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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

Ciclo de Conciertos Didácticos


"LA MUSICA PARA LA JUVENTUD"

Tema I
Efemérides Musicales

Concierto No. 4
Mazart, Stravinsky

JAIRO PEÑA - Clarinetista - Colombia


MARIO DIAZ - Violinista - Colombia
HELVIA MENDOZA - Pianista - Colombia

Organización de contenidos:
María Slella Fernández ArdUa
Egberto Bermúdez

Notas didácticas y presentación:


Ellie Anne Duque

Mayo 26 de 1991 - 11 :00 a.m.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
JAIRO PEÑA - Clarinetista - Colombia

Nació en Bogotá. Estudió en el Conservatorio de Música de la


Universidad Nacional de Colombia con los profesores Solón Garcés
y Roberto Mantilla. En 1971 participó en un curso de Música de
Cámara para Quinteto de Vientos realizado en Buenos Aires,
Argentina.

Durante varios años formó parte del Quinteto de Vientos de Bogotá


y del Conjunto Colombiano de Música Contemporánea. Con este
grupo asistió a un seminario dictado por el compositor y pianista
lucas Foss; con él interpretó una obra en el concierto efectuado en
la Sala Tayrona del Centro Colombo-Americano .

En varias ocasiones ha sido solisla de la Orquesta Sinfónica de


Colombia, de la Orquesta Sinfónica del Valle y de la Orquesta
Sinfónica Juvenil de Colombia.

Ha tocado en las principales salas de conciertos del país, en la Radio


Nacional y Televisara Nacional.

Actualmente es primer clarinete de la Orquesta Sinfónica de


Colombia.

MARIO DIAZ MENDOZA - Violinista - Colombia

Nació en Bogotá en 1957. Inició estudios de violín con su padre


Emesto Diaz, en el Conservatorio de la Universidad Nacional de
Colombia.

También tuvo como profesores a Carlos Villa, Frank Preuss y al


violinista cubano Angel Reyes, con este último durante un curso en
Interlochen, Michigan (USA) en 1974.

Siendo violinista de la Orquesta Sinfónica de Colombia ganó por


concurso una beca de Colcultura para realizar estudios de per-
feccionamiento en el Instituto Peabodyde Baltimore de 1981 a 1982.
Allí recibió clases de Daniel Heifelz y Barl Senowsky.

En los últimos años estudió con el violinista búlgaro Valentín Stefanov.

Fue miembro de la Camerata Bogotá y del Cuarteto Arcos con el cual


asistió a un curso de música de cámara en la Academia Chigiana de
Siena y realizó una gira de conciertos por Italia. Ha tocado como
solista con la Orquesta Sinfónica de Colombia y con la Orquesta
Sinfónica Juvenil de Colombia de la cual fue concertino durante
varios años.

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HELVIA MENDOZA - Pianista - Colombia

Nació en Cartagena. Inició sus estudios musicales a muy temprana


edad en la Escuela de Música de su ciudad nalal con la profesora
Josefina de Sanctis. Posteriormente estudió con la profesora Lucía
Pérez en el COnservatorio de Música de la Universidad Nacional de
Colombia en donde obtuvo el diploma de Pianista. Posteriormente
estudió con Olav Roota y Harold Martina.

Realizó un curso de perfeccionamiento en la Academia Chigiana de


Siena, Italia. Ha dado recitales en las principales salas de conciertos
de Colombia y ha tocado en numerosas ocasiones como solista de las
siguientes orquestas: Sinfónica de Colombia, Filarmónica de Bogotá,
SinfónicaJuvenil de Colombia, Sinfónica de Antioquia y Sinfónica del
Valle. En el campo de ,. múslca de cámara se destaca notablemente
por sus frecuentes actuaciones con diferentes instrumentistas y
conjuntos sobresaliendo su actuación con el Quinteto de VientOs de
Nueva York, en Bogotá.

Por invitaclón de la División de Música de la Unión Panamericana,


tocó en la ciudad de Washington en el ano de 1970.
Recientemente tocó en Londres invitada por la Sociedad Cultural
Latinoamericana.

Helvia Mendoza es en la actualidad profesora de piano del Conser-


vatorio de la Universidad Nacional de Bogotá y pianista de planta de
la Orquesta Sinfónica de Colombia.

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PROGRAMA

~nata para violín y piano


en Mi menor, KV. 304 (1778)
WOLFGANG AMADEUS MOZART
(1756-1791)

"A1legro
Tempo di MinueHo

~res piezas para clarinete IGOR STRAVINSKY


(1918) (1882-1971 )

IrrfO en Mi bemol mayor WDLFGANG AMADEUS MOZART


para clarinete, violín y
piano, KV. 498 (1876)

4Andante
Menuetto-trío
Rondó-Allegretto

- 8090111, 26 do moyo do 1991

1 CONCIERTO No. 28 1 O\~


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NOTAS AL PROGRAMA

Mozart: Sonata para violín y piano, K. 304

En total, Mazart legó al repertorio del dúo de violín y piano, 34 sona-


tas. dos conjuntos de variaciones y uno que airo movimiento suelto.
Inició la composición para estos dos instrumentos a los siete años y
la abandonó a los 31. Correspondió a Mazart manejar esta forma con
un estito auténticamente concertante y desechar la costumbre de
tratarla como una pieza para piano con acompañamiento de violín.

Hay un interesante grupo de siete sonatas que datan de 1779 y que


abarcan los números K. 296 Y K. 301 a 306. De ellas las seis últimas
son conocidas como las Sonatas Palatinas, pues Mazart las dedicó
a María Elizabeth, esposa del Electo del Palatinado de Mannheim,
Carl Theodor. Además, el compositor les asignó en su catálogo el
Opus 1, número con el cual ya había designado unas sonatas para
violín y piano más tempranas. Pero a diferencia de éstas, las Sonatas
Palatinas son verdaderos Clavierduetti mitViolin, según descripción
del mismo compositor. Son obras de índole ligera y social, a ex-
cepción de la sonata K. 304. En su mayoría constan de solo dos
movimientos y un espíritu agradable y ligero, siguiendo la tradición
impuesta por Johann Christian Bach.

La Sonata en Mi menor fue escrita en París (para ser llevada a


Mannheim) y es la obra que cronológicamente antecede a la tormen-
tosa sonata para piano en La menor, K 310. Comparten estas dos
obras un espíritu apasionado, un tanto enigmático. Acerca de la
sonata para violín y piano dice Alfred Einstein:

•.•. emerge de las profundidades de la emoción y va más allá


del estilo de diálogo alternado para tocar las puertas del
gran mundo del drama, que Beethoven habría de abrirde par
en par. Mozart no es patético y detrás de esta reserva se
esconde un fuego interno que, junto con la porción en mayor
del T empo di Menuetto (un breve asomo de felicidad), incre-
menta el poder misterioso de esta "pequeña" sonata.
Como siempre, cuando Mozart es profundamente sincero ,
hace uso de el "trabajo" (Arbeit) , es decir, el contrapunto; en
esta sonata lo emplea para acentuar las transiciones·.

Stravinsky: Tres piezas para clarinete

Stravinsky dejó sentadas las bases de su fama y estilo original a


través de los tres primeras partituras escritas para los ballets rusos de
Oiaghilev: Pájaro de fuego, Petrushka y Consagración de la prl-
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mavera. Para Stravinsky, el éxito llegó relativamentetempranoycon
obras de grandes dimensiones sinfónicas, mientras que sus esfuer-
zos más relevantes en el campo de la música de cámara fueron más
tardíos. Con los ballets anteriormente mencionados estableció giros
estilísticos individuales e innovadores. Por ejemplo, el uso de un
ritmo marcado y vital, a usanza del observado por Stravinsky en la
música de jazz, en donde el pulso estable permite todo tipo de
divergencias sincopadas: por el lado de lo melódico tomó la música
tradicional de su patria como punto de partida, empleando citas
truncas y sugerencias sutiles y rara vez citas textuales. En cuanto a
lo armónico, sus logros fueron de gran trascendencia, pues se midió
a la disonancia sin llegar a adoptar posturas atonales drásticas;
incrementó el colorido sonoro, experimentó con la bitonalidad pero
no dudó en hacer referencias claramente tonales cuando el momento
indicaba su presencia perentoria.

Entre 1914 Y 1920 Stravinsky vivió en Suiza y durante este período


de la guerra y la posguerra desarrolló un estilo marcadamente neo-
clásico. Se trata de una forma de escribir en donde siempre está
presente la tonalidad, aunque el nivel de disonancia sea alto; hay
múlliples referencias al mundo de la música clásica y popular-
tradicional que aparecen bajo una nueva luz, llenas de humor y en
ocasiones, toques de burla. Las piezas para clarinete datan de 1918
y son una oportunidad única para examinar las características de las
melodías de Stravinsky.

Mazart: Trio K. 498

A partir de 1777, después de escuchar la riqueza sonora aportada por


el clarinete a la música compuesta en Mannheim, Mozart adoptó el
instrumento como integrante indispensable de su obra sinfónica y
operática. Hasta entonces, el clarinete había sido un sonido más de
la banda folclórica austro-alemana. Para Mozart, llegó a ser una
fuente inagotable de expresión lírica y exploró con lujo de creatividad
sus amplios registros, dinámicas contrastantes y burbujeante agili-
dad. En la primera publicación de este trío de 1786, se anotaba que
la parte del clarinete podía ser intercambiada con la del violín; nada
más falso, pues Mozart concibió la obra para ser interpretada por su
amigo el clarinetista Anton Stadler, en una velada de música de
cámara en la casa del barón Jacquin. Francisca Jacquin habría de
tocar el piano y el mismo Mozart se haría cargo de la parte de la viola.
La imaginación romántica le dio el apodo de Kegelstatt Trio a esta
obra, bajo el convencimiento de que había sido escrita durante un
juego de bolos en la casa del barón.

Es un trío de textura musical fascinante: el clarinete y la viola tienen


igual importancia musical que el pianoy Mozart se esfuerza por hacer
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resaltar las características sonoras de cada instrumento por aparte,
El minuet, es un curioso ejemplo del contrapunto puesto al servicio de
lagracia. El trío se inicia con un Andante, algo poco usual, de motivos
musicales muy insistentes y concentrados. La forma del Rondó es
sorprendentemente original, un tema tardío en tonalidad menor, se
convierte en el tema principal del allegreHo final.

Mozart escribió este trío para su propio entretenimiento musical. En


1786 había terminado la composición de las óperas El empresario
y Las bodas de Fígaro y su carrera musical (de compositor, director
y pianista) se hallaba en su apogeo. Su ingreso reciente a la
masonería, le aportaba cierta paz espiritual para afrontar algunas de
las visicitudes de estos años: muerte del tercer hijo, enfermedad y
muerte de leopold, su padre y los eternos problemas económicos, El
trfo acusa una unidad sentimental rara en estas obras que a menudo
eran auténticos divertimentos de movimientos múltiples e indepen-
dientes.

Ellie Anne Duque.

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