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Apuntes unidad 3

La educación musical en preescolar


Las teorías de los grandes pedagogos de la educación moderna tienen un rasgo común: parten de
la experiencia vivida para encaminarse después de adquirida esta hacia el conocimiento teórico. Algunos
dan énfasis al ritmo por medio del movimiento, otros por medio del lenguaje y otros han dado mayor
importancia a la percepción auditiva. Si bien la música es un fenómeno mayormente auditivo, el niño es un
ser rítmico por naturaleza, por lo que podríamos decir que un sano equilibrio en la percepción y en la
creación musical debería ser la guía para la enseñanza de la música.
Los contenidos de aprendizaje musical para el niño preescolar son:
a) desarrollo del sentido rítmico
b) desarrollo vocal
c) desarrollo del sentido auditivo
d) comprensión y apreciación de la música
Lógicamente estos contenidos de desarrollo se cruzan, complementan ayudan y existen en el
producto final que es la música. Por ejemplo: desde el punto de vista del ritmo, no porque tenga mayor
importancia sino porque es el más cercano a la naturaleza del niño pequeño. Al producirse el ritmo lo
percibimos por el oído, lo expresamos por el movimiento y lo sentimos en el cuerpo.
El ritmo, unido a la melodía nos toca el sentimiento. Los cantos formados por palabra, ritmo y
melodía son aprendidos por el niño al percibirlos y a su vez, el canta para expresarse y ser escuchado por
el mismo o por los demás. Participa en esto el desarrollo del oído, el sentido del ritmo y la emisión de la voz.
Para que se complete el aprendizaje musical el niño necesita valorar y apreciar la música vocal y la
instrumental. La enseñanza de la música debe ser integradora en sí misma y aplicada en el desarrollo la
clase diaria.
En el capítulo se plantearan algunas formas de abordar la educación musical. Considerando los
diferentes métodos de enseñanza musical, estos conocimientos tendrán que ser adaptados y transformados
de acuerdo a las necesidades propias de cada grupo de niños y de los materiales disponibles en cada
escuela
Una recomendación muy valiosa: cada escuela debería tener un lugar especial, adecuado para
tomar las clases de música. Ojalá usted pueda promover la idea en su lugar de trabajo.
La música:
➢ Ha de dotar al niño de la sensibilidad para
captar las manifestaciones del mundo sonoro
➢ Ha desarrollar la capacidad de expresarse
➢ Ha de modelar el alma sensible mediante
mensajes musicales
➢ Ha de acércalo a sus semejantes
➢ Ha de formar su carácter hacia un mayor
idealismo
➢ Ha de convertirlo en un ser sensible y por
ende bueno en el supremo sentido de la palabra

Kurt Pahlen
1. Ritmo y Educación Rítmica

WILLEMS ha explicado que querer definir el ritmo musical sería una empresa peligrosa, pues el
ritmo, uno de los tres elementos fundaméntales de la música -con la melodía y la armonía- es la expresión
directa de uno de los elementos constitutivos de la naturaleza humana: la vida física
Podemos es cierto, considerar el ritmo bajo el aspecto afectivo (expresión de las emociones) o
mental (ordenamiento), pero su característica, su origen, su punto de partida se encuentra en la energía
vital, en el dinamismo inherente a la vida física. Es necesario, pues, situarlo en el movimiento del cuerpo
humano así como los movimientos tomados de los diversos reinos de la naturaleza, movimientos cuyo
ordenamiento está sometido a leyes naturales.
La educación musical apela desde su inicio al instinto rítmico del niño, este instinto se encuentra en
los movimientos espontáneos que él realiza, basta ver como aun en la cuna es capaz de golpear juguetes y
objetos y al escuchar los cantos y juegos que sus padres o hermanos entonen para él, comenzar a moverse
en reacción al estímulo del ritmo.
Los elementos rítmicos que conviene trabajar con los niños preescolares son: el pulso, el acento y el
ritmo de la melodía, estos dan las pautas básicas para la iniciación musical. Solamente hasta que el niño
haya comprendido sensorialmente estos conceptos, se pasara a trabajar con los niños en las
representaciones simbólicas graficas de los conceptos rítmico
El pulso
El ritmo en música tiene que ver con la duración de los sonidos en el tiempo, duración que se
definirá a partir de una unidad constante que no cambia y aparece de manera regular y permanente, esto es
el pulso, que podría ser definido de una manera sencilla como: la unidad rítmica básica.
A los niños se les podría explicar que el pulso es el corazón de la música y que se encuentra
adentro de ella, o ejemplificarlo con el tictac de la música que no cambia. Para el niño será más fácil
entenderlo si se hace de una forma vivida.
Violeta de Gainza menciona, en su libro la iniciación musical del niño, que no se puede hacer nada
más efectivo que estimular al niño para que siga la música. La música nos avisa cuándo y cómo debemos
tocar. Animado interiormente por la imagen del corazón que late o del reloj que hace tictac el niño, es capaz
de mantener un pulso regular de manera interrumpida
Actividades recomendadas para comprender y realizar las pulsaciones:
Caminar, que es una sucesión de pulsos donde cada pulso es un paso. Al caminar con la música el oído del
niño, poco a poco, va aprendiendo a controlar simultáneamente sus pasos con lo que oye sean golpes,
percusión, palabra, melodía, canción, música. Ejemplificar así el pulso ayuda a relacionar la música con el
movimiento.
a. Comparar el pulso con el tic-tac del reloj y acompañar el tic-tac con palmas.
b. Marcar las pulsaciones en distintos instrumentos o con palmas.
c. Marcar el pulso con cualquier objeto sonoro, o con nudillos sobre la mesa.
d. Descubrir el pulso de una canción o melodía.
e. Por medio de marchas, marcando las pulsaciones.
f. Dibujar el pulso de una canción o melodía.
Nota: El pulso se debe enseñar al niño hasta que llegue a ser una vivencia íntima y profunda.
El acento
El acento del ritmo musical se puede trabajar con los niños preescolares, una vez que estos han
logrado perfeccionar y automatizar el pulso.
Les diremos “ya encontramos el pulso ahora si escucha con mucha atención, descubrirá que hay
unos “golpecitos” que son un poquito más marcados y a eso se le llama acento.”
El acento divide la música en partes de dos, tres o cuatro tiempos (pulsos) que son los patrones que
se repiten a través de toda una pieza. Se debe enfatizar que un acento no es un pulso más fuerte o
golpeado sino, un apoyo de los pulsos que se acentúa periódicamente al percibir el acento. El niño
comienza a reconocer si el acento cae cada dos o tres pulsaciones es decir, si un compás será de dos o
tres tiempos
Los niños requieren comprender el acento no solo por imitación, deben practicarlo de forma corporal,
descubriendo, sintiendo y ejecutando el acento. Más tarde podrán aplicar este conocimiento a la percepción
de los compases en donde cada acento será el primer tiempo del compás.
Actividades que ayudan al niño a comprender y realizar los acentos
➢ Caminar con el pulso acentuando el pie que cae en el momento del acento
➢ Caminar con el pulso y marcar el acento con las palmas de las manos
➢ Descubrir los acentos de una canción o melodía.
➢ Dibujar el acento de una canción o melodía.
➢ Distinguir los compases de dos y tres tiempos a partir de cada cuantos golpes caes el acento
➢ Hacer dos grupos de niños una aplaudirá el acento y otro el pulso, después intercambian entre los
grupos, en lugar de aplausos utilizar diferentes instrumentos de percusión para pulso y acento
El ritmo
De acuerdo a como transcurren en el tiempo tendremos sonidos de mayor o menor duración que
son representados por medio de signos o figuras.
Las figuras musicales: redonda, blanca, negra entre otras, representan medidas exactas y
regulares. A partir de una figura tomada como unidad de medida se establecen las diferentes duraciones
rítmicas.
El concepto de ritmo será más fácil de transmitir por medio del ejemplo que con explicaciones que los
pequeños no comprendería. Al niño preescolar le explicaremos que el ritmo existe cuando decimos la letra
de una canción con las manos. Lo que dice mi boca dicen mis manos.
Las figuras rítmicas más usadas en esta etapa son la negra, la corchea, la semicorchea y el silencio de
negra. Es bueno enseñarlas primero por comparación y a través del movimiento después repetir
auditivamente, en forma de ecos y finalmente, en forma gráfica por medio del reconocimiento de fórmulas
rítmicas por medio de juegos de tarjetas.
Actividades que ayudan a comprender y ejecutar los ritmos
➢ Aplaudir el ritmo de algún canto o algún pasaje musical
➢ Recitar formulas rítmicas mientras se realizan marchas
➢ Caminar con el pulso de la negra y después correr con las semicorcheas
➢ Percutir formulas rítmicas con el cuerpo
➢ Ejercitar formulas rítmicas por medio de ecos, preguntas y respuestas rítmicas
➢ Reconocer formulas rítmica por medio de juegos de tarjetas
Entre los medios más utilizados para vivenciar, desarrollar y practicar los elementos constitutivos del
ritmo (el pulso, el acento y el ritmo) figuran:
• el movimiento
• lenguaje hablado y cantado
• los instrumentos de percusión

El movimiento
El movimiento es parte de la vida. Está relacionado con el cuerpo, con el espacio, el ambiente y las
personas que lo integran.
Ernst Idla en su libro Movimiento y ritmo, comenta el efecto estimulante de la música en lo psíquico
y lo motriz. Los ensayos electromiográficos han demostrado que el tono muscular se eleva y que se puede
observar una marcada intensificación emocional al escuchar la música de marchas. La música es un medio
singular para contrarrestar la neurosis y es utilizado en la psicoterapia de grupo
Dalcroz argumenta que el niño necesita vivenciar los ritmos con el movimiento corporal. El ritmo es
el elemento de la música que afecta en primer término y con más fuerza la sensibilidad infantil. Afirma que el
ritmo se aprende a través del cuerpo y el movimiento.
La pedagogía moderna ha adoptado los descubrimientos y conquistas básicas del método Dalcroz,
primordialmente el método rítmico al considerarlo herramienta valiosa en la educación musical
El ritmo es el elemento de la música que se encuentra más cercano a la motricidad y al área física.
Esta percepción ha sido proclamada por otros pedagogos musicales entre ellos, Willems quien sitúa al
ritmo como uno de los elementos constitutivos de la naturaleza humana.
La rítmica debería ser incluida como actividad sistemática y habitual, junto a la iniciación musical en
la educación de los niños. Willems define la rítmica como la expresión corporal de los ritmos musicales y
explica la importancia dentro de todo programa integral de educación musical infantil.
Caminar, marchar, balancearse, saltar, mover los brazos, imitar movimientos de animales o de la
naturaleza son algunos movimientos que pueden ir acompañados de música o de cantos.
Los niños y las niñas que experimentan por medio de movimientos la música vivenciarán mejor los
elementos distintivos de la música. Cuanto más nos introducimos en el lenguaje del movimiento, mucha más
capacidad musical tendremos en cuanto a su reconocimiento y vivencia interna. Como material didáctico los
objetos más utilizados son: pelotas, aros, costalitos, cuerdas, listones, etc.
El lenguaje hablado y cantado
Por medio del lenguaje oral y del canto se puede lograr una ejercitación rítmica que proporcione
mayor precisión. Entre las fuentes de contenido más sencillas y útiles se pueden considerar las siguientes:
• El folklore de los países reflejado en adivinanzas, refranes, rimas, trabalenguas. Todos estos
poseen gran riqueza rítmica y pueden ser recitados por los niños de una manera
espontánea y natural. Pueden emplearse los ritmos y ademanes que la misma actividad va
señalando
• Frases inventadas por los niños
• Saludos, pasar la lista de nombres, de cosas, de animales o frutas
Dalcroze considera la rítmica -el ritmo en el cuerpo-como la base y el punto de partida de los
estudios musicales. Orff fundamenta su método en los ritmos del lenguaje. La palabra representa para Orff
Ia célula generadora del ritmo e incluso de la música. El primer tomo de su obra pedagógica fundamental
Orff Schuiwerk se inicia con el recitado de nombres, llamados y pregones.
En este método las palabras son fonéticamente esquemas musicales, no solamente en su aspecto
rítmico sino también melódico. El ritmo que naciera del lenguaje y que lenta y progresivamente se va
musicalizando es luego transmitido por el cuerpo. El cuerpo funciona como un instrumento de percusión.
La rítmica corporal es uno de los principales aportes de Orff, el ritmo de las palabras se transmite al
cuerpo y pasa después a los instrumentos de percusión quedando completo el ciclo rítmico.
Aguirre de Mena explica que si se inicia al niño en el lenguaje rítmico a través de elementos
naturales, con esquemas rítmicos sencillos de dos pulsaciones después puede ir haciéndolos más
complejos. Estos ejercicios desarrollan poderosamente el sentido del ritmo y del acento. Emplean las
silabas, los chasquidos de los dedos o los aplausos para lograr una percepción más clara del ritmo y del
pulso.

Gainza figura entre los pedagogos y músicos que consideran que el lenguaje constituye un medio
ideal para promover y desarrollar la musicalidad y el sentido rítmico del pequeño.

Los instrumentos de percusión


Estos proporcionan al niño una experiencia fascinante al de acompañar sus cantos, marchas y
recitados rítmicos. Se pueden utilizar para marcar el pulso, el acento y el ritmo.
Los instrumentos más formales requieren de una madures mayor a la del niño preescolar, los
instrumentos de percusión son un excelente vehículo de alegría porque facilitan la participando activa, sin
dejar de considerar que con los niños no deben tocar de manera descuidada los instrumentos, sino
intentando que ellos ejecuten de forma nítida y agradable.
Los instrumentos de percusión contribuyen a afianzar las relaciones cerebro - musculares, cada
instrumento en mayor o menor grado posee una técnica de ejecución distinta. A las palmadas y a los pasos
se suma la ejecución con los instrumentos de percusión.
Todas estas actividades ofrecen dificultades rítmicas motrices que el niño irá venciendo
paulatinamente, mientras educa su sentido del ritmo con el auxilio y el recurso de los elementos de la banda
rítmica. La imaginación creadora del niño, el cultivo del buen gusto y el placer estético son otras tantas
finalidades a las que contribuye el empleo de los instrumentos de percusión.
Entre los instrumentos de percusión que puede emplear en la ejecución de actividades rítmico
motrices se mencionan a continuación: el triángulo, el tambor, las maracas, los palitos rítmicos, las claves,
el, pandero, las cascabeles, los xilófonos etc.
Se pueden utilizar los instrumentos de percusión fabricados especialmente para los pequeños y que
no son juguetes, los instrumentos que los niños puedan fabricar con materiales reciclados.
Para trabajar el ritmo con los niños de tres a seis años en una forma progresiva y de diferentes
maneras le recomiendo actividades que involucren movimiento y percusión. A los 5 años puede enseñarles
los símbolos de las notas. Dosificación sugerida para el aprendizaje del sentido rítmico. Considere la
dosificación recomendada:
Primero Interiorizar el pulso por medio del canto, el movimiento y la percusión.
Modelar para el alumno la forma de realizarlo, practicar y producir nuevos ritmos.
Aprender el ritmo de los cantos, reconociendo las figuras blancas, negras y corcheas en los
ejercicios de imitación.
Desarrollar las actividades motrices básicas.
Localizar las partes del cuerpo.
Segundo Realizar juegos con tarjetas.
Fijar por medio de la repetición el pulso y el acento, sin que resulte algo tedioso.
Practicar con los nombres de los niños.
Emplear adivinanzas rítmicas y la banda rítmica
Aprender ritmo de blancas negras y corcheas
Tercero Practicar el pulso, acento y ritmo
Marcar simultáneamente ritmo y pulso o pulso y acento
Utilización del silencio
Recitar los nombres
Emplear adivinanzas rítmicas y banda rítmica
Continuar con el ritmo de blancas, negras y corcheas. Incorporar la negra con puntillo, la
semicorchea y el tresillo
Captar en forma sensorial y también en forma gráfica los símbolos
2. La educación de la expresión vocal

El canto es una de las actividades más importantes en el jardín de niños, es utilizado en las
actividades generales, desde que el niño llega hasta que se va. Es considerado como un poderoso medio
para gravar en la mente de los pequeños el conocimiento. En el desarrollo musical, el canto es la actividad
ideal por naturaleza para los niños porque conjuga los elementos de la música, el ritmo la melodía y la
armonía
Con el canto se busca desarrollar la voz infantil, respetando los límites de la edad, la afinación, el
lenguaje y la expresividad. La letra de los cantos permite que el niño viva la historia del personaje y
desarrolla su imaginación. Algunas canciones se pueden acompañar con juegos de movimientos como
rondas y estos proporcionan al niño momentos de gozo. El canto genera creatividad, los niños del jardín
deberían ser animados a inventar pequeñas canciones
Objetivos específicos para trabajar con el canto:
1. Practicar el canto en su función globalizadora de elementos musicales.
a. Por medio del canto repasar los elementos musicales: ritmo, pulso, entonación, forma etc.
b. Practicar el canto entonado en grupo e individual
c. Conocer diferentes estilos de cantos
d. Valorar y cuidar la voz
e. Cantar con los músculos faciales relajados.
f. Entonar adecuadamente al unísono canciones sencillas.
g. Pronunciar con claridad el texto de las canciones.
h. Cantar según el carácter de la obra
2. Utilizar el canto como elemento integrador de las clases del jardín
Las canciones deben ser utilizadas en cualquier momento de la jornada de los Jardín, el niño no debe
pensar que la música es algo hermoso que ocurre una vez por semana pero que es aislada de su vida
,a continuación se te dan algunas sugerencias para utilizar el canto en el desarrollo de las clases del
Jardín:
1. Esquemas fundamentales para saludarse al comenzar el día y de despedida
3. Emplearlo como una llamada de atención para cambiar de actividad
4. Para reforzar contenidos
5. Para socializar
6. Para divertirse jugando
7. Para desarrollar la imaginación
Características y recomendaciones que se deben atender al seleccionar las canciones
1. El texto debe ser claro, sin errores de acentos evitando que no concuerden entre letra y música.
2. Considere la melodía que se utiliza:
a. La tesitura común en los países de habla hispana y que corresponde a los niños preescolares va
del do central al sí de la tercera línea, según Hemsy, Veltrí y González, esto puede variar de
acuerdo al ambiente y el entorno familiar. En algunos países como Francia las tonalidades altas son
las que priman.
3. Características del canto:
• Buen tono de voz no forzado
• Tiempo correcto y adecuado al carácter de la canción
• Fraseo correcto
• Pronunciación correcta y articulación de las palabras
Algunos pedagogos empiezan el aprendizaje de las melodías con el intervalo de tercera menor, entre
las notas sol y mi. Después enseñan la, luego el re y el do, hasta completar una escala de cinco tonos
Willems considera que pueden enseñarse primero los cantos sencillos basados en el pentacordio y
también las canciones que empiezan con la segunda mayor y las terceras mayor y menor para enseñar
intervalos. Para enseñar a los niños recomienda:
a. Acompañar los cantos con el piano pero de una forma sencilla con cadencias claramente
definidas.
b. Tener una posición natural y erguida del cuerpo
c. Cantar con el timbre más agradable
d. Con la más perfecta entonación
e. Pensar en lo que se canta
f. Acompañar los cantos con el piano pero de una forma sencilla con cadencias claramente
definidas.
Sugerencias para la enseñanza de los cantos
a) Entone toda la canción para que los niños escuchen
b) Narre el contenido del texto utilizando alguna lámina o dibujo que se relacione con lo que se canta,
estos dos pasos se pueden presentar en el orden que se desee
c) Se ejecuta una frase y los niños la repiten, añadiéndose de una en una, cuando las frases se han
practicado en forma de eco se podrán agrupar dos frases o más.
d) Una vez aprendida toda la canción se pueden marcar con el cuerpo o con instrumentos los
elementos del ritmo
e) Si la canción es un juego deben aprender primero la letra y la música y entonces lo podrán realizar.
f) Cuando ya se tiene un repertorio de entre cinco y diez canciones se puede jugar a adivinar
auditivamente por medio de las melodías de qué canción se trata.
Nota: No es recomendable hacer todo lo anterior en una sola clase utilizando una canción solamente.
Pero al avanzar el curso, simultáneamente se podrá enseñar a letra de una canción nueva, otra canción
para enseñar o practicar el ritmo y otra para jugar.

Consideraciones particulares para la enseñanza del canto en preescolar:


Tres años Cuatro años Cinco años
• Utilizar canciones de dos • Utilizar canciones de dos • Utilizar canciones de dos
estrofas y con texto estrofas estrofas
comprensible • Para el acento es • Emplear el ritmo de blancas n
• Canciones con recomendable escoger al negras, corcheas, negra con
acompañamiento sencillo principio canciones donde puntillo, semicorchea y tresillo
• Empleo del ritmo de blancas se escuche con claridad. • Saludos cantando
negras y corcheas • Aprender el ritmo de • Practicar el eco melódico
• Fraseo blancas, negras, corcheas y • Utilizar las notas Si, la, Do,
• Se aconseja comenzar con negra con puntillo Re, mi, fa, sol, la, si y do
tercera menor mi sol • Emplear el saludo cantando • Identificar en el canto los
• Agregar sol, la, • Practicar el eco melódico elementos musicales.
• hasta llegar a Do, Re, mi, fa • Utilizar las notas Si, Do, Re, • Practicar el fraseo y las
y sol mi, fa, sol, la dinámicas
• Podrán utilizar cerca de 25 • Cantar con el timbre más • Tener una posición natural y
cantos agradable, con la más erguida del cuerpo
perfecta entonación • Cantar con el timbre más
• Pensar en lo que se canta agradable y con la más
• Podrán utilizar cerca de 30 perfecta entonación
cantos • Pensar en lo que se canta
• Pronunciación correcta
• Podrán utilizar cerca de 35
cantos
La voz en el ‘‘hacer musical
Edith Raspo de Vanasco

Las posibilidades de la expresión vocal contemplan los múltiples usos de la voz como fuente
productora de sonidos, hasta llegar al canto.
En esta etapa, el nivel inicial, el niño está descubriendo su propia voz y las posibilidades diversas
que le permiten su uso, en forma hablada y cantada. Esta condición exige el máximo cuidado por parte del
docente, para lograr un desarrollo sano.
En relación con el canto infantil, aparece de manera muy “fuerte” la imitación. El niño imita al adulto
que canta, en este caso el maestro. Si la voz que escuchan es sana, expresiva y afinada, se desarrollarán
vocalmente con toda naturalidad.
Un aspecto a tener en cuenta, para llegar al desarrollo sano y natural del canto desde la infancia, es
que las canciones que el niño deba reproducir con su voz tienen que aparecer en la tesitura acorde con su
registro. Este registro se encuentra comprendido en el equivalente a las voces femeninas. Por eso a los
niños pequeños, tanto de Nivel Inicial, como aun de primero y segundo ciclo de la escolaridad primaria, les
resulta difícil imitar el canto del docente varón. La voz masculina representa un referente distinto para la
ubicación sonora con relación a sus propias voces.
Muchas veces, grupos enteros de niños desafinan al no poder acomodar su voz con relación a la del
maestro y porque no pueden mantenerse en su tesitura natural.
Un recurso para el maestro varón, después de ‘haber presentado” la canción a los niños, consiste
en hacer escuchar la melodía a enseñar, en un instrumento melódico que permita al niño ubicar su voz en
relación con ese instrumento y así cantar en el registro que le corresponde por naturaleza.
Cuando esto se logra, entonces se puede acompañar el canto infantil con acompañamientos
armónicos sin que aparezca la melodía.
Otros aspectos están relacionados con la posibilidad que tienen los niños para acceder a un buen
nivel de ejecución relacionado con el canto. Me refiero aquí al hecho de acostumbrarlos a cantar con una
intensidad media entre lo que podemos considerar como fuerte y suave, desde los comienzos. Es decir,
cuidando la intensidad de los sonidos emitidos y atendiendo a las respiraciones que están íntimamente
relacionadas, con la expresividad. Es notable observar los resultados a que arriban grupos enteros de niños
cuyos docentes confían plenamente en las posibilidades de realización de los pequeños y desde los inicios
cuidan estos aspectos, sin por ello caer en ejercitaciones tediosas.
Un colega dice, con mucha razón, que se tarda el mismo tiempo en enseñar bien que en hacerlo
mal, con la diferencia de que corregir, en el manejo de la voz, problemas que se arrastran desde la niñez
implica un esfuerzo posterior tan grande que desalienta a quien tiene que emprenderlo (tanto al alumno
como al maestro). También sucede que, simplemente, los afectados nunca llegan a identificarse con el
canto, porque sienten que “no lo hacen bien”.
De ninguna manera, al hablar de cuidados, se propicia una “técnica” rígida o que implique la
repetición mecánica. Pero estoy totalmente convencida de que el cuidado que el maestro ponga en esta
actividad significa el beneficio para todos sus alumnos.
Por lo tanto, es indispensable que esta actividad se desarrolle en un clima placentero, que
estimule a disfrutar del canto como una rica experiencia grupal. El hecho de cantar todos juntos es un gran
aliciente. El grupo protege y contiene. La importancia de “tener permiso”, de saber que “todos pueden”,
brinda la seguridad indispensable para lograrlo.
Recordemos que en la producción musical a través de la voz intervienen no solo factores fisiológicos, sino
también psicológicos del ser humano. Es importante, por lo tanto, la naturalidad del ámbito en el cual se
realiza, las dificultades a ser sorteadas, la graduación de las propuestas, atendiendo a etapas propias del
normal desarrollo vocal y el estímulo permanente hacia la actividad.
El logro y la satisfacción personal que alcanza un individuo a través de su propio canto, como algo
que sale de adentro, son difícilmente comparables con otras formas posibles de expresión. El niño tiene
derecho a desarrollarlo y la escuela es, muchas veces, el único ámbito posible en el que puede realizar la
experiencia
La canción como centro de actividades musicales
Carlos Gianni
La canción representa para el niño la posibilidad de contactarse con diversos elementos de la
organización sonora: forma, ritmo, melodía, carácter, género, etcétera
La canción no sólo ofrece la posibilidad afectiva del canto como un rico modo expresivo. A partir de
ella pueden generarse múltiples actividades que favorecen el desarrollo social del niño, es decir, como
medio de comunicación y participación colectiva.
Compartir rondas, juegos, dramatizaciones, desplazamientos son algunas de las posibilidades en
las cuales podemos apuntar a diversos objetivos, tanto musicales como sociales. Reconocer melodías,
frases, vivenciar ritmos, aplicar intensidades, variar velocidades, cambiar el carácter, agregar o quitar partes,
inventar onomatopeyas, armar algunos proyectos para sonorizar y/o instrumentar, etc, así como reconocer
el propio esquema corporal y el de los demás, conocer y desplazarse en el espacio que lo rodea,
relacionarse en parejas, pequeños grupos o con todo el grupo, son posibilidades de interacción con y a
través de la música.
En relación con estas actividades, la selección del repertorio de canciones no siempre atiende a lo
que el niño es capaz de reproducir mejor con su voz. Aquí, el valor de la canción reside, por así decirlo, más
en su función social, en el sentido de compartir un juego, en el movimiento corporal implica, o en el placer
de escucharla.
Restringir el repertorio sólo a lo que el niño puede reproducir con facilidad nos conduce a limitar sus
posibilidades de enriquecimiento.
En todo caso, la importancia de su aprovechamiento se halla en que el maestro sepa muy bien
cómo realiza la selección de cada canción y cuál es el objetivo de su inclusión en el repertorio.
La canción resulta de la combinación de letra y música como una totalidad. De allí la importancia de
la selección que realice el maestro, buscando un repertorio que enriquezca al niño tanto desde lo literario
corno desde lo musical.
¿Cómo seleccionar las canciones para que el niño cante y/o escuche?
El niño trae al jardín una serie de experiencias sonoras valiosas y, por supuesto, un repertorio de
canciones del medio del cual proviene. El maestro, en su función de educador debe proporcionar a ese niño
otras posibilidades que lo enriquezcan.
Ampliar la oferta, contactarlo con otros repertorios-, muchos de ellos compuestos especialmente
para que acceda a una gama de diversas expresiones musicales, permitirán al niño, más tarde, hacer sus
propias elecciones. Es frecuente escuchar a algunos adultos expresar que “los niños prefieren”
determinadas canciones, cuando, en realidad, éstas son las únicas que los niños conocen. Muchas veces,
“son impuestas” desde medios de comunicación masiva, surgidas como productos exclusivamente
comerciales, a veces totalmente carentes de valor estético, y otras dotadas de un notable “mal gusto”
El frecuentar sólo este tipo de repertorio y la influencia constante de determinados medios tienen
como resultado que el niño se incline por reproducir dichas canciones. Sin embargo, cuando le presentamos
otras propuestas, con otros estilos, el niño las recibe con entusiasmo y las aprende con toda facilidad.
No se trata de desvalorizar, entonces, ni de separar, entre lo que el niño trae y lo que le podemos
ofrecer. Cuanto mayor sea el abanico de ofrecimientos, mayor contacto tendrá el niño con las canciones,
pudiendo desarrollar a través de ellas su gusto por la música. De más está decir que los mediadores entre la
canción y el niño en la escuela son el educador musical y las maestras de sala, además de lo que se les
presente a través de grabaciones. Cuanto mejor sea esta mediación, desde la selección del material, calidad
y expresividad de la interpretación, mejor será el producto musical que el niño reciba.
También es importante hacer conocer a los padres cuál es el cancionero que frecuentamos en el
jardín, para que ellos puedan participar con sus hijos en el canto común. Experiencias de muy buena
recepción por parte de la familia se realizan en algunos jardines. Consisten en grabar en clase las canciones
con todo el grupo de niños y el maestro. Luego, cada niño lleva su casete a casa, para cantar con la familia.
Otras acciones tendientes a este ”compartir” entre padres e hijos pueden ser clases abiertas, con
espacio para actividades conjuntas, actos escolares, coros de padres y/o abuelos, etcétera.
Recuerdo una experiencia que, entre otras, obtuvo resultados verdaderamente gratificantes.
Consistió en el envío de un casete “viajero”, que pasó por la casa de cada niño, con la consigna de que
algún adulto (padres, tíos, abuelos o allegados a la familia) cantara y grabara en él alguna canción que
recordara de su niñez. Al cabo de un mes de recorrido del casete, tuvimos un muestrario de canciones
(algunas veces en otro idioma), poesías, rimas, juegos, trabalenguas y otros, que escuchamos con mucho
entusiasmo. A raíz del envió, algunos de esos familiares se acercaron a la escuela para comentarme que la
idea les había encantado. Surgió así el proyecto ‘Compartir”, armado con ellos. Incorporamos al repertorio
estas canciones, juegos y hasta danzas, solicitando a padres y abuelos que ellos mismos las enseñaran,
con nuestra colaboración, a los chicos.
Experiencia riquísima, que apuntó a la revalorización de las tradiciones, uniendo en objetivos
comunes a grandes y chicos, acercando comunidad y escuela, en donde “todos aprendimos de todos” -
Para finalizar, he dejado un aspecto de vital importancia: El maestro de música. Él es el que tiene
una valiosa herramienta: la música. Sus posibilidades, tanto en el campo de la interpretación como sus
condiciones para llegar a los niños, pueden ser el impulso que implique un contacto vital con la música que
los acompañará en su desarrollo como seres humanos.
3. La educación del sentido auditivo
El desarrollo del oído será de vital importancia para el estudio de la música. De su
entrenamiento depende en gran manera la expresión vocal instrumental, la percepción y el gozo o disfrute
de la música Schoenberg considera las sensaciones auditivas en música forman la materia del arte.
Aunque el oído es un sentido necesario para la supervivencia del hombre ha perdido
actualmente la importancia que tuvo en épocas anteriores. La contaminación sonora de la mayoría de las
ciudades y el mundo de las imágenes al utilizar mayormente la vista a ganado terreno sobre el oído, se han
convertido en razones por las que se preste poca atención a la información y a las sensaciones que se
captan por el sonido.
En el aula el maestro debe poner a los niños en contacto con el mundo sonoro, haciéndoles
conscientes de su capacidad auditiva, enseñarles a escuchar y no solamente oír. Se puede decir que así
como la falta de ritmo tiene que ver con un deficiente desarrollo del movimiento corporal, la falta de
percepción auditiva afecta la capacidad de comprender la música. El canto afinado se ve también afectado
ya que va ligado directamente a la capacidad de escuchar, aclarando que podría haber otros factores
fisiológico que afecten el canto afinado.
El sentido auditivo, que se le puede enseñar a tener el niño preescolar, no es solamente útil
para cantar afinado sino también para aprender a escuchar. El niño desarrolla el sentido por medio del cual
recibirá la mayor cantidad de información en el proceso de aprendizaje.
Los problemas de falta de atención y de memoria en algunas ocasiones se deben a que no se
distinguen correctamente los sonidos, por lo que se cree que una mejora en la capacidad de escuchar
ayudaría grandemente a los niños en el desarrollo de la atención y la concentración.
Los niños preescolares pueden y deben comenzar a potenciar sus facultades auditivas. El ambiente
está continuamente mandando información que es recibida por los sentidos y el mejor aprendizaje se
produce cuando interactúan más de uno. El oído constituye desde el momento de nacer, e incluso antes,
una de las fuentes de sensaciones más ricas y variadas. Recientes investigaciones aseguran que aun los
fetos perciben numerosas vibraciones durante la gestación, que son capaces de oír.
Si las experiencias auditivas son las primeras en poner al niño en contacto con el mundo sonoro y,
si su primera atención radica en el sonido, es importante que desde el momento de nacer comience el
proceso aprendizaje auditivo. Los padres y educadores son las personas más idóneas para llevar a cabo
este proceso.
La educación auditiva comprende la audición, la comprensión, la exploración y la reproducción de:
• El entorno sonoro
• El sonido musical,
• Las obras musicales.
Al inicio es importante establecer la diferencia entre sonido y silencio. Resaltar la importancia del
silencio conducirá a una escucha inteligente.
El entorno sonoro
Está formado por los sonidos de la naturaleza, el medio ambiente, los objetos el salón de clases, la
calle, la casa y el propio cuerpo.
Calvo y Bernal afirman que desde pequeños, los niños deben aprender a tomar conciencia del
ambiente sonoro que los rodea, y que forma parte de su entorno, jugar con los sonidos: discriminar, aparear
y clasificar los sonidos e Identificar la procedencia del sonido deberán ser actividades que se promuevan al
iniciar el proceso del desarrollo auditivo
Objetivos para la escucha del entorno sonoro
• Escuchar e imitar los sonidos del entorno: la naturaleza, el salón de clases, la calle, la casa etc.
• Discriminar, aparear y clasificar sonidos auditivamente.
• Identificar la procedencia del sonido
El sonido musical
El sonido es el componente constitutivo de la música este puede ser largo y corto, fuerte y débil,
agudo y grave, agradables y desagradables. Al ser ordenado y combinado con silencios y bajo ciertas reglas
se ha logrado elaborar un lenguaje
Las cuatro cualidades fundamentales del sonido son la altura, la duración, el timbre o color y la intensidad,
fuerza o potencia. Al principio, estas se muestran individualmente, más adelante podrán ser percibidos en
forma integral al cantar o escuchar música.
Altura: de acuerdo al número de vibraciones que emite un cuerpo posee tono agudo o grave, los
niños deben aprender a diferenciar los sonidos graves y agudos, los sonidos ascendentes, los
descendentes y a escuchar intervalos.
a. Es más fácil reconocer series de sonidos ascendentes y descendentes que sonidos
aislados. Para grave y agudo se comenzara con distancias grandes entre los sonidos, y
poco a poco se irá reduciendo.
b. Con movimientos del cuerpo podemos experimentar como sube y baja el sonido, de
puntitas para agudos y agachados para sonidos graves
c. Más tarde pasaremos a la representación gráfica por medio de trazos o dibujos, que se
pueden realizar en el aire como si fuera una hoja imaginaria o en papel
Intensidad: según la amplitud de la onda vibratoria los sonidos varían de volumen. Forte, Piano,
mesopiano; Cresendo y Diminuendo, son las intensidades que se trabajaran en este nivel. A
menudo los niños confunden la intensidad con la altura y creen que más alto o agudo es más fuerte
y viceversa, por lo que es muy importante ser claro en las explicaciones y en las actividades usadas
para enseñar esto dos conceptos
La duración de los sonidos, largos o cortos depende de la cantidad de vibración que contenga el
sonido, entender la duración del sonido es importante para más adelante comprender las figuras
rítmicas.
El Timbre se refiere al sonido peculiar de cada cuerpo, por medio del timbre podemos reconocer la
fuente emisora del sonido
Objetivos para la escucha del sonido musical
• Comprender y discriminar las cualidades del sonido musical Intensidad, duración, altura, timbre.
• Escuchar y reproducir sonidos, intervalos y patrones melódicos
Dosificación sugerida para el aprendizaje del sentido auditivo

Tres años Cuatro años Cinco años


• • • Cualidades del sonido
• Escuchar • Cualidades del sonido • Intensidad: forte piano, mesoforte,
ruidos, • Intensidad: forte piano y cresendo y decresendo
• voces, objetos, mesoforte • Velocidad: rápido, lento, moderato
acciones y • Velocidad: rápido y lento • Altura: alto y bajo, ascendente y
sonidos de • Altura: alto y bajo descendente
animales. • Timbre: de los instrumentos de • Timbre: con los instrumentos de
percusión percusión y de orquesta
• Ordenar, • Duración: corto o largo • Duración: corto largo
aparear y • Noción de silencio • Altura: con representación grafica
discriminar • Emplear adivinanzas melódicas • Relacionar las duraciones de los
sonidos sonidos con sus figuras de nota
• Emplear adivinanzas y eco melódicos
• Practicar la audición interior
• Pueden utilizar las consignas
musicales
Actividades para la el desarrollo auditivo
Eco melódico
1. La memoria musical se desarrolla con el aprendizaje de las canciones, los niños captan con más facilidad
pequeños motivos melódicos de dos compases. La maestra entona el motivo melódico y los niños
responden. Cuando han ganado confianza podrán realizar esta práctica en forma individual, mientras le
pregunta el niño contesta. Willems propone un juego de eco partiendo del intervalo de segunda y hasta
llegar a la octava, reconociendo las combinaciones de las notas sol mi, sol la, mi la sol, mi do la etc.
2. Utilice las adivinanzas melódicas, una vez que conocen varios cantos podría sustituir la letra por un “laleo”
o por la ejecución de la melodía con un instrumento para reconozcan el canto. Le recomiendo considerar
primero la frase inicial del canto y añadir poco a poco otras frases.
Actividades para enseñanza de la audición interna
1. Los niños pueden cantar en voz alta para captar el tono, luego cuando la maestra lo indica cantan
interiormente en su mente y, cuando la maestra da la señal cantan en voz audible nuevamente. Este
ejercicio lo pueden practicar repetidamente.
2. Podría establecer consignas musicales que pueden representarse con frases, motivos o melodías temas
musicales ejecutados por algún instrumento o cantadas. Con estas consignas los niños identifican las
órdenes secretas que han acordado para realizar actividades como sentarse, guardar silencio o pasar al
área de movimientos etc.
3. El canto en cadena también es una forma de desarrollar la atención y la audición interna. Se puede dividir
la clase en grupos y cada uno entona una frase del canto, manteniendo el pulso y la afinación
Apreciación Musical

Las primeras experiencias auditivas serán breves y poco a poco se aumentara el tiempo de acuerdo al
interés de los niños y su comprensión. Una misma obra la escucharemos en varias ocasiones desde
diferentes perspectivas y enfoques. Esta puede servir para enseñar conceptos de la música y asuntos
acerca de la música. La escucha será eficaz si se logra despertar el interés en los niños. Aprender a
escuchar

Copland divide el proceso auditivo en tres planos distintos: el plano sensual, el expresivo y el
puramente musical
1. Escuchar por el puro placer que producen los sonidos musicales (Oímos sin pensar, ni examinar nada)
2: Lo que la música nos expresa (la música como medio de expresión)
3. Análisis de las cualidades del sonido y formales de la audición (ritmo, timbre, forma,
Willems propone el proceso auditivo desde los siguientes planos:
1. Oir: sensorialidad auditiva, recibir sonidos.
2. Escuchar: afectividad auditiva, prestar interés al sonido.
3. Comprender: inteligencia auditiva, tener conciencia de los elementos sonoros, las notas oídas y
escuchadas.
Oir supone contar con un material sonoro y un sistema auditivo operativo. Escuchar supone prestar
intención, oír algo particular de lo que nos rodea, prestar atención, hacer voluntariamente una elección de
aquello que nos interesa.
La audición de obras musicales
La audición musical promueve un desarrollo integral de los aspectos que conforman la personalidad de
los niños.
1. Cognitivamente se favorece la atención, la memoria, la creatividad, la sensorialidad auditiva, y la
sensibilidad musical
2. Motrizmente beneficia la psicomotricidad fina y gruesa, el conocimiento del cuerpo la lateralidad y
la ubicación espacial
3. En cuanto a lo social con la audición se promueven pautas de conducta que faciliten la integración
social por ejemplo que los niños respeten reglas para la escucha, decisiones y turnos, acepten
diferentes puntos de vista, y que participen en actividades de grupo.
4. El área afectiva promueve la sensibilidad y la comprensión de valores estéticos de la música.

Antes de los métodos activos, la audición en el aula se consideraba de manera receptivo - pasiva, pero
a partir de las nuevas pedagogías musicales se ha comprobado la importancia de la audición musical en
forma activa, esto significa que al combinar los sentidos (visual, auditivo y del tacto) por medio de
actividades físicas, cognitivas y emocionales las experiencias serán más integrales y perdurables en el niño.
Con la audición musical podemos desarrollar: el análisis, de los elementos que forman la música (la
forma, el ritmo, la melodía, el timbre, la textura y los elementos de expresión).
La existencia de un adecuado repertorio de obras en el aula es imprescindible. Escogidas en cuanto a
instrumentación, timbres, voces, géneros, estilos, periodos, compositores etc.
Las obras deberán ser motivo de estudio, evitando la improvisación (no la creatividad), las prisas, la
ausencia de objetivos, con una planificación adecuada.
Sería por demás interesante relacionar algunas veces la audición con los temas de conocimiento
generales de las demás asignaturas
Una misma obra la escucharemos en varias ocasiones desde diferentes perspectivas y enfoques, esta
puede servir para enseñar conceptos de la música y asuntos acerca de la música. La escucha será eficaz si
se logra despertar el interés en los niños. Los objetivos serán graduales, comenzando de la escucha, hasta
llegar a la comprensión y análisis de la obra musical.

Objetivos para la escucha de las obras musicales


• Describir los diferentes estados de ánimo impresiones y sensaciones provocadas por la audición de
la música.
• Disfrutar de las audiciones
• Desarrollar la imaginación y la evocación
• Favorecer la psicomotricidad y la expresión corporal
• Reconocer y comprender e interiorizar los elementos musicales: Expresión, ritmo, forma textura,
timbre en obras escuchadas.
• Discriminar motivos y frases musicales
• Explorar obras musicales, instrumentos y algunos compositores famosos
• Conocer una variedad de estilos y agrupaciones musicales
• Acercar al niño a diversas culturas incluyendo por supuesto la propia

Metodología sugerida para la audición de obras musicales.


-Se introduce la historia de la obra o el compositor, o se muestra algún cuadro, dibujo o muñeco u objeto
relacionado con la composición
-Se escucha la obra, es importante que el niño este cómodo y que se le anime a estar en silencio.
Nota: Estos dos primeros pasos pueden realizarse en distinto orden algunas veces primero escucharemos la
obra, sin más introducción que las indicaciones para escuchar en silencio, los comentarios surgirán a partir
de la escucha.
-Nuevamente se escucha la obra, realizando al mismo tiempo algunas actividades que involucren el uso de
otros sentidos, para lograr con esto una participación activa.
-Se promueve una discusión del contexto de la música que se escucha permitiendo que los niños participen
con libertad, pero guiada por el maestro
-Añadiremos a la escucha, la comprensión de los elementos de la música a través de algunas de las
técnicas sugeridas
-Extendiendo la escucha: Algunas veces escucharemos otra obra del mismo compositor, o bien del mismo
estilo pero diferente compositor, o alguna obra contrastante de diferente compositor.
Nota: No necesariamente se deberán realizar todos los pasos en cada escucha y podría variarse el orden
Es muy importante que el equipo para tocar la música sea un tocador de discos compactos, estos aparatos
facilitan el encontrar la pista deseada, se conservan mejor y tienen mejor calidad sonora.

Preparación del maestro que enseña la percepción auditiva


El maestro debe conoce bastante bien un repertorio de Obras, analizarlas en cuanto a sus elementos
musicales y gustar de ellas, solo así será capaz de transmitir el entusiasmo deseado.
La escucha promueve el logro de los siguientes objetivos
1. Gozar o disfrutar con la audición
2. Vivenciar, discriminar y comprender los elementos musicales. Esto contribuye a identificar: a) la
intensidad con que se ejecuta la música (volumen) si tiene cambios drásticos o muy poco; b) si el
tiempo es rápido, lento o moderado; c) la forma, descubriendo si los temas se repiten o desarrollan;
d) el carácter la música si es triste o alegre, si invita a la reflexión o es solemne festivo; e) el pulso o
el ritmo
3. Crear una secuencia de movimientos libres y coordinados
4. Crear un texto o la letra a algunas melodías. Con el que podría o temas estudiar el su ritmo.
5. Crear una partitura señalando con signos o dibujos lo que está ocurriendo a través de la obra, podría
ser instrumentación, tempo o dinámicas.
6. Reconocer los instrumentos por su timbre
7. Conocer la historia de los compositores y las obras.
8. Conocer diferentes agrupaciones musicales instrumentales y vocales
3- Lograr una escucha inteligente
4- Aprender de la creatividad y belleza de las obras de los grandes compositores.
5- Comprender que la música es un lenguaje por medio del cual se expresan sentimientos y
emociones
La audición de obras se puede integrar a otras áreas del aprendizaje por ejemplo, mientras los niños se
encuentran realizando alguna de las siguientes actividades:
Dibujos o musicagramas
Narraciones sencillas sobre los pensamientos surgidos tras la audición
Movimiento
Dramatizaciones
Narración de historia
Actividades de geografía y ciencias naturales

Consideraciones especiales
La planeación es importante y debe considerar las ocurrencias e inquietudes de los niños, que en
muchas ocasiones lleva a una sana y provechosa improvisación, sin que resulte por la falta de preparación
por parte del docente. Una misma obra puede tener muchas utilidades y será eficaz dependiendo de los
objetivos que se persigan y de la edad de los alumnos.
Las primeras experiencias auditivas deben ser breves y poco a poco se irán variando, de acuerdo al
desarrollando e interés de los niños, en cuantos logre mayor concentración su interés será mayor. Los
objetivos deben ser graduales, de menor a mayor dificultad. La experiencia de escuchar música en vivo
enriquece la experiencia de los niños si se puede, llévelos a conciertos de bandas, orquestas u otro medio.
Existen varias formas de abordar una obra entre las que figuran:
a. Por medio de la escucha, donde generalmente surgen preguntas y el docente puede ir
guiando para lograr los objetivos planeados.
b. Por medio del movimiento los niños perciben la música y la interpreten. Imitándolo cuando
se da la sugerencia o creativo, cuando cada quien interprete la música como la sienta o
imagine.
Para alcanzar un mayor grado de percepción auditiva, debe explicar a los niños en qué consiste la
obra y que se espera que ellos aprendan.
Actividades recomendadas según la edad del preescolar:
Tres años Cuatro años Cinco años

• Reconocer canciones por • Utilizar las audiciones como • Utilizar las audiciones
su melodía apoyo a los intereses como un medio para
• Realizar movimientos particulares y áreas de ejemplificar, discriminar y
con obras musicales de trabajo del jardín de niños comprender los
los grandes • Emplear la música mientras elementos musicales
compositores visita las áreas de la • Conocer las obras de los
literatura, juegos tranquilos grandes maestros
y construcción. • Reconocer los
• Escuchar por el puro placer instrumentos de la
que producen los sonidos orquesta por su timbre
musicales • Conocer la historia de los
• Utilizarla en compositores y las obras.
dramatizaciones. • Conocer diferentes
Comprender que la música agrupaciones musicales
es un lenguaje por medio instrumentales y vocales
del cual se expresan • Lograr una escucha
sentimientos y emoción inteligente
• La música describe en
ciencias naturales a la • Aprender de la
naturaleza, y esto le ayuda creatividad y belleza de
a comprender cómo se las obras de los grandes
produce el sonido compositores.
• En matemáticas lograr una
escucha inteligente
• Utilice la música en
actividades gráficas o
plásticas.
• Crear una partitura
señalando con signos o
dibujos lo que está
ocurriendo a través de la
obra, podría ser
instrumentación, tempo o
dinámicas.
El fanatismo por la reproducción: ¿y la percepción?
Carlos Gianni
El lenguaje musical es muy completo y permite combinar y desarrollar muchas capacidades, por lo
que la composición, la ejecución, la reproducción permiten incluso desarrollar las capacidades que también
serán útiles para el aprendizaje de otras disciplinas.
Conozco muchos docentes que contemplan la posibilidad de creación de los alumnos, de completar
esas creaciones con textos personales, de explorar sonidos y de integrarlos con otras áreas. Eso no implica
que tenga que elegirse ese camino como único.
Todavía persiste una especie de fanatismo por reproducir; porque los chicos reproduzcan, toquen,
ejecuten con instrumentos de percusión; canten. Y, sin embargo, si nos ponemos como ejemplo, como
adultos, nosotros no lo hacemos.
Cuando vamos a un concierto de rock, o de ópera, o a escuchar tangos, no salimos de allí y nos
ponemos a reproducir el repertorio que hemos escuchado. Lo disfrutamos y de esta manera completamos el
proceso de comunicación. No reproducimos todo lo que escuchamos. Tampoco cuando vamos a escuchar
un concierto salimos tocando el violín.
Sin embargo, con los chicos se pretende que haya una especie de inmediatez entre la percepción y
la reproducción. Soy bastante partidario de la percepción, de tomarse el tiempo e impregnarse, empaparse
con los lenguajes, y después pensar por qué caminos el individuo puede expresarlos, ejecutarlos.
No todos somos hábiles para diseñar con un lápiz y, sin embargo, podernos “impregnarnos” con un
cuadro, sensibilizamos hacia la pintura y hacia el color; todos podemos sensibilizamos ante cierto tipo de
música y no somos todos hábiles para tocar violines o para cantar. Ése es el desarrollo que debiera
comenzar en el jardín de infantes y proyectarse hacia todo el resto de la escuela primaria y secundaria.
Si hubiera una secuencia de trabajo en toda la escolaridad, en unos años de relación con la música
uno debería poder manejarse fácilmente con el lenguaje.
No convertirse en virtuoso de ningún instrumento pero sí conocer la música y trabajar con ella.
Alguno de los alumnos tal vez llegue a ser contador público nacional, pero seguramente será un
mejor contador público nacional si es una persona que ha vivenciado el arte. La mayoría de los chicos no
serán músicos, pero un médico más sensible a la música, a la pintura, o a las artes, será más sensible a la
medicina también.
La escuela debiera ser informadora en los lenguajes expresivos. Permitir que el individuo conozca la
existencia de otros lenguajes para expresarse y que no sean las palabras el único medio para decir. La
escuela no es un espacio para formar músicos o pintores, eso debe plantearse en otro lugar. Sí debe
permitir que la persona conozca otras posibilidades de expresar sus emociones, sus pensamientos, sus
ideas y no solamente ser el reducto de la palabra y de las ciencias. Tal vez por allí pase la función de la
escuela con respecto a las artes.
Audición musical
Edith Raspo de Vanasco
La audición musical es propia de cada momento de la actividad musical, ya que es el oído el sentido
por el cual nos conectamos con la música y el medio ambiente sonoro.
Es importante considerar dos instancias:
• La audición que está presente en toda actividad musical.
• La audición como momento destinado en la clase para “escuchar” obras, trozos musicales, u otros
ejemplos sonoros, especialmente seleccionados y preparados por el maestro con el fin de una escucha
orientada a desarrollar el placer estético por la música y, la mayor comprensión de los fenómenos sonoros a
través de una focalización sobre ellos.
Estos momentos especiales deben ser jerarquizados, ya que en la vida cotidiana existe una
tendencia a que el niño se "exprese" a través de una permanente acción, exteriorizada por lo general en
movimientos y sonidos con excesiva intensidad, hasta a veces dudosamente “festivos” (muy promocionados
desde los modelos que se ofrecen, desde algunos programas televisivos), sin centrarse en ningún momento
en la reflexión o en una búsqueda interior. Es importante la “acción” por la que el niño se expresa, pero no lo
es menos el hecho de propiciar un espacio que le permita encontrar, en su intimidad, la repercusión afectiva
que produce en él la obra musical que otros interpretan.
Tampoco debernos olvidar que, en el momento de la audición así concebida, el niño es también
activo, aunque de un modo particular. Interactúa con la música desde su interioridad aunque no lo
exteriorice.
Si este momento está bien orientado se llega a la apreciación musical, es decir, al desarrollo de la
percepción, que posibilita una mayor comprensión y sensibilización hacia los elementos del lenguaje
musical.
Recomendaciones finales para la enseñanza musical en el Jardín de niños
1. Prepare el material de apoyo con anticipación.
2. Conozca y llame a sus alumnos por sus nombres.
3. Antes de enseñar a los niños los cantos escúchelos previamente, mientras los aprende es mejor tener la
letra a la vista.
4. Practique los patrones rítmicos y tonales.
5. La repetición es importante, al niño le encantan las repeticiones.
6. Las clases son un tiempo de gozosa participación. Procure que cada niño interactúe y se relacione
alegremente con sus compañeros.
7. Observe las reacciones de los niños, serán el mejor indicador de la atención que requiere darles.
8. Recuerde que en el niño preescolar aprende con actividades lúdicas.
9. Establezca una relación de cordialidad en el manejo de la clase.
10. Informe a los padres del progreso de los niños.
11. Solicite a los padres una actitud entusiasta, motivadora y positiva hacia la música.
12. Busque constantemente mejores métodos para enseñar, considerando que algunos métodos fueron
elaborados para otras culturas, y adaptarlos para la clase.
13. Refleje planificación, orden y flexibilidad ante cualquier situación inesperada en sus clases.
14. Emplee diversos recursos didácticos que le ayuden a detectar y minimizar las diferencias en cuanto a
conocimientos o capacidades de los niños.
15. Invite a los padres a ser selectivos con la música que exponen a los niños en el hogar. No se trata de
limitarles a escuchar música clásica o folklórica sino de cuidar el tipo de canción popular que por el
contenido no formativo puede dañar la escala de valores
16. Evalúe a cada niño al principio del curso y periódicamente
Recomendaciones para del espacio físico para la clase de música
1. Contar con un espacio para colocar las sillitas y otro más amplio que permita moverse con libertad,
permitiendo las actividades que requieren estar de pie o acostados sobre el piso
2. Se recomienda que el piso sea de madera o colocar una alfombra confortable.
3. Utilizar algún instrumento, mayormente se el piano pero, podría ser la guitarra por ser fácil de transportar
y ejecutar.
4. Contar con una grabadora y un armario o lugar especial para guardar los instrumentos de percusión u
otros materiales de clase
Bibliografía
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Bachmann, Marie-Laure. (1998). La rítmica Jacques-Dalcroze una educación por la música y para la música. Madrid:
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Veltri alicia Leonor Apuntes De Didáctica colección la música y su mundo. Editorial DAIAM Argentina1969
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Sitios electrónicos
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Programas especializados de enseñanza musical
http://www.musictime.com.mx/mapa.html
http://www.musicrhapsody.com/
http://www.little-folks-music.com/index.html
http://myc.com/
http://www.musictogether.com/
http://www.musikgarten.org/index.html
http://www.kindermusik.com/
http://www.musicanopy.com/pages/1/index.htm
http://www.piano-pal.com/alfmflm.htm

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