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El artículo 20 del C.T. prohíbe a los contadores confeccionar los balances que
deban presentarse ante el SII extrayendo los datos de simples borradores y
firmarlos sin cerrar, al mismo tiempo, el libro de inventarios y balances.
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GIULIANI FONROUGE, Carlos, Derecho Financiero, 2ª ed., vol. I, p. 375.
inutilización no es más que una modalidad en el pago; una obligación colateral que
no nos pareció de envergadura suficiente para tratarla en forma separada.
Son los elementos de toda obligación, a saber: sujeto activo, sujeto pasivo y
objeto.
Con el devengo nació el derecho para el Sujeto Activo de la obligación; pero ese
hecho no lo faculta para exigir, hacer efectivo ese derecho; se trata de un concepto
diferente al devengo que, incluso, está separado cronológicamente. Así, en materia
de Impuesto al Valor Agregado, el devengo se produce el emitir el documento que
normalmente coincidirá con la entrega real o simbólica del bien, tratándose de
ventas; en cambio, el Fisco no podrá exigir coactivamente su cumplimiento mientras
no transcurran los primeros 12 días del mes siguiente a aquel en que se redujo el
devengamiento.
I. EL PAGO
A. Concepto
El artículo 1568 del Código Civil nos dice que "El pago efectivo es la prestación
de lo que se debe". Es la manera normal de dar cumplimiento a una obligación y el
concepto es perfectamente aplicable en materia tributaria. Entonces, la obligación
tributaria se extinguirá por haberse cumplido, cuando el sujeto pasivo entregue al
Fisco la cantidad de dinero —teóricamente puede ser cantidad de bienes— a que
asciende la obligación tributaria respectiva.
— Una especificación del impuesto que con él se paga; ejemplo: Impuesto Global
Complementario, Impuesto Territorial con ciudad y rol pertinente;
— Período al que corresponde; siguiendo con los mismos ejemplos, año 2001 o
primera cuota del año 2001;
— Número del rol; habrá que colocar el número del rol único tributario, salvo que
se trate de personas naturales en cuyo caso será el número de la cédula nacional
de identidad.
Por su parte, el artículo 39 inciso segundo del C.T. señala que, si existiera algún
error u omisión en los documentos que impida el pago de todo o parte de los
impuestos en arcas fiscales, dentro del plazo legal, hace incurrir al contribuyente en
las sanciones e intereses penales pertinentes.
Antes de optar por efectuar el pago mediante el envío del documento, por carta
certificada, debe considerarse la normativa del Código Tributario al respecto,
debiendo destacar:
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Apartándonos un poco del Código Tributario, nos parece lo más práctico y prudente que los documentos se
extiendan nominativos a la Tesorería correspondiente y, tratándose de cheques, se giren además cruzados.
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Obviamente no es procedente pretender hacer el pago enviando dinero por carta certificada. Después que la
ley Nº 19.578 derogó la posibilidad de presentar las declaraciones, enviándolas por carta certificada, el pago,
por esta vía, ha quedado reducido a su mínima expresión, pues no cabe hacerlo en aquellos impuestos llamados
de declaración y pago simultáneo que son la mayoría y sobre todo los más importantes.
— Los impuestos se entenderán pagados el día en que la oficina de correos reciba
la carta certificada para su despacho.
— Todo error, omisión o atraso de cualquiera naturaleza que sea, que impida en
todo o parte el pago de los impuestos en arcas fiscales, dentro del plazo legal, hace
incurrir al contribuyente en las sanciones e intereses penales pertinentes.
Además, esta forma de pago tiene otro trámite adicional, pues al tratarse de un
pago a través de sistemas tecnológicos, el inciso final del artículo 39 establece que
corresponde al Director del SII autorizar esa forma de pago, tratándose de
impuestos que deban declararse y pagarse simultáneamente.
Si bien el artículo 38 del Código Tributario indica que el lugar para pagar los
impuestos es Tesorería, hoy en día Tesorería no recibe el pago de los impuestos.
La razón la encontramos en la facultad que el artículo 47 del Código otorga al
Tesorero General de la República consistente en facultar al Banco del Estado de
Chile, a los bancos comerciales y a otras instituciones, para recibir de los
contribuyentes el pago de cualquier impuesto, contribución o gravamen en general,
con sus correspondientes recargos legales, aun cuando se efectúe fuera de los
plazos legales de vencimiento.
Esta facultad se concretó en el D.S. de Hacienda Nº 668 de 1981, según el cual
las instituciones financieras, en general, que deseen actuar como delegados del
Servicio de Tesorerías en la recaudación de toda clase de obligaciones tributarias
fiscales internas deben pedir autorización, por escrito, al Servicio de Impuestos
Internos.
Una vez autorizadas, si desean retirarse del sistema, deben comunicarlo, por
escrito, al Director del Servicio de Impuestos Internos con, a lo menos, seis meses
de anticipación.
Las cantidades recaudadas deben depositarse, dentro del tercer día hábil
siguiente al de la percepción, en la Cuenta Única Fiscal que Tesorería General de
la República mantiene en el BancoEstado.
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La interpretación administrativa de la normativa y las instrucciones del SII sobre el tema se encuentran
actualmente contenidas en la circular Nº 22 del año 1982. Actualmente esa facultad es entregada por el mismo
artículo al Tesorero General de la República, en virtud de la modificación introducida el año 1995, por la ley Nº
19.398.
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Esto sucede, por ejemplo, en el impuesto territorial que se paga en cuatro cuotas.
La razón del problema que nos preocupa la encontramos, precisamente, en el
artículo 50 del Código Tributario. Indica esta disposición que los pagos realizados
por el contribuyente por cantidades inferiores a lo efectivamente adeudado, por
concepto de impuestos y recargos se considerarán como abonos a la deuda,
fraccionándose el impuesto o gravamen y liquidándose los reajustes, intereses y
multas sobre la parte cancelada, procediéndose a su ingreso definitivo en arcas
fiscales.
Pudiera pensarse que esa norma permite el pago parcial de los impuestos
adeudados. Pero no es así; la disposición sencillamente contiene una norma
especial de imputación en materia tributaria, cuando por alguna razón el pago no ha
sido total, lo que puede suceder tanto en el caso de la norma de excepción del
artículo 147, como por aplicación de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo
48 del C.T. que permite a los contribuyentes determinar los recargos legales por
concepto de reajustes, intereses y multas, para enterarlos en arcas fiscales
conjuntamente con el impuesto. Entonces, el cálculo puede adolecer de errores,
que induzcan a pagar una cantidad menor a la debida, en cuyo caso se aplicará lo
dispuesto en el artículo en comento.
¿Qué significado tiene este artículo 50? Que la imputación de un pago parcial no
queda al arbitrio de las partes y tampoco favorece al acreedor, como ocurriría si se
pagaran primero los reajustes, intereses y multas y el saldo se abonara al impuesto,
ni al deudor como sucedería si primero se abonara a los impuestos adeudados y el
saldo a reajustes, intereses y multas.
Supuestos:
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Manual de Consultas Tributarias Nº 213, pp. 298-300.
— El monto de reajuste asciende al 30.6%;
Pasos a seguir:
— Se suman las dos cantidades de los puntos anteriores, cuyo resultado servirá
de base para determinar los coeficientes de distribución: 130,6 + 23,51 = 154,11.
$ 324.450 $ 99.280
Total $ 500.000
($ 271.751) $ 81.525
Total $ 353.276
Cada ley que crea un impuesto establece la o las fechas en que debe pagarse;
así el artículo 64 del D.L. Nº 824 sobre Impuesto a las Ventas y Servicios dispone
que se pueden pagar hasta el día 12 de cada mes, los impuestos devengados en el
mes anterior; por su parte, el artículo 69 del D.L. Nº 824 sobre Impuesto a la Renta
dice que las declaraciones anuales exigidas por dicha ley se presentarán en el mes
de abril de cada año, en relación a las rentas obtenidas en el año anterior82.
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Sobre esta materia puede ser conveniente señalar que el artículo 71 del D.L. Nº 824 dispone que la falta de
pago no obsta para que la declaración se efectúe oportunamente, lo que permite evitarse la multa cuando el
contribuyente no tiene recursos para pagar los impuestos, en la oportunidad legal
paga después del día determinado por la prórroga, pero el mismo mes, se aplicarán
reajustes e intereses como si el vencimiento del pago hubiera sido el inicial, sin la
prórroga.
Pero la única utilidad que tiene esta prórroga es evitar posibles multas por no
presentación de declaraciones, pues los impuestos se pagarán con los reajustes e
intereses penales hasta la fecha de pago efectivo, conforme lo señala la misma
disposición en el inciso segundo, aun cuando pudiera solicitarse la condonación de
intereses al Director Regional, conforme al inciso final del artículo 56 del C.T. La
frase tiene una finalidad exclusivamente aclaratoria, pues la facultad del D.R. es
sólo para prorrogar el plazo establecido para la presentación de declaraciones y no
el que corresponde al pago de los impuestos, aunque coincidan ambos plazos.
Como muchos de los impuestos son periódicos pudiera pensarse que los tres
últimos recibos hacen presumir el pago de los periodos anteriores, por aplicación
del artículo 1570 del Código Civil; sin embargo, el artículo 49, inciso segundo, del
Código Tributario deja esa disposición sin efecto, en esta materia, al disponer que
los tres últimos recibos de pago de un determinado impuesto no hace presumir el
pago de períodos o cuotas anteriores. Esta norma tiene su contrapartida, en el inciso
primero del mismo artículo que impide a Tesorería, hoy instituciones financieras
autorizadas, negarse a recibir el pago de un impuesto por adeudarse uno o más
períodos anteriores.
a) Dispone el artículo 126 del C.T. que puede pedirse la devolución de sumas
pagadas doblemente, en exceso o indebidamente a título de impuestos, reajustes,
intereses y multas, así como también aquellos ordenados por una ley de fomento o
que establezca franquicias tributarias.
Esta solicitud debe presentarse dentro del plazo de tres años contado desde el
acto o hecho que le sirva de fundamento.
El SII entendió que el plazo era de un año, por cuanto la imputación debía hacerse
cuando el contribuyente acompañaba a Tesorería copia de la resolución del SII en
la que constara que determinadas cantidades estaban en condiciones de ser
imputadas. Obviamente, esa resolución del SII sólo era posible en la medida que se
solicitara dentro del antiguo plazo, establecido, para la devolución, por el artículo
126 que era de un año.
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Texto completo en Manual de Consultas Tributarias Nº 213, pp. 308-309, septiembre 1995.
¿Cómo se devuelven o imputan esas sumas pagadas doblemente o en exceso?
La respuesta la entrega el artículo 57 del C.T. según el cual se imputa reajustada,
en el mismo porcentaje que haya experimentado el índice de precios al consumidor,
en el período comprendido entre el último día del segundo mes que precede al de
su ingreso en arcas fiscales y el último día del segundo mes anterior a la fecha en
que la Tesorería efectúe el pago o imputación.
La regla general es que se imputan sin intereses, lo que no parece muy justo y
menos equitativo si tenemos presente que el contribuyente, cuando le debe al Fisco,
debe pagar con interés del 1.5% por mes o fracción de mes. Excepcionalmente la
devolución o imputación se hará con interés del 0.5% por mes completo, cuando:
Agrega el artículo 53, en su inciso segundo, que los impuestos pagados fuera de
plazo, pero dentro del mismo mes calendario de su vencimiento, no serán objeto de
reajuste. Norma innecesaria, por cuanto en estos casos coinciden los dos extremos
que enmarcan el principio y fin del plazo de reajuste; así, si el plazo para pagar un
impuesto vence el día 12 de marzo y se paga el día 30 del mismo mes, la
reajustabilidad a aplicar sería la que corresponda a la variación del índice de precios
al consumidor en el período comprendido entre el día 31 de enero —último día del
segundo mes que precede al vencimiento— y el 31 de enero —último día del
segundo mes que precede al pago—; obviamente ese reajuste es igual a 0, pues
se trata del mismo día.
El Servicio de Impuestos Internos tiene una práctica en el cómputo del plazo ajena
a lo que dispone la ley. Por ejemplo, un impuesto que deba pagarse el día 12 de un
mes determinado y se paga antes del día 13 del mes siguiente; según el Servicio
de Impuestos Internos, la tasa de interés que debe aplicarse es del 3%, por cuanto,
tenemos una fracción de mes desde el día 13 del mes en que debía pagarse el
impuesto hasta el fin de ese mes y una segunda fracción desde el día 1 del mes
siguiente hasta el día 13, o alguno de los días anteriores, en que efectivamente se
pagó el impuesto. Dicho de otra manera, el Servicio cuenta una primera fracción de
mes hasta el término del mes calendario y después sigue determinando el plazo por
mes calendario o fracción del mismo.
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Se ha criticado, pensamos que fundadamente, la tasa de interés por ser extremadamente alta; estamos frente
a un interés del 18% anual, en circunstancias que el interés máximo convencional que fija mensualmente la
Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras fluctúa alrededor del 15% anual; además, por otro lado,
no es equitativa, pues cuando le corresponde devolver al Fisco, lo hace sin intereses y excepcionalmente, según
vemos, con tasa de interés del 0,5% por mes completo.
meses excede al segundo, el último día del plazo será el último día de este segundo
mes.
Aplicando esta norma, en el caso propuesto la tasa de interés con que debe
recargarse el impuesto reajustado será del 1.5 por ciento, ya que el plazo
transcurrido es como máximo de un mes; en efecto, desde el día 13 del mes en que
debió pagarse el impuesto —primer día del primer mes— hasta el día 13 del mes
calendario siguiente sólo ha transcurrido un mes completo como máximo, pues, si
se paga antes del día 13, el lapso transcurrido será sólo de una fracción de mes.
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Oficio Nº 2.591, de fecha 7 de agosto de 1984.
— Cuando resultando impuestos adeudados en virtud de una fiscalización, el
contribuyente o el responsable del impuesto probaren que han procedido con
antecedentes que hagan excusable la omisión en que hubiera incurrido.
Esa afirmación no nos parece exacta desde el punto de vista legal, aunque pueda
serlo en la práctica. Lo primero porque, si bien no existe en el Código Tributario una
descripción específica que sancione ese incumplimiento, salvo la señalada en el Nº
11 del artículo 97, contiene, en el artículo 109, una infracción genérica que al
sancionar con multa toda infracción a las normas tributarias que no tenga señalada
una sanción específica, sancionará la mora en el pago de los impuestos, pues
infringe la norma que ordena pagarlos y establece el plazo para hacerlo, norma que
evidentemente posee la calificación de tributaria.
La práctica puede ser diferente por cuanto el no pago oportuno de los impuestos
forma parte del tipo de otra conducta ilícita, principalmente la sancionada en el Nº 2
del artículo 97 del C.T.
d) El apremio y cobro ejecutivo tienen en común ser formas coactivas que obligan
a cumplir con la obligación tributaria y su estudio lo haremos en el Capítulo IX.
II. LA COMPENSACIÓN86
En nuestra materia, para que tenga lugar, el contribuyente debe ser acreedor del
Fisco, situación que no se dará con frecuencia, por cuanto el contribuyente tiene la
posibilidad de solicitar la devolución cuando ha efectuado un pago que no debía, o
lo ha hecho en exceso o dos veces, bien por la vía general del artículo 126 del
Código Tributario, bien por la normativa específica existente en el D.L. Nº 824 sobre
Impuesto a la Renta, relativa al exceso de Pagos Provisionales Mensuales por sobre
los Impuestos a la Renta que deban pagarse, y en el D.L. Nº 825 sobre Impuesto a
las Ventas y Servicios, referente a la posibilidad de pedir devolución de exceso de
remanente de crédito fiscal en determinados casos, conforme lo dispone el artículo
27 bis.
Esa facultad está establecida en el artículo 6º letra B Nº 8 del C.T. que señala,
entre las facultades de los directores regionales, la de ordenar, a petición de los
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En materia tributaria es más frecuente que el legislador utilice el término imputación para referirse a la
compensación
contribuyentes, que se imputen al pago de sus impuestos o contribuciones de
cualquiera especie las cantidades que le deban ser devueltas por pagos en exceso
de lo adeudado o no debido por ellos; estas resoluciones deben remitirse a la
Contraloría General de la República para la toma de razón.
III. PRESCRIPCIÓN88
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A veces Tesorería, de propia iniciativa o a insinuación del Servicio, ha compensado las devoluciones pedidas
por el contribuyente, en su declaración de renta con impuestos reclamados y con orden de suspensión del
cobro. Esto ha dado ocasión a innumerables recursos de protección, generalmente en el mes de junio, en contra
de esos organismos, que han sido acogidos sistemáticamente por las Cortes de Justicia, por lo que esta praxis
ilegal se bate en retirada
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Estudiamos sólo la normativa propia del C.T. y no la institución de la prescripción, cuyo estudio pertenece al
Derecho Civil.
A. Plazo de prescripción; regla general
El artículo 201 del Código Tributario nos dice que la acción del Fisco para
perseguir el pago de los impuestos, intereses y demás recargos, prescribirá en los
mismos plazos señalados en el artículo 200 y computados en la misma forma.
Esto significa que, por regla general, Tesorería tendrá un plazo de tres años
contados desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago.
Nos parece necesario referirnos al plazo real, sin duda alguna también legal, por
cuanto los plazos señalados no son aplicables en la realidad, ya que Tesorería no
tiene conocimiento ni del inicio ni del término de esos plazos.
Pero si el plazo lo contamos desde la fecha en que debió efectuarse el pago puede
alcanzar hasta 9 años y cuatro meses; esto puede suceder si un contribuyente no
presenta declaración o la presentada fuere maliciosamente falsa, en cuyo caso el
Servicio de Impuestos Internos tiene un plazo de 6 años para fiscalizar; ahora bien,
ese plazo puede ampliarse en tres meses, según lo dispone el artículo 63 del C.T.,
cuando el contribuyente ha sido citado y si el contribuyente obtiene prórroga para
contestar la citación que puede ser hasta de un mes, el plazo de prescripción
aumenta en los mismos términos que la prórroga; en consecuencia, el Servicio
puede girar hasta en el plazo de 6 años y cuatro meses; si se notifica el giro el último
día del plazo, Tesorería tendrá tres años más para proceder al cobro y sólo vencido
este plazo —hemos llegado a 9 años y cuatro meses— habrá prescrito la acción del
Fisco para cobrar forzadamente la deuda tributaria. Incluso puede aumentarse o
renovarse por tres meses más, cuando el funcionario de Correos no encuentre, en
su domicilio, al contribuyente que debe ser notificado por carta certificada o no
retiren la enviada a la casilla o apartado postal en el plazo de quince días, contados
desde su envío.
D. Interrupción de la prescripción
Aquí el Código Tributario no señala un nuevo plazo que empiece a correr, como
en las dos situaciones anteriores. La razón es sencilla y general en nuestro
ordenamiento jurídico; requerido de pago el contribuyente moroso, comienza el
procedimiento pertinente, dentro del cual no cabe la institución de la prescripción y
la inactividad del demandante puede sancionarse por la vía del abandono del
procedimiento.
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La liquidación y el giro serán estudiados en el capítulo VII sobre Fiscalización.
E. Suspensión de los plazos de prescripción
a) El inciso final del artículo en estudio dice que los plazos de prescripción se
suspenderán durante el período en que el Servicio esté impedido, según lo dispone
el inciso segundo del artículo 24, de girar la totalidad o parte de los impuestos
comprendidos en una liquidación cuyas partidas o elementos hayan sido objeto de
una reclamación tributaria.
Esto significa que notificada que sea una liquidación de impuestos se suspende
el plazo de prescripción que estaba corriendo hasta que haya transcurrido el plazo
de noventa días, si el contribuyente no ha reclamado contra dicha liquidación o, si
ha presentado reclamo, hasta que el Tribunal Tributario y Aduanero haya dictado
sentencia de primera instancia sobre la reclamación presentada.
d) El artículo 103 del D.L. Nº 824 sobre Impuesto a la Renta contiene una cuarta
causal de suspensión de la prescripción, señalando que la prescripción de las
actuaciones del Fisco por impuesto se suspende en caso que el contribuyente se
ausente del país por el tiempo en que él esté ausente del país. Pero, transcurridos
diez años no se tomará en cuenta esa suspensión, en otros términos, transcurrido
el plazo de diez años la obligación tributaria se encontraría prescrita.
Atendida la ubicación de la norma, dentro de la Ley de Impuesto a la Renta, nos
parece necesario señalar que, a nuestro entender, la norma es de aplicación
general, en materia tributaria, pues el legislador emplea el término "impuesto", sin
ninguna otra especificación limitante; por lo tanto, se refiere a toda clase de
impuestos, estén en dicha ley o en otra.
d) Según el Nº 3º del artículo 165 del Código Tributario, se suspenden los plazos
de los artículos 200 y 201 durante el periodo a que se refiere dicho artículo; habrá
que entender que es el periodo que dure el procedimiento especial de aplicación de
sanciones, reglamentado en dicho artículo.
Está reglamentada en los artículos 196 y 197 del Código Tributario, la primera de
las disposiciones nombradas contiene las causales, indicando que el Tesorero
General podrá —facultativo— declarar incobrables los impuestos o contribuciones
morosos que se hubieren girado y que correspondan a:
— hayan transcurrido dos años desde la fecha en que se hayan hecho exigibles;
— que no se conozcan bienes que puedan realizarse para hacer efectivo el cobro.
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Este concepto es equivalente al castigo de créditos incobrables utilizado en empresas del sector privado y
público, principalmente en el sector financiero, en la etapa de crisis del ciclo económico
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Como la declaración de incobrabilidad es facultad del tesorero, la debida comprobación queda entregada a
su criterio; en todo caso, serán de capital importancia, las certificaciones pertinentes que el ministro de fe haga
en el expediente.
pago y no se conozcan bienes, susceptibles de ser subastados, para, con el
producto del remate, pagar la deuda tributaria.
d) Las deudas de los contribuyentes fallidos que no se hayan podido pagar una
vez liquidados sus bienes.
e) Las deudas de los contribuyentes que hayan fallecido sin dejar bienes.
f) Las deudas de contribuyentes que se encuentren ausentes del país tres o más
años y siempre que no se conozcan bienes sobre los cuales puedan hacerse
efectivas.
V. DACIÓN EN PAGO
Esta disposición está inserta en el Título V del Libro III del Código Tributario sobre
cobro ejecutivo de las obligaciones tributarias en dinero.
Frente a esa situación, el Abogado Provincial puede solicitar que el bien o bienes
raíces sean adjudicados al Fisco por el avalúo fiscal de dichos bienes.
Agrega la disposición que, si existiera un saldo del valor a favor del ejecutado,
será devuelto al mismo, previamente a la suscripción de la escritura de adjudicación.
VI. LA LEY
— Además, declaró prescritos por el solo ministerio de la ley los tributos fiscales
y sus recargos adeudados al día 31 de diciembre de 1986 que a la fecha de
publicación de la ley se encontraban declarados, liquidados o girados o se
declararan o pidieran que se giraran dentro del plazo de los sesenta días siguientes
a la publicación de la ley. No se aplicaba la norma a aquellos impuestos de
contribuyentes contra quienes se hubiera interpuesto querella a la fecha de
publicación de la ley, salvo que posteriormente fueran sobreseídos definitiva o
temporalmente por alguna de las causales señaladas en los tres primeros números
del artículo 409 del Código de Procedimiento Penal.
Se señaló en la nota al pie de página 46a la poca transcendencia que tienen los
derechos del contribuyente enumerados en el artículo 8º bis del C.T. Sin embargo,
"como lo cortés no quita lo valiente", debe reconocerse que se ha ido avanzando en
este tema y así la ley Nº 20.494 introduce los artículos 8º ter y 8º quáter que, muy
tímidamente y digo tímidamente no porque falte explicitud, sino porque su
importancia es menor y tan menor que es muy parecido a la nada misma, sigue
abriendo camino, estableciendo los siguientes "derechos":
La primera vez que soliciten los contribuyentes autorización para emitir facturas
electrónicas, deberán adjuntar, so pena de no ser autorizados, una declaración
jurada simple sobre la existencia de su domicilio y la efectividad de las instalaciones
que permitan la actividad o giro declarado.