Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
a partir de las seis básicas: felicidad, sorpresa, miedo, ira, asco y tristeza. Al igual que muchas otras
cosas, dependiendo del autor, las emociones básicas pueden ser 5, 6 ó 7. Estas, a su vez se bifurcan
en varias emociones secundarias, con diferentes matices. Es ahí, en las emociones secundarias
donde debemos hacer mucho énfasis antes de que pasen a secundaria. Por supuesto hemos de
adecuar el nivel madurativo de cada alumno al tipo, grado y número de emociones que trabajar ya
que no todos tienen la misma predisposición y experiencias previas para enfrentarse a las
emociones secundarias. Esto es muy importante. En mi caso, voy a utilizar dos ruedas, algo
diferentes: una más simple con la que iniciar y otra súper completa con la que matizar. Esta última
nos acompañará hasta sexto. Os dejo una imagen de la rueda y el enlace de descarga directa de las
páginas donde las conseguí:
¿CÓMO UTILIZARÉ LA RUEDA?
La idea es darles a cada uno su propia rueda de emociones para que se la puedan llevar a casa y,
además tenerlas en clase, en un trocito de pared para que cuando suceda algo, podamos ir
descartando e identificando cómo nos sentimos en ese momento.
No obstante y hasta llegado ese momento, tenemos mucho trabajo por hacer porque en las tutorías
individuales que voy teniendo con ellos me he dado cuenta que muchas veces no saben qué es estar
agobiado, resentido, arrepentido o decepcionado, o quizás sí lo saben pero no saben muy bien
cómo enfrentarse a esas emociones que no siempre traen consigo buenas vibras. Por lo que así es
cómo lo voy a trabajar:
3.Trabajar una a una empezando por la más bonita: la felicidad e ir identificando y ampliando con
los diferentes matices (o emociones secundarias, que se corresponde con la parte media y exterior
de la rueda).
No es lo mismo estar feliz porque estás alegre, que porque te sientes aceptado, pacífico,
optimista o poderoso. Y dentro de que te sientes poderoso, por ejemplo, ya matizaríamos entre
sentirse valiente porque te hayas atrevido a hacer algo que hasta entonces no te atrevías o
provocativo porque en cierto momento, has sentido una sensación de confianza y seguridad
ante un desafío que tú mismo has generado. (Jugando todos los días en el patio, por ejemplo).
4.Continuar por las demás emociones: sorpresa, miedo, ira, asco y la más difícil para ellos: la
tristeza.
5.Una vez hayamos identificado las seis emociones base y hayamos matizado con algunas de las
subcategorías emocionales, pasamos a la práctica. Intentar transmitir técnicas de autogestión.
TÉCNICAS DE AUTOGESTIÓN
O lo que viene siendo intentar enseñar a aprender, a transmitir a nuestro alumnado posibles
pautas de pensamiento y actuación para enfrentarse a esa nueva emoción que no tengo muy claro
cómo afrontar. Por ejemplo, las primeras veces que sienten la melancolía o el arrepentimiento no
saben muy bien cómo gestionarse a sí mismos. Si les vamos dando pautas, es posible que llegado el
momento preadolescente y adolescente, donde su cabeza, alma y espíritu están en constante
cambio, puedan enfrentarse a esa coctelera con éxito.
Estas técnicas se pueden hacer mediante role-playing, contando una historia, lluvia de ideas,
contando experiencias... por suerte, en mi centro tengo una orientadora estupenda en primaria
que seguro me ayudará a ir cogiendo tablas para trabajar este tema con mis alumnos. Tengo algún
que otro material más creado para trabajar el tema de las emociones que iré subiendo, así como
una publicación casi terminada sobre diferentes libros para trabajar las emociones.
3.Juego de imitación
El niño (o el adulto) gira la rueda y representa el sentimiento que señala la flecha. El resto de
la familia tiene que adivinar que sentimiento esta representando.
¿Que hiciste?
¿Qué sentimos cuando mezclamos dos emociones distintas, qué nueva emoción surge?