EL PADRE GABRIEL SEGUI Biografia y Origenes Del MCC

El Padre Gabriel Seguí
Misionero de los Sagrados Corazones
Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 1 09/10/19 13:36

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titula-
res del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la repro-
ducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento,
comprendidos la reprografía y el tratamiento informático y la distribución
de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Sin embargo
se autorizada la reproducción parcial, de fragmentos íntegros, citando la
fuente con fines exclusivamente docentes. Para la reproducción total de
copia idéntica deberá mediar acuerdo por escrito con el propietario de los
derechos. Reservados todos los derechos de explotación lucrativa. Dere-
chos reservados de supervisión de la traducción a otros idiomas.
© 2019 Fundación Eduardo Bonnín Aguiló

© 2019 Misioneros de los Sagrados Corazones
ISBN: 978-84-949644-1-1
Depósito Legal: PM 1222-2019
CIF: G57019986
Fundación Eduardo Bonnín Aguiló

c/ Mateu Enric Lladó nº 3, 2-B
07002 Palma de Mallorca, España
Tel.: 971 71 71 71
www.feba.info
libros@feba.info

Misionero de los Sagrados Corazones
Biografía y Orígenes
de los Cursillos de Cristiandad
MISIONEROS DE LOS SAGRADOS CORAZONES

FUNDACIÓN EDUARDO BONNÍN AGUILÓ

Índice
Prólogo......................................................................... 9
Carta de presentación..................................................... 15
Autobiografía................................................................. 19
Biografía.................................................................. 19
Infancia, adolescencia y juventud.............................. 19
Ordenación sacerdotal y Final de Carrera.................. 22
Primeros ministerios
Formación de nuevos sacerdotes........................... 25
Párroco y apostolado................................................ 26
Formación de dirigentes de Acción Católica.............. 28
Apostolado de la radio i atención a los marginados.... 29
Procesos de canonización......................................... 30
Asesor de Capítulos Generales................................. 31
Acompañante de sacerdotes que pedían
la secularización.................................................... 35
“UNDIREMA”o confraternización
de la vida consagrada............................................ 36
Cincuentenario de la ordenación presbiteral............. 37
Primeros achaques y enfermedad............................. 39
Últimos propósitos................................................... 40
Selección de referencias.................................................. 43

La «Historia» del Padre Seguí......................................... 47
Origenes de los Cursillos de Cristiandad 1941-1949..... 51

Introducción............................................................. 51
Los cursillos, movimiento actual de la Iglesia...... 51
Las cuatro épocas de la historia de los Cursillos.... 52
Fuentes de información..................................... 54
Primera parte:................................................................. 57
Elementos que influyen
en la formación de los cursillos.............................. 57
Resumen........................................................... 57
Influencia del Espíritu Santo en los Cursillos....... 57
La diócesis de Mallorca, cuna de los Cursillos..... 60
Los jóvenes de Acción Católica,
padres de los Cursillos..................................... 64
Los Obispos, vigilantes Pastores
de la Obra de los Cursillos............................... 68
Segunda parte:............................................................... 73
Génesis de los cursillos............................................. 73
Resumen........................................................... 73
Cursillos de Adelantados de Peregrinos.............. 74
Inquietud apostólica.......................................... 76
Escudriñamiento de una forma eficaz
de apostolado................................................. 79
Escuelas de formación....................................... 81
Ejercicios espirituales.......................................... 83
Cursillos de Jefes de Peregrinos.......................... 86
Proa................................................................... 90
Las estructuras esenciales de los Cursillos........... 90

Tercera parte:................................................................. 93
Nacimiento, infancia
y adolescencia de los cursillos................................ 93
Las primicias de los nuevos Cursillos................... 93
Desarrollo de los nuevos Cursillos....................... 95
Obra marginal “Águilas”.................................... 97
El llamado primer Cursillo.................................. 97
Conclusión............................................................... 104
Anexo............................................................................ 109
Discurso del Santo Padre Pablo VI con ocasión de la
ultreya mundial de los cursillos de Cristiandad....... 109
Cursillistas de Cristiandad................................... 109
Recensión de la producción científica
del Padre Gabriel Seguí............................................. 117
Archivo fotográfico....................................................... 121

Prólogo
Con motivo del 25 aniversario de la celebración del

cursillo de Cala Figuera celebrado en agosto de 1944,
primer Cursillo de Cristiandad de la historia, el Padre
Gabriel Seguí Vidal MSSCC creyó oportuno, dada su
condición de historiador y testigo directo, presentar su
trabajo sobre los Orígenes de los Cursillos de Cristian-
dad, relatando lo acontecido y vivido entre los jóvenes
de la Acción Católica durante los años 1941 a 1949.
En 2019 se cumplen 75 años de ese primer cursillo cele-
brado en el chalet Mar Y Pins de Cala Figuera de Santanyí,
prestado por una particular, que contaba con las condi-
ciones de precariedad propias de un nacimiento cristiano,
ausente de corriente eléctrica y sin comodidad alguna que
facilitara la estancia del grupo que asistieron al que fue el
primer cursillo de la Historia. No obstante, unos jóvenes
impulsados por Eduardo Bonnín celebraron un cursillo pre-
parado esencialmente por éste, si bien se celebró bajo el
nombre de V Cursillo de jefes de peregrinos. Entonces la
finalidad esencial ya no era lo que venía proclamándose
en la época, una mejor preparación para la peregrinación
a Santiago de Compostela, sino que la preparación de
Eduardo y quienes le acompañaron en esa aventura tenía
como objetivo abrir una nueva finalidad, cual era, la de dar

un sentido pleno a la vivencia personal del Evangelio en el

horizonte de la vida personal de cada uno, facilitándose
que la persona, desde su libertad, experimentara que Dios
le ama, con un amor personal y desbordante y le llamaba,
como le llama ahora, a programar, desarrollar y vivir en su
vida el Evangelio de un Cristo realmente resucitado, cercano
y amigo. Con el cursillo se superaba el hecho de que la vida
de santidad estaba reservada de facto únicamente a los
religiosos y religiosas y ciertas personalidades de una socie-
dad que participaba en un extendido ambiente católico,
destinando el método desde el principio a los alejados, que
no participaban de la lampante religiosidad social trufada
de prácticas religiosas ausentes de una fe viva y consciente.
Para valorar de forma justa cualquier acción y cual-
quier realidad sobre el origen de los Cursillos se hace
necesario atender al contexto social y eclesiástico en el
que el Padre Seguí apoyó y animó en todo momento
a Eduardo Bonnín. Ese extremo narrado en el libro no
hace sino ensalzar el valor de su persona, y pone de
manifiesto su apuesta valiente decidida por el papel
del laico en la Iglesia en una etapa preconciliar del
VATICANO II y al tiempo descubrirá el lector cómo se
expresa entreverando las destacadas inquietudes apos-
tólicas de Eduardo y de los amigos con los que éste
compartía, dando cobertura al tiempo que alentó para
no sofocar el Espíritu al que perseguía aquélla nueva
inquietud expresada y vivida, nunca incompatible con su
gran labor en la formación de jóvenes sacerdotes.
Cuando en 1943 Eduardo Bonnín se incorporó a la
Acción Católica, el Padre Seguí dirigía la Escuela de
10

Prólogo
Dirigentes de los jóvenes de la Acción Católica, precisa-

mente la Escuela en la que participaron los jóvenes del
grupo iniciador de los Cursillos de Cristiandad.
El Padre Seguí fue el director Espiritual de Eduardo
Bonnín. La confianza mutua de la relación humana entre
ambos era una realidad. Y cuando Eduardo le transmitía
al Padre Seguí sus inquietudes al respecto del plantea-
miento de lo que querían ser los Cursillos de Cristiandad,
éste ya le anunció que iban a traer mucho lío con los
curas. La Historia ha dejado patente que no se equivocó.
El Padre Gabriel Seguí fue testigo directo del ímpetu
apostólico y del carisma que el Espíritu Santo iba rega-
lando a un seglar de gran formación autodidacta, lector
empedernido, carácter inteligente y dotado de un gran
sentido del humor. El Padre Seguí fue testigo directo
de que Eduardo era un convencido de la potencia del
Evangelio, capaz de dar sentido a la vida de las personas
en la forma de reaccionar frente a su realidad, contando
con la amistad de Cristo, para ir abriéndose a la ale-
gría de vivir a toda persona sin distinción y compartir
en amistad la aventura de ir siendo persona. No pode-
mos dejar de intuir que Eduardo debió recibir sabios
consejos como también aliento y el apoyo por parte de
este Padre, que nos narra los secretos de la acción del
Espíritu que a través de Eduardo y cuajando en muchos
dio lugar al milagro de los Cursillos.
El Padre Seguí, colaboró también activamente siendo
Sacerdote Asesor de la Escuela de Dirigentes que nació
en la Asamblea VII de la Juventud de Acción Católica,
celebrada en el mes de noviembre de 1945 siendo en
11

esas fechas Eduardo Bonnín presidente de los jóvenes

de Acción Católica. De alguna forma, asistió a la for-
mación e inicios de los Cursillos de Cristiandad, primero
llamados Cursillos para Jóvenes, después Cursillos de
Conquista para ya más tarde, en 1953 al tiempo en que
el Obispo Don Juan Hervás los rebautizó con el nombre
de Cursillos de Cristiandad.
Fue el 20 de diciembre de 1953, en la clausura de la
Asamblea de la Juventud Diocesana que se celebraba en
el Instituto Ramón Llull de la ciudad de Palma de Mallorca,
en la que Monseñor Hervás se dirigió a los cursillistas
diciendo: «Gracias y felicitaciones por vuestro trabajo
apostólico, pero sobre todo felicitación por estos benditos
«CURSILLOS DE CRISTIANDAD». Si bien fue el Padre Seguí
junto al sacerdote D. José Dameto y en tiempos del Obispo
D. José Miralles Sbert, quien unos años antes bendecía
las iniciativas de los inquietos jóvenes de Acción Católica.
Aclara esta obra la naturaleza sobre la iniciativa de los
Cursillos de Cristiandad cuando afirma:
Los Cursillos fueron, además, un movimiento emi-
nentemente seglar, que apareció en una época en que
los laicos no habían sido declarados maduros, como ha
hecho el Vaticano II, ni estaban fijados los límites de la
jerarquía tocante a los carismas y a las actividades de
los seglares en la extensión del Reino de Cristo. Por este
motivo los Cursillos fueron ocasión de disgustos y con-
fusión, que actualmente es difícil poder apreciar debido
al cambio de mentalidad.
Editar su Historia sobre la formación y origen de los
Cursillos surgió de la vocación de historiador de Seguí,
12

Prólogo
consciente de la necesidad futura de aclarar la verdad

vivida por quien fue testigo de excepción desde el princi-
pio del principio. La iniciativa de una seglaridad pujante
encarnada de forma carismática en la persona de Eduardo
ya en los inicios remarca y testimonia el carácter seglar del
movimiento, lo que fue ya entonces generador de tensio-
nes que removía el statu quo eclesiástico.
Ni que decir tiene a día de hoy que esa tensión sobre
el origen sigue más que vigente en una falta de reve-
rencia a la verdad vivida, justificada en la versión de un
estatuto formal, carente de la potencia veraz que guarda
toda acción del Espíritu, que libera a las almas más allá
de una concurrencia obediente, convocada por una élite
organizativa, que parece haber superado la admiración
del milagro de una vida que reacciona en la interlocu-
ción de un sagrario naciente de su amistad con Cristo.
Como era de esperar, la publicación de esta obra
entonces no fue del agrado de una parte de la jerar-
quía de la Iglesia de Mallorca, que removió el patio y
no dejó indiferente a nadie.
Poco tiempo después, el Padre D. Juan Capó, quien
incluso había dado las dos meditaciones de la primera
noche del primer cursillo numerado, celebrado del 7 al
9 de enero de 1949 en la Ermita de San Honorato, pero
que no pudo quedarse debido a sus múltiples ocupa-
ciones, sacó a la luz otra publicación rebatiendo feroz-
mente todos y cada uno de los puntos expuestos por el
Padre Seguí, dándole evidentemente un papel secunda-
rio a los seglares y un papel protagonista a la jerarquía
y a sus estructuras. Se convirtió también en un ataque
13

personal hacia el Padre Seguí que en línea a su santidad

y su humildad nunca optó por entrar en confrontación.
Es ahora cuando se cumplen 75 años del Cursillo de
Cala Figuera y 50 años de la publicación de la coloquial-
mente llamada «Historia del Padre Seguí», cuando desde
la Fundación Eduardo Bonnín Aguiló creemos oportuno
y necesario rendir homenaje y dar a conocer la persona
del Padre Gabriel Seguí Vidal, quien siempre alentó,
animó y apoyó en todo momento a Eduardo Bonnín a
seguir con la obra de los cursillos, dando muestras de su
magnánima visión de la Iglesia.
En este libro el lector podrá descubrir un poco más la
figura de este Padre, sacerdote entregado y magna per-
sona y redescubrir su trabajo Orígenes de los Cursillos de
Cristiandad. 1941-1949 viendo a través de las fotogra-
fías aportadas por el Archivo Histórico de los Misioneros
de los Sagrados Corazones, los entrañables encuentros
y momentos compartidos a través de los años entre
Eduardo Bonnín y el Padre Gabriel Seguí.
Con sumo agradecimiento a los Misioneros de los
Sagrados Corazones y especialmente al Padre Ricard
Janer Bonafè M.SS.CC. Prior del Santuario de Lluc, por
la valiosa aportación mediante la documentación his-
tórica facilitada, que ha permitido la versión ilustrada
con material fotográfico de este libro que viene a saldar
en parte la deuda que la Iglesia de Mallorca y especial-
mente el movimiento de Cursillos de Cristiandad le debe
al Padre Gabriel Seguí.
Fundación Eduardo Bonnín Aguiló
14

Carta de presentación
Estimados amigos,
Tenemos una gran satisfacción de poder ofrecer casi
todo lo que solicitáis del padre Gabriel Seguí Vidal.
En nuestra opinión creemos que fue una persona
decisiva en la gestación del Movimiento de Cursillos de
Cristiandad, pero nunca hizo uso de esta situación privi-
legiada para atribuirse ninguna medalla de “fundador”
o “cofundador”. Supo ponerse discretamente en un
segundo término cediendo ese protagonismo ambicio-
nado por tantos y tan contrario a la eficacia y al carisma
de Cursillos.
Creemos que la confianza que Eduardo Bonnín tenía
en él era ilimitada. Soy testigo de las numerosas oca-
siones que encontré a Eduardo en la sala de visitas de
nuestra Casa de Palma. No dudo que era su director
espiritual, confidente, alentador en los momentos difíci-
les por los cuales tuvo que pasar Eduardo
Siempre se ha pensado que el P. Gabriel Seguí fue el
autor de la alocución del Papa Pablo VI en la primera
Ultreya mundial en 1966, o al menos el que aportó
los elementos para su redacción. Por la confianza que
tenía con él, un día le pregunté por la autoría de dicho
documento; él, sencillamente me dijo que los autores
15

de los documentos pontificios siempre quedan en el

anonimato. Esta respuesta tan escueta me dio a enten-
der que él había tenido parte. A pesar de lo escueto de
estos textos podréis descubrir la talla humana, espiritual
e intelectual del P. Seguí. Era un hombre muy sencillo y
detestaba la discusión. Cuando escribió la historia de los
primeros 25 años de Cursillos, con el aplauso de Eduardo
y el grupo fundador, Mn. Joan Capó (editando un librito)
intentó rebatir todos los puntos y comas del trabajo del
P. Seguí. El P. Seguí no respondió, sencillamente porque
cuando se dice la verdad, la Verdad que es Cristo, se
abre paso por sí sola, no necesita defensores.
Os ofrecemos en este libro una compilación de textos
para que, complementando vuestros escritos sobre su
labor en Cursillos, podáis conocer un poco más de la
vida de este eslabón indispensable en la gestación de los
Cursillos de Cristiandad.
Todas estas notas forman parte del Archivo Histórico
MSSCC en memoria de Gabriel Seguí Vidal para que su
fruto permanezca.
Un abrazo,
Ricard Janer, MSSCC
16

Carta de presentación
Ms.Gabriel Seguí Vidal †, MSSCC
17

Autobiografía
(Observe el lector que el texto reproducido se ha sacado del die-

tario personal del Padre Gabriel Seguí y la narración es en pri-
mera persona salvo las notas aclaratorias que se distinguen con
esta tipografia)
Biografía
GABRIEL SEGUÍ VIDAL
En la madrugada del día 29 de octubre de 1996 falleció en la
casa de los Sagrados Corazones de Palma el P. Gabriel Seguí Vi-
dal, cuando tenía 89 años de edad, siendo el decano de nuestra
familia religiosa. (Obituario de la Congregación)
Infancia, adolescencia y juventud

Nació en el pueblo de Caimari, municipio de Selva, el 18 de abril
de 1907, siendo bautizado al día siguiente.
Caimari es paso obligado en la “Serra de Tramuntana” (Ma-
llorca) para acceder al venerado Santuario de Nuestra Sra. de
Lluc, Reina i patrona de la Isla, al cual le trasladaron sus padres
en 1917 para formar parte de la Escolanía, al mismo tiempo que
cursaría estudios de primaria y secundaria.
Entró en el noviciado de los Misioneros de los Sagrados Cora-
zones el 24 de septiembre de 1922, haciendo su primera profe-
sión religiosa al año siguiente.
19

Foto de la Escolanía de los “blavets de Lluc” en 1920.
Gabriel Seguí Extremo superior izquierda
El P. Seguí durante su noviciado.

Foto en la entrada del Monasterio de Sant Honorato.
20

Autobiografía
En el Monasterio de La Real, en la ciudad de Palma, cursó los

estudios seminarísticos de Filosofía y Teología, que los terminó
en la Universidad Gregoriana de Roma. Su profesión perpetua
coincidió con la fecha de su bautismo, 19 de abril de 1928 y
fue ordenado presbítero en Roma en la basílica de San Juan de
Letrán el 21 de diciembre de 1929, a los 22 años de edad.
El P. Gabriel Seguí siendo estudiante en el Monasterio de La Real.
Durante los Ejercicios espirituales preparatorios para la ordena-

ción sacerdotal, descubrió su vocación personal. Pues, debido a
las estrecheces económicas que sufrían, practicó estos ejercicios
en la pobre casa del entresuelo del Colegio Portugués, sin direc-
tor ni libros apropiados. Pero sacó de los mismos mucho fruto.
Casualmente, durante estos Ejercicios, Dios puso en sus ma-
nos una copia escrita a máquina, del texto completo de la última
exhortación del Fundador de la Congregación de Misioneros de
los Sagrados Corazones, Venerable P. Joaquim Rosselló i Ferrà,
que nunca había visto.
La lectura de este documento despertó en mi ánimo ju-

venil un gran entusiasmo, pues en el mismo encontré
un ideal de máxima actualidad, ya que según el Padre
21

Fundador (en adelante P.F.) Dios había promovido la fun-

dación de la Congregación para ser “competente soco-
rro” de una urgente necesidad de la Iglesia: la tibieza
del clero diocesano.
En la meditación de la última exhortación, sentí con
insistencia la voz del Señor, que invitaba a tomar este
ideal del P.F. como el programa de mi sacerdocio, que
iba a iniciar, consagrando todas mis fuerzas a vivirlo y a
darlo a conocer a todos los miembros de la Congregación,
particularmente a los Hermanos Escolares, para cuya
formación me preparaba.
Ordenación sacerdotal y Final de Carrera
Durante mi ordenación en la basílica de San Juan de Le-

trán estaba tan absorto en la consideración de este ideal
y en el compromiso que iba a contraer, que el P. Juan
Amengual Martorell, Superior que me asistía, tuvo que
llamarme la atención, pues a su parecer estaba distraído
y no seguía las oraciones del misal.
En el momento de mi ordenación, no sólo me entre-
gué al servicio de Dios y de la Iglesia, sino que también
prometí que la realización de la última exhortación del
P.F. sería el programa de mi vida sacerdotal en mí y en
los demás. Por lo cual conocí ser la voluntad de Dios,
que mi vocación personal era dedicarme a los ministe-
rios entre los aspirantes al sacerdocio y los presbíteros,
tanto diocesanos como religiosos.
22

Autobiografía
La realización de este ideal ha dado a mi vida una

juventud perenne y una paz completa, aún en medio de
las mayores pruebas.
Durante los últimos años de mi residencia en Roma,
Dios me concedió una gracia extraordinaria, que me
ayudó a vivir el sacerdocio según las orientaciones del
P.F. en su última exhortación. Fue la dirección espiritual
del P. Pedro Leturia, S.I., jesuita de mucho prestigio y
fundador de la Facultad de Historia Eclesiástica en la
Universidad Gregoriana, de la cual fui el primer alumno
que se inscribió.
Me unió al mismo una profunda amistad hasta su
muerte, que tuvo lugar en 1957. Él me amaba y yo le
amaba. Me enseñó la teoría y la práctica de amar como
discípulo de Cristo, que yo no conocía, pues en mi for-
mación anterior, el amar era una actitud prohibida y
peligrosa. El P. Leturia desarrolló mi vida afectiva hasta
conseguir la madurez humana y espiritual, que ha sido
el fundamento de mi vida sacerdotal.
Después de mi ordenación sacerdotal, orienté mis
actividades espirituales a vivir poco a poco mi sacerdocio
a través de las normas de la vida religiosa y del culto a
los Sagrados Corazones. Encontré graves dificultades en
la unión del sacerdocio ministerial y el estado religioso,
pues era una novedad en la Iglesia.
23

Año 1929 en Roma, el P. Seguí recién ordenado Sacerdote.
Pasó sus primeros años de sacerdote en Roma dedicado al es-

tudio de teología, arqueología, biblioteconomía e historia ecle-
siástica, consiguiendo los correspondientes títulos de Doctor en
Teología e Historia Eclesiástica; Licenciado en Arqueología y Di-
plomado en Biblioteconomía.
Durante estos años, empecé a formar una biblioteca so-

bre el tema “sacerdocio ministerial y la vida religiosa”;
busqué presbíteros que me ayudaran en esta labor. El
P. Leturia fue un óptimo auxiliar.
Además, durante estos años me preparé para la edu-
cación de los Estudiantes de la Congregación, con visitas
a Seminarios, con entrevistas a directores de los mismos
y con el estudio de temas sacerdotales.
El estudio de la última exhortación del P.F., me
movió a procurarme un ejemplar de las Reglas de la
Congregación en sus ediciones de 1890 y 1891. Las leí
con avidez por ser la primera vez que lo hacía y las tomé
como materia de una ejercitación en la “Facultad de
Historia Eclesiástica”.
24

Autobiografía
Primeros ministerios
Formación de nuevos sacerdotes
A mediados de 1935, presenté y defendí la tesis doc-

toral en la Facultad de Historia Eclesiástica, que versó
sobre la Carta Encíclica del Obispo Severo, obteniendo
la máxima calificación.
En septiembre de 1935 empecé mi labor de formar
los Escolares según la última exhortación del P.F., en
cumplimiento de mi propósito hecho en mi ordenación.
Pretendí formar sacerdotes que tuvieran como auxiliares
los votos religiosos y el culto a los SS.CC. a pesar del
ambiente desfavorable que se respiraba.
Mi actuación dio resultado, pues los Escolares se entu-
siasmaron en conocer las Reglas del P.F. Propusieron
con extrañeza del Capítulo General VI (1939) reestimar
las Reglas de 1896. Di varios Ejercicios a congregantes
tomando como base las enseñanzas del P.F.
En las vacaciones de Navidad de 1938, fui el promo-
tor de la publicación de la revista interna “Vinculum”.
Tenía doble finalidad: unir a los congregantes según el
espíritu del P.F., sobre todo los que hacían el servicio
militar (esparcidos por diferentes frentes de combate
durante la guerra civil) y cultivar las ciencias y las artes.
Su título procedió de la carta de San Pablo a los Efesios,
IV, 3, que se leyó en aquellos días.
El día 29 de diciembre de 1941 tuvo lugar un aconte-
cimiento con notable repercusión en la formación de los
Estudiantes. Pues para resolver la grave crisis económica
de la Congregación, los 21 Hermanos Escolares con sus
25

profesores se trasladaron al Santuario de Lluc, junto con

la biblioteca y el museo. Para ello tuve que pedir auxilio
a mi familia y al amigo Rafael Salamanca para que con
sus carros y camiones nos ayudaran a efectuar este cam-
bio de casa. (AMSSCC, 1, 138-141; 153-154).
Consideré este acontecimiento como una delicadeza
maternal de María para nuestra Congregación. Pues en
su Santuario ejerce con particular eficacia su misión de
Madre. Por este motivo en el primer año de vida de la
Congregación llamó a Lluc la Comunidad, que estaba
en el monte y soledad de San Honorato. Lo mismo
hizo con el Seminario Mayor, que llevaba una vida muy
floreciente.
Pude comprobar que María, con su amor materno,
influyó notablemente en mi vida espiritual y en la de los
Escolares.
En plena vitalidad del Seminario tuvo lugar un acon-
tecimiento, que será decisivo para mi vida sacerdotal y
religiosa, pues los Superiores decidieron que cesase en
mi cargo y pasase a La Real.
Párroco y apostolado
El cese en la dirección del Seminario me obligó a cam-

biar radicalmente la orientación en mi vida sacerdotal.
Mi cargo de Superior local me daba muy poco trabajo
pues en La Real había el Noviciado de la Congregación,
por lo cual, de hecho el P. Maestro cuidaba de lo refe-
rente a la casa.
26

Autobiografía
Esta etapa duró doce años, de los cuales pasé nueve

en La Real como Superior y tres en Palma como susti-
tuto. Durante este tiempo estuve plenamente al servicio
de la diócesis y en la tramitación del Proceso de canoni-
zación del P. Fundador.
Las principales actividades durante estos doce años
fueron las siguientes: Adquisición de la finca de “Cas
Vicari”, del campo de fútbol y del cine de Establiments;
profesor de la Escuela de Dirigentes de Acción Católica,
de la cual salieron en 1944 los famosos Cursillos de
Cristiandad; reuniones semanales con un grupo de párro-
cos vecinos; predicación de Ejercicios a sacerdotes y
seminaristas; organización de Ejercicios para seglares
de Acción Católica; ministerios de penitencia y predica-
ción en nuestra iglesia de Palma; fundación en 1955 de
una emisión (radiada) para enfermos; la catequesis de la
barriada marginal del “Jonquet” (puerto de Palma) con
la participación de unas 50 alumnas del colegio del Sagrado
Corazón; continuando con la tramitación del Proceso
del P.F.
La parroquia de La Real tenía dos defectos notables
que había que remediar. La falta de unión como pue-
blo, que hacía más difícil la comunidad parroquial. La
lejanía de la iglesia que era un obstáculo para ir for-
mando el núcleo, que había de ser fermento. Para ello,
con notables sacrificios adquirí la capilla y edificio de
“Cas Vicari”, que dio óptimos resultados en la misión
que se predicó.
Además adquirí junto a “Cas Vicari” un campo de fút-
bol para la juventud de las dos parroquias de La Real y de
27

Establiments. También compré el cine de Establiments

para vigilar en las películas que se daban en el mismo.
Formación de dirigentes de Acción Católica
Dirigí la Escuela de Dirigentes de Acción Católica con

escuelas semanales por correo y mediante reuniones en
el Centro de la Calle de Zavellá de Palma, llegando los
alumnos a 80. A este fin publiqué un opúsculo con el
título: “Guiones de Estudio. Formación y actuación de
los primeros Dirigentes” (1947).
De esta Escuela salieron (1944) los famosos “Cursillos
de Conquista”, más tarde, llamados de “Cristiandad”1.
Además, con el P. Marqués organizamos tandas
de Ejercicios espirituales para sacerdotes y jóvenes de
Acción Católica en la misma Casa de La Real, con nota-
ble éxito.
Asimismo, los párrocos de Santa Catalina Thomàs,
de San Sebastián, de El Molinar y de San Alonso, nos
reuníamos semanalmente para tratar de asuntos pasto-
rales, que dieron motivo al Sr. Obispo para imponer, sin
éxito, reuniones en toda la diócesis.
1. Consultado Eduardo Bonnín, día 11 de marzo de 2004, sobre la di-

ferencia de fechas, 1947, año de la edición de “Guiones” y el primer
Cursillo, 1944, me dijo que con anterioridad a 1944 el P. Seguí ya im-
partía las clases, pero a ruegos del Consejo Diocesano se imprimieron
los “Guiones” en 1947. También, a la pregunta de si el Cursillo de
1944 fue el primero de los que sólo durarían tres días, me contestó
afirmativamente, y que sólo se le dio el nombre de “Cursillo” a secas.
28

Autobiografía
Inicié entre los seglares la Pía Unión de Colaboradores

de Cristo Sacerdote, como una sección de la Asociación
Primaria de los Sagrados Corazones de Jesús y de
María. Para ello publiqué hojas mensuales, artículos en
el Diario de Mallorca como preparación de los Jueves
Sacerdotales, unas preces y una Hora Santa. Como
actividades de esta Pía Unión, organicé dos tandas de
Ejercicios Espirituales para las hermanas de los sacerdo-
tes, que conviven con los mismos y están a su servicio.
Durante esta etapa me dediqué a dar Ejercicios a
sacerdotes y a seminaristas, en Mallorca, Menorca, Vic
y la Congregación.
Apostolado de la radio
i atención a los marginados
En el mes de enero de 1955 instituí la emisión (radiofó-

nica) “Adveniat Regnum tuum” para enfermos, que
se inauguró el 24 de enero. Esta emisión comprendía el
rosario cada día, la sabatina semanal, la misa dominical
y unos ejercicios espirituales anuales.
Orienté también varias vocaciones a las Carmelitas
Descalzas con el fin de colaborar a la santificación de
los sacerdotes.
En el año 1954, la Santa Sede publicó un documento
titulado “Sedes Sapientiae”, por el cual por primera vez
trató del sacerdocio ministerial y la vida religiosa. Aclaró
no pocas dificultades para unir debidamente el sacerdo-
cio y la vida religiosa. Me orientó notablemente en mi
29

carisma. Sus enseñanzas fueron resumidas en esta frase:

“El sacerdocio llena y enriquece la profesión religiosa y
la profesión religiosa sostiene y enriquece el sacerdo-
cio”. Para conocimiento de los Congregantes se publicó
el documento entero en AMSSCC, III, 232-268.
Procesos de canonización
En el año 1958, el P. Superior General me encargó el

Proceso de canonización del P. Joaquim Rosselló, Fun-
dador, pues el abogado Julio Dante, había presentado
notables dificultades para proceder adelante.
Con la ayuda de los Padres Josep Obrador Socias y
Cristòfor Veny Barceló, hice una profunda y extensa
investigación sobre la vida del P.F., recogiendo todos los
documentos que encontré y las declaraciones de los que
le conocieron. Estudié detenidamente las dificultades
del abogado romano. Esta labor terminó con un Proceso
adicional en el cual actué de testigo.
En esta labor histórica descubrí la personalidad sacerdo-
tal del P.F., en toda su extensión. Expuse el resultado de
mis investigaciones en tres trabajos. Pues en el año 1951
publiqué un folleto de 20 páginas con el título “Sacerdote y
heraldo de los SS.CC.”. En la revista Lluc, de los años 1948
y 1949, 15 breves artículos con el título “Un Sacerdote”.
Preparé un trabajo que vio la luz pública en 1971 con el
título “Un Sacerdote en toda la comprensión del voca-
blo”. Opúsculo de 32 páginas, que en dicha fecha se
envió a todos los sacerdotes de la diócesis con una circular.
30

Autobiografía
Además publiqué unas estampas del P.F., con un

texto para una novena, que tiene por fundamento el
sacerdocio ministerial del mismo.
Asesor de Capítulos Generales
Tomé parte en el Capítulo General VII (1951). En el mis-

mo hice el discurso de apertura, exponiendo a los capi-
tulares las tres etapas de la Congregación. Desarrollé las
características de la tercera, empezada en 1934, durante
la cual se llevó a cabo en la legislación, la unión acertada
de las enseñanzas del P.F., y el derecho canónico sobre
la vida religiosa, que culminó en las Constituciones de
1949.
Afirmé que el Capítulo VII era el fin de la adolescencia
de la Congregación y el principio de su juventud espe-
ranzadora. Comenté luego la actualidad del ideal sacer-
dotal y de la devoción a los SS.CC. como medio para
conseguir el fin.
Fui también miembro del Capítulo General IX (1957).
Presenté a los capitulares un trabajo de 354 páginas con
el título: “El Siervo de Dios, P. Joaquín Rosselló y Ferrà.
Síntesis de las investigaciones y estudios hechos para el
Proceso de Beatificación”.
En el Capítulo General IX (1957) fui elegido Procurador
General, que ejercí por dos sexenios. El nuevo cargo me
obligó a trasladarme a Roma. El P. Superior General
me obligó a efectuar el cambio rápidamente. Por lo cual me
vi obligado a cesar en todas la obras llevadas a cabo, en
31

la dirección de numerosas personas jóvenes, pues quise

ser fiel a mi criterio de cumplir la voluntad de Dios.
Durante estos doce años, busqué otras formas de
realizar mi vocación especial en Roma. Las principales
fueron las siguientes: Ayudé en el aspecto espiritual y
material a seminaristas, a jóvenes sacerdotes extran-
jeros, sobre todo en el Colegio portugués; conseguí
que la Congregación se integrara en la vida parroquial
de Roma; colaboré con Mons. Gioquinta en sus obras
sacerdotales; presté mi auxilio en forma reservada a
numerosos sacerdotes durante los tres años de prestar
mis servicios en la Secretaría de Estado del Vaticano; ini-
cié la publicación de la revista “Collectanea”; intervine
en los Capítulos Generales X (1963) y XI (1969).
Sin duda, durante estos doce años, las dos formas
más eficaces de realizar mi vocación especial fueron la
publicación de la revista “Collectanea” y la participación
a los dos Capítulos Generales.
La revista “Collectanea”, que fundé a imitación de
otros Institutos religiosos, tenía doble finalidad. Ante
todo, dar a conocer la auténtica figura del P.F., con-
forme a las orientaciones de Pío XI en la constitu-
ción “Unigenitus Dei Filius”, y tener al corriente a los
miembros de la Congregación sobre el Proceso de
Beatificación del P.F.
En el año 1962 publiqué el volumen III (fascículos 6,
7 y 8), que reproducía el manuscrito del P.F. titulado:
“Piadosos ejercicios en honor de los Sagrados Corazones
para el mes de junio”. Formó parte de este volumen un
profundo estudio del joven P. Josep Amengual i Batle,
32

Autobiografía
presentado como ejercitación en la Facultad Teológica

de la Universidad Gregoriana, sobre la devoción a los
SS.CC.
Participé al Capítulo General X (1963) en el cual dirigí
una exhortación a los Padres Capitulares, en la que
afirmé que la Congregación había superado ya su ado-
lescencia y se encontraba en plena juventud, llena de
esperanza.
Afirmé que la Congregación estaba rodeada de lige-
ras nubes referente al fin de la misma, de ayudar a los
sacerdotes a conseguir la perfección de su estado y a los
medios para realizarlo. Pues, la espiritualidad sacerdotal
en los últimos 50 años ha progresado naturalmente y se
respira en la Iglesia un ambiente de conseguir para los
sacerdotes, la santidad propia de su estado.
Además, añadí que la figura del P.F. había sido defor-
mada sobre todo en su ideal de juntar la vida religiosa
con el sacerdocio ministerial en una forma desconocida
para su tiempo.
En el Concilio Vaticano II, se dio una clara orienta-
ción para nuestra Congregación tocante a la unión del
sacerdocio con la vida religiosa, pues en la Constitución
“Lumen Gentium”, nº 43, se estableció que los religio-
sos no forman parte de un tercer estado en la Iglesia,
sino que laicos y sacerdotes reciben este carisma para
vivir su estado en la Iglesia.
Como Procurador General asistí al Capítulo General
ordinario y especial de los años 1969 y 1970, que
tenían como objetivo, la renovación conciliar de la
Congregación y la elección del Gobierno de la misma.
33

Intervine en dicho Capítulo. Pues hice los volúme-

nes de “Collectanea” publicadas. Presenté un estudio
sobre la crisis del sacerdocio ministerial en la Iglesia y
en la Congregación. Trabajé también en la redacción
de un esquema sobre el sacerdocio, que presenté a los
Capitulares. Este documento con las modificaciones
introducidas por los Capitulares, fue publicado entre los
documentos del Capítulo General 1969-1970, páginas
147-172.
Durante estos doce años realicé un servicio notable
a la Congregación, pues llevé a cabo la tramitación del
Proceso de canonización de los Siervos de Dios P. Reynés,
P. Pons, H. Mayol, H. Noguera, Sor Catalina del Carmen
Caldés y Sor Micaela del Sacramento Rullan, que día 23
de julio de 1936 fueron asesinados por ser religiosos, en
Barcelona.
Año 1968 en Roma entregando el proceso de los mártires.
34

Autobiografía
Inicié el Proceso, día 28 de noviembre de 1960 y lo

entregué a la S. Congregación de Ritos, día 8 de abril de
1968. Asimismo tramité el Proceso de una religiosa de la
Compañía de Santa Teresa, M. Mercè Prats, que murió
con los mencionados religiosos.
Acompañante de sacerdotes
que pedían la secularización
Además, en el año 1970, el Obispo de Mallorca, D. Ra-

fael Álvarez Lara, me suplicó me encargara de todo lo
referente a la dispensa pontificia de las obligaciones de
los sacerdotes diocesanos y religiosos.
Este encargo comprendía hacer el proceso, tramitar
la dispensa en Roma, ser ministro en la celebración del
matrimonio, y ayudarles en sus necesidades con afecto
fraternal. D. Teodoro Úbeda, sucesor de D. Rafael, me
confirmó en el cargo.
Cesé en este cargo el año 1979, pues el nuevo Papa,
Juan Pablo II, puso freno a esta crisis sacerdotal. Durante
estos 9 años tramité 121 causas, de las cuales 75 fue-
ron presbíteros de la diócesis de Mallorca, y los otros 46
eran religiosos, o procedentes de otras diócesis.
Este cargo dio mucho vigor a mi vocación especial, pues
tuve que tratar con amor fraternal a los secularizados,
resolver crisis de presbíteros, conocer los graves problemas
sacerdotales, estudiar el celibato, recoger muchos datos
históricos y defectos en la formación de los seminaristas,
y orientar a no pocos presbíteros diocesanos y religiosos.
35

La redacción personal de los procesos, la escritura de

los mismos, su tramitación y la prudente ejecución
de los rescriptos me ocuparon mucho. Oré mucho por
esta crisis sacerdotal, aprendí mucho, y agradecí mucho
mi vocación sacerdotal y particularmente mi carisma.
“UNDIREMA”
o confraternización de la vida consagrada
Otro campo en el que pude realizar mi carisma fue la

“Unión Diocesana de Religiosos de Mallorca”, co-
nocida con el nombre de UNDIREMA. Fui uno de los
fundadores en noviembre de 1974. Durante trece años
he sido secretario (6 años) y presidente (7 años). He co-
laborado a la organización de conferencias, de cursillos,
etc. Desde noviembre de 1981, he publicado un boletín
titulado “Informaciones”.
Aquí el Padre Seguí habla en tiempo presente, de donde se de-

duce que esta autobiografía fue escrita muy posiblemente en
septiembre de 1988.
Actualmente, a pesar de haber cesado en mi cargo de

Presidente, continúo como responsable en la publica-
ción de este boletín que se envió a cada uno de los re-
ligiosos. En septiembre de 1988, se han publicado 105
números. Continúo como director de esta publicación, a
petición del nuevo presidente y del mismo Obispo.
Otro campo de apostolado sacerdotal ha sido la emi-
sión “Adveniat Regnum Tuum”. Se suprimieron el rezo
36

Autobiografía
diario del rosario y la sabatina. La misa dominical, de

ordinario fue celebrada por el P. Munar. Pero al ser tras-
ladada la hora de la emisión de la misa a las 8.30h, por
Radio Mallorca en 1981, nos vimos obligados a buscar
la colaboración de las monjas de Santa Magdalena de
Palma, pues en aquella hora era imposible tener niños
cantores. Al efectuar este cambio, me hice cargo plena-
mente de la emisión.
Por este motivo, desde 1981, tengo que preparar y
escribir la homilía, recoger y redactar noticias de la Iglesia
de las Baleares. Este trabajo lo hago con plena satisfac-
ción, pues es la forma de vivir plenamente el sacerdo-
cio. Me causa mucha satisfacción cuando sacerdotes y
seglares me dicen que me escuchan, y me felicitan.
En marzo de 1988, este apostolado que inicié en 1955,
corrió el peligro de terminar, pues la Radio Mallorca no
pudo continuar prestando estos servicios porque la Ca-
dena SER, de la cual depende, decidió enviarle un pro-
grama para la mañana de cada domingo. Después de
muchas diligencias, conseguí que se retransmitiera a
través de Radio Balear de Inca.
Cincuentenario de la ordenación presbiteral
Otro acontecimiento importante de esta etapa fue el

cincuentenario de mi ordenación sacerdotal. Me prepa-
ré al mismo con unos Ejercicios practicados con notable
fervor en la misma casa donde hice los de 1929.
37

Año 1979 en Roma, 50 aniversario de la ordenación del P. Seguí.
Hice un examen de mi fidelidad a mi carisma sacerdo-

tal. Reconocí que había sido positivo, como consta por
las notas anteriores, cuyo borrador preparé en aquellos
días.
Celebré la misa solo con mi comunidad, como en
1929, sobre el sepulcro de San Pedro. Por cierto ya
habían fallecido los tres Congregantes que asistieron en
la mañana de aquel domingo: P. Pons, P. Ollers y el Hº
Pedro Juan Pascual. Por ellos rogué en la misa.
Con motivo del 75 aniversario de la muerte del P.F.,
conseguí que el Obispo publicara una Pastoral pues le
entregué los datos. Envié a todos los Religiosos como
síntesis de su vida. Publiqué varios artículos en la prensa,
y nuestro Obispo celebró una misa con la participación
de muchos sacerdotes, e hizo una homilía, en la cual
puso de relieve el sacerdocio del P.F. en Mallorca.
38

Autobiografía
En el mismo año 1984, tomé parte muy activa en el

Centenario de la Coronación Pontificia de Ntra. Sra. de
Lluc, como ya lo hice en 1934, pues la quiero mucho, por
deberle mucho. Escribí numerosos artículos en el Diario
de Mallorca. Publiqué una síntesis de la historia de Lluc,
de 28 páginas en el “Manual del pelegrí”. Organicé una
peregrinación de los religiosos a Lluc, con notable éxito.
En un comentario oficial de las nuevas “Reglas”,
publiqué dos artículos. El estudio del libro de “Nuestra
Regla de vida. Comentarios y estudios” de 1982. Mis
trabajos fueron dos: “Carisma de la Congregación de
Misioneros de los Sagrados Corazones” y “Síntesis de la
legislación del mismo Instituto. 169-176”.
Primeros achaques y enfermedad
Durante toda mi vida sacerdotal-religiosa he tenido

como criterio que me inculcó mucho el P. Leturia, hacer
la voluntad de Dios, mi Padre. Mi conciencia me declara
que la he cumplido con toda fidelidad, a pesar de los
heroicos sacrificios que en algunas ocasiones he tenido
que hacer. Por lo cual, antes de la operación quirúrgica a
que me vi sometido, diré: “Pater, fiat voluntas tua”. Así
lo hice mientras me llevaban a la sala de operaciones.
Además, durante toda mi vida sacerdotal, la celebra-
ción de la misa ha sido el centro de mi vida espiritual.
Por lo mismo, antes y después de la operación, la viví
con particular fervor, presentando como víctima mi
vida. Así lo hice, aún poco antes de la operación; sólo
39

no pude satisfacer mi deseo en el primer día de la post

operación.
Además, la Virgen María, bajo la advocación de Lluc,
ha sido para mí una madre tierna y yo he procurado ser
un hijo fiel. Por lo cual, poco antes de la operación diré:
“Ora pro nobis peccatoribus nunc et i hora mortis nos-
trae. Amén”. Así lo cumplí mientras me conducían a la
sala de operaciones.
Últimos propósitos
Después de la operación, si Dios me concede vida, he de

hacer un constante esfuerzo para vivir plenamente mi
sacerdocio. Para ello, cumpliré los siguientes propósitos:
La misa y el oficio divino han de ocupar mi principal
atención.
La predicación de la divina palabra ha de ser un minis-
terio que he de cuidar mucho, sobre todo en la misa
radiada. Tema predilecto ha de ser dar a conocer el
nuevo culto al Corazón de Jesús y al Corazón de María,
comentando la misericordia de Dios Padre revelado en
los mismos.
La administración del sacramento de la penitencia ha
de ser objeto principal de mi estudio para llegar a encon-
trar una solución a la grave crisis que está atravesando.
Uno de los puntos de reforma ha de ser, unir la per-
fección de la fraternidad entre Congregantes, sacer-
dotes, familiares, etc. tratando de evitar mi defecto de
juzgar a los demás y hablar de sus defectos.
40

Autobiografía
Tocante al celibato, he de continuar observándolo

con fidelidad, a pesar de los peligros, como he hecho
hasta ahora, pues puedo gloriarme en el Señor, de no
haber fallado gravemente en este aspecto. Dado que
he de ser casto positivamente y parecerlo, trataré con
afecto, con comprensión y con paciencia a las mujeres
que vengan a buscar consuelo y orientación, evitando
las manifestaciones físicas que no haría ante los demás.
He de continuar dando a conocer la última exhorta-
ción (del P.F.) a los Congregantes y la figura sacerdotal
del mismo a los presbíteros, particularmente en su vida
mística de apóstol. Para ello, mi labor preferida ha de ser
continuar su Proceso de beatificación.
Para que estos propósitos sean una realidad, haré lo
posible para cada mes hacer un retiro en Lluc y leer y
releer la historia de mi vida y particularmente mis últi-
mos momentos.
Y como conclusión, copio lo que escribí en la habi-
tación de la clínica Rotger: Me he sentido inundado de
luces de gozo y de dones. La misericordia de Dios Padre
se ha volcado en mí. “Misericordias Domini in aeternum
cantabo”. Ya empiezo a gozar de Dios plenamente.
El médico, día 17 de septiembre me ha dado de alta.
Gracias a Dios, mi Padre.
Día 19 de abril de 1987, he hecho 80 años, que me
hicieron hijo de Dios, y heredero del cielo, templo de
la Santísima Trinidad y miembro de la Iglesia Católica.
Me he acordado en la misa de mis padrinos, Miguel y
Magdalena, y de mis padres. Recibo un obsequio volun-
tario de mis sobrinos, que destino a la misa radiada.
41

Visité la habitación de Caimari, donde nací, recé una

parte de rosario; luego visité la pila bautismal, agradecí
a Dios el bautismo y recé el Credo.
Día 2 de agosto de 1987, tuve un trastorno circula-
torio, que me perjudicó el ojo izquierdo, pues veía dos
imágenes. El Dr. Rossinyol me curó. Desde entonces
tomé medicinas para facilitar la circulación de la sangre,
pues según los médicos, es mi punto débil en mi salud;
corro el peligro de una embolia.
Los últimos meses de su vida los ha pasado en la casa de Palma,

rodeado de los hermanos de congregación, recibiendo visitas de
muchas personas que le estaban agradecidas. Su misa exequial
contó con la presencia de más de cincuenta concelebrantes. Su
última comunidad, en la que más años residió, no escatimó re-
cursos en su atención, especialmente de la Sra. Pepita que como
buena enfermera pasó largas horas a su servicio y a quien esta-
mos sumamente agradecidos. No faltó tampoco la presencia del
P. Jaume Roca en la habitación y servicio fraternal al Padre Seguí.
Falleció el 28 de octubre de 1996.
La prensa local de Mallorca ha recordado la figura de este
estimado padre resaltando sus múltiples cualidades. (“Comuni-
caciones”: 51. 14 de noviembre de 1996).
42

Selección de referencias
En la bibliografía de la Fundación Eduardo Bonnín Agui-

ló se menciona al padre Gabriel Seguí Vidal y hemos
creído oportuno referenciar las citas.
Historia y Memoria de Cursillos, pág.23

En la capital, Palma, el grupo inicial de cursillistas se ar-
ticulaba a través de la Escuela de Dirigentes de los jó-
venes de Acción Católica, a la que, ante su empuje y
crecimiento, comenzaron a prestar atención reverendos
muy cualificados, y muy singularmente el Padre Gabriel
Seguí, de los Sagrados Corazones, que impartía en ella
un curso completo sobre Estudio y Meditación de los
Evangelios, que aún recuerdan muchos de aquellos pio-
neros; más esporádicamente colaboraron también con
la Escuela en esta fase, D. Sebastián Gayá y el Padre
Bartolomé Nicoláu, […].
Aprendiz de Cristiano, pág.71

Es una pena que no hayas conocido al padre Seguí, era
bueno, tremendamente audaz, enormemente cristiano
y profundo; había sido cocinero antes que fraile, porque
se sabía todos los recovecos del Vaticano sin perder la
fe, al revés.
43

Aprendiz de Cristiano, pág.97

Cuando le hice el planteamiento de lo que serían los
Cursillos de Cristiandad al padre Seguí, él dijo: «Esto va
a traer mucho lío, porque ésta es una formación acele-
rada, los curas necesitamos muchos años para formar-
nos, y se pensará que vosotros tenéis más formación
que los curas. Va a traer mucho lío». Y no se equivocó.
Historia y Memoria de Cursillos, pág.172

Y en segundo lugar, la relación entre el grupo seglar de
Mallorca y el Secretariado Nacional de España se agravó
aún más tras la elaboración por el Padre Seguí de sus
Notas históricas […]
Historia de un Carisma, pág.28

Por decir la verdad sobre los hechos históricos del Movi-
miento de Cursillos, el padre Gabriel Seguí fue ridiculi-
zado en público de manera despiadada y con una falta
absoluta de caridad.
Historia de un Carisma, pág.33
El padre Seguí, por decir la verdad histórica de los Cursi-
llos fue «crucificado»
44

Ms.Gabriel Seguí Vidal †, MSSCC. En los inicios de Cursillos
45

La «Historia»
del Padre Seguí
Historia y Memoria de Cursillos de Xisco Forteza, págs. 181 a182

Reproducción del capítulo 31: La «Historia» del Padre Seguí
La situación descrita, de discrepancia entre los inicia-

dores, se agravó poco después hasta límites muy poco
fáciles de describir, a causa de un estudio que, ante las
inexactitudes históricas que se estaban propagando, se
creyó obligado a elaborar el Padre Gabriel Seguí, de los
Sagrados Corazones.
El Padre Seguí, mallorquín e historiador de presti-
gio, destinado a la Curia Romana durante largos años
había sido un testigo muy cualificado del nacimiento de
Cursillos, y uno de los escasos sacerdotes que había ayu-
dado realmente al «parto» entre 1944 y 1949, junto a D.
Sebastián Gayá y D. José Dameto, responsabilizándose
de muy diversas sesiones de la Escuela de Dirigentes de
Acción Católica donde se fraguaba el nuevo espíritu.
Años después, en la Curia de Roma, el Padre Seguí
efectuaría una callada labor en pro de Cursillos, espe-
cialmente en los años inmediatamente posteriores a la
pastoral del Doctor Enciso, por la que todos, y quizá
singularmente el Doctor Hervás, teníamos que estarle
muy agradecidos.
47

Por otra parte, he tenido siempre la impresión de

que Seguí fue uno de los más directos inspiradores
del trascendental y afinadísimo discurso que el Papa
Pablo VI nos dirigió con motivo de la Ultreya mundial
de Roma de 1966, que supuso el primer pronun-
ciamiento papal solemne y extenso sobre Cursillos,
después del breve texto con el que había aceptado
designar a San Pablo como patrono del Movimien-
to, que resulta mucho menos contundente. El Padre
Seguí no ha aceptado nunca expresamente la auto-
ría de aquel discurso papal, y cuando le pregunté si
sabía quién lo había redactado, me respondió con
socarronería mallorquina que sí lo sabía, y que si yo
sabía lo que era el secreto canónico de los que tra-
bajan en la Curia.
El hecho es que ante las inexactitudes históricas que
patrocinaba el Secretariado Nacional de Cursillos de
España, el Padre Seguí elaboró un texto con el título de
«Orígenes de los Cursillos de Cristiandad. 1941–1949»,
que circuló profusamente en copias ciclostiladas, que
explica la génesis y el nacimiento de los Cursillos en su
más veraz perspectiva, y que puede considerarse dema-
siado breve y por tanto incompleto, pero en absoluto
tendencioso, ya que en él no se menosprecia la labor de
ninguno de los protagonistas iniciales del Movimiento.
Sin embargo, evidentemente constituyó una descalifica-
ción cualificadísima de la pseudo–historia de Cursillos,
que acababa de completar el Secretariado Diocesano de
Mallorca dirigido por D. Juan Soler, con la colocación
de una lápida en la Ermita de San Honorato en el monte
48

La «historia» del padre seguí
de Randa2, donde se celebró el cursillo de enero de

1949 –sexto de la historia y primero de los numerados–,
afirmando que «Aquí se celebró del 7 al 10 de enero de
1949 el primer Cursillo de Cristiandad de la historia».
La reacción al trabajo del Padre Seguí fue muy
virulenta, tanto en Ciudad Real como en Córdoba,
dando lugar a la publicación de réplicas por parte de
D. Francisco Suárez y D. Clemente Sánchez y del propio
D. Juan Capó, pretendidamente descalificadoras, y que
en realidad aportaron muy poca luz, sobre todo por la
negativa de Bonnín a terciar en la polémica pública.
Sin duda hubo quienes pensaron que el Padre Seguí
escribió aquel trabajo histórico inducido por el propio
Bonnín, pero puedo asegurar que no sucedió así, y que
a Eduardo le sorprendió ese trabajo tanto como a los
demás, aparte de que le confortara su contenido. Más
aún; puedo asegurar también que el efecto más directo
del estudio del Padre Seguí fue el que Bonnín pospu-
siera una vez más la elaboración de la «Vertebración de
Hechos», tantas veces anunciada, y que pienso que ya
no verá la luz de la mano de Eduardo; y que entonces
pospuso ese trabajo, precisamente porque no le pare-
cía evangélico tener que historiar contradiciendo y por
tanto descalificando de alguna forma a personas como
Hervás, Capo o Suárez, sin las que los Cursillos nunca
2. En el Monte de Randa, situado en el centro de la isla y ubicado en el

municipio del mismo nombre, se erigen tres santuarios, la Ermita de
San Honorato (s.xiv), el Santuario de Nuestra Señora de Gràcia (s.XVI)
y el Santuario de Cura (s.xvii).
49

hubieran sido lo que son; ya que creía que estos pre-

vios posicionamientos históricos en clave de polémica
podían teñir de afán de protagonismo lo que no quería
ser sino llana afirmación de la verdad.
50

Origenes de los Cursillos
de Cristiandad 1941-1949
Padre Gabriel Seguí

Doctor en Teología e Historia Eclesiástica
Introducción
Los cursillos, movimiento actual de la Iglesia

1. Existe actualmente en el mundo católico un movi-
miento de renovación cristiana, conocido con el nombre
de Cursillos de Cristiandad, que reúne más de 400.000
adeptos. Tuvo origen hace unos cuantos lustros en la Isla
de Mallorca (España), y se ha desarrollado con prontitud
en casi todas las diócesis de España, en otras naciones
de Europa, en América del Norte, en todas las repúblicas de
América Latina, en el Japón etc.
En Italia, este movimiento se encuentra en sus princi-
pios, ya se trató del mismo en una de las Conferencias
episcopales, y tiene vida en algunas diócesis3.
3. Según las últimas estadísticas, este movimiento tiene 406 centros espar-
cidos por todo el mundo, conforme a la siguiente distribución: 72 cen-
tros en España, 6 en Alemania, 1 en Austria, 1 en Bélgica, 3 en Francia,
51

Las cuatro épocas de la historia de los Cursillos
2. Su rápido desarrollo se ha efectuado en cuatro eta-

pas diversas. La primera comprende desde el año 1941
hasta principios de 1949. Durante estos ocho años, se
formaron las estructuras de los Cursillos a través de un
proceso largo, tenaz y apasionado y se hicieron las pri-
meras experiencias, que empezaron el día 19 de agosto
de 1944.
3. La segunda época se inicia con uno de tantos Cur-

sillos, que se celebraron en Mallorca, el cual posterior-
mente ha sido considerado como el primero de la serie
de los Cursillos llamados en un principio de Conquista,
y posteriormente, de Cristiandad.
Este cursillo tuvo lugar los días 7, 8, 9 y 10 del mes de
enero de 1949 en la casa religiosa de san Honorato
de Randa (Mallorca). Durante los cuatro años siguientes,
se organizaron con grande éxito 83 cursillos en las Islas
Baleares.
4. La tercera época se caracteriza por el arraigo de los

Cursillos de Cristiandad fuera de Mallorca.
1 en Irlanda, 3 en Italia, 16 en Portugal, 6 en Suiza, 1 en Canadá, 107

en Estados Unidos, 55 en Méjico, 22 en América Central, 4 en Puerto
Rico, 6 en santo Domingo, 12 en Argentina, 6 en Bolivia, 22 en Brasil,
5 en Colombia, 6 en Chile, 2 en Ecuador, 1 en Paraguay,10 en Perú, 20
en Venezuela, 14 en África Portuguesa, 1 en Marruecos, 1 en Tanzania,
1 en Ceilán, 24 en Filipinas, 5 en Japón, 1 en Vietnam, 4 en Australia
y 1 en Tasmania.
52

Origenes de los cursillos de cristiandad 1941-1949
En el mes de junio de 1953, se celebró un Cursillo

en la República de Colombia, el cual fue una fiel repro-
ducción de los organizados en Mallorca. El éxito fue tan
rotundo, que se repitieron hasta llegar, en un solo año,
a formar 1363 entusiastas cursillistas.
En agosto del mismo año, tuvo lugar un Cursillo simi-
lar en el Santuario de san Miguel de Liria (Valencia), con
tan óptimo resultado, que en poco tiempo se organiza-
ron los mismos Cursillos en Segovia, Toledo, Tarragona,
Lérida, Vich y en casi todas las diócesis españolas.
El mismo Movimiento de Cursillos de Cristiandad se
propagó con una celeridad admirable a varias naciones
de Europa, en América del Norte, en las repúblicas del
centro y sur de América y en otros continentes.
5. El día 27 de mayo de 1966 señala el principio de la

cuarta época de los Cursillos de Cristiandad. Su Santi-
dad Pablo VI recibió en audiencia especial a unos 5.000
cursillistas venidos a Roma de todos los continentes en
representación de 25 naciones diversas.
El Papa les dirigió un largo y paternal discurso, que
luego fue publicado en la revista oficial de la Santa
Sede. En esta ocasión, advertimos todos que el Santo
Padre estaba muy conmovido, más, cosa rarísima en las
audiencias, no pudo disimularlo a su entrada en la Sala
de Bendiciones y durante la lectura del discurso, que
tuvo que suspender por algunos momentos, pues la
emoción no le permitía continuar.
Luego, en el Salón de los Congresos de la EUR de
Roma, todos los cursillistas tuvieron, en un ambiente
53

de gran entusiasmo, la primera “Ultreya” o reunión

colectiva de carácter internacional.
Estos dos acontecimientos fueron, para los Cursillos
de Cristiandad, el principio de una nueva etapa de
pujante vitalidad apostólica.
6. Este pronto desarrollo de los Cursillos de Cristiandad,

sus admirables efectos de renovación cristiana, el discur-
so y la bendición de su Santidad revelan claramente que
se trata de un movimiento que tiene sus propias carac-
terísticas y contiene elementos particulares de gran efi-
cacia para la extensión del Reino de Dios en el mundo.
Además, conforme a una ley ordinaria de la historia
de la Iglesia, los Cursillos de Cristiandad, además de tan
rápida propagación por todo el mundo católico, se pre-
sentan ya hoy cubiertos de la veste de la leyenda, que
tiende a desfigurar su naturaleza, eficacia y orígenes.
En fin, recorre en el presente año 1969, el 25° aniver-
sario del primer cursillo organizado según las estructu-
ras esenciales de este movimiento y me parece justo que
evoquemos esta fecha grande los que fuimos testigos
del mismo.
Por todos estos motivos he creído conveniente y hasta
necesario, estudiar la primera etapa de la historia de los
Cursillos de Cristiandad según sus fuentes genuinas, y
dar a conocer al mismo tiempo su naturaleza íntima.
Fuentes de información
7. Para redactar los principios históricos te los Cursillos
de Cristiandad me serviré de las noticias y artículos pu-
54

Origenes de los cursillos de cristiandad 1941-1949
blicados en el Boletín del Consejo Diocesano de la Ju-

ventud Masculina de Acción Católica de Mallorca.
Apareció el primer número, en el mes de enero de
1939, y el último en diciembre de 1961. Suspendióse
su publicación interinamente desde el mes de agosto de
1955 hasta el mes de marzo del año siguiente.
Toda la colección de este Boletín comprende 268
números, de 2 a 12 páginas cada uno. Se publicaba
cada mes o dos, e informaba de todas las actividades de
los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca.
Durante estos 22 años de existencia el Boletín ha
tenido dos nombres diversos, que reflejaban la vida de
la Juventud de Acción Católica.
En los 85 primeros números, llevaba el sencillo y frío
título: “Jóvenes de Acción Católica”.
En el mes de enero de 1946, cuando la Juventud
Masculina, de Acción Católica vibraba de entusiasmo
y respiraba un verdadero ambiente de Cursillos de
Cristiandad, el Boletín se presentó con el título; “Proa”,
explicando en una editorial su significado apostólico,
como veremos más adelante.
8. Las noticias procedentes de estos Boletines serán a

veces completadas con los recuerdos de mi archivo per-
sonal, pues durante esta primera época de los Cursillos
de Cristiandad, fui uno de los sacerdotes auxiliares en la
formación de la Juventud Masculina de la Acción Cató-
lica de Mallorca.
55

Primera parte:
Elementos que influyen

en la formación de los cursillos
Resumen
9. El movimiento de los Cursillos de Cristiandad, como
confiesan los padres de los mismos, “no tuvieron un ori-
gen fortuito e improvisado, sino que son fruto de un
proceso de maduración y de una búsqueda tenaz, apa-
sionada y constante”. Diversas causas influyeron deci-
sivamente en la formación de sus estructuras y en su
rápido desarrollo. A mi modo de ver, los Cursillos pro-
cedieron de la intensa actividad del Espíritu Santo en la
Iglesia, de la vigorosa vitalidad de la diócesis mallorqui-
na, del ambiente apostólico de la Juventud Masculina
de Acción Católica de Mallorca y de la vigilancia pastoral
de los Obispos de Mallorca.
Influencia del Espíritu Santo en los Cursillos

10. Los Cursillos de Cristiandad vistos a través de las en-
señanzas de Concilio Vaticano II, creo, deben ser consi-
derados como un don, un carisma que el Espíritu Santo
concedió a los jóvenes de Acción Católica de Mallorca
y por los mismos a toda la Iglesia. Soy del parecer que
57

hay que colocar a los Cursillos entre los elementos del

Pueblo de Dios, descritos por el concilio Vaticano en el
párrafo 12 de la constitución dogmática “Lumen Gen-
tium”, con estas precisas palabras: “El Espíritu Santo,
no sólo fructifica y dirige el Pueblo de Dios mediante los
sacramentos y misterios y le adorna con virtudes, sino
que también reparte gracias especiales entre los fieles
de cualquier condición, distribuyendo a cada uno según
quiere (I Cor 12,11) sus dones, con los que les hace ap-
tos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes
que sean útiles para la renovación y la mayor edificación
de la Iglesia, según aquellas palabras: A cada uno… se
le otorga la manifestación del Espíritu para común uti-
lidad (I Cor 12,7). Estos carismas, tanto los extraordi-
narios como los más comunes y difundidos deben ser
recibidos con gratitud y consuelo, porque son muy ade-
cuados y útiles a las necesidades de la Iglesia… El juicio
de su autenticidad y de su ejercicio razonable pertenece
a quienes tienen la autoridad en la Iglesia, a los cuales
compete ante todo no sofocar el Espíritu, sino probarlo
y retener lo que es bueno (cf. I Tes 5,12 y 19,21)”.
11. Confirman este influjo del Espíritu Santo en el origen

de los Cursillos, las declaraciones de los mismos jóvenes
y las prácticas en honor a la Tercera Persona de la Santí-
sima Trinidad, que desde el principio forman parte de las
estructuras de los Cursillos. Los participantes en los Cur-
sillos, al revelar sus impresiones al final de los mismos,
frecuentemente manifestaban su ardiente amor al Espí-
ritu Santo. A vía de ejemplo, transcribo las impresiones
58

Primera parte
de un joven, publicadas en el Boletín (J.65), al final del

Cursillo celebrado en abril de 1944: “Todo ello ha dado
como resultado que el Espíritu Santo se volcara mate-
rialmente en la mente de todos. Se notaba su influencia
en el ambiente, así como el fruto de las oraciones de los
que quedaban en los Centros.”
12. Cada año, el Consejo Diocesano y los Centros Pa-

rroquiales, celebraban con particular solemnidad la vi-
gilia de Pentecostés, pasando la noche en un ambiente
de oración y alegría. El Boletín nos informa que, a la
vigilia de Pentecostés de 1944 asistieron 500 jóvenes
(J.79) y en la del año siguiente “se respiró un ambiente
de intensa oración y de fuertes emociones… síntesis de
toda piedad” (J.79). En estas vigilias, los alumnos de las
escuelas de formación que más se habían distinguido
recibían el Crucifijo de Propagandistas (J.79) que aún
hoy conservan como un estímulo para su vida cristiana.
La magna concentración internacional tenida en Roma
en mayo de 1966 coincidió por expresa voluntad de sus
organizadores con la fiesta de Pentecostés. En la vigilia
de esta solemnidad que evocaba a los asistentes recuer-
dos de años anteriores, el Papa recibió a los cinco mil
cursillistas en audiencia, les dirigió su palabra y bendijo
la obra. No hay duda de que, en la estructura de los
Cursillos de Cristiandad, ocupa un lugar de honor la de-
voción al Espíritu Santo.
59

La diócesis de Mallorca, cuna de los Cursillos

13. Los Cursillos de Cristiandad han sido considerados
por una autorizada personalidad que conocía muy bien
su desarrollo “como una gloria de la Iglesia Mallorqui-
na”, y con razón, pues como veremos, la intensa vida
cristiana de la diócesis de Mallorca, fue el terreno propi-
cio para que los cursillos, como el grano de mostaza del
Evangelio, se convirtieran en frondoso árbol. Creo con-
veniente exponer detalladamente la vitalidad religiosa
de la grey mallorquina, como una de las causas principa-
les de los Cursillos, pues han llegado a mis manos auto-
rizados memoriales históricos sobre los mismos, escritos
por ilustres profesores de universidades de América, que
presentan a Mallorca, antes de iniciarse los Cursillos, en
un estado de postración religiosa. Esta visión de la grey
Mallorquina, tan contraria a la verdad histórica, se va
extendiendo por diversos motivos en no pocas naciones,
por lo cual crea un deber de justicia describir la situación
pastoral de la diócesis, pues es una de las causas princi-
pales de su origen.
14. Mallorca es la mayor de las islas Baleares, pertene-

cientes a España, situadas como puente de unión entre
África y España en la historia de las civilizaciones del
Mediterráneo.
Esta isla mayor tiene una extensión de 3640 kilóme-
tros cuadrados, y la población de 342.417 habitantes
es en su casi totalidad, católica. La Iglesia mallorquina,
a fines del siglo pasado y a principios del presente atra-
vesó una de sus épocas de mayor esplendor religioso
60

Primera parte
y cultural, que la colocaron, por sus obras de vida cris-

tiana, en la vanguardia de las diócesis españolas.
15. La diócesis mallorquina tuvo, durante esta época

de esplendor religioso, un valiente grupo de seglares
de elevada cultura, formados sólidamente en teología,
émulos de otros famosos laicos de las Baleares, que tra-
bajaron con gran entusiasmo por la extensión del reino
de Cristo, como Consencio, amigo de San Agustín, de-
fensor de la verdad revelada contra los errores del siglo
V, y el Beato Ramón Llull, Procurador de los infieles, una
de las figuras más relevantes de las misionología de los
siglos XIII y XIV, a la que dio una nueva orientación. Es-
tos fervientes seglares, a fines del siglo xix y principios
del actual, informaron de la doctrina cristiana todas las
manifestaciones de la cultura humana, que estaba, a la
sazón, muy floreciente en muchos aspectos.
16. La Iglesia mallorquina gozaba, a la sazón, de un cre-

cidísimo número de sacerdotes diocesanos, educados
apostólicamente ya en el extranjero, ya en el seminario dio-
cesano, muy bien organizado. El clero diocesano, gracias a
un grupo de ejemplarísimos miembros del mismo, y a las
frecuentes tandas de ejercicios espirituales, practicadas en
casas diocesanas, fundadas en 1888 y en 1907, consiguió
un elevado nivel de vida espiritual. Demuestra el fervor del
clero diocesano, el hecho de haberse establecido en Ma-
llorca, el primer centro español de la Unión Apostólica del
Clero, en 1894, y haber sido miembros del mismo clero los
fundadores de numerosos Institutos religiosos.
61

17. Además, la diócesis era un verdadero jardín de Co-

munidades de monjas, que atendían todas las necesida-
des pastorales, como la educación religiosa, el cuidado
de los enfermos y la vida parroquial. Para este fin se fun-
daron en la Isla, por los mismos sacerdotes diocesanos
unos 14 Institutos religiosos de mujeres y 7 de hombres
y se establecieron en la misma, diversas congregaciones
muy extendidas en extranjero.
18. Con este ejército pacífico de seglares, sacerdotes y

religiosos se consiguió impregnar de la doctrina de la
Iglesia todas las manifestaciones del renacimiento de
la cultura balear de aquellos años y dar a la diócesis una
fisonomía particular de gran eficacia pastoral, que nos
revelan los siguientes datos estadísticos de la primera
Guía, publicada en 1957, cuando el fervor religioso era
menos intenso.
19. La diócesis estaba dividida en 9 arciprestazgos y 136

parroquias, correspondiendo como media a cada una
de ellas 2517 fieles. Cada una de las parroquias y, a ve-
ces, las fracciones de las mismas, tenía una o varias co-
munidades de religiosas diocesanas, auxiliares de la vida
parroquial en todos sus aspectos pastorales. Los segla-
res selectos, fermento de la vida diocesana, se formaban
en las varias asociaciones de que estaban dotadas todas
las parroquias para las diversas clases de los fieles. En el
año 1858, se introdujo la primera asociación para se-
glares, y poco a poco se establecieron en casi todas las
parroquias Congregaciones para la juventud masculina
62

Primera parte
y femenina, para las madres de familia, para las nece-

sidades del culto y para cuidar a los pobres. El número
de asociaciones para la formación y la actividad de los
laicos en la diócesis de Mallorca, en el año 1932, era de
86 en las parroquias, y las exclusivamente religiosas eran
5 con 278 filiales.
20. Los sacerdotes diocesanos en 1957 eran 451 y los

alumnos del Seminario 270; este número era más ele-
vado a principios del siglo actual. Las Comunidades reli-
giosas masculinas eran 36, con 439 Padres y Hermanos;
las femeninas, 204, con 2259 miembros. La instrucción
religiosa estaba casi totalmente en manos de la Iglesia,
pues amén de los florecientes catecismos parroquiales
y asociaciones y de los profesores de religión en todos
los centros de Instrucción del estado, tenía 208 escuelas
primarias con 14758 alumnos y 18 centros de enseñan-
za media con 2417 discípulos.
21. La vida cristiana floreciente en Mallorca se desarrolló

con notable intensidad poco antes de la aparición de los
Cursillos, debido ya a las luchas religiosas promovidas
por la república laica española del ’31, ya a la guerra
civil iniciada en 1936 con carácter de cruzada religiosa,
que duró hasta abril de 1939. Durante los tres años de
guerra civil, Mallorca estuvo del lado nacional, lo cual
favoreció el renacimiento religioso de la Isla en los años
siguientes.
63

Los jóvenes de Acción Católica, padres de los Cursillos

22. En el desarrollo de los Cursillos por todo el mundo
católico, se presenta espontánea la pregunta: ¿Quién es
el autor inmediato del Movimiento? Los que asistimos a
la formación de los Cursillos siempre hemos dado una
respuesta bastante clara, que es evidente después de las
enseñanzas del Concilio sobre el apostolado de los lai-
cos. Los padres de los Cursillos de Cristiandad, confor-
me a la verdad objetiva de los acontecimientos, no hay
duda que son un reducido grupo de Jóvenes de Acción
Católica de la Diócesis de Mallorca. El Espíritu Santo con-
cedió sus luces y sus dones a estos jóvenes, por lo cual
hay que recurrir a su actuación y escritos para conocer
la verdadera estructura de los Cursillos de Cristiandad.
Es, pues, un movimiento de apostolado completamente
laical, que tiene que desarrollarse bajo la vigilancia de
los Obispos y sus colaboradores inmediatos, los sacer-
dotes. Vamos, pues, a examinar la vida de la Juventud
Masculina de Acción Católica en el ambiente nacional y
diocesano.
23. En la Diócesis de Mallorca, los numerosos seglares

selectos eran objeto de cuidados diligentes en las múl-
tiples asociaciones y en las diversas casas de ejercicios,
que empezaron a funcionar en el año 1907.
Con todo, el Obispo de la diócesis, en el año 1932,
obedeciendo a las orientaciones pontificias, organizó en
todas las parroquias las cuatro ramas de Acción Católica
para Hombres, Mujeres, Jóvenes y Muchachas, publi-
cando en el Boletín Oficial del mismo año, (p.17), los
64

Primera parte
nombres de todos los que formaban la dirección de los

centros. Prácticamente, formaron las filas de la acción
Católica los miembros de las distintas asociaciones para
desarrollar sus actividades en forma organizada.
24. En el año 1932, se fundaron en la diócesis de Ma-

llorca 99 centros parroquiales de la Juventud Masculina
de Acción Católica. Con todo, se formó una florecien-
te Juventud Masculina de Acción Católica, como lo de-
muestran los datos que más abajo presentaré. Basta por
ahora recordar que, en el año 1948, había en las 118
parroquias, 62 centros eficientes, y que los Cursillos de
Cristiandad proceden de la vida pujante y vigorosa
de la Juventud Masculina de Acción Católica de Mallor-
ca (B.O. p.112).
25. Ejerció un influjo importante en los Cursillos de

Cristiandad un acontecimiento nacional de la Juventud
Masculina de Acción Católica, que viene a ser como el
marco en el cual hay que colocar al movimiento de Cur-
sillos. La Juventud Masculina de Acción Católica celebró
su II Congreso Nacional en diciembre de 1932, y decidió
tener el III en Santiago de Compostela el año 1937, año
jubilar, por recaer la fiesta del Apóstol en domingo. Para
este Congreso la Dirección Nacional de la Juventud ha-
bía concebido un imponente proyecto en el año 1934.
26. España sufría por aquellos años una gravísima cri-

sis por falta de un ideal común, sobre todo desde el
advenimiento del gobierno de la República, que hacía
65

alarde de ser anticlerical. La Dirección Central de la Ac-

ción Católica pretendió hacer revivir la conciencia de los
católicos españoles con el ideal de juntar los valores re-
ligiosos y patrióticos, que habían formado, en el trans-
curso de la historia de España, la base de su unidad
nacional y de su grandeza. La Juventud Masculina se
propuso reunir, en el Congreso y Peregrinación del año
1937, las Juventudes no sólo de España, sino también
de las 20 repúblicas de América Latina, unidad como de
madre con sus hijas, mediante el vínculo de “un gran
ideal católico misionero de recristianización de lo que
fue un tiempo cristiandad de Europa y Evangelización
del mundo”. Ante la magnitud de este plan de genuina
Hispanidad, el Consejo Superior de la Juventud Mascu-
lina de Acción Católica, expuso su magno proyecto al
Cardenal Primado y al Nuncio de su Santidad y pidió si
lo merecía, su aprobación y bendición. Por indicación
de los mismos, a principio del año 1936, algunos miem-
bros del Consejo Superior se trasladaron a Roma y ob-
tuvieron la aprobación de sus propósitos por parte del
Cardenal Secretario de Su Santidad, Pacelli, del Carde-
nal Copello, Primado de Argentina y de los superiores
Generales de los Jesuitas y Dominicos. El mismo Papa
Pío XI los recibió en audiencia, y bendijo de corazón
este ideal tan elevado.
Los inquietos jóvenes no dejaron piedra por mover
en Roma, acudiendo a los colegios Español y Pío Latino
Americano, para exponer con entusiasmo a los semina-
ristas sus juveniles proyectos.
66

Primera parte
27. Una vez obtenida la aprobación de su apostólico y

magnífico plan, los dirigentes de la Juventud de Acción
Católica, prepararon el programa de la magna Peregri-
nación y Congreso de Santiago, en medio de un am-
biente de amenazas y de catástrofe, propia del clima de
la época, apoyado por el Gobierno sectario de la Repú-
blica Española. Pocos meses antes de iniciarse la guerra
civil de España empezaron a publicarse, las revistas para
dirigentes y masas de la Juventud de Acción Católica,
con los títulos de “Flecha” y de “Signo”, respectivamen-
te. Apareció también el folleto “Ultreya”, como “voz y
aviso de romería a las generaciones nuevas de España”.
28. Poco después, el 18 de julio de 1936, surgió el Alza-

miento Nacional, que libró a España del dominio comu-
nista. Durante los tres años de guerra civil, la Juventud
de Acción Católica dio pruebas de heroísmo, se fortale-
ció y se dispuso con mayores bríos a efectuar la magna
Peregrinación a Santiago. Terminada la guerra civil, el
día 1 de abril de 1939, se respiró por toda España un
ambiente de entusiasmo religioso y de ansias de intensa
renovación espiritual.
29. La Juventud de Acción Católica continuó preparando

con intensidad la Peregrinación, como el único ideal que
aunaba todas las energías y entusiasmos. Por diversos
motivos se difirió el magno acontecimiento de la Juven-
tud Española hasta el mes de agosto de 1948. Después de
16 años de preparación, 70.000 jóvenes procedentes
de España y América Latina se reunieron en Santiago de
67

Compostela superando, con gran fortaleza y espíritu

de sacrificio, las graves incomodidades del largo viaje,
procedentes de la carestía económica que sufría España
después de la guerra civil y a consecuencia del aislamien-
to internacional, en que se encontró por diversos años.
En medio de un ambiente de fe y entusiasmo juvenil, se
efectuó la visita al sepulcro de Santiago y el Congreso
Nacional, regresando a sus hogares con propósitos de
renovación espiritual de todo el mundo.
30. Durante los años que precedieron a la Peregrina-

ción, las actividades de la Juventud de Acción Católica
se encontraron casi exclusivamente en la preparación
espiritual de la misma. Para llevar a cabo, la Juventud
de Acción Católica se sirvió de los Cursillos de forma-
ción de dirigentes, pues el Papa Pío XI les había dicho,
al aprobar el plan, que había que “comenzar la empresa
por la preparación más diligente posible de grupos de
dirigentes”. Para lo cual se propusieron formar dirigen-
tes en plan diocesano y parroquial mediante Cursillos de
Adelantados, de Peregrinos para los primeros, y de Jefes
de Peregrinos para los segundos.
En los Cursillos, los sacerdotes desarrollaban temas so-
bre la vida cristiana, y los seglares trataban de la Acción
Católica y de la Hispanidad.
Los Obispos, vigilantes Pastores

de la Obra de los Cursillos
31. Un cuarto elemento decisivo en la formación y
desarrollo de los Cursillos en su primera época (1941-
68

Primera parte
1949), fueron los dos Obispos que gobernaron la grey

mallorquina durante este tiempo. Durante los cinco pri-
meros años de la historia de los Cursillos (1941-1947),
la diócesis de Mallorca fue regida por el Dr. José Mira-
lles Sbert con el título de Arzobispo, que se le concedió
después de haber sido Obispo de Lérida y Barcelona.
Predominaban en el mismo dos cualidades, una precla-
ra inteligencia y una excelente habilidad para organizar.
Su temperamento y edad avanzada no le permitieron
alcanzar el sentido de la nueva forma de apostolado se-
glar, llamado Acción Católica, que se había introducido
en España según las prescripciones de Su Santidad Pío
XI y del nuncio Monseñor Tedeschini. Redujo su activi-
dad en este particular a cumplir fielmente y a la letra
todas las ordenaciones superiores, a bendecir las inicia-
tivas de los inquietos Jóvenes de Acción Católica y de
confiar la dirección de los mismos al sacerdote D. José
Dameto (J.68)
32. Este ejemplar sacerdote, en el cumplimiento de su

cargo, se ajustó al criterio de pedir la colaboración de
otros sacerdotes, y de observar con éstos y los jóvenes
un gran respeto en sus actuaciones. Por consiguiente,
durante los cinco primeros años de esta época que ex-
pongo (1941-1947), los jóvenes gozaron de una amplia
libertad y hasta de independencia en sus iniciativas y
experiencias apostólicas, a pesar de adoptar a veces for-
mas audaces y revolucionarias. El señor Dameto y sus
colaboradores reducíamos nuestras actividades sacerdo-
tales a formar sólidamente a los jóvenes en la doctrina
69

de la Iglesia, a dar nuestro juicio en sus iniciativas y a

prestarles generosamente nuestro apoyo a sus activida-
des apostólicas. Me atrevo a afirmar que los jóvenes,
en esta época, respiraban el ambiente de libertad y res-
ponsabilidad del apostolado laical, que posteriormente
el Concilio Vaticano II ha establecido.
33. Los Jóvenes de Acción Católica, con un esfuerzo te-

naz, apasionado y constante, elaboraron las estructu-
ras de una nueva forma de apostolado, que diera vida
a la Acción Católica, la cual, debido al modo como se
implantó en España, era frecuentemente un esqueleto
más que un cuerpo vivo. En este ambiente nacieron, en
1944, los Cursillos de Cristiandad con todas sus carac-
terísticas, y dieron sus pasos vacilantes, propios de la
infancia. En el año 1947, los Cursillos ya habían llega-
do a la adolescencia, y necesitaban un cambio de Pas-
tor, que no les diera la amplia libertad de que gozaban,
sino, como más tarde enseñará el Concilio, examinara
la autenticidad de los dones divinos recibidos por los
Jóvenes, diera su juicio sobre su aplicación, respetando
la actividad del Espíritu Santo. Faltaba a los jóvenes una
dirección única, segura y jerárquica.
34. Dios fue generoso con los jóvenes, escuchó sus ora-
ciones. Después de dos años y medio de experiencias de
los nuevos Cursillos, llegó a Mallorca, el día 1 de marzo
de 1947, el Dr. Juan Hervás Benet, como Obispo Coad-
jutor del anciano Arzobispo. El Dr. Hervás era, precisa-
mente, el Pastor que necesitaban los jóvenes. Tenía sólo
70

Primera parte
42 años, estaba lleno de energía y entusiasmo y dotado

de cualidades particulares para atraer a los jóvenes. Los
jóvenes, después de haber consagrado sus energías a la
Acción Católica, a pesar de la indiferencia de muchos y
la oposición de algunos a esta nueva forma de aposto-
lado seglar, consideraron la llegada del nuevo Obispo
como “un Mesias”, conforme al léxico de los Cursillos.
Quedó profundamente impreso en mi memoria el día
de la llegada del Dr. Hervás, pues noté el contraste entre
la fría lluviosa mañana del mes de marzo, y el entusias-
mo de los jóvenes. Me parecieron muy adecuadas las
palabras de Jesús (Io 4,35), los campos estaban blancos
para la siega, y llegó el segador que se rodeó de hábiles
colaboradores.
35. El Dr. Hervás se percató, con fina intuición pastoral,

de los problemas de la Juventud de Acción Católica, y
en noviembre del mismo año 1947, confió la dirección
de la Juventud Masculina de Acción Católica al diná-
mico y joven sacerdote D. Sebastián Gayá, que había
trabajado con entusiasmo y éxito en la formación de
los jóvenes desde el año 1940. El anciano Arzobispo
de Mallorca murió el 22 de diciembre del mismo año 1947,
y el Dr. Hervás se encargó del gobierno de la Diócesis.
36. Los Cursillos de Cristiandad, bajo la dirección del

nuevo Obispo y de su representante entre los jóvenes,
el Sr. Gayá, dieron, durante los dos años siguientes, un
paso seguro desde la adolescencia a la juventud, como
veremos más abajo.
71

37. Como acabamos de ver, los elementos que influ-

yeron en la formación de los Cursillos de Cristiandad,
fueron, ante todo, el Espíritu Santo, que con sus dones
promovió este movimiento; la diócesis de Mallorca, que
con su pujante vitalidad cristiana preparó a los padres
de los Cursillos; un grupo de Jóvenes de Acción Cató-
lica, que con su trabajo apasionado, constante, largo
y sobrenatural consiguieron una moderna y eficaz for-
ma de renovación espiritual; los dos Pastores de la grey
Mallorquina, que con su forma particular de gobernar
cumplieron fielmente su deber de “no sofocar el Espíri-
tu, sino de probarlo y retener lo que es bueno” (Const.
Lumen Gentium, n° 12).
72

Segunda parte:
Génesis de los cursillos
Resumen
38. Examinamos con detención los cuatro elementos
que influyeron en la formación de los Cursillos, voy a ex-
poner las etapas de su génesis, que abarca desde 1941
a 1944. El largo proceso de gestación de los Cursillos
empieza con el primer Cursillo de Adelantados de Pe-
regrinos, organizado en abril de 1941. Estos Cursillos
crearon en el ánimo de los jóvenes un inquietud apos-
tólica, que les indujo a buscar con pasión y entusiasmo
una forma de dar a la Acción Católica una auténtica
vitalidad espiritual. Para ello se establecieron escuelas
de formación, se practicaron ejercicios espirituales, se
estudiaron los más autorizados autores modernos de
teología y sicología, se hicieron experiencias de nuevas
formas de organizar Cursillos y se transformó el Boletín
en medio de comunicación mutua de entusiasmos. Esta
intensa búsqueda orientada, real y simbólicamente a la
magna Peregrinación culminó en la celebración de un
Cursillo con nuevas estructuras, el cual tuvo lugar en
agosto de 1944.
73

Cursillos de Adelantados de Peregrinos

39. Como se ha dicho arriba, durante los 16 años que
precedieron a la Peregrinación de la Juventud Española
a Santiago de Compostela, decida en 1932 y llevada a
cabo en agosto de 1948, casi todas las actividades de
la Acción Católica Juvenil tenían como objetivo la pre-
paración espiritual a la visita del sepulcro del Apóstol.
Conforme a las orientaciones del Papa Pío XI, los ma-
yores esfuerzos iban encaminados a formar dirigen-
tes mediante Cursillos, que llamaron de Adelantados
de Peregrinos si eran en plan diocesano y de Jefes de
Peregrinos si eran en plan parroquial. El Consejo Su-
perior de la Juventud de Acción Católica organizó seis
Cursillos de Adelantados de Peregrinos, que se tuvie-
ron en el Santuario de Nuestra Señora de Lluc (Mallor-
ca), en la Semana Santa de los años 1941 (p.89), 1943
(P.89), 1945 (P.77), 1946 (P.89, 90 y 94). Para dirigir
estos Cursillos de desplazaban a Mallorca Jóvenes del
Consejo Superior de Madrid. En estos Cursillos, según
un programa establecido por el Consejo Superior, los
sacerdotes exponían, en nueve lecciones, la teología de
la vida cristiana, y los seglares, en once lecciones, co-
mentaban los temas de Acción Católica e Hispanidad.
Estos Cursillos fueron la escuela donde se formaron los
jóvenes, que más tarde fueron los padres de los Cursi-
llos de Cristiandad.
40. El ambiente que se respiraba en estos Cursillos re-

salta en estas impresiones publicadas por un joven que
asistió al Cursillo de 1945. (P.89)
74

Segunda parte
“Cristo vuelve a llamar a la oración y estudio de los jó-

venes mallorquines que peregrinan hacia Santiago. El
Señor no te quiere sapo arrastrándote por los suelos; el
Señor te quiere águila viviendo en las cumbres, volan-
do alto, siempre subiendo, como si tuvieras alas, que al
acercarte a Él, fueran en el aire dibujando el camino que
conduce a los Cielos. Ruta que sirva de guía a los que,
volando bajo, creen que no pueden llegar a la mansión
del Padre, que desde la eternidad les espera con los bra-
zos abiertos. Los Cursillos te llenarán de Cristo y harán
que le conozcas, y conociéndole le amarás y querrás que
todos los jóvenes le amen de veras. Tú tienes obligación
de llenarte de Cristo, de conocer tu misión y responsa-
bilidad, de aprender la táctica de combate. El Señor lo
exige, 7000 Mártires te lo demandan, miles de jóvenes
mallorquines necesitan de tu formación para salvarse”.
41. Después del Cursillo de 1946, escribió uno de los

asistentes: “Nuestra Madre de Lluc ha cobijado siempre
bajo su manto a la legión de peregrinos, que vivieron días
inolvidables entre las agrestes montañas que circundan
la Casa de Santa María de Lluc. Han pasado por estos
Cursillos, fragua de apóstoles entusiastas, muchísimos
jóvenes católicos, y todos guardan imperecedero recuer-
do de aquellas jornadas que saben a juvenil regocijo y a
estudio concienzudo, y a piedad mariana. Han sido los
pasados Cursillos, estaciones de partida, para después,
al regreso de los Cursillistas a sus Centros, emprender
difíciles campañas apostólicas, para saltar y allanar difi-
cultades que obstruían nuestro peregrinar hacia Dios”.
75

“Es difícil, por no decir imposible, el relatar con torpe

pluma el ambiente que se respira en esos Cursillos. Impe-
ra la verdadera caridad cristiana, no hay contrariedades
ni asperezas, egoísmos y comodidades no se conocen
en ese ambiente juvenil. Jóvenes no conocidos, venidos
desde los más distantes puntos de nuestra Isla, traban
lazos de imperecedera amistad; han quedado, sí, como
fruto de estos Cursillos, estelas perennes de quehaceres
apostólicos, anchas calzadas abiertas a una ascensión
hacia nuestro Ideal, hacia siempre más y mejor”. (P.90)
Inquietud apostólica
42. Estos Cursillos produjeron dos efectos, fundamenta-
les para los Cursillos de Cristiandad. Ante todo, conquis-
taron el grupo de jóvenes dirigentes, que en el Consejo
diocesano fueron los padres de dichos Cursillos. En se-
gundo lugar, sembraron en los mismos fuertes inquie-
tudes apostólicas, que iban más allá del objetivo de la
Peregrinación a Santiago.
43. Los padres de los Cursillos de Cristiandad proce-

dentes de estos Cursillos entraron a formar parte del
V Consejo Diocesano, y fueron incansables e inquietos
apóstoles en toda la diócesis.
Practicaban los ejercicios espirituales en completo retiro
cada año (P.60) hacían todos los meses el retiro espiritual,
consagraban los domingos a visitar y animar a todos los
Centros Juveniles de Acción Católica, y en su Boletín se
ofrecían a este contacto con estas o semejantes frases:
”Cualquier Centro que desee ser visitado por este Con-
76

Segunda parte
sejo puede solicitarlo con la debida antelación, con la

seguridad de que será gustosamente atendido”(P.60 y
62). En el Cursillo del año 1943 fue conquistado el joven
Eduardo Bonnín, que no pertenecía a las filas de la obra,
el cual inmediatamente entró a formar parte del Conse-
jo Diocesano, y en la asamblea del año 1944 fue elegi-
do Presidente del mismo Consejo Diocesano, cargo que
ejerció hasta el año 1951 (J.74 y P.146). Este ardiente y
tenaz joven, durante la época de la maduración de los
Cursillos de Cristiandad, fue el miembro más destacado
de los padres de los mismos.
44. Estos Cursillos de Adelantados de Peregrinos pro-

dujeron, entre los que participaban, ya una inquietud
apostólica tan fuerte, que no les daba paz ni descanso,
ya una plena convicción de ser muy perfectos en su or-
ganización, eran con todo ineficaces, eran, como repe-
tían frecuentemente los jóvenes, como un esqueleto.
45. Reflejo de estos sentimientos juveniles son los si-

guientes artículos publicados en el Boletín. El primero
apareció en enero de 1944 bajo el título “Cristo”. “Esta-
mos cansados de oír hablar de apostolado; pero aún no
hemos visto obras apostólicas. Estamos hartos de oír de-
cir que hay que llevar almas a Cristo. Y estamos también
fastidiados de ver sólo algunas llamadas apostólicas, y
todo lo demás débil bruma que se desvanece entre la
primera brisa de la comodonería. Es preciso saber QUÉ
ES LO QUE TENEMOS QUE HACER. Se tiene que acabar
este deambulismo que parece juego de apostolado.”
77

“El apóstol enamorado de Cristo, que se acerca tanto a

Él, que tiene en Él confianza suficiente para presentarle
a sus conocidos, como diríamos en términos humanos”.
“Es imprescindible la Caridad, hermanos. Amar a Dios,
a los hombres, y no a los –señorita ñoña--, y al prójimo
también, pero no en teoría, que esto es muy fácil.” “Ser
tolerante hasta cierto punto con los demás. Con noso-
tros, NO. Rígidos y severos con nuestras faltas. Menos
murmuraciones negativas y más obras nuestras. Más
disciplinas y cilicios. Más oración –con la puerta atran-
cada-. Más Sagrario. Siempre ante nosotros MÁS, signo
positivo de vida interior”. “Y esto ya basta, porque con
ello tendremos lo que sólo de vez en cuando aparece
entre los muchachos: la ambición de santidad.” “Mien-
tras no tengamos con nosotros esa sed de conquistar,
esas ansias proselitistas; este celo, sectario, si queréis,
estad seguros QUE NO HEMOS HECHO NADA, NI HA-
REMOS”. “Apartar de un puñetazo estas caras verdes,
a barrer sin compasión todo lo que huele a pusilanimi-
dad, todo cuanto suene a rutina y a vejestorio joven,
y empezaremos a entrar en los umbrales de lo que es
apostolado”. “Ese es el primer peldaño para llegar a ser
pescadores”. (J.62).
46. Con el mismo título de “Cristo” se publicó en mayo

de 1944 este artículo: “Nos hemos encontrado con este
muchacho de cara melancólica y mirada recatada cuan-
do nos dirigíamos a la estación para coger el tren”. “Da
lástima esta fisonomía mediocre, que se asusta y escan-
daliza de nuestras botas claveteadas, de nuestro doble
78

Segunda parte
par de calcetines y de nuestras mochilas cargadas para

dos días de campo”. “En sus ojos se adivina que nos
ha tomado por locos. Su mentalidad pobre no concibe
que se pueden hacer cuarenta kilómetros a pie. Para
él la santidad es otra cosa muy diferente que la sana
alegría en el amar a Dios. No es capaz de entender que
alegría es la concreción de todas las virtudes”. “Y este
tipo de joven envejecido lo encontramos algunas veces
en nuestros Centros. ¿Qué podemos esperar de un mu-
chacho así? ¿Qué ambiciones apostólicas y de santidad
hallaremos en quien no se atreve a un escalamiento ás-
pero, sí, pero más fácil que la victoria sobre las pasiones
y carne?”. “Guardaos de estos jóvenes miopes espiri-
tuales incapaces de emocionarse ante lo bello. Jóvenes
anormales, que desmayan ante una empresa difícil y
cuya única ambición es la de escalar el cielo “en coche”.
Jóvenes de horizontes limitados. No hacen mal, porque
no les ocurre. Es el enemigo número uno de nuestros
Centros. Se han refugiado en la Acción Católica para
hallar una excusa a su modo de ser y creen que nuestra
Obra se reduce a una lista –negra--de prohibiciones”.
“Si queremos llevar a feliz término la obra de sanea-
miento de nuestros Centros, empecemos por sacudir-
nos a estos sujetos”. (J.66).
Escudriñamiento de una forma eficaz de apostolado

47. Esta inquietud apostólica y la convicción práctica de
la ineficacia de los métodos de conquistar almas para
Cristo entonces existentes, que produjeron los Cursi-
llos de “Adelantados de Peregrinos” en los jóvenes que
79

participan en los mismos, particularmente en el grupo

selecto del Consejo Diocesano, dieron origen a unas an-
sias insaciables de buscar por todos los medios posibles,
las formas más eficaces de apostolado, de llevar almas
a Cristo.
48. Para ello, el grupo de jóvenes del Consejo Diocesano

estudió con admirable constancia y acierto estos pro-
blemas de apostolado en los escritores de más prestigio
por aquellos años en el campo católico internacional.
Leyeron detenidamente los siguientes libros de autores:
Romano Guardini, “La Esencia del Cristianismo”; Karl
Adam, “Cristo nuestro hermano”; Alceo Amoroso Lima
(Tristán Athayde), “Los mitos de nuestro tiempo”; Pedro
Bayard, “La Acción Católica especializada”; Cardenal
Manuel G Cerejeira, “La Iglesia y el pensamiento con-
temporáneo”; Manuel García Morente, “Ideas para una
filosofía de la Historia de España”.
Además, adquirieron un conocimiento profundo y
exacto de las características de los hombres de hoy, de
sus problemas, de sus angustias, a través de la conviven-
cia íntima y observadora con los mismos y del estudio de
la psicología en los autores más modernos. En este par-
ticular se distinguió el Presidente del Consejo Diocesano
Eduardo Bonnín, el cual, para satisfacer sus tendencias
naturales a los conocimientos de psicología, se había
formado una biblioteca particular con los autores más
autorizados en esta materia.
80

Segunda parte
Escuelas de formación
49. Para llenar las ansias de los dirigentes de la Juventud
de encontrar los modos más eficaces de apostolado, se
fundaron las escuelas de formación que llevaron el título
de Propagandistas y de Dirigentes. La Escuela de Propa-
gandistas nació del Cursillo organizado por el Centro
de la parroquia de Santa Eulalia de Palma de Mallor-
ca, celebrado en abril de 1944. (J.66 y 67) El anciano
Sr. Arzobispo aprobó complacido la nueva escuela de
formación (J.68). Inició sus lecciones con una tanda
de ejercicios espirituales. Los alumnos asistían a dos lec-
ciones semanales de hora y media dadas por ocho pro-
fesores de mucho prestigio en la diócesis. En las mismas
se estudiaron los siguientes temas: S. Escritura, Acción
Católica, Teología, Historia de la Iglesia, Doctrina Social
y Periodismo (J71 y 73). El curso terminó con la imposi-
ción del Crucifijo de Propagandista, que tuvo lugar en
una solemne vigilia de Pentecostés del año 1945. (J.79)
50. La Escuela de Dirigentes nació en la Asamblea VII

de la Juventud de Acción Católica, celebrada en el mes de
noviembre de 1945. (J.85 y P.94, 102,206 y 121) . En
esta escuela se estudio en 33 guiones la formación y
actuación de los primeros dirigentes en el Evangelio,
Actos, Cartas a los Apóstoles y primeros Padres de la
Iglesia. Como sacerdote Asesor de la Escuela exponía el
guión en dos lecciones semanales, durante todo al año,
hasta en pleno verano. Los alumnos debían examinar
los numerosos testimonios del Nuevo testamento que se
habían citado en la exposición.
81

Para facilitar la labor de los nuevos alumnos, publiqué

un folleto con el esquema de los 33 guiones, en los cua-
les estudié las cualidades del maestro Cristo y de sus dis-
cípulos; el modo de formar a Cristo en las almas de sus
apóstoles y en la de los demás; la vida de los primeros
dirigentes de la Iglesia y particularmente de Consencio,
seglar de la Iglesia Balear del siglo V.
51. El estudio de la Iglesia primitiva reveló a los jóvenes

tales riquezas de apostolado y dio tal satisfacción a sus
inquietudes, que en el curso de 1946 los jóvenes de los
pueblos, me pidieron tomar parte de la Escuela de Diri-
gentes por correspondencia.
Como sacerdote asistente; anotaba y daba calificación
correspondiente a los guiones que los alumnos de la
Escuela, después de haberlos desarrollado conveniente-
mente, me enviaban.
La escuela de Dirigentes según esta modalidad llegó a
tener matriculados 80 alumnos, duró hasta el año 1949
y dio óptimo resultado. Aun en nuestros días, jóvenes
de aquellos años que son ahora hombres maduros; con-
servan y releen sus trabajos, que les dieron a conocer la
Iglesia primitiva.
52. El Dr. Hervás, apenas llegó a regir la grey de Ma-

llorca en marzo de 1947, con perspicacia pastoral,
manifestó una gran predilección por esta Escuela de
Dirigentes. Todos los viernes, a las siete de la maña-
na, reunía a los alumnos de Palma en la Capilla del
Palacio Episcopal, celebraba la Santa Misa y les dirigía
82

Segunda parte
su apostólica palabra (P.104). Asistió también al retiro

espiritual que la Escuela de Dirigentes tuvo para todos
sus alumnos, en el mes de agosto de 1947, en la casa
de La Real (P.106)
Ejercicios espirituales
53. Los Jóvenes, para satisfacer sus inquietudes apostó-
licas y vitalizar la Acción Católica, no sólo recurrieron a
los medios indicados de Cursillos de “Adelantados de
Peregrinos” y a las Escuelas de formación, sino que se
sirvieron con gran entusiasmo y eficacia, de la prácti-
ca de los ejercicios espirituales. En una invitación dirigi-
da a todos los jóvenes en noviembre de 1944, leemos:
“Todos debemos hacer ejercicios. Difícilmente podamos
actuar en el apostolado sin haber templado nuestros es-
píritus, sin conocernos a nosotros mismos. Y sólo en los
ejercicios, en que apartamos los ojos de lo externo para
mirar a Dios y a nosotros mismos, podemos adquirir este
conocimiento que nos dará la idea de nuestra direc-
ción”.(J.72). El Presidente Diocesano, en una reunión de
dirigentes parroquiales de noviembre de 1944, afirmó
que los ejercicios espirituales son “yunque seguro para
modelar nuestras almas y hacerlas fiel copia de nuestro
Divino Salvador.(J.78).
54. El tema de los ejercicios espirituales ocupó el pri-

mer plano en casi todas las asambleas de la Juventud
de Acción Católica. En la tercera de 1941: “Se esta-
blece que los dirigentes de los centros han de practicar
los ejercicios espirituales en retiro cada dos años como
83

mínimo, y los socios cada tres” (Boletín de la diócesis,

1941, p.445). En la sexta Asamblea de 1944 se decidió.
“Al objeto de que ningún socio de la juventud se que-
de sin practicar los ejercicios espirituales, se organizarán
tandas de completo retiro por todos los centros y co-
marcas. El Consejo Diocesano cuidará de un mínimo de
cinco tandas” (Boletín de la diócesis, 1944, p.393). En
la Asamblea séptima de 1945, el tema fundamental que
se trató fue los Ejercicios espirituales y los cursillos. Una
de las conclusiones fue: “Percatándonos de la necesidad
y trascendencia de los medios formativos en nuestra
obra, exigiremos, como condición previa para ocupar
cargos directivos, haber practicado los Santos Ejercicios
en retiro”.(J.85) En esta Asamblea el Consejo Diocesano
se comprometió a organizar 12 tandas de Ejercicios du-
rante el año. (J.85).
En la Asamblea octava de 1947 se insiste en la práctica
de ejercicios espirituales como medio para prepararse
a la Peregrinación de Santiago, obligándose el Consejo
Diocesano a organizar, en los últimos cuatro meses del
mismo año, cinco tandas (F.109). En la asamblea nona
de 1948 se decidió que: “Antes del Congreso de Lluc,
todos los dirigentes habrán practicado los Ejercicios en
completo retiro. En Todos los centros se organizarán
Ejercicios abiertos para la masa”.(P.113). En la Asamblea
décima de 1948 se estableció. “Es condición indispen-
sable para recibir la insignia haber practicado, dentro
de aquel año, Ejercicios Espirituales en completo retiro.
Desde entonces todo socio numerario vendrá obligado
a hacerlos al menos cada dos años. El no practicarlos
84

Segunda parte
llevará como consecuencia la pérdida de la insignia”.

(P.121).
55. El Consejo Diocesano de los jóvenes era ejemplar

en amor a los Ejercicios espirituales, pues los practi-
caba cada año con el espíritu que indica en esta nota
publicada en 1943: ”El Consejo Diocesano se prepara
sólidamente para dar eficacia a su labor con los Ejerci-
cios espirituales, e invita a todos los centros a organizar
tandas para sus miembros con el mismo fin”. (J. 58 y
59). Este entusiasmo es más digno de elogio teniendo
presente la circunstancia de no existir, hasta septiembre
de 1945, una casa dispuesta para Ejercicios Espiritua-
les; por lo cual se veían obligados a pedir hospedaje en
casas religiosas y santuarios marianos (J.58, 59, 60, 62,
63, 64, 67, 71, 83, P.94, 95, 99 y 106).
El día 6 de diciembre de 1946 abrí de nuevo la Casa
de Ejercicios de la Real (Palma), y se organizaron en la
misma, numerosas tandas de Ejercicios para jóvenes
hasta que el Dr. Hervás fundó, con grande acierto, una
Casa Diocesana.(P.86, 87, 88, 89, 106, 115 y 123). En
el archivo de la casa de La Real se conserva un tesoro:
las impresiones que cada ejercitante manifestaba por
escrito al final de los ejercicios.
56. Junto con los Ejercicios espirituales, los Jóvenes de

Acción Católica daban gran importancia al retiro men-
sual, que efectuaban los Centros parroquiales en parti-
cular o en grupo, en alguna casa religiosa o santuario
mariano. El Consejo Diocesano, todos los meses, consa-
85

graba, un domingo a esta práctica (P.J. 65, P. 87, 88,89,

y 106).
Cursillos de Jefes de Peregrinos

57. Los dirigentes de la Juventud de Acción Católica ma-
llorquina no se contentaron con la búsqueda afanosa
y tenaz de los medios más eficaces de apostolado sino
que hicieron sus experiencias, uniendo así la práctica a
la técnica. Hicieron particularmente sus pruebas apostó-
licas en los Cursillos de Jefes de Peregrinos, en los cua-
les se pretendía, según el plan del Consejo Superior de
la Acción Católica, formar dirigentes de las parroquias.
La organización y dirección de estos Cursillos era de in-
cumbencia absoluta de los Jóvenes del Consejo Dioce-
sano de Mallorca sin la intervención de los miembros del
Consejo Superior de Madrid.
58. En el artículo publicado en el mes de noviembre

de 1944 (J.72), se expone el significado profundamen-
te simbólico de estos Cursillos: “La idea que se quiere
grabar en el alma y hacerla vivir con la palabra “Jefes
de Peregrinos”, no es un viaje corporal, sino hacernos
saber que nuestra vida es una peregrinación hacia una
patria inmortal y por tanto hay que vivir con las conse-
cuencias de un peregrino: austeridad, penitencia, des-
prendimiento, caridad, caminando sin parar, es decir,
ejercitándonos en todas estas virtudes y otras muchas;
siempre con el ánimo tendido hacia, adelante, con la
mira puesta en Dios, anhelante de llegar lo más pronto
posible al término. Si nos ejercitamos en estas virtudes,
86

Segunda parte
indudablemente tendremos sed de almas y no tendre-

mos sosiego hasta que hayamos ganado para Cristo a
todos nuestros compañeros de estudio o trabajo, cada
uno en su propio ambiente; no siete o diez solamen-
te, sino a, todos. No limitemos nuestras actividades a
los jóvenes del Centro, los que más o menos son de
Cristo. Estos, ciertamente necesitan perfeccionar su vida
cristiana, subir de grado, ser más fervorosos, más finos
amantes de Jesús. Hemos de ampliar nuestra acción con
afán proselitista y ganar para el cielo otros que no son
nuestros; aquellos a los que nadie habla de Jesús y no
lo aman porque nadie llegó hasta ellos con palabras de
Evangelio y de caridad. Hay que extender el Reino
de Dios, yendo a buscar jóvenes, caldeando el ambiente de
nuestros Centros y reclutando nuevos y cada día, me-
jores socios, que con nosotros sientan el sublime ideal
de la Acción Católica y correspondan a su llamamiento.
Procuremos tener este fervor apostólico y este entusias-
mo como una necesidad de nuestro amor a Jesús. Esta
es la idea que debe constantemente estar en el ánimo
de todo Jefe de Peregrinos.”
59. En el Boletín del mes de abril de 1945 son descritos

los cursillistas con las siguientes frases, que concuerdan
con la mentalidad de los Cursillos de Cristiandad. “Son
espigas que empiezan a verdear para el apostolado en
los trigales mallorquines. Son las vanguardias de una
cristiandad ejemplo y guía. Son las palancas y locomo-
toras de un movimiento ascensional hacia Dios. Son los
cruzados de la era nueva, que van a velar las armas. Son
87

almas de apóstoles. Son nuevos adelantados, en esa pe-

regrinación a Santiago por rutas de santidad, de ímpetu
y de acción”.(J.77).
60. En un artículo publicado en abril de 1944 (J.65) se

encuentra esta frase, que revela concisamente la na-
turaleza de los Cursillos de Jefes de Peregrinos: “Cada
Cursillo que se cierra es una nueva vida que se abre”.
61. Los Cursillos de Jefes de Peregrinos fueron las ejerci-

taciones de los ardientes Jóvenes de Acción Católica, en
las cuales llevaron a la práctica sus ideales. De estos Cur-
sillos proceden las estructuras principales de los Cursillos
de Cristiandad. El Consejo Diocesano de los Jóvenes de
acción Católica de Mallorca organizó nueve Cursillos
de Jefes de Peregrinos. Los cuatro primeros fueron cele-
brados entre los años 1941-1943, y no se publicó en el
Boletín ninguna información.
El quinto se tuvo en agosto de 1944 (J.71), el sexto en
julio de 1945 (J.81), el séptimo en septiembre de 1946
(J.94), el octavo en abril de 1947 (P.102) y el nono en
abril del mismo año (P.102).
62. Los Jóvenes mallorquines hicieron también sus expe-

riencias apostólicas en los Cursillos para formar delega-
dos o Instructores de Aspirantes de los cuales solamente
tenemos noticias detalladas del tercero, celebrado en
abril de 1944 (J.65) y de otro, sin numeración, que se
tuvo en abril de 1947 (P,121).
88

Segunda parte
63. Las estructuras esenciales de los Cursillos de Cris-

tiandad pueden considerarse ya bien determinadas en
el año 1944, fecundo por las actividades de los Jóvenes
de Acción Católica. Este año es, realmente, como piedra
miliar en la historia de los Cursillos de Cristiandad, como
lo demuestran los siguientes datos. En abril se organizó
el tercer Cursillo de Delegados e Instructores de Aspiran-
tes con tal entusiasmo que del mismo salió la creación
del Colegio de Delegados e Instructores de Aspirantes.
Conocemos muchos detalles de este Cursillo, publica-
dos en los números 65 y 67 del Boletín. A través de
los mismos se ven las estructuras de los Cursillos de
Cristiandad.
En el mismo mes de abril, se organizó en la parroquia
de Santa Eulalia de Palma un Cursillo para Dirigentes,
el cual dio como fruto la institución de la Escuela
Diocesana de Propagandistas (J.67). En el mes de Agosto
del mismo año se tuvo en Cala Figuera de Felanitx
(Mallorca), el quinto Cursillo de Jefes de Peregrinos, que
pueda considerarse, como veremos más adelante, como
el primer Cursillo de Cristiandad. En la Asamblea sexta
de la Juventud Masculina de Acción Católica fue nom-
brado Presidente Diocesano Eduardo Bonnín, el cual
ejerció este cargo hasta el año 1951; y entre el grupo
de jóvenes considerados como padres de los Cursillos,
ha sobresalido siempre por su entusiasmo, tenacidad y
preparación técnica en propagar y defender este movi-
miento. En esta misma asamblea se decidió organizar
“cursillos intensos de formación diocesana, arciprestal y
parroquial”, (Boletín de la diócesis; 1944, P.393).
89

Proa
64. Una juventud tan inquieta apostólicamente en bus-
car medios para llevar almas a Cristo, sintió muy pron-
to la necesidad de que el Boletín de información fuera
instrumento eficaz para encender en los corazones el
fuego del amor ardiente a Jesús.
65. En la editorial de presentación se refleja el ambien-

te de fervor juvenil que se respiraba, ”avanzada de una
juventud que sepa vincular a su quehacer habitual, el
manejo garboso y alegre del arte de salvar almas”.
Además, el autor de la editorial declara: “Proa encaja
de lleno en nuestro estilo viril y difícil, conoce y sabe
y da a conocer la ruta a seguir para llegar al puerto
de la eterna elam”. En fin dice: “Seremos peregrinos
de la mar, porque somos isleños y por entre las aguas
azules que con el otro azul, el del cielo, nos circun-
dan, llegaremos en gracia al puerto donde Santiago,
por salvar España llegó”. Concluye con estas palabras:
“En nuestro afán haremos para Cristo, de nuestra Ma-
llorca, proa, avanzada, vanguardia de España en ruta
a Santiago, por la gloria y por la gracia de Santa María
de Lluc”.(P.86)
Las estructuras esenciales de los Cursillos

66. Como acabamos de ver, los Dirigentes de la Juven-
tud Masculina de Acción Católica de Mallorca, movidos
por la fuerte inquietud apostólica que los Cursillos de
“Adelantados de Peregrinos” habían causado en sus
ardientes corazones, buscaron una solución que satisfi-
90

Segunda parte
ciera sus ansias y diera a la Acción Católica una genuina

vitalidad apostólica.
Para ello leyeron atentamente los escritos de los más
famosos autores católicos publicados en aquellos años,
estudiaron al joven actual en los tratados de psicología
moderno y en la convivencia con el mismo, con el fin
de conocer sus características propias; escrutaron en las
escuelas de formación y en los ejercicios espirituales la
auténtica vida cristiana de la Iglesia primitiva, acomo-
dada, a los tiempos modernos.
67. De estos largos y constantes esfuerzos, de estos pro-

fundos y apasionados estudios, salieron las característi-
cas esenciales de los Cursillos de Cristiandad, como una
obra de vanguardia del apostolado, acomodado a los
fieles de todo el mundo católico.
El primer elemento esencial de los Cursillos es una visión
moderna y juvenil de la vida cristiana, que han intentado
resumir en dos frases. El Cursillo es una comunicación
jubilosa del ser cristiano; es “vivir el Cuerpo místico”.
(P.203). El segundo elemento esencial de los Cursillos
es una técnica eficacísima para efectuar esta comunica-
ción, que tiene como base, como dijo un Propagandista
del Consejo Superior; “un estudio total de la psicología
del joven actual y el conocimiento de cómo ha de reac-
cionar en todo momento”(P.173).
68. A estos dos elementos, que forman la esencia de

los Cursillos de Cristiandad, se añadió un tercero como
complemento de los mismos, que consiste en un es-
91

fuerzo comunitario para conservar y desarrollar el fruto

de los Cursillos. Para conseguirlo tienen los cursillistas
cada semana la famosa “reunión de grupo”, que llaman
“Ultreya”, evocando el grito de aliento de los peregri-
nos medievales que se dirigían a venerar el sepulcro de
Santiago.
69. Los jóvenes que recibieron el carisma particular del

Espíritu Santo y con los esfuerzos consiguieron estable-
cer las bases de un movimiento apostólico tan eficaz,
publicaron, en el Boletín de la Juventud Mallorquina
“Proa” la detallada exposición de la naturaleza íntima
de los Cursillos de Cristiandad. En 17 artículos de “Proa”
n. 196-213 resumieron el estudio de los dos elementos
esenciales de los Cursillos de Cristiandad que efectua-
ron en equipo. Publicaron también en nueve artículos
de “Proa” Nº 159-168, el examen del medio de perse-
verancia, o sea la “reunión de grupo”.
70. No hay duda de que los Jóvenes de Acción Católica

de Mallorca en estos estudios y experiencias supieron
captar con finísimo radar, las características del alma
del hombre moderno y la forma, de presentarle la vida
cristiana. No es de extrañar, pues, que se encuentren
no pocos puntos de contacto entre las enseñanzas del
Concilio Vaticano II y los Cursillos de Cristiandad, sobre
todo en cuanto a la constitución de la Iglesia en el mun-
do moderno.
92

Tercera parte:
Nacimiento, infancia
y adolescencia de los cursillos
Las primicias de los nuevos Cursillos

71. Las estructuras esenciales de la nueva forma de tener
Cursillos, que más tarde llevaron el nombre de Conquis-
ta y luego de Cristiandad, estaban claramente determi-
nadas en el año 1944. Sin duda, el primer Cursillo que
se llevó a cabo conforme a esta nueva modalidad es el
que se tuvo desde el 19 al 23 de agosto de 1944 en Cala
Figuera de Felanitx (Mallorca), como se ha dicho arriba.
Este juicio se basa en las noticias recogidas a través del
Boletín y de algunos jóvenes, que asistieron al mismo.
72. En este Cursillo encontramos ya todas las estructu-

ras de los futuros Cursillos de Cristiandad, pues se em-
pezó por un día de retiro; los 20 jóvenes se dividieron
en dos decurias para estimularse a conseguir los tres
ideales de la Acción Católica: Piedad, Estudio y Acción;
publicaron el periódico mural; había cada día un cambio
de impresiones; reinaba la franca y juvenil alegría; ter-
minó con una solemne clausura, en la cual intervinieron
otros jóvenes cursillistas, el Presidente y el Consiliario
93

Diocesano. Corrió por cuenta del sacerdote don Juan

Juliá la dirección espiritual y la formación dogmática de
los jóvenes. Tres escogidos jóvenes, que fueron en dis-
tintas épocas Presidentes del Consejo Diocesano, José
Ferragut, Eduardo Bonníny Jaime Riutort, desarrollaron
lecciones sobre los mismos temas que forman aún hoy
los famosos “rollos” de los Cursillos de Cristiandad. Fue
el Rector del Cursillo el citado Eduardo Bonnín.
73. Confirma la opinión de que con este Cursillo nació

el movimiento de Cursillos de Cristiandad un dato muy
importante. El joven Bonnín, que fue “Rector” de este
Cursillo, conserva aún el texto del manuscrito de las lec-
ciones o “rollos” que dio en el mismo y se ha servido de
los mismos folios y hasta de la misma carpeta en todas
las intervenciones que ha tenido en los Cursillos celebra-
dos en España y América durante los últimos años. He
sacado todos los datos de este famoso Cursillo de Cala
Figuera de los números 70 y 71 del Boletín, de entrevis-
tas tenidas con jóvenes que asistieron a los mismos y de
la Biblioteca-Archivo de los Cursillos de Cristiandad que
conserva el citado Bonnín.
74. Después de este Cursillo, un grupo de jóvenes que

asistieron al mismo, iniciaron las célebres reuniones de
grupo, para ayudarse en forma comunitaria a llevar a la
práctica las decisiones personales tomadas durante los
tres días de retiro.
94

Tercera parte
Desarrollo de los nuevos Cursillos

75. El entusiasmo por los Cursillos se había propagado
entre los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca. En el
año siguiente, 1945, los Cursillos fueron el tema principal
de las reuniones de Presidentes Parroquiales, afirmándose
en las mismas “que los Cursillos han de ser nuestra Es-
cuela de Formación, que nos capacitará para un trabajo
de provecho en los cargos, que la jerarquía nos encomiende
aportando con nuestra labor eficaz y prudente un auge
de vida espiritual y social de nuestros Centros”. (J.78).
76. La séptima Asamblea anual de los Jóvenes de acción

Católica del año 1945 se anuncia con este título: “Ejer-
cicios y Cursillos, tema fundamental de esta Asamblea”.
(J.85). Efectivamente, en la misma se estableció: “Perca-
tándonos de la necesidad y trascendencia de los medios
formativos en nuestra obra exigiremos como condición
previa para ocupar cargos directivos haber practicado
los Santos Ejercicios en retiro y haber asistido a Cursillos
de formación”.(P.85)
77. En esta misma Asamblea se invitó a los Centros pa-

rroquiales a organizar retiros en los que se lean y comen-
ten algunas de las lecciones o “rollos” de los Cursillos,
que recibieron el nombre de “Aperitivos de los Cursi-
llos”. Efectivamente, se encuentran en el Boletín noti-
cias de los Jóvenes del Consejo Diocesano que recorren
los Centros Parroquiales para desarrollar alguna lección
de los Cursillos en estos retiros-aperitivos de Cursillos.
(J.89, 91, 92, 97, 99).
95

78. En este mismo año, 1945, se desarrolló el tercer

Cursillo de “Adelantados de Peregrinos” (J.77), y el sex-
to de “Jefes de Peregrinos”. (J.81). En el año siguiente,
1946, continuó el entusiasmo por la Obra de los Cur-
sillos, pues fue el tema principal tratado en la reunión
de Presidentes Parroquiales (p.89) y se organizaron el
cuarto y quinto de “Adelantados de Peregrinos” (P.90) y
el séptimo de “Jefes de Peregrinos”. (P.84).
Al exponer el programa del curso 1946-1947, se insistió
en la práctica de los Ejercicios espirituales en completo
retiro y en los Cursillos intensivos de formación.
79. Los Cursillos organizados según la nueva modali-

dad se desarrollan rápidamente, pues nacidos en 1944,
eran ya el ideal de la Juventud Masculina de Acción Ca-
tólica de Mallorca y habían entrado en la adolescencia
de su vida. Dios, como hemos dicho arriba, dos años
y medio después de la celebración del primer Cursillo y
mientras reinaba en el ambiente juvenil un enorme fer-
vor por esta nueva forma de apostolado, envió en mar-
zo de 1947, al doctor Hervás, como Obispo Coadjutor
del anciano Arzobispo de Mallorca, a quien sucedió en
diciembre del mismo año. El nuevo Pastor, con intui-
ción pastoral, se percató del auténtico fervor apostólico
de los Jóvenes de Acción Católica, de la importancia de
Cursillos, Ejercicios Espirituales y Escuelas de Dirigentes,
y fue no un padre venerado que bendice las iniciativas
de los mismos, sino un maestro y guía que los dirigía en
el audaz camino de apostolado emprendido.
96

Tercera parte
80. Se acercaba la fecha de la tan esperada Peregrina-

ción a Santiago de Compostela para venerar el sepul-
cro del Patrono de España. Los jóvenes de Mallorca se
distinguieron en esta peregrinación por su entusiasmo
y por su número, pues llegaron a 700, que hicieron el
largo viaje desde Mallorca hasta el otro extremo de Es-
paña en medios muy incómodos, pues aún se tocaban
las consecuencias de la guerra.(P 118-119).
Obra marginal “Águilas”

81. -El Consejo Diocesano de los Jóvenes, en sus ansias
de formar óptimos dirigentes de Cursillos, excogitó un
medio, reunir numerosos jóvenes de todas las menta-
lidades y seleccionar los mejores. Para ello fundaron al
final de la época de estudio, una obra marginal de la
Acción Católica, a la que dieron el nombre de “Águi-
las”, la cual se proponía procurar a los jóvenes sanos
esparcimientos y crear un clima de alegría. Los resulta-
dos de este proyecto fueron eficaces, pues contribuyó a
encontrar jóvenes dotados de cualidades humanas para
el apostolado y fomentar una de las características de
los Cursillos, la sana alegría juvenil.
El llamado primer Cursillo

82. La juventud de Acción Católica de Mallorca, al par
que la de toda España, tuvo como ideal y estímulo de sus
actividades y entusiasmos durante 16 años (1932-1948)
el Congreso y Peregrinación a Santiago de Compostela.
Los dirigentes de la Acción Católica Juvenil procuraron
dar a esta peregrinación y a la preparación para la mis-
97

ma un significado altamente simbólico, presentando la

vida del cristiano bajo la forma de una peregrinación a
la vida futura, usando como slogan “Somos peregrinos
de un eterno camino de santidad”. (J.72).
Después de este magno acontecimiento todos los entu-
siasmos de la Juventud de Acción Católica Mallorquina
fueron hábilmente dirigidos a la formación de dirigen-
tes en los Cursillos. Por este motivo, en la Asamblea
anual del año 1948, celebrada pocos meses después
de la Peregrinación a Santiago, se decidió que “cada
dos años los Centros deberán mandar a alguno de los
Cursillos organizados o aprobados por el Consejo, a dos
de sus numerarios, escogidos entre los que muestran
más aptitud para Dirigentes. Además procurarán que
asistan aquellos jóvenes que, sin ser miembros de Acción
Católica, demuestran capacidad apostólica”(P.121).
83. En cumplimiento de las decisiones de esta Asam-

blea se organizó un Cursillo en el Santuario de Nuestra
Señora de Cura de Randa (Mallorca), que reveló a los
asistentes la eficacia de los Cursillos, no sólo como pre-
paración a la Peregrinación de Santiago, sino también
para conquistar a los jóvenes alejados de Cristo, pues en
el mismo se convirtió uno que después fue un activo en-
tusiasta del movimiento de los Cursillos. El Boletín de la
Juventud no nos ha dejado noticias de este primer Cur-
sillo celebrado después de la Peregrinación, con todo
consta que cuidó de la formación espiritual y apostólica
de los jóvenes uno de los heraldos de este movimiento,
el padre Bartolomé Nicolau T.O.R.
98

Tercera parte
84. Entusiasmados los jóvenes con el éxito apostólico ob-

tenido, poco tiempo después organizaron otro Cursillo,
que se tuvo en los días 7, 8, 9 y 10 de enero de 1949.
Este Cursillo se celebró en la misma montaña de Randa,
famosa en la vida del famoso Misionero, el Beato Ramón
Llull. Pero se escogió, en vez del Santuario de Cura, la
casa religiosa de San Honorato, que había sido la cuna
de los Misioneros de los sagrados Corazones de Jesús
y María. Los resultados de este Cursillo fueron también
inesperados y produjeron un gran entusiasmo entre los
jóvenes. La explosión de fervor apostólico producido por
este Cursillo, tiene explicación humana sin necesidad de
recurrir a influjos sobrenaturales exagerados. Los Cursillos
celebrados antes de 1948, ya según las antiguas moda-
lidades, ya conforme a las nuevas estructuras, estaban
orientados al Congreso y Peregrinación de Santiago, pero
una vez conseguido este ideal, todas las energías y los en-
tusiasmos juveniles, el ardor del fuego encendido en los
Cursillos y Ejercicios y en la misma Peregrinación, tuvieron
como punto de convergencia, los Cursillos para formar di-
rigentes. Este Cursillo posteriormente ha sido considerado
como el primero de la serie de los Cursillos de Cristiandad.
85. A este famoso Cursillo se sucedieron muchos otros,

con éxito inesperado, lo cual contribuyó a crear en Ma-
llorca un ambiente de entusiasmo y de fervor apostólico
entre los jóvenes y sacerdotes. En un principio fueron
llamados Cursillos de Conquista en el sentido amplio de
la palabra, comprendiendo no sólo la conversión, sino
también los progresos en la perfección cristiana.
99

Con todo, prácticamente muchos restringieron el senti-

do de la palabra Conquista, como si los Cursillos estu-
vieran destinados a la conversión de los jóvenes alejados
de Dios. Por lo cual se cambió el nombre de Conquista
en Cursillos de Cristiandad. Esta palabra, para los jóve-
nes que la escogieron no tenía un sentido medieval, sino
que el que le dieron el la Iglesia primitiva, que habían
estudiado en la Escuela de Formación. Los Cursillos de
Cristiandad son fermento de vida cristiana, colocan a
los fieles en la vanguardia de la Iglesia, son, afirma la
editorial de presentación de este nuevo título, “resumen
y esplendor de la gracia divina, vivida al estilo de los pri-
meros cristianos.(P.182).
86. Los Cursillos, como los mismos Ejercicios Espiritua-

les, encontraron el grave obstáculo de la falta de casa
dispuesta para esta nueva modalidad de formar a los
jóvenes. Los primeros se tuvieron en la citada casa de
San Honorato, luego se celebraron en varios Santuarios
marianos, hasta que por fin el Consejo Diocesano con-
siguió disponer de un edificio propio, junto al pueblo de
Mancor del Valle. Sobre una colina había un edificio y la
Iglesia dedicada a Santa Lucía, la cual fue convertida en
casa para Cursillos, que le dieron un gran renombre en
toda la Diócesis.
87. Uno de los entusiastas dirigentes del Consejo Dio-

cesano, Guillermo Estarellas, que tomó parte en los dos
Cursillos de Monte de Randa, para crear el ambiente de
gozo juvenil “que produce la amistad de Cristo”, propu-
100

Tercera parte
so el canto de un himno, popular en aquellos tiempos,

que empieza con las palabras “De colores”, el cual des-
de el primer Cursillo ha venido a “convertirse en contra-
seña de sana alegría de los que viven en gracia”. (P.186)
88. Para que la investigación de los orígenes de los Cur-

sillos de Cristiandad sea completa, voy a indicar con la
objetividad propia de un historiador crítico, las deficien-
cias que en la primera etapa de su existencia se notaron
en el uso no acertado que un grupo de jóvenes hizo de
esta arma de apostolado, y que favoreció la oposición
de laicos y eclesiásticos a esta nueva y audaz obra de
vanguardia de conquista del mundo para Cristo.
89. Los Cursillos se presentaron formados por varios

elementos, de los cuales unos eran esenciales y otros
solamente los completaban. Constituyen la naturaleza
de los Cursillos ante todo la actuación del Espíritu Santo
con sus carismas, luego la vigorosa vivencia de los as-
pectos esenciales de la vida cristiana y en fin, una técni-
ca psicológica muy avanzada que favorecía los efectos
sobrenaturales. El elemento integrante de los Cursillos
consistió en las reuniones de grupo, con los cuales se
pretendió perseverar en los propósitos concebidos du-
rante los tres días de Cursillos, sirviéndose con preferen-
cia de la forma comunitaria, que es fundamental en el
plan divino de salvar al género humano.
90. Algunos cursillistas no supieron determinar con pre-

cisión los puntos esenciales de la vida cristiana, insis-
101

tiendo con exceso en el elemento constitucional de la

misma, vivir en gracia, sin dar la debida importancia al
elemento operativo, a saber, al ejercicio de las virtudes
teologales, sobre todo la caridad.
Esta confusión de algunos cursillistas procedió de
la falta de desarrollo de las orientaciones recibidas en la
mencionada Escuela de Formación, la cual se propuso
como ideal en las 33 lecciones exponer el tema que se
repetía con frecuencia: el apostolado es fruto espontá-
neo de la vida de la gracia. Para ilustrar esta verdad, me
serví de numerosos textos del Nuevo Testamento y de la
práctica de la Iglesia primitiva.
91. Otra dificultad que no llegaron a superar diversos

cursillistas fue determinar el justo medio entre la actua-
ción por una parte del Espíritu Santo y la gracia de sus
virtudes, y por otra del factor técnico, por lo cual los
efectos de los Cursillos a veces fueron predominante-
mente de orden sensible y sentimental con el peligro
de poca consistencia. Favoreció este inconveniente del
movimiento Cursillista, el carácter emotivo de muchos
de sus secuaces.
92. Otra sombra de los Cursillos en su primera época

fue la necesidad de presentar en forma diversa la doc-
trina cristiana en las varias etapas de la vida del católico,
desde su primer encuentro con Cristo hasta la plenitud
del desarrollo del germen sobrenatural. Los Cursillos en
sus primeros años se dirigieron a conquistar a los jóve-
nes alejados de Cristo, dotados de muchas cualidades
102

Tercera parte
humanas, o como decían los padres de los mismos, los

jóvenes de la acera de enfrente. Con razón los llama-
ron Cursillos de Conquista. Fue ocasión de conflictos la
tendencia de algunos jóvenes, los cuales a impulsos de
su entusiasmo trataron de aplicar la misma modalidad
de los Cursillos a otros grados de la vida cristiana, la
cual es muy diversa en los neófitos y los adultos en
la fe. Se buscó una solución a este problema apostólico
mediante las reuniones de grupo y la práctica intensa
de los Ejercicios Espirituales. Además no pocos cursillis-
tas, como principiantes en la fe, movidos de un fuerte
entusiasmo juvenil, no dieron a los demás el ejemplo de
la humildad y la caridad, propias de los veteranos en la
vida cristiana, lo cual consideraron fruto de los Cursillos
los que no sentían simpatía por los mismos.
93. Estos mismos encontraron en el movimiento cursi-

llista otro punto débil, a saber, la dificultad en conjugar
la libertad individual y el uso de la técnica para conquis-
tar a los jóvenes para Cristo. A decir verdad, en este
particular noté actuación errada de no pocos, pues para
acertar se necesitaba grande equilibrio que no es raro
falte en los jóvenes. Este defecto procedió en general
más bien del temperamento de las personas que de la
naturaleza misma de la nueva forma de apostolado.
94. Los Cursillos fueron, además, un movimiento emi-

nentemente seglar, que apareció en una época en que
los laicos no habían sido declarados maduros, como ha
hecho el Vaticano II, ni estaban fijados los límites de la
103

jerarquía tocante a los carismas y a las actividades de

los seglares en la extensión del Reino de Cristo. Por este
motivo los Cursillos fueron ocasión de disgustos y con-
fusión, que actualmente es difícil poder apreciar debido
al cambio de mentalidad.
95. Asimismo los jóvenes mediante la obra de los Cursi-

llos se colocaron en las primeras filas del apostolado se-
glar por los años 1944, por lo cual su forma de proceder
a veces no fue comprendida por los miembros del Clero,
ni encontró su lugar propio en la edificación del Cuerpo
Místico dentro de parroquias y diócesis, pues todavía
estaban vigentes las estructuras tradicionales.
96. En fin, los Cursillos durante sus primeros años de

existencia, dieron a la Iglesia jóvenes con tal energía y
entusiasmo, con formas de vida cristiana tan nuevas
y extrañas para países tradicionales, con tantas ansias de
apostolado y con manifestaciones juveniles tan moder-
nas, que por falta de preparación en los guías del Pueblo
de Dios, no consiguieron a veces ser contenidos en los
justos límites que el Espíritu Santo deseaba.
Conclusión
97. Creo haber cumplido en forma satisfactoria mi ob-

jetivo de tejer la historia genuina de la primera época
de los Cursillos de Cristiandad a base de auténticos
documentos publicados por los jóvenes, considerados
104

Tercera parte
como los padres de los mismos, en el Boletín que en

un principio se llamó “Jóvenes” y luego “Proa”. De vez
en cuando me he servido de los recuerdos personales
que conservo de aquellos ya lejanos años de apostola-
do entre los jóvenes, procurando siempre ajustarme al
criterio de todo crítico historiador, ser objetivo; por lo
cual he procurado que nunca el amor a este movimiento
sacrificara la verdad de los acontecimientos. He prescin-
dido completamente de todos los comentarios publica-
dos sobre los Cursillos; me he servido sólo de fuentes
primitivas.
98. Quizá no esté completamente de acuerdo esta vi-

sión personal de la primera etapa de los Cursillos con
otras que se han dado a la luz pública. Esta falta de ar-
monía no es de extrañar, pues fuimos pocos los testigos
de los primeros tiempos de este movimiento renovador,
y además es muy difícil poder disponer de la colección
del citado Boletín, pues hasta ahora solamente he podi-
do dar con un ejemplar y éste incompleto.
99. Además, ha sido uno de mis anhelos en el largo

y duro trabajo de investigar los orígenes de los Cursi-
llos de Cristiandad proponer una base segura para aco-
modarlos perfectamente a las nuevas orientaciones del
Concilio Vaticano II sobre el apostolado seglar, a fin de
conseguir que en este campo continúe ocupando las
primeras líneas del apostolado laical, en las que se colo-
caron en el año 1944.
105

100. Voy a cerrar, como con un broche de oro, este tra-

bajo de investigación recordando otras muestras de sim-
patía del Papa Pablo VI por los Cursillos de Cristiandad.
El Santo Padre en la audiencia particular concedida al
Obispo de Ciudad Real, doctor Juan Hervás y Benet, Di-
rector del Secretariado Nacional de los Cursillos de Cris-
tiandad, el día 20 de abril de 1967, manifestó deseos de
conocer los orígenes de los mismos.
En una relación de dicha audiencia escribió el citado
doctor Hervás: “El Papa empezó a leer la lista de mate-
rias que había preparado para que me preguntase, caso
de interesarle alguna. Conforme avanzaba en su lectura,
Pablo VI iba diciendo en voz alta: ¡Cuánta obra, cuánta
obra! El Papa paró sus ojos en los Cursillos de Cristiandad.
¡Cuánto bien está haciendo esta Obra, sobre todo en
América Latina! ¿Cómo nació este movimiento? ¿Cómo
se les ocurrió? ¿Quién ha sido el autor o autores?. Yo
hice lo posible para responder en pocas palabras a tan-
tas preguntas, por las que se veía al Vicario de Jesucristo
profundamente impresionado e interesado.” (Boletín
del Secretariado Nacional de España, título: “Cursillos
de Cristiandad” n.50 y P.5.) Últimamente su Santidad
habló de nuevo sobre los Cursillos en la Audiencia
General del 7 de febrero del año 1968.
101. Este interés por la Obra de los Cursillos de Cristian-

dad, que el Santo Padre últimamente ha manifestado al
doctor Hervás confirma cuanto he referido al principio
de este trabajo sobre las pruebas de afecto por este mo-
vimiento, que exteriorizó en la audiencia concedida a los
106

Tercera parte
5.000 cursillistas en la vigilia de Pentecostés de 1966.

Los Cursillos de Cristiandad, que hace 25 años tuvieron
sus principios en la Isla de Mallorca y hoy están extendi-
dos a todos los continentes, cuentan con la bendición,
apoyo y simpatía del Papa Pablo VI.
Roma, febrero 1969.
107

Anexo
Discurso del Santo Padre Pablo VI con ocasión

de la ultreya mundial de los cursillos de
Cristiandad.
Roma, Sábado 28 de mayo de 1966
Cursillistas de Cristiandad
Hermanos e Hijos amadísimos:
¿Quién sois vosotros y de dónde venís? ¿Cuántos sois
y qué secreto poder a todos os ha congregado hoy en
Roma? La respuesta a estas preguntas nos la acaba de
dar en sus cordiales y fervorosas palabras –que agra-
decemos vivamente– el Señor Cardenal de Tarragona.
La habríamos adivinado igualmente cuando al entrar en
estas salas, pasábamos entre vosotros.
Vuestras aclamaciones nos iban descubriendo vues-
tros puntos de origen: venís de España, fecunda siempre
en instituciones y obras para la Iglesia; venís de Portugal,
donde el estímulo de renovación espiritual sacude men-
tes y corazones; venís de México y de otros Países del
Norte, del Centro y del Sur de América; venís de Filipinas
y del Extremo Oriente, de Asia, de las naciones nuevas
de África. Sois muchos; sois millares los que estáis aquí,
109

y representáis a los cientos y miles que han participado

en la misma lluvia de gracias y están animados de idén-
ticos ideales bebidos en una fuente común: vuestros
Cursillos.
«Cursillos de Cristiandad»: esa es la palabra, acriso-
lada en la experiencia, acreditada en sus frutos, que hoy
recorre con carta de ciudadanía los caminos del mundo.
Y es ésa ya universal expresión el resorte mágico que en
este día os convoca a Roma. ¿Para qué? Para actuar con
ello en vosotros el sentido peregrinante que da estilo a
vuestro método; para saturar vuestro espíritu en el cris-
tianismo primitivo de la Roma Sacra; para percibir con
mayor intensidad en vuestras vidas el misterio de Cristo
presente en Pedro; para tomar conciencia de ser Iglesia;
para dejaros enardecer por la fascinación del momento
pentecostal que con el Concilio la ha invadido en su rea-
lidad profunda y en sus movimientos y manifestaciones
vitales.
¡Cristo, la Iglesia, el Concilio! ¡Qué larga conversa-
ción la que abren estos temas! Dejadnos deciros una
palabras del primero: de los otros dos os sugeriremos
unas breves reflexiones.
Ante la trasformacion del mundo actual, que deja con
facilidad y rapidez superados unos tras otros los modos
de vida, ante el fenómeno del tiempo que con solo su
paso enmohece las armas, es admirable el dinamismo
que el Espíritu Santo infunde en la Iglesia despertando
iniciativas y obras que, sin necesidad de destruir ni ami-
norar fórmulas e instituciones todavía vigentes, adornan
de nueva eficacia y lozanía al mensaje evangélico.
110

Anexo
Mas si cambian los tiempos y algunos métodos enve-

jecen, si surgen nuevas manifestaciones del Espíritu,
la tarea permanente del laico seguirá siendo la inser-
ción del cristianismo en la vida, mediante el encuentro
y amistad personal con Dios y en la comunión con los
hermanos. El seglar, al formarse en cristiano, reforma su
mentalidad y conforma su vida con la imagen de Cristo,
por medio de la fe, la esperanza y la caridad; trasforma,
actuando en plena responsabilidad propia, las estruc-
turas temporales en las que está inmerso; guiado en su
acción por la mirada de Cristo trata de rehacer conti-
nuamente el mundo según el plan y el designio de Dios.
Pende sobre la humanidad en este preciso momento
de su historia la amenaza de quedar derrotada en vir-
tud de su mismo progreso; existen novedades en la
época actual que sin duda son buenas y útiles al hom-
bre; pero hay también cambios e innovaciones en el vivir
moderno que gravan desordenadamente sobre la vida
religiosa y la ponen en peligro, dejando al hombre en la
incertidumbre, y no rara vez en la angustia.
Van quedando atrás, por fortuna, los tiempos en que
la profesión cristiana en nuestros pueblos, tradicional-
mente católicos, se relegaba al ámbito individual y pri-
vado, sin trascender al social, profesional y civil. Un más
elevado nivel de cultura teológica y litúrgica, el acceso
de los seglares al apostolado organizado, particular-
mente en las filas de la Acción Católica, han acercado
más la religión a la vida. Pero un enfoque demasiado
sentimental y casi exclusivamente piadoso y devocional
en los métodos pastorales, el no dar siempre la impor-
111

tancia debida al núcleo esencial y a lo fundamental cris-

tiano, entre otros factores que sería largo examinar, han
hecho que en no pocas de nuestras estadísticas y dentro
de nuestros templos aparezca acusador el desigual por-
centaje de práctica religiosa entre el hombre y la mujer,
entre el niño y el adulto.
¿Será la figura de Cristo –nos preguntamos ante estos
fenómenos– capaz todavía de despertar el entusiasmo
en una juventud víctima a veces de la desilusión? ¿Tiene
aún el evangelio entrada en el jefe de industria, el cate-
drático, el obrero, en la ciudad como en el campo? Los
ideales cristianos que configuraron al conductor y guía
de otras épocas, que han sido buenos para hacer san-
tos en todas las clases y estamentos sociales, que han
engendrado varones perfectos, maestros del vivir, artí-
fices del progreso, ¿serán válidos para nuestra época?
La respuesta, felizmente afirmativa, la encontramos en
vosotros. Al veros, el alma se abre a la esperanza: la
religión, con sus valores, presentada rectamente, con-
serva todavía su poder de atracción, su interés en los
hombres, en los jóvenes que, según vuestro lenguaje
«pisan fuerte», tienen estilo, con puesto en las profesio-
nes, con influjo en la vida.
Más aún, la llamada al cristianismo no es para ver-
sátiles o tímidos, para los que se detienen en la mitad
del camino o se entregan a oportunismos y viles
compromisos.
El hombre acabado y perfecto, el hombre valiente y
seguro de sí mismo, el hombre capaz de actuar y de
amar, es siempre buen alumno de la disciplina de Cristo.
112

Anexo
¡Oh qué riqueza de valores encierra la vocación cris-

tiana! Recordadlo siempre; vividlo. A Cristo os une el
compromiso solemne del bautismo; a Él os ligan las
relaciones vitales de los sacramentos que hacen circular
por vuestras almas su sangre redentora. Cristo ocupa
el centro de referencia de la historia universal, cósmica
y humana: porque todas las cosas fueron hechas en Él y
por El, todo lo puso el Padre bajo su poder, a todos Él
atrae desde la cruz; y Él enlaza con el corazón de cada
uno como amigo, a todos invita a su gran empresa.
¡Oh! hombres, ¡Oh! Jóvenes, que tenéis la sana ambi-
ción de las cosas grandes y hermosas! Sabed con ale-
gría que podréis ser, que debéis ser, que ya sois, si lo
queréis, de Cristo. De Cristo Verbo Encarnado, Hijo de
Dios, Mesías del mundo, esperanza de la humanidad y
único Maestro; de Cristo pan de vida, Pontífice, víctima,
mediador entre Dios y los hombres. Sí, vosotros sois sus
llamados, sus discípulos, sus testigos, miembros vivos,
entrelazados en su inmenso y único Cuerpo Místico.
Habéis querido venir aquí, centro y corazón de la
Iglesia, para sentir más de cerca sus palpitaciones, para
acrecentar vuestro ya grande amor hacia ella, para tomar
conciencia más viva de vuestra pertenencia al reino de
Dios sobre la tierra, para afianzaros en los deberes y exi-
gencias apostólicas que de ello derivan.
Sabemos que en vuestra palestra de espiritualidad y
apostolado, en el movimiento de Cursillos, el «sensus
Ecclesiae» es norte que orienta, palanca que mueve, luz
y manantial que inspira y vitaliza. Llevaos de esta visita a
Roma, Iglesia reina que preside la caridad, un amor hacia
113

la Iglesia mayor aún, si pudiera ser, del que os devora,

un propósito decidido de hacer Iglesia. Mas recordad
siempre que «no es la conformidad con el espíritu del
mundo, no es la inmunidad frente a las disciplinas de
una razonable ascética, no es la indiferencia hacia las
libres costumbres de nuestro tiempo, no es la emanci-
pación ante la autoridad de los prudentes y legítimos
superiores, no es la apatía hacia las formas contradicto-
rias del pensamiento moderno lo que puede dar vigor
a la Iglesia… sino su actitud para vivir según la gracia
divina, su fidelidad al evangelio, su cohesión jerárquica
y comunitaria» (Ecclesiam suam, n. 47).
Y finalmente una breve reflexión sobre el Concilio,
diríamos mejor sobre el postconcilio. El desarrollo doc-
trinal de sus documentos –al igual que lo ha sido su
elaboración– es obra del magisterio de los Obispos,
coadyuvados por los peritos; mas su estudio, difusión y
aplicación toca a toda la Iglesia.
Nos conmueve la delicadeza con que en Nuestra
humilde persona depositáis vuestra gratitud al
Episcopado del mundo entero por el don del Concilio
celebrado. Al ganar el jubileo en Nuestra Catedral de
Letrán pedid al Espíritu Santo que siga iluminando y
guiando al Pueblo de Dios, que Pastores y fieles sepa-
mos aprovechar y hacer rendir los talentos confiados a
la Iglesia en este periodo de su historia: para realizar la
imagen ideal de la Esposa Santa e Inmaculada (cf. Eph.
5, 27), para crecimiento y aumento del Cuerpo Místico
de Cristo, para la unión de todos los cristianos, para la
recristianización del mundo entero.
114

Anexo
En esta esperanzadora tarea, el Concilio especifica

vuestro cometido con palabras que bien pueden formar
parte de vuestro programa: «Los seglares han de pro-
curar, en la medida de sus fuerzas, sanear las estructu-
ras y los ambientes del mundo, si en algún caso incitan
al pecado, de modo que todo esto se conforme a las
normas de la justicia y favorezca, más bien que impida,
la práctica de las virtudes. Obrando así impregnarán de
sentido moral la cultura y el trabajo humano» (Lumen
gentium, n. 36).
¿No es eso lo que vosotros pretendéis al querer sus-
tituir en el alma las tinieblas del pecado con los colores
vivos de la gracia y al querer poner transparencia de fe
luminosa donde antes había duda, tormento, egoísmo?
Sea vuestro postconcilio una primavera de flores cristia-
nas que alegren el paisaje del mundo y una aurora de
nuevas luces que marquen vuestro camino y el camino
de los hombres que, quizás sin saberlo, también se diri-
gen hacia Dios.
Amadísimos Hijos:
La visión de los males que afligen a la Iglesia y a la
humanidad muchas veces oprimen Nuestra alma. Mas
permitidnos expresar el gozo sobreabundante que en
estos momentos la inunda ante el coro inmenso de
vuestra fe viril en Cristo, de vuestra fidelidad a la Iglesia,
de vuestra fervorosa adhesión a esta Cátedra de Pedro y
al ministerio de la Jerarquía Episcopal.
¡Cursillistas de Cristiandad! Cristo, la Iglesia, el Papa
cuentan con vosotros.
115

¿Seréis siempre apóstoles?

¿Trataréis con vuestro testimonio de que la Iglesia
aparezca al mundo bella como Cristo la vio, la quiso, la
amó?
¿Estáis listos para realizar el programa del Concilio?
¡Gracias! ¡Gracias! San Pablo os aliente: la Virgen
Reina de los Apóstoles y Madre de la Iglesia os ampare.
En nombre de su Hijo recibid Nuestra más amplia y cor-
dial Bendición Apostólica.
116

Recensión de la
producción científica
del Padre Gabriel Seguí
Seguí Vidal, Gabriel, Caimari, (Selva-Mallorca) 18-IV-

1907. Palma, 28-XI-1996. Historiador y religioso.
El año 1923, ingresó en la Congregación de los
Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María.
El año 1929 fue ordenado de presbítero. Estudió en
Roma (1929-35), donde se doctoró en teología y fue
uno de los primeros que se doctoraron en la nueva facul-
tad de Historia Eclesiástica de la Pontificia Universidad
Gregoriana. Además se licenció en arqueología en el
Pontificio Instituto correspondiente y se fue Diplomado
en Biblioteconomía. Volvió a Mallorca, donde ejerció la
docencia en el Escolasticado de su Congregación, tuvo
cargos pastorales en la diócesis, director de la Casa de
Espiritualidad del Monestir de la Real. Trabajó en la
Escuela de Dirigentes de Acción Católica y fue unos de
los iniciadores de los Cursillos de Cristiandad, aportando
sobre todo las bases teológicas para este movimiento,
que alcanzó una difusión mundial. Promovió la reno-
vación litúrgica y se introdujo en la prensa y la radio
con objetivos pastorales y culturales. Presidió la Unión
117

Diocesana de Religiosos. Entre 1957-69, residió de nuevo

en Roma como Procurador y Postulador General de su
Congregación, y trabajó como auxiliar de la Secretaría
de Estado Vaticano. Introdujo en España el estudio de
los orígenes del cristianismo balear, sobre todo con su
obra La carta encíclica del Obispo Severo (1937), en la
cual ofrece la primera edición crítica de esta epístola.
En este estudio también inició la investigación sobre
otro autor hispano olvidado, Consencio, residente en
Menorca a inicios del s. V. Participó en la promoción del
cultivo de la historia de la época romana en las Baleares,
con publicaciones, conferencias y hasta animando exca-
vaciones arqueológicas, como las de la basílica paleo-
cristiana de Son Bou de Menorca. Ha publicado unos 30
artículos sobre el monasterio de la Real, Ramon Llull, el
cardenal Despuig y la Congregación de los Misioneros
de los Sagrados Corazones en varias, especialmente
en las revistas Analecta Sacra Taraconensia, Boletín
de la Sociedad Arqueológica Luliana, Lluc, Reinarán
y Estudios Lulianos. Fue miembro de la “Maioricensis
Schola Lullistica” y de la “Causa Pia Lulliana”.
Obras de ∼:. Estudio de su autenticidad e integridad con
un bosquejo histórico del cristianismo balear anterior al
siglo VIII, (Seminario de los Misioneros de los Sagrados
Corazones de Jesús y María. Monasterio de Santa María
de La Real), Palma de Mallorca, Imp. Mn. Alcover, 1937;
“El Monasterio de Santa María de La Real en sus siete
siglos de existencia, 1239-1939”, Lluc, 20, Mallorca,
1940, págs. 97-99; “Las Baleares Romanas”, Boletín de
la Sociedad Arqueológica Luliana, 28, Mallorca, 1942,
118

Recensión de la producción científica del padre gabriel seguí
págs. 333-352; “El Cenáculo del beato Ramon Llull”,

Analecta Sacra Tarraconensia, 15, Barcelona, 1942, págs.
75-92; “El Cardenal Despuig y la Santa Sede”, Analecta
Sacra Tarraconensia, 16, Barcelona, 1944, págs. 201-
222; Guiones de estudio, formación y actuación de los
primeros Dirigentes, (Asociación de los Jóvenes de Acción
Católica Española. Escuela de Dirigentes del Consejo
Diocesano de Mallorca), Palma de Mallorca, Imp. Mn.
Alcover, 1947; Monasterio de Santa María de La Real,
Palma, Imp. SS. Corazones, 1949; Sacerdote y heraldo
de los SS.CC. 20 (150 x 100), Palma, Publicaciones de
la Procura de Beatificación del S. de D. P. Rosselló, Imp.
Homar, 1951; “La basílica paleocristiana de Son Bou en
Menorca”, Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana,
30, Mallorca, 1952, págs. 687-707 con dos láminas;
“La basílica descubierta en Son Bou y los orígenes del
cristianismo en Menorca”, Studi sulla Chiesa Antica e
sull’Umanesimo, (Analecta Gregoriana, LXX), Roma,
Pontificia Università Gregoriana, 1954, págs. 79-92;
Con J. N. Hillgarth, “La ‘Altercatio’ y la basílica paleo-
cristiana de Son Bou de Menorca”), Separata del Boletín
de la Sociedad Arqueológica Luliana, Palma, Antigua
imprenta Soler, 1955; “La devoción a los Sagrados
Corazones de Jesús y María en Mallorca”, Boletín de la
Sociedad Arqueológica Luliana, 31, Palma, 1955, págs.
286-291; “Relaciones del Císter y de San Bernardo con
el Beato Ramon Llull”, Estudios lulianos, 8, Palma de
Mallorca, 1964, págs. 171-184; Ss. Celso e Giuliano, (Le
chiese di Roma illustrate, 88), Roma Arte della stampa,
Roma, 1966; Orígenes de los Cursillos de Cristiandad.
119

19411949, (Folio Ciclostyl), Roma 1969; Un sacerdote

en toda la comprensión del vocablo. El siervo de Dios,
P. Joaquín Rosselló y Ferrà, Palma, Imp. Politécnica,
1971; “Santa Maria de Lluc, Mare de l’església local
de Mallorca”, Comunicació, Revista del CETEM, Núm.
27-28, Palma, , Gràfiques Miramar, 1983, págs. 21-40.
Bibli.: “Menorca, “Homenatge al P. Gabriel Seguí, pa-
triarca de la història cristiana de les Balears”, Vinculum,
Nº. 149, 1985, p. 82; “Seguí Vidal, Gabriel”, Gran En-
ciclopèdia de Mallorca,16, Mallorca, 1991, págs., 70-
71; “Gabriel Seguí Vidal”, R. Carbonell Mestre, “Gabriel
Seguí Vidal”, Butlletí Oficial del Bisbat de Mallorca, 136,
Mallorca 1996, 390.
Josep Amengual i Batle
(Diccionario Biográfico Español)
120

Archivo fotográfico
Fotografías del Padre Gabriel Seguí con Eduardo Bonnín

en orden cronológico, del Archivo histórico de los Misio-
neros de los Sagrados Corazones.
19-03-1944. Ejercicios Espirituales en el Monasterio de La Real, Palma

de Mallorca. Sentados el P. Josep Miralles M.SS.CC. P. Josep Amengual,
M. Ss Cc., Eduardo Bonnín.
121

1944. Monasterio de La Real, Palma de Mallorca. Eduardo Bonnín
hablando con el Superior P. Josep Miralles, M.SS.CC.
1947. Monasterio de La Real. Sentados en segunda línea, Mons. Joan

Hervás, a su derecha Mn. P. Gabriel Seguí M.SS.CC., P. Nicolau Marquès a
continuación. Sentados a la izquierda de Mons. Joan Hervás, P. Bartomeu
Nicolau, TOR, Mn. Miguel Moncadas (posteriormente fue obispo de
Menorca y de Solsona), y Eduardo Bonnín.
122

Año 1947 en el Monasterio de La Real de Palma de Mallorca
Octubre 1947. En la Foto sentados Mn. José Dameto (Consiliario de

la J.A.C.), el Obispo Hervás, de pie el P. Seguí y de pie, Eduardo Bonnín.
123

Año 1948 en el Santuario de Lluc, salida de la peregrinación de la JAC
a Santiago de Compostela. En primer plano el P. Seguí delante del Obispo
Hervás. En el fondo a la derecha Eduardo Bonnín.
Año 1948 en el Santuario de Lluc, El Obispo Hervás, delante de Eduardo

Bonnín y D. Sebastián Gayá. A su izquierda el P. Gabriel Seguí.
124

Año 1958. Monasterio de La Real: Ejercicios espirituales con el
P. Francesc Servera, M.SS.CC. el cuarto a su izquierda, Eduardo Bonnín.
28-05-1966. Roma. Audiencia con el Papa Pablo VI. con motivo de la

1ª Ultreya mundial. En el centro de la foto, Eduardo Bonnín, a la derecha,
D. Sebastián Gayá.
125

Año 1990, Xisco Forteza, P. Gabriel Seguí, Eduardo Bonnín y Jaume Radó.
En los M.SS.CC de Palma de Mallorca.
5 de septiembre de 1992 en los M.SS.CC de Palma de Mallorca.

Eduardo Bonnín, P. Gabriel Seguí M.SS.CC. y P. Gastón Rioux de Canadá
126

Conste el agradecimiento de los cursillistas
a la persona de Gabriel Seguí Vidal y
al trabajo historiográfico y testimonial
que legó como fruto que permanece.


EL PADRE GABRIEL SEGUI Biografia y Origenes Del MCC

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

EL PADRE GABRIEL SEGUI Biografia y Origenes Del MCC

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

El Padre Gabriel Seguí

Misionero de los Sagrados Corazones

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 1 09/10/19 13:36

© 2019 Fundación Eduardo Bonnín Aguiló

Fundación Eduardo Bonnín Aguiló

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 2 09/10/19 13:36

MISIONEROS DE LOS SAGRADOS CORAZONES

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 3 09/10/19 13:36

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 5 09/10/19 13:36

Origenes de los Cursillos de Cristiandad 1941-1949..... 51

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 6 09/10/19 13:36

Archivo fotográfico....................................................... 121

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 7 09/10/19 13:36

Con motivo del 25 aniversario de la celebración del

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 9 09/10/19 13:36

un sentido pleno a la vivencia personal del Evangelio en el

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 10 09/10/19 13:36

Dirigentes de los jóvenes de la Acción Católica, precisa-

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 11 09/10/19 13:36

esas fechas Eduardo Bonnín presidente de los jóvenes

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 12 09/10/19 13:36

consciente de la necesidad futura de aclarar la verdad

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 13 09/10/19 13:36

personal hacia el Padre Seguí que en línea a su santidad

Fundación Eduardo Bonnín Aguiló

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 14 09/10/19 13:36

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 15 09/10/19 13:36

de los documentos pontificios siempre quedan en el

Ricard Janer, MSSCC

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 16 09/10/19 13:36

Ms.Gabriel Seguí Vidal †, MSSCC

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 17 09/10/19 13:36

(Observe el lector que el texto reproducido se ha sacado del die-

Infancia, adolescencia y juventud

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 19 09/10/19 13:36

El P. Seguí durante su noviciado.

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 20 09/10/19 13:36

En el Monasterio de La Real, en la ciudad de Palma, cursó los

El P. Gabriel Seguí siendo estudiante en el Monasterio de La Real.

Durante los Ejercicios espirituales preparatorios para la ordena-

La lectura de este documento despertó en mi ánimo ju-

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 21 09/10/19 13:36

Fundador (en adelante P.F.) Dios había promovido la fun-

Ordenación sacerdotal y Final de Carrera

Durante mi ordenación en la basílica de San Juan de Le-

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 22 09/10/19 13:36

La realización de este ideal ha dado a mi vida una

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 23 09/10/19 13:36

Año 1929 en Roma, el P. Seguí recién ordenado Sacerdote.

Pasó sus primeros años de sacerdote en Roma dedicado al es-

Durante estos años, empecé a formar una biblioteca so-

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 24 09/10/19 13:36

A mediados de 1935, presenté y defendí la tesis doc-

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 25 09/10/19 13:36

profesores se trasladaron al Santuario de Lluc, junto con

El cese en la dirección del Seminario me obligó a cam-

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 26 09/10/19 13:36

Esta etapa duró doce años, de los cuales pasé nueve

Padre Gabriel Segui_128_140x210.indd 27 09/10/19 13:36

Establiments. También compré el cine de Establiments

Formación de dirigentes de Acción Católica

Dirigí la Escuela de Dirigentes de Acción Católica con

1. Consultado Eduardo Bonnín, día 11 de marzo de 2004, sobre la di-