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1. ESTRÉS:
El afrontamiento de situaciones de estrés tiene que ver con los esfuerzos cognitivos y
conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas
específicas externas y/o internas.
Y el estrés con un déficit en estas estrategias de afrontamiento.
↓
El estrés psicológico viene mediatizado por la valoración que la persona hace de la situación y
los recursos que considera que tiene para hacerle frente.
Se considera que una persona está en una situación de estrés cuando ha de hacer frente a las
demandas de una situación y considera que no tiene suficientes recursos para ello.
Entrenamiento en autoinstrucciones.
Entrenamiento en inoculación del estrés.
Entrenamiento en solución de problemas.
Fundamentos teóricos:
Las autoinstrucciones son un número reducido de enunciados fáciles de retener y que se repiten para que
se conviertan en habituales.
No están dirigidas a resolver problemas en sí, sino a facilitar el acceso a habilidades específicas
necesarias para resolver el problema:
Con las autoinstrucciones se busca conseguir un comportamiento más reflexivo en la realización de una
tarea específica, incluyendo acciones como:
I. Modelado cognitivo.
II. Modelado participante.
III. Autoinstrucciones en voz alta.
IV. Desvanecimiento de las autoinstrucciones en voz alta.
V. Autoinstrucciones encubiertas.
I. Modelado cognitivo:
El niño ve realizar a la persona adulta una tarea, y observar las autoinstrucciones concretas que la persona
se da en voz alta, para realizar la tarea, corregir posibles errores y administrarse autorrefuerzo.
Ejemplo: hacer un dibujo ¿Qué es lo que tengo que hacer? Ahora voy a… (ejemplo que puso en
clase con la botella).
En este paso posterior, el niño realiza dicha tarea, mientras el modelo va verbalizando las “instrucciones”
en voz alta.
En esta fase posterior, es el niño el que va diciendo en voz alta las autoinstrucciones a medida que realiza
la tarea.
En esta fase, el niño susurra las autoinstrucciones mientras lleva a cabo la tarea.
V. Autoinstrucciones encubiertas:
Conclusión:
El entrenamiento en autoinstrucciones también se ha utilizado en persona jóvenes y adultas para cambiar
los pensamientos o autoinstrucciones negativas propias de un afrontamiento ineficaz de situaciones
aversivas de estrés/ansiedad: formando parte del entrenamiento en inoculación de estrés.
Evaluar las exigencias de una situación determinada y poder así planificar la respuesta ante
posibles estresores futuros.
Controlar los pensamientos, imágenes que generan estrés.
Afrontar las emociones disfuncionales que se experimenten.
Reflexionar sobre la nueva forma de actuar y reforzarse por haber intentado el afrontamiento.
Situación aversiva:
El objetivo de esta fase es que la persona anticipe el tipo de pensamientos o verbalizaciones que se da en
la situación aversiva o estresante y combatirlos con pensamientos y verbalizaciones más positivas y
adaptativas, que sean previamente aprendidas o memorizadas.
El objetivo de esta fase es que la persona se enfrente a la situación, sin evitarla, intentando controlar la
reacción de estrés.
En el afrontamiento de una situación aversiva o de estrés hay momentos críticos, en los que la persona
siente que está a punto de perder el control o abandonar la situación.
Las funciones que desempeñan las autoinstrucciones en el control del comportamiento son básicamente
las siguientes:
Preparar a las personas para utilizar autoinstrucciones específicas que, según el momento o
situación, sean más.
Focalizar la atención en la tarea o acción a realizar.
Guiar la conducta.
Proporcionar refuerzo y retroalimentación sobre la ejecución.
Evaluar los resultados de la ejecución.
Reducir la ansiedad (ejemplo, “mantén la calma, tranquilo, respira. Lo estás haciendo muy
bien”).
Tipos de autoinstrucciones:
Las autoinstrucciones son un número reducido de enunciados fáciles de retener y que se deben repetir
hasta convertirlos en habituales.
En la práctica se seleccionan las que se consideren más adecuadas para cada momento y estilo de
expresión de la persona.
Técnica de autoinstrucciones:
Técnicas de modelado.
Técnicas de autocontrol (auto-observación, autoevaluación y auto-refuerzo).
Procedimientos de aproximaciones sucesivas.
Técnicas operantes.
Entrenamiento en habilidades específicas.
Entrenamiento en resolución de problemas.
Se le pide que observe y registre este diálogo interno mientras realiza una tarea o se enfrenta a
una situación específica.
De este modo se puede conocer las autoinstrucciones que utiliza y son más adecuadas y deben
mantenerse y las desajustadas o con necesidad de modificar.
Segundo: solicitar a la persona que elabore o genere el mayor número posible de autoverbalizaciones o
autoinstrucciones, que le puedan ayudar y le permitan desarrollar adecuadamente la tarea o enfrentarse a
la situación concreta.
Cuarto: poner en práctica las autoinstrucciones en el mayor número de situaciones, para poder
automatizarlas, más allá de la situación entrenada en la sesión terapéutica.
Debe adecuarse a cada persona, en función de las características específicas de la situación y del
problema del estrés a prevenir o eliminar.
Tipos de estresores:
Fundamentos teóricos:
Para Meichenbaum la “Inoculación del estrés” no es una técnica, sino un paradigma general de
tratamiento, cuyas bases teóricas son dos modelos:
Desde este modelo se da un valor central a la “valoración cognitiva” tanto del estímulo o situación,
como de la respuesta de afrontamiento.
Este modelo indica que el ambiente o la conducta de unas personas, puede influir en otras, es decir,
que hay una influencia recíproca entre variables individuales y situacionales.
Objetivos:
Y, para ello, hace uso de diferentes técnicas y entrena en el manejo de diferentes estrategias
(psicoeducación, autoobservación y autorregistro, relajación, respiración, habilidades sociales,
reestructuración cognitiva, autoinstrucciones, control del tiempo, resolución de problemas, etc.).
En este entrenamiento en inoculación del estrés se considera que el psicólogo utilizando un estilo
socrático y didáctico, puede ayudar a la persona a resolver o afrontar una situación de estrés.
Fase 1: Conceptualización:
En esta frase se busca definir el problema que presenta la persona, ayudarle a entender su naturaleza y
sus efectos en sus emociones y su conducta.
En esta fase, Meichenbaum señala que es necesario realizar dos tipos de acciones:
Ayudar a la persona a aceptar y reconocer que ha vivido o tiene situaciones que no puede
cambiar, y otras sí puede hacerlo, de forma que pueda ajustar su energía y recursos en lo que
realmente está bajo su poder de influencia, y realmente puede cambiar.
Desmontar y corregir falsas creencias que presenta en relación a su problema, de forma que
comprenda cómo sus propias reacciones, su forma de interpretar los acontecimientos y su
propia habilidad de afrontamiento pueden exacerbar o minimizar su estrés.
Son frecuentes creencias como las siguientes:
o Las personas reaccionan de forma homogénea ante situaciones de estrés o
acontecimientos vitales estresantes.
o Mostrar estrés o malestar emocional ante situaciones difíciles es un signo de debilidad
o psicopatología.
o Las personas no manifiestan reacciones de estrés después de que hayan ocurrido los
acontecimientos vitales estresantes.
En esta fase se entrena a la persona en estrategias de afrontamiento que le permitan abordar las
situaciones específicas que se haya detectado en la fase anterior, que le generan estrés.
Se deben reafirmar las estrategias que la persona ya utiliza con cierta destreza y le resultan de
utilidad.
Se deben entrenar o hacer que la otra persona aprenda otras habilidades de afrontamiento de las
que no dispone, que también pueden resultarle de utilidad para afrontar el tipo de problema o
situación estresante concreta que presenta.
La respiración profunda.
La relajación.
Técnicas conductuales:
Las técnicas conductuales a entrenar dependen del problema concreto de la persona y de las situaciones
que lo provocan.
Habilidades de comunicación.
Técnicas de exposición en imaginación o en vivo.
Técnicas conductuales para aumentar o reducir conductas (economía de fichas, moldeamiento,
modelamiento, habilidades sociales…).
Entrenamiento en hábitos (higiene del sueño, ejercicio físico…).
Técnicas cognitivas:
Reestructuración cognitiva: se busca que la persona tome conciencia del papel que ejercen sus
pensamientos en la potenciación y mantenimiento de su nivel de estrés (en las emociones y en la
visión y afrontamiento de la situación de estrés).
Se trata de identificar y modificar pensamientos disfuncionales o inapropiados, con técnicas
como:
La puesta a prueba o búsqueda de evidencia confirmatoria o desconfirmatoria de los
pensamientos o creencias distorsionadas, mediante:
o Diálogo socrático.
o Realización de experimentos conductuales.
Y la confección de pensamientos alternativos.
Técnicas paliativas:
Las habilidades paliativas son estrategias que pueden ayudar a mitigar el malestar producido por una
situación muy difícil o aversiva.
a. Toma de perspectiva:
o Lo que popularmente se dice “verlo de otro modo”).
o Esta técnica es útil para aquellas personas que tienden a incrementar o magnificar el
grado de aversión de la situación a afrontar.
o Resulta de utilidad ver la situación como algo temporal.
o Ejemplo: “Sé que este dolor es muy intenso en este momento, pero sé que se va a
reducir”/”Esta situación es muy dura, pero otras personas la han pasado y yo también
podré hacerlo” (en lugar de decirse: este dolor es insoportable y sé que siempre voy a
estar así).
Utilidad de la técnica:
La terapia de solución de problemas asume que la sintomatología psicopatológica de una persona puede
entenderse como la consecuencia negativa derivada de un afrontamiento ineficaz o inadaptativo de un
problema o situación.
El objetivo de esta técnica es dotar a la persona de un recurso que le permita afrontar y encontrar
soluciones eficaces a la hora de resolver problemas en su vida (Olivares, 2013).
Como prevención, esta técnica busca mejorar las habilidades y destrezas que permitan a la
persona afrontar con mayor probabilidad de éxito futuras situaciones potencialmente
problemáticas o ansiógenas.
Como intervención, se utiliza esta técnica para el tratamiento de problemas/trastornos cuyo
origen se sitúa en la carencia o falta de destreza en la aplicación de habilidades para resolver
conflictos individuales (tratamiento del consumo de sustancias tóxicas, de la ingesta excesiva de
comida, manejo de respuestas de ansiedad o depresivas, etc.).
¿Qué es un problema?
Un PROBLEMA es cualquier situación o tarea de la vida (actual o anticipada) que demanda o requiere
realizar una respuesta efectiva para conseguir un objetivo o resolver un conflicto.
Los OBSTÁCULOS para la puesta en marcha de una respuesta efectiva pueden ser:
Son diferentes:
Utilidad de la técnica:
Con CARÁCTER GENERAL, en esta técnica se enseña a la persona a identificar soluciones eficaces
parar resolver problemas, utilizando un conjunto de actitudes, destrezas y habilidades de diferente
naturaleza (cognitivo, conductual y emocional), que deben ser puestas en marcha de forma flexible para
afrontar situaciones estresantes de la vida.
Pautas en el proceso:
Etapas de entrenamiento:
Fase psicoeducativa o explicativa, en la que se informa de manera general sobre las bases
lógicas, fases y las consecuencias positivas de estas técnicas.
Fase de entrenamiento, en la que:
o Se delimita de forma operativa el problema concreto a afrontar.
o Se generan alternativas de acción.
o Se descartan las alternativas menos viables, con valoración de los beneficios y
perjuicios a corto, medio y largo plazo.
o Se construye la jerarquía, análisis de las dificultades para llevar a cabo las acciones
decididas.
o El entrenamiento se realiza mediante modelado participante y progresivo de las
habilidades y destrezas del cliente/paciente para resolver problemas, de forma que la
persona pueda utilizarlas ante cualquier situación conflictiva.
Fase de tareas para casa: se encarga a la persona qué tras cada una de las sesiones de
entrenamiento, aplique en el ambiente natural lo que ha aprendido con el fin de iniciar la
resolución del problema que le trajo a la consulta.
La resolución eficaz de problemas implica avances y retrocesos de una fase a otra antes de llegar a la
solución adecuada.
Ejemplo: Cuando la persona está en la fase de toma de decisiones y valora las consecuencias, puede
considerar nuevas propuestas que no ha contemplado con anterioridad.
Implica: modificar la percepción del problema y no precipitarse en dar una respuesta (desarrollar una
actitud que facilite enfrentarse al problema, concretarlo de modo más objetivo y no precipitarse en dar
una respuesta).
o Discuto mucho con mi pareja: más de dos veces cada día. Quisiera pasarlo bien con ella y
disfrutar juntas del tiempo libre.
Una concreción mayor del problema ayuda a fijar metas u objetivos más concretos y realistas.
Fase 3: Generar alternativas:
Implica: proponer tanta variedad de soluciones como sea posible para incrementar la probabilidad de
solucionar el problema (brainstorming).
Generar cuantas más posibles alternativas y más variadas mejor y con dilación de juicio (no juzgar las
potenciales consecuencias). Para generar alternativas es importante excluir la crítica.
Ejemplo: ¿Qué puedo hacer para solucionar este problema de discusión de pareja?