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LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA
CATÓLICA
SIGLAS
3
ÍNDICE
SIGLAS................................................................................2
ÍNDICE................................................................................5
CAPÍTULO I.........................................................................9
NATURALEZA Y OBJETIVOS DE LA RENOVACIÓN
CARISMÁTICA CATÓLICA....................................................9
Naturaleza de la RCC....................................................11
Objetivos de la RCC......................................................13
CAPÍTULO II......................................................................15
IDENTIDAD DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA
.........................................................................................15
Elementos que definen la identidad de la Renovación
Carismática Católica.....................................................15
Signos...........................................................................22
GRUPOS DE ORACIÓN Y COMUNIDADES..........................24
Grupos de Oración.......................................................24
COMUNIDADES ECLESIALES DE RENOVACIÓN.................26
ELEMENTOS QUE FAVORECEN LA MANIFESTACIÓN DE LA
IDENTIDAD DE LA RCC EN LOS GRUPOS DE ORACIÓN Y
COMUNIDADES................................................................27
RETIROS Y SEMINARIOS DE VIDA EN EL ESPÍRITU.............29
Temario del retiro básico o Seminario de Vida en el
Espíritu.........................................................................29
Ministerios recomendados para el servicio de un Retiro
o Seminario de Vida en el Espíritu................................30
Recomendaciones para el crecimiento en la fe después
del Retiro o Seminario Básico.......................................30
SERVIDORES Y LÍDERES.....................................................32
Servidores....................................................................33
Perfil del servidor carismático......................................33
Líderes..........................................................................34
DONES Y CARISMAS DEL ESPÍRITU SANTO.......................35
Don de profecía............................................................36
Don de sanación...........................................................37
5
Don de liberación.........................................................40
Don de lenguas.............................................................44
LOS CARISMAS EN LA COMUNIDAD CRISTIANA...............46
SUGERENCIAS PASTORALES EN ORDEN A UNA SANA
IDENTIDAD EN LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA
.........................................................................................47
RENOVACIÓN Y ECUMENISMO........................................51
¿Qué es el ecumenismo?.............................................51
RENOVACIÓN CARISMÁTICA Y MOVIMIENTO ECUMÉNICO
.........................................................................................53
CAPÍTULO III.....................................................................54
VER: LECTURA DE LA REALIDAD ACTUAL DE LA
RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA EN VENEZUELA. .54
¿Dónde estamos?.........................................................54
Luces: aspectos positivos y fortalezas..........................54
Sombras: aspectos negativos y debilidades.................56
CAPÍTULO IV.....................................................................58
JUZGAR: FUNDAMENTOS TEOLÓGICO-PASTORALES DE LA
RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA...........................58
Fuentes donde se alimenta la identidad de esta
corriente de gracia.......................................................59
Efusión del Espíritu Santo.............................................60
La cultura de Pentecostés............................................63
La Evangelización en la RCC..........................................65
Dimensiones de la Evangelización................................66
Dimensión profética: proclamar la fe...........................67
Dimensión Sacerdotal: celebrar la fe............................69
Dimensión Real: servicio de unidad en la caridad........70
Dimensión Comunitaria: convivir en y desde la fe.......71
Dones y carismas..........................................................72
Itinerario de vida cristiana en el Espíritu Santo............74
Primera etapa: primer anuncio....................................74
Segunda etapa: discipulado..........................................74
Tercera etapa: misión...................................................75
CAPÍTULO V......................................................................77
LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA EN VENEZUELA
.........................................................................................77
6
APORTES TEOLÓGICO-PASTORALES DESDE LA
PERSPECTIVA DEL DOCUMENTO DE APARECIDA Y DEL
CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA............................77
Documento de Aparecida.............................................77
Concilio Plenario de Venezuela....................................78
CAPÍTULO VI.....................................................................80
ACTUAR: DESAFÍOS, PRINCIPIOS ORIENTADORES Y PLAN
NACIONAL DE SERVICIO DE LA RCC EN VENEZUELA.........80
Desafíos........................................................................80
Desafíos generales.......................................................80
PRINCIPIOS ORIENTADORES PARA EL SER Y EL
QUEHACER DE LA RCC..................................................82
FIDELIDAD A LA AUTÉNTICA DOCTRINA DE LA FE.........83
CENTRALIDAD DE LA VIDA SACRAMENTAL...................84
VIDA COMUNITARIA.....................................................85
EL RECTO USO DE LOS DONES ESPIRITUALES...............85
LA PRIMACÍA DEL AMOR..............................................86
COMPROMISO SOCIAL.................................................87
LA VIRGEN MARÍA EN LA RENOVACIÓN CARISMATICA
CATÓLICA.....................................................................88
7
8
CAPÍTULO I
NATURALEZA Y OBJETIVOS DE LA
RENOVACIÓN CARISMÁTICA
CATÓLICA
9
creciente al Espíritu Santo, es un Pentecostés actual para
renovar la Iglesia de hoy. Puede definirse la RCC como un
regreso a las fuentes primeras del cristianismo y estas
fuentes pueden resumirse en:
La proclamación de la Palabra con poder.
La invitación a una conversión personal.
El reconocimiento de Jesús como Señor y Salvador,
como base para una relación personal.
Una nueva efusión en el Espíritu Santo que nos ayuda
a vivir como hijos de Dios Padre y hermanos en
Jesucristo.
La integración a la Comunidad Cristiana (Grupos de
Oración, Asambleas, Comunidades Eclesiales, entre
otros).
El ejercicio de los carismas para el bien común y
edificación de la Iglesia, como servicio liberador en la
unidad y en la verdad, optando preferencialmente por
los pobres y más necesitados.
El testimonio personal y comunitario de un Dios vivo
revelado en Jesucristo, que nos ama
incondicionalmente.
Según los Estatutos de la ICCRS, aprobados por Su
Santidad Juan Pablo II, "la Renovación Carismática Católica
es un movimiento mundial, pero no uniforme, ni
unificado. No tiene fundador particular, ni un grupo de
fundadores como muchos otros movimientos. No tiene
lista de miembros participantes. La Renovación
Carismática es la reunión muy diversa de individuos,
grupos y actividades, con frecuencia del todo
independientes unos de otros, en diferentes grados y
modos de desarrollo, con diversos énfasis; y que sin
embargo participan de la misma experiencia fundamental
y persiguen los mismos objetivos generales".
Extendida por los cinco continentes, la RCC está integrada
por personas de diferente cultura, por lo cual no puede
10
ser uniforme, sino de acuerdo a su realidad. Con diferente
grado de apertura y, por lo tanto, de compromiso, pero
todos con un mismo deseo de conocer y tener un
encuentro personal con Jesús, por gracia de Dios Padre y
por obra del Espíritu Santo.
Naturaleza de la RCC
11
Objetivos de la RCC
12
CAPÍTULO II
IDENTIDAD DE LA RENOVACIÓN
CARISMÁTICA CATÓLICA
13
En cuanto que esta "Renovación" es de la Iglesia, no se
puede hablar en sentido estricto de una espiritualidad
propia o aparte de la misma. Ante todo, es preciso
esclarecer el término "ESPIRITUALIDAD" en la Iglesia y,
dentro de un concepto amplio del mismo, penetrar en la
experiencia espiritual de la Renovación. Espiritualidad es
la capacidad de descubrir, vivir y contemplar, la presencia
y la acción del Espíritu en nosotros. (Cf. Ruiz, Federico
O.C.D) Caminos del Espíritu. Pág. 9). Espiritualidad es el
conjunto de relaciones, convicciones e inspiraciones que
animan interiormente la comunión con Dios a través de
diversas formas exteriores visibles.
"La espiritualidad de la Renovación no es otra, sino la rica
espiritualidad que brota de la Sagrada Escritura,
principalmente de los escritores del Nuevo Testamento,
en toda su riqueza, con sus matices y con sus variadas
expresiones" (P. Carrillo A. Salvador: Carismáticos. Pág.
61).
Se puede decir que la fuente específica de la Renovación
es la Palabra de Dios, tanto en la Sagrada Escritura como
en la Tradición Apostólica.
Las líneas fundamentales que tipifican la espiritualidad
carismática son:
Experiencia viva de un encuentro con Jesucristo.
Certeza de la presencia y acción del Espíritu Santo.
Devoción, veneración y renovado culto a la Virgen
María.
Ejercicio personal y grupal de la oración,
predominando la nota de la alabanza, adoración,
contemplación y acción de gracias.
Testimonio personal y comunitario de la intervención
de Dios.
Manifestación y ejercitación de los dones espirituales.
Apostolado de Ministerios Carismáticos (Asistencia
Espiritual, Sanación, Liberación, Pastoreo, etc.).
14
Renovado interés por la vida de la Iglesia, toma de
conciencia del servicio en todos sus aspectos.
Gran interés por el estudio de la Sagrada Escritura y
los Documentos de la Iglesia.
Adhesión filial a la Iglesia y al Magisterio de la Iglesia.
"La Espiritualidad de la Renovación" (siendo
esencialmente una espiritualidad bíblica y de tradición
eclesial) no es paralela a ninguna espiritualidad, sino que
renueva y vitaliza todas las corrientes espirituales que el
Espíritu Santo ha hecho surgir a todo lo largo de la historia
de la Iglesia" (P. Carrillo A, Salvador, Óp. Cit. p. 64).
A través de la Renovación, el Espíritu Santo "renueva el
carisma propio de cada persona, de cada institución, de
cada familia religiosa. Vigoriza la espiritualidad de los
laicos, como la de los clérigos; la espiritualidad
matrimonial y familiar, como la de cada instituto religioso.
Por esta razón, seglares, religiosos, sacerdotes y obispos,
tienen espacio en la Renovación en el Espíritu. La
Renovación es para todos los miembros del Pueblo de
Dios" (P. Carrillo A. Salvador. Op. Cit. p. 64).
El Grupo de oración, por ser el ambiente donde se realiza
toda esta experiencia, es esencial a esta corriente de
gracia a fin de que la acción del Espíritu Santo nos haga
tomar conciencia de que somos miembros activos del
Cuerpo de Cristo. La asistencia asidua y la participación
consciente al Grupo son indispensables para vivir la
identidad de la Renovación Carismática Católica.
La responsabilidad de la Renovación Carismática Católica
acentúa las siguientes verdades:
Un Dios: Uno y Trino.
Padre Todopoderoso: Creador del Cielo y de la Tierra.
Jesucristo: Señor y Salvador.
Espíritu Santo: El que vivifica y santifica.
15
En la visión para este Tercer Mileno estamos convencidos
que debemos profundizar nuestra experiencia de ser
cristianos. Hemos sido ungidos como Cristo para participar
de su misión. "En El somos cristos y Cristo" (Cfr. C.L. Núm.
13y 14); como dice San Agustín: "Alegrémonos y demos
gracias: hemos sido hechos no solamente cristianos sino
Cristo" (C.L. Núm. 17). La virtud que resalta es que Jesús
está lleno del Espíritu Santo. El fin que persigue: El Reino
de Dios. El medio para lograrlo: Un Nuevo Pentecostés.
Actividades para lograrlo: Prácticas de piedad propias
(Alabanzas, Grupos de Oración, Seminarios de Vida en el
Espíritu, Invocación al Espíritu Santo, Signos y Señales que
acompañan la acción del Espíritu: Carismas, Comunidades,
Ministerios y Servicios, Mecanismos de Servicio: Consejos
y Comités).
Se hace necesario que cada día se conozcan los elementos
esenciales y opcionales de la Renovación Carismática
Católica.
Elementos Esenciales:
El amor del Padre.
El Poder del Espíritu Santo.
La vida Sacramental.
La Formación de Comunidades Eclesiales de
Renovación.
La Necesidad de Evangelizar.
En la medida en que hacemos nuestro lo que es central en
la realidad del Evangelio, en esa misma proporción estará
centrado en el corazón de la Iglesia, que es el corazón de
Cristo.
Elementos Opcionales: constituye el modo concreto en
que la Renovación Carismática Católica encarna los
elementos esenciales del Evangelio:
Estas formas incluyen:
Grupos de oración.
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Comunidades Eclesiales de Renovación.
Asamblea de Oración.
Retiros Básicos.
Seminarios de Vida en el Espíritu.
Retiros de Profundización.
Conferencias.
Servicios y Ministerios.
Publicaciones.
Consejos y Comités.
Áreas Pastorales.
Estos medios vienen a ser los canales por donde fluye la
Corriente de gracia. Son elementos que configuran la
identidad de la Renovación Carismática Católica ya que
están íntimamente unidos a los elementos esenciales. Sin
ellos o con los mismos debilitados se verían amenazados
los elementos esenciales, la acción del Espíritu Santo, su
fluidez, los carismas; la conversión personal y comunitaria
se verían frenados.
La Renovación Carismática Católica no es un movimiento
más, no es un súper movimiento ni pretende acaparar la
acción del Santo Espíritu, ella es Corriente de Gracia
porque su ser es penetrar en los sujetos, movimientos e
instituciones, no para cambiar su identidad, sino para que
sean transformados, para que reciban los Carismas del
Espíritu para trabajar con poder por el Reino de Dios.
La experiencia de un Bautismo en el Espíritu Santo
(también llamado Efusión del Espíritu Santo) es sin duda
fundamental en la vivencia de la Renovación Carismática
Católica porque expresa la renovación constante de la
gracia recibida en los sacramentos de iniciación cristiana
(Bautismo, Confirmación y Eucaristía).
La Renovación Carismática, es una llamada a conocer el
Amor de Dios, a creer en el Señor, experimentar la
17
conversión y la apertura al don del Espíritu Santo y ser
también transformados en "testigos" de la redención
lograda por Cristo, con su muerte y su resurrección
gloriosa.
El camino actual que recorre la Renovación Carismática
Católica es el mismo camino de la Iglesia: el de la
Evangelización. Esta tarea se realiza por el ejercicio de los
Dones y Carismas que el Espíritu Santo suscita entre los
miembros de la RCC. Estos carismas son gracias en función
del bien común. Por eso se parte de la convicción de que
sólo a través de una relación de profunda comunión con
Jesucristo y de una sólida formación cristiana se puede
mirar hacia la situación que Dios nos está regalando en
Tercer Milenio.
La Renovación Carismática Católica es una corriente que
promueve la relación con los diferentes grupos de
apostolado a través de las organizaciones eclesiales
nacionales y diocesanas que agrupan las diferentes
experiencias laicales. Para ello:
Propicia la unidad entre nosotros y los demás
miembros de la Iglesia haciendo realidad aquellas
palabras de Jesús: "Que todos sean uno... para que el
mundo crea" (Jn. 17,21);
Mantiene su fidelidad a la Jerarquía;
Da testimonio a través de sus miembros de la realidad
del señorío de Cristo invitando a otros los grupos y
movimientos eclesiales a compartir y a enriquecerse
de su espiritualidad.
La Renovación Carismática Católica, al propiciar la
experiencia de una nueva vida en Cristo Jesús, le tiene que
decir al hombre su propia verdad acerca de su situación de
pecado y que, con éste, es imposible experimentar una
vivencia de hombre nuevo.
Con la experiencia de un nuevo Pentecostés o "efusión del
Espíritu Santo", del Retiro Básico o Seminario de Vida en el
Espíritu, la Renovación Carismática Católica invita a salir
18
del Cenáculo para anunciar a Cristo Vivo, como lo hizo el
apóstol Pedro con los once (Cf. Hechos. 2,14-40).
La labor evangelizadora la realiza en íntima comunión con
el Señor (Cabeza) y con los hermanos, es decir la Iglesia
(Cuerpo de Cristo) va a todo el mundo, de acuerdo al
mandato de "Id y evangelizad a todos los pueblos" (Cf. Mt.
28,19).
En la comunidad evangelizada y evangelizadora se da el
crecimiento en Cristo a través de las cuatro notas
características que encontramos en las primeras
comunidades cristianas: "Acudan asiduamente a la
enseñanza (catequesis), "... a la convivencia..." (Vida
comunitaria), "...a la fracción del pan..." (Eucaristía), "... y
a las oraciones" (grupos, asambleas, talleres de oración).
Después del primer anuncio o Kerigma, viene la
catequesis, a la iniciación en la vida en el Espíritu debe
seguir necesariamente el crecimiento. La evangelización
es una proclamación de los hechos salvíficos de Jesús y el
testimonio de la experiencia personal del encuentro con el
Señor. La segunda fase es fundamental para el
crecimiento del hombre nuevo, que apenas ha nacido y
debe seguir inmediatamente a la Evangelización. La
formación o catequesis en un primer momento, más que
recibir una serie de conocimientos doctrinales, es, ante
todo, profundizar en el conocimiento de la Palabra de
manera continua y sistemática que lleve, como de la
mano, a los renovados en el Espíritu Santo por el camino
de la nueva vida. La enseñanza doctrinal, teológica y moral
vendrá posteriormente.
Esta corriente de gracia ha entendido que el cristiano está
llamado a crecer, madurar y dar frutos de manera
permanente, continua. De allí que ha asumido la invitación
del Papa Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica
Christifideles laici, el cual considera que la formación y la
catequesis, "se han de colocar entre prioridades de las
Diócesis y se han de incluir en los programas de acción
pastoral de modo que todos los esfuerzos de las
19
comunidades (sacerdotales, laicos y religiosos) concurran
a este fin" (Cf. CL 57).
Signos
21
GRUPOS DE ORACIÓN Y
COMUNIDADES
Grupos de Oración
23
COMUNIDADES ECLESIALES DE
RENOVACIÓN
24
ELEMENTOS QUE FAVORECEN LA
MANIFESTACIÓN DE LA IDENTIDAD
DE LA RCC EN LOS GRUPOS DE
ORACIÓN Y COMUNIDADES.
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RETIROS Y SEMINARIOS DE VIDA EN
EL ESPÍRITU
27
María, modelo de Crecimiento.
Ministerio de Música.
Equipo de Predicadores.
Planta Física y Ambientación.
Recepción y Buena Acogida.
Protocolo.
Orden.
Alimentación.
Aseo.
Transporte.
Ministerio Sacerdotal (para las confesiones y la
Santa Eucaristía).
29
SERVIDORES Y LÍDERES
30
laicos. En esta corriente de Renovación Carismática es
palpable y manifiesto, en todas partes, el surgimiento de
seglares llamados al ejercicio de diversos carismas.
Servidores
31
Dar testimonio fiel de vida cristiana coherente,
marcada por un esfuerzo constante para alcanzar
metas de conversión y santidad cada vez más altas de
servicio y amor, sobre todo en el propio compromiso
personal, familiar, profesional y social.
Líderes
32
DONES Y CARISMAS DEL ESPÍRITU
SANTO
33
deben pedirse temerariamente ni hay que esperar de ellos
con presunción los frutos del trabajo apostólico. Y,
además, el juicio de su autenticidad y de su ejercicio
razonable pertenece a quienes tienen la autoridad en la
Iglesia, a los cuales compete ante todo no sofocar al
Espíritu, sino probarlo todo y retener lo que es bueno"
(Cfr. 1 Tes5,12,19-21; LG.12,2)
El decreto Apostolicam Actuositatem, en los numerales 3 y
4 nos hace ver que el Espíritu da sus dones a todos los
miembros de la iglesia para el ejercicio del apostolado; por
lo tanto, también los reparte entre laicos e insiste en"... el
derecho y el deber de ejercitarlos para el bien de la
humanidad y edificación de la Iglesia en el seno de la
propia Iglesia y en medio del mundo, con la libertad del
Espíritu Santo..."
"Estos dones espirituales gratuitos, que llamamos
"Carismas" no son directamente gracias en orden a la
santificación personal, sino que son "manifestaciones del
Espíritu para el provecho común" (1 Cor 12, 7) (Carrillo A.
Salvador. Renovación en el Espíritu Santo p. 57).
En él sentido eclesial, carismas son todos los servicios que
contribuyen a la construcción de la comunidad; carismas
son también los cargos institucionales. Estos han estado
siempre vivos en la Iglesia mientras que otros en desuso,
tales como los dones de profecía, sanación, liberación,
lenguas, considerados carismas extraordinarios. La iglesia
recibe hoy, inesperadamente, el regalo de la renovación
de estos carismas olvidados o ausentes. Con todo, la
renovación carismática no los acentúa de forma unilateral
u exclusiva.
Don de profecía
34
profecía suscita un movimiento de conversión, de
agradecimiento al Señor por sus intervenciones de amor,
un sentimiento de paz. Ocasionalmente el profeta recibe
una luz particular prediciendo el provenir (Cfr. 1Cor. 14,3-
4.24-25).
La iglesia ha recibido. inesperadamente, el regalo de la
renovación de estos carismas, cuyo uso no es exclusivo de
la Renovación Carismática Católica. Quien recibe este don
no es utilizado por Dios como una máquina, Dios se sirve
de los sentimientos, la voluntad, el entendimiento, la boca
de las personas para hablar a los presentes. En ella (la
persona) suele darse una lucha interior, como búsqueda
de discernimientos sobre el origen del mensaje (Cf. Jer 20-
9) por eso es necesaria una profunda entrega de sí mismo
a Dios. (Cf. H. Muhlen. Catequesis para la renovación
carismática p.p. 178 y 55).
El carisma de la profecía pertenece a la vida ordinaria de la
Iglesia local. La profecía puede ser una palabra sencilla de
aliento, una amonestación, un acto profético, una decisión
para una nueva línea de acción. Por esta razón no habrá
de entenderse o recibirse todas en el mismo nivel. Se
tiene extremo cuidado con la profecía de predicción y la
de dirección no debe seguirse, sino cuando ha sido
examinado y confirmado de otra manera.
El profeta es un miembro de la Iglesia y no está por
encima de ella aun cuando lo confronten con la voluntad y
la palabra de Dios. Ni el profeta ni su profecía se acreditan
a sí mismos. La profecía ha de someterse a la comunidad
cristiana (Cf. 1Cor 14,29), a los que tienen
responsabilidades pastorales de la Renovación Carismática
(Cf. Documento de Malinas 1, p.63).
Don de sanación
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Jesús...les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que cree y sea bautizado se
salvará, pero él que no crea se condenará. A los que
creyeren les acompañarán estos prodigios: en mi nombre
arrojarán los demonios, hablarán lenguas nuevas, tomarán
en sus manos las serpientes y aunque debieren algo
mortífero, no les dañará; pondrán sus manos sobre los
enfermos y estos sanarán"
Las curaciones y milagros son un desafío a nuestra fe que
debe ser entregada absoluta y sin condiciones al poder y
al amor de Cristo (Cf. Mc 9,23).
EL don de sanción es una manifestación del amor de Dios
para con nosotros. Los servidores de la renovación,
específicamente los que integran el ministerio de
sanación, se convierten en instrumentos de la compasión
de Dios para llevar a cabo el mandato de orar por los
enfermos.
En la renovación, es un clima de entrega y fe absoluta en
Jesús que vive, en su espíritu que actúa, y en un ambiente
de comunión fraterna, el que tiene el carisma de sanación
"no actúa Solo; la comunidad lo asiste y lo acompaña. La
oración es ya una acción de gracias antes de que se
produzca mejoría alguna. Se trata de vivir intensamente,
unidos como hermanos, en una comunidad de fe, de
esperanza y de amor, y en una relación personal con el
Dios vivo que transforma el corazón y tiene poder para
sanar las almas y los cuerpos " (Carrillo A. Salvador:
Carismáticos. p71).
La imposición de las manos que suele acompañar la
oración de sanación tiene variedad de significados:
bendición, oración por la curación por la función del
Espíritu. En la renovación carismática, es una expresión
visible de solidaridad en oración y espiritual en la
comunidad.
Cuando se producen curaciones físicas, mayor es el
número de sanaciones espirituales, interiores, psíquicas.
Es cierto que, ante todo, hay que ir al Sacramento de la
36
Reconciliación, con el cual los pecados quedan
perdonados, según la palabra de Jesucristo (Cf. Jn 20,23);
sin embargo, con frecuencia, queda un desajuste
profundo en el ser humano, cuyas manifestaciones
pueden ser, entre otras: ausencia de paz, tristeza, sentido
de culpabilidad, resentimientos, odios, rencores, deseos
de venganza, desajustes nerviosos, hastío de la vida (Cf.
Carrillo A. Salvador: Carismáticos, p. 71). Esto ocurre
generalmente porque no se ha ubicado la raíz del
problema o la herida profunda que dejan en el ser
humano los acontecimientos vividos a lo largo de su vida.
Con frecuencia, queda un desajuste profundo en el ser
humano, cuyas manifestaciones pueden ser entre otras:
ausencia de paz, tristeza, inclinaciones al pecado, sentido
de culpabilidad, resentimiento, odios, rencores difíciles de
extirpar, deseos de venganza, hastío de la vida (Cf. Carrillo
A. Salvador. Carismáticos, p. 71).
De aquí resultan con frecuencia enfermedades orgánicas,
las cuales, en algunos casos, no pueden ser curadas por
los médicos, si siquiera con los mejores medicamentos. Es
necesario que el enfermo se someta a un proceso de
sanación interior o espiritual, el cual debe ser llevado con
la guía espiritual de sacerdotes y laicos, con experiencia y
testimonio en este tipo de curaciones; para lo cual se
requiere que el enfermo se relacione profundamente con
Dios, a través de los sacramentos, la oración personal y
comunitaria, la lectura de la palabra, la adoración al
Santísimo Sacramento y el servicio a los hermanos (de
estar en condiciones).
La Renovación alienta la relación entre sanación y vida
sacramental, especialmente la Eucaristía, la Penitencia y la
Unción de los Enfermos. En el servicio del ministerio de
sanación, hay que evitar dos excesos: el temor que puede
surgir por realizar el servicio y el entusiasmo incontrolado
que no respete normas. Los que ejercen el ministerio de
sanación deben ocuparse de los enfermos que el Señor les
presenta y no andar a la “caza de enfermos”.
37
El ministerio de sanación no debe considerarse como una
sustitución del servicio médico. Tanto el carisma de
sanación como la ciencia médica son instrumentos de Dios
que sanan (Cf- Eclo 38,1.15).
Debe pedirse al Señor discernimiento sobre el tipo de
sanación que necesita el hermano. En algunos casos
habría que orar no por la enfermedad que presenta sino
por la causa que la origina. Hay personas que solo
necesitan ir al sacerdote para recibir el perdón de los
pecados, otros deben ser orientados hacia un psicólogo o
psiquiatra. En ambos casos, es bueno colaborar con la
oración del hermano.
Cuando el Señor no quita la enfermedad o el sufrimiento,
entonces, ésta es también su voluntad tal como lo
expresara San Pablo en Col 1,24-25, el ministerio de
sanación no elimina el misterio del sufrimiento redentor.
Don de liberación
39
En caso de personas que se hayan entregado consciente y
voluntariamente al pecado durante mucho tiempo, se
puede decir que han caído bajo el dominio del pecado y la
opresión del maligno. Necesitan ante todo la conversión
profunda y la recepción del sacramento de la penitencia.
Es necesario, además, una oración por su liberación a fin
de que el hermano sea sanado de las secuelas que ha
dejado el pecado.
"Atención especial merecen aquellos casos de personas
que voluntaria o involuntariamente, consientes o
inconscientemente, se han visto involucrados en
espiritismos, espiritualismo, curanderismo y toda clase de
ocultismo propiamente dicho. Es en estas personas de
manera muy particular en quienes se presentan casos de
verdadera necesidad de "liberación del maligno". El
ejercicio del carisma de discernimiento es indispensable
en estas circunstancias” (Derecho Canónico C. 1172:
"Carrillo A. Salvador. Op. Cit. p. 73).
Es indispensable atenerse a las normas emanadas de la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, de fecha
31 de octubre de 1998, y que transcribimos a
continuación:
"1° el canon 1172 del CDC declara que nadie puede
pronunciar exorcismo sobre posesos sin haber obtenido
una licencia peculiar expresa del ordinario del lugar (Núm.
1), y determina que esta licencia se concederá solo a un
presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de
vida".
“2°. De aquí se deduce que no está permitido a los fieles
usar contra Satanás y los ángeles caídos la fórmula del
exorcismo hecha de derecho público por mandato de S. S.
León XIII, y mucho menos usar el texto íntegro de ese
exorcismo. Los obispos, si fuera necesario, debe advertir a
los fieles sobre este punto".
“3° Finalmente, por las mismas razones, se ruega a los
Obispos a que vigilen, en los casos en que, si bien se
excluya alguna verdadera posesión diabólica, parezca sin
40
embargo que se revela de alguna manera un influjo
diabólico, a fin de quienes no tengan la debida potestad
no dirijan esas sesiones en que se hacen oraciones para
obtener la citada liberación durante las cuales se
interpelan a los demonios y se trata de conocer su
identidad".
Estas normas no deben llevar a los fieles a desistir de las
oraciones para ser liberados del mal (M. 6. 13), como nos
enseña Jesús. No sólo esto, sino que los obispos podrán
aprovechar esta oportunidad para recordar la tradición de
la Iglesia sobre el Sacramento de la Reconciliación y sobre
la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, de los
ángeles y los santos en la lucha espiritual contra los
espíritus malignos".
42
Taller: Los carismas de Poder y Revelación dentro del
Servicio de Sanación.
Taller: Como llevar la Oración de sanación y liberación.
Retiro de Sanación Interior.
Retiro de Liberación.
Don de lenguas
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Espíritu quien ora en él con "gemidos inexpresables y
todo esto sirve para edificar y construir la Iglesia".
(Carrillo A. Op.Cit. p.p. 74).
EL don de lenguas, como su propio nombre lo dice (don)
es un regalo de Dios y, por lo mismo, muy apreciado por la
Renovación Carismática; sin embargo, nunca deberán ser
tenidas a menos las personas que no lo han recibido.
44
LOS CARISMAS EN LA COMUNIDAD
CRISTIANA
45
SUGERENCIAS PASTORALES EN
ORDEN A UNA SANA IDENTIDAD EN
LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA
CATÓLICA
46
movimientos espirituales, tanto en el campo oracional
como en el del compromiso social liberador. El desafío de
nuestra Iglesia, será hacer la síntesis entre la honda y
gozosa experiencia de Dios en la oración y la ineludible y
maravillosa experiencia en el rostro sufriente del
hermano”.
Si el proceso espiritual de la Renovación Carismática es
auténtico; si pudiera decirse algún día que nuestra
experiencia era realmente del Espíritu, será si, ahora, sus
miembros contribuyen con realismo y eficiencia a lograr
esta síntesis. Llenando de trascendencia los compromisos
de liderazgo que la propia Iglesia nos exige, ahondando
cada vez más en la experiencia de Jesús amado y
experimentado en la plegaria y el servicio, sin evasión de
la realidad del compromiso radical con los hermanos.
Entre tales compromisos se puede mencionar:
Profundizar con el conocimiento sobre el don de
profecía, fundamentándolo en la palabra de Dios, así
como también a la luz del Magisterio de la Iglesia.,
Profundizar, no sólo en el conocimiento de la
existencia de los dones y carismas en la Iglesia, sino
también, en el conocimiento doctrinal de cada
carisma, su función y correcta aplicación y, además,
orientar sobre la forma de descubrirlo personal y
comunitariamente.
Promover la creación de equipos de pastores en los
grupos y comunidades eclesiales de renovación (CER)
como una respuesta a la necesidad de orientar a los
hermanos en la fe.
Ejercer el pastoreo entre los hermanos. Este servicio
deberá ser realizado por personal que posean las
cualidades para ello, es decir, los carismas apropiados
a tal labor (Cf. 1Tim 1,2-9).
Volver al amor del principio (Cf. Ap 2,4) como
expresión de una actitud constante de conversión y
mantener el ritmo de la oración, el gusto, el deseo de
estar en íntima comunión con Jesús, el Señor y
47
Salvador.
Promover la práctica de la dirección espiritual como
mecanismo de formación de los laicos más
comprometidos y medio propicio para el cultivo de las
vocaciones (Cf. SD 42).
Revalorizar la práctica del sacramento de la penitencia
y la orientación espiritual.
Conocer el espíritu ecuménico de la Iglesia católica
desde el Concilio Vaticano II hasta nuestros días,
reconociendo lo que se nos pide, ante todo, una
actitud de oración y de testimonio de santidad.
Asumir desde el grupo de oración los retos en los
ambientes sociales, sin miedo, con entusiasmo y
autoridad, con un pastoreo efectivo y criterios de
unidad en la diversidad.
Dar testimonios en cada uno de los campos en los que
se interactúa: política, economía, cultura, asociaciones
de vecinos, medios de comunicación social, educación,
salud, deporte, etc.
Mantener y promover más las escuelas de formación y
las actividades de preparación que actualmente se
realizan y ampliar nuevos horizontes a nivel de
formación en áreas como cultura urbana y otras.
Fomentar en cada diócesis la formación de servidores
y líderes de una manera integral y establecer los
mecanismos para estos fines.
Proporcionar una formación sólida que permita la
promoción de líderes con capacidad probada para
ejercer las tareas que se les ha confiado.
Motivar a los servidores y líderes de la Renovación
Carismática católica a participar en los consejos
pastorales parroquiales y desde allí procurar
compartir su experiencia y su servicio en el
enriquecimiento de nuestras parroquias.
Crear un estilo de vida comunitaria que integre a los
48
sacerdotes, propiciando un medio fraterno para los
mismos.
Favorecer en cada hermano la necesidad de formarse,
buscando los recursos o medios para motivarlos.
Procurar responder, desde cada estructura de servicio
de la Renovación Carismática Católica (a nivel
nacional, diocesano y parroquial), a los signos de los
tiempos para que, así mismo, pueda seguir dando los
frutos que Dios nos pide para los momentos actuales.
Promover el papel de los líderes como un elemento
importante en función de la visión y misión
evangelizadora que la Iglesia espera que ellos. Sólo
través de la conversión un líder tiene la posibilidad de
formar a otros "testigos de Dios".
Propiciar en cada uno de sus miembros la experiencia
de gratitud al Señor por pertenecer a la Iglesia
Católica, una comunidad que tiene veinte siglos de
historia. Es decir, que cada uno pueda vivir con
gratitud el ser católico.
Señalar al hombre, con firmeza, pero también con
caridad, su propia verdad acerca de su situación de
pecado y que, con éste, no es posible tener una nueva
vida en Cristo Jesús.
49
RENOVACIÓN Y ECUMENISMO
¿Qué es el ecumenismo?
50
imparcialmente por los fieles católicos”, bajo la vigilancia
de los pastores. Esta labor requiere una conversión y
purificación de la Iglesia. Es bueno que los católicos
reconozcan con gozo y aprecien los bienes espirituales en
nuestros hermanos cristianos, hasta llegar muchos de
ellos al derramamiento de su sangre. Reconocer que la
gracia del Espíritu Santo también obra en nuestros
hermanos separados.
51
RENOVACIÓN CARISMÁTICA Y
MOVIMIENTO ECUMÉNICO
52
mayor conocimiento de nuestra fe. (Cf. Juan Miguel
Ganuza, S.J. Renovación Carismática y Ecumenismo).
53
CAPÍTULO III
¿Dónde estamos?
54
resucitado, reconocido como Hijo Único de Dios, con
el cual el cristiano entra en relación personal como
Salvador, Señor y Mesías, en seguimiento personal y
eclesial, capaz de producir una conversión
permanente, como camino de santificación.
Mayor conciencia de la acción poderosa del Espíritu
Santo en la vida personal y eclesial. La apertura,
acogida y manifestación de los dones del Espíritu
Santo, en especial por la diversidad de carismas que
empiezan a aparecer y crecer con su ejercicio.
Encuentro o reencuentro con el Cuerpo de Cristo,
Nuevo Pueblo de Dios que es la Iglesia. Un filial afecto
a la Santa Madre Iglesia, expresado en la búsqueda de
comunión con la jerarquía eclesial y la docilidad a su
Magisterio.
Descubrimiento y valoración de la dimensión
comunitaria de la fe, que se expresa en la formación o
revitalización de pequeñas comunidades eclesiales en
las parroquias.
Búsqueda de una espiritualidad llena de alegría,
sencillez y entusiasmo, que se manifiesta en el gozo
inefable por la experiencia del amor salvífico de Dios
en la vida de cada persona.
Renovación de la oración en una práctica espontánea,
libre, expresiva, personal y comunitaria.
Crecimiento del aprecio por la oración litúrgica y el
fortalecimiento de la vida sacramental, especialmente
la Reconciliación y la Eucaristía.
Gran amor filial a la Palabra de Dios, con un gran
deseo por estudiar las Sagradas Escrituras a la luz del
Magisterio de la Iglesia, encontrando en ellas a
Jesucristo.
Devoción, veneración y renovado culto a la Santísima
Virgen María.
Renovado impulso por un fuerte compromiso
evangelizador y misionero.
55
Servicio y apostolado, en especial en el campo de la
promoción humana y de la pastoral social.
Aumento de vocaciones y testimonio de una vida
renovada en laicos consagrados, consagradas y
sacerdotes.
57
CAPÍTULO IV
JUZGAR: FUNDAMENTOS
TEOLÓGICO-PASTORALES DE LA
RENOVACIÓN CARISMÁTICA
CATÓLICA
59
Efusión del Espíritu Santo
60
sorprendente anuncio del que la Iglesia es deudora
respecto del hombre. La palabra y la vida de cada cristiano
puede y debe hacer resonar este anuncio: ¡Dios te ama,
Cristo ha venido por ti; para ti! ¡Cristo es el Camino, la
Verdad y la Vida!" (Cf. Jn 14,6; ChL 34f). Y San Pablo en
Romanos 5,5 nos dice que: "el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos ha sido dado".
Esta efusión en el Espíritu Santo es un acontecimiento en
la vida de cada persona, en el cual el Señor baja de la
mente al corazón y se experimenta la presencia amorosa
del Padre, de Cristo y del Espíritu Santo, que manifiesta su
poder, que capacita para ser verdaderos siervos y testigos
de la salvación del Señor Jesús. Es abrir la mente, el
corazón y todo el ser, para que este Divino Espíritu tome
posesión y le guie en adelante. Es tener una experiencia
profunda de la presencia amorosa de Dios, que facilite la
entrega total a Él. Es revivir la gracia del Bautismo y la
Confirmación, y los demás compromisos adquiridos con El
Señor a lo largo de la vida. Es un primer gran paso de un
nuevo camino espiritual bajo la acción amorosa del
Espíritu.
El Espíritu Santo ha suscitado la RCC como un signo
profético para recordar a la Iglesia y a todos sus fieles que
Pentecostés no fue un hecho que aconteció hace casi dos
mil años, sino algo que debe ocurrir todos los días; que
aquel día no fue un día más de veinticuatro horas de
duración, sino un día sin ocaso, y que todos tienen
necesidad de entrar en él. Sólo ese nuevo Pentecostés
puede hacer tomar conciencia de que se puede tener más
vida y más gracias de lo que jamás se hubiera podido
imaginar.
«La fuerza de la Renovación Carismática, está en que cree
en el constante Pentecostés que el Espíritu Santo realiza
en la Iglesia y en cada uno de sus miembros...» (Doc. La
Ceja 31). La experiencia personal y comunitaria de
Pentecostés en la RCC, se manifiesta como:
Conversión a Jesús y su reconocimiento como único
61
Señor y Salvador, y la conversión en su Iglesia para la
renovación de la vida cristiana con el Poder del
Espíritu Santo.
Vida de oración personal y comunitaria, con
expresiones espontáneas de invocación al Espíritu
Santo, alabanzas, perdón, petición, meditación,
contemplación, acción de gracias; en un marco
Cristocéntrico, Trinitario, Eclesiológico y Mariano, que
culmina en una vida litúrgica, consciente y provechosa
para la santificación personal y comunitaria.
Meditación y discernimiento del mensaje de Dios, a
través de su Palabra que es "Espíritu y vida" y a través
de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. A fin de
conocer y llegar a vivir en comunión con la Santísima
Trinidad y la Virgen María.
La relación con Cristo es vivida en su dimensión
comunitaria, por medio de los Grupos de Oración,
integrados por personas de distintos ambientes,
edades, culturas, que se reúnen una vez por semana,
para orar de una manera espontánea, para compartir
la fraternidad, el crecimiento espiritual en la vida de
fe, a través de la oración, cánticos, lectura de la
Palabra, la edificación mutua por medio de dones,
carismas y testimonios, todo bajo el impulso del
Espíritu Santo. La dimensión comunitaria también se
vive en Comunidades Eclesiales de Renovación
(C.E.R.), constituidas por hermanos que desarrollan un
apostolado de modo explícito, comprometidos con un
carisma característico. Entre ellas se encuentran las
comunidades de alianza, de vida, de enseñanza,
misioneras y otras conforme el Espíritu va suscitando.
Evangelizar con el poder del Espíritu Santo, según el
mandato y modo revelado por Cristo y sustentado por
el Magisterio de la Iglesia.
Búsqueda de la caridad, que es el más perfecto don y
la fuente necesaria de todo don, y apertura a los otros
dones espirituales que proceden del Espíritu, para
recibirlos con gratitud y consuelo, según su voluntad
62
(Cf. 1Cor 12, 11). Ellos originan la formación de los
distintos servicios, previo conocimiento y
discernimiento del Obispo Diocesano, quien los pone
al servicio de la unidad para la edificación de la Iglesia.
Respeto, obediencia y colaboración con la jerarquía.
La RCC actúa conforme a las pautas señaladas por la
Santa Sede, la Conferencia Episcopal y el Obispo
Diocesano, insertándose en la dinámica pastoral de la
Diócesis, coordinando las actividades propias con las
organizadas en los planes pastorales diocesanos.
La cultura de Pentecostés
64
cabo la tarea de proclamar a Jesucristo a nuestros
prójimos?... La Estancia Superior es el lugar donde los
cristianos permiten, al acoger el Espíritu Santo, ser
transformados en oración. Pero es también el lugar desde
el que uno sale para llevar el fuego de Pentecostés a sus
hermanos y hermanas” (Portillo, Aranguré, Saúl. La Voz
del Laico = Espiritualidad de Comunión Pentecostés
Trinitario. En Revista El Peregrino. Mayo 2013, núm. 86,
Cd. Obregón, Son.)
Y en los momentos actuales, el Papa Francisco pide a la
Renovación Carismática Católica que difunda el bautismo
en el Espíritu Santo en toda la Iglesia. Lo hizo en varias
ocasiones de una manera muy clara. Este es un nuevo
desafío para esta corriente de gracia y que debe cumplir al
servicio de la Iglesia universal.
La Evangelización en la RCC
65
todos los bautizados, para que por fin comprendan que el
Espíritu ha sido dado en vista del Reino. Recibir el Espíritu
obliga a cambiar de corazón (metanoia) y mueve a llevar a
los otros al reconocimiento del Señorío de Jesús. La RCC,
al propiciar la experiencia de una nueva vida en Cristo
Jesús, le tiene que decir al hombre su propia verdad
acerca de su situación de pecado y que con éste es
imposible vivir una vivencia de hombre nuevo. Por esta
razón, ha intentado actualizar formas de evangelización,
capaces de hacer oír, a las sociedades y a los individuos
del mundo cristiano y no cristiano, la llamada evangélica a
creer en Jesucristo y a seguirle como Señor y Salvador al
servicio de su Iglesia.
Por tanto, es importante aceptar el mandato misionero.
No es simplemente un llamado a ser personas que han
experimentado un 'Pentecostés personal', por muy
importante que esto sea, sino que junto a esta experiencia
va una responsabilidad. Es un llamado a ser canales para
las gracias de Pentecostés en nuestra Iglesia y en nuestro
mundo. Cuando el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles,
todos quedaron llenos del Espíritu Santo. No sólo
experimentaron una renovación personal sino también
fueron dotados con dones y carismas, además de un valor
especial que les posibilitó llegar con poder a la cultura que
les rodeaba. De modo que la gracia de Pentecostés es
esencialmente una gracia misionera.
Dimensiones de la Evangelización
66
Profética, anuncio de la fe. Anuncio de la Buena Nueva
de salvación.
Sacerdotal, celebración de la fe. La Liturgia como
memorial de la obra salvífica de Cristo en su Iglesia.
Real, servicio de unidad en la caridad, guiados por los
pastores de la Iglesia.
Estas dimensiones constituyen los pilares o columnas
fundamentales, sin las cuales, la Iglesia no tiene sentido o
razón de ser. Todas ellas forman parte de una única
misión de la Iglesia: Evangelizar, ya que la Iglesia vive para
Evangelizar" (EN 14).
67
a) Anuncio del kerigma: anunciar la fe
68
La Catequesis no incluye ni menos suplanta al Kerygma, lo
supone. Tradicionalmente se empezaba con la catequesis
a quienes todavía no habían nacido de nuevo por la
recepción del Kerygma. Dar catequesis sin antes haber
trasmitido el Kerygma es olvidar "lo fundamental", que
viene a ser la piedra angular de la vida cristiana. Es
necesario que el Espíritu Santo forme la imagen de Cristo
en nosotros. En la Iglesia Católica se tiene la riqueza del
depósito de la fe, basado en la Sagrada Escritura y la
Tradición, a la luz del Magisterio de la Iglesia; pero todo
eso tiene una base: la persona de Jesús que murió y
resucitó, Él es la piedra angular sobre quien se edifica toda
la obra.
La etapa de formación o catequesis dentro de la RCC, se
da por medio del Itinerario de Vida en el Espíritu, que
representa el proceso formativo que se vive dentro de
esta corriente de gracia; el cual engloba y contempla una
serie de Retiros, Cursos y Talleres, que proporcionan de
forma sistemática y progresiva, bien sea a nivel parroquial,
diocesano o nacional, una formación sólida y testimonial
como discípulos de Cristo, en las dimensiones del ser,
saber y saber hacer. Todo esto con el fin de crecer en la fe,
profundizar en el encuentro con Jesús, dar testimonio de
nuestra fe en el mundo actual y capacitarnos para
participar con mayor protagonismo en la vida y misión de
la Iglesia, para "dar frutos" de manera permanente (Cf. CL
57).
69
y la fuente de su acción pastoral (Cf. SC 10). La acción
litúrgica es una dimensión de la misión de la Iglesia que
tiene como finalidad promover la participación consciente,
activa y fructuosa de los fieles en la celebración de los
divinos misterios (SC 11). En la RCC se fortalece el sentido
comunitario y festivo de las celebraciones litúrgicas, las
cuales no pueden ser algo separado de la vida... es
especialmente por la liturgia como el Evangelio penetra en
el corazón mismo de las culturas. "Celebraciones dignas,
vivas y participadas, con un profundo sentido de fe y de la
contemplación de los misterios de la salvación" (SD,
"Discurso inaugural" 9).
Dones y carismas
72
El camino actual que recorre la RCC es el mismo camino de
la Iglesia: el de la Evangelización. Esta tarea la realiza la
RCC con la ayuda los dones y carismas que el Espíritu
Santo suscita en medio de ella, en los grupos y
comunidades. Estos carismas son gracias del Espíritu Santo
en función del bien común. Por eso se considera que sólo
a través de una relación de profunda comunión con
Jesucristo y de una sólida formación cristiana, se puede
mirar hacia la situación que Dios nos está regalando a
través de este nuevo Milenio. Estamos en la «primavera
de la Evangelización» (San Juan Pablo ll Cf. ls 54,2).
Toda forma de renovación incluye una referencia a los
orígenes de la Iglesia, a la vida de las comunidades
primitivas y a su fuente de vida: el Espíritu Santo. Pero no
hay que olvidar que el Espíritu Santo y sus carismas no han
estado jamás ausentes en la historia de la Iglesia. Así se
explica el interés de la Renovación por las manifestaciones
carismáticas del Espíritu. La exhortación que hace el
apóstol San Pablo a la comunidad de Corinto, y que hoy
cobra más vigencia que nunca, es que desea que los
cristianos no estén en la ignorancia respecto de los
carismas (Cf. 1Cor 12,1).
El Espíritu Santo concede a cada uno, además de la vida
divina, gracias, dones, carismas, funciones, actividades.
"Extraordinarios o sencillos y humildes, los carismas son
gracias del Espíritu Santo, que tienen directa o
indirectamente una utilidad eclesial; los carismas están
ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los
hombres y a las necesidades del mundo" (CIC 799).
El Espíritu da sus dones a todos los miembros de la Iglesia,
para el ejercicio del apostolado. Los laicos tienen "el
derecho y el deber de ejercitarlos para el bien de la
humanidad y edificación de la Iglesia en el seno de la
propia Iglesia y en medio del mundo, con la libertad del
Espíritu Santo" (AA 3). Estos dones espirituales gratuitos,
llamados "carismas" no son directamente gracias en orden
a la santificación personal, sino que son "manifestaciones
del Espíritu para el provecho común" (1Cor 12,7).
73
Los dones hay que pedirlos, aspirar a ellos. Su
manifestación debe ser algo normal en una comunidad
cristiana, pero no se debe disociar los carismas de la
caridad; deben estar ligados a ella, de otro modo carecen
de valor. Por eso Pablo escribe su himno sobre la caridad
cuando está dando enseñanza sobre los carismas (Cf. 1Cor
13). No ha querido decir Pablo que la caridad baste y no se
necesitan los carismas, lo que quiere decir, que es la
corriente del amor la que anima todo. Los carismas son
como herramientas espirituales; hay que utilizarlos en el
amor. La autenticidad de la vida carismática se prueba con
los frutos del Espíritu (Cf. Gal 5,22-26).
74
Señor, la conversión y la nueva vida en el Espíritu, a fin de
tomar la decisión de integrarse al grupo de oración y a la
RCC: Las personas comienzan a ser parte de la RCC como
tal, viviendo una experiencia intensa de comunión eclesial.
El tiempo es, aproximadamente, de un año
75
necesitados. Además, participa de las actividades de la
Parroquia, de la Diócesis, así como en los eventos
organizados por la RCC, lo que permite seguir
profundizando en su identidad como integrante de la RCC.
77
CAPÍTULO V
LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA
CATÓLICA EN VENEZUELA
APORTES TEOLÓGICO-PASTORALES
DESDE LA PERSPECTIVA DEL
DOCUMENTO DE APARECIDA Y DEL
CONCILIO PLENARIO DE
VENEZUELA
Documento de Aparecida
79
vivo con Jesucristo, camino de conversión personal,
comunión eclesial y solidaridad fraterna.
El CPV invita a profundizar en la comunión como línea
eclesiológica General. En el Documento Nº 11, sobre la
Comunión en la vida de La Iglesia, se presentan las
diversas Instancias de Comunión del Pueblo de Dios para
la misión que el Señor ha encomendado a su Iglesia. En
este sentido, ¿cómo deben funcionar las que existen?,
¿qué instancias nuevas se deben crear para llevar a cabo
la misión, en las nuevas circunstancias que vive nuestro
país? Las respuestas a estas interrogantes serán punto de
partida para una renovación eclesial de largo alcance,
asumida por todos los sectores del Pueblo de Dios, que
hará posible que las conclusiones del Concilio se
proyecten y se hagan vida en la dinámica pastoral de la
RCC.
80
CAPÍTULO VI
Desafíos
81
Desafíos generales
82
El gran reto es que la RCC en Venezuela tenga tanta
experiencia del Espíritu Santo, que asuma cada desafío al
servicio del Reino y para el bien de la Iglesia Católica.
FIDELIDAD A LA AUTÉNTICA
DOCTRINA DE LA FE
84
testimonio de Él" (San Juan Pablo II, Catechesi tradendae
72).
Este criterio exige cuidar la formación integral en la
doctrina de la fe católica, la lectura e interpretación de la
Biblia en la Tradición católica y la fidelidad al Magisterio
auténtico de la Iglesia. En ese mismo orden de ideas, es
bueno adaptar el itinerario catequético de la RCC, siempre
en comunión con el Secretariado de Catequesis de la
diócesis respectiva, al Ritual para la Iniciación Cristiana de
Adultos (RICA), el cual recoge la experiencia didáctica de la
Iglesia, ofrecida hoy privilegiadamente con toda su riqueza
y vitalidad (DA 294).
CENTRALIDAD DE LA VIDA
SACRAMENTAL
85
comunitaria y litúrgica; aprender de las diversas formas de
vida espiritual surgidas a lo largo de la historia cristiana;
aprovechar todas las posibilidades que ofrece el ritual
litúrgico para la expresión del fervor y la participación de
los fieles, sin caer en exageraciones.
VIDA COMUNITARIA
87
la caridad, derramada en nuestros corazones como don
del Espíritu (Cf. Rom 5, 5). La primacía del amor en el
interior de la RCC y en su relación con la totalidad de la
Iglesia, ha de llevar a la "comunión fraterna" (He 2,42) en
la unidad de un "solo Cuerpo" (1Co 12,13). A partir de aquí
surgen como criterios de autenticidad de la renovación
espiritual, la búsqueda de la santidad que es la plenitud
del amor, el amor a la Iglesia y la búsqueda de su unidad,
el reconocimiento de otros movimientos de renovación,
caminos de espiritualidad y obras del Espíritu que
expresan la diversidad católica, el servicio al prójimo y la
opción preferencial por los pobres, la participación en el
servicio evangelizador, que es la misión común de todo el
Pueblo de Dios, la promoción del compromiso de los laicos
para implantar el Reino de justicia, paz y amor en el
mundo.
"Animados por la caridad - nos enseñó el Papa Juan Pablo
II-, no sólo se pondrán ustedes en espontánea y dócil
escucha de aquellos 'a quienes el Espíritu Santo ha
constituido obispos para apacentar la Iglesia de Dios' (He
20,28), sino que sentirán también la necesidad de abrirse
a una comprensión cada vez más atenta de los otros
hermanos, con el deseo de llegar a tener con ellos
verdaderamente 'un solo corazón y una sola alma' (He
4,32). De aquí brotará la auténtica renovación de la Iglesia,
que el Concilio ha deseado y que ustedes tratan de
facilitar con la oración, con el testimonio, con el servicio"
(Discurso a la Renovación Italiana", 23-11-80).
COMPROMISO SOCIAL
88
medio de realidades temporales, con ello no se afirma que
exista divorcio entre el mensaje del Evangelio y las
realidades humanas, sino que se afirma la necesidad de
tomar en cuenta la historia y lo que ello comporta para el
anuncio de la Buena noticia. Se debe recordar que la
presencia de Dios en la historia de la salvación es también
presencia en la historia humana. La acción de Dios opera
en una historia, con un pueblo y una realidad específica. A
la RCC le corresponde discernir y conjugar estos tres
elementos. (Cf. Renovación en el Espíritu y servicio del
hombre. Documento de Malinas 3).
LA VIRGEN MARÍA EN LA
RENOVACIÓN CARISMATICA
CATÓLICA
89
renovado culto mariano, para que la relación de los
carismáticos con la Santísima Virgen María sea el
resultado de estas tres actitudes: veneración, amor e
invocación.
90