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1. La Guerra de Independencia
I. La Guerra de Independencia. Origen y causas.
II. El desarrollo militar de la Guerra.
III. Consecuencias de la Guerra.
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otorgada en la que se ponía en marcha un programa, mezcla de reformismo ilustrado y
constitucionalismo napoleónico, dirigido a acabar con el Antiguo Régimen en España
que no se pudo llevar a cabo.
José I Bonaparte (“Pepe Botella”) llegó a Madrid y contó con el apoyo de unos
pocos liberales españoles “los afrancesados” entre los que estaban algunos reformistas
ilustrados que vieron en Napoleón y en su hermano la oportunidad de acabar con el
Antiguo Régimen. Pronto empezó la injerencia de Napoleón en las decisiones de su
hermano, dictando varios decretos sin consultar a José I.
Pero ni el pueblo ni las clases privilegiadas españolas aceptaron a José I como rey
y surgió la resistencia popular y un poder paralelo, que tenía por objetivo la vuelta de
Fernando VII como rey de España. Hubo que improvisar nuevas formas de organización
para hacer frente a una situación totalmente nueva. Se crearon Juntas que fueron
primero locales formadas principalmente por militares, clérigos y cargos públicos
municipales. A su vez, las Juntas locales se integraron en Juntas provinciales, que
ejercían el gobierno en sus respectivas provincias. La necesidad de coordinación
propició la creación de una Junta Suprema Central, que asumió la labor de dirigir la
guerra contra los franceses y el gobierno efectivo en las zonas de España no ocupadas.
En 1810 la Junta Suprema Central traspasó sus poderes a un Consejo de Regencia, que
actuaba en nombre del rey Fernando VII y que se estableció en Cádiz, la zona más segura
de la Península por entonces. Este Consejo sería el encargado de convocar las Cortes.
Ante la invasión francesa surgieron dos bandos en conflicto:
a. Los afrancesados: quienes vieron en Napoleón y su hermano José I la
posibilidad de reformar España. El pueblo no les entendió y fueron perseguidos.
b. Los patriotas y las Juntas. Eran antifranceses y se dividían en:
Absolutistas, defensores del absolutismo y la religión católica.
Liberales, defensores de la Constitución de Cádiz, es decir, defendían la
transformación de la España del Antiguo Régimen en un sistema liberal-
parlamentario.
Jovellanistas, una mezcla de ambos. Esperaban que Fernando VII
impulsase un programa de reformas que permitiera la permanencia de la
vieja monarquía tradicional junto a la modernización del país.
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II.- El desarrollo militar de la guerra.
Al conocerse la noticia de los sucesos de Madrid y de las abdicaciones de Bayona,
la insurrección se extendió por todo el territorio español. Era, al mismo tiempo, una
guerra contra el invasor y una guerra civil; en la que se enfrentaban por un lado, los
territorios ocupados por el ejército francés, que contaba con el apoyo de los
afrancesados y, por otro la resistencia popular, que afirmaba luchar en nombre de
Fernando VII.
Se pueden distinguir tres fases en el desarrollo del conflicto bélico:
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o Tercera fase: la situación se invirtió en la primavera de 1812, Napoleón
necesitaba efectivos en el frente ruso por lo que retiró parte del ejército
francés en España. El duque de Wellington, al frente de tropas inglesas,
portuguesas y españolas, apoyadas por las partidas de guerrilleros, inició el
avance y después de la victoria de Arapiles (Salamanca, julio de 1812)
entraron en Madrid. Tras los triunfos de Vitoria y San Marcial (1813),
Napoleón, incapaz de mantener los dos frentes, pacta el fin del conflicto.
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2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
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Las Cortes asumieron el poder legislativo y se plantearon como objetivo
elaborar una Constitución (que será aprobada el 19 de marzo de1812, día de San José,
de ahí el nombre popular que se le dio, La Pepa).
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o Al grupo intermedio se les denominó los jovellanistas, eran los herederos
de la Ilustración y de la idea de hacer las reformas desde arriba. Defendían
la idea de una soberanía compartida entre el rey y las Cortes.
Desde el primer momento los liberales tomaron la iniciativa y pusieron las bases de
toda la labor legislativa posterior.
La Constitución de 1812.
Tras año y medio de debates, el 19 de marzo de 1812 fue proclamada la
Constitución de Cádiz, la primera constitución española. Tiene 384 artículos lo que
indica la minuciosidad con la que fue redactada. Fue el resultado de un compromiso
entre absolutistas y liberales, si bien se impusieron en mayor medida los principios
liberales.
Contenido de la Constitución:
La soberanía nacional, es decir, la autoridad suprema reside en el conjunto de
los ciudadanos y la expresan sus representantes en las Cortes. Este artículo es el
más revolucionario de todos y el que va a dividir posteriormente a los liberales,
pues algunos preferían una soberanía compartida entre la nación y el rey.
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Se establece la separación de poderes:
- El poder legislativo correspondía a las Cortes junto con el rey (el rey podía
intervenir en la elaboración de las leyes a través de la iniciativa y la sanción,
poseyendo derecho a veto). Se establecieron unas Cortes unicamerales
elegidas por sufragio universal indirecto y masculino (votan los varones
cabezas de familia para elegir a unos electores, que son los que eligen a los
diputados -varones mayores de 25 años y con un mínimo de renta-. De esta
forma la burguesía se aseguraba el poder). Las Cortes poseen amplios
poderes: elaboración de leyes, aprobación de presupuestos, mando sobre el
ejército, etc. Se reguló su convocatoria, la duración, etc., lo que aseguraba su
independencia respecto al rey que no podía suspenderlas ni disolverlas.
- El poder ejecutivo queda en manos del rey que nombra a sus ministros. Le
correspondía el gobierno y participaba en la elaboración de las leyes
mediante la iniciativa y la sanción, con veto suspensivo. Su poder era, por
tanto, restringido y controlado por las Cortes.
- Se establece la igualdad civil al imponer una ley igual para todos los
ciudadanos, excepto para eclesiásticos y militares.
- Aunque establece el derecho a la libertad de imprenta excluye a los textos
religiosos.
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- No reconoce la libertad de culto, pues se reconoce como única religión de la
nación española la católica y prohíbe el ejercicio de cualquier otra religión.
Fue una concesión clara del sector liberal a los diputados absolutistas.
- Se protege la propiedad individual, siguiendo las ideas del liberalismo
económico propias de la burguesía que defiende la igualdad civil pero no
económica, y que pretendía acabar con el sistema de propiedad del Antiguo
Régimen.
- Inviolabilidad del domicilio.
- Derecho a la educación, al implantarse una enseñanza primaria pública y
obligatoria.
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Abolición del régimen señorial: supresión de los señoríos jurisdiccionales. Se priva a
los nobles del ejercicio de la administración de justicia, que es competencia exclusiva
de la nación y de algunas rentas.
Se decreta la desamortización de algunas tierras comunales y bienes de la Iglesia
para hacer frente a los gastos de la guerra y amortizar la deuda pública.
Se suprimen los gremios, se abole la Mesta y se decreta la libertad de comercio y
trabajo.
Abolición de la Inquisición y prohibición de la tortura.
Estas reformas tuvieron escasa vigencia porque al volver Fernando VII, en mayo
de 1814, abolió toda esta obra legislativa.
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EL REINADO DE FERNANDO VII (1814-1833)
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favor del cambio político), ante la escasa fuerza de la burguesía para defender sus
propuestas por vías legales. Estos pronunciamientos que intentaban acabar con
el sistema político mediante las armas como el de Díaz Polier o el general Lacy
fracasaron, pero con ellos se inicia una forma de hacer política, mediante la
intervención de los militares, que va a perpetuarse a lo largo de la historia
contemporánea de España.
Las nuevas Cortes liberales restauraron gran parte de las reformas de Cádiz como la
supresión del régimen señorial y de los mayorazgos, abolición de la Inquisición, creación
de la Milicia Nacional para defender el liberalismo, el restablecimiento de las libertades
políticas, la liberalización de la industria y comercio, etc.
Pero la labor del gobierno liberal durante el Trienio fue dificultada por:
La división de los liberales en dos grupos:
- Los moderados o doceañistas, partidarios de introducir reformas en la
Constitución que la hicieran más conservadora (participación de la Corona
en las labores legislativas).
- Los exaltados o veinteañistas, mantenían actitudes más progresistas
(defendían que el rey solo debía tener el poder ejecutivo).
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países absolutistas de Europa, utilizando todos los recursos disponibles, para
poner obstáculos a las reformas liberales.
Aprovechando una coyuntura europea favorable al absolutismo, Fernando VII pidió
expresamente ayuda a las potencias de la Santa Alianza, que, temerosas de que la
revolución se extendiera al resto de Europa, en abril de 1823, encargaron a Francia
enviar un ejército, los “Cien Mil Hijos de san Luis”, al mando del duque de Angulema,
que, apoyados por los realistas españoles, entraron en territorio español y repusieron a
Fernando VII como rey absoluto.
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