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Tema 7, El paso de la Alta a la Baja Edad Media.

1.Una época de crecimiento.

-A partir del Siglo XII, Europa aumentó la superficie cultivada total, talando bosques
y drenando pantanos, y comenzó a implantar en la mayoría de sus territorios la rotación
trienal de cultivos. Junto a esto, se perfeccionaron las herramientas empleadas para los
trabajos agrícolas:

-El empleo del arado de ruedas en lugar del arado romano, que no las tenía. La diferencia
fundamental entre ambos instrumentos residía en la reja, que permitía al arado de ruedas
no sólo abrir surcos sino, también, remover la tierra. Esta operación se facilitaba con el uso
de la vertedera u orejera, que aireaba mejor el terreno.

-Gracias a la influencia islámica, se popularizan los cultivos de regadío.

-La introducción de la rotación trienal, que consistía en alternar cultivos diferentes en cada
una de las tres parcelas en las que se dividía un campo de cultivo: el primer año se
sembraba trigo; el segundo año, otro cereal o leguminosa y el tercer año, se dejaba
descansar el campo.

-El molino, tanto de aire como de agua, que podía aportar la fuerza de hasta cuarenta
personas.

-Todas estas novedades, permitieron disponer de mayor cantidad de alimento, y de


este modo, al haber mayor cantidad de alimento disponible, la población europea crecerá de
forma exponencial pasando de alrededor de 40 millones a inicios del siglo XI hasta los 80
millones a comienzos del siglo XIV.

2.El renacimiento de las rutas comerciales.

-El aumento de la población trajo consigo la necesidad de disponer de mayor


cantidad de productos, debido a ello, aumentará el número de artesanos para poder
abastecer a la creciente población. La industria textil ganó muchísima importancia.

Ya desde el siglo XII, puede observarse cómo las rutas comerciales se reactivan a lo largo
del viejo continente y también a través de sus mares. Las rutas marítimas más importantes
eran:

-Ruta del Mediterráneo: conectaba las antiguas posesiones del Imperio Romano. Los
europeos exportaban armas y tejidos e importaban productos de lujo como la seda,
especias, perfumes…

-Ruta del Atlántico y el Báltico:Conectaba todos los puertos de las costas occidentales del
continente europeo. Los reinos de la Península Ibérica exportaban principalmente lana
castellana que era muy valorada en los mercados europeos.
Como consecuencia del aumento de intercambios comerciales, la moneda volverá a cobrar
importancia desplazando progresivamente los trueques o intercambios comerciales. No
obstante, y para evitar los robos que podía llevar asociado el transportar grandes
cantidades de dinero, aparecerán las letras de cambio (un documento que establecía la
cantidad de dinero que debía pagarse a la persona que lo presentaba)

3. El renacer urbano

Si bien el mundo urbano había dominado la mayor parte de la Edad Antigua Europea de la
mano de Grecia y Roma, el final del imperio así como la llegada de la Edad Media, trajeron
consigo el abandono de las ciudades y un modo de vida más rural.

Esta vida rural empezará a cambiar a partir del siglo XI, cuando muchas antiguas ciudades
vuelven a crecer así como otras nuevas que aparecen en este periodo en lugares
estratégicos (cruces de caminos, puentes, puertos). Las ciudades retomarán su papel
protagonista como centros comerciales.

El crecimiento de las ciudades se explica por varios factores.


-En primer lugar, el crecimiento de la población hizo que no hubiese trabajo para todos en
el campo, por lo que los campesinos emigraron en busca de empleo hacia estas ciudades.

-En segundo lugar, muchos también buscaban escapar de la servidumbre (pasar más de
un año en la ciudad podía hacerte perder la condición de siervo).

-Por último, las ciudades, al estar amuralladas ofrecían una gran protección a sus
ciudadanos y mercaderes.

Aun con todo, la ciudad medieval era pequeña, si nos fijamos en París, Venecia o
Génova, estas apenas llegaban a los 50.000 habitantes mientras que Roma, en la época del
imperio llegó a albergar hasta 1 millón de habitantes.

3.1. La sociedad Urbana

A los habitantes de las ciudades se les llamará burgueses (burgo: barrio donde vivían los
comerciantes y artesanos).

Dentro de la ciudad, la élite estaba formada por los mercaderes y artesanos más ricos, así
como por el alto clero. Por debajo de ellos se encontraban la mayor parte de artesanos y
tenderos, frailes, estudiantes…etc. En la base de esta comunidad, encontramos a los
marginados y pobres que pasaban auténticas dificultades para sobrevivir.

Junto con esto, existían barrios diferenciados para los judíos, aljamas o juderías, así como
para los musulmanes, morerías.

3.2. El poder de las ciudades

Gracias a su crecimiento, las ciudades pronto se convirtieron en los centros políticos,


religiosos y comerciales. Aunque al principio las ciudades estaban sometidas al señor del
feudo en el que se encontraban, con los años, lucharon para emanciparse de estos.
Cuando lo lograban los reyes podían entregarles un fuero, un documento que recogía
sus derechos, privilegios y forma de gobernarse.

Las ciudades se gobernaban a través de una asamblea de vecinos, del ayuntamiento o


concejo, dirigido por los jueces, alcaldes y corregidores, aunque con el tiempo terminaron
en manos de las familias más ricas de la ciudad.

4. La artesanía

Los artesanos de un mismo oficio se agrupaban en gremios, de hecho, nadie podía


dedicarse a un oficio sin la aprobación de estos gremios. Los gremios tenían unas reglas
internas (estatuto), controlaban lo que se producía y cómo se producía. Además, dentro de
los gremios se pagaban unas cuotas que permitían ayudar a aquellos miembros del gremio
y sus familias cuando éstos caían enfermos, enviudaban o se quedaban huérfanos. Por
último y aunque no era muy habitual, las mujeres podían llegar a formar parte de estos
gremios.

La actividad artesanal se organizaba en talleres y estos se organizaban en diferentes


categorías:

-Aprendiz: joven que quería aprender un oficio. Era mantenido y vivía en la casa del
maestro artesano.

-Oficial: Tras un examen, el aprendiz se convertía en oficial y recibía un salario.

-Maestro: Cuando un oficial fundaba su propio taller de acuerdo a las normas del gremio,
este pasaba a convertirse en maestro.

5.El fortalecimiento del poder real.

Los reyes irán ganando cada vez mayor poder, principalmente a partir del siglo XIII por los
siguientes motivos:

-Apoyaron a las ciudades para contrarrestar el poder de los nobles.

-El crecimiento económico permitió recaudar impuestos y con ellos contratar ejércitos
permanentes y propios.

-El desarrollo de las universidades fomentó la vuelta del derecho romano que otorgaba
más poder al rey que el derecho tradicional.

Los reyes gobernaban sus territorios a través de las cortes que estaban formadas por el rey,
la nobleza, el clero y los gobernantes de las ciudades. A diferencia de las cortes actuales,
estas solo se reunían a petición del rey.
6.La Crisis del Siglo XIV

La llegada del siglo XIV va a traer consigo una serie de problemas que complicarán
las vidas de las sociedades medievales europeas y que frenarán el fuerte crecimiento vivido
los siglos anteriores.

-En primer lugar, durante gran parte de la Edad Media, el clima había sido
ligeramente más cálido que el actual (algo conocido como óptimo climático medieval), esto
facilitaba el crecimiento de las cosechas. Con la llegada del siglo XIV se vivió una pequeña
edad de hielo marcada por el descenso de las temperaturas y el aumento de las
precipitaciones.

Esto hará que muchas cosechas se pierdan produciéndose con ello problemas de
abastecimiento, y con estos, hambrunas.

-Por si fuera poco, entre 1348 y 1352 hubo una gran epidemia de peste bubónica
o peste negra. Esta enfermedad tuvo una elevada mortalidad, y acabó con la vida de un
tercio de la población europea. Esta no será la única epidemia de peste que se viviría, de
hecho, durante los siglos XV y XVI fueron muy habituales.

-Junto a estos dos problemas, el aumento del poder de los reyes trajo consigo un
aumento de las guerras (destacando la de los 100 años entre Inglaterra y Francia). En ellas
van a participar gran cantidad de campesinos, y dado que la mayoría de los combates se
libraban en primavera y verano (época de siembra y cosecha) los campos quedaban sin
cultivar.

Además, en la guerra también moría mucha gente, lo que hacía que al terminar estas,
hubiese menos personas para trabajar el campo. Los nobles, para evitar perder su posición,
aumentaron los impuestos y servicios que los siervos debían prestar, lo que conllevará
múltiples revueltas tanto en el campo como en la ciudad contra el poder de los nobles. En la
Península tenemos como ejemplos la Irmandiñas gallegas, las revueltas comuneras de
Castilla y las de los payeses de remensa en Cataluña.

En conclusión, el Siglo XIV estuvo marcado por una crisis total: una crisis política marcada
por las luchas de poder, una crisis de económica marcada por las malas cosechas, las
epidemias y las hambrunas, así como una crisis social definida por el abuso de la nobleza
sobre el tercer estado (bastante dañado ya por las otras crisis).

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