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Esp. Legal : Dra. Sofía Guerra P.

Expediente : 2009-02100
Cuaderno : Principal
Escrito : 01-2012
Sumilla : Alegato de bien probado.

AL SEÑOR JUEZ DEL TERCER JUZGADO MIXTO DE PUNO.

VICTOR LEOPOLDO MADARIAGA ANCIETA, demandante en el proceso


constitucional de Amparo seguido en contra de la Cámara de Comercio y la
Producción de Puno; a Ud., nuevamente me presento y digo:

Mediante resolución N° 26 se ha puesto en conocimiento de las partes la


bajada de autos y se ha comunicado que se está próximo a sentenciar. En ese
sentido, presento mi alegato de bien probado bajo el siguiente detalle:

Primero.- Habiéndose desestimada la excepción de prescripción, resta únicamente


recordar los fundamentos fácticos y jurídicos invocados y probados en la demanda y
los resultados del proceso a través de la contestación de la demanda también dan
cuenta de que se han arrollado mis derechos constitucionales.

Segundo.- En efecto, se ha verificado diáfanamente que en la sesión ordinaria de


fecha 31 de julio de 2009 se acordó por unanimidad la separación temporal del

recurrente mientras duren los procesos de aclaración y


auditoría, Es decir, que no hubo formalmente una auditoría, pues esta recién se
iba a poner en marcha, lo anterior se corrobora con la contratación del auditor en dicho
acuerdo. Coadyuva a tal conclusión, otro hecho relevante: El acuerdo se toma en base
al Informe N° 009-2009-G.R.PUNO/GRDE del 20 de marzo del 2009, en la que un ente
ajeno a la institución reclama dineros adeudados, no individualizando a nadie y
tampoco este informe probó nada, justamente ello determinó que se contrate recién el
31 de julio al auditor, tal como se aprecia del rubro Orden del día: CONTRATACION
DEL AUDITOR PAM EN PROVINCIAS. Aquí, es menester hacer un paréntesis,
significado que la actual presidenta de la Cámara de Comercio y de la Producción Sra.
VILMA ENRIQUEZ PALMA y la Administradora Sra. URZULA ZAVALETA VARGAS
integraban el Comité de Créditos del Programa PAM Y PAM en Provincias y ellas
jamás fueron comprendidas en proceso administrativo disciplinario alguno, lo que
demuestra el interés subalterno de sancionarme únicamente a mi persona.
Estos hechos demuestran Sr. Juez que la sanción fue unilateral y responde
únicamente a presunciones pues además en la contestación a la demanda, no
adjuntaron ningún medio probatorio que determine responsabilidad del suscrito, sino,
sólo se remitieron a una devolución de carta que no implica aceptación de cargos,
naturalmente. Estas presunciones –insisto, recién se contrató a un auditor, el día que
ya me sancionaron- atenta contra el derecho constitucional a la presunción de
inocencia, previsto en el Art. 2 Inc. 24 e) de la Carta Magna. Este principio involucrado
en el derecho administrativo sancionador, implica la presunción de licitud previsto en el
Inc. 9 del Art. 230 de la ley 27444 del Procedimiento Administrativo General –aplicado
supletoriamente- y que ad literam señala: “Las entidades deben presumir que los
administrados han actuado apegados a sus deberes…”

Bajo este irregular contexto, se advierte que al tratarse de separación que es lo que
realmente acordó el Concejo directivo, se observa que no hubo el derecho de defensa
a mi persona para poder contradecir lo que se me imputaba, con lo cual se evidencia
arbitrariedad y desdén del derecho constitucional de defensa. Lo anterior se advierte
de la propia acta y la carta que no hacen referencia siquiera tangencial a que se hayan
imputado cargo alguno al suscrito o se me haya otorgado un plazo para poder

defenderme o pedir audiencia. Abona a lo anterior, otro hecho relevante: NUNCA


FUI NOTIFICADO A LA SESION DEL 31 DE JULIO
DE 2009 DONDE SE ACORDO MI SEPARACION,
TAL VERSION ES CORROBORADO CON LA
PROPIA VERSION DE LA PRESIDENTA DE LA
CAMARA QUIEN ADUJO QUE NO ERA PARTE DE
LA CAMARA. Esta grave omisión vulnera per se el derecho fundamental a la
defensa.

Tercero.- Se afirmó también que mi suspensión se adoptó teniendo en cuenta el Art. 9


del Estatuto. Sin embargo, dicho artículo precisa la pérdida de condición de
asociado, entre otros, por separación acordada por el Concejo Directivo,

entendiéndose que esta separación es definitiva, pues la norma no hace


ninguna distinción en temporal o definitiva, es más no
ha previsto suspensión temporal como se acordó en la sesión,
razón por la cual, se ha infringido el principio de legalidad, pues se me sanciona con
prescindencia de este principio y ello acarrea evidente infracción constitucional que es
proscrito a través del presente proceso constitucional.

Abona a lo anterior otro hecho inobjetable: La Carta Notarial me comunica


suspensión de mis funciones y no una separación –que sí estaba prevista en el
acuerdo- que es lo único que hace referencia el art. 9 del estatuto, es más, la carta
notarial, ni siquiera hace mención a dicho precepto normativo. Esta desprolijidad
trasluce un afán de sancionarme a toda costa, violentando derechos constitucionales,
pues el acuerdo dice separación y la carta, dice suspensión lo cual es inaudito, ya que
son conceptos totalmente diferentes a saber: SEPARACIÓN significa: “Alejamiento.
/Apartamiento. / División. / Pérdida de contacto o proximidad./ Destitución de empleo o
cargo./ Retiro./ Desistimiento de demanda./ Escisión en sociedad o asociación./
Renuncia./ Remocion./ …” (OSSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas,
Políticas y Sociales. 2004. Edit. Heliasta. Pág. 915). A su vez SUSPENSION significa:
Levantamiento de alguien o algo./ Ahorcamiento./ Detención de un acto./ Interrupción./
Aplazamiento de una vista./ sesión u otra reunión o audiencia./ Censura eclesiástica
que priva de un oficio o beneficio./ sanción administrativa que priva del sueldo y a
veces temporalmente del empleo./ Corrección disciplinaria laboral que significa la
interrupción de la relación de trabajo durante cierto lapso./ (OSSORIO, Manuel.
Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. 2004. Edit. Heliasta. Pág. 953).

La nitidez de lo antedicho se corrobora por el Art. 43 del Estatuto que prevé la

admisión, suspensión y separación de los socios, así


mismo prevé que en caso de suspensión y separación se requerirá de dos
tercios de votos válidos de los miembros del consejo, con lo cual se advierte
inequívocamente que el propio estatuto diferencia estos conceptos.

Así las cosas se demuestra inequívocamente que los demandados por su desprolijidad
y su afán subalterno de sancionarme por sancionarme lo hicieron 2 veces.

En resumidas cuentas, se demuestra aquí que se vulneró el principio de legalidad,


previsto en el artículo 2º, inciso 24, literal d) de la Constitución Política del Estado que
prevé que “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de
cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca,
como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley” (subrayado
nuestro). Y aquí se demuestra que la sanción trasuntada en el acuerdo de consejo
directivo no está preestablecida. En efecto, en la segunda hoja del acta se aprecia el
siguiente tenor: “ACUERDO: Luego de la votación realizada se acuerda por
unanimidad, separar temporalmente al Sr. Víctor Leopoldo Madariaga Ancieta
mientras dure los procesos de aclaración (auditoría y otros) que ha
implementado la institución…” (subrayado y negrilla agregada) siendo ello así, se
tiene que el estatuto no ha previsto este tipo de sanción, pues sólo se limita a
sancionar con separación y suspensión de un socio, entendiéndose que la separación
siempre es definitiva y no puede ser temporal, pero no está prevista la separación
temporal.
Cuarto.- El Tribunal Constitucional ha precisado también que el debido proceso
implica el respeto dentro de todo proceso -sea este judicial o administrativo- de los
derechos y garantías mínimas con que debe contar todo administrado para que el
proceso pueda tramitarse y resolverse en justicia, este derecho “consagrado en el Art.
139, inciso 3 de la Constitución (…) es una garantía que, si bien tiene su ámbito
natural en sede judicial, también es aplicable en el ámbito de los procedimientos
administrativos inter privatos. Y en nuestro caso sería un proceso administrativo
disciplinario que debía ser rigurosamente observado y no sometido a procedimiento
distinto al predeterminado por ley. Y es que el Art. 43 del estatuto, prevé como función
y atribución del consejo directivo lo siguiente: “Resolver sobre la admisión, suspensión
y separación de los socios. En los casos de suspensión y separación, se requerirá de
dos tercios de votos válidos de los miembros del consejo”. Lo que implica que al ser 6
los miembros, más el suscrito que por tener la calidad de past presidente, formo parte
del consejo directivo, conforme al Capítulo 7 del Art. 35 del CONSEJO DIRECTIVO del
Estatuto, que conforman los demandado suman en total 7 miembros, por tanto, los 2
tercios deberían ser de 5 votos. Sin embargo, los votantes en realidad fueron 4,
pues el Abogado Hugo Cavero Aybar actuó como apoderado del Sr. Eduardo
Quispe Pandia y por tanto, si estaba presente el sr. Quispe Pandia no debía votar
o viceversa, pero no ambos, eso hizo que se computara 5 votos en forma ilegal.
Lo anterior, es fácilmente corroborado con la contestación de la demanda –punto c)
quinto hecho en que se funda la defensa en la que se reconocen la existencia de los
directivos y en la que no está el Sr. Hugo Cavero Aybar-Bajo esta perspectiva, se
habría vulnerado el derecho al debido procedimiento, pues se inobservó el estatuto.

POR LO EXPUESTO:

Solicito se tenga en cuenta el presente alegato al momento de resolver.

Puno, a la fecha de su presentación.

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