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ORIENTACIÓN EDUCATIVA

OrientaciónYEducativa
PROFESIONAL
y el comportamiento
UNIDAD 1
2
PhD. Miguel Naranjo Toro
Rector

PhD. Alexandra Mina


Vicerrectora Académica

MSc. Alexis Galindo


Autor

MSc. José Revelo


Decano FECYT

MSc. Saud Yarad.


Coordinador de la Carrera de Psicología en Línea

ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Y PROFESIONAL
ÍNDICE

1. Unidad 1: Orientación Educativa y Acciones del DECE ......................................... 5


Tema 1: Orientación Educativa y el comportamiento .................................................. 5
Objetivo: ........................................................................................................................ 5
Introducción: ................................................................................................................. 5

2. Información de los subtemas .............................................................................. 6


2.1 Subtema 1: Concepto y principio de la orientación y el comportamiento social
en el aprendizaje ........................................................................................................... 6
2.2 Subtema 2: Comportamiento y disciplina escolar ............................................. 8
2.3 Subtema 3: Principales problemas de comportamiento en las instituciones
educativas ................................................................................................................... 11
2.4 Subtema 4: Estrategias y modelos educativos para la prevención del consumo
de drogas y delitos sexuales........................................................................................ 14

3. Bibliografía ....................................................................................................... 24
1. Unidad 1: Orientación Educativa y
Acciónes del DECE
Tema 1: Orientación Educativa y el comportamiento
Objetivo:
Conocer los principios fundamentales e históricos de la orientación educativa
direccionada a saber sobre el comportamiento humano.

Introducción:
En este estudio se abarcan temáticas importantes que permitirán la comprensión básica de la
orientación educativa y profesional, además de los conceptos necesarios que deben ser
tomados en cuenta. En los demás apartados se tratan temas relacionados al comportamiento y
disciplina, repasando la importancia del mismo y cómo influencia en el proceso de enseñanza y
aprendizaje. Una vez entendido esto, se puede estudiar sobre los comportamientos
problemáticos y su afectación directa al desarrollo de cada individuo.
Por último, se abarca un tema importante en la comprensión de la función educativa de
prevención, sobre los temas del consumo de drogas y el abuso sexual. Además, el material
complementario permite que se refuerce lo aprendido en los subtemas preparados y
desarrollados.
2. Infórmación de lós subtemas
2.1 Subtema 1: Concepto y principio de la orientación
y el comportamiento social en el aprendizaje
Al repasar los conceptos y principios de la orientación educativa, se encuentran
diferentes definiciones según el objetivo, funciones o los campos de acción en los que
se desarrolla. El concepto de orientación como tal, según la autora Martínez González
(1998) puede ser explicado como aquel proceso que permite que las personas puedan
tomar diversas decisiones vocacionales, también el asesoramiento a un individuo para
la resolución de conflictos personales o sociales y que además se brinda atención.

Este concepto aplicado al contexto tanto escolar, su objetivo abarca el desarrollo de


habilidades que permitan la convivencia dentro del marco educativo (González Benito,
2018). De igual forma, se promueven ejercicios preventivos que se dirijan a los hábitos
de estudio, de atención y de concentración en los estudiantes; además de la
importancia del desarrollo de habilidades cognitivas.

Otros objetivos relevantes en la orientación, son: ajustar el proceso de enseñanza-


aprendizaje según las necesidades individuales que pueda presentar cada alumno;
logrando esto a través de adaptaciones tanto curriculares como metodológicas. Así
mismo, se fomenta la prevención de dificultades de aprendizaje en los estudiantes,
anticipándose a las mismas, para evitar fracasos, abandonos o inadaptaciones
escolares (Quevedo Álava, Corrales Moreno, Palma Delgado, Mendoza Suárez, &
Barcia Briones, 2020). También se favorece la madurez y desarrollo de valores e
identidad en los estudiantes y la comunidad educativa.

De esta manera se comprende que, la orientación es cubierta en varias áreas, tales


como el área escolar con resolución de problemas académicos o suplir necesidades; el
área profesional en el que se relaciona a la orientación vocacional y una guía para el
estudiante; el área personal cubre la ayuda al estudiante con el desarrollo de
autoconocimiento y descubrimiento, además, el área organizativa relacionado a las
funciones de las instituciones educativas, permite que se puedan desarrollar
programas educativos, fomentar relaciones sanas, integraciones y entre otros.

La orientación al ser dirigida a la comunidad educativa, además de enfocarse en los


estudiantes; también está dirigida a los docentes en relación a las evaluaciones
psicopedagógicas y a las familias para que estos puedan asumir la educación de sus
hijos de la forma más responsable (Gamboa Vera & Sainea Moreno, 2017). En la tabla
1, se muestran características que son importantes para terminar de comprender el
concepto de orientación en el contexto educativo.
Tabla 1.

Características de la Orientación Educativa

Orientación Educativa
Contextualizadora
Preventiva
Adaptada al contexto, realidad y
Formación de hábitos, desarrollo y guías
necesidades del estudiante
Integradora Personalizada
Obligaciones compartidas por la Se dirige de manera individual según
comunidad educativa. las necesidades.
Especializada
Profesionales cualificados e integrados en el sistema educativo que colaboran en
conjunto a los docentes y demás personal pedagógico.

Nota. Se detallan las características de la orientación educativa con una breve


descripción de las mismas.

Como se puede apreciar en la tabla, se enlistan las características más relevantes de la


orientación educativa con detalles de las mismas para alcanzar un mejor
entendimiento. Debido a que son elementos muy importantes a considerar dentro del
estudio de la orientación educativa.

Comportamiento social en el aprendizaje

Se conoce que, en relación al comportamiento social, este es directamente el


resultado del momento de la fusión entre las características del ADN y los factores que
se pueden encontrar en el entorno que rodea a un individuo (Benvenuti et al., 2017);
por ello, cada humano puede ser definido según su comportamiento social, y este,
equivale también al conjunto de acciones y disposiciones conductuales en los que
influye las interacciones con los demás.

Al tratar el comportamiento social relacionado al aprendizaje, resalta sobre todo la


teoría del aprendizaje vicario (conocido también como aprendizaje por imitación);
estos refuerzos de diversos elementos están enfocados en los procesos de imitación
cognitiva ya existente en un individuo al aprender con figuras modelo. Como se sabe,
en los primeros años de vida, los padres y los educadores son los primeros modelos a
imitar.
El psicólogo Bandura (1986) indica en su teoría de aprendizaje social, que los niños
llegan a aprender dentro de entornos sociales por medio de lo que imitan y observan,
de igual manera, pueden verse influenciado por los demás.

Dentro de la teoría sociocultural, citado en (Baquero, 1996); el autor hace énfasis en


las interacciones que se dan en los infantes o jóvenes y por el entorno del que se
encuentran rodeados; las actividades que llegan a hacer de manera colectiva, pueden
brindar posibilidades de que los educandos internalicen los comportamientos que son
correctos en la sociedad, además de adoptarlas como propias.

Si los comportamientos escolares son los deseados, y el entorno se adapta a este


comportamiento reforzándolo, estimula el proceso de aprendizaje y lo fomenta
(Alemany Panadero, 2019). Por otro lado, cuando se llega a evidenciar un
comportamiento social inadecuado que se da en las instituciones, evidencian posibles
problemáticas a lo largo del proceso de aprendizaje, pues entorpecen al mismo y
genera que no se consiga que los estudiantes avancen en su desarrollo académico,
además de hacer necesario una intervención psicopedagógica.

Este por lo general evidencia que son necesarias el aprendizaje o reforzamiento en las
habilidades motrices, lingüísticas, perceptivas y/o cognoscitivas. Debido a que, estos
comportamientos no deseados son potenciales a ser imitados por el resto del entorno
y pueden alterar el orden que debe primar en una institución y causar que se replique
en los hogares y el resto de la comunidad.

Si bien es normal y común que en las instituciones académicas se produzcan


comportamientos que suponen inconvenientes o acciones problemáticas de parte del
alumnado que alteran al desenvolvimiento normal en un aula, las relaciones y el
entorno social que los rodea; se deben formular propuestas para prevenir estas faltas,
corregirlas o mejorar la convivencia escolar.

2.2 Subtema 2: Comportamiento y disciplina escolar


Desde la perspectiva histórica, los conceptos de la disciplina llegan a ser dinámicos en
su mayoría. Se llega a afirmar que la disciplina es propiamente indispensable en
cualquier individuo y grupo para que estos puedan funcionar. Debido a que, la
importancia de una disciplina correcta reside en que no es posible trabajar con éxito
en un grupo, conjunto o ambiente sin normas o reglas, además de valores básicos
como el respeto que puede orientar, en conjunto a otros valores, a cada individuo al
desarrollo de la autodirección y el autocontrol.

Desde puntos etimológicos, “disciplina” puede ser concebida como un término que
implica la relación existente entre un maestro, educación, enseñanza y quien figura
como estudiante o discípulo. Al relacionarlo al contexto escolar, se comprende la
referencia de las relaciones de la educación que se establecen con los diversos actores
de las comunidades educativas.

Como las instituciones académicas representan centros de orden social, no se


encuentran ajenos a estos pensamientos; con ello, incentivando y promoviendo la
disciplina para que pueda facilitarse las relaciones saludables entre docentes y el
alumnado (Guanipa Márquez, Díaz Nava, & Cazzato Dávila, 2007). Las instituciones
tienen por su parte, conjuntos de normas implícitas y explícitas que sirven en la
regularización de actividades e interrelaciones de miembros que conformen a la
comunidad escolar.

Dentro de estas normativas es observable que, se prioriza la seguridad de cada


estudiante y de los adultos, otorgando espacios y ambientes donde es posible trabajar
adecuadamente asegurando el aprendizaje esperado en cada estudiante. Como la
calidad de la institución se refleja también en la calidad del desarrollo del aprendizaje y
la condición en la que esta se da, es decir, los comportamientos y disciplina como tal
en los centros escolares.

El buen clima escolar no es solamente una buena relación entre quienes conforman
estas clases (Soque Valderrama, 2017); pues las normativas de disciplinas siguen
siendo importantes para incentivar a un positivo proceso de aprendizaje, y estas, son
el resultado de la coherencia, el tiempo y en la constancia que supone trabajar esta
área con los infantes, además, de un proceso de formación en cada individuo que
conlleva a que estos entiendan la necesidad e importancia de esas mismas normas; es
aquí donde se refleja también la intervención del orientador académico.

Por el contrario, cuando se evidencian indisciplinas en un estudiante, este puede


reflejar comúnmente indicios de anomalías tanto orgánicas como sociales, o de
desequilibrios en el alumno en cuanto a su comportamiento. Con lo cual solicita la
intervención del especialista capaz de determinar y analizar las causas de estos
conflictos y actitudes reprochables. La indisciplina colectiva a su vez, tiene como base
en varios factores elementales y es importante que las mismas sean evaluadas
objetivamente e identificadas para una intervención pronta.

La disciplina escolar y el correcto comportamiento en los estudiantes, pueden ser


interpretadas como instrumentos educativos que facilitan el proceso de aprendizaje-
enseñanza, además de incentivar a los estudiantes a que fomenten lo aprendido y
puedan adaptarse para el resto de etapas de la vida en las que se verán envueltos. Por
ello, antes de ejecutar medidas ante la indisciplina, debe primero evaluar al infante si
ha tenido correcciones anteriores y como se ha ido desarrollando (Marín, Rosso Borba,
& Bolsoni Silva, 2018). No es importante la sanción, sino la reflexión que se pueda
generar en los estudiantes.
La disciplina equivale al centro de labor de los docentes en el momento que se realizan
actividades que fomenten el orden y la eficacia; debe de incrementarse la aplicación
de valores esenciales tales como el respeto y la responsabilidad. Estas acciones
conllevan beneficios para la enseñanza, el proceso de aprendizaje y se promueve en el
estudiante el interés para que se alcancen los objetivos planificados del aprendizaje y
las relaciones de este con su entorno.

Permite, además, que el estudiante tenga dominio de sí mismo al ajustar su conducta


dentro de las exigencias propias del año escolar. Es fundamental que el docente,
emplee la disciplina como una herramienta que permita tener el cumplimiento del
desempeño, aprendizaje y sea un facilitador entre la interacción y convivencia grupal
entre estudiantes. La disciplina representa un hábito interno que puede facilitar a las
personas el cumplimiento de todas aquellas obligaciones que contribuyen al bienestar
común (Flores Rivera, 2017).

Se enfatiza que, los impactos y resultados de las intervenciones referentes a la


autorregulación del proceso de aprendizaje, actuando de tal manera sobre estrategias
y comprensión de lo que se aprende en clases y en la vida diaria. Los resultados de
alcanzar estas disciplinas pueden resumirse a una satisfacción de bienestar social que
se encuentra equilibrado, mejorando con ella la calidad de vida de cada individuo y
cambiando su manera de ver los conflictos que puedan presentarse en la cotidianidad
del día al día.

Como se comprende, los docentes son los mayores y principales emisores de la


enseñanza de esta disciplina; para ello deben estar preparados en inteligencia
emocional, para que el estudiante recepte estas enseñanzas de la manera más eficaz
posible. Al mejorar el ambiente en los salones de clase y el resto del entorno
académico, se puede obtener una participación más activa y resultados positivos en los
procesos de cada individuo. Se pueden mejorar muchos aspectos, tales como: la
memoria, la imitación, el pensamiento, el lenguaje e inclusive, la toma de decisiones.

De acuerdo a lo expresado por Giuseppe Nérici en 1969 (citado en Stenhouse, 1974)


las direcciones que se manejen en el aula de clases, consisten mayormente en la
conducción de las actividades referentes tanto al comportamiento escolar aceptable y
la disciplina para tener un mejor aprovechamiento del tiempo cedido en clases y el
aprendizaje integrado; comprendiendo principalmente a la disciplina como una
instrucción que moldea, corrige y forma el comportamiento que es adecuado.

Dentro del salón de clases, se define la disciplina como un establecimiento de


normativas y límites a seguir para realizar trabajos eficientes dentro del salón de
clases, esto abordado desde enfoques multicausales. Lo que quiere decir que,
partiendo desde la visión de la disciplina no es solamente una responsabilidad de un
individuo, entorno o factor; sino compete a todos los involucrados; por lo tanto, es
analizado desde aspectos o elementos que lo estimulan como lo afectan.

El origen de la disciplina se origina desde tres fuentes: El ambiente social y familiar, el


centro educacional y el mismo alumno. Aunque la disciplina también es comprendida
como un dominio personal para controlar su propia conducta por el mismo individuo,
también es vista como la contribución a la convivencia armoniosa dentro de los
diversos entornos (Castillo Segura, 2005).

Es esencial señalar que las normas son relevantes y fundamentales al inicio de


cualquier acción a realizar; por esto, el reglamento de la convivencia escolar es una
herramienta pedagógica de normas que tiene su propósito en regular los
funcionamientos, la organización, la convivencia y cuando se ve transgredida, conlleva
a un aplicativo de sanciones según el caso existente. Es parte de cada individuo, un
hábito que logra el autodominio personal.

2.3 Subtema 3: Principales problemas de


comportamiento en las instituciones educativas
Los problemas y conflictos de comportamiento dentro de las instituciones
académicas suelen suponer un reto diario para la directiva académica y los
integrantes de la comunidad educativa; debido a que pueden influenciar e
impactar de manera directa a los procesos de aprendizaje y enseñanza como en
cualquier otro de los ámbitos del entorno social y académico (Carrascal Oviedo &
Oviedo Jiménez, 2018).

Hay múltiples definiciónes para entender el cónceptó de “cómpórtamientó”,


entendiendo a este como el conjunto de las conductas que están determinadas en
grupos, estableciendo relaciones con la individualidad de cada persona, el entorno
o cualquier otro contexto físico (Vergara Vera & Mayo Parra, 2019). Dentro de las
instituciones educativas, el comportamiento es un factor importante a tomar en
cuenta; sobre todo, si es un elemento que puede aportar al proceso de enseñanza-
aprendizaje o causar un retroceso en el mismo si está siendo un conflicto.

Muchas de las causas que ocasionan estos conflictos pueden ser desglosados en
varios, tales como: La incomodidad que pueda causar el orden o el trabajo no
realizado en un grupo escolar, desencadenando en desorden; puede deberse a un
abuso de confianza por falta de autoridad, o actuar por amenaza de otros
estudiantes por agresión verbal o física. Otras razones pueden ser un manejo
inadecuado de las clases sin que exista algún tipo de orientación pedagógica.

Se puede incluir un desinterés de la comunicación entre el ambiente escolar, verse


influenciado por la falta de normativas de otros estudiantes, como suele suponer
típicamente la incorrecta vestimenta, peinado y demás (Fernández Daza &
Fernández Parra, 2017). Desde las causas en los estudiantes, puede deberse a una
toleración incorrecta del mal comportamiento desde casa o desde el salón de clase,
causando que el resto de los estudiantes se vean influenciados y este mal
comportamiento se generalice dentro del aula.

Se pueden incluir otras causas provenientes desde la parte adulta como los
docentes o padres de familia, siendo esto que, puede deberse a que la indisciplina
se desencadene una vez que el docente para evitar ser autoritario deja que el
estudiante haga lo que desee. Además, la permisividad que proviene de los padres
puede influir directamente en el comportamiento del infante, ocasionando que este
tenga resultados contraproducentes; es importante considerar que los problemas
de comportamiento pueden deberse a conflictos personales acumulados y
conflictos de convivencia dentro del ambiente escolar.

Al momento de evaluar los problemas de comportamiento deben de tenerse en


cuenta elementos como: la edad, las capacidades emocionales y cognitivas y la
educación familiar, es decir el estilo de crianza en los que se han desarrollado.
Partiendo de ahí, debe conocerse la situación que rodea a cada estudiante además
de la conducta que se puede esperar según la etapa en la que se encuentra el
alumno; ya que no es igual en un niño de 2 años a un adolescente.

Es importante saber que mientras más temprana es la detección de estos conflictos


en la conducta, es más favorable para el involucrado respecto a la intervención que
se debe ejecutar. Con ello, se puede lograr conjugar los esfuerzos que son
apropiados además de contar con el apoyo de los docentes, el centro educativo y
los padres del alumno. Así mismo, es esencial distinguir conductas problemáticas a
síntomas que estén asociados a trastornos de conducta, tomando en cuenta la
severidad de la manifestación de la misma y la intervención adecuada para caso.
Este fenómeno de la existencia de alumnos que presentan estas conductas y
comportamientos conflictivos dentro del contexto escolar, es cada vez más común;
es bastante frecuente que estos alumnos no se integren adecuadamente en las
dinámicas académicas por diversas causas y que el resultado es el mismo, el
comportamiento conflictivo afectado a su desempeño, el entorno y la convivencia
escolar.

Los diferentes agentes educativos incluyendo el DECE, constantemente realizan un


sin número de esfuerzos para que de forma progresiva estos estudiantes puedan
volver a incluirse y retomar adecuadamente su proceso de escolarización, sin
embargo, existe la posibilidad de que no se pueda conseguir esta integración si
existe un mal abordaje o proceso de intervención (Matabanchoy, Lasso, & Pantoja,
2017).

Estos alumnos debido al problema conductual base que presenta, desarrollan de


manera progresiva retrasos escolares, principalmente porque no pueden
adaptarse a los ritmos de trabajo que mantiene el docente con el resto del salón de
clases; esto suele ser acompañado por un distanciamiento hacia los docentes, los
demás compañeros de clases y de la dinámica general que se mantiene en clases.
Repercute también dentro de su desenvolvimiento individual como familiar y
social, afectando a muchos factores como autoestima y empeorando los niveles de
mal comportamiento.

Como este incremento se da progresivamente conlleva a que se deterioren todas


las dinámicas de trabajo que desarrollan las instituciones académicas, lo cual
afecta al progreso de los docentes y demás profesionales de la directiva escolar
involucrada, así mismo se perjudica a los demás alumnos que mantienen su
proceso de escolarización (Benítez Mendoza & Mestre Gómez, 2018). Aunque el
sistema educativo tiene una gran responsabilidad en los procesos formadores de
los individuos, es por ello que, en el mismo, existen pautas y normativas que
buscan se cumpla de la mejor manera el desarrollo académico y el
desenvolvimiento social.

El contexto escolar, está claramente encargado de potenciar a cada individuo a la


mejor versión de sí mismos, permitiendo que cada individuo sea capaz de
descubrir sus propias potencialidades, superar sus inseguridades e incapacidades
y ser bases de la sociedad en un futuro.

2.4 Subtema 4: Estrategias y modelos educativos para


la prevención del consumo de drogas y delitos
sexuales
Dentro del eje de promoción y prevención con el que debe cumplir el DECE, tiene la
finalidad de que se originen acciones y estrategias que estén orientadas hacia toda la
comunidad educativa para fortalecer sus desarrollos individuales y beneficiarlos.
Dentro de la prevención, se cubre la promoción de hábitos saludables de igual manera
y juntos, son el conjunto de acciones, intervenciones y procedimientos necesarios para
mejorar la condición de vida de un individuo según sus necesidades.

La prevención como tal, implica que se adopten medidas que están encaminadas a
prevenir o impedir la aparición de problemas o conflictos que alteren el desarrollo de
los individuos o signifiquen un peligro para ellos. Es necesario prevenir cualquier
situación que implique ser un riesgo para los integrantes de las instituciones
académicas, y es importante que se enfrenten las problemáticas de las que se aquejan
las familias y que influyen en el proceso de escolarización.

Es necesario que para empezar con los programas de prevención de drogas y el


consumo de este, deba de adoptarse decisiones relacionadas a la naturaleza de esta
información y cómo exponerla. La información que se facilita puede ser parte de la
enseñanza y de la preparación pedagógica de las clases, además, debe de ser una
comunicación de ambos sentidos, con disposición a responder dudas, el respeto debe
de primar en la misma para que tenga más probabilidades de que esta información sea
retenida y comprendida por los estudiantes.

Dentro de las estrategias para ejecutar la prevención del consumo de drogas o delitos
sexuales, es realizar charlas individuales y grupales con los estudiantes, para conseguir
la comprensión y entendimiento del tema; de igual manera, es posible realizar talleres,
exposiciones y casas abiertas como forma de interactuar sobre el tema de manera
directa (Ministerio de Educación, 2016). Por otro lado, se pueden repartir folletos,
panfletos, colgar carteles que contengan no sólo información relevante y necesaria,
sino también, que tengan números de emergencia y que sepan a dónde pueden acudir.

De todas formas, para poder aplicar estas estrategias, deben ser planificadas
rigurosamente con todos los profesionales del DECE, contar con la aprobación de la
directiva escolar y que estén apegados a los protocolos y rutas ya admitidas por el
ministerio responsable; además, de requerir el apoyo de los docentes para seguir
incentivando lo alcanzado e informar adecuadamente a los padres y representantes
para consolidar el eje de prevención desde casa con lo cual conseguir los resultados
esperados (Pinazo Turbi, 2019).

En la siguiente tabla se expone lo que debe tenerse en cuenta de no cometer al


ejecutar el plan de prevención de drogas pues estas posiblemente podrían causar los
efectos contrarios a los esperados en la ejecución de programas preventivos del
consumo de drogas.

Tabla 2.

Enfoques contra productivos en estrategias de prevención

ENFOQUES CONTRAPRODUCTIVOS

Dar atractivo a las drogas, Estrategias que exageran y Sensacionalismo


imágenes o fotografías tergiversan los peligros del
atractivas consumo

Presentación de casos que Presentación de casos Anécdotas personales con


distan de la realidad individuales carga emotiva excesiva

Sentimentalización Informar a los estudiantes Desarrollo de actividades


su obtención o fabricación independientes

Nota: Se describe los enfoques contra productivos que pueden generar resultados no
deseados en las campañas y estrategias preventivas

Aunque muchos programas de prevención en relación con el abuso sexual, es


necesario que se brinde información puntual y supervisada ante un tema que puede
resultar ser delicado. Además, ofrecer información de cómo protegerse ante el abuso y
como reconocer situaciones potencialmente peligrosas; inclusive, se puede brindar los
conocimientos suficientes de a quiénes acudir en caso de necesitarlo y de que cada
individuo es dueño de su propio cuerpo, reconocer situaciones de maltrato, decir que
no, y diferenciar un contacto físico inadecuado.

Estas intervenciones pueden ser tratadas de igual manera que en lo mencionado


anteriormente, a través de talleres dentro de los salines, charlas y exposiciones, casas
abiertas con stands de información importante y verídica (Naciones Unidas. Oficina
contra la droga y el delito, 2017). Panfletos, carteles y folletos que presenten
información relevante y números de emergencia. Además, es importante capacitar
tanto a docentes como el resto de la directiva académica y la comunidad, incluyendo a
los padres de familia para ampliar la estrategia de prevención.

Figura 1:

Ejemplo de panfleto para prevención de abuso sexual

Nota: Ejemplo detallado de cómo abarcar campañas de prevención al abuso sexual en


panfletos distribuidos en institución académica (Anderson & Whiston, 2005).

Para poder realizar esta función, el DECE debe estar capacitado y constantemente
actualizado sobre la información que se emite en instituciones avaladas. De igual
manera, es importante contar con el apoyo de profesionales externos.

Tema 2: Funciones del DECE y de la estructura


académica en las instituciones educativas en sus
respectivos niveles

Subtema 1: Función de los directivos docentes en la


Unidad Educativa
Al referirnos al cuerpo que conformar la directiva escolar, comprendemos que son el
elemento más relevante dentro de la forma en que se administra y conduce una
institución educativa; pues más que administradores, gerentes o docentes, deben ser
líderes capaces de orientar a la colectividad educativa, a que alcancen metas,
desarrollen culturas positivas, ser comunicativos y que tengan actitudes positivas
desarrollando una interacción exitosa entre lo administrativo y lo educativo (Serrano &
Cuadrado, 2017).

Herrera (2014) expresa en su disertación acerca de cómo en la calidad educativa y la


directiva de las instituciones académicas son destacadas por la eficacia en que la que
los planteles se sujetan a diversos factores; sobre todo, la dirección dentro de esta.
Siendo así que para conseguir niveles eficaces y de calidad, la dirección debe ser
comprometida con la institución y su comunidad educativa; además de demostrar
capacidades técnicas y un carácter pedagógico y participativo.

Por ello, para que se garantice esta calidad y eficacia debe ser una prioridad el dar
inicio al desarrollo de sistemas de elección y formación para todos quienes sean parte
de la directiva escolar, con lo cual se debe pretender que estos individuos sean
profesionales capaces de llevar procesos éxitos para incrementar las habilidades,
destrezas y el desarrollo en el alumnado a través de optimizar los procesos de
aprendizaje y enseñanza entre otras acciones (UNESCO, 2014).

Funciones del rector o director

Según la LOEI, las atribuciones de las funciones que le corresponden al rector abarcan
diversos factores a cumplir, como que sean capaces de cumplir y hacer que se cumplan
todos aquellos principios, metas y fines del régimen de formación nacional además de
las políticas educativas y normativas además de derechos y otros (Ministerio de
Educación del Ecuador, 2017). Además, debe ser capaz de dirigir las implementaciones
de programas educativos y que se ejerza también todas aquellas representaciones
legales o judiciales del propio establecimiento.

Por otro lado, el fomentar y controlar el uso adecuado de la infraestructura, promover


la conformación correcta de las comunidades escolares, llevar a cabo la dirección de la
disciplina y aprobar las distribuciones laborales de los docentes, además de la
dirección y la orientación de la planificación, el trabajo, la puntualidad, y el
cumplimiento de los demás individuos que conforman la directiva escolar.

Funciones del vicerrector académico

Este rol existe cuando existe una cantidad de alumnos mayor en una institución
educativa; debido a ello, este cargo conlleva diferentes deberes y atribuciones, tales
como el presidir la comisión pedagógica técnica, dirigir los procesos de diseño y el
ejecutar proyectos de la institución (Sallán & Antúnez, 2008). También cumple con el
asesoramiento y la supervisión del trabajo de los demás docentes, puede aportar con
la revisión y aprobación de los instrumentos evaluativos preparado por la demás
directiva escolar.
De igual manera puede incentivar a la implementación del apoyo pedagógico y
tutorías.

Funciones del inspector general

Entre las diversas funciones que puede realizar un inspector general en una institución
académica es coordinar al resto de los inspectores, el registro de la asistencia y la
puntualidad del personal académico y el alumnado; además, pueden colaborar con la
gestión del clima organizacional, el cumplimiento de las normas necesarias y la
disciplina en el plantel.

De igual forma, puede llevar los registros de archivos, distribución de trabajo para
docentes, asistencias de los estudiantes, justificaciones, control de días laborados,
novedades, calificaciones disciplinarias, comunicación, control de actividades llevadas
dentro o fuera del plantel y también de comisiones.

Funciones de los docentes

Las funciones de los docentes además de estar previstas en la LOEI pueden estar
también definidas según códigos de convivencia institucional o normativas dentro de
la misma institución académica, siempre que no se opongan a lo establecido en el
reglamento oficial (Rodríguez, 2017). Por lo general, cumple, además de impartir los
conocimientos necesarios y según su especialidad, con la coordinación de diversas
acciones académicas, sociales o deportivas, también participa como un consejero,
evalúa el comportamiento de los estudiantes entre otras funciones.

Además, es muy importante que el docente pueda colaborar con el DECE y los
orientadores educacionales en los procesos necesarios, actividades y demás que
conciernan a una parte o a toda la comunidad educativa (López, et al., 2018).

Dentro de las unidades educativas, deben destacar líderes que sean responsable con
sus deberes y funciones, además de comprometerse con la dirección y la gestión
escolar, en donde debe ser siempre promovidos los valores, el desarrollo de visiones,
la participación y el trabajo en equipo con la finalidad de desarrollar innovación y
creatividad para el contexto educativo eficaz.

Por ello es importante ofrecer a los directivos escolares todas aquellas herramientas
que sean necesarias para el cumplir con los liderazgos pedagógicos, con la finalidad de
que estos sean acciones esenciales en la transformación de la educación. Ya que, la
motivación tanto de estudiantes como docentes y el resto de la comunidad educativa
no es desarrollado de una forma espontánea, sino, deben de ser favorecidas por
oportunidades sostenibles y exitosas de desarrollo.
Subtema 3: Funciones del jefe de la Unidad Técnico
Pedagógico
La jefatura para la Unidad técnico pedagógico corresponde a quien sea el docente
directivo superior, y este tiene la responsabilidad inmediata de realizar la organización,
coordinación y la supervisión del trabajo pedagógico y técnico de los diversos
organismos en la institución académica. De esta forma, se puede conocer que las
acciones que se coordinan son junto a las instrucciones que brinda el rector académico
desde la evaluación de necesidades y disponibilidades.

Entre sus varias funciones curriculares, destacan: La supervisión de aplicación


adecuada de planes y programas académicos, además, proponer adecuaciones que
sean necesarias a estos programas según las necesidades que se puedan presentar a lo
largo de los años lectivos conforme a leyes vigentes. También, es responsable también
de la supervisión, el asesoramiento y el mantenimiento de documentos y archivos de
planificación de unidades didácticas.

Así mismo, la coordinación y planificación del uso correcto de todos los recursos y
materiales, como el apoyo a otras actividades de enseñanza está dentro de sus
responsabilidades (Guerrero, 2018). La promoción y contribución del asesoramiento a
los docentes para la aplicación correcta de técnicas y metodologías de enseñanza es
una función del cargo también, que tiene la finalidad de que se pueda asegurar el
aprendizaje efectivo en los alumnos. Puede también, encargarse de la adquisición o
confección de equipos didácticos o materiales, incluso textos académicos, que
correspondan a los requerimientos del plantel; además de supervisar el uso correcto
de los mismos.

En relación a la supervisión de los docentes, entra en sus deberes, la supervisión o


acompañamiento al trabajo de los docentes dentro de los salones de clase; también la
supervisión y evaluación de las actividades realizadas de manera extraescolar y tener a
disposición todos aquellos programas y planificaciones existentes de estudio (Freire, et
al., 2019). Puede realizar procesos de inducción a los docentes y técnicos de apoyo,
además de promover el uso de las TIC’S.

Es esencial brindarle la atención a este cargo, pues como núcleo y bases pedagógicos
no solo se promueve al mejoramiento académico; es también, un pilar dentro de las
prácticas pedagógicas, en las que pueden trabajar conjuntamente al DECE, psicólogo u
orientador presente. Incluso brinda no solo el acompañamiento en el proceso que se
espere aplicar, sino también, ofrecer métodos de observación o el apoyo dentro de las
evaluaciones de resultados y seguimientos.
Subtema 4: Funciones y normativas del equipo del
DECE
Se entiende como DECE al Departamento de Consejería Estudiantil; que, al ser un
departamento brinda servicios educativos con la finalidad de informar, acompañar,
orientar y realizar capacitaciones a los alumnos respecto a sus decisiones personales
en cuanto a la experiencia educativa desde sus necesidades y teniendo en cuenta su
bienestar. Por otro lado, se ofrece también espacios para la orientación de los
miembros pertenecientes a la colectividad educativa según requerimientos que
presentan.
Debe entenderse la función que desempeña el DECE como un proceso que es tanto
flexible como dinámico, y está encaminado a que se den respuestas ante situaciones
específicas de los aspectos individuales, institucionales, sociales y comunitario donde
se desenvuelven los sujetos pertenecientes a las comunidades escolares. La consejería
y orientación en este departamento no está reducida a solamente “encaminar” o dar
“consejos” ante dudas o demandas, también representa una construcción participativa
y compartida entre lograr que el propio estudiante reflexione sobre sus propias
opciones y sea capaz de tomar decisiones para su beneficio (Andrade & Palacios,
2018).
Obviamente el DECE no influye mediante amenazas, juicios u otros métodos de
disciplina en el comportamiento que tiene un alumno, tampoco se influye de manera
abierta o sutil sobre sus creencias y comportamientos. De todas formas, es importante
diferenciar tanto al trabajo desempeñado en el DECE con la psicoterapia, pero
dependiendo de las necesidades o casos en concretos, estos sí pueden ser referidos
desde el DECE a un profesional del área de la salud como un psicólogo o
psicoterapeuta.
El departamento de consejería pertenece a uno de varios organismos que se encuentra
contemplado en el capítulo cuarto del código de la LOEI. En esta parte del reglamento
se refiere de manera específica acerca de la importancia del departamento en relación
a la atención que se les brinda a los alumnos que se encuentran en el proceso de
formación, constituyendo de esta manera un elemento indispensable de la acción
educativa y que, por esta razón debe ser implementada en las instituciones educativas
(Palacio, 2021).
Dentro de sus funciones principales se encuentra el brindar el servicio de consejería
dentro del marco de experiencia de los estudiantes; así mismo, proporcionar espacios
que sean receptivos, confiables y se muestren amigables permitiendo que el alumno
pueda expresar sus malestares, dudas, opiniones, emociones y entre otros. También
están aptos para ofrecer capacitaciones al cuerpo estudiantil con la finalidad de que
estos sean capaces de lidiar con situaciones de diferentes ámbitos y de igual manera,
que se promueva en el estudiante que reconozca su individualidad, derechos,
responsabilidades y obligaciones (Peñafiel Torres & Gavilánez Maldonado, 2020).
Además, el departamento debe estar apto para que pueda estimular y potenciar los
progresos de destrezas, competencias y otras habilidades del alumno que puedan
contribuir a que este se forme exitosamente y mantenga su bienestar integral. Pueden
formar ejercicios de prevención, alerta o detección temprana de conflictos que
requieran abordaje temprano, de igual manera, deben cumplir totalmente con la
asistencia y protección del menor ante cualquier situación que llegue a significar una
vulneración de los derechos y/o la integridad de los estudiantes (Moreira Ponce &
Amaya Conforme, 2021).
Entre sus capacidades, también se encuentra la aptitud de involucrar a todos quienes
conformen a la comunidad educativa que deban responder ante las necesidades que
presente un estudiante; y, la promoción como departamento en constante formación
de sus integrantes de manera permanente, lo que significa que quienes conforman el
DECE, están en procesos continuos y frecuentes de actualización, capacitación o
información de contenidos, metodologías y recursos, modelos teóricos e incluso,
estrategias para cualquier tema vinculado hacia la consejería dentro del ámbito
educativo.
Como el departamento y las funciones de este, requieren principalmente de
responsabilidad y profesionalismo, está conformado por varios miembros con
especialidades en concreto para llevar y dirigir las acciones previamente descritas.
Estos integrantes son un equipo pluridisciplinario especialistas en varias ramas como:
Un psicólogo clínico, un psicólogo educativo y un trabajador social. Pueden y deben
como departamento contar con el apoyo y la asistencia de los docentes tutores de
cursos o demás docentes del establecimiento, pues son quienes figuran el vínculo más
inmediato con los alumnos (Martínez, et al., 2017).
Es esencial que como trabajo interdisciplinario proponen modelos alejados de
intervenciones segmentadas que se reduzcan a disciplinas puntuales; pues como
integrantes del DECE, son individuos responsables de que aporten y cooperen desde la
experticia de sus perfiles profesionales y llevar trabajos que integren la opinión y
aportación de los demás colegas.
Debido a que el DECE, lleva diversas funciones propias del campo en el que se
desenvuelven, como es el contexto educativo, se llegan a aplicar funciones específicas
al momento de implementar los currículos de atención integral. En la siguiente figura
1, se exponen los elementos relevantes dentro de la estrategia del DECE que pueden
ser comprendidos como las funciones más relevantes del campo de acción del
departamento en las panificaciones:

Figura 1.

Principales funciones del DECE.


Función
Preventiva

Función de Función de
Capacitación coordinación

Funciones
Principales
del DECE
Función de Función de
Supervisión mediación

Función de Función de
Seguimiento Atención

Nota: Se detallan las funciones principales del equipo multidisciplinario del DECE.

Estas funciones conllevan un orden concreto al momento de ser aplicadas en


planificación e intervención del DECE; entre sus finalidades está el aportar estrategias
para resolver conflictos, concretar toma de decisiones, reconocimiento de situaciones
de riesgo en relación a los estudiantes y la convivencia pacífica en la comunidad
educativa. A continuación, se detallan:

1. Función Preventiva: Esta función resulta ser prioritaria y esencial, abarca las
estrategias que actúan sobre causas y determinantes que conllevan a conflictos
individuales o colectivos. Así también, se abarcan la elaboración y aplicación de
estrategias dirigidas a alumnos que se encuentran en situaciones vulnerables o de
riesgo social, se conoce a esta fase como prevención primaria. En la prevención
secundaria, comprende acciones destinadas a una detección temprana y el
abordaje oportuno; en la prevención terciaria, tratan la intervención y
rehabilitación frente a casos existentes.

2. Función de Atención: Se engloban aquí diversas operaciones relacionadas a la


intervención personalizada y directa que son llevadas por los expertos que
conforman el DECE, esto en contestación a escenarios precisos en las que puede
vivir el estudiante en contextos educativo, sus necesidades o requerimientos. De
igual manera, se contempla también el estudio y el análisis de cada problema o
situación; por otro lado, se coordinan acciones junto a los demás integrantes de la
comunidad y se establecen tácticas para el abordaje.
3. Función de Coordinación: Como se puede comprender, el DECE representa una
instancia que se encarga de la interacción y relación con diversos actores que son
vinculados al marco educativo, siendo estos: estudiantes, docentes, autoridades,
padres, pedagogos, instituciones de apoyo, UDEI, comunidad en general y otros.
Por esto, la coordinación abarca a nivel interno (planificación, estrategias, etc) y a
nivel externo (relacionados a la atención y apoyo externo), todo esto por medio de
técnicas, recursos y otros medios (Cruz Figueroa & Borja Salinas, 2019).

4. Función de Mediación: Se sabe que, en las instituciones educativas, son el


punto principal donde se desarrollan constantemente las interacciones humanas.
El DECE, en función de la mediación, asume la postura neutral entre los individuos
involucrados, facilitando tanto la comunicación como catalizador entre un
conflicto o situación de tensión, posibilitando que las mismas personas formulen
acuerdos (Álava Rodríguez, Loor Zamora, & Durán Pico, 2018). Justamente el
DECE, puede ser un referente al cual, la comunidad educativa pueda dirigirse con
confianza, y con ánimos de superar diferencias para mantener una convivencia
armónica.

5. Función de Seguimiento: Debido a que el DECE ejecuta acciones que suelen ser
parte de diversos procesos que se sostienen en diferentes fases, es esencial que
los profesionales que son parte de estos procesos lleven acciones de rastreo,
indagación, revisión, monitoreo, etc.; así como de manera interdisciplinaria, cada
profesional desde su experticia pueda aportar elementos de análisis y
consideración frente a diversos casos.

6. Función de Supervisión: Dentro de esta, se encuentra el propósito de medir y


constatar todas aquellas operaciones que hayan sido realizadas y los resultados
que obtienen los profesionales dentro de su práctica. Así también, se revisa la
efectividad de las intervenciones, receptando opiniones y consideraciones que
provengan de expertos de otras disciplinas. Esta función está más encaminada a
buscar mejorar el ejercicio profesional además de asegurar los servicios de eficacia
al estudiante.

7. Función de Capacitación: Dentro de las vivencias que se dan dentro de la


cotidianidad del entorno académico; se dan oportunidades para la indagación,
investigación, estudios que permiten que el profesional pueda contar con la
comprensión de situaciones determinadas y con contextualizaciones adecuadas.
Por esto, el DECE es responsable de que ampliar constantemente sus
conocimientos y ahondar en diversas perspectivas y técnicas para desarrollar su
trabajo dentro de la diversidad de temáticas.
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