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TEMA 8: TÉCNICAS DE HABILIDADES DE

AFRONTAMIENTO Y SOLUCIÓN DE PROBLEMAS:


El objetivo es conocer técnicas de intervención en situaciones de estrés y malestar emocional.

1. ESTRÉS:

1.1. ESTRÉS Y HABILIDADES DE AFRONTAMIENTO:

Lazarus y Folkman en su modelo transaccional del estrés, señalan:

 El afrontamiento de situaciones de estrés tiene que ver con los esfuerzos cognitivos y
conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas
específicas externas y/o internas.
 Y el estrés con un déficit en estas estrategias de afrontamiento.

 El estrés psicológico viene mediatizado por la valoración que la persona hace de la situación y
los recursos que considera que tiene para hacerle frente.
 Se considera que una persona está en una situación de estrés cuando ha de hacer frente a las
demandas de una situación y considera que no tiene suficientes recursos para ello.

Las principales técnicas cognitivo-conductuales destinadas a aumentar las habilidades de afrontamiento o


coping son 3:

 Entrenamiento en autoinstrucciones.
 Entrenamiento en inoculación del estrés.
 Entrenamiento en solución de problemas.

1.2. TÉCNICA DE ENFRENTAMIENTO EN AUTOINSTRUCCIONES:

Fundamentos teóricos:

El entrenamiento en autoinstrucciones fue diseñado por Miechenbaum con el propósito de instaurar o


modificar el “diálogo interno desadaptativo”.

Las autoinstrucciones son estrategias metacognitivas dirigidas a favorecer la autorregulación de la


conducta, y la confianza en la propia capacidad para afrontar una situación (son dependientes del
contexto, una técnica no es buena per se, sino si se aplica en un buen momento).

Las autoinstrucciones son un número reducido de enunciados fáciles de retener y que se repiten para que
se conviertan en habituales.

No están dirigidas a resolver problemas en sí, sino a facilitar el acceso a habilidades específicas
necesarias para resolver el problema:

- Habilidades de atención (aprender a prestar atención)


- Habilidades de memoria (recordar lo atendido o aprendido)
- Flexibilidad cognitiva (cambiar la estrategia cuando la situación o contexto lo requiere)

Inicialmente, el entrenamiento en autoinstrucciones se utilizó como procedimiento para incrementar las


habilidades de autocontrol y atención en niños con TDAH con el objetivo de enseñarles a pensar y
planificar antes de actuar.

El entrenamiento en autoinstrucciones tiene su origen en las aportaciones teóricas de:


 Luria sobre la ejecución de respuestas. Indica que existen tres fases a través de las cuales los
niños aprenden a emitir e inhibir respuestas motoras voluntarias:
I. El lenguaje de las personas adultas sirve para controlar estas respuestas
II. Es el lenguaje del niño el que se convierte en regulador de la conducta
III. El niño realiza verbalizaciones subvocales (voz baja) o encubiertas (diálogo interno)
para regular su conducta.
 Vigotsky sobre el papel mediacional en la ejecución y el control de la conducta.
 Bandura, sobre el aprendizaje observacional o teoría del aprendizaje social o relevancia de la
observación del refuerzo de la conducta ejecutada por un modelo (si un niño ve que un adulto
usa autoinstrucciones para afrontar una situación y le sale bien; ese niño habrá adquirido ese
aprendizaje y lo repetirá).

Técnica de autoinstrucciones (para autorregulación ante tareas:

Con las autoinstrucciones se busca conseguir un comportamiento más reflexivo en la realización de una
tarea específica, incluyendo acciones como:

 Identificar y definir el problema (“¿qué es lo que tengo que hacer?”).


 Considerar distintas alternativas y soluciones (“¿qué ocurriría sí…?”).
 Guiar/orientar la respuesta (“¿cómo tengo que hacerlo? Primero hacia la derecha, después
hacia arriba, luego…”).
 Autocorreción (“cuidado, tengo que ir más despacio”).
 Autorrefuerzo (“lo estoy haciendo bien”).

El entrenamiento en autoinstrucciones incluye 5 pasos:

I. Modelado cognitivo.
II. Modelado participante.
III. Autoinstrucciones en voz alta.
IV. Desvanecimiento de las autoinstrucciones en voz alta.
V. Autoinstrucciones encubiertas.

I. Modelado cognitivo:

El niño ve realizar a la persona adulta una tarea, y observar las autoinstrucciones concretas que la persona
se da en voz alta, para realizar la tarea, corregir posibles errores y administrarse autorrefuerzo.

 Ejemplo: hacer un dibujo ¿Qué es lo que tengo que hacer? Ahora voy a… (ejemplo que puso en
clase con la botella).

II. Modelo participante:

En este paso posterior, el niño realiza dicha tarea, mientras el modelo va verbalizando las “instrucciones”
en voz alta.

III. Autoinstrucciones en voz alta:

En esta fase posterior, es el niño el que va diciendo en voz alta las autoinstrucciones a medida que realiza
la tarea.

IV. Desvanecimiento de las autoinstrucciones en voz alta:

En esta fase, el niño susurra las autoinstrucciones mientras lleva a cabo la tarea.

V. Autoinstrucciones encubiertas:

Finalmente, el niño realiza la tarea mientras se da a sí mismo, internamente, las autoinstrucciones


oportunas.

Conclusión:
El entrenamiento en autoinstrucciones también se ha utilizado en persona jóvenes y adultas para cambiar
los pensamientos o autoinstrucciones negativas propias de un afrontamiento ineficaz de situaciones
aversivas de estrés/ansiedad: formando parte del entrenamiento en inoculación de estrés.

Para Meichenbaum, el entrenamiento ayuda en:

 Evaluar las exigencias de una situación determinada y poder así planificar la respuesta ante
posibles estresores futuros.
 Controlar los pensamientos, imágenes que generan estrés.
 Afrontar las emociones disfuncionales que se experimenten.
 Reflexionar sobre la nueva forma de actuar y reforzarse por haber intentado el afrontamiento.
Situación aversiva:

En este tipo de entrenamiento en autoinstrucciones, la forma de proceder es la siguiente:

 Se explica a la persona la naturaleza del estrés y el papel de las autoverbalizaciones respuesta a


ciertas situaciones.
 Análisis del afrontamiento de situaciones estresantes o aversivas, subdividiéndolas en 4
momentos o fases:
o Fase de preparación.
o Fase de confrontación.
o Fase de afrontamiento de la activación emocional durante la situación estresante:
momentos críticos.
o Fase de reflexión, valoración de los esfuerzos realizados y reforzamiento del éxito.
 En cada fase:
o Se le pide a la persona que observe su diálogo interno (sus pensamientos) y registre sus
autoverbalizaciones.
o Y posteriormente analice junto con el psicólogo el papel que estas autoafirmaciones
tienen en el aumento de su respuesta de estrés/ansiedad, y cómo interfieren en la
posibilidad de dar respuestas adecuadas.
Fase de preparación:

El objetivo de esta fase es que la persona anticipe el tipo de pensamientos o verbalizaciones que se da en
la situación aversiva o estresante y combatirlos con pensamientos y verbalizaciones más positivas y
adaptativas, que sean previamente aprendidas o memorizadas.

Se indica a la persona la conveniencia de identificar en la situación, lo antes posible su sintomatología o


señales de estrés de baja intensidad, porque en una situación el estrés va aumentando de forma gradual y
es más fácil hacerle frente en los primeros momentos.

El tipo de autoinstrucciones a utilizar en esta fase son de este tipo:

 “¿Qué tengo que hacer?”.


 “¿Cómo puedo hacerlo?”, “puedo pensar un plan para hacerle frente”.
 Animarse a hacerlo: “Sé que puedo hacerlo”, “preocuparme no sirve de nada”, “todo irá bien”.

Fase de confrontación real con la situación:

El objetivo de esta fase es que la persona se enfrente a la situación, sin evitarla, intentando controlar la
reacción de estrés.

En esta fase las autoverbalizaciones deben centrarse en reafirmarse en la posibilidad de abordar la


situación.

El tipo de autoinstrucciones a utilizar en esta fase son de este tipo:

- “Puedo hacerlo”, “lo estoy haciendo”.


- “Puedo tranquilizarme”, “ya lo he hecho en ocasiones anteriores”.
- “Es más fácil ahora que he empezado”.
Fase de afrontamiento de la activación emocional durante la situación estresante. Momentos
críticos:

En el afrontamiento de una situación aversiva o de estrés hay momentos críticos, en los que la persona
siente que está a punto de perder el control o abandonar la situación.

En esos momentos críticos puede ayudarle a afrontar la situación la utilización de autoinstrucciones


positivas, junto con otras estrategias que haya aprendido (ejemplo, respiración profunda o la relajación
condicionada) que le permitan enfrentarse a la situación.

El tipo de autoinstrucciones a utilizar en esta fase son de este tipo:

 “Voy a tranquilizarme y la ansiedad desaparecerá poco a poco”.


 “Sabía que podía ocurrir, pero sé que puedo controlarme”.
 “Respiro lenta y profundamente y me relajo”, etc.

Fase de reflexión, valoración de los esfuerzos realizados y reforzamiento del éxito:

Es importante señalar a la persona que el proceso de aprendizaje o afrontamiento es gradual y es


conveniente valorar las acciones realizadas, reflexionar sobre cómo se ha enfrentado a la situación y
comprobar qué le ha ayudado.

El tipo de autoinstrucciones a utilizar:

 “¡Bien, ya he terminado, lo he hecho!”.


 “No ha sido tan malo como esperaba”.
 “Lo he hecho bastante bien, la próxima vez lo haré mejor”.
 “Cada vez lo hago mejor”, “soy capaz de controlarme”, etc.

Funciones de las autoinstrucciones:

Las funciones que desempeñan las autoinstrucciones en el control del comportamiento son básicamente
las siguientes:

 Preparar a las personas para utilizar autoinstrucciones específicas que, según el momento o
situación, sean más.
 Focalizar la atención en la tarea o acción a realizar.
 Guiar la conducta.
 Proporcionar refuerzo y retroalimentación sobre la ejecución.
 Evaluar los resultados de la ejecución.
 Reducir la ansiedad (ejemplo, “mantén la calma, tranquilo, respira. Lo estás haciendo muy
bien”).

Tipos de autoinstrucciones:

Las autoinstrucciones son un número reducido de enunciados fáciles de retener y que se deben repetir
hasta convertirlos en habituales.

En la práctica se seleccionan las que se consideren más adecuadas para cada momento y estilo de
expresión de la persona.

Las autoinstrucciones pueden adoptar diferentes formas:

 Nominal: ejemplo, “María, párate un momento y respira profundamente”.


 En primera persona: ejemplo, “me voy a parar un momento y voy a respirar profundamente”.
 En segunda persona: ejemplo, “será mejor que pares un momento y respires profundamente”
(segunda persona un poco mal).
 Imperativa: ejemplo, “para un momento y respira profundamente”.
Eficacia:

La eficacia del enfrentamiento en autoinstrucciones es modulada por un conjunto de variables:

 Adecuar el formato de presentación del procedimiento a las características de la persona (niño,


persona adulta, personas con discapacidad intelectual).
 Implicar a la persona en el entrenamiento.
 Entrenar a la persona en el uso de imágenes que le inciten al empleo de las autoinstrucciones
adecuadas en cada fase o momento (preparación, confrontación…).
 Seleccionar también aquellas verbalizaciones (frases) que ya utiliza la persona con cierta
frecuencia y que ella valora como eficaces en el control de su propia respuesta.
 Facilitar la generalización del uso de las autoinstrucciones mediante su empleo reiterado
(autoentrenamiento) en una gama de situaciones tan amplia y variada como sea posible.

Técnica de autoinstrucciones:

El entrenamiento en autoinstrucciones se ha aplicado a un número importante de problemas y trastornos:


programas de intervención en niños con TDAH para tratar la impulsividad, en el tratamiento de los
problemas de violencia de género…

El entrenamiento en instrucciones suele utilizarse como parte de un programa multicomponente en


combinación con:

 Técnicas de modelado.
 Técnicas de autocontrol (auto-observación, autoevaluación y auto-refuerzo).
 Procedimientos de aproximaciones sucesivas.
 Técnicas operantes.
 Entrenamiento en habilidades específicas.
 Entrenamiento en resolución de problemas.

1.3. PROCEDIMIENTO DE APLICACIÓN EN LA TÉCNICA DE AUTOINSTRUCCIONES:

Primero: antes de comenzar el entrenamiento en autoinstrucciones necesario evaluar/conocer el tipo de


diálogo que la persona mantiene consigo misma durante las tareas o situaciones concretas a trabajar.

 Se le pide que observe y registre este diálogo interno mientras realiza una tarea o se enfrenta a
una situación específica.
 De este modo se puede conocer las autoinstrucciones que utiliza y son más adecuadas y deben
mantenerse y las desajustadas o con necesidad de modificar.

Segundo: solicitar a la persona que elabore o genere el mayor número posible de autoverbalizaciones o
autoinstrucciones, que le puedan ayudar y le permitan desarrollar adecuadamente la tarea o enfrentarse a
la situación concreta.

 Posteriormente, conjuntamente el psicólogo y la persona selecciona las que consideren más


adecuadas, en función del problema o situación concreta.

Tercero: memorizar o aprender las autoinstrucciones decididas.

Cuarto: poner en práctica las autoinstrucciones en el mayor número de situaciones, para poder
automatizarlas, más allá de la situación entrenada en la sesión terapéutica.

Un procedimiento típico o estándar, incluye autoinstrucciones o verbalizaciones relacionadas con los


siguientes aspectos: TIENEN QUE SER CORTAS.
 Identificación de la situación problemática: interrogarse sobre la situación, hacer explícito
el problema y sus componentes y permite la comprensión de la tarea o situación que debe
abordarse.
o Mejor afirmaciones que preguntas (estas últimas serían más adecuadas en la resolución de
un caso. Por ejemplo, ¿por dónde voy a empezar?)
 Centrar la atención sobre el problema: ¿Por qué? Porque mediante preguntas y respuestas
sobre la tarea se recibe retroalimentación informativa y se produce la focalización de la atención
en ella.
o Autoplanificación (céntrate, léelo bien).
 Forma de encauzar la situación hacia la solución: ¿Por qué? Porque poner el foco de atención
en el proceso, ayuda a decidir cómo actuar en las diferentes fases y frente a cambios en la
situación.
 Qué hacer con los errores cometidos: ¿Por qué? Porque poder saber cómo actuar frente a un
resultado inadecuado o no esperado aumenta la flexibilidad cognitiva e ideas.
 Auto-refuerzo: ¿Por qué? Porque evaluar y reconocer los resultados obtenidos, tiene un efecto
motivador.

Ejemplo: Autoverbalizaciones en un examen.

1.4. TÉCNICA EN INOCULACIÓN DEL ESTRÉS:

La técnica de autoinstrucciones es la base de la técnica de entrenamiento en inoculación de estrés de


Meichenbaum utilizado en un número muy importante de problemas psicológicos relacionados con el
estrés y la ansiedad.

El entrenamiento en inoculación del estrés, es el nombre que se da a un paquete de técnicas cognitivo-


conductuales diseñado inicialmente para el tratamiento de problemas de ansiedad.

Debe adecuarse a cada persona, en función de las características específicas de la situación y del
problema del estrés a prevenir o eliminar.

Tipos de estresores:

La técnica sirve para afrontar 4 tipologías de estrés:

I. Estresores agudos de tiempo limitado: acontecimientos estresantes que se dan en un


momento determinado y son de corta duración.
Ejemplo: realizar una oposición, sacarte el carnet de conducir…
II. Secuencias de estrés: acontecimientos vitales estresantes concretos.
Ejemplo: pérdida afectiva, pérdida de trabajo… que pueden desencadenar una secuencia de
problemas de ajuste que van acompañados de nuevas reacciones de estrés (ejemplo, pérdida
económica, problemas relacionales, etc.).
III. Intermitencia crónica: estrés provocado por la exposición repetida a situaciones
estresantes. Ejemplo: periodo de exámenes, chequeo médico…
IV. Estrés crónico continuado: incluye el afrontamiento de enfermedades médica o
psiquiátricas de larga duración o problemas afectivos o familiares prolongados. Ejemplo:
dificultad económica familiar…

Fundamentos teóricos:

Para Meichenbaum la “Inoculación del estrés” no es una técnica, sino un paradigma general de
tratamiento, cuyas bases teóricas son dos modelos:

 El modelo transaccional del estrés (Lazarus y Folkman).


 El modelo de determinismo recíproco de Bandura.

El modelo transaccional del estrés (Lazarus y Folkman):


Este modelo que señala que una persona sufre estrés cuando percibe que las demandas de la situación
superan sus recursos de afrontamiento.

Desde este modelo se da un valor central a la “valoración cognitiva” tanto del estímulo o situación,
como de la respuesta de afrontamiento.

Meichenbaum considera que cada persona va a experimentar estrés en función de:

 Su forma particular de percibir, valorar e interpretar los acontecimientos estresantes


(valoración primaria): si éstos se valoran como amenazantes, se experimenta estrés.
 La valoración realizada, en relación con el acontecimiento estresante, sobre la propia capacidad
(disponer de habilidades o recursos) para afrontarla (valoración secundaria).

El modelo de determinismo recíproco de Bandura:

Este modelo indica que el ambiente o la conducta de unas personas, puede influir en otras, es decir,
que hay una influencia recíproca entre variables individuales y situacionales.

Concretamente, para Meichenbaum, lo que desencadena una emoción determinada es la interacción


entre diferentes variables, como:

 Apreciación del peligro.


 Las expectativas de resultado.
 La intención que se atribuye a otras personas.
 Y cómo se interpretan las propias respuestas somáticas.

Objetivos:

Teniendo en cuenta esta interacción entre estresores psicosociales y procesos cognitivo-afectivos, el


tratamiento de la inoculación al estrés se centra en 3 áreas fundamentales:

 La promoción de una actividad autorreguladora adecuada que implica reducir o suprimir la


intensidad de auto-verbalizaciones, imágenes y emociones perturbadoras e incrementar o
instaurar aquellas que proporcionen un funcionamiento más adaptativo según la situación.
 La modificación de conductas desadaptativas y el incremento de conductas adaptativas.
 La revisión y modificación de estructuras cognitivas (creencias, supuestos básicos, etc.) que
estén promoviendo valoraciones negativas de uno mismo y del mundo.

El objetivo máximo de este tipo de tratamiento es enseñar y desarrollar habilidades y destrezas


específicas de afrontamiento para encarar una amplia variedad de situaciones.

Y, para ello, hace uso de diferentes técnicas y entrena en el manejo de diferentes estrategias
(psicoeducación, autoobservación y autorregistro, relajación, respiración, habilidades sociales,
reestructuración cognitiva, autoinstrucciones, control del tiempo, resolución de problemas, etc.).

1.5. PROCEDIMIENTO DE LA TÉCNICA DE INOCULACIÓN DEL ESTRÉS:

En este entrenamiento en inoculación del estrés se considera que el psicólogo utilizando un estilo
socrático y didáctico, puede ayudar a la persona a resolver o afrontar una situación de estrés.

El procedimiento de inoculación del estrés se desarrolle en tres fases:

 Fase 1: fase de conceptualización.


 Fase 2: fase de entrenamiento en habilidades.
 Fase 3: aplicación y consolidación.

Fase 1: Conceptualización:
En esta frase se busca definir el problema que presenta la persona, ayudarle a entender su naturaleza y
sus efectos en sus emociones y su conducta.

En esta fase, Meichenbaum señala que es necesario realizar dos tipos de acciones:

Acción 1: Evaluación y diagnóstico del problema.

En esta acción es necesario:

 Tener una primera aproximación al problema tal y como lo describe la persona.


 Llevar a cabo una evaluación exhaustiva del mismo utilizando diferentes técnicas de
evaluación (entrevista, autoobservación, cuestionarios específicos, reconstrucción en
imaginación de situaciones estresantes, etc.).
o Analizando de forma independiente cada problema que presenta la persona.
o Describiendo cada problema de forma concreta (en términos conductuales):
averiguando el mayor número de variables internas o externas implicadas en el
desarrollo y mantenimiento de cada problema.
 Determinar si las dificultades de afrontamiento a situaciones estresantes que presenta la persona
se deben a un déficit en habilidades específicas o a fallos en el desempeño debido a conductas,
emociones o cogniciones desadaptativas.

Acción 2: Reconceptualización del problema:

 Ayudar a la persona a aceptar y reconocer que ha vivido o tiene situaciones que no puede
cambiar, y otras sí puede hacerlo, de forma que pueda ajustar su energía y recursos en lo que
realmente está bajo su poder de influencia, y realmente puede cambiar.
 Desmontar y corregir falsas creencias que presenta en relación a su problema, de forma que
comprenda cómo sus propias reacciones, su forma de interpretar los acontecimientos y su
propia habilidad de afrontamiento pueden exacerbar o minimizar su estrés.
 Son frecuentes creencias como las siguientes:
o Las personas reaccionan de forma homogénea ante situaciones de estrés o
acontecimientos vitales estresantes.
o Mostrar estrés o malestar emocional ante situaciones difíciles es un signo de debilidad
o psicopatología.
o Las personas no manifiestan reacciones de estrés después de que hayan ocurrido los
acontecimientos vitales estresantes.

Fase 2: Entrenamiento en habilidades:

En esta fase se entrena a la persona en estrategias de afrontamiento que le permitan abordar las
situaciones específicas que se haya detectado en la fase anterior, que le generan estrés.

 Se deben reafirmar las estrategias que la persona ya utiliza con cierta destreza y le resultan de
utilidad.
 Se deben entrenar o hacer que la otra persona aprenda otras habilidades de afrontamiento de las
que no dispone, que también pueden resultarle de utilidad para afrontar el tipo de problema o
situación estresante concreta que presenta.

A la hora de decidir las estrategias de afrontamiento a potenciar en la persona, es importante tener en


cuenta algunas cuestiones como las siguientes:

 Entrenar en distintas estrategias de afrontamiento, de forma que pueda ejecutarlas con


flexibilidad en atención a la situación estresante a afrontar.
 Entrenar en estrategias centradas en el problema y orientadas a la modificación, evitación y
minimización del impacto de los estresores.
 Cuando la situación estresante es incontrolable o inmutable, entrenar estrategias de
afrontamiento paliativas.

Los cuatro tipos de técnicas que entrenar son:


Técnicas de control de la activación:

Se entrena a la persona en técnicas dirigidas a aliviar la tensión emocional.

Se enseña a la persona a detectar las señales de activación fisiológica y reducirlas o eliminarlas a


través de técnicas útiles como:

 La respiración profunda.
 La relajación.

Técnicas conductuales:

Las técnicas conductuales a entrenar dependen del problema concreto de la persona y de las situaciones
que lo provocan.

Se puede fomentar el entrenamiento en:

 Habilidades de comunicación.
 Técnicas de exposición en imaginación o en vivo.
 Técnicas conductuales para aumentar o reducir conductas (economía de fichas, moldeamiento,
modelamiento, habilidades sociales…).
 Entrenamiento en hábitos (higiene del sueño, ejercicio físico…).

Técnicas cognitivas:

Se tiende a utilizar cuatro tipos de técnicas cognitivas:

 Reestructuración cognitiva: se busca que la persona tome conciencia del papel que ejercen sus
pensamientos en la potenciación y mantenimiento de su nivel de estrés (en las emociones y en la
visión y afrontamiento de la situación de estrés).
Se trata de identificar y modificar pensamientos disfuncionales o inapropiados, con técnicas
como:
La puesta a prueba o búsqueda de evidencia confirmatoria o desconfirmatoria de los
pensamientos o creencias distorsionadas, mediante:
o Diálogo socrático.
o Realización de experimentos conductuales.
Y la confección de pensamientos alternativos.

 Entrenamiento en autoinstrucciones: permiten contrarrestar el diálogo negativo propio de un


afrontamiento ineficaz.
Las autoinstrucciones pueden servir de guía para cuatro momentos:
I. Preparación para enfrentarse al estresor: estas autoinstrucciones van dirigidas a
centrarse en la tarea o estresor, combatir pensamientos negativos distractores y
prepararse y focalizar la atención en la planificación o pasos a realizar.
Ejemplo: ¿Qué tengo que hacer?/Ahora lo que tienes que hacer es…/Sólo he de pensar
en lo que sé que tengo que hacer y no en si me estoy poniendo nervioso/oncéntrate en lo
que tienes que hacer.
II. Confrontación con el estresor: en este momento las autoinstrucciones deben dirigirse a
controlar la reacción de estrés, y, por tanto, a:
o Reafirmar a la persona su capacidad para afrontar la situación.
o Interpretar de manera constructiva los signos de estrés que le van apareciendo.
o Reforzar el uso de respuestas de afrontamiento entrenadas.
Ejemplo: No tengo que pensar en mi estrés sino en cómo tengo que abordar esta
situación o problema.
III. Afrontamiento de las sensaciones de estrés o malestar si se producen: en este
momento las instrucciones a utilizar deben:
o Servir de guía y ayuda para que la persona para permanezca a pesar de todo en
la situación.
o Se centre en lo que está ocurriendo.
o Acepte las emociones que siente y espere a que disminuyan.
o Aprenda a tener cierto control incluso si sucede lo peor.
Ejemplo: Trata de centrarte en lo que puedes hacer para mantenerte en la situación o
para reducir el malestar: Relájate y vete despacio.
IV. Valoración de los esfuerzos de afrontamiento y resultados: valoración de los
esfuerzos de afrontamiento. En este momento las autoinstrucciones deben:
o Evaluar lo que le ha ayudado y lo que no, a afrontar la situación.
o Grado o nivel en el que ha podido poner en marcha las estrategias entrenadas.
o La utilidad de las estrategias utilizadas para afrontar el estresor.
o Reconocer, felicitarse y valorar los avances conseguidos por pequeños que
sean.
Ejemplo: No ha sido tan malo como esperaba/He afrontado la situación bastante bien.

 Resolución de problemas: esta estrategia busca fomentar la autoeficacia de la persona. Es


decir, aumentar su sentimiento de capacidad de afrontar la situación estresante, haciendo que
conozca y aplique un proceso lógico que le permita identificar o encontrar soluciones a los
problemas que se le presentan en su vida cotidiana y que le pueden provocar ciertos niveles de
estrés.
Meichenbaum y Deffenbacher (1988) resaltan cuatro tipos de autoinstrucciones de solución
de problemas que se entrenan especialmente:
o Ver la situación estresante como un problema concreto a resolver.
o Analizar los requisitos que son necesarios para abordar el problema.
o Dividir la situación estresante en unidades más pequeñas y manejables.
o Solucionar el problema estableciendo un plan de acción en función de la meta
establecida.

 Autorrefuerzo: el autorrefuerzo o valoración del afrontamiento realizado y los resultados


parciales o totales conseguidos, facilita:
o La motivación.
o La autoeficacia (sentirse capaz de afrontar situaciones difíciles).
o Aumenta la probabilidad de afrontamiento de nuevas situaciones.

Técnicas paliativas:

Las habilidades paliativas son estrategias que pueden ayudar a mitigar el malestar producido por una
situación muy difícil o aversiva.

Ejemplo: enfermedad incurable, pérdida de algo o de alguien.

Meichenbaum y Cameron (1987) destacan la utilidad de cuatro técnicas:

a. Toma de perspectiva:
o Lo que popularmente se dice “verlo de otro modo”).
o Esta técnica es útil para aquellas personas que tienden a incrementar o magnificar el
grado de aversión de la situación a afrontar.
o Resulta de utilidad ver la situación como algo temporal.
o Ejemplo: “Sé que este dolor es muy intenso en este momento, pero sé que se va a
reducir”/”Esta situación es muy dura, pero otras personas la han pasado y yo también
podré hacerlo” (en lugar de decirse: este dolor es insoportable y sé que siempre voy a
estar así).

b. Técnica paliativa 2: desviación de la atención:


o Distracción externa: realizar actividades que ayuden a la persona a distraer su atención
de la situación aversiva y contribuyan a reducir su malestar.
Ejemplo: hablar con alguien, ver la televisión…
o Distracción interna: tener la mente ocupada en otra cosa.
Ejemplo: pensar en algo agradable, imaginarse un viaje…

c. Técnica paliativa 3: uso adecuado del apoyo social:


o Contacto con personas en situación similar:
 Esto puede ayudar a la persona a sentirse más comprendida.
 Y conocer estrategias que puede poner en marcha porque están resultando
útiles a personas que están en una situación similar a ella.
o Contar con el apoyo de personas de su entorno más cercano:
 Que pueda distraerse y ser apoyada por personas cercanas, con las que pueda
hacer explícitas sus necesidades.

d. Técnica paliativa 4: expresión adecuada de los afectos:


o Evitar el control emocional, y, por tanto, fomentar la expresión emocional en el caso
de que la persona evite a toda costa tapar y callar sus emociones.
o Tomar cierta distancia de las emociones o situación: hacer que la persona se distraiga
o no focalice tanto la atención en sus emociones o su malestar (que no sea su único o
principal tema de conversación).

Fase 3: Aplicación y consolidación:

Los objetivos de esta fase son:

 La generalización y comprobación de la eficacia de las habilidades de afrontamiento aprendidas


a las situaciones de su día a día y corregir las posibles dificultades que surjan en su puesta en
práctica.
 El mantenimiento de los logros conseguidos y la prevención de recaídas.
 Para ello se expone experimentalmente a la persona a intensidades moderadas de estrés real o
imaginario que, de forma que active sus defensas (“habilidades aprendidas”), consiga su
inmunización ante las situaciones de estrés, observe su capacidad de afrontamiento y aumente
su autoeficacia (“capacidad de afrontamiento de situaciones problemáticas futuras”).

Las acciones a desarrollar en esta fase son:

 Fomentar que la persona se exponga de forma gradual a estímulos o situaciones aversivas o


amenazantes o estresantes.
 Estimular que la persona en sus exposiciones utilice las estrategias de afrontamiento que ha
aprendido, como:
o Respiración profunda.
o Relajación condicionada.
o Detención de pensamiento.
o Habilidades de comunicación.
o Autoinstrucciones adaptativas.
o Resolución de problemas: proceso lógico de toma de decisiones.
 Potenciar autoinstrucciones de autoeficacia, valorando tanto los esfuerzos de afrontamiento, en
función del nivel de amenaza o aversión del estresor, como del éxito total o parcial conseguido.
 Ir dando autonomía a la persona y espaciar gradualmente las sesiones de tratamiento y
programando sesiones de seguimiento.
1.6. TÉCNICA DE ENTRENAMIENTO EN RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS:

Utilidad de la técnica:

La terapia de solución de problemas asume que la sintomatología psicopatológica de una persona puede
entenderse como la consecuencia negativa derivada de un afrontamiento ineficaz o inadaptativo de un
problema o situación.

El objetivo de esta técnica es dotar a la persona de un recurso que le permita afrontar y encontrar
soluciones eficaces a la hora de resolver problemas en su vida (Olivares, 2013).
 Como prevención, esta técnica busca mejorar las habilidades y destrezas que permitan a la
persona afrontar con mayor probabilidad de éxito futuras situaciones potencialmente
problemáticas o ansiógenas.
 Como intervención, se utiliza esta técnica para el tratamiento de problemas/trastornos cuyo
origen se sitúa en la carencia o falta de destreza en la aplicación de habilidades para resolver
conflictos individuales (tratamiento del consumo de sustancias tóxicas, de la ingesta excesiva de
comida, manejo de respuestas de ansiedad o depresivas, etc.).
¿Qué es un problema?

Un PROBLEMA es cualquier situación o tarea de la vida (actual o anticipada) que demanda o requiere
realizar una respuesta efectiva para conseguir un objetivo o resolver un conflicto.

Un problema, puede ser:

 Un hecho aislado limitado en el tiempo (ejemplo, enfermedad aguda).


 Una serie de hechos similares que se repiten (ejemplo, el consumo repetido de drogas de un
hijo).
 O una situación crónica y permanente (ejemplo, un problema de dolor crónico).
Se considera que existe un problema cuando la persona siente un desequilibrio de las demandas de
adaptación y la disponibilidad de recursos o respuestas efectivas de afrontamiento.

¿Qué puede dificultar el afrontamiento de un problema?

Los OBSTÁCULOS para la puesta en marcha de una respuesta efectiva pueden ser:

 La ambigüedad (ejemplo, una persona no ve clara la implicación de la otra persona en la


relación de pareja).
 La imposibilidad de predecir el resultado (ejemplo, una persona puede desear dejar su trabajo,
pero tener dudas de si va a encontrarse o adaptarse a otro lugar de trabajo).
 La presencia de demandas que entran en conflicto (ejemplo, una persona que duda entre
dedicar más tiempo a los hijos o ampliar su formación).
 Déficit de habilidades (ejemplo, tener que dar una conferencia en público cuando no se ha dado
antes).
 Déficit de recursos (ejemplo, no contar con apoyo social y tener hijos que cuidar).

¿Qué es una solución?

La SOLUCIÓN es la respuesta específica que se dirige a abordar una determinada situación


problemática.

La solución efectiva es aquella con la que se consigue:

 Cambiar la situación a mejor.


 Modular el impacto emocional o incrementar las emociones positivas, maximizando a la vez
las consecuencias positivas y minimizando las negativas.
El proceso de solución de problemas y la puesta en práctica de la solución:

Son diferentes:

 El proceso de solución de problemas es el proceso en el que se descubren las posibles


soluciones ante situaciones específicas.
 La puesta en práctica de la solución o implementación de la solución supone llevar a cabo la
solución elegida.
El proceso de solución de problemas y la puesta en práctica de la solución no siempre correlacionan,
algunas personas pueden contar con pocas habilidades de solución de problemas y no tener ningún
problema en la implantación de soluciones.

Utilidad de la técnica:
Con CARÁCTER GENERAL, en esta técnica se enseña a la persona a identificar soluciones eficaces
parar resolver problemas, utilizando un conjunto de actitudes, destrezas y habilidades de diferente
naturaleza (cognitivo, conductual y emocional), que deben ser puestas en marcha de forma flexible para
afrontar situaciones estresantes de la vida.

Se pueden distinguir 3 programas o procedimientos de entrenamiento en resolución de problemas,


que tienen aspectos comunes, pero también diferenciales. Concretamente:

I. El entrenamiento en la solución de problemas sociales de D’Zurilla y Goldfried (1971) (Ha


evolucionado a Modelo relacional de solución de problemas de estrés y bienestar, de D
´Zurilla y Nezu, (2010).
II. El entrenamiento en la solución de problemas interpersonales de Spivack y Shure (1974).
III. Programa de solución de problemas Science /Ciencia personal, de Mahoney (1981).

Pautas en el proceso:

o Definen el estresor o las reacciones como un problema que se ha de resolver.


o Establecen objetivos realistas que se concretan todo lo posible.
o Generan una amplia gama de alternativas de solución.
o Imaginan y consideran cómo podrían responder otras personas en una situación
similar.
o Evalúan y ordenan los pros y contras de cada alternativa de acción y establecen
jerarquía.
o Ensayan planes de acción y respuestas concretas mediante recreaciones en
imaginación, ensayos conductuales y práctica graduada.
o Aplican o llevan a cabo la solución que parece más viable en función de la
circunstancia concreta.
o Contemplan la posibilidad de fracaso, pero refuerzan el haberlo intentado, aunque no
se consiga el resultado apetecido.
o Valoran los progresos a la luz de los resultados obtenidos.

Etapas o fases de aprendizaje que describen:

o Identificar el problema («¿qué me preocupa?»).


o Seleccionar los objetivos («¿qué quiero conseguir?»).
o Elaborar alternativas de solución («¿qué puedo hacer?»).
o Considerar las consecuencias de las acciones («¿qué podría ocurrir?»).
o Tomar decisiones («¿qué debo decidir?»).
o Aplicar lo acordado («¡voy a llevarlo a la práctica!»).
o Y evaluar los resultados («¿cuáles son los resultados?»).

Etapas de entrenamiento:

 Fase psicoeducativa o explicativa, en la que se informa de manera general sobre las bases
lógicas, fases y las consecuencias positivas de estas técnicas.
 Fase de entrenamiento, en la que:
o Se delimita de forma operativa el problema concreto a afrontar.
o Se generan alternativas de acción.
o Se descartan las alternativas menos viables, con valoración de los beneficios y
perjuicios a corto, medio y largo plazo.
o Se construye la jerarquía, análisis de las dificultades para llevar a cabo las acciones
decididas.
o El entrenamiento se realiza mediante modelado participante y progresivo de las
habilidades y destrezas del cliente/paciente para resolver problemas, de forma que la
persona pueda utilizarlas ante cualquier situación conflictiva.
 Fase de tareas para casa: se encarga a la persona qué tras cada una de las sesiones de
entrenamiento, aplique en el ambiente natural lo que ha aprendido con el fin de iniciar la
resolución del problema que le trajo a la consulta.

Diferencias entre los programas:

 Se diferencian en el énfasis puesto en los componentes que integran el programa.


 En las estrategias y técnicas utilizadas para entrenar el aprendizaje de las habilidades (juego de
roles, ensayo de conducta, modelado, uso de medios audiovisuales, etc.).
 En el tipo o modalidad de entrenamiento (individual, grupal o mixta).
 En la naturaleza o tipo de problema que se quiere abordar: clínico, laboral, educativo, etc.
 En la población a la que se dirigen.
 En el fin o finalidad principal: preventivo o terapéutico.

1.7. EL ENTRENAMIENTO EN LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS SOCIALES:

Incluye cinco fases:

 Orientación del problema.


 Delimitación y formulación.
 Generación de alternativas.
 Toma de decisiones.
 Aplicación y verificación de los resultados.

La resolución eficaz de problemas implica avances y retrocesos de una fase a otra antes de llegar a la
solución adecuada.

Ejemplo: Cuando la persona está en la fase de toma de decisiones y valora las consecuencias, puede
considerar nuevas propuestas que no ha contemplado con anterioridad.

Fase 1: Orientar y centrar el problema:

Implica: modificar la percepción del problema y no precipitarse en dar una respuesta (desarrollar una
actitud que facilite enfrentarse al problema, concretarlo de modo más objetivo y no precipitarse en dar
una respuesta).

La manera en la que se percibe la situación influye en la respuesta que se da o en cómo se afronta.

Esta respuesta está muy influida por:

 Las experiencias previas (creencias, expectativas de autoeficacia, expectativas de resultado,


atribuciones, etc.).
 Y por la actitud en el momento de enfrentar un problema:
o Una actitud negativa se traduce en un diálogo interno del tipo “no voy a ser capaz”.
o Una actitud adecuada excluye el juicio de culpabilidad y el miedo, y lleva a actuar con
flexibilidad; y plantearse diferentes soluciones después de valorar diferentes
alternativas de acción.

Fase 2: Delimitar y formular:

Supone: definir el problema operativamente y plantear objetivos realistas.

Ejemplo: ¿Cuál es el problema?

o Discuto mucho con mi pareja: más de dos veces cada día. Quisiera pasarlo bien con ella y
disfrutar juntas del tiempo libre.

Una concreción mayor del problema ayuda a fijar metas u objetivos más concretos y realistas.
Fase 3: Generar alternativas:

Implica: proponer tanta variedad de soluciones como sea posible para incrementar la probabilidad de
solucionar el problema (brainstorming).

Generar cuantas más posibles alternativas y más variadas mejor y con dilación de juicio (no juzgar las
potenciales consecuencias). Para generar alternativas es importante excluir la crítica.

Ejemplo: ¿Qué puedo hacer para solucionar este problema de discusión de pareja?

o Pasar más tiempo juntas.


o No alzar la voz.
o Planificar salidas de fin de semana.
o Comentar por la noche cómo ha ido el día.

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