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1.
LOS PRINCIPIOS EPISTEMOLÓGICOS DEL PLANTEO DE J. ELSTER.
La teoría explicativa de las ciencias sociales que postula Jon Elster se identifica
como "individualismo metodológico". Esta consiste en alcanzar la explicación de los
fenómenos macrosociales a través de una reducción de los mismos a fenómenos o
acontecimientos individuales.
"En las ciencias sociales" -dice Elster ("Tuercas y Tornillos" [TT], ed. cit., p.13) -
"los acontecimientos elementales son las acciones humanas individuales, incluidos
los actos mentales como la formación de creencia".
El individualismo metodológico, en Elster, se centra en la acción humana
individual y, en particular, en la búsqueda de los microfundamentos de las acciones, es
decir, en los mecanismos que las producen. En tal sentido, veremos que parte de una
caracterización de la acción humana como intencional, y, en consecuencia, como
resultado de la puesta en juego de las posibilidades y limitaciones de la racionalidad (y
con ello, la irracionalidad).
2.
Elster y el marxismo analítico.
3.
El individualismo metodológico.
más, el todo es la única causa auténtica y las partes, independiente de sus relaciones,
son meros artefactos.
Para el holimo metodológico las categorías sociales como Estado, capitalismo,
relaciones de clases, son irreductibles a procesos individuales, de macronivel y, más
aun, estos procesos no afectan tales categorías sociales.
Para Elster, su formulación del individualismo metodológico no implica un
rechazo total del axioma de que "el todo es mayor que la suma de las partes". Todo
depende de qué se entiende por "el todo" y qué por "las partes". En este caso las
partes serían los individuos con sus propiedades atómicas, es decir, propiedades que
pueden ser definidas para cada individuo independientemente de todos los demás
individuos. El todo es, pues, "mayor" que la "suma" de estas partes en el sentido de que
las propiedades del todo proceden de las relaciones que unen unos a otros, es decir,
relaciones sistemáticas de interacción entre estos individuos. Pero, estas propiedades
relacionales - dirá el individualismo metodológico de Elster- no son propiedades del
"todo" sino de los individuos en situación de interacción.
Para el atomismo metodológico, por el contrario, las relaciones entre individuos
o entre entidades sociales no son auténticamente explicativas. Así por ejemplo, la
transición del feudalismo al capitalismo es explicada por procesos causales
estrictamente internos de los individuos en la sociedad en cuestión. De este modo,
para el individualismo metodológico, a diferencia, del holismo radical y el
antireduccionismo, sólo las relaciones entre los individuos pueden ser
irreductiblemente explicativas.
Las propiedades sociales son explicativas porque ellas se pueden reducir a las
propiedades relacionales de los individuos. Así, por ejemplo, si la propiedad de una
sociedad ("estar en una situación revolucionaria") posee alguna fuerza explicativa, la
posee en virtud de las propiedades de lo individuos, y de las relaciones entre ellos,
dentro de la sociedad. La propiedad social global "situación revolucionaria" no es más
que una suma de todas estas propiedades y relaciones individuales concretas.
Veamos la definición que el mismo Elster nos da del individualismo
metodológico:
"Por individualismo metodológico entiendo la doctrina de que todos los
fenómenos sociales (su estructura y su cambio) sólo son en principio explicables en
términos de individuos (sus propiedades, sus objetivos y sus creencias). Esta
doctrina no es incompatible con ninguno de los siguientes enunciados verdaderos:
a) Los individuos tienen a menudo objetivos que afectan al bienestar de otros
individuos. b) A menudo tienen creencias relativas a entidades supraindividuales
que no son reductibles a creencias relativas a individuos. El enunciado 'los
capitalistas temen a la clase obrera' no puede ser reducido a los sentimientos de los
capitalistas hacia los obreros individuales. En cambio, el enunciado 'La ganancia de
los capitalistas se ve amenazada por la clase obrera' puede ser reducido a un
enunciado complejo relativo a las consecuencias de las acciones llevadas a cabo por
obreros individuales. c) Muchas de las propiedades de los individuos, como la de
ser 'poderosos', son irreductiblemente relacionales, de forma que una descripción
exacta de un individuo puede exigir una referencia a otro individuo.
La insistencia en el individualismo metodológico lleva a una búsqueda de
microfundamentos para la teoría social marxista.[...] La psicología social debería ser
a la teoría marxista de la ideología lo que la microeconomía es a la teoría económica
marxista". (J. Elster, "Marxismo, funcionalismo y teoría se juegos..." op. cit.,p.22)
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4.
La búsqueda de los microfundamentos.
5.
Principios básicos de la filosofía de la ciencia.
menor tiempo y otras formulaciones de variación no son más que útiles analíticos,
sin ningún poder explicativo.
iv) En la biología no hay lugar para la explicación intencional.[...]
v) En las ciencias sociales no hay lugar para la explicación funcional. [...]
vi) En biología puede hacerse una distinción entre la causalidad subfuncional
(mutaciones, envejecimiento) y causalidad suprafuncional (efectos de derrame,
benéficos o nocivos, de las adaptaciones individuales). [...].
vii) En las ciencias sociales puede establecerse una distinción similar entre la
causalidad subintencional, y la causalidad supraintencional. La primera se refiere a
los procesos causales que ocurren dentro del individuo, formando o pervirtiendo
sus intenciones. [...].
viii) Se debe estudiar la conducta animal y humana con las nociones de
función y de intención como ideas reguladoras. No toda conducta animal es
funcional, y no toda conducta humana es racional o intencional, pero sí existe una
suposición bien fundada de que, típicamente, esto es lo que ocurre". ( US, ed. cit.,
pss. 8-10).-
6.
Los obstáculos para la liberación del hombre.
hemos visto que la teoría del conocimiento que se desprende de esta perspectiva
valida las verdades alcanzadas a través de la contrastación empírica rigurosa. En
consecuencia, los objetos del conocimiento científico son aquellos que pueden ser
aprehendidos por la experiencia rigurosa luego, quedan excluidos los fenómenos
relativos, por ejemplo, a la interioridad, a la motivación, a la valoración, etc.
Fenómenos, todos ellos, que suceden en los espacios sociales y las acciones humanas
individuales. Estos objetos, así planteados, son objetos de la especulación metafísica y
sin la posibilidad de ser evaluadas sus conclusiones con rigor metodológico y en la
experiencia "objetiva".
Las perspectivas hermenéuticas, por su parte, van a considerar que la clase de
objetos que abandona y sacrifica el "empirismo" por razones de un a priori
epistemológico, son los objetos que particularizan a las ciencias sociales y que merecen
ser atendidos. Tales objetos merecen ser estudiados a partir de una(s) metodología(s)
adecuadas a la naturaleza de los mismos. Es así como las estrategias metodológicas se
caracterizarán por la comprensión hermenéutica de esa clase de fenómenos y por el
reconocimiento del 'mundo vivido', la 'relación empática' o la 'interacción semántica'
como horizontes relevantes que hacen posible la comprensión científica de esos
objetos.
En el caso de la epistemología de Jon Elster, vemos que se plantea tanto el
reconocimiento del objetivo "explicativo" de las ciencias en general pero, así también,
reconoce que en las ciencias sociales la atención del "interior" de las acciones humanas
es posible a través de una "modelación" de la tarea explicativa de las ciencias. En ese
sentido, Elster no se ubica en la línea hermenéutica pero, tampoco, considera a los
acontecimientos sociales "cajas negras" que no haya que intentar abrir para ver cuáles
son los mecanismos que intervienen en la producción de esos acontecimientos.
Conocerlos será la clave de la explicación en las ciencias sociales.
Para Elster la tarea de la ciencia es alcanzar explicaciones satisfactorias y estas
tienen su mejor expresión cuando logran formular leyes. Ellas permiten una clara
explicación deductiva en cuanto las mismas son "causales". Pero, al analizar el caso de
las ciencias sociales, - dirá Elster- nos encontramos con que los hechos son explicados a
partir de acontecimientos y en los acontecimientos de micronivel se encuentran los
mecanismos que revelan las relaciones causales a través de las cuales se producen los
acontecimientos de macronivel.
Ubicándonos en el campo de las ciencias sociales, para Elster, hay básicamente
dos clases generales de explicación: a) explicación por las causas o explicación causal y
b) explicación por las consecuencias. A la vez, cuando las consecuencias que se
consideren son reales - beneficios para alguien o algo-, la explicación es funcional.
Cuando las consecuencias son intencionadas: la explicación es intencional.
¿Cómo se relaciona el modelo epistemológico de Elster con su proyecto para las
Ciencias sociales?. O sea, con aquel ideal utópico que ellas deben perseguir y que es el
de proporcionar a los hombres los medios - o los "recursos" (Giddens)- para la
liberación del hombre.
Pues, en la "Lógica y Sociedad" (ed. cit. pss. 201- 218) nos señala que son cuatro
la causa que [hasta ese momento] reconoce como obstáculos para alcanzar ese ideal de
libertad:
1) Las contradicciones mentales, relativas a los deseos y las creencias, que se
generan cuando el hombre se fija metas inconsistentes o contradictorias.
2) Los procesos causales que suceden en los individuos y que escapan a su
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7.
Las modalidades de explicación.
"Las ciencias sociales, como otras ciencias empíricas, tratan de explicar dos
clases de fenómenos: acontecimientos y hechos". Esta afirmación de Elster (TT,
ed.cit.,p.13) es completada con una distinción entre hechos o estados de cosas y
acontecimientos. Los primeros suponen un modo de ser o suceso de la realidad, por
ejemplo, la victoria electoral de un presidente en unas elecciones. Pero, tales clases de
hechos implican que son el resultado de determinados acontecimientos: el acto de
votación por parte de los ciudadanos que realizan en virtud de determinadas
creencias. De este modo, un hecho implica "una instantánea temporal de una
corriente de acontecimientos" o bien, una hecho implica una serie de otros hechos. La
explicación de un hecho requiere, así, la previa explicación de los acontecimientos.
Cabe aclarar que nada es en sí mismo una hecho o un acontecimiento. Estas,
más bien, son nociones que se discriminan de acuerdo a la caracterización que se haga
de los fenómenos analizados. Lo que sí queda claro, por lo menos en el planteo de
Elster, es que los acontecimientos serían las unidades de análisis de los estados de
cosas que queremos explicar. De este modo, coherente con el individualismo
metodológico que profesa, considerará que los acontecimientos elementales en las
ciencias sociales son las acciones humanas individuales "incluidos los actos mentales
como la formación de creencias".
Para Elster la explicación de un acontecimiento implica poner en evidencia los
mecanismos que intervienen en la relación de los acontecimientos explicativos.
El problema de la explicación plantea dos cuestiones que deben ser resueltas
previamente: 1º) cuál es el tipo o modelo de explicación adecuada para las ciencias
sociales y, 2º) cuál es la clase de hechos que entra en una explicación.
En respuesta a la primera cuestión Elster, parte de una distinción previa de las
ciencias tomando en cuenta los modelos explicativos. Estos modelos, a la vez, están en
estrecha vinculación con las estrategias de formación de teorías.
"Por una parte, distingo entre tres modalidades de explicación: la causal, la
funcional y la intencional. Por otra parte, distingo entre tres campos de
investigación científica: física (en el sentido amplio...), biología y ciencias sociales".
(CT, ed. cit., p.20).
En la física reconoce la explicación causal como única modalidad explicativa.
Queda así excluida la posibilidad de aplicar en ella modelos de explicación funcional e
intencional.
En la biología también aparece el modelo explicativo causal pero, como
causalidad subfuncional y causalidad suprafuncional.
"Por causalidad subfuncional en biología, entiendo los errores o mutaciones
accidentales que, por una parte hacen posible la selección y la evolución natural, y
por otra parte son responsables de fenómenos tales como el envejecimiento y el
cáncer. Estos errores no tienen ninguna función, contrariamente a la idea popular de
que la función de las mutaciones es la de permitir y estimular la evolución de la
vida en la Tierra. Por causalidad suprafuncional entiendo la interacción causal de
muchos organismos individuales, cada una de cuyas conductas puede ser explicada
funcionalmente." (CT, ed. cit., p.22)
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6.1
Explicación causal.
cadena continua de causa a efecto, sin vacíos insuperables en ella [...]". (CT, ed.cit.,
pss.29-30).
Elster relaciona este principio con aquellos que rigen en la explicación científica:
la causalidad local con lo que denomina como la necesidad de buscar mecanismos de
explicación. A la vez, esta casualidad local (espacial y temporal) se relaciona con el
procedimiento de sustitución de macrovaribles por microvariables y de intervalos de
corto plazo por otros más prolongados.
"Asimetría temporal significa que una causa debe preceder a su efecto, o por
lo menos no sucederlo [...] Aquí quisiera observar que el principio de asimetría
temporal puede generalizarse a partir de la explicación causal a cualquier tipo de
explicación: el explanan no puede seguir al explanandum." ( CT, ed.cit., p.32).
En esta clara negación del valor lógico de una explicación funcional Elster, nos
advierte que en el caso de la explicación intencional no se viola este principio. Pues, la
conducta intencional no se explica por las consecuencias reales sino sólo por la
consecuencias previstas, que pueden no haberse cumplido o que inclusive pueden ser
irrealizables.
6.2
Explicación funcional.
6.3
Explicación intencional.
mostrar que el agente no sólo actúa con una razón sino por una razón. Es decir, la
razón es causalmente eficiente para producir una acción. La acción, en consecuencia,
puede estar guiada por una meta ausente, no realizada aún, simplemente imaginada y
no representada.
A diferencia de los animales que se guían por su capacidad desarrollada por la
selección natural como máximos locales, el hombre tiene la capacidad de establecer
máximos globales. Este tipo de máximo beneficio que logra es a partir de la
posibilidad de elegir entre alternativas no reales y comparativas; puede postergar las
gratificaciones, puede esperar. Puede rechazar lo inmediatamente beneficiosos para
obtener luego, un mayor beneficio; actuar estratégicamente. "La conducta
globalmente maximizadora en el hombre queda explicada en forma inmediata por
su capacidad de relacionarse con el futuro y con lo simplemente posible. Puede
elegir la alternativa globalmente mejor porque es capaz de analizar todas las
alternativas, todos los futuros posibles". (US, ed. cit. pss. 34-35).
En todos estos casos estamos suponiendo un agente que toma decisiones
conscientes. Es por ello que el análisis de la conducta intencional nos conduce al
problema de la racionalidad.
La conducta es racional en tanto el agente elige una acción que no sólo es un
medio para el fin sino el mejor de todos los medios que cree disponible. Esto no debe
llevarnos a identificar la racionalidad con la optimización. Racionalidad y optimalidad
no son sinónimos.
La racionalidad implica consistencia de metas y creencias. Es decir, las creencias
y los deseos son consistentes si existe un mundo posible donde ellas sean ciertas y
creídas, y los deseos, se cumplan ; todo esto a través del intento de hacerlo. En
consecuencia, puede haber creencias y deseos inconsistentes, en tal caso, son posibles
las acciones intencionales irracionales. Estas son, por ejemplo, las acciones que
tienden a imponer voluntariamente estados tales como el olvido, la indiferencia, el no
deseo, la creencia, el coraje, la gratitud, la espontaneidad, etc.
Por otra parte, hemos dicho que no debe confundirse la racionalidad con la
optimalidad. Algunas veces la racionalidad debe entenderse como satisfaciente es
decir, que no busca la alternativa mejor y adecuada para nuestros propósitos sino, la
más satisfactoria. Ejemplo de ello son los problemas de optimización sin solución bien
definidas en los cuales la imposibilidad de alcanzar la mejor meta nos conduce a
proponernos la posible y más satisfactoria.
Por otra parte la conducta racional puede ser optimizador dentro de un medio
que se considere paramétrico donde las conductas de los demás agentes no sean
diferentes a la suya, o si lo son, las suponga menos sofisticadas que las de él. La
información sobre el medio que tenga este agente puede ser completa o bien,
incompleta. En este caso debemos hacer una distinción entre riesgo e incertidumbre.
"La racionalidad optimizadora estratégica se define" - dice Elster en CT, ed.
cit., p.71- " mediante un axioma de simetría: el agente actúa en un medio de otros
actores, ninguno de los cuales puede suponerse menos racional y sofisticado que él
mismo. Entonces, cada actor necesita anticipar las decisiones de los demás antes de
tomar la propia, y sabe que hacen lo mismo con respecto a los demás y a él. El
enfoque estratégico de la conducta humana se formaliza mediante la teoría de los
juegos, que podría haberse denominado más correctamente la teoría de las
decisiones interdependientes." Pues, la teoría de los juegos estudia lo que podría
llamarse interacción intencional entre seres intencionales.
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7.
La acción humana.
perspectiva las acciones son explicadas por las oportunidades y los deseos pero, en
realidad, lo que explica son los deseos, preferencia y necesidades de las personas junto
con sus creencias acerca de las oportunidades (conjunto de restricciones físicas,
económicas, legales y psicológicas).
La relación entre oportunidades y deseos en la producción de una acción como
así, la relevancia de que sean las creencias sobre las oportunidades las que expliquen
una acción, son desarrolladas por Elster en "Tuercas y Tornillos", ed. cit. cap. 2 .
La explicación de una acción por los mecanismos de la elección racional o de las
normas, podrá quedar en suspenso en aquellos casos en que las restricciones de las
oportunidades dejen lugar sólo a una acción posible. Pues, este es el caso en el que
dado el carácter restrictivo de las oportunidades no deja lugar para la operación del
segundo filtro (selección de la acción más adecuada).
Un interrogante básico para explicar una acción es el que alude a qué
importancia tienen las preferencias y las oportunidades para explicar la conducta. La
afirmación taxativa de Elster es que contrariamente a las afirmaciones de algunos
economistas que toman a las oportunidades como una variable y a las preferencias
como una constante, lo que de hecho se observa en los individuos es la variación tanto
de las oportunidades como de los deseos. "Los hijos de familias de la clase
trabajadora abandonan temprano la escuela porque no pueden permitirse
continuar sus estudios [restricción de económicas] o porque sus valores [naturaleza
de las preferencias] difieren de aquellos de los alumnos con antecedentes de clase
media?" (TT, ed. cit., p.25). Este tipo de problemas nos plantea la disyuntiva de dar
prioridad a uno u otro aspecto. La respuesta no puede ser planteada en términos
generales sino, caso por caso, responde Elster. Aquí vemos otra particularidad del
análisis de nuestro autor; es causístico (a partir de casos).
La acción racional es la acción relacionada con los deseos y la creencias sobre las
oportunidades. Son estas las razones por las cuales se actúa. A veces las oportunidades
son más fáciles de observar y verificar que los deseos o intenciones: por ejemplo, en un
juego de ajedrez el movimiento de las piezas que hace mi contrincante es más
relevante que sus intenciones y que se suponen, son las de vencer. Otro caso es el de
una política social determinada que quiera influir en el comportamiento de los
individuos; es más fácil cambiar las oportunidades y las circunstancias de los
individuos que sus maneras de pensar.
Las oportunidades y los deseos pueden ser evaluados como si se dieran en
forma independiente uno respecto al otro; influirse mutuamente o bien, tener un factor
común que influya sobre ambos.
En Sudáfrica, durante el "Apartheid", la población negra no sólo no tenían la
oportunidad de elegir al presidente de raza blanca de este país sino que también, no
deseaban hacerlo. Este podría ser un ejemplo en el que hay un factor común que actúa
en la modelación de las oportunidades y los deseos.
Un caso en el que las oportunidades modelan los deseos sería cuando
realizamos una acción adecuada a las oportunidades aunque nuestros deseos las
excedan: un joven que vive en Humahuaca realiza estudios de primeros auxilios en el
hospital de su zona aunque hubiese deseado estudiar medicina en alguna universidad.
Ahora tomemos el caso en el cuál la acción que se realiza es el resultado de la
modificación de las oportunidades por parte de los deseos. Las acciones que analiza
Elster, son aquellas en las que los individuos realizan conductas autolimitadoras por
ejemplo, no asistir a una fiesta de cumpleaños para evitar la situación de comer dulces
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8.
Mecanismos de las acciones orientadas por normas sociales.
Recordemos que el objetivo central del texto "Tuercas y Tornillos" (ed. cit.) es
exponer algunos de los mecanismos causales que sirven como unidades básicas de las
ciencias sociales. En tal sentido, la opción epistemológica que adopta Elster es la
explicación mediante mecanismos para explicar complejos fenómenos sociales. Pues, la
tarea de las ciencias sociales en tanto ciencia empírica, es la de atender a los
acontecimientos y los hechos que constituyen dos clases de fenómenos reconocibles en
el campo social. Pero, profundizando nuestra lectura de la complejidad de los
fenómenos podemos reconocer acontecimientos elementales: las acciones humanas
individuales. Como tales, también son los actos mentales y la formación de creencia.
Para Elster la unidad elemental de la vida social es la acción humana individual y su
perspectiva se reconoce como individualismo metodológico por cuanto los fenómenos
o los hechos, tales como las instituciones y el cambio social, se pueden explicar como el
resultado de la acción y la interacción de los individuos.
Si bien, como ya se explicó en las clases anteriores, la acción individual es la
resultante de dos operaciones sucesivas de filtración en dichas acciones. Elster analiza
en este texto, como principales mecanismos, la elección racional y las normas sociales.
La elección racional es la que se manifiesta cuando la gente tiene que decidir
entre varios cursos de acción posible y hace lo que cree que es probable que tenga el
mejor resultado general. En este sentido la elección racional es instrumental: está
guiada por el resultado de la acción. Las acciones son evaluadas y elegidas no por sí
mismas sino como un medio más o menos eficiente para otro fin. A diferencia de ella,
la conducta orientada por las normas sociales no se preocupa por los resultados.
Al centrar su análisis en las acciones humanas interactuantes o simplemente,
interacciones, Elster reconoce que las acciones humanas individuales pueden generar
consecuencias no intencionales. Los mecanismos que intervienen en tales acciones
tienen que ver con el resultado modelador de la acción sobre las oportunidades y
deseos. Por otra parte, es conveniente recordar que en "Ulises y las Sirenas" (ed. cit.),
nuestro autor reconoce que en las ciencias sociales puede establecerse una distinción
entre la causalidad subintencional y la causalidad supraintencional. La primera se
refiere a los procesos causales que ocurren dentro del individuo formando o
19
Hasta aquí hemos presentado el análisis de la acción humana inducida por las
normas sociales. Para esta exposición hemos tomado en cuenta "Tuercas y Tornillos"
en particular, el capítulo 12, y "El Cemento de la Sociedad", especialmente el capítulo
3. Se recomienda la lectura completa de estos capítulos para un estudio más detenido
sobre este tema.-
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Córdoba. 1994