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RIOS DE BIOLOGÍA MOLECULAR Y CITOGENÉTICA

1.1 BIOLOGÍA MOLECULAR Y CITOGENÉTICA


En un sentido amplio, se puede definir la biología molecular como la parte de
la biología que estudia la composición, estructura y función de las moléculas
biológicamente importantes, así como de los procesos en los que están implicadas.

Esta definición englobaría principalmente el estudio de ácidos nucleicos y


proteínas. Sin embargo, el vertiginoso desarrollo de nuevas técnicas y metodologías
para el estudio de ambas macromoléculas ha provocado la especialización de los
laboratorios y la separación conceptual de ambos tipos de estudios:

• La denominación «biología molecular» se reserva para el estudio de los ácidos


nucleicos.

• El estudio de proteínas se realiza en laboratorios de proteómica.

Con esta nueva concepción, la biología molecular se ha convertido en la herramienta


más potente de la genética.

Por otro lado, la citogenética se ha considerado, clásicamente, como la parte de la


genética que estudia la estructura, función y comportamiento de los cromosomas en
metafase.

En la actualidad, está tomando auge la citogenética molecular, basada en el uso de


técnicas características de la biología molecular.

En consecuencia tanto el laboratorio de biología molecular como el de citogenética


se podrían considerar laboratorios de genética.

De hecho, la legislación actual no contempla ninguno de estos laboratorios como


unidades independientes. El Real Decreto 1277/2003 del 10 de octubre, por el que se
establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos
sanitarios, en su anexo II dedicado a las definiciones de centros, unidades asistenciales y
establecimientos sanitarios, define la Unidad de Genética como la unidad asistencial que,
bajo la responsabilidad de un facultativo con formación adecuada, está dedicada a la
realización de pruebas genéticas y la emisión de los dictámenes correspondientes con
fines diagnósticos.

Según esta definición, ambos laboratorios quedarían encuadrados dentro de la


Unidad de Genética.

Tanto los laboratorios de biología molecular como los de citogenética son


laboratorios en los que se van a realizar técnicas de alta complejidad, que requieren un
equipamiento especializado y costoso y con un problema común: la contaminación. Por ello,
ambos laboratorios se estructuran en dos áreas de trabajo perfectamente separadas: áreas
«sucias» y áreas «limpias», entre las que no debe ser posible el cruce de materiales para
intentar minimizar el riesgo de contaminación.

A lo largo de esta unidad estudiaremos por separado estos laboratorios,


centrándonos en qué equipamientos los caracterizan, cómo se estructuran y con qué flujo y
condiciones de trabajo se rigen. Finalmente, de forma conjunta, se abordaran las
condiciones de seguridad que se requieren en ellos.

1.2 EL LABORATORIO DE BIOLOGÍA MOLECULAR


La técnica básica que se lleva a cabo en un laboratorio de biología molecular es la
reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

Al ser considerada como la herramienta molecular por excelencia, la estructuración


del laboratorio, los flujos y las formas de trabajo se van a organizar alrededor de esta
técnica. En la unidad didáctica correspondiente se tratará con detalle la PCR (permite hacer
copias del ADN mediante replicación), pero cabe apuntar que se trata de una técnica de
laboratorio que nos permite, a partir de una cantidad mínima de ADN, obtener millones de
copias iguales de esta. Este proceso se llama amplificación de ADN (obtener millones de
replicas de ADN mediante replicación).

1.2.1. EL EQUIPAMIENTO

Tanto en el laboratorio de biología molecular como en el de citogenética y cultivo


celular se puede hablar de dos tipos de equipamientos: un equipamiento específico y un
equipamiento genérico.

Equipamiento específico

El equipamiento específico del laboratorio de biología molecular es el que


permite realizar las técnicas exclusivas de este tipo de laboratorio.

Este equipamiento cuenta con una infraestructura principal, necesaria para la


realización de la PCR y para el análisis de los productos de amplificación que se
obtienen. Consta de:

• El termociclador (transiluminador).
• El equipo de electroforesis.

• El documentador de geles.

También forman parte de este equipamiento los aparatos automáticos necesarios


para la realización de procesos específicos, como son:

La extracción de ácidos nucleicos.

La secuenciación de los fragmentos que son objeto de estudio. Esta función la


cumplen los aparatos denominados secuenciadores (determinan la secuencia de los
nucleótidos).

*Termociclador (1º ciclo desnaturalización, 2º ciclo centrifugación, 3º ciclo


extensión):

El termociclador es el aparato en el que se lleva a cabo la PC R.

Es un aparato básico en cualquier laboratorio de biología molecular. Permite realizar


secuencialmente un número elevado de ciclos repetitivos programables con temperaturas
diferentes y distintos tiempos de incubación, controlados por un microprocesador.

Las partes más destacables del termociclador son el bloque incubador y la tapa
termostatizada:

1- El bloque incubador. Es la parte más importante. Se trata de un soporte metálico,


con múltiples pocillos para colocar los tubos de reacción de PCR.

Es capaz de mantener de manera homogénea, en todo su volumen, durante los


tiempos que se requiera, las distintas temperaturas que se programan para cada fase y en
cada uno de los ciclos de PCR. El rango de temperaturas que pueden alcanzar estos bloques
normalmente va de 4 °C a 96 °C.

Los distintos modelos de termocicladores que existen se diferencian principalmente


en la tecnología que utilizan para calentar y enfriar este bloque:

• Sistemas de aire caliente y frío o resistencias eléctricas (es el sistema


utilizado en los aparatos más antiguos).

• Materiales semiconductores en conjunción con el efecto Peltier* (son los


termocicladores más actuales).
*El efecto Peltier es un efecto termoeléctrico que produce una transferencia de calor
entre dos metales o semiconductores diferentes unidos por dos soldaduras cuando son
atravesados por una corriente eléctrica continua. El resultado final es que uno de los
semiconductores se calienta y el otro se enfría. Si se invierte la polaridad de la corriente
continua, también se invierte el calentamiento o enfriamiento de cada semiconductor.

Este efecto se utiliza en los termocicladores actuales para aumentar o bajar


rápidamente la temperatura del bloque de incubación de los tubos de reacción simplemente
invirtiendo la polaridad de la corriente continua que alimenta el circuito.

2- La tapa del bloque incubador. Es una tapa termostatizada a 102-105 °C que, una
vez cerrada, entra en contacto directo con la tapa de los tubos de reacción. Esto evita que el
agua de la mezcla de reacción PCR se evapore por efecto de las temperaturas alcanzadas en
el bloque incubador y se condense en la tapa, más fría, con la consiguiente concentración de
los reactivos en la mezcla que alteraría el desarrollo de la reacción.

Un tipo especial de termociclador es el termociclador a tiempo real. Este modelo,


además de los componentes descritos para el termociclador convencional, incorpora un
sistema de láser y detección de fluorescencia capaz de excitar y medir la fluorescencia
emitida por cada tubo de reacción individualmente. Esta tecnología permite detectar la
síntesis de productos de amplificación en tiempo real.

Los modelos de termocicladores más actuales permiten una mayor rapidez en los
cambios de temperatura y una mayor uniformidad de las temperaturas en los bloques de
incubación; además, disponen de un software más potente que permite, por ejemplo,
variar las temperaturas o tiempos de incubación en cada ciclo.
*El equipo de electroforesis:

Otro proceso que se lleva a cabo en el laboratorio de biología molecular y que


precisa de un equipo específico es la electroforesis en gel.

Básicamente este proceso sirve para separar móleculas de ácidos nucleicos de


distintos tamaños, y permite por ejemplo analizar los productos amplificados en una PCR o
purificar y obtener fragmentos de tamaños concretos de ADN.

Se lleva a cabo aplicando un campo eléctrico en una disolución tampón (pH 7,5-7,8)
en la que se sumerge una matriz que contiene las muestras de ácidos nucleicos. Estos
migran con mayor o menor velocidad a través de la matriz en función de la carga neta que
poseen (negativa a ese pH), su tamaño y su conformación tridimensional. La matriz que se
utiliza es un gel de agarosa o bien de poliacrilamida. El uso de uno u otro y la concentración
de los componentes dependerá del tamaño de las moléculas que queremos separar y de la
resolución que queramos obtener.

Matrices utilizadas en la electroforesis de ácidos nucleicos

• Los geles de agarosa (entre 0,5% y 2%) se utilizan para separar


fragmentos de mayor tamaño, permitiendo electroforesis rápidas pero con
resolución limitada.

• Los geles de poliacrilamida se utilizan para separar moléculas de menor


tamaño con mayor poder de resolución.

La localización final de los ácidos nucleicos en el gel se realiza con un agente


intercalante fluorescente como el bromuro de etidio (nosotros utilizaremos como agente
intercalante el GELSAFE).

El equipamiento que permite efectuar la electroforesis consta de:

• Soporte plástico o «cama» donde solidificar el gel.

• Cubeta de electroforesis. Se compone de:

o Un soporte central para la «cama» con el gel.

o Dos zonas de depósito de tampón de electroforesis en cada uno de los extremos.

o Electrodos positivo y negativo en cada extremo.


• Fuente de alimentación, que suministre corriente eléctrica continua a la
cubeta de electroforesis. Debe permitir seleccionar voltaje o amperaje y graduar su
intensidad.

Documentador de geles

Después de terminar la electroforesis se podrán visualizar los resultados mediante la


utilización del documentador de geles.

El documentador de geles es un equipo que permite visualizar las bandas de ácidos


nucleicos en el gel después de la electroforesis y obtener una fotografía de él.

Este equipo consta, básicamente, de:

Un transiluminador. Consiste en una fuente de luz ultravioleta (con una


longitud de onda de entre 245-365 nm) situada por debajo de una superficie
transparente al UV donde se coloca el gel. Cuando la luz UV ilumina el gel, el agente
intercalante emite fluorescencia, visualizándose las bandas correspondientes a las
moléculas de ácidos nucleicos.

Una cámara fotográfica o sistema de captación de imágenes. La visualización


del gel se realiza con una cámara fotográfica (integrada en la parte superior de la
cámara oscura), adecuada para trabajar con luz UV y controlada por un software
específico. Con esta cámara es posible visualizar el gel en la pantalla de un monitor,
mejorar las condiciones de la imagen, obtener fotografías y realizar mediciones.

Para evitar el peligro que supone la exposición sin protección del manipulador o
manipuladora a la luz UV, en los documentadores actuales se suele incluir el
transiluminador dentro de una cámara oscura, de manera que la fuente de luz solo puede
encenderse cuando la puerta de la cámara oscura está cerrada.

CUBETAS DE ELECTROFORESIS
TRASLUMINADOR UV.

Equipamiento genérico

El equipamiento genérico es común con otro tipo de laboratorios, aunque algunos


aparatos puedan tener características o adaptaciones especiales para aplicaciones concretas
de biología molecular. En este sentido, cabe destacar los siguientes equipamientos:

- La cabina de bioseguridad. En los laboratorios de biología molecular se


deben utilizar cabinas de flujo laminar vertical de clase II, que protegen de
contaminación a la muestra, a la persona manipuladora y al medio ambiente. Debe
tener una protección frontal, también debe proporcionar flujo vertical de aire a
través de filtros HEPA.

Su utilización es particularmente importante cuando se trabaja con ARN


(extracción y purificación de ARN, preparación de reactivos, manipulación de las
muestras con ARN, etc.), puesto que las ARNasas (enzimas capaces de romper
enlaces fodfodiéster entre rionucleicos) son omnipresentes y pueden degradar el
ARN de una muestra rápidamente.

Son también imprescindibles si se trabaja con cultivos celulares.

- El sistema de purificación de agua. El laboratorio de biología molecular


requiere un suministro estable de agua purificada tipo II y agua ultrapura tipo I.

En el mercado hay muchos equipos de purificación de agua basados en


distintas tecnologías, como electrodesionización, resinas de intercambio iónico,
ósmosis inversa, filtración, etc. La elección de uno u otro dependerá del consumo
diario de ambos tipos de agua. Cuando el consumo de ambos tipos de agua es
muy bajo, se pueden adquirir como si se tratara de un reactivo más.
-El espectrofotómetro. La medida de la concentración de ácido nucleico de
una muestra y de su pureza requiere lecturas de absorbancia en un rango de
longitudes de onda comprendidas entre 230 y 320 nm, por lo que se requiere un
espectrofotómetro que cubra ese rango.

Dado que en ocasiones la cantidad de muestra es muy pequeña, se han


diseñado espectrofotómetros específicos para cuantificar ácidos nucleicos que
utilizan cantidades mínimas de muestra (1 pl) basados en cubetas capilares.

- Microscopio de luz transmitida y fluorescencia. En biología molecular, un


microscopio de fluorescencia es imprescindible para interpretar las técnicas de
hibridación in situ fluorescente.
Debe estar dotado con los filtros de fluorescencia adecuados para los
fluorocromos utilizados y es aconsejable que tenga un sistema de captación de
imágenes.

- Autoclave. Es imprescindible si se trabaja con microorganismos y


aconsejable en cualquier caso. Aunque la casi totalidad del material fungible que se
utiliza en el laboratorio se puede adquirir estéril, la utilización del autoclave puede
disminuir en gran medida los costes de las tareas del laboratorio.

- Incubador o estufa. Las características de los incubadores que se usan en el


laboratorio de biología molecular dependen de las muestras que se estudien y de las
técnicas que se apliquen.
Si se trabaja con bacterias se necesitarán estufas de cultivo de microbiología.
Si se trabaja con cultivos celulares se requerirán incubadores con CO, y humedad
controlada.

- Baño termostático, termobloque y placa calefactora. Esta clase de


equipamiento con temperatura regulable es básico para realizar todo tipo de
incubaciones, digestiones y tratamientos enzimáticos.
La placa calefactora, en concreto, es importante que pueda alcanzar de
manera homogénea y estable temperaturas de 95-100 °C para desnaturalizar el ADN
de células y tejidos en las técnicas de hibridación in situ.

Centrífuga y microcentrífuga. Las centrífugas y microcentrífugas tienen que tener


rotores que permitan centrifugar desde tubos de 50 ml a Eppendorf de 0,2 ml. Lo ideal es
que alguna sea refrigerada.
Neveras y congeladores de - 20 °C y - 80 °C. Una infraestructura de frío con neveras y
congeladores es fundamental para conservar los reactivos y las muestras:

• La mayor parte de los reactivos (sobre todo las enzimas) se conserva a - 20 °C.

• La conservación de todas las muestras de ARN y el almacenamiento a largo


plazo de muestras de ADN debe realizarse a - 80 °C.
Otros equipamientos. En este apartado se puede incluir equipamiento básico de
cualquier laboratorio, como balanza para pesar reactivos, agitadores magnéticos para
preparación de reactivos, vórtex para homogeneizar muestras y reactivos, pHmetro, etc.
Placa calefactora para
hibridación in situ

Microcentrífuga.

1.2.2. LA ESTRUCTURA DEL LABORATORIO


La estructura del laboratorio de biología molecular está condicionada por la técnica
principal que se realiza. La realización de una PCR implica:

• Preparación de reactivos.

• Extracción y purificación de ADN de una muestra biológica.

• Reacción de amplificación propiamente dicha.


• Análisis de los productos de la reacción mediante electroforesis y documentación
del gel.

● Secuenciación.

Cada una de estas actividades debe realizarse en un área de trabajo independiente,


físicamente separadas en salas distintas y, cada una, con su propio equipamiento y material
de trabajo, de manera que estos no puedan ser intercambiables entre ellas. En
consecuencia, un laboratorio de biología molecular debe constar, como mínimo, de cuatro
salas independientes:

1- Sala de preparación de reactivos. Se considera que esta es el área «limpia» del


laboratorio (sin ADN). En ella se preparan todos los reactivos que se van a utilizar en el
laboratorio, incluyendo la mezcla de reacción de PCR.

Es fundamental que los reactivos no se contaminen con ADN, por ello esta sala
debería tener una ligera presión positiva, para evitar la entrada de cualquier fuente de
contaminación y es imprescindible que disponga de una cabina de bioseguridad.
2- Sala de preparación de muestras y extracción de ADN. Esta es una sala «sucia»
(con ADN), por lo que sería conveniente que tuviese una ligera presión negativa, para evitar
que pueda escaparse material contaminante. Debe contar con una cabina de bioseguridad y
un espectrofotómetro.

3- Sala de PCR. Dispone de los termocicladores necesarios para llevar a cabo la PCR y
un espacio de trabajo para añadir las muestras de ADN a la mezcla de reacción.

4- Sala de post-PCR. Dispone de los equipos de electroforesis y de documentación de


geles. Esta es también una sala «sucia», fuente importante de contaminación por productos
amplificados, por lo que también debería tener una ligera presión negativa. En situaciones
ideales la documentación de geles puede situarse en una sala oscura junto con el
microscopio de fluorescencia.

Por supuesto, esta estructura mínima se puede complicar dependiendo de las


tecnologías que se usen en el laboratorio, Así, por ejemplo, puede requerirse una sala
«limpia» adicional para cultivos celulares y salas «sucias» para los secuenciadores, técnicas
de hibridación, etc.

(Zona limpia: no hay ADN)

1.2.3. EL FLUJO DE TRABAJO


La estructura parcelada del laboratorio de biología molecular en salas no es
condición suficiente para garantizar el objetivo de que los resultados de las PCR sean fiables.
Es necesario que el personal técnico sea consciente de la extremada facilidad con la que se
puede producir la contaminación de las muestras problema y por ello hay que tener muy
presente el flujo de trabajo.

El flujo de trabajo marca el sentido único de los procesos en el circuito de trabajo.


En el laboratorio de biología molecular, el flujo de trabajo y de las muestras debe ser
siempre unidireccional, desde las áreas limpias hacia las sucias, en el sentido único hacia
delante: pre-PCR -7 PCR -7 post-PCR.

Flujo de trabajo unidireccional en los laboratorecuadro


verde indica que el procedimiento se realiza en una sala limpia.
Los rios de biología molecular. El recuaLas flechas verdes indican
flujo unidirecdros morados indican que los procedimientos se
realizan cional correcto de muestras y trabajo. Lasen salas sucias.
flechas rojas indican flujo incorrecto de muestras.

Este flujo implica y pone de manifiesto la necesidad de que cada área de trabajo sea
autónoma en el sentido de que debe disponer de su propia infraestructura básica (cabinas,
centrífugas, baños, neveras, etc.) y del material de trabajo, pues no es posible el intercambio
entre las distintas salas.

El material de trabajo son las micropipetas automáticas, los equipos de protección


individual (guantes, batas desechables, gafas de protección, etc.) o el material fungible
(tubos, Eppendorf, gradillas, pipetas desechables, puntas de pipeta, rotuladores, etc.) y, por
supuesto, se debe evitar el retorno de cualquiera de ellos de las áreas «sucias» a las áreas
«limpias».
1.2.4. LAS CONDICIONES DE TRABAJO
Es evidente que en el laboratorio de biología molecular se aplican las normas y
restricciones de buenas prácticas genéricas que imperan en cualquier laboratorio, como la
prohibición de comer, beber, fumar, maquillarse, etc.

Pero también hay que establecer unas condiciones de trabajo específicas, que se
establecen con miras a impedir, o cuando menos minimizar, la contaminación de las
muestras y que consisten en unas normas para la manipulación de materiales y reactivas en
condiciones de esterilidad, como la técnica aséptica.

- La contaminación de las muestras


En este contexto, el término contaminación hay que entenderlo en su
significado más amplio, como la introducción accidental en la muestra de material
exógeno que altera su pureza.

Esta contaminación causa resultados erróneos o no interpretables. En este


sentido, los dos tipos de contaminantes más peligrosos son:

• Los ácidos nucleicos extraños a la muestra.

• Las enzimas no deseadas que degradan ácidos nucleicos (nucleasas) (EJ.


ARNasas). Las fuentes de contaminación pueden ser muy variadas:

• Contaminación cruzada por:

o Material no amplificado del medio ambiente o microorganismos


ambientales. Es el caso de los aerosoles generados durante la manipulación
de las muestras, como pipeteos, apertura de tubos Eppendorf, centrifugación,
etc.

o Contaminantes procedentes del propio personal técnico de


laboratorio. Como pueden ser células de descamación de la piel, pelo,
guantes contaminados, etc.

o Contaminantes de las superficies de trabajo. Son los que se


acumulan sobre las superficies de trabajo.

• Contaminación por productos amplificados generados mediante PCR en


el propio laboratorio (carryover en la terminología inglesa).

• Contaminación de los reactivos comerciales y del material fungible.


Esto es debido a que la mayoría de los fabricantes garantizan la esterilidad de sus
productos, pero esto no es sinónimo de ausencia de ADN o nucleasas. El término
estéril significa ausencia de microorganismos viables, pero algunos métodos de
esterilización no garantizan la eliminación del ADN de los microorganismos ni la
inactivación de las enzimas, sobre todo las ARNasas.

- Normas para la manipulación de materiales y reactivos


Una vez identificadas las fuentes de contaminación, hay que intentar
anularlas o prevenirlas. Algunas de las medidas más importantes, como la separación
física de las áreas de trabajo y el flujo unidireccional entre ellas, ya han sido
señaladas.

La contaminación de reactivos y material fungible por nucleasas se puede


evitar utilizando solo aquellos que estén certificados como libres de nucleasas. La
posible contaminación por ADN no se puede controlar, por lo que es importante
llevar un control exhaustivo de los reactivos (lotes, fechas de apertura, fechas de
caducidad, alicuotación (parte que se toma de un volumen o de una masa)) y realizar
controles negativos en todas las técnicas.

Pero una de las condiciones de trabajo más importantes para prevenir la


contaminación consiste en el uso de buenos hábitos de trabajo en condiciones de
esterilidad basados en la técnica aséptica.

- Técnica aséptica
En los laboratorios de biología molecular el concepto de técnica aséptica se
entiende como el conjunto de actividades encaminadas a prevenir la
contaminación por microorganismos, ácidos nucleicos y nucleasas.
De igual forma, hay que adaptar ese conjunto de actividades al entorno de
trabajo de este tipo de laboratorios. Al respecto, en el esquema a pie de página se
reseñan las más importantes, teniendo en cuenta que muchas de ellas cumplen un
doble objetivo: prevenir la contaminación de la muestra y evitar la contaminación del
trabajador por productos biológicos y químicos peligrosos.

• Lavado de manos. El lavado frecuente de manos es la norma de higiene


básica cuando se manipulan muestras biológicas y reactivos químicos,
independientemente de que se usen guantes.

• Uso de equipos de protección individual (EPI). Los principales equipos


de protección individual son guantes sin talco y batas. El uso de guantes debe
compaginarse con prácticas de trabajo que impidan su contaminación con las
muestras manipuladas.
Así, por ejemplo, los tubos Eppendorf con muestras y reactivos deben
centrifugarse brevemente antes de ser abiertos. En caso contrario, no solo se pueden
producir aerosoles, sino también micro-salpicaduras de pequeñas cantidades del
contenido retenidas en la cara interna de la tapa, contaminando guantes y
superficies.

• Descontaminación de superficies. La limpieza y descontaminación de las


superficies de trabajo se pueden realizar por métodos físicos, como la irradiación con
luz UV o por métodos químicos, como el lavado con soluciones de hipoclorito sódico
al 10% o descontaminan-tes comerciales (DNA Zap, DNA Remover, DNA Away, etc.).
(ejemplo de descontaminante: alcohol al 70%)

• Prevención de contaminación ambiental. Para prevenir la contaminación


cruzada ambiental es imprescindible el uso de:

o Cabinas de bioseguridad de clase II.

o Puntas de micropipeta especiales. Evitan la contaminación de las


pipetas automáticas por aerosoles producidos al aspirar los fluidos. Estas
puntas de pipeta pueden ser de dos tipos:

§ De desplazamiento positivo: tienen en su interior un


émbolo o pistón que las convierte en auténticas microjeringas. Las
pipetas que las utilizan tienen un vástago que encaja en el émbolo, el
cual sube y baja en el interior de la punta succionando y expulsando el
fluido, sin que este toque en ningún momento el cuerpo de la pipeta
ni se produzcan aerosoles.

§ Puntas con filtro: son las más utilizadas. Tienen un filtro en


su interior que impide que los posibles aerosoles alcancen el cuerpo
de la pipeta.

• Prevención de carryover. La contaminación por productos amplificados


es un serio problema en laboratorios de diagnóstico que amplifican continuamente
las mismas secuencias diana en un número muy elevado de muestras, puesto que la
contaminación con cantidades muy pequeñas de estos productos es suficiente para
producir falsos positivos.
La norma principal para evitar el carryover es no revertir nunca el flujo de
trabajo transportando muestras amplificadas desde las áreas de PCR o post-PCR a las
zonas de preparación de muestras y purificación de ácidos nucleicos (pre-PCR).
Esquema de una punta de pipeta automática de desplazamiento positivo y su
funcionamiento

*Métodos químicos: también añadimos en el esquema el alcohol al 70%

1.2.5. EL USO EFICIENTE DE LOS RECURSOS

El de biología molecular es un laboratorio muy especializado con unos elevados


costes, tanto en equipamiento e infraestructuras, como en reactivos. Por ello, para una
eficiente gestión de los recursos es imprescindible implantar estándares de calidad
adecuados y desarrollar indicadores de calidad que permitan comprobar que funcionan
correctamente.

Lo ideal es que el laboratorio esté certificado por una empresa acreditadora para el
cumplimiento de la norma de calidad ISO vigente en cada momento. En cualquier caso, el
uso eficiente de los recursos debería contemplar los siguientes puntos mínimos:

• Equipamiento e infraestructuras. Se debe contar con un plan de


mantenimiento (diario, semanal, mensual, etc.) y de revisiones técnicas periódicas.
El mantenimiento debe incluir las calibraciones, si se requieren y la limpieza
de los equipos.

• Reactivos. Hay que asegurar la trazabilidad de los reactivos, desde su


recepción hasta su consumo o eliminación por caducidad.
Esto implica registros de entrada, control de lotes y caducidades y almacenamiento
correcto.
• Recursos humanos. Todo el personal de nueva incorporación debe
recibir el adiestramiento adecuado a las funciones que vaya a desempeñar, así como
en materia de seguridad y gestión de residuos.
Se debe diseñar también un plan de formación continuada para adecuar los
conocimientos del personal de laboratorio a la rápida evolución que están
experimentando las tecnologías y procedimientos utilizados en biología molecular.

• Técnicas. Todos los procedimientos técnicos deben estandarizarse


mediante procedimientos normalizados de trabajo que incluyan todos los aspectos
de la técnica, desde la recepción de muestras hasta la emisión de informes, si
procede, con especificación de los controles necesarios.
En los laboratorios de diagnóstico, además, es imprescindible una buena
comunicación con los clínicos solicitantes de las pruebas, para evitar repeticiones y
solicitudes inadecuadas.

• Gestión medioambiental. El laboratorio debería contar con un código de


buenas prácticas medioambientales para:

o Intentar reducir, en la medida de lo posible, los consumos de agua,


electricidad y papel.

o Garantizar el correcto reciclado de los residuos de tipo urbano.


La infraestructura básica del laboratorio debería también estar acorde con este
principio (grifos de bajo caudal, iluminación de bajo consumo, aislamiento, etc.).

1.3. EL LABORATORIO DE CITOGENÉTICA Y CULTIVOS CELULARES


Para clarificar los conceptos a que nos referiremos, tenemos que establecer, desde el
principio, la diferenciación entre dos tipos de laboratorios:

• El laboratorio de cultivos celulares tiene como objetivo la propagación o


crecimiento de células eucarióticas de organismos pluricelulares en medios de
cultivo artificiales en condiciones controladas.
• El laboratorio de citogenética tiene como objetivo el estudio de los
cromosomas de especies eucarióticas. Centrándonos en el campo de la medicina, el
laboratorio de citogenética humana se dedica al estudio de los cromosomas
humanos, tanto desde una perspectiva morfológica (cariotipo), como molecular
(citogenética molecular). Aunque, en virtud de sus respectivos objetivos, se puede
suponer que ambos tipos de laboratorios son muy diferentes, la realidad es que
tienen muchos puntos en común, tanto en estructura, como en equipamiento y
condiciones de trabajo.

Ambos tipos de laboratorio comparten también su principal problema: la


contaminación de los cultivos por microorganismos (bacterias, hongos,
micoplasmas, virus). Estos microorganismos tienen una velocidad de crecimiento
en cultivo muy superior a la de las células eucarióticas, por lo que provocan la
muerte del cultivo en poco tiempo.

El laboratorio de citogenética se puede considerar como una ampliación


especializada del laboratorio genérico de cultivos celulares que engloba:

• Un área de cultivo celular enfocada a la obtención de células en mitosis.

• Un área de genética enfocada al estudio de los cromosomas metafásicos.


Por supuesto, en ambos tipos de laboratorios se debe implantar una política de
calidad para el uso eficiente de los recursos similar a la descrita para los laboratorios
de biología molecular.

Dado que el laboratorio de citogenética engloba más tecnologías y presenta mayor


complejidad que el de cultivos celulares, vamos a referirnos a él principalmente para
describir el equipamiento, la estructura y el flujo y las condiciones de trabajo.

1.3.1 EL EQUIPAMIENTO:

El laboratorio de citogenética requiere, por un lado, equipamiento específico para


realizar cultivos celulares, por otro lado, equipamiento específico para técnicas de
citogenética y, finalmente, equipamiento común a otros laboratorios.

1- Equipamiento específico para cultivos celulares

El equipo específico para cultivos celulares consta de una cabina de flujo


laminar, un incubador de CO2, un microscopio invertido y un equipo de criogenia.
Cabina de flujo laminar
La cabina de flujo laminar es la infraestructura en el interior de la cual se
realizan todos los procesos y manipulaciones de cultivos celulares: preparación de
medios, siembra de los cultivos, cambios de medio, subcultivos, etc.

La cabina adecuada para cultivos celulares es la cabina de seguridad biológica


de clase II, que previene la contaminación del cultivo y protege al trabajador y al
medio ambiente.

Consta de los siguientes elementos:

• Un panel frontal transparente, que contribuye a mantener la


estabilidad del flujo laminar en el interior.

• Una rejilla frontal, que genera una corriente entrante de aire que
impide el escape de posibles contaminantes por la ventana de trabajo.

• Un sistema mecánico que impulsa el aire entrante y el aire


recircularizado hacia la parte superior de la cabina.

• Un filtro HEPA de gran superficie, que forma el techo de la cabina.


Parte del aire impulsado por el sistema mecánico (70% en las cabinas IIA y
30% en las cabinas IIB) se fuerza a pasar a través de este filtro, generando un
flujo laminar estable libre de partículas y
microorganismos.

• Un segundo filtro HEPA, más pequeño que el anterior y situado


por encima de este, por el que se elimina al exterior el resto del aire
impulsado por el sistema mecánico.

Filtros HEPA

Los filtros HEPA (del inglés, High Efficiency Particle Arresting) son filtros de
aire de alta eficiencia que retienen partículas de tamaño superior a 0,2 μm con una
eficacia del 99,995%. Colocados en las cabinas de flujo laminar, retienen bacterias,
hongos, esporas y levaduras, evitando la contaminación de los cultivos por estos
microorganismos presentes en el medio ambiente.

Incubador de CO2
El incubador de CO2 es el aparato que proporciona las condiciones
ambientales óptimas para el crecimiento de las células en el medio de cultivo.

Consta de los siguientes dispositivos:


• Control de temperatura, responsable de fijar y mantener estable
la temperatura óptima para cada tipo de cultivo.

• Recircularización del aire interior, para homogeneizar la


temperatura.

• Control de CO2. El CO2 puro se suministra comprimido en botellas


presurizadas (mantener constante la presión de un espacio cerrado,
independientemente de la exterior) y este dispositivo lo mezcla con aire en la
proporción adecuada (4-7%) y lo inyecta en el interior del incubador. Suelen
ponerse al 5% para mantener el Ph ligeramente ácido.

• Control de humedad. En el interior del incubador se requiere una


humedad ambiente elevada para evitar la evaporación del medio de cultivo.
Los incubadores más sencillos lo consiguen, simplemente, colocando una
bandeja con agua en el suelo del incubador. Sin embargo, esta solución no es
la ideal por la facilidad con la que se contamina esa agua. Por ello, los
incubadores actuales incorporan un dispositivo de control de humedad que
inyecta agua estéril. Humedades relativa se mantiene en el 25%

Incubador roller
Un tipo especial de incubador, que no se utiliza en citogenética pero sí en
algunos laboratorios de cultivos celulares, es el llamado incubador roller. Se emplea
para incubar cultivos de células que solo crecen en monocapa en botellas especiales
cilíndricas con una gran superficie de adhesión.

Este incubador incluye en su interior un sistema de rotación a baja velocidad


sobre el que se colocan las botellas de cultivo, de manera que van rotando
lentamente y las células pueden crecer en toda la superficie de la botella.

Incubador de CO2 para cultivos celulares


Microscopio invertido

El control del crecimiento de un cultivo se realiza por observación


microscópica directa. Ahora bien, el tamaño de los frascos de cultivo impide la
utilización de un microscopio óptico convencional y por ello se recurre a un
microscopio invertido.

Permite observar células sin colorear, el útil, y el útil permite ver células vivas.

El microscopio invertido se caracteriza por tener invertidas la posición de la


fuente de luz (por encima de la platina) y el revólver de objetivos (por debajo de la
platina) respecto de un microscopio convencional.
Lo ideal, además, es que el microscopio esté equipado con un sistema de contraste
de fases para facilitar la visualización de las células en crecimiento, ya que se trata de
estructuras vivas, transparentes y sin coloración.

Contraste de fases: utiliza los cambios del índice de refracción para producir
imágenes de alto contraste en especies transparentes

Equipo de criogenia
El equipo de criogenia permite conservar a largo plazo y en forma viable
muestras de células y líneas celulares.

El equipo de criogenia mínimo está constituido por un tanque o depósito de


nitrógeno líquido. Se puede ampliar con una nodriza para rellenar el tanque o con
una instalación que conecte con un suministro centralizado de nitrógeno.

Es un equipamiento imprescindible en los laboratorios de cultivos celulares,


optativo en los de cito-genética.

2- Equipamiento específico para citogenética


En el equipo específico para citogenética son fundamentales:

• Un equipo de análisis de imagen. Es básico para documentar y


analizar metafases, con el fin de obtener un cariotipo. Consta de los
siguientes elementos:

o Microscopio óptico convencional de luz transmitida, para


visualizar las metafases teñidas con técnicas de bandeo.

o Cámara digital, para obtener imágenes de las metafases


para su posterior análisis.
o Software específico para análisis de meta-fases. Existen
varios programas informáticos comerciales que analizan las
metafases, cromosoma a cromosoma, permitiendo su reconocimiento
con base en el patrón de bandas y su emparejamiento para obtener el
cariotipo.
• Un microscopio óptico convencional y de fluorescencia. Debería
ser un microscopio distinto al del análisis de imagen. Se utiliza para recuentos
de células, estudios de viabilidad y morfología celular, visualización de
preparaciones de hibridación in situ fluorescente, etc.

3- Equipamiento común
Entre el equipamiento común de los laboratorios de citogenética y cultivo
celular es habitual encontrar:

• Un equipo de esterilización. La esterilidad de todo el material y


de los reactivos que estén en contacto con los cultivos es imprescindible. Por
esta razón, estos laboratorios deberían contar con un equipo de esterilización
compuesto por: o Un autoclave para esterilizar todo tipo de material.

o Un sistema de filtración con filtros de 0,22 μm para


esterilizar soluciones.

• Un sistema de purificación de agua. El agua utilizada para


preparar reactivos y medios de cultivo tiene que ser ultrapura, estéril y libre
de apirógenos.

• Nevera y congeladores de - 20°C y - 80°C. Un sistema de frío es


necesario para conservar a las temperaturas adecuadas los distintos reactivos
empleados en el laboratorio.

• Otros equipamientos. También pueden resultar necesarios otros


equipamientos comunes como centrífugas con rotores apropiados para los
tubos con los que se trabaje, placa calefactora si se hace hibridación in situ,
pHmetro, balanza, agitador magnético, pipeteadores automáticos, etc.

1.3.2. LA ESTRUCTURA DEL LABORATORIO


Al igual que en el laboratorio de biología molecular, la prevención de la
contaminación condiciona la estructura de los laboratorios de citogenética. Por eso, en estos
laboratorios también se aplica el criterio de la separación física de áreas «limpias» y
«sucias».

Así, un laboratorio de citogenética completo debe estructurarse como mínimo en


tres salas:

1. Sala de cultivos. Es la sala «limpia» del laboratorio, en la que se van a


realizar todos los procedimientos directamente relacionados con el cultivo celular.
Debe estar situada en una zona tranquila, alejada de vías de paso habituales
para evitar turbulencias. Lo ideal es que esté dotada de un sistema que le suministre
aire filtrado y una ligera presión positiva, para que el aire ambiente esté, en lo
posible, libre de microorganismos.

En esta sala se dispondrán las cabinas de flujo laminar, los incubadores y el


microscopio invertido.

2. Sala de laboratorio convencional. Es la sala «sucia», con el resto del


equipamiento, excepto el equipo de criogenia.
En esta sala se van a realizar todos los procedimientos que no están
directamente relacionados con el cultivo celular, como la preparación de
extensiones, tinciones, cariotipos, citogenética molecular, etc.

Esta área puede tener una zona oscura para el microscopio de fluorescencia.

3. Sala de frío, con los congeladores y el equipo de criogenia. Esta sala


debe estar separada de la sala de cultivos, porque los congeladores generan
bastantes turbulencias. Lo ideal es que esta sala sea una cámara frigorífica, para
minimizar el consumo de nitrógeno líquido y alargar la vida de los congeladores.

1.3.3. LAS CONDICIONES DE TRABAJO: TÉCNICA ASÉPTICA


Los hábitos de trabajo en los laboratorios de cito-genética y cultivos celulares están
totalmente condicionados por la prevención de la contaminación.

En este sentido, las condiciones de trabajo en la sala de cultivos se ajustan a una


estricta técnica aséptica que impida la contaminación de los cultivos por microorganismos;
por eso, todas las manipulaciones se realizan dentro de la cabina de flujo laminar.

Entre las normas más importantes, que afectan también al protocolo de trabajo en la
cabina de flujo laminar, se pueden citar las siguientes:
• Lavado frecuente de manos.

• Uso de guantes y batas desechables estériles. La puerta de la sala


siempre debe estar cerrada.

• Uso exclusivo de material y reactivos estériles. El material desechable


estéril no es intercambiable con el de otras salas.

• No introducir mecheros bunsen en las cabinas porque generan


turbulencias que alteran el flujo laminar.

• Colocar en el interior de la cabina exclusivamente el material que se vaya


a utilizar en la sesión de trabajo.

• No sacar el material estéril de su embalaje hasta el momento de uso,


evitando tocar con él cualquier superficie.

• El material usado reutilizable de vidrio se puede colocar en un recipiente


con hipoclorito al 10% hasta finalizar la sesión de trabajo. Después se lleva al
laboratorio general para su limpieza y esterilización.

• El material fungible utilizado en la cabina se deposita en contenedores


adecuados para material contaminado, que se retiran al finalizar la sesión de trabajo.

• Restringir el acceso a la sala de cultivos exclusivamente al personal que


esté realizando algún procedimiento. No se deben recibir visitas en esta sala.

• Limpieza de las cabinas de flujo laminar con etanol al 70% o


desinfectante comercial apropiado para cabinas al finalizar cada sesión de trabajo.

• En las cabinas dotadas de lámpara germicida UV, esta se puede conectar


después de la limpieza un máximo de 30 minutos.

• Realizar un mantenimiento programado de las cabinas (mínimo anual)


que incluya comprobación del filtro HEPA.

• Limpieza y desinfección de superficies con etanol al 70% o desinfectantes


apropiados.

• Por supuesto, son también de aplicación todas las normas básicas de


trabajo aplicables a cualquier laboratorio.

Por supuesto que el diseño de los laboratorios también debe responder a criterios
para prevenir riesgos genéricos comunes a cualquier puesto de trabajo ya se trate de un
laboratorio, una oficina, un almacén, etc. como pueden ser riesgos físicos (caídas),
eléctricos (electrocuciones) o de incendios.

1.4. LA SEGURIDAD EN EL LABORATORIO


Aunque, como se ha visto en los apartados anteriores, el diseño de los laboratorios
responde al criterio de prevenir la contaminación de las muestras, también debe responder
a criterios de seguridad.

La seguridad en los laboratorios de biología molecular, citogenética y cultivos


celulares hace referencia a la prevención de la exposición del personal a agentes nocivos y
también a impedir la liberación de estos al exterior.

En función de la naturaleza de estos agentes, la seguridad puede ser:

• Biológica o bioseguridad. Trata de la prevención ante agentes patógenos


y toxinas.

• Química. Para la prevención en lo referente a la exposición a agentes


químicos.

1.4.1. Bioseguridad

La bioseguridad de un laboratorio engloba todas las normas, técnicas,


prácticas y hábitos de trabajo que intentan evitar la exposición accidental (no
intencionada) del personal a agentes biológicos potencialmente peligrosos
(patógenos y toxinas) o su liberación al medio ambiente.

En este sentido, cualquier muestra biológica debe considerarse como


potencialmente peligrosa y deben adoptarse las medidas mínimas de protección en
lo que hace referencia al uso de EPI.

En los laboratorios de biología molecular, el principal problema de


bioseguridad lo plantea el trabajo con microorganismos en general y con organismos
modificados genéticamente (GMO), en particular.

El Real Decreto 178/2004, de 30 de enero, por el que se aprueba el


Reglamento General para el Desarrollo y Ejecución de la Ley 9/2003, de 25 de abril,
por la que se establece el régimen jurídico de la utilización confinada, liberación
voluntaria y comercialización de organismos modificados genéticamente, en su
artículo 12, clasifica las actividades de utilización confinada de los GMO en cuatro
tipos en virtud del riesgo para la salud humana y el medio ambiente: Tipo 1: Riesgo
nulo o insignificante.

• Tipo 2: Riesgo bajo.

• Tipo 3: Riesgo moderado.


• Tipo 4: Riesgo alto.

Esta valoración del riesgo hay que hacerla siguiendo los criterios que
establece el propio RD (Anexo I) donde se describen los elementos que se deben
tener en cuenta y el procedimiento que se aplica para realizar la evaluación del
riesgo.

También establece (Anexo II) las medidas de protección y confinamiento


mínimas según el tipo de actividades desarrolladas en el laboratorio.

En los laboratorios de citogenética y cultivos celulares se deberían aplicar


como mínimo las medidas de protección y contención de nivel 2, excepto que se
trabaje con microorganismos con un riesgo superior.

1.4.2. Seguridad química

El RD 363/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el reglamento sobre


notificación de sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de sustancias
peligrosas, establece hasta 15 tipos de sustancias peligrosas con base en sus
características fisicoquímicas, características toxicológicas y peligrosidad para la salud
humana.

Muchos de los reactivos utilizados en los laboratorios de biología molecular y


citogenética y cultivos celulares se encuadran dentro de alguna de estas categorías.

En consecuencia, las buenas prácticas de laboratorio referidas a seguridad


química deben incluir medidas para:

• Prevenir la exposición del personal a estas sustancias,


entendiendo por exposición el contacto con ellas por penetración cutánea,
inhalación o ingestión.

• Su almacenamiento seguro.

• Gestión eficiente de los residuos que generen.


Estas medidas se establecerán con base en el catálogo de productos
utilizados en el laboratorio y de acuerdo con la Ficha de Datos de Seguridad (FDS)
específica de cada producto, que aporta información de hasta 16 apartados relativos
a la composición, manipulación, peligros, vías de exposición, efectos tóxicos,
almacenamiento, eliminación y primeros auxilios.

• La FDS debe ser suministrada obligatoriamente por el distribuidor


del producto y debe guardarse en el laboratorio para su posible consulta por
todo el personal ante cualquier eventualidad.

• Como medidas genéricas se pueden mencionar las siguientes:

• Utilización de los EPI adecuados a las posibles vías de exposición


de cada producto.

• Prohibición de pipetear con la boca.

• Manipulación de productos volátiles en el interior de campanas


de aspiración de gases.

• Manipulación de productos inflamables alejados de fuentes de


calor y llamas.

• Correcto etiquetado de todos los envases que contengan agentes


químicos, incluyendo las soluciones stock y de trabajo preparadas en el
laboratorio a partir de productos puros. El etiquetado debe incluir, como
mínimo, el nombre del producto, la fecha de preparación y el pictograma de
peligro, en su caso.

• Almacenamiento de los productos químicos en armarios


adaptados a sus características de peligrosidad (inflamables, tóxicos,
corrosivos, etc.) y respetando siempre las incompatibilidades.

• Como ejemplos de sustancias peligrosas habituales en los


laboratorios de biología molecular y citogenética se pueden mencionar los
siguientes:

o Inflamables: alcoholes (etanol, isopropanol, metanol).

o Tóxicos y muy tóxicos: acrilamida, azida sódica, bromuro de


etidio, diaminobencidina (DAB), formamida, tetrametil urea.

o Carcinógenos: acrilamida (grado 2), DAB (grado 2),


formaldehído (grado 1). o Mutágenos: acrilamida (grado 2), bromuro
de etidio (grado 3).
o Teratógenos y/o perjudiciales para la fertilidad: acrilamida
(grado 3), formamida (grado 2), tetrametil urea (grado 1).

1.4.3. Equipamiento y normas de seguridad

La distribución del laboratorio, las instalaciones, la señalización y el


equipamiento deben ser los adecuados para minimizar y prevenir los riesgos
comunes a cualquier laboratorio. En concreto:

• Deben disponer de instalaciones de emergencia


convenientemente señalizadas, como duchas de emergencia, lavaojos,
extintores, etc.

• Estar dotados con los equipos de protección individual (EPI)


adecuados, según las muestras que se manipulen y los procedimientos que se
desarrollen, como guantes, batas desechables, gafas de seguridad,
mascarillas, pantallas, etc.

• Deben tener instalaciones adecuadas para el almacenamiento de


sustancias tóxicas y peligrosas, como armarios para inflamables y armarios
específicos para sustancias químicas tóxicas y corrosivas.

• Deben tener contenedores adecuados para la recogida selectiva y


la clasificación de residuos.

• Deben disponer de kits para recogida de derrames de productos


químicos y citotóxicos.

• Debe contar con un manual de seguridad y un plan de gestión de


residuos.

Por otra parte, el personal debe cumplir también una serie de normas básicas
de comportamiento en los laboratorios:

• Lavado frecuente de manos.

• Utilización de los EPI adecuados.


• Uso de ropa de trabajo adecuada y abrochada, evitando, en lo
posible, las mangas anchas, los colgantes, los zapatos abiertos y, en general,
la ropa que deje al descubierto una parte importante del cuerpo.

• Prohibición de comer, beber, fumar y maquillarse.

• Uso de gafas de seguridad cuando se llevan lentes de contacto.

• Prohibición de pipetear con la boca.

• Recibir la formación adecuada para el manejo de los aparatos.

• Conocer el plan de gestión de residuos y el manual de seguridad


del laboratorio y cumplir las normas de actuación que recogen ambos
documentos.

1.4.4. El manual de seguridad

El manual de seguridad es un documento de obligado conocimiento de todo


el personal del laboratorio.

Debe contener la siguiente información:

• Evaluación de los riesgos inherentes a cada puesto de trabajo en


el laboratorio.

• Descripción y normas de utilización del equipamiento de


seguridad del laboratorio (cabinas de bioseguridad, cabinas de aspiración de
gases, EPI, etc.).

• Hábitos de trabajo apropiados para minimizar los riesgos de


exposición.

• Normas de almacenamiento de productos químicos.


• Normas para la eliminación de desechos y gestión de residuos,
incluyendo los derrames.

• Normas de actuación en casos de emergencias, accidentes


biológicos y accidentes químicos.

1.4.5.Gestión de residuos
Los laboratorios de biología molecular y citogenética deben disponer de un
plan de gestión de residuos tóxicos y peligrosos, en virtud de su actividad.

El plan de gestión de residuos tóxicos y peligrosos debe incluir medidas para


la recogida selectiva, la clasificación y el almacenamiento temporal de residuos hasta
su recogida por una empresa gestora.

En concreto se deben especificar medidas para gestionar:

• Residuos biosanitarios especiales. Entre este grupo o clase de


residuos se incluyen los objetos punzantes y cortantes que han estado en
contacto con productos biológicos, cultivos microbiológicos y material
contaminado con los mismos, cultivos celulares, grandes cantidades de
sangre y otros líquidos biológicos, etc.

• Residuos químicos. Se incluyen los envases que han contenido


productos químicos, reactivos caducados o innecesarios, los EPI
contaminados, los filtros de cabinas de aspiración de gases, los derrames, etc.

• Residuos citotóxicos. Incluye los restos de productos


carcinógenos, mutágenos y teratógenos, así como los envases que los hayan
contenido.

• Residuos radiactivos.

Como norma general, los residuos se recogen en:

• Contenedores para los residuos sólidos.

• Garrafas en el caso de residuos líquidos.

Y deben cumplir con:

• Estar homologados y ser específicos para cada tipo de residuo.


• Ser diferenciados normalmente por código de color.

• Estar perfectamente etiquetados.

En cuanto a su manejo, no se deben llenar más de 2/3 de su capacidad y


deben cerrar herméticamente.

Finalmente, el plan de gestión de residuos debe especificar las normas de


actuación en caso de derrames.

Contenedores homologados
para recogida de residuos
peligrosos, diferenciados por
código de colores según el
tipo de residuo y
perfectamente etiquetados.
En este caso, el contenedor
amarillo es para residuos
químicos y el contenedor azul
para residuos citotóxicos.

Derrames
Los derrames se cuentan entre los accidentes de laboratorio más comunes y
entrañan cierta peligrosidad. Su gestión implica tres acciones que deben ejecutarse
de forma inmediata:

1. Neutralización. Va a depender de las características químicas del


producto derramado.

2. Absorción. El material absorbente que se use dependerá de la


naturaleza del derrame.

Algunos ejemplos son:

a. Serrín para líquidos no inflamables ni tóxicos ni corrosivos.


b. Carbón activo, para líquidos inflamables, tóxicos o
corrosivos.

c. Absorbentes-neutralizadores comerciales, para cualquier


derrame líquido según indicaciones de la casa comercial.
d. Celulosa para absorber directamente derrames de pequeñas
cantidades.
3. Eliminación. El residuo se introduce en un envase adecuado y se
elimina en el contenedor específico.

a. Los derrames de productos en polvo se recogen


directamente, evitando la formación de aerosoles y de polvo en
suspensión.

b. Los derrames de productos volátiles tóxicos por inhalación


recogidos con celulosa deben ser eliminados rápidamente en envases
adecuados con cierre hermético; o bien poner la celulosa en una
cabina de aspiración de gases con filtro de carbón activo hasta su
evaporación y posterior tratamiento como residuo químico.

Durante la realización de estas actividades:

• Debe restringirse el acceso al laboratorio.

• Las personas responsables de la recogida deben estar


equipadas con los EPI adecuados al producto derramado.

• Se debe tener especial cuidado con derrames de líquidos


inflamables y volátiles.

ORGANIGRAMA

Hay diferentes legislaciones y estructuras en la organización de laboratorios


citogenéticos en Europapa. En España existen laboratorios de citogenética públicos y
también privados. La mayoría de los laboratorios públicos están incluidos en hospitales de
referencia, otros dependen de unidades y fundaciones públicas. En el sector privado,
numerosos laboratorios realizan análisis citogenéticos de forma específica o bien dentro de
una cartera de servicios más generales.
A pesar de la variedad de centros, todos ellos poseen un organigrama del personal
con niveles crecientes de responsabilidad. La composición del organigrama dependerá del
carácter público o privado y si está incluido o no en un laboratorio general. En todos los
casos, la máxima responsabilidad corresponde al director o supervisor del laboratorio.

El personal del laboratorio incluye:

• El director o supervisor del laboratorio. Es el responsable del día a día y


del control del laboratorio. Coordina las distintas secciones del laboratorio.
Proporciona atención directa a los médicos solicitantes de las pruebas (en los centros
públicos) o de los clientes (en los centros privados). Se encarga de supervisar las
técnicas utilizadas y la posibilidad de implementación y validación de nuevas
técnicas.

• Por debajo del director o supervisor del laboratorio se encuentran los


coordinadores de cada sección (citogenética, biología molecular).

• El responsable de la sección de citogenética. Debe ser un


científico/médico de alto nivel, con la adecuada cualificación y experiencia en las
operaciones de laboratorio y en citogenética clínica. Su función es la de supervisar
directamente todo el trabajo de diagnóstico. Controla las técnicas y el personal
asociado. Soluciona los posibles problemas que puedan surgir. Controla todas las
etapas del proceso de análisis, desde la recepción de las muestras hasta la emisión
del informe e interpretación de los resultados. Dependiendo de la carga de trabajo
podrá disponer de 1 o más facultativos y personal técnico.

• El personal facultativo controlará la calidad de las muestras. Realizará el


estudio, análisis e interpretación de los resultados obtenidos y emitirá el
correspondiente informe. El personal facultativo debe disponer de la suficiente
formación y experiencia.

• El personal técnico. Se encarga de la recepción, el procesamiento de las


muestras recibidas en el laboratorio. Está encargado también de gestionar el stock de
los reactivos, esterilización de la zona estéril. Los miembros del personal deben tener
la formación y experiencia adecuada para el tipo de técnicas que se están realizando.

• El personal de prácticas. Todo el personal en prácticas debe seguir un


programa de formación con un supervisor designado.

• Personal auxiliar. Incluye el personal de limpieza del laboratorio.


• El personal administrativo, además de las tareas administrativas,
también puede encargarse de: preparar informes citogenéticos, el almacenamiento y
la recuperación de los registros citogenéticos y responder a consultas generales al
departamento.

PERSONAL
El personal que trabaje en los laboratorios de citogenética debe tener la formación y
experiena adecuada para la realización de las técnicas previstas en las diferentes áreas de
trabajo.

Tanto el director o supervisor del laboratorio como los responsables de sección y


facultativos deben poseer una amplia formación en citogenética clínica, tanto en sus
aspectos técnicos como diagnosticos. Deben realizar una formación continuada con el fin de
actualizar sus conocimientos e incorporar nuevas técnicas que permitan un diagnóstico más
preciso.

El personal técnico debe tener la formación de técnico superior en análisis clínico, y


un entrenamiento en las técnicas de citogenética. Es importante que tengan cualidades
como el orden, responsabilidad, capacidad de trabajo en equipo e iniciativa personal. Deben
realizar una formación continuada.

Todo el personal del laboratorio debe conocer los PNT (procedimientos normalizados
de trabajo) y las normas de esterilidad y bioseguridad.

El número de personas que conforman el laboratorio de citogenética depende de la


carga de trabajo diagnóstico del laboratorio, del grado de automatización y complejidad de
los análisis realizados.

El número de personas debe ser suficiente para garantizar que no ocurran demoras
innecesarias en el procesamiento de las muestras y que se proporciona la cobertura
apropiada durante ausencias por bajas o vacaciones. Las cargas de trabajo que el laboratorio
adopte deben garantizar la aplicación de la norma ISO. Debe asignarse el tiempo suficiente
para el desarrollo del traabajo y para la formación profesional continua del personal.

PERSONAL TÉCNICO
En este apartado se describen las funciones y la formación del personal
técnico de un laboratorio de citogenética.
Funciones del personal técnico:
Las funciones de cada uno de los integrantes del laboratorio de
citogenética deben estar perfectamente establecidas y definidas, de esta
forma el trabajo se realizará con eficacia y calidad. El personal técnico tiene
asignadas las tareas que abarcan desde la recepción de la muestra hasta el
momento en el que está lista para su análisis. El estudio cromosómico, la
interpretación y elaboración del informe corresponde al personal facultativo.

Las funciones del personal técnico corresponden a las tareas que se


van realizar en cada zona trabajo y son las siguientes:

• Recepción, registro e identificación de las muestras, comprobando


que cada muestra corresponde a la petición adjunta.

• Conservación y preparación de las muestras para ser procesadas.

• Siembra, seguimiento y mantenimiento de los cultivos según el


tipo de muestra.

• Procesado de los cultivos y obtención de las extensiones con las


metafases.
• Bandeo y tinción de las extensiones.

• Preparación de los reactivos.

• Almacenamiento, conservación y control de las muestras


procesadas.

• Calibración, limpieza y mantenimiento de los equipos.

• Control del stock de los reactivos necesarios.

• En los laboratorios en los que poseen equipos automáticos de


captura de metafases, el personal técnico se ocupará de la carga de
extensiones y programación de estos equipos.

• El personal técnico entrenado puede realizar en la parte de


estudio que corresponde el cariotipado de las muestras, siempre bajo la
supervisión de un facultativo.
FORMACIÓN DEL PERSONAL TÉCNICO
El personal técnico de un laboratorio de citogenética debe poseer la
titulación de técnico de laboratorio clínico. La formación teórica la realiza en el
centro formativo; la formación práctica la recibe durante un periodo de prácticas
tuteladas en centros de trabajo.

Para realizar la formación en técnicas citogenéticas será necesario un periodo


de formación en un laboratorio de citogenética de 3 a 6 meses. De igual forma,
deben realizar una formación continuada para mantenerse al día en las nuevas
técnicas.

Procedimientos de laboratorio;
Todos los procedimientos normalizados de trabajo (PNT) y protocolos deben ser
autorizados y validados por el director del laboratorio y por los responsables de su sección.
Estos PNT deben ser conocidos y seguidos por todo el personal del área correspondiente.
Deben ser actualizados anualmente. Es recomendable que el laboratorio de citogenética
participe en controles de calidad internos y externos con el fin de garantizar que se siguen
protocolos de trabajo adecuados y eficaces.

Las muestras que se analizarán pueden extraerse en el mismo centro o en otros


centros. Se pondrá a disposición de los centros remitentes las condiciones de extracción,
conservación y envío de las muestras para cada tipo de estudio. A su vez, el laboratorio debe
tener politicas para remitir las muestras a otros laboratorios en aquellos casos que
requieren técnicas más especializadas de las que no se disponen a nivel local, por ejemplo,
análisis de rotura de cromosomas, microarray, secuenciación...

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