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Enumerar los logros y los objetivos cumplidos podrá ayudar a inclinar la balanza del
lado del dí. Foto: Archivo.
5. Mencionar los logros obtenidos y si hubo un
cambio de tareas
Inevitablemente al pedir un aumento de sueldo, el primer
análisis del empleador será evaluar el desempeño para
saber si corresponde o no otorgarlo. Tener de antemano
una lista con los logros que se obtuvieron y saber qué
objetivos se cumplieron servirá para ayudar a inclinar la
balanza hacia el lado del sí. En síntesis: cumpliste con
todo lo que la empresa te pidió, te merecés el aumento.
Pero también es importante encontrar un equilibrio al
nombrar los propios logros para poder transmitir
también el esfuerzo que implicó conseguirlos. Es muy
positivo tratar el tema de manera constructiva. Por
ejemplo, comentar la satisfacción que sentís al alcanzar
las metas que te propuso la empresa. Y de esta manera se
evitará reducir la conversación a una simple cuestión
monetaria.
6. El pedido de incremento debe ser razonable y
criterioso
Si por ejemplo, el aumento otorgado por paritarias del
sector es de un 20%, lo ideal sería pedir un porcentaje de
aumento igual o tal vez un poco más. Es decir, no solicitar
ni un 50% porque no corresponde y es muy factible que
no sea otorgado, como tampoco un 5% ya que está muy
por debajo del arreglo paritario.
Además, es importante considerar la inflación. En un país
con altos índices inflacionarios, el salario se deteriora
rápidamente. Y no olvidar lo mencionado anteriormente,
averiguar cuánto se paga en el mercado a un perfil
similar que desarrolla las mismas tareas. Compartir estos
datos investigados previamente hará que el pedido sea
más criterioso y razonable.
Cuando se pide un aumento de sueldo es mucho más redituable hablar de uno mismo
que estar comparándose con otro. Foto: Istock