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TAREA 1:

La Ley Marco de Modernización de la Gestión del Estado Peruano, tiene


como finalidad fundamental la obtención de mayores niveles de eficiencia
del aparato estatal, de manera que se logre una mejor atención a la
ciudadanía, priorizando y optimizando el uso de los recursos públicos.

El artículo 4 de la Ley Marco de Modernización de la Gestión del Estado (Ley N°


27658) preceptúa que el proceso de modernización de la gestión del Estado tiene
como finalidad fundamental la obtención de mayores niveles de eficiencia del
aparato estatal, de manera que se logre una mejor atención a la ciudadanía,
priorizando y optimizando el uso de los recursos públicos.

Ello implica en primer lugar la generación de resultados favorables como


consecuencia de la acción del Estado y más específicamente de la Administración
Pública al interior del Estado. Y como es evidente, el enfoque es hacía los
administrados, teniendo en cuenta que se debe tramitar los procedimientos y
prestar los servicios con calidad, que implica la satisfacción del cliente.

I. La gestión por procesos

Ahora bien, un elemento clave de la modernización es la gestión por


procesos. Esta consiste1, en organizar, dirigir y controlar las actividades de
trabajo de una entidad pública de manera transversal a las diferentes unidades de
organización, para contribuir con el logro de los objetivos institucionales. Ello
implica reemplazar la tradicional gestión funcional, que se basa en lo establecido
en los instrumentos de gestión y en el organigrama de la entidad.

Un proceso en gestión pública (no confundir con el concepto que es propio del
derecho procesal) implica una secuencia de actividades que trasforman una
entrada o insumo que puede ser una solicitud de un bien o un servicio (o input) en
una salida que sería la entrega del bien o el servicio (output), añadiéndole un valor
en cada etapa de la cadena2. Este proceso puede ser también un procedimiento
administrativo, e incluso un procedimiento institucional. En el primero por ejemplo
el insumo sería la solicitud del administrado (si es que estamos frente a un
procedimiento iniciado a pedido de parte) y la salida el acto administrativo
resultante.

La Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública establece que los


procesos son de dos tipos. Por un lado, los que resultan directamente de la
producción de un bien o servicio, denominados “procesos clave” de la cadena de
valor y por otro lado, los denominados “de soporte”, que sirven de manera
transversal a todas las actividades, tales como la administración central, la gestión
financiera, del personal, la infraestructura, el equipamiento y la logística, que en el
sector público están regulados por los Sistemas Administrativos nacionales
aplicables a todas las entidades. Dichos sistemas administrativos se encuentran
señalados en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y están regulados por sendas
normas con rango de ley.

II. La gestión por resultados.

Se establece además en dicha norma que en un modelo de gestión por


resultados, los dos tipos de procesos deben ser optimizados. En este punto es
donde debe efectuarse una importante distinción entre ambos conceptos, que se
encuentran íntimamente relacionados entre sí. De hecho, la Política Nacional
de Modernización de la Gestión Pública hace referencia de manera reiterada a la
gestión por resultados sin definirla de manera precisa.

Ahora bien, la gestión por resultados es en sí gestión estratégica y se enfoca en


la determinación de metas, así como los planes efectivos para obtenerlas,
priorizando al administrado, permitiendo además evaluar los efectos de manera
adecuada, con lo cual sería sinónimo de la gestión por objetivos. Implica entonces
la planificación, la organización, la dirección y el control como actividades de la
gestión administrativa.

III. Las acciones propias de la gestión por procesos

Se establece además en el Reglamento del Sistema Administrativo


de Modernización de la Gestión Pública que la gestión por procesos comprende
acciones conducentes a la determinación de los procesos de la entidad, así como
a su medición y análisis con el propósito de implementar mejoras en su
desempeño. Ello implica establecer que procesos ocurren al interior de la entidad,
sobre la base de la competencia que le corresponde legalmente, efectuando los
estudios respectivos que nos lleven a generar en una regulación eficiente, en
beneficio de la gestión pública y en particular de los administrados, a los cuales
debemos tratarlos como clientes.

Se señala además que deben priorizarse los procesos que contribuyan al logro de
los objetivos de la entidad pública o que puedan afectar dicho logro, representen
mayor demanda, concentren la mayor cantidad de reclamos o quejas, entre otros
similares. Ello implica optimizar los procesos de la entidad, de tal manera que
eventualmente pueda prescindirse de aquellos que no sean necesarios y que
distraen los recursos materiales y humanos de la organización. Sin embargo,
consideramos que una vez efectuada dicha labor, todos los procesos son
importantes para la generación de los resultados favorables que la gestión pública
requiere.

La norma establece además que las entidades públicas disponen de herramientas


de gestión de la calidad y toman acciones con el fin de incrementar su eficacia y
eficiencia. Ello requiere indicadores de desempeño, que se enfocan en determinar
dichos efectos en la ejecución del proceso, enfocándose como ya hemos dicho en
la satisfacción de los intereses de los administrados.
¿Por qué es importante modernizar la gestión pública?
A diferencia de las organizaciones privadas, la gestión pública no tiene como
incentivo la maximización de su rentabilidad. En otras palabras, no cuentan con
ningún tipo de estímulo natural que sirva para que deseen mejorar su
funcionamiento.
En consecuencia, las personas no pueden elegir la entidad pública que les
ayudará a realizar un trámite; todas funcionan igual. Esto no ocurre en el sector
privado. En él, cuando un proveedor no cumple con tus expectativas y
necesidades, tienes la opción de rechazarlo y buscar otra alternativa.
A través de la modernización de la gestión pública, se busca que el sector público
pueda generar incentivos para que su funcionamiento e intervención sea eficiente.
Esto significa que debe estar orientada a resultados, teniendo a las personas
como principal prioridad.
¿En qué se centra la modernización de la gestión pública?
Se ha establecido que el proceso de modernización de la gestión pública se centra
en las siguientes acciones:
Mejorar la calidad de la prestación de bienes y servicios, poniendo a las personas
como prioridad.
Promover la participación de la sociedad civil y las fuerzas políticas.
Gestionar mejor la eficacia y eficiencia del logro de los objetivos y la utilización de
los recursos que el Estado otorga.
¿Qué entidad impulsa el proceso de modernización de la gestión pública?
El proceso de modernización de la gestión pública se ejerce gracias a la
Presidencia del Consejo de ministros, conocida por sus siglas PCM. Esta, a través
de la Secretaría de Gestión Pública, conduce la formulación, implementación y
evaluación de toda clase de política dedicada a la modernización de los servicios
civiles.
IV. IMPORTANCIA DE LA MODERNIZACIÓN DE LA GESTIÓN PÚBLICA EN
TIEMPO DE CRISIS
la modernización de la gestión pública es esencial para construir gobiernos más
eficientes, transparentes, responsables e innovadores, lo que a su vez contribuye
al bienestar de la sociedad y al fortalecimiento de la democracia.
cabe recalcar la modernización de la gestión pública adquiere una importancia aún
más destacada en tiempos de crisis, ya que puede ser un elemento clave para
abordar y mitigar los desafíos que surgen durante situaciones de crisis. Por lo cual
hay algunas razones específicas que resaltan la importancia de la modernización
en momentos de crisis:
 Respuesta rápida y eficiente: La modernización permite una respuesta más
rápida y eficiente a situaciones de crisis. La implementación de sistemas
tecnológicos avanzados, la automatización de procesos y la mejora de la
gestión de datos facilitan la toma de decisiones ágil y efectiva.
 Coordinación efectiva: En tiempos de crisis, la coordinación entre diferentes
agencias gubernamentales y niveles de gobierno es esencial. La
modernización de la gestión pública puede facilitar la comunicación, compartir
información crítica y coordinar esfuerzos de manera más efectiva para abordar
la crisis de manera integral.
 Gestión de recursos: La modernización permite una mejor gestión de los
recursos públicos, asegurando que se asignen de manera eficiente y se
utilicen de manera óptima durante una crisis. Esto es crucial para garantizar
que los servicios esenciales sean provistos y que las necesidades críticas de
la población sean atendidas.
 Transparencia y rendición de cuentas: En momentos de crisis, la
transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para mantener la
confianza de la población en el gobierno. La modernización puede mejorar la
transparencia al proporcionar información en tiempo real sobre las acciones
gubernamentales, los recursos utilizados y los resultados obtenidos.
 Teletrabajo y continuidad operativa: La modernización facilita la
implementación de políticas de teletrabajo y la continuidad operativa durante
situaciones de crisis, lo que es esencial para garantizar que las funciones
gubernamentales críticas no se vean interrumpidas.
 Recopilación y análisis de datos: En tiempos de crisis, la recopilación y el
análisis de datos son fundamentales para comprender la magnitud del
problema, identificar áreas de necesidad y desarrollar estrategias efectivas. La
modernización de la gestión pública permite una mejor recopilación, análisis y
uso de datos para la toma de decisiones informada.
 Innovación en políticas de emergencia: La modernización no solo se trata
de adoptar tecnologías, sino también de fomentar la innovación en la
formulación y aplicación de políticas de emergencia. La agilidad y flexibilidad
proporcionadas por la modernización son cruciales para adaptarse a
circunstancias cambiantes durante una crisis.
Teniendo en cuenta que la modernización de la gestión pública no solo mejora la
eficiencia operativa en tiempos normales, sino que también se vuelve esencial
para una respuesta efectiva y eficiente durante situaciones de crisis,
contribuyendo así a la resiliencia y la capacidad de recuperación del gobierno y la
sociedad.
Con la ley 27658 el Estado peruano fue declarado en proceso de modernización
en sus diferentes instancias, dependencias, entidades, organizaciones y
procedimientos, con la finalidad de mejorar la gestión pública y construir un Estado
democrático, descentralizado y al servicio del ciudadano. Por ello en los últimos
años Perú ha experimentado una serie de cambios y reformas en el ámbito de la
modernización de la gestión pública. Algunos de estos avances incluyen:

 Reforma del Estado: El país ha llevado a cabo una serie de reformas


estructurales y administrativas en el Estado, como la promulgación de la
Ley de Bases del Estado y la Reforma Política y Constitucional en 2016.
Estas reformas buscan garantizar una mayor eficiencia, transparencia y
acceso a los servicios públicos.
 Aceleración del Estado de Bienestar: Perú ha implementado el Programa
de Aceleración del Estado de Bienestar, que busca garantizar una mayor
equidad en el acceso a los servicios públicos, especialmente en áreas
como salud, educación y vivienda.
 Reforma fiscal: En los últimos años, el gobierno peruano ha llevado a cabo
una serie de reformas fiscales con el objetivo de simplificar el sistema
tributario, mejorar la recaudación y fortalecer el gasto público en áreas
prioritarias.
 Gestión Pública Eficiente: Perú ha adoptado un enfoque de gestión
pública basado en resultados, que busca aumentar la eficiencia y la
transparencia en el uso de los recursos públicos. Además, se han
implementado iniciativas como el Sistema de Contratación Abierta
Electrónica (SEACE) para garantizar la competencia y transparencia en los
procesos de contratación pública.
 Descentralización y desconcentración: En el marco de la modernización
de la gestión pública, Perú ha promovido la descentralización y
desconcentración de funciones, transfiriendo responsabilidades a las
regiones y municipalidades, con el objetivo de garantizar una mayor
participación ciudadana y un mejor acceso a los servicios públicos.

En conclusión, aunque aún queda mucho por hacer en términos de modernización


de la gestión pública en Perú, los últimos años han visto una serie de reformas y
avances importantes en este ámbito. Estos cambios han contribuido a mejorar la
eficiencia, transparencia y equidad en el acceso a los servicios públicos en el país.
Por lo contrario, el estado peruano es conocido como el país más disfuncional de
América Latina. Muchas instituciones estatales no funcionan, y en algunas zonas,
ni siquiera existen.
En muchas partes del interior del país, los servicios públicos (educación, salud,
agua potable, infraestructura) no llegan, y si llegan, son pagados por la corrupción
y la ineficiencia. Los gobiernos locales y regionales carecen de un mínimo de
capacidad administrativa. Y la seguridad y la justicia funciones básicas del Estado
no son ni mínimamente garantizadas.
Nuestro objetivo general como un país en proceso de modernización seria:
“Orientar, articular e impulsar en todas las entidades públicas, el proceso de
modernización hacia una gestión pública orientada a resultados que impacte
positivamente en el bienestar del ciudadano y el desarrollo del país”
Finalidad del proceso de modernización de la gestión del Estado El proceso de
modernización de la gestión del Estado tiene como finalidad fundamental la
obtención de mayores niveles de eficiencia del aparato estatal, de manera que se
logre una mejor atención a la ciudadanía, priorizando y optimizando el uso de los
recursos públicos. El objetivo es alcanzar un Estado:
a) Al servicio de la ciudadanía.
b) Con canales efectivos de participación ciudadana.
c) Descentralizado y desconcentrado.
d) Transparente en su gestión.
e) Con servidores públicos calificados y adecuadamente remunerados.
f) Fiscalmente equilibrado.
ACCIONES A TOMAR:
 Priorización de la labor de desarrollo social en beneficio de los sectores menos
favorecidos, mejorando, entre otras acciones, la prestación de los servicios
públicos.
 Concertación, con la participación de la sociedad civil y las fuerzas políticas,
diseñando una visión compartida y planes multianuales, estratégicos y
sustentables.
 Descentralización, a través del fortalecimiento de los Gobiernos Locales y
Regionales y la gradual transferencia de funciones.
 Mayor eficiencia en la utilización de los recursos del Estado, por lo tanto, se
elimina la duplicidad o superposición de competencias, funciones y
atribuciones entre sectores y entidades o entre funcionarios y servidores.
 Promover la reforma de la normativa de los Sistemas Administrativos, a fin de
que conceda un mayor margen de autonomía a las entidades públicas,
considerando su diversidad y en equilibrio con la regulación necesaria para
asegurar el buen uso de los recursos públicos.
 Seguimiento a la implementación del fortalecimiento de capacidades y
sensibilización en materia de ética de la gestión pública.
 Fortalecimiento y mayor difusión del ranking de entidades cumplidoras en
materia de Portales de Transparencia Estándar, como incentivo al mejor
cumplimiento de la ley de transparencia y acceso a la información pública.
 Implementación del Portal de Datos Abiertos.
 Promover y apoyar mecanismos efectivos de consulta y participación
ciudadana en la implementación y evaluación de políticas públicas priorizadas
 Brindar lineamientos y asistencia técnica metodológica para la optimización,
automatización y formalización de los procesos internos y de soporte en las
entidades.
 Promover, orientar y supervisar la implementación de los procesos de
simplificación administrativa.
 Ampliar la estrategia de Mejor Atención al Ciudadano (MAC)
 Regulación y supervisión de los instrumentos de gestión de las entidades
públicas.
 Mejorar el acceso a la información pública y la transparencia de las entidades.
 Aprobar lineamientos y manuales que faciliten los procesos de modernización
de gestión de las entidades públicas.
 Coordinar la implementación de acciones sobre Gobierno Electrónico para
facilitar los procesos de modernización.

V. ESTRATEGIAS A TOMAR PARA LA MODERNIZACIÓN DE LA GESTIÓN


PÚBLICA ANTE UNA SITUACIÓN DE CRISIS
La modernización de la gestión pública durante períodos de crisis puede ser un
desafío, pero también es crucial para garantizar una respuesta eficiente y efectiva
a los problemas emergentes. Aquí hay algunas estrategias clave que se pueden
adoptar para modernizar la gestión pública durante situaciones de crisis:
Priorización de necesidades críticas: Identifica y prioriza las necesidades
críticas que deben abordarse durante la crisis. Esto puede incluir la
implementación de sistemas de información para el seguimiento de la crisis, la
mejora de la comunicación interna y externa, y la rápida adaptación de servicios
gubernamentales esenciales.
Adopción de tecnologías emergentes: Aprovecha las tecnologías emergentes
que pueden facilitar la respuesta a la crisis. Esto puede incluir el uso de
inteligencia artificial para el análisis de datos, la implementación de soluciones
basadas en la nube para facilitar el trabajo remoto y la utilización de plataformas
en línea para la entrega de servicios.
Flexibilidad y agilidad: Fomenta la flexibilidad y la agilidad en la toma de
decisiones y la implementación de cambios. Durante una crisis, las circunstancias
pueden cambiar rápidamente, y es crucial tener la capacidad de adaptarse a
nuevas realidades y ajustar las estrategias según sea necesario.
Teletrabajo y herramientas colaborativas: Moderniza la infraestructura para
facilitar el teletrabajo y la colaboración en línea. La implementación de
herramientas colaborativas, plataformas de videoconferencia y sistemas que
permitan el trabajo remoto puede ser esencial para mantener la continuidad
operativa durante la crisis.
Gestión eficiente de recursos: Utiliza herramientas de gestión de recursos para
garantizar la asignación eficiente de recursos durante la crisis. Esto puede incluir
la implementación de sistemas que faciliten el monitoreo y la gestión de
inventarios, así como la optimización de la distribución de recursos críticos.
Capacitación rápida del personal: Proporciona capacitación rápida y efectiva al
personal para que pueda adaptarse a nuevos procesos y tecnologías. La
formación es fundamental para garantizar que el personal esté equipado para
utilizar las herramientas y adoptar las prácticas modernas necesarias durante la
crisis.
Participación ciudadana y transparencia: Fomenta la participación ciudadana y
la transparencia en la toma de decisiones durante la crisis. Esto puede realizarse
mediante la implementación de plataformas en línea para recopilar comentarios
ciudadanos, la divulgación transparente de información relevante y la explicación
clara de las acciones gubernamentales.
Por ello la modernización de la gestión pública durante crisis implica adoptar
enfoques ágiles, tecnologías innovadoras y estrategias que permitan una
respuesta efectiva y eficiente a los desafíos urgentes. La flexibilidad y la
adaptabilidad son clave para asegurar que la gestión pública pueda enfrentar y
superar los desafíos que surgen durante situaciones de crisis.
Otro punto muy importante para la modernización de la gestión pública es la
correcta contratación de personal es un elemento esencial en el proceso de
modernización de la gestión pública y desempeña un papel crítico en el éxito y la
sostenibilidad de las iniciativas de cambio. Aquí hay algunas razones que
destacan la importancia de la correcta contratación de personal en este contexto
Habilidades y competencias necesarias: La modernización a menudo implica la
implementación de nuevas tecnologías, procesos y enfoques de gestión. Al
contratar personal con las habilidades y competencias adecuadas, se garantiza
que la organización cuente con el conocimiento necesario para implementar y
gestionar eficazmente las nuevas iniciativas.
Adaptabilidad al cambio: La modernización implica cambios en la forma en que
se realizan las tareas y se toman decisiones. La contratación de personal que sea
adaptable al cambio y tenga una mentalidad abierta hacia la innovación facilita la
transición y la aceptación de nuevas prácticas y tecnologías.
Capacidad para trabajar con tecnología: En muchos casos, la modernización
implica la adopción de tecnologías avanzadas. Contratar empleados con
habilidades tecnológicas y la capacidad de utilizar herramientas digitales es crucial
para aprovechar al máximo las soluciones tecnológicas implementadas.
Orientación hacia resultados y eficiencia: La contratación de personal orientado
a resultados y eficiencia es fundamental para asegurar que la modernización se
traduzca en mejoras tangibles. Un equipo comprometido con la eficiencia
contribuirá a la implementación efectiva de nuevos procesos y prácticas.
Gestión del cambio: La modernización a menudo conlleva cambios culturales y
organizativos. Contratar personal con habilidades en gestión del cambio puede
facilitar la transición, ayudando a gestionar la resistencia al cambio y promoviendo
una mentalidad positiva hacia la evolución de la gestión pública.
Enfoque en el servicio al ciudadano: La contratación de personal que
comprenda la importancia del servicio al ciudadano es fundamental en la gestión
pública. La modernización no solo se trata de eficiencia interna, sino también de
mejorar la calidad y accesibilidad de los servicios gubernamentales para los
ciudadanos.
En resumen, la correcta contratación de personal es un factor clave para el éxito
de la modernización de la gestión pública, ya que garantiza que la organización
cuente con el capital humano necesario para enfrentar los desafíos y aprovechar
las oportunidades asociadas con la implementación de cambios significativos en
todos los niveles de gobierno.
El Perú ha experimentado inestabilidad política en los últimos años, con cambios
frecuentes en la presidencia y tensiones en el ámbito político, por lo que tienen un
impacto en los siguientes aspectos.
 Imagen Internacional: La inestabilidad política y los cambios de liderazgo
pueden afectar la imagen internacional del país. Puede haber incertidumbre
sobre la coherencia y estabilidad de las políticas, lo que podría influir en las
relaciones diplomáticas y comerciales.
 Gestión de Crisis: La capacidad de un gobierno para gestionar crisis,
como la pandemia de COVID-19, puede verse afectada por la inestabilidad
política. La toma de decisiones ágil y coordinada puede volverse más difícil
cuando hay cambios frecuentes en el liderazgo.
 Desafíos en la Implementación de Reformas: Las reformas
institucionales o políticas pueden ser más difíciles de implementar cuando
hay cambios frecuentes en la administración. La falta de estabilidad puede
generar resistencia a cambios significativos.
 Participación Ciudadana: La percepción de inestabilidad política puede
influir en la participación ciudadana y la confianza en el sistema
democrático. La población podría volverse más escéptica o apática
respecto a la política si percibe una falta de estabilidad y continuidad.
 Desarrollo Económico: La estabilidad política es un factor importante para
el desarrollo económico sostenible. Los cambios frecuentes de liderazgo
pueden afectar la confianza de los inversionistas y la implementación de
políticas económicas a largo plazo.
Es importante tener en cuenta que estos impactos pueden variar según el
contexto específico de cada situación. Además, las causas subyacentes de los
cambios frecuentes en la presidencia también son factores importantes a
considerar, ya que afectara en gran magnitud a la modernización de la gestión
pública.

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