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1. Indefinición de Límites
Bolivia alegaba que la jurisdicción de la Real Audiencia de Charcas –de la cual Bolivia era la legítima
heredera y asentó su jurisdicción sobre ese territorio- llegaba hasta el ángulo que forman los ríos
Paraguay y Pilcomayo al juntarse. Es el principio del Uti Posidetis juris de 1810, en base al cual se
formaron las repúblicas sud americanas. Paraguay alegaba, por su parte, que el territorio en
disputa estaba ocupado por población paraguaya desde tiempos inmemorales (Uti Posidetis de
facto). Además sostenía que varias expediciones de los colonizadores españoles en tierras
paraguayas habían penetrado por esa región buscando “El Gran Paititi” (El Dorado) y por este
motivo el territorio en cuestión ya había sido colonizado por paraguayos. Glosario Uti posidetis
juris de 1810. Significa “lo que habéis poseído, seguirás poseyendo”. Es el principio jurídico por el
cual las Repúblicas en América nacían a la vida independiente con la misma jurisdicción de la
entidad colonial sobre la que se erigieron. Tercer Trimestre: Ciencias Sociales 283 Durante las
últimas décadas del siglo pasado y las primeras de este siglo se realizaron varias conferencias
entre los países en disputa para tratar de delimitar la frontera. Se llegaron a preacuerdos o
tratados (la mayoría de ellos divide el territorio en pugna en dos). Sin embargo, estos tratados
nunca fueron ratificados por el parlamento paraguayo. La política paraguaya fue la de reivindicar
todo el Chaco hasta el río Parapeti. Bolivia, en cambio, tuvo siempre una política de concesiones e
incluso llegó a plantear el “Status quo possesorio”, es decir, que cada país se quede con lo que en
ese momento poseían físicamente. El Paraguay también negó esta posibilidad.
6. El desarrollo de la guerra
6.1 Las primeras escaramuzas
La política de “pisar fuerte” en el Chaco implicaba la penetración continua de pequeñas unidades
militares bolivianas en el Chaco con la finalidad de sentar presencia en el lugar. Entre abril y mayo
de 1932 el ejército boliviano fue estableciendo fortines militares en distintos puntos de la zona en
disputa. El 15 de junio una unidad militar boliviana se encontró con la Laguna Chuquisaca o
“Pitiantuta”, donde existía una pequeña guarnición paraguaya. Las órdenes que portaba la unidad
boliviana eran de no enfrentar al enemigo. Sin embargo, el mayor Moscoso, comandante de la
unidad, consideró que la laguna tenía un valor estratégico y sería de vital importancia para Bolivia
el tenerla bajo su control en caso de guerra que, a esas alturas, ya parecía inevitable. De este
modo, Moscoso y sus hombres tomaron la laguna provocando la huida de los paraguayos. Ya antes
se habían producido escaramuzas entre tropas bolivianas y paraguayas, por lo que, de parte de
Bolivia, se creía que el incidente en la laguna Chuquisaca sería una escaramuza más. Sin embargo,
la respuesta de los paraguayos no se dejó esperar. Se empecinaron en retomar el fortín y luego de
varios intentos, el 15 de julio concentraron fuerzas y lograron desalojar a las tropas bolivianas
retomando el control de dicho punto. El presidente logró despertar un sentimiento de patriotismo
en la población boliviana de tal modo que hasta los partidos políticos de oposición apoyaron la
política de represiones al Paraguay. Salamanca, en ese momento, había logrado calmar el malestar
interno y volcarlo a su favor. Aprovechó la situación para dictar el Estado de Sitio que no había
podido implementar meses antes y se dio a la represión del movimiento obrero que en ese
momento llevaba a cabo una campaña anti-guerrerista. Muchos dirigentes sindicales fueron
detenidos, otros exiliados y los que tuvieron peor suerte, fueron enviados a la primera línea del
frente. La represalia boliviana consistió en la toma de los fortines paraguayos de “Toledo”,
“Corrales” y “Boquerón”. Como era de prever los paraguayos vieron también su honor mellado.
Suspendieron las negociaciones de mediación que se llevaban a cabo en Washington y se lanzaron
a la recaptura de esos fortines. La Guerra no declarada había comenzado. Los paraguayos
concentraron fuerzas para capturar el fortín “Boquerón” que estaba defendido por unos 600
hombres al mando del Teniente Coronel Marzana. Después de más de tres semanas (9sept-30sept.
1932) de intensos y desiguales combates, en los que el Paraguay llegó a concentrar 11 mil
hombres, tuvieron que rendirse los sobrevivientes de la defensa boliviana. “Boquerón” fue una de
las epopeyas más sangrientas de la guerra. La falta de provisiones y alimentos, sumada a la
desigualdad numérica terminó por derrotar a los bolivianos. Los refuerzos prometidos jamás
llegaron. Fueron detenidos por tropas paraguayas que cercaban el reducto.
El Corralito de Villamontes
Entre el 11 y el 15 de noviembre de 1934 cae toda la décima división boliviana en El Carmen, que
es la última defensa boliviana antes de Villamontes. 4 mil presos y 2 mil muertos del bando
boliviano es el resultado. Noticiencia Batallón tres pasos al frente: La oficialidad del ejército
boliviano fue al colegio militar a solicitar voluntarios para marchar a la Guerra. En vista de que
solamente quedaban cadetes muy jóvenes, se decidió solamente incorporar a los voluntarios. A
los 162 cadetes se les pidió dar 3 pasos al frente quienes fueran voluntarios. Los 162, dieron 3
pasos al frente. Luego de otras reflexiones sobre el peligro de la guerra, los cadetes, una y otra
vez, dieron en conjunto, sin que uno solo descompasara, los tres pasos al frente. Con ese nombre
fue conocido el batallón de adolescentes voluntarios del colegio militar. El 27 de noviembre
Salamanca se dirige a Villamontes a destituir a Peñaranda. Sin embargo, el alto mando militar está
enterado de las intenciones del presidente y mediante el incidente denominado el “corralito de
Villamontes”, el ejército boliviano, en una acción que bien podría ser calificada de traición a la
patria –por haber retirado hombres del frentedestituye al presidente de Bolivia. Para darle algún
viso de legitimidad a su golpe de Estado, el alto mando posesiona como sucesor al vice-presidente
José Luis Tejada Sorzano. Tercer Trimestre: Ciencias Sociales 287 Tejada Sorzano iniciará una
apertura y conformará un amplio gobierno de concertación nacional, donde tendrán cabida desde
Carlos V. Aramayo, como ministro de hacienda, hasta Enrique Valdivieso, el joven líder socialista.
Se declara, al fin, la movilización general y se conforma un nuevo ejército. Durante los meses de
febrero y marzo de 1935 se lleva a cabo la batalla por Villamontes. El ataque paraguayo es de los
más feroces de la guerra pues han concentrado muchas tropas para tomarlo. Sin embargo,
Villamontes será para los paraguayos lo que Nanawa fue para los bolivianos: El reducto enemigo
sobre el que desataron toda su furia pero jamás pudieron tomarlo. Bernardino Bilbao Rioja, el
comandante boliviano de las tropas de Villamontes, ha organizado la defensa de un modo tal que
los paraguayos se estrellan una y otra vez sobre las trincheras bolivianas sin lograr vencerlas. Es la
derrota más significativa del Paraguay en la guerra. La situación ha cambiado radicalmente. Las
fuerzas paraguayas ya no están en su ambiente y las bolivianas, por el contrario, comienzan a
sentirse en un ambiente más conocido. El problema del aprovisionamiento, debido a la lejanía del
frente de operaciones, comienza a sentirse en el ejército paraguayo y el boliviano, en cambio, ya
no siente este problema de modo tan determinante. El esfuerzo realizado por los paraguayos los
ha desgastado y los bolivianos luchan denodadamente por defender las zonas petroleras
bolivianas. Finalmente una contraofensiva boliviana desalojará a los paraguayos de sus posiciones
en las riberas del Parapetí, al que llegaron en su última ofensiva, logrando que retrocedan unos 10
kilómetros. Bolivia ha recuperado y el Paraguay está completamente desgastado por el esfuerzo.
La chancillería argentina agotará esfuerzos, entonces, para reiniciar la conferencia de Paz en
Buenos Aires en marzo. Los contendientes buscan la paz. Los paraguayos saben que no podrán
penetrar más en territorio boliviano. El 9 de junio se firma el armisticio teniendo vigencia desde el
14 de ese mes. Los países acuerdan el “statu quo possesorio” hasta que un tratado de paz y límites
sea firmado. Sin embargo, la firma de dicho tratado no tiene fecha, pues debe ser firmado luego
de que los negociadores concluyan su elaboración.