Han sido varios los errores estratégicos del pasado que nos tienen ahora ante una situación
compleja, muy compleja,
pero no imposible de resolver. Cada decisión en cada empresa, en cada escuela, en cada hospital, en cada comercio,
en cada institución gubernamental, se suma a la nueva realidad. La misma nos indica que ahora somos responsables
de nuestros fracasos y éxitos.
SERGIO L. IBARRA GONZÁLEZ
El futuro de México
El pasado reciente de México es una evidencia con-
tundente de que un cambio político no viene ni se va
solo, más aún un cambio de las dimensiones del que se
inició en julio de 2000. No podríamos esperar que un
cambio como éste se quedara solamente en el ámbito
político; la nación enfrenta otros cambios que, natural-
mente, tienen que darse para que de veras alcancemos
a ser una república democrática. Cambios sociales, tec-
nológicos, políticos, educativos y éticos. Los resultados
y el nivel de eficacia de los mismos tendrán la oportuni-
dad histórica del México moderno, del independiente,
de medirse en términos de la validez ética de las deci-
siones y de sus consecuencias en la vida de cada uno de
los habitantes en el corto, mediano y largo plazos.
Por lo anterior, los mexicanos deberíamos adquirir dos
nuevos hábitos: el de hacer las cosas del hoy pensando en
el futuro y ser pacientes. De pensar hacia adelante, más
allá del horizonte probable de nuestra existencia. De me-
dir las consecuencias de nuestros actos, nuestros proyec-
tos, nuestras organizaciones no únicamente con los resul-
tados contables y fiscales del ejercicio en curso, sino en
la factibilidad que tendrá el mundo y nuestro país cuando
el tiempo pase. Han sido varios los errores estratégicos
del pasado que nos tienen ahora ante una situación com-
pleja, muy compleja, pero no imposible de resolver. Cada
decisión en cada empresa, en cada escuela, en cada hos-
pital, en cada comercio, en cada institución gubernamen-
tal, se suma a la nueva realidad. La misma nos indica que
ahora somos responsables de nuestros fracasos y éxitos.
Son tiempos de cambios. Hoy sabemos que el destino lo
tenemos en nuestras manos si nos decidimos a pensar y
actuar teniendo en consideración el futuro.
El otro hábito, el de la paciencia. Madurar es un pro-
ceso personal y con frecuencia acompañado de dolor. En
él, el hombre se desencanta y aprende a poner la vida en
la dimensión que le corresponde. Hemos sido un pueblo
que quiere arreglar las cosas en el siguiente semestre o
año cuando más. Debemos ser pacientes para esperar a
sembrar, cultivar y cosechar, para saber que los verdade-
ros cambios tomarán algún tiempo, para trabajar con la
constancia que lleva a la eficacia social y familiar y con-
siderar que los verdaderos frutos quizá los vivan las si-
guientes generaciones, considerando el legado del que
seamos capaces.
La actual legislatura de la Cámara de Disputados apro-
bó la formación de la Comisión Especial de Prospecti-
va para la Definición del Futuro de México en mayo de
2004, esta decisión ha tenido como mandato desarrollar
los distintos escenarios futuros de la nación, así como las
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herramientas necesarias para ello. Como resultado de es-
tos trabajos se elaboró un reporte del cual mencionare-
mos los puntos más relevantes del México que nos espera
si seguimos igual, es decir, sin ponernos de acuerdo y sin
rumbo, sin una visión de futuro compartida de nación. Si
no hacemos nada, en el 2030…
1. Seremos 135 millones de mexicanos, 20 millones
de esos nuevos mexicanos provendrán de familias
en estado de alta marginación.
2. El 15% de la población será mayor de 65 años, es
decir, tendremos que atender a 20 millones de per-
sonas de la tercera edad.
3. El número de mexicanos migrando al extranjero
ascenderá a 32 millones; sin embargo, para ese en-
tonces, ¿cuántos mexicanos conservarán el apego
a la patria y a la familia?, ¿En cuánto tiempo las re-
mesas empezarán a disminuir?
4. Tendremos 17.5 millones de mexicanos excluidos
de la seguridad social.
5. Sólo uno de cada ocho adultos mayores se benefi-
ciará del sistema de pensiones.
6. El parque habitacional tendrá que haber crecido en
15 millones de nuevas viviendas con relación al pre-
sente, en el cual, cuatro de cada 10 no tienen pisos y
tres de cada 10 no cuentan con servicios básicos.
7. Se perderá 60% del agua potable en fugas.
8. Las reservas de petróleo alcanzan para los siguientes
10 o 12 años, en el 2030 se habrán agotado, el mundo se
moverá al ritmo del gas natural y energías renovables,
como la solar, la geotermia, el hidrógeno, etcétera.
9. Hoy uno de cada 20 delitos recibe sentencia. Para
el 2030 90% de la población vivirá en zonas urba-
nas con incrementos de inseguridad pública y cri-
sis en los servicios básicos: agua, luz, limpia, salud
y electricidad.
10. Cerca de 13 millones de jóvenes hoy día no se prepa-
ran, nuestro nivel promedio de educación es de 7.4
años y de una calidad muy cuestionable, si no hace-
mos nada viviremos en una esclavitud intelectual.
Estas elecciones dejan un reto al próximo Presiden-
te: debe ser capaz de unir a los mexicanos con una vo-
cación por el futuro de México, no de dividirlos. Ya bas-
ta de gobernantes que renuncian al largo plazo. Está en
cada quien el exigirlo.
Nuestro autor:
Sergio L. Ibarra González es ingeniero químico por la Universidad Iberoamericana. Maestro
en administración por el ITAM. Catedrático a nivel maestría por la UAQ. Instructor.