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TEMA 1. La crisis de la monarquía borbónica.

La guerra de la
independencia. Los comienzos de la revolución liberal. La constitución de
1812.
Introducción tema:
El reinado de Carlos IV estará profundamente influenciado por los acontecimientos que vive
Francia tras el estallido de la Revolución un año después de su subida al trono. La subida al
poder de Napoleón Bonaparte y su política imperial, afectarán a la política española a la que
sumirá en distintas guerras y acabará con su incorporación al Imperio Napoleónico como un
estado satélite dirigido por su hermano, José Bonaparte. Este hecho provocará en España una
guerra de liberación contra la ocupación francesa y una Revolución liberal donde el pueblo
recoge la soberanía motivada por el vacío de poder provocado por la ausencia de Carlos IV y
su hijo Fernando VII. Este hecho llevará a la convocatoria de Cortes y a la elaboración de la
primera Constitución liberal del país. Su importancia y relevancia es tal, que servirá de modelo
para futuras constituciones.
Esquema:
1. La crisis de la monarquía borbónica: el reinado de Carlos IV.
1.1 Manuel Godoy: guerra y alianza con Francia.
1.2 La influencia de Napoleón en la política española.
2. La Guerra de la Independencia (1808 – 1814).
2.1 El 2 de Mayo, el inicio de la guerra.
2.2 El desarrollo de la Guerra
3. Los comienzos de la Revolución Liberal.
3.1 Las Juntas como órganos de resistencia.
4. Las Cortes de Cádiz
4.1 La Constitución de 1812
5. El legado de la Revolución liberal

1. LA CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA: EL REINADO DE CARLOS IV.


Tras la muerte de Carlos III en 1788, sube al trono su hijo Carlos IV que intentará
continuar con el despotismo ilustrado empezado por su padre. Para ello, continuó con el
equipo político de su padre: el conde de Floridablanca y el conde de Aranda.
Sin embargo, el estallido de la Revolución Francesa en 1789, supondrá la paralización de
todas las medidas ilustradas por miedo al contagio de las ideas revolucionarias, ya que la
situación económica y financiera de la Corona, y las malas cosechas estaban provocando
motines entre los grupos populares.
El conde de Floridablanca tomó una serie de medidas con el fin de aislar a España de
las ideas revolucionarias entre las que destacaron la ruptura de relaciones con Francia, el cierre
de fronteras, la prohibición de todas las publicaciones francesas, la censura de periódicos, la
persecución de los reformistas sospechosos de ser partidarios de la Revolución y el cierre de las
Sociedades Económicas de Amigos del país. Pese a estas medidas, Floridablanca no fue capaz
de neutralizar la propaganda revolucionaria por lo que fue sustituido en 1792 por el conde
de Aranda.

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1.1 MANUEL GODOY: GUERRA Y ALIANZA CON FRANCIA.
Aranda intentó tener buenas relaciones con el gobierno revolucionario francés con el fin
de salvar la vida de Luis XVI, pero resultó inútil por lo que en noviembre de 1792, Aranda fue
sustituido por Manuel Godoy.
En 1793, tras la ejecución de Luis XVI, la tensión contra Francia incrementó por lo que
España se unió a la Coalición internacional y le declaró la guerra. LA GUERRA DE LA
CONVENCIÓN O GUERRA DE LOS PIRINEOS, tuvo como consecuencia la ocupación de parte
de Cataluña y del País Vasco. Por esta razón, en 1795 se firmó LA PAZ DE BASILEA, por la que
España recuperaba todos los territorios ocupados por Francia y, a cambio, le cedía parte de
la isla de La Española (Santo Domingo), en el Caribe. El acuerdo fue interpretado como un
triunfo diplomático de Godoy, que fue nombrado PRÍNCIPE DE LA PAZ.
Godoy cambió su política y decidió formar una alianza con Francia en contra de Gran
Bretaña ya que temía la penetración británica en el mercado americano, y Portugal como
aliada de la misma. Esta alianza queda concretada en LOS TRATADOS DE SAN ILDEFONSO
(1796 Y 1801 con Napoleón).
La alianza hispano – francesa provocará numerosos enfrentamientos como la guerra
de las Naranjas que enfrentará a España y Portugal (1801) y que supone la anexión de la
ciudad de Olivenza; y la BATALLA NAVAL DE TRAFALGAR (1805) frente a las costas de
Cádiz, que diezmó la Armada española y supondrá el predominio naval británico.

1.2 LA INFLUENCIA DE NAPOLEÓN EN LA POLÍTICA ESPAÑOLA.


La subida de Napoleón al poder en 1799 supuso la subordinación de la monarquía
española a la política francesa tal y como se reflejó en las batallas anteriormente nombradas y
en el TRATADO DE FONTAINEBLEAU, firmado en 1807 y por el que se permitía la entrada
en España al ejército francés con el pretexto de atacar Portugal para debilitar a Gran
Bretaña y por el que se repartirían el estado luso entre ambos países.

El mismo día de la firma del Tratado, tiene lugar EL PROCESO DE EL ESCORIAL, un plan
del Príncipe de Asturias, Fernando, y sus partidarios, para derrocar a su padre. Este
proceso concluyó con elarrepentimiento del Príncipe Fernando, pero las conspiraciones contra
Carlos IV y Godoy continuaron debido a que las políticas del monarca y su ministro
consiguieron el rechazo de la totalidad de los sectores de la sociedad tanto liberales como
absolutistas que irán agrupándose en torno al Príncipe de Asturias.
En cumplimiento con el Tratado de Fontainebleau, las tropas napoleónicas se adentraron
en territorio español en octubre de 1807. Godoy se da cuenta de que empiezan a ocupar
puntos fuertes y ciudades como Barcelona o Pamplona, por lo que crea un plan para evacuar a
los reyes.
El 18 de marzo de 1808, de manera paralela a la entrada en Madrid de las tropas
francesas bajo el mando del general Murat, se produjo EL MOTÍN DE ARANJUEZ, donde
sectores populares y sectores afines al príncipe Fernando provocaron la caída de Godoy y
obligaron a Carlos IV a abdicar a favor de su hijo Fernando VII.
Napoleón, que no acepta el cambio de monarca, convenció a Fernando VII y a Carlos IV
para que viajasen a Bayona y resolviesen sus diferencias. En Bayona, Napoleón consigue que
Carlos IV y Fernando VII le traspasen el trono, produciéndose LAS ABDICACIONES DE
BAYONA, el 5 y 6 de mayo de 1808. Por ello, la Corona pasa a José I Bonaparte, quedando
España incluida en la red de Estados satélites de Francia.

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José I utilizó como base jurídica el ESTATUTO DE BAYONA, una carta otorgada en la
que el rey tenia reservados amplios poderes (legislativo y ejecutivo) y recogía una amplia
declaración de derechos y libertades.

2. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808 – 1814).


Entre 1808 y 1814, tuvo lugar la guerra de la Independencia, considerada el inicio de la
Edad Contemporánea en España.
El conflicto tuvo múltiples dimensiones ya que fue una guerra de liberación contra la
ocupación francesa, un conflicto internacional adscrito a las guerras napoleónicas y un
enfrentamiento civil entre afrancesados, ilustrados que apoyan a José I; y patriotas conflicto
en el que chocarán sus dos visiones: el absolutismo y el liberalismo.

2.1 EL 2 DE MAYO, EL INICIO DE LA GUERRA


La salida de la familia real de Madrid, y las tropas francesas en la ciudad, provocaron
EL 2 DE MAYO DE 1808, un levantamiento popular violento y espontáneo en Madrid
contra la ocupación. Las tropas del general Murat respondieron con una gran represión lo
que motivó levantamientos contra los franceses en toda España, mientras el ejército y la Junta
del Gobierno, no hicieron nada para evitar la represión.

2.2 EL DESARROLLO DE LA GUERRA.


En junio de 1808, un ejército de 170.000 hombres entró en España para reprimir los
levantamientos populares y situar en el trono a José I. Sin embargo, muchas ciudades
españolas resistieron y se enfrentaron contra los franceses, como es el caso de Zaragoza o
Girona.
El ejército del general Dupont, encargado de ocupar Andalucía, se encontró con las
milicias del general Castaños y tiene que rendirse en Bailén el 19 de julio de 1808. Esta
derrota, la primera que sufre Napoleón, provoca que José I abandone Madrid y las tropas
francesas retrocedan hasta el Ebro. Por ello, Napoleón decidió intervenir personalmente
obteniendo una victoria en la batalla de Somosierra (noviembre de 1808), lo que permitió
que José I regresara a Madrid.
La inferioridad frente a Napoleón, hizo que los españoles adoptaran una nueva forma
de combate, LA GUERRILLA: grupos formados por antiguos soldados, voluntarios civiles y
bandoleros que atacaban a las tropas francesas por sorpresa con acciones rápidas,
valiéndose del conocimiento del terreno y de la ayuda de la población civil. El objetivo de
estas guerrillas era dañar las líneas de comunicación y suministro del ejército francés.
En la primavera de 1812, Napoleón retiró tropas de España para enviarlas al frente de
Rusia. Aprovechando esta situación; en julio de 1812, el general Wellington, al frente de
tropas británicas, portuguesas y españolas, a las que se unieron partidas guerrilleras; derrotó a
los franceses en Arapiles (Salamanca). En 1813, Wellington llevó a cabo otra ofensiva que
hizo que los franceses huyeran definitivamente de Madrid y fueran derrotados en Vitoria y
en San Marcial (Irún).
La derrota de Napoleón en su guerra europea, hizo que, en diciembre de 1813, firmara
con Fernando VII el TRATADO DE VALENÇAY, por el que el monarca español recuperó la
Corona y se puso fin a la ocupación francesa.
La guerra de la Independencia dejó un balance de más de 300.000 muertes, así como una
gran destrucción de infraestructuras y campos que tuvo graves repercusiones económicas.

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3. LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL.
Paralelamente a la guerra de la Independencia se llevó a cabo la revolución liberal.

3.1 LAS JUNTAS COMO ÓRGANOS DE RESISTENCIA.


Los sucesos de mayo crearon un vacío de poder que provocó que el pueblo se dotase de
nuevas instituciones políticas, LAS JUNTAS LOCALES Y PROVINCIALES, para organizar la
resistencia.
La creación de estas juntas fue un acto de SOBERANÍA POPULAR, pues asumieron
la autoridad en nombre del pueblo, que se convirtió en protagonista de la acción política.
Sin embargo, no tuvieron un carácter totalmente popular, pues estuvieron formados por
nobles, oligarcas locales y grupos mercantiles, que incluyó tanto a partidarios del Antiguo
Régimen (absolutistas) como a liberales y que establecería los fundamentos de una futura
revolución liberal.
Para conseguir el apoyo militar y económico de Gran Bretaña, era necesario un
gobierno unificado. Para ello, los delegados de las juntas provinciales se reunieron en
Aranjuez, en septiembre de 1808, aprovechando la retirada francesa tras la derrota francesa en
Bailén, y constituyeron LA JUNTA GENERAL SUPREMA GUBERNATIVA DEL REINO,
presidida por el Conde de Floridablanca. La Junta reconoció a Fernando VII como rey
legítimo de España, asumió la gobernación del país hasta su regreso, la dirección de la
guerra, y fue el encargado de tramitar la convocatoria a Cortes.

4. LAS CORTES DE CÁDIZ.


Las derrotas militares obligaron a la Junta General Suprema (Junta Central) a huir de
Sevilla a Cádiz. La Junta se mostró incapaz de dirigir la guerra, por lo que decidió
convocar unas Cortes que provocarán la disolución de la Junta por un CONSEJO DE
REGENCIA (1810) de 5 miembros y se lleva a cabo un proceso de selección de DIPUTADOS A
CORTES mediante sufragio censitario (hombres mayores de 25 años con propiedades).
Las Cortes unicamerales, ubicada en Cádiz, se abrieron en septiembre de 1810. En ella
hubo tres tendencias: los liberales, partidarios de reformas radicales, los absolutistas,
partidarios de mantener el orden monárquico conservador y los jovellanistas, partidarios de la
revitalización de las Cortes medievales y de la soberanía compartida.
Las Cortes aprobaron la soberanía nacional, es decir, el reconocimiento de que el
poder reside en el conjunto de los ciudadanos y se expresa a través de las Cortes formadas
por representantes de toda la nación, incluidas las colonias, que tendrán representación en las
mismas. Aprobaron también una serie de decretos que significaron la disolución del Antiguo
Régimen: se abolieron los señoríos jurisdiccionales, los gremios, el Honrado Concejo de la
Mesta y la Inquisición.

4.1 LA CONSTITUCIÓN DE 1812.


El 19 de marzo de 1812, los diputados aprobaron la PRIMERA CONSTITUCIÓN EN LA
HISTORIA DE ESPAÑA, de corte liberal y conocida como LA PEPA. En el texto, destacaron
los siguientes postulados:

 La forma de gobierno sería una MONARQUÍA CONSTITUCIONAL. La Corona tendría


limitadas sus competencias y no dispondría de capacidad para disolver las Cortes.
 SEPARACIÓN DE PODERES:
- EL PODER LEGISLATIVO sería asumido por las Cortes y por el Rey.

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- EL PODER EJECUTIVO recaía en el rey, que, como cabeza de gobierno, interviene en
la elaboración de leyes, aunque su poder está controlado por las Cortes; y en un
gobierno formado por 7 secretarios de despacho.
- El PODER JUDICIAL sería asumido por los tribunales de justicia.

 Confesionalidad del Estado. El catolicismo sería la única religión del Estado.


 SOBERANÍA NACIONAL. Concedía la igualdad de derechos a los ciudadanos de
América y España como miembros de una única nación.
 SUFRAGIO CENSITARIO MASCULINO INDIRECTO
 AMPLIA DECLARACIÓN DE DERECHOS Y LIBERTADES (libertad de imprenta, igualdad
ante la ley, inviolabilidad del domicilio, etc.).

5. EL LEGADO DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL.


La vuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del
absolutismo. Por ello, en 1814, las Cortes de Cádiz serían disueltas y la Constitución
abolida.
Durante su periodo de vigencia, evidenciaron la voluntad de transformar las estructuras
del país para convertirlo en una monarquía constitucional y parlamentaria; y la
experiencia de 1812 sería inspiradora para futuras constituciones y reformas liberales.
Además, influyó de manera directa en el ideario de los liberales de la América española.

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