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TELESFORO
CATACORA
D. P. C. C. EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE N° 8 5°
Semana 6 Bimestre IV
- Señoritas y jóvenes buen día reciban un cordial saludo del Prof. Ángel Willy Nava Suxo,
docente del Área de Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica, del quinto grado. ¡Bienvenidos!
- La sesión de hoy 20 de noviembre del año 2023, tiene el siguiente título: ME COMUNICO
EFICAZMENTE CON LOS DEMÁS.
La comunicación con los demás es una situación muy importante dentro del desarrollo
humano, porque viene a ser la base de toda sociedad y por ende permite el entendimiento entre
las personas, dentro de la cual se pretende afianzar el conocimiento de los factores y las
condiciones para aprender a establecer una adecuada comunicación, una actitud de empatía y
respeto por las otras personas, así como una escucha atenta, son un buen comienzo para
comunicarse con los demás en los términos esperados de las relaciones humanas.
La comunicación eficaz entre dos personas se produce cuando el receptor interpreta el mensaje
en el sentido que pretende el emisor. Algunas de las estrategias que podemos utilizar para
lograr una comunicación eficaz son:
Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es saber
escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy en día, se debe en gran parte a que no se
sabe escuchar a los demás.
Generalmente, uno está más pendiente de lo que desea expresar, por ello, en esta necesidad
propia de comunicar, se pierde la esencia de la comunicación, es decir, el compartir un mensaje
con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática , pero no es
así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace cuando se habla. Pero ¿ qué es
realmente la escucha activa ?
Muchas veces se consideran sinónimos los términos “oir” y “escuchar”; sin embargo, no
tienen el mismo sentido. Oir es un acto pasivo, mientras que escuchar es un hecho consciente
e intencionado que implica atención al otro, al interlocutor. Podemos oir sin prestar atención
(un ruido, el vuelo de una mosca, la bulla en la calle mientras leemos, etc.), pero para escuchar
siempre necesitaremos poner de nuestra parte y atender con interés. La escucha efectiva debe
ser necesariamente activa, pues requiere la habilidad de escuchar e interpretar no solo lo que la
persona expresa directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que se
encuentran en la base de lo que está diciendo. Para llegar a entender a alguien, se necesita,
además, cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona y entender sus
sentimientos cuando nos está hablando.
a. Acogida . En esta primera atapa, se trata de mostrar al otro que estamos dispuestos a
escuchar lo que nos dice o dirá. Implica crear un clima agradable, tener condiciones físicas
adecuadas (un lugar sin ruido y distracciones), orientar el cuerpo hacia el otro, utilizar
expresiones coloquiales para interactuar (¿Me decías …? ¿Y tú que opinas …?), realizar una
presentación mutua (Hola, mi nombre es … ¿Y el tuyo?), etc.
b. Atención . Es la fase de escucha en sí, donde manifestamos a nuestro interlocutor, a través
de la expresión corporal y comprometiendo los sentidos (oído, vista …) que lo escuchamos y
nos interesamos por lo que nos está diciendo. Requiere una apertura voluntaria hacia el otro,
decodificando su mensaje e interpretando el sentido de las palabras sin juzgar ni valorar
anticipadamente.
c. Respuesta . En esta etapa final, mostramos a nuestro interlocutor lo que el mensaje ha
producido en nosotros. Las respuestas pueden ser verbales (¡Que bueno!, ¡No lo sabía!, ¡Que
interesante!) o no verbales (asentir la cabeza, acercarte más a la persona, abrazar a la persona).
Al responder debemos evitar hacer juicios de valor, ayudar a buscar soluciones positivas.
Existen algunos elementos que al ponerlos en práctica pueden llevarnos a tener una escucha
activa y de esa forma lograr una comunicación eficaz y son:
b. Expresar al otro que lo escuchas . Esto se realiza mediante signos verbales (ya veo, ajá), y
no verbales (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo).
6.2.1.3. Elementos que se deben evitar para lograr una escucha activa .
Existen actitudes y conductas que debemos evitar para lograr una buena comunicación y son:
a. No distraerse mientras el otro habla. b. No interrumpir al que habla, antes de emitir
opiniones. c. No juzgar a quien habla. d. Escuchar todo el mensaje, y luego ofrecer ayuda o
soluciones. e. Usar expresiones cordiales como “no te preocupes”, “eso no es nada”, etc. f.
Evitar interrumpir con otras historias, tal vez solo necesita ser escuchado . g. Evitar el
“síndrome del experto”, se refiere a que ya se tiene la respuesta al problema, antes de que se
conozca toda la historia.
La escucha activa no es algo espontáneo sino que es una actividad consciente que requiere
desarrollar una serie de habilidades tales como:
a. Mostrar empatía . Significa ponerse en el lugar de la otra persona, esa decir, escuchar sus
sentimientos, emociones, opiniones y deseo, eso no significa que aceptas lo que te esta diciendo,
sino que lo estas entendiendo y lo vas a ayudar con frases como: entiendo lo que sientes.
b. Parafrasear . Implica expresar con las propias palabras lo que parece que el emisor acaba
de decir, es decir, comprender lo que el otro está diciendo y si hemos entendido o
malinterpretado lo que se dice, por ejemplo se le puede decir, entiendo que me dijiste que te
sientes muy preocupado por la situación que estas pasando, eso es cierto o no.
c. Palabras de halago . El halago fortalece el discurso cuando transmitimos aprobación, es
decir, que estamos de acuerdo o comprendemos lo que acaba de decir, por ejemplo le podemos
manifestar que me encanta hablar contigo o debes seguir mejorando en esa actividad.
b. DISCUTIR LOS TEMAS UNO A UNO, no aproveches que estas discutiendo, por
ejemplo, sobre la impuntualidad de tu compañero para reprocharle, de paso, que es un
despistado, un olvidadizo y un desordenado.
d. NO HABLAR DEL PASADO, sacar al aire los “trapitos sucios” del pasado no solo no
aporta, sino que despierta malos sentimientos. El pasado solo debe utilizarse de manera
constructiva para tomarlo de modelo cuando ha sido bueno e intentamos volver a poner en
marcha conductas positivas quizá para olvidarlas.
e. SER ESPECÍFICO, es bueno ser específico, concreto, preciso, y por lo tanto, es una de las
normas principales de la comunicación. El “dar vueltas” a lo que queremos decir, puede crear
malas interpretaciones y obstaculizar la comunicación.
f. EVITAR LAS GENERALIZACIONES, los términos “siempre” y “nunca” raras veces son
ciertas y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir “últimamente te veo algo ausente” que
“siempre estás en las nubes”. Para ser justos y honestos y llegar a acuerdos y producir cambios,
resultan mas efectivos expresiones del tipo: “la mayoría de veces”, “en ocasiones”, “algunas
veces”, “frecuentemente”. Estas son formas de expresión que le permiten al otro sentirse
valorado.