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Universidad Veracruzana

Facultad de pedagogía SEA

E.E. Fundamentos de la orientación educativa


Alumno: López Alemán Karla Nicolle
Matricula: s20016653

Xalapa, Ver, 20 de mayo del 2021


Introducción

La orientación permite guiar las acciones sobre la formación integral de la


personalidad de un estudiante, en torno a las necesidades y las condiciones del
alumno, contribuyendo a la formación y el fortalecimiento de los valores humanos,
se distingue de otras disciplinas de salud mental, atendiendo básicamente los
aspectos sociales, prevención de problemas mediante la educación y un tratamiento
a corto plazo, trabajando con personas, grupos y familias. Las funciones, tareas y
actividades de la orientación han estado informadas por varios principios que
apuntan hacia el deber de la orientación, Y tiene mucha importancia en la
educación, abarca muchos aspectos en los que se puede ayudar a los alumnos, no
solamente en lo escolar, vocacional; sino también en el desarrollo personal del
alumno. Se necesita un personal capacitado para que pueda realizar funciones
necesarias y que los docentes también estén dispuestos a ayudar. Uno de sus
objetivos es garantizar la educación de cada alumno de manera individual
adaptando los procesos de aprendizaje, en las distintas etapas y niveles que se
pueden encontrar dentro del sistema educativo y en el mundo laborar, así se puede
proporcionar un apoyo técnico individualizado y un correcto asesoramiento. Por otro
lado, los principios de la orientación vocacional existen desde el siglo XX, teniendo
como objetivo ayudar a las personas a adquirir y desarrollar conocimientos,
competencias, y crear proyectos individuales en la escuela y la vida cotidiana. Debe
ser un proceso continuo y sistemático el cual se debe iniciar desde que los niños ya
tienen un manejo de habilidades en alguna actividad en específico.
Marco general de la orientación educativa: principios de la orientación educativa

Los principios de la orientación educativa marcan la pauta en el actuar en


situaciones específicas. Alvares y Bisquerra mencionan que existen cuatro
principios filosóficos y antropológicos, prevención primaria, de desarrollo e
intervención social, los cuales son considerados como ejes que permiten
comprender y atender las necesidades del individuo.
Principio filosófico y antropológico pone de relieve las necesidades humanas y
sociales como el fundamento de la orientación, el cual se basa en el hecho de que
las personas necesitan ayuda para contribuir al desarrollo propio, considerando al
ser humano libre dentro de sus limitaciones personales y condicionamientos
ambientales; lo hace responsable de sus actos y le brinda ayuda.
Principio de prevención primaria es la intervención que se realiza preferentemente
en grupos numerosos con toda la población escolar y no sobre un solo individuo o
unos pocos que son el problema eliminando las condiciones nocivas en este tipo de
población protegiendo indirectamente a la generalidad.
Principio de desarrollo, el enfoque de la orientación para el desarrollo considera al
individuo como un ser en continuo crecimiento personal propiciando el desarrollo al
máximo sus capacidades, habilidades y competencias a través de programas de
intervención psicopedagógicas proactivos encaminados al desarrollo moral, la
educación emocional y las habilidades sociales, entre otros.
Principio de intervención social en todo momento la orientación considera el
contexto social donde se interviene y ayuda al sujeto a hacerse consciente de los
obstáculos que impiden la plena realización personal.
Modelos de intervención, son las estrategias que se utilizan como sustento para la
intervención psicopedagógica. Para la practica orientadora hemos retomado los
modelos: clínico, en el cual se centra en la atención individualizada, donde la
entrevista personal es la técnica característica. De programas que tiene como objeto
anticiparse a los problemas y cuya finalidad es la prevención de los mismos y el
desarrollo integral de la persona. De consulta donde la consulta y el trabajo
colaborativo es esencial ya que se asesora al profesorado, tutor y padres de familia.
Para lograr una intervención psicopedagógica eficaz se necesitan considerar los
siguientes requisitos: que la orientación educativa sea parte inherente para la
universidad y los planteles educativos.
Áreas de intervención psicopedagógica, se consideran cuatro áreas de intervención,
dichas áreas están estrechamente vinculadas para darle unidad al proceso
orientador, las cuales son consideradas en una dimensión de transversalidad
mutua.
El apoyo al aprendizaje, a través del cual se favorece en el alumno el desarrollo y
fortalecimiento de estrategias de aprendizaje tales como habilidades cognitivas de
comunicación y conductuales, dinámica personal del estudio, técnicas de trabajo
intelectual, lectura, toma de apuntes, preparación de exámenes, etc.
La prevención y desarrollo: se busca potenciar el desarrollo humano de los
estudiantes. Incidiendo en la prevención de conductas de riesgo, del desarrollo de
competencias emocionales, sociales para la vida. La orientación profesional: en
esta área de intervención se propicia la adquisición de habilidades para
desenvolverse en los itinerarios de transición y en el proceso de toma de decisiones
para la concreción de su proyecto profesional.
Orientación familiar a través de la cual se brinda un espacio de reflexión e
información a padres de los estudiantes, donde compartan sus experiencias
personales y desarrollen habilidades para el acompañamiento familiar que impacte
en la formación integral de los hijos.
Contexto de la intervención se realiza en el contexto de la educación media superior
y superior, atendiendo al individuo en tanto que es estudiante de bachillerato y
licenciatura, considerando su momento evolutivo y nivel educativo en el que se
encuentran. La orientación educativa es un trabajo en equipo que implica a un
conjunto de personas denominadas agentes de la orientación, entre ellos tenemos
en primer término a los orientadores educativos. Contribuye al desarrollo integral
del estudiante en todos sus aspectos: cognitivo, profesional, académico, social,
emocional y moral, así como el apoyo a profesores en el proceso educativo.
Funciones generales: proporcionar orientación a la comunidad escolar para
contribuir de modo sistemático al desarrollo armónico, la toma de decisión
vocacional y a la incorporación mas adecuada del estudiante a su medio escolar y
laboral.
Desarrollar el programa de orientación educativa enfocándolo a las áreas de
intervención: orientación para la prevención y desarrollo, orientación familiar, apoyo
al aprendizaje y orientación profesional.
Evaluar y dar seguimiento a las intervenciones psicopedagógicas en las áreas que
conforman el programa.
Funciones específicas: Diagnostica, organización y planificación de la intervención
orientadora, asesoría y consejo, informática, investigación.
Rol del orientador educativo, en la universidad de colima se concibe al orientador
educativo como un agente de cambio con una formación amplia para poder realizar
una variedad de tareas y roles profesionales.
El orientador educativo debe ser un profesionista formado inicialmente como
psicólogo, pedagogo y trabajador social con la exigencia de formarse en el rubro
especifico de orientación educativa. Debe estar preparado para acompañar al
estudiante en el desarrollo biopsicosocial de competencias sociales y emocionales,
en la consecución de su proyecto de vida.
Para que el orientador educativo pueda guiar e inducir al estudiante en su proceso
formativo que permita alcanzar un desarrollo armónico en su persona, debe poseer
entre algunas competencias:
Habilidades: capacidad de observación y adaptación, establecer relaciones
interpersonales, comunicación asertiva, conciencia y regulación emocional.
Conocimientos: características biológicas, psicológicas y socio afectivas del
individuo, habilidades sociales, habilidades cognitivas, técnicas y hábitos de
estudio.
Actitudes: respeto, responsabilidad, honestidad, confianza, empatía, tolerancia,
espíritu de servicio, interés en mantener una actualización permanente y
disponibilidad para trabajar en equipos multidisciplinarios a fan de proponer
alternativas viables al proceso de orientación.
Líneas generales de acción:
Organizar y planificar la orientación educativa.
• Realizar diagnósticos psicopedagógicos.
• Realizar intervenciones para la prevención y desarrollo humano, la orientación
profesional y en los procesos de aprendizaje.
• Apoyar a los estudiantes en su adaptación al nivel educativo.
• Atender a los orientados en un marco de respeto a la diversidad.
• Acompañar a los estudiantes en su trayectoria escolar.
• Favorecer el desarrollo integral de la familia.
• Valorar el impacto de la orientación educativa.
• Realizar investigaciones para la mejora de la intervención orientadora.
• Colaborar con el profesorado en el desarrollo de la tutoría

Orientación vocacional, las tensiones vigentes


Las practicas de la orientación vocacional nacieron con las sociedades capitalistas
industriales de principio de siglo XX, respondiendo a sus exigencias de manera
adaptativa. Como ha ocurrido en otras áreas del campo social en su derrotero se
fueron generando discursos críticos y formas de operar contrahegemónicas. En esta
tensión ideológica que aun persiste, se hace necesario, visibilizar la relación que la
orientación vocacional tiene, en tanto práctico, con las profundas desigualdades
sociales existentes y que desde luego se expresan en los procesos de elección. El
mismo permitiría evitar procesos de encubrimiento ideológico a través de formas
elegantes y sutiles, apoyadas en un saber teórico-técnico especifico.
Genealogía y paradigmas
La práctica de la orientación vocacional estuvo dominada desde sus orígenes por el
discurso psicológico. Diferentes teorías se disputaron el saber sobre estas
particulares problemáticas humanas. Se podrían dividir esquemáticamente cuatro
periodos que no son necesariamente cronológicos. Una primera etapa
hegemonizada por el discurso psicotécnico se basó en el modelo de interacción
sujeto-medio ambiente, mas conocido como la teoría de rasgos y factores. La
orientación vocacional era concebida como un área de estudio denominada
psicología científica, cuyos principales aportes provenían de la psicología
diferencial.
En la segunda etapa podríamos ubicar las prácticas desarrolladas alrededor de la
década 1950. Los principales aportes provinieron de las teorías psicodinámicas de
la personalidad, la fenomenología y del psicoanálisis que, en argentina, tuvo una
fuerte influencia en el derrotero de la orientación vocacional. Donald super (1951)
un representante de esta corriente es quien acuña la noción desarrollo vocacional
cuyo logro dependería de diversos factores entre ellos el nivel ocupacional de los
padres, la estimulación socio-cultural, los logos en el rendimiento escolar.
La práctica de la orientación vocacional estuvo dominada desde sus orígenes por el
discurso psicológico. El pensamiento psicodinámico en orientación supone una
clara confrontación respecto a la confrontación respecto a la concepción estática
propia de la teoría de rasgos y factores. Siguiendo a John Crites podríamos
considerar lo psicodinámico a cualquier sistema psicológico que se esfuerce por
obtener una explicación de la conducta en términos de motivos o impulsos.
En Argentina las teorías psicodinámicas, motivacionales, de desarrollo vocacional y
principalmente del psicoanálisis nutrieron la denominada estrategia clínica, modelo
original de abordaje de las problemáticas vocacionales; en esta misma etapa
podríamos distinguir también entre otros a tres autores: Holland, Krumboltz,
Bandura. La teoría de Holland se propone integrar aspectos motivacionales,
características ambientales y dimensiones de la personalidad (1959). Plantea que
dentro de la sociedad existe un número finito de ambientes laborales y enumera
seis: Motrices, intelectuales, de apoyo, de conformidad o convencionales de
persuasión y estéticos. Además de seis tipos de personalidad: realista (motriz),
sociable (de apoyo), investigador (intelectual), convencional (de conformidad),
emprendedor (de persuasión), artístico (estético).
La tercera etapa correspondería al período denominado desarrollo de la carrera que
surge en varios países, principalmente centrales, en los inicios de la década de 1980
y continua hasta la actualidad. En estas conceptualizaciones el concepto de carrera
fue reemplazando al de vocación.
La denominada educación de la carrera es una de las estrategias propias de esta
etapa, su propósito es identificar y utilizar recursos en la escuela y en la comunidad,
para ampliar el desarrollo profesional: brindar información acerca de las
oportunidades educacionales y ocupacionales disponibles. La activación se
produciría a partir de un proceso de toma de conciencia de sus valores y
capacidades, que requiere la participación activa de un proceso de búsqueda,
análisis y construcción de un estudio de sí mismo y de la realidad que lo rodea, para
desarrollar los conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para su inserción
socio-profesional-personal.
La orientación desde esta perspectiva es entendida como educación vocacional,
basada en la investigación activa por parte del alumno para el desarrollo de su
propio proyecto de vida. Para que el joven enfoque su futuro personal, social y
laboral, se utiliza un método que articula la reflexión con pares y adultos, la
investigación y la acción para desarrollar los recursos personales en un aprendizaje
activo y de experiencia personal.
Por ultimo la cuarta etapa es la que estaríamos transitando y que por lo tanto se
encuentra en construcción. Corresponde a la necesidad de pensar y operar en
orientación vocacional articulándola con el actual escenario histórico. El mismo es
resultado del profundo deterioro de las condiciones sociales con aumento de la
pobreza y de la exclusión provocadas por la aplicación de políticas económico-
sociales de carácter neoliberal. Desde lo epistemológico esta etapa podría
caracterizarse por el abordaje de problemáticas vocacionales desde un paradigma
crítico, complejo y transdiciplinario. Entendemos por paradigma la visión general
que se tiene todo el mundo, todo nuevo paradigma interrumpe como pensamiento
emergente, en contra de viejas estructuras, es una cosmovisión particular.
La orientación vocacional debería promover una fuerte transformación de las
practicas actualmente existentes, a fin de evitar que la futura inclusión de los sujetos
en los espacios sociales reproduzca sus lugares de origen, es decir, impedir que las
prácticas de orientación sean dispositivos de reproducción de la continuidad de un
orden social sesgado por la exclusión y la inequidad. El paradigma complejo, critico
y transdisciplinario se propone confrontar con las concepciones de orientación que
se representan neutras desde el punto de vista ideológico y alejado de toda reflexión
sobre la cuestión de las finalidades sociales que persiguen.
El paradigma es complejo, en tanto invita a pensar y operar en los atravesamientos
entre lo singular y lo colectivo, reconociendo la multidimensionalidad de los
fenómenos en general y los humanos en lo particular. El paradigma es
transdiciplinario en la medida que lo vocacional es un campo y no un objeto, es
decir, un conjunto de problemáticas atravesadas por dimensiones de distinto orden,
que deberán ser abordadas por diferentes disciplinas.
Podríamos definir lo vocacional como el campo de problemáticas del ser humano y
la elección realización de su hacer, básicamente en términos de estudios y trabajo.
El campo vocacional es una trama de entrecruzamiento entre las variables propias
de toda una organización social-productiva y la singularidad de cada sujeto. En el
campo vocacional podríamos distinguir entonces esquemáticamente el sujeto que
elige, los objetos a elegir y el contexto en el que dicha relación se produce. Desde
una dimensión social la elección del que hacer en términos de ocupación esta
estrechamente relacionada con el contexto económico, político, cultural. Desde una
dimensión subjetiva, lo vocacional esta directamente vinculado con la dialéctica del
deseo.
La elección vocacional es tanto un proceso como un acto de elegir objetos. Es un
proceso ya que se trata de un trayecto o itinerario de vida inacabado a través del
cual el sujeto reconoce y encuentra dentro de una gran variedad uno o más objetos
con los que establece vínculos singulares. Es un proceso continuo permanente. Los
problemas vocacionales, concebidos como vicisitudes existenciales son parte del
campo de la salud mental comunitaria, aunque no necesariamente forman parte del
sistema de salud, no pueden comprenderse desde la sola referencia a los individuos
aislados, tampoco en la abstracción de una causalidad social. Los problemas se
ubican justamente en la relación entre individuo y sociedad.
Los llamados orientadores entendidos como profesionales de salud mental
comunitaria deberíamos pensar nuestras intervenciones en un entrecruzamiento
entre el sujeto singular y el escenario social. La orientación vocacional así entendida
se alejará de ser una práctica de mediciones, de pronósticos, de ubicación o
reubicación para ser incluida en el campo de las problemáticas subjetivas y sociales,
propias de la existencia humana.
Conclusiones

La orientación es un concepto en el cual existen muchas definiciones, las cuales en


la materia se recalca el hecho de guiar, apoyar y ayudar dentro del campo educativo,
como propósito tiene que el alumno debe madurar y realizarse como persona. La
escuela tiene un papel complementario dentro de la orientación al igual que la
familia y la sociedad. No se debe confundir la orientación vocacional con la
orientación educativa, aunque se podrían relacionar, no son lo mismo. Dentro de la
orientación existen factores que afectan en el aprendizaje del alumno y uno de esos
que me llama la atención porque es un tema delicado es la condición
socioeconómica que pueda tener un alumno, lo que conlleva esto es el limitado
acceso a la educación. Por eso es necesario que se realicen pruebas y técnicas
personalizadas que permitan conocer el trasfondo de cada alumno y así de esa
manera entraría el orientador, para ofrecerle una guía dentro de su trayectoria
escolar principalmente. Se necesita que la orientación sea mejor ubicada en la
sociedad, dándole la importancia que requiere, ayudando o si no es que a resolver
las problemáticas sociales actuales y las antiguas que se siguen propagando. La
evolución de la orientación nos ha abierto puertas a las licenciaturas como la
pedagogía para poder entender mejor a los alumnos, logrando que se tengan
ambientes educativos más cómodos, lo ideal es que promueva una transformación
en la actualidad y que no se sigan reproduciendo los problemas sociales que tienen
efectos negativos en las futuras generaciones, como es la inequidad.
Bibliografías
Programa de Orientación Educativa (2015) Coordinación General de Docencia,
Dirección General de
Orientación Educativa y Vocacional. Universidad de Colima. México.
-Rascovan, S., (2013) Orientación vocacional, las tensiones vigentes. Páginas 47 a
54. Revista Mexicana de
Orientación Educativa. 3ª. época Vol. X. No. 25.UNAM México

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