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Elementos Consumismo
Elementos Sumario
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Elementos Consumismo
en el espejo de Fulenspiegel, lo que es y lo que publicidad se parodia cada vez más e integra
él desea... y cumplitlo de inmediato. Ya no hay en su técnica publicitaria la contrapublicidad.
más distancia m desgarramiento ontológico. France-Soir, Paris Match, la radio, la
La sutura es inmediata. Lo mismo puede televisión, los discursos ministeriales tienen
decirse de los sondeos de opinión, los estudios como recitativo obligado el lamento sobre esta
de mercado y todos los actos en los que se «sociedad de consumo» en la que se pierden
hace hablar y delirar a la gran pitonisa de la lOS 'VEIIOÍ_'ES, IOS ideflles y 125 ídeologías a favof
Opmión Pública: son actos que predicen el de los únicos goces de la cotidianidad. No
acontecimiento social y político y, como un olvidaremos tan pronto la elevada declaración
identikif policial, sustituyen el acontecimiento del señor Chaban-Delmas: «¡Se trata de
real que termina por reflejarlos. Así se ha contener la sociedad de consumo aportándole
llegado al punto de que la «opinión pública, un poco de alma!».
que alguna vez fue la expresión del público,
Esta requisitoria incesante forma parte del
adquiera cada vez más la forma de una imagen
juego: es el espejismo crítico, la antitábula que
a la cual el público ajusta su expresión. Esta
corona la tábula, la frase y la antifrase del
opinión se llena de lo que ya contiene. El consumo. Sólo las dos vertientes juntas
pueblo se mira en el espejo». Como sucede
constituyen el mito. Por lo tanto, es necesario
con las celebridades, las estrellas y los «héroes
asignar al discurso «crítico», a la impugnación
del consumo»: «Antes, — los héroes
moralizante, toda la responsabilidad que le
representaban un modelo: la celebridad actual
corresponde en la elaboración del mito. Este
es una tautología... El único título de gloria de
es el que nos encierra definitivamente en la
las celebridades es su celebridad misma, el
teleología mítica y profética de la «Ciwilización
hecho de ser conocidas... Ahora bien, esa
del Objeto». Mucho más fascinado por el
celebridad no es más que una versión de
Objeto que el sentido común o que el
nosotros imismos maginiticada por la
consumidor de base, lo transfigura en crítica
publicidad. Imitándola, tratando de vestirnos
antiobjeto mitica y — fascinada. Los
como ella, de hablar su lenguaje, de tener un contestatarios de mayo no escaparon a la
aspecto semejante no hacemos más que
trampa de reificar excestvamente los objetos y
imitarnos a nosotros mismos... Copiando una
el consumo dándoles un valor diabólico, de
tautología, nos volvemos tautología:
denunciarlos como tales y de engitlos en
candidatos a ser lo que somos... buscamos
instancia decisiva. Y ahí está el verdadero
modelos y contemplamos mnuestro propio
trabajo mítico: ¿por qué se «recuperan» tan
reflejo.» La televisión: «Tratamos de adecuar la
tacilmente todas las denuncias, todos los
vida de nuestro hogar a la pintura de las
discursos sobre la «alienación», todo lo
familias felices que nos presenta la televisión;
irisorio del pop y del antiarte? Precisamente
pues bien, esas tamilias no son más que una
porque son parte del mito, de un mito que
divertida síntesis de todas nuestras familias.»
completan entonando el contracanto en la
Como todo gran mito que se respete, el liturgia formal del Objeto de la que
del «consumo» tiene su discurso y su hablábamos antes y lo hacen, seguramente, de
antidiscurso, esto es, que el discurso exaltado una manera más perversa que la adhesión
sobre la abundancia tiene en todas partes su espontánea a los valores de consumo.
doble, un contradiscurso «crítico », moroso y
A manera de conclusión, diremos que ese
moralizante sobre los perjuicios de la sociedad contradiscurso, al no establecer ninguna
de consumo y el final trágico que
distancia real, es tan inmanente a la sociedad
inexorablemente tendrá para toda la
de consumo como cualquiera de sus demás
civilización. Ese discurso puede oírse en los
aspectos. Hse discurso mnegativo es la
más diversos ámbitos: no sólo en el discurso
residencia secundaria del intelectual. Así como
intelectualista, siempre dispuesto a distanciarse
la sociedad de la Edad Media encontraba su
despectivamente de los «valores primarios» y
equilibrio apoyándose en Dios y en el diablo,
de las «satisfacciones materiales », hoy se lo
la nuestra se equilibra buscando apoyo en el
puede oír en la «cultura de masas» misma: la
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g oe Salvajisfrlo
pacífica,
Pl.llTllthO
pasando
a
por
].':'l SDCiedfld
las — sociedades
CLI.HSi-
siempre como un requisito necesario para subsistencia y la eficiencia física, sino que su
poder llevar una vida humana digna, bella o consumo sufre también una especialización
incluso irreprochable, un cierto grado de por lo que se refiere a la calidad de los bienes
ociosidad y de exención con todo contacto consumidos”. Es decir, se consumen sólo
con los procesos industriales que sirven a las bienes de excelencia, lo que también tiene una
finalidades cotidianas inmediatas de la vida dimensión de prestigio, tal como la posesión
humana”, Luego, el aristócrata debe de l‘iqllezfl: “el consuno OStEilSible de biEÍ'lES
abstenerse del trabajo (Veblen dirá que debe valiosos es un medio de aumentar la
abstenerse “ostensiblemente” del trabajo), y reputación del caballero ocioso”.
debe contar con servidores domésticos que se
Incluso se puede 1r más allá: en palabras
encarguen de realizar tales funciones. El
del mismo Veblen, “la vida actual [fines del
fundamento para tener servidores domésticos
siglo XIX] se orienta en dirección a ensalzar la
en la época moderna es, según esta
utilidad del consumo ostensible, de preferencia
perspectiva, que los miembros de las familias
al ocio ostensible”, por la siguiente razón: el
acomodadas mno ¡7ueden realizar n
autor escribe en una sociedad que comienza a
incomodidad los trabajos que conlleva la 1hailif&'st£lf 1a COiTlPleilidad descol'loclidñ l'l'¿lst'¿i
modernidad, debido a que: 1) tienen
ese entonces, debido a los adelantos
demasiados deberes sociales (su tiempo, por
industriales y una población cada vez mas
tanto, es mejor aprovechado en clubes,
creciente. En ese contexto, el miembro de la
deportes, organizaciones de caridad y otros
alta sociedad asiste regularmente a sitios
círculos sociales, que trabajando en industrias
donde el resto de los presentes son
o en labores hogareñas), y 2) el trabajo a
absolutamente desconocidos, y por tanto, no
realizar es demasiado arduo (1.e., el estilo de
tienen forma de percibir su status o su riqueza
vida ociosa conlleva un sistema de
acumulada; luego, el consumo ostensible de
antigtiedades, muebles y comidas que hacen
bienes valiosos le permite a este sujeto darse a
que el caballero ocioso no pueda distrutarlas
conocer, de modo que los transeúntes puedan
sin la ayuda de servidores domésticos). ObSEl'V?lf su EO.T_ÍQ].EZEI pecuniaria.
vida por encima del mínimo exigido para la dominación de la clase más acomodada, por
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sobre el resto de la sociedad. Y esto lleva a Como se ve, la teoría de Veblen es una
Veblen a tomar en consideración un segundo teoría de consumo estatutario, pues visualiza el
concepto, tan importante como el de consumo consumo conspicuo como una manera de
conspicuo, cual es la idea de la “emulación”, destacar la clase y la mqueza acumulada,
definido por él mismo como “el estímulo de suponiendo que el resto de la sociedad hará lo
una comparación valorativa que nos empuja a posible por imitar las conductas de la elite; por
superar a aquellos con los cuales tenemos la ello, basa su planteamiento cast
coshimbre de clasificarnos”. exclusivamente en el consumo de la clase
dominante, lo que le ha valido algunas críticas,
Sostiene este autor que las clases inferiores
como se verá más adelante. Sin embargo, por
tienden a imitar o emular a las clases
ahora, se puede decir que su planteamiento ha
superiores, lo que se notará en las conductas
sido complementado y reestructurado por dos
de vida, y especialmente en el consumo; se le
sociólogos franceses, Jean Baudrillard y Pierre
asigna un valor al “troteo” (Le., el bien que se
Bourdieu, quienes le han dado a esa primera
adquirido a propósito de las cualidades
doctrina de consumo estatutario, un mayor
personales, y no por azar o herencia), como
Sigílo df_" llOl]OLflbilldad Y P[fstígio, Cle 1‘nod0
alcance, aunque en distinto — sentido:
Baudrillard, al plantear la lógica de
que quien gana el trofeo pasa a ser admirado -
diterenciación entre clases más que entre
e imitado- por el resto de la sociedad. Esto ha
individuos de distintas clases, y Bourdieu, al
sido así, según explica el mismo Veblen, desde
estudiar las pertenencias propias de cada clase
los comienzos de las sociedades más
social, y no sólo de la clase alta.
primitivas, aunque con distintos objetos. Así,
en arcaicos grupos depredadores se arrebataba B) Pierre Bourdieu.
la mujer al enemigo, a modo de troteo, lo que
Para entender los postulados de Bourdieu,
dio lugar a una forma de matrimonio-
dcbel‘l‘los EITIPCZ'E{[ PDI conocer su ideg del
propiedad: “el resultado de la emulación en las habitus. Este concepto, a medio camino entre
circunstancias de una vida depredadora ha
“hábito” y “status”, indica que las costumbres
Sido, PD]: una Pí—ll:te, una EO[ITJ.E[ de 1‘[12[t1‘in’10flio
revelan la posición social, y viceversa. Dicho
basado en la coacción, y por otra, la
en otras palabras, las prácticas de consumo
costumbre de la propiedad”.
son expresión de la posición social: “el habitus
En seguida, el bien utilizado como troteo es a la vez, en etecto, el principio generador de
ird mutando a medida que las civilizaciones prácticas objetivamente enclasables y el
evolucionan, por lo que las condiciones de la sistema de enclavamiento (prinapium
emulación también mutarán (en la época divistonis) de esas prácticas”. Es decir, a través
moderna el troteo será la acumulación de del habitus se estructura la posición social, lo
tierras, así como otros bienes de lujo que se que se treflejará en disposiciones éticas y
puedan exhibir, especialmente el vestido), pero estéticas, como indica el autor en su famosa
el sentido encontrado en el consumo de estos obra, “La distincion”. En este abultado
bienes se mantendrá intacto: “el móvil que hay volumen, este investigador social empieza por
en la raíz de la propiedad es la emulación; y el tratar el tema del gusto y su relación con ese
mismo móvil de la emulación sigue operando ideal de distinción que existe en los individuos:
en el desarrollo ultenor de la institución a la “la disposición estética es una dimensión de
que ha dado origen y en el desarrollo de todas una relación distante y segura con el mundo y
aquellas características de la estmctura social a con los otros, que a su vez supone la seguridad
las que atecta esta institución de la propiedad”, y la distancia objetivas (...). Pero es también
En otras palabras, el grueso de la sociedad una expresión distintiva de una posición
tiende a consumir y a acumular nquezas, privilegada en el espacio social, cuyo valor
imitando los patrones dictados por la clase distintivo se determina objetivamente en la
dominante, pues se ha fundado el sentir relación con expresiones engendradas a partir
popular de que la propiedad es signo de de condiciones diferentes. Como toda especie
prestigio, y contiere honorabilidad. de gusto, une y separa; al ser el producto de
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disposiciones éticas- de modo que cada de los condicionamientos que esta condición
segmento socioeconómico se encuadra dentro impone”, y llegará incluso a sostener que “una
de detemminados parámetros estéticos y éticos clase se define por su ser percibido tanto
que lo clasifican. como por su ser; por su consumo -que no
tiene necesidad de ser ostentoso para ser
Con tal finalidad, este autor francés
prepara una amplia investigación muxta, simbólico6- tanto como por su posición en las
relaciones de producción”.
incluyendo tanto elementos cuantitativos (se
vale de múltiples estudios que dan cuenta del ¿'ÁSI', BOLll_'diELl tel‘l‘rliflfl PO[ 1'&f-e1_'irse "¿ll
nivel de consumo cultural y de las opiniones “estilo de vida”, que en su visión tiene un
éticas toda la sociedad parisiense), como contenido netamente estatutario: el gusto -y en
cualitativos (se presentan una serie de Especial, E'.l COÍISUITID, como Pfií'lCiPEll ilIdíCEldor
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de un orden de producción se entrelaza un por cuanto “el consumo, tal como el sistema
orden de consumo, el cual es un producto de educacional, es una institución de clase”.
la manipulación de signos”. El signo es, por La aparición del consumo identitario
tanto, la representación de una relación social (teoría vanguardista)
codificada, y será este signo (cuyo valor es
Ell COÍ]thPOSiCiófI a lfls doctrinas
asignado hindamentalmente por “la moda”),
postuladas por Veblen, Bourdieu — y
lo que lleva a hablar de “relaciones de
Baudrillard, han surgido durante los últimos
consumo”.
años voces disidentes, que han comenzado a
criticar tales posturas, y han vaticinado el fin
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del monopolio del consumo estatutario, conspicuo. Según esta visión, plenamente
abriendo el paso a un nuevo tipo de consumo veblemana, surge el “consumidor”, que no es
simbólico, en el que no mediaría una relación otra cosa que el público educado por los
vertical de interioridad o superioridad de clase, medios para subsistir en esta sociedad de
y que para estos efectos será llamado consumo, y cobra relevancia la valoración del
“consumo identitario”. Esta visión, cuyos objeto como “signo-mercancía”, en una
exponentes más conocidos son los ingleses explicita alusión a Baudrillard. No obstante, ya
Mike Featherstone y Don Slater, señala -a en este Pffinef Cl_lfocl'ue flpafecei] 135 pl‘il‘l‘leffls
grandes rasgos- que si bien se nota una huellas de una nueva teotía, por cuanto
distinción y un propósito de señalar algo a Featherstone comenta que “la sociedad de
través del consumo, esta intención social no consumo se vuelve esencialmente cultural, a
obedecería necesariamente a razones de status medida que se desregula la vida social y las
o de estratilicación, sino que estaríamos ad relaciones sociales se hacen más variadas y no
portas de una versión más compleja de la están tan estructuradas por normas estables”.
cultura del consumo, en la que los distintos Es decir, ya no aparece tan clara la viabilidad
fines potencialmente presentes en la dinámica de una sociedad jerarquizada en torno al
del consumo se igualarían en un plano consumo, pues las relaciones sociales se
horizontal, siendo simplemente “alternativos”. vuelven difusas e inestables.
la exploración de los placeres emocionales del las vacaciones, etc., pueden considerarse
consumo, sueños y deseos que suscitan un indicadores del carácter individual del gusto y
gusto estético y hasta una excitación corporal, el sentido del estilo del propietario o
pero ya no a través de la clase social, sino a consumidor” Es decir, este autor reivindica la
través de grupos de interés, según distintos idea de Bourdieu de que el gusto y el consumo
estilos de vida. Para esto, Featherstone vuelve siguen clasificando al sujeto, pero esta vez se
a hablar de la clase alta inglesa con estudios trata de una auto—clasificación, o más auñ, de
superiores (no perteneciente a la nobleza), que una clasificación social auto-impuesta, según la
constituye un gmpo disciplinado — y imagen que se quiera proyectar.
perseverante -debido, según el autor, al
El punto es todavía más delicado, pues las
individualismo — contemporáneo y — al
tendencias resultantes de la acaecida sociedad
“tatcherismo”- lo que hace que sea un grupo
posmoderna, según advierte el inglés, llevan a
capaz de ampliar y poner en tela de juicio las
la conclusión de que estamos frente a una
nociones de consumo dominantes. “Esto
gama de códigos o valores-signos, existiendo
conlleva una postura pluralista frente a la
todos en un mismo plano, sin que uno
vanabilidad del gusto, un proceso de degl‘ade Socifllinellte al OtÍ_O; €11 el fOlldO, ES
desclasificación cultural que ha socavado las
una sociedad sin grupos de status fijos.
bases de las distinciones entre una cultura
elevada y una cultura de masas” La consecuencia de este desplazamiento
no es menor: “Este movimiento aparente
Se trata, en el fondo, de proponer que los
hacia una cultura de consumo posmoderna,
estilos de vida ya no requieren una coherencia
basada en la abundancia de la intormación y la
de estratiticación, sino que el habitus de clase
proliteración de imágenes que no pueden
se desfigura, dejando que las personas puedan
fijarse de manera definitiva u ordenarse
pertenecer o no a “algo”, según ellas mismas
iEfá[quiC amente €11 1111 sistema C]l_le sE
lo dec:dan. Y quien mejor lo explica es el corresponda con divisiones sociales fijas,
mismo Featherstone, a propósito de una
sugeriría además, la irrelevancia de las
i.lTlagen de P'lelicidfld —Coinelltflda €11 11l llbl_Ú
divisiones sociales, y en última instancia, el tin
de Stuart Ewen, llamado “All consuming
de lo social como punto de reterencia
Images”- que oponía dos totogratías de una
significativo”. Nuevamente, se contrapone
misma mujer, señalando las palabras “actitud”
este autor a lo escrito años antes Pof
y “libertad” como opciones contrapuestas.
Bourdieu, quien hacía ver la preeminencia de
Sobre este particular, explica Featherstone,
las divisiones sociales en el sistema de la
“en la cultura contemporánea no se pide a
clasificación del gusto, ordenando todo el
hombres y mujeres que elijan entre las dos
aparato desde lo social. No obstante, es el
posibilidades, sino que incorporen ambas”.
mismo Featherstone quien se encarga de
Esta idea de la búsqueda del “estilo de precisar que su postulado “no implica algo tan
vida” -que para Bourdieu era un asunto con dramático como la 1mplosión del espacio
claro sentido de estrato social- será un social, sino que hay que verla simplemente
importante punto de apoyo para Featherstone: como una nueva movida dentro de él”.
“la expresión “estilo de vida” está hoy de moda.
E) Don Slater.
Si bien tiene un signiticado sociológico más
limitado en referencia al estilo de wida El otro autor que critica los postulados de
característico de determinados grupos de la teoría clásica sobre el consumo conspicuo es
status, en la cultura de consumo Don Slater, aunque su crítica es mucho más
contemporánea denota individualidad, concisa y recae principalmente en Thorstein
expresión personal y una autoconciencia Veblen. En el sexto capítulo de su libro
estilística, El cuerpo, la vestimenta, el habla, “Consumer culture and l"nodernity”, Slater
los entretenimientos de tiempo libre, las trata latamente la teoría de la clase ociosa,
preferencias en materia de comidas y bebidas, refiriéndose explícitamente a la idea de
la casa, el automóvil, los lugares elegidos para emulación. Sin embargo, y pese a reconocerle
valor académico, este autor da a entender que
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ese modelo es limitado, debido a que reduce la mientras que Slater estaciona su teoría en la
motivación social casi exclusivamente al deseo modernidad, aunque haciendo guiños a lo que
de «mitar al que tiene más, y asume que todas él llama “era post-tradicional”. Sin embargo,
las modas y tendencias nacen de las clases de la lectura de ambos textos parece casi
superiores, lo que a juicio de Slater es falso, evidente que la diferencia es formal, y que
pues los estilos de consumo pueden emerger ambos teóricos se están refiriendo al mismo
de recursos internos y experiencias sociales de contexto histórico-espacial.
cualquier grupo social subordinado, para ser
Una segunda diterencia se halla en la
imitados por los sectores más acomodados.
materia donde se pone el argumento. La de
Luego, comenzará a desarrollar su teoría Slater es una teoría del consumidor, una teoría
de un consumo identitario no estatutario, del sujeto en último término, mientras que la
basándose en la idea de los “estilos de vida” de Feathersonte es una teoría del consumo,
que ya impulsara Bourdieu, aunque con como acción. Por ende, aunque traten lo
distinto significado: en términos bastante mismo, uno pondrá el acento en cómo se
similares a Featherstone, Slater dirá que el desenvuelve el individuo, mientras que el otro
estilo de Vidfl €5 UN ft‘:‘flejo dE lfl Cl‘is!‘.s dE se Eli'al_á Inás en El PEOCESÚ ITIiSiTlO, En lfl
propios: “el estilo de vida es distinto, tanto del Para Slater, por el contrario, el consumo ha
tradicional orden de status que reemplaza, sido siempre cultural, y netamente cultural;
como de las divisiones estructurales modernas luego, en vez de discutir si el mundo ha
(como la clase, el género o la etnia), en al llegado o no a esa etapa, simplemente explica
menos don aspectos cruciales. Primero, el las consecuencias de que todo consumo sea
estilo de vida tiende a un patrón puramente cultural, lo que quiere decir, primero, que
‘cultural’: está hechos de signos, siempre envuelve un significado; segundo, se
representaciones, medios y es tan mutable e trata de un significado que se comparte (las
mestable como ellos. Segundo, uno puede en preterencias individuales se desencadenan en
teoría, cambiar de un estilo a otro tal como una cultura); tercero, todas las formas de
uno se cambia de wvitrina, canal de TV o consumo están culturalmente especiticadas, de
estantería del supermercado”. acuerdo a distintos estilos de vida; y cuarto, es
a través de estas formas de consumo
Sin perjuicio de todo lo dicho, hay que
culturalmente especificadas, que nosotros
dejar en claro que ni Slater ni Featherstone se
producimos y — reproducimos — cultura,
lmitan a criticar las posturas de sus
relaciones sociales, y en definitiva, sociedad.
antecesores, sino que por el contrario,
proponen nuevas teorías sobre la dinámica del Lo anterior puede quedar más claro,
consumo, las que -siendo clasiticables dentro después de conocer la “teoría de las
del hemisferio del consumo identitario- necesidades básicas”, postulada por Doyal y
plantean ciertas diferencias escuálidas. Gough, que Slater relata. En opinión de estos
autores, “la forma por la cual se define y se
La primera de estas diferencias radica en el
Obtiel'le una ITIEÍOI' Vldfl y Sfillld Pu.ede Vflfiflf
eSCel]flin desde C‘Jal eSCfibe Cada autor. PESE a
culturalmente, pero incluso en estos aspectos
que ambos tratan el tema del consumo desde
existen necesidades básicas que deben ser
una óptica actual, y escriben en la misma
satistechas (...); decirtle a un indigente que
época (tines del siglo XX), Featherstone habla
‘todo consumo es cultural’, que los ‘estilos de
de la posmodernidad y el posmodernismo,
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según sus modos culturalmente especiticados lógicamente, con cierto retraso con respecto a
(por ejemplo, rehusándose a comer alimentos los primeros trabajos — norteamericanos
que consideran prohibidos por motivos viniendo a comcidir con los otígenes,
religiosos, manteniendo los rituales de ascensión y, sobre todo, la muerte del
entierro, o incluso autosacrificándose por el movimiento de mayo del 68, dándole esto un
bien común), lo que es una manitestación de la carácter entre «totalizador» y apocalíptico que
“dignidad humana”. conectaba muy bien con la acostumbrada
pfesentación francesa de sus Productos
Un cuarto punto donde se hace culturales. En ese tiempo e estaban
interesante hacer la comparación entre
produciendo importantes análisis sobre el
Featherstone y Slater, es en relación
P[Obl&fna del COI]SL‘.IT].O, EI‘ICRLIZRC[OS bflio lfl
justamente a la crisis de identidad que estaría problemática genérica de la ampliación del
sufriendo el mundo contemporáneo. Algo ya concepto marxista de alienación y su
se ha dicho al respecto: para Featherstone, la realización en a sociedad de consumo
inestabilidad y complejización que trae la programado. Tal es el caso, por ejemplo, de
sociedad posmoderna puede significar el fin los trabajos de Henri Lefebvre que en un
del status fijo, y la posibilidad de que el importante libro, publicado en su edición
individuo pueda tomar dos o más imágenes -o original cu fiDS amente En 1968 (aunque
bien, no tomar ninguna- y hacerlas suyas, arrancando de un muy antiguo trabajo del
prescindiendo del valor estatutario que éstas mismo autor), al buscar un nombre para la
tengan. Sin embargo, no habla de una crisis de sociedad de su época llega precisamente al de
identidad explícitamente, como sí lo hace «sociedad burocrática del consumo dirigido»,
Slater. A juicio de este último, la sociedad según lo cual, «de este modo se subrayan tanto
post-tradicional arrastra, como efecto, el el carácter racional de esta sociedad y los
hecho de introducir al consumidor en una limites de tal racionalidad (burocrática) como
crisis de desregulación social, que emerge más
el objeto que organiza (el consumo en lugar de
claramente como una crisis de identidad: “en la producción) y el plano al que dedica su
el pluralismo desregulado de la modernidad, la estuerzo para asentarse en él: lo cotidiano».
identidad no es atribuida ni organizada por un
orden social estable, sino que debe ser elegida De esta misma forma, a finales de los años
o construida por los individuos”. cincuenta y prncipios de los sesenta, el
proyecto del mítico, maldito y clandestino Guy
Debord —como el de todos los situacionistas
en general, relacionados con el mismo Henn
Lefebvre4— fue profundizar y extender las
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Elementos Consumismo
época, aparecido en su primera edición en camino muy diferente del recorrido por
1967, La sociedad del espectáculo, se leía: «El Debord, ya que este último optó por la
espectáculo entendido en su totalidad es a la radicalización marxista hasta el paroxismo y
vez el proyecto y el resultado del modo de demostró su tascinación por lo clandestino, la
producción existente. No es un suplemento provocación y el radicalismo negativista hasta
del mundo real, una decoración sobreañadida. el suicidio. En Baudrillard rápidamente se
Es el núcleo del irrealismo en la sociedad real. intentó disolver el marxismo, primero, en el
Bajo todas sus tformas particulares — intercambio simbólico negando la condición
información o propaganda, publicidad o real misma de la producción y el trabajo, para
consumo directo de diversiones— el luego, al ir avanzando por una difícil escala
espectáculo constituye el modelo actual de nihilista —a la vez que siendo absorbido en la
vida íocialmente dominante. Es la práctica por el movimiento postmoderno con
omnipresente afirmación de una opción ya enorme éxito en todos los foros culturales,
efectuada en la producción, es u mercantiles y mediáticos del mundo— hasta
consumación consecuente. La forma y el declarar el intercambio como conceptualmente
contenido del espectáculo son, del mismo imposible, pues al no existir ya sustancia de
modo, la justificación total de las condiciones valor minguna, autodevorada por el propio
y de los fines del sistema existente» El mismo proceso de intercambio, éste se convierte en
Debord cargaba la imagen de la sociedad del autista y tinalmente se virtualiza haciendo
espectáculo con tintes negros y apocalípticos, desaparecer lo real, que ya sólo pasa a ser una
la alienación especular se convierte en representación más de lo que dictan las
agresiva, el consumo se desenvuelve en un aire pantallas.
fúnebre: «La sociedad moderna que, hasta
1. Los fundamentos teóricos del
1968, iba de éxito en éxito y estaba convencida
modelo estructuralista y su aplicación al
de que era amada, a partir de entonces ha
consumo
tenido que renunciar a esos sueños; prefiere
ser temible. Sabe perfectamente que su aire de Como es bien sabido, ya el mismo
inocencia es trrecuperable». concepto de estructura empieza teniendo un
origen conhuso, pues lo que luego se ha
Es en este contexto donde aparece Jean generalizado y difundido con el término de
Baudrillard, nacido en 1927 y tallecido en
estructura y que se convierte así en palabra
2007, primero fue profesor de alemán de
clave del múcleo teórico, y en centro del
enseñanza media en provincias, luego crítico
paradigma, en la literalidad directa de la
literarto en tevistas como Les Temps
lingúística saussuriana aparece denominada
Modernes o L'Homme et la Société,
como sistema. Por ello, la definición de
encargado de ediciones y traductor de autores
estructura es complicada, dado que su
como Brecht o Weiss para las ediciones
polisemia lleva a 1T1f11tiples iuterpretaciones en
L'Arche o Seuil, más tarde asistente de la
los también raros escritos de Saussure, siendo
cátedra de Henri Letebvre en Nanterre a la
finalmente tomada en su acepción más general
vez que colaborador de los seminarios de
como un conjunto en el que las partes se
Roland Barthes. Baudrillard desde su primer modifican en virtud de su pertenencia al todo
libro, El sistema de los objetos, de 1968 —que
o esquema lógico, reiterativo y no moditicable
como hemos dicho es su tesis de tercer ciclo
a corto plazo que subyace a un objeto
presentada en 1966— aplacaba con verdadera
complejo cuyas partes son solidarias entre sí.
novedad y sofisticación el uso de la semiología
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ordenado por unas reglas que hay que había empezado a tener una enorme
descubrir. El autor la compara, así, 2
con el resonancia en las ciencias humanas y sociales
ajedrez que sería su representación más tiel. La francesas, pero el estructuralismo, como un
lengua se organiza como el discurrir de una gran movimiento (por no hablar de una gran
partida de ajedrez: el sistema de la lengua actúa moda) y aplicado a una enorme variedad de
como el tablero y las reglas del juego se temas, se convirtid en una corriente teórica de
mantienen fijas independientemente de cómo éxito y hegemonía mundial en los años sesenta
actúen los agentes en sus estrategias y setenta. El estructuralismo se comportaba,
particulares. entonces, como un proyecto teórico de amplio
alcance, de — filiación inequívocamente
Además, Saussure propone la
antipositivista, que trataba de encontrar en las
organización de una nueva disciplina científica,
distintas representaciones y — prácticas
la Semiología, cuyo objetivo seria el estudio de
sigmiticativas (consideradas ya umversalmente
la función de los diterentes signos en el seno
de la Vldíl SOCin (BSCi'itLl[?l, altabeto de
como textos) reglas generales y principios
universales, códigos de composición y
sordomudos, ritos simbólicos, etel):
constmuicción, así como una — sintaxis
Posterrormente, Lévi-Strauss considerará que
significante, inconsciente que subyace a toda
la antropología deberá ocupar, de buena fe,
operación de comunicación. El significado
ese campo de la semiología que la lingiiistica
aparece como el resultado común del sistema
no ha rewindicado todavía para sí . Y es que
de relaciones opositivas y del lugar que cada
Saussure plantea la semiología como un
elemento ocupa en relación con otros
proyecto pero no llega a desarrollar la
elementos dentro del sistema estructural que
evolución — que debe seguir esta nueva
en él está incluido. El punto de partida había
disciplina en un futuro ya que, según el propio
sido, sin duda, la obra del propio Saussute,
Lévi-Strauss, la semiología anunciada por
que estableció una noción de la lengua como
Ferdinand de Saussure desbordaba ya de
un sistema definido por sus oposiciones
hecho el campo de los lenguajes hablados y
internas, en las que el sujeto se desvanece. Y
debía también incluir aquellos signos que no
ésta es la clave del estructuralismo: la
son palabras o sus simples sustitutos, tipos de
disolución del sujeto en las estructuras, que
signos, que aunque a menudo se pase por ellos
veremos con mayor profundidad en su
tan sólo para nombrarlos, nos llevan a
traducción para los hechos sociales —en el
signiticantes de otro orden, sin embargo
sentido durkheimiano del témino— y
Saussure no profundizó ni se extendió,
especialmente para el consumo como
lamentablemente, en este asunto de gran
tendmenos sociales.
interés.
El análisis estructural enfocaba, de esta
Así pues, desde la lingfifstica, las premisas
manera, los procesos sociales como procesos
de construcción de un objeto de estudio
de producción y circulación de signos, lo que
estructural se extendieron por otras ramas del
implica, en primer lugar, un análisis lingtifstico
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Elementos Consumismo
19
Elementos Consumismo
sobre hechos, sino sobre todo sobre cotidiana moderna. La semiología pasa a ser
elementos, relaciones y funciones. El una semiología general, todo es signo en un
intercambio es ese ir y venir que va del hecho sistema de signos y se puede decodificar. El
a su representación, del signo a la realidad que consumo y la comunicación comercial para
designa. Todo sistema de intercambio es Barthes configuran el lenguaje secundario más
primero un sistema de signos y sobre él puede potente de la actualidad y, por tanto, se
comprenderse la coherencia lógica de lo que es constituyen como un sistema mitológico sobre
la sociedad de consumo y su funcionamiento. el que se puede realizar todo tipo de análisis
El propio Baudnllard sintetizaba este enfoque estructural.
con precisión cuando en uno de sus grandes
El mas acabado ejemplo de esta
libros de, todavía, la época estructuralista
semiología general es su estudio sobre el
afirmaba: «La moneda es la primera mercancía
sistema de la moda. Barthes realiza aquí un
que pasa al estatuto de signo y escapa del valor
concienzudo análisis de los dictámenes de la
de uso».
moda difundidos por las revistas femeninas, y
Este complejo proceso epistemológico a partir de este primer análisis concluye una
lleva a Bfll_ldl'iuafd a eStlein_' el consumo (y 125 teofííi gEl-lEÍ_"¿ll de ].'¿l ITIOdEl COmo Sisten_la dE'
sesenta, donde nos encontramos con una historia. El juego del cambio constante, de la
importante labor de lectura estructural de la actualidad permanente, oculta la tendencia a la
vida cotidiana, trabajos que son fundamentales inmovilidad básica de lo social, a la
para entender la obra de esta primera época de cristalizacién de la forma del poder. Esta
Baudrillard que estamos visitando. Poseído lógica de la diterenciación es la que ayuda a
por la vieja aspiración estructuralista —que entender que hoy no haya consumo porque se
desde la tradicional mortología sobre el cuento dé una necesidad objetiva y naturalista de
ruso de Vladimir Propp, escrita en 1928, consumir. Lo que hay es producción social de
trataba de encontrar estructuras narrativas un material de diferencias, de un código de
básicas, mitológicas y ahistóricas que se iban significaciones y de valores de estatus, sobre el
reproduciendo y combinando dando lugar a cual se sitúan los bienes, los objetos y las
narraciones concretas—, Barthes emprende prácticas — de consumo. Los bienes se
una decodificación semejante de «los nuevos convierten en signos distintivos —que pueden
ídolos de la tmibu burguesa» Donde hay ser unos signos de distinción, pero también de
sentido hay sistema y se pueden encontrar vulgaridad, desde el momento en que son
modelos de inteligibilidad, los hechos sociales percibidos relacionalmente— para ver que la
de la cultura de consumo burguesa se pueden representación que los individuos y los grupos
entender como una mitología, como un ponen inevitablemente 1e manifiesto,
sistema de valores que sin ser una narración en mediante sus prácticas y sus propiedades,
sentido estricto también circunscriben un forma parte integrante de la realidad social. Es
lenguaje que naturaliza, saca de la historia y la capacidad comunicadora que tienen los
convierte en mágicos —como cualquier bienes — la que ayuda a realizar —esta
mito— a los consumibles característicos de la diferenciación social.
opulenta iconogratía de la representación
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Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
infinitamente: deben hacerlo para colmar en (la materia del cambio) se inmediatiza en
todo momento una realidad ausente. Al final cuanto a tal, reifícándose como signo [...]. El
es porque el consumo se basa en una carencia objeto/signo ya no es dado ni cambiado: es
que es ireprimible». apropiado, poseído y manipulado por los
Este punto de vista de Baudullard es de
sujetos individuales como signos, es decir,
como diterencia codificada. Es él, el objeto de
hecho una respuesta implícita a la tesis del
consumo y él es siempre relación social
clásico Maurice Halbwachs que alega la
abolida, refinada, "signiticada” en un código».
aparición cíclica de las crisis de
superproduccién como prueba que las De tal manera, que la producción es
necesidades no son creadas artificialmente. La exclusivamente definida en función de su
mismos consumidores, hay que ptoducit la racional, de los elementos que le rodean (uso
demanda misma y esa producción es funcional, organización estética, realización
infinitamente más costosa que la de las cultural), esos no tienen necesidad de los
mercancias, lo social nació en gran parte, a objetos y no "consumen" propiamente
partir de 1929, sobre todo de la crisis de la hablando, estando los otros consagrados a una
demanda: la producción de la demanda economia mágica, a la valoración de los
recubre muy ampliamente la producción de lo objetos en cuanto que tales, y todo lo demás
soctal mismo. La producción, el trabajo, el en tanto que objetos (ideas, ocio, saber,
valor, todo lo que se ha tratado de mostrar cultura): esta lógica tetichista es propiamente
como obíetívo es, según nuestro autor, un la ideología del consumo».
espejo imaginanio, la fantasía que trata de
El modo de regulación, reproducción y
imponer orden y disciplina donde sólo hay
mantenimiento de esta sociedad de consumo
irracionalidad y simulación.
es contundente y aterradoramente eficaz: la
La lógica social de este sistema de simulación, la apariencia de realidad, ha
consumo es la lógica de la diferenciación, la terminado con la realidad misma. La práctica
iel_"¿lfquizaciófl y El dolniflio PO.T_' El POdEf — un del consumo que se autorreviste de un carácter
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Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
estructura señuelo, en la que su forma exterior, consumado y bloqueado, a todos los niveles,
superticial, rompe la dependencia con respecto en esta época, en la que la discriminación
a su contenido, profundo, y aparece, por lo radical del sentido de consumir se hace
tanto, una dimensión signo —y aquí ya se hace evidente en el marco de la reproducción
evidente toda la aplicación estructural de las ideológica-simbólica. Las clases dominantes se
herramientas de la semiología y de la semiótica presentan como el deseo ideal de consumo,
contemporánea— por la cual se invierte la PEfO debldo a 13 ii1ilov2.c.iél], divefsif‘lcflciéil y
relación entre objeto y mensaje: el mensaje no renovación permanentes de las formas del
habla del objeto, el objeto habla del mensaje. objeto, este modelo se hace constantemente
La marca de un producto no marca al inalcanzable para el resto de la sociedad. En el
producto, marca al consumidor como el primer caso, consumir es la atirmación lógica,
miembro del gmpo de consumidores de la coherente, completa y positiva de la
marca. Es, así, como se asiste al proceso que desigualdad; para todos los demás colectivos,
lleva a la enorme protusión de objetos; al consumir es la aspiración, continuada e
espectacular juego del cambio de apariencias, ilusoría, de ganar puestos en una carrera para
de tamaños, de modas, de colores, de formas, la apariencia de poder que nunca tendrá fin.
de sexos, de cuerpos. De la primera línea De nuevo —como en todo - análisis
estética de postguerra, marcada por las tormas estructural— aparece el mito, la sociedad de
redondeadas y curvas, adaptación consumo no es real es un relato mítico, un
propagandista de las fórmulas aerodinámicas conjunto estructurado de signos que regula las
de la aviación de la época, se evoluciona, diferencias y provoca eftectos reproductivos
luego, hacia la arista, el ángulo y el pD r encima dE 13 consciencia dE sus
paralelepípedo, conociéndose más tarde la participantes.
revitalización del diseño soft. A las líneas
Por ello el consumo no es un acto aislado
suaves y a las formas blandas y, a la vez, a esta
y aislable: las necesidades y los deseos son
enorme complejidad, le acompaña una
tomados dentro de un haz de relaciones
inocultable entropía en forma de caída de los etheInfldalTlellte COlnP].eiBS y que Eofl_rlflll u1
niveles de Habilidad de los objetos, de la
sistema. El acto de consumir de manera pura
fápida pérdida del aspec to exterior, del
no existe, pues preexisten siempre términos
desgaste, de la profusión de objetos de mal
sociales y económicos que le preceden dentro
gusto, copias y kitsch. Se generaliza, de esta
de un sistema de intercambio. El ejemplo de la
torma, la reducción programada de la duración
lengua ilustra el mismo problema: está el
de los objetos —con inversiones sustanciosas
transmisor, la lengua del individuo al que se
para acortar la vida de los productos—, la
dirige, el medio cultural, la educación, el
disminución de la cantidad de materia prima
estado psicológico, etc. De tal torma que
en la composición fisica de los productos, la
hablar parece un acto evidente mientras que,
sustitución de materiales Ofiginales por
de hecho, una multitud de tactores entran en
«imitaciones» o sucedáneos, etc.
escena y éstos son el resultado de una
La desigualdad social se consagra y se producción, de una interacción entre todos los
recrea, asi, vía simbólica. Para las «masas» son elementos que constituyen la base del lenguaje.
las grandes series, el kitsch, los diseños Para comprender la lógica del consumo, es
generalizados, estandarizados y anónimos, las imprescindible, según Baudrillard, definir su
formas desgastadas y no distinguidas; para las funcionamiento como torma lingtiística, como
«élites», es la pequeña serie o el «tuera de entramado de signos que desborda la
serie», lo distinguido, la novedad, lo racionalidad del cálculo. Si la base del
inalcanzable, lo exclusivo, etc. Luego, se consumo es el intercambio (de productos, de
entablará una desesperanzada carrera, la bienes, de trabajo, de capital, de necesidades,
famosa «carrera de ratas» que se llamó en su de deseos, etc.), es necesarno encontrar un
día, de consumo emulativo, ya descrito como método de análisis que no reduzca los hechos
hemos dicho por Thorstein Veblen —aunque a su tacticidad, sino que los remita, por el
todavía de manera rudimentaria—, pero contrario, como sistema de signos que sólo
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Elementos Consumismo
adquieren sentido en relación con el todo. El unidas y que la incomprensión de una supone
hecho de consumir está formado por un la incomprensión de la otra. Por un lado la
conjunto que
funciona como un lenguaje, lógica de la comunicación, que está ligada
dentro de una totalidad relacional (cada inseparablemente al valor signo que presentan
elemento no es aislable del resto de elementos, o tienen todos los objetos, bienes, servicios y
no se puede aprehender el sentido más que en actos de consumo; en definitiva, las prácticas
relación con el todo). Se trata pues de buscar de consumo que se inscriben en un código que
la coherencia del discurso ideológico de las dota de sentido. Por el otro, la lógica de la
consumo: «El consumo es intercambio, un diferenciación que viene ligada al valor signo
consumidor no esta nunca solo, como que tiene cada objeto, bien y mercancía (que
tampoco un transmiso », son diferentes entre sí por su misma función
comunicadora). Pero la diferenciación viene
Esta relación parece dar cuenta de la
dada por el hecho de que las mercancías
esencia misma del acto de consumir: es un
implican fundamentalmente valores de estatus
agotamiento reciproco del que consume y de
jerárquico. El valor signo no sólo actúa como
lo que es consumido. La necesidad y el deseo
se agotan en este acto ya que no hay limites al
rejilla de clasificación social, lógica de la
diferencia y diferenciación social, sino que
consumir. Es igualmente una definición
actúa, fundamentalmente, como motor del
paradójica: mientras el consumidor debería
propio desarrollo del consumo. Necesita
sacar gozo y bienestar, por el contrario, se
justamente afianzarse en la diterencia para
extenúa puesto que está atrapado en un
cobrar sentido. El objeto que se consume en
sistema de signos que le agotan en tanto que
este tipo de sociedad no es el objeto por sí
consumidor. Es el individuo el que se agota en
mismo, por su valor de uso, sino que lo es en
fanto que sujeto en una relación con
función de un sistema de signos, que está
necesidades y deseos que se mueven y huyen
codificado como un lenguaje y éste es el que le
sin cesar. El acto de agotamiento podría ser
contiere su estatus de objeto (es el valor
representado como una torma de alienación,
PE[O no PD]: lO Cl].le fg].ta (lógica de 12 ECDI'IOITI;.EI
signo). Esta sumisión del objeto al signo es el
elemento central del consumo puesto que los
medieval), sino por lo que satisface, creando a
signos se manipulan por la publicidad y tienen
la vez insatistacción. El consumo nunca será
una coherencia lógica que es el no satisfacer
una lógica de lo lleno y del demasiado, sino
nunca completamente la necesidad y dejar
una lógica de la carencia pues ésta está ligada
abierto permanentemente el deseo. Hablando
al sistema de producción y de manipulacién de
estrictamente, el consumidor es tomado en un
los signiticantes sociales que engendran esa
sistema de significantes cuyos signos no tienen
insatisfacción crónica: «El consumo es un
límite: hay un umbral de saturación de las
mito, es un relato de la sociedad
necesidades mientras que no lo hay al nivel del
contemporánea sobre ella misma, es la torma
signo. Si los consumidores se limitasen a
en la que nuestra sociedad se habla. [...]
consumir según sus necesidades reales,
Nuestra sociedad se piensa y se habla como
consumirían menos y en consecuencia se
sociedad de consumo. Al menos mientras
produciría menos también. Habría una
consume, se consume ¿orno idea de sociedad
determinación razonable de las necesidades
de consumo». El consumo se entiende, por
necesarias para la simple satisfacción. El
tanto, como un proceso de significación y
consumidor es, pues, el que no se para en la
comunicación, que según ias palabras del
satisfacción de sus necesidades reales, sino que
propio Baudrillard, reorganiza el nivel
aspira, por la mediación del signo, a satisfacer
primario de las necesidades en la forma de una
sin parar necesidades imaginarias, necesidades
lengua. Los objetos, las mercancías, los bienes,
estimuladas por la publicidad e incitadas por el
los cuerpos, los servicios, incluso los mismos
sistema de retmibuciones simbólicas. Es el
actos de compra, se convierten en lenguaje.
hombre que consume imaginario ya en su
Por lo tanto, el consumo es un fenómeno propia acción, pues está sometido al signo del
social que comprende dos lógicas que van consumo, como la sociedad del consumo está
27
Elementos Consumismo
pensamiento mágico en el sentido en que el global que tienen los hombres y la sociedad de
mito trunfa sobre lo racional, la creencia vivir en un «IMaginario colectivo». Toda la
sobre el hecho, la ilusión sobre la verdad. El t'ealídad de 105 ObiEtOS, d& ].fl cultura }7 ClE.' ].EIS
consiste igualmente en adherirse plenamente a y la verdad. Del mismo modo que los
los signos, cuyo signiticado subyacente es el primitivos ignoraban la historia con sus
remedio contra el miedo: el bienestar perpetuo contradicciones y sus dramas porque su
y la felicidad por la protusién de bienes. pensamiento era mitico, la sociedad de
Signos como «bienestar», «confort», «sexo» o consumo, por la omnipresencia del imaginario
«felicidad» se manifiestan por todas partes colectivo, ya no hace historia y no la reconoce.
puesto que rigen nuestro imaginario. Todos Lo teal no es aprehendido en su trascendencia,
los fantasmas y todas las proyecciones, todos está totalmente sumergido en el sistema de
los deseos y todas las necesidades, todas las signos que se comporta como una pantalla
imagenes y todas las palabras aspiran a ser ante la percepción de la realidad. En un
integradas en él y a perpetuar en el imaginario universo imaginario no pasa nada, nada se crea
la consecución del goce anticipándose siempre ni llega a existir en sí mismo.
a lo real. El sentido fundamental del consumo Consumir es, pues, huir de la historia en
consiste en comprender que hay un auténtico sus contradicciones y de lo real en su verdad.
terrorismo del signo que funciona de manera Atrapada constantemente en una pwyección
28
Elementos Consumismo
bien, el consumo no puede reducirse a los base de la lógica económica— deja de tener
meros hechos observables por muy reales que reterencias consistentes de cualquier tipo; es la
sean. Baudrillard propone el análisis de la muerte no Sólo de Cualquief rficiollalidad, Sii]o
29
Elementos Consumismo
Bataille la nodón descansa en la idea del la década de los ochenta y primeros noventa
dominio, en una paradójica «economía en primera línea de interés de la reelaboración
general» como principio de regulación social postmoderna de la creación artistica y la vida
—expansión, a su vez, de una lectura cultural postmoderna. En esta época de su
fundamentalmente irracional y diametralmente obra aparece un enorme culto al objeto que
opuesta a la que realizó Lévi-Strauss de la acaba siendo el que controla el poder y el
lógica del don de Marcel Mauss—; «economía verdadero sujeto absoluto de la civilizacion
general» radicalmente antieconómica > contemporánea, porque es el sujeto absoluto
fundamentalmente destructiva, sobre el que todos los deseos se vuelcan; éste
derrochadoramente violenta. La mirada de era ya el argumento central de Baudrillard en
Bataille se acaba concentrando en la terrible su libro sobre la seducción y, a partir de ahí,
noción de «la parte maldita». El concepto se sólo tiende a reforzarse y sofisticarse. Sociedad
refiere a un excedente, a un exceso, a un gasto entonces sin sujetos, viviendo en un mundo
radical que la cultura occidental ha manipulado infinito de apariencias, sin unidad ni razón,
cuidadosamente, o reprimido, pira preservar el totalmente fragn'lentada y que se rc‘.produce
mito de k razón como la esencia del progreso por una especie de metástasis permanente; no
económico, pero esta energía no siempre es es que la sociedad se dirija hacia el abismo, es
posible mantenerla contenida, y se disipa. que vive y vivirá en el abismo
Detrás del mismo hecho de cultura, permanentemente. La salida 1rónica es el
parcialmente oculto, pero siempre operando hiperconformismo destructor, aquel que hace
potentemente, aparece la dionisíaca visión de que las estrategias fatales del sistema avancen,
una vimlenta energía destmctiva ligada a se autodesttuyan y autoconsuman, en una
situaciones caracterizadas por puro gasto, especie de fagocitación del sentido y la razón.
pérdida o despilfarro: sactificio, muerte, o, No hay más esperanza que la desesperanza de
incluso, la pérdida de la identidad en el éxtasis vivir en el consumo, como una especie de
sexual extremo. Pulsión pura, descarga, seductora enfermedad terminal: son las
violencia, muerte titual, el exceso gratuito, a la estrategias fatales donde la metafora del cáncer
vez, excluido y sustentado, como base es la más próxima para describir la sociedad de
¿andante de lo económico y de lo social. CONsumo,
30
Elementos Consumismo
campo nuevo muy propio de la cultura que el Ua metódica para el sujeto consumidor
consumo inaugura: lo que se da es un nuevo ¿Cómo es el nuevo sujeto de la sociedad
modo de experimentar la vida de consumo? Si podemos sintetizar en sus
contemporánea. De ahí la exigencia de su rasgos principales la caracterización plural
método y perspectiva: su opción radical por la que Simmel hace en sus ensayos paralelos a la
interacción frente a una sustantivación de la redacción de la Filosofía del dinero, podemos
sociedad y al mismo tiempo, como paradoja, sugerir los siguientes: se trata de un sujeto
la apuesta por un plano global y ya no dotado de una nueva cultura, afectado por la
individualista en el terreno de las fragmentación de la vida en las ciudades,
explicaciones de pautas y representaciones marcado por la técnica, mediado por las
sociales. mercancías.
Preocupado por las nuevas formas de La nueva cultura abarca, en la perspectiva
agrupación, por la estructura de los grupos,
de Simmel, desde las formas de creación de
Simmel muestra en esos mismos trabajos, de
nuevos valores a la mediación de éstos en el
apariencia sosegada, la presión vital de los
mercado y la vida cotidiana. Se trata de un
recientes modos de desagregación y exclusión
nuevo concepto para capturar una nueva
que la sociedad establece. Por eso se puede
realidad. Simmel, formado filosóficamente en
entender el arraigo en su tiempo y en su
la transvaloración nietzscheana, persigue en el
espacio. Quien se permite una salida de los
contexto del consumo una génesis de los
modos historicistas 2y ambientalistas valores. Es decir, compone una noción de
tradicionales, vive y nombra su condición
cultura en la que es originariamente tan de
metropolitana y concreta. Tenemos, pues, Nietzsche (el mejor visionario de las raíces
como primer ingrediente de la mirada sobre el poderosas de los valores) y de Hegel (la
consumo, la razón y el estilo de un ciudadano dialectización de lo objetivo y lo subjetivo, del
que, pese a las distancias que toma para reconocimiento como condición de la
observar lo que viene, no cierra los ojos a su identidad) como de Kant y Goethe (con la
entorno concreto. Pareciera que una de las universalización moral y la dramatización de
cualidades del Simmel que observa y va
la vida como escenarios de la modernidad).
calando la ciudad del consumo incipiente se Este plano conceptual, que merece amplios y
debe precisamente a su capacidad de mirar, doctos comentarios en la recepción actual de
que le viene de su condición berlinesa. Así lo Simmel, tiene su correlato en la crítica de la
nombra René Konig: cultura que el Simmel sociólogo emprende. La
«Tal vez no sea ninguna casualidad que el intuición de base es que en ella, más que el
primer análisis original de los fenómenos de punto de llegada de una tendencia —la
la gran ciudad en habla alemana no viene de complección del industrialismo con el
ningún investigador académico, sino del consumo—, el sistema prepara, para su propia
filósofo judio Georg Simmel, que había nacido reproducción, el revés de la sociedad
en Berlin». capitalista productivista.
Entre los datos biográficos de Simmel —a Por ello, Simmel no sólo redefine, como
falta de wuna biografía suficiente a estas veremos a continuación, la Historia, la
alturas— está la paradoja de su condición perspectiva de análisis de la modernidad, la
cosmopolita: la de un ciudadano y misma temporalidad, sino que construye un
consumidor universal y el apego a Berlín más modelo distinto de la relación ente cultura y
allá de lo razonable en quien podía tener un sociedad. El punto de engarce entre lo
reconocimiento académico, vinculado a su sistémico y lo cultural es la pluralidad de
disponibilidad. En 1914, con 56 años, a punto espacios que la sociedad compleja, movida por
de ir ya como catedrático a Estrasburgo, el monetarismo o la simbólica de la forma-
escribe: «si lo acepto no es con un ánimo dinero, de la forma-adorno, de la forma-
radiante. La influencia sobre la cultura técnica, está empezando a generar. Esta
fiosófica que puedo ejercer en Berlín no es redefinición de espacios, de formas de
algo alcanzable en cualquier lugar». interacción, es una visión estilizada —lo que
Kracauer y Frisby llaman «intemporal»— de
36
Elementos Consumismo
la sociedad del protoconsumo. No hace una objetos como ocultadores de las relaciones de
fenomenología del consumo de bienes, en producción y explotación (Marx) y los
sentido socioeconómico, y si hace una conflictos de identidad que eso produce, sino
analítica de las formas en las que los nuevos mostrar el modo en que los sujetos componen
espacios y bienes de consumo configuran activamente formas mentales, instrumentos,
nuevas formas de sociación. Su posición ante pautas, para suturar esos conflictos, nombrar
la qpolémica de los economistas — lo silenciado, producir identificaciones. Lo
psicologización de las motivaciones— le lleva actualiza en el análisis sobre el adorno (Exkurs
a poner de manifiesto el valor de formas tiber den Schmuck).
culturales e interactivas nuevas que no son «Uno se adorna a sí mismo para sí mismo,
individuales, sino socializadoras de nuevos
pero sólo puede hacerlo mediante el
modos, incluyendo un sintomático nuevo adornarse para otros. Es una de las
individualismo.
combinaciones sociológicas más raras el que
La cultura es el conjunto de los modos de un acto, que sirve exclusivamente al énfasis y
producir las formas de interacción y sus aumento de significación del actor, sin
mediaciones que prefiguran y generan formas embargo alcanza exclusivamente su objetivo
de vida, induso las no previstas. No son en el agrado, en el deleite visual que ofrece a
formas estáticas, son procesos. Los compone otros y en su gratitud».
la subjetividad intencional formada que
Esta dialéctica de lo subjetivo y lo objetivo
emerge de la vida humana y sus interacciones, queda claramente expuesta en el caso de un
y es creada por los seres humanos como
campo de objetos de consumo tan central
contenidos objetivados o como entidades de como el del adorno. Dicha dialéctica es el
lenguaje, religión, órdenes 1normativos, motor de los nuevos valores, de las nuevas
sistemas 1legales, tradiciones, - artefactos formas en las que se ve la interimplicación yo-
artísticos, etc.. Este proceso de objetivación del otro en la cultura subjetiva, en la formación
sujeto, que es al mismo tiempo la del sujeto. Éste es el esquema que, como
«desubjetivación del individuo», implica,
apuntaremos, aparece en las reflexiones sobre
como Guy Oakes ha formulado, siguiendo los
el dinero y la moda.
términos de Simmel, que la cultura es
El sujeto de esta sociedad de riqueza
«el proceso en que la vida se reproduce a ostensible y de marginaciones renovadas no
sí misma como “mas vida” y se trasciende a sí es, como decía Ernst Bloch, un sujeto macizo.
misma generando formas que califica como Es un sujeto afectado por la fragmentación de la
“más que vida”. Simmel representa la cultura vida en las ciudades. Lo que significa que la
como un proceso de dos dimensiones. Por una
identidad de atribución se ve sustituida por
parte, las energías e intereses de la vida son
los numerosos escenarios y la circulación de
definidas y modeladas por las formas de la
las mercancas. La mnoción de circulación
“cultura objetiva”, el mundo de las formas
(Verkehr) puede venir bien como primera
culturales y sus artefactos que han llegado a
matriz perceptiva de un mundo cambiante
ser independientes de la existencia
regido por el intercambio incesante de las
individual... Por otra parte, estas formas
mercancías, de las modas Y,
culturales y sus artefactos son incorporados consiguientemente, de los estilos de vida, de
en la “cultura subjetiva” del individuo, el
los modos de vivir. Como ocurre con Kafka, la
estado de la personalidad que es el último percepción es más poderosa que el concepto
resultado del proceso de cultivación... La que de ella se extrae. En Kafka, eclosiona en
cultura subjetiva es la cultura personal de dramas y tramas de novela; en Simmel, en
individuo, o la vida del individuo como un
ensayos y retratos en los que, como el
ser cultural». praguense mostraba, se trata de poner de
Esta dialéctica incesante muestra bien la relieve lo que ya está en la superficie y no se
estrategia del diagnóstico que Simmel sabe nombrar. Lo están viviendo pero no lo
reproduce en numerosos trabajos. No importa saben archivar con un rótulo adecuado.
sólo desmontar la cosificación: el peso de los Posiblemente porque tales experiencias, en su
37
Elementos Consumismo
novedad radical y en su ruptura, no tienen sentimientos que son propios de esta nueva
parangón. cultura. Por ejemplo, la agorafobia, como
patología metropolitana, como marca del
Hay un giro fundamental en lo espacial y
extrañamiento. Especialización según el
su representación. Pero no en el sentido
mercado, extrañamiento, racionalización y
ambientalista abstracto, sino la ciudad que se
cálculo, nuevos sentimientos incontrolables.
rompe con la descentralización del mercado.
Como recoge Vidler, las dimensiones
Los pasajes comerciales y las nuevas avenidas
novedosas de la primera ciudad del consumo
son el emblema de ello. En el plano de los
en la tradición simmeliana son «estos espacios
sujetos, supone el revestimiento íntimo de una
emblemáticos —que los seguidores de
urbanidad metropolitana: es un espacio
Simmel, como Benjamin, Kracauer o Adorno,
múltiple y multiforme de relaciones y de
repasan críticamente— [que] frecuentan sus
consumo; pero también de nuevas formas de
textos como simbolizando cada aspecto del
dependencia y subordinación; los estilos
nomadismo, del fetichismo del consumidor, y
mentales del mercantilismo.
del individualismo sin sitio de la vida
La primera forma de detectar el problema moderna en las grandes ciudades». Carácter
es precisamente la huella que el nuevo orden vertiginoso y proteico que Kracauer plasma
urbano deja en el sujeto que quiere ser libre y así en palabras plenamente simmelianas: «el
crear sus propios valores. La ciudad marca de fláneur está intoxicado con la vida en la calle
fuera adentro, del mercado a la identidad —vida que eternamente disuelve las que está
personal. La ciudad es otro fenómeno configurando».
privilegiado en el que el concepto dialéctico
de cultura se ejercita con precisión. Retengo
algunos de sus rasgos principales. Georg Simmel
El abordaje en su célebre trabajo sobre las
grandes urbes contemporáneas comienza con
la ciudad como resultado del proceso
productivo que en la actualidad el crecimiento
exige y produce una nueva forma: «el carácter
intelectual de la vida, el cálculo y la
racionalización como un órgano de defensa
frente al desarraigo con el que le amenazan las
corrientes y discrepancias de su medio
ambiente externo». Pero el rasgo que anima la
innovación es la aglomeración del intercambio
económico, que acaba produciendo
Configuración es, como vemos, palabra
radicalmente nuevas formas de interacción —
dual en la medida en que encierra forma y
otra vez la fluidez frente al sistema—, lo que
proceso. Configuración es el modo en que la
trae nuevas percepciones y sentimientos.
mente se ve afectada por la técnica, rasgo central
«La moderna gran ciudad se nutre casi de la nueva cultura, en la medida en que las
por completo de la producción para el pautas del consumo superan la mera utilidad
mercado, esto es, para consumidores de lo producido: los bienes no se consumen,
completamente desconocidos que nunca troquelan al consumidor. Selecciono, como
entran en la esfera del auténtico productor». ejemplo, algunos pasajes de su célebre ensayo
Vemos bien aquí cómo la descripción de sobre los cambios en la cultura alemana de fin
de siglo.
un fenómeno tiene una lectura conceptual
más profunda: el paso del capitalismo de El término elegido es la cultura monetaria
produccion al de consumo se percibe —que desarrolla en paralelo en la Filosofía del
directamente en la especialización y la dinero— entendida como red de simbolos y
segmentación. Y, también, en la misma pauta de interacciones. Pero el troquelado es,
perspectiva de dar de un fenómeno todas las como ocurre con la ciudad, radical. La
facetas del prisma, con la invención de primera exhibición exigida por la cultura del
38
Elementos Consumismo
consumo de elementos antes reservados (la toda investigación, aún más sin importancia,
fruición del dinero, el disfrute de los nuevos gozan frecuentemente de un grado muy
objetos) cambia la mentalidad entera: desproporcionado de reconocimiento, que
sólo se lo confiere el que han sido realizadas
«Los poderes de la mente se han visto
mediante procedimientos metódicos vy
forzados a servir a los propósitos de ganancia
técnicos perfectos.»
pecuniaria de un modo antes inaudito en
Alemania, y gobernados por una competencia Estos rasgos nos dan una primera
extraordinariamente activa, tanto mnacional formulación de la identidad del nuevo sujeto
como internacional, para lograr que todas la marcado por las mercancías. Éstas tienen el
demás cosas se subordinen a los intereses carácter no de meras cosas dirigidas a un
materiales. Como resultado de todo esto, la consumo individual, sino que son formas.
técnica se ha convertido en los últimos años en Objeto de reflexión para esa sociología que
la única preocupación de productores y Simmel entiende como «descripción y
consumidores, y de un modo que es más determinación del origen histórico-psicológico
ominoso para el desarrollo interior y de las formas en que tienen lugar
espiritual de la nación.» interacciones entre los seres humanos»
(Superioridad y subordinación). Carácter de
El punto de vista de Simmel no deja de
forma y lugar de construcción de valores
tener, pese a su enorme apertura a los
precisamente al hilo de estos objetos que son
fenómenos, un timbre irónico y moralizante.
modos de relación.
El retrato del contexto concreto del consumo
doméstico e interurbano es enormemente Y ello aunque no se niegue la fuerza
expresivo. mimética que las relaciones y, en general, la
condición humana experimenta a partir de la
«Está completamente olvidado que la
fascinación de los nuevos objetos, hasta el
técnica es un mero medio para un fin, y su
punto de convertirse en atractor de una nueva
perfección queda excluida cuando se la piensa
alienación.
como uno de los grandes objetos de la raza
humana; como si telégrafos y teléfonos fueran «La gran perfección del objeto ha
en sí mismos cosas de extraordinario valor, desplegado la imperfección del sujeto, y ha
pese al hecho de que lo que los hombres se mostrado que el desarrollo de este último, no
dicen unos a otros por medio de ellos no es en más que el del primero, debería ser dejado a la
absoluto más inteligente, más noble, o en suerte, al instinto, al curso sin meta de la
modo alguno excelente de lo que antes naturaleza».
confiaban a medios menos rápidos de
Como pendant de esta cosificacion
comunicación; como si la luz eléctrica elevase
fascinante, el sujeto del consumo, como se ve
al hombre a un estadio más cercano a la
en el excurso sobre el adorno, pugna por
perfección, pese al hecho de que los objetos
apropiarse los objetos y por pertenecer a los
más claramente vistos por medio de aquélla
perfiles que anticipa su forma, su mundo. Por
son precisamente tan triviales, feos o carentes
eso, en el enfoque de consumo la categoría de
de importancia como cuando eran vistos
pertenencia —a un status en Veblen, a un
gracias al petróleo.»
estilo en Simmel— es central desde el
Y la secuencia se concluye con la principio. Frente al semiologismo del circuito
reflexión, la extensión de los hallazgos a otros de la comunicación, el elemento social que
campos sancionados como autónomos o cobra importancia es el valor de integración
ajenos a las tendencias de la moda, que es la mediante el objeto o el bien. Frente al
vigencia del presente del consumo. objetualismo, el valor de «pertenencia» a una
esfera de objetos con valor para un grupo o
«Esta primacía de la técnica ha inficionado
incluso las ramas puramente intelectuales del sociedad. En este sentido puede matizarse la
conocimiento: tanto en las ciencias históricas
tesis de Frisby según la cual Simmel no se
ocupa tanto del consumidor como del mundo
como en la psicología experimental,
del intercambio de mercancías y su efecto en
investigaciones esencialmente banales y,
las relaciones sociales y en las formas de
desde el punto de vista del objetivo final de
39
Elementos Consumismo
sociación. Si lo que se tiene en la cabeza al del espacio. Pero también las identidades y los
hablar de consumidor es el modelo rasgos de pertenencia a los grupos sociales. El
individualista preferencialista, de acuerdo. Si extranjero, el secreto, etc., son otros tantos
lo que designamos como consumidor es un signos de una sociedad que se fragmenta por
sujeto en relaciones y en proceso, con las el proceso de industrialización y —tal vez
mediaciones que acabamos de indicar, por aquí radica su mayor originalidad— se sutura
supuesto que Simmel no sólo se ocupa de él, intencionalmente configurando un mnuevo
sino que traza los primeros fundamentos para todo en las formas del consumo.
su análisis sociológico. El dinero y la forma mercancía
Éste es, pues, el arranque de la «El dinero no es más que un medio, un
perspectiva moderna que desplaza el acento
material o un ejemplo para la representación de las
del intimismo del sujeto, del preferencialismo
relaciones que — existen entre las
individual, hacia el estudio de las formas de
manifestaciones más externas, reales y
configuración de la cultura del consumo. Para
contingentes y las potencias más ideales de la
luego volver a la formación de la intimidad,
existencia, las corrientes más profundas de la
de la identidad de los consumidores.
vida del individuo y de la historia».
La noción de objeto como red de El carácter troquelador de los procesos
relaciones —que a Simmel le viene de su
témicos sobre las mentalidades y las
primer trabajo sobre Kant— se puede aplicar a subjetividades modernas encuentra su apogeo
los objetos de consumo. No sólo a la idea en los fenómenos del intercambio económico.
abstracta de ellos en la sociedad, sino al
Éste es definido como una de las formas de
análisis concreto de esta fase. La interacción
intercambio social, estructura principal y
(Wechselwirkung) de los elementos es la que general, y encuentra su condensación y su
representa y anticipa la interacción de los modelo operativo en el intercambio mediado
sujetos. La figura y su representación superan,
por el dinero.
pues, una mera mirada cosista al universo del
consumo. Simmel recoge aquí u La Filosofía del dinero, obra sintomática del
reivindicación de la perspectiva estética, que cabo de siglo —como la Teoría de la clase ociosa
no es marginal, sino central en las relaciones de Veblen, las Formas elementales de la vida
del consumo: el sentido del universo del religiosa de Durkheim, o la Interpretación de los
consumo presente en cada objeto. Cualquier sueños de Freud—, ha merecido y merece un
circunstancia, dice Simmel, esconde la sinfin de comentarios y análisis desde el
posibilidad de liberar un significado estético punto de vista de la crítica de la cultura y de
absoluto. Para la mirada debidamente la actividad económica. Nuestro punto de
entrenada, la belleza total, el significado total vista aquí se reduce a mostrar cómo aparece la
del mundo resplandece en wuna sola lógica interna de la sociedad de consumo
circunstancia específica. Por eso, la sociología incipiente en el contexto de un trabajo que no
de Simmel desarrolla una estrategia de la enfoca directamente como tal —su
atención a las circunstancias de la interacción pretensión es el advenimiento del auge y
humana en los nuevos espacios y tiempos del homogeneidad de la forma dinero en el
mercado: atento, en las maneras de mesa, las tránsito a la modernidad —, pero que sí esboza
relaciones en los transportes públicos, en las los desarrollos teóricos y conceptuales que
comunicaciones escritas, etc., a la «posibilidad fundan la indagación simmeliana del tiempo y
de encontrar en cada uno de los detalles de la los fenómenos del consumo. Los rasgos que
vida la totalidad del significado de ésta». destacan, en esta dirección, aquellos en los
que Simmel inaugura un lenguaje de hoy, son:
Retengamos, pues, que esta nueva
el carácter global y no sólo económico del consumo
fundación del sujeto social implica una y del intercambio representado en el dinero; la
relación peculiar con las mediaciones superación del concepto de necesidad y la atención
señaladas: la cultura, la ciudad, la técnica, las
al deseo en la relación con las mercancías; la
mercancias. La sociedad de consumo fundamentación de un concepto de mercancía y
incipiente trae consigo la ruptura del tiempo y de valor que pretende leer los implícitos de
40
Elementos Consumismo
Marx; la lectura del consumo no desde el entender el consumo, mediado por el dinero,
preferidor individual, sino desde el concepto de como un fenómeno social total.
estilo de vida.
Fenómeno cuya globalidad alcanza a
El carácter global y no sólo económico ha sido dimensiones que la perspectiva utilitarista o
suficientemente repetido en los comentaristas atomista no ha tenido en cuenta. El carácter
clásicos de Simmel que han glosado su totalizador es tal porque implica todas las
dedaración inicial: «en esta investigación no dimensiones de los sujetos sociales. Esta
hay ni una línea escrita en el espíritu de la «invasión» en lo previsto, más allá de la
economía política». Lo importante es su conciencia de los participantes, se realiza
intento de una analítica de los intercambios y precisamente por el intermediario de ese
una reflexión de los detalles, en el sentido sistema canónico de los intercambios que es el
dicho, a propósito de la nueva cultura del dinero. Pero a sabiendas de que se trata de un
dinero. Para entender el consumo, el primer sistema mediador, no de la fuente del valor
elemento es precisamente el dibujo de su mismo. Así lo formula y lo matiza Simmel:
carácter global. «Parece evidente [...] que la remisión del
El consumo moderno, según los valor material del dinero a un principio
presupuestos de Simmel, pide una forma de suplementario y de consolidación frente a las
análisis en la que el marco cultural no es un meras relaciones, tan difíciles de asegurar, no
mero epifenómeno. Le interesa exponer las es sino la primera indicación de un proceso
precondiciones de una cultura marcada por el que se produce por debajo del sustrato de la
gran intermediario, traductor y acumulador conciencia de los que participan en la
que es el dinero. Dichas precondiciones se actividad económica... Con todo, no conviene
localizan en los estados mentales, en las olvidar que las representaciones inconscientes
relaciones sociales y en la estructura lógica de no constituyen ninguna explicación
la realidad y de los valores. Ellas son las que satisfactoria, sino que solamente son una
otorgan al dinero su significado y su posición expresión auxiliar que en realidad descansa
práctica. Por ello no es una lectura culturalista sobre un razonamiento falso... En el estadio
de las relaciones económicas, sino una lectura actual de los conocimientos es inevitable, y
integral de las formas de intercambio, entre por lo tanto legítimo, interpretar las
las que están las de la moderna economía. construcciones de valor, sus rigideces y sus
fluctuaciones como procesos inconscientes,
La demanda de los sujetos — en la que se
según las normas y las formas de la razón
detecta la primera fuente de los valores, en
consciente».
consonancia con los teóricos contemporáneos
de la utilidad marginal — implica una primera Resulta interesante este pasaje por
mirada sobre el consumo como forma de mostrar una misma intención de desvelar lo
cultura en el sentido dicho. Hay un énfasis en oculto y, al mismo tiempo, no cejar en cuanto
el intercambio de bienes, incluso un al racionalismo como metódica que sirve en la
subrayado mnovedoso: para Simmel, el exploración de las anomalías. No hay, claro
intercambio es tan productivo y tan creador está, en el uso de lo inconsciente ninguna de
de valores como la producción misma. De ahí las connotaciones freudianas. Y, sin embargo,
el carácter global de la mirada cualitativa que sí parece, a lo largo de la argumentación, que
intenta leer también el proceso económico en Simmel —sin duda vía Nietzsche— propone
lo que sucede en la mente de cada sujeto. Los una mirada de las reglas de juego que superan
objetos económicos sólo alcanzan a recibir su la llamada filosofía de la conciencia. Decir
significado pleno cuando se establecen con inconsciente aquí es decir aún no sabido; por
ellos relaciones de consumo; no tienen tanto, insatisfactorio como explicación. Pero,
sentido, dice Simmel, excepto directamente en al tiempo, decir inconsciente significa
nuestro consumo y en el intercambio que tiene convenir en que el plano de lo descriptible y
lugar entre ellos. Esta ecuación interacción- contable es la expresión de un sistema de
intercambio, que recoge las determinaciones reglas sociales aún no desveladas pero ya en
teóricas ya señaladas, es la primera pista para acción. Más allá de la atribución convencional
41
Elementos Consumismo
y cegadora de una benéfica «mano invisible», su transferencia a otros valores», esta situando
Simmel indaga lo complejo culturalmente de una posición puente entre la visión de Marx
la fuente del valor. La forma mercancía —la génesis del valor de cambio como
encuentra un soporte en las relaciones sociales equivalencia— y la visión culturalista de
y culturales de las que, según Marx, es horma Weber. Va del reino de la necesidad al del
y modelo inconsciente. Estas relaciones deseo. Perspectiva ésta que, curiosamente,
sociales y culturales son el entramado del que encuentra su correlato en la lectura que
surge la nueva producción de valores, cuya Ortega hace de Sombart44, cuando señala el
fuente es subjetiva: deseo y no la necesidad como rasgo del
desarrollo de la cultura del consumo
«Comoquiera que uno y el mismo objeto
incipiente.
puede representar el grado más elevado del
valor para un alma y el más bajo para otra y La génesis del valor encuentra en la
que, por el contrario, la diversidad más relación de distancia con el objeto su apertura
universal y manifiesta de los objetos puede a la problemática del deseo del consumidor,
unirse en una igualdad de su valor, parece más allá de la necesidad. Solamente la
que el origen del valor sólo puede ser el sujeto experiencia del anhelo, del deseo, puede
con sus estados de ánimo y reacciones desgajar, dice Simmel,
normales o especiales, duraderas o
«la unidad ingenua y práctica del sujeto y
cambiantes.»
del objeto y, así, sitúa a ambos —uno a partir
Simmel enfrenta la creación de valores en del otro— frente a la conciencia. Unicamente
el proceso de intercambio precisamente como cuando anhelamos lo que aún no tenemos ni
un proceso en el que está en juego la totalidad disfrutamos podemos situarnos ante su
de las relaciones sociales y de las dimensiones contenido. En la existencia empírica del
de los sujetos. El valor es una dimensión hombre educado, el objeto no es deseado más
creativa (otra vez Nietzsche), no resulta de que cuando se encuentra, ya preparado, frente
mera herencia, sino de la articulación de las a él».
nuevas formas de las necesidades y los Los objetos y los bienes aparecen en la
deseos. Ése es el contexto de la Filosofía del
esfera del mercado no como algo capaz de
dinero, que en su origen pretende, como es
satisfacer necesidades, de proporcionar
sabido, construir una «filosofía de toda la vida
elementos útiles, sino en cuanto objetos de
histórica y social». Su mismo estudio previo,
deseo. Ésta es la primera realidad que vincula
el artículo «Sobre la psicología del dinero»,
al sujeto y al objeto: éste «se nos opone y no
escrito en 1889 y que aparece en 1890, indica
sólo en la impenetrabilidad con que se nos
este carácter de verdadera 2 mirada
aparece, sino de la distancia que supone el
antropológica y sociológica allí donde antes —
hecho de que aún no disfrutemos de él y cuyo
quizá con la excepción de Marx— ha
lado subjetivo es, precisamente, el deseo».
predominado una mirada economicista,
acotada. Simmel da pie, desde nuestra visión La fuente del valor de las cosas-
actual, a algunos desplazamientos —y a ellos mercancías depende, entonces, de la distancia
me ciño — enormemente creativos en el orden que mantienen con los wusuarios, de la
del concepto de deseo frente a la necesidad, disponibilidad o no. Así lo formula:
las mercancías y el estilo de vida. «El mismo momento del gozo en el que el
El dinero es un medio, un material o un sujeto y el objeto anulan sus contradicciones,
ejemplo para representar una dinámica más consuma al mismo tiempo el valor, el cual
profunda. Éste es el programa que sirve para sólo renace en la separación frente al sujeto,
desmontar, además de la ecuación consumo- como su opuesto, esto es, como objeto [...] el
individuo, del individualismo economicista, valor no se origina en la unidad irrompible
otra ecuación tradicional: la que equipara del momento de placer, sino en cuanto que su
consumo y necesidad. Cuando Simmel afirma contenido, como objeto se separa del sujeto y
al comienzo de su obra que «la significación en su calidad de cosa deseada, se enfrenta a
final del dinero no reside en él mismo sino en él”.
42
Elementos Consumismo
De esa manera, tan aparentemente el valor al objeto, sino, dice textualmente, «el
agónica, se explora una visión nueva del deseo de otro». Ésta es la vía argumental con
universo del consumo, en el que las cosas son la que Simmel, que comienza reconstruy endo
valiosas porque ponen obstáculos a nuestro el proceso del deseo individual, concluye en la
deseo de conseguirlas, y precisamente el realidad í interactiva del — intercambio
universo de las mercancías se presenta a sí económico y, lo que es más expresivo, en la
mismo como el gran facilitador del idea de que es esta característica —que los
cumplimiento de los deseos. Lo que Simmel sujetos se definen a partir de sus relaciones
destaca es la producción de un mundo doble: mutuas mediadas por las mercancías — la que
el mundo autónomo de los objetos en nos hace aparecer la esfera económica como
oposición a un Yo que se postula como esfera autónoma y los valores como objetos de
autónomo. El valor resulta valor económico la economía. «Lo decisivo en relación con la
cuando se mantiene entre los umbrales objetividad del valor económico, que delimita
posibles — determinados por el mercado — de la esfera económica como esfera autónoma, es
esa relación entre dos mundos: es un cierto el hecho de que su validez trascienda, en
término entre escasez y no escasez (entre el principio, al sujeto individual».
recurso y la pobreza, dice, como el eros
La tensión entre la gratuidad en la que se
platónico) el que, en la mayoría de los casos,
presenta lo inmediato del consumo: el mero
determina las condiciones del valor. El
disfrute, dice Simmel, no constituye un acto
ejemplo de los bienes estéticos, de las obras de económico —que lo relaciona con alguna de
arte, corrobora, según Simmel, estos rasgos de
las anotaciones de Mauss sobre el don — y las
todo bien económico.
férreas equivalencias con que se muestran en
A esta fenomenología del valor, el mercado los sistemas de objetos-mercancías
arrancando del sujeto tal como lo sitáan bien el lugar del dinero como pauta del
caracterizamos más arriba, le sigue la valor. Las mercancías y el dinero se presentan
incorporación del valor como sistema de como dos subsistemas, como dos masas
equivalencias. lDe especial relevancia conmensurables, en interdependencia mutua.
precisamente porque, en esta argumentación, Estos dos subsistemas, que, como vimos en el
Simmel incorpora su teoría de la cultura y de comienzo de esa obra, tienen un carácter de
la sociedad como interacción a la mediación por representación, aparecen como dotados de
las mercancías. Éstas no sólo establecen entre sí cualidades desemejantes. Y, sin embargo, por
redes de relaciones que las convierten —si razón de su capacidad de objetivación, en el
podemos utilizar el término baudrillardiano— contexto de un universo de mercancías
en un sistema de los objetos del consumo, disponibles y tendencialmente renovables, el
separados y cercanos, seductores vy dinero se convierte no sólo en medida, sino en
generadores de deseo. En el mismo momento mediador de las relaciones “ sociales,
en que incorporan los signos del mercado, las entendidas éstas como interacciones y
equivalencias forman también una red de mentalidades de los sujetos.
sujetos deseantes que son el correlato de
El dinero configura, por su estructura y
aquellas mercancías interrelacionadas. La
sus ritmos de cambio, las mentalidades y los
interacción, categoría clave, vuelve a ser
estilos objetivos. Éstas son las equivalencias,
redefinida por cuanto se ve coloreada ahora
en las que no podemos ahora entrar, entre
por la relación desigual en el deseo de los
moneda, sistema jurídico y vida intelectual.
bienes y mercancias.
Pero, además, aparece la importancia radical
El hecho del intercambio económico, en el de esta realidad y simbólica dineraria para el
que un objeto valioso encuentra su tránsito a una nueva forma de vida.
equivalente según las leyes del mercado,
«La racionalidad social que sin duda
«libera a las cosas de su desaparición en la
interviene aquí explica por qué la riqueza
mera subjetividad de los sujetos y las permite
moderna se mantiene hoy mucho menos
determinarse reciprocamente», en la medida
tiempo en una sola familia que antes, cuando
en que invierten en sí mismas su función
no era de naturaleza pecuniaria. El dinero
económica. No es sólo el deseo el que otorga
Elementos Consumismo
busca, por así decirlo, la mano fructifera, lo El estilo, categoría central en las
que ha de ser tanto más evidente y ha de investigaciones actuales sobre el consumo,
manar de necesidades tanto más profundas adquiere aquí por primera vez un rango
cuanto que, al parecer, es posible actuar de propio. Es el repertorio de signos, de objetos-
modo más tranquilo, más seguro y pasivo en signo, configurador de lo objetivo y lo
relación con la propiedad del dinero que con subjetivo y sus distorsiones y distancias. De
ninguna otra». esta potencia de troquelado se sigue el que el
modelo de estilo de vida de la clase ociosa
Esto nos lleva a senalar, al menos, la
emergente se consolide poco a poco —por
importancia que Simmel da al concepto de
debajo incluso de las afirmaciones del ahorro
estilo de vida, es decir, en la recepción por
parte de los sujetos sociales de esta cultura
y del gasto productivo que el sistema hace—
como modelo. Estilo es la elevación a un tipo
objetiva y de las posibilidades de crear en su
imitable de las relaciones sociales concretas en
interior nuevos valores y formas. Como
el intercambio burgués monetarista como
veremos inmediatamente en la recepción
modelo hegemónico. Por ello, el análisis del
benjaminiana de Simmel, esta dimensión
consumo va a quedar aquí dotado de un
supera la noción individualista del sujeto del
concepto fundamental: el predominio del
consumo para entrar en la formación de
grupo de pertenencia y de referencia, frente a
constelaciones, segmentos y modos de vida en
la mera consideración individual, como
la que la recepción de las mercancías y, sobre
todo, la generación de deseos y atribuciones formas explicativas del consumo real.
de valor recobra su sentido sociológico pleno. «Mientras las modas —y no se trata aquí
sólo de modas en la vestimenta— duraban
Su punto de partida es estético, el
aún cierto tiempo y mantenian cohesionados
conjunto de reflexiones sobre los objetos de
árculos relativamente reducidos, podía darse,
arte en los nuevos escenarios del mercado —la
por así decirlo, una relación personal entre el
tarea del Baudelaire crítico de arte es del
sujeto y los contenidos singulares de aquélla...
mismo arranque — en los que Simmel detecta
[el cambio hoy radica en] la multiplicidad de
un carácter genérico: la estética
estilos que nos encontramos en los objetos de
especificamente moderna del estilo de vida.
Lo que, en términos de su teoría de la cultura
la vida cotidiana, desde la arquitectura de las
viviendas a la impresión de los libros, desde
del consumo incipiente, implica que las
las esculturas a los jardines, y la decoración de
mercancias mediadas por la mentalidad
habitaciones en las que se acumulan al mismo
monetarista marcan un tiempo inaugural,
tiempo el Renacimiento y el orientalismo, el
rompedor. Ser moderno no es sólo aplaudir el
barroco y el estilo imperio, el prerrafaelismo y
progreso, sino vivir en un nuevo tiempo sin
la regularidad del realismo».
mirar atrás. Éste es el estilo que se filtra y
configura las mentalidades y los caracteres. La moda, el tiempo, el progreso
44
Elementos Consumismo
45
Elementos Consumismo
propiedades. Cada cultura carga a cada objeto económico vigente en la actualidad; y, por
de un conjunto
) de significados
g simbólicos tltimo, nos detendremos en “ciclo del don”,
determinados por su sistema de creencias. Con teorizado por Marcel Mauss, que nos servirá
esto no queremos decir que mno existan para reflexionar sobre la importancia que, hoy
necesidades básicas que tengan que ser día, sigue teniendo -y debe seguirlo haciendo-
satisfechas mediante el consumo, como el intercambio de bienes al margen de la
alimentarse o guarecerse. Sin embargo, incluso felílción. COIÚPI'Q-VEI]tQ.
vivir con dignidad. En sociedades opulentas, el solamente para disfrutar de ellos, sino también
abanico de necesidades y deseos humanos para marcar su identidad. Esta 1dea, si bien
trasciende con mucho el ámbito de lo que puede aplicarse al análisis del consumo en
puede considerarse básico y se abre a muchas culturas y épocas, es especialmente
necesidades simbólicas conectadas con pertinente en los tiempos actuales. Como
creencias sociales y motivaciones psicológicas. atirma Robert Bocock (1995), en el cambio de
la modernidad hacia la posmodernidad se
A continuación haremos un recorrido por
habla cada vez más de la pérdida de
algunos estudios clásicos dentro de la
importancia del papel que desempeñaba el
Sociología que ponen el acento en los aspectos
ttabajo como eie central de la vida de los
simbólicos del acto de consumir, lo que individuos y de su identidad. Ahora,
implica la existencia de procesos de
cuestiones como el ocio o el consumo tienen
identiñcgción y difer&nciacic’m SOCiE{l a través
una importancia creciente a la hora de marcar
de los objetos que se consumen y de la manera
la identidad de las personas. Así, la imagen y el
de consumitlos. La importancia del consumo
mensaje de las mercancías pasan a tener más
como un hecho social en el que lo material va
importancia que el objeto mismo por lo que,
ligado a la valoración simbólica que los grupos
en gfflfl medida e CONSLMNEN signos,
sociales dan a los objetos y actividades de
publicidad e imágenes de marca.
consumo ha sido magistralmente desarrollada
por Veblen y Simmel, continuando con El proceso que conduce a la producción
planteamientos como los de Bourdieu acerca de marcas —más que de productos—, descrito
de la relación entre el consumo y la estructura Ínagistfflllneflte POÍ_- Nflo[ni I<_leifl (2002) l'lfl
la posición en el sistema productivo como eje dan a los objetos y a las actividades de
de definición de la identidad social, éste aún consumo.
tiene más importancia de la que algunos de los
En esta línea, Baudrillard (1974) considera
análisis actuales, más centrados en la visión del
que una verdadera teoría de los objetos y del
consumo como un de signos,
sistema
consumo no se debe tundar sobre una teoría
reconocen. Este autor sostiene el punto de
de las necesidades y de su satisfacción, sino
vista de que las pautas de consumo vienen
sobre una teoría de la prestación social y de la
determinadas estructuralmente por las mismas
sigmiticación. Si bien la alusión a las sociedades
relaciones de producción, que determinan la
primitivas es peligrosa, conviene recordar que
participación de cada individuo en la
el consumo de bienes 1no responde,
distribución de la renta, la cantidad y la torma
oniginalmente, a una economía individual de
de consumo. En definitiva, es necesario tener
las necesidades, sino que es una función social
el cuenta la posición de los individuos en el
de prestigio y de distribución jerárquica. Es
mercado de producción para poder entender
preciso que unos bienes y objetos sean
su forma de consumo. Las clases, su posición
producidos e intercambiados para que una
y sus relaciones en el mundo de la producción ieffll’qul’fl Social se 1n£ll]ifx&3t&.
tienen incidencia y evidencia directa en las
prácticas de consumo que, a su vez, reproduce Lo que cuenta, en estos casos, es el valor
y contribuye a las desigualdades de clase. de intercambio simbólico, no su valor de uso,
no su relación con las necesidades. Así, detrás
Como afirma ngiet Callejo (1994): “La
de las compras está el mecanismo de la
génests de la motivación y sus formas depende
prestación soctal, de discriminación y prestigio
de las posiciones en la estructura social que se
que se halla en la base del sistema de valores e
ocupan, como consecuencia y reproducción de
integración en el orden jerárquico de la
las distinciones que en ella se producen”. A
SOCiedad. El ECO de esta f¡.ll]ciól'l Pfi.mofdifll
partir del modelo que inaugura Veblen —que aparece en la obra de Veblen bajo la noción de
sitúa el ocio como ascendiente de consumo,
“consumo ostentoso”. El consumo, entonces,
fesgltafldo ].El ]:_Llllciéil de éste como 1T1€di0 Pflffl
poco tiene que ver con el goce personal, sino
conseguir reputación y forma de mostrar la
que es, sobre todo, una institución social
posición en la estructura social a partir de su
coactiva, que determina comportamientos
ostentación— , surgen otros enfoques como el
sociales. Detrás del discurso funcional, los
de Bourdieu que, para explicar el consumo,
objetos siguen desempeñando su papel de
utiliza el concepto de habitus, centrándose en
discriminantes sociales.
el proceso de interionización en el sujeto de
una estructura social en conflicto, siendo el Siguiendo con Alonso, el consumo es una
consumo una de las vías preferentes de actividad social cuantitativa y cualitativamente
actuación de los conflictos entre grupos, central en nuestro actual contexto histórico.
sectores o clase sociales. Así, el consumo se No sólo porque a él se dedican gran parte de
inscribe en las luchas simbólicas de los que nuestros recursos económicos, temporales y
quieren ser/vivir/consumir como los situados emocionales, sino también porque en él se
inmediatamente por encima en la estructura crean y estructuran gran parte de nuestras
práctica social concreta sintetiza un conjunto intentaba imitar el estilo de vida de las clases
múltiple de fuerzas, como la distribución de altas europeas (Bocock, 1995).
rentas originadas en el proceso de trabajo, la
El “consumo ostentoso” y la “emulación
construcción de las necesidades reconocidas
pecuniaria” fueron, en 1899, analizados por
por parte de los consumidores, la búsqueda de Thorstein Veblen, en Teoría de la clase ociosa,
beneticio mercantil, el aparato publicitario, la
como motores orientadores de la acción
conciencia de los gL'LlPOS sociales, las
social. Para Veblen, la principal fuente de
instituciones formales e intormales o la
desigualdad social viene dada por las
emulación e imitación soctal.
diferencias en la ocupación o, más bien, la
Según Alonso, la producción para el deseo abstinencia del — trabajo, ligada a un
personales (aunque coincidan enmuchas la comunidad. Pero todo ello es utilizado para
personas) con el valor simbólico de relacionar esta posición de clase con respecto
determinados objetos o servicios. Los deseos a las pautas y tormas de consumo, que tiene su
tienen bases más o menos remotas en las base en la propiedad y posesión de bienes.
necesidades, pero la dinámica actual del
Para Veblen el patrón de gasto que
mercado se encuentra más orientada hacia
generalmente guía los esfuerzos de los
estimular la demanda sustentándose en un
individuos y de las familias fesponde a un 1deal
sistema de valores simbólicos sobreañadidos,
de consumo qu.e Cstá lig'efglnel'lte POI el’lci[nfl
distorsionantes incluso, de su valor de uso.
de sus posibilidades y que exige algún tipo de
Además, la desigualdad de acceso al consumo,
esfuerzo para conseguirlo; además, dicho ideal
quE.' 5c QSiEÍIta SObe El_lfldglnel'ltos ECOI‘]élfliCOS
está ligado a la posición de clase. Por detrás de
(desigualdad de poder — adquisitivo) se
este ideal de consumo se encuentra la
encuentra sobredimensionada por un factor
emulación, entendida como el estímulo
simbólico que la recubre. Los productos, por
proveniente de una comparación valorativa
tanto, no se crean y difunden para satisfacer
que empuja a las personas a superar a aquellos
necesidades mayoritarias, sino para convertirse
con los cuales tienen costumbre clasificarse.
en bienes superfluos impensables sin su
Estas pautas que marcan las formas de
capacidad de generar un fuerte efecto de
consumo van más allá que el propio consumo
demostración de estatus. Se crea, por tanto,
de bienes, incluso llegan a los aspectos
una dinámica desarraigada de la necesidad, que culturales, a las formas y modos de vida, así
desarrolla el consumo a través de la
como los valores a ellos asociados. Se trata de
explotación intensiva de los deseos.
un deseo de contormar según los usos
3. Consumo, clases sociales y estilo de establecidos, de evitar observaciones y
vida comentarios destavorables, de vivir de acuerdo
con los cánones de decoro aceptados en
A finales del siglo XIX, paralelamente al
relación con la cantidad y grado de bienes
desarrollo del capitalismo industrial en
consumidos, así como en materia de empleo
Estados Unidos y en Europa, surgieron
decoroso de su tiempo y esfuerzo (Borrás,
grupos de consumidores para los que los
patrones de consumo jugaban un papel central
1998).
EN sus Vid'¿lSJ PfOPO[CiOl'lál'ldOleS E-ÚLTI_IQS de Ell Pfllflb[fls de Veblell (2002) “El tipo de
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Elementos Consumismo
50
Elementos Consumismo
que esta última empieza a acceder a ella, lo que condicionamientos asociados a una clase
explica su constante mutación. La moda particular de condiciones de existencia, une a
expresa la cohesión del grupo hacia dentro y todos los que son producto de condiciones
su diferenciacién hacia fuera. Para Simmel, semejantes, pero distinguiéndolos de todos los
existe una desvinculación de la moda respecto demás en lo que tienen de más esencial. Así,
de las normas prácticas de la vida: ayudado de estos dos conceptos, habitus y
“precisamente la arbitrariedad con que unas gusto, la clase se detine también por su
veces impone lo útil, otras lo absurdo y aun consumo tanto por su posición en las
otros lo práctica y estéticamente por completo relaciones de producción (Borrás, 1998).
indiferente indica su total desvinculación de
También Norbert Elias (1998) detiende la
las normas prácticas de la vida, con lo que
idea que en el proceso de “ciwilización” llevan
remite a otras motivaciones, a las sociales”. El
la iniciativa las clases más altas de la sociedad,
acatamiento de la moda es, también, para este
al plantear una teoría del cambio sociopolítico
autor, una máscara que protege lo íntimo, que
de occidente desde la baja edad media hasta el
queda en mayor libertad, abandonando lo
absolutismo francés.
externo a la esclavitud por lo colectivo.
Además, sólo unos pocos ejercen la moda, el Fue Max Weber quien estableció la
resto la imita. Cuando ha penetrado en todas primera relación entre consumo, estilos de
partes, pierde su condición de moda. vida y estratificación social, ya que utilizó este
concepto como uno de los aspectos que
Pierre Bourdieu, en La distinción,
constituyen su noción de estatus. El estilo de
publicada en 1974, establece una
vida está determinado por la cualificación, el
correspondencia entre un mapa de consumos
poder y los ingresos en el sistema económico.
y la clase ocupacional. Para POCICL' exp]ícaf las
Este concepto, por tanto, se extiende más allá
relaciones entre el concepto de clase y su
de ].O felficiollfldo con ].El CSECIH Pdeu.CtiVa, }75!
mapa de consumos dirá que la clase social no que los estilos de vida se retieren a modos de
se define sólo por una posición en las
conducta, habla y pensamiento, detiniendo las
felflciolles de P[Od'l_lccióll, Sil]D tafl]blél‘l POI_ Cl
actitudes de los grupos y sirviendo como
habitus — de clase que normalmente se
modelo de conducta para aquellos que aspiran
encuentra asociado a esta posición. Realiza,
a ser miembros de dichos grupos (Borrás,
por tanto, este autor, una ampliación de las
1998).
nociones más clásicas de clase social referidas
solamente al ámbito productivo. Así, el Por ejemplo, a partir de los años cincuenta
concepto de habitus es “un sistema de del siglo XX surgen grupos que se visten,
disposiciones durables y transferibles, que calzan, escuchan música o se divierten de una
integran todas las experiencias pasadas y que forma determinada. Y es precisamente a través
funciona en cada momento como matriz de 511 PCCU.I iflf EO rima d&‘. CDI]S'LUTIIXÍ como
políticas y la intervención estatal ponen trabas como al hecho de que los activos derivados de
a la oferta, por lo que deben ser minimizadas. las operaciones habían alcanzado un volumen
financieramente insostenible. Se cae en una
vorágine de descenso de tipos de interés,
53
Elementos Consumismo
cuando la deuda se ha hecho físicamente grande, tan insolente, egoísta con todos, desde
insostenible y la capacidad de absorber bienes sus propios stervos hasta las más altas esteras
de consumo se ha agotado, nuestro sistema ha del Estado [...]. Nunca había sido tan
encarado una crisis” (Niño Becerra, 2010). irnpottgnte la distancia entre los más pobfes y
los más ricos, ni tan alentada la competitividad
5. Críticas (y alternativas) al homo
y la carrera por el dinero” (Hessel, 2011).
consumens
Como hemos visto, los objetos de
consumo tiefl&l_]. un 1"["121'(:2[¿0 Valo[ Sifflbólico
palabras de Adela Cortina (2002), “la que ha esenciales a la hora de plantear (y replantear)
las caractetísticas del consumo en la moderna
dado en llamarse ‘sociedad consumista” porque
en ella el consumo es la dinámica central de la cultura occidental: en primer lugar, desmontar
vida social, y muy especialmente el consumo el mito de la soberanía del consumidor y
54
Elementos Consumismo
capacidades y que cambiar el fin (la libertad) 5.2. Los límites del crecimiento.
por los medios (mercancías) es incurmir en
Otro problcina urgcnte es el de los limites
humanidad” (Cortina, 2002). El modelo de
de la actual tendencia de desarrollo
consumo tiene que proteger y promover las
económico. Edgar Morin (2010) considera
capacidades y funcionamientos que componen
que, de no reaccionar, estamos abocados a la
el bienestar personal. La calidad de vida
catástrote. Para este autor, uno de los
debería prevalecer como proyecto sobre la
conceptos de los que hay que liberarse es el
cantidad de los bienes, esto es, un tipo de vida
del “desarrollo” , que supone de forma
que se puede sostener moderadamente con un
ilnplícita que el “desarrollo tecnoeconómico”
bienestar razonable, valorando aquellos bienes
es la locomotora que, después, arrastra un
que no pertenecen al ámbito del consumismo
“desarrollo humano” cuyo modelo es el de los
indefinido, sino del disfrute sereno. “La vida
países llamados “desarrollados”. El desarrollo
buena no depende del consumo indefinido de
“sostemble” atempera el desarrollo al
productos del mercado, sino que el
considerar la vanable ecológica, pero no
consumidor prudente toma en sus manos las
cuestiona sus principios. El desarrollo es un
riendas de su consumo y opta por la calidad de mito típíco del sociocentrismo occidental,
vida frente a la cantidad de los productos, por
motor de violenta occidentalización,
una cultura de las relaciones humanas, del
instrumento para colonizar a los
disfmte de la naturaleza, del sosiego y la paz,
“subdesarrollados”. “El desarrollo ignora lo
reñida con la aspiración a un consumo que no es ni calculable ni mensurable, es decir,
ilimitado. Por tormas de vida con calidad, que
la vida, el sufrimiento, la alegría y el amor; y su
afortunadamente pueden universalizarse”
única medida de satisfacción está en el
(Cortina, 2002).
crecimiento de la producción, de la
Como afirma Adela Cortina, los productividad, de la renta monetaria.
consumidores no son soberanos, pero Concebido únicamente En términos
tampoco simples marionetas, sino personas cuantitativos, ignora las cualidades: las de la
Ql_ltc’)llol'rlas ql_le tiei‘lell el Podef de Cal'l'lbiñl_' lEl eXiStellClIElJ 125 de 12 SDlideidfld, 125 del lnedio
forma en que consumen por razones de ambiente, la calidad de vida, las riquezas
justicia y telicidad, tomando conciencia de sus humanas no calculables y no acuñables; ignora
motivaciones personales, de las creencias el don, la magnanimidad, el honor, la
sociales, de los mitos de su sociedad, sabiendo conciencia. Su enfoque está barriendo los
descodificar la propaganda, descubriendo las tesoros culturales y los conocimientos de las
convicciones asumidas en u primera civilizaciones arcaicas y tradicionales” (Morin,
socialización, conociendo distintos estilos de 2010).
vida capaces de conferiles una identidad
“El desarrollo ignora que el crecimiento
social digna y, al hacer sus elecciones de
tecnoeconómico produce también
consumo, tomando conciencia de la incidencia
subdesarrollo moral y — psíquico: la
que éstas tienen en su propia vida y en la de
hiperespecialización generalizada, las
los demás seres humanos. Los consumidores
compartimentaciones en todos los ámbitos, el
pueden partticipar en asociaciones — y
hiperindividualismo y el ánmimo de lucro
organizaciones que defiendan sus derechos, y
comportan la pérdida de la solidardad”
exigir responsabilidades a empresas y poderes
(Mornin, 2010). “El desarrollo aporta
públicos. “La libertad no es sólo
ciertamente progresos científicos, técnicos,
independencia o autonomía, sino también
médicos, soctales, pero conlleva también la
participación, y desde los años ochenta y
destrucción de la biosfera, exterminios
noventa del siglo XX los consumidores han
culturales, nuevas desigualdades, nuevas
cobrado una fuerza que les convierte, no en
servidumbres que sustituyen la antigua
clase universal, sino en ciudadanos
esclavitud” (Morin, 2010: 70). “Finalmente, el
responsables de canalizatla en un sentido
desarrollo, cuyo modelo, ideal y tinalidad son
transformador” (Cortina, 2002).
la civilización occidental, ignora que esta
56
Elementos Consumismo
civilización está en ecmisis, que su bienestar dinero— y a través del regalo, que es algo
conlleva su malestar, que su individualismo propio de sociedades anteriores a la del
comporta soledad y un encierro egocéntrico, contrato pero que pervive en nuestros días.
Clue sus avances urbanos, técnicos e
El cambio de regalos precontractual, que
industriales conllevan estrés y molestias, y que
Mauss llamó “ciclo del don”, conlleva un
las fuerzas que han desencadenado su
intercambio de bienes que no constituye una
“desarrollo' conducen a la muerte nuclear y a la
prestación puramente libre y gratuita, mi
muerte ecológica. No debemos continuar, sino
tampoco se puede incluir dentro de la
empezar de nuevo” (Morin, 2010).
economía de la utilidad. Los regalos crean
Para Monin, una política de lo humano comunión y alianza, y sitven también para
tiene como mision más urgente solidarizar el manitestar el antagonismo y la competición
planeta, ayudando a la humanidad entre grupos sociales. De hecho, se puede
desfavorecida, proporcionando medicamentos sustituir la guerra y el aislamiento por la
gratuitos y alimentando a las poblaciones alianza, el don y el comercio. Dar, recibir y
necesitadas. La juventud debería movilizarse devolver son tormas de estabilizar relaciones.
€11 un Sef'viCíO CÍVII.CO Plal]etgfílo Y es llecesflfio El don, por tanto, une libertad y oblígación,
que se salvaguarden los bienes comunes, liberalidad, generosidad y lujo frente a interés,
desarrollando lo mejor de la civilizacién ahorro y utilidad. Así como Mary Douglas
occidental e integrando otras civilizaciones. extrae la conclusión de que hay mucho más de
“Los poderes de la ciencia, la técnica y la don en el consumo actual de lo que los
industria deben ser controlados por la ética” economistas — perciben, Mauss aplica la
(Morin, 2010: 73), existiendo instituciones que economía del don a las sociedades modernas
funcionen a nivel planeta[io. mediante la creación de instituciones públicas
propias de un Estado de Bienestar. “El Estado
5.3. La economía del don.
debe crear solidaridad social asegurando a los
Uno de los aspectos que se tiende a obviar cudadanos unos bienes que deben quedar
en muchos análisis sobre el consumo es que I.:U.effl del Cifcu.ito frlel:c':'ll"ltil, COmo son la
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Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
las marcas. Sus mensajes se orientan más a las que pueblan la vida cotidiana. El resultado es
personas que los han de recibir que a los claramente identilicable y exportable a todo
productos que anuncian; cuentan historias tipo de producciones televisivas, deportivas,
que, con ayuda de otertas de identificación recreativas, etc. que terminan conformado un
continuamente actualizadas, les permiten a los universo generador de identificación masiva,
consumidores "narrarse" de nuevo a sí en el que intervienen y se coordinan
lniSIÚOS. LQS emPf&‘.SaS Sflbel] (lu.e su éXltO producción, distribución, publicidad,
depende de su capacidad para crear una marketing, ventas, gustos, estilo y moda.
corporate religion, resultado de la unión de
Todos los nuevos centros comerciales-
una visión empresarial con una religión de
siguen el modelo Disney. Su arquitectura es
marca, unión que da cobijo al clente y
tea-tral y comercial al mismo tiempo. En ellos
buscafidelizarlo de modo continuado. Esto
el consumo se convierte en una vivencia, en
ocurre sobre todo a través de los valores
una ocupación de tiempo libre. Se diluyen los
inmateriales y emocionales de las marcas y no
límites entre el entretenimiento y la compra.
tanto por medio de las características
En su interior se crea un universo en el que los
materiales de las mercancías. il‘ldivlidl_los eXPefiInel]tfll] Con E]. dESEO, con su
60
Elementos Consumismo
divertida del universo. Esta combinación de relación con la vivencia y la experiencia de tras
máxima evasión con la ausencia de formación personal. La escemiticación del
obligaciones se convierte en el distintivo del consumo conduce a lo que los
nuevo ITI.OdO de vida. COiTlO En E!l iTlEdiO eStflleUlidel‘lSeS llflinfli] "Se].l.:—FflSl'linlillg“.
televisivo, la mente y los atectos vagan de Este concepto viene a expresar el hecho de
modo ininterrumpido por un sinfín de objetos que hoy las cuestiones existenciales se tratan
seducidos por su atractivo tan intenso como de manera estética. La vida es un continuo
fugaz. Cualquier nimiedad o detalle atrae, experimento, el matertal como el que se
distrae, sitve de soporte a ese vagar sin rumbo, trabaja para diseñar y crear algo artístico. En el
que se despega tan rápidamente como vuelve a consumismo la vida se escenifica a sí misma e
colgarse en el próximo instante de lo siguiente inventa su identidad. En realidad no se trata de
que reclama y capta nuestra atención. Esta llevar a cabo transformaciones reales, sino de
forma de relación con lo real es fundamental degustar la — escenificación de la
para el entretemimiento y el consumo. La transtosmación, de relacionarse con una
televisión nos entretiene hasta tal punto que alteridad ilusoria. Si no puedes cambiar
nos distrae de sí misma, de su contemplación. realmente, te queda la posibilidad de narrarte
En el consumo ocurre algo parecido. La de otras maneras, probar otro make-up de tu
fusión de consumo y — entretenimiento identidad. En este contexto adquiere su
convierte al propio consumo en invisible, en verdadera significación el boom que han
un acto desapercibido. Se consume como experimentado las operaciones estéticas. La
distracción, como st no se consumiese. Y por cosmética de la existencia se ha convertido en
eso es tan poderosa la cultura del consumo, el instrumento más socorrido para hacer de
por eso resulta tan difícil ganar distancia frente uno mismo una marca.
a ella.
Para comprender a qué nos reterimos
Identidades marca puede ser de ayuda ponerlo en relación con lo
que ahora se denomina "Yo, S.A.". Esta
Como hemos visto, el consumo signitica
expresión atiende a la creciente
hoy mucho más que la compra de
61
Elementos Consumismo
que anden por los suelos, como andan, los sus obligatorias pautas de consumo. Esta
precios de las materias primas y de la fuerza dictadura de la unitormización obligatoria es
humana de trabajo. El sistema habla en ínás devflstadoffl qlle C'Llfllq'l..liei: dictflduffi del
nombre de todos, a todos dirige sus partido único: impone, en el mundo entero, un
imperiosas órdenes de consumo, entre todos modo de vida que reproduce a los seres
difunde la fiebre compradora; pero ni modo: humanos como fotocopias del consumidor
para casi todos, esta aventura comienza y ejemplar.
termina en la pantalla del televisor. La El consumidor ejemplar es el hombre
mayoria, que se endeuda para tener cosas, quieto. Esta civilización, que confunde la
teflniila tei’li‘.elldo llfldfl l_l_láS C]Lle del_ldfls pal_'a
cantidad con la calidad, confunde la gordura
pagar deudas que generan nuevas deudas, y con lfl b'l_lel_la fllilnelltflciéll. Segúl'l ].EI f&ViSt'Á
acaba consumiendo fantasias que a veces cientitica The Lancef, en la última década la
maternaliza delinquiendo. «obesidad severa» ha crecido casi un 30 %
El derecho al derroche, prvilegio de entre la población joven de los países más
pocos, dice ser la libertad de todos. Dime desarrollados. Entre los niños
cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta norteamericanos, la obesidad aumentó en un
civilización no deja dormir a las tlores, ni a las 40% en los últimos dieciséis años, según la
gallinas, n1 a la gente. En los invernaderos, las investigación reciente del Centro de Ciencias
Hores están sometidas a luz continua, para que de la Salud de la Universidad de Colorado. El
crezcan más rápido. En la tábricas de huevos, país que inventó las comidas y bebidas //2b7,
las gallílms también tienen Pfolfibida la noche. los dief food y los alimentos faf free, tiene la
Y la gente está condenada al insomnio, por la 11121)¡01: Cfllltidfld de gotdos del 111L111d0. El
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Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
siglo XX puso fin a siete mil años de vida compradora se somete al bombardeo de la
humana centrada en la agricultura desde que oferta incesante y extenuante. El gentío, que
aparecieron los primeros cultivos, a fines del Sl_lbe y bflia POL' 125 ESCHI&ÍRS lTleCáI"iJI.CQS, Viaia
paleolítico. La población mundial se urbaniza, por el mundo: los maniquíes visten como en
los campesinos se hacen ciudadanos. En Milán o París y las máquinas suenan como en
América Latina tenemos campos sin nadie y Chicago, y para ver y oir no es preciso pagar
enormes hormigueros urbanos: las mayores pasaje. Los turistas venidos de los pueblos del
ciudades del mundo, y las más injustas. intertor, o de las ciudades que aún no han
Expulsados por la agricultura moderna de merecido estas bendiciones de la felicidad
exportación, y por la erosión de sus tierras, los moderna, posan para la foto, al pie de las
campesinos invaden los suburbios. Ellos creen marcas internacionales más famosas, como
que Dios está en todas partes, pero por antes posaban al pie de la estatua del prócer en
experiencia saben que atiene den las grandes la plaza. Beatriz Solano ha observado que los
urbes. Las cmdades prometen trabajo, habitantes de los barrios suburbanos acuden al
prosperidad, un porvenir para los hijos. En los center, al shopping center, como antes acudían al
campos, los esperadores miran pasar la vida, y centro. El tradicional paseo del fin de semana al
mueten bostezando; en las ciudades, la vida centro de la ciudad, tiende a ser sustituido por
ocurre, y llama. Hacinados en tuguros, lo la excursión a estos centros urbanos. Lavados
primero que descubren los recién llegados es y planchados y peinados, vestidos con sus
que el trabajo talta y los brazos sobran, que mejores galas, los visitantes vienen a una fiesta
nada es gratis y que los más caros artículos de donde no son convidados, pero pueden ser
lujo son el aire y el silencio. mirones. Familias enteras emprenden el viaje
en la cápsula espacial que recorre el universo
Mientras nacía el siglo XIV, tray Giordano
del consumo, donde la estética del mercado ha
da Rivalto pronunció en Florencia un elogio
diseñado un paisaje alucinante de modelos,
de las ciudades. Dijo que las ciudades crecian
marcas y etiquetas.
«porque la gente tiene el gusto de juntarse».
65
Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
tlotaban una islas de significado, ahora las islas Baudrillard es la teoría del discurso, y el nuevo
cubrieron completamente el mar, que se dominio que otrece el es dominio del discurso
volvió un río subterráneo insubstancial. Por (económico-social) sobre las cosas (el sistema
ejemplo, esta situación intenta explicar la de los objetos) y los seres humanos. Al
compulsión al consumo. “Si el consumo dominio de los objetos, con Marx podemos
parece ser incontenible, es precisamente llamario fetiche. El fetiche del signo para
porque es una Práctica idealista total que no Baudrillard resulta el dominador completo, sin
tiene nada que ver (más allá de un embargo, por su matiz matxista (que
determinado umbral) con la satisfacción de mantiene) pareciera que la causa principal está
necesidades, ni con el principio de realidad.” en otro terreno, en el terreno de la producción
Pero la acotación del entre paréntesis es lo que material de mercancias. Este dominio del
decían —los anteriores — autores, los que signo debería íer consistente como
colocaban el significado como un fenómeno dependiente (o contra-dependiente) con su
sin el privilegio (o la dominancia aparente de la origen, pero en Baudullard se ha vuelto
ideología), y Baudrillard quiere estatuir una autónomo. El signo, universalizado como
teoría general donde el — privilegio sistema de los objetos se ha vuelto autónomo
plenipotenciario le corresponda al signo. La y ahora domina a la totalidad social. ¿Dónde
acotación entre paréntesis de la cita anterior está el sujeto activo de este proceso? Como
únicamente es una elusión de su propio buen atgumento estructuralista - pareciera
exceso, un breve respiro en la línea de su responder que el sujeto no existe, sino que
pensamiento. La novedad que ofrece es que tenemos una estructura (el sistema de los
“la práctica idealista total” ha devorado a la objetos) que domina por sí mismo. Y la causa
práctica materialista total. Lo ofrece como la primera (o misma), si fuera el sistema de
“novedad de la sociedad de consumo” y no producción capitalista ya no tendría relevancia,
como la existencia de siempre, hoy ofrece la pues ha sido sustituida por la estructura (el
novedad. Por práctica idealista total debe sistema de los objetos). Como crítica, se puede
entenderse que la producción del signo ha apuntar que si la causa carece de interioridad
devorado a la totalidad social, el capitalismo con la consecuencia, la consecuencia no
mercantil ha lanzado un mar de mercancías resulta relevante. Faltaría redondear el
que cubren el globo y su verdad como argtunento.
mercancías radica en su servicio como signos
El proyecto de vida hacia la totalidad
(de estatus, de reterencia, de necesidades
es la frustración y su objeto de deseo es la
sustituidas por publicidad, etc.) De Marx
realidad ausente
toma la plétora de mercancías dominando a la
sociedad y operando como medio de Al redondear sobre la mnecesidad de
dominación del capital, pero ahora la satistacen los objetos signos en su totalidad, se
dominación se ha convertido en una costra de va hacia una hipótesis de abstracción
nueva realidad y esta teoría general nos dice sorprendente. Siguiendo al existencialismo
que el cuerpo materal de la producción está denuncia, que el proyecto de los seres
subsumido en otra materialidad, la “piel humanos ha desaparecido, pues “ya no hay
exterior” del signo ha devorado al antenor proyecto, no hay más que objetos”. El
mundo material. proyecto de vivir de los seres humanos ha
El balance entre materia natural y materia hecho agua, fracasado en la sociedad
social de Marx se ha modificado para mercantil, y los objetos son sucedáneos de la
ofrecernos el desbalance entre materia natural necesidad en vez de satistactores de la
(necesidad sometida y dominada) y idealidad necesidad. “El proyecto mismo de vivir,
del signo (una necesidad de otro orden) como tragmentado, decepcionado, significado, se
nuevo mundo social, según Baudrillard. Aquí reanuda y se reanima en los objetos sucesivos”
me parece que se P!.'E'SCíth un marcado Pero el resultado de esta reanimación del
desequilibrio de la teorización misma. Como proyecto de vivir sobre los objetos es una
teoría del signo, resumiendo, la teoría de breve respiración artificial, que deriva hacia el
68
Elementos Consumismo
fracaso. El vacío absoluto del proyecto de lados, pero nos preguntamos si escapa para la
vivir se restablece después de cada consumo vida cotidiana de los seres humanos o sólo
del objeto-signo. Pero, además (quizá en una para esta construcción teórica. Ya vimos que
línea de hetencia de Lukács o de otro Baudrillard atirma: que la costra del signo se
partidario de la totalidad como verdad ha convertido en mar, y bajo ese mar de la
suprema de la existencia humana), el proyecto cosa-signo quedó hundida la materialidad. La
de vida en Baudrillard ha de remontar a un matertalidad remitirá a esa realidad ausente,
hambre de totalidad, entendiéndose que un inaccesible a la costra idealista, pero también
proyecto de vida es querer la totalidad de la podría ser — cualquier entelequia. Con
vida. Entonces lo que debe satisfacer los Baudrillard quedamos colocados como con la
objetos-signo es la “totalidad” de la vida, filosotia kantiana, que distingue entre la cosa
cuestión imposible de cumplir, tal como lo cognoscible y la cosa en sí, que está más allá
expresa el párrato final del texto. “De la de nuestra percepción y conciencia; pero es el
exigencia decepcionada de totalidad que se teórico (Kant hace dos siglos, Baudrillard
encuentra en el tondo del proyecto surge el ahora) quien dejó el enorme territorio de la
proceso sistemático e indefinido de consumo. realidad más allá del alcance y la convierte en
Los objetos signo, en su idealidad, son el noúmeno imposible para los seres humanos.
equivalentes y pueden multiplicarse Desde la sociología del signo se arriba a una
infinitamente: es preciso que lo puedan hacer variación kantiana radicalizada, lo real resulta
para llenar, a cada momento, una realidad inaccesible a las personas, los consumidores
ausente. Finalmente, porque el consumo se habitan el limitado tenómeno, pero siempre
funda en una falta o carencia es incontenible.” quedarán insatisfechos, hambrientos de una
En el fondo está una afirmación muy realidad (auténtica totalidad) sobre la que
importante, que Baudrillard no se toma la permanecen ignorándolo todo.
molestia de demostrar en el texto, sino
Explicar la densidad del signo
simplemente la suelta a manera de conclusión.
La afitrmación importante es que el proyecto Ahora bien, el evento - señalado
de vivir significa exigencia de totalidad, de insistentemente por Baudrillard de un
acceso a la “realidad total”. Sería muy incremento de la cantidad, densidad e
interesante un planteamiento de esto ¿el intensidad del signo (la amplia selva de los
individuo accede directamente al todo simbolismos y los significados culturales) me
(mediante la ascension de la conciencia parece un hecho irrefutable. No estoy
filosófica como en Hegel)? ¿existe una cuestionando la existencia de ese
mediación privilegiada en una clase proletaria acontecimiento, uno de los más notables de la
(como en Lukács)? ¿la Revolución es el medio llamada posmodernidad, y justamente un eje
de acceso a la totalidad? Incluso la necesidad sobre el cual giran las discusiones sobre la
de la totalidad por el individuo resulta nueva sociedad. Bajo distintas variaciones las
cuestionable pues ¿cada quien necesita de la definiciones y refutaciones de la
totalidad y del mismo modo? Incluso el “posmodernidad” se relacionan con esa
69
Elementos Consumismo
70
Elementos Consumismo
71
Elementos Consumismo
produce como consecuencia del despliegue de Las nuevas clases: artistas contra
la vida humana" y es parte "del poderoso utilitaristas
proceso vital", así el rechazo marxista del
Al criticar a la sociedad americana y la
hedonismo y del materalismo burgueses
explotación de las fuerzas productivas por
entraría dentro del ámbito de la metafísica:
parte de la ociosa
= ""
"clase rica
2 "
de los
cuestiones como la de la pauperización, la
financieros, Veblen contrapone dos tipos
desaparición de las clases y del Estado, el
psicológicos en el seno de la economía
milenarismo de la razón dialéctica, etc.
occidental. Un primer tipo sería el que
Además de criticar al homo oeconomicis en sostiene una roncencia utilitaria que reproducirfa
nombre de la naturaleza biológica del ser el sistema y su ideología matenalista y
humano, Veblen sentó las bases de una crítica hedonista. El segundo tipo, ajeno a la
de la economía política de la sociedad dinámica mercantil y objeto de su desastroso
industrial según un punto de vista "socialista" dominio, sería el de los que apuestan por la
mucho más incisivo que el de los marxismos libre curiosidad (¿dle curiosity), esto es, los
contemporáneos. Desde el punto de vista de artistas, los inventores, los que arriesgan su
Veblef].; lOS tfflbfijadol’es de tOdaS ClSSeS y sean P[DPiO Capital, 125 PEL‘SOfl.alidadES aventureras.
cuales fueren sus funciones, propietarios o no, Solo la curiosidad libre camina en el sentido de
padecen el dominio de los tinancieros, de los la evolución bioligica, por contra, la civilización
especuladores, ya sean éstos personas privadas liberal, como consecuencia del "despotismo
o de las clases funcionariales. Este análisis es, del dinero", la esclerotiza.
desde luego, aplicable a nuestra civilización,
superando el concepto de "finanza" por el de
"especulación" ociosa e improductiva, válido
tanto para el mundo americano, como para
Francia, Suecia o el régimen soviético. Este
discurso contorma una crítica sociológica y
ética de ].fl b‘Llfg’LleSl‘fl aneficfll'lflj dE sus
73
Elementos Consumismo
régimen liberal o comunista, son propiedades de la burguesía para la que la actividad social
expoliadoras, aún si no existe título jurídico de no significa otra cosa que su objetivo de
propiedad. conquistar, por medio de la posesión
cualitativa del simbolo del dinero, una
La tesis central de Veblen, resumiendo, es
posición de referencia, al tiempo que una
que la economía mercantil debe ser condenada
superioridad social (sazonada, a título de
por haber dado el "usufructo de las artes
compensación, con una ideologia igualitaria) y
industriales" no a la comunidad popular que,
de búsqueda del bienestar entendida como un
con el conjunto de sus clases, produce el no-trabajo, como hedonismo individualista
trabajo y la ciencta, sino a la función financiera de
absoluto. La mmportancia numérica de esta
la economía que determina las estrategias y, en
clase acomodada que conquista espacios a la
definitiva, obtiene las ganancias. Una
burguesía media, contormaría el factor social
economía comunitaria como la perfilada por
que pondría en peligro a las naciones.
Veblen, por el contrario, no autorizaría a una
minoría a "obtener algo de nada" (get somerbing El análisis de Veblen pone el acento sobre
from nothing). Mientras que la versión marxista la inantenticidad existencial de esta clase. El
del socialismo, tundada sobre la superada dinero y el consumo le sitven como sómbolos
imagen del propietario privado usufructador, soctales que tienden a camulflar la riqueza
pierde fuerza en la medida en que el dirigente acumulada, al tiempo que sigmifican un
no se confunde nunca con el industrial CSPCCtáCU.lO 'Dl_'l'¿ldo de na SU.Pein[ide ql_le En
privado y el trabajador no es tampoco el absoluto tiene que ver con los méntos
proletarro-tipo, la versión veblana o obtenidos por servicios a la colectividad, sino
proudhoniana del socialismo se nos muestra a la mamipulación social, a maniobras de tipo
muy actual: el conjunto de los productores es especulativo, al parasitismo. Veblen habla en
74
Elementos Consumismo
este sentido de leyes de disipación ostentosa sociedad de los patásitos y los bribones. "Esta
que "tienen bajo control al consumo", y añade: riqueza, considerada sagrada, extrae su
"se trata de una serie de reglas que mantienen primordial valor de la buena tama que procura
a los consumidores en un determinado nivel cuando se consume con ostentación". Para
de consumo de alto costo y derroche. (...) La mantener su superioridad, las categorías
regla del derroche ostentoso puede influir, en sociales dominantes recurren al simbolismo
mayor o menor medida, en el sentido del de] CONsSuno y de]. EStilO de vldfl LQS C]flSE‘.S
75
Elementos Consumismo
encima de la conciencia que de ella puedan sobre el no-trabajo y una Ofggnización social y
tener los actores sociales". económica fundada sobre el trabajo racional.
Veblen fue el primero en arrojar luz sobre Nosotros, por nuestra parte, afirmamos
el carácter superficialde la economía de que la sociedad mercantil, fundada sobre la
consumo de masas. Por medio de la productividad del trabajo y su racionalización,
dilapidación (wasteful expenditure) que comporta genera, como consecuencia de la misma
y la tendencia colectiva al ocio (waste of time) abundancia que engendra la productividad,
que ainstituye, la economía de consumo una ideología y una "fisiología" del lucro y del
mercantil consagra una moral de derroche del rechazo de la actividad. Dicho con otras
tiempo y de las cosas. La "disipación palabras, la prosperidad individual, fruto del
ostentosa", que por un tiempo estuvo limitada trabajo colectivo, mina las bases de este
a las joyas, a los objetos religiosos o a la último.
decoración urbana, se ha extendido a los
Sin ernbargo, el carácter dramatico de la
objetos cotidianos y a las mujeres "de sociedad occidental no consiste, en el fondo,
protesión sus labores", con el resultado de
en esta ostentación social en sí (dada en este
eXCitaf El 211}.1&10 Clt‘:‘ "fflllgo SOC'ifll" SObL‘E’ lfl
caso por el consumo de mercancías). Una
base de signos materiales.
ostentación de tal guisa —y Veblen lo puso en
La sociedad se hace hipermaterialista y evidencia cuando hablaba de las prácticas
queda penetrada por incesantes conflictos religtosas— ha existido siempre; la posesión
sociales ligados a un acatamiento general de de rmquezas puede tranquilamente jugar el
los standing of hving (ipologia material de vida). papel de símbolo cultural.
El conforf no se mide a partir de condiciones
El drama consiste en el hecho de que la
ractonales de higiene y libertad necesarias para
ostentación, por medio del consumo, trata de
la Sflllld de ].':'l Poblacióll o como meta Pal_'?l lfl
llf‘_"gflf a Collvel‘tifse el E]. f;f¡¿:ñ'º iuego Social, lá
mejora de las condiciones de vida del
única práctica de la existencia individual. En
proletariado, sino que coincide con un
consecuencia, no solo los individuos se
determinado estatus identiticado con la
despersonalizan como consecuencia de
posesión de mercancías-signos y con la
convertirse en meros vectores de los signos,
realización de las tantasías desbocadas por los
sino que la sociedad pierde su historicidad, se
condicionamientos de la publicidad comercial.
convierte en una pura representación y
En la economía mercantil son compatibles
concluye su misión "transmisora". ¿Por qué
condiciones y titmos de vida o de nutrición
hablar de drama? Porque en el drama, a
insalubres y la posesión de signosde riqueza:
diterencia de la tragedia, los actores ignoran la
automóvil, electrodomésticos de todo tipo,
desgracia que los embarga.
etc.
La sociedad occidental, replegada, a pesar
La tiranía del consumo
de su aparente gigantismo, sobre el fanatismo
Gracias al profundo análisis desarrollado individual del sistema simbólico de consumo,
por Veblen sobre la sociedad industrial camina hipnotizada en pos de sus propias
americana de principios de siglo, que en mercancías, hacia pruebas que la historia
realidad fue el laboratorio y el modelo de las prepara continuamente a los pueblos. Se trata
sociedades occidentales "de consumo" del de la marcha de un sonámbulo. Pero la lección
siglo XX, es posible correr el velo de las de Veblen, más que para esta sociedad "del
contradicciones fundamentales que socavan sueño" —para emplear un término caro a Guy
nuestra sociedad actual. Ésta opone, según la Debord— va ditigida a lospueblos cuyos
fórmula de Baudrillard, "una moral instintos vitales, creativos o combativos, no
aristocrática del ofim)!y una ética Puritzma del ESPef'¿lfl ofra cosa q'LIE 12 desapaficiófl de la
nuestros días con un aspecto mundano, menos religiosos que ayer, todo lo contrario.
aunque igualmente mítico y alejado de la
Sin embargo, las predicciones de muchos
plena libertad humana. Las respuestas de
intelectuales, especialmente europeos,
sentido, las motivaciones éticas, la
indicaban lo contrario. La secularización,
legitimación fundamental del orden social, las
inherente a las sociedades modernas, debía
funciones de control y sometimiento del
conducir a un gradual e inevitable declive de
pueblo, es decir, todas aquellas
las religiones. Se suponía que el proceso
funcionalidades propias del ámbito de lo
iniciado en el siglo XVIII con la Ilustración, y
sagrado que no hace tanto eran patrimonio
continuado con la revolución liberal y los
exclusivo de los textos revelados de las
movimientos socialistas, impondría la ciencia
diferentes religiones históricas, vuelven hoy a
y la razón frente a la opresión religiosa.
armonizarse en un mimo cuerpo
Cuanto más moderna y democrática fuera una
estructurado, dado al hombre por otros
sociedad, menos peso tendría la religión.
hombres, con la única finalidad de seguir
Hubo incluso quienes, como hemos dicho,
sirviendo de paternal guía para la existencia
profetizaron el fin de la religión, la muerte de
cotidiana de todos nosotros.
Dios. Pero se equivocaron. Si bien en las
Hoy no somos menos religiosos que hace formas andaban en lo cierto, en el fondo
300 años, tal vez ya no adoremos a Dioses pecaron de optimistas, se dejaron llevar por su
lejanos ni profetas mártires, tal vez ya no visión etnocentrista del fenómeno religioso. El
creamos en supersticiones irreverentes o en Dios que quisieron enterrar los pensadores de
mitos creadores de formas, pero seguimos siglos pasados, era un Dios hecho a la medida
dejándonos guiar por el mandato sagrado de y semejanza de la Europa que ellos veían
unos pocos empeñados en mantenernos, como evolucionar a pasos agigantados. En esa
dijeran Freud y otros autores, en una carrera, fruto de la conversión de la fe en
constante y patológica minoría de edad. razón, el Dios-modelo europeo no tenía
Creemos que nos hemos liberado del peso cabida alguna, agonizaba sin remedio. Pero
opresor de la religión histórica, pero, tal vez Dios, haciendo uso de la única característica
sin darnos cuenta, tal vez por pura necesidad que de verdad sabemos que tiene -la
espiritual, hemos vuelto entre todos a permitir ambigtiedad-, aceptó el desafío que el mundo
que el culto a lo religioso determine nuestra occidental le lanzaba y se puso en marcha
existencia, acudiendo fieles cada día a nuevamente tras milenios de plácido reposo.
nuestras diferentes citas con la reverencia a lo Acostumbrado como está a cambiar de rostro
sagrado de nuestros días, con las ofrendas y tantas veces como la historia se lo ha
los rezos al nuevo Dios del consumo y sus requerido, poco le costó adelantar el paso de
nuevos profetas del capitalismo sacralizado. quienes lo daban por muerto y transmutarse
Hemos pasado del viejo calendario, con su en una nueva versión sagrada, más completa
78
Elementos Consumismo
y preparada para los desafíos de los nuevos obtenía una visión del mundo y desde ella se
tiempos. Incluso, para hacerse menos integraban no sólo las respuestas a las
vulnerable, abandonó su paraíso y decidió preguntas fundamentales de la existencia,
bajar hasta nuestro mundo, convertirse en una sino también a las cuestiones sociales,
fuerza viva de muestra propia sociedad. políticas, culturales, etc. Con la caída del
Cambió de nombre y hasta optó por poder de la Iglesia y su influencia en la
abandonar sus antiguos credos, pero se hizo sociedad, el viejo orden se venía abajo. Se
con ello más presente que nunca, tan presente estaba produciendo lo que Weber llamó “el
que está en todo cuanto nos rodea, desencantamiento del mundo”, y se pensaba
transmitiendo su mensaje con la fuerza de un que con ello el hombre se liberaría para
ciclón y la efectividad de la picadura de una siempre de las cadenas religiosas. Sin
cobra, fragmentándose en millones de embargo, la sociedad ha cambiado, es cierto,
mensajes de todo tipo (publicitarios y al menos en su estructura de dases y sus
mediáticos) que ahogan al hombre por todos aspectos culturales y fundamentantes más
sitios, desde que se despierta hasta que se característicos, pero el hombre sigue siendo
acuesta, y aun en los sueños oníricos. Se pensó preso de la religión. Si la religión es el centro
en un Dios y una Iglesia que se derrumbaba, de la producción de sentido, si las sociedades
en una vida puritana y temerosa que se religiosas se caracterizan por dejarse guiar en
transformaba en un incipiente vitalismo el centro mismo de su existencia por una
liberal, pero se olvidaron de lo mas fuente simbólica productora de sentido,
importante: Que no fue Dios quien creó al entonces la religión, aun más en la máxima
hombre, sino el hombre quien creó a Dios , y expresión de su aspecto funcional (la sumisión
con ello se olvidaron pensar que el creador del hombre a las ideas que emanan del ámbito
aún no había dicho su última palabra. Y de lo sagrado), sigue con plena vigencia en su
efectivamente el creador habló; y habló para nueva versión consumista-capitalista.
cambiar su discurso y donde antes dijo digo,
Fue Marx, como hemos dicho, quien nos
ahora quiso decir Diego. Renunció a su
dijera que la religión es el opio del pueblo. Y
creación anterior y la convirtió en una nueva y
andaba en lo cierto, pero no sólo debió haber
revolucionaria versión; Dios cambió el reino
pensando en la religión determinada por una
de los cielos por el reino las ondas. Cambió el
vertiente sobrenatural, por una irracional
poder de la Iglesia, por el poder de los medios
creencia en el “mas allá”. Probablemente tal
de comunicación de masas y la publicidad.
afirmación -la creencia de la referencia a lo
Cambió el temor reverencial por el hedonismo
sobrenatural como motor de la alienación
y el libertinaje. Pero siguió su camino que, al humana- tuviera cierta validez en las
fin de cuentas, era lo que interesaba a su
condiciones políticas, económicas y sociales
creador, el hombre (y concretamente a
de la Furopa del siglo XIX. Aunque, a la vista
aquellos hombres que se ganan la vida costa
de la situación actual de los hechos, parece
de la explotación de otros).
evidente que dicha proclama ha dejado de
En cuanto a las religiones tradicionales, es tener una vigencia ideológica plena. Y para
cierto que la sociedad racional-moderna ha muestra un botón; Marx achacaba a la religión
producido sobre ellas el impacto de un tradicional un carácter adormecedor de la
gigantesco terremoto. Sus efectos todavía son voluntad revolucionaria de las masas y, sin
duraderos. Los análisis históricos — y embargo, hoy día, en pleno auge del laicismo
sociológicos quisieron ver este proceso como y tras haber pasado por un periodo histórico
un complejo cambio social que afectaba de evidente cariz revolucionario, las masas de
profundamente a toda la sociedad y las naciones europeas han retornado al más
especialmente a una realidad como la Iglesia absoluto adormecimiento revolucionario.
que ocupaba un puesto central en la sociedad Aunque Dios está cada vez más alejado de la
pre-moderna o tradicional. La Iglesia en la vida pública, aunque “su” presencia en la
sociedad pre-moderna ocupaba el centro de la conciencia de los individuos y “su” capacidad
producción de sentido. Quiere decir esto, que para regir la vida de los sujetos tiende a
desde la religión católica tradicional se desaparecer, el espíritu revolucionario de las
79
Elementos Consumismo
masas occidentales ha vuelto a niveles derrotado. En apenas 200 años hemos visto
similares a los habidos en cualesquiera de los como se pasaba de un sistema social
momentos históricos donde el aspecto dominado por lo religioso y de clases sociales
religioso tradicional era tanto el ámbito cerradas, a un sistema socio-político fruto de
central de la sociedad, como la estructura la sublevación de la burguesía al orden social
psicológica fundamental del pensamiento que les imponían los nobles, y de éste a una
humano. Así, aunque los proletarios europeos enconada lucha entre la burguesía y la clase
somos cada vez menos religiosos, seguimos proletaria que nace a partir de la acción de
sin poder tener el control de los medios de esta primera. En apenas 200 años todo tipo de
producción, y ello no es material suficiente nuevos modelos de sentido (liberalismo,
para elevar el mivel de conciencia socialismo, anarquismo, nacionalismo,
revolucionaria de la población, lo cual, como fascismo, etc.) emergieron de las cenizas del
digo, denota que la máxima marxiana de la Dios caído. Finalmente, parece ser que hemos
religión tradicional como opio del pueblo, en llegado a un sistema de clases sociales semi-
algo falla al ser aplicada al análisis dialéctico abiertas, donde existe la ilusión de poder
de la realidad de muestros días. Por el variar desde una clase hacia otra, pero donde,
contario, aquellos paises donde a día de hoy en la práctica, el mantenimiento del estatus
los socialistas del mundo tenemos puestas quo sigue siendo una cuestión de herencia. Un
ilusiones, aquellos lugares donde desde una sistema donde las relaciones de explotación se
década a este tiempo han emergido con fuerza siguen dando, aunque la tendencia
nuevos imovimientos populares capaces generalizada entre las propias clases
incluso de llegar al poder de sus respectivos explotadas sea creer que ocurre justamente lo
estados, son países cargados de un alto contrario, como buena muestra del éxito
contenido religioso, al menos en el sentir fulgurante que el nuevo sacro establecido ha
popular de sus gentes. Dirigentes cristianos y tenido en la aplicación de sus funcionalidades.
masas cristianizadas en su amplia mayoría,
Queramos o no, es imposible desligar este
incluso algunos líderes surgidos directamente
proceso histórico de su relación con el proceso
del mundo religioso, conviven a la perfección
de crisis que lo religioso-tradicional ha sufrido
con los procesos de cambio donde se pone en
en las sociedades occidentales. Las
juego el estatus mismo de la estructura
revoluciones burguesas solo se pueden
clasista de la sociedad. Todo ello a pesar de la
entender desde los valores ilustrados que las
actitud reaccionaria y de apoyo a los
promovieron, unos valores que fueron el
movimientos contrarevolucionarios que la
primer gran ataque de la modernidad contra
Iglesia Católica oficial usualmente toma el fundamento de Dios como dador de sentido
respecto de los respectivos procesos.
del mundo y del sujeto. Mientras Dios regía
Es además bastante significativo que el las relaciones de clase y los pequeños
periodo que va desde la caída de la religión propietarios de las ciudades medievales
tradicional como centro de la vida pública y aceptaban su ley -su voluntad- sin rechistar,
privada del hombre hasta la consolidación de los privilegios de los nobles eran aceptados de
la sociedad de consumo entre las masas buen grado, ya que era Dios mismo quien en
occidentales, haya sido el periodo histórico última instancia los determinaba. Pero, al
donde más y más rápidos cambios sociales se poco tiempo de consolidarse una incipiente
han producido en el orden social e dase burguesa en las ciudades medievales de
internacional vigente. Donde mayores y más muchos países europeos, las propias reformas
enconadas luchas se han dado por motivos de religiosas dentro del cristianismo fueron
clases sociales, y donde más alternativas de castigando el orden social imperante, dotando
sentido han tenido los sujetos al alcance de su de argumentos a las nuevas clases emergentes
mano durante bastantes años. Es significativo, para revelarse contra el poder establecido por
a mi juicio, en tanto que denota que la caída voluntad divina, que ya no aceptaban como
de un paradigma de lo religioso es síntoma de tal. Por eso el protestantismo, como bien
un advenimiento de nuevos paradigmas que analiza Weber, fue un factor clave en el
luchan por ocupar el lugar del viejo sacro desarrollo del capitalismo. Y con las reformas
80
Elementos Consumismo
81
Elementos Consumismo
igualitarismo y el hedonismo.
ha convertido en su obra en el Pfíncipio
explicativo clave de cas: todas - las Desde esta perspectiva desarrollará su
transformaciones y de casi todos |los pensamiento con un particular estilo, en el que
fenómenos ocurridos en las sociedades hay una acentuada tendencia a jugar con dos o
OCCidefthleS desde 12 Seg'u.l'ldfl Initad del Slglo tres ideas que son la matriz de toda una
XX, por contradictorios que ellos sean. argumentación entreverada de paradojas, con
Concluiremos mostrando como esta tendencia las que compone un fresco de la sociedad
a hacer de este aspecto de la realidad el Col]telnpoféflefl.
siglo pasado. El consumo, en efecto, llevaría al cada vez más sólo y simultáneamente no se
4 L 23
extremo el proceso de individualización y SOPOi’tQ 4 51 MUSmMO... .
83
Elementos Consumismo
Así completa Lipovestky su retrato de las mayor originalidad y una aproximación entre
sociedades postmodernas, un retrato que ira los grupos sociales, aunque el juego de
pertilando en sus obras posteriores a partir del imitaciones se reduzca básicamente a la
análisis de una serie de fenómenos que no burguesía y a la nobleza. Desde este último
serían st no la expresión de lo que estaba ya punto de vista, la indumentaria, el adorno, y en
anunciado en “la era del vacío”. La moda es, general todo lo estético, prefiguran ya un
en su opinión, el ejemplo “más significativo” universo social mucho más igualitarista e
de estos tenómenos Tporque — sintetiza individualista, si bien este individualismo y este
pertectamente los valores imperantes en las igualitarismo se pliegan todavía a las
sociedades postmodernas. convenciones jerárquicas y estamentales.
3. La moda como expresión de la Ahora bien, se dispone a aclarar
dinámica individualista e igualitarista Lipovestky, si bien la moda así entendida es el
producto de la competición entre los distintos
La moda es, en efecto, para Lipovestky
estratos sociales por mantener su estatus, cuya
uno de los ámbitos privilegiados para analizar
continuidad histórica es por otra parte
las actitudes y — los comportamientos
evidente, y desde luego muy anterior a su
predominantes en las sociedades
profusión soctal, su novedad radica en que
postmodernas. Su estudio se revela por tanto
supuso un cambio de valores en la historia de
indispensable para conocer más de cerca este
Occidente, cambio que comienza a ser
Lll‘liVE‘L‘SO, con todfls sus afl'lbigfledfldes y sus
perceptible a partir de la segunda mitad del
contradicciones, con todos sus acentos.
siglo XIV en la nobleza cortesana y más tarde
Según nuestro autor, hablando con en la alta burguesía, y que se caracterizó por la
propiedad, no puede considerarse que haya emergencia de una nueva conciencia de la
moda antes del advenimiento del mundo individualidad y de la omnginalidad, de una
modemo, entendiendo por tal esa tormación nueva actitud ante la vida más pegada al
socio-histórica que comienza a emerger en las refinamiento estético y a los placeres
postrimerías de la Edad Media. Con mundanos. Esta nueva actitud y esta nueva
anterroridad a este momento el respeto por la conciencia promoverán tinalmente la ruptura
tradición era la norma dominante impidiendo con la tradición, la apertura a la innovación y
todo intento de renovación, y por tanto la el deseo de exhibir la propia personalidad, una
EC]OSióll de lfl Inodfl como l'_E'l"lófI"lenO SOCifll de cuyas manifestaciones más notables será el
relevante. gusto acentuado por el atuendo y en general
A partir de aquí se abriría sin embargo una por la moda.
nueva época, jalonada por una serie de etapas,
84
Elementos Consumismo
Finalmente, en la medida en que deja de ser individualistas. Un mismo interés por buscar la
una moda elitista para abrirse a otros grupos particularidad y la individualidad a través de la
soctales con aspiraciones más individualistas y indumentaria. Y todo ello menos por
democráticas, tornándose así más uniforme y pretensiofles clasistas que por exhibir la Pl_'Opifl
homogénea y con una menor inclinación al personalidad sin complejos, de una manera
oropel ostentoso, pero también — más desentadada, autónoma y libre,
heterogénea y diversa para complacer así los
El trunto de la moda, la “moda plena” en
deseos de personalización de los nuevos
pa]abras de Lipovestky, repre senta
clientes.
precisamente la propagación de estos valores
No obstante, esta tendencia democrática por todas las capas sociales y por cast todos
no dl fllmilló Pof COlTlPletO 12 5 í_t“nbología los ámbitos de la realidad social; no sólo en el
jerarquizadora de la moda. Esta persistió, vestido, sino también en la política y en el
aunque de un modo más suave, menos mundo de la cultura o en el de los medios de
marcado, en un mundo como el moderno en comunicación, e incluso en el de las ideologías.
el que la exhibición ostentosa ya no gozaba del Todo está penetrado por este mismo espíntu.
mismo predicamento. Como persistió también Por todas partes y en todas partes, observa el
la diterenciación entre los sexos, toda vez que autor francés, existe una propensión semejante
la moda centenaria estaba dirigida al hedonismo, a la atirmación de la autonomia
fundamentalmente 1a la mujer, en y de la personalidad, a la libertad de elección, a
correspondencia con una época en la que la renovación permanente de los gustos y de
todavía es visible la diferencia de roles entre los estilos de vida. Propensión que contribuye
los géneros, estando reservada a la mujer una a socavar las formas de vida tradicionales y los
función más seductora y estética, y al hombre, grandes discursos ideológicos de la primera
sin embargo, otra más productiva y austera. modernidad, instaurando una cultura más
electiva y opcional, pero también más fragil y
A la moda centenaria, con su doble taz
superficial.
jerárquica y anstocrática, democrática e
individualista, le sucederá a partir de los años La publicidad y los medios de
60 del siglo XX otra fase, llamada por comunicación producen los grandes discursos
Lipovestky “la moda abierta”, dominada por el destinados a alimentar todos estos anhelos,
felló[ncllo del Pfét—’:—l—PthCL—, Clu.e 1'01T1PE'. con presentes ya en los distintos grmupos sociales,
las tendencias más aristocráticas de la etapa mediante la comunicación y la seducción
anterior, a la vez que acentúa aquellas otras persuasivas. No obstante, Lipovestky se aleja
más democráticas e individualistas. Se instaura aquí de cualquier enticismo. Si bien es cierto
así una moda producida industrialmente, al que estos medios fomentan una cultura más
85
Elementos Consumismo
orientada al entretenimiento, y por ello más derechos individuales con los deberes hacia la
superticial y hgera, también lo es que crean un comunidad, por otras más individualistas,
ambiente más racional y crítico, en la medida persuasivas y hedonistas. En efecto, cuando
en que ponen a disposición del cmdadano los grandes relatos encumbrados por la
medio distintas opiniones y visiones de la modernidad, que invocaban las obligaciones
realidad que antes escapaban a su de los individuos hacia la nación, el trabajo o
conocimiento. Dicho de otro modo, el reino la familia, han perdido su fuerza vinculante
de la moda, desde el momento en que rinde anterior, es cuando los derechos subjetivos se
culto al individualismo, a la libertad y a la convierten en el principal polo de reterencia
igualdad, contribuye solidamente a reforzar el de la nueva moral encumbrada por las
espíritu democrático. “La moda plena- escribe sociedades de consumo. Este nuevo orden
Lipovestky- no es un obstáculo para las moral, — calificado por Lipovestky de
autonomías de las conciencias, es la condición postmoralista, aludiría, en fin, a una realidad
de un movimiento de masa hacia las Luces”. Y en la que “la idea de sacniticio de sí está
precisamente por ello, por consolidar y socialmente deslegitimada, en que la moral ya
legitimar la democracia, la moda es, a pesar de no exige consagración a un En superior a uno
sus excesos individualistas y narcisistas, más mismo, en que los derechos subjetivos
una tuerza integradora que disgregadora, una dominan los mandamientos imperativos”.
fuerza que favorece la consolidación de las
Postmoralista, puntualiza Lipovestky, no
sociedades democráticas. Sin embargo, desde
quiere decir sin embargo sin moral, significa
el momento en que sacraliza al sujeto y lo
ante todo que el indrviduo y sus aspiraciones
fCIYlll.tC a sus propias i[lS atistacciones e
de bienestar material y espiritual se convierten
inseguridades personales, la moda favorece
en la categoría central del nuevo universo ético
también la depresión y la angustia.
legitimado por las sociedades de consumo. De
En suma, la moda presenta ese carácter ahí que convivan en estas sociedades una
ambiguo que Lipovestky atribuye a las mayor libertad e iniciativa individual con una
Sociedades postrnodernas. P.T_'OITILIEVE lfl Cfeciellte [ep[obflcién 1‘1‘101‘3] dt? todo 10
igualdad entre los hombres; es fuente de relacionado con la vulneración de los derechos
independencia, de libertad y de solidaridad; y individuales. En otras palabras, lo que se
al mismo tiempo crea numerosas proclama apelando a los derechos del sujeto
inseguridades y crisis existenciales a un sujeto soberano se rechaza también en su nombre. El
como el moderno que se considera el artífice y individualismo no se opone, pues, al
el protagonista de su propia existencia, humanismo, antes bien constituye su auténtico
sustrato. No conlleva tanpoco la negación del
Desde este punto de vista las actitudes
altruismo, sino su revitalización en el ámbito
ante la moda y ante el consumo en general,
contribuyen en buena medida a configurar el de una cultura individualista, sentimentalista y
hedonista teatralizada por los mass media. Y,
orden moral de las sociedades occidentales, un
sobre todo, no implica de ningún modo el
orden basado en la afirmación de los valores
cuestionamiento de los valores democráticos,
democráticos, igualitaristas e individualistas.
sino su afirmación en el marco de una cultura
4. La “ética indolora” postmoderna: de igualitarista que proclama la autonomía y la
la moral universalista del deber a la ética libertad como sus valores esenciales.
individualista de los derechos subjetivos
Este moralismo “neoindividualista”, , más
En las sociedades postmodernas libertario, permisivo, hedonista y democratico,
dominadas por el consumo emergería, en es perceptible en los más diversos ámbitos. En
opinión de Lipovestky, un nuevo universo la vida emocional y sexual son cada vez menos
l'rlot'a] defivfldo En grafl Pafte de lOS VQIOI'ES frecuentes las condenas y las reprobaciones, se
consagrados por la propia sociedad de habla con más libertad de estas cuestiones y se
consumo. Esta moral sustituiría las normas aceptan también más las conductas que son
más universalistas, rigoristas y autornitanrias de la fruto de la libre elección de cada individuo, al
primera modernidad, que conjugaban los
86
Elementos Consumismo
igual que se condenan las actitudes que preocupación por todo lo relacionado con los
atentan contra los derechos y los sentimientos avances en el campo de la genética, en la
de las personas. La familia se democratiza y se crítica a los medios de comunicación o en la
transforma en una comunidad electiva nueva ética laboral y empresarial. Aunque en
regulada por los sentimientos de cada uno de este último caso, al tiempo que se invoca una
sus miembros. En el campo higinienista y mayor libertad e iniciativa individual, se
corporal es manifiesta una clara tendencia a solicita también de los trabajadores un mayor
considerar el cuerpo como parte fundamental COlTlP l.'OlTliSO PC[SOI'IEII.
87
Elementos Consumismo
88
Elementos Consumismo
experiencias. De ahí la constante renovación todos los fenómenos, sean estos individuales o
del mercado de consumo, en respuesta tanto a institucionales, pueden ser analizados
las estrategias empresariales como a las refiriéndolos a esta realidad que todo lo
necesidades nunca plenamente satistechas de abarca. Ambitos tan diferentes como la
los consumidores. política, la educación, el deporte o la salud,
son permeables a su influencia. Tal es así, que
La sociedad de consumo presenta así dos
el ensayista francés no duda en emplear el
caras — antitéticas, que contorman — la
término de consumo-mundo para aludir a la
personalidad del sujeto hipermoderno. Una
formidable penetración que ha tenido esta
despreocupada y feliz, que gusta de los
cultura en las sociedades occidentales.
placeres mundanos; la otra más sufriente,
acosada por ansiedades y angustias de todo Este mundo lleno de contradicciones, en
tipo. Por un lado, los individuos se entregan al el que los individuos persiguen la felicidad y la
goce sensorial y estético, a una cultura plenitud sin minguna estructura colectiva que
hedonista. Por el otro, experimentan las los coarte. Pero en el que se encuentran
amenazas derivadas de las aprensiones que también cada vez más ante sí mismos cuanto
gerleffli] lflS Pfeocupflciolles POI_' EI biel‘lestflf y Ínás PEISisten En lfl búsqueda de 5u bieflestaf )7
pretenden formar parte de él pero no pueden. pero también de las contradicciones que todas
estas transformaciones llevan aparejadas en
El consumo aparece así en la obra de
forma de incertidumbres y ansiedades de todo
Lipovestky como un hecho total que
tipo.
estructura el conjunto de la sociedad. Casi
89
Elementos Consumismo
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Elementos Consumismo
92
Elementos Consumismo
aquí analizados se caracterizan, según Marinas, del estilo propio) tenemos la prueba de verdad
precisamente porque no temieron ensayar un más sincera y auténtica. En el primer capítulo,
modo de teorizar que no dudó en echar mano «Las entradas del bazar: mercancías y
de mitos, alegorías y metátoras, para inaugurar metáforas», se muestra cómo, en el momento
un discurso, una fábula, que ha ido surtiendo de tránsito entre la consolidación del
efecto ideológico más allá de la ideología capitalismo de producción y las primeras
productivista en la que surgen sus primeras señales del universo del consumo, comienza a
figuras. Ese efecto se ha consolidado y emerger un mundo
fabuloso con las
generalizado en las formas dispersas, exposiciones — universales, los grandes
vertiginosas y preocupantes del consumo de almacenes y el diseño de sus escaparates. Todo
masas actual. ello establecerá el reino de la mercancía como
espectáculo. Será precisamente en ese
La hermenéutica de José Miguel Marinas
contexto donde broten modelos teóricos
se despliega en un triple eje ternario, pues tres
como el fetichismo de la mercancía, la
son las hipótesis de lectura, ambas construidas
intuición del mercado como tantasmagoría o
no a priori, sino dictadas por el corpus de
autores seleccionados: l) Que la estructura y
la invención del eterno retorno o del instante
como modos nuevos de construir el ttempo de
eficacia de la cultura del consumo conviene
la vida en el nuevo tiempo de las cosas. José
rastrearla en sus orígenes decimonónicos. 2)
Miguel Marinas señala tres grandes autores
Que el consumo tiene una dimensión global
cuya seminal influencia pregnará la sociología
que desborda los meros hechos económicos.
del consumo posterior: Nietzsche, Marx y
3) Que la cultura del consumo instaura una
Freud. La aportación de Nietzsche reverbera
ractonalidad nueva que incluye el gasto y el
en el trastondo de todos los autores tratados:
despiltarro como funciones centrales (ésta es
sus reflexiones sobre la crisis de la sociedad
la hipótesis que hace más viva e interesante la
del progreso, la emergencia del nihilismo y el
lectura y el análisis de los autores abordados).
subsiguiente repliegue hacia el mundo
Por lo tanto, tres van a ser también las
Cfltegof_{fls que Ol_'gafliz'¿ll—l El felflto: COl—l-lPl'fl,
subjetivo como alternativa a una modernidad
en crisis, que se tensiona precisamente en el
gasto y exceso, que como planos de conducta
intento de domesticar a un sujeto al que se le
de consumo no se dan de manera sincrónica,
ha prometido la abundancia, el colmo de sus
sino que, para el autor, se han ido
deseos, a costa de dejar atrás los valores que le
desarrollando, a medida que la propia sociedad
aportaban jovialidad a su vida. Sin embargo,
de consumo crecía, en tres escenarios
según Marinas, también Nietzsche postulará,
diacrónicos de producción, que caracterizan
en su gran alegoría sobre Zaratustra, una
los procesos de consumo propios del Antiguo
nueva relación con el mercado: la posibilidad
Régimen, el Capitalismo de Producción y el
de rescatar la esencia del don como clave de
Capitalismo de Consumo.
un intercambio diferencial y estilizador, que
El libro consta de una introducción y instituye el cuerpo y el deseo como lugar de
nueve capítulos, en los que van y vienen escucha para la formación de los verdaderos
preguntas y respuestas en torno a los ejes valores vitales y, en suma, la presencia de un
temáticos antes señalados. Alrededor de ellos sujeto que apatece en escena como creador y
se va enhebrando la trama principal del libro: 110 sólo como consumidor de cosas.
las luces y sombras de la sociedad de Importantísima será también la alegoría que
consumo. La introducción es una especie de Marx acuña como forma «tetichista» de la
onverfire personal del autor declarando cuál es mercancía, que subyuga porque seduce a la par
su actitud fundamental ante la sociología del que recubre y obtura el producto y las
consumo y poniendo en acto el principio relaciones sociales concurrentes en u
metodológico que va a recorrer los clásicos producción, dotándolo de una realidad
tratados: no prescindir del sujeto que escribe, fantasmagórica, tetichista. Y la última notable
porque en su testimonio (bucle que vertebra influencia es la de Freud en El malestar en la
los contenidos objetivos, con los subjetivos cultura, que recoge los elementos de
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Elementos Consumismo
del linaje, la cudad industrial o del trabajo y la al análisis cultural (al que ahora se da tanta
ctudad del consumo. Modelos de ciudad en importancia), a la teoría del atte y a la crítica
clara correspondencia con la evolución de los estética. Víctima de su obsesión por las causas
modos de producción antedichos: Antiguo únicas, la sociología dominante ha relegado a
Régimen, Capitalismo de Producción y Simmel al banquillo, sin reconocerle el papel
Capitalismo de Consumo. En lo que podemos de pensador pionero en temáticas como la
denominar segunda parte del libro, Marinas posteriormente célebte «cuestión del sujeto»
acompaña su discurso con la presentación de (Foucault, 1969), ni tampoco que fue quien
las reflexiones sobre el consumo de Simmel, inauguró la reflexión en torno al concepto de
Benjamin, Mauss, Bataille, Ortega y Gómez de «estilo de vida» como punto de intersección
la Serna. Dadas las características de brevedad entre lo social y lo subjetivo, recientemente
de la recensión, me limitaré a reseñar a vuela utilizada, sin el debido reconocimiento, por
pluma lo que me ha parecido más sustantivo y Bourdieu (1979), Bellah (1985) y Giddens
novedoso. (1991).
El recorrido comienza con el capítulo En el siguente capítulo, «Benjamin. Las
«Simmel y la invención del instante». Para el alegorías del consumo», el objetivo no es otro
autor berlinés, según Marinas, el consumo que captar las fantasmagorías del capitalismo
impone la temporalidad del instante, a la par de entreguerras, revelando a través de la
fabulosa y fantasmagórica, donde la moda y su alegoría cuáles son sus potencias oscuras y en
subsiguiente reconocimiento social son dónde reside aún la verdad como
simultáneamente intensos, inmediatos y ruina/ fragmento, bien de una forma de cultura
efimeros. Simmel se da cuenta, a comienzos (París demónico), de arte (la obra de arte en la
del pasado siglo, que asistimos a un proceso era de la reproductibilidad técnica) o de
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rigurosamente recogido por José Miguel tiempo pide una estilización more elite, en
Marinas en el penúltimo capítulo, que se titula contra del nuevo consumismo de masas. Por
«Necesidad y deseo: una nota sobre Ortega y eso mismo, Ortega es, en apreciación de
el consumo». Si Ortega resulta de interés para Marinas, un jeroglifico de la transición a la
la sociología del consumo, según Marinas, es cultura del consumo en España. En mi
por su capacidad para observar las tensiones opinión, queda quizá, para el futuro, un
de la sociedad española de la primera mitad desarrollo más exhaustivo, que atienda a cómo
del siglo XX ante las exigencias de un Ortega también intenta recuperar el ocio y
consumo a medio camino entre el casticismo consumo casticista (el deporte como praxis
agropecuario del Antiguo Régimen y la jovial que instituye el Estado, la caza, los
modernización urbana y — cosmopolita, toros, la vida aventurera —Contreras—, o la
preocupada por el estilo de vida y la vida como estilo: Velázquez y Goya), no para
representación de las identidades mediante los denostarlos, sino para actualizarlos e
signos del consumo; aunque, eso sí, no exenta incorporartlos al consumo contemporáneo,
de patologías: masilicación, fragmentación de como señas de la identidad de fondo de la
lo social, crepúsculo de los valores. Atento a cultura española.
las contradicciones del casticismo como traba
En el último capítulo, «El bazar efímero
a una modemización verdadera, se gesta el
de Ramón Gómez de la Serna», Marinas nos
pensamiento de Ortega, cuya vinculación a la
pone en contacto con la obra del autor
cultura germana le lleva a conocer y fomentar
madrileño para introducirnos en el entramado
las obras de Freud y a interesarse por la teoría
de conflictos y brotes de nuevas tormas de
adleriana, que no en balde sitúa el concepto
vida, justo en el tránsito que atraviesa la
estilo de vida en clave de bóveda de su
sociedad tradicional de finales del XIX y el
nosología. Todo ello para interpretar
comienzo del consumo de masas de la primera
psicosocialmente la cultura del
mitad del xx. Y es que no deja de ser casual
protoconsumismo, matizando las diferencias
que los diez primeros años de la vida de
entre necesidad y deseo y atisbando la robusta GÓITIEZ de lfl Sefllfl 5 Sitúefl a Cflbflllo d&" dOS
influencia de los comportamientos
acontecimientos — históricos de primera
inconscientes en la vida social (consumismo,
magnitud, aunque de signo contrario: 1888, su
sedentarismo, masificación). De ahi que
año de nacimiento, es el año de la gran
entienda la naciente cultura del consumo no
Exposición Universal de Barcelona, mientras
como externa, sino estrechamente vinculada al
que 1898 lo es del crepúsculo colonial español.
sujeto, agente sensible de los efectos de la
El primero es año de eutoria y de progreso
socialización sobre la intimidad que la lógica
industrial, mientras que el segundo es de
mercantilizadora — establece. Pero, según
desasosiego y declive social y económico
Marinas, el tinerario para dicha teorización lo
general. Quizá estas cuestiones reverberen en
halla Ortega en el tecurso inverso al de
las dos actitudes antónimas que confluyen en
Veblen. Pues va a ser la dinámica de ocio y
Gómez de la Serna: hombre grave y retraído,
consumo elitista la que mantenga los
trabajando de diario en su «torreón», mientras
principios de estilización y autonomía, frente
que, por otro lado, en la barricada literaria del
al burdo acoplamiento entre oferta y consumo
Pombo se transforma en el personaje público
de masas. Sólo en el ocio y consumo elitista (el
que centraliza la atención con su aguda palabra
que no satistace necesidades, sino que suscita
plena de ingenio audaz y provocador. Sincero
estilos de vida egregios) encuentra Ortega las y a la vez teatral, no se arredra en
prácticas alternativas ante el tosco e inmediato
compatibilizar su formación en Derecho con
consumo masificado. En consecuencia, según
dar conterencias a lomos de elefante o sobre
Marinas, la teorización orteguiana adolece de
un columpio, empleando trucos de ilusionssta,
una cierta contradicción, pues, por un lado,
o 1ngquillánd0 se la cara según — el
trata de desasirse del casticismo de unos
pintoresquismo del papel a representar. Según
estamentos anacrónicos que no ceden ante el
Marinas, Gómez de la Serna va a ser el autor
empuje de la modernización, pero al mismo
que mejor conozca y nos transmita las
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Pues, entre otras cosas, Gómez de la Serna tue especulación teórica o metodológica. Por eso,
el primero en descubrir que lo inconsciente se con este libro, nos congratulamos del retorno
siente mejor en los mercados de segunda hermenéutico a los textos clásicos, lejos del
mano, en los rastros. En ellos, Gómez de la adanismo intelectual que ya en su día
Serna ve enseguida que las cosas viejas son la denostara Ortega. De este modo, en las
ceniza expresiva de la vida, el rastro de cosas antípodas del sociologismo al uso, surge la
que se nos caen camino de la nada (El rastro, hermenéutica de José Miguel Marinas, cuya
1915; Ísmos, 1931); y en sintonía con la verdad y método, siguiendo la teorización
vanguardia surrealista, piensa que el fetichismo gadamernana, prefiere, frente al logos, la
(La tetichista, 1923) no es sólo un síntoma, potencia del lenguaje y los símbolos; frente al
sino que es también un atributo inconsciente concepto, la metátora y la alegoría; trente a la
positivo que aparece como discurso antiburgés fascinación de las tormas, la asunción y
de liberación (contra la rutina, la mediocridad expresión estética de las posibilidades y límites
y el tedio). Pero la obra de Gómez de la Serna de la experiencia (del consumo) que se sabe
no es una ingenua o perversa apología de la síntoma — (límite), pero también — estilo
cosificación y el fetichsmo. Su obra, (posibilidad). De esta manera, nos queda claro
arborecida a caballo de soledades y al final de la lectura cómo, permaneciendo
etervescencias tertulianas, tiene el objetivo de atentos a los textos de los clásicos,
desafiar y sobreponerse, situarse por encima, a col Tlp re ild emos qlle E"l consumo, Segú 11