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Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública Chimbote

MONOGRAFÍA
ESTRATEGIAS QUE EMPLEAN LOS EDUCADORES CON
MIRADA DE INCLUSION EDUCATIVA EN
INSTITUCIONES PUBLICAS

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA OBTENER EL


GRADO DE BACHILLER EN EDUCACIÓN

AUTOR(ES):

Sanchez Apolitano Rosmery Maribel

Tinta Saldaña Maria Rosita

PROGRAMA DE ESTUDIOS DE PROFECIONALIZACION DOCENTE


EN EDUCACION INICIAL

Nuevo Chimbote, 2023


DEDICATORIA

El estudio se la dedico a mis hijos que durante este proceso me apoyaron

incondicionalmente, a mi abuelita rosita que desde el cielo me bendice estoy segura

que están orgullosos de mi por cada logro de vida.

La realización de esta monografía se la dedico a mi hijo y mis padres que en todo

momento están conmigo para apoyarme en cada decisión que tome para cumplir mis

metas trazadas en mi vida profesional.


AGRADECIMIENTO
Queremos manifestar nuestro agradecimiento a nuestras familias, maestras y en
especial a nuestra asesora Dra. Jessica Gallardo Ramírez por sus enseñanzas y
transmitirnos sus conocimientos para la realización de nuestra monografía.
ÍNDICE GENERAL

Dedicatoria……………………………………………………………….2
Agradecimiento…………………………………………………………..3
Introducción……………………………………………………………...5
RESUMEN
La presente monografía tiene por objetivo conocer la percepción de los docentes
respecto a la aplicación de las estrategias pedagógicas en la educación inclusiva en
estudiantes de instituciones públicas. Las experiencias y retos de los docentes en la
enseñanza de estudiantes con necesidades educativas especiales es identificar el tipo
de necesidad para poder brindar una enseñanza educativa como por ejemplo autismo,
trastorno déficit de atención (TDA), Discapacidades físicas entre otros, sin embargo,
consideran que aun no poseen los conocimientos suficientes para emplear estrategias
pedagógicas que permitan atender a niños con necesidades educativas especiales
diferentes en una educación inclusiva ya que las instituciones publicas existen aulas
integradas.

Para ello queremos lograr que los docentes tengan una guía de enseñanza para niños
con necesidades educativas especiales con la finalidad de poder mejorar la educación
inclusiva mediante implementación de talleres, charlas, visitas domiciliarias etc.
INTRODUCCION

Según Calvo,G.(2013) nos dice que la formación docente para la inclusión educativa es
un asunto prioritario. Existe consenso en que la inclusión educativa de estudiantes no
puede realizarse sin una decidida intervención de los docentes. para que esto sea
posible es necesario enfocarse en la educación y demostrar que no se puede avanzar
en este plano sin mejorar, al mismo tiempo, en la compresión de lo que se cree, puede
hacer y hace el docente.
La teoría y la práctica de la inclusión educativa indican que uno de los elementos que
más incide en el proceso de aprendizaje de los estudiantes tiene que ver con lo que
creen, pueden y están dispuestos a hacer los docentes y con las expectativas sobre los
logros de sus alumnos.
El informe publicado por la OCDE en los años noventa a propósito de la calidad en la
enseñanza, presentaba los nuevos desafíos y demandas hacia las escuelas y los
docentes que surgen a partir de unas expectativas nuevas y ampliadas sobre las
escuelas. Insistía en señalar que los resultados de la investigación sobre la enseñanza y
el aprendizaje muestran la necesidad de gestionar clases cada vez más diversas en
términos étnicos, lingüísticos y culturales, lo cual plantea la necesidad de contar con
docentes que puedan atender estos nuevos desafíos y demandas. En este orden de
ideas, los docentes deben ser capaces de acomodarse a continuos cambios, tanto en el
contenido de su enseñanza como en la forma de enseñar mejor. Estas afirmaciones
conservan hoy toda su vigencia presentando las enormes dificultades que tiene la
formación docente para seguir el ritmo de un mundo en constante transformación y para
asegurar una educación inclusiva y de calidad para todos.
Son varias las reformas que, en las últimas décadas, ha sufrido la formación docente.
La primera hace relación a la duración de la misma. De pocos años, en la mayoría de
las regiones del mundo, la duración de la formación inicial de docentes ha tendido a
prolongarse y oscila, desde un mínimo de tres a un máximo de ocho años. Esta
tendencia mundial se constata también en América Latina donde se ha desarrollado, a
lo largo de las últimas dos décadas, un aumento de los años de escolaridad requeridos
para obtener el título docente.
La segunda se refiere a las instituciones en las cuales se forman los docentes. Los
docentes latinoamericanos se forman en instituciones de todo tipo en los institutos de
enseñanza superior, en institutos provinciales o municipales, en instituciones superiores
de enseñanza técnica, en las universidades, en instituciones privadas y, además, están
los que se desempeñan como docentes sin tener un título que los habilite para tal tarea.
La tercera tiene que ver con los contenidos de formación y con la relación entre lo
pedagógico y lo didáctico. Estos procesos de reforma no han resuelto problemas tan
importantes en la formación docente como el divorcio entre teoría y práctica; la
fragmentación de los contenidos de formación; la poca relación entre la pedagogía y las
didácticas específicas, además de la relación compleja entre los centros de formación
docente y los lugares donde se lleva a cabo la práctica docente.
También sigue sin resolverse el problema de los formadores de formadores, en el
entendido de que el futuro docente replica aquellos modelos pedagógicos y didácticos
en los que fue formado. Si se quieren docentes formados para la inclusión educativa,
deberían estar expuestos a prácticas pedagógicas y didácticas que la potenciaran
desde la formación inicial.
Otro aspecto relevante en la formación de docentes es la definición de estándares, tanto
para su formación inicial como para evaluar su desempeño. A excepción de algunos
casos como Chile (Marco para la buena enseñanza) o Colombia, donde se han
formulado estándares para los estudiantes egresados de las carreras de formación
docente, hecho derivado de la práctica cada vez más difundida de acreditación de los
programas de formación universitaria, los estándares para la formación docente no
tienen presencia en los países de América Latina. Más recientemente, Ecuador y Perú
han entrado en este proceso.
En este orden de ideas, el Proyecto Tuning , por ejemplo, enuncia y define una serie de
competencias entre las que distinguen las genéricas y las específicas. Así, entre las
primeras se encuentran, entre otras: conocimientos sobre el área de estudio y la
profesión; capacidad de aprender y actualizarse; compromiso ético; capacidad de
aplicar los conocimientos en la práctica.
En cuanto a las competencias específicas, se destacan como las más importantes: el
dominio de los saberes de las disciplinas del área del conocimiento de su especificidad;
la capacidad para desarrollar el pensamiento lógico, crítico y creativo de los educandos;
el dominio de la teoría y la metodología curricular para orientar acciones educativas; la
capacidad para diseñar y poner en práctica estrategias de enseñanza-aprendizaje
según los contextos, y crear y evaluar ambientes favorables para el aprendizaje también
teniendo en cuenta el contexto.
El Marco chileno para la buena enseñanza, por su parte, agrupa los estándares de
desempeño por facetas: la preparación del acto de enseñar; la creación en el aula de un
ambiente propicio para el aprendizaje; la enseñanza propiamente dicha, y trabajo
profesional en la institución educativa y fuera de ella.
Más allá de la discusión sobre estas competencias y en aras de reflexionar sobre cuáles
serían aquellas que harían del docente un maestro inclusivo, valdría la pena señalar las
paradojas que presenta Andy Hargreaves cuando señala las incoherencias que existen
entre las demandas que le hace la sociedad a la escuela y aquellas que propician, por
ejemplo, las familias y las empresas.
Así, por ejemplo: las empresas demandan al sistema educativo habilidades y valores de
trabajo en grupo, responsabilidad e iniciativa, que después no utilizan; demandan a las
instituciones educativas que sean cada vez más diversas, de manera que los docentes
deban reconocer y promover la existencia de distintos estilos de aprendizaje, la
agrupación heterogénea de estudiantes, la integración de alumnos con necesidades
especiales en las clases ordinarias, el desarrollo de destrezas curriculares
transversales, así como la creación de relaciones interdisciplinarias entre materias
diferentes y, al mismo tiempo, se produce una mayor preocupación por homogeneizar y
comparar rendimientos
La sociedad demanda a los docentes propuestas creativas y diferentes no sólo relativas
al trabajo diario en el aula sino también en relación con las funciones de la escuela.
Pero nuevamente se registra aquí una distancia entre el deber ser y la realidad.
Mientras que los resultados de las investigaciones de los últimos años insisten en definir
al docente como guía y como tutor, en la cotidianidad de las aulas el docente aparece
identificado con el papel que se le asigna en el modelo tradicional de educación, es
decir el de docente como autoridad y como transmisor de información.
¿Qué requiere un docente para mejorar los aprendizajes de sus estudiantes y para que
la escuela cumpla con sus fines y objetivos de inclusión educativa? Un docente
necesita, ante todo, capacidad de construirse un punto de vista personal que implica
una identidad propia como persona capaz de aprender, de ser responsable e
innovadora así como capacidad para resolver tareas estableciendo sus propias metas,
planteando sus propias estrategias, procesando información y encontrando recursos
para aprender. También debe ser capaz de flexibilizar el currículum para poder
contextualizarlo y garantizar la permanencia de los estudiantes en el centro educativo,
además de priorizar el trabajo entre la escuela y la comunidad. Estas características
hablarían del docente como un profesional de la educación con capacidad de reflexión
sobre su práctica y comprometido con el derecho a una educación de calidad para todos
sus estudiantes. No obstante, para garantizar una educación inclusiva, es necesario el
compromiso del sistema educativo como un todo. Así, en el nivel de la macro política,
los sistemas educativos necesitan asignar recursos en forma específica a los programas
de inclusión educativa y requieren propender a su monitoreo y evaluación; igualmente
asegurar una legislación nacional y compromisos regionales que generen las garantías
adecuadas para el desarrollo de políticas de inclusión. No obstante, el análisis, por
ejemplo, de algunas experiencias colombianas encaminadas a la inclusión educativa,
como La escuela busca al niño (Calvo et al. 2009) y Bachilleratos flexibles (Codesocial)
muestran que la contextualización curricular se ve enfrentada con los estándares
nacionales y las evaluaciones de Estado; que los programas innovadores en la
búsqueda de la inclusión educativa siguen siendo marginales; que no es fácil la
transformación de las instituciones educativas a partir de los aprendizajes de las
experiencias para la inclusión educativa; que las entidades municipales y regionales son
reacias a modificar las normativas en aras de garantizar la inclusión y que, finalmente, la
formación de los docentes privilegia la homogeneidad de los formatos pedagógicos y
didácticos. Esta situación lleva a formular la pregunta que desarrolla el siguiente
apartado.
Durante los últimos años, el concepto de Inclusión ha evolucionado hacia la idea de que niñas y
niños deben tener oportunidades equivalentes de aprendizaje independientemente de sus
antecedentes sociales y culturales y de sus diferencias en las habilidades y capacidades. El
énfasis está en el logro de una efectiva integración donde el sistema educativo tenga capacidad
de respuesta institucional, curricular, pedagógica y comunitaria frente a las heterogeneidades
constatadas en alumnas y alumnos (IBE-UNESCO, 2007). Así, el concepto de inclusión debe
contemplar estrategias y políticas educacionales diferenciadas y complementarias que aseguren
la integración de niñas y niños a los sistemas educativos, con capacidad de dar respuestas a la
diversidad, expectativas y particularidades de los docentes, los y las estudiantes y sus familias,
en el contexto del Derecho a la Educación. Favoreciendo de esta manera una integración
efectiva que enriquezca la experiencia escolar de todos los actores involucrados. En la
actualidad, diversos indicadores han puesto en cuestionamiento la capacidad real de los
sistemas educativos para alcanzar estas metas y derechos de la inclusión de todos y todas los
alumnos. Se puede observar cómo la repitencia, la sobre-edad, la deserción, los bajos resultados
de aprendizaje y las dificultades para lograr niveles mínimos de competencias de formación
ciudadana se entremezclan generando finalmente exclusión, muchas veces alimentada además
por prácticas institucionales y pedagógicas regresivas. (IBE-UNESCO, 2007). Lo mencionado
explica la relevancia de plantearse los problemas, las causas y efectos que provocan la repitencia
y deserción en los primeros años de escuela primaria; la segregación elitista hacia la escuela
secundaria de los grupos más vulnerables; el respeto y tolerancia frente a la diversidad de niñas
y niños; los elementos implícitos y explícitos que fomentan la exclusión social y pedagógica; la
capacidad de los curriculum prescritos para hacer frente a la inclusión; y el impacto de las
expectativas de los directores y docentes sobre el aprendizaje de sus alumnos prioritariamente.
Dado este contexto, la UNESCO ha definido la inclusión como "el proceso de identificar y
responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor
participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la
educación. Involucra cambios y modificaciones en contenidos, enfoques, estructuras y
estrategias, con una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de edad apropiado y
la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niño/as."
(UNESCO, 2005). Habiéndonos introducidos en el tema, a continuación se presentarán las
principales discusiones y reflexiones del estado de la Inclusión Educativa en las regiones Andina
y Cono Sur, que tuvieron presencia en las sesiones de trabajo del taller realizado en Buenos
Aires sobre los temas Juan Pablo Claro propuestos y las conclusiones resultantes entre
representantes ministeriales y distintos agentes de la sociedad civil, ONG´s y organismos
internacionales.

Según Durante más de dos décadas, Chile ha implementado reformas educativas


destinadas principalmente a mejorar la calidad, equidad y eficiencia de los sistemas
educativos, para mejorar los aprendizajes elementales de los estudiantes, incluidos
aquellos que presentan necesidades educativas especiales. Esta realidad ocasiona
que las escuelas lleven sus mayores esfuerzos en relación a las demandas del
MINEDUC, que resguarda las mejoras en los resultados de aprendizaje, situación que
afecta las dinámicas y prácticas educativas en relación a la valoración de los alumnos,
a partir del logro de un determinado contenido de aprendizaje. (usar conectores)

Según El sistema social peruano evidencia problemas como la discriminación de


personas con determinadas limitaciones físicas o cognitivas. Esta situación
históricamente se ha evidenciado dado que personas con características
excepcionales han recibido tratos discriminatorios. A nivel de escuela se presenta
además: El problema denominado bullying, como un fenómeno que se repite y en el
cual los estudiantes son objeto de agresión física y psicológica; La no inclusión
efectiva de estudiantes con habilidades diferentes, porque aun cuando está dado el
soporte legal que garantiza la inclusión educativa, se observa que todavía no se han
generado las condiciones físicas, psicológicas, pedagógicas, tecnológicas y otras que
permitan desarrollar la inclusión educativa tal como se espera; y El desnivel cognitivo
de los estudiantes, el cual hace que algunos logren aprendizajes significativos y otros
no, lo que determina que algunos queden rezagados y, por ende, no satisfechos de su
participación en clase.

La educación peruana, en la mayoría de las experiencias curriculares, no responde a


las expectativas de la sociedad en continuo cambio ni a la problemática antes
señalada, descuidan que, como centros para la educación de personas, deben
enfocarse en buscar la manera de educar con éxito a todos los niños, incluidos
aquellos con discapacidades graves, así como trazar las bases factibles para que
puedan incluir a todos los niños, con independencia de sus diferencias o dificultades
individuales.

Si el educador considera que, en la actualidad, la educación se maneja dentro del


enfoque inclusivo, entendiéndose este no solo como el proceso de considerar a un
niño con habilidades diferentes (tipificado) para ubicarlo dentro de la clase sino, y
sobre todo, considera que trabaja con enfoque inclusivo cuando reconoce que sus
estudiantes son diferentes en cómo aprenden, con qué procesan el aprendizaje, así
como los ritmos distintos de aprendizaje; entonces implicará que él utilice métodos,
medios y materiales educativos diferentes acorde a las necesidades e intereses de sus
estudiantes.

Según el Gobierno regional San Martin menciona el desarrollo de talleres como


estrategias para la educación inclusiva de estudiantes sordoceguera Con la finalidad
de lograr una verdadera inclusión en nuestra sociedad y brindar las mismas
oportunidades de educación a niños, niñas y adolescentes, el Gobierno Regional de
San Martín (GORESAM), a través del Programa Presupuestal 106 ‘’Inclusión de niños,
niñas, jóvenes y adolescentes con discapacidad en la Educación Básica y Técnico
Productiva’’, desarrollará el taller denominado ‘’Estrategias para la educación inclusiva
en estudiantes con sordoceguera”.
Este taller se realizará en forma virtual, a fin de que puedan participar desde diversos
puntos de la región; asimismo se entregarán certificados. Respecto al desarrollo del
programa, éste de dividirá en 3 módulos: Conociendo a nuestras y nuestros
estudiantes con sordoceguera según los marcos de atención a la diversidad; Prácticas
pedagógicas para atender a estudiantes con sordoceguera; y Trabajo con familias de
estudiantes en alianza con los centros de educación.
En la institución educativa publicas observamos a niños con necesidades educativas
especiales para ello queremos lograr una verdadera inclusión en nuestra sociedad y
brindar las mismas oportunidades de educación.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

¿Qué estrategias platean los docentes para mejorar la educación inclusiva en


instituciones de la región de san Martín?

Objetivo de la investigación:

Identificar las estrategias para brindar a los educadores para la mejora de la educación
inclusiva en instituciones de la región de san Martín.

Molina Olavarría, Y. (2015). Necesidades educativas especiales, elementos para una propuesta
de inclusión educativa a través de la investigación acción participativa: El caso de la Escuela
México. Estudios pedagógicos (Valdivia), 41(ESPECIAL), 147-167.

Ortiz Távara, T. M., & Reynosa Navarro, E. (2021). Inclusión educativa de niños con síndrome
Down en educación inicial regular, Perú. Revista Cubana de Medicina General Integral, 37(2).

Calvo, G. (2013). La formación de docentes para la inclusión educativa. Páginas de


educación, 6(1), 19-35.

Claro, J. P. (2007). Estado y desafíos de la inclusión educativa en las regiones andina y cono
sur. REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 5(5), 179-
187.

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