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FOBIA ESPECÍFICA

Mi Lugar Seguro
Las fobias específicas son un miedo
extremo a objetos o situaciones que
suponen poco o ningún peligro, pero
que te provocan una gran ansiedad,
esta reacción se caracteriza por ser
desproporcionada al peligro real que
supone el estímulo o la situación
temida.
La fobia específica se encuentra dentro de
la categoría de trastornos de ansiedad,
sabemos que en muchos casos la ansiedad
es una respuesta adaptativa ya que nos
ayuda a proteger, a la vez nos impulsa a
realizar el esfuerzo para adaptarnos a
nuestro entorno. Pero cuando el miedo se
convierte en algo perturbador, exagerado,
desproporcionado y sin control, se
transforma en fobia y empieza a limitar la
calidad de vida de la persona que lo padece
puede dar lugar a diversas patologías, las
cuales se engloban en esta categoría de
trastornos de ansiedad.
Aunque comúnmente las fobias pueden ser
conocidas los criterios que establece el DSM V
para el diagnóstico de una fobia específica son
los siguientes:

Situaciones, como viajar en avión,


conducir, estar en espacios cerrados o ir a
la escuela.

Naturaleza, como las tormentas, las


alturas o la oscuridad.

Animales o insectos, como los perros las


serpientes o las arañas.
Sangre, inyecciones o lesiones, como las
agujas, los accidentes o los
procedimientos médicos.

Animales o insectos, como los perros las


serpientes o las arañas.

Otros, como, por ejemplo; personajes


disfrazados, sonidos ruidosos, situaciones
que pueden provocar ahogo o vómito,
etcétera.
PARA CUMPLIR CON LOS CRITERIOS
DIAGNÓSTICOS EN EL DSM-5-TR PARA UNA FOBIA
ESPECÍFICA, LOS PACIENTES DEBEN TENER

Miedo o ansiedad
marcada, persistente
(≥ 6 meses) de
una situación o un
objeto específico.

La situación o el
objeto casi siempre
desencadenan miedo
o ansiedad
inmediata.

Los pacientes evitan


activamente la
situación o el objeto.
El miedo o la ansiedad es desproporcionado al
peligro real (considerando las normas
socioculturales).

El miedo, la ansiedad o la evasión provocan fuerte


malestar o deterioran de manera significativa el
funcionamiento social u ocupacional.

INDEPENDIENTE DEL TIPO DE FOBIA ESPECÍFICA QUE TENGAS,


ES PROBABLE QUE TE SUCEDA LO SIGUIENTE

Sientas miedo intenso, ansiedad y pánico


de inmediato, al exponerte a la situación
que te causa miedo o incluso al pensar en
ella.

Sientas miedo intenso, ansiedad y pánico de


inmediato, al exponerte a la situación que te
causa miedo o incluso al pensar en ella.

Tengas ansiedad que empeore a medida que


la situación o el objeto se aproxima, ya sea
temporal o físicamente.
Hagas todo lo posible para
evadir el objeto o la situación
o los enfrentes con ansiedad
o miedo extremos.

Tengas dificultad con las


actividades cotidianas debido
a tu miedo.

Tengas reacciones y
sensaciones físicas, como
sudoración, latidos cardiacos
rápidos, opresión en el pecho
o dificultad para.

Sientas ganas de vomitar o te


marees o desmayes,
especialmente al ver sangre o
heridas.
FACTORES DE RIESGO

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener


fobias específicas:

Edad: Las fobias específicas pueden aparecer por primera


vez en la infancia, normalmente antes de los 10 años, pero
también pueden presentarse más tarde.

Los familiares: Si un familiar tiene una fobia específica o


ansiedad, es más probable que tú también la desarrolles.
Puede ser algo que te transmita un pariente consanguíneo.
Por ejemplo, los niños pueden aprender fobias específicas
al observar cómo reacciona un familiar ante un objeto o
una situación.
FACTORES DE RIESGO

Experiencia negativa: Una fobia específica puede


comenzar cuando te ocurre algo angustiante, como
quedarte atrapado en un ascensor o ser atacado por un
animal.

Experiencia de otras personas: oír hablar de malas


experiencias, como un accidente de avión, puede provocar
el inicio de una fobia específica.

La fobia también puede adquirirse por aprendizaje vicario. es


decir, al observar la conducta fóbica de otra persona.
normalmente de personas que son figuras de referencia.
FACTORES DE RIESGO

Dato curioso: A partir de recibir información sobre lo


peligroso que puede ser un estímulo o situación, también
se puede desarrollar una fobia. Aunque la persona nunca
haya estado expuesta a ese estímulo o haya vivido tal
situación. Este mecanismo de desarrollo de la fobia, suele
ser más frecuente cuando esta narración de peligro se ha
presentado de forma frecuente en la infancia.

Modificar tu comportamiento: La forma más común de


enfrentarse a las fobias es evitar el objeto de éstas. Al
hacerlo y evitarlo, la ansiedad suele empeorar.
TRATAMIENTO

La terapia de exposición: consiste en exponer a la persona


afectada poco a poco y en varias ocasiones, se puede
comenzar desde la imaginación o paulatinamente haciendo
exposición en la realidad a la situación que desencadena el
miedo.

Podemos comenzar con el elemento que provoca menos


ansiedad en la lista (p. ej., mirar la fotografía de un
avión), y luego continuar con la lista, en un esfuerzo por
revertir la evitación. A través de este proceso de
exposición y desensibilización gradual, el paciente se
habitúa al desencadenante que provoca la ansiedad.
TRATAMIENTO

Técnicas de relajación: aplicar la respiración para


utilizarse antes de la exposición y durante esta.

De igual forma para darle mayor confort de relajación


realizar rutinas de respiración minino 3 veces al día, entre
10 y 15 repeticiones por cada ejercicio de respiración.
Puedes utilizar la técnica triangular (3-3-3) o cuadrada
(4-4-4-4)

Reestructuración cognitiva: Orientada a combatir las ideas


catastróficas que se puedan presentar. Podemos utilizar
la herramienta del interrogatorio de pensamientos
negativos a través de estas preguntas, por ejemplo; ¿cuál
es la evidencia a favor y en contra del pensamiento? ¿Cuál
es la peor cosa que podría ocurrir? ¿Qué es lo mejor que
puede ocurrir? ¿Cuál es la posibilidad más realista?
TRATAMIENTO

Intenta no alejarte de las situaciones que te causan miedo.


En vez de evitar completamente los objetos o las
situaciones que te causan miedo, intenta estar cerca de
ellos tanto como puedas. Tu familia, tus amigos y tu
terapeuta pueden ayudarte a hacerlo.

Busca ayuda psicológica y psiquiátrica: Si los miedos


persisten, parecen ser extremos y se interponen en tu vida
cotidiana, contacta con un profesional de atención en
salud mental.
PSICÓL:DAURY BERDUGO

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