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Introducción
Antecedentes históricos:
2. Derecho francés:
4. Derecho Español:
Teoría Alemana
La teoría alemana uno puede estar ligado por la simple declaración de su voluntad.
La mayor parte de los partidarios de esta teoría no admiten este resultado sino en
ciertos casos particulares.
Otra Teoría
El Código Civil prevé una regulación general de contrato, pero no una del acto jurídico
como género, por que debe determinarse cuál es el marco normativo aplicable al último.
Sin reglas legales sobre el acto jurídico carecería de certeza sobre cuáles son sus elementos
esenciales, qué forma debe revestir, qué vicios pueden afectar la voluntad de sus otorgantes,
quiénes tienen capacidad para celebrarlo, cómo debe interpretarse, entre otros El legislador
de 1928 pretendió solucionar estas interrogantes al atribuirle a los convenios y a los actos
jurídicos en general el régimen normativo de los contratos, salvo cuando su naturaleza
demande reglas especiales o la Ley las prevea.
Fausto Rico, al igual que Rojina Villegas y Bejarano Sánchez, opina que la declaración
unilateral de la voluntad es fuente general de consecuencias jurídicas, con apoyo en tres
argumentos. Primero, el Código Civil de 1928 no prevé una regla similar a la del BGB que
sirvió para sostener que la declaración unilateral de voluntad es fuente especial de
consecuencias jurídicas. Segundo, conforme al artículo 1859, las disposiciones legales
sobre los contratos son aplicables a otros actos jurídicos en los que no se opongan a su
naturaleza o a normas especiales sobre los mismos. Esto indica que la disposición que
admite la existencia de contratos innominados o atípicos debe aplicarse también a la
declaración unilateral de la voluntad. Tercero, el Derecho Civil se encuentra
preponderantemente sujeto al principio de autonomía de la voluntad que faculta a los
particulares a crear y a regular todo tipo de relaciones jurídicas, por cualquier medio,
siempre que nos transgredan el orden público ni derechos de terceros.
La SCJN también se ha pronunciado en favor del carácter general según la siguiente tesis
aislada:
DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD, ES UNA FUENTE
GENERICA DE OBLIGACIONES.
Conforme a la doctrina "Hay estipulación por otro cuando, en un contrato, uno de los
contratantes estipula con el otro que este último dará o hará alguna cosa en provecho de un
tercero extraño al contrato y que no está representado en él.". El estipulante no actúa por
mandato, contrata en su nombre, pero el efecto del contrato se produce en beneficio de otro.
El tercero beneficiario adquiere, por el solo hecho de la estipulación, el derecho de crédito
contra el promitente, con la sola reserva de que acepte la estipulación. En cuanto a si una
persona indeterminada puede ser tercero beneficiario, la doctrina en la materia sostiene que
debe distinguirse entre las que son indeterminables y las indeterminadas, pero
determinables. En cuanto a las primeras son aquellas que se señalan sin mayor precisión,
1 [TA], Tercera Sala, Sexta Época, Registro No. 269822, Semanario Judicial de la Federación.
por ejemplo, a favor de un pobre, un Municipio, etcétera, respecto de las cuales no es válida
la estipulación, porque la abstracción le quita significación posible, y porque la
determinación de los beneficiarios no puede depender de una elección que deba hacer por sí
mismo el promitente. Las segundas son las que al momento de la estipulación son
indeterminadas, pero después pueden determinarse, bien porque aun cuando se señalen
genéricamente, hay elementos para identificar a quién se refiere el estipulante, o bien,
porque se determinan como consecuencia de los acontecimientos, como sucede verbigracia,
en la estipulación a favor del Municipio que tenga más deudas; en los seguros de vida,
cuando el asegurado contrata en beneficio de sus herederos. Para Ambrosio Colín y H.
Capitant "Basta para que una obligación pueda nacer, que haya en el acto jurídico que la ha
creado los elementos suficientes para una determinación ulterior del acreedor hecha con
independencia de la voluntad del deudor.". Así, es factible la estipulación en provecho de
personas indeterminadas, siempre y cuando puedan determinarse de alguna manera en el
momento en que el crédito a favor del beneficiario quiera hacerse efectivo. Estas bases
doctrinales no se encuentran en oposición con la ley, ya que expresamente el artículo 1870
del Código Civil para el Distrito Federal prevé la facultad de los contratantes para imponer
las modalidades que estimen convenientes, en cuanto al momento en que nace el derecho
del tercero beneficiario, con el requisito de que tales modalidades consten expresamente en
el contrato. De ahí que es factible que la tercera beneficiaria sea una persona indeterminada,
pero determinable, esto es, que existan bases en el contrato que permitan su
individualización.
A. Oferta al público
a. Policitación: es la propuesta de celebrar un contrato dirigida al público.
Según Fausto Rico, las lagunas legales en materia de policitación deben colmarse a través
de la aplicación analógica de las disposiciones sobre promesa de recompensa, ue también
suponen una declaración emitida al público. En lo que fueren omisas deberán observarse las
normas sobre la teoría general del contrato.
b. Promesa de recompensa
Conviene distinguir dos clases de efectos jurídicos: los que surgen antes de que se llene la
condición o se desempeñe el servicio y los producidos con posterioridad.
Revocabilidad de la promesa
Este artículo prevé una regla similar a la contenida en el artículo 1804, relativo a la oferta
de contratar sujeta a plazo.
Art 1864. Antes de que esté prestado el servicio o cumplida la condición, podrá el
promitente revocar su oferta, siempre que la revocación se haga con la misma
publicidad que el ofrecimiento.
En ese caso, el que pruebe que ha hecho erogaciones para prestar el servicio o
cumplir la condición por la que se había ofrecido la condición, tiene derecho a que
se le reembolse.
Esta regla difiere de las previstas por los artículos 1805 y 1806, que no permiten revocar la
oferta de contratar cuando no se ha señalado un plazo.
Artículo 1862. El que en los términos del artículo anterior ejecutare el servicio
pedido o llenare la condición señalada, podrá exigir el pago o la recompensa
ofrecida.
Artículo 1865. Si el acto señalado por el promitente fuere ejecutado por más de un
individuo, tendrán derecho a la recompensa:
El artículo trascrito favorece a autor de la promesa, ya que ante su omisión de señalar qué
sucede si dos o más personas cumplen la condición o el servicio, la Ley sólo lo obliga a
prestar un tanto de lo ofrecido.
Artículo 1867. El promitente tiene derecho de designar la persona que deba decidir
a quién o a quiénes de los concursantes se otorga la recompensa.
Antecedentes históricos
El contrato es válido entre los que lo celebran, o en otros términos, confiere al estipulante el
derecho de exigir del prominente el cumplimiento de la obligación a favor de tercero. La
estipulación hace adquirir al tercero el derecho de exigir al prominente la prestación a que
éste se ha obligado.
Nuestro Código vigente establece como regla general o como presunción que, cuando se
hace una estipulación a favor de tercero se le quiere conferir y efectivamente se le confiere
una acción directa para exigir el cumplimiento de la obligación.
Artículo 1869.- La estipulación hecha a favor de tercero hace adquirir a éste, salvo pacto
escrito en contrario, el derecho de exigir del promitente la prestación a que se ha obligado.
También confiere al estipulante el derecho de exigir del promitente el cumplimiento de
dicha obligación.
Artículo 1871.- La estipulación puede ser revocada mientras que el tercero no haya
manifestado su voluntad de querer aprovecharla. En tal caso, o cuando el tercero rehúse la
prestación estipulada a su favor, el derecho se considera como no nacido.
Artículo 1872.- El promitente podrá, salvo pacto en contrario, oponer al tercero las
excepciones derivadas del contrato.
Partes que intervienen
Debe señalarse que, dentro del capítulo relativo a la Declaración Unilateral de Voluntad, se
regulan los documentos civiles a la orden y al portador, si bien puede ser discutible el
hecho de su subsistencia, lo cierto es que tienen poco uso actualmente, aunado de que
carecen de una vía privilegiada para su cobro como lo es en la vía ejecutiva mercantil que
rige en los títulos de crédito.
En primer lugar, se debe distinguir entre títulos expedidos a la orden y al portador, los
primeros de ellos, los primeros de ellos están expedidos a favor de persona determinada y
se trasmiten por el endoso y la entrega, mientras que los segundos tienen un destinatario
indeterminado y se trasmiten con la simple entrega.
Ahora bien, en cuanto su subsistencia existe dos posturas una que la afirma y otra que la
niega. La postura que niega su subsistencia sostiene que los mismos fueron derogados por
la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, autores como Borja Soriano la sostienen, y su
argumento esencial se basa en el artículo 3, transitorio de la Ley de títulos, cuando señaló
que: “Se derogan todas las demás leyes y disposiciones que se opongan a la presente”.
Aunado a lo anterior, quienes defienden esta postura señalan que, aunque no existiera dicha
disposición operaría la derogación tácita, dado que la ley posterior deroga a la anterior,
siendo que el Código Civil es de 30 de agosto de 1928 y la Ley de títulos de 26 de agosto
de 1932.
No obstante, lo anterior, existe otra postura que afirma su subsistencia, autores como Rojina
Villegas y Felipe de la Mata la sostienen, y señalan esencialmente que la Ley posterior en
realidad es el Código Civil, ya que, si bien este ordenamiento se promulgó antes que la Ley
de títulos, entró en vigor con posterioridad.
Fuentes extracontractuales. Enriquecimiento ilegítimo:
Derecho antiguo
Código de 1884: Según el artículo 1545 , cuando una persona, por error de
hecho, paga a otra lo que no le debe, ésta queda obligada a restituir lo que
hubiere recibido en pago; según el artículo 788, el dueño de un terreno en que se
edificare por otro de buena fe, tendrá derecho a hacer suya la obra, pero con la
obligación de indemnizar previamente al que hubiere edificado de buena fe;
además en los artículos 785, 805 y 818 sobre accesión, 2585 sobre depósito y
1792 sobe prenda, se prevén obligaciones, cuyo fundamento es también el
principio general de enriquecimiento ilegitimo, cuya existencia hay que
reconocer, por lo tanto, en nuestro Derecho anterior al vigente.
Códigos extranjeros
Código Alemán: Cualquiera que, por prestación hecha por otra persona o cualquiera otra
manera, hace una adquisición sin causa jurídica a expensas de esta otra persona, está
obligada respecto de ella a restitución (artículo 812).
Código Suizo: El que sin causa legitima se ha enriquecido a expensas de otro, está obligado
a la restitución (art. 62).
Proyecto francoitaliano: El que se enriquece sin causa con detrimento de otra persona, está
obligado a indemnizarla, en la medida de su propio enriquecimiento, de lo que ella se ha
empobrecido. (Art. 73).
El Código de 1926
art. 26 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal de esta manera: “El
enriquecimiento sin causa de una parte, con detrimento de otra, presta mérito al perjudicado
para ejercitar la acción de indemnización en la medida en que aquélla se enriqueció."
Justificación del principio
toda transmisión de bienes o servicios debe tener fundamento en una disposición general (la
ley) o particular (un acto jurídico) que la imponga, justifique o explique causa jurídica
lo que se entrega sin estar obligado, debe ser restituido por mandato legal que atribuye su
fuente al enriquecimiento sin causa. La prestación carece de razón legal de ser y de causa
jurídica.
Características
Requisitos
El causante se empobrece pagando impuestos al fisco, pero su entrega tiene causa o fuente
en la ley.
Efectos
El favorecido deberá restituir su enriquecimiento hasta el monto del empobrecimiento
experimentado por la otra parte
una acción restitutoria, estabilizadora del equilibrio económico perturbado por el tránsito
injustificado de bienes, y no de una medida reparadora de todo el daño o pérdida resentidos
≠ la acción de responsabilidad civil que nace de los hechos ilícitos y que impone, por lo
general, una indemnización total.
Enriquecimiento de mala fe
Cuando la enriquecida obra de mala fe, recibiendo conscientemente una prestación a la que
no tiene derecho, incurre en un hecho ilícito, que será la fuente de su obligación de
indemnizar
EL PAGO DE LO INDEBIDO
Elementos constitutivos
Noción general. Hay pago de lo indebido cuando una persona, creyendo por error que es
deudora de otra, le entrega una cosa o ejecuta otra prestación a favor de ella
El error. El código de 1884 solo considera como elemento del pago de lo indebido el error
de hecho (art. 1545), en consecuencia, con su artículo 1296. El código de 1928 considera el
error (art. 1883), es decir, el de hecho y de derecho, sin distinción, en armonía con su
artículo 1813.
Presunción. El código vigente en el artículo 1892, establece que: “Se presume que hubo
error en el pago, cuando se entrega cosa que no se debía o que ya estaba pagada; pero aquel
a quien se pide la devolución puede probar que la entrega se hizo a título de liberalidad o
por cualquiera otra causa justa”. Este artículo es una copia textal del 1901 del código
español. Manresa comenta lo siguiente: “dicha declaración… tiene su fundamento jurídico
en la consideración derivada de lo que sucede en el orden natural de las cosas, según la que,
quien da lo que no debe no puede presumirse que lo dona mientras no conste de una manera
segura y eficaz que lo hizo por mera liberalidad. Mas la presunción establecida en este
artículo es juris tantum
Caso de enriquecimiento ilegitimo. El código vigente coloca los artículos relativos al pago
de lo indebido en el capítulo del enriquecimiento ilegitimo, imitando al código suizo (art
62) y el alemán (art. 812)
LA RESTITUCION
Principio. ARTICULO 1,883. -Cuando se reciba alguna cosa que no se tenía derecho de
exigir y que por error ha sido indebidamente pagada, se tiene obligación de restituirla.
Cosa determinada. Cuando la cosa recibida, de buena o de mala fe haya sido cierta y
determinada, deberá restituirse en especie (arts. 1546, 1547, 1550 y 1551 del Código de
1884. O, en otros términos: Cuando se reciba alguna cosa que no se tenía derecho de exigir
y que por error ha sido indebidamente pagada, se tiene obligación de restituirla. (art. 1883
código vigente)
Cantidad. El que, de buena o de mala fe, recibe una cantidad indebida, está obligado a
restituir otro tanto (art. 1883)
Otra prestación. El código vigente en su artículo 1883, segunda parte establece lo siguiente:
Si lo indebido consiste en una prestación cumplida, cuando el que la recibe procede de mala
fe, debe pagar el precio corriente de esa prestación; si procede de buena fe, sólo debe pagar
lo equivalente al enriquecimiento recibido
Caso excepcional. El artículo 1890 del código vigente prevé el caso de un acreedor que de
buena fe ha recibido el pago de persona distinta de su deudor, y dispone lo siguiente:
“Queda libre de la obligación de restituir el que, creyendo de buena fe que se hacía el pago
por cuenta de un crédito legítimo y subsistente, hubiese inutilizado el título, dejado
prescribir la acción, abandonando las prendas, o cancelado las garantías de su derecho. El
que paga indebidamente sólo podrá dirigirse contra el verdadero deudor o los fiadores,
respecto de los cuales la acción estuviese viva.” Este artículo es una reproducción del 1899
del Código español, donde Manresa comenta lo siguiente: este artículo es una excepción de
la obligación impuesta por los anteriores respecto de la devolución por parte del que realizó
el cobro de la cosa
El mismo caso en derecho francés. El art. 1377 del CC francés, contiene el mismo
principio: “cuando una persona, que, por error, se creía deudora, ha pagado una deuda,
tiene el derecho de repetición contra el acreedor. Sin embargo, este derecho cesa en el caso
en que el acreedor ha suprimido su título como consecuencia del pago, salvo el recurso del
que ha pagado en contra del verdadero deudor
ENAJENACIÓN DE LA COSA
I. Título oneroso
Buena fe. Según el código de 1884, art. 1548, “si el poseedor (de buena fe) vendió la cosa,
no debe restituir más que el precio de la venta o ceder su acción para recobrarla”. Este
articulo tiene por origen el párrafo tercero del art. 1896 del proyecto del código español
Hay pues aquí una excepción al principio de jurisprudencia universal de: lo que es nuestro,
no puede pasar a otro, sin algún hecho nuestro. La buena fe le hace justamente considerar
como legítimo propietario de la cosa; de donde nace la consecuencia que tenía el derecho
de disponer de ella como estimase más conveniente a sus intereses.
Según el código de 1928, “El que de buena fe hubiere aceptado un pago indebido de cosa
cierta y determinada, sólo responderá de los menoscabos o pérdidas de ésta y de sus
accesiones, en cuanto por ellos se hubiere enriquecido. Si la hubiere enajenado, restituirá el
precio o cederá la acción para hacerlo efectivo.” (art. 1887). Es decir, restituirá el precio si
hubiere sido satisfecho o cederá, en otro caso, al dueño la acción que por virtud de la
enajenación le corresponda para hacer efectivo dicho precio” lo que implica que la venta
queda firme
Mala fe. Si el que recibió la cosa con mala fe, la hubiere enajenado a un tercero que tuviere
también mala fe, podrá el dueño reivindicarla y cobrar de uno u otro los daños y perjuicios
(art. 1885). Pero, Si el tercero a quien se enajena la cosa la adquiere de buena fe, sólo podrá
reivindicarse si la enajenación se hizo a título gratuito (art. 1886)
Buena fe. Si el que recibió de buena fe una cosa dada en pago indebido, la hubiere donado,
no subsistirá la donación y se aplicará al donatario lo dispuesto en el artículo anterior (art.
1888)
Mala fe. Si el que recibió la cosa con mala fe, la hubiere enajenado a un tercero que tuviere
también mala fe, podrá el dueño reivindicarla y cobrar de uno u otro los daños y perjuicios.
(art. 1885) y Si el tercero a quien se enajena la cosa la adquiere de buena fe, sólo podrá
reivindicarse si la enajenación se hizo a título gratuito. (art. 1886)
COSA DETERMINADA
I. Buena fe
Mejoras. El que de buena fe hubiere aceptado un pago indebido, tiene derecho a que se le
abonen los gastos necesarios y a retirar las mejoras útiles, si con la separación no sufre
detrimento la cosa dada en pago. Si sufre, tiene derecho a que se le pague una cantidad
equivalente al aumento de valor que recibió la cosa con la mejora hecha. (art. 1889)
Frutos. El poseedor de buena fe que haya adquirido la posesión por título traslativo de
dominio tiene los derechos siguientes: I.-El de hacer suyos los frutos percibidos, mientras
su buena fe no es interrumpida (art. 810)
II. Mala fe
Menoscabos y pérdidas. ARTICULO 1,884. -El que acepte un pago indebido, si hubiere
procedido de mala fe, deberá abonar el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos
percibidos y los dejados de percibir, de las cosas que los produjeren. Además, responderá
de los menoscabos que la cosa haya sufrido por cualquiera causa, y de los perjuicios que se
irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre. No responderá del caso fortuito cuando
éste hubiere podido afectar del mismo modo a las cosas hallándose en poder del que las
entregó.
Mejoras. ARTICULO 1,889. -El que de buena fe hubiere aceptado un pago indebido, tiene
derecho a que se le abonen los gastos necesarios y a retirar las mejoras útiles, si con la
separación no sufre detrimento la cosa dada en pago. Si sufre, tiene derecho a que se le
pague una cantidad equivalente al aumento de valor que recibió la cosa con la mejora hecha
(A CONTRARIO)
Frutos. ARTICULO 1,884. -El que acepte un pago indebido, si hubiere procedido de mala
fe, deberá abonar el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos percibidos y los
dejados de percibir, de las cosas que los produjeren.
Daños y perjuicios. Además, responderá de los menoscabos que la cosa haya sufrido por
cualquiera causa, y de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre.
No responderá del caso fortuito cuando éste hubiere podido afectar del mismo modo a las
cosas hallándose en poder del que las entregó. (art. 1884 2da parte)
CANTIDAD
I. Buena fe
No intereses. ARTICULO 1,884. -El que acepte un pago indebido, si hubiere procedido de
mala fe, deberá abonar el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos percibidos y
los dejados de percibir, de las cosas que los produjeren. (A CONTRARIO)
II. Mala fe
Intereses. ARTICULO 1,884. -El que acepte un pago indebido, si hubiere procedido de
mala fe, deberá abonar el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos percibidos y
los dejados de percibir, de las cosas que los produjeren.
LA GESTIÓN DE NEGOCIOS
Derecho romano
Código Napoleón
Juristas opinaron que no había gestión de negocios cuando una persona intervenía en un
asunto ajeno bajo la falsa creencia de que era propio, pues faltaba la intención altruista
Código Alemán
Distingue entre contrato de gestión de negocios y gestión de negocios sin mandato (art 677)
. El primero es un negocio jurídico por el que se encomienda la atención de un asunto. La
segunda es un hecho jurídico que tiene lugar sin que medie encargo alguno
No habrá gestión de negocio cuando el gestor atienda a un asunto ajeno pensando que era
propio (art 687)
El código de 1884
El gestor debe obrar sin mandato expreso, o, mejor dicho, sin ser representante del dueño,
pues como dice Días Ferreira: “lo característico de la gestión de negocios es la injerencia
voluntaria en la administración ajena sin mandato ni del propietario ni de la ley
Concepto
ARTÍCULO 1896. - El que sin mandato y sin estar obligado a ello se encarga de un
asunto de otro, debe obrar conforme a los intereses del dueño del negocio.
Ausencia de mandato
Ausencia de obligación
Don Fausto Rico: la referencia a la ausencia de mandato podría suprimirse sin alterar el
contenido y funcionamiento de la gestión de negocios.
Definición de asunto: cualquier hecho, material o jurídico, o cualquier acto que involucre al
dueño del negocio
Don Fausto Rico: el gestor puede intervenir en relaciones jurídicas preexistentes y generar
nuevas, a menos que exista una norma legal que expresamente lo prohíba
No hay gestión de negocios si el gestor actúa respecto de un asunto propio creyendo que
defiende intereses ajenos
La intención altruista del gestor es lo único que permite distinguir la gestión de negocios
del enriquecimiento ilegítimo
Utilidad de la gestión. El gestor debe obrar con utilidad para el dueño o, en otros términos,
debe obrar a favor del dueño (art. 2416)
Responsabilidad. El gestor de negocios se hace responsable respecto del dueño (art 2418).
Si el dueño desaprueba la gestión, deberá el gestor, a su costa, reponer las cosas en el
estado en que se hallaban, indemnizando a aquel de los perjuicios que sufra por su culpa
(art. 2422). Si los beneficios no exceden a los perjuicios, podrá el dueño obligar al gestor a
tomar todo el negocio por su cuenta, exigiendo de él la indemnización debida (art. 2425). El
que se mezcla en negocios de otro contra su voluntad expresa, es responsable de todos los
daños y perjuicios, aun accidentales, si no se prueba que estos se habrían realizado, aunque
no hubiera habido intervención del gestor (art. 2427)
Caso de conexión. Si el gestor se mezcla en negocios ajenos, por hallarse estos de tal modo
conexos con los suyos que no podría tratar unos sin los otros, será considerado como socio
(art. 2431). En el caso del artículo que precede, el dueño no está obligado sino hasta donde
alcancen las ventajas recibidas (art. 2432)
RELACION ENTRE EL GESTOR Y LOS TERCEROS
CÓDIGO DE 1928:
Texto legal. ARTICULO 1,896. -El que sin mandato y sin estar obligado a ello se encarga
de un asunto de otro, debe obrar conforme a los intereses del dueño del negocio.
Comentario de Rossel. La gestión de negocios consiste en el hecho de que una persona (el
gestor) administre voluntariamente el negocio de otra persona (el dueño) sin mandato de
parte de este último. Este cuasicontrato da nacimiento entre las partes a obligaciones
semejantes a las que resultan del mandato; es necesario que el negocio objeto de la gestión
sea otro; que el gestor obre voluntariamente; que obre sin mandato sin estar encargado o sin
estar autorizado para ello
Enumeración.
a. El gestor debe obrar conforme a los intereses del dueño del negocio (art. 1896)
b. Debe desempeñar su encargo con toda la diligencia que emplea en sus negocios
propios (art. 1897)
c. El gestor, tan pronto como sea posible, debe dar aviso de su gestión al dueño y
esperar su decisión, a menos que haya peligro en la demora. Si no fuere posible dar
ese aviso, el gestor debe continuar su gestión hasta que concluya el asunto (art.
1902)
d. no tiene derecho de cobrar retribución por el desempeño de la gestión. (art. 1904)
Responsabilidades.
Textos legales. Artículo 1903. -El dueño de un asunto que hubiere sido útilmente
gestionado, debe cumplir las obligaciones que el gestor haya contraído a nombre de él y
pagar los gastos de acuerdo con lo prevenido en los artículos siguientes. Artículo 1904.
-Deben pagarse al gestor los gastos necesarios que hubiere hecho en el ejercicio de su cargo
y los intereses legales correspondientes…
Comentario de Baudry- Lacantinerie et Barde. El dueño no está obligado por el hecho del
gestor sino en tanto que el negocio ha sido bien administrado. El negocio está bien
administrado cuando el gestor ha hecho en interés del dueño lo que era útil hacer… para
apreciar la utilidad o la inutilidad de los actos ejecutados por el gestor, hay que colocarse en
el momento, en que esos actos se han hecho sin preocuparse de los acontecimientos
posteriores que han podido hacer desaparecer su utilidad
No ratificación. Dice el art. 2301 del código argentino, que “si el negocio no fuese
emprendido útilmente… el dueño, cuando no ratificó la gestión, solo responderá de los
gastos y deudas hasta la concurrencia de las ventajas que obtuvo al fin del negocio”
Debemos considerar concordante con este articulo el 1907 del CC el cual establece que:
“Cuando el dueño del negocio no ratifique la gestión, sólo responderá de los gastos que
originó ésta, hasta la concurrencia de las ventajas que obtuvo del negocio.”
Voluntad contraria del dueño. El artículo 1905 establece lo que sigue: “El gestor que se
encargue de un asunto contra la expresa voluntad del dueño, si éste se aprovecha del
beneficio de la gestión, tiene obligación de pagar a aquél el importe de los gastos hasta
donde alcancen los beneficios, a no ser que la gestión hubiere tenido por objeto librar al
dueño de un deber impuesto en interés público, en cuyo caso debe pagar todos los gastos
necesarios hechos.”
Casos especiales
Alimentos. Artículo 1908. -Cuando sin consentimiento del obligado a prestar alimentos, los
diese un extraño, éste tendrá derecho a reclamar de aquél su importe, a no constar que los
dio con ánimo de hacer un acto de beneficencia.
Ratificación. Sus efectos: Artículo 1906. -La ratificación pura y simple del dueño del
negocio, produce todos los efectos de un mandato. La ratificación tiene efecto retroactivo al
día en que la gestión principió
Gestión útil. Artículo 1903. -El dueño de un asunto que hubiere sido útilmente gestionado,
debe cumplir las obligaciones que el gestor haya contraído a nombre de él.
Naturaleza jurídica
Algunos sostienen que es un acto jurídico estricto sensu conforme a la teoría alemana de la
clasificación de hechos jurídicos. La gestión requiere la actuación voluntaria del gestor y la
Ley predetermina sus efectos sin que los involucrados puedan alterarlos. No hay gestión si
el gestor actúa pensando que atiende un asunto propio, el error es un vicio que afecta a los
actos jurídicos
Otro afirma que es un hecho jurídico estricto sensu. Reconocen que requiere la actuación
voluntaria del gestor, pero su voluntad se encamina a atender un asunto ajeno y no a
producir consecuencias de Derecho. Contra argumento contra que el error del gestor impida
que haya gestión, los hechos jurídicos stricto sensu pueden requerir una voluntad específica
para gozar de esencia sin que por ello se consideren actos jurídicos
Gestión ilícita
Hay casos de gestión anormal cuyas consecuencias se explican como fruto de un hecho
ilícito y no de la gestión de negocios. no realiza una gestión de negocios
Derecho romano. En las Institutas de Justiniano, comienza el título XXVII con estas
palabras: “después de la enumeración de los diversos géneros de contratos, tratamos de
aquellas obligaciones que no nacen propiamente hablando de un contrato, sino que, no
tomando su fuente en un delito, parecen nacer como de un contrato
El código francés. Art. 1371. Los cuasi contratos son hechos puramente voluntarios del
hombre, de donde resulta una obligación cualquiera hacia un tercero y algunas veces una
obligación reciproca de ambas partes. Posteriormente, este código solo enumera y
reglamenta en dicho capitulo la gestión de negocios y el pago de lo indebido
Controversias sobre la noción de cuasi contrato. Una discusión de las más vivas se ha
elevado en nuestra época a propósito de la noción de cuasi contrato. Demogue se inclina a
reconocer dicha noción, pero haciendo ciertas distinciones. Hérnard cree que debe
mantenerse la noción de cuasi contrato, cuando menos reconociendo este carácter a la
gestión de negocios. Se muestran adversos a dicha noción: Planiol, Colin et Capitant,
Josserand y Bonnecase
García Téllez con referencia al código vigente, dice que la gestión de negocios se aceptó
como una función de solidaridad social, no como un mandato tácito, pero esto no impide,
que la gestión de negocios pueda considerarse como cuasi contrato.
Noción del hecho ilícito. Comenzaremos por recordar: a) que hecho ilícito es el contrario a
las leyes de orden público o a las buenas costumbres (art. 1830) b) que, en los hechos
jurídicos ilícito, el autor tiene voluntad de producir el hecho, pero independientemente de
su voluntad nace de ese hecho, a su cargo, la obligación de indemnizar los daños y
perjuicios que cause
Los códigos. De los hechos ilícitos que son delitos se ocupan los códigos penales; los
códigos civiles tratan de los hechos ilícitos en general
Todo hecho ilícito consiste en una conducta antijuridica, para decidir si el autor actuo
contra derecho es necesario analizar siempre el contenido y alcance del deber jurídico a su
cargo.
Para definir si el obligado incumplió su deber, se impone decidir antes cual es el contenido
del mismo, en que consiste y si aquel se obligo a obtener un resultado determinado o solo
quedo comprometido a poner diligentemente los medios tendentes a alcanzar un fin.
Las obligaciones de resultado serán quebrantadas siempre que no se logre el fin propuesto:
bastara demostrar que este no se alcanzo para probar la violación de la obligación y la
antijuricidad de la conducta.
Antijuricidad formal.
En la colisión entre dos intereses se impone el sacrificio del estimado de menor jerarquía
conforme al criterio de la sociedad recogido en la norma de derecho.
De aquí resulta que la lesión o riesgo de un bien jurídico solo será materialmente contrario
al derecho cuando este en contradicción con los fines del orden jurídico que regula la vida
en común.
Segundo elemento del hecho ilícito civil
La culpa
Incurre en culpa quien proyecta voluntariamente su acci6n hacia un fin perjudicial y quien,
debiendo preverlo, no lo ha hecho o, columbrándolo, no toma las medidas racionales para
evitarlo.
Culpa y dolo.
Evolución de la responsabilidad.
c) Y para concluir, se afirma de nuevo que el causante del daño es responsable, aunque no
hubiere incurrido en culpa, sino por el hecho mismo de haberlo producido, si lo causo con
cosas o sustancias peligrosas de las cuales hizo uso.
Clasificación de la culpa.
En la culpa hay en diversos matices que cursan des de la falta más leve y venial hasta el
error más grave e imperdonable. Existen diversos grados de culpa: levísima, leve y grave.
Se llamo culpa levísima a la falta de conducta ordinaria que solo evitan las personas
más diligentes y cuidadosas; es un error muy común y, sin embargo, evitable.
La culpa leve es una falta de comportamiento que puede omitir quien procede con el
cuidado y la diligencia medias de una persona normal. Se dice que hay culpa leve in
abstracto cuando el punto de referencia o de comparación es la conducta ideal de un
buen padre de familia, y culpa leve inconcreto cuando el proceder erróneo del autor
se coteja con el que le es habitual en la vida.
La culpa grave es un error de conducta imperdonable en el que incurren solo las
personas más torpes: es una falta grosera e inexcusable, asimilable con el dolo y al
acto intencional. Es culpa grave el comportamiento absurdo, insensato y temerario,
que cualquier persona -hasta la más lerda -debiera advertir como segura fuente de
resultados funestos.
aplicación actual de la doctrina de la culpa
Presunción de culpabilidad.
En las obligaciones de resultado basta que el deudor no alcance el fin previsto para que se
presuma su culpabilidad. Art. 2027
En relaci6n con las obligaciones de no hacer, el art. 2028 aclara: “El que estuviere obligado
a no hacer alguna cosa, quedara sujeto al pago de daños y perjuicios en caso de
contravend6n ... “y el art. 2018, respecto de las obligaciones de dar, sostiene: "La pérdida
de la cosa en poder del deudor se presume por culpa suya, mientras no se pruebe Lo
contrario:'
Responsabilidad objetiva.
Consiste en afirmar que todo aquel que use un aparato peligroso que aumente los riesgos de
infligir un daño a los demás debe responder por la reparaci6n de los que produzca con
dicho objeto, por su solo aprovechamiento, aunque no incurra en culpa o falta de conducta
ni infrinja disposici6n normativa.
Esta teoría fue acogida por Ia ley mexicana, a inspiraci6n de los c6digos civiles suizo y
ruso, en el art. 1913 del cc, donde se impone responsabilidad civi a quien cause danos por
el uso de objetos, sustancias o aparatos peligrosos por su velocidad, por su naturaleza
explosiva o inflamable, por Ia energía de la corriente eléctrica que conduzcan o por otras
causas análogas, aun cuando obre lícitamente, es decir sin violar norma jurídica alguna y
sin incurrir en cualquier falta de conducta atribuible al autor.
En resumen, existen dos clases de responsabilidad civil. diferentes por el concepto en que
se finca la necesidad de resarcir los daños:
a) La responsabilidad subjetiva, es cando estos han sido causados por la conducta culpable,
antijurídica y dañosa, que tiene por fuente el hecho ilícito y por soporte esa noción
subjetiva de la culpa.
b) La responsabilidad objetiva, cuando los daños provienen de una conducta licita, jurídica,
inculpable, consistente en aprovechar un objeto peligroso que crea riesgos de daños,
responsabilidad fincada de dicho riesgo y que por consiguiente se llama responsabilidad
objetiva, por tener su apoyo en un elemento externo como es el riesgo creado.
De ello se sigue que, en el derecho positivo mexicano, la responsabilidad civil (Ia
obligación de indemnizar) tiene esas dos causas o fuentes: el hecho ilícito y el riesgo
creado.
Concurrencia de fuentes.
Daño es la pérdida o menoscabo que sufre una persona en su patrimonio, integridad física,
sentimientos o afecciones, por la comisión de un hecho ilícito o por un riesgo creado.
El daño, perdida o menoscabo de bienes que posee La víctima se distingue del perjuicio,
que es la privaci6n de bienes que habría de tener y que deja de percibir por efecto del acto
dañoso.
El daño moral es la lesión que una persona sufre en sus sentimientos. afecciones, creencias,
honor o reputación, o el menoscabo en su autoestima, como consecuencia de un hecho de
tercero, antijurídico y culpable, o por un riesgo creado.
Datos de la exposición de motivos. En esta exposición se leen los conceptos generales que a
continuación transcribimos; “el que causa a otro daños y perjuicios o le usurpa alguna cosa,
está obligado a reparar aquellos y a restituir ésta, que es en lo que consiste la
responsabilidad civil
Pero ¿deberá tratarse esta materia en el Código Civil o en el penal esta fue la primera
cuestión que había que resolver y que se resolvió adoptando el segundo extremo
Delito intencional y delito de culpa. Según nuestro antiguo código penal, delito es la
infracción voluntaria de una ley penal haciendo lo que ella prohíbe o dejando de hacer lo
que manda
Llama delito intencional al que se comete con conocimiento de que el hecho o la omisión
en que consiste son punibles. Hay delito de culpa cuando se ejecuta un hecho o se incurre
en una omisión; que, aunque lícitos en sí, no lo son por las consecuencias que producen, si
el culpable no las evita por imprevisión, por negligencia, por falta de reflexión o de cuidado
La culpa o falta. Causar un daño o perjuicio sin derecho es obrar con culpa o falta. Chiron
comenta: “todo hecho que produce la violación de un deber, ya tenga su razón de ser en la
voluntad, ya en la ley, es un hecho ilícito y el agente debe responder por vía relación
especial cuando al elemento objetivo, que es el acto injustamente cometido va único el
subjetivo, eso es, el estado particular de su ánimo con relación a una determinada injuria. El
acto entonces es, no solamente injusto, sino culposo. El concurso del elemento subjetivo da
carácter de culposa. La ilicitud no está solo en obrar, en el hacer, sino también en el no
hacer
Responsabilidad civil delictuosa. El delito produce la responsabilidad civil, que consiste en
la obligación que el responsable tiene de hacer la restitución, la reparación, la
indemnización y el pago de gastos judiciales
La indemnización importa el pago de los perjuicios, esto es, de lo que el ofendido deja de
lucrar como consecuencia inmediata y directa de un hecho u omisión con que se ataca un
derecho formal, existente y no simplemente posible y del valor de los frutos de la cosa
usurpada, ya consumidos, en los casos en que deban satisfacerse con arreglo al derecho
civil
Responsabilidad civil y criminal. Siempre que se verifique alguna de las condiciones del
articulo 326 incurrirá el demandado en responsabilidad civil, sea que se absuelva de toda
responsabilidad criminal o que se le condene. Así, por ejemplo, ni la amnistía ni el indulto
extinguen la responsabilidad civil
Nótese que para que haya responsabilidad civil se requiere la existencia de un delito
Artículo 1915. -La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido, en el
restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible, o en el pago de daños y
perjuicios
Cuando el daño se cause a las personas y produzca la muerte, incapacidad total permanente,
parcial permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación se
determinará atendiendo a lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo. Para calcular la
indemnización que corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo
diario más alto que esté en vigor en el Distrito Federal y se extenderá al número de días
que, para cada una de las incapacidades mencionadas, señala la Ley Federal del Trabajo. En
caso de muerte la indemnización corresponderá a los herederos de la víctima. Los créditos
por indemnización cuando la víctima fuere un asalariado son intransferibles y se cubrirán
preferentemente en una sola exhibición, salvo convenio entre las partes.
Las anteriores disposiciones se observarán en el caso del artículo 2647 de este Código
Artículo 1934. -La acción para exigir la reparación de los daños causados en los términos
del presente capítulo, prescribe en dos años contados a partir del día en que se haya causado
el daño.
La SCJN adoptó una solución distinta. En junio de 2011 resolvió que el plazo de
prescripción empieza a correr a partir de que la víctima del hecho ilícito tuvo conocimiento
de él.
Conforme al citado precepto, la acción para exigir la reparación de los daños causados en
términos del capítulo V, del Título Primero del Código Civil Federal y del Código Civil
para el Distrito Federal, prescribe en dos años contados a partir del día en que se haya
causado el daño, sin condicionarlo a ninguna otra situación, sin embargo, se considera que
resulta necesario atender al momento en que el afectado tiene conocimiento del daño que se
le causa, toda vez que considerando que es la omisión del acreedor de exigir el
cumplimiento de la obligación que tiene el deudor, durante el término establecido en la ley,
lo que actualiza la prescripción, resulta que es presupuesto indispensable de la misma, que
el acreedor tenga conocimiento del derecho del que deriva tal obligación, a efecto de que
pueda estar en condiciones de exigirlo. Por tanto, si bien conforme al referido artículo
1934, el plazo de la prescripción de la acción para exigir la reparación de los daños
causados en términos del señalado capítulo V, empieza a correr a partir de que se causa el
daño, lo cierto es que tal regla aplicará siempre y cuando el afectado tenga conocimiento
del mismo, pues de lo contrario, dicho plazo iniciará hasta en tanto el afectado conozca el
daño y en consecuencia, esté en posibilidad de exigir la obligación que deriva del mismo;
debiendo señalarse que si el actor asevera haber tenido conocimiento en una fecha
determinada y el demandado niega esa aseveración manifestando que tuvo conocimiento
desde antes, entonces, la carga probatoria de esa afirmación le corresponde al demandado.
Contradicción de tesis 319/2010. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Tercer Circuito. 22 de junio de 2011. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 113/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha cinco de octubre de dos mil once.
Las conductas antijuridicas son reguladas por normas con distintos ámbitos materiales de
validez.
Todo ilícito penal lleva inhabito un ilícito civil, y la diferencia que separa a estos dos tipos
de ilícitos no es sustancial, sino genérica, o, en otros términos, no puede decirse que haya
un ilícito penal ahí donde el hecho está declarado como ilícito civil.
Amparo en revisión 5350/48. Por acuerdo de la Primera Sala, de fecha 8 de junio de 1953,
no se menciona el nombre del promovente. 16 de marzo de 1949. Mayoría de tres votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente.
En ocasiones una misma conducta puede actualizar hipótesis normativas de distintas ramas
del derecho. Es importante tener presente que su valoración y consecuencias son
independientes entre sí. El concepto de la responsabilidad civil difiere de la penal y de la
administrativa.
Todo delito es un ilícito civil, mas no todo ilícito civil es un delito. El delito se aparta del
ilícito civil por razones teóricas y dogmáticas.
Desde el punto de vista teórico las conductas que constituyen delitos son las que ocasionan
más daño a la sociedad.
Art. 17 CPEUM. Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil.
Desde el punto de vista dogmático las conductas que constituyen delitos son las que se
encuentran tipificadas por el derecho penal y a las que se atribuyen consecuencias penales.
El delito debe satisfacer requisitos de tipicidad y culpabilidad que no necesariamente debe
satisfacer el ilícito civil
FRAUDE O DOLO CIVIL Y FRAUDE O DOLO PENAL. DISTINCIÓN ENTRE.
Hay que distinguir el fraude o el dolo civiles, que otorgan simplemente a la persona
lesionada una acción de reparación del perjuicio del fraude penal o dolo penal, que hace
incurrir, además, al que lo emplea, en una pena pública. Aun cuando se ha sostenido que la
ley penal hace delito de todo atentado a la propiedad cometido por sustracción, engaño o
deslealtad, y abandona al derecho civil la materia de las convenciones cabe observar que el
legislador también ha considerado el interés de proteger a la sociedad de quienes atacan el
patrimonio de las personas, aprovechando la buena fe de éstas, su ignorancia o el error en
que se encuentran, y otorga la tutela penal estableciendo tipos de delito que protejan a la
sociedad y repriman esas agresiones, aunque se utilicen sistemas contractuales como
medios para enriquecerse ilegítimamente u obtener un lucro indebido. Por ello se ha
expresado que si bien es verdad que la voluntad de las partes es soberana para regir las
situaciones que han creado por virtud del contrato, la responsabilidad que de él deriva está
limitada con relación a las exigencias del orden público, tal como la tutela penal a cargo del
Estado. Así, cabe distinguir: la represión penal se funda en el carácter perjudicial del acto
desde el punto de vista social. Su objeto es que se imponga una pena. La responsabilidad
civil se funda en el daño causado a los particulares, y su objeto es la reparación de este
daño en provecho de la persona lesionada, pudiendo un hecho engendrar tanto
responsabilidad civil como penal.
Amparo directo 570/93. José Juan García de Gaona. 29 de septiembre de 1994. Unanimidad
de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera
Molina.
Amparo en revisión 446/96. Rogelia Sanluis Carcaño. 19 de septiembre de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario:
Gonzalo Carrera Molina.
Amparo directo 339/98. Ricardo Sergio de la Llave del Ángel. 20 de agosto de 1998.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Loranca Muñoz. Secretario: Gonzalo Carrera
Molina.
Una de las penas reguladas por el código penal de la CDMX tiene relación con la
responsabilidad civil:
ARTÍCULO 30 (Catálogo de penas). Las penas que se pueden imponer por los delitos son:
Sanciones pecuniarias
II. La restitución de la cosa obtenida por el delito, incluyendo sus frutos y accesorios y, si
no fuese posible, el pago de su valor actualizado. Si se trata de bienes fungibles, el juez
podrá condenar a la entrega de un objeto igual al que fuese materia de delito sin necesidad
de recurrir a informe o prueba pericial;
III. La reparación del daño moral sufrido por la víctima o las personas con derecho a la
reparación, incluyendo el pago de los tratamientos curativos que, como consecuencia del
delito, sean necesarios para la recuperación de la salud psíquica y física de la víctima;
Conforme a los artículos transcritos la reparación del daño es una de las penas que puede
imponerse al autor del delito y su contenido es el mismo que el de la indemnización civil.
Consecuentemente, cabe preguntar si ambas sanciones son en realidad una y cuál es la vía
por la cual debe exigirse su cumplimiento
Desde el punto de vista económico, la reparación del daño es la misma consecuencia que la
indemnización civil. Desde el punto de vista normativo son sanciones distintas, ya que
emanan de normas con ámbitos materiales de validez diferentes. Sin embargo, la
satisfacción de una implica la de la otra, por lo que la víctima no podrá demandar dos veces
su cumplimiento
Tratándose de delitos de fuero común la victima puede exigir libremente entre que la
reparación del daño sea exigida por el Ministerio Público en el proceso penal o demandarla
directamente ante los tribunales civiles
Tratándose de delitos federales el resarcimiento de los daños y/o perjuicios debe ser exigido
a su autor por el Ministerio Público dentro del proceso penal respectivo y, en su caso,
deberá imponerse como pena pública
REPARACIÓN DEL DAÑO. ES IMPROCEDENTE PARA RECLAMARLA EL
INCIDENTE DE RESPONSABILIDAD CIVIL SOLICITADO POR LA VÍCTIMA O EL
OFENDIDO DE UN DELITO, DADO QUE AQUÉLLA DEBE PROMOVERSE EN LA
SUSTANCIACIÓN DEL PROCEDIMIENTO PENAL, PEDIRSE POR EL MINISTERIO
PÚBLICO Y RESOLVERSE POR EL JUEZ DEL PROCESO, SALVO LAS
EXCEPCIONES QUE LA LEY PREVÉ (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).
Hecho personal. Desde luego el que ejecuta un hecho delictuoso es responsable civilmente.
Los que se hallen privados de la razón y los menores que obren sin discernimiento, solo
serán responsables cuando a las personas que los tienen a su cargo no les resulte
responsabilidad civil o no tengan bienes con que cubrirla. Pero si no se hallaren en tutela ni
bajo la patria potestad, ellos serán los únicos responsables. Este precepto concuerda con el
art. 829 del CC alemán
Hecho de otro. Hay veces en que una persona ejecuta un acto ilícito y la responsabilidad
civil, aunque no criminal, nace a cargo de otra persona. Ejemplos: la responsabilidad de los
padres por sus hijos que se hallaren bajo patria potestad
Hecho de las cosas. Del daño y los perjuicios que cause un animal o una cosa, es
responsable la persona que se esté sirviendo de aquel o de ésta al causarse el daño; a menos
que acredite no haber tenido culpa alguna
Importancia del antiguo código penal: estudiando este código se adquiere el conocimiento
de la doctrina clásica en materia de responsabilidad civil, que es antecedente de los
preceptos de nuestros otros códigos
Las dos especies de culpa. Art. 1458. Son causas de responsabilidad civil: I. la falta de
cumplimiento de un contrato. II. Los actos u omisiones que están sujetos expresamente a
ella por la ley. La falta a que se refiere el inciso I es lo que se llama culpa contractual, y los
actos u omisiones a que alude el inciso II constituyen la responsabilidad o culpa
extracontractual
Los daños y los perjuicios. Se entiende por daño lo que los antiguos llamaban “daño
emergente”, es decir, la perdida que una persona sufre en su patrimonio. Se reputa
perjuicio, lo que antiguamente se llamaba “lucro cesante” es decir, la privación de una
ganancia licita
El art. 1477 del código de 1884 establece que: si la ruina de un edificio depende de defectos
de construcción y de estos se deben al arquitecto, el dueño del edificio es sin embargo el
responsable para con la persona a quien se hubiere causado daño
Los establecimientos industriales. También habrá lugar a la responsabilidad civil por los
daños que causen los establecimientos industriales, ya debido al peso y movimiento de las
maquinas, ya debido a las exhalaciones deletéreas; o por la aglomeración de materias o
animales nocivos a la salud, o por cualquiera otra causa que realmente perjudique a los
vecinos.
El hecho ilícito y la obligación de su autor
Antecedentes extranjeros: Código Napoleón, artículo 1382: “Todo hecho cualquiera del
hombre que causa a otro un daño obliga a repararlo aquel por cuya falta acontecido.”
Código Civil alemán, artículo 823: “el que, por un hecho contrario al derecho, ataca con
intención o negligencia la vida, el cuerpo, la salud, la libertad, la propiedad o cualquier otro
derecho de otra persona, está obligado para conecta a la reparación del daño que de aquel
hecho ha resultado.”
Código suizo de las obligaciones artículo 41: “el que causa de una manera ilícita un daño a
otro, sea intencionalmente, Sea por negligencia o imprudencia, está obligado a repararlo. El
que cause intencionalmente un daño a otro por hechos contrario a la costumbre, está
igualmente obligado a repararlo.”
Código Civil ruso artículo 403: “el que ha causado un daño a la persona o el bien de otro,
está obligado a repararlo. Queda librado de esta obligación si prueba que no podía prevenir
este daño o que tenía el poder legal de causarlo, o que se produjo como resultado de la
premeditación de la negligencia burda de la víctima misma.”
interpretación del principio. Según el autor suizo, Rossell, “Debe naturalmente existir entre
el acto ilícito y el daño cuya reparación se demanda cierta relación de causalidad. En
resumen, el acto generador de la responsabilidad se descomponen los elementos siguientes:
1º un acto; 2ª imputable al demandado; 3º dañoso para que el demandante, ya sea que
experimente una pérdida o que sea privado de una ganancia; 4º ilícito, es decir, causado sin
derecho, intencionalmente o por imprudencia o negligencia. ¿A quién pertenece la acción
de indemnización? generalmente a la persona directamente lesionada por el acto ilícito.
Según los conceptos de Colín et Capitat: “1º cualquiera que se queja de haber sido
lesionado por el hecho de otro debe necesariamente probar, para tener derecho a la
reparación, qué ese hecho ha constituido una falta por parte de su autor. 2º el autor del acto
perjudicial debe quedar libre de responsabilidad por ese perjuicio, sí demuestra que ese
daño no es imputable a una falta de él. Así en los diversos casos siguientes: a) cuando el
autor del hecho perjudicial e usado de un derecho a realizar el hecho en cuestión; b) cuando
la verdadera causa del hecho perjudicial es un caso fortuito o de fuerza mayor; c) cuando la
causa del perjuicio se encuentra en el hecho de la víctima mismo punto si el hecho es
debido a la vez a la falta de la gente y a la de la víctima, hay falta común. La
responsabilidad del agente subsiste, pero limitada, reducir en la medida en que el hecho es
imputable a la víctima misma.”
Según H. y L. Mazeud: “En materia de accidentes del trabajo, la ley distingue entre 3
categorías de faltas: si la víctima intencionalmente provocado el accidente, no puedo
obtener reparación; Si la culpa inexcusable, la pensión puede ser disminuida si la culpa no
es intencional ni excusable carece de efectos sobre derecho a indemnización. Si el hecho de
la víctima es la única causa del daño el demandado debe siempre ser exonerado, en
realidad, no se prevale del hecho de la víctima, sino de la ausencia del vínculo de
causalidad entre su hecho propio y el perjuicio. Cuando el hecho de la víctima concurre con
la culpa del demandado a la realización del daño, ¿este hecho debe ser culpable para tener
una incidencia sobre la responsabilidad? la afirmativa está admitida sin discusión: el
demandado no puede prevalecer sea sino de las culpas de la víctima para pedir una
exoneración total o parcial.”
El responsable incapaz:
Artículo 1911.- El incapaz que cause daño debe repararlo, salvo que la responsabilidad
recaiga en las personas de él encargadas, conforme lo dispuesto en los artículos 1919, 1920,
1921 y 1922.
García Téllez funda este artículo diciendo: “La Comisión estableció que el que causó un
daño, aun cuando se trate de incapaces o de irresponsables, debe repararlo, pues no es justo
que el que sufra las consecuencias del acto de otro solamente porque está lograr no incurrió
en la responsabilidad por falta de discernimiento.”
Las personas Morales:
Artículo 1918.- Las personas morales son responsables de los daños y perjuicios que causen
sus representantes legales en el ejercicio de sus funciones.
Según Rossel y Mentha: “Los órganos de una persona moral son menos sus representantes
que esta persona moral mismo-encarnada en ellos, por así decirlo, la voluntad de una
persona moral se expresa por sus órganos, establece una responsabilidad primaria y no
solamente subsidiaria; estos obligan a la persona moral por sus actos jurídicos y por todos
los otros hechos que ejecutan en esta calidad. Los otros hechos son aquellos de naturaleza
contractual o delictuosa, con la reserva de que proceden de un órgano que ha obrado en esta
calidad. Nuestra ley consagra el principio de la responsabilidad civil de las personas
Morales por sus actos ilícitos. Contratos actos unilaterales, faltas contractuales, delitos y
cuasidelitos, todo entra en la esfera de los actos por los cuales los órganos pueden obligar a
la persona moral cuando han ejecutado esos actos en el ejercicio de sus funciones.”
El Estado.
Artículo 1927. El Estado tiene obligación de responder del pago de los daños causado por
sus empleados y servidores públicos con motivo del ejercicio de las atribuciones que les
estén encomendadas. Esta responsabilidad será objetiva y directa por la actividad
administrativa irregular conforme a la Ley de la materia y en los demás casos en términos
del presente Código.
La reparación del daño.
“Artículo 1915. La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido en el
restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible, o en el pago de daños y
perjuicios.”
El hecho lícito.
Artículo 1914. Cuando sin el empleo de mecanismos, instrumentos, etc., a que se refiere el
artículo anterior, y sin culpa o negligencia de ninguna de las partes se producen daños, cada
una de ellas los soportará sin derecho a indemnización.
Este artículo está inspirado en el siguiente pasaje de Demogue: “quedado en último caso
por considerar los puntos aquel en que, sin empleo de organismos peligrosos, se produce un
accidente sin falta ni de una parte ni de otra. Aleatoria clásica dice aquí que hay caso
fortuito y cada uno soporta sus propios daños.”
Artículo 1919. Los que ejerzan la patria potestad tienen obligación de responder de los
daños y perjuicios causados por los actos de los menores que estén bajo su poder y que
habiten con ellos.
Artículo 1920. Cesa la responsabilidad a que se refiere el artículo anterior, cuando los
menores ejecuten los actos que dan origen a ella, encontrándose bajo la vigilancia y
autoridad de otras personas, como directores de colegios, de talleres, etcétera, pues
entonces esas personas asumirán la responsabilidad de que se trata
Los tutores.
Artículo 1921. Lo dispuesto en los dos artículos anteriores es aplicable a los tutores,
respecto de los incapacitados que tienen bajo su cuidado.
Artículo 1924. Los patrones y los dueños de establecimientos mercantiles están obligados a
responder de los daños y perjuicios causados por sus obreros a dependientes, en el ejercicio
de sus funciones. Esta responsabilidad cesa si demuestran que en la comisión del daño no
se les puede imputar ninguna culpa o negligencia.
Artículo 1925. Los jefes de casa o los dueños de hoteles o casas de hospedaje están
obligados a responder de los daños y perjuicios causados por sus sirvientes en el ejercicio
de su encargo.
En este caso el legislador presume, en las personas a las que hace responsable, una culpa
cometida en la elección de sus sirvientes y una falta de vigilancia. Además, no les concede
el derecho de probar que no han obrado con culpa.
Artículo 1933. Los jefes de familia que habiten una casa o parte de ella, son responsables
de los daños causados por las cosas que se arrojen o cayeren de la misma.
Reparación por el responsable. El artículo 1122 del código argentino previene que: “las
personas damnificadas por los dependientes o domésticos pueden perseguir directamente
ante los tribunales civiles a los que son civilmente responsables del daño, sin estar
obligados a llevar a juicio de los autores del hecho.” Este artículo ha sido reformado por
nuestro código vigente en estos términos:
Artículo 1926. En los casos previstos por los artículos 1923, 1924 y 1925 el que sufra el
daño puede exigir la reparación directamente del responsable, en los términos de este
Capítulo.
Derecho de repetición.
Artículo 1928. El que paga los daños y perjuicios causados por sus sirvientes, empleados,
funcionarios y operarios, puede repetir de ellos lo que hubiere pagado.
Artículo 1929. El dueño de un animal pagará el daño causado por éste, si no probare alguna
de estas circunstancias:
Artículo 1931. El propietario de un edificio es responsable de los daños que resulten por la
ruina de todo o parte de él, si ésta sobreviene por falta de reparaciones necesarias o por
vicios de construcción.
Este artículo es una reproducción del 1907 del código español. Le es aplicable este precepto
el comentario de Manresa: “pero no va a estar la ruina de todo o parte del edificio para que
nazca la obligación de reparar el daño causado con tal motivo, sino que es preciso además
para tal efecto que la ruina de este, total o parcial, haya sobrevenido por falta de las
reparaciones necesarias. Es decir, que el caso fortuito exime, y la responsabilidad sólo
proviene de la existencia de la culpa negligencia que implica la omisión o la falta de
ejecución de las reparaciones debidas; Esto es, de las necesarias para evitar dicha ruina. lLa
única dificultad que podría ofrecerse o el único punto controvertible, sería el relativo a la
obligación de la prueba; Es decir, si el propietario es el que debe probar el caso fortuito o la
diligencia debida, por existir una presunción juris tantum de su culpa pon negligencia.
derivada del hecho de haberse arruinado el edificio, implicando este, en todo caso, la falta
de las reparaciones necesarias o al actor incumbe la prueba de dicho efecto. El código no ha
dicho nada sobre ello, ni tenía para qué decirlo, remitiéndose con su silencio en las reglas
generales sobre la prueba de las obligaciones, establecidas con anterioridad hay que estar a
la regla general citada. Y con arreglo a ella , habrá de probar el actor la existencia de la
obligación que demanda, o sea el hecho del daño y la causa del mismo; Es decir, la ruina
del edificio por falta de reparación, qué es lo que da origen a dicha obligación y lo que
constituye la causa determinante de la responsabilidad impuesta. A su vez, con arreglo a la
citada doctrina el demandado debe probar su excepción que es la falta de culpa Por su
parte, puesto que, aun cuando consiste en una negativa, dicha excepción se funda en una
afirmación o en un hecho positivo, cuya existencia afirma, y conforme con dicho criterio, el
propietario del edificio cuya ruina produjo el daño objeto de la reclamación del
perjudicado, debe probar, para librarse de la obligación establecida por el artículo 1907, que
el hecho de la ruina no provino de la falta de reparaciones, ya que por haberse hecho
oportunamente las que se necesitaba el edificio, oh ya por no ser estas necesarias en razón
al buen estado de su conservación, extremos ambos que envuelven una afirmación, cada
uno de ellos imponiendo al demandado a la obligación de la prueba, porque ésta
corresponde el que afirma, según doctrina unánimemente aceptada y reconocida por todos.
Esa necesidad de la prueba de la existencia o realidad del daño por parte del que reclama la
indemnización de este, para que se produzca la obligación de indemnizar, la sancionado
constantemente la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Resulta que la falta de noticias o la
ignorancia de la necesidad de las reparaciones, no exime al propietario de la obligación de
reparar los daños de que nos ocupamos como no es motivo de la exención la ignorancia de
la necesidad de las reparaciones no puede alegar como excepción dicha ignorancia ni tiene
por tanto que probarla en pleito promovido por el damnificado.” Y en vista de la edición
hecho el código español por el nuestro, en los lugares del comentario de Manresa en donde
se habla de reparaciones deberá leerse además “o vicios de construcción”.
Responsabilidad por excavaciones o construcciones. El artículo 909 del código alemán
dice: “un inmueble no puede ser escalado de tal manera que el fundo vecino pierde el apoyo
que le es necesario, a menos de qué otras maneras se hayan hecho lo necesario para ese
apoyo por trabajos de sustentación.”
Challamel dice: “La utilidad de esta disposición especial consiste en que la hipótesis mirada
por este artículo, el derecho de oponerse a los trabajos no pertenece solamente al
propietario, sino a toda persona que tenga interés en el uso o en la conservación tal como
está el inmueble amenazado el demandante debe probar el hecho de las excavaciones y el
peligro de que está amenazando su fundo. El que ha emprendido el trabajo no es
responsable de la indemnización de los daños y perjuicios, sí no es que era evidente que la
excavación haría perder al fundo vecino el apoyo necesario.
II. Por el humo o gases que sean nocivos a las personas o a las propiedades;
III. Por la caída de sus árboles, cuando no sea ocasionada por fuerza mayor;
V. Por los depósitos de agua que humedezcan la pared del vecino o derramen sobre la
propiedad de éste;
VI. Por el peso o movimiento de las máquinas, por las aglomeraciones de materias o
animales nocivos a la salud o por cualquiera causa que sin derecho origine algún daño.
absolución. sí existe sentencia dictada, y buen sentido absolutorio, los efectos jurídicos de
esa sanción consiste en que la facultad del poder público para imponer la reparación del
daño proveniente de un hecho delictuoso no existe, ya que o esos hechos no resultaron
delictuosos, Joaquín se atribuyeron no fue quien lo realizó. El que haya una sentencia que
absuelve el pago de la reparación del daño, no significa que al mismo tiempo
innecesariamente se extingue el derecho del ofendido para exigir la responsabilidad civil en
manada de un hecho ilícito el Código Civil establece este derecho independientemente de la
acción pública.”
Sin embargo, La Suprema Corte de Justicia ha resuelto que si los tribunales del orden penal
declaran que el hecho que se imputa al acusado fue causal y se sobresee en el proceso por
no haber delito que perseguir, la influencia de la autoridad de la cosa juzgada en lo penal,
se refleja en el aspecto civil de la cuestión, imponiendo a la jurisdicción civil su criterio
sobre la inexistencia de la culpa que tiene los mismos elementos en lo penal que en lo civil,
y esta jurisdicción no puede desconocer, ni contradecir, para cualquier efecto que no existió
culpa y que el hecho fue causal, cómo lo resolvió en la jurisdicción represiva; por tanto, la
sentencia en el juicio civil absuelve al demandado en las condiciones dichas es legal.
Extinción de la acción penal. En los casos de muerte del presunto delincuente, de amnistía
o de indulto, se extingue la acción penal, pero no se extingue la obligación de reparar el
daño causado. Asimismo, la substitución y la conmutación de sanciones no eximen de la
reparación del daño. En los casos anteriores, el que ha sufrido el daño perjuicio puede
exigir la indemnización correspondiente, con arreglo al Código Civil, por hecho ilícito
cometido.
Actos ilícitos no delictuosos. Estos actos dan origen a responsabilidad civil, regida
exclusivamente por el Código Civil.
El daño moral
Diferentes categorías de daños morales. Dos categorías de daños se oponen de manera muy
clara. Por una parte, los que tocan a lo que se ha llamado parte social del patrimonio moral:
hieren a un individuo en su honor, su reputación, su consideración. Por otra parte, los que
tocan a la parte afectiva del patrimonio moral; ir en un individuo en sus afectos.
Artículo 1916. Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus
sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y
aspecto físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá
que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la
integridad física o psíquica de las personas.
Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable de este tendrá
la obligación de repararlo mediante una indemnización en dinero, con independencia de
que se haya causado daño material, tanto en responsabilidad contractual como
extracontractual. Igual obligación de reparar el daño moral tendrá quien incurra en
responsabilidad objetiva conforme al artículo 1913, así como el Estado y sus servidores
públicos, conforme a los artículos 1927 y 1928, todos ellos del presente Código.
La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y sólo pasa a los
herederos de la víctima cuando ésta haya intentado la acción en vida.
La obligación de reparar el daño moral se extiende por igual a los casos de responsabilidad
contractual o extracontractual que aun comprende aquellos que se originan en la
responsabilidad objetiva, y en aquella pueden incurrir el estado y sus funcionarios.
Artículo 1912. Cuando al ejercitar un derecho se cause daño a otro, hay obligación de
indemnizarlo si se demuestra que el derecho sólo se ejercitó a fin de causar el daño, sin
utilidad para el titular del derecho.
El riesgo creado por la responsabilidad objetiva
Artículo 1935. Los patrones son responsables de los accidentes del trabajo y de las
enfermedades profesionales de los trabajadores sufridas con motivo o en el ejercicio de la
profesión o trabajo que ejecuten; por tanto, los patrones deben pagar la indemnización
correspondiente, según que hayan traído como consecuencia la muerte o simplemente la
incapacidad temporal o permanente para trabajar. Esta responsabilidad subsistirá aun en el
caso de que el patrón contrate el trabajo por intermediario.
Artículo 1936. Incumbe a los patrones el pago de la responsabilidad que nace de los
accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales, independientemente de toda
idea de culpa o negligencia de su parte.
Artículo 1937. El patrón no responderá de los accidentes del trabajo, cuando el trabajador
voluntariamente (no por imprudencia) los haya producido.
Nuestro código.
Artículo 1913. Cuando una persona hace uso de mecanismos, instrumentos, aparatos,
vehículos automotores o substancias peligrosas por sí mismos, por la velocidad que
desarrollen, por su naturaleza explosiva o inflamable, por la energía de la corriente eléctrica
que conduzcan o por otras causas análogas, está obligada a responder del daño que cause,
aunque no obre ilícitamente, a no ser que demuestre que ese daño se produjo por culpa o
negligencia inexcusable de la víctima.
Este artículo está inspirado en la doctrina de Demougue, y acepta la teoría del riesgo
creado. El hecho material de hacer uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o sustancias
peligrosas por sí mismos, aunque se obre lícitamente, sin culpa alguna, produce la
obligación de responder del daño que se cause.
Relación de causa a efecto. Pero al consagrar nuestro código vigente en la teoría del riesgo
creado, lo hace con una reserva que consigna al final del artículo 1913, inspirada en el
artículo 404 del Código Civil ruso. Refiriéndose al caso en que quien usa cosas peligrosas
demuestra que el daño se produjo por culpa o negligencia inexcusable de la víctima, caso
en el cual queda exento de responsabilidad.
En todo caso, para que incurre en responsabilidad objetiva el que hace uso de mecanismos
y demás objetos peligrosos, se requiere que causen daño como lo dice textualmente el
citado artículo 1913.
Daño moral. durante la vigencia del texto original el artículo 1916 del Código Civil, para
poder exigir la reparación del daño moral se requería que hubiera sido causa por un hecho
ilícito; No basta pues, demostrar la existencia de los elementos constitutivos de la
responsabilidad objetiva.
La ley. Según Demolombe y Marcadé: “las obligaciones que resultan de la autoridad son
las de la ley, están siempre fundadas en un hecho que es verdadero principio generador de
ellas. En efecto, es una máxima elemental que todas las obligaciones nacen en un hecho. Y
esta máxima es aplicable a las obligaciones que resultan de la ley. Según Mardcadé: “en la
generación de toda obligación, aún de las atribuidas por el código a la sola autoridad de la
ley, hay necesariamente otra cosa que está autoridad de la ley.
Los casos en qué código francés y los autores consideran que la ley es la fuente única de las
obligaciones, son casos en los que realmente la fuente de ellas son hechos jurídicos
materiales, no voluntarios, juntamente con la ley.
ABUSO DE DERECHOS
I. INTRODUCCIÓN
En este capítulo es resuelto qué sucede si una persona causa un menoscabo patrimonial a
otra al ejercer un derecho. La respuesta a esta interrogante amerita un capítulo
independiente tanto por el desenvolvimiento histórico del tema como por su tratamiento
doctrinal.
A. Derecho Romano: los juristas romanos no configuraron una doctrina general, sin
embargo, algunos de sus axiomas y soluciones estuvieron inspirados en esta figura.
B. Código Napoleón: no previó disposición alguna que de manera general regulara el
abuso de derechos. Sin embargo, Bonnecase explica que los órganos
jurisdiccionales llegaron a conceptualizarlo y a sancionarlo en dos variantes.
El debate sobre la esencia del abuso de derechos ha originado tres criterios principales.
A. TEORÍA OBJETIVA
Señala que el abuso de derechos tiene lugar cuando una persona quebranta los límites de
aquello a lo que está facultado. Por ejemplo, la persona que circula su automóvil por una
banqueta sobrepasa los límites de su derecho al libre tránsito.
La teoría objetiva recibió fuertes críticas al grado que llevaron al grado de la utilidad y
autonomía del “abuso de derechos”. Planiol y Ripert fueron algunos de los detractores más
elocuentes: adujeron que cuando una persona rebasa los límites objetivos de su derecho ya
no se encuentra en ejercicio del mismo, sino en un plano de ilicitud.
B. TEORÍA SUBJETIVA
La teoría subjetiva supera las críticas esgrimidas contra la objetiva. Sus partidarios
sostienen que hay abuso de derechos cuando una persona los ejercita dentro de sus límites
con el único propósito de perjudicar a otras y sin utilidad para sí.
C. Teoría funcional.
Según la doctrina funcional el abuso de derechos se produce cuando una persona los ejerce
dentro de sus límites, pero fuera de la función social que deben satisfacer. La víctima no
debe probar que el agresor actuó con la intención de producirle un daño, sino sólo ejerció
su derecho fuera de lo que la solidaridad social exige.
Artículo 1912. Cuando al ejercitar un derecho se cause daño a otro, hay obligación
de indemnizarlo si se demuestra que el derecho sólo se ejercitó a fin de causar el
daño, sin utilidad para el titular del derecho”.
Los elementos constitutivos del abuso de derechos, conforme a la teoría subjetiva, son
cuatro:
a) Ejercicio de un derecho: Es necesario que el transgresor sea titular de uno y que lo ejerza
dentro de sus límites.
b) Intención de causar un daño y/o un prejuicio: Es esencial al abuso de derechos, de
acuerdo con nuestra legislación, que el trasgresor actúe con la intención de causar un daño
y/o un perjuicio a otro. La necesidad de probar que el titular del derecho actuó de mala fe es
quizás el mayor obstáculo para la aplicación práctica de la figura.
Para la procedencia de la indemnización prevista en el artículo 1912 del Código Civil para
el Distrito Federal se requiere no sólo acreditar el ejercicio de un derecho, la causación del
daño y la falta de utilidad por parte del titular de ese derecho, sino también el elemento
subjetivo consistente en la intención de producir el daño.
c) Falta de seguridad para el titular del derecho: si el ejercicio del derecho es útil para su
titular, éste no deberá prestar indemnización alguna aunque hubiere actuado con la
intención de causar un daño.
En la opinión de Don Fausto Rico, este artículo no puede invocarse para obligar a quien
ejercite un derecho a pagar una indemnización cuando no se satisfagan los cuatro elementos
del abuso de derechos, ya que expresamente remite a otras disposiciones para el
establecimiento de sanciones. Considera que debería derogarse.
RESPONSABILIDAD OBJETIVA
I. INTRODUCCIÓN
Su regulación fue una innovación del legislador de 1928. Las disposiciones obligan a
quienes causan un daño y/o un perjuicio a pagar una indemnización independientemente de
que hayan actuado dolosa o culposamente.
Derecho Romano
Código Napoleón
Código de 1884
BGB
El acontecimiento a que se refiere el numeral primero puede ser lícito o ilícito, sin que
afecte de modo alguno el surgimiento de la responsabilidad objetiva.
IV. Regulación en el CC
Por regla general quien causa un daño a otro sólo debe indemnizarlo si actuó con solo o con
culpa, es decir, la regla general es que la responsabilidad sea subjetiva. La obligación de
prestar una indemnización cuando no se haya actuado intencional o negligentemente es
excepcional.
Art. 1913. Cuando una persona hace uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o
substancias peligrosas por sí mismos, por la velocidad que desarrollen, por su
naturaleza explosiva o inflamable, por la energía de la corriente eléctrica que
conduzcan o por otras causas análogas, está obligada a responder del daño que
cause, aunque no obre ilícitamente, a no ser que demuestre que ese daño se produjo
por culpa o negligencia inexcusable de la víctima.
La persona que emplea bienes peligrosos o generadores de peligro debe resarcir los
menoscabos que cause, aunque no obre con dolo o con culpa. La Ley distingue entre los
bienes peligrosos por sí mismos y los que generan peligro por su naturaleza funcional.
RESPONSABILIDAD OBJETIVA.
3. Ausencia de ilicitud
Artículo 1918.Las personas morales son responsables de los daños y perjuicios que
causen sus representantes legales en el ejercicio de sus funciones.
Artículo 1925.Los jefes de casa o los dueños de hoteles o casas de hospedaje están
obligados a responder de los daños y perjuicios causados por sus sirvientes en el
ejercicio de su encargo
La ley impone la responsabilidad objetiva a los propietarios por los daños y/ o perjuicios
que causen sus bienes en los sigs. supuestos:
Artículo 1932. Igualmente responderán los propietarios de los daños causados:
Los habitantes de inmuebles también responden objetivamente por los daños y o perjuicios
que causen los objetos caídos o arrojados desde ellos
Artículo 1933.Los jefes de familia que habiten una casa o parte de ella, son
responsables de los daños causados por las cosas que se arrojen o cayeren de la
misma