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“Liderazgo creativo”
La matriz de la comunicación.
Constituye un modelo: personas, medios, mensajes.
Es importante que el líder tenga en cuenta las dimensiones físicas de la comunicación,
así como que reconozca el valor y la oportunidad del tipo de mensaje y de medio
adecuados a cada circunstancia.
El Estado interno es consecuencia de su actitud y su estilo de pensamiento. Las
actitudes y los estilos de pensamiento determinan la “química” de la interacción, es
decir, que ésta sea volátil, estable, entre otros. Además de ser capaz de reconocer y
gestionar su propio estado interno en una interacción, es a menudo fundamental que el
líder sepa tener en cuenta el estado de los demás.
Mensaje.
El significado de un mensaje es para el receptor lo que realmente “recibe” del mismo,
con independencia de la intención del “emisor”
Es importante que los líderes tengan cierto nivel de capacidad de observación para
poder detectar los indicadores de cambios en el estado y el estatus de sus “receptores”.
Los micromensajes se refieren a los detalles de la comunicación, e implican mensajes
que contienen ideas o pasos específicos.
Los macromensajes se relacionan con la capacidad para transmitir la idea global.
Los paramensajes tienen que ver con el hecho de que varios mensajes sean enviados de
forma simultánea.
Los metamensajes son mensajes sobre otros mensajes. Se sitúan en un nivel distinto al
contenido. La función del metamensaje consiste fundamentalmente en informar al
receptor sobre el “tipo” de mensajes que le va a ser o le acaba de ser comunicado, así
como sobre el mejor modo de “recibirlo”. Son necesarios para descodificar el contenido
de un mensaje.
Los microindicadores físicos como la postura corporal, el tono y tempo vocal, el
contacto visual, etc., son señales tanto des estado como del estatus.
Determinados comportamientos constituyen asimismo metamensajes sobre el contexto.
Medios.
El canal de comunicación, el contexto de la comunicación y el marco cultural que rodea
a la comunicación; son los elementos constitutivos de los medios.
Los canales de comunicación se relacionan con las distintas modalidades sensoriales por
las que un mensaje puede ser representado.
Los canales de representación se refieren a los sentidos. Los tipos básicos de canales de
representación involucrados en la comunicación son: verbal, escrito, visual, físico.
El contexto constituye otro aspecto importante del medio a través del cual son enviados
los mensajes.
Los imperativos de tiempo constituyen asimismo una influencia contextual importante.
La comunicación cobra a menudo sentido gracias a determinadas presunciones y
presuposiciones tácticas.
El contexto y la cultura determinan el tipo de presunciones y expectativas que
aplicamos a determinada situación. La cultura se manifiesta a su vez en forma de reglas,
tanto explícitas como implícitas. Las reglas establecen restricciones y reflejan creencias,
valores y presunciones. Las reglas y las presunciones culturales pueden llegar incluso a
influir sobre la percepción de la realidad.
Ser consciente de las influencias culturales como parte del medio de comunicación
constituye una habilidad de liderazgo importante, en especial en situaciones que
impliquen relaciones interculturales.
Estrategias de comunicación.
Tratan del modo de manejar el conjunto de elementos, definidos por la matriz de la
comunicación. Requiere tanto elementos planeados previamente como otros
seleccionados o adaptados sobre la marcha, en respuesta a la interacción mutua.
Manejo de metamensaje.
La configuración implica la utilización de metamensajes verbales y no verbales. En la
comunicación cara a cara, los metamensasjes suelen ser transmitidos de forma no
verbal.
La utilización del énfasis vocal constituye una capacidad básica en la comunicación no
verbal.
Los metamensajes no se limitan al énfasis vocal. Provienen de muchos otros aspectos no
verbales de la comunicación.
Acompañamiento y liderazgo.
El acompañamiento se trata de un principio básico de la comunicación, que puede
emplearse para liderar con mayor eficacia. Es el proceso de utilizar y realimentar
indicadores clave, verbales y no verbales, de la otra persona para igualar su modelo o
visión del mundo. Se trata de un proceso importante para muchos de los aspectos
esenciales de la comunicación, tales como el establecimiento de sintonía y confianza.
Liderar implica intentar que otra persona cambie, ampliar o enriquecer su
comportamiento o sus procesos mentales, orientando sutilmente sus propios patrones
verbales y de conducta en la dirección deseada. La idea básica del acompañamiento y
del liderazgo es guiar a alguien, de forma creciente, hacia cambios en su
comportamiento o en su visión del mundo, emulando y reconociendo primero para
ampliar después su modelo del mundo.
Los líderes más eficaces son aquellos que son capaces de comprender y respetar los
modelos del mundo de las demás personas, y de disponer de la flexibilidad necesaria
para incorporar estas perspectivas diferentes a sus propios modelos del mundo. El
liderazgo eficaz requiere una capacidad de acompañamiento eficaz.
Uno de los resultados más importantes del acompañamiento es el establecimiento de
sintonía.
Las personas tendemos a experimentar una mayor sintonía con quienes comparten
nuestro modelo del mundo, imitar patrones de lenguaje, identificar palabras clave.
El arte de la metacomunicación.
Es comunicación sobre la comunicación. Una afirmación verbal que establece el marco
alrededor de una situación de comunicación en forma de reglas, pautas y expectativas,
se trata esencialmente de todo aquello que define el marco de una interacción.
Es un proceso correspondiente a un nivel macrosuperior al de los metamensajes. Un
metamensaje es un mensaje sobre otro mensaje específico. Opera a modo de subtexto no
verbal, que enfatiza determinados aspectos del mensaje principal.
Liderazgo de situación.
Nicholls “centra su atención en la elección del estilo de liderazgo para crear una
atmósfera de trabajo eficaz y obtener colaboración de buen grado en la realización de la
tarea, mediante el ajuste del propio estilo a las dimensiones de la tarea y el
comportamiento en las relaciones. El líder dirige a las personas a su cargo dentro de la
organización en el cumplimiento de una tarea o trabajo específicos.”
Hersey “se basa en el juego entre el volumen de comportamiento productivo, el
volumen de comportamiento respecto a las relaciones proporcionadas por el líder y el
nivel de predisposición que demuestran los colaboradores para desarrollar una tarea o
actividad específica… Para intentar influir sobre los demás, es necesario diagnosticar el
nivel de predisposición del seguidor hacia la tarea concreta y aportar el estilo de
liderazgo apropiado a esta situación.”
Los estilos de liderazgo de situación se dividen en cuatro categorías:
o Estilo de liderazgo directivo
o Estilo de liderazgo proporciona orientación
o Estilo de liderazgo que se caracteriza por un comportamiento de líder que
proporciona ánimo, promueve la discusión y demanda la contribución de sus
seguidores
o Estilo de liderazgo que proporciona poca orientación, escasa comunicación y
poco comportamiento de apoyo
El modelo de liderazgo de situación trata de responder a una situación tal como la
percibe el líder, no de influir sobre las percepciones de sus colaboradores. El liderazgo
de situación se parece más a un modelo de gestión que de liderazgo.
Liderazgo transformador.
Transaccional y transformador son las dos clases. Los líderes transaccionales tienden a
orientarse básicamente hacia la acción, mientras que los transformadores se inclinan
más a utilizar un nivel de visión más elevado.
El liderazgo transformador se mueve a lo largo de las dimensiones de visión y acción.
La visión esta relacionada con la creación de imágenes de objetivos futuros, mientras
que la acción se relaciona con la ejecución de comportamientos inmediatos.
No liderazgo: laissez-faire
Liderazgo transaccional: gestión por excepción; recompensa contingente
Liderazgo transformador: gestión por objetivos; estímulo intelectual; inspirador;
consideración individualizada; carismático.