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LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN EN ESPAÑA (1808-1833)

La Crisis de 1808 y la Guerra de Independencia.


En 1788 murió Carlos III y subió al trono su hijo Carlos IV, quien gobernaría hasta 1808. Este nombró a
Manuel Godoy como primer ministro. Simultáneamente en 1789, se inició la Revolución Francesa que
supuso la abolición del Antiguo Régimen en Francia. Tres años más tarde, se produce la 2ª fase, donde
Luis XVI y su mujer fueron decapitados. Carlos IV, al conocer lo sucedido, declaró la guerra a Francia junto
al resto de potencias europeas, conocida como Guerra contra la Convención, que terminó con victoria
francesa y la firma de la Paz de Basilea. Desde este momento, España estará al servicio de Francia, e
Inglaterra pasó a ser su principal enemigo.

En el 1º Tratado de San Ildefonso, España y Francia firman una alianza militar contra Inglaterra. Los
ingleses derrotaron a la marina franco-española en el Cabo de Trafalgar en el año 1805 y España perdió
su flota de guerra, por lo que quedó desprotegido el comercio con América. La alianza con Napoleón hizo
de la corte española un séquito ante su política expansionista. Godoy, admirador del Emperador, se hizo
dependiente de él y lo ayudó en todos sus proyectos.
La alianza con Napoleón significó el hundimiento económico del país, el fin de la potencia naval española
y la incomunicación con las posesiones americanas. A partir de entonces, los ingleses bloquean el
comercio español con América.
En 1807 Napoleón firmó con Carlos IV y Godoy el Tratado de Fontainebleau, por el cual se permitió el
paso de las tropas francesas por España para conquistar y dividir Portugal, al ser este, aliado de Inglaterra.
En realidad, Napoleón quería ocupar toda la Península Ibérica para establecer un reino dependiente del
que su hermano José sería el monarca.
Al quedar de manifiesto las verdaderas intenciones de Napoleón, Godoy propuso a los reyes la salida de
Aranjuez con destino a América, estallando así el Motín de Aranjuez (17-19 de marzo de 1808). Fue un
motín organizado por el Partido Cortesano y agrupado en torno al príncipe Fernando (futuro Fernando
VII). El resultado fue que Carlos IV destituyó a Godoy, quien fue encarcelado, y dos días después abdicó
en favor de su hijo, ante la presión popular.
El primer reinado del joven Fernando VII duro tan solo 2 meses, pues Carlos IV pronto se arrepintió de su
abdicación. Ambos, fueron llamados por Napoleón a Bayona, donde el emperador francés consiguió, con
su fuerte personalidad, la renuncia de ambos reyes a su favor. A continuación, Napoleón proclamó rey a
su hermano José Bonaparte e inició la ocupación de toda España.
A fin de conseguir apoyos entre la población, José I promulgó el Estatuto de Bayona, una carta otorgada
que reconocía ciertos derechos individuales, establecía la religión católica como religión oficial del Estado
y mantenía los privilegios estamentales. El Estatuto de Bayona no llegó a ponerse en práctica debido al
estallido de la guerra.

La Guerra de Independencia
En la guerra encontramos dos grupos dentro de los españoles:
➔ Los Afrancesados. Partidarios del reformismo ilustrado de José I y enemigos de medidas
revolucionarias. El pueblo los tachó de traidores. Tras el final de la Guerra de Independencia la
mayoría debieron exiliarse, mientras que el resto fueron detenidos y ajusticiados.
➔ El Frente Patriótico. Formado por la mayoría de la población española que se opuso a la invasión
francesa, pero pueden distinguirse posiciones muy diferentes: la mayor parte del clero y la
nobleza defendían la vuelta de Fernando VII como rey absolutista, los sectores ilustrados,
encabezados por Floridablanca y Jovellanos, esperaban la vuelta de Fernando VII pero como rey
reformista y modernizador de España, creando un sistema liberal parlamentario basado en la
soberanía nacional y la división de poderes; y por último, gran parte de la población luchó contra
un invasor extranjero en espera de la vuelta de Fernando VII, aunque carecían de posiciones
ideológicas claras.

La guerra se inicia en Madrid el 2 de mayo de 1808. Los madrileños se levantan contra el ejército francés
que había ocupado la capital ante las noticias de que Fernando VII había sido secuestrado, y el intento de
llevarse a Francia al infante Francisco de Paula. Algunas de estas escenas fueron recogidas por Goya en el
Cuadro “El 2 de mayo: la carga de los mamelucos”. Pocas horas después, fue reprimida la revuelta
fusilando a centenares de madrileños como escarmiento, hecho recogido en “Los fusilamientos del 3 de
mayo” de Goya.
Un día después, el 4 de mayo, se produjo la salida del resto de la familia real española en dirección a
Bayona. A partir de ahí la guerra puede dividirse en las siguientes fases:
1. Mayo-octubre 1808: La sublevación empieza en Madrid, seguida en casi todas las ciudades.
España recibe ayuda de Inglaterra y Portugal. Al mismo tiempo, comienza una guerra civil contra
los afrancesados. Después de los asedios de Zaragoza y Gerona, se producen las derrotas
francesas de Bailén y Lisboa.
2. Octubre 1808 -julio 1812: Ante las derrotas francesas y la dura resistencia de la guerra de
guerrillas, el propio Napoleón se pone al frente de sus tropas (La Grande Armée). Ocupa Burgos,
Madrid, Zaragoza, Gerona, mientras lucha en Europa contra Austria. En Cádiz se reúne la Junta
Suprema Central.
3. Julio 1812-1814: Comienza la fase de desgaste del ejército francés contra la guerra de guerrillas
española. Además, Napoleón debe retirar tropas de España para llevarlas a Rusia, donde sufrió
graves derrotas. Después de las victorias españolas de Arapiles, Vitoria y San Marcial, Napoleón
firmó el Tratado de Valençay, en diciembre de 1813, por el que devuelve la corona a Fernando
VII.
La guerra causó 300.000 muertos según unos autores y cerca de un millón, según otros, para una
población total de 11 millones de habitantes. Dejó al país arruinado.
Según la historiografía británica, la actuación del ejército británico fue determinante, destacando el papel
del duque de Wellington, quien no habría podido mantenerse en la Península sin la ayuda de las tropas
regulares y las guerrillas españolas.
Por decreto de 30 de mayo de 1814, se prohibió la vuelta a España a todos los que hubieran aceptado o
continuado en un cargo bajo el reinado de José I Bonaparte. Más de 10.000 afrancesados tuvieron que
exiliarse y abandonar el país. Pero la guerra tuvo una cara positiva, ya que se reúnen las Cortes de Cádiz,
primer intento de acabar con el Antiguo Régimen y crear una verdadera revolución burguesa.
Tras las derrotas militares de 1809, la Junta Central Gubernativa es sustituida por una Regencia de 5
miembros que convocan las Cortes de Cádiz que elaboraron la Constitución de 1812, primer eslabón del
régimen liberal–burgués español del siglo XIX.

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