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CONCEPTO:
Abiertas: Cuando el encuestado puede responder a las preguntas con sus propias
palabras, lo cual le otorga una mayor libertad de respuesta y le permite alcanzar una
mayor profundidad en las mismas, como respondiendo al porqué de lo dicho, o bien
obtener respuestas novedosas y diferentes.
Esto significa que son una herramienta para captar, a partir de una muestra elegida de
manera azarosa, una aproximación a la opinión mayoritaria (o sea, a la subjetividad)
del público respecto a dicho tema.
Existen varios tipos de clasificación de las encuestas, dependiendo del criterio que se
toma en consideración. Por ejemplo, si atendemos a la lógica expresada en la
encuesta, tendremos dos categorías de clasificación:
TIPOS DE ENCUENTA:
Por otro lado, si nos fijamos en el método físico empleado para llevar a cabo la
encuesta, tendremos:
ENCUESTAS A PAPEL Y LÁPIZ (PAPI): En las que el encuestado debe rellenar o marcar
los círculos de las opciones que considera correctas o apropiadas, o bien escribir con su
propia letra la respuesta que se le pide.
DEFINIR LOS OBJETIVOS DE LA ENCUESTA. Antes que nada, debes saber qué deseas
averiguar con la encuesta, o sea, qué tipo de información vas a buscar y con qué fines.
Sólo teniendo esto claro podrás diseñar la metodología correcta para los resultados
que buscas.
DEFINIR Y DELIMITAR LA POBLACIÓN A ENCUESTAR. Ahora que sabes qué cosa
buscas, es el momento de pensar a quiénes corresponde preguntarle al respecto. Tu
población a encuestar debe ser la apropiada para que las respuestas tengan sentido, y,
además, de ello dependerá la validez de tus conclusiones. Piénsalo así: si le preguntas
solamente a tus amigos si eres un buen tipo, lo más probable es que la encuesta
confirme que sí lo eres, pues si opinaran que no, ¿serían tus amigos?
DISEÑAR LAS PREGUNTAS DE LA ENCUESTA. Del cruce de los dos puntos anteriores se
desprende este tercero: si sabemos lo que queremos averiguar, y sabemos a quién
vamos a preguntárselo, sólo resta saber cómo podemos preguntárselo. Existen
diferentes técnicas y modelos para ello, pero en general conviene siempre ir de lo más
general a lo más específico, a través de un conjunto ordenado y jerarquizado de
preguntas breves, de modo que el encuestado no pierda el entusiasmo en responder.
Deberás cuidar también la estética y la apariencia de tu encuesta, y verificar que tus
preguntas no contengan ya las respuestas que buscas, que no induzcan a cierta forma
de pensar y que sean respetuosas y fáciles de entender.