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Idea del bien

La filosofía platónica gira alrededor de los términos griegos "idea", "eidos", o "forma". No hay que
entender las ideas platónicas en un sentido ordinario, es decir, las ideas de Platón no son los
pensamientos que tenemos los humanos sobre las cosas. Las ideas son entidades independientes de la
mente humana, aunque el hombre no exista, ellas sí lo hacen. Son atemporales, eternas e
independientes de la materia. Platón nunca estableció un número exacto de ideas, afirmó la existencia
de algunas como la justicia, la belleza, la igualdad, la paridad, la imparidad etc. Y negó la existencia de
otras como la de maldad, de pelo o uña. De entre todas ellas, la idea del bien es la que mayor
importancia tiene y está por encima de las demás. El filósofo no dio una definición precisa, pero en el
mito de la caverna, la identificó con el sol. El sol hace posible por medio de su luz, ver el resto de cosas
(los árboles, el lago, el cielo etc). La idea del bien realiza esa función, permitiendo el conocimiento de las
otras ideas. Platón la definió como "la causa de todo lo bello y bueno que existe".

La idea del bien también tiene importancia en el pensamiento político de Platón: es necesario que el
individuo y la sociedad, conozcan la idea suprema del bien para poder vivir adecuadamente y en
armonía.

Dialéctica
En La República Platón define la dialéctica como un saber que consiste en preguntar y responder para
alcanzar conocimientos verdaderos. En otras ocasiones Platón extendió el significado de dialéctica a
alcanzar a conocer las ideas del mundo inteligible. Ese es el proceso de la dialéctica: es el método que
permite pasar de las opiniones falsas del mundo sensorial a la ciencia verdadera del mundo inteligible.

Para realizar la dialéctica, es necesario ejercitar y preparar el alma: la gimnasia, la música, el


razonamiento lógico y el estudio de las matemáticas son la vía para finalmente conocer las ideas. A esto
hay que añadir la justicia; solo un alma justa o pura podrá llegar a ese conocimiento. La maldad y la
injustica imposibilitan cualquier aprendizaje sobre las ideas. Las ideas son puras y necesitan de un alma
pura que puedan ser pensadas. Quienes llevan a cabo la dialéctica son los filósofos.

Opinión
Es el conocimiento que se fundamenta en la percepción y que se refiere al mundo sensible. Dentro de la
escala de conocimientos, es el de menor grado. No es posible, dado el continuo devenir del mundo de
las cosas, alcanzar conocimientos verdaderos sobre el mundo sensible, pero sí existe un conocimiento
inferior al que llamó doxa (opinión). La doxa, la dividió a su vez en dos partes; la eikasia (imaginación) y
la pistis (creencia), que estudia la naturaleza y la física. La primera es inferior a la segunda.

La ciencia (episteme), es la forma de conocimiento más elevada y es superior a la doxa. Sus enunciados
son siempre verdaderos e inmutables, su objeto de estudio son las ideas. Platón también realizó una
división dentro de la episteme. Por un lado está el conocimiento matemático, al que llamó dianoia, y por
encima de él, esta la captación de las ideas mismas como la del bien, la belleza, la justica y demás. A esta
inteligencia, la llamó noesis. Platón planteó los conceptos de doxa y episteme en su libro La República

Reminiscencia
Para Platón, captar las ideas eternas consiste en recordarlas y no en aprenderlas. Lo argumenta de la
siguiente manera: en el Fedón, afirma que no es posible explicar el conocimiento de ciertas ideas como
la justicia o la igualdad en base a la experiencia. Pues es imposible conocer mediante los sentidos la
belleza en sí o la justicia en sí. Sin embargo, nuestra alma a pesar de no haber visto nunca tales ideas con
los sentidos, sí conoce en cierta medida, qué es la belleza o qué es la igualdad. Esto le lleva a Platón a
sostener que conocemos dichas ideas porque anteriormente a nuestra vida, nuestra alma habitaba en
el mundo inteligible y allí las contempló directamente. Sin embargo, al nacer el alma pierde el
conocimiento de las ideas. Con el tiempo, vamos lentamente recuperando ese conocimiento gracias a la
experiencia sensible. En realidad el conocimiento de las ideas no es algo que aprendemos por primera
vez, es un conocimiento que ya sabíamos antes de nacer, que luego olvidamos y que después
recordamos. Platón, al plantear el concepto de reminiscencia, se posiciona a favor de la inmortalidad del
alma.
Relacionar a Platón con los filósofos presocráticos
El pensamiento platónico recibió numerosas influencias de los filósofos presocráticos, su filosofía reúne
elementos de varios de ellos. Una de las principales influencias las toma de Heráclito y Parménides. En la
división de los mundos que realiza, podemos ver claramente el influjo de ambos.

El mundo de las cosas, está para Platón sometido a la generación, a la muerte y está en constante
cambio. Esto se relaciona directamente con la sentencia de Heráclito: "nada permanece, todo cambia".
En cambio, el mundo de las ideas sí es invariable, universal y eterno. Aquí se refleja el pensamiento de
Parménides, ya que este filósofo caracteriza al Ser de esa manera también. Para Parménides, el no ser
no existe, y el Ser es lo único que existe. Parménides plantea que no pueden existir cambios en el
universo; un cambio implica una transición entre el Ser y el no ser, cuando algo cambia, deja de ser ese
algo que era y se convierte en otra cosa, cayendo temporalmente en el no ser, y el no ser no existe y no
puede surgir nada del no ser. Aunque veamos cosas que cambian, en realidad es solo una ilusión de los
sentidos. El Ser, por tanto, tiene que ser imperecedero, invariable y eterno. Estos atributos que
Parménides otorgó al Ser, son los que Platón utiliza para describir las ideas. De este filósofo también
retoma los conceptos de doxa (opinión) que lo reserva para las cosas sensibles y la vía de la verdad, que
es la vía para el mundo inteligible.

Otro filósofo presocrático del que recibe influencias fue Pitágoras; de él toma la idea de la inmortalidad
del alma, así como la idea de que el saber filosófico y matemático sirve para purificar el alma. Tanto
Pitágoras como Platón, ven la muerte como una liberación, pues es en ese momento donde por fin, el
alma es completamente pura al perder su cuerpo corrupto. La frase pitagórica: "el cuerpo es la cárcel
del alma" se extiende también al pensamiento platónico.

Finalmente, queda por explicar la crítica que hace Platón a los filósofos materialistas como Tales (agua),
Anaximandro (apeiron), Anaxímenes (aire), Empédocles (agua, aire, tierra y fuego), Anaxágoras
(semillas) y Demócrito y Leucipo (los átomos). Todos ellos caen el error de hacer explicaciones basadas
en el mundo sensible, cuando el verdadero conocimiento solo puede proceder del inteligible.

Relacionar a Platón y Sócrates


Sócrates fue el maestro de Platón y tuvo una gran repercusión en su pensamiento. En sus diálogos,
Sócrates es siempre el personaje principal y se emplean las maneras sencillas de enseñanza que
Sócrates utilizaba en sus conversaciones con los demás, como la mayéutica y la ironía. La mayéutica
consiste en guiar al interlocutor hacia una conclusión verdadera y la ironía socrática en refutar la
posición inicial del interlocutor y entonces la persona reconoce que estaba equivocada o que no sabe los
suficiente. Además, la moral socrática también influyó en el pensamiento de Platón, ambos filósofos
unen la sabiduría con la justicia; un sabio es necesariamente justo y bueno. Otro punto en común entre
Platón y su maestro, son las nociones de verdad y de justicia; los dos defienden la existencia de verdades
universales y de un modelo de justica universal.

Platón, al igual que Sócrates, criticó severamente a los sofistas. El relativismo que planteaba Protágoras
es contrario al pensamiento platónico; según Protágoras cada hombre podía tener su propia verdad, sin
ser posible alcanzar verdades objetivas ya que ninguna opinión es más verdadera que otra. Esto es
rechazado ampliamente por Platón; el conocimiento de las ideas sí permite establecer conocimientos
verdaderos y objetivos. Las matemáticas y el conocimiento de las ideas son ciencias (episteme) que son
válidas para la humanidad entera, no se pueden relativizar o decir que solo valen para unas personas y
para otras no. Por otro lado, Platón también criticó el escepticismo radical de Gorgias; según él, ningún
tipo de conocimiento es posible, lo que para Platón de nuevo es algo carente de sentido ya que sí es
posible el conocimiento de las ideas y de las matemáticas.

Por último, los sofistas en consonancia con sus ideas, mantenían que las leyes, las costumbres y las
formas de gobierno eran simplemente diferentes sin ser posible defender unos tipos de gobierno sobre
otros. Esto de nuevo contradice el pensamiento político de Platón, pues para él si cabe una forma ideal
de gobierno, donde los filósofos que conocen las ideas, gobiernan la ciudad de acuerdo a la idea de bien
y de justicia de forma autoritaria. Los otros sistemas de gobierno son claramente inferiores y conducen
al desorden, a los conflictos sociales, a las desigualdades económicas o a la corrupción.

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