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CAPÍTULO 2: FUENTES Y PRUEBA DE LAS OBLIGACIONES

I. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES. CONCEPTO, HISTORIA DE LA CLASIFICACIÓN


LEGAL Y DOCTRINAS MODERNAS.

Las fuentes de las obligaciones hacen referencia al origen, los hechos o causas que
motivan el nacimiento de las obligaciones.

ENUMERACIÓN. Art. 1089: “Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y


cuasicontratos, y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de
culpa o negligencia”.
La doctrina critica unánimemente el precepto por los siguientes motivos:
▪ Omite el testamento y otros actos "mortis causa", que son fuente importantísima
de obligaciones.
▪ Parece agrupar contrato y cuasicontrato como instituciones análogas, siendo este
segundo una institución completamente distinta en cuanto al modo de originarse,
faltando el acuerdo de voluntades.
▪ Separa obligaciones derivadas del delito y del cuasidelito, cuando ambas
proceden por igual de actos ilícitos.
▪ Se critica que se incluya la ley como fuente de las obligaciones, cuando constituye
el presupuesto indispensable y común a todas, sin que pueda existir alguna
obligación sin el previo reconocimiento legal de la misma.
▪ Tesis generalizada en la doctrina: las obligaciones nacen, bien por la voluntad de
los particulares (mediante el contrato u otros negocios jurídicos aptos para
producirlas -testamento, matrimonio, adopción-), bien porque la ley las impone
para reparar una lesión injusta (delito o cuasidelito), o para evitar un perjuicio
futuro (por la misma ley).

CÓDIGO CIVIL. Enumeración de las fuentes en el art. 1089, desarrollado de la siguiente


manera en los siguientes artículos:
1. Obligaciones derivadas de la ley (art. 1090): “Las obligaciones derivadas de la ley
no se presumen. Solo son exigibles las expresamente determinadas en este Código o en leyes
especiales, y se regirán por los preceptos de la ley que las hubiere establecido; y, en lo que
esta no hubiere previsto, por las disposiciones del presente libro”. En consecuencia:
a) No se presumen. Deben ser impuestas de forma expresa y taxativa. Así, art.
143 referido a la obligación de prestar alimentos, art. 262, del tutor de
hacer inventario de los bienes del tutelado.
b) Solo son exigibles las determinadas en el Código o en leyes especiales.
c) Se regirán por los preceptos de la ley que las establezca y, en lo no
previsto, por las disposiciones del libro IV del Código civil.
2. Obligaciones derivadas del contrato (art. 1091): “Las obligaciones que nacen de
los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse a tenor
de los mismos”. Por tanto:
a) Tienen fuerza de ley entre las partes contratantes (sentido metafórico,
expresión hiperbólica): por su inspiración liberal. Se trata de la
denominada lex contractus o lex privata.
b) El axioma "pacta sunt servanda" está hoy bastante atenuado por ciertos
principios generalmente admitidos en consideración a la equidad y la
necesidad de mantener equilibrio entre las prestaciones de las partes.

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3. Obligaciones derivadas del cuasicontrato: se definen los cuasicontratos en el
art. 1887: “Son cuasicontratos los hechos lícitos y puramente voluntarios, de los que
resulta obligado su autor para con un tercero y a veces una obligación recíproca
entre los interesados”. Ejemplos del cuasicontratos son la gestión de negocios
ajenos sin mandato (art. 1888) y el cobro de lo indebido (art. 1895).
4. Obligaciones que nacen de delitos o faltas (art. 1092): las obligaciones civiles
nacidas de la comisión de delito o falta se regirán por lo dispuesto en el Código
Penal. La doctrina jurisprudencial realiza las siguientes precisiones:
a) La acción civil “ex delicto” no pierde su naturaleza civil por el hecho de
ejercitarse en un proceso penal.
b) Las obligaciones no nacen del delito, sino de los hechos que lo conforman y
que originan la restitución de la cosa, reparación del daño e
indemnización de daños y perjuicios.
5. Obligaciones que nacen de los cuasidelitos (art. 1093): obligaciones surgidas
de actos u omisiones en que intervenga culpa o negligencia, sin ser delitos, que se
regirán por el cap. II del título XVI del libro IV del Código. Es la denominada
"responsabilidad civil extracontractual" o “responsabilidad aquiliana". Podrá estar
derivada de actos propios o ajenos.

II. EL PROBLEMA DE LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD COMO FUENTE


DE OBLIGACIONES.
La matriz romanista de nuestro Código conlleva que no haya referencia a la voluntad
unilateral como fuente de obligaciones, surgiendo la duda de si puede considerarse
como tal, dada su frecuencia en la vida práctica y su admisión por los códigos alemán,
italiano y portugués en casos determinados taxativamente.

En principio se debería rechazar por los siguientes motivos:


▪ No lo recoge el art. 1089.
▪ Ni siquiera se admite para la donación (arts. 618, 623 y 629): debe concurrir la
voluntad del donatario.
▪ El Derecho Romano no lo admitía, salvo en dos casos: la pollicitatio (promesa al
municipio) y el votum (a la divinidad con fines piadosos).

La Doctrina alemana, a finales del s. XIX, encabezada por SIEGEL, la admite en dos casos,
la oferta de contrato y la promesa pública de recompensa:
▪ No existe problema en caso de aceptación de la oferta o de realización del hecho
para el que se realiza la promesa: aquí se produce el acuerdo de voluntades.
▪ Cuestión fundamental es la de si el mero hecho de la oferta o de la promesa obliga
a mantenerla. Gran parte de la doctrina y algunas legislaciones así lo entienden
en base a la buena fe y la fuerza vinculante de los actos propios. La promesa de
recompensa es muy habitual y existe convencimiento de la colectividad sobre su
eficacia jurídica.

La PROMESA PÚBLICA DE RECOMPENSA (Auslobung) consiste en la promesa de dicha


recompensa, anunciada públicamente, en favor de la persona que realice un acto u
obtenga un resultado determinado. Es esencial para esta institución lo siguiente:
a) Que la promesa se divulgue o publique.
b) Que tenga por objeto premiar o recompensar una actividad o resultado.

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c) Que se haga en favor de persona no determinada individualmente; se dirige a
todos o a una categoría determinada de personas.
d) Oferta y promesa no obligan por sí mismas, sino cuando sean aceptadas, pero sí
obligan a mantenerlas el tiempo racionalmente necesario para que pueda
aceptarse o realizarse el hecho.
e) Más aún, si el propio oferente ha fijado plazo expresamente.
f) Si se produce revocación prematura, el oferente tendrá obligación de indemnizar
al tercero de buena fe que confió en la vigencia temporal de la oferta y sufrió un
perjuicio.

III. LA PRUEBA DE LAS OBLIGACIONES.

▪ El Código civil de 1889 dedicaba a la prueba de las obligaciones los arts. 1214 a
1253. La LEC 1/2000, de 7 enero, deroga muchos de estos artículos.
▪ Prueba de las obligaciones: aplicación a las mismas de la doctrina general de la
prueba, que es general a todas las instituciones del Derecho privado.
▪ Todos los derechos están revestidos de una acción: facultad de derecho público
de que está investido el titular de un derecho, para provocar la intervención de
los tribunales de justicia y solicitar la aplicación de la norma sustantiva
infringida, cuando su derecho haya sido lesionado.
▪ El ejercicio de la acción, solicitando la aplicación de una norma jurídica, requiere
la prueba de los hechos; porque los Tribunales están obligados a conocer el
Derecho (iura novit curia) y a aplicarlo, pero no pueden conocer los hechos. Esa
forma de llevar los hechos a conocimiento del órgano jurisdiccional es la TEORÍA
DE LA PRUEBA:
a) Qué ha de ser OBJETO DE PRUEBA:
▪ Los hechos (art. 281.1 LEC).
▪ Excepciones: por excepción hay hechos que no necesitan ser
probados:
o Los reconocidos por la otra parte (art. 281.3 LEC).
o Los hechos notorios (art. 281.4 LEC).
▪ El Derecho consuetudinario y las normas de Derecho extranjero
deben ser objeto de prueba (art. 281.2 LEC).

LEC - Artículo 281. Objeto y necesidad de la prueba.


1. La prueba tendrá como objeto los hechos que guarden relación con la
tutela judicial que se pretenda obtener en el proceso.
2. También serán objeto de prueba la costumbre y el derecho extranjero. La
prueba de la costumbre no será necesaria si las partes estuviesen conformes en su
existencia y contenido y sus normas no afectasen al orden público. El derecho
extranjero deberá ser probado en lo que respecta a su contenido y vigencia,
pudiendo valerse el tribunal de cuantos medios de averiguación estime necesarios
para su aplicación.
3. Están exentos de prueba los hechos sobre los que exista plena
conformidad de las partes, salvo en los casos en que la materia objeto del proceso
esté fuera del poder de disposición de los litigantes.
4. No será necesario probar los hechos que gocen de notoriedad absoluta y
general.

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b) ¿QUIÉN HA DE PROBAR? ¿A quién corresponde la carga de la prueba? Art.
217.2 LEC.

Artículo 217. Carga de la prueba.


1. Cuando, al tiempo de dictar sentencia o resolución semejante, el tribunal
considerase dudosos unos hechos relevantes para la decisión, desestimará las
pretensiones del actor o del reconviniente, o las del demandado o reconvenido,
según corresponda a unos u otros la carga de probar los hechos que permanezcan
inciertos y fundamenten las pretensiones.
2. Corresponde al actor y al demandado reconviniente la carga de probar la certeza
de los hechos de los que ordinariamente se desprenda, según las normas jurídicas a
ellos aplicables, el efecto jurídico correspondiente a las pretensiones de la demanda
y de la reconvención.
3. Incumbe al demandado y al actor reconvenido la carga de probar los hechos que,
conforme a las normas que les sean aplicables, impidan, extingan o enerven la
eficacia jurídica de los hechos a que se refiere el apartado anterior.
4. En los procesos sobre competencia desleal y sobre publicidad ilícita
corresponderá al demandado la carga de la prueba de la exactitud y veracidad de
las indicaciones y manifestaciones realizadas y de los datos materiales que la
publicidad exprese, respectivamente.
5. De acuerdo con las leyes procesales, en aquellos procedimientos en los que las
alegaciones de la parte actora se fundamenten en actuaciones discriminatorias por
razón del sexo, corresponderá al demandado probar la ausencia de discriminación
en las medidas adoptadas y de su proporcionalidad.
A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el órgano judicial, a instancia de
parte, podrá recabar, si lo estimase útil y pertinente, informe o dictamen de los
organismos públicos competentes.
6. Las normas contenidas en los apartados precedentes se aplicarán siempre que
una disposición legal expresa no distribuya con criterios especiales la carga de
probar los hechos relevantes.
7. Para la aplicación de lo dispuesto en los apartados anteriores de este artículo el
tribunal deberá tener presente la disponibilidad y facilidad probatoria que
corresponde a cada una de las partes del litigio.

c) MEDIOS DE PRUEBA. Art. 299 LEC.

Artículo 299: "Medios de prueba.


1. Los medios de prueba de que se podrá hacer uso en juicio son:
1.º Interrogatorio de las partes.
2.º Documentos públicos.
3.º Documentos privados.
4.º Dictamen de peritos.
5.º Reconocimiento judicial.
6.º Interrogatorio de testigos.
2. También se admitirán, conforme a lo dispuesto en esta Ley, los medios de
reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los instrumentos que
permiten archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones
matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, relevantes para el
proceso.
3. Cuando por cualquier otro medio no expresamente previsto en los apartados
anteriores de este artículo pudiera obtenerse certeza sobre hechos relevantes, el
tribunal, a instancia de parte, lo admitirá como prueba, adoptando las medidas que
en cada caso resulten necesarias".

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