. Los
grandes constructos simbólicos de la humanidad son estrategias de supervivencia para hacer
habitable el mundo y dotarle de sentido, unas estrategias cuya sofisticación nos have olvidar su
origen. Nietzsche va contra la noción metafísica del origen. El origen del sentido no está es una
instancia metahistórica sino en las fisiologías de los cuerpos. En el origen de los más altos ideales se
encuentra el disparate.

Toda ontología es una posición moral, toda afirmación acerca del ser es también una valoración
acerca de lo que hay. El platonismo es la valoración negativa de la existencia inmanente por miedo a
la muerte (postulación de un alma inmortal perteneciente a otro mundo diferente al sensible). Contra
ello reivindica Nietzsche la cosmovisión trágica de la Grecia arcaica. Tambien contra el pesimismo
llorón de Schopenhauer, quien tambien niega la vida afirmando que todo es dolor e insatisfacción y
la estrategia consistiría en el desapego del ego para huir del dolor (al modo budista).

El nacimiento de la tragedia, Nietzsche

La Grecia que quiere rescatar para hacerla valer contra la modernidad industrial. Utiliza una mirada
médica hacia las interpretaciones de lo real y la valoración de la vida que vehiculan. Se ha impuesto
en Occidente la doctrina socrático-platónica-cristiana, pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿cómo
se ha impuesto y naturalizado una interpretación de lo real y la vida y no otra? Platón es la música
órfica que hace olvidar la música trágica (la religión olímpica). En esa religión no hay profetas, hay
poetas, y se basa en una ontología del caos, teología de la fuerza y pesimismo antropológico. La tesis
fuerte de Castoriadis es que la condición de posibilidad de la democracia es el caos, la inexistencia
de una verdad y un bien absoluto, pues eso nos obliga a delinearla entre todos y a tratar de
establecerla, en caso contrario la filosofia política es teológica (Verdad y Bien).

Ontología del caos: el ser es una brecha, una sima, un bostezo primordial, un espacio de
indeterminación en el que todo es posible pero nada esta determinado. Al principio era el caos, el
ápeiron de Anaximandro. Lo divino existe pero no tiene nada que ver con la justicia, el bien, el
castigo o la recompensa, sino con el poder. Los dioses griegos no son moralmente perfectos, son
poderosos. La vida humana está al antojo de fuerzas caprichosas, violentas, etc. qué valor tienen la
existencia humana. La máxima de fondo del pesimismo griego arcaico es que sería mejor no haber
nacido. Este es el pesimismo que subvertirá Platón. Pero, ¿podría existir un pesimismo de la
fortalezca que no huya de la vida? lo trágico es la tensión productiva entre dos tensiones originarias
que generan las figuras múltiples de lo real. El ser de lo que hay opera como la creatividad de un
artista que constantemente crea y destruye. La vida es una obra de arte. En el fondo de todo orden
social hay una tensión por transgredir esos límites. El Nietzsche viejo critica su ontología de
juventud por justificar el dolor y la tragedia de la existencia con motivos estéticos.

Primacía radical de lo volitivo, de las pasiones, de la fuerza por delante de la conciencia. El animal
humano está entregado y sometido a fuerzas extrañas.

24/11/2023
La relación de causalidad (causa-efecto), de conexión lógica (premisa-conclusión), de motivación
moral (motivo-acción) está en el ámbito de lo fenoménico. La explicabilidad de lo real se reduce al
ámbito fenoménico (las cosas tal y como se me aparecen a la conciencia y no en sí mismas). Pero lo
que me exige lo real no es solo explicación sino tambien sentido, valor e interés. Hay cuestiones,
problemas e inquietudes por resolver cuando lo real está completamente explicado. Podríamos tener
una teoría científica total del mundo que lo explique absolutamente y sin embargo seguiríamos
buscando un sentido a nuestra vida. Lo real empieza a ser relevante no solo como objeto de
conocimiento posible sino como objeto de valoración.

Dos modalidades de acceso a la pregunta por el origen, la causa, la naturaleza de algo (para
Nietzsche): ontología del artista y genealogía de la verdad. La pregunta que le interesa al joven
Nietzsche es ¿cómo hemos llegado a la noción imperante de verdad en Occidente? La apuesta es
desligar la idea de que el conocimiento y la verdad están enlazados como correspondencia en el
enunciado predicativo. Mirada histórico-crítica sobre los procesos de coagulación de un valor como
la verdad. La perspectiva es naturalista en el sentido de negar las posiciones teóricas que vayan
contra los resultados de la ciencia natural, se parte de los conocimientos positivos de las ciencias
naturales (p.e. la historicidad de la vida descubierta por Darwin es asumida por Nietzsche). El
naturalismo metodológico consiste en integrar la perspectiva natural que dice que la vida inteligente
consiste en un producto de la evolución de lo natural. Además la de Nietzsche es una perspectiva no
reduccionista, ni esencialismo metafísico ni fisicalismo biologicista.

Postular el sinsentido de las cosas como fondo primordial es un gesto metafísico del joven Nietzsche
que más tarde rechazará, y que consiste en postular la esencia dionisiaca de lo real y una vía estética
de acceso a ella (el arte). Rechazará ese gesto de justificación estética de la existencia, del dolor y el
padecimiento, bajo la creencia de que gesto que trata de hacernos olvidar la procedencia histórica y
mezquina de las construcciones de valor más sublimes de la historia occidental (replica el gesto
metafísico del origen metahistórico). No se trata de postular una esencia última fondo de lo real y
que todo lo unifica (contra la sinopsis platónica), se ahora trata de historizar los valores preguntando
por el origen del valor y el valor de los orígenes (genealogía de la verdad, de la moral, etc.). El
olvido de que todos los constructos metafísicos que postulan la inmortalidad del alma o un valor
trascendente para medir y justificar lo real son una negación de la vida es en lo que consiste el
nihilismo de occidente. La genealogía consiste en recordar el olvido constante de la procedencia de
los valores, atender al sustrato afectivo que da cuenta de las expresiones racionales.
La verdad, el lenguaje, la ciencia, la conciencia y el conocimiento son herramientas de adaptación al
medio y tambien formas de ejercer poder simbólico que ha desarrollado en su historia natural el
precario animal humano (que carece de fuerza, garras, fauces, etc. por eso debe recurrir al
conocimiento). El animal humano es una animal en estado carencial, una carencia que debe suplir
con el conocimiento. La vida no es solo sobrevivir tambien es potenciarse e imponerse, no es solo
voluntad por persistir tambien es voluntad de poder.

Nietzsche carga contra el desinterés del conocimiento, como si hubiera algo de la esencia humana
que naturalmente nos predispone a ello (contra Aristóteles p.e). El conocimiento es, en cambio, una
invención, un artificio, un instrumento, algo que no tiene valor en sí sino que se justifica por servir a
otras cosas (a la vida sobre todo). Eso con lo que uno se topa en el camino del conocimiento se puede
interpretar en clave metafísica como si hubiera estado siempre puesto ahí, designado por el destino, o
en clave genealógica, como si su emergencia y ubicación fueran el efecto histórico y concreto de una
dinámica de fuerzas. Debemos preguntarnos antes por la función pragmática del lenguaje, el
conocimiento, el concepto, etc. que por su esencia.

El origen se dice de muchas maneras y en occidente se ha privilegiado un origen metafísico como si


hubiera un origen trascendental, esencial, fijo y natural de las cosas. Como si p.e. el sentido de un
texto radicase en la intención de su autor y la hermenéutica debiera consistir en desvelar esa
intención. La genealogía es una nueva lectura de los orígenes en clave histórica, que no haya una
esencia interna a partir de la cual se despliegan los sentidos de la historia no quiere decir que no haya
acontecimiento histórico, sino que esos acontecimientos no pueden explicarse de forma a priori
(deducirlos a partir de su esencia). Como si la historia fuera (hegelianamente) el despliegue de un
origen ideal al que debe retornar para por fin alcanzar la verdad, la justicia y el bien. La ingenuidad
histórica contra la que va la genealogía es suponer que las cosas cumples funciones esenciales y no
impuestas, como si las mujeres estuvieran esencialmente destinadas a servir, los negros a trabajar, los
arios a gobernar, etc. (p.e. Aristóteles en la Política justifica el esclavismo bajo la idea de hay quienes
naturalmente han nacido para gobernar y quienes para obedecer), las razones de fondo que explican
las funciones sociales de las cosas no son esenciales sino artificios históricos. El gesto genealógico
trata de despojar a los valores de su carácter eterno e inmutable para situarlos en la historia y
describir la ley singular de su aparición.

Ejemplo: Foucault utiliza el método genealógico en Vigilar y castigar. En lugar de explicar (como
hacían los humanistas) el nacimiento de la prisión por un progreso histórico de la moralidad en
Occidente que hubiera hecho insoportable en cierto momento los suplicios propios del Antiguo
Régimen (mutilación, despedazamiento, tortura, etc. de quienes atentaban contra la ley), en lugar de
eso explica la prisión a partir de una mutación de las tecnologías de poder en Occidente; las cuales
hubieran pasado de un régimen soberano (de un poder que se ejerce decidiendo sobre la muerte de los
individuos) a una sociedad disciplinaria condición y efecto del capitalismo y cuyas técnicas de
vigilancia, sanción y examen están dispuestas a adiestrar a los cuerpos en la ejecución eficiente de
tareas (en prisiones, psiquiátricos, hospitales, colegios, talleres, fábricas, etc.), a domarlos,
distribuirlos, calificarlos, hacerlos útiles; en suma, a normalizarlos. En el origen de la prisión no se
encuentra el valor moral de la humanidad sino las relaciones efectivas de poder.

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