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Unidad 3-Compendio-Relaciones Lo-Mat
Unidad 3-Compendio-Relaciones Lo-Mat
Titulaciones Semestre
Profesor Autor:
Ing. Joe Guillén García, MSc
2021
UNIDAD 3.
NOCIONES BÁSICAS DE TIEMPO, CANTIDAD, TEXTURA,
FORMA, TAMAÑO Y COLOR
Unidad 3.- NOCIONES BÁSICAS DE TIEMPO, CANTIDAD, TEXTURA, FORMA, TAMAÑO Y COLOR
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INTRODUCCIÓN ¡Error! Marcador no definido.
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FORMACIÓN DE CONCEPTOS EN LA EDAD TEMPRANA. ¡Error! Marcador no definido.
NOCIONES BÁSICAS DE TIEMPO Y CANTIDAD. ¡Error! Marcador no definido.
NOCIÓN DEL TIEMPO. 11
NOCIÓN DE CANTIDAD. 17
NOCIÓN DE NUMERO. 18
COMPONENTES BÁSICOS DEL NÚMERO. 19
PRINCIPIOS DEL CONTEO 20
NOCIONES BÁSICAS DE TEXTURA Y ESPACIO. ¡Error! Marcador no definido.
NOCIÓN DE TEXTURA 23
NOCIÓN DEL ESPACIO 23
NOCIÓN DE FORMA, TAMAÑO Y COLOR. ¡Error! Marcador no definido.
Bibliografía 32
Unidad 3.- NOCIONES BÁSICAS DE TIEMPO, CANTIDAD,
TEXTURA, FORMA, TAMAÑO Y COLOR
INTRODUCCIÓN
Los docentes deben considerar y abordar todos los estilos de aprendizaje ya que requieren de
oportunidades para crear sus propios métodos de resolución de problemas, razón por la que los
mismos deben innovarse y actualizarse constantemente.
Para interactuar con el mundo físico, con sus pares y con la, matemática los materiales concretos
son esenciales para desarrollar actividades de forma abstracta y como complemento la actividad
práctica y los componentes básicos del lenguaje que son hablar, escuchar, leer y escribir. Sin
dejar de lado el uso adecuado de la tecnología en el aula que cuenta como un elemento más
para ampliar la comprensión del mundo matemático.
En la actualidad existen muchas dificultades para alcanzar los aprendizajes deseados, existe
una serie de motivos para esta realidad, entre los que se puede mencionar: la falta de formación
y actualización docente, el uso de métodos lógicos inadecuados, el mal uso de los recursos
didácticos y el temor a la materia. Lo importante en el aprendizaje no es el dominio del
conocimiento sino el saber buscar estrategias para resolver las diferentes dificultades a cerca
de las nociones básicas, lo que permite al niño la asimilación creadora a partir de sus propias
experiencias que le brinda la interacción con los objetos físicos de su entorno.
Siendo de gran importancia el uso de material concreto para facilitar el aprendizaje de estas
nociones desarrollando de esta manera su creatividad y por ende su razonamiento lógico
matemático ya que la intervención planificada del o la docente debe apoyarse en la curiosidad y
en la actividad del niño donde pase de la manipulación a la representación, aprenderá también
mediciones , resolución de pequeños problemas, medición del espacio y del tiempo,
comparación y diferenciación de figuras de cuerpos geométricos.
FORMACIÓN DE CONCEPTOS EN LA EDAD
TEMPRANA.
La formación de conceptos es uno de los componentes esenciales tanto del proceso de creación
y desarrollo del conocimiento, como de instrucción y aprendizaje en el contexto educacional.
David Ausubel considera que el aprendizaje significativo puede tener lugar de diversos modos,
y ser por recepción, si el contenido potencialmente significativo es comprendido o hecho
significativo durante el proceso de internalización; o por descubrimiento, si el alumno relaciona
intencionada y sustancialmente una proposición potencialmente significativa del planteamiento
de un problema a su estructura cognoscitiva con el propósito de obtener una solución que sea
susceptible de ser relacionada significativamente con su estructura cognoscitiva.
Otro gran investigador pedagógico fue Jean Piaget, A partir de las investigaciones de él, empieza
a tomar importancia la teoría cognitiva del aprendizaje, hasta entonces los métodos empleados
en la enseñanza de la matemática escolar estaban basados en otras teorías. Después de él,
muchos investigadores han tomado como punto de partida sus experiencias y conclusiones de
las mismas, para realizar investigaciones, que en ocasiones trataban de confirmar y otras criticar
los resultados obtenidos por este investigador.
Además, los conocimiento físico y social tienen en común el que ambos necesitan una
información de origen externo al niño, el conocimiento físico está basado en la regularidad de
las reacciones de los objetos mientras que el social es arbitrario se origina en acuerdos y
consensos y no se puede deducir lógicamente.
Estos tres tipos de conocimiento tienen en común la exigencia de actividad por parte del sujeto
para su consecución. Entre ellos existen además fuertes lazos de unión, así el conocimiento
físico no se puede construir fuera de un marco lógico-matemático, pues no se puede interpretar
ningún hecho del mundo exterior sino a través de un marco de relaciones.
Todas las acciones realizadas por un individuo tienen dos aspectos, uno físico y observable en
el que la atención del sujeto está en lo específico del hecho y otro lógico-matemático en el que
se tienen en cuenta, sobre todo, lo que es general de la acción que produjo el hecho.
El conocimiento lógico-matemático, que es el que ahora nos ocupa, tiene las siguientes
características.
● No es directamente enseñable.
● Se desarrolla siempre en una misma dirección y esta es hacia una mayor coherencia
● Una vez que se construye nunca se olvida.
En el primer estadio o período sensorio-motor un logro importante del niño es el darse cuenta
de que está separado del resto de las cosas y que hay un mundo de objetos independiente de
él y de sus propias acciones.
El período preoperacional comprende un trecho muy largo en la vida del niño, durante el cual
ocurren grandes cambios en su construcción intelectual, hecho que habrá que aprovechar y
tener en cuenta en su formación. El niño en este estadio presenta un razonamiento de carácter
intuitivo y parcial, razona a partir de lo que ve. Domina en él la percepción. Su estructura
intelectual está dominada por lo concreto, lo lento, y lo estático.
Es un período de transición y de transformación total del pensamiento del niño que hace posible
el paso del egocentrismo a la cooperación, del desequilibrio al equilibrio estable, del pensamiento
preconceptual al razonamiento lógico.
Se pueden considerar en este período dos etapas:
a) preconceptual de 2 a 4 años en la que el pensamiento está a medio camino entre el
esquema sensomotor y el concepto. Las estructuras están formadas por conceptos
inacabados que producen errores y limitaciones al sujeto. El razonamiento se
caracteriza por percibir solamente algunos aspectos de la totalidad del concepto y
por mezclar elementos que pertenecen verdaderamente al concepto con otros ajenos
a él.
b) intuitiva de 4 a 7 años. El pensamiento está dominado por las percepciones
inmediatas. Sus esquemas siguen dependiendo de sus experiencias personales y de
su control perceptivo. Son esquemas prelógicos.
El estadio final del desarrollo o de las operaciones formales se suele manifestar sobre los 11
años y está caracterizado por la posesión de un pensamiento lógico completo. El niño es capaz
de pensar lógicamente, no sólo acerca del mundo físico sino también acerca de enunciados
hipotéticos. El razonamiento deductivo característico de la ciencia comienza a ser posible.
Sobre el conocimiento de los alumnos de nivel infantil las teorías del aprendizaje referidas
anteriormente sostienen lo siguiente: La teoría conductista considera que los niños llegan a la
escuela como recipientes vacíos los cuales hay que ir llenando, y que aparte de algunas técnicas
de contar aprendidas de memoria, que por otra parte son un obstáculo en el aprendizaje sobre
aspectos numéricos, los niños de preescolar no tienen ningún otro conocimiento matemático.
La teoría cognitiva por el contrario considera que antes de empezar la escolarización (enseñanza
primaria) los niños han adquirido unos conocimientos considerables sobre el número, la
aritmética y los objetos que le rodean. La observación de la realidad de los niños de nuestro
entorno, muestra lo que estos son capaces de hacer con la serie numérica antes de llegar a la
escuela. Han recibido gran información, en un principio de forma memorística de la serie
numérica y la mayoría de los niños de cuatro y medio a seis años pueden llegar a contar hasta
29 o 39 y además:
* No tienen problemas para citar el número siguiente a otro o el anterior a otro, al menos hasta
el diez, si bien el concepto de anterior les es más difícil que el de siguiente. * Pueden aplicar la
regla del valor cardinal en colecciones pequeñas.
* Conocen la relación entre los aspectos ordinales y los cardinales de una misma colección.
* Esto permite a los niños resolver mentalmente problemas de suma y resta cuando los números
utilizados están de acuerdo con su capacidad para contar.
Todo este conocimiento, que se puede considerar como matemática informal, prematemática o
simplemente conocimiento matemático, actúa como fundamento para la comprensión y el
dominio de las matemáticas que más tarde aprenderán en la escuela. De acuerdo con este
análisis y haciendo un repaso de los conceptos matemáticos que los niños van a estudiar en la
enseñanza posterior, se puede decir que las raíces de las actitudes matemáticas de los niños
están en el período preoperacional que corresponde a la edad infantil. La evolución depende
tanto del proceso de maduración del sujeto como de su interacción con el medio y no se debe
olvidar que la escuela forma parte de ese medio.
Apunta Baroody (1988) que el desarrollo matemático de los niños sigue, en muchos aspectos,
un proceso paralelo al desarrollo histórico de las matemáticas. Así el conocimiento impreciso y
concreto de los niños se va haciendo gradualmente más preciso y abstracto, tal como ha
sucedido con el conocimiento de las matemáticas a través del tiempo. Los niños poco a poco
van elaborando una amplia gama de técnicas a partir de su matemática intuitiva. La matemática
en los niños se desarrolla teniendo como base las necesidades prácticas y las experiencias
concretas. Como ocurriera en el desarrollo histórico, contar desempeña un papel esencial en el
desarrollo del conocimiento informal y este a su vez prepara el terreno para la matemática formal.
NOCIONES BÁSICAS DE TIEMPO Y CANTIDAD.
Las nociones básicas son adquiridas por los niños y niñas a través del medio que les rodea de
forma inconsciente, en primer lugar, el cuerpo, es el primer referente de la noción espacial,
puesto que con él se aprende el control tónico respiratorio, postura, equilibrio, estructuración de
espacio y tiempo el cual lleva a la conformación del esquema corporal que es la representación
que se tiene del cuerpo en relación consigo mismo y a todos lo que le rodea.
Las palabras ahora, hoy, ayer y mañana pueden señalar en su uso, cada vez un sector distinto
del tiempo real. En los niveles evolutivos prematuros, el niño se orienta en el tiempo a base de
signos esencialmente cualitativos extra temporales.
El posterior desarrollo de las aptitudes para una más correcta localización y comprensión del
orden de sucesión se relaciona con la toma de conciencia de las dependencias causales y
del dominio de las relaciones cuantitativas de las magnitudes del tiempo. (Santamaria, 2014)
Hasta los siete u ocho años e incluso más, es insuficiente la idea o noción de duración y de
pasado.
Hasta los siete años la expresión "la semana pasado" no adquiere sentido para ellos. Piaget
señala la dificultad con que los niños adquieren la noción de edad, sucesión, duración,
anterioridad y posterioridad. Muy lentamente llegan a formar el concepto de un largo tiempo
histórico anterior a ellos porque no los pueden hacer objeto de una observación directa. De ahí
también la dificultad para comprender las sociedades, instituciones y móviles de la conducta de
los adultos. El niño apenas conoce más que a su familia y sólo lentamente y de manera elemental
va adquiriendo alguna noción de la vida. Casi siempre los temas de Ciencias Sociales rebasan
la comprensión de los alumnos por eso convendría tener en cuenta el esquema de Piaget,
porque los procesos de la inteligencia influyen en la asimilación y acomodación, es decir, que si
algo no se comprende tampoco se podrá asimilar. Por otra parte, no existe inconveniente en ir
preparando el camino de un aprendizaje histórico basado en la narración de hechos desde los
primeros cursos de escolaridad, que favorecerán en el niño la aparición de un cierto sentido de
conciencia histórica.
De los 5 a La enseñanza deberá partir del entorno En esta edad le gustan los acontecimientos
los 8 años en donde se encuentra la escuela, por emocionantes, se podría utilizar la narración
medio de elementos históricos dramatizada para provocar la creación de
existentes. Por ejemplo: una placa, una vivencias emotivas. Los hechos y
inscripción, una leyenda, etc. acontecimientos deben presentarse en
forma anecdótica, sin sentido de tiempo ni
espacio, pues no hay que olvidar que la
noción de pasado histórico no existe en el
niño de esta edad. Para una mayor
eficacia los temas deben ir dirigidos más
hacia la imaginación y la sensibilidad que a
la inteligencia misma.
De 9 a 11 El niño se interesa por la vida de La enseñanza se debería orientar de tal
años grandes personajes, por el origen de manera que permitiese al niño la
las cosas, por la biografía y la leyenda. observación de los hechos históricos (en la
En este momento se le iniciará en el medida en que estos sean observables) en
conocimiento del hecho histórico los escenarios naturales o por medio de
biográfico con idea de espacio, pero proyecciones cinematográficas. Ese
con escasa comprensión del tiempo. interés por conocer la vida de los
personajes es por un afán imitativo, por lo
que cual se podría hacer girar los hechos
históricos en torno a personajes
destacados, sabiendo la dificultad que
supone el presentar modelos para ser
imitados.
En conclusión, se puede decir que la comprensión del tiempo está muy relacionada al
conocimiento físico y social; y el niño lo construye a través de las siguientes fases:
1. Concibe el tiempo solamente relacionado al presente, no contempla mentalmente el
pasado ni el futuro. Tiene una dimensión única del tiempo.
2. Comienza a entender que el tiempo es un continuo, que las cosas existen antes de ahora
y que existirán después de ahora.
3. Usa el término de mañana o ayer, quizás no acertadamente, pero con indicios de que
comprende la existencia de un pasado y un futuro.
4. Reconstruye hechos pasados, pero no lo hace secuencial ni cronológicamente. Por
ejemplo, si le pedimos que nos cuente cómo hizo su pintura, lo podrá contar, pero no
secuencialmente, por dónde empezó, que hizo después y así sucesivamente.
5. Reconstrucción secuencial y cronológica del tiempo y comprensión de las unidades
convencionales del mismo. Por ejemplo: semana, mes, hora, etc. En esta fase el niño ya
comienza a mostrar una visión objetiva del tiempo.
Centrémonos ahora en la noción de duración, noción sobre la cual se debe sustentar el modelo
de construcción del tiempo como magnitud medible, si queremos seguir un proceso análogo al
de las otras magnitudes lineales como la longitud, masa o capacidad.
Los trabajos que se van a desarrollar en Educación Infantil deben organizarse en torno a dos
aspectos:
● La noción de duración, que con sus especificidades responderá aproximadamente a los
trabajos de otras magnitudes.
● Los sistemas convencionales de medida del tiempo, que como hemos visto juegan un
importante papel de manera temprana en la misma construcción de la magnitud, lo que
no ocurre en las otras.
Es importante que todas estas comparaciones permitan al alumno decidir los instantes de inicio
de los intervalos temporales que se comparan. Posteriormente se fijarán los inicios y finales,
procurando que se presenten las siguientes posibilidades:
2. Después, en grupos de cuatro, se les proporcionan las de 10s (roja), 15s (amarilla) y 20s
(verde) y se trata de decidir qué bailarina es la que baila más tiempo. Estas duraciones hacen
poco fiable los procesos de comparación por estimación directa, no así el de 5 segundos que de
manera inmediata se identifica como la de menos duración.
3. En la última fase, se trabaja de dos en dos siguiendo el siguiente proceso: los dos niños se
sientan enfrentados y se les proporcionan los metrónomos de 20s y 15s (este último camuflado
por si alguno recuerda los colores), con el objeto de decidir cuál baila más. Se permite que
puedan ser lanzados los dos por un solo alumno. Después se retira el de 20s y se les presenta
el de 10s (quedando pues para comparar el de 15s y el de 10s) pero ahora se le entrega uno a
cada uno y no es posible que un mismo alumno lance los dos a la vez. De esta manera queremos
observar si el alumno plantea de forma explícita la necesidad de simultaneidad de los instantes
de inicio para poder comparar con éxito las duraciones.
Es importante destacar que aquí no se les proporciona a los niños unas duraciones con instantes
de inicio y final fijados, sino que es él mismo quien debe tomar la decisión de organizar la
sucesión o simultaneidad de inicios.
Cuando se trata de comparar dos duraciones reproducibles a voluntad el esquema algoritmizado
correspondiente consiste en hacer coincidir los inicios de ambas duraciones y razonar a partir
de los finales: aquella cuyo final se produzca después es la duración mayor. Sin embargo, es
frecuente que el niño compare las duraciones a partir de la secuencia de los finales, aunque este
esquema sea defectuoso y provoque errores si no se tienen en cuenta los órdenes de comienzo.
Cuando un único alumno maneja las dos bailarinas, la gran mayoría las lanza a la vez, con lo
que se obtiene una comparación correcta.
Esta exigencia de coincidencia de comienzos es más crítica cuando las dos bailarinas que se
van a comparar no son manejadas por el mismo niño. La necesidad de coordinación exige
explicitar la simultaneidad en el comienzo.
A las edades de 5 ó 6 años son una minoría los que de manera explícita hacen constar esa
necesidad («Cuando yo diga las lanzamos. Preparados, ¡ya!»).
Los restantes no coordinan el comienzo y sólo se fijan en la secuencia de finales. Con respecto
a los sistemas convencionales de medida del tiempo, se realizarán actividades que comporten:
● Identificación de tareas cotidianas correspondientes a los intervalos de mañana, tarde y
noche dentro del ciclo diario.
● Representación de las rutinas diarias de manera que permitan localizar otros
acontecimientos en relación con ellas.
● Representación de las rutinas semanales de manera que permitan localizar otros
acontecimientos en relación con ellas.
● Identificar algunos acontecimientos de su entorno próximo que tengan ciclo anual.
● Situar esos acontecimientos anuales en relación con ciertas partes del año (estaciones).
● Identificación de acciones cuyas duraciones puedan relacionarse con las distintas
unidades convencionales como día, semana, mes y año.
● Construcción de una hoja de un mes de un calendario, reparando en la estructura de la
disposición de los números/días.
ACTIVIDAD 2
Identifique qué acontecimientos de su entorno, que pueda conocer un niño de Educación Infantil,
presentan ciclos diarios, semanales, mensuales y anuales.
ACTIVIDAD 3
Veamos dos ejemplos gráficos extraídos de Chamorro y Belmonte (1996) en los que el niño debe
comparar duraciones, pero utilizando referencias y localizaciones basadas en los sistemas
convencionales de unidades temporales. En cada ficha figuran varias parejas de viñetas. Cada
pareja se corresponde con un intervalo temporal que cuyo inicio y final viene marcado por las
viñetas. Se trata de ordenar los intervalos según su duración.
NOCIÓN DE CANTIDAD.
Los niños pequeños no tienen la noción de cantidad; ella debe desarrollarse a través de acciones
que conduzcan a comparaciones cuantitativas y conlleven el uso de los cuantificadores en su
verbalización. (Alsina, 1988)
Aun cuando el niño no haya desarrollado el concepto de número puede formar conjuntos y
subconjuntos y así, determinar perceptivamente aquel que tiene más elementos, menos
elementos y tantos elementos. En las palabras “más que”, “menos que” se encuentra el inicio
de la cantidad.
Así se deben empezar a usar intuitivamente en el lenguaje diario los cuantificadores, términos
que implican una noción de cantidad sin precisar la exactamente. Ellos indican cantidad, pero
no cardinalidad.
Un cuantificador es la cantidad que envuelve” un número sin que haya necesidad de precisarla
como las palabras: algunos, todos, mucho, poco.
Ejemplo:
En el siguiente gráfico podemos identificar:
Muchas bolitas son pequeñas.
Pocas bolitas son grandes.
Una bolita es azul.
Ninguna bolita es verde.
NOCIÓN DE NUMERO.
La idea de número, por mucho que se acompañe del engañoso adjetivo de natural, es de una
enorme complejidad, por lo que no podemos esperar que los niños la construyan sin ayuda. Se
trata, además, de una construcción lenta y progresiva, que choca con la creencia social de que
todo se reduce a saber recitar la serie de los números en orden. (Chamorro, 2005)
El niño solo llega a la comprensión de la idea de número tras haber superado numerosas trampas
perceptivas. Reconocer que seis elefantes representan la misma cantidad numérica que seis
moscas es todo un reto para una mente infantil, que solo llega a comprender la naturaleza del
número a través de las múltiples cosas que éste le permite hacer. Por eso, el adulto, el profesor
en particular, debe hacer una relectura del mundo que le rodea, en el que, como decían los
pitagóricos, casi todo es número, para descubrir que acciones rutinarias son solo posibles
gracias a la existencia de la potente idea de número.
La correspondencia
La correspondencia es la capacidad del niño de establecer relaciones simétricas de igualdad
entre un objeto y otro. Es decir cuando se le presenta al niño un grupo de objetos el niño elige
uno y luego busca a través de comparaciones encontrar ciertas equivalencias o igualdades en
cuanto a sus riesgos característicos entre un objeto y otro.
La clasificación
La clasificación es la capacidad que tiene el niño para agrupar objetos en función de un
determinado criterio puede ser color, forma, tamaño u otra característica inherente a los objetos,
con los cuales forma clases y subclases, para ello debe aislar algunos criterios y relacionar
criterios comunes. Clasificar es agrupar objetos según sus semejanzas. Actividad en la que los
niños pequeños se ven involucrados de manera natural.
La seriación
Es la capacidad que tiene el niño para ordenar objetos según un determinado criterio común a
todos, este proceso lo hace comparando un objeto con otro y encontrando al mismo tiempo su
diferencia, para ejecutar esto el niño establece relaciones asimétricas. Por ejemplo: criterio
común para palos, a los cuales los ordena comparando uno con otro según su tamaño. “La
seriación en los niños se representa en formas de inclusión o de encajamiento de objetos”
Desde la Escuela Infantil, consideraremos fundamental proponer a los alumnos situaciones que
les permitan construir con sentido las funciones del número y de la numeración.
Las funciones esenciales del número en este nivel educativo son:
● Medir una colección: asignar un número natural a una colección.
● Producir una colección: operación inversa a la anterior.
● Ordenar una colección: asignar y localizar la posición de los elementos de una
colección.
Los problemas que se presentan a la hora de contar se debe en ocasiones a los errores que
cometemos a la hora de enseñarles a contar.
EL PRINCIPIO ESTABLE
Consiste el orden de secuencia de palabras numéricas, es decir el orden de una secuencia
numérica, con los números elaborados en cartulina o cualquier otro material debemos contarlos
en orden de 1 al 5 para luego seguir con la serie hasta el 10, también se puede contar con otros
objetos, para seguir reforzando esa cronología de orden, evitando contar en desorden, porque
el niño no comprende que el valor del objeto está en sí mismo y no en el lugar que esta el objeto.
Esta idea, que nos parece tan evidente, no se suele desarrollar hasta pasados los 6 años. Voy
a explicaros el experimento que realizó Piaget con niños que aun no habían desarrollado el
concepto de conservación.
En primer lugar, se le ponen al niño dos conjuntos con el mismo número de elementos y
colocados de igual manera. Entonces se le pregunta en cuál de los conjuntos hay más piezas.
Si el niño aún no ha desarrollado el concepto de conservación, dirá que hay más en el segundo.
No importa que sepa que antes había los mismos. Incluso puede que le preguntes cuantos hay
en cada conjunto y responda que 4. Pero seguirá afirmando que hay más en el segundo porque
ocupan más sitio.
PRINCIPIO DE CARDINALIDAD
Es cuando ya podemos preguntar al niño cuantos objetos hay aquí, que consiste en presentar
material (pompones, granos etc.) para que el niño cuente e indique cuantos hay aquí, Además
importante indicar al niño que el último número que se cuente es el total del conjunto.
PRINCIPIO DE LA ABSTRACCIÓN
Consiste en que el niño va aprender que no importa el objeto que este contando, todos tiene el
mismo valor contar todos los objetos que lo rodean por ejemplo con el número tres podemos
contar tres: carros, tres lápices, tres semillas etc. Es decir, toda cantidad de objetos que el niño
pueda contar.
PRINCIPIO DE LA IRRELEVANCIA
Consiste en que el niño ya no necesita la relevancia del orden de los números para llegar a un
resultado, él ya sabe la secuencia numérica, no importa el orden en que tome los objetos para
contarlos, o por donde empiece a contar el conjunto puede comenzar a contar de la mitad, del
final se dará cuenta que siempre el resultado es el mismo.
En las siguientes actividades, diseñadas para que los niños de Educación Infantil lleven a cabo
la actividad de enumeración de una colección, determine las variables didácticas que puede
gestionar el maestro/a, los procedimientos posibles que pueden poner en funcionamiento los
niños para resolverlas y las diferencias entre estas situaciones y una situación de conteo.
NOCIÓN DE TEXTURA
Los niños conocen el mundo a través de las acciones que ejercen sobre los objetos; cortar, tirar
mover, apretar, etc. Por eso en esta etapa es adecuado brindarles la posibilidad de interactuar
con diferentes objetos, familiares a su entorno, capaces de producirles diferentes sensaciones
táctiles y visuales. Posibilitar este espacio para la experimentación ayudara al alumno a ampliar
sus horizontes perceptivos, a conocer el medio que lo rodea, como así también la construcción
de un lenguaje que les permita expresarse y comunicarse a través de la imagen.
A través de las texturas los niños aprenden como son las cosas que nos rodean, si son duras,
blandas, suaves, menos suaves, ásperas, rugosas, viscosas… pero indirectamente también
podemos tratar a partir de ello otros temas transversales, como puede ser, comparaciones,
clasificación, ordenación, seriación, desarrollar la imaginación, la creatividad, el trabajo en
equipo… es decir trabajar las texturas nos proporciona un sinfín de recursos con los que los
niños aprendan aspectos muy importantes para su completo desarrollo.
La noción de espacio el niño la adquiere con cierta lentitud. Al principio tiene un concepto muy
concreto del espacio: su casa, su calle; no tiene siquiera idea de la localidad en que vive. Pero
esa noción se desarrolla más rápidamente que la de tiempo, porque tiene referencias más
sensibles. El niño de seis o siete años no está aún en condiciones de reconocer lo que es su
país desde el punto de vista Geográfico y es probable que piense que “Ecuador” " es la ciudad
donde vive, y/o, que "Portoviejo" es su barrio o sector residencial; los niños que viajan a otras
ciudades o a países vecinos, en cambio, aprenden rápidamente a diferenciar ciudad y país.
Hasta los ocho o nueve años, no se adquiere la noción de espacio geográfico, por eso la
lectura de mapas y de globos terráqueos no es una labor sencilla, pues requiere una habilidad
especial para interpretar numerosos símbolos, signo y captar las abstracciones que estos
medios suponen.
El niño reconoce el espacio en la medida en que aprende a dominarlo. Baldwin, Stern , distinguen
en los niños un "espacio primitivo" o "espacio bucal " y un "espacio lejano", que el niño aprende
a dominar y que paulatinamente va descubriendo, a medida que aprende a moverse por sí solo.
El punto esencial del desarrollo general de la comprensión del espacio es la transición del
sistema de cálculo(coordenadas) fijado en el propio cuerpo a un sistema con puntos de
referencia libremente móviles.
Piaget por su parte estudia la evolución del conocimiento espacial en los niños y niñas, cómo se
desarrolla desde la infancia hasta la adolescencia la interpretación de las relaciones de espacio
las cuales denomina topológicas, proyectivas y euclidianas.
Espacio Topológico
Las relaciones topológicas se refieren al origen de este proceso evolutivo, puesto que estas
están ligadas a su cuerpo y la sensibilidad a la percepción de lo que lo rodea, por ejemplo, la
proximidad o separación, orden y cerramiento y continuidad, esto a través del espacio visual,
bucal y táctil del niño y la niña. Transcurre desde el nacimiento hasta los tres años y en un
principio se limita al campo visual y a las posibilidades motrices del niño, luego al conquistar la
habilidad motriz básica del espacio se amplía y capta distancias y direcciones en relación con
su propio cuerpo a partir de sensaciones cinéticas visuales y táctil.
Espacio Euclidiano
entre los tres y siete años se va consolidando el esquema corporal favoreciendo las relaciones
espaciales y van adquiriendo nociones a través de tamaño, dirección, situación, orientación de
izquierda y derecha.
podemos formular las características que debería reunir una situación fundamental para el
desarrollo de la construcción del espacio que deberían reunir las siguientes premisas:
– Debe estar compuesta por una serie de situaciones que traten de la construcción, reproducción
y designación, de figuras sencillas
– Debe proporcionar los medios para que el niño exprese externamente la representación interna
elaborada a partir de las figuras propuestas.
– Debe prever un análisis de las designaciones producidas para que resulten significativas a
efectos de representación espacial.
– Debe contener instrucciones precisas para que el niño proceda no sólo a la codificación de las
figuras propuestas, sino también a la decodificación de figuras que han codificado sus
compañeros.
Puesto que el niño llegará a estructurar el espacio a través del movimiento de su cuerpo,
todos los ejercicios de psicomotricidad serán apropiados para este fin, hemos de tener en cuenta
la observación que hace Jaulin-Mannoni en el sentido de que no se puede confundir
psicomotricidad y estructuración espacial. Si bien esta última la elabora el sujeto no podemos
perder de vista que el objetivo principal de disociar la toma de conciencia del movimiento
respecto de sí (adelanto o retardo mi pie) de la toma de conciencia del movimiento respecto del
espacio (desplazo mi pie en tal o cual dirección).
A) Orientación en el espacio.
- Nociones de derecha-izquierda. Ejemplos: Sobre un bloque o taco, saltar a la derecha y
a la izquierda.
- Organización de los objetos con relación a sí mismo. Colocar objetos delante, detrás, a
la derecha, a la izquierda. El niño puede adoptar distintas posiciones: de pie, sentado, echado
sobre la espalda o sobre el vientre.
- Organización del niño respecto a los objetos. Situarse a la derecha, izquierda etc. de un objeto.
B) Relaciones en el espacio.
- Noción de superficie. Cubrir una superficie con bloques, balones...
- Noción de situación. Dispersión por la sala y detenerse a una señal.
- Noción de distancia. Todos los tipos de lanzamiento contra la pared; de cerca, de lejos.
- Noción de intervalo. Efectuar desplazamientos sobre tacos colocados a intervalos.
C) Representación
- Transcripción gráfica de las nociones precedentes.
- Recorridos realizados por el niño. Tacos dispuestos regularmente, desplazamientos
sobre ellos siguiendo consignas: adelante, a la derecha...
Mirarse en un espejo es quizá la situación espacial que suscite mayores conflictos en los niños.
El sujeto no sólo debe construir una perspectiva con respecto a su propia persona, sino que
incluso esa perspectiva es diferente de la que encuentra cuando otra persona se le enfrenta, en
cuanto a las nociones de derecha e izquierda se refieren. Lo que hace aconsejable el trabajo
con el espejo.
La mano del sujeto es un objeto interesante sobre la que se pueden construir problemas
espaciales. Su importancia reside en que se puede considerar como un objeto casi
independiente, y a su vez se puede mover a voluntad.
– Interacción con el usuario: el material responde inmediatamente a las órdenes emitidas por el
usuario en el lenguaje previamente adoptado.
Cada objeto está hecho de un material en particular, tiene su propia forma, tamaño y color. La
forma, el tamaño y el color son propiedades de los objetos que permiten distinguirlos entre sí.
Una característica común es que todos ocupan un lugar en el espacio. Mientras más grande sea
un objeto, mayor espacio ocupará, otra propiedad de todos los objetos, es que algunos pesan
más que otros porque tienen mayor masa.
El mundo está rodeado de múltiples formas cuyas características contribuyen a que sean
reconocibles. Por ejemplo, un triángulo, un cuadrado y un círculo son formas geométricas
básicas.
Una hoja de árbol, una piedra o una concha son ejemplos de formas orgánicas; regularmente
las podemos encontrar en la naturaleza.
El resultado de la acción de rasgar una hoja de papel, una mancha de pintura, un chorro de agua
son formas accidentadas; no están delimitadas por líneas específicas, se producen por
accidente y sólo se dan una vez.
Las imágenes pueden ser creadas a partir de cualquiera de los diferentes tipos de formas.
El color es una cualidad que posee todo aquello que podemos ver y que nos ayuda a reconocerlo.
Es un fenómeno físico que se produce por la acción de la luz y la propiedad que tienen los
cuerpos de absorber o reflejar parte de la misma.
Por tal motivo, se dice que la luz es la suma de todos los colores. Los colores de dicho efecto
se pueden observar en una burbuja de jabón o en un arcoíris. Llamamos colores puros o
primarios, a aquellos que no pueden obtenerse por la mezcla de otros. Gracias a éstos es posible
generar múltiples combinaciones.
Existen básicamente dos tipos de colores primarios: colores-luz y colores-pigmento. Los colores-
luz son aquellos que son intangibles; no pueden ser tocados físicamente. Estos son: el rojo, el
verde y el azul. Los colores-pigmento son aquellos en los que se trabaja el color como materia y
los podemos tocar físicamente. Estos son: cian, amarillo y magenta.
El color tiene una relación muy estrecha con las sensaciones y emociones debido a que se les
asocia con ciertos significados. Por ejemplo, el rojo está ligado con el fuego, el amor o la sangre;
el verde con la naturaleza y la vida. Asimismo, cuando se hace referencia a la temperatura del
color se habla de la sensación que éste provoca al cuerpo.
Existen los colores cálidos que engloban al rojo, el amarillo y el naranja y los colores fríos que
son el azul y el verde. Sin embargo, las sensaciones y emociones que los colores provocan a
quien observa, así como el significado que se le otorga, dependen del entorno cultural del
creador y del espectador.
Todo lo anterior conduce a reconocer que el punto, la línea, la forma, la textura, y el color sirven
como elementos no sólo de configuración, sino que también permiten a los alumnos tener
experiencias enriquecedoras. Si experimentan uno a uno podrán reconocer todas las
posibilidades que les brinda para expresar sus ideas, sentimientos y emociones.
Al clasificar el material el niño forma grupos de objetos y los separa de otros de acuerdo con el
criterio que haya elegido: forma, color, tamaño, grosor, entre otros. Cuando el material presenta
superficies diferenciadas el niño no se limita a agrupar por un solo criterio, sino que a medida
que observa y explora los objetos, va descubriendo otras características.
Las habilidades de clasificación representan los pasos iniciales hacia el aprendizaje de
conceptos matemáticos importantes. Los niños clasifican objetos, ideas, sonidos, olores o
sabores en grupos (categorías) según las características que tienen en común.
De los 3 a los 5 años de edad los niños están aprendiendo a reconocer colores, formas, tamaños
y materiales. Están aprendiendo acerca de las partes y las totalidades. Pueden hacer
comparaciones: 'el mayor' o 'el menor', 'más' o 'menos'. Pueden clasificar cosas usando una
característica a la vez.
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